Llendo a Genosha (Erick Magnus Lehnsher y libre)

Como todas las mañanas Mia despertó muy temprano,bostezando se cayo de la cama como todas las mañanas su cuarto estaba lleno de posters de la mujer maravilla y por otro lado de Michael Jordan,junto a su cama tenia una vitrina en la que tras ella se encontraba su mascota,no un gato o un perro como cualquier chica si uno una pitón ,que le había regalado los compañeros de trabajo de su ita en su décimo cumpleaños,luego de desayunar y entrenar Mia salio al patio donde ya se encostraba Zoey.

-Al fin despertaste-dijo Zoey con el tono seco de siempre mientras reparaba la nave.-Que suerte ya esta lista-

-Pero son las 8 de la mañana,cuando llegaste?-ṕregunto Mia a Zoey que parecía no tener una pisca de sueño.

-A las 5 llegue-dijo mientras guardaba las herramientas y le señalaba a Mia la nave-Sube.

-Wow tan temprano?,a donde iremos?-mientras esperaba una respuesta apareció dentro de la nave-Ya lo veras-Dijo Zoey mientras se subía.

Era un día bastante tranquilo en las cercanías de África no había ni una sola nube en el cielo y la temperatura no pasaba de los 25°c, en Genosha todo parecía muy calmado hasta que en la pista justo frente a la puerta del lindo lugar hecho completamente de metal aterrizo una especie de nave no muy grande,de ella bajaron dos chicas la pequeña Mia que iba con su vestimenta oscura de siempre,tenis negros y con el cabello recogido en dos trensas con su cabello violeta claro como siempre tapando su ojo derecho cortesía de su rozagante niñera quien estaba acompañándola.

Zoey así se llamaba la chica rubia de cabello por los hombros que la acompañaba llevaba puestos pendientes en forma de aros,una chaqueta vaquera y una falda con medias de color de azul oscuro, botas marrones, y una camiseta negra que tiene las mangas a rayas de blanco y negro, Zoey iba con los audifonos puestos escuchando un poco de rock,el camino había sido muy largo.

-Aquí es,muy linda no?-señalando-Sigo sin entender-dijo Mia sin saber donde estaban,nunca había sido muy buena en geografía- Entra y lo veras-Dijo Zoey tocando la gran puerta-

Era una mañana  muy tranquila en Genosha. No hacía mucho tiempo que Erick había regresado y había reorganizado el caos que reinaba en aquella isla.

De a poco todos los mutantes que habían decidido quedarse en sus tierras regresaban a la calmada rutina del día a día, a la paz que reinaba dentro de aquella pequeña extensión de tierra en el medio del océano. Muchos al enterarse de lo que estaba sucediendo en el mundo había decidido partir, dejar la paz que los rodeaba para asegurarse de que todo estuviese bien en sus anteriores hogares. Tal vez en otra época Magneto le hubiese prohibido a los suyos abandonar la isla, por considerarlo peligroso o por considerarlo una traición. Pero el ya no era el mismo y entendía los motivos que guiaban el movimiento de los suyos.

Lo único que había podido hacer por aquellos que partían era desearles un buen viaje y asegurarles que al regresar tendrían un lugar para llamar hogar, pero lamentablemente, por más que lo quisiera no podía acompañarlos o cuidarlos en sus caminos, ya que sus manos estaban ocupadas en mantener la seguridad de la isla.
Ya por suerte todo estaba en paz, y podía reanudar su invitación a los mutantes de todo el mundo, pero esta vez su mensaje sería verdadero, realmente les brindaría un lugar seguro, pacífico y una oportunidad de vivir una vida plena, lejos de cualquier tipo de opresión. Donde todos serian iguales, sin importar su poder o su origen, un verdadero santuario.

Al levantarse podía sentir el cantar de los pájaros en las inmediaciones del palacio. Ruido el cual era casi opacado por el bullicio de las calles de Genosga, una vez más repletas de mutantes disfrutando de su libertad.

El sol brillaba fuertemente como todas las mañanas sobre la imponente estructura metálica, también podía escucharse una suave brisa marítima acompañar el golpeo de las olas contra las costas. Todo esto hacia que el clima fuese inmejorable, se trataba de una fresca mañana ideal para recorrer las inmediaciones de la isla y controlar la reconstrucción de las zonas urbanas de la isla. Pues sí, aquel caos que había reinado en la isla, causado por el fenómeno Omega, ese maldito fenómeno, imposible de explicar, que había unido a este mundo, o a todos los mundos entre sí, había también generado estragos en aquella remota isla. Edificios se habían colapsado, cientos de seres extraños se habían presentado en la isla, con intenciones aparentemente hostiles, habían llevado a una confrontación con las fuerzas de magneto, y sin este al mando, no todo había salido bien.

