¡Vikingas en acción! [Brunilda, Carrie, Kamala] (Post-omega)

¿Estan bien atadas estas botas? Ugh, es mejor que los zapatitos de duende verdes pero aun asi me están rompiendo los arcos de los pies. Me ajusté un poco mejor las bandas de cuero que tenia alrededor de las muñecas y traté de colarme entre la muchedumbre, bueno, en los alrededores, porque ir al centro era como meterse de lleno al ojo de un huracán, ¡Es que nunca habia venido a algo como esto! Recuerdo los posters de Kiss allá de donde vengo, pero se pintaban las caras, en realidad era todo muy calmado al menos si lo comparas con esto. ¡Oh! Si, los detalles: Tenemos sospechas con el Jefe de que un peligroso asesino serial Gothamite se podria haber escapado aqui a Nueva York, y cuando escarbamos un poco en su expediente y encontramos su apartamento, habian decenas de camisetas y posters de esta banda pegados por todas partes. Lo demás es de manual : Ubicamos el concierto mas próximo en el pais y aqui estoy de encubierto, tratando de que nadie note que ni siquiera se que están cantando. ¿El problema? Aun no encontré a nadie, y empiezo a pensar que la pista se enfrió o que él decidio no venir, o no consiguio una entrada, el punto es que no voy a encontrar a ningún asesino serial aqui, que no es que sea el unico criminal aqui, no con las caras que tenia mucho del personal de seguridad.

Rebusqué un poco en mis jeans y tomé mi comunicador, agazapandome entre el gentio para poder hablar sin que me viesen. - Nada aun Jefe, como una aguja en un pajar, pero dame un poco mas de tiempo y veré que encuentro, de todos modos y quedan bastantes canciones antes de que termine, Carrie Fuera - Corté la comunicación esperando que me haya escuchado entre tanta gente cantando a coro y a los gritos y saltando como si se fuera a acabar el mundo. Continué mi camino entre el gentío hasta que vino uno de los estribillos, una de esas partes donde todo lo que escuchabas y entendias era "Troll", y un chico con la misma cara que uno me tomó la camiseta con fuerza  para evitar caerse al suelo en medio de la muchedumbre que se movia cada vez más. - ¡Eh tú! ¡Quita, quita esa mano! - Forcejeé con insistencia, pero hasta cuando ya se habia caido me arrastró con él  hasta casi caerme, y borracho o no, le di una patada en el costado para que me soltara, rayos, que todo este lugar me pone...¿Agresiva?

Muy bien Carrie, calmate, respira, ignora la música y los vikingos locos y concentrate en la misión, ¿Que es lo primero que necesitas hacer? Encontrar contactos, gente que te ayude a conseguir información, si, eso, y...ahi esta mi oportunidad. Corrí esquivando los cuerpos sudorosos y di un saltito para quitarle la cerveza de la mano a alguien y perderme entre la ropa negra a la misma velocidad que habia venido, bajando el paso solamente cuando las tuve cerca mio. Una neorme vikinga que tenia apariencia de poder partirle la cabeza a cualquiera aqui dentro que tenia cerveza sobre su ropa y miraba con cara de pocos amigos a una chica que ahora trataba de hacer buenas migas con ella.

- ¡Ja! ¡Esa fue buena! - Me acerqué, haciendo el tono de amiga vikinga metalera ocasional mas creible que podia. - Cosas que pasan en los conciertos, ¿Verdad? - Les sonreí a ambas, mi sonrisa se ve mejor ahora que no estoy usando los lentes del uniforme. - Para la temible guerrera...- Puse la cerveza en la mano de la rubia...de la rubia mas alta, y cuando me quede segura de que tenia suficientes "Libaciones" como para no matar a la rubia mas bajita, le di la mano con fuerza. - Carrie, un placer...- Luego, estreche la mano con la pelirroja que venia con ella. Si no estuviese en una misión, me detendria en lo bonitas que se ven todas...uh, digo, en lo bien que encajan aqui, si, es que yo no se si encajo bien.

- ¿Llevan mucho aqui? - Muy bien Caroline, a sacarle brillo a esa personalidad, Batman no va a quedarse esperando para siempre a que atrapes a ese tipo.

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¡A mi esa fecha me va perfectamente!

La chica pelirroja tenía un montón de cachivaches que usaba para derrotar a los malvados. La guerrera rubia no comprendía muy bien ni los nombres ni la utilización de esos artefactos. A veces la parecía chocante lo mucho que utilizaba la palabra bat. No sabía si era por algo en concreto o  una muletilla del habla propia del lugar de donde provenía Carrie. Al provenir tanto de otro reino como de otro universo en el que no existía Gotham, ella no estaba enterada de la influencia del murciélago en esa ciudad ni en  el mundo. Además, tampoco es que estuviera muy aculturizada en lo referente a la cultura de la tierra o la actualidad en ella. Por eso cada vez que decía cosas como batcinturón, la rubia guerrera ponía cara de no entender lo que quería decir aquello.

Abrió sus ojos con sorpresa ante el efusivo Lo sabía pronunciado por la pelirroja. Parecía que la joven había llegado a una conclusión de importancia. - Colmillo de Dragón es una espada con muchas virtudes peculiares.- En muchas culturas, incluida la vikinga, la nórdica y la asgardiana, se consideraba que el arma era quien elegía a su dueño. Brunilda era hábil en el manejo de todo tipo de armas y en especial aquellas con un extraño poder o valor místico. Había portado muchas espadas a lo largo de su longeva vida, muchas de ellas singulares y de formidables poderes. Sin embargo, la espada que mejor se aclimataba a ella y con la que mejor peleaba era Colmillo de Dragón. La primera vez que la tuvo en sus manos supo que aquella sería su compañera de innumerables batallas.

Prestó atención al plan de la pelirroja. Parecía que era buena abordando ese tipo de situaciones en las que tienes que actuar en equipo. Las acciones que había propuesto la Batchica le parecieron correctas, más no dijo mucho. Ella no era muy dada a  dar ánimos ni hacer muchas observaciones o arengas en sus trabajos con heroína. No era una mujer conocida por su don de gentes ni por sus palabras de ánimo y consuelo. Whitespider confirmó con palabras su conformidad al plan trazado por la chica Robin. Brunilda se limitó a asentir con la cabeza para hacerle notar a la joven que estaba de acuerdo con lo que había propuesto.

La valkyria levantó la gran espada y la giró con gran precisión y destreza. Sus movimientos eran ágiles, rápidos y precisos.  Brunilda controlaba la espada como si fuera parte de su esencia misma. Casi parecía una danza. Sus acciones, en ese primer momento, estaban más destinadas a embelesar, atraer y captar la atención del enemigo para que dirigiera los ataques hacia ella. Era un despliegue te sus técnicas, de su destreza y su arrogancia con el fin de captar la atención del enemigo. Sonrió de forma prepotente y altiva. Su semblante se mostraba desafiante y en su mirada  había ese fuego Era un intento de provocación al contrario para que se centrase en ella y poder efectuar el plan propuesto por la Robin.

Las ondas veían directamente hacia ella, como si en su cuerpo estuviese pintada una diana gigante. En el momento justo saltó, desenvainó su espada y cortó la onda desde arriba mientras se dejaba hacer a la fuerza de la gravedad su trabajo, arrastrándola hacia el suelo. Luego se movió hacia delante, aproximándose a los nuevos ataques de sus adversarios. Para cortar cuanto antes el ataque enemigo, la rubia se movió con presteza y agilidad. Movió su espada de forma rauda y precisa, cortando las ondas que se la aproximaban de forma casi inmediata. Su concentración en su misión era tanta que en un corto espacio de tiempo había avanzado un gran terreno hasta el escenario cortando cada ataque que los malhechores lanzaban sobre ella.

No entendía el significado de aquel nombre gryffindor. ¿Qué era un gryffindor? No conocía ese referente de la cultura midgariana. Al menos sabía que ese tal gryffindor no podía ser un  enemigo, ya que, la chica araña había dicho ese nombre cuando había realizado un golpe certero a uno de sus adversarios. Le pareció una palabra singular y curiosa, pero lo cierto es que no tenía ninguna relevancia estarse preguntando por el significado de aquella palabra en medio de una pugna.

Los maleantes se encontraban en el suelo desmallados. Una vez realizado el rescate y apresado a los villanos, la valkyria se acercó a Carrie. La miró con sus ojos fijamente. Estaba usando la percepción de su casta para determinar en qué estado se encontraba la Robin. No percibía ningún ahora de muerte y su hilo parecía estar intacto. Se agachó y comprobó sus constantes vitales. Puso la mano en su cuello. Cuando una valquiria tocaba a un ser humano, ella percibía si la persona tenía algún daño físico de gravedad. -  Es sólo el daño del golpe, se pondrá bien. Si el destino lo cree oportuno, nuestros caminos volverán a cruzarse.  -

Enarcó las cejas en una clara muestra de incomprensión a lo que estaba diciendo la arañita. Dar like …  Compartir … Facebook … esos conceptos se la escapaban. Recordó sus conversaciones con su amiga Jen. Eran unas cosas de ese mundo virtual al que los midgarianos accedían a través de la pantalla de unas máquinas como móviles y ordenadores.

- Es mi ropa de batalla. – A la rubia no le importaba ser cazada con sus ropajes de guerrera. No es como si le fuera indispensable tener una separación entre su identidad de heroína y su vida normal. Prácticamente su identidad secreta y su vida de heroína estaban tan estrechamente ligadas y unidas que eran la misma. No había ninguna separación entre esos ámbitos de su vida. - Es inevitable, pues, que sepáis milady Gwendoline que   soy una valkyria. – Brunilda enfundó su espada y el hechizo que ligaba la espada a su ropa de batalla se revirtió. Su vestimenta volvió a ser la que llevaba en un principio, aquellas ropas de calle que se había puesto para acudir al evento lúdico.