[Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith).

1 de Noviembre de 2018.
Madrugada. Hora imprecisa.
Asilo de Arkham.
Sala de los ordenadores.


Los gritos y alaridos llenaban la sala. Casi una treintena de pantallas mostraban a Gotham siendo devorada por sí misma a causa de la última gran obra de uno de sus villanos más famosos: el Espantapájaros. Cada esquina, cada rincón de la gigantesca ciudad llevaba la marca del doctor y su gas del miedo. Sin embargo, esta vez había sido muy distinto a las anteriores. Durante años, Crane había estado buscando la sustancia definitiva, una capaz de aterrar hasta el punto en que dejaría una cicatriz tan profunda en las calles que no hubiese manera de recuperarla nunca. Sin embargo, sus planes habían sido frenados por Batman una y otra vez, siempre cuando más cerca se encontraba de obtener la deseada sustancia. Siempre se quedaba a unos pocos pasos, a un par de gotas de obtenerla. Pero esta vez, lo había conseguido. No fue fácil. Pamela cooperó, así como el Pingüino... Y alguna más que sólo él conocía. Por fin, toda la ciudad entera estaba sumida en el caos más absoluto.

Un tamborileo metálico producido por las agujas que descansaban sobre los dedos del Espantapájaros generaban un sudor frío en la nuca de los tres guardias que le hacían compañía en aquella sala. Crane estaba sentado ante las pantallas en una pequeña butaca que se había agenciado para observar el maravilloso espectáculo. Algunos gritos lejanos provenientes del otro lado de la puerta provocaron al doctor una sonrisa bajo aquella terrorífica máscara. Pulsó un pequeño botón rojo del panel de mandos y se recostó sobre el respaldo. Uno de los guardias ahogó un grito ante la imagen de un hombre siendo quemado vivo mientras le arrancaban la carne entre varios. Un hombre apuñaló a una mujer que salía precipitadamente de un callejón, y luego huía de esa escena.

- ¿No os parece precioso?- Las lentas y aterradoras palabras del Espantapájaros captaron la atención de los tres guardias. El más cercano a él miró a los otros dos y luego de nuevo al respaldo del asiento del doctor.

- ¿Precioso? ¿A qué se refiere?-

- Al miedo, por supuesto. ¿Sabéis que el miedo es una característica necesaria para la supervivencia? Sin el miedo, seríamos seres completamente temerarios que no nos plantearíamos defender a nadie aunque nos costase la vida o llevaríamos a cabo cualquier acción sin pensar en las consecuencias. No sobreviviríamos. El miedo es lo que nos hace pensar dos veces antes de tomar una decisión. El miedo al fracaso, a la muerte, al dolor... Tantos como personas hay en el mundo, queridos compañeros. Pero si llega el momento donde eres capaz de mantener la cordura donde todos la han perdido, te conviertes en un dios. Un ser capaz de usar esos miedos y terrores más profundos contra tus enemigos. Y no hay nada que frene más a un hombre que el miedo.- Los gritos que provenían del otro lado de la puerta se habían ido volviendo más nítidos desde que el doctor presionó el pequeño botón rojo. Con un fuerte sonido la puerta se abrió, entrando tres nuevos hombres a la sala. Dos de ellos arrastraban al tercero en brazos. Un policía. Un guardia de la cárcel. Tenía un ojo morado y varios cortes por la cara y el cuerpo. La ropa hecha jirones, y carecía de zapatos. Un pequeño camino rojizo se dibujaba por donde pasaba su pie.

- P... Por favor... Tengo familia, hijos a los que alimentar... No... ¡No he hecho nada malo!- Los hombres que originalmente estaban en la sala intercambiaron miradas con el guardia y el doctor, con unas miradas de pánico que decían todo. Ellos estaban tan asustados como el pobre hombre al que habían arrastrado hasta allí. Con un leve crujido, el Espantapájaros se levantó del asiento, dándose la vuelta hacia el "petit comité" que se había formado en aquella pequeña sala, mostrando aquella aterradora imagen que tantas pesadillas producía. Él no era un luchador habilidoso, ni un experto en armas o explosivos. No. Su arma era algo mucho más simple y profundo. Se acercó lentamente hasta el guardia, agachándose y quedándose a escasos centímetros de su rostro. El hombre no podía mirar al doctor, y unas gotas de sudor frío recorrieron su frente y rostro.

- ¿Me tienes miedo? ¿Acaso yo te doy miedo? No es una pregunta muy inteligente, ¿verdad? Está más que claro que es así. Pero no deberías temerme a mí. No. A lo que tú temes es otra cosa. Más pequeño, más oscuro y crujiente al pisarlo...- El hombre le miró a los ojos y apretó los dientes.

- Batman te encontrará... Arreglará todo esto y volverás a la sucia celda de la que nunca debiste salir... ¡Volverás a fracasar como siempre!-

- Es posible que tengas razón... O es posible que no. Sea como sea, seguramente tú no estés aquí para presenciarlo.- Clavó una de las agujas en el cuello del hombre y la sacó casi al instante. El guardia ahogó un grito y se le aceleró la respiración. Los dos que le llevaban le soltaron, quedando a cuatro patas y los ojos muy abiertos. Miró al Espantapájaros de nuevo y de los huecos de su ropa comenzaron a salir unos pequeños seres negros que se movían hacia él a toda velocidad. El hombre gritó y comenzó a arrastrarse como podía, alejándose de aquellas pequeñas alimañas que le rodeaban rápidamente. Se le subían por las piernas y los brazos, y se las quitaba como podía, gritando sin parar. Crane sonrió satisfecho, y miró a los que habían traído al guardia.- Ya sabéis lo que hay que hacer... Él vendrá, y dudo que solo, así que estad preparados para la gran obra, quiero que todo salga a la perfección.-

Los dos soldados asintieron con la cabeza y abandonaron la sala, dejando a los tres originales y al hombre que no hacía más que chillar en una esquina. Crane se sentó de nuevo en la butaca, no sin antes enfocar hacia él una pequeña cámara y presionar un botón.

- Ciudadanos de Gotham, tengo un mensaje para vosotros. A los vándalos que os quedasteis atrás para saquear el cadáver aún fresco de la ciudad... ¡Divertíos! Estáis bajo mi protección. A los cobardes que se esconden tras los muros de la comisaría o en las calles, de ningún modo se os perdonará. Y a Batman... De hecho, ya he ganado. He causado el caos y la destrucción con un vial de toxina y unas cuantas amenazas. Así de fácil he acabado con la seguridad que proporcionabas. Y cuando amanezca, cuando Gotham yazca entre ruinas y ceniza y centre mi atención en el resto del mundo, el legado de Batman ya no valdrá nada. Gotham es mía.- Ese mensaje fue difundido por cada pantalla, cada megáfono o radio que había en la cuidad. Todos sabrían que el murciélago había perdido. Porque la única forma de parar aquello, si esque existía, sería penetrar en el inexpugnable Asilo de Arkham para frenar al Espantapájaros. Pero esta vez era distinta. Se había adueñado de aquella instalación desde la azotea hasta los mismísimos cimientos. Cientos de guardias la guardaban, armados hasta los dientes y con unas dosis del gas en cápsulas en su cuerpo, para hacerlas estallar cuando llegase el momento de la batalla. Batman no frenaría al Espantapájaros aquella noche, ni él ni Diana ni nadie que fuese tan necio como para acercarse al asilo. La justicia sería derrocada de un solo plumazo, y ninguno de ellos sería capaz de impedirlo esta vez.


Turnos de posteo:

NO HAY TURNOS. Me explico: Durante este tema, y para agilizar el proceso de posteo, los usuarios no respetaréis turnos, ya que estos los marcará el narrador. Tendréis una semana para postear desde el momento en el que el narrador responda de nuevo, y si en ese plazo no habéis respondido, se os saltará, dando por hecho que el personaje hará lo que la mayoría haya decidido. Sé que suena algo duro, pero es la mejor opción para agilizar el proceso. Aquí podéis ver un ejemplo de este proceso:

Supongamos que el evento sólo lo llevasen Omega, Jugador 1, Jugador 2 y Jugador 3.

El domingo, Omega postea. El lunes, Jugador 2 y el viernes Jugador 3. Jugador 1 postea el sábado.
Al día siguiente, se cumple la semana y Omega postea. El martes postea Jugador 3 y el miércoles Jugador 2. El Jugador 1 no postea esa semana
El tercer domingo, Omega se salta a Jugador 1, dando por hecho que hace lo mismo que el resto, y vuelve a empezar una nueva ronda

Espero que haya quedado claro, si tenéis cualquier duda, mandadme un PM a la cuenta de Hellboy.

Normas del post:

Arkham está hasta arriba de guardias y cámaras que verán lo que pasa en los alrededores tan pronto alguno ponga el pie en el lugar. Crane se encuentra en la zona más protegida de todo el asilo, y los guardias le protegerán de cualquier ataque. Llevan cápsulas con gas de manera que, a menos que dispongáis de un antídoto, si os rocían con él volveréis a sufrir miedo durante un breve periodo de tiempo. Arreglároslas como podáis. El cómo entréis/lleguéis al asilo es cosa vuestra.

Con esto aclarado... ¡Que termine el evento!

1 de noviembre. 2018.
Cielos de Gotham.
Madrugada.

Habia dejado atras todo. No me habia detenido a ayudar a nadie, a detener a ningun loco a alguien huyendo del miedo. Queria venganza, venganza por todo el miedo que me habian causado, por las mas terribles alucinaciones que habia tenido en los ultimos meses. Queria la cabeza del Espantapajaros, y no me iria de Gotham sin ella.

Dejar a Blair y Coral no fue la decision mas correcta, pero no era relevante. Supongo que podrian cuidarse solas, y de no ser posible, despues de mi mision me encargaria de buscarlas. En otro momento, el remordimiento me haria dudar de lo que estaba haciendo, pero la ira me hacia determinada, y no tenia forma de vacilar entre una u otra decision actualmente.

El vuelo fue rapido, aun para mi. Tenia prisa en llegar, y era logico. Cada segundo que pasaba era un segundo mas que Crane pasaria respirando un oxigeno que no se merecia. Cuando por fin abandonase el mundo, iria personalmente con Hades a ver como lo castigan en el Inframundo. No hay nada mas placentero que ver sufrir a una persona tan horrible con las torturas eternas del reino de mi tio.

¿Que clase de monstruosidades me encontraria en Arkham? ¿Acaso los reclusos se habrian amotinado para cuidar a Crane, o en el lugar reinaria la anarquia total? No me temblaria la mano en pelear contra ningun otro supervillano del psiquiatrico si era necesario. Si alguien apoyaba a Crane, o estaba motivado por el miedo o simplemente era una basura que no merecia pisar el mismo planeta que la gente inocente que sufria en estos momentos.

