Un asunto delicado (Clark Kent, Zatanna Zatara) [12/03/2018]

Dos días. Habían pasado dos días desde que el mundo se había vuelto literalmente loco. El superhéroe mundialmente conocido como Supermán apenas había dado abasto para acudir a todas las alertas que se habían generado, y eso contando con su supervelocidad. Se habían producido terremotos, maremotos, inundaciones y un sinfín de incidentes por el estilo; habían aparecido monstruos y villanos hasta el momento desconocidos, edificios fusionándose con otros, ciudades enteras emergiendo donde antes no había nada... La pura definición del caos. Prácticamente no había tenido un segundo de respiro, ¿y ahora J'oon le mandaba llamar por el canal privado de la Liga de la Justicia por algún asunto supuestamente "urgente"? ¿Qué podía haber más urgente que lo que estaba pasando? Sumido en estos inquietantes pensamientos atravesó las puertas que le conducirían hasta el lugar en el que le esperaba J'oon en la Atalaya: la enfermería. El alienígena se encontraba junto a un chico joven de cabello corto castaño ataviado de azul que parecía profundamente dormido sobre una de las camilla. Al verle, J'oon le miró fijamente a los ojos y comenzó a transmitir directamente en su mente para no despertar al muchacho:

"Se llama William Knightley. Se encontraba en la Cámara de Contención, dentro de la cápsula en la que encerraste al hechicero Arión hace seis meses. ¿Lo recuerdas?."

J'oon empezó a caminar para salir de la enfermería, indicándole a Supermán que le siguiese.

"Es mago, un principiante -continuó transmitiéndole telepáticamente-. Por lo visto ayudó a otros místicos durante los eventos de hace unos años en el Día de la Venganza*, y adivina cuál era su nombre clave: Arión."

Se detuvo al llegar a la Sala de Vigilancia, una habitación inmensa llena de pantallas que mostraban diversas partes del mundo y se apoyó sobre una de las consolas antes de volverse a mirar al kryptoniano.

- El verdadero Arión fue un hechicero atlante que existió hace 45.000 años y llegó a poser un nivel de poder equiparable al de un dios, pero lo perdió casi en su totalidad para impedir una nueva era de glaciación que habría acabado con la vida en el planeta. Al igual que Sindella, la madre de Zatanna, era un Homo Magi, inmortal y miembro de los Señores del Orden como el Doctor Destino.

El Detective Marciano tecleó rápidamente en la consolas y una imagen apareció en la pantalla.

- Fue asesinado por éste hombre poco antes de los eventos del Día de la Venganza -dijo, al tiempo que analizaba las crueles facciones reflejadas en la pantalla con sus peculiares ojos rojos carentes de pupila-: Mordru, un poderoso hechicero miembro de los Señores del Caos.

Dejó el teclado y volvió a girarse hacia el superhéroe.

- Arión gozó en su día de una gran fama y popularidad, no sólo por su poder legendario, sino por todas las cosas que hizo y los sacrificios que realizó para ayudar a su pueblo. Al parecer era toda una leyenda entre la comunidad mágica y, aparentemente, el joven Bill Knightley decidió aprovechar esa fama en su beneficio para labrarse un nombre robando el de otro. Según parece, y aquí viene la parte complicada de la historia, el verdadero Arión era lo suficientemente poderoso como para anticipar grandes desastres con siglos de antelación. Fue capaz de preveer la Colisión y, consciente de que estaría muerto en ésta época decidió realizar un hechizo que le enviaría a través del tiempo y el espacio hasta nuestro momento actual, concretamente hace seis meses, cuando te enfrentaste con él.

Hizo una nueva pausa y se quedó mirando fijamente a Clark. No era preciso añadir nada más acerca de lo que sucedió entonces, pues era seguro que el kryptoniano lo recordaría.

- Lo que te voy a decir ahora puede ser difícil de aceptar, pero te pido que lo escuches todo sin interrumpirme, por descabellado o insólito que te pueda parecer -una vez cerciorado de que había captado la atención del Hombre de Acero, continuó-: Cuando derrotaste a Arión, creíste haberlo capturado y lo trajiste a la Atalaya para que lo encerráramos en la Cámara de Contención, pero no fue más que un elaborado engaño. El hechicero atlante imbuyó al joven Knightley con una ilusión que te haría pensar que se trataba de él mismo, engañando incluso a Zatanna, ya que todas las lecturas dieron positivo en magia y no había nada que pudiera hacer pensar que no se trataba de la misma persona. Mientras tanto, el verdadero Arión regresó a su época y continuó trabajando en tratar de detener la Colisión. Todos sus esfuerzos fueron en vano, y llegó a una única conclusión: si no podía hacer nada para impedirla, quizás podría paliar sus consecuencias y tal vez averiguar cómo había podido suceder y cómo enmendarla. Pero sabía que no sería fácil ganar nuestra confianza después de lo que te hizo a ti. Estaba equivocado. Malinterpretó sus visiones y pensó que los alienígenas serían los responsables de la catástrofe, razón por la cual intentó expulsarte del planeta. ¿Cómo volver a confiar en alguien después de algo así? De modo que optó por ofrecernos su ayuda... de una curiosa manera.

Volvió a apretar un botón de la consola, y la imagen que ofrecía una de las pantallas cambió para mostrarles el interior de una de las habitaciones de la Atalaya. En ella Supermán podría ver a la hechicera Zatanna sentada frente al mismo hombre que le había hecho la vida imposible seis meses atrás.

- Por favor, te lo ruego, no te precipites -se apresuró a decir J'oon para frenar cualquier impulso agresivo que hubiera podido aflorar en el kryptoniano-, pues éste joven es la persona que te atacó, pero a la vez no lo es. El hechicero que tú conociste se las ha ingeniado para traer a éste presente una versión mucho más joven de sí mismo, perteneciente a los primeros días de la Atlántida... hace 45.000 años. Éste muchacho es inocente e ingenuo, no es realmente responsable de lo que te ocurrió, y si bien ha perdido recientemente sus poderes para evitar la glaciación, encierra dentro de sí un gran potencial que puede ser entrenado para ayudar a la Liga. ¿Ves la piedra que se encuentra entre él y Zatanna?

Entre los dos magos había una enorme gema roja que brillaba intensamente con el color de la sangre, emitiendo sutiles pulsaciones a intervalos regulares. Zatanna parecía muy concentrada sobre la piedra mientras el hechicero de cabellos castaños la observaba en silencio.

- Dentro se encuentra atrapada el alma del Arión más viejo, el que tú conociste. Mordru la arrancó de su cuerpo al matarlo y la dejó encerrada en esa prisión mágica. A efectos prácticos no es capaz de hacer nada aparte de comunicarse telepáticamente con su yo más joven. Se ha ofrecido a ser su mentor y entrenarle para que pueda aprender a desarrollar sus habilidades latentes. Zatanna está examinándola ahora para cerciorarnos de que no alberga ningún interés oculto, pero desde luego, si lo hay, el Arión más joven lo desconoce. Diana lo interrogó utilizando el Lazo de la Verdad, y tanto yo como Zatanna lo hemos sondeado mentalmente. El chico es pura bondad, hasta límites insospechados. Se sacrificó a sí mismo cuando no era más que un niño para salvar a su pueblo de la destrucción. Su cuerpo fue destruido en el proceso. El que ves ante ti fue moldeado por su padre a partir de magia pura. Caculha, otro de los Señores del Orden, con un nivel de poder aún mayor. Falleció 45.000 años atrás.

