[Mini-Evento] Venimos a... ¡Cambiar la antena! Y de paso las paredes. (Sam Alexander, BlackBolt, Killer Frost, Luthor (NPC)

16 de Octubre de 2018.
10:30 de la mañana. Bien tempranito, para ir despertando.
Puerta principal del edificio de la LexCorp.
Metrópolis.


Los rayos de sol caían con fuerza, reflejándose en el enorme edificio que teníamos ante nosotros como si tuviese en su interior un sol propio. Algunos coches pasaban por detrás de nosotros, ajenos al asalto que se estaba a punto de cometer en una de las empresas más famosas del otro universo. Habíamos estado buscando a un grupo de taraos y reventaos con ganas de un poco de juerga. Sammy se unió a nosotros sin dudarlo ni un segundo, y fue toda una sorpresa encontrar al famoso Rayo Negro en Terra. Los Inhumanos solían estar a su bola, pero accedió a ayudarnos, seguramente con la premisa de intentar un acercamiento entre el grupo más importante y famoso de protección de la galaxia a esos menos agraciados ni conocidos... ¿Qué? También tienen derecho a llevarse un trozo de pastel. La cosa fue la siguiente: Rocket se dedicó a buscar personas con un perfil parecido al nuestro, con fama por haberse colado en sitios peligrosos y demás, y que estuviese dispuesta a coger un par de cosillas, sacarlas de ahí como si nada y pirarse con una sonrisa en el rostro y llenos de gloria. Y así aparecieron varios posibles candidatos, y tras un examen más o menos exhaustivo nos quedamos con cinco, incluyendo a nuestro querido Blackie. Dos de ellos se vinieron con nosotros y los demás irían con Rocket, Warlock y Groot. A nosotros nos tocaba montar una de aúpa para tener todas las miradas puestas en nosotros. ¿El cómo lo haríamos? Por favor, soy el legendario Starlord. Nunca desvelo mi plan. Yo lo muestro...

Entramos en el edificio vestidos de paisano (tendríais que haber visto a Drax con un mono de antenista) y nos dirigimos a una mujer que estaba tras un mostrador, tecleando en un ordenador. Al vernos sonrió después de echarnos un vistazo de arriba a abajo con cara de "estos tíos de dónde puñetas habrán salido...". Apoyé mi brazo y le guiñé un ojo a la joven, levantando las cejas.

- Buenos días, señorita... Williams. Somos los de la antena. El señor Luthor dijo que tenía algunos problemas con las comunicaciones y quería que le echásemos un vistazo.- Tenía una pequeña plaquita con el nombre sobre el bolsillo de la chaqueta granate que llevaba. Frunció el ceño y se quedó pensativa.

- ¿Problemas con las comunicaciones? El señor Luthor no me ha dicho nada... Deme un momento que lo consulte.- Asentí y me quedé esperando tranquilamente. La mujer se quedó mirando a la nada, sonriéndonos mientras esperaba una llamada que nunca existiría. Al fin y al cabo, no somos tontos. Un pequeño pinchazo telefónico y cualquier llamada realizada desde la centralita acababa en un teléfono que Rocket se había preocupado de dejar por ahí enterrado. Tras unos segundos donde ella parecía no entender nada colgó y se encongió de hombros.- El señor Luthor no coge. Debe estar ocupado en una reunión o algo. Quédense por aquí un momento a que haga un par de llamadas.-

- No se preocupe señorita, tenemos tiempo.- Y me alejé un poco del puesto, dirigiéndome al pequeño grupo que esperábamos pacientemente.

- ¿Y bien?-

- La primera parte del plan está en marcha. En cuanto Rocket nos diga que han entrado empezará la juerga de verdad. Repasemos un momento el plan. En cuanto os indique, todos a liarla de aúpa, pero no hagáis daño a nadie. No somos asesinos, ¿ok? Con generar un poco de caos vale. Ya sabéis, volar alguna que otra pared, un poco de fuegos artificiales y demás. Y después rumbo a las escaleras. No seamos tan panolis de coger el ascensor porque lo bloquearán de inmediato. Sencillo, ¿verdad?- La verdad es que era un plan de lo más simple. Otras veces cuando nos habíamos colado habíamos entrado todo el grupo a la vez a lo sigiloso, pero claro, ahora había un virus que peligraba en el interior de los laboratorios tal y como nos había explicado Warlock. Si nos pillaban colándonos a mitad y bajando hacia los laboratorios seguramente habrían bloqueado todo, o peor, alguien habría escondido el virus o lo habría usado, y entonces pa qué queríamos más. Si conseguíamos atraer todas las miradas a nuestro pequeño espectáculo les daríamos una oportunidad mejor a los infiltrados. A ver qué salía. Y entonces, la llamada del ahorro. Una lucecita azul parpadeo en un pequeño artilugio que tenía en el cinturón, y guiñé el ojo a los demás. Escuché la voz de la mujer con la que había estado hablando y me dirigí a ella.- Quietos paraos. Ahora empieza todo. Dadme un segundo, creo que la chica quiere mi teléfono... Sí, ¿me había llamado?-

- Sí, verá, parece que sí hay un problema con las comunicaciones como usted decía. Sin embargo, hasta que no tenga permiso del director no puedo permitirles pasar. Les agradecería que esperasen en esta pequeña sala y...- Y claro, tener a Drax vestido de paisano no es algo muy útil, puesto que al parecer al hombre le apasiona lo de ir a pecho descubierto, y con un grito rasgó la camisa y sacó los cuchillos, corriendo hacia el primer sofá que tenía a la altura y lanzándolo por los aires. Acto seguido, la alarma comenzó a sonar y tres tíos armados nos apuntaron. Perfecto. A jugar. Con un rápido movimiento me deshice de los ropajes yo también, dejando a la vista mi ropa habitual, solo que sin la gabardina, pues era demasiado cantosa para llevarla puesta. Activé mi casco y miré a la señorita. Había pulsado el botón de la alarma. Levanté mi dedo índice y dije que no con él, al tiempo que desenfundaba mi pistola elemental y le rociaba con una buena dosis de gas del sueño.

- Nuestros hijos habrían sido preciosos, pero tengo cosas más importantes que hacer. Y esto creo que me lo quedo.- Y cogí su tarjeta de identificación. Los primeros disparos sonaron a mi espalda y lancé un par de tiros de hielo hacia los guardias. El grupo ya se había puesto en movimiento mientras nuevos agentes venían. Pues lo dicho, que empiece la juerga. Presioné un botón en mi casco que me comunicaba directamente con Rocket.- ¡Feliz año compañero! ¡Los fuegos artificiales ya han empezado!-

Normas de posteo:

Cuando Quill me llamó para decirme que tenía una misión entre manos, acepté sin dudarlo, sin ni siquiera oír de que se trataba o el plan a seguir; ahora me doy cuenta, que quizás debería haberme pensado un poco más las cosas antes de aceptar semejante locura. Aunque, por otro lado, ¿Que clase de misión podría esperarse del líder de Los Guardianes, que no sea una locura?

- No es por nada, chicos. Pero creo que deberíais haberme buscado un traje mejor para esta ocasión - digo caminando junto al pequeño grupo hasta las inmediaciones del edificio - Quiero decir, tengo 17 años...Esto podría considerarse explotación infantil - continúo hablando, mientras tiro levemente del mono

- No entiendo por qué. Esos ropajes no llevan ningún tipo de explosivo - contexta Drax, con su habitual tono de seriedad; demostrando el por qué de su cariñoso apodo "El cazador de metáforas"

- Olvidalo, Drax - contesto, produciendo un leve suspiro de resignación

Nos encaminamos al interior del edificio, donde Quill rápidamente se dirije hasta la recepcionista; entablando una breve conversación con esta, mientras nosotros esperamos nuevas ordenes. Poco después, Quill vuelve a nosotros y repasamos el plan.

Rocket avisa a Quill, Quill a nosotros, y a liarla; un plan sencillo, sin fisuras. O sería así si no contásemos con el señor "LO-MIO-ES-SALTARME-LOS-AVISOS-POR-LOS-HUEVOS-Y-EMPEZAR-A-DESTROZARLO-TODO-EN-CUANTO-ME-DÉ-A-MI-LA-GANA".

Así que, Drax se arranca la parte de arriba del mono como si fuera papel; y empieza la hora de las tortas.

- Como me vea el Centurión Rhomann haciendo uso de mis poderes de Nova para esto...Me arranca la cabeza - digo sacando el casco de uno de las bolsas que cargaba al entrar, y colocándomelo; haciendo aparecer así mi uniforme nova - ¡Leña al mono!



Tras estas palabras, me propulso con gran velocidad contra un grupo de guardias armados; pasando a escasos centímetros de estos, haciéndoles caer al suelo y soltar sus armas. Algo parecido a cuando un auto pasa tan rápido cerca de ti, que te desestabiliza.

Louise no lucia muy contenta y era que el traje era horrendo ¿un mono, en serio? Quería quitárselo ya. Sonrió ante el comentario del pequeño, removiéndole el pelo. Si alguien se tragaba que eran un grupo normal y corriente de reparadores de antenas le tendrían que dar un oscar, el oscar al más estúpido del mundo.

Vaya vaya, el pequeño quiere ser un hombre malo, bienvenido abordo

Lo que mas gracia le hacia que los “buenos chicos” hayan traído un menor, se supone que habría que alejarlos de los malos hábitos. Mientras Starlord hacia el imbécil con la muchacha Killer Frost se dispuso a observar el terreno y recordar como había llegado hasta aquí. Nunca pensó que el anuncio de que buscaban gente para colarse en las instalaciones del calvo de la navidad eran los guardianes de la galaxia. No sabía gran cosa de ellos, solo que si se interponían en tus planes eran como un gran grano en el culo. Cuando el líder del grupo volvió de hacer el payaso se cruzo de brazos, escuchando atentamente como repasaba el plan. Sonrió levemente al ver la lucecita azul, le había hecho gracia que fuera azul.

