Cuanto tiempo sin vernos, hermano...(Clint, Thor y Loki)

Había vuelto a fracasar, y no iba a perdonarse el haber tenido delante de sus narices lo que más ansiaba en el mundo y haberlo perdido. El cubo cósmico que robó a Thanos tiempo atrás y que fue enteramente suyo cuando reinaba Asgard… había vuelto a desaparecer. Para cuando el dios llegó al museo, la gema del infinito ya no estaba, alguien la había robado.
 
El embaucador volvió a impacientarse, podría haber recuperado sus poderes al completo y haber iniciado el viaje hace Asgard… pero le habían quitado la victoria de las manos. Esta vez se prometió a sí mismo no enfurecerse, su experiencia le recordaba que la paciencia era sabia, y que tarde o temprano obtendría su venganza. La persona que había robado su gema pronto la activaría, y entonces sabría al instante dónde encontrarla. Y el cubo cósmico volvería a su legítimo dueño.
 
Mientras esperaba la llamada de la magia, Loki debía entretenerse con algo, pero ya tenía listo lo que necesitaba: Niflheim, un reino poderoso como base de operaciones. Un ejército letal, aunque pequeño, pero inmortal. Su cetro mágico, que rastreaba las gemas del infinito. La espada de la verdad, guardada en su vaina. Una manera para romper la poderosa barrera de Odín que impedía que nadie saliera o entrara en Asgard. Y la lealtad de varios individuos poderosos que le ayudarían en su conquista, entre ellos; Hela, la diosa de los muertos. Dalae, su querida aprendiz. Diana de Themyscira. Arturo, el dragón del Este. El poderoso Nehllon. Y… como olvidarse de su “amigo” el Vengador…
 
Había pasado casi un año desde que le había rescatado de las islas portuguesas. Clint Barton había perdido la memoria y no recordaba nada de lo sucedido anteriormente, ni un solo recuerdo de sus anteriores compañeros los Vengadores. Ahora Clint había evolucionado al lado del maligno, que le había hecho creer desde el primer día que sus compañeros le odiaban y le abandonaron a la muerte, y que el embaucador era su único y verdadero amigo, el único en quien podía confiar…
 
A Loki se le ocurrió algo que hacer pensando en el Arquero, así que se dispuso a hacerle una visita. Hawkeye se encontraba en una sala de entrenamiento que Loki y Hela habían preparado exclusivamente para él. Un lugar dónde el arquero pudiera practicar su puntería con blancos mágicos que se movían y atacaban, una especie de marionetas con patrones establecidos.
 
- Clint, amigo… - susurró el embaucador interrumpiendo su entrenamiento.- Nos vamos de misión.  



FDI: Los primeros turnos serán de Clint y Loki hasta que lleguen a Broxton, Oklahoma. Avisaré al user de Thor cuando tenga que intervenir.

Por la mañana Clint se levanto estirando los brazos despertándose completamente al estirar todos sus músculos, para luego irse al baño a asearse. Ya llevaba casi un año de amnesia viviendo con esa gente algo extraña, recordó mientras comía el desayuno. Durante todo ese tiempo fue recordando pequeñas cosas de su pasado, ahora ya podía poner nombres y caras a sus ex compañeros pero nada más, a duras penas podía recordar cuáles eran sus habilidades. Cuando mas pensaba en ello mas se cuestionaba si los habitantes de ese castillo eran de fiar, si eran los buenos o no. Ante ese pensamiento se rio, el nunca había sido de los buenos.

Recogió las cosas y se fue a entrenar, primero las maquinas, tenía que mantener en forma su musculatura, se necesitaba bastante fuera para tensar el arco. Mientras se machacaba en las maquinas no podía quitarse de la cabeza esa espada de la verdad, al verla le llegaron recuerdos de su niñez, pero como era ya costumbre, seguían siendo borrosos. Era el mismo hombre que le había bautizado con el sobrenombre de Hawkeye, bueno y malvado en partes iguales, el mismo que le enseño todas las técnicas de arquería, de lucha cuerpo a cuerpo, ser ágil para trabajar en el mundo del espectáculo y la ultima y no menos importante; la de hurto. Aquel carismático hombre con bigote se llamaba…

El Espadachín…

Murmuro el arquero dejando las maquinas para irse a la sala que le habían diseñado exclusivamente para él la espectacular casera y su amigo. Primero empezaba con unos tiros fáciles y sencillos que le servían para entrar en calor, y cuando ya le faltaban la mitad de flechas que cabían en su caja empezaría el espectáculo acrobático, yendo de un lado a otro recogiendo sus flechas para lanzarlas de nuevo, era lo que pasaba cuando tu munición es limitada. Pero no pudo llegar a la última fase de su entrenamiento porque le interrumpió su único amigo, guardo el arco y se fue hacia el. Ahora que ya se había acostumbrado a su presencia la sensación de alerta que había tenido al principio de su relación se había prácticamente esfumado, pero aun tenía una mosca tras la oreja que le advertía que no bajara la guardia.

¿Una misión tu y yo solos? Suena interesante ¿y de que va?

Guardo el arco tras su espalda mientras intuía que eran ellos dos solos, ya que el dios no iba acompañado. Sonrió de medio lado metiéndose las manos en sus bolsillos del pantalón.

- ES- recalcó.- una misión interesante…- el dios de las mentiras se acercó a Clint una vez interrumpió su entrenamiento y le pasó la mano por el hombro, acercándose a él para susurrarle en voz baja.- Yo nunca realizo misiones aburridas…

La sonrisa del embaucador se acentuó y se apartó de él con cautela, a la misma velocidad con la que se había cercado. Le hizo un par de señas con la mano para que le siguiera, y le llevó hacia la sala de estar, dónde Clint había visto a su amigo enfrascado más de una vez en un tablero de ajedrez de piezas personalizadas. En ella estaban todos los peones que jugaban en los peligrosos planes de Loki. El moreno identificó una versión en miniatura de si mismo, con su traje violeta, su arco y sus flechas. Al lado de su figura descansaban la hechicera Dalae y el hombre del cabello blanco, Arturo. Dos amigos de Loki con los que había compartido recientemente una aventura en busca de la tercera llave que el dios necesitaba para abrir el cofre que contenía la espada de la verdad. Clint también vio una figura de Loki, de Leah, de Garm (ese perro gigantesco que vigilaba el castillo), una mujer de potente figura seguida de un ejército de mujeres, y varias figuras más que no logró reconocer. Entre ellas estaba una pieza que llamó su atención. Un hombre rubio musculoso que sostenía un martillo en dirección al cielo.

Loki indicó a Clint que no se entretuviera mirando su tablero y de que a cambio observara en el estanque de agua que tenían justo en frente. Era una especie de fuente de piedra dónde el agua brotaba de una especie de boquilla que parecía una cascada. Loki acarició por encima las aguas y el reflejo de ambos hombres desapareció por arte de magia. En su lugar, se dibujó la imagen de una ciudad en ruinas.

-¿Ves esta ciudad destruida? Es Asgardia.- se hizo un breve silencio y el embaucador siguió con el relato.- Asgard es el reino dónde yo crecí, una ciudad dorada asentada en un planeta lejano. Hace muchos años hubo una gran guerra que destruyó por completo el planeta y envió a todos sus habitantes a la Tierra reencarnados en humanos. Uno de esos dioses reencarnados… Thor… -pronunció el nombre con ligero desprecio.- se dedicó a construir a las afueras de Broxton, un nuevo hogar para los suyos. Esa fue Asgardia, la ciudad en ruinas que ves ahora en el estanque. Esa ciudad fue nuestro hogar durante los años que vinieron después hasta que conseguimos volver a nuestro planeta y restaurar la Asgard original. Ha pasado mucho tiempo de eso y ahora todos los dioses nórdicos viven de nuevo en Asgard, su planeta natal… y en cambio, Asgardia sigue en ruinas después de otras guerras que sufrimos…

Los ojos de Loki se perdieron mirando las ruinas de lo que fue su hogar por un breve lapso de tiempo, un ciudad en la cual también fue repudiado y odiado por sus habitantes. El nunca quiso destruir el mundo, únicamente quería castigar a todos aquellos que le hicieron sufrir… pero sus malas decisiones dieron pie al evento conocido como “El Asedio”, y las consecuencias de sus actos le llevaron directo a la muerte. Su antiguo yo, el viejo Loki, murió salvando el mundo… pero eso también formaba parte de sus planes. Fue otro engaño para empezar de nuevo, para ser como era ahora… una página en blanco con un destino impredecible. Un auténtico dios del caos.

