Luchando en el bando equivocado (Loki y Clint Barton)

Loki Laufeyson odiaba con todo su corazón (si es que tenía alguno bajo su pecho), la ruidosa y contaminada ciudad de Nueva York. El dios Asgardiano estaba acostumbrado a vivir bajo todo tipo de lujos; enormes castillos con insaciables bibliotecas de libros mágicos, eternos banquetes de la más exquisita comida Asgardiana y paisajes que enamorarían la vista de cualquier mortal. Pero Nueva York era fea, de colores grises, de ruidos de molestos vehículos y de comida insípida y maloliente. Excepto las batidos. Los batidos eran una delicia Midgardiana.

Los meses días pasados fueron para el joven dios de las mentiras todo un infierno. Había gobernado Asgard durante dos largos años, con temor y poderío... y todo había dado un giro de 180 grados cuando el niño Thor había aparecido tras las puertas de la sala del trono. Su hermanastro, que creía haberlo asesinado hacía más de dos años, seguía vivo en el interior de un inocente y pequeño muchacho. La crueldad de Loki le pasó factura, y en un intento de deshacerse de su hermano por segunda vez, Loki cayó por el puente del arcoíris y se le dieron por muerto.

Por suerte, depende de cómo se mire, su cuerpo moribundo fue encontrado por dos amables mortales que lo acogieron en su casa y le curaron sus heridas. El dios se sintió agradecido por sus cuidados y les prometió que más adelante les recompensaría por lo sucedido. Pero de momento, no podía hacer nada más. Sus poderes habían menguado desmesuradamente al perder el cubo cósmico y la poderosa joya de su interior, y sin su bastón (que todavía se encontraba en Asgard, concretamente en SU trono) no podía continuar en su nueva y brillante misión: Hacerse con Asgard y los 9 mundos... otra vez.

Aquella mañana, Loki tenía un aspecto horroroso. Se levantó de la cama de muelles chirriantes y se fue al baño a enjuagarse la cara. El dios había conseguido un pequeño alquiler en unos apartamentos de mala muerte cerca del centro de la ciudad. No tenía dinero, pero se las había ingeniado para conjurar un poco de oro y entregárselo a la que sería su casera durante aquellos días. Pero el príncipe de las mentiras seguía solo, sin sus enormes poderes, sin un ejército y sin aliados. Tenía que cambiar eso cuanto antes.

El embaucador secó su atractivo rostro con la toalla de manos y vio como el agua de la pica empezaba a desaparecer por el desagüe. Entonces detuvo el torrente con un tapón y dejó que el agua se llenara hasta crear un pequeño estanque. Su mano hechizada pasó por encima del elemento y susurró con su voz viperina un encantamiento.

- Muéstrame a los Vengadores... -

Tras sus órdenes, la suave calma del estanque empezó a turbarse y el agua dejó de ser cristalina, empezando a formar imágenes en su interior. Los verdes ojos de Loki miraron con curiosidad los rostros de sus enemigos. Tenía que conocer el paradero de su hermano y el de sus amigos para actuar con precaución. Ahora todos creían que el dios de las mentiras había muerto, y tenía que seguir siendo así para todos.

Primero apareció su hermano Thor, hablando con el dios Odín. Su misión era encontrar el cubo tras la muerte de su hermano menor. Loki no dejaría que Thor se adelantara a sus planes, se encargaría de que nadie llegara hasta la gema antes que él. Después de él apareció Ironman, en una de sus excéntricas y excesivas fiestas en la mansión Stark. El joven millonario no había abandonado sus peculiares costumbres. La imagen de la viuda negra apareció junto con la del Capitán América. Ambos paseaban juntos por un parque... incluso Loki podría intuir que había un toque romántico en la escena. Qué patético... después la imagen cambió a dónde se encontraba Hulk, el profesor estaba explicando la teoría de la relatividad a sus alumnos, y por último...

- Vaya... esto es muy interesante...

Clint Barton, alias Hawkeye estaba perdido en las costas de una de las islas del archipiélago de las Azores, más concretamente en la isla de Corvo. Su manera de actuar y sus pasos sin sentido hicieron a Loki sospechar de que algo no andaba bien. Algo extraño le pasaba al arquero de los Vengadores, y el dios de las mentiras iba averiguar lo que estaba sucediendo...

