[Mini-evento]Venimos a... ¡Cambiar la antena! Pero shhhhhh [Garnet - Christopher - May - Warlock] (16-10-2018)

Ella usaba un aspecto totalmente diferente para ser identificada pelo corto y pintada como una gotica pintada de blanca los labios con un labial rojo y pintados los ojos llevaba su katana uramasa  y toda clase de kunais y shurikens asi como dagas bombas con toxinas y otros adimentos como ganchos  habia cambiado sus ropajes amplios por un traje de kunoichi pegado al cuerpo para mayor movilidad su espada la llevaba no al costado sino atras en su espalda, Usaba el nombre  de izanagi tengu para no revelar su identidad tenia los labios pintados con toxinas para usar escucho atenta todo sin mosquearse .

Puedo ir a la sala de seguridad no es problema por mi parte soy mercenaria no asesina procuren no activar nada en el proceso me encargare de ello solo una pregunta quien viene conmigo? necesito alguien que cuide mi espalda no creo que el cabeza de rodilla tenga pocos guardias por aqui

Normalmente cuando me asignan un trabajo, espero ver a hombres de negocios. Personas que apesta a dinero y llevan maletines y aire de superioridad. En el peor de los casos, son gente que tiene poco, que han amasado cuanto han podido y te hacen un pedido, sea para conseguir algo con lo que cambiar su vida, o un último gesto de venganza a alguien a quien odian. Y a veces, te encontrabas gente normal, que pasaban fácilmente desapercibida y no solían levantar sospechas.

Pero lo que nunca, nunca te esperas cuando te asignan un trabajo, es que tu jefe sea un mapache parlanchín y un árbol. La idea era tentadora, pero decidí guardarme todos los comentarios fuera de tono para cuando hubiéramos terminado la misión, puesto que con un simple saludo había descubierto que la rata tenía muy malas pulgas y un sentido del humor de perros.

Para colmo, trabajar como Shade pero sin vestir como Shade era algo nuevo y que no me gustaba. Había usado el maquillaje y las lentillas propias del personaje, pero en lugar de la peluca bicolor y el traje tan característico, llevaba una simple peluca negra corta y desigual, y para no fallar al tópico hollywoodiense, unos pantalones de cuero negro, botas de cuña alta, y una camiseta roja con guantes también negros. Aburridos, pero menos llamativo en cualquier caso.


En un inicio el plan parecía perfecto. Aparcamos el autobús cerca de una escuela, el ratón petó la chapa inferior y nos colamos en el alcantarillado. Ewgh… Esa parte no fue para nada agradable, y todo el trayecto tuve la mano bajo la nariz intentando tanto como podía parar el hedor de la cloaca. Fue cuando vi la bomba de Rocket que realmente empecé a verle con mejores ojos y tal vez algo de respeto.

— Oye… Yo quiero una de esas. Parece la mar de práctico.  

…Aunque a mí no me hacía ninguna falta. Pero como todavía no se me había pedido que hiciera nada en concreto, tampoco me había ofrecido. Encontrar la sala de seguridad parecía un trabajo divertido, pero estaba segura que la parte de piratear cámaras y alarmas iba a requerir, como mínimo, leer. Y yo de eso, nada. Me coloqué el comunicador que me habían entregado y comprobé cómo funcionaba, estrenándolo para dejar claras mis intenciones y así asegurarme de que se me escuchaba perfectamente.

— Supongo que me uniré al equipo que buscará los laboratorios — Miré a mi espalda, buscando confirmar a los compañeros que vendrían conmigo. No sabía quienes eran, no sabía qué podían hacer, así que iba a contar principalmente con mis propias dotes y mi instinto.

Me dirigí a la puerta del almacén y con mucho cuidado ejercí presión sobre el mango que no cedió en lo más mínimo. Así que me agaché frente a la puerta y contemplé durante medio minuto el cerrojo con el que estaba bloqueada hasta estar segura de que iba a ser fácil y saqué una pequeña ganzúa de la mochila. Tardé lo que se tarda en respirar dos veces en hacer sonar el pequeño ruido metálico que nos daba la bienvenida a… un pasillo. Dejé la puerta abierta a duras penas un par de centímetros, intentando escuchar si había alguien al otro lado y cuando me pareció escuchar algo en el pasillo alcé las manos, pidiéndoles silencio, siseando muy levemente para atraer su atención…

Me coloqué junto a la pared, en silencio, contemplando la luz que entraba del pasillo y esperando pacientemente… Alcé una mano, como si me estuviera preparando para golpear la pared, pero nada más lejos de la realidad. Cuando los pasos se detuvieron ante la puerta y vi su sombra cubrir la fina línea de luz que penetraba al interior del almacén activé mi poder. Mi mano atravesó la pared como si no estuviera ahí, seguida por parte de mi torso y finalmente mi cabeza. Mi mano iba directa al cuerpo del hombre. No a tocarlo, no, bien sabía que no podía. A cambiarle, volverle intangible, a llevarle conmigo. Mis dedos se cerraron en torno a un cuerpo que ya no podía interactuar con nuestro entorno y tiré de él rápidamente para no darle tiempo a reaccionar, contando con que la sorpresa me diera un par de segundos de margen. En cuanto tuve su cuerpo en el almacén desactivé mi poder, colocándome a su espalda y usando la mano libre para colocarla en su garganta y haciendo presión para no dejarle gritar.

Le iba a doler. Lo sabía y me sabía mal por él, pero un trabajo era un trabajo y me gusta considerarme una persona especialmente profesional cuando se trata de negocios. El hombre pareció entender rápidamente la situación y bien porque probablemente le estaba asfixiando o porque temía que uno de los lunáticos que tenía delante le volara la cabeza por los aires, no decía ni pío. Sin embargo, en lo que me fijé fueron en sus vestimentas. No llevaba bata blanca, llevaba una camisa azul de cuadros, unos tejanos desgastados y deportivas. ¿Era cliché de cine que la gente de estos sitios iba mejor vestida? ¿O había tenido la mala suerte el chaval de ser un técnico que estaba en un lugar equivocado en el momento equivocado?

En el fondo, me daba igual. Miré al resto del equipo arqueando una ceja. Si alguien tenía algún modo mejor de callar al chico o dejarle fuera de combate, bien, y si no… bueno, seguiría presionando hasta que se desmayara y perdiera el sentido.

