La Prueba Inicial (Duncan Traub) [Texas]

Fecha:

Llego el momento de las pruebas de campo, llevaba al menos una semana trabajando en la armadura de Duncan, a la vez que perfeccionaba por completo los planos de mi futuro robot, al mismo tiempo buscaba información sobre criminales locales, para poner a prueba todo esto, controlaba desde mi mente, desde mi computadora, a la docena de robots de construcción que tenía, trabajando y mejorando aquella armadura para que tuviese la menor cantidad posible de errores.

La última vez que se presentó le había dicho que debía venir este día, había conseguido la información suficiente sobre un grupo de traficantes de drogas local, sería la oportunidad perfecta para probar como trabajar en conjunto, y demostrar que la armadura indudablemente funcionaba.

Me había tomado la libertad de mejorarle la máscara de gas que solía usar durante sus asesinatos, reforzada con una pequeña capa de grafeno para que al menos pueda resistir balas de poco calibre, y por supuesto con el agregado de dos pequeños sensores, similares a los de mi propia computadora, y conectados directamente a esta, para poder ver lo que él veía, y ayudarle desde mi nave.

Había demasiados planes en mi mente, demasiadas ideas que comenzaron a fluir desde que me abrí a todas esas posibilidades, me sentía ocupado por primera vez en toda mi vida, lo cual era estresante, pero a la vez de alguna manera era excitante, me hacía sentir bien, y deseaba que así siguiese, estábamos haciendo progresos, y eso era fascinante.

Finalmente había llegado, los sensores de mi nave siempre me avisaban cada vez que él se acercaba a esta, aunque por si acaso también había instalado una pequeña cámara en uno de los postes de luces de la carretera, tras verificar que era el, calcule aproximadamente lo que podría tardar en acercarse a mi nave, y para cuando este se acercaba, el ascensor ya estaba elevado, esperándole para entrar.

Uno de los pequeños droides de servicio le hacía señas de que lo siguiese, claramente hasta mi zona de trabajo, allí me encontraba yo, sentado en el centro de aquella habitación sin moverme siquiera, dos de mis droides cuidadores estaban junto a mí por si tenía necesidades, pero lo principal aquí era la docena de robots de construcción que yo estaba controlando para trabajar en mi modelo de robot que ya había empezado a diseñar, algunos volando, otros rodando por el suelo en su forma esférica, cargando metales trabajando el grafeno y dándole forma, todo bajo órdenes directas de mi mente, ellos eran mis manos en este mundo.

Droide de Trabajo:

Droide de trabajo en modo esfera:

-La armadura está completa, está en aquella esquina donde seguramente uno de mis robots te está señalando. Y tal como yo decía, uno de mis cuidadores ya estaba señalándole donde se encontraba su armadura, mientras tanto parte de mi mente aún seguía investigando todo sobre aquel trabajo que estaba por proponerle hacer, y a la vez en el diseño de mi robot, estaba intentando explotar al máximo mi capacidad mental últimamente, ver cuáles eran mis límites para saber que tanto podía hacer a la vez, y para ser honesto, aun ni siquiera estaba realmente cansado.

-Le instale a tu mascara unos sensores como los de mi propia computadora, para poder ver lo que sea que tu veas, son bastante inferiores a los míos, pero me ayudara a poder vigilarte y darte información que pueda ir sacando, básicamente tendrás cuatro ojos allí fuera, solo por si acaso.
Nos encontré un primer trabajo, una pequeña banda de traficantes, local, operan dentro de este mismo estado, a unos pocos kilómetros de aquí, toda la información asegurada, es el momento perfecto para probar la armadura ¿Qué te parece?

-Lo tengo todo bajo control en mi mente, el lugar es algo lejos, deberías partir, y esperar en las cercanías hasta que anochezca, de paso comprobamos si puedo ver como es debido a través de los sensores en tu mascara desde aquí, según mis cálculos la señal debería bastar.

