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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Tema: Re: Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018 30th Mayo 2016, 21:06
Avanzaba con dificultad, sus pies se movían cada vez con más lentitud a medida que se inundaban los pasillos. En su locura, había seguido rompiendo y abriendo válvulas con la intención de anegar el nivel inferior en un intento de detener a sus perseguidores, de ganar tiempo. El olor putrefacto del lugar se colaba por su garganta y le dolía en el pecho, aunque en el fondo era bien posible que se debiera al sobre-esfuerzo y no al penetrante olor químico. El agua le llegaba ya por encima de los tobillos, y le dolía la boca del estómago, y respirar cada vez era más difícil. Sus recuerdos de cómo había llegado hasta ese lugar eran difusos, y recordaba flashes, odiándose a sí misma por no haber prestado más atención a sus pasos por aquel laberíntico lugar. Y para añadir más tensión al momento, tras de sí podía escuchar el peligro que se cernía sobre ella, el metal partiéndose bajo su propio peso, limpiando y separando las débiles barricadas que había colocado en un intento de zafarse de sus perseguidores.
Su poder no iba a funcionar una segunda vez. Estaba asustada, demasiado asustada para poder mantener nada bajo control. Si intentaba hablar una segunda vez, estaba segura de que transmitiría miedo, pánico, y era demasiado arriesgado someter a Mística y Magneto a ello. Hay personas que reaccionan al miedo con violencia, y no quería complicarse la vida más de lo que ya lo estaba logrando.
Al fin llegó al lugar donde se había separado de sus compañeros, y alzó la mirada para contemplar el suelo que había cedido para dejarles caer en ese piso inferior que ahora estaba cubierto de agua. El frío líquido alcanzaba ahora los bajos de su cintura y miró desesperada algún modo de trepar. Tenía que salir de ahí y se le agotaba el tiempo. Colocó las manos sobre una de las grandes cañerías de la sala y sintió el calor bajo las palmas de sus manos, agradeciendo entonces el haber traído guantes. Sin perder un instante, empezó a colocar un pie tras otro para iniciar el ascenso al piso superior, pero aún no había alcanzado el hormigón, cuando la puerta se abrió con un golpe sordo. Los ojos amarillos de Mística la observaban con la ira pintada en las azules facciones, y a Alice se le escapó un jadeo, intentando alcanzar el techo.
La mano de Mística se cerró en torno a su tobillo, y tiró de ella con fuerza, y los guantes cedieron, resbalando por la lisa superficie de las tuberías. Alice cayó, sumergiéndose bajo el agua y cerrando con fuerza ojos y boca, para evitar que el sucio líquido entrara en su estómago o pulmones. La mutante azul buscaba sujetar el cuerpo de Alice bajo el agua, inmobilizarla, y ella, a ciegas, luchaba por liberarse y recuperar el aliento. Golpeó y pateó al aire hasta que las manos que se cerraban en torno a sus muñecas y cuello aflojaron, permitiéndole romper la superficie en busca de aire. El agua cubría entonces hasta su cintura, y Mística… Mística había iniciado el mismo ascenso que había intentando instantes antes. Y aunque era una pésima idea, la siguió, más por escapar de la inundación que ella misma había causado que por atrapar o enfrentar a la mutante.
Una vez en el piso superior, a duras penas tuvo tiempo de incorporarse, que Mística la recibió con una patada en el costado. Alice gimió de dolor, agarrándose el vientre mientras la mutante azul chirriaba los dientes, mirándola con furia.
Cierra la maldita boca, ¿me oyes? ¡Deja de hablar!
Una nueva patada y Alice no pudo contener un segundo grito, cargando con él el dolor, que mediante su poder se pasaba a su vez a Mística. No era un dolor físico, desde luego, pero no parecía que esa sutil diferencia estuviera ayudando a calmar los ánimos. Cuando Mística intentó golpearla una tercera vez, Alice rodó sobre sí misma, apartándose de ella y como pudo, se incorporó.
Sabía que no era rival para ella. No tenía esperanzas de vencerla en un combate, y en su situación, tampoco podía tomar ventaja de su poder. ¿Qué le quedaba? ¿Habrían logrado Sasha y Planaria alcanzar a Stryker? ¿Habría servido para algo lo que había hecho, o habría sido un sacrificio en vano? Mística se acercaba a ella, y Alice retrocedía, hasta que su espalda se apoyó en la pared. Cerró una mano en torno a su garganta, y la británica sujetó su brazo con ambas manos. Podía sentir los músculos de Mística, tensos y fuertes bajo la piel, pero no estaba haciéndole daño.
