Legado Oscuro(Dalae=10/2/2019)

El laboratorio de magia de rip era un luir que bien podría haber salido de un cuento de Tolkien toda clase de mezclas de todo tipo libros ordenados que eran sobre diversos trabajos de magia de toda clase ,Muchos pergaminos muy valiosos y algunas plantas de las mas raras que se podían soñar a pesar de todo eso todo estaba limpio y ordenado por genero, La dueña de tal laboratorio saco una caja con un sello lo desactivo y lo abrió ante sus ojos salio un hermoso zafiro de tal belleza que pocos en realidad se atreverían a tocarlo por su terrible maldición lo tomo fue hasta su librero y saco un pequeño diario de sus investigaciones y trabajos con el tenia una taza de café.




Espero venga  tengo que hacerle unos comentarios espero sea capaz de lograr entender la forma de manejarlo sin dificultades tiene talento…

Termino su taza y se apoyo aburrida mirando sus guantes.

El agua helada y transparente del lago abrazaba a Dalae como una madre abrazaría a su hija pequeña. O eso imaginaba la asgardiana, que nunca había sentido esa sensación. Buceaba en dirección al fondo, el busca de lo que dormía allí. No tenía muy claro qué era, pero estaba segura de que había algo. Otros días le había parecido ver una forma oscura en el fondo, y estaba dispuesta a averiguar qué era. No creía que fuera ninguna criatura: Permanecía quieta en el fondo, además de que Raden lo habría olido. Cuando llegó a su altura, tuvo que apartarse el pelo, que flotaba como una mancha de tinta en el agua. En el fondo de la laguna, semienterrado, había un cofre cerrado. Intentó tirar de él, pero pesaba mucho, y se estaba quedando sin aire, así que prefirió salir a la superficie. Era curioso: A la hora de ascender, el lago parecía mucho más profundo, retrasando el momento de volver a respirar. Cuando finalmente llegó, un soplo de viento le dió la bienvenida, así como la voz de Raden. -¡Eh, Dalae!-Oh, cierto. Tenía que ir a ver a Rip a su laboratorio. Ya sacaría el cofre del agua luego. Nadó velozmente hasta la orilla, y se reunió allí con Raden, que había estado vigilando su ropa. Con un gesto, toda el agua que empapaba el cuerpo de la joven se congeló y cayó al suelo. Era la manera más rápida de secarse, mejor que las toallas. Aunque claro, no todo el mundo puede con ello, y siempre se quedaba un poco mojada. -Vas a llegar tarde...-Raden volvía a tener el hocico manchado de sangre.  A este ritmo, iban a tener que mudarse a otro continente para que el lobo pudiera alimentarse después de despoblar ese. -No si nos damos prisa.-Hizo aparecer unas alas de hielo sobre su espalda, y las batió para alzar el vuelo cuando Raden volvió al bastón. Entró directamente por la ventana de la biblioteca, en silencio. Escuchó a la súcubo hablando sola, aunque no entendió muy bien qué decía. Sin hacer ningún ruido, como se había acostumbrado a caminar ya, salió de detrás de una de las estanterías.

-¿Querías hablar conmigo?-Echada como estaba sobre la mesa, era difícil decir si estaba adormilada o despierta. Pero eso seguro que la haría reaccionar.

Se despertó algo asustada pero dirigió su mirada a ella algo confundida hasta que recupero la compostura la miro y se acomodo un poco el cabello, Se levanto para estirarse un poco del lugar y le contesto.

Mas que hablar es darte algunas cosas antes de tu sabes haga un viaje de ida pero no tiene importancia de momento es inevitable te llame por que tengo que darte algo que te será de mucha de ayuda para defenderte o aumentar tus poderes.
Le dio el zafiro y el libro con las notas para utilizar su poder luego avanzo a su librero en busca de otro objeto mientras le hablaba.

Ese es el zafiro purpura de Delhi es un objeto que atrae la desgracia y la energía negativa causando tragedias pero yo logre comprender y utilizar su poder para manipular eso en esas notas esta la clave para manipularlo sin problemas síguelas al pie  y será un arma poderosa, Mientras busco el otro objeto te diré recuerdas que te mencione como me convertí en lo que soy ahora fue por un grimorio bueno según ciertas reglas no pueden perderse sus conocimientos aquí esta y creo que estará mejor en tus manos que en las del otro.

Lo saco y se lo mostro.

El grimorio de judas también llamado el libro de la sabiduría oscura con el puedes invocar a mi maestro al demonio sheigram.

