Desventuras de un héroe 2.0 - (Sam Alexander y libre ) 20-01-2019

Nova la había llevado a un local que había llamado Central Tart. Ya desde el momento en que habían llegado a la puerta, Alice no dejaba de ojearlo todo con los ojos muy abiertos, recordándose cuando meses atrás había paseado por Nueva York, sintiéndose deslumbrada por cada uno de los detalles de aquél lugar.

Nova abrió la puerta y Alice entró lentamente en el local. A ambos lados de la entrada, pegados a la ventana del escaparate que formaba toda la cara frontal de Central Tart, había varias mesitas y sofás con cojines, algunos ocupados por clientes que se habían sentado ahí, ya fuera para que les dieran los cálidos rayos de sol en la espalda o para contemplar la gente de la calle, o simplemente porque les gustara ese espacio ampliamente iluminado con luz natural.

En la izquierda y a lo largo de toda la pared, había sillones tipo pouf, individuales y Alice sonrió divertida pensando que le recordaban pequeños dados repartidos por el suelo de la sala. El cuerpo central del local se veía ocupado por diversas mesas, a diferencia de las sillas, todas de un mismo diseño. Y finalmente en la pared más lejana, había un gran mostrador en forma de L, tipo mostrador que tenía en escaparate lo que Alice supuso debían ser muestras del género de ese bar. O pastelería, teniendo en cuenta el tipo de comida que había expuesto. Mientras el lado izquierdo de la barra estaba abierto y mostraba una puerta que probablemente llevaba a la cocina, el derecho hacía esquina con el lado corto de la barra, y enmarcaba una puerta cuyo letrero indicaba que eran los servicios.

El local era claro y bien iluminado, con algún que otro cuadro en blanco y negro mostrando distintas escenas de Nueva York, algunos de los cuales tenían un elemento coloreado, ya fuera un taxi amarillo o el propio Puente de San Francisco.

Nova se dirigió directo a una de las mesillas y fueron atendidos casi al momento. Alice, todavía empapándose del ambiente del local se limitó a alzar dos dedos para indicar que trajeran dos, de lo que fuera que Nova había pedido para él y una vez se quedaron solos se inclinó levemente sobre la mesa, tomando un par de respiraciones antes de hablar. Su voz era suave y dulce, y de un tono muy bajo, como si estuviera intentando hablar de secretos, aunque ya se veía que era el tono normal de la chica.

- ¿Vienes mucho por aquí, Nova? El local es muy bonito, me sorprende no haberlo visto hasta ahora. - Sonrió levemente. - Y perdón por no hablar hasta ahora. No estoy acostumbrada a hacerlo. Tuve dificultad para aprender a hablar cuando era pequeña y pensando que era muda mis padres me educaron mediante el lenguaje de sordo mudos. Es lo que he hablado toda mi vida, así que... - Se encogió de hombros a modo de disculpa, deseando que el muchacho no se tomara a mal su silencio.

Tras tomar asiento, la joven decide empezar a hablar; inclinándose levemente sobre la mesa, para poder hacerse oír mejor. Por la forma en que se coloca, puedo entender que se trata de suplir el bajo tono de voz que emerge de su garganta; quizás debido a la vergüenza, o a otro problema más fisiológico.

La joven me explica de forma algo vaga, pero precisa, el por qué de su actitud y de mantener el "secreto de su habla" de esa forma; al parecer fruto de dificultades en el aprendizaje comunicativo durante la juventud. Sorprendentemente, su voz es suave y dulce; como la de una cuenta-cuentos o una sirena de esas que aparecen en las historias de fantasía.

- No importa, Alice. Entiendo que ese tipo de cosas, te pueden marcar - le respondo, tranquilamente, sin ningún ápice de molestia y con cierto tono compasivo - Debe haber sido duro...Me alegra que hayas decidido compartirlo conmigo - continúo, mostrando una amplia y sincera sonrisa

En ese momento, la camarera aparece bandeja en mano; dejándonos sobre la mesa un par de cafés y un par de brownies. Con un leve gesto de cabeza, le agradezco a esta su rapidez antes de que se marche.

- Espero que te guste el chocolate...Porque esto está realmente... - digo agarrando el pequeño bizcocho y dándole un bocado a este; cerrando los ojos unos instantes para saborear la pequeña crema de cacao de su interior - Delicioso - continúo, tras masticarlo, con una sincera sonrisa y la boca levemente manchada de chocolate; dándome un leve aspecto infantil - La primera vez que vine aquí, me trajeron los Guardianes - comento de forma anecdótica, respondiendo así a su pregunta sobre mi habitualidad en el local - Desde entonces, he venido un par de veces con ellos...Raro es que no estén por aquí, merendando y liándola - bromeo, soltando una leve carcajada

Tras estas palabras, me quedo unos instantes en silencio; observando sus brillantes ojos, casi embelesado por esa simpática y vergonzosa sonrisa que se forma en su rostro.