Warlock activó la radio del vehículo en el que iban sin querer, cuando curioseaba el arcaico panel de mandos. Sonrió a Rocket cuando éste le miró inquisitivamente. Siempre trataba de ser amable con él, pero no parecía ganarse su afecto. Luego, el ser vegetal llamado Groot, quien era su escolta personal, abrió un agujero en la chapa usando la fuerza bruta de un modo poco sutil, que para colmo, dejó unos bordes dentados bastante peligrosos. Si le hubiesen permitido hacerlo a él, habría usado una proyección energética para cortar el metal de forma precisa y segura para todos los presentes, pero ya era tarde para eso. Sin emabrgo, si bien ese hecho trivial podía ser pasado por alto, el technarch no pudo evitar sentirse burlado al recibir un comunicador con sistema holográfico de uso auricular... No necesitaba nada de eso; Los planos los hicieron a partir de sus escaneos, que seguían almacenados en su memoria, podía captar la frecuencia del resto de comunicadores por sí mismo, y ni siquiera tenía una oreja donde ponerse aquélla cosa. Tomó el aparato a regañadientes y lo guardó cerrando el puño con fuerza. No sabía si era por ser aún muy reciente su entrada en el grupo, o si el mapache le ignoraba deliberadamente por la aversión que sentía hacia su ser, pero esa falta de confianza por su parte empezaba a disgustarle...

- Yo sólo ve una fisura en plan de tú, Rocket-"amigo"-No pudo evitar un tono algo amenazante al pronunciar aquélla palabra- No hay un sólo paquete con muestras del virus-T, hay muchas muestras aquí. Yo sirvió para contagiar otros seres y crear una mayor cantidad. Yo se dirigirá al laboratorio, y tratará de marcar todos los depósitos. ¿Quiere tú que yo proceda desactivando el virus cuando los encuentre? Y algo que preocupa a Yo... ¿Qué sucede con el Rayo krypton? Yo cree que es prioridad destruirlo también antes de que sea comercializado...

Esperaba que esta vez al menos alguien le hiciera caso. No quería vérselas con su padre de nuevo. No acompañado de un ejército de technarchs adultos, salvajes y ávidos de energía vital.

Un trabajo, pero no era un trabajo cualquiera, había que infiltrarse en LexCorp una de las compañías más importantes y avanzadas del planeta. El dinero no me importaba en absoluto más me uní a la misión para hacer el héroe y tener una coartada para usar mi traje de moléculas inestables que me habían otorgado para los entrenamientos en la mansión. Según lo que contaba Rocket o como los medios le suelen llamar el mapache que habla y su amigo el hombre árbol, era una misión para hacer el bien y si salía como todo se había planeado, evitaríamos MUUUUUUCHOSS problemas en el futuro.

Con mis habilidades de absorción, unas cadenas de hierro y mi regeneración era más que suficiente, pero, decidí preparar un armamento no mortal: Una pistola eléctrica, 5 pequeñas granadas con la capacidad de paralizar lo suficiente hasta que acabe la misión, al igual que otras pequeñas granadas con un componente químico que se desprende en el aire y causa el sueño profundo de los guardias por unas horas y 5 bombas de humo para salir cagando leches. No quería matar a nadie, solo aturdirlos. Mi traje era casi del todo negro con pequeños detalles grises, perfecto para una misión de infiltración, sumando unos guantes para no dejar huellas y una gorra de lana negra, todo estaba adaptado a mis habilidades menos la gorra de lana.

Esa mañana hacía un calor tantísimo, y ahí estábamos todos, en un oloroso autobús escolar estacionados frente a una escuela, tenía tanto calor como pavo en el día de gracias o que se me fríen los hue... Bueno ya me entienden. Groot abrió un gran agujero en la chapa del suelo del autobús y junto a los demás me adentre a la alcantarilla (MÁS OLOROSA QUE EL AUTOBÚS).

-Tío, menudo olor que hay aquí.- Tapé mi nariz siguiendo el resto de personas del grupo, bueno, Rocket y Groot son aliens al igual que Warlock. A la única que conocía del grupo era May después de los incidentes el día de la donación, aunque se veía muy diferente, se me hizo muy difícil reconocerla.

Mientras revisaba por segunda vez el equipo que había preparado, noté que Rocket sacó una mina adhesiva, no parecía casera, pero nunca había visto algo igual de seguro era algo alienígena. Me cubrí las orejas esperando que la mina emita un fuerte sonido de explosión, pero ni siquiera se sintió, ni salieron volando escombros ni nada, la pared se había desintegrado al instante, desprendiendo un extraño polvo que rodeó toda la atmósfera. Me coloqué el comunicador y pulse el botón con mi dedo índice, mirando el holograma fijamente tratando de buscar la sala de seguridad dentro del mapa.

-Acompañaré a May, soy bueno con las computadoras, y ella tiene razón, el pelón de Brazzers debe tener como 10 guardias solamente afuera de la sala de seguridad.- Tomé las granadas y coloqué una por una en cada porta-granada de mi cinturón, al igual que una bolsita con las bombas de humo y una funda para la pistola eléctrica, aunque no creía necesitarla así que la deje en la mochila en espera.

Desenrollé mis cadenas de hierro, tomándolas con seguridad , me concentré fijamente sobre el material físico, cerré mis ojos y en cuestión de unos 5 segundos el hierro empezó a expandirse a través de todo mi cuerpo comenzando por las manos y terminando por los pies. Mi cuerpo incluyendo la ropa se habían recubierto totalmente de hierro, concentrandomé en mis puños, desprendí tres garras de cada mano imitando a Wolverine.

-Listo. ¿Empezamos?- Comenté esperando las órdenes de Rocket para empezar la misión.

Al escuchar las palabras tomo el aparato y asintió en ese momento se coloco una capucha con una mascara roja y de inmediatamente se movilizaron ella usaba su analisis tactico sabia que debia haber una ruta segura para llegar usada por los encargados del mismo le hizo una seña para que lo siguiera no debian de estar lejos del lugar seguio por sus instintos esquivo varios sensores de movimientos usando algunas tacticas de shinobi sintio la señal, rapidamente se movilizo hasta el lugar y fue dejando trampas con bombas con una variedad de toxinas no mortales pero ideales para inahabilitar a sus perseguidores vio la seguridad no tenia tiempo que perder agarro y con su mano le indico .




Tenemos que aprovechar cada segundo toma el aparato yo me encargo de cubrirte la espalda solo trata de aprovechar ls trampas que plante serviran mucho solo encargate esta bien.

En ese momento ingreso a la sala lanzando una bonba de gaz sonnifero entro y inmovilizo a los que estaban alli.