Dalae sabía de sobras que Rip se moría. No era difícil de adivinar: Su aspecto resultaba enfermizo hasta para lo que era habitual en ella. A la asgardiana no le extrañaba lo más mínimo. Después de todo, sabía qué pasaba cuando alguien jugaba con magia sin saber... Lo había sentido en su propia piel, aunque con mejor fortuna que la súcubo. Aunque no por ello sentía lástima ni nada parecido. Simplemente, la curiosidad de saber por qué le estaba haciendo perder el tiempo que podría estar invirtiendo en sacar ese baúl misterioso de debajo de las aguas. Dalae nunca había oído cuentos de piratas que escondieran sus botines en cofres enterrados, llenos de monedas de oro; pero sabía que podía contener algo interesante. Tenía cierta experiencia de robo y saqueo que apoyaba esa teoría.

Hablando de tesoros... Rip quería darle unos, a juzgar por sus palabras. Para empezar, le puso en las manos dos objetos de lo más curiosos. Uno de ellos era lo que parecía una joya de plata antigua, ennegrecida por el óxido y el tiempo. En el centro había una gema de color morado intenso, transparente y rodeada de símbolos grabados en el lateral del engarce. Sobre la piedra central había otras dos, atravesadas por el centro y de un color más turbio. En el lado opuesto del objeto había más símbolos, que Dalae sintió al pasar los dedos. Rip también le había dado un libro fino de color verdoso, en cuya tapa se podía ver dibujado el símbolo más grande del Zafiro. Observó con atención tanto el artefacto como mientras la midgardiana hablaba, más para sí que para ella. La luz en reflejaba en su interior, como si se tratara de un juego de espejos. Era un efecto muy bonito... Pero los signos alrededor y la propia intuición de Dalae la advertían de que no era un objeto de decoración simplemente. "-Ten cuidado."-Raden lo olía claramente. Incienso, polvo y piedra y sangre derramada en una guerra. Sólo aquello hacía sospechar que nada bueno podía venir de aquella piedra preciosa. Y esa inconfundible aura oscura que lo rodeaba... Aunque era poco comparado con lo que extrajo de la estantería. Dalae se cruzó de brazos al ver eso, seria. -¿Por qué debería aceptar lo que sé que a tí te está matando?-No tenía la más mínima intención de convertirse en algo como ella. Ya tenía suficiente con una maldición... Además ¿para qué demonios quería ella un ídem? -Quizás pueda hacer algo con el zafiro, gracias... Pero si de verdad necesitas que el libro pase a otras manos, yo necesitaré no transformarme en súcubo al usarlo. -Raden asintió mentalmente a la decisión de Dalae de actuar con cautela. Quizás al final estuviera aprendiendo...

Quizás debo aclararte ciertas cosas o revelarlas yo pedí ser un súcubo para mantenerme joven y fuerte pero por pedirlo para que lo entiendas seigran no necesita tu alma para darte un deseo sino cualquiera pero tiene sus limitaciones no puedes pedir inmortalidad absoluta cuando mucho puedes pedir una forma de ser casi inmortal como hice yo con algunos conjuros otra no puedes alterar el tiempo esas cosas escapan al poder de él y no confió en mas nadie se como controlas a tu fido y creo que no te presentara problemas, Aparte seigram es muy sabio y sabe de conjuros y es un gran consejero te dará una mano es muy hábil y es consejero de astaroth un demonio muy poderoso y puede serte de ayuda en dificultades el te será de gran ayuda y sé que puedes controlarlo Hay una cosa del libro.

Lo abre y le muestra un poema.

Este poema es la forma de invocarlo cuando lo leas él será convocado Deseas saber mas?

-La inmortalidad no es algo que me preocupe.-Es decir... El Ragnarok podía llegar dentro de un mes. O dentro de dos siglos. Para un hijo de Odín, el tema de la inmortalidad no era tan importarte como podía serlo para los midgardianos, quienes tenían una vida mucho más corta. Y mucho menos si para alcanzarla, había que transformarse en demonio. El tiempo sin embargo, era un recurso que podría haber usado en caso de necesidad. Acelerar o ralentizar el curso de la acción, volver atrás para enmendar sus propios errores o cambiar sucesos que luego alterarían el presente... Terreno peligroso, cierto, pero también una herramienta poderosa. Aunque estuviera fuera de su alcance ahora.

Ignoró el hecho de que hubiera llamado Fido a Raden, hasta para ella resultaba insultante. Y eso que consideraba al lobo una criatura arrogante, insoportable y amargada. Además, suponer que podría manejar a un demonio solo por el hecho de estar unida a un fantasma... Era mucho suponer. Para empezar, por que no controlaba a Raden. Cada uno de ellos dos hacía lo que le venía en gana, a pesar de que la unión los obligaba a colaborar a menudo. Y poco a poco, se había formado un vínculo de respeto y confianza que a veces rallaba en algo que podía confundirse con cariño. El cariño de dos criaturas de hielo con corazón de piedra, pero cariño después de todo. Definitivamente, no era la clase de relación que una hechicera tendría con un demonio de su propiedad. Si era verdad lo que Rip decía (que podía no serlo), Seigram era un demonio relativamente poderoso dentro de la jerarquía infernal, por lo que no podía quitarle los ojos de encima. Hasta los niños saben que nadie puede confiar en uno de ellos sin riesgo de acabar muerto... O algo peor. Y ella no tenía planeado arder en los fuegos eternos para siempre.

Cuando pareció acabar de hablar y le mostró el libro, Dalae la miró, como taladrándola. Raden se removía dentro del báculo, molesto. No era precisamente amigo de la magia negra, la demoniología ni nada similar. El olor a podredumbre y corrupción impregnaba esas "artes", y lo asqueaba.

-Y... ¿Por qué debería aceptar? Ya sé que tienes que transmitir el conocimiento, hay normas... Y eso. Pero que haya normas no significa que yo tenga que obedecerlas.-Deslizó un dedo por el pergamino, siguiendo la línea del conjuro. -Y  tener un demonio como mascota es arriesgado. No sé si lo sabes, pero tienden a llevarse al Infierno a los mortales de vez en cuando.-Siendo sinceros, de momento lo peor que le podía pasar era acabar sus días en Niflheim, como espectro pálido esperando en la niebla. No era tan malo como sonaba si lo comparabas con los lagos de ácido y otras torturas demoníacas. Era cuestión de lógica y probabilidades. Tenía que poder ganar mucho para meterse en una apuesta así de fuerte.

Las normas se hicieron para romperse yo hice un pacto con la oscuridad por eso dirigí mis pasos hacia al crepúsculo por mi propia decisión abandone la luz en busquedade respuestas pero lo hice por mi propia decisión " El sol nunca más brillara sobre aquellos que le dieron la espalda y ahora caminan de noche" y no son los demonios los que te llevan al infierno son tus decisiones aun teniendo un demonio puedes no ir  y no teniéndole puedes ir por tus propias consecuencias de lo que hagas Se que puedes darle un mejor uso que piensas hacer? ,Mata a tus enemigos, a tus aliados, a tu país, a tu gente, a ti misma, nunca será suficiente créeme al final no habrá nada guía tu destino pero no te transformes en un monstruo como yo cuando dejas de sentir emociones te secas por dentro y te transformas en un monstruo tu elige tu destino no es un demonio un dios o un ser cósmico tú haces tu camino dime ahora queda en ti hacer algo con eso Dalae Yo no te puedo obligar La decisión debes tomarla tu libremente, Así que elige  Yo elegi esto y no quiero que nadie pase por eso  lucha por tu vida, Lo que mata es la sumisión Cuando te niegas con todas tus fuerzas a rendirte, entonces trasciendes  Incluso ante la muerte, nunca te rindas."

Sonrió con un aspecto muy humano y prosiguió.

Pero no lo has de entender hasta que lo vivas por ti misma Nunca te has preguntado como aprendí el conjuro de invocación o como podía  a pesar de que mi cuerpo fuera dañado estar en óptimas condiciones  otra vez te lo mostrare.

Dicho esto creo un efecto de espejismo mostrando una ecena del pasado con ella aprendiendo el conjuro de invocación de shigran se podía ver vestida de otra manera adaptada a esa etapa y la mostro aprendiendo el conjuro de invocación luego una bestia traída por su maestro es marcada y ella parece dominarla luego muestra otra escena donde se ve un deposito de cadáveres de la segunda guerra mundial y ella vestida como oficial de las ss creando cuerpos iguales a ella, Las escenas prosiguieron mostrando muchas mas clases de secretos e investigaciones de esa época y toda clase de conjuros desconocidos.

Como viste mis conjuros y hechizos más poderosos nunca las use por eso a pesar de que destruyeran mi cuerpo podía crear otro usando cadáveres por eso podía simular mi muerte pero hay un hechizo único que es uno que te interesara que te permitirá ser Joven salvo que te pase lo mismo que ami y todo eso y mas lo aprendí de mi maestro numca use todo mi poder debes saberlo Dalae soy masde lo que aparento en este cuerpo .

