No hay dos sin tres (Zatanna) [26-03-2018]

Hacía unos días Tony había vuelto a quedar con la preciosa maga, Zatanna, habían estado trabajando toda la tarde y lo que hace unos meses parecía imposible empezaba a cobrar forma, la combinación de magia y ciencia, en esas cuantas horas habían llegado a las primeras conclusiones y sería factible un trabajo a largo plazo... aparte del que Tony no consiguió apartar de su mente en toda la tarde, no dejó de lanzar insinuaciones y dobles sentidos, con suficiente gracia y estilo para que le resultaran divertidos a la chica, pero que fueran allanando el terreno.

Tras la dura tarde de trabajo no fue difícil convencer a Zatanna de salir a cenar para celebrarlo, y ya que Tony tenía uno de los mejores palcos del Carnegie Hall de manera permanente y esa noche había una magnifica representación de Rigoletto, una de las mejores Operas jamás escritas y representadas, hubiera sido un delito que la maga no le acompañara a verla.


Lo malo de subir tanto el listón en la segunda cita es que para la tercera tienes que lucirte aún más, y sin duda en este caso sería difícil, pero Tony no se amedrentaba con facilidad, así que se envolvió en un aura de misterio y aprovechando que era viernes le pidió a Zatanna que le reservara el fin de semana, que tenía una sorpresa para ella, se presentó vestido con sus mejores galas, un gran ramo de rosas en la puerta de su casa, Permíteme prometerte un fin de semana inolvidable, dijo y le abrió la puerta de la limusina, subiéndose después frente a ella, el coche arranco inmediatamente, sin que Tony indicara ninguna dirección, todo era parte de la sorpresa.

El millonario se negó a revelar el destino e incluso hizo un ultimo acto para aumentar más aún la expectación, unos minutos después de subir al vehículo le dijo a Zatanna, Ahora es el momento de pedirte un pequeño favor... Déjame tu ristra de pañuelos de colores un momento por favor, la maga extrañada por la petición, pero con una gran curiosidad se los dio, y el mago hizo ademán de vendarle con ellos los ojos, será solo un momento, y ademas prometo ser bueno, le dijo a Zatanna, hasta que tu me digas que no lo sea, añadió en tono juguetón al final.

OFF:

Tras una extraña primera cita, y una maravillosa segunda cita con trabajo, investigaciones, diagramas y planos adecuados a la mistica de lo arcano, habia conocido la Torre Stark y la zona de trabajo donde Tony diseñaba algunas de sus armaduras. Algo tan interesante como toda la tecnologia que Iron Man poseia era... el mismo Iron Man. Era una persona cautivadora, totalmente extrovertido, con un sentido del humor bastante bueno y con un gusto excelente para el entretenimiento. Toda la tarde de trabajo habia sido acompañada de musica que parecia perfectamente elegida para esa situacion. ¿Su inteligencia artificial era tan buena, o simplemente, el tipo era un maestro para el arte de la seduccion? No sabia responder esa pregunta, pero tras ir a la Opera, creo que se decantaba mas por la segunda respuesta.

Y tras una semana tranquila, donde hablamos muy poco por telefono, habia llegado la expectativa previa a una tercera cita. Vaya, esperaba un poco menos de trabajo y mas tiempo para el y para mi, cosa que seguramente el me daria sin ningun problema. A veces me preguntaba como es que un hombre con sus responsabilidades puede tener tiempo para ser superheroe, administrar una de las empresas mas importantes a nivel mundial y aun asi tener tiempo para salir con una chica a disfrutar un rato agradable. Supongo que tener una armadura genial con un sistema operativo que superaba casi cualquier tipo de programacion conocida en la Tierra facilitaba bastante toda esa labor.

Llego el dia de la cita, y tras mucho tiempo, no sabia especificamente que ponerme para una cita o reunion. Teniendo a mi disposicion cualquier tipo de indumentaria, de pronto me sentia nerviosa, sin saber que ropa elegir para esa cita tan importante. Es decir, no pasaba cada dia viendo a Tony, y tras esa segunda cita tan maravillosa, me gustaria disfrutar mas el poco (o mucho) tiempo que pase con el. Tras mucha deliberacion interna, pude llegar a la decision de ponerme un vestido rosay unas mallas transparentes para cubrirme del frio en las piernas. Llevaba mi bolso, y esta vez, sin ningun tipo de precaucion, decidi salir sin mi baraja, mi varita o mi sombrero. Si algo pasara (cosa que dudo) tenia mis hechizos y Tony podia llamar sus armaduras de manera facil y rapida.

Me quede a esperar en mi remolque, sentada pacientemente, hasta que el magnate llego a mi casa, puntual. Estaba como un pincel, guapisimo, y traia un hermoso ramo de rosas. Las tome con cuidado y salude a Tony dandole un beso en la mejilla y un suave abrazo.

-Esta bien, acepto tu promesa . -Sonrei y lo segui hasta la limosina que trajo. Vaya, que romantico... Ya habia viajado en algunas limosinas gracias a mi Show, pero nunca habia venido un hombre a llevarme a otro lugar unicamente para mi. - ¿A donde vamos, eh? -Pregunte cuando el chofer arranco, sin que Tony le hubiese dicho nada. Probablemente ya le habia avisado el lugar al que iban a ir, pero el no me quiso responder. Unicamente, me empezo a sonreir, como si fuese el mayor de los secretos.

-¿Que vamos a hacer?
-Dame una pista, anda.
-Bueno... Dime con que letra inicia lo que haremos.
-Vamos, Tony, dime algo claro.

Pero por mas que insistia, se negaba a darme una respuesta clara, simplemente mencionaba cosas vagas y sin mucha claridad. Termine por desistir de sacarle algo de informacion, esperando que su sorpresa fuese tan buena como pensaba que seria. Me acomode en la limosina, mirando por la ventana el camino, hasta que, como si me pidiese la hora o una firma, solicito mis pañuelos coloridos. Vaya, ¿que queria que hiciera en la limo? Espero que no quisiese hacer nada extraño, pues, aunque me llamaba demasiado la atencion, busque en mi bolso y saque varios pañuelos amarrados uno tras otro, de distintos colores cada uno. Cuando saque ya suficientes, se los pase.

-¿Quieres vendarme los ojos? Hmm.... Creo... Esta bien, vale... ¿Sigue siendo bueno, ok? -Y me gire en el asiento, dandole la espalda para que pudiera ponerme los trapos en los ojos para que no pudiese ver. -Dime que no tienes una orquesta, palomas, un caballo o un camino de petalos de rosas dispuestos para mi... Eh, no digo que estaria mal, pero creo que te ya te arruine la sorpresa si era eso. - Mencione con una sonrisa juguetona, sintiendo sus manos haciendo un nudo en la parte trasera de mi cabeza para cerrar la venda- No estoy mirando nada, ¿vale? Nada de magia. -Y la verdad, podria ver si quisiera, pero preferia disfrutar la sorpresa que Stark tuviese para mi.

