Prueba de rol, Zatanna

Desperte de mi profundo sueño sobre mi cama. Sonaba una romántica música… Charles Aznavour. Todo se repetia en un fonógrafo encantado específicamente para arrullar mis noches de sueño, y tras la llovizna de la noche anterior, supuse que ese artista acompañaría lo mas romántico de Paris, lugar donde presente mi espectáculo. Traia puesto mi vestido para dormir color blanco, y al levantarme, me coloque unas pantuflas negras.

“Nous prenait une toile, nous recitions des vers, Groupes autour du poele en oubliant l'hiver” Murmure, cantando en un dulce tono mientras me movi bailando un imaginario Vals con una pareja que no era material, llevándome hasta el baño, donde sonreí. Tome mi pasta dental, la puse sobre el cepillo de dientes y tras remojarlo, empece a tallar mi dentadura. Tuve que escupir apenas mi lengua degusto el sabor… Esta pasta, supuestamente con sabor a Hierbabuena, sabia a chocolate con tocino. Asqueroso. Supongo que, lavaría mis dientes después.


Camine hasta el teléfono y pedi servicio a la habitación. Queria un buen desayuno, y el hotel donde estaba pasando la noche era famoso por sus exquisitos omelettes hechos con ingredientes recolectados horas antes de que empezara el jornal.

-Zah al amac.- Mencione, moviendo la mano derecha sobre la cama. Las sabanas empezaron a moverse, como esperaba, y la almohada se acomodaba. Pero, era errático el movimiento. Las almohadas quedaron donde deberían descansar los pies, y el respaldo de la cama quedaba para las piernas. Las sabanas se pusieron invertidas, empezando por el cubrecamas y las cobijas, para terminar por debajo de las sabanas… Que extraño. Supongo que lo haría como las personas normales. Me acerque, quite todas las mantas y me puse a hacer la cama. Justo cuando estaba acomodando las almohadas, golpearon a la puerta.

-¡Cuarto al servicio! Es decir… ¡Servicio al cuarto! –Camine a la puerta y abri. Habia un bonito plato de metal con ruedas lleno de bandejas con comida… cruda. Habian huevos crudos, champiñones llenos de tierra, jamon sin curtir, y unas uvas agrias sobre una copa, tratando de imitar a un vino. Estaba a punto de gritarle al encargado, cuando me fije. El tipo, o mas bien, la cosa era un sapo con traje de “botones”. -¿Qué gusta desayunar, señorita? -El sapo empezó a croar, esperando mi respuesta.
-Nada… Por favor, solo tráigame el periódico...
-A sus ordenes, señorita.

Y el sapo se fue, llevándose su carrito a quien sabe donde. ¿Dónde demonios me había metido? Fui rápido al armario y saque mi traje negro, quitándome mi vestido y colocándome las mallas, las botas, la camisa, el corse y el saco, para después ponerme el corbatín y mi sombrero de copa. Tome mi varita mágica y empece a recitar: “Ziripí, Alphoní, Saquirí” tres veces, de forma que pudiese invocar un pastel de ojo de golem. Era una comida extremadamente seca, pero de buen sabor y que te dejaba indudablemente lleno. Suavemente, mordí la textura café del pastel y empece a comer, tomando una botella de agua para poder pasarlo.

De nuevo, golpearon la puerta y fui a abrir. Era el sapo, con mi periódico. Apenas abri la puerta, lo tome de sus manos y la cerre. Me sente en la cama y empece a leer. El titular del día era: “Liga de la Justicia abandona su trabajo. Salon de la Justicia comprado por el Secretario General de las Naciones Unidas Alexander Luthor, presidente del gobierno supremo de America y Europa”. Parpadee un poco. ¿Qué demonios había leído? Segui ojeando el periódico, y las fotos solo mostraban un mundo miserable, donde los héroes ya no trabajaban y solo eran el hazmerreir de la población mundial. Aquaman había abierto un parque acuático, Superman se dedicaba a barrer las calles de Metropolis, Wonder Woman era la esposa del nuevo líder del Imperio chino, Ras Al Ghul. El resto de héroes no estaba mencionado, sin embargo, había un gran cartel indicando la recompensa que se daba por Bruce Wayne alias Batman por crímenes contra la humanidad. ¿Qué demonios? Bruce no haría nada de eso. No sé en qué clase de lio me acabo de meter, pero tenía que encontrar una solución.