Dalae escuchó, aunque esas palabras no la afectaron especialmente. Una sonrisa irónica afloró en sus labios, afilada como un cuchillo. Monstruo. Era curioso, nunca había pensado en sí misma como un monstruo hasta entonces, a pesar de que cumplía sobradamente las condiciones para serlo. Supuso que era una cuestión de autoimagen. Mejor. No debía de ser agradable vivir con la conciencia de ser una bestia, como hacía Rip. Era curioso que ella, que había cometido tantos errores, que era considerada por la joven asgardiana como alguien inferior, le diera consejos. Ahora, consumida y rota, ¿Qué iba a decirle a ella? Estaba en la plenitud de sus fuerzas. Desde que era libre (o creía serlo), nunca había fallado. Se sentía poderosa, y eso la hacía orgullosa. Además, había descubierto cómo aprovecharse de la situación. Ya comenzaba a ser una costumbre, el pensar en todo momento cómo sacar partido a todo. Casi natural.

-Es interesante que hables de sentimientos a la mujer de hielo, Rip...-Su voz no mostraba más emoción que un leve dejo de ironía, que daba algo de vida a esas palabras vacías. Prefirió no comentar nada acerca de las últimas frases de la súcubo. Sumisión... La palabra sonaba como una nota discordante en medio de una melodía agradable. [-Está bien. Acepto quedarme con Seigram. Al fin y al cabo, sé que lo que me espera cuando muera es el Niflheim, si no lo conseguimos... -Por que si eso solo dependiera de las decisiones que la persona tomara en vida, Dalae acabaría con casi toda seguridad en el peor de los infiernos. Aunque aún no hubiera elegido todo lo que la conduciría ahí. Pero cuando lo hiciera...

Francamente, la joven hechicera siempre había atribuido la capacidad de regenerarse de Rip al hecho de ser un súcubo. No le había dado muchas más vueltas, en parte por que no era necesario saberlo, en parte por que no conocía en profundidad del tema. Hasta ahora. Delante de sus ojos pasaron imágenes de toda una vida marcada por la magia negra, reforzando aún más sus escasas intenciones de utilizarla alguna vez en su vida. Raden olía la corrupción desde ahí, aunque ambos sabían que era una ilusión. Quizás Dalae no fuera el ser más moral de la mundos, pero tenía algo de sentido común, y sabía de sobras que no quería caminar por los pálidos pasillos de una morgue, buscando entre las camillas los restos de alguna desgraciada que pudiera servirle. Quizás no le importara matar. Pero eso era muy diferente. Era jugar con la propia naturaleza de la vida y la muerte. Y todo, para conseguir juventud eterna. Podría habérselo llegado a plantear, si la recompensa hubiera sido... Útil. Pero para ella, una ¿hija? De Odín, una larga vida no significaba nada. No merecía la pena. Así que... ¿Para qué hacerlo?

-La vida de los asgardianos dura siglos, Rip. No necesito ser joven para siempre.-Sin embargo, sí que le interesaban otras cosas... Cosas que quería hacer cuanto antes. -Me resulta curioso que puedas hacer más de lo que haces, y no quieras.-La chica posó sus ojos azules sobre el libro que contenía, por así decirlo, al demonio. Sí, sería posible... -Gracias por los regalos, Rip.-Raden resonó un momento en su cabeza, molesto. "-No estarás pensando en tomar lo que esa bruja nos ofrece. ¿No?" La joven solo pudo sonreír para sus adentros. "-Por supuesto. ¿Por quién me tomas?"-Cogió el viejo volumen con ambas manos. El cuero, ya desgastado por el paso de los años, tenía una textura que recordaba a la piel de un anciano. "-Por una niña insensata y ambiciosa, demasiado acostumbrada a jugar con cosas más grandes que ella."-El gigante seguía protestando, como siempre. Nunca le parecía nada bien, por lo que ella simplemente lo ignoró. Tenía cosas más importantes en las que pensar.

Supongo que guardo mi mejores trucos para cuando sea mi final como un ultimo saludo de escenario siempre dejas lo mejor para lo ultimo pero ya no tiene ninguna importancia te dejo en mis manos lo que se queda en ti como usarlo.

Se acerco a su librero por primera vez en mucho tiempo paso su mano por los libros como despidiéndose de ellos no podía dejar de recordar con cada paso de sus manos por cada uno horas de lectura asidua y el inmenso placer quele producía el olor a humedad de ellos y el pasar las paginas cual cirujano operando podía recordar cada uno pero tomo un libro en particular lo tomo entre sus manos deslizando las paginas por los dedos y sonrío con cierta melancolía.

Te dejo mi laboratorio úsalo como lo desees ahora voy a estar a solas.