El océano le acariciaba al igual que una dulce madre intentaba despertar a su hijo. Apretó con fuerza los ojos por el molesto sol que impactaba a su cara, mejor dicho, en su maltrecho casco, al igual que toda esa extraña armadura que lucia. Como pudo se despertó y se sentó en la arena, sintiendo como el mar le acariciaba las piernas. El paisaje era hermoso e virgen, como a él le gustaba. Quiso acariciarse el rostro pero se topo con el casco, que se lo quito como pudo.  El castaño bajo la mirada y vio el traje, extrañado y dudoso de comenzar a acepar un segurito de cosas. No se atrevía a levantarse, se veía tan pesada esa armadura, pero como si fuera una corazonada toco la flecha del centro y todas las piezas comenzaron a caer, mostrando un traje similar al de un soldado.
Aligerado de todo ese peso se aparto de ese montón de chatarra bastante asustado ¿era un militar?¿qué hacia ahí? Y así hasta hacerse un montón de preguntas hasta dar con la mas importante ¿Quién era el? En busca de respuestas comenzó a andar por esa playa, pero siempre acababa volviendo a la destrozada armadura, como si aquello contuviera las preguntas que buscaba. Y guiado otra vez por ese instinto comenzó a cachear. En una parte de la espalda, al lado de las bombonas de aire llena de grietas encontró un saco de flechas y una cosa negra, que al cogerlo se desplego en un hermoso arco.

Wow! Que susto…jaja…

De la sorpresa la soltó, no recordaba que los arcos fueran tan modernos y pudieran plegarse. Clint cogió el arco con dulzura y se lo quedo mirando, aquella arma le empezaba a tranquilizarle, como si teniendo eso con el ya estaba a salvo y seguro de si mismo. Se cargo el saco y empezó a andar por la playa, por algún sitio tendría que haber alguien o algún barco para irse de esa solitaria isla. De golpe su cuerpo reacciono a una amenaza repentina y sin que pudiera pensar mucho cogió una flecha, la coloco en el arco, tensándolo y disparando la flecha al objetivo, el cual le era sumamente familiar. Pero Barton no sabía si era bueno o malo.

Wow!! Lo siento! No se porque te lance la flecha…ni siquiera sabía que pudiera tirar una…los arcos parecen tan complicados… ¿eres de por aquí? Es que me he perdido…

Se rasco la nuca arrepentido de lo que había hecho, por poco mata a una persona. En sus ojos podía ver lo perdido que estaba el Vengador. Su cuerpo estaba muy tenso desde que estaba ese hombre delante de el, pero el castaño pensaba que era por los nervios de encontrar a alguien.

Loki esbozó una diabólica sonrisa al ver los pasos sin sentido de Clint en la playa. El hombre parecía perdido, confuso… y cuando sacó el arco y las flechas de la bolsa supo que el arquero no era capaz de reconocerse a sí mismo. Pero sólo había una manera real de comprobarlo.

El hechicero chasqueó los dedos y cambió sus ropas mundanas por un traje negro de chaqueta y una corbata verde muy elegante. La apariencia siempre era lo primero para embaucador.

Con otro chasquido de dedos, Loki se teletransportó desde su apartamento a la playa de la isla de Corvo, dónde se encontraba Hawkeye. Nada más poner un pie en la arena, el arquero sintió su presencia y en tan solo un segundo le lanzó una flecha directa a la cabeza.

Por suerte, los reflejos mágicos de Loki actuaron más rápido y el hechicero detuvo la flecha con un giro de muñeca. Aquel gesto le había pillado por sorpresa, y el rostro de Loki se turbó, inquieto ¿El Vengador habría reconocido a su amigo mortal? Si era así, el hechicero estaba preparado para aturdirlo y eliminarlo. Los Vengadores no eran nada cuando estaban lejos de sus amigos.

- Wow!! Lo siento! No se porque te lance la flecha…ni siquiera sabía que pudiera tirar una…los arcos parecen tan complicados… ¿eres de por aquí? Es que me he perdido…

El dios asgardiano liberó la tensión de sus músculos y se sintió más tranquilo al ver que Clint Barton no era ninguna amenaza a pesar de que le había lanzado una flecha a la cara. El dios se agachó a recoger el virote del suelo y se acercó lentamente a Clint para devolvérselo.

Hawkeye no había reconocido su malvado rostro, y había confesado que estaba perdido, que ni siquiera sabía como funcionaba un arco. Pero su cuerpo sí que lo recordaba. El enigmático hombre del traje se tomó unos segundos para decidir el siguiente paso; podría aprovecharse de la confusión de su enemigo y ponerlo a su favor.

- ¿Así es cómo tratas a tus amigos, Clint? – dijo el hechicero esbozando una sonrisa. Era posible que Hawkeye ni siquiera supiera cómo se llamaba, así que Loki aprovechó esa información para acercarse a él, simulando una amistad entre los dos individuos. – He venido a buscarte… ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado?