Si, quiere tu teléfono para denunciarte por estúpido.

Esa actitud el que representaba que era el líder de todo eso le mosqueaba de manera evidente. Mientras todos comenzaron a liarla la dama de hielo se deshizo de ese estúpido mono para lucir su precioso body, acercándose al mostrador y sacando de mala manera a la secretaria para sentarse en su lugar e introducir uno de los pendrive que llevaba oculto debajo de su guante. Sonrió con malicia al encontrar la cartera de clientes de Luthor, seguro que toda esta gente tendría algo valioso que robar. Para no estar de brazos cruzados mientras  todos los datos se traspasaran al pen coloco la mano en el radiador mas cercano. La primera reacción fue apartar la mano, estaba ardiendo, volvió a intentarlo y congelar todo el sistema de calefacción. A primera vista no era nada espectacular pero a la larga traería un montón de dolor de cabeza, además, hacia demasiado calor para su gusto, así enfriaría un poco los humos. Mientras congelaba todo el sistema se quedaba mirando como sus compañeros varones colocaban todo el local patas arriba, ella no era muy buena atacando a la gente sin hacerles daño. Cuando luchaba era para matar el contrario, su vida o la suya, se ve enseguida que opción escogía Kiler Frost, además tenía que hacer gala de su hermoso nombre ¿o sino porque se había bautizado de esa manera?

Blackagar se sentía bastante extraño. Cuando decidió colaborar en esta misión nunca pensó que tenía que ir vestido de esta forma. Llevaba lo que los humanos denominaban como mono, una ropa simple que suelen usar los reparadores y trabajadores de bajo salario que se dedican a hacer el trabajo sucio, como bien se dice. Aún así la idea de esta tapadera parecía que podría funcionar correctamente, y eso era lo que importaba. Sin decir palabra alguna y con rostro serio se adentró junto al grupo en el interior del inmenso edificio, siguiéndolos. El comentario del pequeño no le sentó mal al inhumano, pero le dio una respuesta al joven Nova, mirándole con un rostro inmensamente serio y quizás algo aterrador, con tal de que chapase la boca. Tras adentrarnos parece ser que era la hora de reaccionar.

De una forma bastante veloz y casi inmediata el rey inhumano despedazó su mono dejando ver que llevaba su traje de combate bajo este. Antes de unirse a la fiesta de golpes decidió colocarse la máscara y el dispositivo que limitaría sus capacidades inhumanas, si no, esto se desmoronaría en segundos. Hizo una pausa, analizando toda la situación y las reacciones de sus compañeros. Por un lado había gente como  el joven de los Nova Corps, que se lanzó directamente contra los guardias sin pensarlo ni un mísero segundo, pero por otro lado se encontraban otro tipo de miembros que parecían ir por un camino alternativo, como Killer Frost. Desestabilizar a los guardias no sería problema de una manera fácil, sobretodo si eran tres, los cuales rodearon al inhumano.

Uno de ellos intentó asestar un derechazo que resultó fallido debido a la reacción de Black Bolt, el cual tomó el brazo de este desde el codo y haciendo un barrido a las piernas lo tumbó contra el suelo, fracturando algún hueso. No era trabajo díficil, deshacerse de guardias así. El plan resultaba, esto tenía futuro, no por nada el sabio rey decidiría contribuir con la causa si no hubiese forma de que se completase.

La musica (♪) suena suavemente en todo el despacho del último piso de la alta torre. Es temprano, pero él es un hombre madrugador, no tiene tiempo de desperdiciarse a si mismo en una cama, tiene cosas mas importantes, mucho mas grandes que el simple sueño. El disco corre en el aparato, la aguja le arranca notas serenas, tiene el telefono en la mano, un gesto que es mucho mas tenso, mucho mas agresivo del que se puede notar en el tono gutural y calmado de su voz. - Bruce, por favor, no tomes esa postura...no, entiendo tus motivaciones, pero el plano de ese avión podria darme las pautas que necesita mi departamento de desarrollo aeronautico, y sabes que el ejercito...- Sus dientes se presionan y sus labios se vuelven un amargo rictus, el millonario engreido del otro lado del telefono no sucumbe, no hay tono dulce o promesa fingidamente diplomática que le haga entregar aquellos esquemas que tanto necesita. Hay mucho dinero, demasiado cabalgando a lomos de conseguir los planos del nuevo avión comercial que Wayne Enterprises está ayudando a desarrollar para Air America, pero ya lo ha intentado todo, y el último de los Wayne siempre le regala indirectas amables lo trata de disuadir. -...esta bien, lo comprendo, pero quisiera volver a tener esta conversación dentro de un tiempo...claro...que tengas un buen día...- Corta con fuerza, casi raja el plástico de aquel telefono negro. Golpea la caoba de su escritorio a puño cerrado, fúrico por no poder conseguir lo que quiere. Se pone de pie como una tormenta y va a buscarse un vaso de whisky, poniendole mas de las medidas razonables para esta hora de la mañana. Se acerca a la ventana, ataviado con su elegante traje negro, entornando la mirada hacia el cielo de Metropolis.

- Superman...- Frunce su labio superior, se calma con un sorbo de su whisky añejo. Tenia que ser él Wayne seguramente lo ayudaba, no podia ser que le negara algo tan trivial para ellos dos como un diseño de un avión comercial, salvo que...-...tiene que saberlo, tiene que saber del...-...misil balístico intercontinental con un sistema de difusión de kriptonita microscópico, pensado para fingir un misil normal, pero infectar mortalmente a Superman para que luego él pudiese llegar con su armadura y acabarlo. Pero no era posible, los planos eran clasificados, y su sistema de seguridad era uno de los mas cerrados fisica y digitalmente, ¿Como podria...?

- Adelante...- Se da la vuelta lentamente.- Mercy...no te esperaba hasta el mediodia...- La música deja de sonar cuando la puerta se abre y una mujer rubia camina hasta el tocadiscos para quitar la aguja con lentitud.




- Lex...- Acota la rubia con una sonrisa discreta e irónica, es la única que se puede tomar esas libertades con el calvo. -...no me gusta interrumpir tu horario matutino, pero tenemos una situación en el hall de recepción del edificio...- Camina hasta él, su gabardina de cuero abierta revelando una camisa y una falda que no pueden ocultar lo fuerte de sus piernas y brazos, esta entrenada rigurosamente, es una asesina, la elección mas adecuada para ser chofer y guardaespaldas de alguien como Alexander Luthor. Le tiende una tableta con la transmisión de seguridad. - Acaban de dejar inconscientes a unos pocos soldados de seguridad, mande preparar a todos los demás, pero no queria activar los sistemas sin tu autorización, me dijiste que querias control personal de esta clase de cosas...- El maquiavélico hombre observa con atención la situación en el recibidor del edificio, arqueando una ceja. - Mercy, perdonaras que te pregunte algo como esto, pero...¿Quienes son los que acompañan a Killer Frost? - Ya habia contratado a Louise Lincoln antes, imposible no conocerla. - No tengo idea Lex, pero como verás son bastante peligrosos, especialmente el de los cuchillos, el que congela con su pistola parece un improvisado...- - El de negro...- Indica el hombre, poniendo su indice sobre el que estaba en completo silencio.

-¿Que con él? - - Oh Mercy...- Camina hasta su escritorio, terminandose el whisky y dejando la tableta para mirar con una sonrisa a la rubia, negando con la cabeza. - Siempre son los mas quietos, los mas callados...a esos tienes que vigilar, ya que son los mas confiados en sus habilidades, el orgullo se alimenta del poder, y alguien tan orgulloso como para no perturbarse por todo lo que está sucediendo tiene que serlo...y mucho...- La rubia asiente, dandole una última mirada a la grabación. - Si es asi, le echaré especialmente el ojo, pero necesito ordenes...- Luthor se queda en silencio un momento, maquinando. - Demasiado obvio...- Musita, perdido en sus pensamientos, hasta que regresa a la realidad, sin perder esa incomoda calma. - Interceptalos con los soldados, activa los sistemas de seguridad progresivamente, primero, quiero que agotes a nuestro personal de seguridad, no quiero perder demasiados recursos...-- Pero si usaramos los androides o las torretas...-- Nunca son tan obvios, Mercy, y ya he pasado suficientes veces por esto...- Su voz se ha vuelto seria, la mira fijamente, la rubia asiente, puede discutirle cosas pero tampoco pasarse. Luthor sigue siendo invariablemente orgulloso y poseedor de un ego insufrible.

- Ve, pero antes...- -...no hay información importante en el sistema de los empleados, y todo lo que extraiga Killer Frost será borrado por el virus que hay escondido en nuestro sistema...- - Esa es mi Mercy, siempre tan atenta...- Sonrie, la rubia se retira, él se queda mirando al cielo a traves del ventanal, ponderando sus próximos pasos. ¿Que estarán buscando?





El sonido de un centenar de botas resuena en las escaleras, el traqueteo de las ruedas de las torretas  mientras los guardias las posicionan en los dos corredores que salen del hall principal hacia los ascensores laterales. El timbre del ascensor que está justo detrás de la recepción suena los guardias salen junto con la rubia, que va armada con dos glocks formando una linea de tiro en dirección a los atacantes.

- Ya puedes irte bonita...- La secretaria se escurre de la mesa de la recepción y gatea hasta meterse entre la linea de soldados que han salido de uno de los corredores laterales. No menos de cincuenta guardias apuntan sus armas a los que acaban de llegar. La rubia camina hasta separarse del resto de subordinados y se quita los lentes guardandolos en su gabardina.