- Por lo que he estado observando… la colisión de los mundos nos ha traído de vuelta la antigua Asgardia convertida en ruinas. Es posible que encontremos algo interesante durante su exploración… y seguramente nos topemos con algunos monstruos mitológicos. ¿Estás interesado?

Loki conocía muchas puertas que conducían hacia la ciudad dorada de Asgard, la mayoría estaban selladas y cerradas por el viejo Odín. Pero existía una pequeña posibilidad de que el dios tuerto no hubiera tenido en cuenta la existencia de Asgardia a la hora de crear la barrera que le impedía volver. Tenía que comprobarlo.

Le sonrió cuando se acerco a él, acariciándole la espalda cuando el dios de las mentiras le abrazo por el cuello, era una forma de saludo, fue una acaricia muy leve ya que sabía que su amigo no le gustaba que le tocasen demasiado. El arquero le siguió curioso de lo que le tenia preparado. Al pasar por la mesa llena de figuritas sonrió cuando vio la suya pero el hombre del martillo le llamo la curiosidad. Cuando fue a tocarla la voz de Loki le impidió hacerlo ya que no quería que se retrasara. Escucho atentamente toda la explicación, la historia siempre le había fascinado aunque fuera malísimo con las fechas.

Entonces esto fue tu hogar…

Clint miro a su amigo notando que para el eso eran más que piedras, ojala el tuviera mas claro de donde venia. Sonrió con lo del monstruo.

¡Claro! ¿Por qué no? No todos los días puedes pasearte entre ruinas y encontrarte un bicho como premio, eso me recuerda a las pelis de Indiana Jones.

Se rio levemente y se quito la caja para observar las flechas que tenia

Pero déjame que vaya a buscar mis flechas trucadas, no creo que pueda batir un monstruo mitológico con solo flechas normales de entrenamiento.

El primer impulso de Loki fue apartarse cuando Clint acarició su espalda con suavidad. Un desagradable escalofrío le recorrió, pero contuvo con su lengua el hechizo que lanzaría por los aires a su compañero. Tenía que seguir disimulando que ambos eran amigos de toda la vida, pero cada vez le costaba más seguir con aquella mentira. Sobretodo cuando Clint le mostraba su afecto de una manera u otra. Loki se sentía cada vez peor con cada palabra amable y cada abrazo… ese tipo de situaciones le recordaban inevitablemente a su hermanastro Thor, y la dulce e inocente época que pasaron juntos siendo hermanos inseparables. Pero aquello pasó a la historia, y después de todas las atrocidades que el dios de las mentiras había cometido, no quedaba nadie en el mundo que le quisiera.  Ni siquiera el afecto ganado con mentiras y tratos que había forjado con Clint, Dalae y Hela.  

- Entonces esto fue tu hogar…

- Sí… más o menos.- dijo observando con ojos vacíos la ilusión que había proyectado de Asgardia en el estanque. El cuerpo que ahora poseía Loki pertenecía a un inocente niño que nació en la capital de Francia y que después creció en la bella ciudad de Asgardia. Poco quedaba de aquel niño, pero aún perduraba en el recuerdo los felices momentos junto a su hermanastro.

-Tenías que haberme matado cuando tuviste la oportunidad… - susurró una voz en su interior. Ahora ya era demasiado tarde para arrepentirse.

- Pues vas a tener la oportunidad perfecta para probar las habilidades que no recuerdas… - dijo el embaucador afilando su sonrisa.

Una vez estuvieron los dos listos, Loki realizó su conjuro de teletransporte y los dos hombres aparecieron en un instante en mitad de las ruinas de Asgardia, justo en el mismo lugar que el estanque les había mostrado. Los primeros minutos paseando entre las ruinas eran tranquilos, no parecía haber ningún alma rondando por la ciudad. Siguieron un camino de hierba y piedras que llegaba hasta el mismísimo palacio de Asgardia, dónde una vez Balder reinó la ciudad, y se detuvieron antes de llegar al portón.

- Tú espérame aquí… - susurró Loki observando las runas grabadas en las paredes del palacio. – No tardaré.

El hijo de Laufey se adentró en el palacio semidestruido y dejó a su amigo Clint haciendo guardia en la puerta. Cuando ya llevaba unos minutos en completo silencio, escuchó el crujir de varias rocas no muy lejos de dónde el chico se encontraba. Un escalofrío recorrió el cuerpo del Arquero y sus músculos se tensaron avisándole de que algo malo estaba a punto de suceder.

Sin previo aviso, una cabeza gigantesca de serpiente apareció de entre unas grandes columnas en ruinas. Los ojos del color del ámbar relucían brillantes a la luz del sol. Siseó con su larga lengua bífida y percibió el olor humano que tanto le gustaba devorar. Como si acabara de percatarse de Clint, la cabeza de la serpiente se inclinó en su dirección. Su cuerpo no se arrastraba, al parecer la criatura no era del todo una serpiente, sino que tenía cuerpo de un lagarto. Las fauces del monstruo se abrieron de par en par revelando unos dientes grandes y afilados, y la criatura se acercó con cautela hacia Clint, con plena intención de convertirlo en su comida.

FDI: 
El bicho en cuestión es este:

Lindworm:

Clint posteará primero y después aparecerá Thor, que verá a la criatura luchando con el Vengador y le ayudará. En dos o tres turnos podréis destruir al Lindworm. 

Tomate el tiempo que quieras, esto está muy tranquilo.

Le digo a su amigo cuando entro por esa puerta. Empezaba a acostumbrarse a la magia de su amigo, era muy práctica, sobre todo para ir a largas distancias, adiós a las aburridas horas de vuelo. Cuando pensó que se moriría de aburrimiento de tanto esperar escucho un extraño ruido y su cuerpo reacciono, sabía perfectamente que no era de ningún animalito que se hubiera perdido por las ruinas. Con rapidez se oculto tras de una columna y saco su arco. Con cautela asomo su cabeza observando la criatura que lo observaba fijamente.

Loki, retiro lo de que te tomes tu tiempo, ven ya.

Se dijo a si mismo y miro a todo su alrededor buscando alguna idea con que le ayudara a vencer esa criatura a la espera de refuerzos. Unas simples flechas no le iban hacer gran cosa a esa criatura extraterrestre. Su vista alzo al techo y vio unas estalactitas, no iba a ser mortal pero funcionaria. Con el botón del arco plegable selecciono una flecha explosiva y la cogió, tensando el arco para disparar con precisión, la suficiente para hacer caer las estalactitas pero no el techo. Ante esa señal salió corriendo hacia la salida, no podía seguir luchando en un sitio cerrado.

Esa mañana Thor le quería explicar al pequeño algo más de su pasado, para que comprendiera un poco la tarea de la que era responsable.

El pequeño continuaba algo decaído después del encontronazo con Loki, no podía culparlo por sentirse de aquella manera, ya que el mismo la había sentido en sus propias carnes. El ser traicionado por tu propio hermano, un ser que quería y admiraba… No podía creerse lo que sucedió en ese puente. Podía ser muchas cosas Loki pero matar, o, en este caso, intentar matar a un niño inocente… Todo eso se le salió de sus planes, de cómo creía que era…

Para animarlo le quiso proponer una aventura, que consistía en ir a las antiguas ruinas de Asgardia para poder coger algún objeto antiguo. Sabía que eso le gustaría, ya que, era un gran fan de las historias bélicas de los vikingos y nada más parecido podía encontrarse allí. Así que le explico cómo llegar, que gracias al Mjolnir estarían en pocos minutos estarían plantados ante aquellas ruinas colosales… Ruinas y escombros se dijo para si mismo.

- Entonces puedo buscar tesoros escondidos en esas ruinas antiguas? No será robar, verdad?- dijo con prudencia.

- Técnicamente los objetos que hay en esas ruinas pueden ser todos suyos, ya que pertenecen a Asgard y tu tienes mi permiso para ello- le explico- además mientras visitamos el lugar, te iré narrando más cosas sobre las antiguas vidas que he tenido en otros cuerpos humanos. De esta forma, podrás comprender mejor toda esta historia.

De golpe el muchacho subió las escaleras hacía su habitación para coger su mochila y la lleno de cosas que podían serle útil para su búsqueda del tesoro. Si encontraba algo bonito se lo regalaría a Mary, su madre adoptiva. Esa misma semana Thor se quedó a solas, ya que Mary tenía que irse a un viaje de negocios. Se imaginaba lo feliz y contenta que estaría al volver y tener un regalo.