Al acercarse ese extraño le cogió la flecha con cuidado con las dos manos, asimilándola bien, observando que no se hubiera roto. Cuando coloco la flecha en la carcasa se dio cuenta que ya había guardado el arco previamente, su cuerpo estaba tan acostumbrado a sacar y guardar el arco que lo hizo sin pensar, era tan normal como respirar. Clint… Clint…así era como se llamaba, sonrió levemente al saber algo mas de su persona, mirando un poco a los rededores en busca de mas respuestas, pero sus ojos azules se fijaron en esa corbata verde, para luego subir a mirar esos ojos que hacían conjunto con la prenda. ¿Era su amigo? No tenía ni idea pero su cuerpo estaba tenso con el ¿Por qué estaba tenso si eran amigos? Respiro tranquilamente, sonriéndole, al menos había venido a buscarle. Cuando le pregunto por su estado se toco todo el cuerpo, sentía algunas molestias como golpes pero nada roto.

Ahh… sí, estoy bien… me duele un poco el cuerpo…y bueno… Salí de ahí…

Señalo la armadura que lentamente estaba siendo engullida por la marea. Aunque estuviera delante de alguien que le conocía seguía estando perdido, muchas cosas rondaban por su cabeza, tantas que no sabía por cual empezar. Se rasca la cabeza.

Amigo…bueno amigo, creo que he perdido la memoria….no recuerdo nada…ni siquiera quien era… así que amigo, preséntate a no ser quieras que te siga llamando Amigo.

Sonrió para animarse a si mismo, tenía ganas de llorar, era muy triste no saber quién era ni que hacia aquí. Cuando se presento se quedo pensando, ese nombre le sonaba de algo, animándose de encontrarse con un conocido.

Loki…me suena el nombre, seguro que éramos buenos amigos, bueno, seguimos siéndolo… y dime ¿Qué hacemos aquí?

Le miro ilusionado en busca de respuestas para luego mirar todo ese paisaje que le envolvía, era muy bonito, ideal para ir a pasar unas bonitas vacaciones, pero ese traje extraño le indicaba que no era para descansar, deduciendo que no podía ser un hombre normal ¿Quién se dedica a llevar un arco como si fuera un móvil? Que por cierto… ¿tendría alguno?

Clint le explicó al joven dios lo que sabía. Le señaló la armadura acuática y los ojos del hechicero buscaron más respuestas con la poca información que poseía. Había sido atacado; los arañazos y las contusiones en el cuerpo y la ropa hecha jirones de Clint dejaban claro que había sufrido una dura batalla. ¿Bajo el mar? Quien sabe… pero lo más interesante era ese golpe en la cabeza que le había hecho perder la memoria. Loki sonrió para si mismo, por una vez no tendría que usar la magia para hechizar a Clint y obligarlo a acompañarle… podía envenenar su mente vacía y confusa y llenarla de mentiras, con una historia nueva y bien construida. Así Clint le seguiría sin tener que obligarle a nada…

- ¿Has perdido la memoria? – Intentó sonar escandalizado y preocupado, como hacen los amigos. – Eso es terrible Clint… voy a tener que ponerte al día de muchas cosas…

Amigo…bueno amigo, creo que he perdido la memoria….no recuerdo nada…ni siquiera quien era… así que amigo, preséntate a no ser quieras que te siga llamando Amigo.

- Mi nombre es Loki… - susurró el dios Asgardiano. Pensaba construir una historia de mentira basada en cosas que eran verdad. No tendría sentido engañar a Hawkeye con otro nombre que no fuera Loki. Si empezaba a recordar sería lo primero en descubrir si era mentira.

- Loki…me suena el nombre, seguro que éramos buenos amigos, bueno, seguimos siéndolo… y dime ¿Qué hacemos aquí?

En efecto, Clint había reaccionado a su nombre aunque no cómo de la manera que esperaba. ¿Realmente creía que eran amigos? La conversación se ponía cada vez más interesante.

- Demos un paseo, amigo – dijo el embaucador invitando a Clint a que le acompañara – lo mejor será hablar de esto mientras tomamos algo. Debes estar hambriento y sediento…

El hechicero emprendió el camino hacia el interior de la isla, esperando que su inesperado y futuro compañero le siguiera. No tuvieron que caminar mucho rato para encontrar un chiringuito cercano a la playa. Loki tomó asiento y el camarero fue directo a atender a los dos hombres. El dios pidió dos desayunos completos con un perfecto portugués y después volvió la mirada a su compañero.

- Hay tantas cosas que voy a tener que explicarte que no se por dónde empezar… ¿Qué tal si tu me vas preguntando lo que quieras saber? Imagino que lo que más te preocupa ahora es tu identidad. Bueno… tu nombre completo es Clinton Francis Barton, y eres un experto arquero que trabaja para la organización secreta de S.H.I.E.L.D. y el proyecto Vengadores. – comentó el hechicero con total naturalidad mientras se sorbía un poco de su café.

Se sonrojo cuando le hablo de comida, porque fue escuchar esas palabras y entrarle un hambre voraz. Así que afirmo con la cabeza la invitación de su amigo, dejándose guiar.