- Se los voy a poner muy simple...- Sentencia, mirando a todos los presentes. - Salgan del edificio ahora mismo o los llenaré de plomo, no me importa quien cuernos se crean que son...- Sus ojos celestes bajan un momento a la mujer a unos metros de ella sentada frente a la computadora. - Si ya terminaste de tratar de robarnos información, Frost, creo que deberias quitar tu culo de este lugar antes de que mi Jefe decida...que ya no va a necesitarte en el futuro...- La tensión se puede respirar en el aire solo el silencio sigue a las palabras de la rubia, no le tiembla el pulso, esta dispuesta a matar si es necesario, ya los abogados se encargaran de lo demás no es como si le importase.

Los disparos salían de mi arma, congelando las botas y el arma a quienes intentaban acercarse a nosotros, mientras derribaba las cámaras que podían vigilar toda la enorme sala y evitar que nos identificasen demasiado pronto. Al fin y al cabo era una sorpresa y no quería desvelarla tan pronto. A decir verdad, contar con Sammy había sido buena idea. Un Nova siempre sabe como pelera, incluso los más jóvenes como él. Recordé casi a modo de flashback mi etapa de Nova cuando vi al muchacho saltar con el pie por delante dándole una buena patada a un tío que intentaba, sin éxito, dejarle fuera de juego. Cómo me gustaban los planes que salían bien mientras improvisabas. La mujer de hielo era toda una belleza, y de no haber sido porque parecía ocupada con algo del ordenador incluso puede que le hubiese sugerido una copa o algo. Pero bueno, lo primero es lo primero. Provocar una distracción suficiente como para atraer la atención sobre nosotros, y luego...

Se llenó todo hasta los topes de soldados. Bueno, era de esperar, aunque a decir verdad no esperaba una reacción tan rápida y con un despliegue así. Era de esperar con los Badoon o los Kreed. Tenía que estar un poco más atento a esas cosas. Nos terminaron juntando a todos en un pequeño círculo y todas las armas sonaron a nuestro alrededor al cargarse y apuntarnos. Un montón de delgados láseres nos unían a aquellas armas, mientras asentía y mis compañeros dejaban de pelear. Una mujer rubia con gafas parecía ser la líder y se dirigió a nosotros, con esa actitud de quien cree tener la ventaja en una situación. Di un paso hacia adelante sin quitarme la máscara y me encogí de hombros.

- Venga, ¡solo estábamos animando esto un poco! Estabais todos tan callados y tan aburridos... De hecho le hemos dado un toque de color a este lugar...- Una lámpara cayó con estridencia mientras otras se tambaleaban peligrosamente, anunciando una caída inminente. Había quemaduras, muebles rotos y rastros de mi pistola elemental por todos lados. Caótico y bello al mismo tiempo. Hablé por el intercomunicador susurrando para que tan solo pudiesen oírme los miembros del grupo.- Frost, en cuanto dispare quiero que nos rodees con una fuerte capa de hielo. ¿Podrás hacerlo? Y los demás, pegaos lo más posible a mí. En cuanto empiecen los disparos agachaos y preparaos. Rocket, ¿cómo váis?-

Así que la señorita Frost había tenido ya negocios con esta gente... A ver si era una espía y nos la liaba desde dentro, que podía suceder. Un ojito sobre ella a partir de ahora Peter, no sea que nos la líe. Con sumo cuidado y para no levantar sospechas puse la pistola a la máxima potencia y con el hielo. La suerte de tener la pistola elemental conmigo. Pensaba en lo que quisiese y lo disparaba, dentro de unos límites claro. Aunque he de reconocer que el hielo era de mis favoritos.

- Entonces, ¿cómo va esto? ¿Contáis hasta tres y si no hemos salido nos disparáis? ¡Se me ocurre algo mejor! ¡Tres!- Y descargué la pistola con toda su potencia sobre el suelo ante nosotros y levanté un muro de hielo a toda velocidad. Esperé que Frost hiciese lo propio y al cabo de un par de segundos estábamos metidos en una cúpula lo suficientemente gruesa para bloquear las balas que repiqueteaban contra ella, como la lluvia sobre un tejado de chapa.- Damas y caballeros, mantengan brazos y piernas dentro de la atracción en todo momento. Podrán comprar una foto a la salida. ¡No se olviden de sonreír!-

Cambié mientras decía eso la pistola a modo fuego concentrado y comencé a hacer un agujero en el suelo lo suficientemente ancho como para caber todos. Escuché gritos que provenían del exterior de la cúpula y algún golpe seco. En cuanto el agujero estuvo abierto le metí una patada al suelo y este cayó pesadamente con un ruido metálico. Soplé la punta de la pistola y me deslicé a través de él. Un piso por debajo, y sin nadie a la vista. Miré para arriba e insté a mis compañeros a que entrasen lo más rápido posible. Una vez todos ahí abajo, Drax cogió el trozo que había cortado y lo colocó en el hueco mientras, subiéndome a sus hombros lo volvía a soldar a toda velocidad. Un apaño que duraría poco, pero sí lo suficiente como para que no nos pudiesen seguir por él.

- ¡Ay! ¡Cuidado Quill! ¡Me has dado un rodillazo!-

- ¡No es nada fácil soldar si te mueves tanto! ¡Vale, ya está! ¡Nos largamos de aquí!- Rumbo al ascensor más cercano que encontrásemos para la siguiente parte del plan que iba montando según avanzábamos.- ¡Buen trabajo ahí arriba chicos!-

El plan de distracción funciona a la perfección, o al menos en parte; porque, cuando queremos darnos cuenta, hay todo un regimiento de guardias armados, en la gran sala, rodeándonos. Toda una encerrona, sin duda.

Estos, parecen dirigidos por una rubia de armas tomar y muy mala leche; justo el tipo de mujer de nuestro líder. Por suerte, el casanova de Quill parece centrarse; y hurgue un plan de huida.

En cuestión de segundos, acabamos todos en el interior de una gran cúpula de hielo; protegidos de cualquier ataque por parte del exterior, pero encerrados completamente. O al menos eso pensaba; pues Star-Lord, pronto, abre un agujero bajo nuestros pies por el que escapar.

Nos escabullimos por este, y nos encaminamos apresuradamente por los pasillos de la planta baja; entre elogios del joven medio Spartoi.

- ¿Visteis cuando pateé a ese guardia, volando a la velocidad de una bala de cañón? - comento emocionado mientras golpeo levemente al aire; con la alegría infantil de un niño, simulando los movimientos en pleno vuelo - ¿Y cuando Drax lanzó aquel sofá? - continúo, dándole un amigable codazo al gigantón; quien me dedica una leve sonrisa complice

Sin duda, la cosa parece ir viento en popa; al final la misión no va a ser para tanto...

Después de una larga espera todos los datos fueron copiados al pendrive. Frost se aparto del radiador para quitar de forma seguro el pen, sonrió victoriosa al ver obtenido tal información de forma tan fácil. Eso último le hizo saltar las alarmas. Luthor era un hombre muy importante y cauteloso, había trabajado para él y sabía qué pie calzaba, a si que debía haber un truco en todo eso. La aparición de la rubia le hizo salir de sus pensamientos, guardándose el pendrive, ya estudiaría más tarde la información. El tono no le gusto para nada, levantando se de la silla con tal fuerza que la tiro al suelo. Aunque resulte extraño, la voz del legendario forajido le hizo calmarse, recordándole que tenían una misión que cumplir.

¿Quién te ha dicho que quiera volver a trabajar con tu estúpido jefe? Tengo otros planes

Comenzó a andar hacia los chicos sin apartar la mirada de la rubia con pasos tranquilos, hasta se podía decir con chulería, como si no hubiera nadie apuntándola. Cuando se coloco entre los miembros de su grupo comenzó a concentrar su poder esperando la señal, una vez recibida actuó. Rápidamente endureció la capa de hielo de tal forma que las balas apenas lo dañaban, pero esa barrera no iba a ser eterna. Una salida subterránea, no estaba mal pensado. Una vez el camino estaba libre bajo primera, ya sabéis, las damas primero. Cuando mas miraba su grupo menos entendía que pintaba ahí, no estaba acostumbrada a trabajar con gente tan escandalosa, por suerte Rayo Negro parecía entender la belleza del silencio.

- Me tienen que estar tomando de imbécil…- Protesta Mercy, mientras baja las escalinatas, ignorando olímpicamente a todos los soldados privados en el suelo, no menos de una docena, con diferentes miembros envueltos en una capa de hielo. Hay restos de la cúpula por todas partes, derritiéndose lentamente, ella solamente camina hasta donde ve que el suelo vuelve a estar, ahora presurosamente soldado. Cierra su mandibula con fuerza, aunque no parece demasiado perturbada, sabe perfectamente como esconder su frustración, y mejor aun como liberarla. - Golfa rastrera…como la encuentre, me importa un cuerno todo, voy a volarle esa carita de engreída de un tiro…- Se da la vuelta, fúrica, y camina hacia un soldado con una insignia de teniente en el hombro derecho, le dirige una venia militar y la sigue mientras camina fuera del hall de recepción.

- ¿Qué tienes para mi, Chuck? – - No mucho, Mercy, la soldadura parecía limpia desde aquí, alerté a las barracas, tenemos al menos cincuenta hombres más preparados, no podemos traer refuerzos externos, no estarán listos a tiempo…-- ¿Recibes algo por el radio? – - Nada, tendré a todos los hombres y mujeres que tengo buscándolos, pero eso solo cubre los pisos superiores, no puedo garantizar que no encuentren algo en los inferiores o que suban…- Se detienen en una encrucijada de tres corredores, ella se acerca a una escalera de emergencia y se voltea a mirarlo. - No te preocupes por eso, quiero que los encuentres cuanto antes, tengo que averiguar que están buscando antes de matarlos, pero antes o después, si algo está claro es que no pueden salir vivos de aquí, ¿Entendido? – El teniente asiente y se retira a preparar todo, mientras que la rubia sube escaleras arriba diez pisos, abriendo una puerta y caminando por entre corredores estrechos hasta entrar por una puerta negra a una sala a oscuras, solamente iluminada por los equipos tecnológicos en los que varios operarios trabajan, monitoreando todo lo que sucede en el edificio, la mujer camina hasta quedar justo al lado de uno de aquellos hombres.

- Lex…-- Me encuentras preparando los últimos detalles, ¿es importante? – - Se cargaron a una docena de soldados en cuestión de minutos, tengo a todos los efectivos movilizándose, pero no nos va a alcanzar con ellos…- - Mercy…- - Puedo con ellos Lex, solamente necesito que me des autorización para el protocolo “Centurión”…- - Concedida, pero quiero esto resuelto, Mercy, mucho se pone en juego si fracasas…- La rubia cierra el canal de comunicación y le asiente al operario que la habia estado mirando mucho de ese tiempo. Nunca habían activado ese nuevo protocolo. El hombre introduce los comandos necesarios y la mujer pone su mano en un scanner. Las luces se encienden debajo de ellos , mientras un centenar de cuerpos metálicos se remueven ligeramente, sus servos regresando a la vida ahora que han recibido autorización para actuar. Las luces se iluminan en las cabezas metálicas del centenar de robots, organizados en perfecta formación, y mientras dos cortinas metálicas se levantan, los blindados agentes de la voluntad de Alexander Luthor se movilizan para comenzar a cubrir todos los pisos que puedan alcanzar con sus números. Todas las fuerzas de que Lexcorp puede invocar en este momento están en marcha. Mercy toma una escopeta de uno de los armarios a un lado de la sala y la amartilla, abriendo la puerta y retirándose, siempre ha preferido estar en el campo, en movimiento, donde estará la batalla.



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El edificio de Lexcorp tiene 92 pisos, de ellos, hay cuando menos 15 de subsuelo, la planta principal, y 76 hacia arriba, Lex estando en el piso 92, que es una oficina en suite y el centro de mando de seguridad estando en el piso 10. El laboratorio con el Virus T se encuentra en el quinto subsuelo (-5) del edificio.

A partir de ahora, una hueste de 100 Lexbots refuerzan a los 50 soldados que ya existían en el edificio. Los soldados son los que ya pudieron ver, no es que sean una gran amenaza, estarán a partir del piso 70 patrullando, dos por piso, comunicados por radio.

En cuanto a los Lexbots, se distribuirán de a 3 por piso en los 15 inferiores, asi como uno por piso de la planta principal (que queda vacia) hasta el piso 69.

En cuanto a estos Lexbots, tienen blindaje de graduación militar experimental, asique ningún proyectil balístico normal va a causarles daño significativo, pero no son resistentes mas allá de los estándares terrestres. De las placas que tienen en el lomo de cada mano se despliegan ametralladoras en miniatura, lo que llevan montado en el hombro izquierdo, cerca de la cabeza, es un arma de rayos, energía concentrada, intensidad media. Tienen una vez y media la velocidad de una persona normal y cuando menos tres veces la fuerza, todos sus sensores están montados en la cabeza, salvo por una cámara de emergencia y la computadora de combate, que están montadas en el pecho, de modo que pueden seguir combatiendo aún sin cabeza, aunque su efectividad se verá muy reducida.

Todos, soldados y robots, están en comunicación, asique se pueden ir movilizando hacia los puntos de conflicto en caso de detectar a los infiltrados. Los soldados solo envían señales desde sus chalecos y cascos a los Lexbots, no pueden darles ordenes mas alla de transmitirles involuntariamente si fueron atacados mediante los sensores instalados en su equipamiento, aunque los Lexbots tienen comunicación inalámbrica casi instantánea entre ellos.

Por si las dudas, todo el sistema informático de Lexcorp tiene un virus especial circulando que borra cualquier dato que se extraiga, salvo que se disponga de un hacker o un programa capaz de anular este virus. Esto se limita solo a datos de la compañía, no a datos que se transmitan entre sí los que se están infiltrando. La información del pendrive de Louise Lincoln fue borrada por el virus.

¡Saludos!

Paseando tranquilamente por los pasillos, liderando el pequeño grupo de distracción, rumbo al ascensor. Cualquiera habría pensado que era un loco o que me había caído de niño de la cuna. Sé que a veces soy un poco lo primero, y lo segundo a decir verdad no puedo asegurarlo, pero sí puedo asegurar una cosa. Cuando tienes a tus amigos cerca y luchas por salvar el mundo o el universo a veces un poco de humor o buen rollo no viene mal. ¿Que si aquellos tipos estaban preparados? Claro que lo estaban. Quiero decir, nos habíamos colado en un edificio que por lo que habíamos podido observar Rocket y yo tenía tanta seguridad como el Pentágono, pero cuando estás acostumbrado a esa clase de infiltraciones sabes hasta dónde puedes arriesgar antes de convertirte en un blanco fácil. Además, nosotros éramos la distracción. Los que tenían que alcanzar primero el laboratorio eran Rocket y los demás. Nosotros podíamos pasear y armar jaleo con tal de darles un poco de tiempo. Saqué mi pistola elemental y la hice girar en mi mano con destreza mientras silbaba una conocida canción alegremente. Drax gruñó por lo bajo y le miré.

- ¿A dónde vamos ahora?-

- Al ascensor. Tenemos que bajar un poco.-

- ¿Vamos a usar el ascensor?- Por el tono de sopresa sabía que Drax estaba flipando con la idea de usar una ratonera perfecta para bajar cuando todo el edificio nos buscaba. Sonreí, jugando con la lengua por dentro de la boca para volverme hacia el pasillo.

- Sí. Pero no como estás pensando.- Llegamos hasta el ascensor y presioné el botón mientras esperábamos. La verdad es que la situación era bastante ridícula, pero tenía un plan. Un buen plan. Y mis planes rara vez salían mal. En ese momento un robot apareció al final del pasillo, volviéndose a nosotros y apuntándonos con velocidad. Lanzó un rayo que pude esquivar de milagro. Activé mi casco y disparé tres proyectiles de energía pura, lo suficientemente potente para agujerearlo y hacer que se desplomase en el suelo pesadamente. Eso iba a alertar a todo el mundo seguro. Miré el indicador del ascensor y me volví a Drax.- Drax, abre la puerta.-

Mi compañero clavó uno de sus cuchillos en la rendija que separaba las dos puertas y, haciendo un poco de palanca, abrió lo suficiente ambas para que entrásemos. Me asomé y vi que teníamos catorce pisos hacia abajo de caída libre. Me volví a los demás y asentí.

- Frost, con el debido respeto, voy a tener que pedirte que te dejes llevar por nuestro querido Nova. A menos claro está que seas capaz de bajar cuatro pisos a pulso, en cuyo caso todo tuyo. Drax, tú puedes de sobra, ¿no?- Un gruñido anunció que así era. Tal y como esperaba a decir verdad. Rayo Negro también podría bajar por su cuenta, y en cuanto todos hubieron entrado, Drax se metió también y comenzó a bajar lentamente. Varios soldados llegaron por ambos lados del pasillo y me apuntaron. Saludé con la mano antes de llenar todo con humo y dejarme caer por el hueco mientras activaba mis botas y me quedaba flotando. El ascensor llegó justo al piso y, acercándome a este, le coloqué un propulsor extra que tenía en la gabardina guardado y lo enganché en el suelo. Lo activé y el enorme armatoste comenzó a elevarse lentamente, pero con una velocidad que iba en aumento. Menudo genio era. Me agarré al cable de este y miré bajo mis pies para ver al resto del equipo. Activé el intercomunicador y me puse en contacto con Rocket.- ¡Rocket! Colega, ¿cómo vais? Nosotros acabamos de mandar un ascensor vacío hasta el último piso. Creo que servirá de distracción. Ahora mismo estamos bajando por el hueco al laboratorio. ¿Dónde estáis?-

OFF: Siento la tardanza, pero como ya comenté, estaba ausente

Pronto, nuestro camino nos llevo hacia el ascensor; donde Drax abre las puertas con su propias manos, dejando ver así el hueco de este. Tras esto, Quill nos indica que ese será el camino a tomar; y le sugiere a la joven conocida como Frost que vaya conmigo.

Antes que la joven de cabellos níveos pueda contestar, mis manos se posan bajo la parte posterior superior de su pierna; levantándola grácilmente, como si de una princesa se tratara.

- Agárrese, señorita - comento con una sonrisa antes de lanzarme hacia el lugar indicado, iniciando un suave descenso de forma vertical

Uno a uno, vamos bajando por el hueco hasta que finalmente el capitán es el último en hacerlo; quien se encarga de hacer descender el ascensor bajo nuestros pies, como movimiento de distracción. Tras lo cual, comienza a ponerse nuevamente en contacto con Rocket; quien dirige el equipo encargado de la auténtica misión.

Ahora se planteaba si había hecho bien infiltrarse con esa panda de bonachones. Se había ganado un peligroso enemigo: Lex Luthor. Todo eso por una información que aun no había podido verificar si era correcta o no. intento no pensar mucho eso y centrarse en la misión que tenia entre manos. Se llevo las manos a la cintura escuchando atentamente al capitán del grupo, rodando los ojos ante su explicación y se volteo hacia el que la tenía que llevar. Antes que pudiera decir algo al respecto ya se veía en los brazos de ese joven, devolviéndole la sonrisa.

Soy toda tuya señorito Nova.

Dicho eso le abrazo del cuello dejándose llevar por el chico. Se sentía algo extraña, no estaba acostumbrada que la llevaran en brazos y menos un “héroe”. Miraba atentamente a cada uno de sus compañeros para luego parar su mirada en Star-Lord, el cual estaba contactando con el otro equipo. Esperaba que ellos también estuvieran llevando a cabo el plan correctamente.