La limusina aún avanzo unos minutos antes de detenerse completamente, Tony se bajó y sin quitarle aún la venda ayudo a apearse del vehículo a Zatanna, con sumo cuidado la guió un corto trayecto por un suelo firme, quizás asfaltado, Querida, ahora hay unos escalones, el millonario la ayudó a subir por las escaleras, eran escalones cortos y altos, pero no subieron más del equivalente a un piso de altura, ¿donde podrían encontrarse? Tony seguía tan misterioso como durante todo el viaje, respondiendo con evasivas o simplemente callando.

El suelo que pisaba ahora estaba enmoquetado y unos metros después el héroe la ayudó a sentarse en un cómodo sillón, Sería un poco cruel tenerte lo que queda de trayecto vendada, así que puedes retirarte la venda, llegaremos a nuestro destino en poco mas de una hora, dijo retirandole los pañuelos de color de los ojos y devolviéndoselos, lamento la estrechez, pero había que sacrificar un poco de tamaño para lograr la velocidad, le dijo con un guiño.


Segundos después el avión aceleraba por la pista, alcanzando una velocidad increíble rápidamente y elevándose mucho más de lo que lo haría ningún avión comercial, Por si te interesa volamos a unos treinta mil pies, y no tardaremos en alcanzar los tres mil setecientos kilómetros por hora, sólo superado por un numero realmente pequeño de cazas de combate, el tiempo estimado de llegada a nuestro destino es de poco más de una hora dependiendo del viento y del trafico desde el aeropuerto hasta el restaurante


No tardó en llegar una joven azafata a preguntarles si deseaban tomar algo durante el vuelo, sirviéndole un whisky a Tony, la conversación fue animada durante el vuelo, pero el millonario seguía negándose a darle ninguna pista a la maga acerca del destino final, aunque no hizo falta esperar mucho para saberlo, pues pronto habían atravesado el Atlántico y comenzaron a descender sobre Europa, la tierra se movía veloz bajo ellos a pesar de la distancia al suelo y el avión comenzó a decelerar y a aproximarse a la ciudad, al principio todo se veía demasiado pequeño, pero conforme descendían Zatanna no tardo en reconocer la ciudad.


Hay seis horas de diferencia entre Nueva York y París, así que he reservado la cena en Le Meurice, aunque para nosotros sea la comida, dijo con una sonrisa, después tengo pensadas un par de cosas más que hacer, y cuando se haga demasiado tarde nos retiraremos a una suite del hotel Shangri-La, ¿te atrae el plan?

Sentia como el vehiculo se seguia moviendo. Estaba emocionada por la sorpresa que Tony me tenia preparada, asi que me quede en silencio, sonriendo un poco mas, girando a veces la cabeza cuando escuchaba alguna variacion en el ruido del trayecto. En un momento, se freno sin hacer nada mas, y Tony se bajo. Yo me quede ahi, hasta que escuche que abrio la puerta y me dio la mano para ponerme de pie, empezando a caminar hasta unos escalones.

-¿A donde vamos? -Subi los escalones con mucho cuidado, sin que Tony me contestase del destino de mi sorpresa. Cuando llegue a la parte mas alta, empezamos a caminar hacia adelante por un piso mas suave, y me hizo sentarme cuidadosamente en un sillon. Me quito los paños de colores de los ojos y pude ver que estaba en lo que parecia un Jet, un poco pequeño, pero bastante moderno. -¿Estamos en un Jet? -Me sorprendi bastante. Nunca habia viajado en un avion privado, y mucho menos, uno tan rapido como lo podria tener un millonario como Tony Stark. Stark asintio, y me empezo a explicar los datos del vuelo. ¿El habria diseñado este avion, entre la cantidad de inventos que se habria patentado?

-Por si te interesa volamos a unos treinta mil pies, y no tardaremos en alcanzar los tres mil setecientos kilómetros por hora, sólo superado por un numero realmente pequeño de cazas de combate, el tiempo estimado de llegada a nuestro destino es de poco más de una hora dependiendo del viento y del trafico desde el aeropuerto hasta el restaurante

-Por amor de Dios... Nunca habia volado tan rapido, ni aun cuando usaba mis hechizos. -Me sente junto a el, recostando mi cabeza en su hombro para ver por la ventana al tiempo que me pegaba a el. Una azafata se acerco a ofrecernos algo, y Tony pidio whisky. No me gustaba mucho tomar alcohol, pero bueno, no tenia nada que temer en este caso. Pedi un tequila añejo, y empezamos a charlar durante el camino sobre la vida en general. No mencione mucho sobre mi trabajo, aunque el probablemente ya lo hubiese visto en algun video en Internet. No me gustaba hablar del trabajo cuando estaba relajada, ni mucho de lo que me dedicaba a combatir con la Liga Oscura.

Conforme paso el tiempo, pude ver por la ventana como ya estabamos llegando a territorio continental. Pasamos por verdes campos y ciudades, sin saber especificamente cuales eran, pero por fin, estabamos descendiendo en Paris, que reconoci por la Torre Eiffel. Empezo a explicarme entonces el itinerario de la noche, y asenti firmemente.

-Bien, no conozco ese hotel ni ese restaurante, pero con gusto ire contigo. -Sonrei un poco, estirando mi brazo por detras de su espalda para abrazarlo. Siendo el como pienso que es, probablemente seria un restaurante lleno de lujos y una suite imperial, de esas que toma el presidente de los Estados Unidos cuando asiste a algun evento o alguna gira a la ciudad del amor- Eres la persona mas detallista que puede haber, ¿Lo sabes?

Cualquier detalle es poca cosa para una mujer tan maravillosa como tú, dijo el millonario en un tono íntimo, pero no quería forzar la situación, así que a pesar del comentario de ella que podía interpretarse como que no le importaría ir al hotel directamente, no quiso precipitarse, bueno, en realidad yo tampoco conozco el Hotel, me han dicho que es el mejor de París y que tiene unas vistas increíbles a los campos elíseos y la Torre Eiffel, pero antes deberíamos comer o cenar, se bajó del coche y le abrió la puerta.