>> No te pido que te conviertas en su amigo. Ya imagino que no debe resultar fácil para ti después de lo que te hizo su álter ego. Sólo te pido que consideres que éste chico no es el mismo que te atacó, a pesar de tener la misma apariencia física, y también que es 45.000 años más joven. ¿Quién es capaz de imaginar los estragos que puede causar en un alma la inmortalidad? Nadie puede saber cómo sería si pudiera vivir durante toda una eternidad. No lo estoy justificando, sólo digo... que puede haber cambiado mucho en todo éste tiempo. Por supuesto, no podremos estar nunca seguros al cien por cien de que todo esto no sea algún complicado ardid, pero... creo que podríamos tratar de darle una oportunidad. ¿Estarías dispuesto?

J'oon aguardó con paciencia a conocer la opinión del superhéroe. Supermán era uno de los miembros más idealistas de la Liga de la Justicia, así como uno de los más bondadosos, y por lo que J'oon había podido ver en la mente del chico en realidad no diferían tanto, e incluso podría decirse que tenían muchas cosas en común. ¿Cómo se llevarían? Sólo el tiempo lo diría.

OOC:

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Todo este caos de la Colision de Universos habia desatado el infierno en el mundo magico. O si no era el infierno, algo que se le parecia. Vampiros, sellos magicos, controles mentales inesperados y seres salidos de los viejos libros de la magia. Todo esto, sumado al caos general provocado por terremotos, inundaciones, ciudades reintegrandose una encima de otra. Estaba atrapada en una disyuntiva: O trabajaba para ayudar a la gente a reconstruir su vidas o me ponia a desterrar de este reino a todos los monstruos malnacidos que salian de vortices magicos. Vaya problema.

Tenia que encontrar una forma de que mis antiguos aliados (si es que habian sobrevivido a todo este caos) me ayudaran a terminar mas rapido, pero no tenia contacto con ninguno. Ni Constantine, ni Xannadu, ni siquiera podia encontrar a Frankenstein. Estaba sola, y necesitaba moverme mas rapido antes de que algo pasara.

Algunos disturbios eran causados por los pueblos que pasaba, saqueos, peleas entre vecinos, gente que se quejaba con otra gente porque su coche habia aterrizado sobre su garage y su perro habia atravesado la ventana o alguna locura de ese estilo. Lo mas que podia hacer era asustar a los mas violentos para que se fueran y calmar a los menos para que pudieran solucionar sus problemas de otra manera.

Ya ni siquiera me gastaba en escuchar las noticias. El mundo entero habia saltado al abismo, y lo mejor que podiamos hacer era no apurar nada que diese un apocalipsis... total. Mi mejor solucion era seguir avanzando hacia Nueva York, detener cuanta alteracion en la magia se diese, y sobrevivir unas cuantas horas sin que una casa caiga encima mio.

-Zatanna. Zatanna.

Era mi comunicador. Vaya, alguien me necesitaba. Pense que no encontraria nadie que entablase comunicacion conmigo, pero esto parecia ser una buena señal. Detuve el coche que habia (tomado prestado) estado conduciendo las ultimas tres horas.

-¿Si? ¿Quien es?
-Soy Diana de Themyscira, Wonder Woman. ¿Estas bien?
-Oh, Diana. Si, estoy bien, gracias por preguntar. ¿Que ocurre?
-Tenemos a un mago... Bueno, es especial. Necesitamos que le hagas un chequeo, nos estuvo ayudando en Paris... Y creo que tu eres la indicada para ayudarnos.
-¿Un mago? Esta bien, pero... Creo que estoy muy lejos para poder encontrarlos.
-No te preocupes, te subiremos a la Atalaya.

Mire hacia el cielo. ¿Me iban a llevar a la Atalaya? Vaya, que honor. En mi dimension solo lo conoci [el satelite] una vez cuando nos dedicamos a partirle el trasero a Enchantress. Habia sido un horror para los heroes enfrentarse a la magia, pero para nosotros solo fue un reto muy dificil.

Baje del coche, y justamente cuando cerre la puerta, un haz de luz cayo encima mio, mientras sentia como me movia rapidamente. Cerre los ojos, y en cuanto los volvi a abrir, ya estaba en el Espacio Exterior, flotando por encima de la Tierra en el Satelite de la Liga de la Justicia. Diana estaba ahi.

-Zatanna, que bueno verte. -Se acerco sonriendo y me dio un fuerte abrazo. Yo tambien se lo regrese, aunque claro, mi fuerza no tenia la posibilidad de romperle la espalda a la Mujer Maravilla.
-Gracias, Diana. ¿En que te puedo ayudar?
-Mira, alla atras tenemos a Arion, un hechicero antiguo... -Diana señalo a una puerta trasera- Parece ser una leyenda de la magia, proveniente de la Atlantida. ¿Alguna vez has oido hablar de el?
-No me suena de nada. -Mire con cierta duda a donde estaba señalando la amazona- Quizas en mi universo no existio...
-Puede ser. Pero el caso es que en nuestro universo, en este, si existe. Y he comprobado con el lazo de la Verdad que es una persona dispuesta a ayudarnos en todo lo que necesitamos.

¿Otro heroe magico? Vaya, genial. Y si su ayuda es desinteresada, que mejor... No era que despreciara a mis amigos, pero a veces nos comportabamos como mercenarios de la magia.

-Entiendo. ¿Y para que quieres que te ayude?
-Necesito que revises que no este encantado, ni tenga algun tipo de magia de ocultamiento. Has todas las pruebas que consideres...
-Esta bien.
-Te lo encargo, Zatanna. Yo necesito volver alla abajo. Tambien esta por ahi Superman y el Detective Marciano. Si necesitan algo, ¿los puedes ayudar?
-Si, no te apures Diana.

La princesa me sonrio y me dio una palmadita en el brazo antes de despedirse de mi y salir hacia los tubos para teletransportarse a quien sabe donde. Seguramente, ira a salvar el mundo de algun monstruo o algo por el estilo. Yo me fui, caminando a donde Diana me habia indicado, y una de las puertas se abrieron apenas me acerque. Al otro lado estaba un tipo fornido, con el cabello castaño, bien parecido. Vaya, era guapo, pero eso no era lo importante ahora. Tenia una gema roja en el pecho y parecia despedir magia por los poros. Bien, otro Homo Magi.

-Saludos, señor Arion. Soy Zatanna Zatara, y he venido a trabajar con usted- Oh por dios, me sentia como una enfermera o una trabajadora social tratando con un viejito. Casi me rio por lo tonto que sonaba ese chiste, pero me mantuve calmada, con una sonrisa amistosa. -Puede empezar contandome acerca de sus poderes y en que es lo que se centra su magia.

Me sente junto a el, mirandolo a los ojos.

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El que no cree en la magia, nunca la encontrara.
-Roald Dahl-

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Arión aguardaba con cierto nerviosismo en la sala que le habían indicado. El Lazo de la amazona había demostrado que decía la verdad, pero todavía podía encontrarse bajo el influjo de alguna "malvada" entidad que estuviese prisionera en la piedra y le estuviese manipulando, o algo así.

Se encontraba bastante magullado y dolorido después de las aventuras del día anterior en las cloacas; tenía el cuerpo repleto de arañazos superficiales y contusiones, y si Diana y Oliver no hubieran aparecido en el momento oportuno seguramente estaría muerto, pero por fortuna todo había quedado en un susto, y en cuestión de pocos días las heridas habrían desaparecido sin dejar rastro. Pese a todo, seguía siendo apuesto, arañazos y moretones incluidos. La perfección de su segundo cuerpo era el regalo de su padre por haber sacrificado el primero para salvar el mundo cuando no era más que un niño.

Sabía que no había nada que temer, pues le amparaba el escudo de la verdad, pero a pesar de todo estaba nervioso porque le habían dicho que iba a conocer finalmente a Supermán. Su otro yo le había descrito prácticamente como un animal irracional, y por mucho que Diana o Zatanna hablaran en su favor, Arión no tenía manera real de anticipar cómo iba a reaccionar al verle después de cómo le había tratado su álter ego meses atrás (por no mencionar la parte del engaño con el pobre Bill Knightley). Sin sus objetos mágicos, y con la pérdida de sus poderes tan reciente, estaría prácticamente indefenso si el kryptoniano decidía tomarse todo aquello a mal (y con razón).

Finalmente las puertas se abrieron, interrumpiendo sus cavilaciones, y el mago se giró en la dirección del sonido para contemplar a Zatanna. La muchacha era guapa, y la sonrisa con la que se dirigió hacia él resultaba tranquilizadora y cálida. Pudo notar de inmediato el poder que desprendía; No había duda de que había sangre Homo Magi corriendo por sus venas.

A pesar de proceder de 45.000 años atrás en el pasado, Arión no se escandalizó por la provocativa vestimenta de la hechicera. Por sorprendente que pudiera parecer, en su época la gente era mucho menos pudorosa que en la época actual, y la desnudez no estaba ni mucho menos proscrita, por lo que era habitual ver tanto a hombres como a mujeres ligeros de ropa. Al menos antes de que los hielos recubrieran la tierra y el frío extendiera sus pálidos dedos hacia el pueblo de Atlantis.

Se preguntó acerca de lo que la muchacha demandaría. ¿Tendría que repetir otra vez la historia que ya le había contado a Diana?

La hechicera se presentó y formuló su primer requerimiento: quería que le contara acerca del origen y naturaleza de su magia. Bien, ésa sería fácil de responder.

Tomó asiento frente a ella, permitiendo que su mirada se encontrara con la suya sin mostrar duda o vacilación.

- Permíteme que empiece desde el principio -comenzó con voz pausada-. Aunque puede haber cosas que ya conozcas prefiero no arriesgarme a pasar nada por alto. Va a ser una historia larga...

Y, de éste modo, empezó:

- Los orígenes de nuestra raza se remontan a los albores de la primera Atlántida. Al parecer, en un momento dado el continente se convirtió en un punto focal de energías mágicas desatadas, lo que se conoce como "Magia salvaje", y la exposición a éstas corrientes provocó que los humanos que vivían en esa zona evolucionaran hasta convertirse en Homo Magi, una raza capaz de generar y canalizar naturalmente la magia desde el momento del nacimiento. Y es esa misma magia la que nos hace inmortales.

>> ¿Has oído hablar del Mundo Oscuro, Zatanna? Se trata de una dimensión creada por el cuerpo de una entidad cósmica sin nombre cuyos sueños dieron origen al nacimiento de los dioses del panteón Atlante, además de convertirse en la materia prima para nuestros conjuros... Nuestro Dios de la Magia, el Tejedor, desgranaba los sueños de la entidad, convirtiéndolos en una infinidad de hilos multicolor que se encontraban suspendidos en el aire. Un extremo de esos hilos era visible sólo para la segunda vista de los brujos, mientras que el otro era invisible para todos y se prolongaba hasta el Mundo Oscuro. Cada uno de los innumerables encantamientos estaba controlado por un hilo de un color. Los Homo Magi podíamos ver la mayoría de los hilos, y captar del aire una inmensa cantidad de sortilegios. Al trenzar los hilos podíamos penetrar el Velo, ver el interior del Mundo Oscuro y acceder a la fuente de la magia, obteniendo un poder cercano al de los dioses.

>> Los poderosos hechiceros de mi época llegamos a dominar los hilos y éstos dejaron de servirnos... Esa forma de magia quedó obsoleta, y pasamos a utilizar las energías estelares del cosmos para alimentar nuestro poder. 45.000 años atrás me encontré con una hechicera llamada Icestarr que había realizado un pacto con un brujo cuando aún era humana para obtener poder e inmortalidad. El brujo tenía un enemigo, un inmenso gigante al que creó, u ofendió, o ambas cosas... quién sabe. El hechicero lo encerró en una prisión mágica que se convertiría a su vez en la fuente de sus poderes y vida eterna, no dejándole a la muchacha más elección que aceptar sus condiciones, y es que, para vivir eternamente tendría que valerse de la prisión de escarcha-fuego que se nutría del sol, extrayendo su energía y condenando el mundo al hielo. Si permitía que la cárcel se derritiera con las contenidas energías del sol, desaparecería el origen de su poder y sería presa fácil de la cólera del gigante, por lo que cada día debía absorber las energías acumuladas en la piedra, evitando así que ésta se derritiera, prolongando su existencia al tiempo que condenaba el mundo al hielo.

>> Tuve que realizar un ritual y utilizar mi propio cuerpo para canalizar las energías de la piedra y devolvérselas al sol, pero no era suficiente, ya que Icestarr había estado liberándolas periódicamente. Utilicé la propia energía de Icestarr, pero tampoco fue suficiente, pues la maga había estado drenando la energía del sol durante miles de años... Finalmente tuve que utilizar la propia energía almacenada en mi cuerpo, todo mi poder ancestral, para devolverle al sol lo que le había sido arrebatado.

>>El sol recuperó su fuerza, el hielo detuvo su avance, la glaciación se interrumpió... y yo quedé vacío de poder mágico. Mas no del todo, pues, como aprendí más tarde, donde una vez residió un gran poder mágico, siempre hay una chispa que permanece... Había perdido mi poder, ya no era capaz de canalizar las energías estelares ni tampoco podía ver ya los hilos multicolor, pero soy un Homo Magi, la magia está en mi sangre, en cada parte de mi ser. Descubrí que podía aún realizar trucos menores, como ilusiones, sencillos conjuros de fuego, telepatía, lectura de auras, percepción extrasensorial, habilidades precognitivas, teleportación, telekinesis... Más tarde constaté que, aunque ya no pudiera realizar la magia por mí mismo, sí que podía utilizar conjuros y rituales escritos en antiguos pergaminos, pues mi cuerpo poseía la magia suficiente para hacerlos funcionar. Y, según me dijo mi otro yo -al decir ésto se puso una mano sobre la gema del pecho-, en el futuro utilizo el poder contenido en el interior de objetos mágicos y amuletos para canalizar mi magia, e incluso aprendo a crearlos por mí mismo. Pero aún no he llegado a esa parte, y necesito la guía de mi álter ego para aprender a utilizarlos.

>> Imagino que te habrán contado que mi otro yo viajó desde el siglo XVII para enfrentarse a Supermán (porque había interpretado erróneamente una visión). Tu compañero le derrotó y requisó sus objetos mágicos, obligándole a regresar a su tiempo. Siglos más tarde fue asesinado por Mordru, uno de los Señores del Caos, el cual se quedó con los objetos mágicos que llevaba encima en el momento de su muerte. Podría empezar desde cero a buscar los repuestos, pero tardaría mucho tiempo, y es por eso... que necesito recuperar los que se llevó Supermán. Se lo dije a tus compañeros, pero también te lo diré a ti -hizo una pausa para desatarse las correas que sujetaban la gema en su torso, depositándola en el suelo delante de la hechicera-: puedes comunicarte telepáticamente con él y hacerle todas las preguntas que quieras. No es malvado; nunca lo hemos sido. Simplemente interpretó mal (muy mal) una visión, pero su intención cuando luchó contra Supermán no era mala. Siempre he sido seguidor de los Señores del Orden, y al igual que el doctor Fate, lucho por el Equilibrio. Ésto ha sido así tanto en el pasado como en el futuro. Ya Diana comprobó que decía la verdad, pero puedes hacerle las pruebas que quieras a la piedra para comprobar que no se trata de nada maligno. Le necesito para poder entender éste mundo vuestro y como maestro para ayudarme a desarrollar nuevamente mi magia de acuerdo a su experiencia. Cuando ya no lo necesite, romperé la piedra y le permitiré descansar por fin... Sé que es lo que él desea.

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Me le quede viendo mientras procedia a explicar sus poderes. Un Homo Magi mas viejo que yo... Seguramente el fuese mas fuerte en algunos aspectos, asi que no me convendria tenerlo de enemigo o luchar en su contra. Su aura era poderosa, pero quizas tendria algun punto debil que explotar. Ya despues tendre la posibilidad de estudiar como funciona su magia en los viejos libros de historia magica que hagan referencia a Arion.

Su explicacion fue bastante interesante, referiendose a todos esos poderes del mundo oscuro. Si, vaya que lo conocia, la Torre de Fate esta suspendida en ese plano, que cada segundo esta cambiando mas y mas, por lo que es a efectos practicos, indetectable. Fate habia elegido el lugar perfecto para poner su base, y aun asi, poner un orden absoluto en su base: sospecho que el doctor sabe cuantos ladrillos tiene cada pared de cada habitación en esa torre. Fate podria estudiar de una manera mucho mas minuciosa a este mago, pero no hacia falta llamarlo por ahora.

Icestarr. No habia oido nunca ese nombre ni lo que habia provocado. Quizas Aquaman tuviese mas informacion en sus libros de historia, pero yo no tenia acceso a eso en este momento. ¿Una maga capaz de provocar la glaciacion de la Tierra? Sabia que habia magos poderosos, capaces de hacer hechizos en espacios muy grandes como un pais. Los mas poderosos, aquellos a los que nunca me enfrente, podian cubrir medio continente. Pero todo el planeta era algo a lo que no podia imaginar una maga como yo. Quizas si le contasen a Constantine que eso fue posible, intentaria encontrar esa fuente de poder de algun modo. Agradezco que Diana me haya llamado a mi y no a John, porque si esto se enterase...

La parte del enfrentamiento de Superman con su otro yo no me la sabia. Quizas fuese por eso del choque de universos que este Arion habia luchado con un Superman de otra dimension, donde si hubiese conocimiento o registro de esa pelea. De donde yo vengo, no recuerdo haber oido nunca acerca de esa pelea.

-De donde yo vengo nunca habia escuchado que Superman luchara contra tu otro yo, asi que debe ser algo de otro de los tantos universos que chocaron contra mi. Sin embargo, yo no puedo ayudarte a convencer a Superman, el es el unico responsable de su fortaleza y de lo que en ella guarda. Quizas Diana, o Batman, te puedan ayudar para conseguir lo que sea que tenga guardado y sea tuyo. -Me le quede viendo, y cuando dejo la piedra, me agache para ponerle mi sombrero encima. Actuaria como un muro magico para que no hubiese ninguna interferencia, de modo que cualquier cosa que le dijese al atlante, no fuese algo que su otro yo pueda conocer- Medidas de seguridad -le dije a Arion, una vez que me levante- Ahora, por tu relato parece que todo esta bien, tu magia no parece provenir de una fuente maligna o demoniaca. Voy a probar unas cosas contigo, asi que, vamos a empezar.

Saque de mi traje la varita magica, la sacudi un poco y me coloque al lado de Arion. Si Diana ya habia visto que dice la verdad, entonces no sufre ningun efecto bajo el fuego de la verdad. Habia demonios que ante la verdad no pueden hacer nada, sobretodo, demonios menores que engañaban a las personas con las que hacian pactos. Tome la mano de Arion con cuidado y pique tres veces con mi varita sobre su palma.

-Opreuc led aigam adot ranimuli -Las lineas de la mano empezaron a brillar, y ese brillo se fue propagando por las venas del mago, iluminando todo el cuerpo en unos momentos. Me separe, de forma que Arion brillaba como una linterna. El objetivo de eso era ver los colores de su magia que normalmente acarreaban un color caracteristico. La magia de ilusion tenia un color purpura, la magia sobre la naturaleza un color verde, sobre el agua un color azul, sobre el fuego rojo, sobre la muerte negra y sobre la vida blanca. Era un arcoiris impresionante en un mago poderoso, y si Arion era eso, brillaria como tal. Si ponderaba una sola magia, podria encontrar si la naturaleza de su poder era peligrosa o algo que necesitase atencion.

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-Roald Dahl-

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Nota:

Arión asintió al oírla hablar.

- No sabes cómo me alivia oír eso, porque según me dijo el Arión de la piedra, tú estuviste presente en esa batalla, ayudando a Supermán, y no me agradaba la perspectiva de haber ofendido a una muchacha tan dulce -dijo con una sonrisa sincera-. Espero que no te moleste que te lo diga, pero pareces muy agradable, y no tengo por costumbre mentir.

Arión se puso de pie y caminó hasta la ventana de la pared que le mostraba el espacio y se quedó contemplando la inmensidad del cosmos, con sus nuevas dimensiones y galaxias que acababan de surgir de un día para otro. ¡Qué pequeña parecía la tierra desde alli!

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- Aunque claro, por otra parte es parco consuelo ya que en realidad sí que hubo una Zatanna a la que ofendió, sólo que debía pertenecer a otro universo. A veces pienso que va a llevarme años disculparme con todos aquellos a los que ha agraviado de una u otra manera... -se volvió, dirigiendo hacia ella sus ojos claros-. Es muy extraño todo esto del choque de dimensiones, ¿no? Debe de estar resultándoos terriblemente desconcertante.

No protestó cuando ella cubrió la gema con el sombrero; de hecho, casi lo agradeció. Desde que había llegado a aquella era no había hecho otra cosa más que escucharle hablar en su cabeza, y los dioses sabían que podía llegar a ser bastante irritante.

La hechicera se puso entonces en pie y avanzó hasta situarse frente a la ventana junto a él. La estudió con interés mientras realizaba el conjuro. ¿Estaba dando la orden mágica al revés? ¿Así era como funcionaban en éstos tiempos las artes de los Homo Magi? No era de extrañar, pues la magia era algo que estaba siempre en continuo movimiento y evolución. Aún así, resultaba de lo más singular, como sin duda fueron los efectos del conjuro.

El resplandor que envolvía el cuerpo del mago empezó a despedir rápidamente los reflejos nacarados de la magia de adivinación antes de pasar a centellear en el color púrpura de la magia de ilusión. Estos dos eran los que brillaban con mayor intensidad, pero también se observaba toda una gama de colores que se iban iluminando ante los ojos de la maga en rápida sucesión: el marrón de la tierra, el azul pálido del agua, el rojo del fuego, el negro de la nigromancia, el blanco prístino de la vida, el violeta que representaba la magia de encantamiento sobre personas o cosas, el amarillo de la abjuración, el gris de la invocación y el naranja de la transmutación.

El hecho de que los tonos más brillantes y consistentes fueran el nacarado y el púrpura indicaba que la magia de ilusión y la de adivinación eran las que estaban intrínsecamente dentro del mago, las que, por así decirlo,formaban parte de él de manera natural, pero el arcoiris de color que le cubría indicaba también que su cuerpo estaba preparado para soportar la potencialidad de cualquier tipo de magia. Posiblemente lo que significaba era lo que ya el mago había explicado; que había nacido con la capacidad de conjurar todas las formas de magia existentes, pero había perdido la mayoría de ellas, salvo las de ilusión y adivinación, cuando había tenido que sacrificar su poder al sol.

No obstante, donde una vez había residido un gran poder, siempre había una chispa que permanecía, y esa chispa aún estaba dentro de él, dispuesta a arder si se le acercaba la llama adecuada. Con la ayuda de determinados objetos mágicos o amuletos que pudieran alimentar esas luces más tenues, Arión podría volver a recuperar prácticamente la totalidad de conjuros que había podido hacer en su día, aunque con claras limitaciones. Aún así, no se trataba de un poder desdeñable. Una cosa estaba clara para Zatanna, y era que la magia que resplandecía a través de él no era malvada, ni siquiera la nigromántica, y a menos que le devolvieran sus objetos, no iba a ser capaz de desarrollarla para hacer nada más útil que unas cuantos trucos y visiones.

- Sé que no está en tus manos conseguir que Supermán me devuelva lo que le quitó a mi otro yo, pero... ¿podrías hablar en mi favor? En el caso de que haya superado tus pruebas, claro...

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Me levante y me quede observando como de cada vena, arteria y hueso, brillaba de un color distinto, como un equilibrio perfecto que daba lugar a distintas potencialidades. Bien podia ser un nigromante o un ilusionista, aunque parecia que tendia a ser mas un ilusionista que algo mas. Estaba frente a un Homo Magi de pies a cabeza que dominaba todas las manifestaciones del velo magico en la realidad, lo cual me parecia lo suficientemente confiable como para tratarlo como a uno de los mios, pero con cierta cautela, como se tratan a los dioses de la magia.

-Parece que dominas muchos tipos de magia, y se manifiesta en equilibrio... Quizas tu esencia sea potencialmente poderosa, pero parece que tienes ciertas barreras, como si contuvieras tu poder. -Me lleve mi mano suavemente a mi mejilla, pensativa. Probablemente fuese el efecto de la historia que me conto acerca de su sacrificio para evitar una glaciacion. -Debo decir que me encuentro impresionada, no esperaba algo tan fabuloso. -Sonrei ligeramente, y tocandolo con la mano suavemente, mencione- Ozihceh recahsed. -Y asi como brillaban intensamente, las luces se apagaron apenas termine de hablar.

Me le quede viendo, con curiosidad. El mago no parecia mala persona, y no habia percibido ninguna influencia negativa. Quizas un exorcismo podria servir como ultima referencia, pero no era tan paranoica como Batman o como Constantine, por lo que decidi simplemente, quedarme callada, mientras pensaba lo que el atlante me acababa de decir. Podia interceder a su favor, hablar bien de el, pero solo lo haria como un testigo de lo que habia visto. No lo conocia en la accion, y apenas hace unos minutos solo habia escuchado su historia. Si me diesen tiempo de consultarlo, de documentarme o revisar algunas bibliotecas magicas, quizas pueda cotejar si su version esta apegada a la realidad o hay mentiras en su labor.

-Podria hablar acerca de ti, pero mi palabra no estaria fundamentada del todo. He visto ahora la naturaleza de tu magia, y escuche tu historia, sin embargo, mi voz no tendria la suficiente fuerza para ser relevante. La que tiene mas experiencia acerca de ti, es Diana, si es que ya te paso bajo el lazo de la verdad. Lo mio solo seria respaldar su lazo.

Esperaba que entendiese todo lo que esto implicaba. Ser de la Liga de la Justicia era un privilegio al que pocos accedian, y aunque no fuese lo mas justo del mundo, era lo mas seguro. Nuestros heroes tienen demasiado poder y demasiados secretos como para que entrase cualquiera sin una recomendacion o sin las pruebas necesarias para que se vea que no son unos traidores.

Me acerque a donde habia dejado mi sombrero y me agache para tomarlo y ponermelo. Una vez termine, tome la piedra y me levante, aprovechando para pegar mis dedos a la piedra intentando detectar cualquier emanacion de energia negativa. De por si, este artefacto magico ya era lo suficientemente notorio dentro de las energias astrales de esta habitacion, asi que una revision un poco mas rapida seria lo mejor.

Le entregue la piedra al atlante, y despues, mencione.

-¿Nos vamos? Puedo presentarte nuestra estación.

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El que no cree en la magia, nunca la encontrara.
-Roald Dahl-

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Arión asintió cuando Zatanna le explicó lo que había visto.

- En el pasado, tenía la capacidad de canalizar la energía de las estrellas a través de mi ser y transformarla en magia. Eso me hacía ser todopoderoso, ya que la energía estelar es infinita. Pero de alguna manera perdí esa capacidad cuando realicé aquél ritual al sol. Es como si algo se hubiera... quebrado dentro de mí. Sigo poseyendo la potencialidad de transformar la energía en magia, pero ya no puedo absorber la que procede de las estrellas. Por eso me veo atado a objetos y amuletos que puedan alimentar mi poder. No es tan fabuloso -se llevó la mano a la nuca y desvió la mirada, algo cortado-. No es más que una sombra de lo que antaño poseí. Pero es mejor que nada.

Aún estaba azorado cuando ella le devolvió la piedra. Sin decir nada la ajustó en el hueco que había entre las correas que ceñían su pecho y asintió ante su propuesta.

- De acuerdo... Aunque todo ésto se me hace extraño, con tanta tecnología y tanta ciencia, y aventuro que pasaré más tiempo en mi Sancta Sanctórum o en mi vieja mansión, pero supongo que es necesario conocer la base. Tú guías -dijo esbozando una hermosa y dulce sonrisa totalmente carente de maldad.

OOC: Por mí podemos mandar ya éste tema a cierre, a menos que pienses que podemos alargarlo más Wink

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Quién soy ~ Historia ~ Cómo llegué hasta aquí ~ Video

Salimos de la habitacion por la puerta que se abrio automaticamente a nuestro paso. Muy pocos eran los que conocian la Atalaya sin ser de la Liga de la Justicia, y Arion ahora era uno de los nuestros, por lo que no habria problema en cuanto a la realizacion de este pequeño tour que le daria por el lugar. A decir verdad, la Atalaya era una estructura impresionante, con lo mejor de la tecnologia terrestre, marciana y kryptoniana que la Liga podia unir en un solo lugar. Y como tal, era peligroso que todo ese conocimiento cayese en manos equivocadas.

-Estamos en el ala de la enfermeria del tercer piso. La tecnologia la pusieron los laboratorios S.T.A.R., con la tipica instrumentaria para un check-up de los miembros humanos, hasta piezas superespecializadas para nuestros amigos mas... poderosos. Por ejemplo, Superman tiene una camara de radiacion solar para curarse, mientras que Aquaman una camara de agua con altos grados de salinidad y presion, similar a la de las profundidades maritimas. -Esperaba que no me viese como una especie de guia turistica, porque despues los chistes entre los compañeros eran algo incomodos- Seguramente, si tu necesitases algo mas especifico, se te proporcionaria.

Seguimos caminando hasta llegar a un pasillo curveado, a donde llegamos a un elevador. Entramos, y presione el boton del primer piso.

-La Atalaya tiene un aproximado de 10 pisos de distinta altura, dado que unos son mas grandes que otros. La Planta Baja es el lugar donde esta concentado el nucleo y los controles manuales de todos los sistemas de la Atalaya. Aqui se revisan desde las armas hasta la temperatura de las habitaciones. El primer piso es el lugar donde se encuentra nuestra sala de entrenamiento, donde nuestros miembros van a practicar sus habilidades. Si quieres una sesion especializada, busca a Cyborg, el es quien mas sabe de eso. - Mire a Arion a los ojos mientras el elevador nos llevaba hasta el primer piso. -La segunda planta tiene la cocina, el comedor, una de nuestras computadoras principales y una entrada a puerto para lanzaderas y naves alienigenas.

Llegamos al piso indicado, y sali para guiarlo a nuestra sala de entrenamiento.

-El tercer y cuarto piso son nuestras habitaciones. Cada una esta diseñada por y para cada uno de los miembros de la Liga de la Justicia con lo que ellos desean. Nunca he visto la de Batman o la de Superman, sin embargo, la de Diana esta atiborrada de cosas... -Sonrei con un poco de malicia- Nunca entres a su habitacion si no quieres perderte. Esa amazona tiene su cuarto lleno de libros, revistas, periodicos y cajas con ropajes y regalos que ha conseguido de todos sus viajes pero que nunca ha utilizado. -Seguimos caminando hasta llegar a una gran puerta de metal, que tenia una especie de camara arriba, la cual nos inspecciono con una especie de rayo laser.

En una pantalla salia una especie de aproximacion medica, descrita en un display:

-NOMBRE: Zatanna Zatara.
-Estatus: Activo.
-Frecuencia cardiaca: 70 pulsos por minuto.
-Temperatura corporal: 35.9 C°
-Forma de ejercicio recomendada: Integral.

- - - -

-Nombre: Desconocido.
-Estatus: Desconocido.
-Frecuencia cardiaca: 60 pulsos por minuto.
-Temperatura corporal: 36.5 C°
-Forma de ejercicio recomendada: Desconocido.

-Aun no estas en el sistema, pero en cuanto hagas tus pruebas medicas, te pondran una rutina por si es que quieres practicar. La habitacion se acopla a escenarios conocidos por todos, por lo que, no solo es buena para practicar, si no para repasar tus estrategias en combate.

En cuanto termino de ver su disposicion, regrese al elevador y le presione el boton al segundo piso.

-La comida llega siempre por ondas Z cada dia, y nuestros servobots se encargan de almacenarla, prepararla y cocinarla. Aunque si tienes suerte, podras encontrar comida preparada por otros: Black Canary prepara un atun delicioso.... Bueno... Si tu no comes atun, lo entendemos. El cafe es algo que cada quien se hace, aunque siempre hay. Flash trae normalmente donuts de su trabajo para todos, pero no te confies, se acaban bastante rapido. Si consigues que el detective marciano te lo permita, puedes cambiar la dieta del dia a tu favor. -Me encogi de hombros y sali por la puerta- Yo lo he hecho varias veces. ¡Ah! -Chasquee los dedos- Por ningun motivo toques unas galletas Oreo que hay en las cocinas. Estan absolutamente prohibidas para todos los miembros de la Liga salvo el Detective Marciano...

Avanzamos por un pasillo cerrado y entramos en una larga habitacion, con mesas de metal y asientos fijos sin respaldo. El lugar parecia una cafeteria escolar, aunque muchisimo mas limpia y con mejores sistemas.

-Todos los pisos, salvo la planta baja, tienen un baño para superheroes y para superheroinas. Nunca mires al baño de superheroinas si no quieres tener problemas... Hal Jordan lo ha hecho y hemos tenido problemas con el - Arion no parecia de esos hombres que espiaban a sus compañeras, por lo que no creo que fuese necesario advertirselo. Sin embargo, nunca estaba de mas-

En cuanto terminamos de ver el comedor, le señale la puerta de la cocina

-Ahi esta la cocina y los refrigeradores. Si tienes hambre puedes ir a picar algo por ahi.

Regresamos al elevador y le presione el 10 piso, mientras le seguia contando todo lo que habia.

-En el quinto piso se encuentran los controles centrales, la mesa donde nos sentamos a discutir, la entrada para el puerto principal de la Atalaya, las lanzaderas... En definitiva, el trabajo se desarrolla casi siempre aqui. Tambien en este piso se encuentra nuestra sala de trajes, donde estan los trajes de astronauta y todos aquellos especiales para nuestras necesidades. Yo no tengo ninguna, pero por ejemplo, Batman tenia ahi sus trajes especiales para situaciones adversas.

>>El sexto piso tiene nuestros habitaculos especiales para criaturas que recogiamos para estudiar. Tambien se encuentran nuestros laboratorios y el salon tecnico para los vehiculos espaciales. No creo que tu pases mucho por ahi. -Me quede viendo la puerta del elevador- En el septimo piso se encuentra nuestra morgue y sala de inanicion... Hay supervillanos y criaturas que hemos tenido que guardar en nuestra Atalaya para evitar futuros problemas.

En esa morgue habiamos guardado el cuerpo de Wildcat cuando este murio, como una forma de mantenerlo en respeto sin que nadie profanara su tumba en algun momento. Tenia enemigos bastante feos, sin embargo, siempre fue un gran amigo de la Liga de la Justicia.

-El octavo piso es nuestra "Sala feliz". Es la sala de diversion, ahi tenemos un billar, un pequeño bar, televisiones, un equipo de musica. Pocas fiestas se han visto en la Atalaya, pero en Navidad nos solemos juntar para celebrar. Rara vez vas a ver a Batman por ahi, pero si lo ves, pide un deseo. - Sonrei risueña- Tambien se celebran cumpleaños y cualquier otro aniversario que la Liga quiera realizar. Quizas hagamos una fiesta de bienvenida... No lo se.

El elevador llego al decimo piso y salimos. Era un piso basante pequeño en relacion a otros. La punta mas alta de la Atalaya, desde donde el cristal en forma de cupula permitia ver las estrellas en su maxima plenitud, asi como la Luna, el Sol y la Tierra.

-El noveno piso no tiene muchas cosas. Estan colocados algunas bases de datos, servidores, el generador de Ondas Z y una maquina expedidora para nuestras tarjetas de acceso. Ese es el piso menos interesante. Este es el mirador. Desde aqui podemos ver cualquier punto del universo... En realidad no habia nada que meter aqui y pusieron este espacio como una especie de balcon.

Me habia dejado bastantes habitaciones y lugares especificos, pero eran cosas bastante tecnicas que ni Arion ni yo dominabamos, asi que, no eran importantes para la practica. Si el las descubria durante sus estancias por aqui, estaria bastante bien.

Off:

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La enfermería, donde se encontraba el pobre tipo que había tenido que pagar por los actos de su otro yo. No pudo evitar una mirada de compasión y pena cuando pasaron por delante de la habitación. Tendría que explicarle lo sucedido en algún momento y pedirle disculpas, pero no ahora. La mera mención de su nombre provocaba en el muchacho un terror rayano en la histeria, y J'oon había aconsejado que sería mejor dejar pasar un tiempo prudencial hasta que el joven mago se hubiera recuperado de su obligado retiro en la Cámara de Contención.

- ¿De modo que tenéis instrumental médico específico según las necesidades de cada miembro del equipo? -repitió, sorprendido-. Caramba, en Atlantis nos jactábamos de tener medicina civilizada y moderna, al menos más que la de otros países que utilizaban sanguijuelas para curar enfermedades, pero al lado de ésto supongo que pareceríamos totalmente primitivos... En cualquier caso, no tendréis que preocuparos por mí. Procedo de una época anterior al hundimiento de la Atlántida, y aunque no sea realmente un homo sapiens, mi fisiología funciona exactamente igual. No envejezco, pero mis heridas se curan siguiendo el mismo proceso y tiempo que las de los humanos. No necesito nada... "específico".

La enfermería no era lo único sorprendente allí. Para alguien que procedía de una época 45.000 años distante en donde la magia imperaba sobre todas las cosas, prácticamente todo era motivo de asombro. De hecho, cuando llegaron al ascensor, Arión no supo lo que era, ya que en su vida había visto uno. Se quedó parado en la puerta y Zatanna tuvo que explicarle por qué tenían que entrar en lo que parecía ser una habitación de dimensiones ridículas y que encima no parecía tener ninguna salida que él pudiera detectar por medios mágicos.

Escuchó las explicaciones que la maga le dio mientras se desplazaban por el extraño vehículo. Al parecer la planta bajaera el equivalente al Centro de Mando que habían tenido en el palacio del rey D'Tilluh, donde se encontraban todos sus sistemas y la red de telépatas.

- ¿Es... una buena decisión estratégica situar un lugar tan importante en la planta baja? -inquirió, confuso-. Si se produce un ataque, serían los primeros en caer. Espero que esté bien protegida, y si no, me ocuparé de preparar sistemas mágicos de protección.

>>¿Sala de entrenamiento? Me vendrá muy bien. Voy a necesitar una zona donde practicar mis habilidades de combate y mantenerme en forma. De nuevo, no necesito nada especializado. Sólo un espacio amplio y algunos maniquíes para entrenar la lucha con espada. Y quizás voluntarios para el combate cuerpo a cuerpo. En Atlantis era el segundo mejor espadachín después de... -sus ojos se empañaron a causa de la tristeza durante un par de segundos-. Después de mi mujer.

La magia ya la practicaría en su ciudadela de la Atlántida, pero estaría bien tener compañeros para entrenar la parte más física. Trykhun era un amigo fiel y leal, pero estaba demasiado mayor ya para esas cosas. La escuchó mientras le hablaba del resto de instalaciones y asintió.

- Oh, no creo que vaya a necesitar utilizar la cocina, ni tampoco requeriré de una habitación propia. A decir verdad, no creo que vaya a pasar mucho tiempo aquí arriba. Poseo una mansión en Francia (os daré las indicaciones por si necesitáis localizarme en cualquier momento), y mi Sancta Sanctórum se encuentra en la Atlántida, por lo que es probable que pase la mayor parte de mi tiempo allí y sólo acuda a la base cuando sea requerido, pero muchísimas gracias por mostrármelo todo -dijo con una sonrisa sincera.

Zatanna estaba demostrando ser una compañera dulce y agradable, con la que además tendría muchas cosas de las que hablar. Pese a lo ocurrido en las cloacas y al episodio de Bill Knightley tenía que reconocer que sus comienzos en la Liga estaban siendo inmejorables...

Se detuvieron ante la enorme pantalla y se quedó de piedra al ver cómo parecía sacar datos totalmente desconocidos de él de una manera que parecía mágica, aunque sabía que no lo era.

- ¿Qué es esa cosa? ¿Qué está haciendo? -le preguntó a Zatanna-. ¿Frecuencia cardíaca? ¿Son los latidos de mi corazón? ¿Cómo los ha adivinado? ¿Y cómo puede saber cuál es mi temperatura corporal?

Estaba totalmente intrigado y fascinado, pero las maravillas no terminaban ahí...

- ¿Escenarios? ¿Qué quiere decir? ¿Proyectáis ilusiones o cosas así para los entrenamientos? Caramba, en el palacio del rey D'Tilluh las cosas siempre fueron más tradicionales.

Y no se podía decir que Atlantis no estuviera avanzada para su época. De hecho, contaban incluso con aeronaves que funcionaban por medio de magia, pero la ciencia para ellos era un concepto prácticamente desconocido, más propio de leyendas que de otra cosa.

- ¿Ondas Z? ¿Servobots? ¡Por los huesos de Caculha! No te ofendas, pero creo que prefiero la comida tradicional, cocinada como toda la vida se ha hecho. ¿Qué es eso del café? ¿Donuts? ¿Galletas? Perdona -dijo ruborizándose de repente-. Debes de pensar que soy una especie de inculto, o algo así, pero acabo de aterrizar en ésta época hace dos días, y aún no tuve ocasión de aprender prácticamente nada. Caramba, he estado todo el rato sorprendiéndome por todo como si fuera un niño pequeño... No sé qué impresión debes tener de mí.

Volvió a enrojecer (y de una manera aún más violenta) cuando le dijo que no mirara en el baño de las chicas, pero no dijo nada (quizá porque le resultaba demasiado vergonzoso hablar del tema). Cuando llegaron al 5º piso, se dio cuenta de que había entendido mal la información que la mujer le había dado al principio.

- ¡Ah! ¡De modo que aquí es donde se encuentra verdaderamente el Centro de Mando! Mucho más lógico, no cabe duda -musitó examinando la sala, aunque no comprendía la mayor parte de lo que veía-. ¿Qué es un traje de astronauta? Oh, no me hace falta -replicó cuando ella le respondió-. Tengo mis propios medios mágicos para salir al espacio sin problemas.

>> ¿La Sala de Inanición? ¿Es ahí donde tuvisteis encerrado a Bill Knightley? ¿En qué consiste exactamente? -preguntó, interesado.

La Sala de Esparcimiento, en cambio, no pareció resultarle de gran interés. Arión solía pasar estudiando, meditando o entrenando la mayor parte de su tiempo. Apenas sabía lo que era divertirse, algo que su mujer le había echado siempre en cara. Cuando Chian estaba viva, se ocupaba de obligarle a salir para que tomara el aire y se divirtiera de tanto en cuanto, pero desde su muerte...