La mujer camina frenéticamente por el corredor, acercándose a los ascensores. No los utilizaría en una situación como esta, pero quiere moverse rápidamente por el edificio. - Vamos, muévete…- Llama al ascensor, y espera hasta que llegue a su piso, pero cuando la luz alcanza el número diez, no suena ningún timbre para avisarle de que las puertas se abrirán. No le da mucha importancia, seguramente suba hasta algunos pisos más y baje con soldados que están rotando posiciones, inclusive podría llevárselos con ella y…- ¿Qué…? – El ascensor sigue elevándose en el tablero, supera la mitad del edificio, y cada vez la luz cambia más rápidamente el número, la rubia toma su comunicador fúrica. -Chuck, mierda, chuck, contestame…- El sonido de canal abierto llega segundos más tarde. - ¿Qué sucede, Mercy? – - ¿Dónde estás? – - Ultimo piso, esperando un ascensor, seguramente cambio de guardia, ¿Quieres que baje? – - ¿Quién te confirmó eso? – - Nadie, pero…espera, acaban de aaaaagh…- La mujer corta la comunicación y solo le dedica un “Puto Chuck” para sus adentros mientras comienza a bajar las escaleras todo lo rápido que puede, llevándose un dedo a su comunicador de oído.

- Lex…- - Confío en que me llamas para avisarme que no necesito subirme a mi traje…- - Escucha Lex, enviaron un ascensor al último piso y no puedo contactar al encargado de la seguridad de esos pisos, trataré de llamar a todos, están en el subsuelo…no subieron…-- Mercy, estoy llegando al límite de mi paciencia, espero que al menos sepas algo de esta situación mas alla de esto…- Las piezas en la mente de la rubia acaban de encajar justo para cuando no tenerle una respuesta podría ser peligroso, agradece ese oportunismo. - Los laboratorios, Lex, no hay otra respuesta…es o eso o la bóveda con la kryptonita…- - Y Superman no ha sido visto en meses…- - Exacto…asique solo pueden estar bajando hacia ellos…¿Tenemos algo allí abajo que puedan estar buscando? -- Infinidad de cosas…retenlos allí, el traje está casi operativo, luego me haré cargo personalmente…- La comunicación se corta, la mujer se detiene en el descanso del primer subsuelo, amartillando su escopeta y tomando denuevo el radio.

- Atención a todos los efectivos, el idiota de Chuck acaba de comerse un ascensor-trampa, abandonen los pisos superiores y comiencen a concentrarse en la planta baja, quiero todos los accesos al edifico vigilados…- Piensa un momento, taciturna, retoma el hilo de su frase. - Quiero equipos en las puertas principales, en las de servicio, y quiero a alguien en el alcantarillado, si vuelan una pared del subsuelo y corren por uno de esos ductos, mas les vale que vea un pelotón esperándolos si quieren cobrar sus sueldos…- Corta la comunicación y sigue bajando, escopeta en mano. Un pitido en su tableta la alerta, una mirada rápida le avisa que un androide en el primer subsuelo ha dejado de transmitir. - Están cerca…- No es estúpida, las balas de su escopeta están modificadas, pero si pudieron con uno de esos androides, va a tener que jugar el juego con astucia, la fuerza bruta no va a servir de nada. Antes de continuar bajando, ordena mediante la pantalla táctil que las unidades mecánicas se concentren en los subsuelos. Tomará tiempo, pero prefiere a los hombres cubriendo las salidas, no es su idea siquiera dejarles escapar del predio del edificio.

- Que día de mierda…- Niega con la cabeza y prosigue con su ruta escaleras abajo, tratando de alcanzar el laboratorio a tiempo.




Durante el transcurso del siguiente turno, los androides estarán desplazándose urgentemente hacia los subsuelos, mientras que los soldados bajarán para cubrir las puertas de la recepción, las de servicio y las alcantarillas cercanas al edificio.

Desplazarse y cumplir las órdenes de Mercy les tomará todo este turno siguiente.

Cuando se abrieron las puertas del quinto piso bajo la superficie ante nosotros apareció un largo pasillo con las paredes plateadas y luces de intensidad baja, dándole un aspecto casi de pasillo de hospital o algo así. Saqué un pequeño aparato electrónico del bolsillo de la gabardina y, tras darle un par de meneos, una pequeña pantalla azul se encendió en la parte superior de este. Una honda recorrió todo el pasillo y dibujó lo que buscábamos. Estábamos a un par de vueltas de esquina. Esperé a que todos estuviésemos en el piso y guardé el pequeño aparato, pasando la información al casco. Ahora se dibujaba un virus en la pantalla de estos y los datos que tenía guardados de los technarch y los phalanx. Debíamos darnos mucha prisa si queríamos evitar una catástrofe. Drax bloqueó las puertas del ascensor abollándolas hacia dentro con un fuerte puñetazo, de manera que no podían abrirse. Preparé mi pistola elemental y aceleramos el paso en dirección a los laboratorios.

Rocket y el resto aún no habían llegado, pero no tardarían en hacerlo. Era ese el momento en que el plan había marchado bien, pero venía la parte más complicada. Entrar a una instalación de máxima seguridad como había mostrado ser aquella era complicado, pero después de hacer saltar las alarmas era como quitarle un caramelo a un niño comparado con salir de allí con vida, o de una pieza. No tenía ni idea de cómo lo haríamos o dejaríamos de hacer. Lo único que esperaba era que no hubiesen andando trasteando de forma estúpida con el virus T. No contaba con tener tanta suerte, pero como soñar era gratis... En cuanto dimos un par de vueltas sin encontrarnos con nadie vimos la puerta del laboratorio. Era de metal con dos pequeñas ventanas cuadradas en cada una de las dos puertas. Naturalmente pedían un código o algo por el estilo para entrar, algo con lo que yo había contado, y por ello había cogido la pequeña tarjeta de la mujer que había en la entrada. La saqué y, tras moverla con agilidad entre mis dedos, la pasé por el lector. Un pitidito y un escaner de huella digital se mostró.

- Ah, mierda... Drax, ¿haces los honores?- Dije apartándome un poco de las puertas. Mi compañero golpeó estas con una fuerza descomunal, pero apenas pasó nada. Fruncí el ceño bajo el casco, y un nuevo golpe seco llegó. Si tenían una seguridad así en un laboratorio es que ahí dentro debían guardar de todo. Y para mayor inri, los guardias ya estaban aquí.- ¿Cuánto tiempo crees que vas a necesitar para abrir esa puerta?-

- Si sigues interrumpiéndome más del que te gustaría.-

- Te podemos dar cinco minutos antes de que esto parezca un hormiguero.- Un disparo eléctrico salió del cañón de mi arma en dirección a un guarda que apareció por el pasillo. Otra vez a pelear. ¿Acaso aquí no se dan cuenta de que estamos intentando trabajar? Qué manía con interrumpir a la gente en mitad de un robo para salvar a la Tierra.

OCC:

OFF: Perdón por la tardanza ^^" Se me pasó por los exámenes

Tras la maniobra de distracción, volvemos de nuevo a "la rutina de pasillos"; donde suelto suavemente a la joven, que aún tenía entre mis brazos, para que pueda continuar la marcha a pie.

- Ha sido un placer, señorita - le digo a la joven, con una sonrisa; haciendo una leve reverencia antes de continuar la marcha

Corremos de un lado para otro, con las alarmas resonando sobre cada una de las paredes del edificio, hasta encontrar una gigantesca puerta de metal; que, al parecer, se trata de la entrada al laboratorio. Quill intenta abrirla a través de una pequeña tarjeta, que seguramente haya robado a algún guardia o personal del edificio; pero, al no conseguirlo, opta por mandar a Drax a tirar la puerta abajo.

- Ahí, sutileza - bromeo, soltando una pequeña carcajada

Es en ese momento, cuando los guardias empiezan a hacer su aparición; lo que provoca que debamos volver a la acción.

- ¡Yo me encargo! - grito a mis compañeros, lanzándome cual cohete a por el primer grupo

Pronto, los disparos de este se centran en mi; aunque claro, aún quedan muchos más guardias por llegar.

Sonrió de forma peligrosa ante la reverencia que le dedico el chaval cuando la dejo en el suelo, empezaba a caerle bien. Sus frías manos se colocaron en sus propias caderas, rodando los ojos al ver que iban a utilizar la fuerza bruta para entrar ¿no se suponía que iban ha hacerlo con sigilo? Estos hombres… Killer Frost suspiro al ver venir a los guardias, lanzándole una fría mirada al capitán del pintoresco grupo.

¿Puedo matar ya o no?

Mientras el jefe se lo pensaba utilizo un muro de hielo para impedir el avance del enemigo, moviendo el miro para alejarlos algunos metros y dejarles algo atolondrados por el golpe, ayudando un poco al señorito nova para no dejarle todo el trabajo y de paso mataba el aburrimiento. Lo de no poder matar a nadie le estresaba, no era propio de ella.

Ausencia  :

La mujer termina de bajar las escaleras, y en la puerta de emergencia del quinto subsuelo la espera un hombre armado con una escopeta muy similar a la de ella. - Mercy...- - Raul...- - Están aqui, los encontramos, estamos concentrando a los hombres como pediste, pero va a tomarnos un poco mas, de momento tengo a un escuadrón al otro lado de esta puerta y a otro encargandose de ellos...- Ambos se miran, saben que no van a poder con el trabajo. - Lex los quiere fuera, ya sabes que aqui el fracaso no se paga, andando...- Abre la puerta y la rubia y su segundo caminan por el frente de una hilera de hombres que inciian su caminata detrás de ellos dos , al menos, hasta que el sonido del combate se intensifica, y entonces aceleran el paso, girando en varias esquinas hasta dar con el corredor que conduce a los laboratorios propiamente dichos. La mujer amartilla su rifle, expectante, pero para cuando llegan, todo es un caos en el cual un chiquillo vuela entre soldados, deflectando sus disparos y noqueandolos a golpes apoyados por el impulso de su vuelo. Deja que los soldados recien llegados corran hacia él, pero en lo que lo alcanzan un muro de hielo se alza para cerrarles el paso. Mercy se acerca lo patea, toma distancia, le vuela un disparo directo, pero las balas solamente se entierran en el hielo ligeramente, esta claro que Killer Frost está detrás de esto. - Hija de puta...- Mira a raul, que le devuelve una mirada tan dubitativa como la suya propia, ninguno tiene una manera de traspasar algo como eso. - Tengo granadas, pero seria una masacre, ¿Tienes algo? - Raul niega quedamente con la cabeza. - Puedo hacer bajar explosivos, pero tomará tiempo...- La jefe de seguridad gruñe con amargura, si tan solo tuviera una forma de...