En cambio el restaurante si lo conozco, le dijo cuando ella bajó, y puedo decir, que con diferencia es de los mejores del mundo, la primera vez que comí aquí le ofrecí al cheff que se viniera a Nueva York y trabajara para mí, pero me dijo que jamás podría renunciar a su ciudad por mucho que le ofreciera... y te aseguro que lo hice, dijo Tony entre risas, le tendió su brazo para que ella lo tomara con educación y así poder caminar juntos, permíteme guiarte hasta la terraza, hace una temperatura magnifica y es allí donde nos tendrán preparada la mesa.

Efectivamente el Maître le reconoció enseguida y les atendió de forma rápida e impecable, Oh là là! Monsieur Stark, cuanto tiempo, es un placer tenerle por aquí de nuevo, dijo saludándolo, y veo que le acompaña la más bella de las mujeres, es usted un hombre afortunado Monsieur Stark, permitanme indicarles el camino si no les importa, dijo abriendo camino hasta sentarlos en la mejor mesa de la terraza, ya lista para la pareja, gracias Lucien, dijo Tony deslizando un billete de cien dolares al estrechar su mano, que nos traigan un buen vino mientras pensamos que tomar, el billete desapareció tan rápido que era un truco digno de incorporarlo a un espectáculo como el de Zatanna, por supuesto Monsieur Stark.


Las vistas eran impresionantes, y la decoración de lo más romántica, estaban en París, la ciudad de la luz, la ciudad del amor, no tardaron en traer una botella de Henri Jayer Richebourg Grand Cru, la etiqueta del año debía de estar mal, porque sino el vino tenía que ser más viejo que nadie del restaurante, era de 1976, Es de su agrado Monsieur, preguntó el camarero que lo había traído, y Tony mostró otra de sus habilidades ocultas oliendo y catando el vino, Excelente, el camarero entonces sirvió la copa de Zatanna y la del millonario dejándolos a solas.

Bueno, ¿que te parece como va la noche? ¿habías estado antes en París?, le preguntó Tony con una sonrisa.

Asenti con total seguridad ante la propuesta de ir a comer. Realmente, Tony estaba ganando muchisimos meritos, y aceptar todas sus invitaciones era lo mas adecuado en esta situacion. Al salir del automovil, mire hacia los lados y estire ligeramente las piernas hacia arriba, como si me desaturdiera de estar sentada por tanto rato. Tome con cuidado su brazo, mientras escuchaba su charla y asenti ante la invitacion a ser guiada a la terraza.

-Vaya que tienes todo calculado. ¿Todos esos numeros los procesas tan rapido? Es decir... ¿Los tiempos estimados para cada actividad y asi todo este perfecto? -Sonrei mientras caminabamos por el restaurante hacia la terraza. Los olores y el estilo que ahi imperaba eran deliciosos, como la comida elegante que un duque o un principe tiene cuando esta antojado de algo delicioso. Inhale y exhale rapidamente y con discrecion, como si no tuviese razon para ponerme nerviosa tras todo lo podia esperar de esta maravillosa velada, pero la verdad es que, no tenia la menor idea de cual era el itinerario para este fin de semana tan movido.

Mientras llegabamos a la terraza, el hombre que nos acompañaba hablaba con Tony, como si fuera uno de los clientes frecuentes mas importantes. Quizas no fuese cliente frecuente, pero creo que todo mesero recordaria cuando una personalidad como Stark le pidiese alguna comida o una taza de cafe.

Al sentarme en la silla, gire mi cabeza para ver el lugar. Una hermosa vista hacia la torre Eiffel, y probablemente, una de las mejores vistas que una terraza para un restaurante puede tener hacia la ciudad. Si no hubiese tanto dioxido de carbono en la atmosfera y se pudiese ver las estrellas, esta cena seria por mucho, la mejor de la historia.

Me acomode con cuidado, poniendo mis manos sobre mi regazo, cuando le trajeron a Tony la bebida. ¿Tan viejo era el vino? A juzgar por la etiqueta, ese vino tan viejo como Tony y yo juntos, si no es que mas. Supongo que eso le daria muchisimo mas sabor. Yo no sabia mucho acerca de vinos, ni en general de bebidas alcoholicas. A lo mas que llegaba en cuanto a eso eran las barras libres de los clubes nocturnos y congales de mala muerte que frecuentaba cuando era joven y aventurera.

-Una vez estuve de paso, esperando hacer un show aqui. Pero se tuvo que cancelar por irregularidades con mi manager, asi que, me regrese a Nueva York. La cena ha estado increible, la verdad es que, no se como piensas superarte este fin de semana, pero creo que sera lo mas divertido que he vivido. -Sonrei, tomando con cuidado y mirando al mesero para darle las gracias. Posteriormente, le di un trago y la deje sobre el mantel- Cuentame, ¿Tu  ya has venido a Paris? Seguramente seas cliente frecuente de mas de algun sitio de entrenimiento por aqui...

Tony sonrió de nuevo ante el comentario de Zatanna, Bueno, si, aunque tampoco sale nunca todo perfecto, pero suelo estar pensando en números todo el tiempo, para mi a veces el mundo va demasiado lento, dijo con un tono levemente melancólico, pero si tienes algo prodigioso estas obligado a usarlo ¿no?, un pequeño guiño y una nueva sonrisa, de todas formas te aseguro que la mayoría de esto es improvisado, de hecho, aún no se que haremos mañana, me he puesto muy difícil superar el listón de esta noche, aunque estoy seguro de que seré capaz, siempre hay que mirar la vida de forma positiva cariño, siempre esperar lo mejor de ella y siempre esforzarse al máximo para conseguirlo.

La charla durante la cena fue agradable, Tony era un perfecto caballero pero con un toque pícaro casi irresistible, además a pesar de que desde siempre le había encantado hablar, sobre todo de si mismo, no se podía negar que sabía como tratar a las mujeres, escucharlas y hacerlas sentirse bien, hacerlas sentirse importantes, queridas, magníficas, el vino achispó un poco la velada, no era fuerte, al contrario, tenia un sabor dulce y afrutado, que sirvió para que charlaran animadamente.

La pregunta de la maga no pillo desprevenido a Tony, Me conoces demasiado bien, he venido antes a París por supuesto y conozco varios locales que te encantarían, pero no vamos a ir a ninguno de ellos esta noche, quiero darte una primera noche mágica en la Ciudad del Amor Zatanna, ven, dijo levantándose de la mesa y retirando la silla de la maga para que pudiera levantarse, te lo enseñare desde aquí, el millonario caminó entonces hacia la barandilla de la terraza, ¿ves el río desde aquí? Ese es el Sena, ¿ves esos barcos anclados? Algunos de ellos son las mejores discotecas de París, ahora ¿ves ese de ahí, el tercero empezando por la izquierda?, Tony hacía pequeñas pausas entre las preguntas para que Zatanna pudiera responder.