Recogió las cosas y cerró la puerta con llave, uso el martillo y en pocos segundos salió despedido por los aires rumbo hacía su búsqueda.
                                                            ...

Una vez llego a las runas, Thor le explico por donde entrar y se dirigió hacía allí. Camino un buen rato entre montañas de ruina y escombros… Era impresionante y no podía parar de mirar hasta que encontró la puerta o entrada… Bueno lo que quedaba de ella. Estaba tan absorto mirando todo que no se dio cuenta de que algo se le acercaba por delante apunto de impactar contra él.

Las flechas explosivas de Clint aturdieron momentáneamente al asgano monstro que custodiaba las ruinas. Esos valiosos segundos le permitieron al humano salir por patas, era muy peligroso luchar en un sitio cerrado, en cualquier momento podría caerles el techo encima. Cuando diviso la salida vio un niño al mismo tiempo que escuchaba el rugido de la bestia que corría furioso contra él.

Me parece chaval que has cogido un mal día para jugar a ser aventurero…

Cogió al niño en brazos y lo saco de ahí antes de que la bestia se lo comiera de un bocado. Corrió unos metros mas al salir de las ruinas obligar al monstruo a salir y ver la luz del día, escondiéndose con el crio tras unas grandes rocas. Con rapidez dejo al niño a su lado y disparo una flecha pegajosa para frenar el avance del enemigo, que perdió el equilibrio y cayó al suelo envuelto del pegajoso líquido.

Niño ¿no conoces a alguien que pueda rematar esto?

Le sonrió con ironía ¿Cómo ese chavalín iba a conocer a alguien capaz de ayudarlo? Se aparto lentamente del improvisado escondite que había buscado, indicando claramente el niño que no se moviera de ahí. Mientras andaba cargo una flecha que contenía una red electrificada, esperando electrocutar a la enorme bestia. Se estaba alegando del niño para que el fuera el blanco del monstruo por si todo aquello no era suficiente y le atacara él. Cuando más pensaba en el niño más parecía que le recordara a alguien o algo, como si ya lo hubiera visto en otra ocasión.

El pequeño dios, de repente, vio a un hombre en dirección a la puerta de la entrada donde se encontraba él, corriendo como si la vida le fuera en ello y antes de poder decir ni una palabra, este le sujeto y lo subió en brazos sin aminorar ni una pizca. No le dio mala espina pero sí que se pregunto de qué huía con tanto ahínco…Después de unos segundos, botando por las zancadas, decidió asomarse por uno de los hombros  y comprendió el afán de ese hombre por correr. Había una bestia descomunal buscándolo… Thor supuso que ese bicharraco quería comerse a ese hombre.
Una vez escondidos y ocultos, el pequeño tronador miro al hombre a la cara y se quedo boquiabierto! Era CLINT! Suponía que no le recordaría por su forma, ya que no habían tenido mucho trato.

Cuando le comento, preguntándole si conocía a alguien para encargarse de ese ser monstruoso no pudo evitar reírse. Tanto el Thor adulto como el pequeño se sentían eufóricos por moler a ese bicho a tortas… Que mejor manera que hacerle recordar a su amigo quien era.

Mientras agarraba al pequeño Mjolnir de su cuello , salió corriendo del escondite en busca de del enemigo. Clint se quedo algo descolocado pues, justo antes de salir le había dicho que se quedará pero… No iba a hacerle caso el dios del Trueno ante una nueva batalla.

La parte pequeña le dijo a Thor que no hacía falta que se convirtiera en adulto, que él podía encargarse de ese contrincante sin usar todos los poderes. No quería asustar a la población cercana… Ante ese comentario, el dios accedió de buen grado y el Mjolnir se convirtió en el gran martillo.

Vió como se acercaba ese ser de forma rápida y el pequeño no pudo evitar empezar a reír de emoción. Era su primer combate sin que su otro Yo interviniera más de lo necesario… Empezó a girar y girar el martillo… Cuando el monstruo se le puso a la distancia adecuada le asesto un golpe por debajo de la mandíbula destrozando parte de ella e impulsándolo hacía arriba. El pequeño cuerpo del tronador salto por encima de la cabeza y dejo caer un golpe demoledor aplastándolo.

Al menos, si no estaba muerto no se levantaría en un buen rato… No se lo acababa de creer que había combatido con una criatura mágica. Se fue en busca de su compañero para decirle que ya podía salir.

- Señor! Ya puede salir, creo que el bicho no volverá a molestarle!- le gritaba en su dirección saltando y moviendo los brazos.

Cuando se acerque me presentaré y de paso le recordaré quien soy.

El Lindworm fue rápido en alcanzar al niño Thor, pero Clint fue aún más rápido que él. El Vengador alejó al pequeño del peligro, y rápidamente se escondieron de la criatura, preparando en silencio un plan de ataque. El Arquero nunca había visto antes a un monstruo de esas características, pero se había enfrentado a enemigos más temibles aunque no lo recordara. Thor por su lado, estaba la mar de emocionado por salir y darle una buena tunda al bicho en cuestión.

El Vengador lanzó varias flechas que frenaron el avance del Lindworm, y la última hizo que recibiera una descarga eléctrica que lo dejó bastante atontado. El niño Thor aprovechó el momento para salir corriendo con el martillo del dios del Trueno en la mano. Le dio tal paliza al monstruo que Clint se quedó con la boca muy abierta. El Lindworm tardaría mucho en despertarse después de esto…

Por su lado, Loki se había adentrado en las ruinas de la antigua Asgardia, en busca de una de las entradas que conectaban la ciudad dorada con Midgard. Pero su búsqueda había sido en vano. Los portales habían desaparecido por completo tras la colisión de los mundos, y ni siquiera tenía pistas de cómo encontrar el ojo perdido de Odín. El trato que había hecho con Nehllon empezaba a ser una molestia… tendría que salirse con la suya de otra manera. Darle la vuelta a la situación. ¿Qué era lo que realmente necesitaba del padre de dioses?

El hechicero volvió a la entrada de la ciudad siguiendo sus pasos, y con un humor cada vez peor. Todavía no tenía el poder necesario para destruir la barrera dorada de Odín que rodeaba Asgard… ¿Cómo pensaba volver a su hogar y usurpar de nuevo el trono? Aún tenía tiempo para seguir trazando planes… solo tenía que esperar un poco más…

La voz del pequeño le sacó de sus retorcidos pensamientos. Reconoció aquel agudo timbre al instante, y el miedo hizo que el hechicero diera un paso atrás, escondiéndose tras una de las columnas de la entrada principal. Frente a él estaban Clint y el pequeño Thor hablando animadamente…

- No...

Las cosas no podían empeorar más… ¿o sí?

FDI: Cuando Thor le explique quien es a Clint volveré a intervenir y empezamos con el drama! xDDDD

Clint se quedó con la boca muy abierta literalmente, por nada del mundo se esperaba una reacción como esa. El arquero pensó que el niño saldría por patas y su frase era mas que un estúpido chiste malo para darse fuerzas a si mimo, nunca pensó que el propio niño sacaría un martillo de vete tú a saber donde. Cuando las cosas se calmaron guardo su flexible arco y recogió las pocas flechas que podría volver a utilizar.

Si, definitivamente el bicho este se va a echar una larga siesta… Eres muy fuerte niño, yo me llamo Clint ¿y tu? Bonito martillo.

Al escuchar el nombre de Thor algo se le ilumino en la memoria. Empezó a recordar el poder del martillo y solo lo podría blandir el elegido de Midgard. Ese nombre lo había escuchado mas de una vez, le era bastante familiar pero el hombre que blandía ese martillo no era ese muchacho.

Yo…yo conozco a un tal Thor… pero el es grande y con una larga melena…

No lo digo muy animado ya que las palabras envenenadas de Loki nublaron sus recuerdos de ese noble hombre, sustituyéndolo por un prepotente príncipe que le mira por encima del hombro por solo tener un arco mientras que el rubio un martillo con el poder de los rayos.

Al ver la expresión de asombro su vena fanfarrona se ilumino, ya que no le gustaba que a pesar de ser un niño le infravaloraran.  Por otra parte, se sentía ilusionado de conocer a otro vengador que había sido tiempo atrás su compañero de batalla según le explicó su parte adulta.

- Bueno, la verdad es que melena tengo más que él pero será mejor que hables con el GRAN Tronador- comentó haciendo énfasis en la palabra gran para que no se sorprendiera demasiado al transformarse y le dedico una amplia sonrisa llena de travesura infántil.

Agarro el martillo que aumento de tamaño y poco a poco su cuerpo fue metamorfoseándose en el Thor que Clint conocía. En el momento de la conversión, su compañero se quedo con la boca abierta sin saber que decir.