...pasan apenas unos minutos, un estallido del hormigón del techo es lo unico que se oye, y repentinamente, un golpe ahogado en el hielo. Thump el hielo cruje. Thump el hielo se agrieta. Con un ultimo golpe, la pared completa se desploma en pedazos.






- Vas a necesitar mucho mas que fuerza bruta para abrir esa puerta...- Alexander Luthor se cruza de brazos, enfundado en su armadura, que le permite destruir esa barrera de hielo sin mayor dificultad. Se cruza de brazos, dentro de ella y con las baterias al máximo, es capaz inclusive de enfrentar a Superman, ¿Que puede un poco de hielo hacer contra él ahora? - Louise, lamento sobremanera que te hayas inclinado por trabajar con esta clase de gente, y me sorprende, deberias haberles avisado del peligro que entraña querer robarme algo a mi...- Todos los guardias yacen en el suelo, a sus espaldas, Mercy junto a los soldados que empiezan a llegar hasta ese sector, cerrando los corredores de salida. - Las puertas tienen triple blindaje, cierre al vacio, no es la clase de seguridad que puedas violar solamente dando unos golpes o tensando músculos, alienigena...- Dirige esas palabras a Drax, con un claro desprecio en el timbre de su voz. Desprecia a cualquiera que venga de fuera del planeta, pero especialmente si intentan meterse en asuntos relativos a seres humanos, aun mas si se trata de él mismo. Da un pesado paso hacia ellos, no cubre casi nada de distancia, es mucho mas impresionamiento y teatro que otra cosa.- Imagino...que este hombre es su lider...- Dice confiado, mirando a Peter Quill. - Si, tienes la postura, la actitud, eres humano, como yo, e imagino que razonable...¿No es asi? - Repentinamente, su tono deja de tener ese sutil tinte amenazador que habia tenido anteriormente. - ¿Que hay en este laboratorio, Mercy? - La rubia toma su tableta y busca rapidamente. - Tenemos un virus alienigena en el ciento treinta y ocho, Lex...- - Hmm...lo imaginaba, rara vez los alienigenas están interesados en cosas terrestres...- Otro paso más, corto, pero confiado. Siente que es indetenible con su armadura puesta y un ejercito de androides y guardias de seguridad, se siente completamente triunfador, en su elemento. - Ahora que hemos establecido lo que están buscando y que no van a poder abrir esa puerta con fuerza bruta, creo que es hora de dejar algo claro...- Mira a Starlord directamente a los ojos, y sonrie de lado. -...y es que tienen mucha suerte de estar intentando esto en medio de Metrópolis, en este momento tan particular de mi vida, uno que, como comprenderán, requiere de cierta..."conducta" por mi parte...- La sonrisa se pronuncia un poco más. - Estoy dispuesto a dejarlos a ir, inclusive a perdonarles haber arruinado una pieza de equipamiento tan avanzada como mis androides, y claro los daños edilicios, todo si aceptan irse de aqui de inmediato...- No es estupido, comprende su contexto y sabe como jugar en él.

- Por otra parte, si consideran que tienen posibilidad de abrir esa puerta y deciden arriesgarse, seria prudente que tomaran en cuenta que estamos en un quinto subsuelo, y que si mueren, nadie lo sabria...- Su mirada en ese momento adquiere un tinte perturbador, el de alguien que habla casual y hasta elegantemente de asesinar a varias personas sin pensarselo dos veces. - Consideralo, hombre de la máscara, mi jefe de seguridad te habria disparado de tener la mas minima oportunidad, y yo, que tengo aun mas motivos, estoy dejandote a ti y a tus amigos vivir...Un simple virus no puede ser mas importante que las vidas de todos ustedes, ¿Verdad? - Hace un largo silencio, dejando que las palabras floten en el aire, siempre hay algo dramático en su manera de actuar, actoral.

- Tienes un minuto para decidirte, de seguro sabes que mi tiempo es demasiado valioso...asique...¿Que será? - Luthor se queda quieto, paciente, esperando. Sabe que la puerta no se abrirá solo por la fuerza del alienigena, y que si intentan algo, puede detenerlos. No es invulnerable, pero definitivamente puede soportar sus embates, es la pieza de tecnologia mas potente que posee. Todas las cartas, piensa él, están en su mano en este momento. Jaque Mate.




Las fuerzas de seguridad de Lexcorp en pleno habrán tomado sus posiciones en el transcurso del turno que vendrá ahora.

La armadura de Lex es realmente muy potente, capaz de resistir en combate con el propio Superman, asique es muy resistente, durable, ignifuga, capaz de resistir congelamiento, inclusive de volar con propulsores en las botas. Aumenta su fuerza considerablemente, tanto como para intercambiar golpes con Superman cuando este no esta usando demasiada fuerza, pero lo que gana en casi todos los aspectos flaquea por el lado de la agilidad. Lo mas que se ha podido lograr es que no le reste maniobrabilidad, pero tampoco la aumenta. Intentar confrontarlo requeriria de todos los presentes en el equipo de Starlord y aun asi no es seguro que puedan ganarle.

Es importante destacar que no es invulnerable, solo muy resistente.

La puerta del laboratorio no puede ser abierta solamente con la fuerza de Drax, pero atacarla de lleno con algun ataque de energia potente, o un explosivo de alto impacto de tecnologia superior a la terrestre podria volarla, el punto es que no es indestructible, y es mucho menos resistente que la armadura de Luthor, solamente no puede abrirse con fuerza bruta.

Cualquier cosa, ¡Me dicen!

Drax farfulló algo y siguió intentando abrir la puerta. Debía tener una seguridad enorme puesto que mi compañero llevaba ya un rato y no tenía manera humana de conseguir nada. ¿Sería una puerta súper blindada? Si a Drax le estaba costando no quería saber qué podían tener ahí dentro. Esperaba que Rocket consiguiese entrar por los conductos de ventilación y abrirnos desde dentro o coger el virus. Cualquiera de las dos me valía. Sam se lanzó volando a por un grupo de tipos que venían hacia nosotros y Frost levantó un muro de hielo que bloqueó el camino. Sonreí bajo mi máscara y puse los ojos en blanco ante su comentario. Drax rió.

- Me gustan los métodos de esta mujer.-

- Qué manía. ¿Por qué queréis matar a todo el mundo siempre? Nos hemos colado en su casa, dad las gracias a que todavía estamos con vida.- Un ruido nos rodeó. Fuerte, seco, que nos obligó a detenernos un momento. El muro de hielo comenzó a desquebrajarse hasta que lo hizo por completo y apareció un tipo en una... ¿Armadura? ¿Tony? Vale, no, no era Tony, aunque llevaba un traje parecido. Una especie de armadura metálica oscura con la que fue caminando hacia nosotros. No tenía ni idea de qué estaba hecha, pero a juzgar por su tranquilidad y por lo que había visto hacer a mi compañero debía ser resistente como ella sola. Drax también se percató del tipo que nos acompañaba y cesó en su intento de abrir la puerta, preparándose para pelear si hiciese falta. No sabía quién era ese tipo. No le reconocí. Lo único que pude suponer por sus palabras es que era un jefazo o algo por el estilo.

Y cómo no, se empezó a tirar todo el pisto. Que que machote soy, que si le debíamos dar las gracias por que no nos hubiese matado, bla bla bla. Anda que no me habré cruzado con gente así. Me recordó un poco a Ronan. Me reconoció como el líder y yo me encogí de hombros como si fuese lo más normal. Dijo entonces que la puerta no se abriría así como así, lo cual me tensó un poco. Ya me estaba extrañando que Drax estuviese tardando tanto, y si era verdad que estaba cerrada al vacío no habría forma de hacerlo. Drax era fuerte, lo suficiente como para pegarse con Thanos y sobrevivir. Pero incluso él tenía sus límites, y non tenía ninguna gema ni piedra espacial que potenciase sus habilidades en ese momento, así que escuchar lo que el tipo nos tenía que decir me pareció lo suficientemente prudente como para hacerlo. Mientras hablaba valoraba todas nuestras posibilidades. De haber sido cualquier otra cosa lo que había al otro lado de aquellas puertas seguramente hasta me habría planteado su oferta de irnos, pero siendo un virus T ni de coña. No tenía ninguna gana de que eso se escapase y convirtiese a media Terra en un ejército de phalanx. Estaba dispuesto a morir por salvar mi planeta de un destino así.

Había una cosa en la que se equivocaba, y era en lo de que nadie sabría que estábamos allí abajo. Por suerte Rocket y yo habíamos sido lo suficientemente cautos para no entrar todos en el edificio. Teníamos a alguien fuera que nos sacaría de allí en cuanto se lo pidiésemos. O al menos lo intentaría. Además contaba con que Rocket habría sido capaz de burlar toda la seguridad y estaría a punto de colarse en el laboratorio, si no lo había hecho ya. Necesitaba saber si él tenía ya el virus o si le quedaba poco tiempo, así que con sumo cuidado mientras él hablaba le mandé un mensaje a mi peludo amigo para saber su posición. Le mandé una pequeña grabación susurrando muy bajito al micro de mi casco explicándole nuestras situación. Cuando el tipo de la armadura terminó de contarnos su vida había avanzado hasta quedarse a unos pocos pasos de nosotros. No sabía hasta qué punto lo que nos había dicho era verdad o mentira, pero ahora sólo necesitaba una cosa. Ganar todo el tiempo que pudiese para Rocket.

- ¡Ey! ¿Qué tal? Supongo que tú serás el jefe... Y sí, soy el líder de este pequeño grupo. Puedes llamarme Star-Lord. La cosa es un poco... Más complicada de lo que crees. Verás, lo que tenéis ahí dentro no es un virus cualquiera. Aquí en la Tierra estáis acostumbrados a la gripe y esas cosas, pero ese bicho no es como la gripe. No sé si habréis jugado con él, pero si esa cosa sale por ahí y se pone a contagiar a la gente vamos a tener un pequeño problema de bichos en la tierra... Y no lo digo en sentido figurado, no. Hablo de bichos literales. Pero es normal que no lo entendáis. Nos hemos esforzado mucho para evitar que lleguen a este planeta. ¿Cómo has dicho que te llamabas? Bueno, es igual. ¿Sabes? Tu armadura está bastante guay. Me recuerda a la de un colega. ¿No se la habrás robado, verdad? Sé que se molestaría un poco si fuese así... ¡Oh, perdón, ya! Me voy por las ramas. Sobre lo de si nos quedamos aquí o no y si abrimos la puerta o no... Te agradezco que nos hayas dicho que no podemos abrirla por la fuerza porque eso era lo que pretendíamos, ¿verdad? Sí... Es decir, parece una puerta bastante bonita y resistente... Desde luego no nos gustaría romperla. Sentimos lo de los robots, no pretendíamos hacer daño a nadie, pero como comprenderás tenemos que llegar al virus ese como bien has podido deducir. El caso es... Que, ¿por qué íbamos a pelear? Es un poco absurdo. No hay razón de hacerlo... Pero se me ocurre una idea mejor. Tú nos das ese virus y nosotros nos vamos sin causar ningún daño más ni problema ni nada... ¿Qué te parece? Ya que hemos llegado tan lejos creo que podemos valorar un poco la situación y demás... Al fin y al cabo somos hombres y estoy seguro de que por tu actitud eres un tipo listo y sabe cuándo un negocio puede ser productivo entre dos... ¿Qué me dices? ¿Hay trato?- "Rocket, por favor, dime algo, no creo que pueda ganar más tiempo...". Y es que en ese momento, dependíamos totalmente de si mi compañero había conseguido entrar y si podría abrir la puerta o sacar de allí el virus. Rocket nunca me había fallado. Sabía que no lo haría esta vez... ¿Verdad?

Mientras yo me encargo de un par de guardias, la joven de capacidades congelantes hace lo propio produciendo un muro de hielo que arroya a un gran número de esto; sin embargo, las cosas comienzan a complicarse cuando un extraño e imponente tipo hace su aparición. Se trata de un calvo, embutido en una armadura algo más pequeña que la ya conocida Hulkbuster, con unos aires de superioridad y chulería muy superiores a los de nuestro viejo amigo Tony.

Quizás se trate de algún enemigo de este; quien sabe. Aunque juraría que su cara me resulta familiar; quizás de haberla visto en algún sitio.

Pronto, una pequeña batalla dialéctica se desarrolla entre el desconocido y nuestro líder; quien juraría, está haciendo tiempo para que la verdadera misión se lleve a cabo. Ante lo cual, decido descender lentamente del cielo y colocarme junto a Quill; adquiriendo así una postura aparentemente menos "hostil".

- Solo dímelo, y voy con todo contra El Terminator - digo, en un tono de voz algo bajo, para que solo el medio spartoi pueda oírme

OFF: Siento la tardanza y la brevedad del post

- Me gustan los métodos de esta mujer.-

- Qué manía. ¿Por qué queréis matar a todo el mundo siempre? Nos hemos colado en su casa, dad las gracias a que todavía estamos con vida.-

Porque estoy cansada de hacer muros y tengo ganas de irme a casa ya ¿acaso no queréis terminar esto rápido? Oh vaya, hemos entrado en su casa ¿quieres un pin?

Fue la contestación irónica de Killer Frost al Comentario de su líder en prácticas, sonriendo al fortachón que pensaba igual que ella. Se volteo al hombre del casco enseñando un pin de hielo que acababa de crear para meterse un poco con él, tenía que descargar tensiones como pudiera. Se volteo rápidamente al escuchar como su muro se rompía, lo había creado con varias capas mas resistentes que las anteriores. Miro de arriba abajo al causante de tal destrozo con una pequeña mueca de descaro. Se coloco las manos a cada lado de la cintura mostrándole que no le tenia miedo.

No recuerdo haberle jurado lealtad Luthor. Al menos ellos no juegan con cosas que pueden destruir media humanidad; necesito gente que trabaje para luego robarles.

Le sonrió con picardía al Jefe de Lexcorp. Dio un paso para atrás cuando Star-Lord comenzó a hablar sin parar, su charla le daba tiempo a pensar en la propuesta que les acababan de ofrecer, pero sus ojos estaban fijos a esa armadura que le hacían recordar un rumor. Mientras buscaba la manera de eliminar a Firestorm y evitar que Flash se metiera en sus asuntos, escucho que en una ciudad lejana donde reinaba un héroe de nombre Superman, el cual tenía unas capacidades nunca vistas, Lex Luthor le puso las cosas muy difíciles con una especie de armadura ¿sería esta la famosa armadura capaz de hacerle frente al súper héroe más querido? Por ese echo decidió tener unas cuantas colaboraciones con Lex, pero eso ya forma cosa del pasado. El monologo del líder término y la muestra de valentía o de estupidez del chico nova le hizo saltar las alarmas. Al estar solo por un paso detrás de él puso escuchar al muchacho, por lo cual también hablo en tono bajo para que Luthor no les escuchara y se montara la película de que estaban valorando su proposición de paz.

Mide tus palabras chaval, si los rumores son ciertos, esta podría ser la armadura la cual puede aguantar un combate con Superman. Por si no sabéis quien es Superman es un súper héroe muy superior a la media con cualidades perfectas, es casi invencible. Con lo que quiero decir es que… si pasáis de su propuesta os puede eliminar fácilmente…a no ser que tengáis un plan contra súper armaduras.

Les explico lo poco que sabia del Kryptoniano ya que ella era de la ciudad del hombre más rápido del mundo. No le gustaba hablar más de la cuenta, pero con todo el jaleo que hubo en la casi fin del mundo y que habían parecido nuevos héroes, al igual que villanos, pensó que serian del otro mundo.  Puso una mueca de desagrado al darse cuenta que había repetido demasiadas veces la palabra “súper”.

Alexander Luthor no podría haber arqueado mas su ceja si lo hubiera intentado. Otros se habrían quebrado solamente con ver su armadura destrozando semejante muro de hielo con facilidad, y no los habría culpado en absoluto, pero Star-Lord no parecía inmutado en lo mas minimo, y no solo eso, sino que le hablaba con total confianza, mientras el resto de los miembros de su equipo se removian suavemente y murmuraban entre ellos. El empresario se cruzó de brazos, dejandolo hablar, en espera de al menos conseguir algo útil de su discurso, y eso mismo consiguió. - Un virus extraterrestre capaz de convertir en esclava a la raza humana...- Juega con aquellas palabras y las desliza muy lentamente desde sus labios, dándose todo el tiempo posible dentro de su plazo autoimpuesto de tiempo para que ellos tomaran una decisión. El humano era, a su ver, incauto por haber revelado tanta información clave en tan pocos segundos, pero no iba a quejarse, por el contrario. - ¿Jugar? - Se detuvo en esa palabra, y su mirada se fue hacia la bella mujer que lo miraba con desafio, sonriendole con evidente superioridad. - Louise, esa es una palabra errónea, piensa con cuidado...si tuvieras mi visión, en lugar de un juguete peligroso, verias un recurso estratégico...- Nada en su expresión dejaba ver otra cosa que una insufrible y egolatra alegria en el calvo, los intrusos acorralados, la naturaleza de aquel misterioso virus alienígena revelada, e incluso se podía dar el elusivo placer de tener a Killer Frost frente a él para desmerecerla y contestar a sus insultos. - ¿Por qué liberar el virus? Piénsalo, la sola amenaza de ello sería suficiente, y extraterrestres violentos como los que tenemos aqui mismo no se atreverían a pisar esta Tierra si arriesgaran contagiarse este virus y que el mismo se diseminara de nuevo por la galaxia...todo está en la forma de verlo, y tú, Killer Frost, lo ves como la soldado raso que eres en esta estructura...- Mira de nuevo a Star-Lord, descruzando sus brazos. - Lo cual me lleva a afirmar mi deseo de conservar ese virus en este edificio...y a insistir en que no tienen forma de forzar esa puerta sin acabar inmediatamente muertos...- Pero mientras habla, su mente vuela alocadamente en ideas de cómo utilizar ese virus contra Superman, en la exquisita idea de una Supergirl contaminada y asfixiada por ese virus, y si podía transformar, quizás, solo quizás, también pudiese ser utilizado para dominar. Las perspectivas parecían ilimitadas.