Puedes llamarme Clint, amigo suena muy distante

Le sonrió mientras andaba a su lado, como un igual. El castaño se sentía raro, tenso con ese hombre y no entendía el porqué, ya que eran amigos. Otra cosa que le extrañaba era que fuera con traje y corbata en medio de la playa ¿su oficina estaba cerca de la costa? Le podría preguntar todo eso, pero no se atrevía, pensaba que eran preguntas muy estúpidas. Cuando se sentaron se asombro de lo bien que hablaba ese idioma ¿era portugués? Loki parecía alguien de relaciones públicas. Sentado miraba todo a su alrededor, al fin estaban en la civilización y tampoco estaba tan lejos de la costa. Cuando le hablo en un idioma que si entendía le puso toda la atención del mundo, mediante iba hablando iba poniendo cara de “este tío flipa en colores, eso no puede ser, es irreal” pero por otro lado todo lo que le decía no le sonaba a chino, es más, parecía que estaba familiarizado.

¿Soy Francés? Pensé que era Ingles o Americano por hablar tan bien el ingles… no sé si sabría tener una conversación en francés…

Se quedo un rato pensando pero luego volvió a atacar con preguntas.

Dices que soy un agente secreto de… ¿SHIELD era? ¿Es como la CIA? ¿Acaso soy un tipo de James Bones?... pero otra cosa no me cuadra, en vez de ser un experto en armas de fuego o otra cosa más moderna lo soy de un arco ¿en serio? ¿que soy, un hombre del paleolítico? ¿Hunga hunga?

Se llevo una mano a la cara, demasiada información de golpe, pero ahora ya sabía el porqué utilizaba tan bien el arco. Rápidamente le paso por la mente la loca idea de ser un asesino, rápidamente se la quito de encima, no se veía matando a gente ¿pero si lo había sido? Clint se puso pálido por un momento, moviendo la cabeza de forma negativa para alejar esos pensamientos negativos, se tenía que centrar en otra cosa…en comida.

Que aproveche

Así de fácil se puso a comer con bastantes ganas, no recordaba desde cuando no había probado bocado. Cuando ya se había llenado la barriga freno y se puso serio, mirando a su amigo.

Eso del proyecto Vengadores… ¿de qué va?

Le miro atento esperando respuesta de su amigo

El dios conocía bastante a cada uno de los Vengadores, pero no estaba tan familiarizado con los detalles. No podía asegurarle a Clint si había nacido en Francia ni como se llamaban sus padres. Por los expedientes que robó en su día sabía que el castaño había crecido en un circo y que había sido un delincuente en su adolescencia.  Dejó que el muchacho resolviera sus propias cuestiones en su cabeza, y tras un largo silencio Clint volvió a avasallarlo a preguntas.

- Dices que soy un agente secreto de… ¿SHIELD era? ¿Es como la CIA? ¿Acaso soy un tipo de James Bones?... pero otra cosa no me cuadra, en vez de ser un experto en armas de fuego o otra cosa más moderna lo soy de un arco ¿en serio? ¿que soy, un hombre del paleolítico? ¿Hunga hunga?

- Se dice James Bond… - comentó con tranquilidad mientras sorbía su taza de café con leche – Y sí, pertenecías a una agencia secreta de espías que protege a los Estados Unidos desde las sombras. Por lo que yo sé, eres el mejor tirador de flechas que conozco. – dijo con una sonrisa. Le había hecho gracia el chiste del paleolítico.

Clint volvió a quedarse en silencio y pareció negar con la cabeza lo que fuera que pasaba por su mente en aquel instante. A Loki le hubiera encantado que su compañero compartiera sus pensamientos, pero en cambio se dedicó a concertarse en la comida. El embaucador también hizo lo propio. Untó la mermelada y la mantequilla en la tostada y después mordió una esquina con elegancia. Clint por su parte devoró el plato del desayuno, y Loki lo miró con cara de suficiencia. Ante todo, no hay que perder los modales en la mesa.

- Eso del proyecto Vengadores… ¿de qué va? – preguntó una vez saciado.

- Los Vengadores son un grupo de élite de superhéroes que hacen misiones especiales para S.H.I.E.L.D. No se si te suena algo de lo que te explico, pero vives en un mundo donde la magia y los seres sobrenaturales existen. Tus compañeros Vengadores tienen poderes de todo tipo; uno lanza rayos con su martillo y otro se transforma en una bestia verde gigante… recuerdo que me comentaste algo la última vez que nos vimos… - dijo Loki haciéndose el pensativo – me dijiste que estabas un poco harto de ellos, porqué te infravaloraban y desconfiaban de ti. Ya sabes, lo de siempre. Un hombre con un pasado criminal y que sólo sabe usar el arco y las flechas no tiene nada que hacer contra un dios Vikingo o un hombre que lanza rayos láser con su armadura… Pero no tienes porqué sentirte inferior a ellos…

Y esa fue la primera gota de veneno que salía de los labios de Loki. La primera mota de duda y desconfianza hacia los que habían sido sus compañeros. El embaucador se proponía derrotar a los Vengadores desde dentro, y Clint sería el primer paso para conseguirlo.