Acto seguido, el guerrero abrazó con delicadeza a su antiguo camarada levantándolo con gran entusiasmo, ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez que se encontraron. A los pocos segundos lo dejo con cautela en el suelo.

- Me alegro mucho de volver a verte Clint, hacía mucho tiempo que no nos veíamos- le dijo con gran ilusión al rememorar antiguos recuerdos de pasadas batallas donde habían luchado codo con codo. No sabía si continuaba siendo el mismo vengador o había cambiado durante su ausencia.

Thor sintió un pequeño escalofrío nostálgico y conocido, en ese lugar se encontraba alguien más estaba seguro pero quizás sólo sería alguna pobre alma que se habría aventurado a explorar.

-¿Qué haces en este lugar? ¿ Has venido solo?- le pregunto con intención de resolver su presentimiento sobre la presencia de alguien más.

En el momento del énfasis levanto las cejas esperando cualquier cosa, pero no se esperó esa trasformación que lo dejo con la boca abierta. Era el maldito hermano prepotente que le había hecho la vida imposible a su hermano y a el por no tener el poder de los rayos. El descontento se le formo en la cara y estaba dispuesto a sacar el arco sino llega a ser por el abrazo inesperado de Thor. Ese simple pero afectuoso abrazo le abrió de par en par la puerta de los recuerdos hacia el dios, estaban llenos de compañerismo, amistad y lealtad, aunque con un poquito de sabor amargo cuando se burlaba por no poder abrir un pote de peinillos “perdón por no tener las fuerzas de los dioses”.

Si, hace mucho que no nos vemos…casi un año, desde esa reunión con los vengadores. ¿Sabéis algo de las gemas? No, no estoy solo, estoy con mi amigo Loki….tu hermano.

No supo porque no le sorprendió que no se hubiera dado cuenta de que estaba desaparecido, estaría muy ocupado. Ahora que recordaba completamente lo que le unía a Thor le costo pronunciar amigo en referencia a Loki, ahora ese nombre le envolvía una especie de aura de maldad que no sabia como lidiar con ello. Se llevo la mano a la frente, estaba algo confuso, bastante confuso, tanto que se sentó en el suelo dejando el arco a su lado. Las palabras envenenadas del dios de las mentiras areladas desde hace tanto tiempo luchaban con los dulces sentimientos y la inocencia de ese abrazo tan protector. No sabía que hacer. Estaba tan metido en sus pensamientos contradictorios que no se dio cuenta de que Loki ya había acabado.

Por primera vez en mucho tiempo, Loki se sintió terriblemente inquieto. Escondido tras una de las columnas de la antigua y poderosa Asgardia, el embaucador escuchaba desde las sombras la conversación de la cual no había sido invitado. La presencia de aquel inocente niño le sacudió el pecho, y le hizo rememorar los recuerdos de aquella fatídica noche en Asgard, sobre el puente del arcoíris.

Una parte de él, seguramente la de Kid Loki, no le había perdonado que hubiera arrojado sin miramientos a un inofensivo niño por el Bifrost, condenándolo posiblemente a una muerte casi segura. La otra parte de él, en cambio, estaba llena de odio y resentimiento, y le instaba continuamente a terminar con la vida de su hermanastro.

Loki era incapaz de ponerse de acuerdo consigo mismo, y seguía sin entender que le había empujado a salvar la vida de su poderoso hermano cuando se enfrentó a su furia de mil truenos. El puente del arcoíris se estaba resquebrajando a sus pies, y en el último momento, Loki empujó a su hermano para salvarle de la caída. ¿Por qué le había salvado si minutos antes había empujado al niño Thor a la muerte? ¿Era arrepentimiento lo que sentía? No era capaz de identificar ese sentimiento, pero era el mismo tirón en el pecho que sentía ahora. Por un momento, pensó en dejarse llevar por el alivio que sentía al ver vivo a su hermano, y correr a abrazarle. Pero esos tiempos en los que los hijos de Odin vivían felices y sin preocupaciones habían terminado.

Lo último que recordaba Thor de Loki, era que se había dejado caer por el puente de Bifrost, condenado eternamente a caer por el espacio infinito. Si no llegaba a ser por el efecto de la colisión de los mundos, posiblemente, el príncipe de las mentiras seguiría vagando por el espacio en una condenación eterna. Pero gracias a los dioses supremos no era así, y Loki tenía aún una misión importante que cumplir. Su supuesta muerte le había ofrecido la coartada para trazar y perfeccionar sus malvados planes, y así ninguno de sus enemigos podría detenerle porque no sabría que seguía vivo.

Clint era el único de los Vengadores que conocía su existencia, pero Loki le había llenado la cabeza de mentiras y engaños para ponerle de su parte. Ahora, el engaño acababa de volverse en su contra. Su “supuesto” amigo empezaba a tener dudas acerca de sus recuerdos, y las mentiras de Loki se contradecían con los sentimientos del mismo Clint por Thor. ¿Qué debía hacer? ¿Continuaría con el engaño o saldría la verdad a la luz?

La mente de Loki trabajaba a toda prisa mientras observaba a los dos Vengadores interactuar. El pequeño Thor se había transformado en su vigoroso hermano, y se lanzó a estrujar a Clint en un fuerte y amistoso abrazo. Aquel gesto le pareció repugnante, y el arquero parecía doblemente confundido por el entusiasmo del nórdico. Así era su hermano; inocente, despreocupado, amigable… como le detestaba. Tenía mucha facilidad por hacer amigos y que todo el mundo le quisiera. Le envidiaba. Y ahora Thor iba a quitarle a Clint. Estaba seguro de que lo haría...

-¿Qué haces en este lugar? ¿Has venido solo?

Ahora también era listo. Seguramente algún golpe en la cabeza le había devuelto la inteligencia. Aunque no le sorprendió que se hubiera dado cuenta. Era evidente que un lugar como Asgardia no era frecuentado por extranjeros. Solo los habitantes del planeta conocían su existencia y eran capaces de encontrar el lugar. Clint no podía haber llegado solo sin la ayuda de alguien que conociera a los Asgardianos...

- Si, hace mucho que no nos vemos…casi un año, desde esa reunión con los vengadores. ¿Sabéis algo de las gemas?

El príncipe de las mentiras no sabía nada de ninguna reunión, pero maldijo en sus pensamientos el momento en el que Clint habló sobre las gemas del infinito. Estaba claro lo que Thor había venido a buscar a Asgardia. Su padre, Odín, quería el cubo que habían dejado caer los dos hermanos durante la batalla del puente del arcoíris. Loki estaba tan cerca de encontrarlo… que no podía ni pensar en la posibilidad de que aquel descerebrado lo tuviera antes que él.

- No, no estoy solo, estoy con mi amigo Loki….tu hermano.

Aquella frase fue la clave de la siguiente decisión que tomó el embaucador. Loki Laufeyson apretó los puños y salió de su escondite, revelando su estilizada y enclenque figura a su hermano. Los ojos del dios de las mentiras eran fríos como el hielo, llenos de desprecio y dolor. Estaba a punto de empezar la disputa por la lealtad de Clint. ¿A quién iba a creer el arquero?

-Cuánto tiempo sin vernos… hermano.- susurró con voz siseante y llena de veneno.

Loki se quitó la máscara. El telón bajó. La función había terminado.

El dios tronador sintió algo extraño durante el abrazo con el que envolvió a su antiguo camarada de batalla, pero deicidio achacarlo a su actitud impulsiva e invasora del espacio personal del arquero. Quizás el tiempo habría enfriado esa relación tan divertida que habían mantenido siempre.

Al poco de separarse,  Clint formulo la frase que le atravesó desde la mismísimas entrañas y le hizo recular hacía atrás. No esperaba este giro de los acontecimientos de forma tan espontanea e inesperada. Lo que le resultó más aterrador es como expresó su opinión desde el afecto a su hermano (no es que lo detestará pero debido a anteriores sucesos no era la simpatía entre sus camaradas vengadores).

De repente, noto en el arquero una mueca de extraña confusión como si dentro de su cabeza le hubieran hecho un batido de recuerdos y este se le hubiera indigestado. Thor sabía por experiencia lo que estaba ocurriendo en ese instante, su hermano le había emponzoñado la mente con sus mentiras e ilusiones. Loki podía llegar a ser muy persuasivo y sabía cómo manipular la mente de cualquier ser con solo desearlo.

Se giro hacía Clint  para volverse a acercar, puesto que no deseaba luchar contra él y cualquier signo de hostilidad sólo acabaría reforzando su ilusión de mentiras creada por el Embaucador. Fue acortando la distancia, paso a paso, con firmeza y seguridad hasta llegar de nuevo a estar frente a su compañero.

- Clint, no sé qué te habrá contado mi hermano, Loki pero has de seguir tu propio criterio- dijo con voz pausada- No te haré escoger porque eso sólo acabaría empeorando las cosas y te sentirías peor. Sólo te pido, que intentes recordar los momentos que hemos pasado juntos batallando contra las grandes amenazas que nos surgieron…

Acerco su mano a su hombro y le dio un apretón cariñoso lleno de compañerismo.

- Decidas lo que decidas, no lucharé contra un amigo- le expresó con toda la sinceridad de la que disponia, puesto que nunca le gustó luchar contra un camarada y sabía que en esos momentos no sería una lucha estúpida sino una a muerte. El deseo de Thor era evitar ese conflicto en la medida de lo posible.

A los pocos segundos, noto una presencia extraña y conocida. Una figura emergió de las sombras de las columnas, dispuesta a encontrarse con ellos dos que mantenían la charla. Lo reconoció al instante y no se sintió sorprendido, sabía perfectamente quién era esa misteriosa figura que se deslizaba entre las sombras…

Al principio de observar a su hermano, se atisbo en su interior una especie de alivio de verlo a salvo pero poco a poco… A Thor se le lleno el cuerpo de una bilis llena de rabia y rencor al recordar lo que le hizo en el Bifrost. Siempre podía justificar su amor-odio entre hermanos pero no le perdonaba que fuera capaz de lanzar a un crio al oscuro y frio espacio, donde la muerte le esperaba.

El cuerpo del dios empezó a tensarse y comenzaron a aparecer unas nubes que amenazaban el cielo. Estaban cargadas de electricidad y se asemejaban al estado de ira que le iba cubriendo todo su ser. No sólo había sido lo del muchacho sino que además había engañado a un compañero suyo para seguramente enfrentarlos en algún momento.

Los nubarrones cubrieron la zona de Asgardia, produciendo un microclima y comenzaron a sonar los tambores de la batalla.

Cuando Loki se aproximo lo suficiente, escucho su voz cargada de veneno y rencor… En ese instante, Thor no se lo pensó dos veces y ni espero a la respuesta de Clint.

- Como te atreves a mostrarte ante mí, asesino de niños! No has tenido bastante con intentar matar a un crio - Le grito con su voz de manera firme- Hasta que punto piensas llegar para conseguir matarme? Ahora, además te dedicas a manipular la mente de antiguos compañeros… Tu odio y desprecio hacía mi roza ya la obsesión. No creo que te de ninguna satisfacción matarme a costa de todo esto.

Ese dolor amargo le recorría todo su cuerpo hasta llegar al cuello donde cada palabra se le hacía un nudo si no la expresaba.

- ¿Por qué haces esto? Estás llegando a ese límite, que ni yo puedo llegar a perdonarte por tus fechorías. He pasado mis diferentes vidas e existencia creyendo que hay bondad dentro tuyo- dijo mientras cargaba el martillo.

El objeto empezó a girar y girar hasta que apenas se podía llegar a apreciar su forma.

- Va siendo hora de que te dé una lección para que aprendas a comportarte y a entender que no todo se te puede perdonar- inquirió a modo de reprimenda.

Después de expresar su amenazahacía Loki, se giro hacía Clint para ver que actitud iba a mostrar.

Esas palabras llenas de sinceridad del dios del trueno hicieron algo de mella en aun amnésico vengador, que empezaba a recordar momentos del pasado junto a él.

Si claro, y luego te burlaras de mí por no poder abrir un pote de pepinillos. ¡Perdón por ser un simple mortal y no tener la fuerza de los dioses!

Dijo mosqueado al recordar los momentos donde sus compañeros se metían con él por no estar dopado como ellos. Menos Loki. Loki nunca se había burlado de el por no poder abrir un pote con facilidad, le mosqueaba sus chites malos pero nunca se burlaba de él, siempre siendo muy paciente con el halcón. Pensando en el rey de roma hizo su aparición. Le sonrió como un amigo sonríe al suyo después de estarlo esperando.

¿Has encontrado lo que buscabas? Por poco no me mata ese bicharraco.

Hablo más animado. Obvio la típica presentación de “hey! Tu hermano esta aquí” porque sus ojos ya se encontraron. Cuando el castaño volvió a mirar al rubio se sorprendió de ver esos ojos tan llenos de odio, nunca en su vida espero verlos con tanta sed de muerte. Intuitivamente saco el arco apuntando al vengador acercándose mas al dios de las mentiras.

No digas estupideces Thor, Loki nunca mataría ningún crio, él es un buen hombre.

Pero de nuevo volvía a temblar, su cuerpo le impedía tensar la cuerda contra el grandullón. ¿Por qué le impedía atacarlo con todas las burlas que había recibido? De golpe los rayos le llamaron mas de la normal su atención, soltando el arco y mirando el cielo observando como bailaban alrededor de esa especie de tormenta que se iba formando en forma de espiral dejando algo parecido al ojo del cualquier huracán. Ese ojo de huracán le hizo recordar a una puerta dimensional y ahí fue como lo recordó todo por un estruendo de trueno. Recordo el primer dia que el arquero conocio al Dios de las mentiras atravesar ese portal al cual le habían asignado vigilarlo. El combate estallo. El acontecimiento fue demasiado rápido pero todo se paro cuando lo tuvo delante de sus narices con el baston en su pecho sonriéndole de forma calida.

Tienes buen corazón.

Dichas palabras le sentenciaron como un esclavo de sus deseos. Era consciente de sus actos pero su cuerpo no le obedecía, era como si otro ser actuara y hablara en su lugar. Cuando se libero de ese conjuro se juraría que nunca más caería en ese tipo de hechizo, pero al parecer lo había vuelto hacer y para rematar la faena con el mismo mago. Se fue de rodillas y las manos al suelo, lo que acababa de recordar había sido muy doloroso, demasiado confuso se encontraba ahora, necesitaba respuestas.

¿Por qué Loki?

Le salió un dolorido gallo. Las palabras que iba a pronunciar le quemaban la garganta pero las tenía que hacer porque ya no podía seguir siendo engañado. Aclaro la garganta y volvió hablar.

Dime… que todo este año juntos… me has ayudado porque eres un buen hombre y querías pedirme perdón por haberme lavado el cerebro para ayudarte abrir ese portal hacia una galaxia para dejar entrar tu ejercito…

El Clint amigo de Loki estaba seguro que el rubio se equivocaba y que su amigo solo le había ayudado, pero el Clint Ojo de Halcón sabía que una vez más había sido manipulado de forma magistral para que hiciera lo que el dios quisiera. Sin levantarse del suelo cogió su arco dispuesto a matar al dios de las mentiras si era cierto que lo estaba manipulando.

El momento había llegado. La tensión que sufrían los dos hermanos al verse después de un largo año se podía cortar perfectamente con una daga. El tiempo acompañó a la rabia que surgía de las entrañas del tronador, y el cielo se nubló, amenazando con cubrir Asgardia con una poderosa tormenta.

Loki no mostró ninguna debilidad a pesar de se sentía nervioso por el repentino cambio climático. Conocía bien cómo funcionaban los poderes de su hermano, y tenía que ser cauteloso si no quería acabar fulminado por uno de sus rayos.

- ¿A qué viene esa cara, hermano? ¿No te alegras de verme? -dijo alzando los brazos en el aire, como si restara importancia a sus palabras. Loki, en cambio, no se movió del sitio, tenía aún la columna de piedra a su izquierda y pensaba utilizarla para cubrirse en el caso de que Thor se pusiera a atacarle de buenas a primeras. - Que yo sepa estás aquí… vivito y colenado… - por desgracia, pensó el embaucador. ¿Cuántas veces había intentado asesinar a su hermanastro en vano? Ya había perdido la cuenta.

El engaño había funcionado, Clint consideraba a Thor su enemigo, y ante la amenaza del rubio, el ex-vengador le apuntó con su arco. Loki esbozó una ligera sonrisa traviesa cuando Hawkeye buscó su posición para defenderle del hijo de Odín. Por fin algo de resultados, Clint había tomado partido por el dios de las mentiras.

- No digas estupideces Thor, Loki nunca mataría ningún crio, él es un buen hombre.