De repente, cuando la maga contestó afirmativamente a la ultima pregunta una nube de fuegos artificiales surgió del barco, cientos de luces de colores iluminaron el cielo parisino, formaciones de luz que recordaban vagamente un sombrero de copa, un conejo, o unos corazones entrelazados entre otras muchas, en una impresionante sucesión, el millonario esperó unos segundos después de la ultima explosión y la miró, Bien, esta noche continuaremos allí con la fiesta si te parece bien, solo esta a unos minutos andando a través de este hermoso jardín, aunque ninguna de esas flores puede compararse contigo, al decir esto Tony hizo un rápido movimiento con la mano derecha que tenia apoyada en la barandilla y le ofreció un ramillete de azucenas que había llegado a su mano “por arte de magia”.

Cuando llegaron al local flotante había una cola enorme, algunas de esas personas tardarían horas en entrar, pero Tony no se paró al final, siguió andando y llego hasta el principio, Disculpe caballero, pero debe esperar al final de la cola, dijo alguien en francés, pero el millonario lo ignoró como si no lo hubiera escuchado, no me gusta hacer cola, le susurró a Zatanna al oído, buenas noches, creo que me estaban esperando, dijo frente a la pasarela, inmediatamente lo saludaron y le permitieron pasar, siempre funciona, volvió a susurrar y le hizo un guiño mientras subían a bordo.


El concierto estaba a punto de empezar, un camarero les atendió nada más entrar y los guió hasta una mesa desde la que se podía ver perfectamente el escenario pero que gozaba de cierta intimidad, Esta noche toca Brad Mehldau, lo conozco desde hace unos años y me recomendó este sitio, le dije que solo vendría si el tocaba aquí... y aquí estamos ¿que te parece?.

Esta habia sido la mejor invitacion que habia tomado en toda mi vida. Realmente estaba teniendo una velada increible, con una persona aun mas increible. Tony era delicioso, buen conversador, guapo, carismatico y amable. Aparte de que, se habia tomado muchisimas molestias en tratar una cena conmigo. La comida estaba deliciosa, aunque le faltaba un poco de sal para mi gusto. Casi me podia olvidar de la comida por hablar con Tony de cosas geniales, intimas, curiosas y divertidas.

Tras un momento, Tony me ayudo a levantarme para ser lo que el mismo prometio como una primera noche magica en Paris. Con gusto iria a donde sea que el me llevara ahora. Caminamos hasta la barandilla de la terraza, admirando las vistas de la ciudad, cuando el me indico hacia donde tenia que ver.

-Si, lo veo. Si. ¿Ese? Hmmm... Ya, lo veo. -Mire al barco que me indicaba. ¿Que era lo que esperaba ahi? Cuando entonces, del barco, se soltaron una gran cantidad de fuegos artificiales que iluminaron esa zona del cielo de Paris. No podia creerme todo lo que estaba viviendo. Era un maestro de los (grandes) detalles, pues, entre todo lo que habia ahi, pude ver un sombrero, el cual sabia que era gracias a mi.

Definitivamente, me tomaria algunas licencias con el. -Esta bien, iremo... -No pude terminar, pues me entrego un ramo de azucenas. -¡Oh! Son mis favoritas. Muchisimas gracias. -Y me acerque sonriendo a el para darle un gran beso en los labios, sosteniendo las flores bajo mis manos. Disfrute el beso durante un momento, hasta que nos separamos y Tony pago la cuenta.

Yo mire la ciudad, donde me divertiria de una manera increible, y sobretodo, tendria el mejor de los fines de semana.

Salimos del restaurante y caminamos, charlando mas, como si pudieses pasarte toda la semana hablando con Tony y nunca se te acabara la conversacion. Quizas fuese porque los dos conociamos muchos, y los dos tuvieramos grandes anecdotas... Pero lo que el tenia era increible, como si fuese una especie de afinidad natural a hacer que las personas sigan hablando con el y no se cansen.

Llegamos al barco, pero la fila era enorme. Aunque, algo dentro de mi me decia que no estaria parada en ningun momento. Tony siguio avanzando como si nada, y haciendo muestra de lo que probablemente era una popularidad inmensa, pudo entrar sin siquiera invitacion. Vaya suertudo... Hasta yo tenia que hacer reservaciones algunas veces, y eso que era famosa en mi universo.

Llegamos a una parte privada, como una especie de zona VIP. Tome asiento, agradeciendo al mozo que nos acompaño.

-¿Brad Mehdaul? ¿En serio? Vaya, ¿A cuantas personas no conoces eh? -Mencione en un tono gracioso, acercando mi asiento hacia el.- Es una velada maravillosa, Tony. Gracias por traerme, de verdad. -Mire hacia el escenario, mientras dejaba sobre la mesa mis azucenas y recostaba la cabeza suavemente sobre su hombro, mientras mis mano se entrecruzaba con la suya. - ¿Crees que me puedas conseguir un autografo de el?

¿Que te está pareciendo la velada por ahora? Espero que la estés disfrutando tanto como yo, dijo Tony poco después de sentarse, riéndose ante la pregunta de Zatanna, una risa limpia y sincera, sin un asomo de burla, Mmmm, creo que tendré que pensármelo, la verdad no creo que me de a mí un autógrafo, dijo haciendo un poco de teatro y permitiendo un breve silencio después de su frase, pero podrías pedírselo tu misma cuando termine de tocar la canción, seguro que se pasará a tomar una copa con nosotros, lo que me recuerda..., se giró un momento y le hizo una seña a la camarera, una botella de su mejor champagne por favor.

La verdad, este era mi último truco de la noche y si te digo la verdad, aún no tengo pensado nada para mañana, pero espero de ser capaz de estar a la altura de las circunstancias y volver a sorprenderte con algo que te guste, charlaron un rato y disfrutaron de la música hasta que el grupo hizo un pequeño descanso, y como había prometido Tony se acercaron al reservado para sentarse con ellos, Brad, chicos, os presento a Zatanna Zatara, una gran artista del mundo de la magia y una gran admiradora vuestra, el teléfono del millonario sonó mientras terminaba de hablar, os ruego me disculpéis un momento, voy a tener que matar a alguien por interrumpirnos, dijo con una sonrisa, apuró su copa y se levantó contestando la llamada y alejándose para dejarlos hablar.

Tony hablo con alguien durante un rato, un poco cabreado al principio, pero se fue animando conforme hablaba y se giro hacia la mesa aun con el teléfono al lado de la oreja para hacer un guiño a Zatanna y un gesto de aprobación con el pulgar, comenzando a regresar hacia la mesa, ... esa es mi oferta Patrick, puedes tomarla o dejarla, como prefieras, se le pudo escuchar al acercarse, perfecto, mañana estará todo resuelto, dijo colgando la llamada y guardándose el móvil, Jarvis, ¿podrás tenerlo todo listo para cuando nos levantemos, estimo que para después del desayuno, Señor.

Tío, cuando hablas con tu cafetera me pongo nervioso, dijo Brad entre risas, ¡hey! No te pases es mi amigo, le contestó Tony sonriendo, después se giró hacia la maga, Un amigo mío necesita que le haga un favor mañana, así que no voy a poder quedarme mucho más, puedes quedarte con ellos o volver conmigo, como prefieras, pero si eres capaz de levantarte conmigo te aseguró que te encantará estar presente mañana, le he amenazado con no ayudarles si no te dejaban venir a acompañarme y aunque creo que sabía que era un farol, ha decidido no arriesgarse ¿que me dices?.

Tony mando a traer una botella de champagne, lo cual no estaba mal, pero tenia que irme con calma o me quedaria dormida apenas tocara la cama. El vino me daba sueño tras un rato, y a veces con la digestion, te relajabas tanto que te daba sueño. Tenia que aguantar mas, no sabia cuanto era la resistencia de Tony a las noches de fiesta (aunque no dudaba que fuese impresionantemente grande).

La musica era deliciosa, tranquila, aunque a veces ritmica, como lo era la musica de Mehldau. Antes del interludio, toco una de mis canciones preferidas de el. London Blues. Toda una cancion, a decir verdad. Sin embargo, no era lo mas importante. ¿Que seria lo que Tony planeara para mañana? Si me llevaba a pasear y a caminar estaria mas que feliz, pero probablemente, para el eso no sea suficiente.

Cuando llegamos al interludio, Tony me llevo con el musico y su equipo. Me presento y yo salude inclinado la cabeza. Vaya que estaba emocionada, y tenia razon, hasta los famosos tienen sus idolos. Busque en mi ropa y saque con un poco de magia una hoja de papel.

-Soy admiradora tuya, señor Brad... ¿Me podria dar un autografo? -Sonrei amistosamente. No queria parecer una groupie, solamente queria coleccionar ese autografo. Tony tuvo que salir porque su telefono sono, probablemente llamandolo de la empresa o de los vengadores para hacerle una consulta. Si hubiese sido algo mas serio... Bueno, quizas ya se habria marchado con su armadura preparada.

Yo empece a hacerle platica a los musicos, mirando de vez en cuando a Tony. Al principio no parecia del todo bien, pero despues me guiño el ojo y me mostro el pulgar. Parecia que todo habia sido resuelto, y aunque no creo que fuese una gran cosa, a lo mejor me lo contaria despues. Una oferta, probablemente, trabajo. Esperaba que no fuera a llevarme a una reunion de trabajo, eso seria muy descortes de su parte.

Tony tenia que irse, y aunque estar con los musicos seria muy bueno, preferiria volver con Tony. Tras unos momentos, mordiendome el labio en gesto pensativo, decidi mirar a Tony.

-Me voy contigo, no te preocupes. -Brad parecia que no estaba del todo comodo con eso, pero no se lo tomo tan a mal. Firmo el papelito con su autografo, y yo me acerque a despedirme, dandole la mano. Estaba agradecida con el por ese favor, pero mas agradecida estaba con Iron Man por toda esta velada increible.

Tome el brazo del vengador y lo segui, lista para irme, aunque lamentandome un poco que tuviese que acabar tan rapido. Pese a eso, sospechaba que la noche no acabaria tan rapidamente.

Tony se despidió de Brad y los demás, saliendo con Zatanna del brazo por la pasarela que los unía a tierra, Hace una noche maravillosa para caminar, y nuestro hotel está bastante cerca, es por aquí, dijo el millonario acompañándola y charlando durante todo el trayecto, escuchando atentamente todo lo que ella tuviera que decir y asintiendo o diciendo el algo cada vez que era necesario, unos minutos después llegaron al impresionante Hotel, inmediatamente un botones les atendió y les condujo a la última planta, la suite ocupaba la planta entera y era prácticamente una mansión en si misma, con un mobiliario impresionante y unas increíbles vistas de los Campos Elíseos y la Torre Eiffel.

El millonario deslizó un billete en la mano del joven y pidió que no les molestaran y este finalizó rápidamente el tour y se retiró, dejando a la pareja sola para hacer lo que desearan el uno con el otro, con tan solo las suaves sábanas de seda como únicos testigos de lo que ocurrió una vez la puerta del dormitorio se hubo cerrado.

Jarvis subió las cortinas que cubrían los amplios ventanales dejando que la luz del mediodía parisino despertara a la pareja, Es la hora, Señor, si desean tener tiempo de asearse y prepararse deben levantarse ahora, Señor, Gracias Jarvis, me he tomado la libertad de pedirles café y zumo de naranja, Señor, pueden tomarlo en el salón principal cuando deseen y tienen lista la cesta con la comida en la terraza, junto con el equipo que solicitó, Señor, perfecto, dijo el millonario consultando el reloj, tenemos tiempo para una larga ducha si quieres cariño, ya sea por separado o juntos, dijo Tony con un guiño.

Tony terminó de revisar el material que había encargado y que se encontraba en la terraza sin dejar que Zatanna viera de que se trataba hasta el último momento, Tendrás que ponerte esto preciosa, dijo tendiéndole un ajustado traje de algo parecido al neopreno, y completarlo con esto, finalizó una vez terminó de ajustarse el traje, era una especie de escafandra transparente, al ponérsela algunas zonas del traje se iluminaron con una luz anaranjada.


Entonces se puso Su traje de Iron Man y acopló un modulo con dos grandes propulsores adicionales a su espalda, tomó a Zatanna de la cintura y despegó en linea recta hacia el cielo, siguió subiendo y activó los cohetes que había acoplado a su espalda, acelerando sin parar mientras el suelo se alejaba cada vez más, hasta que la maga pudo notar como aparte del empuje de los repulsores ninguna otra fuerza le afectaba, estaban fuera de la gravedad terrestre, en una orbita baja, ¿que te parece? ¿te gusta tu sorpresa?, le preguntó divertido, y aún hay un poco más, mira allí, dijo el millonario señalando en una dirección, de momento es solo un puntito, pero en 7'3 minutos llegará hasta aquí, es la estación espacial internacional, necesita una reparación urgente en el sistema de soporte vital, eso me llevará un rato que puedes pasarlo fuera conmigo o dentro con los astronautas, pero después seré todo tuyo hasta que bajemos.

Caminamos de regreso al hotel, sin ninguna prisa, charlando de lo lindo que habia sido la velada, mencionado desde los musicos hasta la comida. Realmente Tony habia tomado muchos detalles en hacer de esta, una noche magica de principio a fin. El vuelo, la comida, los fuegos artificiales, las flores hermosas que me habia dado... Todo estaba especialmente colocado en su lugar, como una maquina grandiosa de esas que el y su empresa fabricaban.

Al llegar al hotel, fuimos guiados por un botones hacia la suite. Era una suite enorme, como una mansion. Las vistas eran hermosas, lastima que, en la noche no se fijaria en nada que estuviera a cinco centimetros lejos de la cama. Aquella noche fue solo para Tony y para ella, donde pudieron disfrutar como la maga no habia disfrutado en un buen tiempo desde la colision.

Al despertar (por culpa de la luz del sol) mire a Tony y pude sonreir. Su Inteligencia Artificial nos empezaba a dar el itinerario, asi que me dedique a escuchar hasta que me hablo, proponiendome una larga ducha. Sonaba interesante, a decir verdad... Aunque, el problema llegaria que largo para Tony podria ser toda la mañana y la tarde juntas en la ducha.

-¿Que tan larga? -Mencione en un tono picaro, pegandome suavemente a el. Obviamente aceptaria. Ya despues pediria mi cafe y unas galletas o un pan con mermelada para desayunar algo igual de rico que Tony. Me levante de la cama y me lleve, tirando de la mano al millonario hacia la ducha, donde me meti junto a el para replicar lo que en la noche ocurrio, solo que bajo los efectos del agua tibia y el jabon.

Cuando terminamos, yo segui enjuagandome el cabello, asi que Tony salio y empezo a secarse y a ponerse su ropa. Yo me quede un momento mas en la ducha, hasta que sali y me puse mi bata encima, para arreglarme en el espejo, cepillarme los dientes y secarme el cabello para poder peinarme.

Cuando sali, me puse mi ropa y fui a buscar a Tony, que me dijo que tenia que poner algo. Durante un momento pense que me pediria que me vistiera de enfermera o de algo asi, pero en realidad, me dio un traje extraño, el cual empece a ponerme con cuidado. Despues, me puso... ¿Un casco? Creo que no era una fantasia de Tony hacerlo con una chica del futuro, pero en realidad... Me sentia, no se, ¿rara?

Acto seguido, Tony se puso su traje de Iron Man, me tomo por la cintura y salio disparado hacia el cielo. Pegue un grito de miedo y hasta de sorpresa, abrazandome totalmente a Tony. Sabia lo que era volar, pero jamas tan rapido y nunca sin el influjo de la magia o con un avion respaldando mi vuelo. Baje un poco la vista, mientras la ciudad parisina se alejaba de mis pies. Estaba nerviosa, estaba enamorada, estaba en un huracan de

-¡¿Vamos al espacio?! -No me lo podia creer. Siempre habia querido ser astronauta, pero, esto habia sido una sorpresa enorme. Solo queria llegar a la EEI y poder tocar algo seguro. Sabia que Tony no me iba a soltar, pero aun asi, tenia miedo. -¡A mi dejame con los astronautas! ¡Por favor! Mencione, nerviosa. Durante todo el viaje tuve los ojos centrados unicamente en el casco de Tony. No iba a bajar la vista, no iba a bajar la vista... Por favor, esperaba que en la estacion espacial tuvieran un jugo y una aspirina que me regalaran para calmar estos nervios.

Tony no pudo evitar reírse ante la cara que puso Zatanna al notar que despegaban, y fue aún mejor cuando empezó a notar la ingravidez, Procura no marearte demasiado querida, no podremos limpiar el interior del casco hasta que lleguemos a la estación, le dijo divertido, el millonario comprobó entonces que la órbita era estable y soltó la mano de la maga, no tengas miedo Zatanna, has estado en situaciones mucho más peligrosas que esta, en tu brazo derecho tienes los controles del traje, son bastante intuitivos pero siempre viene bien practicar un poco, utiliza propulsión iónica alimentada por un pequeño generador ARK, así que al contrario de los de la NASA siempre tendrás un empuje constante.

Jarvis también está conectado a tu traje y te avisará si haces algo que pueda ser peligroso, como acercarte o alejarte demasiado de la tierra, tienes aire para unas doce horas, pero los sistemas de soporte vital lo limpian para garantizarte varias horas más, y si ocurriera cualquier desgracia el traje podría dejarte en animación suspendida durante meses, transmitiendo en varias frecuencias para que pudiera venir a rescatarte, le explicó Tony para tranquilizarla.

¿Que te parece la sorpresa?, le preguntó, leí en una entrevista que te hicieron hace unos años que siempre te habían gustado las estrellas y que este era uno de tus sueños, cuando me llamaron anoche no pude desaprovechar una oportunidad así, la estación casi había llegado ya hasta ellos y se acercaba a bastante velocidad, ahora tenemos que alejarnos un poco para reducir la diferencia de velocidad entre nosotros y la estación, ¿quieres hacerlo tú o prefieres que Jarvis guie el traje?.

Oh no. Las explicaciones de Tony me estaban dando tanto miedo como el hecho de haber despegado sin previo aviso de la Tierra. No soy ingeniera, por si no lo sabia, y presionar botones al azar era algo que me daba un terror increible. No queria que el traje se estropeara, no queria tampoco que JARVIS tuviera que estar como una niñera para mi. Agradecia muchisimo estar en el espacio, pero me sentiria mas segura en la Estacion Espacial.

Las perspectivas de que me apagaran y me dejaran en inanicion durante meses no me agradaban. No queria quedarme dormida en el espacio ni esperar que Superman o Stark o alguien que pudiese subir al espacio me daba mucha pena, aunque Tony tuviese razon sobre que me habia enfrentado a cosas peores. Preferia enfrentarmelas en un espacio con oxigeno al vacio puro.

-Eh... -Estaba respirando mas agitada de lo normal, asi que mi respuesta era lenta y entrecortada- ¡Me gusta la sorpresa! ¡Pero fue demasiado sorpresiva! No quiero quedarme en el espacio, pensaba que era menos agitado... Dios mio... La Tierra se ve hermosa desde aqui -Me gire torpemente, como cuando tienes que girate en el agua para ver hacia el techo y no hacia la profundidad de la alberca- Preferiria que me guiara JARVIS, yo no presiono ningun boton ni de broma.

Esperaba no estrellarme contra la EEI, si no, me moriria de pena con Tony y los astronautas. Ahi dentro me podria calmar, relajarme un momento y prepararme para, probablemente, algo tan horrible como lo que habia vivido hacia poco: EL descenso. ¿Donde demonios caeriamos? ¿Me cocinaria viva? No lo se, ni queria preocuparme en ello. Tony se encargaria y haria de esto una bonita anecdota que contarle a nuestros amigos despues y no algo que quisiera olvidar en el baul de los recuerdos.