Mis pequeños droides de trabajo seguían construyendo mi futuro robot de combate, construían a una velocidad increíble todos trabajando a la par coordinados a la perfección, estaban indudablemente diseñados para ser excelentes en lo que hacían, después de todo, sin mis manos no podría hacer nada, y ellos son mis manos en este mundo.

-Es un grupo poco numeroso, descontando posibles clientes que se entrometan, serán como mucho media docena, creo que con tu habilidad de tiro podrás encargarte de ellos si juegas bien tus cartas, yo te estaré guiando constantemente desde aquí, averigüe todo lo posible sobre cada individuo dentro de esa banda, sus horarios, que clase de droga venden, cuales parecían ser adictos a esta, todo para sacar la mayor cantidad de ventajas posibles.

No tenía intenciones de permitir ningún error, tenía que ser un golpe perfecto, para demostrar que esto podía marcar una diferencia, y que dos personas con las habilidades correctas podían resolver cualquier situación dentro de lo razonable, con inteligencia e ingenio, y claro, información.

-Toma el pequeño objeto que hay sobre aquella mesa que te está indicando el robot a tu izquierda, póntelo en el oído, con eso poder hablarte, está conectado directamente a la computadora de la nave, y está a mí, instale un micrófono en tu mascara también por si quieres decir algo, pero tendrá un leve retraso de aproximadamente 0.7 segundos. Te indicare más cosas de las que se cuándo estés allí y puedas ver las cosas por ti mismo, y yo por ti desde aquí, Ve.

Le indique el lugar exacto a donde debía ir, estaba a varios kilómetros, por lo que le tomaría algo de tiempo llegar, y una vez allí le tocaría esperar a la noche que no tomaría mucho en alcanzarlo, mientras tanto yo seguía calculando todos los posibles desenlaces, informándome más sobre los objetivos, quienes merecían morir, quienes no, todo, debía ser un trabajo sencillo, suficiente como para probar nuestra coordinación y su armadura.


La noche ya estaba sobre Duncan, el silencio se hacía notorio, las calles comenzaban a vaciarse, era un barrio pobre y pequeño, abandonado por la ley, aquel grupo de traficantes se encontraban en completa libertad de hacer lo que querían, se podía ver cada media o una hora aproximadamente un hombre en motocicleta que venía a recoger y salía a vender la droga a otros lugares, civiles adictos que se acercaban a comprar, algunos eran robados, aquellos hombres se reían y venia todo lo que hacían como un simple chiste, enfermizo, repugnante.

Duncan había tenido tiempo más que suficiente para encontrar un lugar decente donde esperar y tener una vista lejana del lugar sin ser detectado, tampoco era muy difícil con su habilidad de teletransporte, yo observaba a través de su casco lo mismo que él, cuatro ojos en una misma misión, hacia media hora que el humano de la moto se había ido, y se acercaba el momento de actuar.

Según lo que podría haber visto y la información que yo recopile, habían dos hombres en la puerta frontal, usualmente conversando, uno armado, el otro era el vendedor, el que cargaba las drogas, no parecían tener más que pistolas de poco calibre, había uno vigilando desde el techo, también armado, no parecía haber entrada desde el techo al interior, se subía por una escalera externa atrás de aquella casa, se sentía ruido del interior, música fuerte, algunos gritos de mujeres, había calculado mínimo tres hombres más armados, y al menos media decena de civiles obligados o adictos, preparando la droga, el lugar era pequeño, internamente solo tenía una habitación, un baño, una pequeña cocina, y el resto era toda la misma sala en la que se entraba por la puerta frontal.

Los civiles seguramente se encontraban en la cocina preparando las drogas, el jefe en la habitación con alguna prostituta, y dos, o posiblemente tres guardias más, indudablemente armados, sentados en algunos sillones que había en la sala principal, según mis cálculos, al menos dos se los guardias los había visto con signos de ser adictos, estos tendrían los sentidos más dañados por lo que causarían menos riesgo que los otros, le explique en detalle y resumiendo todo lo mejor posible toda esta información a Duncan, y cuando lo calcule necesario, le di la señal de actuar, era el momento perfecto.

el mejor plano del mundo:

Todo comenzaba bien, Duncan hacía gala de su naturaleza única, teletransportandose directamente detrás del hombre sobre el techo, era imposible para este predecir la repentina llegada de un hibrido alien humano capaz de teletransportarse, literalmente imposible, ni yo podría haberlo predicho, por lo que instantáneamente su cuello es rajado por el cuchillo de Duncan, muriendo de una manera bastante silenciosa, desangrándose en la superficie de aquel tejado.