- Lo dice sólo para ponerte en mi contra, Clint… no le escuches - mintió descaradamente, usando su lengua viperina.- Vaya, Thor… ¿Cómo se siente cuando te quedas sin amigos? - escupió el dios de las mentiras con un profundo rencor en la voz. Fue inevitable recordar los días de su adolescencia en Asgard, apartado en un rincón y envidiando en silencio la buena suerte del favorito de Odín, que reía y charlaba rodeado siempre de buenos amigos.

Pero la sugestión que ejercía Loki sobre Clint no fue suficiente para detener el torrente de nuevos recuerdos que nublaron la cabeza del arquero. Hawkeye cayó de rodillas al suelo y se llevó las manos al rostro. El primer instinto del embaucador fue acercarse a él, a comprobar que estuviera bien… pero Thor estaba demasiado cerca de ambos, y en aquellos momentos no podía permitirse flaquear. Así que se quedó quieto, observando el cambio de su provisional compañero de piso. El dios temió lo peor.

- ¿Por qué Loki? -preguntó con voz desgarradora. Eso sólo podía significar una cosa: el arquero empezaba a recuperar sus recuerdos, uno por uno, y cuando los tuviera todos consigo ya no habría forma de continuar engañándole. Pero aún podía ganar un poco de tiempo…

- Dime… que todo este año juntos… me has ayudado porque eres un buen hombre y querías pedirme perdón por haberme lavado el cerebro para ayudarte abrir ese portal hacia una galaxia para dejar entrar tu ejercito…

- Te recogí en esa playa cuando ninguno de tus amigos Vengadores fue a socorrerte... estabas débil, casi moribundo… podría haberte matado allí mismo si lo hubiera querido. - quizás hubiera sido lo mejor en aquel momento, pero al embaucador le gustaban más los planes complicados y retorcidos. Era una verdadera lástima, que en todo este tiempo y con tanto esfuerzo invertido, todo fuera a desaparecer con la sola aparición del dios del trueno.- ¿Crees que si fuera el hombre que dices te hubiera dejado vivir a mi lado? ¿Vas a juzgarme tu también por las fechorías del pasado? ¿Es que las personas no pueden cambiar?

- Va siendo hora de que te dé una lección para que aprendas a comportarte y a entender que no todo se te puede perdonar- Thor no estaba para tonterías y no dejó que su hermano siguiera envenenando la mente de Clint con sus mentiras.

- Eso si aciertas con el Loki adecuado… - de pronto, la figura del embaucador se dividió en cuatro Lokis. El hechicero más poderosos de Asgard había aprovechado el momento de debilidad de Clint para conjurar el hechizo de imagen múltiple, que consistía en crear dobles de sí mismo capaces de actuar y pensar como él. Dos de ellos desenvainaron la espada dorada amarrada al cinto y se lanzaron a por el tronador. Los otros dos, se quedaron en la retaguardia recitando hechizos de energía negativa, y los lanzarían en cuanto Thor se despistara.

Mientras el gran martillo giraba y giraba envuelto en pequeños rayos, Thor observo como Clint dejaba ir su arco con la cara compungida de pura confusión. Sabía perfectamente como se sentía ya que su hermano lo había engañado innumerables veces a través de las distintas épocas y tiempos

Poco a poco la sangre de Thor iba hirviendo por momentos, su ira aumentaba al recordar cada escena del lanzamiento del pequeño por el borde del Puente del Arcoíris de Asgard… una amarga realidad que le había torturado durante meses en su cabeza, haciéndole dudar sobre cómo podía llegar a ser Loki.
Siempre había conocido la naturaleza de Loki, que pese a ser un villano, sabía que en el fondo era un buen hombre. Las circunstancias de su vida en Asgard, desde bien pequeños, le habían marcado y algunas de forma muy negativa. Todo ello, era conocido, pero hay decisiones que, independientemente de las experiencias vividas, no podían ser perdonadas. Esta era una de ellas, el haber lanzado a un crio inocente con intenciones de acabar con su vida por una mierda de venganza entre ellos.

Notaba como la temperatura iba aumentando y la presión del Mjolnir en su mano le hacía vibrar. Ya iba siendo hora de darle una lección a Loki para enderezarlo y hacerle ver la realidad, con todas sus consecuencias.

Giro la vista hacía su antiguo compañero de armas con una mirada sería después de escuchar lo que Loki le había dicho y lo que su amigo había respondido. Sabía que no podía decirle nada, porque eso sería influenciarle, dejaría que Clint decidiera por sí sólo. Bastante confundido lo veía como para torturarle la mente más, puesto que Thor se imaginaba que la mente de Clint ahora mismo era un revoltillo de recuerdos que le hacían chocar entre sí. No quería luchar contra su amigo ni quería verle en ese estado de confusión perpetua.

Las nubes se tornaron más oscuras de lo habitual, ya que, Thor no podía controlar el frenesí de ira que le invadía.

Sin pensar nada más, salto hacia el cielo y desde arriba visualizo a las múltiples imágenes de Loki. La situación era clara, estaba en desventaja y sabía muy bien que su hermano aprovecharía cualquier oportunidad para atacarle por la espalda, tanto a él como a Clint.

Se decidió, en bajar con todo su peso en dirección al suelo descargando el pesado martillo para destrozar la superficie donde se encontraban todos. Mjolnir impacto haciendo temblar la tierra y destrozando todo a su alrededor… El suelo cedía ante el gran impacto.

El martillo continuaba vibrando deseando liberar su energía, pero no era el momento… Debía esperar el momento adecuado porque debía de terminar con todos a la vez. En su cabeza rondaba la idea de que cuando destruyera a las copias cogería a su hermano por el cuello y le daría la paliza de su vida, hasta que se disculpara con Clint y con el pequeño.

Esta vez no iba a escapar… Esta vez habría consecuencias y las recordaría durante bastante tiempo.

Estaba confundido, no sabía de quien bando fiarse y de cual desconfiar. De ambos tenia tantos buenos como malos recuerdos. Como estaban las cosas lo más lógico sería estar al lado de su único amigo Loki, el cual lo ha ayudado durante todo este año, pero hacia unas cuantas semanas comenzó a desconfiar de ese entorno. Comenzó a darse cuenta tanto como Dalae, Hela y Loki eran fríos y distantes, como si ocultaran algo al arquero. Clint hacía tiempo que se dio cuenta pero siempre lo negaba, pensaba que eran cosas suyas y que no tendría que tener esos malos pensamientos de la gente que lo había acogido mientras que sus supuestos amigos le habían dado la espalda. Pero todo empezó a aclararse con el robo de aquella llave. Robar está mal ¿Por qué lo hacía si ellos eran los buenos? Y toda aquella gente que la custodiaba le eran familiar pero no lo suficiente para recordarse de ellos. ¿Seguro que Loki era el buen amigo que siempre le había contado? Últimamente se estaban haciendo más cercanos pero Clint seguía sintiendo que había un muro entre ellos, un muro que impedía conocer el verdadero Loki.
Cansado de tanto comerse la cabeza armo su arco con una flecha mirando el suelo, para luego cerrar los ojos y apuntar donde su cuerpo quisiera, sin saber dónde apuntaba. A los segundos se escuchó un quejido, había dado a alguien. Rápidamente visualizo como la flecha había dado a uno de los Loki que iban directo a Thor, no sabía si era el real o una de las copias.

Te creo amigo Loki, pero mi arco no.

Le sonrió para luego ponerse en guardia por si decidía contraatacarle. Tenía que haber hecho caso a su cuerpo desde el primer día que lo vio, su cuerpo reacciono atacándolo con intención de matar y eso no es muy normal que digamos. Pero ahí estaba el, solo y sin memoria, solo podía confiar en aquel que le tendía la mano por muy envenenada que estuviera. Cuando todo esto acabase tendría que charlar con Thor para saber si lo que dice Loki es cierto, porque si lo es le dejaría bien claro lo mucho que le molestaba.

Ahora que Loki tenía a Thor distraído con las cuatro copias de si mismo, podía permitirse acercarse a donde estaba Clint sin sufrir ningún daño colateral, y comprobar en qué estado se encontraba su aliado. El arquero seguía agachado en el suelo, sujetándose a cabeza con el rostro lleno de dolor al tratar de contener los diferentes recuerdos y sensaciones contradictorias que sentía por los dos hermanos Asgardianos. El embaucador sabía que aquel momento era crucial para que Clint se decidiera a tomar un bando, y debía convencerle de que el suyo era el adecuado. Debía estar a su lado. Y con el arquero de su parte, le sería muy fácil derrotar a Thor esta vez. Mandaría al tronador de vuelta a casa a llorar en los brazos de su papaíto Odín, y así le contaría al Padre de Todos que Loki había vuelto… y con muchas ganas de guerra.  