Avanzó para observar el prodigioso espectáculo que se mostraba ante sus ojos desde el mirador de la Atalaya, dejando que su mente se perdiera en el vacío infinito del cosmos, recordando, quizás, la distante estrella que durante 100.000 años había sido su madre antes de su segundo renacimiento...

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Off: Quizas en este post no narre mucho acerca del entorno, si no mas bien va a ser una respuesta de tus dialogos xD Lo siento si resulta algo extraño. Menciono algunas partes unicamente que considero relevantes explicar, lo demas Zatanna te lo explicaria de una manera rapida y sencilla

Flashback en escenas:

-La Atalaya tiene un modulo operativo personalizado para analizar a nuestros miembros activos. Inclusive, aunque no haya instrumental adecuado, casi siempre hay enfermedades, venenos o heridas imposibles de reconocer para cualquier otro hospital con tecnologia normal. Nuestra computadora tiene reconocida casi toda nuestra fisologia de cabo a rabo, por lo que es practicamente imposible que algo se le escape. -Mencione, explicandole las maravillas de la tecnologia en cuanto a salud que la Atalaya poseia. Ni siquiera un resfriado en tiempos de incubacion se escapaba de las maquinas de la Atalaya cuando nos haciamos un chequeo medico.

Arion me parecia aun tan curioso como cuando Diana empezo a andar en el mundo real. Tan solo ver sus fotografias haciendo cosas que no se hacian, o protestando por aquellas que no entendia, me daba una sensacion de que los dos estaban mas perdidos en el tiempo que nadie. Diana ya se habia modernizado, y el sumo hechicero... bueno, a el le quedaba bastante tiempo para llegar a eso. ¿Por que no se iba a comer con la Liga de la Justicia un dia? Seguro que en esa convivencia aprendia bastante.

-Vamos, no comen, son elevadores. Sirven para subir de un piso a otro sin usar las escaleras. Son inventos viejos, de hace un siglo. -Le sonrei, hasta que se animo a entrar al elevador-

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En alguna parte, menciono a su mujer. ¿Que habria sido de ella? Lo note algo triste cuando la menciono, como si le doliera hablar de ello, y me le quede viendo con algo de compasion. Que triste que haya viajado en el tiempo y su mujer no este con el, pues seguramente en algunos momentos la echaria de menos. Era dificil este mundo, y mas cuando te enfrentabas a los peligros que la magia involucra con sus usuarios. Ojala algun dia Arion pueda evitar sentirse mal por esos asuntos... El pasado siempre es doloroso.

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Fin del Flashback, vuelta a la realidad.

Al encontrarnos en la punta de la Atalaya, mirando el espacio, me recargue con un borde, mientras miraba por el largo cristal, pensativa de lo que este mago representaba para la Liga de la Justicia. Un sumo hechicero, el poseedor del casco del Destino, yo, Constantine... La magia, en estos momentos, estaba a buen recaudo, en manos de la Liga de la Justicia que sera lo suficientemente fuerte para poder resolver las crisis a gran escala... O al menos, eso esperaba. Me quede en silencio unos momentos, hasta que voltee y mire a Arion.

-Quizas en algun momento te toque ser parte de la guardia que se hace en la Atalaya. El Calendario es rotativo, por lo que te puede tocar varias veces en un año, normalmente, si no tienes nada que hacer esa noche, te toca estar en la Atalaya y vigilar las computadoras con J'oon, aunque puedes aprovecharlo para entrenar... o para explorar la sala de inanicion. -Le sonrei amistosamente- Yo no conozco al tal Bill, pero la sala consiste en una serie de cupulas apiladas una encima de otra, con nombres y datos especificos de quien esta encerrado ahi. Estan sedados bajo una fuerte sustancia que diseñaron los marcianos para mantenerse en letargo durante milenios. Normalmente, es con alguien que vivo puede ser muy peligroso, inclusive, para ser encerrado en una de las tantas carceles para gente peligrosa de la Tierra. -Alce los hombros- Normalmente encerramos alienigenas, cambia formas o gente que realmente es incontrolable. No es una decision que les resulte facil a los miembros de la Liga, porque atenta contra muchos principios...

-Yo no te puedo autorizar ir a ver al tal Bill, pero quizas otro miembro con mas jerarquia en la Liga pueda hacerlo. -Le puse la mano en el hombro, con una sonrisa calida en mi rostro- ¿Necesitas que te ayude en algo? Si me es posible, yo te puedo echar una mano en cualquier cosa.

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La idea de tener que quedarse vigilando las computadoras no le hacía ninguna gracia, principalmente porque sabía que no iba a saber utilizarlas, pero esperaba que la Liga lo tuviera en cuenta y no le dejaran solo en la sala. Por lo demás no parecía tan raro, había sido el Sumo Mago de un rey; estaba acostumbrado a tener obligaciones. Y si podía aprovechar para entrenar, sería tiempo bien empleado.

- Me vendría bien que me ayudaras a comprender éste mundo, así como los cambios que ha experimentado la magia en ésta nueva era... Tengo 45.000 años de conocimientos que actualizar -explicó, correspondiendo a la sonrisa de la hechicera-. La magia cambió, me arrebató mi poder innato, me obligó a utilizar objetos místicos y ahora ha vuelto a cambiar... Tengo entendido que nos encontramos en una nueva edad para la magia: la décima edad. Necesito que me ayudes a adaptarme, ¿crees que podrías hacerlo? No tiene que ser ahora, claro, si no tienes tiempo, pero podríamos quedar algún que otro día para almorzar y así ponerme al día. ¿Te viene bien? Aquí en la Atalaya o en cualquier otro lugar...

OOC:

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Arion parecia no del todo conforme con la parte que comente acerca de quedarse a vigilar las computadoras. Era comprensible, a nadie le gustaba mucho quedarse viendo las pantallas esperando que no hubiese una invasion, por eso quien solia quedarse era J'oon pues el no suele verse mucho por la Tierra para mantenerse discreto. Sonrei un poco mas y alce los hombros.

-Ahora existe algo llamado Internet, es muy bueno para actualizarte de todo. En videos... que son como pinturas una tras de otra de muchos movimientos... Bueno, el caso es que en esos videos hay muchos resumenes de historia para actualizarte en cuanto a la historia de los ultimos diez mil años. -Movi los brazos un poco- No te preocupes, cuando quieras podemos sentarnos a ver todo lo que ha pasado en todo el tiempo que has pasado afuera... Pero por ahora, creo que tenemos que despedirnos.

Me acerque para darle un beso en la mejilla, y cuando me habia despedido, camine hacia el elevador para ir a los tubos de Ondas Z. Arion podia seguir explorando la Atalaya, pero lo importante era saber que estaria bien esta noche. Si necesitaba mas ayuda, tendria a la Liga de la Justicia dispuesto a ayudarle. Esperaba que fuese una relacion fructifera para todos, pues en estos momentos, los superheroes necesitabamos apoyarnos los unos a los otros si queriamos mantenernos vivos.

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Tema: Re: Un asunto delicado (Clark Kent, Zatanna Zatara) [12/03/2018]

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