- No te preocupes, de mi también desconfían. Oh, espera, que eso lo habrás olvidado también… - dijo Loki con una media sonrisa en los labios. – Yo soy Loki, el hermano de Thor. Durante muchos años fui el enemigo de los Vengadores… hasta que mi cuerpo se reencarnó en un humano. Es por eso que parezco más joven que tu… - explicó señalándose a sí mismo- Cuando me reencarné decidí hacer algo bueno y nuevo con mi vida, así que ayudé a un grupo llamado Jóvenes Vengadores. Salvamos el mundo cuando los Vengadores se habían peleado entre sí, pero en vez de agradecérnoslo pensaron que éramos demasiado jóvenes y que pretendíamos quitarles el puesto. Despreciaron a Wiccan, a Hulkling… incluso a tu compañera Kate Bishop… no quisieron que volviéramos a ayudarles…

En resumidas cuentas la historia había sucedido más o menos como Loki la contaba. Claro que había omitido varios detalles importantes: como que mató a su yo bueno para quedarse con su cuerpo, que intentó matar a Thor varias veces, gobernó Asgard con mano dura hasta hace poco y que ahora pretendía recaudar un ejército de muertos para conquistar los nueve reinos. Nada, tan solo pequeños detalles sin importancia.

- Y aquí estoy… llevando una vida normal y corriente como si fuera un humano más… no te imaginas no aburrido que es. – susurró, fingiendo estar abatido mientras se terminaba el café.

Clint Barton se estaba aguantando las ganas de reír, mordiéndose levemente el labio inferior. Había perdido la memoria, no el sentido común. ¿Cómo se podía creer que un tío tire rayos o se vuelva un gigante? No sabia si se estaba quedando con el o si solo quería echar un poco de humor en todo eso, pero lo que vino a continuación no le hizo mucha gracia. No conocía a esos tipos, pero no le gustaba que le infravaloraban ni que desconfiaran de el ¿Qué había hecho para merecer eso? Le pediría explicaciones a su amigo, dejándole que siguiera hablando un poco mas relajado después de comer. Eso de los chicos le mosqueo bastante, arrugando la frente.

No sé quién es ese Thor, me suena pero no le pongo cara. Yo soy Vengador, no entiendo porque perdería el tiempo peleándome si tenemos que salvar el mundo… por lo que se veo no soy un agente normal y corriente… pero no entiendo porque se enfadan esos, yo me sentiría orgulloso de que los jóvenes salvasen el mundo, es un alivio poder contar con ellos cuando no estemos… hicisteis un buen trabajo… y Kate ¿está bien ella? Me sabe mal no recordarme de mi compañera… ¿también sabes porque los vengadores no confían en mí? Si soy uno de los suyos…

Desvió la mirada algo triste para luego suspirar y acabarse lo poco que le acababa, para luego limpiarse los labios y mirar de nuevo a su amigo. Ahora entendía porque no desconfiaban de Loki, había sido malo pero ahora estaba cambiando, intentando redimirse con buenas acciones, seguro que no era un mal chico. De golpe sonrió de forma picara.

No me creo eso de la magia y los seres mágicos, he perdido la memoria, no el sentido común, a no ser que me demuestres algo y no me refiero al típico truco de cartas. Quiero que me sorprendas.

Se acomodo en la silla cruzándose de brazos, esperando que actuara con algo sorprendente ¿invocaría un unicornio o tal vez sacaría fuego de su mano? Después de todo se lo iba a pasar bien.

La mente de Clint Barton era ahora voluble y frágil, como un lienzo blanco y perfecto donde pintar otra historia encima. Loki estaba pintando la misma historia con los mismos personajes y las mismas situaciones… solo cambiaban los matices y los colores. Sutilezas que a simple vista no parecían importantes pero que a la larga lo cambiarían todo.
 
- Los Vengadores son un grupo de héroes, si… pero se han equivocado muchas veces. Han fracasado protegiendo a la tierra más de una vez… incluso han permitido que murieran vidas inocentes, o han matado con sus propias manos… - explicó el hechicero dejando una pausa dramática – El gobierno quiso cancelar el proyecto, pero el capitán América se negó  y empezó a actuar por su cuenta. Los Vengadores se unieron, se pelearon, se odiaron y se volvieron a juntar… es un grupo bastante inestable, la verdad. Hoy en día no sabría decirte si siguen siendo de los buenos, y menos ahora conociendo tu estado... ¿Estabas con ellos cuando perdiste la memoria? ¿Porqué no han venido a rescatarte?