Pero antes de que el embaucador llegara a alcanzar a su antiguo compañero de piso, unas nubes oscuras cubrieron de pronto el cielo, y el interior del Mjolnir chispeó a causa de la electricidad y la rabia contenidas de su hermanastro. Thor no dejó que las dos primeras copias de Loki, las que iban armadas con espadas, se acercaran a él. Pegó un salto en dirección al cielo, y aterrizó golpeando el martillo con el suelo, destrozando todo a su paso en una onda expansiva. El verdadero Loki tuvo que refugiarse detrás de una columna maltrecha de la antigua Asgardia para no sufrir daños, y desde su posición, vio como las dos primeras copias se habían desvanecido por el crítico y poderoso golpe de su hermano. Se había quedado sin dos de sus Lokis, pero el resto aprovecharon para lanzar sus rayos de energía en dirección al dios del trueno.

El embaucador esbozó una sonrisa esperanzadora, deseando ver como la magia negativa alcanzaba al hombre vigoroso y le hacía gritar hasta retorcerse de dolor. Pero una tercera copia desapareció sin más tras ser alcanzada por una flecha de plumas violetas.

El dios de las mentiras siguió el recorrido del lanzamiento, hasta toparse con la figura de Clint. Estaba apuntando a sus copias con los ojos cerrados.

—¡¿Se puede saber qué estás haciendo?!— espetó el dios de las mentiras cuando se dio cuenta de que perdería el combate si permitía que Clint siguiera asesinando así a sus copias.

Loki abandonó su postura defensiva, y corrió hacia donde se encontraba el arquero con intención de hacerle cambiar de parecer con otra de sus mentiras. Estuvo a punto de rozar su hombro cuando alcanzó la espalda de su compañero, pero Clint se giró a tiempo en un rápido reflejo y le apuntó al pecho con su arco...

—Te creo amigo Loki, pero mi arco no.— dijo abriendo los ojos en una mirada triste.

Loki se quedó paralizado en el sitio, y sintió un escalofrío helado recorrer su espalda hasta que se le erizaron los cabellos de la nuca. Tenía la punta de la flecha de Clint a escasos centímetros del pecho. ¿Quién prometía qué no iba a dispararle? Nadie podía hacerlo. Y por eso, el embaucador tomó una decisión.

El telón bajó. Había perdido el combate y a un amigo.

—Dichosa memoria del cuerpo… me ha dado más problemas de los que pensaba...— dijo con una sonrisa socarrona en los labios mientras desenvainaba su espada Gram con sigilo— Quizás esto te aclare un poco más las ideas…

Loki se abalanzó contra el arquero sin darle tiempo a que soltara la flecha de su arco, y le traspasó el pecho con la dorada espada de la verdad. Desde fuera, Thor podría interpretar como Loki había herido de gravedad a Clint, pero lo cierto era que el Vengador se retorcía en el suelo por otro motivos. La magia de la verdad que había impregnada en la espada de Loki estaba haciendo sus efectos. Era posible que el arquero no recuperara sus recuerdos… pero al menos sabría identificar sus verdaderos sentimientos y las dudas y mentiras desaparecerían de su corazón. Por primera vez, Clint se sentiría siendo él mismo.

—¿Cómo te encuentras… amigo?— susurró con una sonrisa en los labios, aunque la mirada del dios de las mentiras era de una profunda y eterna tristeza.

En silencio, el hijo de Laufey conjuró su último hechizo de la noche, sin que ambos Vengadores se dieran cuenta de ello...

Cuando vio como desenvainaba esa espada espero lo peor y quiso contratacar, mas Loki fue más rápido que él y le hirió. O eso pensó Clint, porque aunque le hubiera atravesado con la espada no sentía ningún dolor. La sorpresa le hizo perder fuerza en sus brazos con la consecuencia de que su arco y flecha cayeran al suelo, para luego el caer de rodillas asimilando todo esto. De refilón vio a un Thor asustado y a la vez enrabiado, con rapidez le alzo la mano indicando que se esperara que estaba bien. Cuando le saco la espada comenzó a sentir un extraño sentimiento de vacío que lentamente se le fue llenando con los recuerdos perdidos, no supo si fue la magia de la espada o el trauma de pensar que moría el que le hizo resucitar todos sus recuerdos. Se había quedado mirando el suelo reflexionando con todo lo que sabía ahora.

¿Cómo te encuentras… amigo?

Esas dulces palabras le hicieron mirar hacia él… su amigo Loki. La misma tristeza que reflejaban sus ojos era la misma que sentía.

No pienses que esto es fácil para mi… lo hubiera sido si los hermanos no fuerais tan cabezotas y os llevaras bien, porque entonces yo no estaría dividido por mis dos amigos.

Se levantó y le dio un corto abrazo sabiendo lo poco que le gustaba el contacto físico, pero antes de separarse le susurro:

Eres extraordinario Loki, si no estuvieras tan ciego podrías tener la vida que quisieras.

Miro a su amigo Thor con una sonrisa para trasmitirle que todo estaba bien, solo quería despedirse de su otro amigo. Tomo aire antes de empezar uno de sus discursos.

Todo este tiempo contigo me he dado cuenta que eres una gran persona, capaz de conseguir todo aquello que quieres pero te ciega tu idealismo de que si conquistas Asgard, tu padre y tu hermano te reconocerán. Lo siento pero esto no es así, tu padre nunca te va a reconocer nada de lo que hagas porque es un capullo y se de padres capullos, deja de esforzarte por estúpidos que nunca te valoran, encuentra tu propio valor sin depender de ellos. Así que olvídate y céntrate en lo de verdad quieres tú. En la tierra tienes un montón de oportunidades, el sueño americano tío, estoy convencido que podrías ser el próximo que inventara algo que revolucionara el mundo como los móviles o ser el presidente de cualquier país, liberándolo de sus políticos corruptos lográndolo florecer y que sea un mejor sitio para vivir.

Hizo una gran pausa para reflexionar sobre lo que había dicho y encontrar una forma de despedirse porque sabia que después de esto no podía volver con Loki, solo esperaba que Thor si le recibiera con los brazos abiertos y demostrara el gran amigo que recordaba. Se agacho y recogió su flecha y su arco guardándolo detrás de su espalda.

Supongo que esto es un adiós… pero no quiero que sea si, sino un asta pronto porque eres mi amigo Loki. Me he dado cuenta de cómo eres y por eso te perdono todo lo que me has hecho… si yo tuve la oportunidad del perdón y de convertirme en mejor persona, tú también puedes tío. Te daría mi número de teléfono pero lo perdí.

Sonrió por su mal chiste y le tendió la mano en modo de despedida.

Espero que la próxima vez que nos encontremos no haya tanta tensión en el ambiente. ¡Hey! No hagas cosas malas en mi ausencia, cuídate Loki.

Le sonrió con tristeza al despedirse de un amigo pero con felicidad en sus ojos por haberle dicho todo lo que pensaba de él, esperando que eso le hiciera reflexionar y cambiar su vida de rumbo.

El abrazo le pilló desprevenido. Esperaba un ataque por parte del arquero, pero no pudo hacer otra cosa que quedarse paralizado en el sitio mientras Clint le estrechaba contra su cuerpo. Había sido breve, pero lo suficientemente intenso como para desconcertar al dios de las mentiras durante unos segundos.

—No pienses que esto es fácil para mi… lo hubiera sido si los hermanos no fuerais tan cabezotas y os llevaras bien, porque entonces yo no estaría dividido por mis dos amigos.

Loki permaneció en silencio mientras escuchaba al Vengador con asombro. Su reacción fue inesperada para el dios de las mentiras, que estaba acostumbrado a un trato de odio y desprecio por todos… así que le sorprendieron aquellas palabras de consuelo. No esperaba seguir siendo un amigo para Clint. No esperaba un trato tan cariñoso y sincero por su parte...

—Eres extraordinario Loki, si no estuvieras tan ciego podrías tener la vida que quisieras.

El discurso del Vengador le dejó estupefacto. Hablaba con demasiada libertad sobre su vida, como si realmente conociera al Loki de verdad. Nadie sabía nunca lo que pasaba por la cabeza del dios de las mentiras, y por un instante, su yo interior quedó conmovido por las palabras del arquero. Eran dulces pero también estaban afiladas con verdaderas verdades. Era como si el castaño hubiera decidido dispararle con una de sus flechas pero sin herirle de gravedad. Como había hecho él con Gram segundos atrás.

También notó el cambio de tono de Clint. Había cierto afecto bajo la tristeza de su voz. Estaba hablando en serio. Muy en serio. Y Loki no podía creerlo. Realmente Clint… ¿Le apreciaba? ¿Por qué?

Repasó en su cabeza todos los momentos que habían pasado juntos desde que le rescató de aquella isla española, y se dio cuenta de que sin querer, él también se había acercado a Clint. Inconscientemente había tratado de ser su amigo, de corresponder a su afecto. Era una sensación extraña, pero agradable. Era la primera vez que tenía un amigo… un amigo de verdad.

Entonces, decidió actuar en consecuencia.

—No sabes nada, Hawkeye… — corrigió finalmente el embaucador, con una sonrisa maliciosa. No podía permitir que siguiera profundizando más en su interior y exponiendo sus debilidades como si no pasara nada— Asgard es el único hogar que tengo. No hay nada en Midgard para mi. —de pronto, el Asgardiano lanzó una carcajada maquiavélica y miró a su amigo con los ojos afilados por el dolor. Estaba preparado para decir una mentira más — Eres un estúpido ingenuo, Clint. Te he estado engañando todo este tiempo para conseguir que te enfrentaras a tus compañeros y desestabilizar así a los Vengadores…  —explicó, esbozando una sonrisa maligna que acompañaba a sus palabras envenenadas — No tienes ni idea de quién soy, así que no hables como si lo supieras. No soy tu amigo, y no voy a serlo nunca… así que quítate esa estúpida idea de la cabeza...

Ya está. Tenía que hacerlo. Tenía que extinguir ese afecto, asfixiarlo como si nunca hubiera existido. No podía permitirse tener un amigo, o se convertiría en otra debilidad más que le impediría continuar con su verdadero objetivo; la conquista de la ciudad dorada.

Ignoró la mano del arquero y dio dos pasos hacia atrás, dándose cuenta entonces de la presencia de su hermano.

—Ah, si, la gema… —comentó como si no tuviera importancia.— No la tengo. Se cayó por el Bifrost, ¿O es que ya no te acuerdas?— Para no olvidarlo. Loki había caído por el puente del arcoíris tras una dura batalla contra el tronador. Se lo había ganado, no iba a negarlo, pero fueron los sentimientos que albergaba por su hermano los que le empujaron a salvarle de la caída, y le condenaron a caer por el infinito durante días. Si no hubiera sido tan estúpido como para arrepentirse de matar a ese niño, a estas alturas seguiría siendo Rey de Asgard.

Tampoco pensaba darle ninguna pista a Thor sobre el paradero de la gema del infinito, y aunque supiera algo tampoco le hubiera dicho nada. Esperaba conseguirla antes que nadie para volver a las andadas, y poder enfrentarse a Odín con todo su poder al máximo.  

—Oh, sí... nos volveremos a ver... no lo dudéis. — susurró con voz de serpiente y tan pronto parpadearon sus enemigos, se hizo invisible para que nadie pudiera seguirle. Planeó hasta las ruinas del interior de Asgardia y se apoyó en una de las columnas maltrechas para coger aire y preparar el hechizo de teletransportación. Esta vez volvería solo a Niflheim, y tendría que dar explicaciones a Dalae y a Hela de lo sucedido.

Estaba muy molesto. Clint le había perdonado a pesar de todo lo que le había hecho. ¿Cómo podía ser tan idiota? Había estado jugando con él como si fuera una marioneta, y él en cambio… le había abrazado y se había mostrado comprensivo. Quería ser su amigo. Y con tan solo unas palabras maliciosas, había destrozado en un momento todo resquicio de amistad que hubiera entre ellos. Pero las cosas debían de ser así si quería alcanzar su meta. El amor, la amistad… esos sentimientos no eran más que debilidades para el dios de las mentiras. No se las podía permitir, o las usarían en su contra.

Antes de lanzar su último conjuro, Loki se llevó la mano al pecho, agarrando con fuerza sus vestiduras y cogió aire con fuerza.

Entonces, si había hecho lo correcto… ¿Por qué le dolía tanto?



FDI: ¡Muchas gracias por el tema! Ha quedado estupendo <3 Me ha gustado mucho rolear con vosotras así que espero que podamos hacer más temas así de chachis. Loki ya no aparecerá más por aquí, pero podéis hablar entre vosotras para contar vuestras reacciones a mi respuesta y decidir que van a hacer Clint y Thor a partir de ahora. Cuando terminéis, avisadme que cerraré el tema. Un beso! <3

Que par de ostias tenia, pero unas bien grandes. Suspiro y negó con la cabeza, mirándole cabreado por su tozudez.

Se dé que hablo imbécil.  Solo conoces ese camino de odio y conquistas, por lo que coger otra ruta te da miedo porque esa ya la conoces perfectamente aunque sea una mierda. Tengo muchas ganas que tu función termine para que puedes ser quien eres sin engaños.

Dijo cuando se fue, estando varios minutos mirando a la nada por donde se había ido. Tenia tanto en mente. Genes de abrazarle cariñosamente y de abrazarle al cuello con fuerza para que dejara de respirar. Quedar admirado por sus ojos esmeraldas y clavarle una flecha en uno de ellos a ver si esa noche podría dormir mejor. Aun teniendo la cabeza siendo un caos se volteo hacia su amigo, llevándose las manos a la nuca con aire despreocupado. Estar tanto tiempo con el dios de los engaños había aprendido un par de trucos.

Si no tienes nada que hacer aquí me voy contigo, ya que no sé cómo volver a mi casa… que seguro que la han embargado por no pagar los recibos. Joder que putada ¿y ahora qué hago? Espero que Shield me haya salvado el culo como siempre hace….así que ¿me llevas a la mansión? En algún sitio tendré que dormir…si es que puedo.

Lo último lo susurro para el mismo. Tenía ganas de irse de este lugar porque lo relacionaba con Loki y eso le llevaba a pensar en Dalae y todos sus compañeros de batallas. Si tuviera que buscar algo bueno en todo esto sería que no tendría que volver a ese lugar tan frio y muerto.

Thor observaba la situación con algo de cansancio y hastío, cuando entendería su hermano lo tonto que era al cerrarse a los demás. Clint era una buena persona que quería su amistad y él no paraba de rechazarla. Aunque era evidente que pese a ser el dios de las mentiras, habían situaciones que le superaban como ese abrazo. Estaba seguro que en algún momento, entendería la situación aunque fuera después de unas cuantas palizas que no tenían que ser de Thor necesariamente para que diera su brazo a torcer.

No pudo evitar dejar salir un suspiro largo y exagerado para que ambos lo vieran. Todo lo que veía le hizo bajar su mal humor y ya no tenía ganas de chafarle la cabeza de un martillazo.

Observaba cómo su hermano se aproximaba y se alejaba ligeramente de Clint.

- Ah, sí, la gema...- comentó como si no tuviera importancia.- No la tengo. Se cayó por el Bifrost, ¿ O es que ya no te acuerdas?

No tenía recuerdos muy lucidos sobre ese momento, recordaba en cambio otro incidente más desagradable.

Ante la contestación de Loki, el tronador supuso que no iba a decirle nada más. Presionarle sólo terminaría por empeorar las cosas... Cuando se dispuso a acercarse más para explicarle algo, le interrumpió.

—Oh, sí... nos volveremos a ver... no lo dudéis. — susurró con voz de serpiente.

Siempre hacía lo mismo... Quizás sus ganas de chafarle la cabeza no se habían disipado del todo pero noto cierto alivio porque desapareciera y así dejar de estar en tensión.

Se giro a hablar con Clint y este le comentó de golpe:

Si no tienes nada que hacer aquí me voy contigo, ya que no sé cómo volver a mi casa… que seguro que la han embargado por no pagar los recibos. Joder que putada ¿y ahora qué hago? Espero que Shield me haya salvado el culo como siempre hace….así que ¿me llevas a la mansión? En algún sitio tendré que dormir…si es que puedo.

- Claro Clint, estoy seguro que Mary, la madre adoptiva del muchacho y mía te acogerá unos días con los brazos abiertos- le dijo con total seguridad- Al menos vamos a comer y beber, recordaremos los viejos tiempos y crearemos algunos buenos recuerdos nuevos.

Le ofreció el brazo, señalándole la espalda para salir volando.

Había sido un día bastante complicado, un encuentro con viejos amigos y enemigos pero con la esperanza de un nuevo mañana. Se sentía menos sólo y perdido después de encontrarse con Clint. Se pregunto para si mismo cómo estarían el resto de Vengadores y héroes con los que antaño había compartido su vida.