- ¿Hace mucho que vives aquí? - le pregunto para romper el hielo

Alice sonrió con dulzura a Nova. El joven estaba siendo la mar de agradable y había sido muy comprensivo con todo el tema de su voz, y pensó que no había sido tan mala idea aceptar su propuesta. Nego levemente la cabeza cuando Nova le agradeció haber ido.

- Al contrario, gracias a ti por invitarme. Todavía no conozco a mucha gente... - Alice se detuvo a media frase, meditando sus palabras. - No es verdad. Conozco a bastante gente ahora. Lo cierto es que no soy de Nueva York, imagino que todavía me delata el acento. Soy británica, vine a finales del año pasado a vivir aquí para poder cursar medicina. Pensé que el cambio de país me ayudaría a salir un poco del cascaron, y tener que apañarme por mi misma... Al principio no conocía a nadie y antes de darme cuenta estoy haciendo muchos amigos. Pero lo cierto es que desde que pisé Nueva York ha sido un constante de aventuras. Me está pasando de todo y llevo un ritmo frenético.

Una camarera se acercó a la mesa, y Alice enmudeció de nuevo, sonriendo a la chica mientras ésta iba dejando una bandeja con dos cafés y dos brownies de chocolate. Alice envolvió su pequeño bollo con un pañuelo antes de llevarlo con cuidado a sus labios, dándo un bocado pequeño y saboreando tal y como lo había hecho Nova instantes antes. En cuanto hubo tragado el pequeño bocado, miró a Nova con una sonrisa y tras comprobar que no había nadie cerca escuchando, se animó a hablar de nuevo.

- Es cierto... Está delicioso. Y si, me gusta el chocolate. ... Imagino que es todo a causa de la... colisión. Aquí hay mucha más gente que en Startford, así que imagino que era cuestión de tiempo que encontrara a más gente. Y cuéntame, Nova, ¿Cómo terminaste siendo un superhéroe? ¿Naciste con tus poderes? ¿Te entrenaron los Guardianes?

La joven parece más que encantada, lo que demuestra con una amplia y sincera sonrisa; algo que, por supuesto, me alivia y reconforta notablemente. Siempre es agradable disfrutar de la compañía de alguien que, con su sola sonrisa, te hace sentir cómodo e, incluso, afortunado.

Alice me cuenta que nació en Inglaterra, que llegó a la gran manzana para estudiar medicina y que, aunque al principio no conocía a nadie, ahora sí; lo cual parece que ha acelerado su ritmo habitual de vida, desembocando en constantes aventuras. Si yo le contara...

Entonces, la joven pregunta por mis habilidades; como, cuando, y si fui entrenado por los Guardianes. Esto último me hace entender que debe haber oído hablar de ellos; aunque seguramente no los conozca personalmente.

- Me encantaría decirte que la historia de mis poderes está relacionada con la leyenda de un elegido único, destinado a salvar el universo, pero lo cierto es que no es así - le digo con una sonrisa de medio lado - Mi padre era un Nova, como lo soy yo ahora. Encontré su casco el día en que desapareció; me lo puse, y todo vino a mi - continúo, señalando el casco que cubre mi cabeza - Luego conocí a Gamora y Rocket, viejos amigos de mi padre, y me entrenaron para aprender a controlar mis nuevas habilidades - le digo, haciendo numerosas posturitas para ejemplificar los hechos - Intento ser un digno sucesor de él, mientras busco alguna pista que me lleve hasta su paradero; sé que está vivo, puedo sentirlo - concluyo, cerrando los ojos y colocando la mano sobre mi pecho

Alice escuchó atentamente la historia de Nova, pero fue cuando éste mencionó a Rocket que sus ojos brillaron con el reconocimiento, una sonrisa peleandose por aflorar en sus labios. Sin embargo fue paciente y esperó mientras el joven le contaba toda la historia. Al final fue a responder pero se demoró un segundo, como si tuviera que pensar dos veces en lo que iba a decir. Porque al fin y al cabo, había estado a punto de llamar amigo a Rocket y no estaba segura de haber alcanzado tal grado de confianza.

- Yo... Conozco a Groot y Rocket. Pasé una tarde con ellos, hace tiempo y me dieron el número de la Milano para que les avisara si alguna vez les necesitaba. La verdad es que no esperaba conocer a más compañeros suyos. ¡Es maravilloso! Me impresionó mucho conocerles, era la primera vez que... - Dudó un instante, mirando de nuevo su Brownie antes de decidir seguir hablando. - Era la primera vez que conocía a gente de fuera de nuestro planeta...