- Creo que compartimos la suficiente visión como para saber que no vale la pena seguir discutiendo esto, ¿Verdad, Star-Lord? Pero quieres hacer negocios, y soy un hombre razonable, asique déjame hacerte una contraoferta...- Las armas se alzan hacia los intrusos mientras él camina pesadamente hasta quedar a centímetros del hombre de la máscara, inclinándose levemente para acercar su mirada a la suya, todo su lenguaje corporal dice que se acabó el momento de vanagloriarse, y que es hora de dejar salir a la criatura que vive detrás del empresario. - Se dan la vuelta y regresan por donde vinieron antes de que considere analizar tu máscara tras arrancarla de tu cabeza con ella incluida, y salvas la vida de tus amigos, e incluso le evitas al pobre adolescente que te acompaña el predicamento de decidir qué hacer con miles de balas alojadas en su cuerpo antes de caer abatido al suelo, sé que te importan muchos más que Killer Frost...es tu última oportunidad de evitartelo...¿He sido claro? - Todo eso había sido dicho de una forma innegociablemente dura, fría, en un susurro, sin ninguna duda posible en el tono de su voz. El momento de jugar había concluido, no más discursos ni palabras, ahora que sabía lo que valía aquello que residia dentro de la bóveda del laboratorio, no tenía la más mínima intención de siquiera permitir la chance mas escueta de perderlo, se aferraría a una ventaja tan grande con todo su ser, con cada onza de crueldad y voracidad que tenía.



Todas las fuerzas de seguridad están en posición y Luthor no va a negociar nada más.

Si quieren que Rocket y su equipo lleguen, se roben el virus y armen un escándalo para escapar de Luthor, este sería el momento.

- Shhh, ni se te ocurra... Este tío no tiene pinta de andarse con tonterías.- Susurré al joven Sam cuando me dijo lo de saltar a por el de la armadura. Había algo en él, en el aura que le rodeaba que me daba muy mala espina. No era Thanos, claro está, pero esa seguridad, ese brillo en los ojos, esa tranquilidad con que nos hablaba... Bien era cierto que estaba en su territorio, pero ahora empezaba a pensar que habernos colado allí podría haber sido una mala idea. Una muy mala idea. Una idea a lo Peter Quill vaya. ¿Louise? ¿Quién era Louise? Y entonces me di cuenta de que le hablaba a Frost, la mujer de hielo que había venido con nosotros. No hubo nombres, tan solo apodos, y el suyo era Killer Frost. Tampoco era como si saber su verdadero nombre fuese a cambiar algo la situación. Nosotros buscamos a gente de nuestro estilo, dispuestos a saltarse un poquito las normas para conseguir algo gordo. Por decirlo de algún modo nosotros éramos los que teníamos el valor (o la insensatez) de mancharnos las manos en aquellas cosas que el cuerpo Nova no quería hacer. Y ya podían criticarnos y ponernos a caer de un burro que poco me importaba. Yo me lo pasaba bien y hacíamos el bien. Dos pájaros de un tiro.

Frost se acercó y nos susurró que no nos andásemos con tonterías con aquel tipo. Tras valorar la situación medio segundo decidí hacerle caso. Parecía conocerle, al igual que él a ella, y si era verdad que con esa armadura podía enfrentarse a Superman... De ese tío sabíamos solo lo que habíamos encontrado tras la colisión, pero al parecer era un máquina. Un tipo con una fuerza sin límites y con la capacidad de volar, lanzar rayos por los ojos, congelar con su aliento... La repera vamos. No estaba en la Atalaya cuando nos estrellamos con ella, de manera que no le conocíamos en persona. Por suerte para nosotros era de los buenos. Luthor volvió a hablar, ofreciéndonos una contra oferta. Como era de esperar el tipo no tenía ninguna intención de librarse del virus, lo cual no me sorprendió en absoluto. La gente siempre cree que puede controlar lo que desconoce. Controlar el virus a su antojo era uno de los mayores errores que podía cometer. El virus T no se podía controlar. Los phalanx, las criaturas que salían tras ser infectado por él, no obedecían a nadie más que a su mente maestra, y te matarían, o peor, te infectarían antes siquiera de que supieses qué había pasado. Era como intentar controlar un volcán en erupción o una tormenta.

Apreté los dientes dentro de mi casco cuando dijo que me lo arrancaría, pero fue más por el hecho de saber que no podíamos ganar en aquella situación. Nos habíamos metido en la garganta del lobo prácticamente, y él tenía la mano ganadora. Ya sólo podíamos depender de...

- ¡QUILL! ¡No queda rastro del virus! ¡Queda el rayo! ¡Tenemos fuerte resis¡QUE A MÍ NO ME DISPARES! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAG!tencia aquí abajo!- Salvados por la campana.

- ¡CERRAD LOS OJOS!- En ese momento, una explosión brutal voló desde dentro la puerta del laboratorio. Me cubrí la cara con el brazo izquierdo para evitar que me golpease algún escombro. El momento de confusión fue el justo para hacer mi jugada. Cogí una pequeña bola del tamaño de una manzana que tenía en el cinturón y la lancé en medio de los soldados. Al activarse un campo magnético tiró de todos ellos hacia la bola, dejándolos durante un par de segundos fuera de combate. Disponíamos de un par de segundos preciosos que yo no estaba dispuesto a perder, así que activé mis botas propulsoras y me lancé al interior del laboratorio, con la intención de encontrar un sitio por el que salir de allí a toda prisa. Activé el intercomunicador poniéndome en contacto con nuestro apoyo exterior.- ¡Gamora! ¡El virus ha sido destruído! ¡Ven y sácanos de aquí!-

El caos que había en el interior de aquella enorme sala era mayúsculo. Androides disparando desde el otro lado de la sala, nuestro equipo disparando contra ellos, Rocket volando todo lo que podía... Miré hacia atrás y vi al resto de mi equipo siguiéndome a toda prisa. Bien, al menos no se han quedado empanados. Sabía que disponíamos de menos tiempo que nada. Luthor no se iba a tomar nada bien todo eso, y en cuanto recobrase la vista (a estas alturas sus ojos ya deberían estar perfectamente tras el fogonazo de luz de la explosión) iría a por mí sin piedad, y a decir verdad yo no pretendía morir aún. Saqué mi arma y disparé contra aquellos androides que no parecían dejar de venir.

- ¡Creo que nunca me había alegrado tanto de que me chillases en el oído! No tenemos nada de tiempo, hay que salir de aquí YA. Gamora nos está esperando fuera. ¿Alguna idea? Por donde hemos venido nosotros está imposible, así que espero que tengáis un hueco del ascensor o algo para escapar o estamos bien jodidos.- No quería quedarme allí dentro ni un minuto mas. Ya nos habíamos ganado otro enemigo mortal y cuanto antes le perdiésemos de vista mejor. Volvería. Eso seguro. Dentro de una semana, unos meses... Dentro del tiempo que fuera, pero sabía que nos volveríamos a ver. Tengo esa suerte. Cada vez que cabreo a alguien ese alguien por azares del destino vuelve a presentarse en mi vida en menos tiempo del que la gente desearía, y desde luego nunca lo suficientemente tarde como para haber olvidado mi afrenta.

Mis palabras llegan a oídos no solo de mi fiel compañero Quill, sino también de la joven de piel nívea; quien pronto se pronuncia, alegando que el tipo que tenemos frente a nosotros es mucho más poderoso de lo que a simple vista pueda parecer. Por lo visto el arma que usa de exoesqueleto posee la fuerza suficiente como para haber puesto en jaque a aquel que llaman Superman; un alienígena de gran poder, proveniente de su universo.

Palabras que, aunque yo no tomo demasiado en serio, nuestro líder decide tomar en cuenta; por lo que me pide que me mantenga quieto, por ahora. La tensión se palpa en el ambiente mientras nos mantenemos inmóviles y en silencio, esperando una solución al problema más que evidente que ahora nos atañe.

Por suerte, este pronto se ve interrumpido por el intercomunicador del medio spartoi; por el cual puede oírse, casi con total claridad, los gritos de Rocket. Seguidamente, tras una advertencia de Quill, una de las paredes cercanas vuela en mil pedazos; comenzando así la "maniobra de escape".

- Señorita Frost, creo que va siendo hora de marcharnos - le digo a la joven de capacidades congelantes; cediéndole el paso de forma caballerosa, a la vez que jocosa, y con una amplia mueca de satisfacción

Así, me coloco en la retaguardia de la joven y comienzo a lanzar rayos en dirección contraria hacia donde estamos escapando; con intención de frenar un poco el más que posible avance de nuestros perseguidores.

- Tal y como estamos ahora, lo mejor será volar una pared y salir por piernas - respondo ante las palabras del medio terrano

Suspiro aliviada al ver que le hacían caso, esa armadura no había que tomársela a broma. Cuando todo parecía perdido la puerta del laboratorio salió volando, Louise fue lo bastante rápida para ocultarse detrás del grandullón para evitar el máximo daño posible. La joven miro la magnética bola con curiosidad, tener unas cuantas les iría genial a las sirenas de Gotham, pero no esperaría que el líder de esta panta de locos le regalase los planos por su cara bonita. El gesto del Nova le hizo gracia a la gélida mujer, pasando delante de él siguiendo la estela que dejaban las botas de Star-Lord. Al fin podía lanzar flechas de hielo a quienes se ponga en su camino.

Al ver todo ese alboroto se alegraba de no haber ido con el equipo de esa especie de mapache histérico, volando todo lo que veía. Mientras frenaba los pies a los androides para que fueran un blanco inmóvil, escuchaba la búsqueda de ideas para huir.

Siguiendo la idea del joven Nova, yo podría congelar una pared para que hacerla pedazos fuera un juego de niños y si da al exterior un tobogán para deslizarnos por el para llegar sin problemas al exterior.

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Me permití asumir que sus personajes llevaban a cabo el plan que habían comentado, era la única escapatoria lógica y no tenemos que hacer toda otra ronda solo aclarando que se escapan cuando ya el otro equipo está sano y salvo.

Si quieren hacer una ronda más, la hacemos de todos modos, si no, cerramos el tema o hacemos lo que diga Star Lord, yo encantado de haber puesto de mi parte, más si se han divertido todos

¡Saludos!