Por suerte eso ya era cosa del pasado, los invasores habían sido repelidos, los heridos atendidos y lamentablente las víctimas habían sido enterradas. Solo faltaba reconstruir y mirar hacia adelante.

Erik se levantó temprano en la mañana y comenzó su día con una reunión con sus más cercanos colaboradores. En estas reuniones ya no se hablaba más de planes de domino o de como destruir a los homo sapiens. Solo se trataba de ver cómo seguir adelante, como mejorar el estado de la isla, como ayudar a su pueblo.
El día continúo con un recorrido por las inmediaciones de las zonas urbanas, por lo menos hasta que un mensaje llego a los oídos de Magnus. Se trataba de una de sus acólitos, Sarah Ryall (scanner), una de las más fieles y devotas de sus ayudantes, que se encontraba a cargo de las comunicaciones en la isla, debido a sus poderes que le facilitaban mucho la tarea.

Su poder le permitía, además de detectar e identificar mutantes, proyectar su cuerpo y el de otros de manera astral diferentes locaciones. En el pasado Magneto había utilizado estos poderes para ponerse en contacto con muchos de sus agentes en diferentes partes del mundo o inclusive con sus enemigos y así evitar ser rastreado.

- Magneto, hemos detectado la presencia de una nave no identificada que se dirige hacia el castillo. No hemos logrado ponernos en contacto, si bien sus intenciones no parecen hostiles mantienen el silencio de radio.

Tiempo atrás la reacción de magneto hubiese sido destruir luego preguntar. Miles de veces este había sido su accionar y hasta el momento siempre había logrado su cometido, mas allá de la mala intención, siempre había mantenido la isla a salvo de cualquier tipo de daño.

Pero esta vez el había cambiado, su acercamiento a los X-men lo había llevado a ver las cosas de una forma diferente y a demás entendía que era innecesario iniciar hostilidades sin sentido. Estaba dispuesto a ver que sorpresas le traían este nuevo mundo a su puerta.

- Gracias por el aviso Sarah, aseguren el perímetro, pero no inicien ningún tipo de enfrentamiento, me encargare personalmente de nuestro visitantes, puede tratarse de mutantes en busca de asilo. Repito no inicien ningún tipo de intercambio. Nos encontraremos en la sala principal.

Con gran prisa Magneto utilizo sus poderes para desprender una gran placa de acero que formaba parte del piso, como todo lo demás de la isla que estaba construido en su gran mayoría de este material, y la utilizo para transporta a quienes lo acompañaban durante la visita por las zonas urbanas hasta el castillos.
Una vez allí con gran prisa dio las órdenes necesarias para la situación. Esta era una de las pocas situaciones en las cuales los acólitos podían ver un poco del magneto anterior, aquel que los había reunido a todos, si bien no para los fines más nobles, pero si para seguir un ideal.

- Establezcan un perímetro en esta zona, que nadie entre o salga del castillo sin mi consentimiento. No quiero que nadie muera, pero si es necesario hagan lo que sea para mantener la zona urbana fuera de peligro, no quiero más muertes innecesaria de mutantes inocentes.

Sin más que decirles a sus acólitos se elevó majestuosamente, una vez más, por sobre los otros y atravesó, casi fantasmalmente uno de los muros altos del castillo, para así dirigirse directamente al salón principal de la propiedad. Esta habilidad sin duda podía sorprender a cualquiera, pero el domino durante años de los poderes del magnetismo, le habían dado a Erik la habilidad de hacer casi cualquier cosa con los metales. Podía inclusive cambiar el estado de estos, reduciéndolos a sustancia liquidas que le permitían atravesar sin mayores dificultades, dando la apariencia de que podía atravesar los muros como un fantasma.