Volvió la mirada al brownie, y lo alzó con ambas manos, comiendo un pedacito y ayudándolo a bajar con el café, para luego pasarse la servilleta cuidadosamente por los labios para limpiar cualquier resto de comida que hubiera podido quedar en ellos. El local era precioso, estaba a gusto, podía hablar... Y ahora estaba convencida de que confiar en Nova no había sido un error. No podía serlo si era del grupo de Groot y Rocket.

- ¿Quién más hay en los Guardianes? Rocket mencionó que nos podía coger el telefono un chico que intentaría ligar. - En su tono de voz era obvio que no sospechaba de él, aunque la situación le hiciera gracia.

La joven me cuenta que conoce a Rocket y a Groot y que, incluso, el cascarrabias de Rocket le dió el numero de la Milano por si necesitaba ayuda; lo cual me hace sospechar que la joven es mucho más que una simple chica inglesa con muchas agallas. Pues ese viejo loco, no le da una linea tan directa a los guardianes a cualquiera; y mucho menos, tratándose de un Terrano.

Entonces la joven pregunta por el resto de miembros de los guardianes; dedicándome seguidamente una descripción que, enseguida deduzco, trata sobre Quill.

- Pues veamos...Primero está nuestro líder, Peter Quill...Aunque su liderazgo sea cuestionado al menos cuatro o cinco veces al día - bromeo con una amplia y burlona sonrisa - Es del que te avisó Rocket - continúo, guiñándole un ojo de forma cómplice - Se hace llamar Star-Lord, y es medio Terrano - digo, mientras saco de mi bolsillo un pequeño aparatito de forma circular

Acto seguido, lo coloco sobre la mesa y, tras darle a uno de los botones, emerge un holograma luminoso de pequeño tamaño; poco más grande que un vaso de tubo. En este, puede verse a Star-Lord; empuñando su arma única.



- Después, tenemos a Gamora - digo presionando otro botón del mismo; mostrando ahora a la guerrera de piel verde - Se la conoce como la mujer más letal en toda la galaxia...Y puedo asegurarte que lo es...A mi casi me mata, y eso que estábamos entrenando - continúo, haciendo un leve gesto con mi dedo pulgar sobre mi cuello; simulando ser degollarlo - Tenemos suerte de que su moral y su bondad sean aún más grandes que su peligrosidad



Tras estas palabras, me detengo un par de segundos para observar el pequeño holograma de La Guardiana; mi mentora, mi amiga. Aunque los guardianes ya son mucho más que mis amigos; son como una familia para mi.

- Finalmente, puesto que a Rocket y a Groot ya los conoces, tenemos a Drax - concluyo, presionando otro de los botones; mostrando ahora al aludido - Le llaman El Destructor...Así que ya te puedes imaginar que la sutileza no es su mayor cualidad



Tras esto, apago el pequeño dispositivo y lo guardo nuevamente en su sitio.

- La verdad, no me imaginaba que hubieras oído hablar de nosotros; y menos aún que ya conocieras a algunos de los miembros - confieso a la joven con una sonrisa - Eso me hace preguntarme...¿Como una chica corriente como tú acaba conociendo a dos alienigenas tan variopintos como Rocket y Groot? ¿No habrás estado haciéndote la heroína por ahí más veces, no? - le pregunto con una sonrisa de medio lado y una mirada de sospecha; aunque con un notable tono desenfadado

Alice contempló todas las imagenes que mostraba el pequeño aparato con una sonrisa algo bobalicona. Se había quedado visiblemente impresionada ante los hologramas y parecía haber perdido toda noción de lo que había a su alrededor, atrapada como estaba en las explicaciones de Nova. Cuando la fin guardó la proyección, sus labios mostraron una sonrisa entusiasta y sus ojos brillaban con admiración.

- ¡Es increíble! ¡Eres un verdadero superhéroe! - Alice se llevo las manos a los labios en cuanto hubo pronunciado esas palabras, sonrojándose levemente. - Quiero decir... ¡Por supuesto que lo eres! Pero no me esperaba hasta qué punto... No proteges sólo la tierra, si no la galaxia. - Se ríe con dulzura, visiblemente desinhibida y su voz alzándose levemente, llegando a un tono de conversación normal. - Eso es increíble Nova, de verdad. Qué pasada... Y qué envidia.

Entonces Nova le preguntó por sus experiencias y cómo había llegado a conocer a Groot y Rocket. La sonrisa permaneció en el rostro de la morena, como si las palabras del Guardián no hicieran si no añadir combustible para que siguiera sonriendo sin parar.

- Fue casualidad, en realidad. Una tarde salí a dar una vuelta y vi a una mujer a la que se le escapaba el perro, así que intenté parar al animal para ayudarla. Pero el can se detuvo en cuanto llegó ante Rocket y Groot. Nos preguntaron modos de ganar dinero y... Les llevamos a un casino. -se vuelve a reír con suavidad, cubriendo la sonrisa tras sus labios. - Rocket estaba muy elegante con esmóquing y la verdad es que Groot también estaba muy apuesto. Así que pasamos la tarde juntos, hasta que los de seguridad se dieron cuenta de que Groot podía calcular y contar las cartas y no dejaba de ganar dinero. Y luego Rocket hizo volar una pared por los aires...

Alice alzó la taza de café y dio un par de sorbos sin dejar de mirar a Nova. Su mirada era muy expresiva, capaz de hacer ver lo mucho que disfrutaba el intercambio y el tema de la conversación. Pues sin importar el tiempo que había pasado, seguía fascinada por la existencia de aquellos dos.

La joven parece impresionada y sorprendida ante mis palabras; dedicándome sucesivos halagos que no hacen sino provocar que me sonroje de la vergüenza. Tras lo cual, una sonrisa boba se dibuja en mi rostro; mostrándome, evidentemente, adulado.

En ese momento, la joven explica los acontecimientos que llevaron a esta a conocer a los dos miembros más estrambóticos de Los Guardianes; una auténtica y disparatada historia, con casinos y esmóquines. Vaya, algo normal en la vida de los miembros de este caótico grupo.

- Hubiera pagado por lo que sea por ver al cascarrabias de Rocket vestido de esmoquin - bromeo, soltando una leve carcajada

Mi mirada observa cada uno de los gestos de la joven; su felicidad, su emoción, su fascinación. Sin duda, parece estar disfrutando de tratar un tema como es el del mundo superheroico.

- Estoy pensando que, ya que tu relación con Rocket y Groot es tan buena, quizás yo podría llevarte y hacerles una visita - le digo, guiñándole un ojo con complicidad

- ¡En la Milano!

Alice se inclina sobre la mesa, sus ojos brillando de emoción, su pecho meciéndose despacio al compás de la respiración, ahora marcada por la joven en un intento de calmar lo que siente y no lanzarse a tomar las manos de Nova entre las suyas.

- ¿No te meterías en problemas? Quiero decir... Estoy segura de que tenéis cosas importantes que hacer y no quisiera ser una molestia o que tus compañeros puedan molestarse contigo.

Se vuelve a enderezar en la silla, lentamente, en un gesto deliberadamente calmado, intentando contener el entusiasmo. ¿Ella? ¿Irse al espacio? A duras penas lograba contener la sonrisa ante la idea de semejante aventura. ¡Ni en sus mejores sueños hubiera imaginado algo así! Y eso podía además otorgarle la oportunidad de volver a ver a Rocket y Groot. ¿La recordarían? Estaba segura que como habitante de Terra, no había logrado dejar una impresión demasiado marcada en los aliens, pues era una joven discreta y de lo más normal. Pero... Groot le había regalado una hermosa flor blanca, que tras sufrir varias sesiones de fotos había sido guardada con sumo cuidado. Incluso si ellos no la recordaban, estaba segura de que ella jamás les olvidaría.

- ...Me encantaría conocer al resto de los guardianes. Pero jamás me arriesgaría a meterte en problemas, Nova.

Una vez sentenciada su decisión, miró a Nova con una sonrisa y se terminó lo que le quedaba de Brownie de un sólo bocado, dando después un largo sorbo de café.

La joven parece encantada con la idea; pues incluso sus ojos brillan de emoción al pronunciar el nombre de la nave de los guardianes. Sin embargo, denota preocupación indicando que no quiere ser una molestia ni para mi ni para el resto del equipo; alegando no estar dispuesta a causarme problema alguno.

- Tonterías, estarán encantados de conocerte - le contesto de forma desenfadada, quitándole completa importancia al asunto - Les encantará conocer a una fan...Sobretodo a Quill - continúo, con una amplia sonrisa, guiñándole un ojo con complicidad - En cuanto nos acabemos esto, nos vamos juntos para allá

Una vez acabada la pequeña merienda, y tras pagar la cuenta, nos encaminamos al exterior del local; donde le ofrezco la mano a la joven, para llevarla volando hacia el variopinto grupo de forajidos.

OFF: Tras hablarlo con los Guardianes, y si no te importa, debido a que están más que saturados por eventos futuros y demás, vamos a dar por echo que vamos a la Milano y conoces al resto del equipo (Gamora, Drax y Star-Lord); lo que significa que a partir de este momento, ya los conoces on-rol