-Aprovecha tus ultimos momentos, Crane... Vas a conocer muy pronto a tus creadores... -mencione un par de veces durante mi vuelo, casi como una promesa que me hubiese impuesto hace unos años.

A lo lejos, podia ver el lugar. Hectareas y hectareas de inutil contencion en un monumento a todo lo malo que habitaba en este pais. Gotham tenia los peores villanos, y Arkham no siempre los contenia. Era un tema complicado de hablar, para toda la Liga y para toda la gente de afuera. Pero ahora, me sentia como un ciudadano de esta oscura ciudad con ganas de vengarme de una vez por todas de todo lo malo que ha pasado aqui.

Aterrice frente a las puertas del asilo, que estaban cerradas y con los faroles prendidos, como si todo estuviese en orden. Pero ahi me esperaban dos matones, cubiertos con una mascara de espantapajaros y con el usual traje naranja que indicaba su condicion como presos del asilo. En sus manos portaban rifles automaticos y macanas para contener a "inesperadas" visitas... Pero supongo que entre sus inesperadas visitas no estaba una Diosa del olimpo.

Los matones reaccionaron al verme caer frente a ellos, pero yo era mas rapida. Empezaron los disparos, pero gracias a mis reflejos pude parar las balas con los brazaletes, hasta que llegue con el primero, le arranque el rifle de las manos y le di un codazo en el pecho. El tipo se doblo del dolor, cayendo al suelo hacia atras. Bien, mi superfuerza le habria roto una costilla... o mas. El segundo, aun asustado, seguia disparando, pero mis brazaletes bloqueaban cualquier impacto que fuese dirigido a mi piel.

Tome mi lazo y lo arroje, enrollando su brazo derecho. Tirando hacia mi, el maton salio volando con mi direccion para que lo atrapase en el aire. Casi sentia su miedo, pero no me importo nada, asi que lo arroje con toda mi fuerza contra la puerta blindada del asilo que se abollo ligeramente al chocar el proyectil humano. Wonder Woman estaba en la casa, bastardos.

off; dado que mañana es la actialisacion y dick no contesto mis mensajes decidi postear lo que tenia aca. Si hay algn problema avisenme y lo edito,. Por cierto, llegamos antes que wonder woman y bats, y nuestra nave se mantiene oculta a la vista.


Estaba impaciente, como minimo, tal vez hasta un poquito nervioso. Ya conociamos la ubicacion exacta del hijo de puta de Scarecrow y nos estabamos dirigiendo directo hacia ella. En retrospectiva la ubicacion de su cuartel general era bastante obvia: el infame Asilo de Arkham. Todo el edificio era una fortaleza casi inexpugnable, una instalacion psiquiatrica de maxima seguridad diseñada para albergar algunos de los peores y mas peligrosos criminales del mundo, entre los que destacan personalidades como Joker o Killer Crock. Para empeorar las cosas el propio Crane llevaba años entrando y saliendo de ese edificio; estaba seguro que tenia conocimiento de cada pasillo, cada celda, cada alarma y mas importante aun cada preso del lugar. Estrategicamente hablando ese lunatico tenia una ventaja abrumadora. Estaba jugando de local en un fuerte muy dificil de penetrar y, segun los sensores de calor de la WatchHover, tenia un ejercito de convictos, seguramente bien armados. Y por otro lado estabamos Jean y yo, solo dos hombres, nada ordinarios de seguro, pero solo dos hombres al fin y al cabo. Nada podia salir mal, todo denia ir de acuerdo al plan que habiamos trazado. Consegui descargar los planos del edificio en la computadora de la Wathhover y sacar una fotocopia que llevaba conmigo, es deir que no tendriamos que caminar a ciegas. Todo lo que teniamos que hacer era entrar al lugar, matar a quien se pusiera en nuestro camino y luego eliminar al espantapajaros. Por otro lado, considerando la gran cantidad de delincuentes que alli se encontraban esperaba poder exterminar a cuantos como fuera posible.

Muchos considerarian extraña mi recientemente recobrada aficion hacia el asesinato despues de los horrores que habia experimentado en el cementerio de Gotham, y mas aun considerando que eso fue hace muy poco. Concuerdo en que para cualquier persona normal una experincia tan traumatica podria llevar incluso a la demencia, y para ser honesto en mi caso estuvo a punto de ser asi. Sin embargo, yo no soy precisamente el caso normal de veterano de combate. A mi me entrenron toda la vida para hacer frente a los horrores que conlleva la guerra y los daños colaterales como la muerte de civiles inocentes eran parte de ellos. Aun asi no puedo negar que el estar ahi tirado, observando los rostros aterrorizados de todos los que asesine, lejos de traer de vuelta algun tipo de nostalgia o sensacion de orgullo, me afecto a un grado que no podria describir. Le debo mucho al mundo y a la humanidad, he asesinado a tantos que me fue imposible contarlos aun cuando me estaban monstrando sus caras una despues de la otra. Supongo que uno de los motivos por los cuales inicie toda esta mierda del "vigilante" fue para poder recompensar a la humanidad por las cosas malas que le habia hecho, aunque jamas habia pensado en ello de esa forma. Era ese mismo pensamiento el que me habia llevado a Arkham esa noche: iba a hacerle a la humanidad el mayor favor que se me pudo haber ocurrido: asesinar a Crane y destruir su gas del miedo. Cualquier criminal que muriese en el camino seria un bonus.

Finalmente llegamos al lugar; bastaba una vista desde fuera para producir escalofrios en la espina de un hombre cuerdo; no era un muy buen espectaculo a la vista precisamente. Tal y como sospeche el techa estaba resguardado y habia varias luces en las esquinas para iluminar lo que fuera. Entrar por la puerta no era una opcion; estaba poco resguardada pero no podiamos entrar de frente en el edificio llevandonos todo por delante, teniamos que ser mas precavidos. Terminamos sobrevolando el techo del edificio, gracias al modo de camuflaje de la nave no fuimos detectados por los guardias. Estacione la nave y puse a Vic a cargo de los controles. Aun se estaba recuperando de los efectos del gas del miedo por lo que no podria venir con nosotos, aun asi le confie la seguridad de la nave; mejor èl que nadie y alguien tenia que tirarnos las sogas de entrada cuando el trabajo estuviese terminado. Una vez estuve fuera de la silla de mando comunique a Jean el plan de entrada y nos dirigimos a la armeria. -Toma todo lo que creas necesitar, no hay vuelta a atras a partir de este punto.- Mi complexion atletica, sumado a los experimentso geneticos que relaizaron conmigo y mis años de entrenamiento me confirieron una fuerza y resistencia casi sobrehumanas. En resumidas cuentas, puedo cargar mas armas que cualquier soldado y aun asi moverme como si fuese un corredor de maraton. Las armas que tome fueron muchas, tal vez demasiadas, pero como dicta el rezo popular: "mejor tenerlas y no necesitarlas que necesitarlas y no tenerlas."

Cuando sali del cuarto de armas estaba preparado para una guerra. Llevaba una escopeta de combate AA12 y un rifle de asalto M16 con lanzagranadas, acomodados en forma de X. En los bolsillos del traje antibalas tenia dos Micro uzis cargadas; en los bolsillos del pantalos tenia dos Heckler&Kock con balas del .45 y llevaba dos 93R modificadas en modo triple accion adheridas al chaleco. En una funda de la parte trasera de la espalda llevaba mi confiable lanzagranadas M79; dos cinturones de cuero atravesaban mi pecho por la parte delantera del torzo en forma de X, en uno iban cinco proyectiles de punta perforadora y en otro seis granadas de fragmentacion. Y solo por si acaso, tenia un poco de municion de sobra en una mochila de combate que cargaba en la espalda. Luego el toque de gracia: la Minigun M134 que tenia en las manos; apoyaba la mayor parte del peso en mi brazo izquierdo mientras dos rondas de balas perforadoras colgaban de mi brazo derecho. No voy a mentir, apenas podia caminar a tirmo normal, me dolian los pies y el exceso de equipo me daba muchisimo calor; no me habia sentido tan entumecido desde la ultima vez que realice el examen de admision del SAS (la quinta vez). Pero mi proposito no era ser una sombra esa noche, sino un tanque. No iba a ser un infiltrado sigiloso que se oculta en las sombras, sino una fuerza imparable de destruccion y muerte. Ese desgraciado de Crane me habia recordado el monstruo que siemrpe fui, y yo tenia pensado mostrarselo a èl.

Me encontre con Jean en la plataforma de aterrizaje. La compuerta se abrio y me tope con la vision del techo del asilo. Seguiamos estando muy alto asi que, sumado a la oscuridad total de la noche, nadie nos vio; todos apuntaban las luces hacia adelante pero a nadie se le ocurrio que la mayor amenaza podia caer del cielo. Solte la minigun, tome un Drakumov silenciado y me dispuse a eliminar a los guardias. Elimine primero al mas cercano a la puerta, para que no pudiera escapar, luego fueron los operadores de las luces y despues los del medio que no sabian hacia donde ir. Cuando cayo el primero intentaron alumbrar las afueras del asilo creyendo que el tirador se encontraba oculto por ahi, pero se equivocaron. Fue asi como elimine al segundo, antes de que pidera ayuda por la radio y luego procedi con los demas. Todo el proceso habra durado unos segundos a lo sumo. El rifle tenia las balas suficientes y la capacidad de disparo para eliminar multiples blancos en un periodo de tiempo extremadamente corto, todo dependia de la habilidad del tirador. Por fortuna la experiencia estaba de mi lado.

Una vez fue despejado el techo, deje el rifle en el arma y tome mi arma principal. Jean se proyecto de forma astral en el edificio para determinar la cantidad de guardias que se encontraban en su interior mientras yo me preparaba para bajar. El paracaidas seria muy visible desde mi posicion sin mencionar cuestiones de peso por lo cual quedo descartado; utilice los cables de acero desplegados desde la plataforma de carga para descender. Enrolle la ametralladora con mi brazo izquierdo mientras sotenia la municion con el derecho, de modo qe me quedase libre una mano y ambas piernas para aferrarme al cable. Normalmente este tipo de descensos acelerados podrian provocar despellejamiento de las palmas pero por suerte llevaba un par de guantes de cuero que redujeron el daño a la piel hasta casi nulo, aunque tuve que aplicar especial fuerza en los ultimos segundos para no colapsar contra el suelo producto del peso que cargaba en mi espalda y eso pudo haberme costado una muñeca lesionada. Por suerte no fue asi y me pude recobrar, aunque me costo un poco volver a pararme bien y tuve que aferrarme al cable hasta lograrlo. Esperaba que nadie hubiese visto eso, fue bastante penoso.

Pero una vez superado ese problema y con mi compañero a mi lado, comenzo el lento avance hacia el interior de la boca del lobo. Solo un objetivo estaba claro en mi mente: "la cabeza de crane" todo lo demas era secundario.

OCC:

Un objeto volador aterrizó con fuerza en las puertas del asilo. Crane miró a través de las pantallas y vio a una mujer esgrimiendo su lazo y golpeando a algunos matones con fuerza. Debajo de su máscara, el Espantapájaros sonrió con maldad mientras se relamía los dientes. Habían caído en la trampa. Era obvio que le irían a buscar. Cualquiera lo habría sabido. Pero esta vez estaba preparado. Preparado para cualquier cosa. Presionó un pequeño botón del cuadro de mandos y se acercó a un micrófono.

- Queridos amigos, tenemos una invitada especial. Nada más y nada menos que la Mujer Maravilla nos ha honrado con su presencia. No la decepcionéis chicos, es toda una dama, así que tratadla como se merece.- Acto seguido, cogió un pequeño intercomunicador y habló a través de él.- Ya sabes lo que tienes que hacer.-

Unas enormes compuertas se abrieron en el patio frontal de la prisión, dejando al descubierto un coche blindado con una gigantesca ametralladora guiada por un matón de Crane. Varios hombres armados se desplegaron, pero uno destacaba entre ellos. Era grande, con la piel de un tono verdoso y muy musculoso. Llevaba un lanzagranadas bajo el brazo y mostró una enorme sonrisa plagada de afilados dientes. Sus amarillos ojos refulgían como dos focos en la noche. Killer Croc capitaneaba a los soldados a ras de suelo.

- Bien chicos, tenemos invitados en la fiesta. Ya sabéis qué nos toca hacer.- Y se prepararon para luchar en cuanto Diana entrase en el patio delantero.

Por otro lado, Crane perdió la comunicación con sus hombres en el tejado. Usó las cámaras para ver qué pasaba, pero fue incapaz de ver nada. Maldijo por lo bajo y cogió el intercomunicador de nuevo, cambiando de frecuencia.

- Johnson, Jack, hay alguien en el tejado. Ir ahora mismo a ver quién es y matadlo si es necesario. Batman está al caer y le quiero vivo, ¿entendido? ¡Vivo! Si es el ni se os ocurra matarlo o tendremos más que palabras.- Y apagó el intercomunicador. Un grupo de doce hombres bien armados y con varias dosis del gas del miedo se dirigía al tejado. Si encontraban allí a alguien, estaría en un problema. El tablero estaba dispuesto. Las piezas comenzaban a moverse. LA partida había comenzado.

Normas:

Cuando Jean bajo de la WatchHover con sus revólveres me prepare para avanzar, aunque a paso lento debido a todo el equipo que cargaba; no hay problema, total tenia todo el tiempo del mundo y dudaba que Scarecrow fuese a abandonar su base, al menos con tanta facilidad. Por otro lado, abrir la puerta del techo me costo una cantidad ridículamente larga de tiempo en comparación con lo que me llevo eliminar a los guardias del techo. Dado que tenia tres tiras de munición pesada colgando de un brazo y las manos ocupadas con la minigun, por obvias cuestiones de peso me vi incapaz de forzar la cerradura. Derribarla de una patada tampoco fue una opción plausible dado que por el peso que llevaba el solo haber intentado levantar mi pie para lanzar una patada hubiese sido el equivalente a tirarme de espaldas al piso; tampoco quería desperdiciar munición tirando abajo la puerta, la cual posiblemente estuviese blindada. -Busca en alguno de los bolsillos de los cadáveres, alguno debe tener una llave para abrir esta puerta.- Le comente a Jean.- Si tienes una mejor idea, soy todo oídos.- Dicho eso me hice a un lado para que mi compañero hiciera lo que quisiera con la puerta. Una vez que hubo terminado y la entrada estuvo despejada continuamos avanzando; era perfectamente consciente de que a cada paso que daba nos internábamos mas en el vientre de una bestia extremadamente peligrosa. Yo era el "tanque", por lo cual iba adelante, tenia el equipo pesado para destruir el frente del enemigo e iba blindado, Jean iba detrás mio como apoyo y, en caso de que fuera requerido, explorador.

Bajamos una larga escalera que finalmente concluyo en un pasillo bastante ancho, de modo que pude moverme con bastante soltura. No negare que estaba un poco ansioso: a cada paso que daba me acercaba mas a mi objetivo; si, no es como si no fuese igual con cada operación en la que participo, pero en este caso es diferente, pocas veces he sentido tantas ganas de matar a alguien como ahora. Casi me sentía como un niño que espera impaciente para Navidad, solo que en vez de morirme de ganas por abrir un regalo yo me moría de ganas por abrirle el estomago al espantapájaros y sacarle las tripas; aunque no se si ese es un símil adecuado, dado que nunca he festejado Navidad antes...ni Día de Gracias...ni un puto cumpleaños.

Pero entonces algo interrumpió mi linea de pensamiento. Escuche pasos, Jean también. Por sus voces se notaba que eran hombres, muchos de ellos, al menos diez diría. No se molestaban en ser sigilosos, por supuesto, ese era su escondite al fin y al cabo ¿Que clase de idiota se molestaría en atacarlos ahí?  Por lo que se contaban entre risas y risas, Scarecrow los había mandado ahí buscando a Batman. Es curioso cuanta información puede recabarse de un enemigo si se esta atento. Si ellos pensaban que yo era el murciélago, o mejor dicho, si Crane pensaba que yo lo era, eso significaba que aun no me había visto; no hay cámaras en el área que yo recorro, entonces aun tenemos el incógnito de nuestra parte. Crane no me conocía, él sabia de que era capaz Batman, pero no sabia de que eramos capaces yo y mi compañero. Aunque el mandar a solo doce hombres, por mas armados que estuviesen, contra Batman me sonaba un poco estúpido: se de buena fuente que el murciélago ha batallado contra peores enemigos que varios lunáticos con artillería pesada.

Entonces me los tope. Ya había comenzado a girar la minigun, de modo que ellos tuvieron apenas unos segundos para observarme antes de que comenzara a disparar; basto para que viera como se borraban las sonrisas de sus caras. Esperaban a un hombre vestido de rata voladora que solo deja moretones pero no mata; se toparon con dos hombres que hacen todo lo contrario, y uno de ellos cargaba una ametralladora. Tardaron demasiado en reaccionar, lo cual me dio el tiempo suficiente para actuar. Cuando algunos de ellos estaban recién levantando sus armas, yo ya había accionado el gatillo. Al menos siete de ellos murieron. Pocas armas pueden proporcionar un mayor espectaculo de muerte que una minigun. Las balas perforadoras hacen pedazos la carne y los huesos, reduciendo los cuerpos a pilas casi irreconocibles de carne molida; de ahí que se ganara el apodo de "Parte Torsos". Muchos reclutas vacían su estomago la primera vez que contemplan una masacre provocada por una minigun. A esas alturas yo ya estaba acostumbrado.

Los supervivientes llegaron a cubrirse contra la pared, mientras que los demás solo sirvieron para redecorar el piso y las paredes con sus entrañas; un bonito tono carmesí haría mas alegre ese lugar. Sin embargo yo no deje de disparar, continué descargando balas sobre la pared, arrancando pedazos de concreto de su sitio. En realidad mi intención no era aniquilarlos, no así al menos, solo estaba brindando fuego de cobertura para que no pudieran escucharme, ni salir de su refugio sin miedo a ser asesinados. Sin perder el tiempo me dirigí a Jean Luck y le susurre.-Escúchame bien, cuando yo grite, pasame otro cargador, tu te agachas, cúbrete con mis piernas pero ten los revólveres listos para disparar a los primeros que salgan. Si puedes espera a que salgan varios para matar a mas de ellos- Ellos creerían que yo me encontraba sin balas, ante la desesperación de asesinarme supuse que se olvidarían de mi compañero dado que el no había mostrado un arma tan vistosa y en caso de que lo recordaran pensarían que estaba ocupado buscándome un cargador como para ser una amenaza.

Justo cuando termine de hablarle a Jean se me acabaron las balas; inmediatamente solté mi arma al suelo y busque en mi chaqueta, agarrando mi subfusil y cubriendo mi cabeza con el otro brazo a fin de evitar recibir balazos en la única zona vulnerable de mi cuerpo.- Pasame un cargador Jean.- le grite, esperando que resultara bien. Tenia que esperar a que varios salieran para asesinarlos antes de que volvieran a cubrirse; si no les daba la suficiente confianza regresarían a su cobertura apenas vieran la trampa. Una vez que Jean acabara con los primero, le brindaría apoyo con mi subfusil.

Me cruce de brazos al ver al tipo estrellado contra la puerta, y me quede observando el muro, buscando un punto debil. Si entraba a pie, correria el riesgo de que se escaparan por el espacio que yo abriera con la fuerza. Ningun guardia me abriria la puerta por las buenas, y entrar volando seria eliminar cualquier discrecion que pudiese tener. Quizas hasta tuviesen algo adentro para cualquier ser que vuele, como un cañon o un arma, y eso arruinaria el asalto. Me lleve la mano a la cabeza, pensando, hasta que voltee a ver a Batman.

-Bruce.. -Mencione en un tono seco. ¿Donde habia estado? ¿Porque se tardo tanto? Su ciudad es un caos y no habia podido contactar con el ni siquiera para avisarle. En ese mismo momento me senti mas enojada: Bruce siempre queria que el fuese el unico de encargarse de todos el caos que hay en Gotham, pero ahora estabamos viendo que el solo no podia, no contra este tipo de cosas. -Si, lo averigue. -.Mencione en un tono seco, cruzandome de brazos mientras lo miraba a la cara.

No queria ser grosera con Bats, pero si me provocaba, no le iba a responder a nadie. Estoy aqui por la cabeza de Crane y ni siquiera Bruce se interpondria entre mi mision. Estaba totalmente determinada, y el sabe que es asi. Si quiere ponerse de por medio frente a mi ira, no sera mi problema.

Justamente cuando estabamos charlando, un sonido de una maquina se escucho a lo lejos, por el camino contrario al que estabamos. Esperaba que fuese algun vehiculo de un superheroe, o algun incauto que se haya perdido. De ser un enemigo, se enfrentaria a algo bastante malo y terminaria en el fondo del agua que rodea la isla de Arkham. Sin embargo esa cosa era un tanque. Me lleve la mano a la empuñadura de la espada, alerta ante cualquier movimiento extraño de esa cosa, cuando se detuvo frente a nosotros. De la escotilla salio la Robin que acompaña a Bruce desde la colision. Suspire aliviada, soltando mi mano de la espada.

-Bonito juguete, Bruce. -.Mencione, unicamente como halago. Queria decirle que se moviera y que empezaramos a trabajar para detener al espantapajaros, pero no me parecia bueno apurarlo frente a sus hombres... o chica, en su caso. Un buen general debe ser bien respetado frente a su tropa. El plan del tanque sonaba bien, al menos asi alguien cubria la puerta de un posible escape. Asenti a su plan, y estaba apunto de darme la vuelta, cuando me puso la mano en el hombro. Yo movi mi hombro rapidamente, alejando su mano.

-Vamos a trabajar, tenemos cosas que hacer.. -Si, probablemente no fuese real, pero no voy a permitir que nadie mas vuelva a sufrir lo que yo vi con Crane y su gas del miedo. No queria que nunca mas pasara lo que le acababa de pasar a cada uno de los habitantes de Gotham afectados por el gas del miedo. Para acabar con la rabia, hay que acabar con el perro y todas sus pulgas.-Bruce, dame una mascara de gas. No quiero volver a inhalar ninguna tonteria esta noche.

Espere a que Bruce me diera la mascara y tirara la puerta para empezar a luchar contra el enemigo. Batman, su tanque y yo podriamos detener a cualquier cosa que saliese de ese maldito lugar. He luchado contra horrores del inframundo que huelen peor y he acabado victoriosa en todas las ocasiones. Esta noche no seria la excepcion.

Occ:

Todo iba a pedir de boca, o eso pensaba el Espantapájaros. Cuando una explosión que recorrió todo el psiquiátrico captó la atención de hasta el último de los soldados y se vio un tanque entrar por la puerta principal, los supuestos valientes hombres que iban a apalizar a Batman a la mínima de cambio cambiaron sus rostros. Muchos de ellos comenzaron a correr hacia el interior del edificio, soltando las pistolas y metralletas que llevaban bajo el brazo, con las manos hacia el cielo, clamando que se les abriesen las puertas. Crane apretó los dientes bajo su máscara y golpeó el reposabrazos del asiento con fuerza, enfadado por la situación.

- Malditos cobardes. Un vulgar tanque les asusta como si fuesen su peor pesadilla. ¿¡Cómo se atreven a huir del combate!? ¿¡Acaso no recuerdan quién soy yo!? ¡Cobardes!- Presionó el intercomunicador de Killer Croc y se dirigió a él con la la respiración acelerada.- Jones, quiero que mates a la maldita amazona. Eres el único capaz de hacerle frente. Destrozala, muerdela, devorala. ¡ME DA IGUAL! ¡Pero que no llegue al edificio!-

Killer Croc saltó a por la amazona, abriendo las fauces y con las garras por delante, preparado para cortarla, morderla y mutilarla lo que le hiciese falta. Su otro objetivo, Batman. Consiguió verlo lanzarse contra el edificio con su gancho, y acto seguido le perdió de vista. Se levantó del asiento y lo tiró varios metros de distancia, buscándole por las pantallas, lleno de ira y odio. Los soldados que estaban con él retrocedieron unos pasos, asustados por la reacción de Crane, que no dejaba de maldecir y gritar. El tanque había disparado de nuevo, abriendo un enorme agujero en los muros de la prisión. Eso ponía todo todavía más feo. Los soldados salieron por los aires, cayendo boca arriba o siendo sepultados bajo los escombros. El Espantapájaros habló por los altavoces entonces. Su voz ya no era tranquilizadora y siseante para meter miedo. Era fuerte, iracunda, pero aún inspiraba un terror incomparable.

- ¡Levantaos de una vez malditos estúpidos! ¡El murciélago está aquí! ¿Acaso vais a quedaros de brazos cruzados? ¡Matadlo! ¡Matadlos a todos!- El sonido de disparos dentro del edificio provocó que Crane se girase con la respiración agitada, produciendo un vuelo en su larga gabardina. Esos disparos eran de un arma de alto calibre, una minigun seguramente. Era muy fácil de reconocer ese sonido. Miró a través de las cámaras interiores, y vio lo que parecía una batalla campal en uno de los pasillos. No tenía ni idea de quién podía ser, pero sabía que Batman no. Él jamás habría usado armas de fuego ni habría disparado a matar. Seguramente fuesen los que entraron por el tejado, lo que significaba que su equipo de contención había fallado. Malditos inútiles. ¿De qué demonios le servían unos soldados con ganas de matar si luego a la mínima de cambio caían como moscas? Volvió a golpear con fuerza el cuadro de mandos provocando que unas chispas saliesen de él. Se quedó arqueado sobre él, respirando con fuerza.- Id ahora mismo a ver qué demonios está pasando en esos pasillos. No me importa si matáis a alguno de los nuestros. Quiero que sea quien sea el que nos está acribillando muera... Me da igual el coste, solo quiero que muera, ¿lo habéis entendido?-

Los hombres que estaban a su espalda abandonaron la sala asintiendo y prometiendo que no fallarían. Crane consiguió ver a Batman en una situación comprometida debido a los tiradores que había decidido poner para cubrir los pisos bajos. Abatido, agachó la cabeza y presionó una tecla. Unos pisos por debajo de él, una celda con un montón de carteles de "peligro", "preso inestable", "¡no abrir", fue lentamente revelando su interior con un crujido metálico. Un gruñido gutural salió de dentro de la celda, y unos fuertes y pesados pasos retumbaron por los pasillos.

- Muy bien Batman... Si me quieres, te lo tendrás que ganar...-

- Nacido un lunes...-

Bruce me coloco una especie de maquina futurista que me impide intoxicarme por el gas del miedo. No sabia como funcionaba, si era como una especie de ventilador continuo o algun tipo de aislante para particulas de gas. Sin embargo, ese no era el principal asunto en este momento. Notaba a Bruce con una cierta distancia, como si no quisiera acercarse a mi por no querer ser victima de mi desquite. No comprendia que aunque el fuese el responsable de dejar siempre a estos locos existiendo, tambien el era el responsable de no estar en Gotham, ni prevenir que algo como esto pasase. Tenia suerte de que el gas no me habia hecho enloquecer en lo absoluto, ni afecto a quien potencialmente podria destruirnos como Superman.

Me dio despues una mascara de oxigeno portable, pero no me la iba a poner. Probablemente estuviesemos apunto de enfrentarnos a una gran pelea, y no queria nada entorpeciendo mi cuerpo. Me sentia pesada, como si hubiesen pasado por mi piel un batallon de cucarachas -aunque, si paso- y estuviese toda pegajosa. Queria acabar con esto lo mas rapido posible para irme a Themyscira o a la Atalaya, no importaba, cualquier lugar que me diese un momento para pensar y descansar seria lo mas adecuado. Pero no me iria hasta que cumpliese mi venganza.

La Robin volvio a entrar a su tanque y Bruce procedio a explicarme su plan. Seguramente su infiltracion podria ocurrir, aunque tambien podria tardarse toda la noche. A mi no me importaba demoler Arkham en el proceso si asi logro matar a Crane, pero Batman no me permitiria hacer eso, y esa era mi verdadera preocupacion. Estaba protegiendo a mi enemigo, y en cualquier momento, tendria que verme en la necesidad de luchar con el. Una batalla en muchos flancos nunca es buena, y menos, cuando uno de tus enemigos era parte de tu tropa. Quizas podria garantizarme mi victoria.

Bruce indico a Carrie que empezara, y los disparos tumbaron la puerta de Arkham facilmente, para luego llenarlo todo de gas de humo. Bien, eso nos daria ventaja visual, salvo que tuviesen el equipo de vigilancia para detectar calor, lo cual nos mantendria tablas. Empezamos a andar lentamente, acercandonos cuando escuche un murmulllo, algo casi instantaneo, que inmediatamente reconoci: alguien intentando atacarme. Di un salto hacia atras lo justo para evitar ser mordida por Killer Croc. ¡Por Hera! ¿Que acaso mas gente queria llenar el cementerio del asilo? Mire a Bruce por un momento antes de centrarme en Croc. El huiria, y como siempre, yo tendria que encargarme de lo duro.

-¡No estoy con ganas de pelear! -Me lance hacia adelante, dandole un puñetazo en el pecho a Croc. El gigante verde solto un quejido de dolor, y levanto su garra para dejarla caer. Intente cubrir con mis brazaletes, pero parte de sus uñas me cortaron en el hombro y peligrosamente cerca del oido. Solte una maldicion de dolor y tome su brazo para azotarlo contra el suelo. Todo mi peso se inclino hacia adelante, de forma que Croc quedo en el suelo con el brazo hacia arriba sujetado por mi. De una patada, mi bota le dio en la barbilla, haciendo saltar unas gotas de saliva mezclada con sangre. -¡Eres... -patada- un... - patada- idiota! -Iba a darle la tercera patada cuando me tomo por la pierna y me estrello contra el suelo.

Mientras reaccionaba por el golpe, Croc se levanto gruñiendo, sosteniendo mi pierna con total disposicion de hacerme daño. Cuando el monstruo estaba totalmente erguido, vi como su boca estaba apunto de acercarse a la pierna que sostenia, justo como pense que haria. Mi pierna izquierda, la que tenia libre, se dirigio en ese momento a su barbilla, levantandola, y en ese momento aproveche para descargar un derechazo en el costado escamado de Croc. El dolor hizo que me soltara, momento en el que aproveche para levantar al cocodrilo con mis dos brazos y estrellarlo contra el suelo.

Parecia que el suelo temblo ante el impacto, pero sabia que eso no era suficiente para detener al maldito Waylon. La unica forma de detener a un cocodrilo era con tecnicas de cazadora, cosa que haria en este momento. Salte cuando el tipo se ponia de pie, colocando mis piernas en sus hombros, de forma que estaba encima de el. Senti sus garras clavarse en mis piernas, y el dolor era terrible, pero yo sabia lo que tenia que hacer: Tome mi lazo de la verdad y lo envolvi en las fauces del cocodrilo. Sus puños se levantaron en gritos hacia mi torso, pero me sujete por su cuello con mis piernas heridas y despues, le di un puñetazo en la frente. Parecia que el golpe lo aturdio, porque se quedo quieto un momento, el cual aproveche para ponerme de pie sobre sus hombros para hacer presion hacia abajo, mientras mi lazo tiraba hacia arriba por su boca. Estaba haciendo palanca con sus fauces, lo cual le dolia bastante, a juzgar por como se movia. Cuando cayo de rodillas, lo solte, puse mi pierna derecha sobre su cabeza y empuje hacia la tierra, estrellando su cara contra el suelo.

Killer Croc cero. Wonder Woman uno.

Mire hacia todos lados, confundida, extasiada por la batalla, cuando sono mi comunicador. Era Batman, y estaba en problemas. Tenia el aparato para localizarlo, asi que, haciendo caso de sus instrucciones, vole atravesando paredes y reclusos hasta que llegue cerca de donde estaba Bruce, al parecer, estaba en un nivel superior a donde estaba Bruce, al lado de la sala que no podia pasar. Alce los hombros y de un puñetazo destrui la pared. Los restos del concreto que salieron volando impactaron a un tipo en la espalda, haciendo que cayera al suelo lejos de su rifle que tenia instalado en un tripoide. Los disparos hacia mi zona empezaron a sonar. Estaba en un balcon, desde donde veia la puerta de entrada que apuntaba la localizacion de Bruce. Sin embargo, escuchaba un extraño ruido entre los disparos. Cadenas. Cadenas arrastrandose por el suelo.

-Batman. No se que demonios tiene cadenas en Arkham, pero viene hacia aqui. Ahora me encargo de los tiradores, y nos podremos reunir abajo.


Y en cuanto termine mi mensaje, una granada de fragmentacion estaba frente a mi. De un reflejo, la empuje hacia abajo con la palma de mi mano, y despues salte por el balcon para ir por los tiradores. Mis brazaletes y mis brazos se movian a velocidades vertiginiosas, parando cada una de las balas gracias a los reflejos de Hermes. No me importaba cuanto me disparasen, no tenian el fuego pesado que se necesitaba para que les tuviese un poco de preocupacion. Mire hacia los francotiradores y mientras cubria con mi brazalete izquierdo, mi mano derecha fue en menos de un segundo a mi diadema, la cual lance contra el pecho de uno de los tiradores. Al resto me fui acercando volando, sacandolos de combate de un golpe.

En menos de un minuto, los tiradores estaban tirados contra el suelo, estrellados en la pared o simplemente jadeando de dolor por los huesos rotos.

Al final no fue necesario que utilizara mi arma secundaria. Los guardias de Scarecrow salieron de sus posiciones mas rápido de lo que había calculado; al parecer subestime su desesperación. En el esquema que había armado en mi mente, ellos pensarían un poco mejor las cosas antes de actuar únicamente por el cese de disparos, y esperarían hasta estar completamente seguros de que estaban a salvo después de ver a tantos de sus compañeros literalmente despedazados por mi arma. Sin embargo, supongo que al ser tan pocos los sobrevivientes del primer asalto, estaban dispuestos a tirarse ante la mas mínima oportunidad para salir con vida. Quizás de haber sobrevivido más hombres las cosas hubiesen salido como lo planee, pero no por eso los resultados fueron menos satisfactorios. El ataque no solo los tomo por sorpresa, sino que los dejo aferrándose a sus vidas, en total estado de pánico. En ese sentido fue comprensible que lo único en lo que decidieran enfocarse fue en mi, pues yo era el del arma gran que había matado a más de la mitad de sus compañeros. Eso es verdadero miedo; las personas que se encuentran en ese estado pierden la cabeza en lugar de mantener la mente fría, y eso los hace actuar sin pensarlo dos veces. Su error fue lanzarse todos juntos contra mí. Tal y como había pensado, la presencia de la minigun basto para atraer toda su atención, a tal grado que prácticamente se olvidaron de mi compañero, o no llegaron a pensar que él podía ser una amenaza igual o mayor que yo. De modo que cuando los hombres saltaron de su escondite, listos para descargar balas sobre mi cabeza, con sus ojos únicamente fijos en mi, Jean entro en acción con sus revólveres y, antes de que los idiotas se diesen cuenta del grave error que habían cometido, ya estaban todos muertos.-Muy buena puntería.- Comente mientras avanzaba entre los restos de los cadáveres; esta vez nadie llego a cubrirse. No soy de dar cumplidos, pero si reconozco un buen trabajo cuando lo veo.

Guarde mi subfusil en el interior de mi chaqueta, pues no había tenido necesidad de usarlo, y volví a tomar mi minigun, aprovechando para hacer el cambio de rondas de munición, de modo que solo le quedaba una ronda mas antes de que me viese obligado a cambiar de arma; ojala pudiese matar mínimo a otros treinta antes de que eso pasara. Sin perder mucho tiempo, proseguimos con la marcha, pues aun necesitábamos encontrar a Scarecrow. Sin embargo, ya no podíamos arriesgarnos a depender de nuestros sentidos, necesitábamos una mejor vista del lugar que no fuese un mapa, y entonces se me ocurrió pedirle ayuda a Jean-Luck.- Oye, Jean- le comente mientras me colocaba de espaldas contra la esquina de un pasillo que desembocaba en otro más grande, para revisar si había soldados en la cercanía. Antes de proceder, revise en la parte alta de las paredes y solté un par de disparos de minigun para eliminar las cámaras de seguridad, pues esta vez sí necesitaba una charla privada con mi compañero. - ¿Crees que sea posible utilizar tu forma astral o como se llame, para que revises el interior de Arkham y veas donde se encuentran Scarecrow y sus hombres, así como la dirección que debemos tomar allí y cualquier destacamento que este viniendo hacia aquí?- A estas alturas estaba seguro de que el desgraciado ya sabía de nuestra posición, al fin y al cabo las cámaras de seguridad del lugar habían captado todo, y no nos habíamos molestado en desperdiciar tiempo eliminándolas. Pero por otra parte, el entrar en esa forma, según tenía entendido, dejaría a Jean indefenso ante cualquier ataque, puesto que aunque nadie pudiera atacar su forma astral, al menos no con armas físicas, cualquiera podría atacar su cuerpo físico y entonces moriría.-Por otra parte, debes saber que si haces eso, tendrás que dejar tu cuerpo físico a mi cuidado, y eso es un riesgo considerando que no sé cuantos hombres mande Scarecrow contra nosotros. -No había motivo para suavizar las cosas, él tenía derecho a saber los verdaderos riesgos que conllevaban sus acciones y si prefería que nos mantuviéramos avanzando como lo veníamos haciendo, era comprensible.

Por suerte al final opto por elegir mi opción, para acelerar las cosas, y entro en su forma astral. Sin perder el tiempo, baje mi arma y sujete su cadáver para llevarlo hacia atrás, hacia el pasillo anterior, donde habíamos dejado regados los cadáveres de al menos doce hombres. De ese modo, no había forma de que, en caso de que tuviera que desatarse una batalla, le dieran al cuerpo de Jean. Deje la minigun a un lado, aun con la última tira de munición en mis manos, y arrastre su cuerpo hasta ponerlo a salvo. Entonces me dispuse a volver a mi posición, al menos hasta que escuche pasos viniendo en esa dirección. Arrastre el cuerpo de Jean Luck un poco más para aumentar las posibilidades de que saliera ileso y me mantuve cubierto contra la pared, esperando que aparecieran quien deduje eran otro grupo de matones. Pero por alguna extraña razón, estos eran menos; a juzgar por sus voces diría que bastante pocos. Si después de vernos asesinar a doce de los suyos Scarecrow nos mandaba a menos hombres, eso implicaba que dicho grupo tenían que ser mucho mejores que los anteriores; tal vez un pequeño grupo de elite, o al menos mejor armados. Saque mi subfusil de su funda, ese que antes no había tenido tiempo de usar, y me quede cubierto contra la pared esperando que llegasen. No tuve que esperar mucho, dado que a los pocos segundos de haberme posicionado, seis hombres llegaron al pasillo. Su habilidad no era algo que pudiese notarse a simple vista, pero sin duda alguna tenían mejor armamento; y mi arma más potente estaba tirada frente a ellos, cargada. Espere a que se acercaran a ella, aprovechando el tiempo para examinarlos mejor. Uno de ellos llevaba un lanzacohetes RPG-7, con un par de cohetes en la espalda. Otros dos iban con un par de MP5s reglamentarios. El ultimo de la izquierda tenía un PG-90 edición militar ¿Como mierdas habían conseguido ese tipo de armas? No conozco tienda civil alguna que los venda. El que iba al frente del grupo llevaba un M16 con lanzagranadas, y a su derecha iba uno con varias granadas amarradas mediante un cinturón especial a su pecho, y una escopeta SPAS-12 en las manos.

El primero de ellos se acerco hasta mi minigun, con la intención de levantarla o examinarla, pero no le di ese placer. Al segundo que bajo su arma para tomar la mía, estire el brazo por afuera de mi cobertura y jale del gatillo, soltando las primeras balas hacia su posición, las cuales impactaron en su cabeza, matándolo en el acto. Los otros, sin embargo, no murieron tan fáciles. Tenían buen equipo, todos ellos llevaban Kevlar, cascos especiales y armas pesadas. A ver muerto a su jefe inmediatamente retrocedieron y se cubrieron en las esquinas; estos tenían mejor entrenamiento. Uno de ellos se puso a dispararme para cubrir la retirada de sus compañeros, de modo que no pude apuntar a ninguno más. Baje inmediatamente la mochila de combate mi espalda, aligerando bastante mi carga, lo cual me facilito sacar mi lanzagranadas. Los tipos me habían tomado desprevenido y tenían con ellos mi única arma capaz de perforar sus chalecos antibalas de forma rápida y continua, de modo que tuve que improvisar. Ambos grupos estábamos en silencio, ambos esperando el momento perfecto para actuar. Ellos eran más pero no por eso se confiaron; supusieron que su número, por más superior que fuera, no era suficiente como para confiarse con alguien que acababa de asesinar a doce hombres en una batalla 12vs2. Con mi lanzagranadas en mano, saque una de las municiones perforadoras que llevaba encima y gire dos veces la parte trasera, que después comenzó a girar lentamente hacia el sentido contrario, haciendo un sonido similar al de un cronometro de cocina cuando va en reversa. Coloque el proyectil en el lanzagranadas y salí de un salto de mi escondite para disparar. El problema fue que los otros tuvieron la misma idea; cuando yo me dispuse a disparar contra una de las paredes, uno de ellos estaba asomando su RPG por la esquina del pasillo, apuntando a mi posición. Los dos nos observamos un segundo antes de disparar, pero la súbita sorpresa provocó que tuviésemos que reajustar nuestras trayectorias.

Todo se puso en cámara lenta cuando el misil salió disparado. Mi plan era disparar a la pared e incrustar ahí el proyectil en la pared, pero no pude quedarme para determinar su éxito. Solo me alcanzo el tiempo para voltearme y tirar mi arma lo más lejos posible, para luego correr hacia el final del pasillo, donde había dejado a Jean. Gracias a la velocidad que es capaz de alcanzar mi cuerpo en ese estado de adrenalina, fui capaz de dar un gran salto y tirarme sobre Jean, justo antes de que el misil se detonara. Cubrí su cuerpo con el mío, para evitar que cualquier trozo de concreto o metal me diera. Por fortuna, dado el mal ángulo de tiro que el sujeto había tenido, no había dado lo suficientemente cerca de nosotros como para causar cualquier tipo de daño estructural importante, aunque si destruyo la pared en la que había impactado.  Unos cuantos trozos de concreto me golpearon en la espalda, pero las armas que llevaba y el chaleco amortiguaron un poco el impacto, aunque después de salir del asilo tendría que hacerme exámenes médicos para verificar. Lo importante, sin embargo, fue que pude proteger la cabeza de Jean, de modo que no sufrió muchos daños. Al poco tiempo de la explosión, y por un plazo de al menos unos tres segundos pude escuchar vítores de los reos. Pasado dicho plazo, se escucho una segunda explosión, más ligera que la primera, pero está acompañada de un par de gritos. La punta de metal de mi proyectil lo había hecho insertarse en la pared nada mas, dando la impresión de que no había detonado; sin embargo el verdadero explosivo se encontraba en la parte trasera, la cual funcionaba como un cronometro que había activado antes de lanzarlo, Cuando esta dejo de girar, estallo. Por su posición, deduje que se había llevado consigo al del lanzacohetes, eliminando uno de los peores problemas hasta el momento. Sin embargo los gritos de dolor fueron más de uno, de modo que era posible que la explosión hubiese alcanzado los cohetes que llevaba en su espalda, provocando una tercera explosión que acabo con quien tuviera cerca.

Sentí un pinchazo en mi corazón una vez más, un dolor equivalente a un calambre, lo cual ocurría siempre que usaba mis poderes de forma tan repentina. Apenas me puse pie sentí como un fluido caliente brotaba por encima de mi oreja, todo el camino hasta mi cuello. Era sangre. Al parecer un trozo de concreto pequeño me había dado en la cabeza y no me había dado cuenta hasta el momento; curioso el efecto que un poco de adrenalina puede tener sobre tu cuerpo. Tome ambas Uzis con mis manos, de modo que pudiese disparar balas de forma rápida hacia ambas esquinas en caso de que saliera más de uno a enfrentarme, y corrí hacia afuera de mi protección. No podía desperdiciar tiempo: ellos acababan de sufrir una explosión para cual no estaban preparado, les tomaría un poco mas recuperarse dado su número mientras que yo solo necesitaba preocuparme por mi mismo y mi compañero, el cual ya se encontraba bien. Apenas salgo, me encuentro con uno de los seis parados sin protección, pateando ligeramente a uno de sus compañeros, quien aparentemente no había sufrido mayor herida que una caída de espaldas por la fuerza de la explosión, para que se levantara; llevaba mi minigun encima. Nos miramos por una centésima de segundo antes de que ambos apuntásemos nuestras armas, pero yo tenía la ventaja. La minigun es un arma muy pesada, lo único que me permitía levantarla y moverla con ligera velocidad era mi capacidad física superior. Asimismo, el mecanismo de la minigun no dispara apenas jalas el gatillo, sino unos segundos después, cuando los cañones se encuentran girando. Esos escasos segundos entre los cuales dejo de ayudar a su amigo, levanto el arma, y dalo del gatillo, fueron todo lo que necesite para dispararle a la cabeza con mis dos Uzis al mismo tiempo. Las balas impactaron en su cráneo y ni su casco lo pudo salvar. Su cuerpo cayó de espaldas con la cabeza destrozada y mi arma en sus manos, con el dedo aun en el gatillo, de modo que no dejo de disparar hasta que la munición se agoto.

Ya es momento de avanzar, me digo, a sabiendas de que al menos tres de ellos han muerto. Aviento una de mis uzis al suelo para tener la mano libre y saco una de las granadas, le quito el seguro y la aviento contra una de las esquinas, aquella de la que acaba de salir el hombre de la minigun. Por la esquina contraria un hombre salta de golpe, apuntándome con su MP5. Para entonces ya tenía la granada en mi mano, de modo que salto hacia atrás mientras le disparo con una mano y aviento la granada con la otra. No pude evitar que varias balas impactaran en mi cuerpo, pero por fortuna ninguna me da en la cabeza, y mi chaqueta de CRISAT cubre los explosivos que llevo encima. Él había apuntado mi cabeza, pero el repentino cambio de movimiento hizo que sus balas me dieran en el hombro. Al mismo tiempo que el salía, uno de sus compañeros, probablemente el único de ellos que aun seguía con vida, salto para cooperar con su amigo, ignorando los peligros del explosivo que, aunque a esa distancia quizás no lo matara, si podría dejarlo mal herido. Enfoque lo que quedaba de mi cargado en el segundo, de modo que no tuviese tiempo de apuntarme antes de que la granada estallara. Caí de espaldas al suelo casi al mismo tiempo que la granada cayo a sus pies, pero él estaba demasiado ocupado buscando aprovechar la posición inconveniente en la que me había metido como para notarlo, e intento avanzar, solo para recibir metralla en toda la espalda, destrozando su torso, y regando sus tripas por todos lados, muchas de las cuales me cayeron encima y mancharon toda mi ropa y cara con sangre y órganos licuados. Al mismo tiempo que el salía, uno de sus compañeros, probablemente el único de ellos que aun seguía con vida, salto para cooperar con su amigo, ignorando los peligros del explosivo que, aunque a esa distancia quizás no lo matara, si podría dejarlo mal herido. Enfoque lo que quedaba de mi cargado en el segundo, de modo que no tuviese tiempo de apuntarme antes de que la granada estallara. Ignorando lo desagradable de mi situación, me levante con una de mis Uzis aun en mano y continúe avanzando. El segundo hombre, quien no había muerto inmediatamente, estaba agonizando en el suelo con una de sus piernas hechas puré; podía verse el hueso destrozado perforando la piel quemada de su pantorrilla. Sin pensármelo dos veces vacié lo que quedaba de mi cargador sobre su cabeza. Retrocedí para buscar mi segunda Uzi, a la cual aún le quedaban unas cuantas balas, pase por las esquinas por las cuales ellos se habían estado escondiendo. Como sospeche, la explosión había matado a dos de ellos, y había un tercero a la distancia, arrastrándose del lugar agonizante, dejando un rastro de sangre a su alrededor. Al parecer los cuerpos de sus compañeros habían bastado para amortiguar los efectos de la explosión, pero aun así el daño fue masivo.

Camine a paso rápido hacia donde se encontraba. Cuando me vio acercándome intento escapar, pero no había nada que pudiera hacer. Lo alcance en cosa de nada y pise su espalda para asegurarme de que no pudiera escapar. Guarde mis Uzis y saque mi cuchillo de combate, con el cual corte su garganta mediante un rápido movimiento, para no gastar balas. Habiendo acabado ya con los enemigos, volví hacia mi anterior posición, ignorando todavía el dolor en mi cabeza y mi hombro, pues aunque mi protección había evitado el impacto de las balas en la carne, aun así el mero impacto fue un tanto doloroso. Solo esperaba que Jean volviera rápido para que pudiésemos seguir avanzando antes de que llegasen más lacayos.

off: al final opte por postear, cuando venga Jean que me avise si esto no le gusto y edito lo que haga falta.

- ¡Está aquí! ¡Disparar vamos!-

- ¡El murciélago! ¡Es el murciélago!-

- Nos están machacando en los pasillos... ¡Necesitamos refuerzos! ¡Cuidado!-

- Maldita sea, ¡han derribado a Killer Croc! ¡Disparad! ¡Matad al murciélago!-

- Es inútil... No podemos hacer nada...-

- Joder, no me quedan balas... ¡Dioooooooooooooos!-

- ¡No quiero morir! ¡NO QUIERO MORIR!-

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!-

Los gritos y la histeria se apoderaban de todos los esbirros de Crane. Las defensas habían sido rotas por completo. Algunas de las pantallas que miraba el Espantapájaros ya no mostraban nada en ellas. Solo la típica niebla blanca y negra. El olor a quemado inundaba los pasillos causado principalmente por el tanque con el que habían abierto un enorme agujero en los muros y la puerta principal. Waylon y Grundy se hallaban fuera de combate, una vez más, por la eficaz audacia de los héroes que allí se encontraban. Batman volvía a ganar, como siempre. Crane apretó con fuerza los puños, casi clavándose las agujas que descansaban en sus dedos. Todo había fracasado. La ciudad se volvería a curar otra vez... Lo único que había conseguido era unas horas de puro terror y pavor. Pero todo se acababa... Ace Chemicals había sido recuperada, y Arkham estaba en proceso de volver a su orden diario. La más oscura y podrida de las celdas era lo mejor a lo que podía aspirar el Espantapájaros. Este pudo ver a Wonder Woman corriendo por los pasillos en dirección a donde él se encontraba. Más valía prepararse para huir o sino...

- Me has fallado Crane...- El Espantapájaros se giró a toda velocidad, buscando el origen de aquella voz profunda que helaba la sangre incluso al señor del miedo.

- ¡Tú! No... No señor... No he fallado... ¡Esos malditos héroes...!-

- ¿Acaso crees que me importan tus patéticas excusas? Te di todo Crane... Todo, y no has sido capaz ni de mantener este lugar para ti.-

- ¡Mi... Mi señor! Yo... ¡He intentado hacerlo! ¡Conseguí el gas! ¡Mucha gente ha muerto y se han vuelto locos gracias a él!-

- ¿Eso es todo? ¿Tan simple eres que la muerte de algunas personas te parece suficiente ofrenda para mí? Patético... Sobrevaloré tus aptitudes...-

- No... No señor. Puedo hacerlo mejor... ¡Crearé un nuevo gas, mucho más potente y peligroso! ¡Ni siquiera los dioses podrán frenarme entonces! Tan solo necesito...-

- Adiós Crane...-

- ¡No! ¡Mi señor, por favor, escúcheme! ¡Tengo el plan perfecto, ya tengo todo preparado!-

- Lo siento Crane. Te di una oportunidad y la has desperdiciado... Y yo nunca doy segundas oportunidades... Por cierto, si quieres salvar tu patético pellejo, te recomiendo que corras. La mujer ya está aquí.- Y el holograma desapareció del mismo modo en que había aparecido. Crane se lanzó a por él, intentando reactivarlo de cualquier manera, pulsando los botones desesperadamente, en un vano intento de volver a accionarlo y ver de nuevo a aquel que le había dado los medios y el conocimiento para su cepa, esa que había asegurado doblegaría la ciudad de Gotham y al mundo entero. Pero no hubo respuesta. El pequeño intercomunicador ni siquiera se encendió. Tan solo se deshizo en sus manos, como una estatua de arena, desapareciendo ante él. Rascó el suelo con las agujas produciendo un sonido metálico buscando la manera de reunir ese polvo para poder guardarlo. Pero fue inútil. Un golpe fuerte y seco sonó en la puerta blindada. El Espantapájaros levantó el rostro, desencajándosele al ver la enorme abolladura que tenía la puerta. Escuchó a Wonder Woman gritar al otro lado, y sus dudas desaparecieron en cuanto miró por una de las pocas pantallas que no mostraba niebla o una oscuridad total y vio a la amazona golpeando con una fuerza descomunal la puerta que cedería en cualquier momento. Se levantó a toda velocidad, resbalándose por los nervios y sacó una caja de debajo del cuadro de mandos. La colocó en la butaca donde había estado sentado y la giró, de manera que no se viese lo que había en ella al entrar. Abrió la pequeña caja y activó una bomba con la cepa original del gas, la más pura y concentrada. Puede que tuviesen antídotos, pero esa explosión iba a afectar a cualquiera que lo respirase aunque sólo fuesen durante unos minutos. Cerró la tapa y abrió una rejilla que había en el suelo. Se deslizó por ella, dejando atrás la sala de mandos.

