Ficha de Jack Nightingale

Nombre:
Jack Deacon Nightingale.

Alias:
"The hunter".

Edad:
36.

Universo de Origen:
Marvel.

Organización: -

Nacionalidad:
Estadounidense (Montgomery, Alabama).

Raza:
Mutante. A lo largo de su experiencia ha ido conformando una opinión sesgada sobre su propia raza a raíz de los múltiples rechazos y traiciones. Esta razón supone gran parte del porqué prefiere vivir entre troncos y hojas caducas.

Además, es incapaz de comprender la razón de su mutación, ya que tras exhaustivos años de investigación no ha podido demostrar que su madre o su padre fuesen mutantes.

Mentor: -

Bando:
Héroe.  

Ocupación:
Actualmente ninguna pero desempeña diversas tareas como cazador.

Descripción Física:


Mide 1,82cm y pesa entre 80-85 kilos. Poseé una complexión física atlética, con una musculatura acentuada a nivel de los bíceps. Posee unas espaldas anchas marcadas por unas profundas cicatrices producto del maltrato sufrido en la infancia a manos de su padre. Además, es en la zona menos sufrida donde tiene un curioso tatuaje.

Tatuaje:

Su tono de piel es medio, lo que combina con su desaliñado cabello castaño . A pesar de poseer una barbilla prominente adornada por una barba descuidada, lo más destacable son sus ojos aguamarina.

En cuanto a la vestimenta, esta suele ser siempre la misma. No entiende de combinaciones, su estilo se rige únicamente por la comodidad. Sin embargo, poseé una prenda favorita, un chaleco con una serigrafía de las alas de un ángel (lo que coincide con el motivo de su tatuaje)  

Chaleco:

Descripción Psicológica:
Su experiencia vital le ha obligado a mostrar un carácter indiferente hacia los demás incitando a la desconfianza, hecho que reitera su apariencia física y su brusquedad a la hora de actuar.

Su funcionalidad característica y su retiro han favorecido la pérdida de ciertos convencionalismos sociales. Sin embargo, es Cortés y agradecido con todo aquel que a su juicio lo merece.

En lo más profundo de esa apariencia tosca anida un profundo filántropo que no duda a la hora de prestar ayuda a los demás. Su nobleza y fidelidad son las características más reseñables en su personalidad.

Historia:
Jack nació en Alabama, en una pequeña cabaña destartalada que sus padres ocupaban. Pocas cosas recuerda de su madre antes de su fallecimiento, salvo el pastel de calabaza que depositaba sobre el alfeizar de la ventana. Su muerte tuvo lugar cuando Jack tenía 6 años, a causa de una insuficiencia cardiaca. Fue entonces cuando su padre, Gary Deacon, se hizo cargo de su cuidado y educación. Las consecuencias del propenso alcoholismo de Deacon, repercutieron sobre Jack en forma de maltrato físico (quemaduras en los brazos, profundas heridas en la espalda y quemaduras de tabaco en el dorso de los brazos) que derivó en cicatrices permanentes. La carencia afectiva y el maltrato fueron los responsables de que Jack se aislara del resto de niños, quienes no estaban dispuestos a compartir su tiempo con un niño que no poseía una bicicleta (tan de moda por aquel entonces). La soledad motivó que el niño comenzara una relación cargada de afinidad con un perro callejero, al que bautizó con el nombre de Dallas, después de liberarle de unas latas producto de una travesura infantil.
Su infancia estuvo marcada por continuas visitas al médico, al menos hasta que falleció su madre, la única persona que había velado por su bienestar. Jack sufría graves jaquecas que le provocaban vómitos, fiebre, etc. Los continuos diagnósticos se sucedieron sin encontrar una raíz a los males del muchacho. El día del entierro de su madre, tras recibir pésames débiles y morbosos, un ataque de ira le motivó a golpear un viejo calefactor. Fue entonces, cuando leves rayos brotaron de las yemas de sus dedos hasta inutilizar el aparato. Este hecho logró asustar a Jack pero no subsanar su curiosidad, ya que intentó comprender los beneficios de su don. Su experiencia le dio a entender que las jaquecas eran más nocivas si no hacía uso de su poder.

