Una mutante perdida en New York [Libre]

-New York 15:30 pm-

Era una día muy soleado por la gran cuidad,había una gran ola de calor en toda la zona ,por el centro de la cuidad era aun mas caluroso ,con toda la pobre gente que tenia que pasar por allí para llegar a sus trabajos,New York podía ser una cuidad bastante grande si no se tenia un mapa y mas si eras nuevo por allí,lo contrario le pasaba a  Mia vivía desde hacer casi 14 por allí y no conocía la cuidad en lo absoluto no solía salir mucho de su casa solo conocía la ruta hacia su secundaria.

-Disculpe sabe por donde queda la plaza de comidas del centro -preguntándole a un hombre que parecía bastante apurando y señalando el lugar en el mapa,los grandes edificios eran bastante confusos,estaba ella también bastante apurada en no llegar tarde había quedado de estudia con sus compañeras de clase en la plaza de comida-

-Lo siento no se donde queda eso,voy bastante apurado podría preguntarle ah otra persona-dijo el señor evadiendo a la chica con el mapa en sus manos-

Continuo caminado con el mapa en las manos sin saber donde estaba los edificios confundían mucho y no podía aparecer directamente allí si no sabia donde quedaba,justo el día con mas calor tenia que llevar una vestimenta para días fríos, llevaba un chándal violeta muy abrigado,una camiseta negra bajo el chándal,unos jeans y un par de tenis lo que usaba en su casa,llevaba su celular consigo pero no tenia los números de sus compañeras,cuando las calles dejaron de coincidir con el mapa se sentó en una de las bancas que había en un parque a algunas calles de allí a esperar que la encontrara una de sus compañeras o a que se le ocurriera algo.

-Juraría que acabo de ver esos edificios hace unos 10 minutos,el sol debe estar haciendo que delire-decía para si misma riéndose- bueno la única opción que queda es seguir caminando si no hay de otra,cuando vuelve dormiré como nunca en mi vida-

Guardo su mapa en su mochila y continua caminando según su instinto el camino a la plaza de comidas no era tan largo, pero no era así había un camino largo por delante,a algunas cuadras de distancia en dirección contraria a la que iba se oían algunos gritos había una toma de renes en un banco cercano ¨Espero no se cansen de esperarme¨ fue lo único que paso por su mente mientras cambiaba de dirección hacia el banco como solo eran un par de cuadras corrió a toda velocidad hacia e Banco se dirigió hacia la puerta trasera ,aunque era extraño que ningún policía se aya enterado ,Traspaso la puerta trasera del banco y se encontró con algunos de los renes.

-Cuantos hay? y cuantos ladrones ahy?-dijo acercándose a un grupo de 10 renes mientras intentaba desatarlos-

-Hay otro grupo de renes hay 8 en la sala de al lado y 2 de los ladrones tienen a 3 en la entrada,hay 3 cuidando esta entrada y tres en la otra-dijo al fin desatado mirando a la chica-no eres muy pequeña para ser policía?como pudiste entrar sin que que vieran?

[FDP: Ey, tenemos que buscar un día para este tema, para que puedas iniciar el apartado de cronología. Como no le he visto fecha y soy relativamente nueva he pensado que no nos costaría mucho cuadrar los temas. ¿Qué te parece el 21 de Abril por ejemplo? Si te parece bien, dilo en unos corchetes o mandame mp y concretamos la fecha. ¡Bienvenida, Novata!]

Habrá mucha gente que en este mismo momento se preguntará qué lleva a una niña de ocho tiernos años a entrar en un banco, si no es para acompañar a sus padres o porque claramente ha confundido el establecimiento con otra cosa. Muchos más se preguntarán como puñetas le da por entrar justo diez minutos antes de que se inicie una toma de rehenes. Os creo. Hay que tener jodida mala suerte. ¿Porque estaba yo allí? No había mas que verme para saber que nada tenía que ver con ingresar cheques, pagar recibos, ni ir a cobrar un sueldo. No. Eso se lo reservaban a gente que medía más de uno veinte y aparentaba poco mas o menos la edad que tenía. El motivo que me había llevado allí, jamás lo sabremos. Podéis llamarlo suerte, destino, karma..., ah, y el hecho de que el bolsillo de mi sudadera cochosa estuviese lleno de caramelos gratis, que solían poner encima de los mostradores y los escritorios de las entidades financieras para atraer a la gente, se trataba de una simple casualidad.

Pero allí estaba yo, escondida debajo de un escritorio donde nadie se había percatado de mi presencia, comiéndome un caramelo de limón y esperando que alguien hiciese algo por detener a esa panda de novatos. Sólo había que verlos para darse cuenta de que tenían mas miedo que otra cosa. Apuntaban a cualquier cosa que hiciera el menor ruido, soltara un destello, un gemido, o la más mínima muestra de contener alguna ameba microscópica que fuese a ser capaz de testificar contra ellos. Pero eso solo algunos. Había localizado a tres centrales que sólo con señalar cuatro cosas ponían a los otros tiesos como palos. Era cuestión de tiempo que consiguiera pillarlos en la calle, de noche, pero ahora tenía un tremendo dilema. Quedaba mucho para el anochecer, y eso suponía que los balazos eran un tremendo problema. La única condición era sobrevivir hasta el anochecer, pasara lo que pasara, y siendo al menos cinco o seis, no había podido contarlos bien con el ajetreo, resultaba bastante difícil creer que iba a poder esquivar todas las balas.

Por otro lado, tenía la suerte de tener un cuerpito de ocho años, lo cual resultaba tentador de utilizar. Las mujeres adultas usan la seducción para manipular, pero os aseguro que no hay tio que aguante el sollozo de una niña pequeña. Para bien o para mal.

Estaba decidiendo qué hacer. Desde donde estaba podía localizar el grupo de rehenes que había en la parte de atrás, y también el central, pero era incapaz de ver a los de delante. Volví a echar un vistazo para comprobar, a través de la rejilla que había bajo la mesa. Lo que me sorprendió fue comprobar que en la parte trasera, los rehenes hablaban entre ellos y en su campo de visión entro una chica que no había visto, que parecía estar soltándolos sin que los pringados de los atracadores se dieran cuenta. Increíble. Estaba a punto de echarse a rodar por el suelo de risa, cuando uno de los que vigilaban se encaminó hacia allí, como llamado por tanto susurro. Iban a pillar a la chiquilla con las manos en la masa. Tomé una decisión rápida. Asomé apenas la cabeza sobre el escritorio, alargue la mano cogiendo lo primero que tenía al alcance, la cual cosa resultó ser un pisapapeles feo como el solo, y lo lancé con toda la fuerza que pude al otro lado de la sala. El tiro fue a dar justo contra una mesa más al fondo, y el tremendo ruido del golpe hizo que los atracadores se pusieran a gritar órdenes para mantenerse quietos, callados, y amenazando con volar todo y a todos si no se cumplían sus exigencias. Varios se acercaron a comprobar el origen del ruido.

Eso le daría algo de tiempo a la chica. Dudaba mucho que me hubieran visto, pero no tardarían en hacerlo si se ponían a registrar el sitio. De todas maneras había tenido suerte de durar tanto allí escondida. La cosa era, si no me habían pillado, cómo iba a hacer para sacar a toda la gente del banco, y más que eso, cómo hacerlo sin tener que sacrificar mi propio culo.

[Me parece bien esa fecha n.n,creo que en la cronología del grupo es el año 2019,así que ese es el año.]

En la parte trasera del banco la chica seguía desatando a los renes lo mas rápido que podía, justo ese día tenia que pasar,el único día que tuvo que salio a estudian con alguien o convivir con sus compañeros fuera de clases eso sucede,lo único que esperaba era que nadie los pillara,los ruidos de uno de los ladrones se escuchaban en el pasillo junto a la puerta,pero algo parecía haberlo detenido un fuerte ruido se oyó no muy lejos.