No puedo seguir perdiendo el tiempo contigo… Ya hemos malgastado suficiente con tu pequeño juego.
Con brusquedad, tiró a Alice hacia un lado, antes de dar media vuelta y abandonarla allí mismo… Con una sonrisa pérfida en los labios, golpeó una de las tuberías hasta que la presión empezó a silvar, amenazando con romperla, y se fué, cerrando tras de sí la puerta. Primero, se sostuvo el cuello, desorientada, sin entender del todo lo que había sucedido. ¿Porqué la había dejado ir...? Luego contempló anonadada como Mística bloqueaba la puerta desde el otro lado.
Primero, intentó buscar una manera de salir. A un lado del pasillo, tenía la puerta que había bloqueado mística, al otro, un almacén y sala de máquinas, sin salida. Luego, intentó forzar o romper la puerta, pero no tenía suficiente fuerza, y carecía de herramientas con las que poder ayudarse. En tercer lugar, desesperó. Gritó, lloró y golpeó, descargando la frustración, el miedo y la rabia, hasta que se desolló los nudillos por debajo de los guantes, mientras el agua de nuevo cubría sus tobillos.
Finalmente, se dejó caer contra la pared, abrazándose las rodillas, llorando en silencio sin saber qué más podía hacer.
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Planaria Glámez
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Tema: Re: Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018 3rd Junio 2016, 00:09
Cuando Magneto alcanzó a las dos mujeres pudo ver que Alice estaba cubierta entera por el repugnante agua, respirando entrecortadamente y sufriendo. El rostro del mutante se torció ligeramente y se quedó a escasos metros de su aliada.
- ¡Mística! Suficiente... Déjala aquí y que aprenda la pésima decisión que tomó... Vámonos antes de que esto nos atrape como a vulgares ratas...- Abrió la puerta con sus poderes con un chirrido y la atravesó caminando, con la capa ondeando tras de él. La mujer azul le siguió con una sonrisa trinfante en la cara, la cual le mostró una última vez antes de cerrar a cal y canto a aquella niñata a una muerte segura. El agua se filtraba por todos lados y estaban bajo el nivel del mar. Le quedaría media hora a lo sumo. Una lástima. Con un poder así habría sido una digna aliada.- William Stryker se nos ha vuelto a escapar por culpa de estos X-Men... No pienso tolerar más errores ni que siga esclavizando a nuestros hermanos...-
- Deberías haberme dejado matarla... No es más que una cría.-
- Y por ello se merece una oportunidad. No somos vulgares asesinos como los humanos. Al menos no con los de nuestra especie. Ya habrá tiempo para la venganza.- Y abandonaron aquel pestilente lugar que poco a poco iba inundándose hasta que quedase sepultado bajo las turbias y sucias aguas del río Hudson.
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Por muchos esfuerzos que ambos hiciésemos aquel helicóptero huyó sin remedio. Apreté los dientes enfurecido por la impotencia al no haber conseguido pararle. Hijo de... Puta... De nuevo escapaba con aquella sonrisa maníaca y sus aires de superioridad. Y para colmo una mutante de su parte. Eso sí que iba a ser una movida de las gordas. Debíamos informar al profesor en cuanto llegásemos a la mansión. Un buen y largo parte de todo lo ocurrido y luego a ver qué hacíamos, tal y como había dicho Sasha. Corrimos hacia dentro en busca de Alice y los primeros temores serios comenzaron a invadirme la mente. Joder, por favor que no le hubiese pasado nada. En cuanto bajamos un par de pisos el mal olor fue tal que no pude evitar fruncir el ceño y arrugar la nariz, aguantando la respiración como podía. El sonido del agua moviéndose hizo que todos mis cabellos se pusiesen de punta, y cuando vi un pequeño charco aumentar de tamaño a gran velocidad proveniente del pasillo que nos dirigía hasta Alice tragué saliva. Mierda... ¿Se habría roto alguna tubería? Escuchamos un grito a lo lejos y nos pusimos en movimiento a toda velocidad. Sasha fue congelando el agua a medida que esta subía de nivel y corrimos sobre la superficie helada. El agua cada vez estaba más alta, y de no haber sido por ella yo en mi vida habría entrado en aquellos pasillos ni de coña.