Tras aquello, Duncan comenzó a sacar una serie de explosivos que había creado anteriormente, de manera bastante ingeniosa, se acerca a la ventana que daba a la habitación de aquel lugar, tenía rejas, y estaba tapiada con maderas, pero había pequeñas hendijas, y por la época de calor las ventanas del lado de adentro estaban abiertas, por lo que logro lanzar su explosivo por la ventana, y alejarse de la explosión a tiempo.

La fuerza de choque fue bastante fuerte y repentina, completamente inesperada, casi todos los muebles terminan partidos y desarmados, las maderas clavadas para tapar la ventana, con rejas incluidas, salen volando hasta la mitad de la calle dejando un buen agujero por el cual entrar, el líder de aquella banda que justo se encontraba en esa habitación queda estampado contra alguna pared con varias costillas rotas y sin poder moverse, tomando su arma y gritando por ayuda a sus compañeros.

Los dos guardias externos entran corriendo a la sala principal, las mujeres que estaban cortando la cocaína comienzan a gritar de miedo y se tiran al suelo, la puerta interna que daba de la habitación a la sala había salido volando por la explosión, los dos que se encontraban en la sala sacan rápidamente sus armas y corren hacia la habitación, el tercero que cuidaba que las mujeres no roben ni prueben nada de la droga se quedó en el interior de esa habitación, con su arma fuera, vigilando a las mujeres, mostrando señales de claro miedo.

El líder señalaba la ventana rota a los otros dos que apenas comenzaban a entrar, pero para su sorpresa, repentinamente otra bomba era lanzada, casi todos instintivamente se lanzaban al suelo, esta vez sí viendo por donde venía la bomba, con el miedo de que estalle, pero esta no estaba destinada a causar más destrucción, si no a facilitar el combate, el gas lacrimógeno comenzó a esparcirse rápidamente por toda la sala, aunque por la ventana rota y la corriente de aire, lo único que parecía llenarse era aquella habitación, poco de esta llegaba a la sala, e incluso menos a la cocina o el baño.

Se escuchaban insultos a toda voz, algunos comenzaron a disparar al aire pensando en darle a alguien o algo, comenzaban a toser bruscamente por aquella bomba lacrimógena, las cartas habían sido jugadas bien, la suerte se había involucrado y estaba a favor de aquel verdugo de criminales, pero aún no había terminado, aún faltaba la acción principal, que comience la matanza…

El mejor plano del mundo actualizado:

Lo observaba todo desde aquellos sensores, realmente era bastante ingenioso, no era una simple persona más con un arma, y eso indudablemente le había dado bastante ventaja, pero aún le falta perfeccionar varios detalles, mientras estaba bajando del tejado comencé a hablar a través del pequeño audífono que el llevaba en el oído.

-Por supuesto que puedo ver, los inocentes están ocultos en la cocina, mientras no tires ningún otro explosivo para ese lado estarán bien. Por cierto estoy seguro que tu armadura es capaz de resistir disparos, pero olvide mencionar que es más que probable que cuando los recibas sientas un pequeño puntazo bastante fuer- Mis propias palabras eran interrumpidas por un gemido de dolor de parte de Duncan.