Sin mayores demoras se encontró con sus acólitos en el gran salón. Allí se encontraban los miembros más fieles a él, aquellos que lo había seguido durante más años y había entendido el camino que había decidido tomar. Entre muchos otros se distinguían Sarah Ryall, quien era su nexo con el mundo exterior mientras era necesario que estuviese inmerso en los asuntos de la isla, Fabian Cortes, la mano derecha de magneto, si bien en otros momentos lo había traicionado, al parecer en esta realidad se trata de un fiel seguidor de las convicciones de Erik y un confiable ayudante y sus mismos hijos, Pietro (quicksilves), Wabda (La Bruja Escarlata) y Lorna (polaris).

Apenas concediéndole una mirada a la mayoría de los presentes, se acercó a su segundo al mando y con gran seriedad, casi similar a sus antigua épocas le hablo.

- ¿Qué es lo que sabes?, ¿hemos logrado ponernos en contacto con los habitantes de esa nave?

- No señor, no tenemos novedades, acaban de aterrizar. ¿Cómo debemos proceder?

Sin que Cortez pudiese terminar esta última oración se pudieron escuchar algunos golpes en el amplio portón que los separaba del exterior. Ya estaban aquí.
Conservando la calma, Magnus se acercó lentamente a este portón y lo hizo desintegrarse frente a la vista de todos, dejando en descubierto a sus inesperados visitantes.

Para su sorpresa se trataba de dos niñas. Ellas habían logrado burlar la seguridad de sus tierras, dejar en completo jaque la capacidad de reaccionar de varios de los mejores hombres con los que había combatido magneto. Sin duda alguna se trataba de una jocosa escena la que estaba frente a los ojos del mutante.
Esbozando una sonrisa al ver la cara de perplejidad de los habitantes del salón magneto se acercó a las inesperadas visitantes y desplegando su carta de presentación más conocida, sus poderes de magnetismo, se elevó en los aires.

- Bienvenidas a Genosha, santuario para los mutantes. ¿Qué las trae aquí?

Todos los presentes fijaron su mirada en las intrépidas visitantes, expectantes de lo que estaba por suceder.

Off rol:

Hace tiempo que Zoey cuidaba a Mia como si fuera su hermana pequeña,una hermana pequeña demasiado inteligente segur ella, Mia asistía a la Institución Maria Starck para súper dotados hace ya un tiempo, en esa Institución había niños de su edad al menos podía hablar con personas que entendían lo que ella decía y expresarse tal y como es.

Hace unos cuantos meses en uno de sus tantas salidas de campamento el padre de Zoey le contó sobre un lugar llaman Genosha que podía gustarle seguro, lo único que su padre le dijo era que había mucho metal y tecnología, tras una investigación descubrió que a Mia también podía interesarle, Mia descubro su gen-x hace ya varios años,lo ocultaba todo el tiempo y solo lo usaba en casa.

Viendo que alguien abrió la puerta Mia centro sus ojos en quien salia de allí un hombre mayor vestido como los que Mia siempre veía en televisión salio con un gran espectáculo tras el.

Zoey llevo su mano detrás de su nuca apenada-Lo siento si llegamos sin avisar,debieron activarse algunas alarmas,no?-Zoey miro a Magneto y luego contesto la pregunta-de visita supongo-

Mia se desvaneció y apareció a mas o menos un metro de Magnus-Hola soy Alanna,pero me llaman Al un placer-dijo la pequeña presentándose a Magneto, ¨Pero que alto¨ pensó Mia, Magnus le llevaba mucha altura.

Finalmente la alarma había sido innecesaria. Al parecer las extrañas visitantes habían logrado evadir los controles de la isla sin intención. Magnus podía notar en su rostro un dejo de inocencia, no podía sentir a simple vista ninguna intención escondida, tal vez se trataba de simple curiosidad lo que había traído a estas jóvenes viajeras a las puertas de su tierra.

De igual manera la escena parecía bastante extraña si uno se ponía a mirarla desde lo lejos. De un lado se podía divisar, dentro del castillo de Magneto, a varios de sus mejores guerreros, todos listos para responder a un ataque inesperado y más aun dentro de la edificación. La alarma había alertado a todas las fuerzas de defensa de Genosha. Todos los guerreros que aún quedaban en la isla se habían alistado para una confrontación al parecer inevitable, algo que finalmente y por suerte no debía suceder. La isla ya había sido terreno de batallas por demasiado tiempo y su gente merecía un descanso de una vez por toda, algo de paz.

Del otro lado, opuesto a la imagen de alerta y seriedad que se observaba del lado de los mutantes residentes, la escena era un poco más jocosa. Se trataba de dos jóvenes, casi niñas que había arribado a la isla, al parecer de la manera más casual, tal vez en busaca de refugio o simplemente por mera curiosidad. Durante los últimos años los acólitos se había dado a conocer de manera más importante al mundo, no siempre de la mejor manera tal vez, pero el mensaje había llegado a las masas. La existencia de Genosha hacía tiempo había dejado de ser una simple leyenda urbana, para convertirse en una escapatoria, más bien un santuario para todo aquel mutante que la necesitase.

-de visita supongo-

Las palabras que escucho Erick casi despegan una carcajada, tal vez de alivio, pero debió contenerse dada la gravedad que este hecho, que si bien pensándolo de manera fría había sido una exageración de parte de los residente, había hecho a todos ponerse en alerta y había movilizado a todas las fuerzas de la isla.

Casi conteniendo la risa por la situación, pero mostrando una mueca, seguramente visible para los presentes, magneto descendió sobre la posición de las extrañas visitantes. Poso sus ojos sobre la que parecía la mayor de ambas y seguramente la que las había conducido hasta la presente ubicación:

- Al, es un placer conocerte y también a tu pequeña amiga. Disculpen la hostilidad de nuestro recibimiento, pero no estamos acostumbrados a recibir visitas de carácter amistoso de manera tan precipitada. De igual manera esta tierra es un santuario para todo aquel que la necesite sin importar su procedencia, o en este caso su forma de llegar.

- Permítanme tranquilizar a mi gente y así autorizarlas a ingresar a las instalaciones de Genosha. ¿están interesadas en conocer la isla o vienen por algún asunto privado a la isla?

Tras decir esto Magnus realizo un ademan solicitándole a su mano derecha, Cortez, que se acercara a su posición.

- Magneto, ¿Qué podemos hacer por usted?

La situación aún no había sido comprendida en su totalidad por los que se encontraban dentro del castillo, si bien la imagen desde lejos parecía a simple vista no demostrar ningún grado de hostilidad, experiencias anteriores habían dejado a los residentes un poco alterados y tal vez demasiado cautos ante las situaciones imprevistas. Se podía notar en el rostro de Cortez algo de inseguridad. Si bien su gesto se había relajado de gran manera al acercarse a su líder, la prudencia que lo caracterizaba, más bien la desconfianza, lo mantenían  en constante alerta.

- Cortez, detén la alarma, que todos regresen a las actividades rutinarias, informa que se a tratado de una falsa alarma y que los inesperados visitantes vienen en busca de refugio. No existe ningún peligro de momento. También alerta de la visita a los empleados del castillo, estamos recibiendo invitados esta noche.
Sin más que decir magneto libero a su fiel seguidor, el cual con prontitud se dirigió a la posición donde los demás, aun listos para lo peor, se encontraban esperando. Rápidamente la situación de descomprimió y se pudo ver, aun con un poco de desconfianza y nerviosismos en sus miradas, como se retiraban los ocupantes del castillo a continuar con sus rutinas diarias.

Regresando su vista a las nuevas invitadas les concedió una mirada ya un poco más relajada y examino más detenidamente el vehículo en el que se habían acercado, más bien escabullido, en sus dominios.

- Entonces como se trata de una visita, permítanme que las acompañe al interior del castillo, donde podrán conocer un poco más la isla y de seguro encontraremos a alguien que las pueda llevar a conocer el resto. Debo igualmente preguntarles, y disculpen mi insistencia en este tema, pero ¿cómo es que conocieron la exacta ubicación en la isla?, y ¿alguna de ustedes es mutante? Porque lamentablemente de no ser de esta manera no puedo permitirles el acceso libre a todas las instalaciones de la isla.

Tal vez este último tema era la mayor preocupación de Magento en aquel momento. Si bien ya no discriminaba de manera tan fuerte a los humanos, el objetivo final de la isla era proteger a los mutantes de todo aquel que quisiera dañarlos, en su mayoría humanos. Por supuesto ya no estaba dispuesto a atacar sin sentido a los humanos u otros seres que no demostrasen hostilidad, pero igualmente debía ser cauto con aquellos que se encontraban en la isla sin un fin aparente.

Mientras esperaba la contestación de sus visitantes comenzó a escoltarlas lentamente a la entrada del castillo. Por supuesto, antes de ingresar le concedió unos instantes a su mente para relajarse, liberar lo último de tensión que aun alojaba luego de la confusa situación. La mejor manera era darse el lujo, más en tiempos tan turbulentos, de admirar la grandeza que los rodeaba. Sentir el golpear de las olas contra los riscos de Genosha, sentir el cálido golpear del sol contra su rostro mientras se dirigía a la entrada. Señales que aún le hacían creer que la paz absoluta tenía una posibilidad en aquel paraíso, aún tenía la fe de que podía darle a todos aquellos residentes lo que tanto buscaban, la simple paz y tranquilidad.

En el marco de la entrada se encontraba otra de los acólitos más confiables de Magneto, tal vez la que en los últimos tiempos más se había adaptado a la nueva forma de actuar de Erick y se había convertido en su ayudante y confidente, se trataba de Scanner. Todo parecía continuar de la manera más pacifica por el momento, sin duda se trataba de algo fuera de lo normal, pero Magnus haría lo posible por que saliera de la mejor manera, para demostrar que todo había cambiado y que su ideal finalmente era otro.

Aclaración::

La verdad era que Zoey no se había percatado de que la nave había traspasado toda la seguridad,ni siquiera que el lugar estaría tan protegido,solo pretendía mostrarle a Mia que había un lugar donde no la tomarían como una amenazada si sus poderes se activabas por error,lo que le sucedía siempre que andaba muy distraída,además Zoey pensaba hace días que a Mia le hacia un poco de falta estar menos encerrada.

-Lamentamos haber causado tanto lío, y también haber llegado sin avisar-dijo Zoey un poco apenada -también lo de la seguridad,no sabia que la nave activaría tantas alarmas.-Luego de disculparse recordó donde se había enterado de Genosha-La ubicación exacta de Genosha fue encontrada por la nave,no estaba muy segura de la ubicación exacta, y sobre como nos enteramos bueno,hacia una investigación para reparar la nave y encontré algo que hablaba de Genosha, y se me ocurrió traer a Mia-

Mia also la mano para responder la segunda pregunta-esa soy yo y Zoey es un Androide, o no N°18?-preguntando a Zoey-te dije que eso de que soy un androide quedaba entre nosotras-dijo en voz baja a Mia-Upps.

Sin duda no era la clase de respuesta que Magnus estaba esperando. Toda la situación era bastante descabellada en efecto. Recibir dos invitados inesperados, que hubiesen saltado todos los dispositivos de seguridad de la isla, haber movilizado a la mayoría de las fuerzas de la isla y por encima de todo que todo esto hubiese sido fruto de las actividades inocentes de dos “niñas”. Sin duda parecía lo más loco que Eric había escuchado, aunque últimamente pasaban demasiadas cosas locas en este nuevo mundo como para sorprenderse con algo como esto.

- Esa soy yo y Zoey es un Androide, o no N°18

Sin duda Magnus había notado algo extraño en la presencia de la que parecía la mayor de las dos, en efecto no se trataba de una humana, su campo electromagnético no era el mismo y podía sentir de los materiales de los que estaba compuesta.

- Creo q es la primera vez que recibimos a una androide en esta isla. Hasta el momento solo los mutantes había sido bienvenidos en estas tierras, pero si en efecto están solo de paso y vienes a acompañar a tu pequeña amiga, podremos hacer algún tipo de excepción.

Caminando por el interior del hall principal del castillo de acero se podía notar los pequeños toques arquitectónicos que había tomado el edificio con los años. Al principio había sido una simple construcción realizada por Magnus como una rudimentaria base, algo que pudiese albergar a los mutantes que lo siguieran en su misión de cambiar al mundo y moldearlo a su ser. Todo aquello había quedado en el olvido, ahora se trataba de un centro de gobierno, todo ciudadano de Genosha tenía un lugar importante en la sociedad que Eric estaba gobernando en este momento y lo que antes representaba solo una ostentación de poder o un centro de comando para sus fuerzas, ahora era un faro de esperanza para los de su clase. Ahora los mutantes sabían que en el interior de aquellas paredes su líder se encontraba ideando la mejor manera de permanecer en paz y continuar prosperando, con el objetivo de algún día integrarse en la sociedad de los humanos.

Las altas pareces metálicas eran de una grisácea tonalidad y mostraban imponentes adornos que acentuaban su grandiosidad. Sin duda se trataba de un ambiente de lo más ostentoso, tal vez en algún momento pensado para un rey en la mente de Magneto, pero hoy parecía ser más un edificio decorativo y adaptado para servir a sus ciudadanos. Los amplios corredores, iniciados y terminados por gigantescos arcos y adornados por inmensas ventanas que dejaban ver las bellezas que rodeaban el castillos, alguna vez habían sido recorrida por guardias atentos ante cualquier ataque, el día de hoy solo se podía ver jóvenes y familias recorriendo estos pasillos. El panorama era otro, ahora se respiraba prosperidad en el interior del que alguna vez había sido el bunker de guerra del señor del magnetismo.

- Entonces les gustaría conocer el resto de la isla. Llegan en un buen momento ya que está a punto de celebrarse la fiesta de aniversario de la creación de la comunidad en Genosha. Es un pequeño festival que empezó hace poco, pero que tiene la intención de recordarnos que vivimos en paz y nos permite recordar aquellos que cayeron para que hoy podamos disfrutar de estas tierras.

Al ingresar en el salón principal del castillo, el más grande de todos los que habían recorrido se pudo notar la majestuosidad de este al instante. Se trataba del lugar donde una vez solo había estado el trono de magneto, desde donde en otro tiempo se encargaba de ordenar a sus seguidores atacar sus objetivos o desde donde había condenado a cientos de mutantes que no compartían sus ideales. Ahora si bien se podía sentir un aura de majestuosidad y poder, se trataba de un centro de gobierno, ya no era solamente habitado por el trono de Magneto, ahora cada uno de los representantes de los barrios de la ciudad tenía su lugar en este salón. Cada miembro importante de esta sociedad tenia ahora voz y voto en el lugar que antes solo el tirano mandaba y el escenario había cambiado bastante. Todavía se podía observar el trono de metal, aquel desde el cual había gobernado con puño de hierro, pero ahora estaba acompañado por infinidad de sillas a su alrededor y se podía ver muchos importantes miembros de la sociedad trabajando para sus ciudadanos.

- Sarah, Necesito que informes a los miembros del consejo que me ausentare por el momento, prometí a mis invitados que les mostraría el festival y aprovechare la oportunidad para visitar los barrios de la ciudad. Necesito que preparen para esta noche un banquete en honor a nuestras invitadas.
Eric le estaba dando órdenes detalladas a su ayudante Scanner de como continuar con la reunión de los líderes de la isla, cuando interrumpió su monologo para dirigirse nuevamente a las jóvenes.

- Por supuesto se quedaran con nosotros verdad? Por lo menos esta noche para poder disfrutar de todo el festival

Una vez finalizada la charla con su ayudante, magneto solicito nuevamente a las jóvenes que lo siguiesen y se dirigió a la salida del imponente castillo.

Una gigantesca puerta de metal terminaba de adornar la entrada a tan majestuosa edificación. Se trataba de un portón con varias inscripciones que lo rodeaban, formando un arco alrededor de la salida. El portón pareció abrirse de manera automática, por supuesto esto había sido realizado por los poderes de magnetismo de Eric.

Al salir de la ostentosa edificación los tres quedaron de frente a los jardines del castillo. Lo que antes había sido un campamento militar ahora se trataba de tierras donde los ciudadanos podían cultivar sus propios alimentos, era una vasta extensión de tierra donde varias huertas habían sido construidas y se podía ver infinidad de tipos de platas cultivadas, al igual que cientos de persona que se encontraban al cuidado de estas.

- Antes de empezar nuestro recorrido por la isla, hay alguna parte en particular que les gustaría recorrer? El festival en este momento está en el centro de la isla, en la plaza principal, pero a su alrededor hay varios barrios que representan a cada una de las etnias que conforman esta comunidad. Contamos como en toda gran ciudad con barrios que fueron emplazados por sus habitantes en honor a su procedencia y tenemos la intención de que conserven sus raíces, para así poder alimentar la cultura de esta nueva nación.

El cálido sol brillaba sobre la cabeza de los tres personajes que habían salido de aquella majestuosa edificación metálica, ahora se encontraban en la entrada de la huerta de los ciudadanos, rodeados por infinidad de frutas y vegetales, que teñían aquella tierra que una vez había sido árida e inhóspita, de los vivos colores de la vida. Aquella cálida brisa que aun recorría las inmediaciones del jardín, pero ahora se encontraba perfumada con el aroma de los cultivos que los rodeaban. Se podía notar en le semblante te Magneto la paz que esta zona le brindaba mientras esperaba la respuesta de ambas jóvenes.