Soy Tengu tengo el mi conpañero se encargara de burlar los sistemas yo me ocupo de cubrirlo y vigilar esta .


Off: soy izanagi tengu no may e.e me cambie de aspecto para no sr reconocida lean el post o hay tabla

Nadie tuvo piedad de aquél pobre joven a quien había atrapado. Así que mantuve mi "tierno abrazo" hasta que sentí que dejaba de forcejear y restaba inmóvil. Con cuidado le dejé en el suelo, apoyado en la pared, y comprobé el lento subir y bajar de su pecho con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Al pobre diablo le quedaría algún que otro moratón en el cuello, pero iba a conservar su vida.

Volví con el resto del grupo colocando mis manos en los bolsillos traseros de los pantalones. Había despejado el camino y una chica enmascarada, acompañada de uno de los jóvenes tardaron más bien poco en adentrarse en el lugar y perderse de vista. Yo me quedé con el peluche, el árbol y... El ser. Me acerqué a él y le examiné con curiosidad, con la sonrisa todavía presente.

— Vistos los grupos, creo que yo me quedo contigo, coleguilla — le comenté al ser, sin dejar de observarle. ¿Qué era exactamente? Estaba de lo más intrigada. — No entiendo muy bien eso de que serviste para contagiar a otros, pero si el rayo ese es peligroso, ¿podemos llevarnoslo también? — ajusté mis guantes, mostrando mi ya natural confianza — Yo te sigo, tu dime qué quieres que nos llevemos. Y si el Rayo Crington tiene que volarse por los aires, también nos ocuparemos de eso. Por supuesto, si el mapache no tiene nada en contra.

Le di un golpecito amistoso en el hombro a la criatura. En parte, porque su tono ligeramente preocupado me había dado algo de lástima, y si íbamos a trabajar juntos, prefería alguien con seguridad en sí mismo. Por otra parte, porque su estrambótica manera de hablar y su poco natural aspecto habían llamado mi atención y era una excusa para tocarle y ver de qué material estaba hecho.

El tono amigable de la joven que les acompañaba le resultó algo reconfortante. Por un momento olvidó sus rencillas con Rocket y dedicó una amplia sonrisa a la muchacha, acariciando la mano que puso en su hombro a modo de correspondencia a su afecto.

- Si lo encontramos, Yo no piensa esperar órdenes de nadie para destruirlo. Gente de Yo es peligrosa, y no sólo por nuestro virus natural para alimentarnos. Debemos darnos prisa -Modificó su aspecto aplanándose contra una de las paredes y tomando su patrón de color y textura, pareciendo totalmente invisible- Yo se camuflará así, de este modo si yo detecta enemigos o trampas ocultas los podrá inutilizar antes de que tú llegue. ¿A tú le parece bien?

Luego de que su compañero comenzare el proceso de conexión ella observaba como lo hacia sin mirar mucho logro ver como iniciaron todo el proceso luego recibió las ordenes de que debían salir de allí e impedir que entraran para ir a darle una mano a warlock por eso se valió de ciertos trucos ninjas deposito varios tipos de sustancias toxicas que no mataban como trampas, Luego de salir de la sala coloco otro par en la puerta le hablo a su compañero.

Sígueme recuerda que puse algunas trampas caza bobos y solo yo se donde están eso les dará tiempo a nuestros anfitriones de disfrutar de sorpresas, Solo trata de no pisar ninguna sígueme esta bien Tanuki vamos para allí a prestar ayuda a Warlock.

Dicho esto fue guiándolo por los pasillos donde rego algunas trampas y trucos dirigiéndose directo a darle una mano a su raro compañero llegando may saco algunos shurikens por si acaso.

Ya estamos llegando tanuki

Terminé de cargar el proceso de conexión en la computadora principal, siguiendo las instrucciones del mapache. -Estamos conectados.- Le comenté a Rocket a través del transmisor mostrando una leve sonrisa de felicidad. Al terminar de conectar el dispositivo salí junto a Inazagi espritando.

-Entiendo, calculo que ganamos unos 2 minutos con las trampas.- Le dije a Inazagi y pulsé el botón del comunicador echándole un ojo al holograma que mostraba la ruta más segura hacía Warlock.Con mi mano diestra tomé una de las minas adhesiva que desprendían el componente químico,y la coloqué en la puerta donde nos detuvimos.

Corrí junto a Inazagi, mi organismo estaba cubierto totalmente de hierro evitando las manos y los pies para no provocar un ruido detectable, corriendo evité las trampas con eficacia. Inazagi parecía una cazadora nata colocando trampas alrededor del ambiente, yo me encargué de colocar las minas especiales en puntos específicos donde se unían los pasillos. Siguiendo el holograma llegamos a destino para ayudar al simbionte.

-¿Lista?- Le pregunté a mi compañera con una mirada confiada, sosteniendo con fuerza las cadenas.

[FDI: Perdón por tardarme tanto pero estoy de vuelta :v.]

La cosa me dedicó una ancha sonrisa que devolví sin pensar. Y me mantuve firme e inmóvil mientras me daba una palmada en el hombro, tomando la familiaridad y confianza con la que me trataba como algo... positivo.

— A yo le parece perfecto. — Respondí, intentando mantener el tono amigable.

La verdad, no le veía. Y no estaba del todo segura de si seguía ahí conmigo o si ya estaba avanzando hacia nuestra parte del trabajo. Así que intentando no demorarme, empecé a caminar, siguiendo ese extraño visor holográfico o como quieran llamarlo que nos habían dado al iniciar la marcha. Pronto Warlock volvió a aparecer a mi lado, caminando.


Caminé en silencio durante un buen rato, no queriendo alertar a nadie que pudiera escucharnos, y a decir verdad durante un buen rato no hubo peligro alguno. Pero a medida que nos acercabamos a los laboratorios, era obvio que el número de trabajadores iba en aumento. En dos ocasiones, me vi obligada a retroceder y permanecer en silencio a la espera de que un guardia y un científico pasasen de largo del lugar donde ambos nos encontrábamos escondidos.

Debo reconocer que la ayuda de Warlock fue inestimable. Cuando yo me daba cuenta de una cámara de seguridad en una esquina, él ya había logrado llegar hasta ella y... hacerle algo, me imagino, puesto que ninguna de ellas pareció alertar a los... "lugareños".

Luego encontramos unas escaleras que conducían a un piso inferior y fue a partir de ahí que la cosa empezó a complicarse. Lo primero que nos encontramos, fue una especie de puerta blindada con un lector de tarjetas, y lejos de esperar a que el techno-comosellamase la pudiera burlar, le tomé del brazo con delicadeza, y crucé la puerta, atravesandola como si fuera un simple holograma y llevándome a Warlock conmigo, dedicándole una breve sonrisa.