- ¡Alice! ¡Aliiiiiiiiiiiice! ¡Alice!- Gritábamos intentando que nos oyese por encima de todo aquel ruido, pero no obtuvimos respuesta alguna. Cuando llegamos al sitio donde nos habíamos separado y nos habíamos enfrentado a Magneto el agua llegaba casi al piso superior. Tuvimos que agacharnos para evitar el techo antes de llegar a la enorme bóveda. Y allí, intentando atravesar la puerta por donde habíamos bajado al principio, la chica estaba tirada, sollozando y completamente calada.- ¡Allí! ¡Alice! ¡Aliiiiiiiiiiiiiice!-
De un salto subimos al piso de metal y nos acercamos a la joven mutante. La habían tenido que sumergir en el agua y tenía los ojos rojos y las lágrimas aún caían por sus mejillas. La abrazamos y limpiamos como pudimos. Me volví a la puerta y usé toda mi fuerza para intentar girar la manivela sin éxito. Desenfundé entonces mi arma y la encajé para usarla de palanca. Volví a hacer lo mismo, rojo del esfuerzo, pero por fortuna se movió un poco, y luego otro poco más hasta que cedió, con un crujido metálico y un fuerte chirrido que anunciaba su apertura. Me volví a ambas guardando mi arma.
- ¡Vamos! ¡Hay que salir ya!- El agua ya nos llegaba por las rodillas, y en cuanto ambas pasaron cerré la puerta con la intención de bloquear el avance de esta. Lo único que teníamos que hacer era subir lo suficiente para estar sobre el nivel del río y evitar así quedar sumergidos. Corrí tras ellas alegrándome de que Alice estuviese bien pero maldiciendo lo que le hubiese pasado. Debía haber sido algo horrible a juzgar por su aspecto, pero me alegraba de que estuviese viva.
OFF: Por mí podéis narrar que conseguimos salir del edificio y decidimos ir a contarle todo a Xavier y cerrar esto ya. Habéis sido parte del inicio de una trama que se alargará hasta llegar al ansiado y misterioso final MUAJAJA. Espero que lo hayáis disfrutado y que os haya gustado ^_^ Cualquier duda que tengáis ya sabéis donde encontrarme.
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Tema: Re: Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018 14th Junio 2016, 01:56
Corrí como si me persiguieran. Notaba mis piernas calientes cruzar el agua que iba ofreciendo cada vez más y más resistencia, subiendo el nivel hasta mis caderas y ralentizándome todo lo posible. Busqué a mi alrededor, frustrada. El agua era mi elemento, si necesitaba un arma, el agua me lo garantizaba, si me ponía en peligro, la evaporaba… Pero no podía estar segura de que no abrasase a Alice por el camino así que opté por congelar el agua a medida que pasábamos, descartando la posibilidad de dejarla atrás sin darnos cuenta o hacerle mal de algún tipo. Con una palmada en la planta de mis pies generé dos cuchillas también de hielo macizo que me sirvieron para patinar sobre la superficie a un ritmo bastante frenético. Si hubiese muerto…
No. No. Concéntrate. Alice está bien.
- ¡Alice! Ven aquí…- a pesar del alivio que sentí el corazón me machacaba el interior del pecho como queriendo romperme el esternón. La cogí con delicadeza de la mano, dejándole un beso en la mejilla. - Vamos- estaría asustadísima, saturada y confusa… Pero comprobar que seguía viva, que podía andar y que no aparentaba tener ninguna lesión grave me calmó los nervios.
Lo único que hicimos fue correr. Correr hasta reventar, hasta que vimos al fin las escaleras finales por las que habíamos entrado. A medida que hicimos recorrido fui congelando fragmentos de agua, formando pequeños muretes de retención y congelando la puerta todo lo posible para sellarla e intentar hacer algo de impermeabilidad, pero sólo nos daba tiempo. Plana subió primero, para asegurar el terreno por fuera y porque me quedé yo al final. No iba a permitir que el elemento mortal para él llegase a cumplir su debilidad. Luego Alice, para ponerla a salvo y finalmente empecé a subir las escaleras de tres en tres agarrándome con fuerza para subir más rápido. Volví a poner la lápida de piedra sobre el hueco que quedaba. Ya había pasado todo… al fin.
Estiré la espalda jadeando con el pulso a mil y abracé a Alice con muchísima delicadeza. -Has estado genial… Eres una mutante increíble Alice, con un talento increíble que pulir…- susurré a su oído mientras mis manos acariciaban su espalda. La pregunta “Estás bien” me pareció fuera de lugar. Emocionalmente estaba rota, físicamente si tenía algo lo suficientemente grave como para morir o que fuese herida severa, lo diría ella por sí misma o el examen sanitario de la mansión. Cuando se hubo calmado un poco le tendí la mano, para caminar juntas a la mansión de nuevo.
El camino fue una especie de procesión muy común después de las misiones. Cada uno recorría en su mente y en su físico la situación, rememorándolo todo y surcando las ideas por “Si hubiese hecho…” , “ Si cambiase mi decisión…”. Todo el mundo solía castigarse de una forma interna después de una misión fallida y era algo que sólo el silencio podía mostrar.
Al llegar lo primero que hicimos fue pasar por la enfermería, para que la revisasen a ella. Plana nunca tenía que hacer esa ruta y lo mío se pasaría pronto, era algo a lo que estaba acostumbrada, pero ella necesitaría un buen cuidado médico. -Alice, te dejamos aquí…¿vale? Acuéstate en cuanto te curen, intenta mantener la mente distraída…- Me acerqué recolocándole un mechón de pelo tras la oreja mientras le examinaban el costado y el abdomen. - Has sido muy valiente… Gracias por tu ayuda, eres muy grande Alice. Enorme. - Susurré antes de caminar a dar el reporte de la misión.
Esto sí suponía un problema… ¿Cómo explicar que habíamos visto una trama inmensa de delito con el nombre de Stryker y qué manera podía tener de describir el encontronazo con los dos enemigos más recurrentes de nuestras misiones…?
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Tema: Re: Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018 16th Junio 2016, 11:41
Estaba fría y temblaba. Sollozaba. Y estaba sola.
No sabía cuánto rato hacía que Mística la había abandonado allí para que, probablemente, muriera ahogada. Pero de algún modo tampoco parecía importarle. Estaba sola, y sentía como si todo lo demás hubiera quedado en segundo plano.
Tenía grabado a fuego el rostro de aquél hombre que había visto morir minutos antes, y de algún modo ese recuerdo parecía ahora lejano, y nuevamente sentía que no estaba dentro de su propio cuerpo, como si su propio corazón estuviera envuelto en algodón y no pudiera sentirlo latir. Su respiración le resultaba artificial, como si no fuera suya, como si algo empujara a su cuerpo a respirar en pleno llanto, pero no fuera ella. Lo único que quería Alice, ahora mismo, era dormir.
Qué curioso, que en medio de todo, con el agua cubriendo su abdomen, mientras su cuerpo lloraba sin su permiso, ella quisiera dormir. El cabello, empapado, se adhería a sus mejillas y proporcionaba cobijo a sus lágrimas. Escuchaba la voz de Sasha y Planaria, lejanas, llamando su nombre, pero era incapaz de ponerse en pie, como si su cuerpo y mente hubieran decidido tomar caminos separados, y no respondieran el uno ante el otro. Incluso cuando llegaron hasta ella y Sasha le tomó de la mano para alzarla. Su cuerpo no era suyo, y reaccionó a las órdenes sin su permiso. La abrazaron, la limpiaron, sintió como apartaba el cabello de su rostro, Planaria forzó la puerta, y, al fin, emprendieron la marcha de vuelta a casa.
Cuando al fin les recibió el frío de la calle, su cuerpo tiritaba, y Sasha la abrazó con muchísima delicadeza, susurrando palabras de ánimo a su oído. Y más que las palabras en sí, su cuerpo agradeció el calor. Sasha era tan cálida…
Volvieron a la mansión, en silencio, la joven británica no alzó la mirada de la punta de sus botas durante todo el camino. El único instante en que había parecido recobrar algo de energía, fue en un instante en que se vio reflejada en un escaparate y se había puesto nerviosa, hasta hacer parar a la pareja para poder arreglarse un mínimo. Desabrochar y abrochar los cordones de sus botas recolocar la bufanda, el gorro, sus guantes… Y aun esas pequeñas compulsiones estaban desprovistas de emoción y las realizaba casi como si su mente no estuviera enteramente ahí.
Y cuando finalmente estaban en el vestíbulo de la mansión, Sasha se despidió de Alice, animándola a dormir, a no pensar, a distraerse.
Tan sólo tenía la garganta irritada, y una ligera conmoción, así que pronto le permitieron volver a su habitación. Tal vez en una situación normal, hubiera decidido pasar primero por la cafetería, coger aunque fuera algo de beber, pero sus pies la llevaron directamente a su habitación. A duras penas era consciente de lo que hacía, y se dejaba llevar por los pequeños impulsos que la mente lograba hacer llegar al cuerpo. Se desvistió y se dió una ducha, se secó el cabello y se puso el pijama. Sus ojos estaban extrañamente desprovistos de emoción. Y finalmente se dejó caer en la cama, esperando dormir.
...para horas más tarde, levantarse de una pesadilla, y hundir el rostro en la almohada, intentando no despertar a Dianne. Y aunque ella no lo sabía, Sasha tenía razón.
Estaba emocionalmente rota.
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Tema: Re: Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018
Dame alas y enséñame a volar [Planaria Glámez] 18 Noviembre 2018