FICHA DE NATSUKI AOKI
Nombre: Natsuki Aoki
Alias: Edad: 24
Universo de Origen: DC
Organización: Nacionalidad: Japonesa
Raza: Humana
Mentor: Bando: Neutral
Ocupación: Jefa del crímen organizado, CEO de Byocite Labs.
Descripción Física: Natsuki es una joven bien parecida, ligeramente alta para la media japonesa con su 1,75m de altura; destaca su cuerpo delgado y fibrado de finas proporciones, lo que le da una apariencia frágil, sin embargo, ha demostrado ser bastante resistente en múltiples ocasiones. Su pelo oscuro, negro, con tonalidades azuladas y largo más allá de la mitad de la espalda contrasta con la palidez de su piel. Su rostro redondo y de líneas suaves apenas empieza a tomar la angulosidad de una mujer joven; un detalle que contrasta con sus ojos verdes y brillantes como esmeraldas, que reflejan el peso de alguien que ha vivido demasiadas cosas. Su pequeña nariz encuadra perfectamente sobre su boca, jugosa, y pequeña, que nunca maquilla más allá de su discreto labial con un toque de color y sabor a cereza.
A pesar de ser una joven hermosa, su cuerpo se halla marcado por las cicatrices que revelan su historia. Sobre su labio tiene una discreta y casi invisible cicatriz, de cuando empezó a recibir entrenamiento en artes marciales, en su hombro izquierdo porta la señal de un disparo, el primer intento de asesinato que sufrió, aunque no sería el último. Desde su hombro a su cintura, en diagonal de izquierda a derecha, lleva la fina cicatriz provocada por un arma de filo, tiene otra de origen similar, pero más pequeña sobre su cadera izquierda. El resto de su cuerpo, está regado de múltiples y casi invisibles cicatrices, de diferentes orígenes.
Aparte de esto, su piel siempre ha presentado una curiosa particularidad, una extrema sensibilidad al roce, que la lleva a sentir de forma multiplicada cualquier caricia o roce sobre su piel, sin embargo, el dolor siempre lo ha sentido de manera normal, parece ser una particularidad física sin mayor relevancia, sin embargo, en Natsuki es un gran handicap que la lleva a poner distancia física con todo el mundo y un cierto miedo al contacto físico, pues no siempre se cree capaz de mantener las formas cuando es acariciada, aunque sea involuntariamente.
Descripción Psicológica: Natsuki es una mujer complicada, muy joven y a la vez demasiado mayor; temeraria y con poco aprecio por su vida. Todas y cada una de sus vivencias han dejado una profunda huella, aunque no todas quiera reconocerlas. Como hija única siempre tuvo todo aquello que deseaba y no está acostumbrada a no conseguir todo lo que quiere, la repentina pérdida de sus padres le provocó un profundo desarraigo del resto de su familia, aunque quiere más de lo que está dispuesta a reconocer, a sus abuelos paternos, que la criaron. Como única heredera de su familia siempre estuvo en un ambiente lleno de responsabilidades con las que tuvo que aprender a lidiar; eso la convirtió en una persona muy exigente con los demás y consigo misma, poco dada a pasar por alto los errores, propios o ajenos.
No lleva nada bien que la lleven la contraria, pudiendo reaccionar de forma violenta con facilidad, y rara vez hace caso a los consejos. No es demasiado sociable y si se pregunta a aquellos que la conocen harán alusión a su legendario mal carácter. Siempre evita cualquier tipo de contacto físico y suele reaccionar de forma exagerada y usualmente violenta cuando alguien rompe lo que ella considera su “distancia de seguridad” que sólo es la distancia mínima a la que no se siente incómoda. Sin embargo, todo esto no es más que un mecanismo de seguridad que tiene interiorizado desde hace demasiados años. Aquellos que realmente pueden decir que la conocen bien saben que una de sus mayores cualidades es la lealtad y su mayor miedo, perder a la gente que aprecia. Siendo una niña vivió lo que era tener a un amigo a punto de morir tan sólo por ir a su lado y desde entonces no ha podido deshacerse de ese temor que la acompaña allá donde vaya y que la llevó a tomar la decisión de que prefería tener una vida solitaria a tener siquiera la posibilidad de pasar por lo mismo.
A pesar de todo, no siempre sus decisiones son tan fuertes como sus sentimientos, que siempre experimenta de forma extrema y eso la convierte en una mujer de grandes contradicciones que por ejemplo, aparta con fiereza a las personas por las que demuestra un absoluto y profundo cariño.
Desde niña la enseñaron a no tener piedad, debía hacerse valer y respetar en un mundo peligroso, dominado por hombres mucho más mayores que ella, y siempre demostró una tendencia hacia la crueldad, sin embargo jamás herirá conscientemente a un inocente, a alguien que no lo merezca. Aun desde su posición como jefa del crimen organizado, tiene un fuerte sentido de la justicia y es plenamente consciente de sus actos y las consecuencias que éstos puedan conllevar. Nunca ha tolerado la crueldad gratuita y castiga de forma brutal cualquier crimen o acción injustificada cometida en los territorios que ella controla o por sus hombres, aunque a veces expande su “justicia” a donde ella se encuentre, sea territorio suyo o no.
Siempre ha sido una mujer de gustos sofisticados, apegada a las tradiciones de su país, haciendo que use de manera indistinta kimonos o ropa occidental. Puede decirse que como buena japonesa que es, aprecia el trabajo duro, el esfuerzo y la capacidad de autosacrificio, que puede llevar al extremo en lo que se aplica a ella misma, como tantos otros detalles de su vida.
Historia: Para contar la historia de Natsuki Aoki debería empezar por el principio, pues en ocasiones el presente no puede ser comprendido si no se conoce el pasado.
Es imposible hoy por hoy, fechar con seguridad cuando el clan Aoki fue fundado, los archivos que hablaban de las primeras transacciones de la familia quedaron destruidos en la segunda guerra mundial; pero tampoco es un detalle importante. Lo que sí se sabe es que es una de las familias más antiguas y poderosas de la mafia japonesa, comúnmente conocida con el nombre de “Yakuza”. Por supuesto el clan Aoki no es el único antiguo y poderoso, junto con otros cuatro clanes confirma lo que la policía conoce como “Los cinco grandes clanes” y como en todas las asociaciones de ésta índole, no puede decirse que confirmen realmente un grupo, es más bien un pacto de no agresión entre familias que tienen mucho que perder si se atacaran las unas a las otras; sin embargo, como siempre sucede, las relaciones entre ellos no siempre son idílicas y en más de una ocasión ese pacto ha estado a punto de romperse. Afortunadamente al final, siempre había imperado el sentido común; eran más fuertes juntos que por separado.
Durante la guerra, muchas familias poderosas perdieron sus recursos, muchas personas murieron o se vieron forzadas a dejar sus hogares para sobrevivir. En un ambiente tan hostil, la familia Aoki consiguió mantenerse a flote gracias al contrabando, el país fue ocupado por los Estados Unidos y en los duros años de la posguerra , Saito Aoki, aun siendo muy joven, tomó las riendas de los negocios familiares, estableciendo fructíferas relaciones en campos como el tráfico de armas o el juego; después de la guerra los conflictos se habían trasladado a otros países, en los que Estados Unidos y Rusia se seguían enfrentando de manera indirecta, un caldo de cultivo ideal para aquellos interesados en mover el armamento que ambos países querían vender sin que se supiera que lo hacían.
Y de un hombre que consigue un éxito rotundo en los negocios, sólo se puede esperar que consiga todo lo que desea, así fue como Satsuko, una de las geishas más famosas de Kyoto, cayó rendida a sus pies, y él, totalmente enamorado de la bella artista, no paró hasta convertirla en su esposa; una bella historia de amor que se comentó durante años. De ese matrimonio nació un varón que continuó con el legado familiar y se casó con una farmacéutica que trabajaba en Byocite Labs, la empresa que su padre había fundado después de la guerra con el dinero de las inversiones americanas. Años más tarde, tuvieron una preciosa niña a la que pusieron de nombre Natsuki, y todo auguraba un futuro brillante para el nuevo miembro de la familia que recibía el amor de sus padres y abuelos y era consentida por los más cercanos a éstos.
Pero todo se torció en un día, ella tenía seis años. Durante lo que debía ser un ameno viaje del joven matrimonio Aoki, un conductor borracho cometió una imprudencia que les costaría la vida. En ese momento, la maravillosa vida de Natsuki se tornó en algo oscuro y peligroso. Los grandes clanes tornaron su vista hacia ella, hasta el momento habían tenido la esperanza de que naciera un heredero varón que se encargara del clan en un futuro, sin embargo, todo el legado que quedaba era una niña que se convertía en la heredera de un gran patrimonio que todos miraban con ojos deseosos. Una mujer como cabeza de familia de un clan era algo que nunca se había visto en la yakuta y que una sociedad tan machista como la japonesa y en especial las cinco familias difícilmente permitirían.
La pequeña Natsuki se convirtió en un objetivo de primer orden para todo aquel interesado en hacerse con lo que tenía su familia. Las artes marciales que hasta el momento habían sido una divertida manera de emplear su tiempo libre, se convirtieron en una obligación necesaria; debía aprender a luchar y protegerse, sus abuelos se encargaron de su protección y así el tiempo fue pasando para ella, rodeada de extremas medidas de seguridad, absorbida por sus deberes y obligaciones. Fue creciendo, estableciendo relaciones, haciendo amigos; era una niña retraída y solitaria, sin embargo, uno consiguió convertirse en alguien en quien confiaba, su mejor amigo, con el que compartía risas, juegos y alguna que otra travesura. Pero como ya había dicho, su vida se había vuelto oscura y peligrosa, e incluso algo tan sencillo como una amistad, podía complicarse.
Era un caluroso día de principios de verano, las clases casi habían acabado y la joven heredera estaba encantada con la idea de salir a tomar un helado con su amigo Hisashi, como siempre, iba acompañada de su guardaespaldas, Jason, sin embargo, no estaban a salvo. Un grupo de hombres armados los atacó, el resultado fue de tres asesinos muertos y dos niños heridos, Hisashi y Natsuki, el primero de gravedad. Cuando ella recuperó el conocimiento en el hospital, su amigo todavía estaba en el quirófano y tomó una decisión de por vida. Prefería estar sola a ver sufrir y morir a los que quería, por su culpa. En cuanto pudo visitarlo, se despidió y no volvió a verle y decidida a mantener su promesa pidió el traslado a un internado en Corea, un sitio poco recomendable para una niña de buena familia, pero la familia de Natsu no podía ser calificada precisamente como “buena”. Compartió aulas durante un año con otros iguales o parecidos a ella, desde el primer día de clase se mascaba la tragedia y finalmente fue servida. Aquella pelea, si es que se puede llamar así a dos adolescentes intentando matarse mutuamente, acabó con ella en el hospital con un profundo corte en la espalda y un chico que jamás volvería a caminar.
Después de aquello, sus abuelos la llevaron de vuelta a Japón, a un internado elitista que prometía un excelente ambiente académico y una selecta educación para sus alumnos. Estaban preocupados por su nieta, su actitud, en lo que podía llegar a convertirse y por supuesto, el futuro de la familia. Satsuko Aoki, la abuela de Natsuki, consideraba que era vital que la familia tuviera un heredero, pues se habían corrido rumores sobre el carácter complicado y solitario de Natsuki y muchos deseaban que la línea familiar se extinguiera con ella, otros no pensaban darle la oportunidad de alumbrar un hijo, pero no eran esas las únicas intenciones de Satsuko, acostumbrada a elaborar planes dentro de otros planes; en secreto esperaba que su nieta fuera capaz de abrir su corazón a alguien que la sacara de su aislamiento autoimpuesto. Varios lo intentaron, pero ninguno lo consiguió y todos acabaron heridos, en su físico, su orgullo, o en ambos.
La mala fortuna parecía perseguir a Natsuki y el elitista internado en el que estaba no parecía ser suficiente para garantizar su seguridad. En su primer año, ella y otros alumnos importantes sufrieron un ataque en el que ella salió herida, no estaba segura en ningún lado y después de la muerte de su abuelo, su abuela y su familia decidieron hacer efectivo el traspaso de poderes. Aquella pérdida fue un duro palo para Natsuki, que veía como a pesar de sus diferencias, el número de personas en las que podía confiar iba menguando. El resto de su estancia no mejoró demasiado con su nuevo cargo, pues Jason y ella sufrieron dos atentados más que estuvieron a punto de acabar con sus vidas y el fantástico centro educativo acabó siendo parte de un plan urdido por un retorcido grupo que pretendía ejercer un control mental sobre la próxima élite gobernante del país. Por fortuna, un pequeño grupo de alumnos ayudado por algunos profesores consiguió frustrar sus planes salvando por los pelos muchas vidas.
Cuando llegó el verano, Natsuki desapareció del mapa un par de meses, sin embargo, las órdenes seguían llegando al clan, desde su retiro sabático parecía estar perfectamente informada de lo que sucedía, y se esforzó por ocultar sus huellas, pues aunque algunos lo intentaron, no consiguieron encontrarla. Había pulido a la perfección sus habilidades para desaparecer sin dejar rastro alguno, cuando regresó, pasó a ocuparse de la empresa que había heredado de su familia, que compatibilizaba con los asuntos del clan y sus recién comenzados estudios de Farmacia.
Pero el tiempo no pasa en balde para nadie y Jason, su guardaespaldas, decidió que había llegado su momento de pasar a un segundo plano y dejar la acción a otros más jóvenes. Ella comprendió su necesidad, habían pasado por demasiadas cosas y las viejas heridas hacían mella en su cuerpo castigado, dejó el asunto en manos de su guardaespaldas, que pasaba a ser su jefe de seguridad, siempre tendría un sitio a su lado. Cuando le conoció, le pareció demasiado despreocupado, demasiado pasota, a veces tenía la sensación de que disfrutaba haciéndola rabiar, era un idiota incapaz de hacer su trabajo seriamente, sin embargo, poco a poco, se fue ganando su confianza, y sus bromas la hacían reír. Cuando quisieron darse cuenta, ya habían cruzado todas las líneas de la prudencia, a pesar de las reticencias de Natsuki, a pesar de todo; los más cercanos a ambos los apoyaban, parecía que todo finalmente, todo podría ir bien para ella, pero una vez más, el destino se encargó de recordarle que no lo era, que su vida y la de sus allegados siempre correrían peligro y que la calma que disfrutaban era el preludio de la tormenta.
No todos los rivales de los Aoki se habían quedado conformes con la demostración de sus capacidades para ostentar el cargo que ocupaba, ni mucho menos, incluso dentro de Japón aún existían recelos y el apoyo de las otras familias era escaso. Un nuevo ataque se cernió sobre ella, y movida por sus sentimientos y su imprudencia cometió un grave error que le dejó malherido. Un par de días más tarde, cuando despertó, los médicos la advirtieron de que había perdido la memoria y no estaban seguros de que la volviera a recuperar. Por segunda vez en su vida, Natsuki tomó una decisión que ella consideraba necesaria, se apartó de alguien a quien quería y con la firme decisión de no volver a dejar entrar a nadie en su vida, organizó su traslado para alejarle de Japón, a su Canadá natal. No volvería a verle nunca; meses más tarde, después de la colisión que unió mundos, vio la oportunidad de “conquistar” América no sólo para expandir sus negocios familiares, sino también su empresa farmacéutica y demostrar que era tan buena en aquello como Bruce Wayne, Alexander Luthor o ese nuevo y egocéntrico presidente de Stark International.
Poderes: Metahumana: La colisión afectó a Natsuki, aumentando sus capacidades físicas por encima incluso del nivel de un humano entrenado, su fuerza, su agilidad, su resistencia e incluso su velocidad se vieron afectadas, sin embargo no llega a límites extremos como otros superhéroes de origen alieníogena o que han visto alguna de sus capacidades aumentadas por causa de un accidente. Es un aumento notable, pero equilibrado.
Habilidades: Como jefa de un clan de la Yakuza, Natsuki posee contactos en diversos estratos de la sociedad, tanto en los más bajos y peligrosos como en los más altos e inaccesibles, por supuesto todos los matiene a base de generosos regalos y favores que de vez en cuando realiza para ellos, obteniendo información o favores de ellos, también posee grandes recursos debido a la fortuna que heredó de su familia y los beneficios que su empresa le reporta. Aparte de eso, ha desarrollado una asombrosa capacidad para desaparecer, algo que usa cada vez que quiere alejarse de alguien o tomarse unas vacaciones sin previo aviso.
Debido a un intenso entrenamiento, marcial, Natsuki es casi una maestra de la esgrima japonesa y el Aikido, pudiendo resultar letal cuando las pone en práctica, además comenzó a recibir entrenamiento militar por parte de su guardaespaldas, un ex-oficial del SAS británico, a petición suya, así que está familiarizada tanto con las tácticas como con el armamento militar.
Su pasatiempo favorito son los coches y cualquier vehículo de motor, desde muy joven aprendió a conducirlos y disfruta saliendo por carreteras sinuosas con su coche o su moto, tiene una habilidad natural para conducirlos y es capaz de llevar con pericia casi cualquier vehículo con ruedas.
Debilidades: Humana: A pesar del aumento de sus características, sigue siendo humana y como tal, puede morir o ser herida al igual que cualquier otro humano.
Fobias: Sus miedos pueden hacerla entrar en un estado de ansiedad que la vuelven completamente descontrolada pudiendo bajar la guardia hasta quedar desprotegida.
Inconsciente: No suele tener reparos a la hora de plantar batalla o combate, y suele arriesgarse demasiado aun a coste de su propia integridad física, no valora demasiado su propia vida.
Inocentes: Nunca atacará o herirá a un inocente de manera consciente, así que hará todo lo posible por protegerlos aun a costa de su propio pellejo de ser necesario.
Equipo y recursos: A su nombre se encuentran diversas propiedades repartidas por el mundo, entre ellas la casa familiar en Kyoto, un apartamento en Tokyo, la casa de verano en una pequeña isla que sólo tiene acceso por mar y su apartamento recién comprado en América. Aparte de esto, tiene varios coches, pues son su pasión, aunque su favorito es un Ashton Martin, que conduce habitualmente. Por ser traficante de armas, tiene acceso más o menos rápido (dependiendiendo del tipo de arma, no es lo mismo conseguir una pistola que un lanzamisiles) a un catálogo bastante amplio de armamento, aparte de eso, como armas habituales, tiene una pistola y un juego completo de espadas japonesas. Estas últimas siempre las tiene a mano.
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Tema: Ficha de Natsuki Aoki 