-Que fue eso,acaso mataron ya al primero??-decía uno de los renes bastante preocupado mientras los demás se alarmaban-

-No creo que sea eso,no sonó a un disparo,seguro se les cayo algo,pero no se alarmen
o nos oirán -intentando calmar a los renes,luego de desatarlos dijo-iré a ver que fue.

-Esta loca jovencita,es muy peligroso para una niña-una señora mayor intento detenerla pero no lo logro-

Mia de desvaneció y apareció bajo e escritorio junto a la pequeña de 8 años,por su baja estatura no se notaba mucho,viendo que se trataba de una niña de 8 años se pregunto si quizá uno de los renes es alguno de sus familiares.

-Estas bien,te hicieron daño?-decía con un tono bajo y preocupado para que no la oyeran-que haces por aquí,es muy peligroso.

Encontraron la bola de cristal al otro lado y se miraron entre ellos. Casi parecía que no se creían lo fea que era. Luego dieron el visto bueno y empezaron a mirar por la zona, para encontrar el motivo que la hubiera hecho caer. Me asome por debajo de la rendija de el escritorio tratando de localizar a la niña, pero ya no estaba. Los rehenes estaban sueltos pero de ella no había ni rastro. Frunci el ceño, intentando entender a donde había ido a parar cuando de pronto note que algo se materializaba a mi lado en el escritorio. Di un Respingo que me hizo darme un cabezazo con la mesa, me tape la boca para contener un grito y mi voz interior procuro hacer entender a mi cuerpo con tono calmado y constructivo que el infarto de miocardio tampoco hacia mucha falta.

Casi me quedó allí mismo tiesa. Pero a quien se le ocurre aparecer de la nada en una situación así??

- PERO QUE HACES!!- susurre a gritos. Si. Se puede hacer si estas bastante enfadado o asustado.

Me sujete el pecho para impedir que la taquicardia hiciera que mi corazón decidiera mudarse, y luego mire a la niña, fastidiada pero maravillada de lo que podía hacer. Era como un fantasma. Eso podía ser de mucha ayuda e impediría que le pegasen un tiro en el culo. Lo malo era que el cabezazo había llamado la atención a los atracadores, que habían empezado a acercarse armas en ristre.

- A parte del infarto si, bien. - gruñi frotándome un poco el coscorrón - Van a pillarme aquí abajo por culpa de tu abracadabra. Di, si te disparan te atraviesan las balas? - pregunte.

Tenia una idea disparatada y poco tiempo para explicarsela. Los pasos de los atracadores sonaban cada vez mas cerca.

El cabezazo de la niña contra la mesa había llamado la atención de algunos de los ladrones del área,pero seguía pensando en la pregunta que la desconcertaba¿Que hace una niña en un banco?,mirando que se acercaban cada vez mas a su paradero miro a los ojos a la niña y le dijo.

-Esto puede ser bastante extraño,pero te lo explicare luego no es nada del otro mundo-dijo susurrando-prefieres que lo discutamos en otro lado?-los pasos se hacían cada vez mas fuertes hacia ella-

Tomo a la pequeña y se desvanecieron apareciendo en el ducto de ventilación a salvo,los ladrones le dispararon a la mesa pero allí ya no había nada ni nadie,ya a salvo en el ducto de ventilación los nervios bajaron.

-Lo siento por sorprenderte,no quería que te asustaras y con respecto a tu pregunta si las balas no me aria daño puedo hacer me intangible,por cierto soy Mia-dijo mientras miraba por la rendija del ducto- Saque a la mitad de los renes,no se como llegar a los demás,alguna idea?.

Todo era como de en los límites de la realidad. No se me habría ocurrido como salir de la situación si no fuera porque la situación, valga la redundancia, se me llevó por delante a mi. La chica no parecóa preocupada, pero si se ponían a disparar hacia allí seguro que la que peor parada salía era yo. De eso no me cabía ni la menor duda. La niña me sujetó, me dio un mareo gordísimo y para cuando quise darme cuenta estaba en un conducto de la ventilación, mientras los tipos novatos le disparaban una salva de balas a la mesa como si su intención fuera buscarle un segundo uso muy útil como colador.

Notaba que se me iba un poco la cabeza, aunque en seguida me encontré bastante mejor. Era algo pasajero gracias a dios, lo que menos necesitaba era estar en medio de un atraco con la cabeza como si tuviera resaca. Mire a la chiquilla, que no debía ser mas que una adolescente. Jo, que envidia. Ya podían haberme dejado llegar hasta allí al menos. Ser niño era un auténtico coñazo.

-Mia, genial. Yo estoy mareada. - dije como si eso fuera una presentación suficiente. -Me llamo tortita. -añadio cuando por fin pudo entornar las cosas sin que tuvieran reflejos extraños.

Por entre las rejillas se veía la situación del banco, y ahora se habían dado cuenta de que algunos rehenes habían escapado, aunque no sabían como. Estaban echándose unas broncas brutales entre ellos, y la policía, desde fuera, les daba indicaciones de que se rindieran, algo que por otra parte, no parecían muy dispuestos a hacer sin más. Plantaron a uno en cada posible salida y condensaron a todos en la sala central, salvo a un par de rehenes que ponían delante de las, seguro, decenas de camaras de televisión que estarían cubriendo el suceso. Que royo de gente. ¡Yo solo quería caramelos!

-¿Que si tengo alguna idea? ¡Lo que no se es que hacemos aquí aún! Eres intangible, pero puedes tocar cosas porque has sacado a la gente. ¡Podrías ir allí a darles un susto de muerte como me has hecho a mi! luego sacamos a los rehenes y listo. - dije encogiéndome de hombros, pero luego reflexione. - Mmm ¿cuanto de discreta puedes llegar a ser? añadí, alzando una ceja - Podríamos hacer algun numerito, tipo poltergeist. Tiras cosas de mesas, yo hago ruidos en la ventilación, les distraemos y mientras vamos buscando la manera de sacarles de aquí. Pero antes podrías intentar decirselo a la policía que hay fuera. ¿puedes hacer eso, o me estoy haciendo mucha película?- le pregunté, esperando respuesta.

Podía ser hasta divertido.

Mia también bastante mareada por ir de un lugar a otro tan de repente y el susto,parecía que todo iba de maravilla por el momento,habían hecho aun mas fácil el hecho de liberar a los demás renes menos a dos,que estaban frente a las cámaras,y si se veía en pantalla usando sus poderes.

Lindo nombre,era lo único que se me ocurrió en esa situación Después de pensar unos segundo y luego mirando a la pequeña Mia dijo con susurrando-Como notaste nos tele-transporte o algo,así que puedo llegar a ser mas discreta que un fantasma riéndose Es un buen plan,recuerdas la película de Alicia en el país de las maravillas recuerdas la aparición del gato con algo así estilo fantasma podríamos hacer que se vallan corriendo.

Aunque el hecho de usar así sus poderes pudiese quitarle bastante energía,era mejor idea que quedarse escondidas a que los policías se encargaran de todo,el único peligro era que alguno de los ladrones se hiciera el valiente y le disparara en el momento indicado.

-Le diré el plan a los policías,quieres que te saque de aquí para estar segura o te unes a la gran broma?,te prometo que luego de esto podremos ir a una dulcería.

Eso podía ser divertido. La verdad es que la situación mejoraba bastante si no era yo la que tenía que volar entre las balas. A ella no le iban a hacer daño, así que todos salíamos ganando. Lo único que necesitaba era comprobar qué llevaba en la riñonera. A lo mejor tenía algo con lo que hacer ruidos o lo que fuera. en realidad si. Tenía las herramientas del kit de reparación de patines, y eso algunas herramientas que harían un ruido chirriante contra el interior de los tubos de ventilación. Eso valía.

- ¡Eso puede valer! No hace falta que me saques, prefiero quedarme donde esta la acción. - dije, contenta.