Cerre el periódico y camine rápidamente hacia la ventana. El cielo, en vez de ser azul, o gris, o de un color normal, era de un intenso purpura. Eso solo podía darme una pista: Magia.

-¡Revlovne ejapiuqe! –Y todo se empezó a guardar ordenadamente en mi maleta. Una vez que todo estaba guardado, la tome y corri hacia la puerta, sin embargo, esta estaba cerrada. Pegue con mi hombro la puerta, intentando abrirla, pero estaba cerrada a cal y canto. Supongo que tenia que hacerlo por las malas. Apunte con mi varita y le empece a “dibujar” el contorno, hasta decir – Rirbra al atreup- La puerta chillo, y se pudo abrir, permitiéndome salir. Tome mi teléfono móvil y llame al comunicador de Bruce. La línea se bloqueo automáticamente, preocupándome mas. Corri hacia la salida, tomando el elevador. Sin embargo, cuando me subi y toque el botón de la planta baja, me fije que en el espejo no tenia ningún reflejo. Me quede viendo el espejo, hasta que chasquee los dedos. Estaba en una ilusión, de alguien, o de algo. Presione el botón de alarma y el elevador se quedo quieto, permitiéndome dar una patada con mis tacones al cristal para romperlo.

Cuando los pedazos de vidrio cayeron al suelo, pude ver del otro lado un infinito fondo morado, que hacia abajo parecía ser un vórtice de energía. Vi letras, y letras y números, en todos los alfabetos y sistemas numéricos posibles. Estaba en el reino de la magia, y estaba pasando ciertas barreras que no deben ser pasadas sin cuidado. Cuando estas en una ilusión, tienes que encontrar la forma de salir del laberinto, pues romper las paredes del lugar puede hacer que “se inunde”con ilusiones propias. Y las paredes mas fáciles de romper son las que están hechas de vidrio. Tome mi sombrero y saque una infinita línea de trapos unidos por un nudo, que ate a mi cintura. La maleta se quedo en el elevador, sirviéndome de contra peso, con los trapos amarrados en el otro extremo. Cerre los ojos, trepe hacia donde estaba el vidrio roto y salte.

Realmente, no puedo asegurar que cai sobre algo. Simplemente, empece a flotar erráticamente, mientras veía los cimientos del hotel vagar por el vórtice mágico. Tome mi varita y empece a moverla en forma de espiral, pausadamente al principio, hasta que al final la movia como si fuera un verdadero remolino. Estaba aprovechando las energías del lugar para crear un remolino bajo mis pies para ser absorbida. Ahora, solo estaba en manos de la magia saber donde aparecería.

Sali tras una especie de ventana que giraba en el cielo. Lamentablemente, no había suelo donde caer suavemente. Facilmente, estaba a cien metros por encima del suelo, mirando las casas arder, las calles hundidas y la gente huyendo de un desastre. Cerre los ojos y antes de caer grite.

-¡Rativel! –Y empece a caer lentamente, permitiéndome soltar los trapos amarrados a mi cintura. Cuando toque el suelo, cai suavemente sobre la calle. Al parecer, había caído en un mundo horripilantemente caótico. Corri hacia un puesto de periodicos que se estaba incendiando, y antes de que todos los diarios se quemaran, tome uno y me eche a correr. Lei los titulares, no parecían nada caótico. Aun se mencionaban superhéroes… Pero estos eran unos tales “Vengadores”. ¡Demonios! ¿Dónde estaba la Liga de la Justicia? ¿Aun existían mis compañeros hechiceros? Tenia que encontrar refugio pronto y cuidarme de este desastre antes de que alguien se le ocurriese imponer la anarquía y dispararme.

Entre lo mas rápido posible a una tienda de electrodomésticos cuyo dependiente me empezó a gritar para que me fuera. Estaban guardando todos sus productos en el almacen para que no los robaran probablemente, pero en una televisión pude ver el noticiero. Una chica empezó a dar un mensaje, tratando de no mostrar que estaba aterrorizada.

-Atencion, población de Wisconsin, guarden la calma y quédense en sus hogares. Repito, estos terremotos se están dando a nivel global, mantengan el orden, la Liga de la Justicia ya esta trabajando. Repito, guarden el orden y quédense en sus hogares. Mantengan sus radios prendidas, tengan baterías a la mano y … -La señal se corto. Bueno, al menos estaba en un mundo donde aun existía la Liga de la Justicia. Ya encontraría la forma de salir de ahí, de alguna manera.