Tony sonrió y flotó hacia ella, Tranquila preciosa, no puedes caerte, no puedes abrir accidentalmente el traje, no hay botones en su interior que pulsar por error, en cuanto te acostumbres a él lo disfrutarás, seguro, le dijo divertido, el traje utiliza un sofisticado sistema que interpreta tus movimientos corporales, los controles del brazo derecho son para la temperatura y cosas así, aparte de para activar algunos sistemas especiales, pero todo lo que sea peligroso está bloqueado hasta que te familiarices con él, el millonario la rodeó con sus brazos desde detrás, cariño, relájate y disfruta.

Sus manos buscaron las de ella, aferrándolas con suavidad pero con firmeza, y levantándoselas, en una pose digna de Supermán, Déjame guiarte, susurró Tony mientras ambos, aún unidos por ese abrazo aceleraban en la misma dirección en la que se estaba moviendo la estación, haciendo que esta se acercara cada vez más lentamente, hasta que pareció que simplemente se había detenido junto a ellos, el Vengador la ayudo a ponerse en pié sobre el casco de la estación espacial internacional y se situó junto a ella, dejando que las botas magnetizadas los sujetaran a ambos.

¿Quieres ver algo extraordinario? Mira allí, dijo Tony aún abrazado a ella y señalando hacia la puesta de sol, el espectáculo era asombroso, el casco filtraba las radiaciones dañinas que pudieran llegar hasta ellos, pero aparte de eso, no había nada entre el sol y Zatanna, hasta que lentamente la tierra fue situándose en el camino, no era exactamente una puesta de sol, era casi como un eclipse, la imagen era preciosa, era increíble, algo que la maga jamás sería capaz de olvidar, ni en un millón de años, ella se giró entonces para mirarle a la cara y Tony estaba seguro de que si no tuvieran que llevar puestos los cascos le habría besado, te diría que es algo irrepetible, pero por aquí es algo que ocurre cada dos horas aproximadamente, y nos podemos quedar a verlo tantas veces como quieras.

Tony la guió entonces hasta la escotilla principal, donde les estaban esperando los astronautas, tras seguir el protocolo de la doble exclusa para evitar perdidas de aire les recibieron con los brazos abiertos, Gracias por venir, dijo el comandante a cargo de la estación, si no hubiera sido por usted señor Stark hubiéramos tenido que abandonar la estación mañana como máximo, dejando tirados meses de trabajo en investigaciones, bueno Mack, no podía permitir eso ¿no? Pero de todas formas tengo que ver como arreglarlo, igual estas cantando victoria demasiado pronto, confío en usted señor Stark, media estación esta construida con su tecnología y la otra media falla, el millonario se rió del comentario del comandante y se puso manos a la obra, saliendo de nuevo al exterior a realizar las reparaciones, que esperaba no le llevaran mas de un par de horas.

Tony me explico la funcion que tenian los botones, dandole explicaciones a lo que puedo hacer o no. Interpretaciones del cuerpo, controles de temperatura, y mas cosas que no entendia. Demonios, algunas veces me arrepentia de no haber estudiado una carrera universitaria y no haber seguido el camino de la magia, pero supongo que en el Espacio ya es tarde para arrepentirse de lo que habia dejado alla abajo. Senti su abrazo por detras, o lo mas cercano a ello, dado que nuestros trajes impedian un contacto directo sobre la piel, pero el mensaje era claro: El estaba ahi para impedir que saliese volando en direccion aleatoria como un meteorito, y confiaria en que eso nunca pasaria.

Tony me tomo de las manos, bajo un poco la voz y me susurro que lo dejara guiarme. Asenti lentamente, soltando mi cuerpo para que el hiciera todo el trabajo. No es que no quisiera experimentarlo yo misma, pero me daba mucho miedo presionar o hacer algo mal, asi que confiaria mas en la habilidad como viajero espacial del vengador.

Lentamente, la velocidad se fue rebajando, hasta que practicamente frenamos y estabamos en el casco de la Estacion. Toque el suelo suavemente con mis pies, y senti como mis piernas se fijaron al suelo, probablemente por imanes. Levante un poco mis piernas, sintiendome mas segura con los pies sobre algo firme, y mire a Tony.

-Es muy complicado esto de viajar por el espacio. ¿Lo haces muy a menudo? -Mire a Tony asombrada. Vaya, si el se tenia que enfrentar a esto cada cierto tiempo, no desearia ser Iron Man por mucho que tuviera cosas geniales. Posteriormente, el playboy me indico que mirara al sol, para que viese el espectaculo del amanecer visto desde el espacio.

Wow. Habia visto algunas imagenes por Internet, pero nada se compara realmente con lo que es verlo en vivo y a todo color. Era un espectaculo maravilloso, algo que no se podria ver en la Tierra y que salvo en la Atalaya, no tenia muchas ocasiones de admirar, asi que aprovecharia cada segundo de esta vista

-Muchas gracias por traerme a ver esto, Tony, eres increible. -Le sonrei, mandandole un beso por dentro del casco. Despues de ese espectaculo, avanzamos hacia la entrada de la Estacion, donde nos despresurizaron y pudimos saludar a los astronautas. Stark saludo a los hombres, y tras una corta presentacion, volvio a salir al espacio, donde tenia que trabajar para reparar un satelite... O algo que solo el supiera hacer.

Mientras tanto, yo me quedaria con los astronautas, les pediria algo para tomar y platicaria con ellos. El podia trabajar cuanto quisiera, yo mientras estuviera segura ahi sin tener que flotar a la deriva, no me aburriria.

Tony, eres increíble., y con esa extraordinaria puesta de sol el millonario ganaba el pin gallifante, le encantaba oir esa frase de labios de una joven hermosa, al menos cuando se refería a algo positivo como en ese momento, escuchar esas palabras alimentaba su desmesurado ego y le hacia sentirse bien, le hacia ver que todo ese esfuerzo había merecido la pena, le hacía feliz, Gracias querida, dijo con una sonrisa que ella no podía ver tras la máscara de la armadura, pero que se le notaba en el tono de voz.

Tras dejarla en la estación Tony volvió a salir, esta vez acompañado por el comandante de la estación, una compañía mucho menos agradable pero, en realidad, bastante más útil para las reparaciones, el tema no era demasiado grave en realidad, pero allí no disponían del material necesario ni de los conocimientos técnicos para volver a poner en funcionamiento algunas de las funciones clave del sistema de soporte vital, no fue un trabajo demasiado complejo para él, pero aún así le llevó casi dos horas completas repararlo y comprobarlo todo de arriba a abajo, en tierra un pequeño error podía ser un problema, allí arriba un error de un milímetro podía significar la muerte de todo el mundo en el interior de la estación, Bien, señores y señoras, reparación completada, antes de proceder al encendido de los sistemas recomendamos a todos los presentes que se pongan sus trajes, porque como decía mi difunto padre, basta que un día no cumplas con las normas de seguridad para que ese día pase lo peor, los astronautas se rieron del pequeño chiste mientras se ponían sus equipos completos de nuevo.

La activación fue un éxito, los sistemas funcionaban incluso a un rendimiento algo superior a las especificaciones, poco a poco los astronautas fueron saliendo a realizar distintas tareas tras darle de nuevo las gracias al millonario, sin que apenas Zatanna pudiera darse cuenta se habían quedado de nuevo ellos dos solos en la estación, Tony se había quitado la armadura hacía un rato, vestido solo con el traje interior que solía usar, una especie de mallas térmicas de color negro que dejaban muy poco a la imaginación, Tenemos un par de horas hasta que volvamos a estar en posición para el descenso ¿se te ocurre algo que podamos hacer todo ese tiempo?, preguntó acercándose a ella de manera sugerente, el tenía una idea en mente para matar esas dos horas, una muy buena.

Tony salio a trabajar con el comandante, mientras yo me encargaba de calmarme y empezar a caminar por los pasillos de la EEI. Era increible todos los aparatos que tenian, especializados para todo tipo de labor: Desde la temperatura hasta la medicion de ondas que entraban en el area de la Estacion, todo el lugar estaba diseñado con lo mejor de lo mejor en cuanto a tecnologia. Aunque las veces que habia visitado la Atalaya tenian muchisimos aparatos aun mejores, esta Estacion solo habia sido construida con el ingenio del hombre, sin grandes kryptonianos cargando partes o Linternas Verdes ajustando piezas.

Comer en el espacio era algo muy divertido. Durante las dos horas que Tony me dejo ahi dentro, luche aproximadamente media hora en tomar de un jugo sin que me cansara de aspirar. El no tener presion atmosferica vaya que hacia complicado todo tipo de actividades que podria hacer en la Tierra... Ojala fuese mas facil como en la Atalaya, que tenia algun sistema secreto para establecer la gravedad adecuada a nuestro planeta y no hubiese problemas con la alimentacion u otro tipo de necesidades basicas.

Los astronautas eran gente muy divertida, de cualquier manera. Parecia que tener una maga en el espacio no era algo muy comun por estos rumbos, asi que, decidi dejarles un regalo. Lastima que no tenia mi sombrero, pero podia hacer con algo de magia directa. El problema era que: Tener algo aqui podria ser peligroso, y si se metian en problemas por mi culpa, me sentiria muy mal. Tras mucho pensar, decidi que no podia darles ningun animal, ni tampoco crear nada que se moviera pues podia chocar contra alguno de los botones.

Despues de un rato esperando, los astronautas volvieron a sus puestos cuando Tony regreso de la reparacion. Saludandole con un beso que, literalmente, flotaba, ambos nos quedamos solos. Tenia un traje increiblemente sugerente, parecia pintado directamente, pero, no me parecia nada comodo tenerlo en este lugar tan... inusual.

-¿Y si mejor volvemos a la Tierra? Es muy romantico estar aqui... pero preferiria sentir la gravedad de nuevo...

Esperaba que Tony no pensara que yo era una miedosa por estar tanto tiempo en el espacio, pero la verdad es que no queria ponerme romantica en un lugar como este. No estaba mal, pero no era mi preferencia.

Está bien, veo que la sorpresa no ha sido tan buena como esperaba, dijo el millonario un poco contrariado pero aún con una sonrisa en su rostro, siento que no lo hayas disfrutado tanto como me hubiera gustado, Tony miró entonces su reloj e hizo un calculo rápido de la posición que debería ocupar aproximadamente la estación en ese momento, bueno, ahora mismo estamos sobre el oeste del Pacífico, si quieres que descendamos podríamos hacerlo hacia Japón o incluso hacia Australia, si no los has estado allí son sitios magníficos, podemos ir a la Opera de Sydney o de Karaokes por Tokio, continuó ya más animado.

Con hacer un par de llamadas tendríamos reserva en algún hotel y el jet nos recogería por la mañana ¿que me dices?, Tony no era un tipo que se dejase vencer por la adversidad, había fallado en la elección del último lugar, pero eso ya estaba olvidado y superado, estaba concentrado en qué hacer a continuación, las pequeñas derrotas solo consiguen hacer más grandes las victorias, el millonario empezó a ponerse de nuevo su armadura y prepararse para la reentrada, Jarvis, empieza a calcular una nueva ventana de inserción ¿de acuerdo?, claro, Señor, ¿puede ser más especifico con el tiempo, Señor? Así no tendría que realizar miles de complicados e inútiles cálculos, unos diez minutos Jarvis y gracias por tu eterna amabilidad en el trato, de nada, Señor.

Podemos irnos cuando quieras querida, dijo tendiéndole la mano y ayudándola a salir de nuevo por la exclusa de la estación espacial, comprobó la ruta trazada y el tiempo, aprovechando los últimos momentos para dar las instrucciones del descenso a Zatanna, te advierto que si el viaje de subida te pareció movidito el de descenso sera un poco más... bueno, impresionante, no correremos peligro en ningún momento, pero piensa en esto como en una montaña rusa, la subida puede asustar un poco, pero la bajada es mucho más rápida, no tienes de que preocuparte, tu traje es ignífugo y soporta altas temperaturas sin que eso pueda afectarte, y aunque no creo que fuera suficiente para absorber la fricción de la reentrada de eso me encargaré yo.

Tony aceleró entonces hacia la atmósfera terrestre abrazado a la maga y empezando a caer de espaldas para poder mantener agarrada a Zatanna durante todo el trayecto, Un ultimo consejo, no se te ocurra agarrarme la espalda, va a estar a más de mil grados de temperatura en un momento, simplemente mantén los brazos pegados al cuerpo y disfruta del trayecto, las ultimas palabras del millonario apenas pudo escucharlas debido a la estática y al ruido producido por la vibración de las primeras capas de la atmósfera, no tardaron en alcanzar la velocidad de caída terminal, unos 220 km/h, envueltos en lo que desde el interior parecía una bola de fuego producida por la fricción del propio aire, una vez superaron las capas superiores de la atmósfera Tony se dio la vuelta y encendió los repulsores, ¿no ha sido tan malo verdad? Ahora solo queda un corto vuelo hasta nuestro destino y podrás pisar tierra de nuevo.