Empecé a urgar en mi riñonera y saque unas cuantas cosas que pudieran ayudar. Luego metí la mano en el bolsillo de la sudadera y saqué un par de caramelos. Abrí uno y me lo comí y luego le ofrecí otro a ella, en un alarde de generosidad un poco atípico en mí en esa situación.

- ¡Tu invitas!- reí, deslizándome por el tubo de ventilación, buscando una mejor posición. Podría recorrer el tubo, e incluso, si hacía falta, salir corriendo por una de las verjas. Procuraría montar un buen jaleo para distraerlos, mientras Mia salía y entraba, despues de avisar a la pasma. A ver si se daban prisa. Ahora que había comida en el horizonte, quería librarse de eso rápido, para llegar al momento gourmet.

-Bien entonces espera mi señal y que la acción comience-dijo mientras tomaba el dulce y traspasaban uno de los ductos de ventilación-

Mia fue con la policial y les explico el plan que se les había ocurrido,los policías casi mueren de la risa ,pero el jefe de policía que tenia una hija mutante entendió como ella podía hacer la broma y las dejo proseguir con su plan.

-Muy bien pero tengan cuidado-dijo en hombre despeinándola un poco y luego tomando un megáfono- Salgan y nadie saldrá lastimado.

Mia prosiguió a volver a entrar esta vez por una de las puertas traseras con la ayuda de dos policías,detuvieron a los ladrones que custodiaban esa puerta,corriendo cerca de Hall de entrada donde estaban los renes y los demás ladrones le dio la señal a Tortita para que comenzara con el ruido y se hizo intangible para pasar por una de las paredes,con los ruidos mas los policías actuando,y los renes creyéndose la broma los ladrones se asustaron y la mayoría soltaron sus armas,los policias destruyeron los vidrios de las puertas y atraparon a los ladrones,cuando fueron a agradecerle Mia había desaparecido.

-Muy buen trabajo,te parece si vamos por los dulces que te prometió?-reía desde el ducto de ventilación donde se encontraban-

Esperé, preparada para cuando llegara el momento. Tardó muy poquito en salir, pero a mí se me hizo eterna la espera. Fue un poco mas llevadera por que tenía el caramelo, y estuve jugueteando con él en la boca hasta que apareció Mia. Cuando me dio la señal, empecé a golpear el tubo con las manos, a arañarlo con las herramientas y de vez en cuando a pegar gritos que al resonar en el metal sonaban lo bastante bien como para quitarle el sueño a esos novatos durante al menos un par de días. Después de la treta, los atracadores empezaron a asustarse por todo, y eso permitió a los policías una distracción que les facilitó acabar con toda esa mamarrachada que había sido penosa desde el principio.

Después, a medida que se iba despejando todo, Mia apareció de nuevo en el conducto de ventilación y las dos se echaron a reír por lo bajo.

- Si, vámonos. Dudo mucho que vayan a darnos el mérito a nosotras ¡Y además me muero de hambre! - dije al tiempo que empezaba a andar por el conducto hasta una salida. Quité la rejilla que daba a la calle de una patada, y me descolgué por el borde, haciendo alarde de una fuerza que me había ganado a base de hacer Parkour.

Caí encima de la tapa de un contenedor, de ahí a una caja, y de ahí al suelo. Luego busqué a la niña a mi alrededor, pero con esto de que se hacía invisible, no os creáis que era cosa fácil. Cuando por fin apareció, la miré de arriba a abajo, sorprendida.

- ¡Eres mas alta de lo que parecía ahí dentro!- añadí, sonriendo y deseando ponerme en marcha. Ya se me había acabado el caramelo.

En la a jefatura de policias todos andaban festejando con sus donar y riendo de lo sucedido,creían que habían sido puros efectos especiales,pero el jefe sabia que no lo era,después de lo sucedido y de salir del conducto miro a la niña era fuerte para tener 8 años,sacudiéndose el polvo de la ropa le sonrío.

-Gracias ,pero soy bastante baja para mi edad y la mas baja de mi grado-sonriendole a la pequeña , ¿tanto amaba los dulces parecía que asi era bueno ya era hora del almuerzo.

Habían pasado unas horas y pasando de estar perdida en la gran cuidad a detener una toma de renes en un banco,pero había llegado la hora que las dos al parecer esperaban ah Mia ya le rugía el estomago por el hambre -En marcha entonces,hay una dulcería muy cerca,elige lo que quieras que yo invito- riéndose,apenas eran las 17:30 pm que mas podría pasarles.

-Por cierto de donde eres? y como no te pierdes en esta cuidad yo estuve perdida por mas de una hora.

Miré a la niña mientras nos poníamos en marcha. Llenarme la barriga me mejoraría el humor, aunque a decir verdad ya estaba bastante animada. Me iban a invitar a comer algo y tenía los bolsillos llenos de caramelos gratis. Si tuviera calendario, y sitio donde colgarlo, seguro que marcaría con un círculo enorme el día de hoy. Si tuviera un bolígrafo o algo así, claro.

- ¿si? Yo también soy baja para mi edad. - bromeé, y me partí yo sola de la risa.

Claro que imagino que tenía mas gracia si sabías que en realidad era una persona de casi treinta años viviendo en el cuerpo de una niña de 1,20. Eso me recordaba que era hora de medirme. No es que tuviera mucha esperanza de crecer, pero tampoco podía abandonarla del todo, ¿no? quien sabe. A lo mejor el día menos pensado pegaba un estirón.

- No te diré que no. - me encogí de hombros con una sonrisa. Menos si pagaba ella. Caminaban tranquilamente, o todo lo tranquilamente que se puede andar por Nueva York cuando tu altura solo te permite estar a la del culo de todo el mundo. Eso se traduce en pasarte el día esquivando pedos. - Tengo sangre coreana, pero como quien dice, llevo toda la vida aquí. La gran manzana sólo es difícil si te quedas parado en un barrio. Es cuestión de acostumbrarse. Yo me la conozco como la palma de la mano. - dije enseñando una mano llena de mugre, que me froté contra la ropa hasta que se pudieron atisbar algunos trozos de lo que parecía piel humana. - ¿Te habías perdido? ¿De dónde eres y qué buscabas por aquí? - pregunté. Podía ofrecerme a llevarla sin problema. Siempre y cuando merendáramos primero, claro.

Caminando ya casi llegando a la dulcería mas cercana,la dulcería Wonka una tienda repleta de dulces de todo tipo,tamaño y color.Esperando ya poder comer después del di que había tenido bastante largo para la hora que era y todo lo que venia por delante.

-Pareces muy madura para tu edad también,siempre me dicen que soy muy inmadura para tener 14- riéndose un poco ,le mencionaban eso continuamente en horas de clase.

-Podrás comer todos lo dulces que quieras,faltan solo unas cuadras,me pierdo mucho pero se donde queda la dulcería,es el único lugar al que vengo por comida-Korea quedaba bastante lejos de donde ella había nacido como a un continente completo de distancia-Yo soy de Italia,bueno nací en Italia no se nota el acento porque mis padres me trajeron a New York a los pocos meses de nacida-

-Si lo note estando mas de una hora perdida-riéndose si no se hubiera perdido no hubiese podido detener lo de la toma de renes ni nada-Si estaba perdida había quedado en encontrarme con mis compañeras en el centro como hace 2 o 3 horas pero me perdí,vivo cerca pero no me dejan salir mucho, ¿También vives por aquí?-

Al punto de terminar de formular la pregunta ya se encontraban en la puerta de la dulcera Wonka, dentro era como el paraíso de los dulces-Toma lo que quieras yo me encargo de pagar-dijo dirigiéndose a una nevera delante de ella con algunas bebidas energéticas.

Bueno. Como solía decirse, las gallinas que entran por las que salen. Una niña de catorce años inmadura, contra una de ocho extremadamente madura para su edad. Casi tenía gracia. Sólo casi. Porque sobre papel era divertido hasta que te dabas cuenta de que no tenías maneras de solucionarte la vida, y menos si como yo, tenías cierto contrato que te imposibilitaba hacer algunas cosas como engañar a propósito o robar. Si pudiera hacerlo, todo sería un paseo.

- No te ofendas, pero si tus amigas siguen esperando que aparezcas, yo me hago monja. - dije, encogiéndome de hombros.

En esta dichosa ciudad el tiempo no pasa, te atropella, te embiste, vuelve a dar marcha atrás para estar seguro de que no estas inconsciente, si no muerto, y luego se da a la fuga dejando atrás una huella de goma quemada y confeti hecho con papeles del seguro. Tienes que moverte con él, o esperar que te arrolle, pero al final, la vida aquí no para por nadie. Eso podía verse cada día, y yo mas que nadie había visto lo que era que robaran a alguien en frente de la cara de cien tipos demasiado ocupados para levantar sus ojos del reloj de bolsillo. Como el conejito ese de Alicia en el país de las maravillas: Van tarde, tarde, tarde.

- Aquí, allá, en todas parte en realidad. Unas veces estoy debajo del Hudson, otras detrás de alguna fábrica, a veces incluso encuentro cama en algún albergue. Se vive bien si sabes donde buscar. -comenté encogiéndome de hombros con una sonrisa.

En realidad era muy cierto. No debería quejarme tanto, había gente, buena gente, que preguntaba por mi si llevaban mucho tiempo sin noticias, que me saludaban con una sonrisa, un bocata y una manta limpia. Negué con la cabeza, al darme cuenta de eso. Quizá fuese porque era un buen día, pero hoy estaba optimista. Podría irme peor. Mucho peor.

Al entrar en la tienda, se me encendieron los ojos. Espachurré mi cara contra el cristal que enseñaba un montón de dulces, pasteles, magdalenas, y un montón de bombones de chocolate tan bien hechos que habrían hecho llorar a Dios. Entonces una mujer preguntó sobre qué nos ponía, aunque evidentemente no me miró a mí. Yo solo era una niña mohosa. Aunque si atendió con una enorme sonrisa a mi compañera fantasma.

- Quiero tomar un trozo de pastel de fresa, y una de esas trufas enormes, y también un donut relleno de nata, ¡Y que me metan en la boca todos los bombones de chocolate que me quepan!- dije saltando emocionada como si me hubiera tocado la lotería. Luego miré a Mía con ojos enormes de cachorro y sonreí, enseñándole la joya de la corona. Mi diente mellado. - Porfiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Sin duda ese día era mas pacifico de lo habitual,siempre era estar encerrada en la mansión y no poder salir solo por el hecho de no tener ninguna escusa,no era muy de tener amigos que digamos.

-Bueno no creo que sigan esperándome,no son mis amigas solo mis compañeras de clase,bastante molestas,al menos mas de lo normal considerando que son adolescentes-luego de algunos incidentes en la escuela lo ultimo que tenia eran amigos,pero la vida seguía de todos modos.

-Si no tienes donde quedarte podrías acompañarme,la mansión da un poco de miedo por la antigüedad pero hay un gran patio,paso ahí todas las tardes-redirigirse al mostrador vio a la chica que fue a atenderlas.-Lo que ella dijo y esto-poniendo unas bebidas y chocolates sobre el mostrador-

-Como esta tu tia? hace mucho no vienes con ella-decía la señora comenzando a poner todos los dulces en una bolsa-Trabajando como siempre,la ascendieron a general hace algunos días-

-Claro Tortita toma lo que quieras-sonriendo mientras se sujetaba el cabello era una día de bastante calor-

Adolescentes. Era horroroso. ¿Sabéis que mas es horroroso? Pasarte la adolescencia en un cuerpo de niña de ocho años, preguntándote qué carajo será tan interesante de tener la regla. Pensándolo fríamente, creo que había visto una compresa abierta en toda mi vida, y no tenía ni idea de cómo o porqué pretendían que el tampón podía ser algo útil y cómodo, cuando estudiándolo detenidamente, parecía un invento endemoniado y totalmente contra natura, seguramente diseñado por un tío. Eso sólo podía ocurrirsele a alguien sin vagina.

De nuevo en la conversación, me di cuenta de que la niña había dicho que vivía en una mansión. La observé con los ojos muy abiertos, y luego silbé fuerte.

- FIUUUU, ¿Una mansión? ¿Eres rica o algo así? - eso explicaría porqué podía permitirse ir invitando a los pordioseros.

Cuando nos entregaron las cosas, rebusqué en una de las bolsas hasta encontrar el primero de los bollos que había pedido, y sin esperar, lo cogí y le di un buen bocado. Me recorrió un escalofrío por el dulce, y luego miré a Mia, con un montón de mermelada de fresa chorreándome desde las comisuras de la boca. Tragué y continué.

- ¿Vives con tu tía? ¿Es famosa? - pregunté, por tener tema de conversación.

Aunque cualquiera hubiera tomado esas conclusiones como las que sacaría una mente cándida e infantil. La mente que se supone, tenía que vivir ahí dentro.

Esperando a que les entregaran los dulces Mia vio la impresión de la pequeña,en su opinión no era algo tan impresionante.Bueno o al menos así lo veía ella.

-No,no soy rica, era donde mi abuela vivía y se la dejo a mi tía cuando murió,créeme da miedo en algunas ocasiones-era bastante grande la ,parecía mansión fantasma,pero se estaba encargando de pasarle una gran mano de pintura-

Tras ver que tortita sacaba lo suyo,Mia entrego la tarjeta a la chica del mostrados y saco unos bombones de la bolsa,tenia un fanatismo especial por el chocolate,lo comía todo el tiempo,viendo a la pequeña con mermelada escurriendo y Mia con algunas manchas de chocolate parecían de la misma edad,no se sabia cual era la madura.

-No es famosa,es militar y muy buena cocinando-Decía con su tono normal comiéndose el chocolate-

La conversación se desarrollaba normalmente, salvo por el hecho de que las dos estabamos luchando encarnizadamente por ocupar el puesto de la criatura más pringosa sobre la faz de la tierra. Nuestras caras estaban llegando a un límite que habría hecho que la cosa del pantano nos mirara y dijera: "Eh, ¿Sabéis que existen las servilletas, verdad?". De todas maneras tengo una enorme experiencia en lo que a pringarme la cara se refiere. Resulta que si lo haces con la frecuencia adecuada, a menudo te llueven arrumacos, mimos, y alguna que otra monedilla. También caricias en el pelo, aunque de eso estaba ya mas que harta. Dinero si. Caricias, no gracias.

- ¿Quieres saber que da miedo? ¡Una vez estaba durmiendo en una caja debajo de un banco, y en la acera de enfrente había un cajero. Allí dormía siempre un mendigo que por las mañanas pedía en el cruce de los semáforos. Unos tipos se metieron dentro, ¡Y trataron de prenderle fuego sin ninguna razón!- exclamé, contándole la historia con los ojos enormes de incredulidad, mientras me pasaba una mano por la cara para limpiarme.- ¡Desde luego el mundo está loco! Acuérdate de eso cuando pases miedo en la mansión. - le advertí, chupándome luego los dedos.

Disfruté de los trocitos de fruta cubiertos de mermelada que aún quedaban, jugueteando un poco con ellos antes de metérmelos a la boca, mirándo como se resbalaba la capa dulce por encima de la fruta, y luego masticándolas una por una, para notar la explosión de sabor que solía seguir cuando aplastabas una fresa entre los dientes.

- ¿Cocina bien? ¡Que envidia! Yo antes sabía cocinar algunas cosas, pero ya no lo hago. Como donde puedo. Algunos albergues dan comida bastante buena. Deberías venir un día. Yo invito. - dije sonriéndola, antes de darle otro bocado a mi tarta. Como si pudiera invitar a algo que no dieran por caridad.

Después de terminar con los bombones Mia se limpio la cara con la manga del chandal,la tenia llena de chocolate,parecía que había mas en su cara de lo que había comido.

-La humanidad cada vez es mas cruel,cuando menos lo esperemos vamos a terminar con nuestro propio planeta-Mia no solía hablar como filosofa pero cuando lo hacia se concentraba bastante,sonaba raro pero era cierto,si mas personas en el mundo fueran así como lo que le pequeña le contaba el mundo seria un caos.

Sacando de la bolsa una bebida energética que tomaba de a sorbos mientras iba caminando,parecía que había pasado tiempo mientras halaban,eran las 18:00 y el clima había mejorado,el calor no era tan fuerte.Si no los caramelos estarían ya mas que derretidos.

-Si cocina muy bien,mas las aburguesas,aunque ella nunca esta en casa,claro me gustaría ir-decía mientras le daba otro sorbo a la bebida-suelo perder bastante energía haciendo esos trucos que viste.

Iba comiendo cada vez más animada. Primero la tarta, luego los bombones y poco a poco iba acabando con los dulces que me habían comprado, y el subidón de azúcar se hacía más y cada vez más patente en mi manera de andar emocionada, dando saltitos absurdos que desde fuera parecían adorables, pero que si los hubiera hecho con el cuerpo que me correspondía, tendrían más de danza de borracha o drogata que de persona normal. Por suerte tenía un cuerpo pequeño de ojos grandes que hacía que todo el mundo me lo perdonase todo. En serio. Tendríais que ver de qué líos he salido sólo con mirar a alguien con cara de cachorro.

- ¿y como es que puedes hacer eso? ¿Te sale solo? ¿Cómo aprendiste a controlarlo? ¿Tus padres lo tenían? ¿Lo sabe alguien? ¿Es un secreto? yo no se lo diré a nadie, puedes confiar en mi, en serio. - dije en una retahíla sin parar.

Si. Creo que me he pasado con el azúcar. Pero por fin tenían un tema interesante que poder tratar. No había conocido a mucha gente que pudiera aparecer y desaparecer en la nada, no al menos seres que no tuviera que perseguir por las noches hasta que los atrapaba, destruía o quemaba el alma. Resultaba un cambio agradable hablar con alguno sin que tuviera que prenderle fuego o hacerle estallar en llamas para variar. Cogí el Donut relleno de nata que me quedaba y empece a comérmelo. Luego me dolería la barriga, pero bien lo merecía ese bollo.

Mientras iban caminando Mia tomaba otra bebida energizarte,la ¨pequeña¨ según Mia la veía parecía muy activa,le recordaba a los viejos tiempos a su edad también comía mucho y era muy hiperactiva.Sintiendo que le hablaban escucho atentamente las preguntas y luego le contesto con normalidad.

-Según me dijeron los doctores desde mi nacimiento,necesito concentrarme mucho para hacerlo, mi tía me entreno desde pequeña iba a las bases militares con ella a los 6 era como mi niñera,me enseño todo lo que se de combate, mis padres no lo tenían, nadie a parte de tu ahora y los doctores lo saben asi que si seria como un secreto espero lo guardes bien-sonriendole.

-Aunque mis poderes no son nada del otro mundo es algo genético,pero no de mis padres-tomando otro sorbo de la bebida- Como veo no saliste espantada al verme hacer eso, y tu tienes alguna habilidad fuera de lo común o algo así?

off roll::

Así que algo genético. Menuda suerte había tenido. Todo lo que me había dado a mi la genética era un pelo negro bastante bonito, unos ojos claros y casi con toda seguridad, un cuerpo delgado de pechos pequeños. A pesar de que mi madre no iba mal servida, las asiáticas no somos famosas por tener las tetas gordas. Daba igual, porque todo eso no eran mas que suposiciones al fin y al cabo. Sólo podría comprobarlo cuando creciera, y por lo que había podido comprobar en los últimos veinte años, no sería pronto. Así que era mejor no preocuparse por ello.

- Debiste asustarte mucho cuando lo descubriste. Yo me asustaría. - dije, asintiendo con la cabeza, con la boca llena de chocolate y nata.

Imagínate, estás mirándote un día al espejo y de pronto ¡pam! invisible. No se si sería capaz de creermelo de buenas a primeras. Seguro que pensaría que me había dado algo, o que sería una broma, o que me estaba volviendo loca. A saber. Por lo menos usaba ese don bien, y no para robar, o matar. Imagínate un asesino que pueda volverse invisible o atravesar paredes. Que horror.

- Bueno, eras tú apareciendo debajo de la mesa, o un montón de tíos con metralletas. Tampoco creo que tuviera muchas mas opciones. - dije sonriendo. Luego, pegué otro mordisco a mi donut, y al hacer ella esa pregunta estuve a punto de atragantarme. Conseguí mantener la compostura después de toser un par de veces y darme unos pocos golpecitos en el pecho. - ¿Yo? Bueno... hay una cosa. - "Me convierto en una calavera envuelta en llamas sedienta de venganza que persigue demonios por orden de uno de los Señores demoníacos mas poderosos del infierno, para devolver el equilibrio a las fuerzas avernales"- Se patinar muy bien. ¿Eso cuenta? - dije al final. Como que lo otro era algo que me apetecía ir hablando por ahí. Si, Claro.

-Créeme que si,me asuste mucho-mirando a Tortita-Cuando los descubrí me estaba yendo a la escuela y mi tía me buscaba decía que no me veía-riéndose.

Al principio había sido un poder molesto,pero fue bastante divertido luego de poder comenzar a controlarlo,es muy útil para muchas cosas,como escaparse de casa ,no ser atrapada y cosas así,pero nunca la había usado para eso.

-Te entiendo era la única opción que tenias, y quedarse con los de las ametralladoras no es opción- mirándola mientras comía y luego de escucharla esperaba para ver de que cosa se trataba-Sorprendente-fue lo único que pudo decir atónita por la transformación de la pequeña,no creía que fuera un secreto así-No se si cuente,pero eso es genial,no eh visto mucha gente hacer eso-sonriendole tomando otro sorbo de la soda-y como puedes hacer eso?

¿No había visto a mucha gente patinar? Esa chica necesitaba salir mas. Claro que, pensandolo bien, salvo que te muevas por las zonas por las que se hace, lo último que ves en New York son patinadores. Andar por la calle sin que a uno le pisen, le empujen o le golpeen salvajemente con bolsos caros mientras intenta llegar a algún sitio ya es una tarea digna de un ninja. Patinar en la gran manzana sólo puede asegurarte ir andando con patines, o acabar metiéndote entre el tráfico hasta que un taxista hindú te atropelle y encima te eche la culpa en su idioma.

- Pues es cuestión de práctica, supongo. Como no tengo dinero para el autobús, suelo ir patinando a todas partes. Por eso siempre llevo estos colgados del cuello. - dije, señalando los patines que siempre llevaba agarrados de algún sitio salvo que los llevara puestos.

Estaban rallados por todas partes, tenían la pintura saltada en algunas zonas y uno de los cierres se había roto y tenía que atármelo con unos cordones, pero a pesar de todo les tenía mucho cariño. habían vivido muchas cosas conmigo, pero sabía que algún día tendría que tirarlos. No podía estar parcheándolos y poniéndoles ruedas nuevas eternamente, pero tampoco tenía dinero para plantearme comprar unos nuevos. Quizá con el tiempo. El tarro de peniques estaba casi lleno. Cuando llegaran hasta arriba los contaría, y entonces a lo mejor podía planteárselo. Hasta entonces, nada.

- ¿Tu nunca has patinado? ¡Deberías probarlo! ¡Es muy divertido! Yo puedo enseñarte, si quieres. Pero te raspas las rodillas a menudo. Que lo sepas. - le advertí. Aunque claro, con eso de que podía aparecer y desaparecer, seguro que evitaría muchos golpes. Que suerte.

Mientras caminábamos por las calles de New York y el clima seguía igual de caluroso como en la tarde,Tortita le venia hablando sobre patinaje y si patinar en New York era como un suicidio si no sabias evitar todos los obstáculos y a toda la gente de paso,lo sabia y lo había confirmado por ella misma,no quería interrumpirla porque parecer muy esmerada en explicarle lo que le gustaba.

Mirando los patines de tortita le recordaba a su infancia,de pequeña vivía en un pueblo muy tranquilo y allí siempre andaba con su hermano-Son muy lindos,se parecen mucho a los que tengo en casa, hasta quizá del mismo color modela,aunque me quedan pequeños desde hace años.

Si había patinado antes,pero ahora estoy muy fuera de practica,me encantaría que me dirás algunas clases algún otro día-Mirándola mientras caminaban a Mia se le ocurrió una idea que quizá a Tortita le gustaría-New York no es un buen lugar para patinar si no lo haces bien,en mi caso lo experimente muchas veces-riéndose-Por aquí hay un parque con pistas donde van los skaters y los patinadores si otro día quieres que vallamos juntas para darme algunas lecciones me encantaría- la ultima ves que había patinado era como a los nueve años un poco antes del accidente y no tenia mucha practica desde entonces.

-Sabes tenia tu edad cuando dejaron de entrarme mis viejos patines,pero no deje de mejorarlos lo mas que podía,siguen en buen estado,y como quizá tengas la misma talla de suela que yo a tu edad quizá te gustaría quedartelos,o al menos desarmarlos y tomar las partes que quieras,les puse propulsores la ultima vez que los tuve,casi tengo un gran accidente ese día.

- ¿Dices el de Central Park? ¡Ahí voy muchas veces! - dije, emocionada - ¡Si que podríamos ir! Yo te sabría enseñar muy bien. ¡Seguro! - le aseguré, dándome un golpe en el pecho, donde aún había alguna que otra medalla de nata del donut relleno que me había comido, que había rebosado un poco.

Al darme cuenta me llevé el pulgar allí, recogiendo todas las bolitas de nata y chupándome el dedo después. Con la palma de la mano traté de disimular las manchas, que tampoco es que se vieran demasiado entre todas las demás. Me limpié las manos en el pantalón, procurando seguir el paso de Mia. Generalmente andar con gente que tiene la zancada grande es un problema. Aunque para mi no lo era, porque tenía buena forma física, si que se hacía pesado ir a paso rápido. Por eso normalmente prefería patinar. Me era mas fácil seguir el ritmo de los demás sobre ruedas que andando.

Cuando la chica me dijo lo de los patines me detuve en seco y me la quedé mirando. Seguramente no se daría cuenta de que me había parado hasta dar algunos pasos más. La miraba con el gesto más serio que hubiera puesto desde que nos conocíamos, y con los ojos enormes llenos de chiribitas y una emoción que aún estaba contenida dentro de mis iris verdosos.

- Hablas... ¿Hablas en serio?- pregunté, como si su ofrecimiento fuese algo decisivo para mi vida. En cierta manera, sí lo era. Patinar era una de las cosas que más me gustaban del mundo. Era como aceptar un ascenso en el trabajo o algo así. Supongo. - Tu me... ¿Me darías tus patines? ¿De verdad?- dije acercándome y mirándola muy seria. Luego me rasqué la nuca, incómoda un momento. Estaba acostumbrada a recibir limosna y cosas así, pero eso era distinto. Era mas como... un regalo. Y no es que estuviera demasiado acostumbrada a tenerlos la verdad - ¿Estás segura de que quieres darme tus patines? - pregunté, sujetando con una mano uno de los destrozados que estaba colgando de mi cuello. Sabía que nadie los querría ni regalados, pero sería incapaz de hacerlo de todas formas. - ¡Jo! Lo de los propulsores suena total. - añadí al pensarlo. Con lo que a mi me gustaba la velocidad, seguro que tendría que probarlo.

-Si ese mismo,ahí patinaba-mirando la cara de emoción de Tortita sonrío-seguro seras una buena muestra,solo dime que día quieres que vallamos y allí te veré.

Al parecer a la pequeña la había agradado mucho la propuesta,Mia no usaba sus patines porque la talla ya le quedaba muy pequeña,habían sido muy divertidos en su época,y no ¨época¨ porque fuera vieja si no que esa fue una época muy tranquila en su infancia,sin preocupaciones y sin responsabilidades,solo una niña pequeña jugando.

Si lo digo enserio-el patinaje parecía muy importante para la pequeña que había conocido esa tarde, lo unico que esperaba que fueran de la talla de calzado de la pequeña-Claro que si,además no creo que me quepan ya con esta edad-riendo un poco-Te servirán mas a ti que a mi,igual tengo mi Skate, y si serán geniales los propulsores,podrías ponerles lo que quisieras.

No me divertía como en el banco desde hace mucho tiempo,enserio les dimos un buen susto a esos ladrones,debería comenzar a salir mas seguido-dijo Mia mirando a Tortita-Te imaginas que de casualidad volvamos a encontrarnos en otra situación así,seria muy cómico,parecimos heroínas ahí.

Mia se detuvo por un minuto a pensar y luego dijo-No creo poder ser como los héroes de la tele,dicen que es fácil pero la mayoría no trabajan solos-en varias ocasiones habia sido heroína,pero no había hecho nada de ponerse un traje y salir todos los días.

- ¡Jo, si! ¡que ganas tengo! - dije dando pequeños saltos en el sitio, cerrando los puños y con una sonrisa emocionada que dejaba ver mi diente mellado. No tenía muchas oportunidades de estar con gente a la que le gustara lo que yo. Mi círculo más cercano y habitual eran los hombres y mujeres de los refugios, la mayoría de ellos adultos, pero que no podían verme comportarme como tal, y los otros, eran los demonios a los que debía dar caza por las noches. De cualquier manera, habría sido difícil encontrar entre mis círculos gente adulta que disfrutara como yo del patinaje. Miré a la niña de arriba a abajo un momento. Ella era una adolescente. A lo mejor era mejor optar por ese término medio.

- ¿También tienes tabla? ¡Yo también! Claro que la mía esta un poco chunga y echa polvo. - dije, metiendo mis manos en los bolsillos de la sudadera. - ¿Y la has pintado o la compraste? ¡Yo pinte la mía, con un edding! ¡Le puse un montón de calaveras!- dije, animada.

Se podía ver mucho de una persona por cómo cuidaba su equipo y qué tipo de estilo escogía para su tabla. Podría haberse tirado horas hablando de ello, la verdad.

- No lo habríamos conseguido sin tus poderes. ¡Me has asustado, pero al final ha merecido la pena ver la cara de esos bobos!- dije, riéndome - ¿Y porque no te haces heroína? ¡Hay muchos tipos por ahí que lo son y no tienen ni la mitad de poderes molones que tienes tu! Podríamos buscarte algún nombre chulo, como, no sé, a ver - elucubré, sujetándome la barbilla, mientras pensaba - ¿Que tal Mistgirl? ¡No no, espera! ¡Espectra, la increíble niña intangible! - exclamé, abriendo las manos mientras me ponía en situación, mirando a Mia. - ¿Es chulo, eh?- dije, alzando una ceja con chulería. - Ahora, necesitamos un uniforme o algo así. ¿Qué color es tu favorito?- pregunté, pensándolo. Parecía mas emocionada yo que ella, con la idea.

El camino a parecía volverse eterno mientras conversaban,había hasta perdido la noción del tiempo,aunque no llevaba su celular a mano para fijarse la hora,seguro estaría bajo la montaña de dulces o en su mochila bajo todas las cosas como siempre,o quizá ya había cobrado vida y se había ido a recorrer el mundo, Tortita parecía estar en su mundo pensando seguro en cosas de la vida cotidiana o meditando mientras conversaban ,lo que no se veía mucho en niñas de su edad que solían estar jugando con muñecas o cualquier otro juguete.

-Si tengo una,le pinte algunas llamas,debiste verme en mis tiempos arrasando en las pistas de skate-Mia solía referirse a sus tiempos como si tuviera 50 años ,como todo los adultos de su alrededor hablaban así, incluso los maestro que parecían mas interesados en contarles de sus vidas a sus alumnos que dar la clase.

-Hasta yo me hubiera asustado,le tengo mucho pavor a las cosas sobrenaturales, me gusta MistGirl,pero que significa?-nunca había sido muy buena en ingles,parecía estar animada por el tema de los héroes pera según le habían contado era mas difícil de lo que aprecia-si es un nombre muy chulo, mi favorito el violeta y el tuyo?-desde pequeña le había interesado el tema de los héroes,solía verlos en las noticias cuando su padre cambiaba los canales de caricaturas por el de noticias,había crecido viendo a los héroes de New york y la mayoría de las veces a los vengadores en acción-veo que también te gusta mucho el tema verdad?

- Bueno, es algo así como “La chica de niebla”. Se parece un poco a eso que tú haces con el ¡Puf! Y el ¡Tará! - dije, haciendo que una de esas onomatopeyas para esa forma que tenía la niña de desaparecer, y reaparecer de la nada. Resultaba complicado imaginarse hasta qué punto podía llegar a ser útil el poder que tenía esa niña.

Desaparecer, hacerse intangible, y quién sabe qué más cosas. A lo mejor sabía hacer muchas más. El nombre que le había escogido tenía gancho, aunque no imaginaba qué símbolo podía ser el suyo. Ironman tenía su traje. Capitán America, su escudo. Hulk, bueno, era verde y un nudista, aunque por algún motivo que la física se empeñaba en demostrar, siempre conseguía que no le reventaran los pantalones y se quedara por ahí suelto con el badajo colgando. Alguien tendría que explicarme cómo lo conseguía. En cualquier caso, todos los héroes tenían una señal, una especie de distintivo. Buscarle uno para ella sí que era una tarea bastante difícil.

- ¿A mí? Bueno, es difícil no enterarte de las cosas cuando la mitad del tiempo se lo pasan en la calle pelando contra el crimen y todo eso. - dije, encogiéndome de hombros - EL morado es un color bonito. A mí me gusta el verde y el negro. - respondí, con una sonrisa. - Lo que pasa es que no sabría qué símbolo ponerle a tu traje. Hacer niebla en un dibujo creo que sería muy difícil. - comenté, rascándome la cabeza, mientras me devanaba los sesos, pensando. - A ti te gustan los héroes ¿verdad? ¿Cuál es tu favorito? - pregunté, repentinamente asaltada por la idea de que a lo mejor eso nos ayudaba a encontrarle un estilo a ella.

OFF ROL:

Spoiler:

A Luke Spalding le dolía la cabeza y aún sentía ciertos mareos, era evidente que no se había recuperado del último viaje temporal que había hecho pero lo cierto era que había merecido la pena correr el riesgo, era un milagro que aún siguiera conservando la cordura después de todo lo que había tenido que pasar, seguro que ahora mismo el Doctor Doom se encontraba de un humor de perros aunque a Luke eso le preocupaba más bien poco, Doom no era tan estúpido como para ponerse a buscarle por todas las realidades existentes, era una tarea prácticamente imposible de llevar a cabo, por lo que estaba a salvo, al menos de momento. Luke suspiró, se llevo la mano izquierda a la cabeza y siguió caminando mientras miraba a su alrededor, ¿donde demonios estaba?, era cierto que antes él había pasado algún tiempo en Nueva York, pero ahora mismo no lograba reconocer la calle por la que estaba caminando, - ¿habría algún tipo de indicación o referencia? -, se dijo Luke bastante confundido, y justo en ese momento sus ojos se posaron en una señal de color marrón: ''Central Park West'', llevaba algún tiempo lejos de la ''Gran Manzana'' pero sin duda aquella señalización había supuesto toda una ayuda para el, al menos ahora había dejado de deambular sin rumbo y sabía más o menos a donde se dirigía, quizás le sentara bien ver unos cuantos árboles y pasear por el parque...igual así se le quitaba el mareo...Luke dejó de pensar, había visto a dos siluetas (prácticamente en frente de el) que le habían llamado la atención y sus ojos de color café claro se posaron en ellas, comenzando a estudiar con atención a ambas.

Se trataba de dos chicas, pero él empezó por la más alta, tenía el cabello de un curioso color violáceo recogido en dos largas y llamativas coletas bastante largas, sus ojos grises brillaban de felicidad (aunque Luke solo pudo verle uno, el otro estaba oculto bajo una de sus coletas) y su inquieta mirada se posaba aquí y allá. Luke calculó que más o menos tenía la misma edad que él, quizás era un poco más joven o como mucho un poco más mayor, no podía saberlo con seguridad. No se fijó mucho en su ropa pero supo que vestía ropas de tonos algo oscuros, principalmente negro azulado y violeta, tampoco prestó demasiada atención a ese aspecto en concreto. La chica no parecía mala en absoluto, más bien al contrario, parecía alguien muy dulce y más que dispuesta a entablar una conversación con cualquiera que se le pusiese por delante.

Se fijó en la otra figura, de una estatura muchísimo más baja que la otra chica y entonces es cuando se dio cuenta de algo, la otra persona era...¿una niña?, sí, así parecía ser. La niña en cuestión no paraba quieta, era mucho más movida e inquieta que la otra chica y parecía estar en su propio mundo, ignorando al resto de personas y solo prestando atención a su compañera. Su pelo negro y liso ondeaba en el aire cada vez que saltaba, sus ojos rasgados de color...¿verdes?, sí, parecían verdes estaban fijos en su compañera, al parecer estaban hablando de algo, pero Luke no podía escuchar nada. Los ojos del chico se posaron en la ropa de la niña y entonces observó que estaba manchada y presentaba un deterioro más que evidente, ¿acaso la chiquilla era pobre o algo?, no tenía la más mínima idea.

Luke se paró en seco, las chicas iban a levantar la vista en cualquier momento y lo iban a ver, aunque ambas le habían llamado la atención le daba muchísima vergüenza siquiera intercambiar un ''¡Hola!'' con ellas, nunca había tenido demasiados amigos y lo cierto era que las presentaciones se le daban fatal, de modo que decidió seguir caminando con la esperanza de que ellas no se fijaran en el y siguieran su camino con normalidad... .

Off roll::

El clima seguía como el de la mañana no parecía cambiar,esperaba la ola de calor no durara mas,Mia caminaba tranquilamente junto a Tortita con sus brazos detrás de la cabeza mientras caminaba y el chandal desprendido por el calor,continuando con la conversación sobre héroes que había surgido.

-Si seria dificil dibujar niebla,mi favorito es Superman y el tuyo-suspirando al venirse a la cabeza un viejo recuerdo-Mi tía decía que eso de los héroes era un simple juego de niños y que deberían dejarle las cosas peligrosas al ejercito o a la policia,en mi opinión es mejor tener a los héroes,nadie podría derrotar a los poderoso villanos que tenemos ahora.

Había mucho trafico pero pocas personas en la calle,tal vez la hora pico del día ya había pasado,en la cuadra de enfrente se encontraba el parque-Mira ahí iba cuando tenia tu edad,maso o menos-dijo mirando con nostalgia la cuadre de enfrente-Aunque en ese entonces tenia mas juegos y parecía ser mas divertida.todavía siguen allí los arboles.

Mirando la bolsa con dulces se percato de que todavía quedaban unos cuantos-pensé que se terminaran mas rápido,quizá valla al parque mas tarde,me gustaría ir ya que pasaron años,tu ibas de mas pequeña?.

OCC:

- ¿Superman? ¿En serio? Menudo tópico. - dije alzando las cejas, rascandome luego el hombro. A veces tiene uno picores en los sitios más extraños, sobretodo y casi siempre donde peor te puedes rascar. - Yo no tengo un favorito. Mientras me ayude cuando lo necesite, cualquiera me va bien. - añadí, encogiéndome de hombros.

Pasamos por delante del parque al que solía ir, mientras a Mia parecía entrarle la nostalgia. Nunca se me ha ocurrido que alguien de esa edad pueda sentir algo así. Quizá porque añorar en mi situación es difícil. La vida se acaba haciendo un poco repetitiva cuando creces de coco, pero no de cuerpo. Al final te ves haciendo lo mismo día si y día también, con que cuesta bastante encontrar algo que hiciera hace diez años y ahora no pueda. Me quedé pensativa un momento. Quizá si que hubiera alguna cosa que otra. Como lo de tener fe en la humanidad, por ejemplo.

- Si. Aún vengo bastante por aquí. - dije, sonriendo fugazmente, a punto de seguir hablando cuando un tipo entró en mi campo de visión. Nos miraba. Todo el rato. Joder, menudo canteo de tío. ¿Es que teníamos monos en la cara o que? Fruncí el ceño un momento, y entonces me di cuenta de que estaba mirando a Mia. Ah... conque eso era. Me acerqué a ella con una sonrisilla. - Mia.. pst. Mia. Mira. - dije señalándolo con la cabeza, mas evidente imposible. - Te ha salido un novio. - dije, conteniendo luego una carcajada. Ah, amor de juventud. Quien hubiera tenido oportunidad de tener uno. No lo dudé un momento, me deslicé hasta él y le agarré de la manga. - ¡Hola! ¿Conoces a mi amiga? Se llama Mia. - dije mientras tiraba de él, acercándole a la quinceañera. - ¿Tu como te llamas?-pregunté luego, como si nada. Desde luego como carabina no tengo precio.

OFF ROL:

Spoiler:

El muchacho intentó pasar como una exhalación al lado de las dos chicas mientras se repetía a sí mismo que todo iba a salir bien. De pronto, Luke sintió un tirón tan fuerte en la manga que casi se cayó al suelo, bajó su mirada y vio con sorpresa como la chiquilla de antes comenzaba a hablarle, así que por pura educación, Luke se vio obligado a hablar: - ¿Eeeeh?, esto...yo, yo, yooo... -. Al joven se le aceleró el corazón, la niña le estaba arrastrando a la chica del pelo de color lila y por lo que parece no podía hacer nada para evitar a ambas, estaba obligado a hablar con ellas, le gustase o no. Por un momento, Luke se reprochó a si mismo...si no las hubiera mirado tanto...ahora ya era demasiado tarde. Al parecer la muchacha del cabello morado se llamaba ''Mia'' o al menos eso había oído decir a la pequeña...que por cierto, había comenzado a hablar de nuevo. La siguiente pregunta que lanzaron sus labios infantiles fue directa...muy directa... .

-...Luke...me...me-e...llamo Luke...y...es...e-es... - (prácticamente le temblaba la voz, no había hablado con nadie desde hace unos cuantos meses...solo con Doom) -¡Y estoy encantado de conoceros!- (dijo de golpe). Segundos después...el joven se arrepintió de haber gritado tanto...se notaba demasiado que era muy tímido y que no lo estaba pasando precisamente bien, por lo que bajó la cabeza con lástima y cerró un poco los ojos.

Se llevó una mano a la cabeza...estaba empezando a ver cosas...las dos chicas, al igual que todos los que había conocido hasta ahora, habían quedado ''conectadas'' a el y estaba empezando a recibir una gran cantidad de información por todas las líneas del futuro que era capaz de visualizar...tanta que le costaba asimilarla toda de golpe. Puede que fuera un poco tímido al principio y quizás le faltase algo de confianza también...pero ahora por lo menos sería capaz de ayudarlas y de aconsejarlas con esta nueva información que poco a poco iba adquiriendo... .

Off rol::

La cara de Tortita se había vuelto una de nostalgia y tras volver a mirarla ella había dicho algo,disimuladamente Mia intento mirar a quien la pequeña le señalaba,por lo siguiente que había dicho la pequeña Mia quedo como una estatua de hielo y luego de unos segundos volvió al mundo real y los miro a ambos.

Mia miro al chico y luego a Tortita y luego mas calmada dijo-No,no nos conocíamos de antes-Tortita ahora también había tirado de su manga para acercarla al chico -Eh...soy Mia y ella es Tortita,también es un gusto conocerte-dijo mientras en su mente pasaban un monton de cosas a la vez -¨No se si es una maestra en relaciones publicas o da miedo¨- pensó.

El chico aprecia haberse quedado callado por unos segundo,aunque en esa situación cualquiera se pondría nervioso,de un segundo a otro el chico se llevo la mano en direcion a su cabeza-Estas bien?-tras muchos años pasando por el parque y lugares abiertos con el mismo calor sabia como se sentía la insolación,provocaba algunos dolores de cabeza y la mayoría de las veces Mia se había desmayado por esa misma razón.-Disculpa,pero cuanto tiempo as estado al sol?-dijo poniendo su mano también en la frente del chico creyendo que se trataba de un repentino dolor por la insolación.

Spoiler:

Lo que son las cosas. Esta uno andando pacíficamente por la calle, sin molestar a nadie, y te encuentras con una tía maja. Hay que joderse. Hasta a Mia le salían novios antes que a mí. Debo tener un don para emparejar a la gente, porque de verdad tengo la sensación de que persona con la que estoy, persona que acaba atrayendo a otra. Puede que esos chicos no llegaran a nada, o que dentro de unas semanas les viera por ahí dados de las manos como si aquello fuese un atrevimiento, pero en cualquier caso, la envidia estaba allí. No es como si fuera a fijarme en ese prepuber con su carita de niño bueno con migrañas. Ya era bastante mayor como para saber que eso era delito. Pero no dejaba de dar rabia que le pasara a todo el mundo menos a mí.

- Eh... ¿Vaaaaaaleeeeeee?- dije alargando la última palabra con un retintín, alzando una ceja con extrañeza cuando sin motivo se puso a gritar lo encantado que estaba de conocernos. Aunque estaba segura de que estaba más encantado con Mia que conmigo.

Miré a la chica ahí plantada, y tiré de la manga para acercarla un poco. Joder, que era un chico no un perro tiñoso con la rabia. Al final se acercaron entre los dos y empezaron a conversar. Era como ser Jane Goodal entre monitos adolescentes. ¡Es chachi!

- Bueno, Luke. Para tu información, ninguna de las dos tenemos problemas de audición. No hace falta que chilles, ¿eh? - dije hablando despacio y en buen tono. - ¿Te encuentras mal? ¿Te vas a desmayar? - pregunté después al darme cuenta de que se echaba las manos a la cabeza. - ¿Necesitas ayuda? ¿Por eso te nos has quedado mirando como un pasmarote? - volví a preguntar, cogiéndole una mano. - ¿Quieres que busquemos un banco para sentarte antes de que te caigas o algo? Deberías pasarle un brazo por debajo de los sobacos Mia, no vaya a ser que se la pegue. - comenté. Así matamos dos pájaros de un tiro. A ver a cual de los dos le da mas palo el contacto físico. ¿Tacto? Qué es eso.

Después de llevar al chico hasta el banco, y hablar unas cuantas tonterías más, creí que ya era momento de dejarles intimar. Así que en cuanto pude miré mi reloj de muñeca invisible, y les dejé allí, solitos. Si pasaba algo seguro que Mía me lo contaría si nos encontrábamos en otra ocasión. O se lo sonsacaría yo. Menuda soy.