Una vez dentro, contemplamos el ancho pasillo blanco mientras en nuestros comunicadores nos llegaba la voz del mapache.

- Estoy dentro. Vais a tener que darnos algo más de tiempo.

Ambos nos quedamos quietos, esperando con paciencia a recibir más información por parte de Rocket, aunque no estaba segura de si nos lo había dicho a nosotros o al otro equipo, así que ante la duda… Decidí darle unos minutos. Y antes de que me cansara de esperar, su voz volvió a sonar por el comunicador.

- ¡Sistema caído! Calculo que tenéis cinco minutos antes de que se den cuenta de lo que está pasando. Os mando la ubicación del paquete y del láser. Los que estabais en la sala de seguridad, id a ayudar a Warlock.

— Empieza la fiesta, — me dije, dedicándole una última mirada a mi compañero para asegurarme de que estaba preparado. — Y tenemos a la caballería en camino. Vamos a aprovechar los cinco minutos.

Al menos… gozaríamos del factor sorpresa. Con Warlock a mi lado ambos avanzamos con paso firme. Yo ya había dejado de seguir el holograma y me limitaba a ser la sombra de mi compañero, pues me parecía un modo más eficiente de proceder que tenerme leyendo mapas.
Avanzamos rápidamente, desarmando y noqueando a cuantos guardias salían a nuestro encuentro. Algunos, encontrábamos de espalda y logramos abatir sin que les diera tiempo a entender qué estaba sucediendo. Otros presentaban pelea, y Warlock y yo colaboramos como buenamente podíamos, y nunca podrá decirse que nos faltara intención, aunque yo no pude evitar llevarme un golpe en el pómulo que de seguro sería un moretón al día siguiente, pero ese día, bajo el maquillaje, iba a permanecer oculto.

Finalmente llegamos a lo que debían ser las puertas del laboratorio, y antes de poder cruzarlas ambos escuchamos una voz que nos instaba a no movernos. A nuestras espaldas, dos hombres armados con rifles de asalto apuntaban directamente a nuestras espaldas… O al menos uno de ellos nos apuntaba. El otro tenía sujeta una granada. Antes de que pudiera intentar llevarme a Warlock de ahí, la granada ya rodaba cerca de mis pies e instintivamente me aparté contra la pared, dando de espaldas contra la puerta y cerrando los ojos con fuerza, mirando hacia el suelo.

Y Warlock por su parte… se lanzó contra la granada. Y me refiero a contra, en todos los sentidos de la palabra. Se lanzó a por la granada, enroscándose a su alrededor, creando una extraña cúpula metálica que cubrió un metro de diámetro en el suelo, y que rápidamente se alzó en una perfecta esfera, con la granada encerrada en su interior. Se escuchó una explosión amortiguada, lejana y tan sólo un resquicio de luz asomó entre la pelota que era ahora el cuerpo de Warlock. Alcé levemente la mirada, contemplando a los dos guardias, y no pude hacer otra cosa que esbozar media sonrisa.


Mi nuevo “coleguilla” estaba plagado de sorpresas.

Tras absorber la fuerza del estallido, Warlock se deshizo en un charco negro a los pies de Garnet y los incrédulos guardias, y antes de que éstos pudieran reaccionar, expulsó los restos de metralla de la bomba directos a sus rostros. Pese a sus gafas protectoras, el dolor de los fragmentos de hierro en la barbilla los dejó suficientemente indefensos como para poder recuperar su aspecto y ubicarse junto a su compañera, a la que dijo desesperado:

-¡¡El Laboratorio está cerca, y hay un par de almacenes también de interés de nosotros, no podemos perder más tiempo!!

Estaba nervioso. Y enfadado. No por sus diferencias con Rocket, ni mucho menos. Aquéllo no era importante en ese momento, pero sí lo que se cocía en ese maldito edificio. No sólo había cantidades increíbles d evirus-T, podía sentirlas... Aquéllos humanos inconscientes tenían control sobre él, sobre todos los que eran como él, y tras su fuga, habrían mejorado los sistemas de seguridad en caso de capturarle. Ya sabían de su presencia allí, y había mucho por hacer. Pese a lo que dijo Rocket, si no hubiera más remedio, Warlock haría lo que tuviera que hacer para ir más deprisa. Cualquier cosa. Sin darse cuenta, su aspecto y expresión se tornaron más fieros, sus largos dedos eran ahora garras, y su mirada amable se tiñó de luz rojiza. Los dos guardias recobraron la calma sólo para er tras la mujer de antes a aquélla forma oscura y aterradora, que sin embargo, les era familiar...

-¡¡Joder, es otra vez esa cosa de la sala de pruebas!!

listo vamos ..Te llamado tanuki te lo esplicare luego solo tratemos de salir sin que nos atrapan los tipos como el pelon tienem mucha obsecion por ocultar y vigilar bien todo ..y..

Como dicen a veces las cosas ocurren sin previo aviso y antes de que pudieran darse cuenta como dicen todo se fue como agua entre las manos y antes de que pudieran reaccionar se venia una señal escucho claro robots sabia que podian organizarse de alguna manera con su conpañero y decidio usar las trampas caza bobos para desviarlos pero por suerte para los robots su katana uramasa seria suficiente como para hacerlos filets.

Escuchame tenemos que tratar de ser cautelosos procura no quedarte y en cazo de necesidad estaremos espalda con espalda para defendernos de los enemigos te parece? En caso de de usar las trampas que pusimos usemolas para cubrir nuestro escape

-¿Tanuki? Sigo sin comprender esa cosa- Me pregunté sin desviar mis ojos de los movimientos de Inazagi, la caballería estaba cerca, bueno en realidad nosotros eramos la caballería, debíamos ayudar a Warlock y a su compañera.

-Bien, manos a la obr...- Antes de terminar la frase, la voz de Rocket resonó a través del comunicador, avisándonos de la presencia de unos Robots con apariencia militar, tragué un poco de saliva abrumado por la situación.- ¡MALDITO CABEZA DE RODILLA!-Renegué ante la figura del pelón de Brazzers millonario- Joder, preparé algunas bombas de humos por si algo como esto pasaba.- Le comenté a Inazagi, girando sobre mi propio eje, intentando visualizar sí desde la lejanía se adentraba algún robot por los pasillos.
¡NOS VAMOS DE AQUÍ!- Dijé con seguridad, al ver el camino despejado, al menos por ahora, menudo problema se nos venía por delante...

Sin perder más tiempo, les di la espalda y me dediqué a forzar la cerradura del... ¿laboratorio?

No, una vez abierto me di cuenta de que eso no era el laboratorio. Me llevé una mano al oido y escuché la voz de Rocket, siguiendo sus órdenes. Cuando el pequeño Mapache nos dijo que teníamos que bajar cuatro pisos, miré directamente la punta de mis botas. Con mi habilidad, iba a ser relativamente fácil, pues no tenía más que coger a mi compañero y "dejarme caer". Pero eso entraba en conflicto con la orden de Rocket, de no dejarnos ver.

— Bien... se nos acaba el tiempo de recreo. ¿Te encargas tu de ellos, coleguilla? — Le sonreí a Warlock, sin darle más atención a los dos guardias.

Yo en cambio, me lancé a la carrera por uno de los pasillos, dirigiéndome directamente a uno de los ascensores, toqué el botón y espere con calma, mirando los números de la pantalla brillante y calculando más o menos cuánto tardaba en avanzar por cada piso. Cuando las puertas se abrieron ante mi, contemplé el interior de la cabina, y miré el panel de botones, y finalmente, vigilando de no tapar el sensor de cierre de puertas, le di al número más alto de la lista, para mandar el ascensor lo más lejos posible.

Francamente, me parecía una tontería bajar en ascensor si estos iban a estar mostrando en la pantallas en qué punto del edificio nos encontrábamos. Esperé a que Warlock se reuniera de nuevo conmigo, y forcé abiertas las pueras del ascensor y miré hacia abajo contemplando la estructura metálica y el pequeño abismo. Miré de nuevo a mi compañero y sonreí con picardía.

— ¿Bajas?

Sin esperar su respuesta, me descolgué, sentándome primero en el suelo y buscando el apoyo de la estructura metálica para bajar, trepando. La verdad, nunca me han dado miedo las alturas y para ser sincera, me daba un poco igual. Si perdía el equilibrio y me caía, o si por algún motivo bajaba de nuevo el ascensor antes de llegar a nuestro destino, era tan sencillo como usar mis habilidades para salir del paso... Aunque si podía evitarlo, sería mi último recurso.

Al fin y al cabo, independientemente del ser tecno-orgánico que tenía ahora por compañero, la mejor manera de pasar desapercibida y no llamar la atención, era actuar de manera lo más humanamente posible, y ponerse a atravesar paredes sin saber quién te iba a ver al otro lado, no era mi idea de discreción.

Los escáneres de Warlock detectaron un cambio importante en los sistemas informáticos de la base, confirmando las palabras de Rocket; Un sistema de defensa de mayor potencia habí sido activado, y ellos debían seguir adelante sin causar grandes desastres. Al ver a su compañera huir en busca de un ascensor, decidió lanzarse sobre aquéllos guardias como una salpicadura negra  que los cubrió por completo, dándoles una descarga eléctrica que los dejó inconscientes en el suelo. Tras eso, se estiró rebotando por el pasillo para reunirse con su compañera, a la que vio pocos segundos mientras desaparecía bajo el suelo del ascensor. El technarch observó por unos instantes, y al oír pasos por el pasillo, se filtró por el lateral de la puerta del ascensor bajando pegado a la pared como una masa de hongos. Cuando vio a su compañera escalando hacia abajo, formó una cabeza para poder dirigirse a ella.

-¿Tú quiere que Yo la ayude a bajar? Iremos más rápido. Esos robots no tardarán en localizar a nosotros. Nosotros deben apresurarse.

Pese a que seguía mostrando un aspecto más fiero del habitual, Warlock sonaba genuinamente preocupado en su tono de voz, y eso lo llevó a ponerse en contacto con su compañero Rocket pese a sus diferencias sin resolver.

- ¿Rocket-compañero? Yo quiere saber algo, ahora que nosotros ya han sido descubiertos, ¿podrán ejecutar una maniobra de combate ofensiva si se topan con los robots? Yo piensa que es absurdo seguir con el plan de infiltración "discreta" a estas alturas...

Como digas Tanuki solo espero no te equivoques….

Por su mente imaginaba la misma situación pero en el Japón feudal si atrapaban a un espía lo hervían en aceite lo cual dada las circunstancias le parecía bastante piadoso a comparación de lo que les esperaba en ese momento respiro profundo y observo el lugar recordó las tácticas del iado el arte de esperar el momento oportuno para atacar cerro los ojos y se concentro para no dejarse llevar por los nervios estar concentrada y no tomar las cosas a la ligera les daría ventaja, Observo las paredes analizando los puntos de rebote gracias a sus shurikens podría sacar provecho de ello para atacar junto con sus dagas parecía eterno el momento y le hablo a su compañero cortante pero firmemente para dejar en claro lo serio de la situación.

Solo una cosa quédate detrás de mí…. Trata de no dejarlos avanzar hay unos ganchos que llevo conmigo los usaremos en el momento adecuado no antes entendiste?

Tenia su espada tomada para estar lista con una mano con la otra tenia varios shurikens de disco muy afilados para rebotarlos y solo observaba y esperaba su mirada estaba firme y concentrada no en un punto sino en varios para estar lista sentía adrenalina por lo que vendría una descarga propia de un momento anterior a una tormenta.

— Tu mandas, coleguilla. Llévame contigo.

Dejé que Warlock llegara hasta mí y obraba su magia, utilizando sus curiosas capacidades para bajar rápidamente y sin riesgo. Una vez en el piso en el que técnicamente se encontraban las muestras que habíamos venido a destruir, forzamos la puerta del ascensor y de nuevo largos pasillos blancos repletos de puertas que no llevaban a ninguna parte. Al menos a ninguna de las que nos interesaba.

— Vale vale vale… — canturreé en voz baja, mirando el pasillo, intentando decidir qué camino seguir. A saber qué clase de experimentos se llevaban a cabo en ese edificio para tener tantísima vigilancia.

Un pasillo llevó a otro y pronto nos vimos en un extraño pasillo blanco. A la derecha unos cristales mostraban distintos laboratorios, algunos de ellos vacíos, en otros los científicos nos miraban con temor desde el otro lado de las mesas que ahora usaban a modo de escudo por si nos daba por romper las ventanas o algo. Les sonreí mientras pasabamos, y a una joven que parecía especialmente asustada, la salude con la mano.

Y finalmente llegamos a una sala más grande. El olor a químicos y látex impregnaba el ambiente, y había una serie de grandes contenedores metálicos dispuestos en el centro de la sala. Vistos de cerca, cada uno de esos contenedores tenía un pequeño panel de plástico que dejaba ver decenas de probetas en su interior.

Y yo ni puta idea de qué era cada cosa o si algo de todo aquello era por lo que habíamos venido. Así que me giré a contemplar al ser medio robótico que venía conmigo, de nuevo con la sonrisa danzando en mis labios, divertida y quitando hierro a la situación.

— Tú guías. Yo no sé qué tenemos que llevarnos o qué no.

Lo presentía... estaba más cerca que nunca. El virus transmodal vibraba inquieto en aquéllos recipientes, deseoso de infectar a cualquier ser vivo. Ni corto ni perezoso, el technarch hundió sus garras en uno de los depósitos, e inyectó al virus una dosis letal de energía vital, sobrecargándolo, convirtiéndolo en cenizas inertes. Realizó el mismo proceso condos o tres recipientes más, cada vez con más violencia, deseoso de destruir el triste y tóxico legado que había llevado a este hermoso planeta, como si con ello, pudiese eliminar toda la culpa de las desgracias que causó y que aún cargaba en su pobre alma. Sin embargo, había algo que aún le preoupaba...

- Desconocida-compañera, pregunta a Rocket-compañero si han encontrado el rayo Kryptón. Aquí nosotros ya casi han terminado... Nosotros seguirán con las otras estancias.

Su tono de voz sonó desacostumbradamente serio. Quien conociese al afable alienígena sabría que por su naturaleza inestable y bondadosa, solía ser muy cómico y su tono desenfadado, pero pocas personas habían contemplado al ser que era cuando tenía una tarea importante por delante. Casi parecía un opuesto de sí mismo, sin embargo, ése era quizá el rostro del héroe que le enseñaron a ser.

Estaba entrenada para momentos como este por sus venas la sangre de feroces guerreros corría y en momentos como este sentía una electricidad que recorría cada parte de su ser una batalla enfrente de ellos había pensado en cómo salir de esto ellos tenían la ventaja numérica pero ella y el resto la calidad esta mucha veces compensa y hasta supera la cantidad escucho la voz del tanuki estar bajo el mando de uno parecía un comic steam punk pero bueno al demonio estaba en el baile y bailaría, Los disparos legaron pero usando una técnica de espada podía desviarlos pero aun quedaba un problema el rayo cuando se disperso un poco la balacera lanzo varios shurikend y los mezclo con bombas de tipo ninja y las hizo rebotar haciéndolas explotar para dañar y distraer a algunos.

Tanuki puedo destruir todo el laboratorio y el edificio de ser necesario de un golpe con mi espada suena raro pero más te vale creerme se que lo puedo hacer solo confíen en mi necesito un momento. Y cuando diga traten de no hacer nada asi como me oyeron si hay mas gente que salgan o que hagan lo mismo que les dije a ustedes.

Al demonio no podría salir sin terminar esto si usaba su ataque más fuerte terminaría el trabajo pero esperaba que resultara tenía que concentrarse mientras reinaba la confusión.

Me llevé una mano a la oreja, al pequeño aparato comunicador que nos habían dado antes, palpando en busca de algún botón o algo que me pusiera en contacto con el tal Rocket.

—¿Hola? ¿Se me oye? ¿Funciona esto…? — Seguí probando botones, toqueteando hasta dar con uno que me hizo escuchar una especie de interferencia al otro lado. Eso debía ser. — Hey. Tú, cohete, hemos encontrado los virus y está ahora el colega elástico rompiendo todo lo que se encuentra. Me ha dicho que te diga que si ya habéis encontrado el rayo, que eso le tiene preocupado.

Tomé una de las probetas que tenía más cerca y comencé a jugar con ella entre mis dedos, mientras me apoyaba en una de las mesas del laboratorio, y esperaba a escuchar la respuesta de mi interlocutor. Rocket nos indicó que debía estar marcado en el mapa, y antes de que se lo pudiera comunicar al colega, me llegó la voz de la joven que se había llamado a sí misma… ¿Cómo era? Espera. ¿Se había presentado siquiera? Lo que fuera. La otra mujer de la misión.

Por un momento, algo pareció detenerse. Llámalo tiempo, llámalo espacio, dile que mi cerebro se olvidó de cómo funcionar por un instante. Me quedé quieta, escuchando las palabras de la chica mientras lentamente intentaba asimilarlas, como si tuvieran que seguir el recorrido de grandes ruedas de engranaje girando al ritmo de los latidos de mi corazón. Pasados unos segundos, me di cuenta de que mi mirada se había quedado completamente perdida en algún punto indeterminado del techo y bajé la cabeza para incorporarme. Tal vez fuera todo mucho más simple. Es que no me podía creer lo que acababa de escuchar.

— Espera, ¿me estás diciendo que puedes romper un edificio de más de noventa plantas con un golpe de katana? — Era absurdo. Era putamente absurdo. ¿De verdad nos estábamos planteando eso? — Aunque fuera posible, creo que de querer tener la torre destruida, simplemente la hubiéramos volado por los aires, y nadie se hubiera molestado en montar una infiltración, por no mencionar que.. ¿Cómo te esperas que desalojemos más de 90 pisos de gente?

El tubo de ensayo seguía dando vueltas entre mis dedos. Sólo nos faltaba retirar un objeto de los laboratorios, lo teníamos marcado en el mapa, la complicación entonces sería volver a salir. Lancé la probeta al aire y volví a cogerla entre mis manos, antes de guardarla en uno de mis bolsillos. Finalmente me puse en pie y me dirigí al “coleguilla”.

— ¿Qué te parece si intentamos hacerlo lo más rápido posible? Uno va a por el rayo y lo roba, el otro limpia el camino para la huída y nos reunimos con el resto tan rápido como podamos. Yo podría bajar hasta él rápidamente.

Warlock acompañó a Garnet a lo largo de la planta, y se aseguró de haber destruido todas las muestras del virus y muy a su pesar, también a los seres en los que habían experimentado con él. Después de tanto tiempo, sentir energía vital alimentar sus sistemas de nuevo le causó una satisfacción que deseaba no tener en cuenta. Aquélla misión ya le estaba poniendo en contacto con lo más oscuro de su ser mucho más d elo que deseaba, así que en cuanto acabó con las alimanas infectadas por phalanx, emprendió el camino hacia otra planta.

Y entonces oyó la transmisión de la muchacha que estaba en la otra planta expresando su intención de destruir el edificio. Si bien no conseguía encontrar unos parámetros que hiciesen posible el poder destruir un edificio completo con un golpe de tan minúscula arma, lo cierto era que el technarch ya no se fiaba de las leyes físicas del nuevo universo, de modo que, aceptando aquélla terrible posibilidad, y escuchando el plan de la joven de evacuar el edificio de los mismos enemigos que trataban de aniquilarles, Warlock decidió comunicarse con ella. Estaba al límite, todos lo estaban, pero aquélla decisión era extrema, y ellos no habían acudido allí a causar más muerte que la del virus transmutador, por lo que no pensaba aceptar que una decisión tomada por pánico desencadenase un desastre.

- Aquí Warlock... Yo se dirige a tí, humana oriental. Yo no recuerda tu nombre, pero ahora mismo no importa... - Su voz sonaba fría, pero para nada inexpresiva. Había un claro tono de amenaza implícito en aquéllas palabras - Plan de tú es una locura, y ya hay bastante peligro tanto para nosotros como para enemigos de nosotros. Ellos no van a escuchar, ni va a haber tiempo para hacerlos salir. Si tú decide derrumbar este edificio, personas inocentes morirán también ahí fuera por que nadie espera que edificio vaya a desplomarse. Yo insta a tú a no hacer tal cosa. Yo ha venido aquí para evitar una masacre, si tú causa una...

Cerró la comunicación en ese momento, con un inquietante silencio. No le gustaba amenazar a nadie, pero estaba demasiado inquieto por la sucesión de los hechos, y su mirada brillaba roja de ira. Por suerte, su compañera le sacó momentáneamente de sus convulsas emociones.

- Yo lo deja en manos de tú, Desconocida-compañera. Yo despejará plantas de enemigos hasta arriba, así tú llegará sin problemas. Yo necesita algo de pelea... - Por fin una sonrisa asomó de nuevo en el preocupado rostro del alienígena, que de nuevo se comunicó con la frecuencia de Rocket- ¡Rocket-compañero, envía a desconocida-compañera imágenes del rayo, ella lo tomará mientras Yo despeja el camino hasta vosotros!

Apoyo pero que sea rápido aparte a veces la cantidad supera a la calidad Tenemos que  reunirnos en algún lugar a un lugar yo regué mi camino hasta donde estoy con trampas para no matarlos  con una variedad de toxinas solo dime donde demonios nos reunimos yo usare ese camino para  ganar tiempo.


No tenia que perder tiempo tenía que despejar el camino Tomo su espada  y concentro su mente  abrió los ojos y clavo la espada en el suelo de manera repentina este se agrieto  cuando esta llego a los robots produjo una explosiva que barrio con una parte de ellos aprovechando  la confusión inesperada del ataque se lanzo abriéndose paso a fuerza  de golpes de espada  despejo el camino no perdió tiempo  y fue directo por el camino esquivando las trampas  que puso y hablo.

Donde nos reunimos y antes alguno necesita una mano por algún lugar antes de que nos larguemos de aquí.

Estaba sudada  llena de adrenalina por cada parte de su cuerpo los músculos muy tensados cada célula de su ser  estaba ardiendo por la situación estaban atacases por todos los frentes  podían pasar de la  nevera al fuego en menos de lo que podían pensar si a eso se le sumaba que tenían que  terminar el trabajo  dejar las cosas a medias no era una opción por lo que tenían  que hacer eso ultimo y perderse como reguera de polvo en el desierto.

Una risa brotó en el fondo de mi vientre, natural, provocativa, confiada.

— Querida… Se me contrata por la calidad, no por añadir un número.

Me despedí de Warlock con una cabezada, y mientras él se dedicaba a limpiar nuevamente los pasillos, yo me dediqué a prepararme para lo que mejor sabía hacer. Me quedé inmóvil, de pie en mitad de los pasillos durante unos largos segundos mientras observaba en el mapa la ubicación exacta del láser, momento en el que, dejando que mi propio poder me envolviera, me elevé en el aire.

Era una de las sensaciones más maravillosas del mundo. Volverte ingrávido, arriba dejaba de ser una dirección para ser únicamente otro punto al que dirigirse, y abajo estaba a mis pies, bien fuera el cielo o el horizonte. Y aún así, al dejarme caer el instinto me llevaba a encoger los brazos, alzados “hacia arriba”, al “caer”. Como fuera. La cuestión, era que tomé la vía rápida.
Mi propio poder me llevó directamente a la sala en cuestión, atravesando paredes y suelos, techos y muros, incluso personas que gritaban sin entender qué o quién era, a lo que yo respondía dejando que mi risa hiciera eco por los pasillos mientras me alejaba. Finalmente llegué a donde descansaba el rayo, y lo contemplé barajando mis posibilidades.

Deshacer mi poder en ese momento para llevarme el rayo traía consigo la imposibilidad de volverlo a usar para salir de allí. Esa era la opción poco viable. La segunda opción, era tomar el rayo con mi poder, y subir a donde esperaban el roedor parlanchín y el árbol. Esa era la opción preferible.

Había, sin embargo, una tercera opción. Si nos habíamos tomado tantas molestias por robar ese Rayo… debía tener un gran valor. Valor que podía convertirse en dinero en los mercados adecuados. Mientras me acercaba al objeto en cuestión, sin dejar de mantener mi poder en activo, la idea bailaba incansable en mi mente. Era una verdadera tentación… Pero debía valorar los contras también. Alguien que había sido capaz de planear semejante robo, en nada más y nada menos que la LexCorp, podía ser un enemigo a tener en cuenta como para enemistarse con ellos a la ligera. El otro problema que podía presentarse era en torno a mi reputación. Si me vendo como mercenaria, es mejor mantener un historial mínimamente limpio. Nadie contrata un mercenario con fama de traicionar a sus empleador…

Pero al fin y al cabo, no dejo de ser una ladrona.

Suspiré, envolviendo el Rayo en mi poder al abrazarlo contra mi pecho y sonreí con cierta ironía. Al menos, hacer esta clase de cosas, mantendría mínimamente equilibrado mi karma. Y con él, empecé de nuevo a “subir” para reunirme con Rocket y Groot. No me paré a ayudar a nadie. Si me cruzaba con algunos de mis compañeros, me limitaría a dedicarles un guiño y seguir ascendiendo… Hasta que llegué de nuevo junto la rata peluda y el cortezón. Me hice tangible delante de ellos. Seguían luchando, seguían llegando robots, pero luchar era su trabajo. El mío había sido traerles el arma, que solté sobre una mesa con un pesado “tud”.

— Una de rayo alienígena marchando.

Warlock se encontraba arrasando los robots de una planta tras otra, procurando no dañar la estructura del edificio. Se simitaba a aparecer, y moverse entre los soldados convertido en una veloz bola metálica del tamaño de una pelota de baseball que los noqueaba rebotando de las paredes a sus cabezas esquivando balas. En cierto modo era divertido, y aunque los robots representaban un desafío más complejo, los atravesaba convertido en una afilada lanza, o los aplastaba simulando ser una apisonadora. En pocas ocasiones tuvo un duelo de disparos con ellos, pero contra grupos numerosos tocaba descargar algo de plasma. Sin embargo, lo que estaba siendo una aventura emocionante, se volvió una cuestión desesperada al oír la comunicación angustiada de Rocket. Quizá tuviera sus diferencias con su peludo compañero, pero seguían siendo un equipo, y ahora mismo tanto él como Groot necesitaban ayuda.

Conviertiendo sus manos en garras, las lanzó contra el techo, arrancando de un tirón una de las planchas metálicas del mismo. Saltó por el hueco revisando su mapa mental del edificio en busca de una vía rápida para llegar hasta sus compañeros, y en cierto punto, tras atravesar diversos niveles entre cableado y tuberías, se vio obligado de nuevo a exponerse al enemigo en un pasillo bien vigilado. Una tropa numerosa de soldados y robots le esperaba con las armas en alto, pero escasos metros le separaban de su objetivo. De hecho, aquélla tropa posiblemente formase parte del pelotón que estaba atacando a sus dos camaradas guardianes.

- Yo sólo ve un modo de poder tumbar a ejército mixto. Reservas de energía se verán muy mermadas, Yo espera que funcione...

El technarch se plantó en el pasillo y comenzó a brillar. Los soldados se dispusieron a carcar contra él, pero antes de que nadie pegase sun solo disparo, una brutal descarga energética golpeó como una ola a hombres y máquinas, desestabilizándolos. Warlock corrió agotado entre hombres temblorosos y robots colapsados, en busca del punto de control de Groot y Rocket. Tras una esquina, una gran explosión lanzó por los aires a algunos soldados, y se asomó con la esperanza de ver la malhumorada faz peluda del mapache.

- ¡¿Amigos-de-Yo, están bien?!

Tanuki  que no puedes esperar un poco como se nota que la paciencia no es tu fuerte  pero ya estuvo bien del tour vamos que los dioses shinto no han dado la victoria en esta lucha.

Luego de correr todos y que el tanuki cubriera el escape todos subieron al autobús y salieron más rápido ella solo se limito a estar en silencio hasta que el peligro paso en ningún momento hablo cuando llegaron por fin a su destino ella bajo y hablo de forma muy educada dejando entrever que era alguien con carácter.

Los dioses shinto nos han dejado victorioso así que les agradezco que me hayan permitido no vine por nada en realidad  no lo necesito así que si algún día precisan de mi ayuda no duden en pedirla, Por cierto la palabra Tanuki es una especie a medio camino entre el perro y el mapache lo mencione por en muchas leyendas tienen diversos poderes sobrenaturales cuídense los veré si es necesario, Solo traten de no meterse en lios  eso seria algo ventajoso para otra ocasión.

Dicho esto lanzo una bomba de humo desapareciendo luego se perdió su tarea había terminado.

El pequeño peluche nos dió el pistoletazo de salida y al unísono todos iniciamos la marcha por el agujero de alcantarilla por el que habíamos venido. Tomé el rayo en brazos, sin saber si podía confiar en que alguien más lo hiciera y seguí al hombre árbol tan rápido como el peso me lo permitía. Cierto, podría usar mi poder, pero es algo que me agota y ya llevaba un buen rato usándolo, así que prefería no gastarme más trucos en el evento. Al fin y al cabo, nos encontrábamos en la carrera final y no sabía hasta qué punto podría necesitarlo más adelante.


Nuestra colega la asiática dio las gracias a nuestra victoria a los dioses shinto, fueran quienes fueran. No pude evitar que una carcajada soberbia escapara de mi garganta.


— Los dioses Shinto no nos han dado nada. Esta victoria es nuestra, nuestro ha sido el esfuerzo y nuestra la recompensa.


Y sin embargo, no pasó nada parecido. Tras una carrera, llegamos al autobús y esta vez no esperé a que nadie me ayudara a subir, un leve salto y levité hasta el interior, dejando el rayo sobre un asiento y colocando el cinturón de seguridad al mismo, no fuera a sufrir un accidente de tráfico y, no sé, salir volando por la luna delantera. Fue entonces que Kamiya intervino de nuevo, hablando de lo que era un Tanuki. Mientras la escuchaba con aire ausente, saqué un pintalabios del pequeño bolso y fingí retocarme el maquillaje, cuando en realidad me aseguraba de que todo estaba en perfecto estado, ni una mecha pelirroja asomando la peluca, las lentillas ocultando enteramente mis ojos, el maquillaje sin dejar adivinar una sola de mis cicatrices. Entonces me giré a responderle, con una sonrisa.


— ¿Cómo va a ser ventajoso meterse en líos? — Y sin embargo, nunca supe la respuesta, pues la muchacha desapareció tras una bomba de humo. ¡Una bomba de humo! Me reí otra vez, dejando escapar esa carcajada despreocupada. Nunca entendería cómo funcionaba esa mierda, pero era tan… ”cliché” — Este humo es mágico. ¿Se han abierto las puertas del autobús? Oh, espera. ¿Se ha ido sin cobrar? ¿Puedo quedarme con su parte? — Miré al pequeño mapache con una sonrisa hambrienta en el rostro.

Al fin estaban de regreso. Warlock estaba prácticamente seguro de que ya no quedaban cepas vivas del virus transmodal en aquéllas instalaciones; No podía sentirlos cuando se marcharon. Eso era genial, pero...

Desvió su mirada al cielo a través d ela ventanilla mientras los otros hablaban. No supo qué decían, pues estaba sumido en una reflexión más importante... Habían conseguido robar el prototipo del rayo Krypton, pero se preguntaba si habrían realizado tal hazaña a tiempo... Si era el único, o ya habían hecho alguna copia mejorada. Eso sería un desastre.

Observó al resto de sus compañeros, tan animados, y pensó que no sería cortés aguarles la fiesta con sus dudas. Mudó su gesto a na de sus imposibles sonrisas, y entonces reparó en algo extraño...

- Rocket-compañero, ¿Por qué cola de tú está erizada?