Al teleportarse al interior de la sala y acercarse rápidamente a uno de los criminales, este aun tenia fuerza para forcejearle, grito por ayuda a sus compañeros, pero su garganta rápidamente se vio atravesada por el cuchillo de Duncan, pero al mismo tiempo, el jefe tirado contra la pared a lo lejos sintió el grito de su compañero, y sin lugar a dudas disparo hacia allí, dos disparos rápidos dieron repentinamente en las costillas de Duncan, el puntazo de dolor inicialmente era imposible de ignorar, demasiado repentino e inesperado, el otro que aún estaba vivo se las arregla para agarrar lo que quedaba de la granada aun soltando aquel gas lacrimógeno y lo lanza por la ventana.

Uno de los que había entrado rápidamente por la puerta frontal y se encontraba en la sala se levanta la remera cubriéndose la boca y la nariz lo mejor que puede, y con su arma en mano se dirige hacia la habitación donde se encontraba Duncan, el otro de la sala tira las drogas hacia la cocina, y el que se encontraba en la cocina le pasa el arma de fuego a este, que iba desarmado, y sigue detrás de su compañero hacia la habitación.

-Saca el arma, o tendrás problemas. Tras advertirle eso, comencé a dictarle la posición de todos los enemigos, los dos que estaban dirigiéndose hacia la habitación desde la sala, con un leve retraso de al menos quince segundos entre uno y el otro, la posición del jefe en el suelo con apenas la fuerza para sostener el arma con la que le había disparado, y el otro hombre que había tirado la granada hacia las calles, debía apurarse o terminaría teniendo problemas, aunque le estaba dictando sus posiciones, pronto le sería bastante más fácil notarlas por sí mismo, el polvo levantado por la bomba anterior ya se había disipado por completo, y el gas lacrimógeno comenzaba a salir por la ventana, lo cual era bueno, tanto para él, como para ellos, pero debía apurarse.

el mejor plano del mundo 3.0:

Con el arma de fuego todo era más sencillo, era distinto, su habilidad con esta era sorprendente, difícil de equiparar incluso diría, se giró desenfundando su arma, y al instante una bala atravesó el cráneo de aquel que estaba tirado en el suelo, el supuesto líder, momento luego Duncan se giró apuntando al que había lanzado la granada lejos, este estaba sacando su arma pero le era imposible llegar a tiempo, otra bala salía de su pistola, atravesando el cráneo de aquel inútil traficante, y luego otro disparo más retumbaba en aquella habitación, esta vez cruzando el corazón del primero en cruzar la puerta.

El segundo venia algo más lúcido, instante luego de cruzar la puerta dejo salir tres tiros seguidos, todos ellos dieron de golpe en el pecho en Duncan, pero ahora era distinto, sabía que iban a venir las balas, y en las zonas en las que había dado, era solo un leve dolor punzante, nada que no pudiese aguantar, pero aquel humano que quedaba solo demostró una expresión de temor cuando vio el brazo de Duncan sin perder el balance, jalar el gatillo de su arma, atravesando el cráneo del ultimo criminal armado.

Los civiles gritaban en cada disparo que se escuchaba, atemorizados, pero aún quedaba uno más de ellos, uno que trabajaba para la banda, uno que había demostrado miedo durante toda aquella situación y se había ocultado, su corazón latía mas rápido, era bastante joven, quizá incluso menor de edad, y se encontraba esperando, rezando incluso, oculto en la misma habitación en la que se encontraban las mujeres, y las drogas.

-Aún queda uno, Duncan, según mis cálculos desarmado, y si mi escáner funciona bien, parece que tiene miedo, mucho, has lo que creas justo. La policía se está acercando, y para cuando salgas el último hombre armado que andaba en la motocicleta ya estará a al menos dos manzanas, como mucho, aconsejaría dispararle cuanto antes, y salir de aquel lugar.

Mi trabajo ya había terminado de momento, lo que quedaba por hacer era responsabilidad de él, su decisión, la cual me intrigaba saber cuál sería, seguí atento a todo lo que hacía, aguardando que escape, esperando que llegue a un punto seguro, de momento al menos, la misión había servido para demostrar su punto, la armadura servía, y lo que fallaba estaba seguro de tener una idea de cómo mejorarlo.

-Antes de irte, recoge sus armas, tengo algunas ideas.

Nota: