Vengadores Everywhere {Libre}

La verdad fue demasiado fuerte para Pietro, darse cuenta de que él y su hermana eran usados en la Dinastía de M, nada más y nada menos que su propio padre. Al final de cuentas su mente fue clarificada antes de cometer cosas de las que se arrepentiría en un futuro por lo que la salida de Dinastía de M fue bastante obvio. Su código moral lo había roto él mismo al ser manipulado pero intentaba remediar ese suceso con cosas mejores y debía encontrar un refugio, un lugar donde enmendar todos los errores que cometía en su pasado. Llegó a Nueva York donde se hospedaría por algún tiempo, sabía que los Vengadores y contactarlos para ser parte de ellos sería lo bastante bueno para ambas partes. Ahí seguramente lograría limpiar su pasado y hacer cosas buenas, pero el problema era cómo contactar con ellos, en ese momento se encontraba absolutamente solo por la ciudad recorriendo a grandes velocidades sin que nadie se diera cuenta de su presencia en su paso por las calles. Su recorrido lo llevaba hasta el puente la ciudad, cerca del mar y entonces todo cambió, observó una torre muy peculiar entre todos los edificios de la ciudad. Claro... Tony Stark! Susurraba al prendérsele el foco y recordar que Tony Stark era uno de los Vengadores, pensó que si lo iba a visitar podría unirse de manera oficial, pensó que podría ser el líder o para que lo recomendara por lo menos, tal vez sería como una entrevista de trabajo.

Tenía vestimentas casuales su traje lo había dejado debajo de su ropa. Pantalones normales azul marino, una playera color roja, tenis blancos y una gorra amarilla, muy bien combinado. Debía llegar de manera formal con el señor Stark para causar un poco de impresión. Solo le había tomado 2 segundos para situarse enfrente de la torre Stark, parado justamente delante de la puerta principal con una sonrisa bastante exagerada. -Bien, aquí voy! Se daba ánimos para pasar a la torre, donde tenía que pasar por una recepción antes de poder subir hasta arriba. -¿En qué puedo ayudarle? Preguntaba la recepcionista amablemente. -Venía a ver al Sr. Stark. Respondía con una sonrisa de igual manera. -¿Tiene cita con él? Pregunta la recepcionista. -No creí que necesitara una. Decía con decepción. -Lo lamento, no puedo dejarlo pasar. Terminaba diciendo, negándole el acceso. Pietro sabía que podía entrar sin problemas hasta arriba con solo correr como sabía hacerlo pero quería hacerlo sin necesidad de eso, aunque no le dejaban más opción que hacerlo a su manera.

Al salir de la torre, haciéndolo para que no se viera sospechosa su repentino desaparecimiento en la recepción. Entró nuevamente pero ahora todo se movía en cámara lenta mientras él se movía por el edificio accesando por los piso, pero algunos pasillos estaban completamente cerrados que no podía pasar más allá teniendo que esperar a que alguien abriera puertas pero en su espera los guardias lo descubrían, y para no levantar sospechas se dejaba agarrar haciendo que lo acompañaran a la salida los guardias. Al pasar por la recepción miraba con una sonrisa a la recepcionista que lo había atendido hace un momento. -Esta vez si. Decía al estar nuevamente fuera para volver a intentarlo accediendo a unos pocos niveles más pero terminaban descubriéndolo y era la misma rutina, los guardias lo escoltaban a la salida, no sin antes volver a sonreirle a la secretaria que ya lo miraba con confusión. Fueron exactamente 5 veces que pasó por lo mismo. -Es imposible sin causar daño y sin pasar desapercibido. Será a mi manera! Mencionaba a él mismo, pero ahora corría por afuera del edificio de manera vertical, llegando en 2 segundos a lo alto de la torre, donde se suponía que estaba la oficina de Tony Stark. -Esto fue más fácil! Decía sonriendo para comenzar a caminar dentro de la habitación, acercándose con velocidad al mini bar sirviéndose un poco de alcohol, esperando que apareciera alguien por ahí.

Fue un poco divertido intentar entrar por el edificio sin que nadie se diera cuenta aunque se comenzó a poner un poco molesto al no poder pasar los niveles, como si se tratase de un juego de video e intentaras pasar la misión encomendada, en el caso de Pietro era pasar desapercibido. Lamentablemente no lo logró como quería y terminó entrando al edificio de una manera más fácil para él, corriendo por el exterior en no más de 2 segundos. Llegó a la oficina que deseaba estar, en donde se suponía que se encontraría el Sr. Stark actual líder de los Vengadores, o eso creía el joven Maximoff, y al no ver al supuesto líder quiso hidratarse un poco con una copa de whisky, recargándose en la barra que estaba ahí. Comenzó a beber de trago en trago aquella bebida alcohólica, parecía que la espera sería larga y Peter era lo bastante impaciente como para esperar. Pero debía mantener la calma y que mejor que con más copas de alcohol, de igual forma en ese mini bar habían más botellas, sin duda sería una espera larga y divertida.

Con los codos recargados en la barra y la copa de whisky cerca de su boca comenzó la espera mirando hacia el exterior, admiró la buena vista que tenía el Sr. Stark, debía admirar que el dinero podía hacer casi todo. Pero al estar admirando la bella vista desde la barra del mini bar, alguien entraba en la habitación, se trataba de una chica. Pietro no corrió hacia ella para saber quién era, tal y como lo hacia normalmente, al fin y al cabo ni cuenta se iba a dar con la rapidez que lo hubiese hecho, pero decidió quedarse en la misma posición mientras ella comenzaba un pequeño interrogatorio que tenía validez, pues había entrado sin permiso al edificio. Pietro sonrió de manera exagerada como de costumbre al escuchar el nombre de la joven. -Hola, mi nombre es Pietro, Pietro Maximoff! Se presentaba recorriendo una pequeña distancia de donde él estaba a donde se encontraba ella en escasos milisegundos para tomar su mano y besarla, presentándose de esa manera, y al finalizar regresaba nuevamente a donde se encontraba anteriormente. -Si y no! Respondía a las otras preguntas que le había hecho, pero recordaba que debía ser más específico. -Oh lo lamento... quiero decir que si estoy esperando al Sr. Stark y no sabe que estoy aquí. Respondía de manera más correcta.

Se cansó de estar en el mini bar y usando su super velocidad se sentaba en uno de los sillones que estaban ahí. -Lamento mi presencia tan espontánea, no sabía que para ver al Sr. Stark tenía que sacar una cita... debe ser alguien muy importante. Mencionaba, diciendo lo último susurrándolo. -Bueno... Astrid, tu eres su secretaria? preguntaba el joven pues para entrar en la oficina o fuera lo que fuese esa habitación debía de tener privilegios y ser alguien importante para el Sr. Stark.