- Puede que me hayas vencido otra vez, murciélago, pero no me cojerás con vida...- Y cerró la trampilla tras de sí. En cuanto Diana atravesase aquella puerta y girase la butaca la bomba le estallaría en las narices. Tal vez consiguiese algo de tiempo antes de que le pillasen.

En uno de los laterales de la enorme prisión, un desagüe parecía ajeno a todo lo que pasaba en el interior de la misma. El agua que caía lentamente varió su movimiento con algunas ondas provocadas por pisadas. El Espantapájaros abandonó el psiquiátrico con la ropa calada, dando un salto al barro y corrió hacia el bosque, buscando refugio. Se apoyó contra un enorme escombro que había debido llegar allí por la explosión, lanzando una última mirada a la que había sido su fortaleza durante las últimas horas, ahora en manos de los héroes una vez más. No tardarían mucho en encontrarle, así que debía correr si quería salvarse sin que le viesen. Apretó los dientes y golpeó con fuerza el escombro. La rabia y la ira se apoderaron de él, y el miedo a lo que pudiese pasar ahora comenzaba a subirle desde los pies. No tenía lugar al que ir ni donde ocultarse. Pero fuera como fuese, cualquier sitio era mejor que aquel psiquiátrico. Cuanto más lejos mejor. Y se lanzó a las sombras con la luz de las llamas aún iluminándole la espalda.

OCC:

Los prisioneros que quedaban fueron rapidamente sometidos. Teniamos ya camino libre para actuar, no quedaban ningun tipo de obstaculos que nos impidiesen llegar con Crane. Detestaba tener que acompañar a Bruce en esta mision, porque el tenia la culpa de todo lo que estaba pasando al no solucionar los problemas de raiz. Y no se lo iba a reprochar, ni le iba a reprochar lo egoista que era el solo darme ordenes como si fuera mi padre para decirme que puedo o no hacer. Iba a cumplir mi objetivo, a toda costa, y el que Batman me acompañase solo era un retraso. Asenti en seco cuando me menciono que no podriamos detenernos en este momento, cuando escuche un objeto venir hacia mi, al cortar el aire con fuerza. ¡Maldicion! Salte a tiempo a la par que Bruce, rodando lo suficientemente lejos como para que la masa de concreto no impactase directamente contra mi lateral. Tome la mano de Batman para levantarme, y mire a Grundy.

¿Otra vez tu? ¿Cuantas veces habia que matarte para que dejases de molestarnos? Rodee mis ojos hacia arriba, mientras pensaba todas las formas para patear a Grundy y poder continuar con la mision, cuando cai en cuenta... Grundy era lo suficientemente fuerte y torpe como para darle problemas a Bruce, pero no lo suficiente como para ser algo que lo ponga totalmente en peligro. Si el se entretenia con eso, yo podria continuar con mi mision y acabar con Crane sin que nadie me interrumpiese. Bruce no tendria porque verlo, y bueno... "Ojos que no ven, corazon que no sienten". Solo tenia que encontrar el momento adecuado. Me puse en posicion de combate, mientras miraba a mi compañero y alternaba entre el zombi. Un duelo de miradas, mientras mi cuerpo se preparaba para poner los pies en polvorosa al espacio que Grundy habia abierto para poder llegar mas rapido...

Grundy corrio.
Batman salto.

Yo fui mas lista, y evite un combate para salir a toda velocidad por ese agujero. Escuche un grito de Bruce, pero sabia que el podia enfrentarse solo a sus problemas... Muchas veces, me habia exigido (a mi y a toda la Liga de la Justicia) que no nos metiesemos en los asuntos de Gotham. Bueno, Grundy era un asunto de Gotham, y si siempre habia tenido la arrogancia de nunca considerarnos para su lucha contra el crimen, yo no tenia que considerarlo en mi empresa en contra de Crane. Ojo por ojo, Wayne.

Avance, a largos pasos, mientras sentia un furor unico, fruto de la victoria que pronto tendria para todos. Crane habia causado muchos daños esta noche, y muchisimas noches antes solo con el fin de demostrar que era el amo del miedo. Y Batman, en su arrogancia o en su exceso de fe en la buena voluntad, jamas lo habia finiquitado. Siempre se repetia el ciclo, siempre estabamos destinados a que un dia, los malos golpeasen mas fuerte y nosotros perdiesemos. Hoy conoci lo que se sentia ese dolor, y no iba a permitir que ningun inocente volviese a sentir lo que yo.

Al llegar a la puerta de acero, solte un fuerte golpe sobre el acero. La puerta se abollo, pero no cedio. Otro golpe se dirigio hacia otra zona, con tal de que esta cediese. Vaya que era una puerta bastante buena, porque me estaba costando trabajo tirarla. Patadas y puñetazos se estrellaban una y otra vez contra el metal, hasta que por fin, escuche algo resquebrajarse. Una patada mas, y la puerta salio volando contra una pared de la habitacion. Sonrei, complacida... Pero ahi no habia nadie.

-¡¿A DONDE DEMONIOS SE FUE?!

Me acerque a donde estaba la silla y cuando la gire, no pude saltar a tiempo. Un click se escucho, y una bomba de gas se solto. Me lleve la mano a la boca, aunque tenia el aparato que me dio Batman, senti un regustillo amargo en la boca, algo asi como si hubiese inhalado un gas muy irritante. No podia ser... ¿Mas gas del miedo? Trate de inhalar y exhalar lo suficientemente rapido para calmarme, pero era complicado. Sentia como mis ojos veian un poco menos la luz, como si todo se estuviese oscureciendo. Debia de ser fuerte... encontrar a Crane...

Camine lo mas rapido que pude, con un equilibrio deficiente, hasta llegar a una pared, donde la golpee y empece a andar... Otra pared se cayo, y estaba en una especie de claro sombrio. La noche era atemorizante, sentia miradas en todos lados, ojos que penetraban con sus miradas mi piel. Los sonidos se volvian como el goteo de una llave antes de dormir, una eterna molestia que no te dejaba en paz. Empece a caminar, mientras sentia como las sombras me presionaban, exigiendome que parase... No, no podia volver, no podia detenerme... Hinque mi rodilla en el suelo, mientras sentia como mis lagrimas recorrian otra vez mis mejillas. Otra vez, ¿de nuevo? ¿Cuantas veces podia volver a sentir este temor recorrer mi pecho y atravesar mi espalda como una lanza silenciosa?

Me arrastre como pude... Jamas hacia atras, Diana, nunca debes rendirte...

off: disculpen la demora, estuve esperando a ver si Jean volvia por que me daba lastima terminar el evento sin él, pero como paso mas de un mes y aun no lo veo, pues ya quiero que se cierre este tema.



En momentos como aquel en el que me encontraba, simplemente me hubiese gustado quedarme recostado en el suelo, con la espalda reposada contra la pared y frotándome la cabeza lo suficiente como para que todo el dolor de los disparos y a contusión pasasen de largo. Lamentablemente no podía hacer eso, no mientras tuviese una misión que cumplir; no mientras ese desquiciado de Scarecrow estuviera libre ahí. Solo podría permitirme el descanso cuando hubiese descargado al menos cinco balas sobre el cráneo de ese desgraciado hijo de puta. Ya tenía claro en mi mente lo que tenía que hacer, del mismo modo que lo tenía claro cuando había entrado a ese lugar, pues ninguna herida por más terrible que fuera podría hacer que apartase esa meta de mi cabeza: lo quería ver muerto. Por eso es que no me deje amedrentar por las heridas o la dificultad de la situación, como nunca lo había hecho, y me levante del suelo apenas Jean-Luck demostró señales de que su "forma astral" volviese a su cuerpo. Él me conto todo lo que necesitaba saber, y mucho mas. No solo me conto sobre la ubicación de Scarecrow, sobre los planos del edificio y sobre qué camino deberíamos tomar para llegar a la oficina central de ese loco. También me comento respecto a un "ejercito" de muchas personas que venían en nuestra dirección, muchos de ellos sin armas ni intereses de batallar, sino intentando escapar de la batalla que se orquestaba en otra zona del asilo. Respecto a eso, había otros invitados inesperados en el lugar. Primero que nada el único hombre que realmente me esperaba en ese lugar: Batman. Ya decía yo que el hombre murciélago tendría que haber aparecido mucho antes, es su puta ciudad la que se volvió un caos al fin y al cabo. Desde luego había venido con su mascota personal: su pequeña Robín, solo que al menos esta vez le dio protección adecuada en forma de un puto tanque. Y por ultima pero no menos importante, aunque definitivamente la que menos me hubiese gustado ver allí, estaba Wonder Woman. La amazona parecía tener un sexto sentido para aparecer exactamente en el lugar indicado en el momento indicado para complicarme las cosas. Si me la topase la mitad de las veces que me topo a Stark, ya estaría muerto.

Sin embargo de momento los héroes se encontraban bastante lejos, batallando contra convictos superpoderosos; ellos los mantendrían lo suficientemente ocupados como para permitirme hacer mis cosas sin molestias, o al menos eso me esperaba. Pero de momento el pequeño ejército de paciente que venían hacia nosotros representaba un obstáculo mucho mayor para mis objetivos que ellos, dado que estaban más cerca, y si fallaba con ellos acabaría muerto; por otra parte si todo salía bien, y acorde a lo que Jean Luck me había dicho, cerca de un tercio de los convictos morirían ese día, así se soluciona la sobrepoblación en Arkham. Estas a diferencia de las patrullas anteriores no llegaron en orden, ni preparadas, y de hecho sus primeros integrantes ni siquiera estaban armados. Muchos de ellos solo corrían a lo loco viendo hacia atrás, como esperando que nadie los persiguiera. Tan ocupados estaban en eso, que no se dieron cuenta de que estaban corriendo hacia una minigun que ya había empezado a girar. Para cuando lo notaron, las balas ya habían salido disparadas en gran cantidad. Si la primera matanza en el hospital mental ya había sido algo digno de ver, esa fue una carnicería total. Eran demasiados, amontonados en un pasillo demasiado angosto y no diseñado para que tantas personas pasaran por el al mismo tiempo. Iban amontonados, tanto que casi ni pudieron sacar sus armas. Jean Luck y yo soltamos toda nuestra munición contra el primer "cloque" de presos. De no haber sido por qué se trataba de enfermos psicóticos y cobardes, tal vez casi me hubiese sentido mal por ellos...bueno probablemente no. Vacié mi arma con la gran mayoría de ellos, ante lo cual intentaron dispersarse para dejar espacio a los tiradores espacio, pero estaban mal organizados, y no fueron rivales para la puntería de Jean Luck. Mi compañero fue perfectamente capaz de eliminar a los tiradores lo suficientemente separados mientras sus compañeros desarmados se quedaban petrificados en su lugar, como decidiéndose entre irse para un lado o para el otro. Uno de ellos intento correr hacia mí, solo para que lo embistiese con mi arma, aplastando su pecho contra el suelo con los cañones calientes de mi arma, provocando que soltase un grito agónico, aunque casi paso desapercibido entre todo el caos del lugar.

Lance mi arma a un lado y saque mis SMGs, uno en cada mano, y las balas llovieron una vez mas sobre todo aquello que aun se encontraba sobre dos piernas. Al principio las cosas iban relativamente bien, al menos hasta que a Jean y a mí se nos acabaron las balas, de modo que tuvimos que replegarnos para evitar que nos asesinaran. Las cosas solo empezaron a empeorar cuando llego una segunda oleada a socorrer a la primera; estos si eran los que iban preparados para la batalla y decididos a matarnos. Le tire mis pistolas a Jean para que las sujetase mientras yo me ponía frente a él para cubrirlo de las balas, casi a empujones para cubrirnos contra una de las columnas de los pasillos. Eso solo los envalentono a seguir avanzando. Teníamos que pensar en algo rápido, las balas estaban comenzando a destruir el concreto de la pared, trozos de ladrillo nos llovían por encima de la cabeza. Jean ni siquiera podía llegar a dar un tiro al aire dado que le llovían doce más al instante. Tome todas las granadas que tenia junto con todo el cinturón, y toda la munición del lanzagranadas que me quedaba, y la coloque en una mochila llena de munición. Saque un par de cartuchos de M16 y guarde el resto. Había suficiente munición en esa mochila como para abastecer al pequeño ejército de presos al que nos enfrentábamos. Pareciera que solo estaba buscando más munición para mis armas, pero la realidad era otra: estaba armando una granada gigante. – Cúbreme!- Le grite mientras le sacaba el seguro a la primera de las granadas, para luego cerrar la mochila de golpe. Mi compañero coloco los cañones de las pistolas contra la esquina del pasillo, de modo que su cabeza no se asomara y así no recibir fuego cruzado. Sus balas desorientaron un poco a los criminales, dándome un margen de unos dos segundos para poner mi plan en acción. De la nada, salí de la cobertura con la mochila en las manos y, aprovechando ese momento de confusión, la arroje con todas mis fuerzas contra los reos. Recibí tres tiros en el pecho, uno en la pierna, y dos a la altura del hombro, pero mi cabeza se salvo; supongo que es un blanco mas difícil si no tienes demasiada practica en el uso de esa clase de armas.

Ignorando el dolor me lance contra Jean, quedando yo sobre él para cubrirlo de cualquier posible daño: mi ropa estaba blindada, la suya no. -¡Tapate los oídos!- Acto seguido una poderosa explosión resonó en el hospital. Poderosa tal vez fuese decir poco, de modo que dudo que haya habido alguien en todo ese hospital psiquiátrico que no haya escuchado un bran “BOOM”, así como el sonido de las balas y la metralla que volaron en todas direcciones, derribando criminales de a montones. Me pare de golpe, sin perder un instante, tomando un rifle ensangrentado que había volado hacia nosotros y aventándoselo a Jean, mientras yo sacaba mi escopeta automática. Los dos salimos de nuestra cobertura a los tiros, exterminando cualquier resquicio de humanidad que hubiese en esa zona del lugar, ignorando por completo el nuevo tapizado de rojo y rosa que habíamos dejado por todas partes. Para entonces ya todo lo que hacían era intentar escapar, puesto que sabían que no tenían esperanza. Además, las balas de mi AA-12 perforan el Kevlar como un cuchillo caliente en mantequilla. Pasaron de correr hacia la salida, a buscar refugio en el interior en cosa de nada mientras los perseguíamos, derribando a varios por el camino.

Para cuando el último grito de dolor se silencio, y con ello el último sicario cayó al suelo muerto, ya habíamos recorrido medio edificio casi sin darnos cuenta. Le comando a Jean utilizar su forma astral una vez más para proporcionarme un mapeo más actual de la situación. Solo entonces, cuando él me deja solo y la adrenalina comienza a disminuir, me doy cuenta mi verdadero estado. La sangre me chorreaba por el cuello hasta los hombros, producto de una herida abierta sobre la ceja derecha, y otra a la altura de la sien, del lado izquierdo. Mi traje y mi chaleco tienen varios orificios de bala, o marcas de impacto, y creo que incluso hubo una bala que logro incrustarse en la parte de la cintura, aunque sin llegar a hacer contacto con mi piel, o al menos no a causar una herida de consideración suficiente como para que me preocupase de mi salud. Mis brazos temblaban, al punto que apenas podía sostener mi M16 (había tenido que cambiarlo hacia rato, puesto que no saque balas de la AA-12 conmigo cuando improvise el gran explosivo). Había desmontado el lanzagranadas también dado que sin munición solo seria peso muerto, de modo que ahora solo me quedaba el M-16 y un cuchillo para enfrentar lo que fuera que me esperase del otro lado, sin mencionar a Jean Luck claro, y el rifle robado repleto de munición que llevaba.

No tuve mucho tiempo para examinar mi estado puesto que Jean volvió en cosa de nada, indicándome lo verdaderamente cera que estábamos del lugar deseado. Desgraciadamente Wonder Woman y Batman también iban cerca del lugar, así que ni bien tuve a Jean de vuelta, Salí corriendo a toda velocidad, utilizando para ello los últimos resquicios de energía de sobra que me quedaban. Sin embargo cuando llegue me tope con una escena bastante curiosa. La puerta blindada estaba tirada abajo, la entrada a la oficina parecía haber sido abierta a los golpes. Y ahí afuera se encontraban, no solo la princesa de las amazonas, quien lucía un estado bastante lastimero, sino también el mismo murciélago vigilante de Gotham. Mejor dicho, llegamos justo para observar como la princesa de las amazonas derribaba al murciélago con un rodillazo bien puesto que, conociendo la fuerza de la mujer, seguro le molió un par de órganos internos. Esa era mi oportunidad.- Jean…-le susurre.- Utiliza tu forma astral y entra a la cabeza de Wonder Woman, ahora.- No escucha muchas replicas en realidad; supuse que a esas alturas quedaba bien claro para ambos que Wonder Woman no estaba bien de la cabeza en esos momentos y en ese estado alguien con sus capacidades seria un peligro para sí mismo y para todos a su alrededor. De la nada, Diana comenzó a gritar, aun con la poca energía que le quedaba su alarido se escuchó bastante bien. No estaba sufriendo, al menos no físicamente, pero no cualquiera en su condición puede tomarse la ligera que una presencia invada su mente de la nada y comience a hablarle, o lo que fuera que Jean le hizo dentro de su cabeza. Con Batman fuera de combate y Diana debilitada y distraída, me escurrí por detrás de los dos, con mi rifle en mano, y le propine un culetazo en la nuca con toda la potencia que pude ¿Alguna vez les ha pasado que por más que utilizan todas sus fuerzas, sienten que aún les queda una mínima cantidad de energía disponible, y se ven en la necesidad de explotarla, de superar sus límites, solo para completar una tarea? Eso me paso a mí, cuando le proporcione un golpe con tal fuerza que me esguince un hombro. Pero dio resultado, la amazona se comenzó a caer. Coloque mi pie en su espalda y le di un empujón, pues ya ni siquiera estaba seguro de los riesgos físicos que conllevaría el pegarle una patada, de modo que la hice colapsar sobre el murciélago, el cual también tenía mis severas dudas de que pudiera levantarse, solo para asegurarme. -Ya van dos para el mortal.- Comente a modo casi ironico pero sin demasiado interes, mientras me alejaba. Al menos era una suerte que ella no haya podido ver que yo fui el responsable de eso, mas aun dado que no llevo ningún símbolo que me identifique especialmente mas allá de mi cara descubierta. Jean salió de su mente, y nos dispusimos a entrar finalmente en la oficina…solo para descubrir que estaba vacía. La silla de Scarecrow estaba tirada y había una rejilla abierta. El hijo de puta había escapado.

Ni siquiera el saber que había eliminado a un tercio de la población de Arkham sonó como consuelo suficiente esa noche. Crane había escapado. Su plan había fallado, como siempre, pero él había logrado escapar una vez más. Y en mi estado actual, no estaba seguro de poder perseguirlo demasiado tiempo. Habíamos fallado, miserablemente; tanto nosotros como los héroes. Sentí la necesidad de disparar contra todos los controles y pantallas, de dejarme llevar en un arrebato de ira salvaje, pero no pude. Me las arregle para mantener la mente fría, tal vez porque en realidad no tenía ni la energía para sostener mi rifle en alto, tal vez porque no quería tentar la suerte con dos miembros de la Liga tan cerca de mí. Por lo que haya sido, me detuve, y me fui. Le hice señas a Jean y me recargue sobre su hombro mientras avanzábamos; la carga pesada que había estado llevando toda la noche comenzaba a hacer estragos en mis músculos. -¿Qué hacemos con ellos?- Escuche de pronto, junto con una señal de cabeza hacia los héroes caídos. Me lo plantee un momento antes de hablar.- Pueden cuidarse solos, llamaremos a la policía cuando estemos en la Watch Hover y ellos se harán cargo; tal vez Robín llegue aquí pronto también. Avísales también que tendrán unas cuantas camas libres a partir de ahora, yo iré a dormir.- Y con eso nos marchamos del edificio, dejando atrás ese reguero de locura, de muerte, de destrucción y desesperación.


La próxima que vea a Crane…lo asesinare con mis propias manos.

--------------------------------------------------------------------------

PD: Gracias por dejarme, de todos modos, incluir este "autoconclusivo". Ha sido un placer.