Loki llamó de nuevo a la camarera y le pidió en portugués que le trajera la cuenta. Una vez le trajo la factura, Loki pagó con dólares, y a la camarera no pareció importarle.
 
- Sí, Clint… eres uno de los suyos… pero también fuiste un villano como yo. Eras un ladronzuelo, atracabas bancos gracias a tus habilidades y hacías otras muchas fechorías. Al parecer tus compañeros no saben olvidar ese horrible pasado y tampoco saben ver que te has convertido en una buena persona…- Clint tenía sus dudas, inconscientemente debía de saber que Los Vengadores eran buenos, pero Loki tenía que sembrar la desconfianza para que le creyera. Incluso había preguntado por Kate Bishop, que aunque no la recordaba algo le decía que la conocía.
 
Loki frunció el ceño ante la risita contenida de Clint Barton. No sabía qué era lo que le hacía tanta gracia, así que espero a terminar de poner verdes a los Vengadores y le preguntó:
 
-¿Qué te hace tanta gracia? – dijo casi molesto con la actitud del arquero.

- No me creo eso de la magia y los seres mágicos, he perdido la memoria, no el sentido común, a no ser que me demuestres algo y no me refiero al típico truco de cartas. Quiero que me sorprendas.
 
- Muy bien… tu lo has querido… - susurró Loki con una sonrisa traviesa en los labios. El hechicero chasqueó los dedos, y en un instante el entorno de la cafetería cambió. Clint y Loki abandonaron la isla de Corvo y en un pestañeo estaban rodeados de desierto, se habían teletransportado concretamente en la cabeza de la Esfinge de Guiza, cerca del río Nilo en Egipto. Estaban a veinte metros del suelo, y a sus espaldas se encontraban las pirámides. 

- Una vista magnífica… ¿no crees? – sonrió Loki divertido.

Las palabras envenenadas lentamente iban haciendo efecto, oscureciendo su buen juicio hacia sus compañeros que ni recordaba sus rostros. Así que había sido un ladrón, ahora entendía porque aun no confiaba en ellos, la terrible idea de ser un asesino se asomo por sus ojos que se apagaron levemente.

¿Crees que aprovecharon lo que sea que estuviéramos haciendo…para dejarme morir?

El cuestionar la falta de ayuda de sus compañeros de trabajo le había afectado mas de lo que pensaba. Inmenso en sus pensamientos la voz traviesa de Loki le despertó, pudiendo observar la gran magia que estaba creando delante de sus ojos. Al estar en un lugar tan alto se abrazo instintivamente a el, para luego darse cuenta y separarse de el. Cayó de rodillas y toco la áspera roza que tenia bajo sus pies. Miro a todos lados sintiendo como el cálido sol de antes ahora los estaba asando, casi pegándolos, no podía ser una simple ilusión, esto era…

Magia…

Tardo tiempo en salir de su asombro y ponerse de pie para mirar a su amigo, bastante serio. Solo esperaba que nadie los pillaran y los metieran en la cárcel pro estar en un sitio prohibido.

Vale, te creo que seas un mago, así que confiare en ti…ahora dime… ¿soy un asesino?

Intentaba no mostrar miedo a esa pregunta, no se veía capaz de hacer algo semejante pero eso ayudaría a entender porque era un espía tan importante que entro en ese grupo de locos.

El rostro de Loki era serio, impasible, carente de emociones. Pero en su interior una sonrisa maquiavélica se dibujaba y las carcajadas sonaban dentro como un eco infinito. Los ojos de Clint eran dudas constantes y Loki estaba allí para esclarecérselas… aunque no con la verdad.

- ¿Crees que aprovecharon lo que sea que estuviéramos haciendo…para dejarme morir?

- Clint… - susurró el embaucador con voz viperina.- No creo tener la respuesta a esa pregunta… pero está claro que no han venido a rescatarte por un motivo. Es posible que lo mejor para ellos fuera que desaparecieras…

Pero entonces el arquero se enganchó al hechicero de forma inesperada. Loki reprimió el deseo de empujarle por la esfinge y esperó molesto a que Clint se separara del abrazo. El contacto físico repentino y a demás con los brazos de un hombre le mosqueó.

- Magia…

-Estas en lo cierto, querido amigo… - la sonrisa volvió a sus labios.- Espero que ahora creas en mis palabras cuando te diga algo…- entonces Clint se levantó y su rostro se tornó serio. Sus ojos mostraban miedo, inseguridad y dolor a partes iguales.


- Vale, te creo que seas un mago, así que confiare en ti…ahora dime… ¿soy un asesino?