Salio del lugar camino por el pasillo el retumbar de los zapatos hacia eco por todo el lugar se acerco al libro lentamente se empapo del olor a húmeda del mismo que tanto le gustaba el aire era frío pero no podía dejar de sentirlo muy denso como nunca lo había hecho la luz y la sombra se intercalaban entre pasillos y ventanas hasta que llego a un rincón con luz y se apoyo en la pared sentía la humedad y el frío, Paso pagina por pagina hasta llegar a un cuento de Lovecraft el templo leyó cada pagina remontándose mucho al pasado hasta que detuvo su lectura en una frase miro para afuera se podía ver las afueras del castillo nunca pudo contemplarlos tan bellos y se detuvo para admirarlos luego leyó en voz alta la frase.

¿Acaso el destino preservaba mi razón sólo para arrastrarme irresistiblemente a un final más horrible e impensable de lo que haya podido soñar nadie?

Se detuvo a pensar en eso seria posible esa frase para ella y lo que significaba era ese el final que le aguarda ese era su destino final lo aceptaría de buena gana sabiendo que vale la pena si lo que ama queda fuera de sus pecados sonrío y siguió con su lectura por primera vez en mucho tiempo podía entender ciertas cosas.

Cuando la súcubo se retiró, Dalae dejó el zafiro en una mesa y caminó hasta el centro de la biblioteca despacio, con pasos de sonámbula. Ahí, las estanterías dejaban un amplio espacio circular, cuya superficie estaba cubierta el casi su totalidad por un complejo dibujo trazado con un pigmento blanco parecido a la tiza, pero que no parecía desvanecerse con el paso del tiempo. La asgardiana se sentó en el centro, con las piernas cruzadas. Consultó durante unos minutos las primeras páginas del antiguo volumen, hasta que Raden no pudo aguantar más y salió del bastón, materializándose fuera del círculo de invocación. -No voy a permitir esto, niña. No voy a dejar que empieces a jugar con magia negra sin más.-El lobo tenía muy buenos motivos para estar disconforme con el cariz que una tomando la situación. Hacía siglos, había pertenecido a un nigromante, y no quería repetir la experiencia por nada del mundo. -Pero no me lo vas a impedir. Para eso tendrías que herirme, y eso no nos conviene...-Musitó ella, al tiempo que se quitaba del dedo el anillo que la unía a su maestro. No podía permitir que él la viera ahora mismo. -Además... Sé lo que hago. Confía en mí.-Se giró un poco, para quedar de frente a la intersección de partes del círculo correspondientes a "Ignis" y "Spiritus", tal y como indicaba el libro. Escuchó un suspiro a sus espaldas, y el susurro del pelaje de Raden cuando este se sentó. Ya estaba hecho. Deslizó los dedos por el viejo pergamino, y leyó entre dientes las palabras allí escritas en un idioma largamente olvidado. Poco a poco, casi con parsimonia, la luz que entraba por las ventanas se hizo más tenue, y la habitación se enfrió. Las sombras de la habitación de arremolinaron frente a ella, como harapos negros arrastrados por el viento, hasta formar una figura vagamente humanoide. Ni un centímetro de piel quedaba al descubierto bajo las vendas que lo cubrían. Iba vestido con una túnica vieja y apolillada con capucha, de color indefinido, y sus ojos quedaban reducidos a dos puntos de luz rojiza entre las vendas de la cara. La conversación fue muy breve. Apenas un intercambio de saludos, seguidos de unas palabras, una orden, y un asentimiento por parte del demonio, que se fue como había venido. "-Cuídalos...."-Había dicho la joven. "-Si Loki trata de hacerles daño de cualquier manera, tú les protegerás. Sígueles siempre, pero no dejes que te vean."-Le había ordenado a la criatura, tras mostrarle los nombres y los rostros de Planaria y Sasha. Dalae confiaba en que su maestro cumpliría su palabra para con ella, pero nada protegía a su familia del dios, hasta ahora. Se volvió a poner el anillo, cuya gema brilló sutilmente al volver a activarse, y dejó el libro de Rip en una estantería.

-No tendrías que haber hecho eso...-Raden se incorporó, y la siguió a través de los pasillos de la fortaleza, de camino al lago en el que Dalae había visto antes el cofre. -¿Por qué no? Ha salido bien. Mi alma sigue en su sitio, y ahora, estoy un poco más tranquila por ellos. No hay más que hablar.-Prefirió no decir los nombres. Ahora, Loki podía oírla, y quizás eso llamara su atención. Sin añadir nada más, volvió a sumergirse en las aguas del lago, dejando al espíritu con las palabras en la boca. Francamente, no tenía intención de pensar en ello. No quería que le recordaran que estaba haciendo mal, por que eso ella ya lo sabía.