Una vez alcanzada la adolescencia, Jack entabló amistad con una extrovertida joven llamada Hayley , 6 años menor que él, a la que sorprendió tirando piedras con efecto a un lago.

“Jack avanzó entre la frondosidad del bosque evitando hacer crujir las ramas que se amontonaban bajo sus pies. Sus hábiles oídos habían captado un sonido procedente del lago, por lo que se dirigió tirachinas en mano a realizar una investigación exhaustiva. Pensó que tal vez, una ardilla o dos aliviarían el cabreo de su viejo.
-¡Hey, detente!-exclamó al ver a una joven de largo cabello azabache que se disponía a arrojar una piedra al lago.
-¿Por qué?-preguntó ella con indignación.
-Por poco tiras Feldespato-bramó él como si fuera algo obvio, motivo que desató la risa de la joven. La mirada profunda que le dedicó hizo que este tratara de evitarlo. -¿Cómo te llamas niña?-preguntó con cierta brusquedad.
-Hayley…-respondió abstraída observando aquella piedra que creyó carente de valor.”

Lo cierto era que las relaciones interpersonales jamás habían sido su fuerte, pero Hayley hizo que todo pareciese fácil. Los padres de Hayley jamás aprobaron que saliera con un joven mayor que ella, mucho menos si este era el hijo de Deacon, hecho que ella ignoró con una pasmosa tranquilidad. Su autenticidad, fortaleza y vitalidad hicieron aflorar una serie de sentimientos que colmaron el corazón de Jack. A medida que la relación avanzó, haciéndose más prolífera en cuanto a primeras veces, el chico comenzó a mostrar interés por los estudios y la universidad. Sin embargo, fue su padre el que le hizo renunciar a base de mensajes peyorativos, improperios y amenazas, obligándole a aprender a cazar como parte de su legado familiar. A pesar de ello, el chico creyó que el trabajo duro podría mejorar la relación paterno-filial, hasta que se dio cuenta de que cualquier error (escapara o no a su control) sería responsabilidad suya. No tuvo más remedio que continuar soportando las continuas vejaciones y ataques, por el mero hecho de continuar viendo a Hayley quien había guardado el secreto de su mutación. Para sorpresa de Jack, los mutantes constituían una raza amplia que incluía a su novia. El poder de la joven parecía confirmar el magnetismo casi místico que habían sentido en su primer encuentro, ya que su habilidad residía en absorber la electricidad. Aquello dio una explicación plausible al escalofrío que recorría sus cuerpos cada vez que sus manos entraban en contacto.

El acontecimiento que marcó la vida de Jack fue la muerte de su padre. Esta se produjo cuando Deacon responsabilizó a su hijo de un cepo mal colocado propinándole una paliza en la oscuridad del bosque. Los gritos desesperados del joven sólo captaron la atención del viejo Dallas, el cual no dudó a la hora de morder al hombre que se cernía sobre su dueño. Como no cabía esperar otra cosa, Deacon se tomó represarías al golpear al perro hasta la muerte (ignorando las plegarias de su hijo). Jack asió el extremo de la ballesta que Deacon cargaba sobre sus hombros serrando sus principales arterias en el ahorcamiento. Una vez recupero la cordura y fue consciente de sus actos, corrió a casa de Hayley con un imponente rastro de sangre  sobre sus prendas.

“La ausencia de farolas le sumía en la oscuridad cada ciertos metros, el ladrido de los perros parecían alertar a sus dueños de lo sucedido. Fue entonces cuando la vio junto a su moto, esperándole en el sitio de siempre.
-¿Qué ha pasado?-preguntó alterada en el momento que pudo divisar el burdeos que tintaba su camisa.
-Mi padre, mi padre-dijo él tendiéndole el objeto de su ofensa, la ballesta. –Él, él me estaba golpeando… Dallas trató de defenderme y entonces, él lo mató y después yo…-intentó explicar de manera desordenada. –Yo… debo entregarme, dios mío, debo entregarme-dijo tirándose frenéticamente del cabello.
-Shh-siseo después de mecerlo violentamente. –Enterremos el cuerpo y huyamos-sentenció.”