¿Qué fue aquella sensación? Un escalofrío recorrió el estilizado cuerpo del mago y sacudió su pecho en una ligera pero profunda punzada. ¿Era compasión? Aquella respuesta marcaría un antes y un después en el comportamiento del nuevo Clint. ¿Qué sería lo más conveniente para Loki? Si el arquero pensaba que fue un asesino, sería más fácil que se autoconvenciera del porqué el resto de su equipo podría odiarle… pero…

- No. No lo eres… - susurró, con un deje de dolor en su boca. Todavía quedaba algo de aquel niño de buen corazón en el interior del embaucador. Al pequeño Loki le hubiera gustado tener una segunda oportunidad para cambiar su destino. Pero nadie se la ofreció. A nadie le importó.

Soltó un profundo suspiro alivio, las palabras de su amigo le habían quitado un gran peso de encima. El saber que no era un asesino hacia ver las cosas con mas optimismo. Pero eso hacía que entendiera menos el porqué su equipo no lo quería. Loki le dijo que tenía un pasado criminal, seguramente fue un ladrón que le toco mucho la moral a los Vengadores para que le tengan tanta tirria. Se masajeo un poco el cuello para luego sonreír a su amigo.

Bueno Loki, si quieres podemos ira hablar a un lugar más tranquilo, no quiero que venga la policía del lugar a echarnos a patadas por estar en un lugar sagrado.

Volteo la mirada y observo como un grupo de turistas los miraban boca abiertos. No era fácil distinguir sus expresiones faciales desde tanta distancia, pero eso no era nada para Ojo de Halcón. Pero el nuevo Clint no sabía que tenía esa habilidad y los observaba con normalidad, como si cualquiera pudiera hacerlo.

Ahora que lo pienso… no recuerdo donde vivo… ¿me dejarías vivir contigo hasta que lo descubramos? Por favor…

Ajunto sus manos en forma de rezo y haciéndole ojitos. No quería estar solo en su estado, tenía demasiadas preguntas y solo le conocía a él para que le respondiera… a no ser que apareciera alguno de sus “compañeros” de batallas.

Clint suspiró aliviado. No era difícil para Loki adivinar sus pensamientos, la manera en como se expresaba con su cuerpo y su rostro era como un libro abierto para él. La cara seria despareció y a cambio el arquero dibujó una amplia sonrisa. Loki alzó una ceja, todavía se sentía raro de que alguien le mirara de forma tan entusiasmada. Hacía mucho que no tenía amigos, todos los que habían sido cercanos a él habían acabado muertos o le odiaban a muerte. Leah, Thor, los miembros de los Jóvenes Vengadores, Vericity… a todos y cada uno de ellos les había traicionado al menos una vez en alguna de sus tres vidas.
 
- Bueno Loki, si quieres podemos ir a hablar a un lugar más tranquilo, no quiero que venga la policía del lugar a echarnos a patadas por estar en un lugar sagrado.

El embaucador sonrío divertido ante la incomodidad de su compañero, y vio como los turistas exclamaban a voz en grito. La policía no iba a tardar mucho más en aparecer, así que lo mejor sería dejar de llamar la atención.
 
- Si, tienes razón. ¿A dónde vamos, entonces? – preguntó Loki a punto de chasquear otra vez los dedos.

Ahora que lo pienso… no recuerdo donde vivo… ¿me dejarías vivir contigo hasta que lo descubramos? Por favor…- suplicó Clint con las dos manos juntas y parpadeando los ojos con rapidez.
 
Aquello le pilló por sorpresa, pero el arquero tenía razón. Lo había olvidado todo, eso incluía la dirección de su piso, el número de la cuenta del banco y hasta el número PIN de su teléfono móvil. El embaucador no había contado con aquellos pequeños problemas, y ahora que había engañado al rubio para hacerse pasar por un amigo suyo le tocaba apechugar.
 
En un parpadeo Loki y Clint aparecieron en un solitario callejón de la ciudad de Nueva York. El único que se dio cuenta de su repentino teletransporte fue un gato negro que hurgaba en la basura y bufó a los recién llegados para después salir corriendo. 

- Bienvenido al país de las grandes oportunidades y los nuevos comienzos…- explicó el moreno trajeado mientras indicaba a Clint que lo siguiera. Cruzaron varias calles concurridas de transeúntes hasta detenerse en un edificio de apartamentos alquilados bastante hecho polvo. – Hogar, dulce hogar… - susurró Loki con cierta amargura en sus labios.

Al llegar a esa estrecha calle se asusto un poco por el estúpido gato que hizo ruido al huir, estaba en la posición de sacar su arco, por suerte no lo hizo y quedo en un intento. Mientras andaba miraba a esa inmensa ciudad asombrado, parecía un joven de pueblo que pisaba por primera vez la gran ciudad, la cual estaba extrañamente familiarizada. Cuando su amigo se paro choco contra el, iba tan embobado mirando todo a su alrededor que no se dio cuenta que se había parado, eso le hizo darse cuenta que Loki era mas alto que el.

Ouch! Lo siento, no miraba por donde iba…ohh… ¿aquí es donde vives? No te ofendas pero…pensé que vivías en una torre apartada del mundo como los magos de los cuentos.

Se quedo mirando el bloque de pisos algo familiarizado ¿acaso el viviría en un sitio como este? Cuando el moreno empezó a moverse le siguió, miraba a todos lados y donde mirases parecía que el edificio se fuera a caer. De golpe apareció una señora mayor que se lo quedo mirando curioso. Clint era un buen chico y la saludo con una gran sonrisa en los labios.

¡Buenos días señora! Soy Clint Barton y el es mi amigo Loki.

- ¿Quieres mirar por dónde andas? – Espetó Loki cuando Clint se chocó contra él de forma tonta. Después se dio cuenta de que el tono que había usado contra él había sido frío y cruel, así que volvió a sonreírle, fingiendo de nuevo que eran amigos.
 
Loki volvió la mirada al destartalado edificio y suspiró resignado. No podía quedarse eternamente en un viejo y desordenado apartamento. Un dios de su porte y elegancia se merecía el mejor de los aposentos, pero sin recursos ni aliados en Midgard poco podría hacer. Necesitaba un lugar mejor dónde empezar a planear la nueva conquista de Asgard, y tenía una vaga idea de dónde ir a pedir ayuda…
 
- Los tiempos de torres y castillos ya han pasado, Clint. – comentó Loki algo resignado, recordando con nostalgia las cómodas camas de palacio y los deliciosos manjares del banquete de los dioses.- La ciudad dorada ya no es para mí, y el rey Odín y sus súbditos se han encargado de sellarla para que nadie más pise la tierra de los dioses Asgardianos…
 
A medida que subían por las escaleras, la madera crujía a su alrededor, y las gotas que restaban de la lluvia caían desde el techo, creando goteras por todo el edificio. Justo antes de llegar a la puerta, la vieja casera se acercó a los dos hombres con mirada inquisitiva.
 
- ¡Buenos días señora! Soy Clint Barton y él es mi amigo Loki.- saludó amablemente el arquero. Justo después recibió un codazo de su compañero el hechicero.
 
- ¿Loki? – La anciana agudizó los ojos mirando aún peor a los dos muchachos.
 
- Es como me llaman mis amigos, un mote. – Sonrió con tranquilidad el embaucador mientras abría la puerta del apartamento.

- ¿Eso que llevas ahí es un arco de verdad, jovencito?

- No se preocupe, señora Wilson, mi amigo Clint trabaja en el mundo del espectáculo.- Loki parecía apurado por terminar la conversación e invito a su compañero a que entrara en el apartamento con un empujón.

- ¡No arméis follón!, ¿Eh?
 
- Sí, señora Wilson.

Loki cerró en sus narices la puerta del apartamento mientras contraía las manos de rabia, pensando en mil maneras de retorcerle el pescuezo a aquella anciana entrometida.
 
- No vuelvas a llamarme Loki delante de la gente. – Explicó molesto mientras se quitaba la chaqueta y la corbata, para dejarlas descansar encima del sofá.- Para el resto de mortales soy Serrure Locke, un hombre de negocios. – Explicó, sentándose en el sofá e invocando con sus dedos un vaso de cristal con refresco incluido.- Puedes quedarte a vivir aquí hasta que encontremos otro sitio mejor… y espero que eso sea pronto…

Loki era un dios de vida solitaria y pocas veces sabía trabajar en equipo o convivir con alguien, en este caso, muy diferente a él. ¿Serían capaces de llevarse bien el rey de las mentiras y el vengador?

FDI: Podemos cerrar el tema con tu siguiente post o hacer un turno más, lo que prefieras ^^

Nada más encontrarse con una persona ya la había liado, eso denotaba que el verdadero Clint estaba ahí. Guiño a la señora de forma amistosa para relajar los ánimos, acto que pareció no suceder. Quiso decirle que trabajaba en un circo pero Loki lo empujó hacia la casa y solo pudo despedirse de la señora moviendo la mano. Una vez dentro de la casa le miro un poco mal.


Suena un nombre muy complicado, Loki es más fácil de recordar. Hombre de negocios ¿he? Te pega… y yo también espero mudarme pronto, esto es muy pequeño para los dos…bueno ¿tienes café? Me apetece una taza ¿quieres otra?


Como si fuera un crio comenzó a mirar por todo el piso hasta que encontró la cocina, mientras buscaba el café y unas tazas pensó porque estaba tan claro de que había trabajado en un circo. Seria una pregunta que le realizaría mientras bebían un poco de café, para Clint el café era como el agua, muy necesario para su cuerpo.