La crême de la crême (28/10/18, PRE-FEARLAND, Penguin, Ivy, Cloe, Gloria, Toxic Shadow, Ethan, Duncan)

(28/18/18)

Todo estaba listo. Aquélla noche no habría fiesta en el club. El Iceberg lounge permanecía a oscuras, y con la vigilancia redoblada, el protocolo normal cuando tu local se convierte en uno de los puntos calientes de la ciudad, y hoy podía arder Troya en ese solo punto...

El salón inferior, normalmente reservado para timbas de póker ilegales, se vestía de gala de forma modesta, con una enorme mesa de roble y una iluminación íntima, todo ello aderezado con botellas de buenos licores. Al fin y al cabo, aquélla iba a ser una noche que podía cambiarlo todo. Tras enredarse con ese loco de Crane en su extraño pero astuto plan, había conseguido tierras para la dulce flor de Gotham, Ivy, quien íba a encargarse de conseguir, gracias a sus singulares poderes, ingredientes para mejorar las fórmulas del cara saco, y con ello, abatir la ciudad de una vez por todas, sumiéndola en el caos. Afortunadamente, existiría una cura, y más afortunadamente aún, sólo la tendrían unos pocos...

...concretamente, los autores del plan. Y esa iba a ser la baza principal de la reunión de aquélla noche; Una demostración, una explicación de lo que se venía encima, y todo esos buitres estarían deseando conseguir un remedio para no volverse completamente locos o perderlo todo por su falta de fe. Era un negocio redondo... O eso esperaba. Ivy no llegaría hasta más tarde, pero contaba con ganar el tiempo suficiente para poder tenerla allí cuando se la necesitase.

Empezaron a llegar, y poco a poco, algunos de los mafiosos más importantes de Gotham, y algunos interesados de la periferia, tomaron asiento y comenzaron a cuchichear curiosos ante la singular reunión. Cobblepot se sentó con dos de sus hombres tras de sí preparando un proyector mientras observaba todas esas caras conocidas y nuevas. Cuando sus hombres dieron la señal conforme ya estaba todo preparado, desaparecieron y Oswald pidió silencio, antes de empezar su disertación:

-Bienvenidos, damas y caballeros. Supongo que les interesará saber por qué les he reunido aquí esta noche. En mi misiva, les hablé de un gran negocio, pero también de una advertencia... y eso es lo que nos ocupará a continuación. Como bien saben si alguna vez se han topado con él, aunque solo sea en los medios, el doctor Jonathan Crane está obsesionado con el miedo... -Encendió el proyector con un mando a distancia y éste empezó a emitir algunas escenas de ataques de Crane a la ciudad- Un planteamiento brillante emplear algo de tal poder dominador sobre la masa, pero como sabrán, también fracasa estrepitosamente siempre que lo intenta, aunque hubo una ocasión en que estuvo muy cerca de lograr someternos a todos...-La pantalla mostró un gran ataque en Gotham a través del alcantarillado.

Los presentes parecían confusos a la par que interesados. Penguin sonrió para sus adentros, y continuó, viendo que era probable que tomasen esto más en serio de lo que creía.

-El doctor Crane ha estado pensando en este ataque muchísimo tiempo, en lo que pudo fallar, en lo que podía mejorar, y amigos míos, ha tenido muuuuucho tiempo en Arkham para reflexionar, al menos hasta que ese cataclismo de los mundos le liberó. Pero lo que nos importa es... que quiere repetirlo, y nosotros estamos viviendo en su principal objetivo.-Hizo una pausa dramático, y prosiguió- Exacto, camaradas. No podemos abandonar nuestras posesiones, ni podemos quedarnos a defenderlas, ¿Quién sabe cómo podría el Espantapájaros envenenarnos esta vez? Será por el aire? Por contacto físico? Tal vez en el agua que bebamos? O... ¿Todas a la vez? Bueno, tengo buenas noticias para todos ustedes, y es que yo sí lo sé. Pero lamento comunicarles, que no voy a revelar los planes de un compañero que ha confiado en mí. Si estoy aquí, es para prevenirles, y ofrecerles una... "alternativa".

Observó desafiante las malas caras de los presentes y sonrió con malicia, entrelazando sus garras. Estaba disfrutando de aquéllo.

-¿Alguna pregunta hasta ahora, damas y caballeros?

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OFF ROL: IMPORTANTE ACLARACIÓN SOBRE LOS TURNOS:

Como somos bastantes en este tema, y algunos de ellos tendrán participación especial, como Ivy y Duncan, he planteado lo siguiente:

El orden será el siguiente, pero en el primer round de posteo, saltaos a Ivy, ya que quiere aparecer después. La segunda vez que postee Penguin, viene ella:

Penguin

Ivy

Cloe

Rip

Duncan

Toxic Shadow

Gloria

Rip llegaba desde Europa del este desde su ciudad Bucarest, había venido con motivo de la apertura de su casa de subastas Winkle en Gotham, sería una de las tantas tiendas que tenía planeado abrir en los Estados Unidos.

Como siempre Tenía una gran red contactos con las redes de contrabando, y las mafias rusas y Albano-Kosovares las cuales eran habituales clientes de sus colecciones de arte, estas le dieron unos datos acerca de una importante reunión en donde se revelaría algo, esperaba que eso no retrasara sus planes sobre la ciudad, a ella no le interesaba el dinero; por si la moscas iba escoltada por su hija May, quien caminaba con una expresión de completo aburrimiento cuando entró al club y tomo asiento, detrás de ella, su hija estaba con su expresión despreocupada pero atenta a cualquier posible ataque a su madre, no llevaba ninguna arma pero no la necesitaba, Rip escucho atenta las palabras de Cobbelpot, esto ya era una mal comienzo.

Que me garantiza que usted y esa Tropa de Desquiciados no tengan algo mejorado y nuestra compra sea en vano, que no está jugando con nosotros como un niño caprichoso que tiene un juguete que es nuevo y al que quiere usar para llamar la atención, porque ciertamente veo que usted nos trata como si fuera superior al resto porque es un criminal de guante blanco cuando solo es una sabandija que tiene la espada de Damocles sobre su cabeza, si me da garantías no dudaré en pagar pero….

En ese momento su mirada se transformo y sus dientes le daban una apariencia de una bestia sedienta de sangre, alzo su dedo.


Solo recuerde que a los traidores y tramposos en el infierno, su alma es devorada por el mismo Lucifer, solo diré eso….

El pinguino, uno de los mayores mafiosos de Gotham, y quien sabe si de otra ciudad también. Sin duda, sea lo que sea que tramara, seria algo interesante, y valdría completamente la pena de escuchar. Era imposible que pasara algo gordo como esto en Gotham sin que yo me enterase, ademas, era mi oportunidad para hacerme conocer en este negocio. Hace poco había reclamado un pequeño bar, que comenzaría a usar como base, ademas de mi laboratorio. Irían desde los mas poderosos de Gotham, hasta las ratas de alcantarilla. Era mi oportunidad sin dudas.

Últimamente no estaba para ocultarme. Sin duda apreciarían mas a uno de esos capos de traje, como Maroni, que un loco cínico con capucha y ropa negra. Me bañe, me afeite, y me puse mi traje mas elegante, y mas apropiado para la ocasión. Guarde el peine con el cual terminaba de peinarme, y encendí mi cigarrillo, poniendo rumbo al club de pinguino.

Al entrar, observe la situación. Algunos tomando asiento, otros hablando entre si... Lo único que hice fue apoyarme en la pared, en un rincón oscuro del club. Mientras, pinguino comenzó a hablar, pidiendo silencio. Jonathan Crane... Sin duda, no era para nada desconocido. Se dibujo una sonrisa en mi rostro, y me dispuse a observar la reacción de los presentes, ante las declaraciones del mafioso regordete. Me mantuve en silencio, escuchando las preguntas de los presentes, hasta que la... No sabia bien que era, pero parecia una mujer. Una muy fea y perturbada a decir verdad.

-Por que el señor pinguino, sabe hacer negocios, y sabe que un cliente satisfecho, es un posible aliado, o un cliente recurrente. ¿Estoy en lo correcto?-Mire hacia Pinguino, y sonreí. Estaba claro que conseguiría poco esa perturbada insultando al anfitrión, diciéndole sabandija.-También, como consejo. Insultar al anfitrión, no la llevara a nada. Por otra parte, tengo mi propia pregunta. ¿Que nos asegura que Batman y sus insufribles no arruinaran el plan de Crane, como otras veces?

Observe a Pinguino otra vez, y mantuve esa mirada esperando una respuesta. Si esto funcionaba, me reiría mucho, y si no... Bueno, me reiré igual.

28 de Octubre de 2018.
Bar Iceberg Lounge, Gotham
20:05:23

Entré en el bar al poco de que lo abriesen, apenas cinco minutos después. Los cinco minutos de cortesía que tanto necesitaba la gente. ¿Acaso tanto les costaba ser un poquito puntuales? No era muy complicado, simplemente era cuestión de organizarse. Suspiré y entré en aquel bar que comenzaba a llenarse hasta los topes. El calor me golpeó en la cara nada más cruzar la puerta, y me acerqué hasta la barra, intentando tocar lo menos posible al personal. La mayoría estaban sudorosos y pringosos, algo que no me agradaba ni lo más mínimo. Estiré el brazo para que el tío se percatase de mi presencia y me atendiese.

- Hola. Una cerveza bien fría.- Y mientras me lo servía miré al resto del local. Estaba hasta los topes. Oswald tenía un gran poder de convocatoria. Sin embargo, todos allí metidos era pedir a gritos que el murciélago nos viniese a intentar atrapar. Era una ratonera al fin y al cabo aquel sitio. Pingüino comenzó a hablar explicando el por qué de su llamada a la mayoría de mafiosos de la ciudad. Me extrañó que lo hiciese allí. Después de todo, él era un pez gordo. Uno de los magnates más ricos de allí. ¿Y nos había citado en un bar? En fin, él tendría sus razones. Cogí mi cerveza y bebí. Desde luego otras cosas no, pero los americanos no tenían ni idea de hacer una buena cerveza. Tragué con una mueca que cualquiera habría pensado que me acababa de tragar una rata, y dejé la bebida en la barra, sin ninguna intención de volver a tocarla. La actitud de Oswald no sentó muy bien al populacho, quienes empezaron a murmurar y maldecir por lo bajo. Una chica se hizo paso entre los mastodontes del local y se sentó en una mesa que al instante llenó de baratijas. Una de ellas, un péndulo de Newton. Odiaba esos cacharros con toda la fuerza de mi alma. Al cabo de unos pocos segundos, el dichoso juguetito se terminaba parando, después de descompensarse por completo. La energía no se crea ni se destruye en el vacío, maldita sea. La gente no sabía eso y se compraban esa mierda creyendo que estaría días rebotando. "No, mal, mal, mal, mal... ¡Vas dos centésimas más lento joder!".

La mujer hizo una pregunta de lo más estúpida. O así me lo pareció. Tal vez porque el dichoso "tic-tic" desacompasado me provocó un pequeño tic en el ojo. Otra mujer preguntó a lo lejos, pero no me enteré de lo que decía. Me acerqué a la mesa donde estaba la chica y paré en seco el dichoso cacharrito con la sonrisa más forzada que pude ofrecerle.

- ¿Cuánto por el cacharrito este? Esque estos juguetes me encantan...- Maldita la hora en que algún cerebrito de mierda se le ocurrió vender esas chorradas en los chinos. Pensaba comprárselo y luego tirarlo a la basura y olvidarme por completo de él. Un tío cerca de mí se puso a pelotear al Pingüino diciendo que no se le debía insultar. ¿Habían insultado al "cinco-palmos" y me lo había perdido? Eso me irritó todavía más. Cerré los ojos en señal de frustración y respiré tranquilamente. "Calma Gloria, recuerda, armonía...". Respiré hondo y me relajé. Me volví hacia Oswald y yo misma realicé la siguiente pregunta.- ¿Y qué quieres a cambio de tu secreto Oswald? Porque sería bueno que nos dijeses qué es eso tan importante que sabes de Crane y ya nosotros juzguemos si merece la pena o no.

Había estado atenta a casi toda la reunión. Esa gente no me importaba un bledo, millonarios, gente con dinero, todos manchados de sangre y la gran mayoría sin una pizca de decencia. Las únicas caras que se merecían mi respeto eran la de Oswald y la de Gloria.
Oswald tenía un perfil más que particular. Su físico guardaba una relación inversamente proporcional a su inteligencia, y eso le otorgaba un as en la manga de dotes poderosas. La gente juzgaba casi siempre y eso le vencía a su favor. Era famoso por sus contactos, sus movimientos, sus alianzas y traiciones... Tenía una mente brillante. Era un humano sobresaliente, y eso era muchísimo más difícil de conseguir que teniendo poderes, una máscara o un traje extravagante.
Gloria por otra parte había aparecido como un nuevo rostro peligroso en Gotham. Sus planes iban contados al milímetro como la cuenta atrás de año nuevo. Su pudor y sus precisiones se medían al milímetro en todo momento. Nunca había visto un pelo sobre la chaqueta de esa mujer, o un plan improvisado en su agenda.


¿Todo lo demás? Calaña de la que Gotham se hartaba de recibir.


Como siempre, aparecía "tarde" en las reuniones, aunque sabía bien de sobra que lo hacía. Era intencionado y formaba parte del plan. Gloria lo entendería seguramente, a veces hay que detonar con efecto retardado.

Aparecí entre la poca luz que había aquel día en el Iceber Lounge como me gustaba aparecer en un local de rigor, ataviada con un vestido como la ocasión requería. Carraspeé dando pasos firmes mientras me llevaba una mano al pecho e hice mi presentación.

- Permíteme que disipe vuestras dudas...- y avancé rodeando la sala, notando cada mirada clavada sobre mi piel verde, escuchando los susurros de los que se creían sutiles y sonriendo ante tal situación. Se le acaba cogiendo el gusto a ser diferente, aunque sea de este modo. Mis pasos se mantuvieron hasta llegar junto a Oswald y sus hombres - Os daremos cierta información sobre Crane que mi socio- dije señalándole con la palma de mi mano, mirándole a los ojos y sonriendo-y yo tenemos. A cambio de que os portéis bien con los villanos más veteranos de todo Gotham...- Eché una mirada general a las caras que miraban hacia nosotros. Oswald y yo sabíamos de primera mano que no se podía confiar en nadie y entre nosotros por lo menos había respeto y astucia. La justa y necesaria como para saber que Crane podía jugar con tu voluntad y que era peligroso. Potente aliado, peligroso enemigo.

- Bien, vayamos por partes... ¿Cuánto miedo le tenéis a Espantapájaros?- dije apoyando la yema de los dedos, con las palmas abiertas, sobre la mesa más cercana. En mi rostro una ceja enmarcando una respuesta que de verdad era esperada.