Los años posteriores transcurrieron en la carretera, sobreviviendo al día a día a base de trabajos esporádicos hasta poder comprar una caravana de segunda mano en la que se instalaron. La convivencia con Hayley supuso un respiro para su tortuosa vida, debido a que su  poder constituía su analgésico favorito. Esta temporada de su vida, en la que no vivió un solo episodio de migraña concluyó con la misteriosa desaparición de Hayley.  

“Aunque no era demasiado, Jack se conformó con las dos pájaros que portaba sobre sus hombros. Estaba satisfecho de poder ofrecerle a Hayley un caldo caliente de lo que sea… en este caso, de pichón.
-Hayley, maldita sea… no te lo vas a creer-dijo soltando una opaca pared de humo proveniente de un cigarrillo a medio fumar. Supuso que a continuación vendría el típico¿Qué pretendes?¿quemar todo el bosque? pero eso no sucedió, el silencio reinó en el internor de la caravana.
-¡HAYLEY!-gritó con desesperación tras examinar los escasos rincones del vehículo. Contempló con desesperación la falta de indicios de forcejeo o violencia física. -¡HAYLEY!-repitió hasta que se quedó sin voz”

Hayley:

La repentina desaparición le hizo agudizar todos sus intentos de cazador en su búsqueda hasta que se rindió. Poco después trató de convencerse de que había huido por su propio pie, incapaz de soportar un solo minuto más la situación actual.  Este pensamiento le llevó a un local de carretera en un bar en el que conoció a Billy Joe, un hombre vil que regentaba una banda de moteros.  Jack permaneció al servicio de Billy Joe hasta que este descubrió su identidad, fue entonces cuando este encargo a sus chicos abandonar al mutante en el desierto. “No es nada personal, chico” le dijo antes de partir.

Billy Joe:

Tras vagar días a través del desierto, Jack se topó con Deal Russell, un fracasado promotor del Nascar que le prometió llevarlo a la ciudad si este conducía, debido a que su artritis precoz era todo un impedimento. Después de varias noches, Deal se percató de que Jack poseía habilidades para las carreras de Nascar.  Las actuaciones de Jack en las carreras estuvieron marcadas por la temeridad, motivó que le proclamó ganador 15 veces consecutivas (2000-2015). Jack decidió dejarlo después de que Deal se retirase del negocio, en el momento que su artrosis le prostró en una cama. Posiblemente, el cabrón de Deal Russell fuese uno de los pocos humanos que le mostraron algo de compasión.

Con bastante dinero en  los bolsillos Jack se retiró a los bosques en su caravana. Actualmente reside en un fondo frondoso con su perro Cherokee, esperando alguna pista que desvele el paradero de Hayley.

Poderes:
Los impulsos nerviosos que recorren el cerebro de Jack se amplifican a lo largo de su recorrido. La expresión directa de su poder es cuando las yemas de sus dedos entran en contacto con una superficie hidrófila motivando la descarga de una carga voltaica. La duración e intensidad de la misma reside en la cantidad de electricidad acumulada en los tejidos de Jack.
En consonancia, la expresión indirecta de su poder se basa, por ejemplo, en la manifestación de una leve conducción eléctrica sobre el sudor que empapa su piel.
NOTA: Si Jack no utiliza su poder con regularidad, la electricidad acumulada en sus tejidos provoca terribles jaquecas y ataques de migraña.

Habilidades:
- Su nobleza y Filantropía.
- Habilidades de conducción.
- Cierta capacidad mecánica.
- Supervivencia en ambientes difíciles (bajas temperaturas, desérticos, bosques, etc).
- Habilidad en manipulación de armas y puntería.

Debilidades:
- Su culpabilidad y remordimientos.
- Misoginia.
- Carácter difícil, algo hostil.
- Opinión sesgada sobre lo que desentraña ser un mutante.
- Antecedentes familiares que suponen factores de riesgo: Enfermedades cardíacas (fallecimiento de la madre) y tendencia al alcoholismo.
- Consumo reseñable de tabaco.
- Las jaquecas producto de la acumulación eléctrica entre sus tejidos.

Equipo y recursos:
Jack cuenta con las siguientes posesiones:

Cherokee :

Ballesta:

Caravana:

Motocicleta: