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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
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Ficha de Personaje Alias: Mártir Nombre real: OmegaDust Universo:
Tema: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 6th Octubre 2014, 21:14
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"Púlsar..."
Púlsar, como una hermosa cadencia de intuiciones, mezcladas en el fango del lodo primigenio cuando emergieron de él miles, millones de años atrás, con la fuerza de la energía que se arrastra, con la delicadeza de la suerte...
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[Día 11 de Abril]
En algún lugar, la garganta seca de un hombre arde por necesidad de agua. El amanecer se alza, despuntando sobre las inmensas formaciones rocosas del Desierto de Arizona, arrancando de él toda una gama de colores tórridos, que le hace ver ardiente y le dota de un aliento templado muy distinto al del despiadado frío lóbrego que ha dado cobijo en su superficie a decenas de criaturas vivientes en el último mes. Tras elevar la cantimplora metálica sobre sus labios, encontrando el consuelo de la fresca transparencia, el hombre abandona la tienda en la que ha estado dormitando las últimas semanas. Es su turno. Desde que sucediera aquel inmenso caos que trajo a la tierra ciudades y campos, bosques y mares que jamás habían estado allí, se pregunta demasiadas cosas. Demasiadas cuestiones que han quedado sin respuesta... y eso es lo que justifica su presencia. Su búsqueda.
No es seguro cuándo se descubrió, pero de lo que estaba seguro era de que antes de que sucediera aquello, el cristal no había estado allí. Cuando fue localizado demasiada gente había posado su atención en él. Organizaciones, agencias secretas y gubernamentales, y estudiosos se habían dirigido al yacimiento, y como no podía tratarse de una mera cuestión de "quien lo encuentra, se lo queda", en un modelo de colaboración sin precedentes, habían ocultado aquella inmensa beta de mineral al público corriente, al menos hasta que se descubriera si era peligroso para el ser humano, cuál era su origen y el motivo de su reciente aparición, que muchos teorizaban, debía haberse originado con el extraño fenómeno.
Hileras de tiendas grises, que apenas se diferenciaban entre ellas salvo por los logotipos de la entidad a quien pertenecían, y que servían a su vez para identificar y diferenciar a todos los trabajadores, científicos, miembros de seguridad y demás personal que se encontraba trabajando sobre el asunto, se extendían a lo largo del yacimiento, que con el paso de los días, había ido cambiando de manera asombrosa.
Había comenzado con una pequeña excavación de un terreno del que había empezado a brotar un material rojizo, que luego se descubrió como una piedra cristalina de gran diámetro. Cuando el extraño monolito asomó entre la tierra, numerosos científicos trataron de encontrar la manera de sacar una muestra para observar al microscopio. Todas ellas sin ningún resultado. No era posible picar, arañar, ni siquiera seccionar una porción, por mínima que fuera, del material del que se componía aquel mineral. Se llevaron a cabo todo tipo de análisis externos, rayos X, y otros muchos exámenes utilizando los más extensos medios técnológicos a los que podían acceder. Pero aquella cosa continuaba siendo una incógnita.
Tras jornadas sin descanso de estudio, donde se llevaba a cabo un seguimiento del mineral de la manera más rigurosa, la piedra comenzó a estrecharse. Hubo grandes discusiones acerca de si alguien había conseguido arrancar el material, pero sus observaciones les dejaron aún más desconcertados, cuando se percataron que la disminución de la piedra se llevaba a cabo de forma gradual. Sin que nadie se acercara a ella durante días, comprobaron como la materia que la componía se comprimía hasta reducir su tamaño a la mitad. Aquello siguió ocurriendo a partir de ese día...
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"Púlsar..." pensó ella...
Con la lánguida fuerza de un último aliento, sus ojos apenas se antreabrieron con un primer latir...
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El hombre, ataviado con su bata blanca y sus mas finos instrumentos, se acercó hacia la zona acordonada en la que se mantenía el inmenso cristal grana. No había terminado de pasar la pierna en torno a la cuerda cuando sus oídos percibieron aquel sutil, aunque escalofriante sonido. Un tañido gutural rugió desde la misma tierra ennegrecida, batida por miles de pies que la habían aflojado durante el trajín diario que acontecía a su alrededor. Pequeños desprendimientos de arena se sucedieron, y los gritos aderezaron aquel sonido terreno, mientras la piedra se elevaba, primero unos centímetros, luego, una vez separada del suelo, siguió emergiendo hasta quedar sobre él hasta el metro de altura... sustentada por la nada.
Los presentes contuvieron el aliento a la distancia que habían podido recorrer sus piernas para separarlos de aquel extraño acontecimiento, mitad conmocionados, mitad fascinados por el resultado de esa visión.
Aquella mañana, chillidos de teléfonos se sucedieron en cada despacho, en cada habitación, en cada sala de todo aquel que tenía, en la más estricta confidencialidad, conocimiento de que, en medio del desierto de Arizona, una estalagmita de un material desconocido emergía de la tierra como una lágrima de sangre que, ahora, además flotaba...
_________________ "Ashes to Ashes... Dust to Dust..."
Hellboy Dark Horse Universe
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Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 6th Octubre 2014, 22:24
2 de Abril de 2018. Despacho de Tomas Manning, director del B.P.R.D. 11:35 A.M.
Hellboy entró en el despacho del director con el ceño fruncido. No le gustaba Manning. De hecho, le caía realmente mal. Su actitud demasiado estirada provocaba que, de vez en cuando, criticara duramente las actuaciones de Hellboy a la hora de resolver un caso o llevar a cabo una investigación. Para él, toda precaución era poca, y echaba en cara al demonio que se dejaba ver demasiado. Fotos en periódicos, revistas, programas de la tele... No era especialmente cuidadoso. Y una llamada del director a su despacho sólo podía significar dos cosas: una nueva bronca por su última salida, o un nuevo agente en el equipo. En cuanto Manning le vio arqueó las cejas y le llamo con la mano.
- ¡Ah, Rojo! ¿Qué tal? Bienvenido... Me alegro de que hayas venido tan puntualmente.- Llevaba puesto un elegante traje negro con una corbata a rayas. En sus manos, una pequeña carpeta con el símbolo del B.P.R.D y un sello rojo que ponía "top secret". El demonio se acercó lentamente hacia la mesa. Tras ella, una enorme ventana que daba a un helipuerto lleno de agentes y personas que se movían de un lado a otro. Tom Manning tenía acceso directo a la C.I.A, el F.B.I y la propia Casa Blanca, quienes le informaban de los eventos de carácter sobre natural que escapaban a las investigaciones del B.P.R.D, o les permitían acceso directo a cualquier estancia.- El gobierno de los Estados Unidos nos manda un nuevo agente. Salomon Debrou. Dicen que podría sernos de utilidad.
- ¿Un nuevo miembro? Hacía tiempo que no nos mandaban ninguno... Creía que habíamos dejado de ser hermanitas de la caridad hace tiempo Manning... ¿Acaso te estás ablandando?- La mayoría de los agentes que mandaba el gobierno eran becarios que pedía su padre, el profesor Broom. Solían ser los mejores de su promoción, con amplios conocimientos de combate cuerpo a cuerpo y que mostrasen algún tipo de inquietud para con lo sobrenatural. Sin embargo, desde su muerte era el director Manning quien se encargaba de reclutarlos. Era algo más crítico, y muchos de los que antaño habrían sido buenos agentes quedaban fuera.
- No seas absurdo. No te habría hecho venir si hubiese sido un agente sin más. Este es de vuestro equipo de bichos raros. Toma, échale un vistazo a esto.- Le pasó a Hellboy la pequeña carpeta que estaba en sus manos, donde aparecía la ficha del tal Salomon. El demonio la abrió y comenzó a leerla. A su lado aparecía una foto del muchacho en cuestión. Tenía la cara llena de pequeñas tiritas. A medida que avanzaba en ella, el demonio fruncía más el ceño.
- Este qué se ha creído que es, ¿uno de esos linternas verdes? Un anillo con poderes... Y yo que pensaba que con los libros del tal Tolkien lo había visto todo. Arqueólogo, eso está bien. Y con la capacidad de teletransportarse. A mí no me verás en esa situación, ya te lo voy diciendo... Paso de que me manden a otra dimensión plagada de monstruos a los que tenga que romper los piños. Aunque siempre viene bien alguien con algún tipo de poder.- Continuó leyendo, moviendo las pupilas de sus amarillos ojos a toda velocidad. Otro cerebrito. Uno más para la colección. Sólo esperaba que se pareciese más a Abe que a Krauss. Sólo el hecho de pensar en tener un segundo Krauss en el equipo le ponía los pelos de punta.- Vale, todo esto está muy bien pero, ¿qué se supone que debo hacer con él? ¿Enseñarle a pegarse? Aquí dice que puede defenderse de otros enemigos, pero dudo que se haya topado con algo con lo que solemos tratar aquí, la verdad.
- Eso ya depende de vosotros. Está en vuestro equipo. Espero un informe para la semana que viene. ¡Ah, y por cierto! Ha aparecido un extraño mineral rojizo en Arizona, cerca de donde encontrasteis al bicho ese que tenemos encerrado. Tal vez tenga algo que ver con él. Un equipo de investigación ya está allí. En cuanto regreses de tus citas con los otros místicos y entidades irás allí con el equipo. Y ya de paso, llévate a Salomon. Seguro que hacéis buenas migas.- Y, con una sarcástica sonrisa, se sentó en la mesa e indicó a Hellboy que abandonase el despacho. Sabía que se llevarían a patadas. Nadie se llevaba bien con Hellboy. Ni siquiera él mismo.
11 de Abril de 2018. Desierto de Arizona. 08:35 A.M.
El helicóptero del B.P.R.D sobrevolaba el desierto a gran velocidad con un fuerte sonido de aspas. El sol se alzaba rojo a sus espaldas, proyectando enormes sombras azuladas en las grandes montañas rojizas que se elevaban varias decenas de metros bajo ellos. La agente Kate Corrigan tarareaba una conocida canción de la Creedence Clearwater Revival. Llevaban toda la noche viajando en el enorme artefacto de la organización. A la mujer le encantaban las misiones lejanas, ya que le permitían sacar a su pequeño bebé a pasear un rato. Miró hacia atrás desde la cabina y vio a Hellboy con los brazos apoyados sobre las rodillas y ligeramente echado hacia adelante; Abe leía un libro acerca de minerales; y el joven Salomon parecía mirar por la ventanilla. La mujer sonrió, reflejándose el sol que entraba de lado por los cristales de la cabina en sus vistosas gafas de sol.
- Tranquilos chicos, en menos de media hora estaremos en el campamento.- Y volvió a lo suyo. Hellboy resopló ligeramente y miró a Abe.
- ¿Encuentras algo que nos sirva de utilidad?- Aunque el demonio no era tonto, el verdadero cerebro del equipo era Abe. Su capacidad de sentir las cosas y criaturas con tan solo tocarlas les había ayudado enormemente en el pasado. Sabía predecir con exactitud casi milimétrica qué era cada cosa a la que se enfrentaban, su origen y su naturaleza. Su compañero alzó la vista desde detrás del libro y miró al demonio y al joven muchacho antes de volver a sumerjirse entre las páginas recorriendo con el dedo en la que estaba.
- Según parece, el mineral que han encontrado en la zona es uno inexistente, al menos hasta ahora. No hay ninguna relación ni coincidencia con absolutamente ninguno de los que existen en la tierra, ni tampoco parece ser de origen extraterrestre... Es posible que nos encontremos ante un posible descubrimiento arqueológico de gran importancia.- Y continuó leyendo, en busca de algo de información que jamás encontraría en aquel libro. Rojo se volvió a Salomon con una sonrisa sin llegar a mostrar los dientes y alzó una ceja.
- Bueno, "Tiritas" es un arqueólogo. Tienes suerte chaval, vas a poder mostrarnos tus conocimientos de primera mano.- Y luego apoyó su espalda contra el asiento.
Al cabo de veinticinco minutos, el helicóptero estaba aterrizando. Unos hombres trajeados les esperaban. Los tres personajes se bajaron y Hellboy miró a su alrededor. Todo estaba lleno de gente. Había tiendas de campaña aquí y allá, con extraños símbolos dibujados en ellas, y toda clase de hombres y mujeres danzando de un lado para otro.
- ¿Qué diablos es esto, un campamento de verano? ¿Quién es toda esta gente?- Se sacó un enorme puro de la gabardina y, tras llevárselo a la boca, se lo encendió con unas cerillas. Los agentes se miraron entre ellos y el más cercano al demonio se encogió de hombros.
- Al parecer, no somos la única organización interesada en los eventos del mineral este... Han venido S.H.I.E.L.D y la C.I.A. también, señor.- ¿Por qué iba la C.I.A? Se supone que ellos eran la organización gubernamental que se encargaba de estas cosas, no los pijos engominados de la capital. ¿Y S.H.I.E.L.D? El pesado de Furia seguramente había mandado a sus agentes a ser los primeritos en tocar el escenario y joder las pruebas. Era lo que mejor se les daba. Hellboy negó con la cabeza y resopló.
- Malditos turistas... En fin, vamos a ver que tenemos aquí. ¡Tiritas! Con Abe y conmigo.- Pero antes de que pudiesen comenzar a andar hacia el centro del centenar de tiendas de campaña que se agolpaban frente a ellos, la tierra comenzó a temblar y un estruendo de mil demonios resonó alrededor de todos ellos. La gente que allí había comenzó a gritar y a correr en todas direcciones, acercándose a las inmediaciones del centro para ver de primera mano qué estaba pasando. Una enorme estalagmita de color rojo como la sangre salió del suelo y, tras unos estruendos finales, quedó suspendida en el aire frente a todos los asombrados testigos que presenciaban el espectáculo boquiabiertos e incrédulos. Hellboy dio una calada a su puro sin haberse inmutado un pelo.- Mira qué bien, parece que llegamos cuando empieza el espectáculo. Andando, vamos a saludar a lo que quiera que sea eso.
Ficha de Personaje Alias: --- Nombre real: Salomon Debrou Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 7th Octubre 2014, 00:44
El joven Salomon tenia muchas cosas en la cabeza, primero el hecho de que el Gobierno lo haya reclutado para una agencia secreta que nunca había oído en su corta vida ¿B.P.R.D.? ¿de donde había salido?, por supuesto, el hecho de que el Gobierno de los Estados Unidos ocultara secretos no era nada extraño para el ciudadano común, y de que era secreta lo era, porque uno de los requisitos que le pedía el Estado era no divulgar y mantenerse tanto él como la B.P.R.D. en el anonimato. La pregunta en cuestión que surgía era ¿Cuantas mas organizaciones tendrá oculto el Gobierno? Bueno... Eso era un tema que por el momento no importaba.
Otra cosa que mantenía a Salomon pensativo era la "poca" información que le habían suministrado, en los documentos que recibió decían que iba a ser dirigido al desierto de Arizona para investigar "un extraño mineral de procedencia desconocida", como arqueólogo e historiador querían que usara sus conocimientos para investigar el origen de tal piedra. Una breve explicación de la investigación y listo. ¿Eso es todo?-pensó. No recibió mas explicaciones, quizás por temor a que rechazara la oferta y revelar detalles que solo sabría si aceptaba el empleo. Y por supuesto el joven aceptó, de todas maneras no le interesaban los detalles, sea lo que fuere se encontraba fascinado por aquella propuesta y como solo le importaba la investigación, obvió todos los demás detalles que no le interesaban. Pero algo si lo dejo un poco intrigado, al final de los documentos decía: "Será asignado a un equipo, se encontrara con ellos al tomar el helicóptero. -Mmm...-Salomon frunció el ceño al leer aquello ultimo, era extraño pero eso le había dado una mala corazonada-un secretismo para todo jeje- Trató de no darle mucha importancia, un grupo de sujetos vestidos de blanco no era algo del otro mundo, solo esperaba llevarse bien con ellos, y que no lo despreciaran debido a su edad. Sin saber lo que se le avecinaba, Salomon firmó un contrato que cambiara su vida para siempre...
11 de Abril de 2018. Desierto de Arizona. 08:35 A.M.
El chico se sentía incomodo había que admitirlo, "su equipo" era un poco... singular, a excepción de la mujer de cabello rubio, el hombre pez y sobre todo el gigante rojo le producían un poco de temor, -¿que es esto, alguna especie de circo?-fue lo primero que pensó. Trato de ignorar la presencia de aquellos seres y al subir al helicóptero lo primero que hizo después de sentarse fue fijar su vista a la ventanilla, centró sus pensamientos en otras cosas: ¿en que tipo de lugar se iba a alojar? ,¿que era lo primero que iba a hacer?, con el dedo gordo empezó a darle vueltas al anillo que llevaba en la mano derecha y soltó una leve sonrisa de satisfacción, sabia que había llegado hasta allí gracias a su esfuerzo en los estudios, el mismo Gobierno se había fijado sus aptitudes y le habían dado aquel privilegio.
Aunque trató de ignorar la conversación de sus compañeros, no pudo evitar prestar atención a lo que decían:
- Tranquilos chicos, en menos de media hora estaremos en el campamento.-La mujer exclamó. Por el significado de la oración aquellas palabras iban dirigido a todo el grupo, pero Salomon tenia el presentimiento de que la mujer le hablaba al gigante Rojo, y eso no era difícil de deducir, el gigante se veía un poco fastidiado, y no era de menos, toda la noche viajando en aquella nave era un poco estresante, pero al joven no le importaba. Al juzgar por el paisaje y por el comentario de la mujer estaban a medio camino.
- ¿Encuentras algo que nos sirva de utilidad?- Inquirió el Diablo, al oírlo Salomón levantó una ceja y lo observó de reojo, una pregunta vaga fue lo que pensó, quizás solo preguntó por preguntar. No parecía del tipo de personas que haría ese tipo de interrogativas. Rápidamente cambio su expresión y devolvió su mirada al paisaje de la ventanilla.
- Según parece, el mineral que han encontrado en la zona es uno inexistente, al menos hasta ahora. No hay ninguna relación ni coincidencia con absolutamente ninguno de los que existen en la tierra, ni tampoco parece ser de origen extraterrestre... Es posible que nos encontremos ante un posible descubrimiento arqueológico de gran importancia.-Respondió el hombre pez, por su forma de hablar parecía una persona inteligente, quizás de ellos tres él era el único listo. Salomón dirigió su atención a dos palabras: "Origen extraterrestre" "Descubrimiento arqueológico". El chico rogaba que fuera lo segundo ya que ese era "su elemento" por así decirlo, se sentía lo suficientemente capacitado para develar los misterios en torno al mineral. Pero si era lo segundo, igual no se rendiría, ¿estaría relacionado con el anillo que portaba? tendría que recurrir a su Biblioteca ambulante... Nix.
- Bueno, "Tiritas" es un arqueólogo. Tienes suerte chaval, vas a poder mostrarnos tus conocimientos de primera mano.-Aquel comentario le sonó muy chocante, ¿se estaba burlando?, ademas... ¿que clase de nombre era tiritas? le molesto un poco ese apodo y tuvo el presentimiento de que el Diablo ya lo había bautizado de esa manera, dio un pequeño suspiro y como respuesta frunció un poco el ceño en señal de que lo dejara en paz...
Al cabo de varios minutos el helicóptero llegó a su destino, se estacionó lentamente y mientras lo hacía Salomón pudo ver por la ventanilla que no eran los únicos, mucha gente estaba investigando, bajó de la nave, se alejo un poco del grupo y empezó a detallar los distintos campamentos de científicos a su alrededor, tenia sentimientos encontrados, se sentía entusiasmado y a la vez un poco nervioso e inferior y por un momento desubicado, muchos hombres y mujeres de mucha mas edad que él, preparados y con experiencia caminaban con prisa de un lado a otro, parecían muy concentrados, trato de borrar esos sentimientos negativos de su mente y escucho la voz del gigante que lo llamaba:-¡Tiritas! Con Abe y conmigo.-
El joven se acercó al grupo y antes de poder decir algo, la tierra comenzó a temblar, un fuerte ruido se escucho en todo el lugar, Salomon perdió un poco el equilibrio y se agachó en el suelo para no caer y trató de mantener la calma, mientras estaba en el suelo podía ver como las personas corrían desesperadas de un lugar a otro, y otras se dirigían al lugar donde Salomón suponía que se encontraba el mineral. Y de pronto una enorme estalagmita de color rojo salió del suelo y se mantuvo suspendida en el aire, el terremoto se detuvo.-¿Pero que demonios..?-pensó el chico y luego miró fijamente al Diablo que pareció no haber perdido la calma ni por un segundo que dijo:- Mira qué bien, parece que llegamos cuando empieza el espectáculo. Andando, vamos a saludar a lo que quiera que sea eso.
Al oírlo, Salomón sintió como la adrenalina subía por su cuerpo, estaba muy emocionado, aunque visualmente no lo aparentaba,-esto va a ser divertido- pensó el chico, el show había comenzado y era momento de que la B.P.R.D. hiciera su aparición[/color]
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101DianadeThemyscira
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 7th Octubre 2014, 06:57
10 de abril, 8: 17 AM hora de Washington D.C.
Las cosas del otro universo no terminaban de maravillarme. Es decir... La comida, las personas, la gente con la que hacer cosas divertidas, todos los tontos nuevos que hay por arrestar, y un largo etcetera. Pero tanto aqui como alla, lo que mas me desagradaba era la burocracia del gobierno, todas sus agencias y cosas secretas. Lo peor era cuando nos tocaba colaborar con ellos, y seguiamos sus ordenes. "No rompan nada, no hagan caos, quitense esos disfraces tontos, sigan las ordenes de gente que esta detras de un escritorio escribiendo todo el dia" Pura palabreria, y muchos documentos sin sentido.
Justamente estaba pensando eso cuando estaba en la Atalaya, leyendo las noticias del mundo. ¿Que hora debian ser? Alla abajo no serian mas que las 8 de la mañana, y lo se por el desayuno tan bueno que nos preparo las supermaquinas que habia en la base. Todo iba bien, hasta que J'oon llego, con su cara larga y verde.
-Diana. Me alegra encontrarte aqui. ¿Te has enterado de las ultimas nuevas? -No. ¿De que noticias me hablas? -En el desierto encontraron algo. Hay informes acerca de minerales, no concuerdan con las tablas periodicas de la Tierra, ni las de Marte. No encontre nada en la base de datos de la Fortaleza de la Soledad, y Bruce quiere una muestra para su computadora. -¿Y porque no la han tomado? -Bueno, Diana, pensabamos en mandar a Hal, pero hay muchos cientificos... Y esta la CIA, el F.B.I, nuestros nuevos amigos de S.H.I.E.L.D, laboratorios S.T.A.R, las filiales de Wayne Enterprises dedicadas a investigacion cientifica. No dudes que ahi este Amanda Waller y su organizacion, asi que... Tienes que ir. Voy a pensar que seras diplomatica y no haras nada malo con ellos, ¿entendido? -Demonios, J'oon, me sorprende que desconfies de mi -Sonrei con cierta malicia y asenti- Esta bien, ire al desierto y traere lo que me estas pidiendo. -Si, claro. Recuerda... Nada de romper cosas, no trates mal a ninguna persona, no hagas nada que altere el orden... Ah, y tienes que disfrazarte. -¿Disfrazarme? ¿De que piensas que me voy a disfrazar? -En tu Jet esta todo. -Su rapida sonrisa me sugirio que no me gustaria lo que me tocaria disfrazarme. Termine mi vaso de jugo de naranja, y de nuevo, asenti. -Recuerda, Diana, se discreta, y cuando puedas, toma una muestra para Bruce y nosotros.
Me fui hacia el transportador de Ondas Z y apareci en el Salon de la Justicia. Me fui corriendo a mi Jet, y cuando lo abri, busque que habia dejado J'oon dentro. Lo primero que vi fue una bata blanca con el emblema de laboratorios S.T.A.R, una caja de maquillaje, unos protectores para ojos y un broche para el pelo. Demonios, me tenia que disfrazar de investigadora cientifica
Me puse mi disfraz de justiciera debajo de mi ropa de disfraz, me coloque la bata, me acomode el pelo en un broche y me puse los protectores oculares. Cuando acabe de maquillarme, contacte a la Atalaya, pidiendo las coordenadas, y cuando las recibi prendi el motor y despegue camino a Arizona. Con suerte, llegaria en unas cuantas horas, me acoplaria y encontraria el momento oportuno.
Dia 11 de Abril. 8:35 AM.
Soportar los flirteos de los doctores, los agentes secretos y los investigadores era la mas leve de todas las cosas. El sol, las molestias, la incapacidad de estos cientificos de trabajar con los metodos de investigacion de los sabios griegos, y sobretodo, los militares dandonos ordenes a cada momento. No habia forma de acercarme, no me dejaban ver el cristal frente a frente, solo podiamos interpretar lecturas de aparatos extraños, hacer anotaciones, interpretar fotografias.
Cuando terminamos de presentar la octava interpretacion de los datos, decidi salir de la tienda de campaña a tomar agua de las cantimploras, cuando fue que vi a una extraña comitiva. Un gigantesco ser rojo, un ser-pescado (Como los bastardos de Poseidon) y un chico "normal". Por Hera, ¿de donde salian estas criaturas? Tenia que vigilar muy de cerca a ese ser rojo, podria ser un hijo de Hades, y sus hijos son problematicos a mas no poder.
Disimulando, pasando sigilosamente entre las tiendas, me fui acercando lo mas que pude a ellos, solo para escuchar lo que decian. No queria que se percataran de mi, solo tenia que concentrarme y mi oido desarrollado me diria que es lo que estaban comentando. Justamente estaba a una tienda de distancia de ponerme a un metro de distancia del gigante rojo cuando la tierra empezo a vibrar. Por Gea, ¿Que estaba pasando?
Me apoye rapidamente en unas cajas, cuando vi a los cientificos correr dando vueltas, y un cristal rojo saliendo del centro de nuestra zona de investigacion. Definitivamente, no habia visto muchos cristales rojos que flotaran en mi vida, y creo que habia sido suficiente. Estuve apunto de quitarme la bata y romper mi disfraz para mostrar mi uniforme de justiciera y calmar a la gente que se estaba alborotando, pero rapidamente los militares que habia visto empezaron a desplegar sus armas y rodear la zona mientras apuntaban al cristal rojo.
Entonces se me ocurrio la gran idea de meterme dentro de una tienda de campaña, romper mi disfraz y salir volando detras de los militares, de forma que no se percataran del todo de mi presencia, dando una vuelta despues para llegar y caer al lado del gigante carmesi.
-¡Eh! ¡Tranquilos todos! La Liga de la Justicia llego a tiempo.
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
Ficha de Personaje Alias: Mass Murderer Nombre real: Jonathan Smith Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 7th Octubre 2014, 22:59
Por lo general alejaba de mi mente todo tipo de dudas existencialistas. No me importaba si el universo había surgido a partir de materia muerta o si un ser inteligente lo había creado. No perdía el sueño pensando el la enormidad del basto universo, el cual supuestamente se encuentra en constante expansión, ni en lo que en el habitaba siempre y cuando no fuese a parar a la Tierra con malas intenciones. Las muchas formas de vida que seguramente se encontraban dispersas por el cosmos mas haya de nuestra imaginación jamas fueron un tema de mi interés; así como las dimensiones paralelas y las realidades alternativas. Si había un universo paralelo en el cual yo no había sido raptado de bebe y había tenido la oportunidad de llevar una vida normal pues no me interesaba; esa no era mi realidad al fin y al cabo. Incluso con toda la crisis de los multiversos y la aparente "fusión de realidades" como algunos la llamaban, mi primera duda no fue que había causado tal acontecimiento sino quienes eran los nuevos héroes y villanos que venían de los demás universos, sus cualidades y debilidades. No era cuestión de mero desinterés, bueno en realidad si: toda mi vida fui educado a base de cortes y golpes para no dudar, nunca preguntar y solo hacer lo que se me ordenara cuando se me ordenara. Por mas "rebelde" que me hubiese puesto, aquella conducta había arraigado profundamente en mi, aunque al final fue algo bastante provechoso. No creo haber podido asesinar a tantos bastardos de haberme puesto a dudar en cada posible oportunidad si estaba haciendo lo correcto.
Sin embargo, en esas escasas ocasiones en las cuales algo desconocido como tecnología alienigena u objetos interdimensionales llegaban de algún modo a la tierra y mas aun cuando llamaban la atención de todo el mundo, se volvían una preocupación para mi y para mis aliados. Afortunadamente, tenia el equipo y el mal habito de escuchar cualquier llamada o correo hecho por o dirigido para miembros de distintas agencias secretas como la C.I.A. o el F.B.I. por no mencionar sobornos y contactos en los sitios adecuados. Asi fue como me entere de la existencia de un extraño cristal o "mineral" el cual no parecía estar registrado en la Tierra como nada que se conociese. Estaba otra vez ante un maldito enigma que nadie sabia como responder y que ya había llamado la atención del gobierno menos favorito del mundo: el de E.E.U.U.
Así fue como acabe infiltrado en el campamento de los científicos, bajo el nombre del Dr. Yuri Aleksey Ivannoff; por fortuna era soviético al igual que yo y tenia su lugar de residencia en Estados Unidos. Todo lo que tuve que hacer fue teñirme el pelo de rojo, cambiar un poco el peinado, rasurarme la barba y el bigote, ponerme lentes de contacto verdes y broncearme un poco la piel; aparentemente el Dr Yuri era un hombre que disfrutaba de ir a la playa. A simple vista ni yo me reconocía; nadie seria capaz de reconocerme. El hombre a quien suplantaba no había llegado nunca al campamento; yo entre en su lugar sin despertar sospechas. Resulto que el buen doctor tenia tratos con miembros de la Priviet para venderles un poco de lo que fuera que hacia ese mineral, por lo cual lo intercepte en el aeropuerto, le rompí el cuello y me robe su identidad. El único que sabia de su muerte era yo.
Desgraciadamente, acercarme al cristal fue mas duro de lo que pensé. Los militares tenían acordonada la zona y nadie podía acercarse a el lo suficiente como para hacer alguna observación útil, o tomar una muestra como en mi caso, sin ganarse una advertencia de los guardias armados. Afortunadamente esa norma cambio rápidamente después de un dramático acontecimiento. Yo estaba en mi tienda revisando unos papeles cuando de pronto escuche gritos de asombro desde el exterior. Sin dudarlo deje tirado todo y salí corriendo hacia el cristal a ver lo que sucedía. Me lleve varias sorpresas, algunas mas agradables que otras. Para empezar, la mas evidente e importante de todas: el cristal rojo se encontraba suspendido en el aire por obra propia. Segundo: habían llegado jugadores nuevos. Me acerque lentamente buscando examinar a mis "competidores" de modo que pareciera estar observando al cristal. El primero de ellos era un ser de aspecto satánico que no sabia si llamar hombre. Era como un demonio bíblico de gran tamaño con cola, cuernos cortados y una mano de piedra. No pude discernir si llevaba o no armas. El siguiente que capto mi atención fue un extraño humanoide anfibio de piel azulada; parecía un hombre pescado, nada mas que destacar. Los de aspecto mas normal eran una mujer rubia y un chico de aspecto joven con varias banditas en la cara. Había llevado registro de cada persona que entraba y salia del campamento, por lo cual podía saber con total certeza quienes eran nuevos y quienes viejos.
Pero la mas desagradable de las sorpresas me la lleve después de escuchar un grito; uno que para mi era el equivalente a que me dijeran "El papel donde escribiste tu plan se cayo a una trituradora". Era ella; la Mujer Maravilla. El mundo era en verdad muy pequeño; de seguro producto de la fusión de universos. La ultima vez que nos vimos ella intento romperme la columna y si bien pude salir ganador de aquel combate, lo menos que quería hacer era enfrentarme a ella de nuevo. Claro estaba que en caso de estar adecuadamente armado o al menos con un plan en mente, no tendría problemas en enfrentarme a ella; pero en esa ocasión no contaba con ninguna de las dos cosas. Obviamente no estaba desarmado: llevaba mi chaleco de triple Kevlar con fundas magnéticas oculto tras la ropa, así como un buen juego de pistolas. En la parte delantera llevaba ocultas un par de Berettas 92FS Inox, un par de Berettas 93R y un par de Colts M1911. También llevaba La Destructora oculta en un bolsillo interno de la bata de modo que no se notara y SIG-Sauer P230 en la parte trasera. Por ultimo, llevaba mi cinturón de siempre, oculto por la bata abrochada y un cuchillo militar tapado por la pierna del pantalón en la pierna izquierda. Aun así dudaba que mis pistolas fueran suficiente como para vencer a la Mujer Maravilla, a los guardias, a los "nuevos jugadores" y a lo que fuera que saliese del diamante en caso de que algo saliese.
OmegaDust Omega Universe
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 8th Octubre 2014, 23:25
[OCC: Espero de corazón no aburriros, pero tened en cuenta que asistís a un parto, y que no siempre son fáciles...]
¡TODO EL MUNDO QUIETO!- El hombre levantó el arma, mientras apuntaba en dirección a la inmensa roca flotante.
No había forma humana de detener a toda esa gente. Algunos, los más temerosos, se habían retirado a toda carrera, arroyando con una marcha colérica cuanto se pusiera en su camino, fuese esto material, vegetal, o humano. Otros, por el contrario, útiles en ristre trataban de aproximarse a la piedra que había emergido de las entrañas de la tierra, dispuestos a registrar de aquel fenómeno todo lo que les fuese posible obviando como hombres de ciencia que desconocían si ese acontecimiento podía suponer un riesgo real para sus vidas.
La conmoción fue tal, que algunos de los militares que habían ayudado a controlar el perímetro se vieron obligados a lanzar salvas de aviso al aire, lo cual, si bien no contribuyó a calmar los ánimos, hizo que todo el mundo se detuviera, atenazado por un instante a causa del inconfundible sonido de los disparos. Aseguraron el perímetro en torno al cristal, mientras el rugido de la tierra se hacía cada vez mas leve hasta desaparecer, y la masa de arena se iba deslizando poco a poco hacia abajo, cubriendo el agujero del que había emergido aquella inmensa piedra carmín. Se llenó con tal rapidez que parecía imposible que aquel corte de mineral hubiera podido salir de ese hueco tan escaso en profundidad.
Tras dar las indicaciones pertinentes, llamando a la concurrida masa expectante a la calma, enviar numerosas informaciones a sus superiores, y sólo después de haber comprobado las identificaciones que acreditaban a cada uno el derecho a estar allí, estuvieron listos para seleccionar a algunos miembros que, por turnos y gracias a su especial preparación, fueron elegidos para permanecer en torno a la piedra. Entre ellos se encontraban representantes de las diversas entidades que habían enviado equipos allí, uno por cada una, salvo en excepcionales casos, como por ejemplo S.H.I.E.L.D o el de los miembros del B.P.R.D. a quienes permitieron entrar en el nuevo perímetro de seguridad sin miramientos. El resto, fueron desalojados fuera del campamento.
Para cuando la organización les permitió el paso, el tiempo había devorado varias horas en sus relojes, y el sol ya había tenido tiempo de castigar los cuerpos de los que permanecían bajo su abrasador influjo. El calor se había convertido en una cobertura sofocante, que no les permitía olvidar el lugar en el que estaban. En su lugar original y tras la fantasmagórica levitación, el cristal parecía no haber sufrido cambio alguno, salvo un leve vaivén que lo elevaba, y luego lo hacía descender apenas unos centímetros de la distancia media en la que orbitaba. El grupo puso rumbo al interior de la zona de seguridad acompañados por una escolta armada, fueron guiados hasta el corazón del campamento. A medida que avanzaban para acercarse, el sol se elevaba tras una de las inmensas formaciones de piedra que hasta entonces había mantenido al pilar flotante de mineral alejado del inagotable fuente de luz que era el astro rey.
El primer destello impactó directamente sobre la brillante superficie desigual de la roca, de un intenso color grana, arrancándole un sorpresivo resplandor violáceo que centelleó reflejándose sobre el suelo en mil pequeñas iridiscencias purpúreas.Todos pudieron verlo...
En el epicentro mismo de la enorme gema, como el mosquito prehistórico por siempre atrapado en ámbar...
De un rojo aún más penetrante, si acaso los ojos humanos podían matizar aquellos tonos, cada uno más intenso que el anterior. Allí, en su interior, suspendida como la piedra lo estaba ahora sobre el aire, había una figura...
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Reverberaba, como el suave aleteo de un pájaro que aún está por descubrir que sus alas le harán libre... El Latido. No era capaz de escucharlo sólo en sus oídos, si no que su dulce cuna lo intensificaba para ella, proporcionándole así alivio y consuelo.
Embriagó su ser de una calidez existente, pero de la que hasta entonces no tenía consciencia, y se encogió un instante hasta ser capaz de abrazar sus nuevas dimensiones. Así, recogida en la mínima expresión de lo que era, sutiles procesos hicieron temblar cada una de sus fibras al recorrer el despertar de su mente, y sus ojos, apenas abiertos, fueron capaces de leer el color que la envolvía. Volvió a cerrarlos, ante la inmensa sensación que en ese instante hormigueaba su diminuta esencia.
La urgencia de desprenderse... De expandirse... De crecer...
Entonces, haciendo acopio de una fuerza que le era totalmente desconocida, proyectó hacia fuera cada hebra de si misma sobre la que tenía poder...
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El tiempo del que dispusieron no fue mucho. Apenas había pasado media hora desde que tuvieran todo nuevamente dispuesto y comenzaran a estudiar el extraño fenómeno. Algunos científicos aún eran reticentes a aproximarse, a pesar de lo cual impusieron estrictos protocolos para aquellos que desearan hacerlo, mostrándose en su mayoría excepcionalmente profesionales. Algunos de ellos se habían decantado por obviar la inmensa piedra flotante, y dirigirse a las formaciones de menor tamaño que se encontraban en la beta del mineral.
Finalmente, uno de los investigadores se aproximó con un pequeño martillo con punta de diamante, y una maza diminuta de metal. Posó la herramienta sobre la piedra, ante la curiosa mirada de algunos de sus compañeros de profesión, que tuvieron la deferencia de otorgarle el beneficio de la duda, a pesar de que se había intentado en otras ocasiones. Los factores habían dejado de ser los mismos...
Aseguró la maza sobre la herramienta, para estar seguro de que iba a golpear en el sitio adecuado. El cabezal metálico se aproximó una, dos, tres veces. Guió la maza hacia atrás impulsándola con un movimiento circular, dispuesto a proporcionar el impacto definitivo, y en ese mismo momento, un nuevo sonido conmocionó a los presentes. Aquel que sostenía la maza empalideció, mirando hacia arriba. Con un sonido que recordaba al crujido propio de un desprendimiento glaciar, la parte superior de la piedra comenzó a resquebrajarse, con una profunda grieta que fue abriéndose de manera desigual hasta la zona central de la gema y de la que se desprendió un pedazo de mineral del tamaño de un puño. Los hombres se apartaron, dejando espacio a la caída de la sección del mineral. Esta jamás llegó a tocar el suelo.
Ante su asombrada mirada, el pedazo rodó y a medida que chocaba contra la pieza de la que se había separado, se fue haciendo más pequeña, hasta que se desvaneció en el aire. No quedó grava, ni tan siquiera polvo. Como si aquel trozo jamás se hubiese desprendido. Sin embargo, la grieta continuaba allí. En su interior, la figura que hasta entonces había tenido un tono rojizo vivo apagó su brillo, adquiriendo uno mas cárdeno que se filtró a través de la grieta, y evidenciando los cortes que había en el material. Aquello causó verdadera conmoción en los científicos. Tras casi un mes de trabajo nadie había conseguido siguiera rayarlo...
_________________ "Ashes to Ashes... Dust to Dust..."
Hellboy Dark Horse Universe
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Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 9th Octubre 2014, 10:49
Un hombre apuntó el enorme mineral que flotaba a unos metros ante ellos gritando que todos permaneciesen quietos. Siempre pasaba lo mismo. Siempre había uno dispuesto a abrir la lata que desencadenaría una serie de gritos, carreras, disparos y caos generalizado en todo el campamento. El demonio bajó la cabeza y negó con esta en señal de desaprobación. La gente se las daba de duros y valientes, pero ponles algo que desconozcan delante y hasta el más valiente se convertirá en un pequeño cachorrillo de perro llorón. Hellboy levantó de nuevo la cabeza, y el humo de su puro salió de la comisura de sus labios.
- ¡Eh! Yo que tú,- abrió y ceró los ojos lentamente mientras negaba con la cabeza ligeramente- no haría eso. A saber qué es la piedra esa... Aunque bueno, dispara contra ella. ¿Sabes lo que pasará? Para empezar, el pánico generalizado en el campamento. Todo el mundo se pondrá a gritar y a disparar también. Y no queremos eso, ¿verdad? O imagínate que esa cosa que flota es inflamable... ¿Estás dispuesto a ser el responsable de la muerte de gente inocente?- Antes de que hubiese acabado de hablar, una mujer apareció volando y aterrizó entre los presentes y la roca flotante. Iba vestida con un traje rojo en la parte del vientre y el pecho, y azul con estrellas en la parte de las piernas y la cadera. Hellboy resopló y miró al cielo.- ¡Furia! ¿No puedes decirle a tus queridos super héroes con mallas que se estén quietos cinco segundos?
- Em rojo... Ella no pertenece a S.H.I.E.L.D... Es la mujer maravilla. Es de la Liga de la Justicia. Ya sabes, los Vengadores del otro universo.- Abe observaba la escena con calma y los brazos cruzados en su espalda. Hacía un poco de calor para él. Afortunadamente se había traído un dispositivo parecido a un collarín que le permitía respirar el oxígeno del agua y le ayudaba a refrescarse. El demonio arqueó una ceja y miró a su compañero.
- Por mí como si es papá Noel. Me tienen harto estos tíos que se creen que lo saben todo.- Y luego volvió la vista a la mujer. La capitana américa debería llamarse, nada de la mujer maravilla. ¿Rojo y azul estrellado? ¿Qué sería lo siguiente, que su arma fuese la libertado y la justicia? Menuda tontería. Tantas pelis americanas les estaban empezando a fundir el cerebro a los machitos de la tele. Al menos no era Tony Stark. Ese tío era de bofetada.- ¡Eh, loca de las estrellas! ¡Sal de ahí antes de que pase algo malo!
- Rojo, Diana de Themyscira es una miembro de la ONU, así como una de las figuras más importantes del panorama internacional mundial. Deberías ser más educado con ella. Seguramente pueda servirnos de ayuda.- Abe siempre tan correcto. Aquello enfurecía al demonio muchas veces, especialmente cuando sabía que tenía razón. Pero apenas había dormido la noche anterior persiguiendo al pesado de Constantine y teniendo una de las charlas más agotadoras de su vida. ¿Por qué todos los que venían del otro universo eran tan cabezotas? La mitad estaba loca de remate, y la otra era para darles una paliza hasta que no pudiesen levantarse del dolor. Hellboy resopló sonoramente, provocando que una densa humareda grisácea saliese de su boca.
- Está bien, ¡está bien! Tú dedícate a ver qué demonios es el pedrolo enorme ese y yo hablaré con la princesita de pitiminí.- La princesa Diana. Menuda era esta. Habían estado investigando acerca de la Liga de la Justicia desde que Angela les habló de ella, y habían encontrado de todo. Al parecer, la mujer maravilla era querida y respetada a escala mundial, a pesar de que tuviese un fuerte carácter y fuese algo orgullosa. Muy parecida a Liz, pensó Hellboy cuando leyó acerca de ella por primera vez. Era una fuerte aliada, de eso no había duda. Pero de ahí a interponerse en medio de una investigación porque le sale de las narices había un largo trecho. Azul se acercó a la enorme roca flotante y extendió sus manos hacia ella, investigando su naturaleza y composición.- Bueno Diana, ¿qué te trae por aquí? ¿La Liga no tiene algún gatito que bajar de un árbol o alguna viejecita que necesite que le ayuden a cruzar la carretera?
Abe se acercó al mineral pero casi al instante le dijeron que debía alejarse de este. El revuelo provocado por la aparición de la gigantesca piedra hizo que el ejército tomase cartas en el asunto, ordenando a todo el mundo que se alejase de la zona, la cual pondrían en cuarentena. Este miro a su compañero rojo, y el demonio le indicó que hiciese caso a los militares. Lo último que necesitaban era una bronca gubernamental. Seguramente en un rato les dirían que podrían acercarse, en cuanto comprobasen que no había peligro. Hasta entonces, tenían mucho que hacer.
Pasaron las horas y por fin, tras un montón de papeleo aburrido y estricto, se permitió a algunos afortunados acercarse a la enorme roca flotante. Hellboy observó a su compañero Azul ir a examinarla mientras se encendía un nuevo puro. El sol golpeaba inmisericorde sus rostros, y los goterones de sudor caían como gigantescas perlas por las frentes de los presentes. Los sonidos del agua cayendo desde las cantimploras a las secas bocas de la gente, o sus abrasadoras cabezas resonaban en un murmullo generalizado. Toda clase de teorías comenzaron a recorrer el círculo de científicos alrededor de la enorme piedra. Para el demonio el calor no era un impedimento. De hecho, apenas lo notaba. Pero tener que estar aguantando las quinientas historias burocráticas del gobierno y el ejército. Azul llegó hasta el enorme mineral y lo rozó con la yema de los dedos. Dio un respingo hacia atrás y miró al demonio.
- Rojo... Creo que deberías ver esto.- No hizo falta que este se acercase. Unos potentes rayos solares atravesaron la enorme roca, dejando entrever su interior. Allí, una pequeña figura flotaba atrapada en medio de la roca como si de una prisión se tratase. El demonio sujetó el puro con la mano mientras su boca se abría ligeramente ante el espectáculo de luces rojizas del que estaban siendo testigos. Dio unos pasos hacia la enorme masa flotante, sin quitar los ojos de la figura que se dibujaba en su interior.
- Abe, ¿qué demonios es esa cosa?- Ya se habían enfrentado a seres encerrados en prisiones de cristal o hechas de gema. Muchos de ellos habían sido criaturas hechas del mismo material de su celda o que guardaban cierta relación con él. Había buenos y malos, dependiendo de la naturaleza de estos. Si se trataba de algún ser peligroso habría que entrar en acción. Si era bondadoso, calmar a todos los presentes. Nadie está acostumbrado a ver cómo algo sale de una enorme gema rojiza flotante. Por regla general, la gente solía asustarse a la mínima de cambio, y disparar contra algo que era bondadoso no solía sentarle muy bien. De hecho, podía cambiar su naturaleza por completo y volverse una criatura peligrosa y agresiva si no se andaban con cuidado. Pero antes de que Abe pudiese contestar, aún ensimismado en lo que acababa de ver, un aventurero se atrevió a clavar una herramienta contra la roca sin que nadie se lo impidiese. Fueron tres golpes secos, y un fuerte sonido recorrió el campamento entero. El demonio cerró los ojos y resopló. ¿Acaso la gente no era consciente de la gravedad de la situación? ¿Acaso para ellos era como una atracción del circo? Empezaba a estar cansado de tantas tonterías juntas y apenas llevaban media mañana allí. El hombre tenía una cara de pavor que saltaba a la vista, como quien acaba de darse cuenta de que lo que ha hecho no ha sido la idea más brillante del mundo. La piedra comenzó a desquebrajarse desde la parte superior, describiendo grietas desiguales y sin ningún patrón aparente que siguiese.- Bueno, supongo que sabremos ahora de primera mano qué quiere lo que sea que haya ahí dentro.
Ficha de Personaje Alias: --- Nombre real: Salomon Debrou Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 10th Octubre 2014, 01:46
A Rojo y a su equipo le habían costado un poco llegar al lugar de los acontecimientos, debido a la gran cantidad de gente corriendo de aquí para allá era inevitable chocar al caminar. A pesar de que habían llegado hace poco, al joven Salomon ya le estaba afectando un poco el calor del desierto y eso, ligado al tumulto de gente por doquier y al estrés que transmitían, hacían que el chico se empezara a sentir... Incomodo. Al llegar hasta aquella piedra flotante, Salomon no pudo evitar cambiar su expresión al ver a aquel escenario, nunca antes había visto algo así, por eso le había impresionado tanto. Aun así trato de mantener la calma y dejó el entusiasmo a un lado y decidió poner manos a la obra. En eso, se apareció una mujer vestida de "super-heroína", el chico la vio por un instante pero luego devolvió la vista hacia la gema flotante, no le interesaba quien era ni que hacia allí, ni lo que estaba diciendo, había venido a aquel lugar a trabajar y eso iba a hacer.
Pero cuando su compañero pez se había acercado para examinar la piedra, los guardias pidieron que el grupo se alejara, al parecer las cosas se habían salido un poco de control y los militares estaban exigiendo orden... Después de un laaaaargo papeleo, el joven se estaba empezando a estresar, Salomon mantuvo el ceño fruncido y a darle vueltas varias veces al anillo para calmar el estrés, se parecía a un hijo después de haber sido regañado por sus padres. Para distraerse y para aplacar un poco el calor tomó agua varias veces. Cuando por fin obtuvieron el permiso se acercaron nuevamente a aquel lugar.
Detalló rápidamente la cosa flotante, e inquirió por un momento en su mente:-¿que demonios es esa cosa?- de pronto escucho una voz dentro de su mente-Salomon esa piedra no es de este planeta- -¿Eh? Ah, Nix, andabas muy callado, ¿que fue lo que dijiste? -Algo me dice que esa piedra no pertenece a tu mundo Salomon... A la tierra. -mmm... Eso solo complica un poco las cosas- Bueno eso ya era algo de suponer, las piedras o minerales del planeta tierra no flotaban en el aire, aunque como estaban ahorita las cosas todo podría suceder pero era una suposición que iba a dar por cierta.
Mientras que Salomon conversaba con la entidad, ignoraba a su amigo el hombre-pez que no había dudado tampoco en acercarse, al parecer en el grupo, los únicos científicos eran él y Salomon. Pero el Diablo y su otra compañera se mantenía junto con ellos, cerca. El chico bajó un poco la mirada y se agacho al suelo, quedó extrañado al ver que el agujero de donde se había desprendido la piedra ya no estaba... Como si alguien se hubiera tomado la molestia de cubrirlo con tierra.
-Salomon, observa, hay algo vivo allí adentro. Le dijo la entidad con voz apresurada para que devolviera la mirada.-¿Eh?-Pregunto el joven, pero justo cuando regresó la mirada pudo observar aquella imagen. Los rayos solares atravesaron la enorme roca revelando su interior. Una figura como si de un "bebe" se tratase se asomaba en su interior. Los ojos de Salomon se abrieron como platos por un momento, se mantuvo en silencio y luego reacciono.-¿Esa posición, es como... la de un bebe?-dijo en su interior.
En ese momento un sujeto se acercó a la gran piedra para asestarle un golpe, Salomon le observó, estaba impresionado por la intrepidez de aquel hombre.-¿acaso va a...-pensó el chico, pero antes de que terminara su pensamiento. El hombre le asestó tres golpes, y la piedra se quebró; un sonido fuerte se escuchó en el lugar, por un momento Salomon creyó que la piedra se iba a quebrar por completo pero solo un pequeño pedazo fue lo que se separo, deslizó, cayo y antes de tocar el suelo se desvaneció.
Todos quedaron impresionados, y Salomon; con mas curiosidad que antes se levantó y metió ambas manos en los bolsillos del pantalón, ahora todo había cambiado para él, ya no le interesaba la piedra en sí(al menos no por ahora) aquella figura en el interior de la piedra, eso era lo que le llamaba la atención, quería saber que era, ¿un humano? no muy probable, ¿un alíen? eso era mas posible, y si es así; ¿que raza?, la impaciencia estaba aumentando, trato de calmarse(nuevamente) dio un suspiro y dijo en voz baja:-¿Parece un... bebe no lo crees?
La agente Kate que se mantenía un paso atrás de Abe y Salomon, no pudo evitar escuchar al joven que al parecer le hablaba a ella, le miró y le dijo:-¿Que dijiste Salomon? -Digo que... Por su forma, parece a la de un feto. Creo que llegamos justo a tiempo-volteó la mirada a la mujer- esa cosa está a punto de dar a luz.
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101DianadeThemyscira
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 12th Octubre 2014, 09:05
Por alguna razon, los hombres siempre hacian cosas erraticas en los momentos menos esperados. Apuntarle con un arma a una cosa que flota no era la mejor de las ideas, pero, tenia que comprenderlos. Estaban en una situacion que probablemente no venia en sus entrenamientos, y ahora debian decidir que hacer. Me cruce de brazos, mirando a los militares, portando esos cascos tan feos, tan poco representativos del honor de una nacion, cuando de pronto decidieron desalojar a los civiles mas sensibles, o quizas los menos importantes para ellos. Uno de los cientificos me toco el brazo, pero respondi negando firmemente con la cabeza. Ya quisiera ver como un tontito me va a mandar a mi a que me vaya cuando hay una zona de peligro.
Me acerque unos pasos, hasta que escuche una voz fea y molesta. ¿Quien osaba llamarme "loca de las estrellas"? Me gire, fulminando con la mirada a los presentes, y vi al demonio hablar con el ser de la Atlantida que lo acompañaba. Debia de ser ese sujeto, claro que si. Nunca habia confiado en los hijos de Hades, y esta no seria la excepcion. Me acerque a el, mientras el ser demonio rojo le contestaba al pescado, y despues se acercaba a mi.
Escuche sus palabras, tipica arrogancia, tipica mezquindad. Por eso odiaba a estos seres. Y despues, se atrevia a sugerir que la Liga no hacia cosas importantes. Ignoraria eso, no dejaria que ninguno de sus tontos comentarios me dañara. Era obvio que es un provocador, y a el no le constaba nada de nuestro trabajo
-Vuelve a la region del Tartaro a la que pertenezcas, basura. No te metas en donde no te toca. - Y le di la espalda, dirigiendome hacia la zona del cristal rojizo. Intente ver que era lo que habia ahi, pero rapidamente ya habian acordonado el lugar. Prioridad uno, solo miembros del ejercito o por disposicion presidencial. Tuve que regresar, y al igual que el demonio rojo, esperar.
Probablemente Cyborg me enviaria unos cuantos archivos, no tardarian en propagarse las comunicaciones y la Atalaya notaria eso. Solo seria cuestion de esperar.
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Que lindo era estar bajo el sol. Me hacia sentir esa emocion de que estaba en la accion, como a mi me gustaba. Me imaginaba que los primeros jugadores del Pentatlón estaban igual de emocionados que yo, esperando pasar a demostrar la gloria de su pueblo y de su espiritu ante los dioses. Lastima que hace mucho tiempo se dejo de practicar eso...
Mientras pensaba en que podria haber en el cristal flotante, un sonido provino de mi transmisor: Era una señal para recibir un mensaje. Tome el comunicador, y lei los datos escritos "Ya tienes acceso". Debia ser obra de Cyborg, o de J'oon. El caso es que, fui de nuevo a la entrada de la zona y los militares me dejaron pasar. Probablemente, enviaron un mensaje a los directivos del ejercito en Washington informandoles que yo estaba ahi y era una de las agentes de la Liga encargada de esa situacion.
Al entrar, abri la boca sorpresivamente al ver los rayos perforar el cristal y ver una especie de sombra, una silueta humana, como si fuera una persona encerrada. Me parecia similar a lo que alguna vez vi en la fortaleza de la soledad de Superman, donde se mantenian en inanicion distintos tipos de animales y plantas alienigenas... Pero esto era bastante singular. Un objeto de admiracion y estudio... hasta que un sujeto decidio ir y romperla.
La pieza cayo, y al desprenderse, parecia como si no hubiera caido nada. Las grietas se empezaron a formar del cristal, y, bueno... La siguiente situacion se volveria muy dramatica, por lo que apareci mi espada magica y desenrolle mi lazo de la verdad. Si lo que sale de ahi era peligroso, tenia que estar preparada.
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 18th Octubre 2014, 06:11
El pánico no tardo en aparecer después de que uno de los soldados apuntase al cristal con su arma; lo mire con incredulidad ¿En serio? ¿Estábamos ante un suceso de naturaleza desconocida, frente a un cristal que los científicos llevaban mucho tiempo intentando penetrar sin éxito y aquel hombre quería dispararle con algo tan simple como si arma de fuego? Einstein lo dijo "Solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana y de lo primero no estoy seguro". Sin embargo no podía culparlo del todo: el era un soldado, los entrenaban para matar no para pensar; yo lo sabia por experiencia propia, había sido uno de ellos. Desgraciadamente no podía solo ir y dejarlo fuera de acción; se vería demasiado sospechoso que un erudito sin excepcional condición física lograse derrotar a un militar entrenado sin mucho esfuerzo; el sigilo era fundamental para el éxito de mi operación y con la Mujer Maravilla en escena no podía arriesgarme a hacer nada que lo comprometiera, debía ser mucho mas cuidadoso que siempre.
Afortunadamente el gran demonio bíblico de aspecto humanoide hizo ese trabajo por mi; se acerco al hombre asustado y lo hizo entrar en razón antes de que cometiera una locura; al menos había algunos con sentido común en aquel lugar cuyo cerebro aun no había sido cocinado bajo el sol. Para aumentar mi buena impresión de su "persona" el ser rojo también reacción negativamente ante la llegada de la supermodelo con poderes favorita de América. También lo escuche mencionar a Nick Furia; ese director de SHIELD y yo teníamos cuentas pendientes pero por el momento no eran mi prioridad. Sin embargo, con la agencia "secreta" mas importante del mundo en juego, mis movimientos solo se veían mas limitados y dificultados, estaba seguro de que el hombre del parche sabia exactamente quien era yo. El ser a quien a partir de ahora llamaría "Rojo" no tardo en expresar su desagrado por la liga y uno de sus mas famosos miembros. Me hubiese puesto de su lado de no ser por que tenia un papel que cumplir y no podía darme tiempo para distracciones. Aun así, el verlo a él intercambiando palabras con la mujer fue algo, como se dice...¿Divertido? Rojo era impertinente y tenia aparentes problemas de disciplina mientras que la princesa era orgullosa y de mal carácter; con esos dos juntos una pelea no tardaría mucho en estallar, no podía dejar que su estupidez pusiera en peligro mis planes. Al final mi intromisión no se vio necesaria como cada quien se dio la vuelta y siguió con lo suyo.
Los militares establecieron un perímetro y no dejaron que nadie lo atravesase; procedimiento estándar. Volví a mi tienda sin rechistar aunque no por eso dejaría de examinar la piedra. Desde mi posición podía observarla perfectamente con un par de binoculares, los cuales tenia. Ademas, si surgía una situación de combate, me desempeñaría mejor con la cabeza fría que los guardias, quienes tendrían que estar bajo el sol durante un buen rato. Pasaron las horas y nadie. Finalmente nos dejaron volver al campo a continuar experimentando con la roca; solo los pocos elegidos pudimos quedarnos, el resto tuvo que abandonar el campamento. A mi me dejaron quedarme; había elegido una victima con buenas conexiones. Asimismo, los "nuevos jugadores" y la Mujer Maravilla pudieron quedarse en el lugar como representantes de su respectivas organizaciones, fueran cuales fuesen.
En un determinado momento vi al hombre anfibio acercarse al cristal y tocarlo con la punta de sus manos, solo para llamar después a su compañero de grandes proporciones. Eso no era normal, aunque siendo justos el mismo "hombre" tampoco lo era. Me dirigí hacia ellos siguiendo de cerca al tipo rojo para ver si lograba descubrir el motivo de su interés, sin embargo no hizo falta que avanzase mucho. Cuando los rayos del sol cayeron sobre el cristal se produjo un resplandor violeta y acto seguido pude obtener una buena vista del mineral. Había algo adentro; mejor dicho alguien. Entonces uno de los científicos se acerco con herramientas dispuesto a hacer otro intento por extraer un fragmento de la gran roca. Tenia grandes dudas de que fuese a lograrlo, según me habían contado hasta el momento nadie había podido. Por otro lado las condiciones eran otras y en el remoto caso de que pudiese extraer un pedazo, yo me lo llevaría tarde o temprano por lo cual en nada me perjudicaba que lo intentase. Desafortunadamente nada salio como lo calcule y me acabe llevando mas de una sorpresa. Para empezar el hombre si tuvo éxito en quebrar un trozo de roca, lo cual me sorprendió, pero luego este mismo pareció desintegrarse en el aire y frente a las narices del incrédulo aventurero, quien pareció no poder creerse lo que había visto, al igual que el resto de sus camaradas
Para aumento de la sorpresa de todos, la silueta dentro de la enorme piedra se hizo mas evidente cuando esta comenzó a resquebrajarse, como si aquel fragmento extraído hubiese sido el inicio de una reacción en cadena. Como bien dijo el joven, la piedra estaba a punto de dar a luz. No sabíamos si el "bebe" seria bueno o malo, por lo cual necesitábamos estar preparados ante todo; ser precavidos pero sin que se nos pase la mano para no convertir a una criatura peligrosa y amistosa en hostil. Pero desde luego, alguien tenia que arriesgarlo todo en un estúpido intento de demostrar confianza; en este caso le toco a la amazona el papel. Me acerque hacia ella con rapidez y sujete su fuerza su muñeca izquierda con mi mano.- No seas idiota- dije con el ceño fruncido, mirándola a los ojos y hablando por primera vez desde mi llegada.- Si lo que sea que se encuentre ahí es hostil y te ve con esa actitud, podría sentirse amenazada y atacar. Si enserio quieres estar preparada, deja la espada y conserva el lazo, por ahora las armas no son necesarias.- No podía arriesgarme a que comprometiese las vidas de personas inocentes. Solté su mano y le di la espalda, sin ganas de escuchar alguna posible amenaza o comentario sobre como no debería hablarle a así.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 18th Octubre 2014, 18:34
[FDP: Sólo unas cuantas notas informativas, chicos. Las horas irán avanzando poco a poco, sentíos libres de haced lo que creáis conveniente durante ese tiempo. Algunos quizá queráis retiraros a comer, o intentar indagar acerca de lo que otros científicos saben, etc. El vídeo que he enlazado importa por el sonido, de manera que podéis ir leyendo mientras escucháis.]
Tras el quiebro del cristal, la mayoría se retiraron de las inmediaciones próximas, procurando observar desde una distancia prudencial el nuevo incidente. Las especulaciones de lo que había en su interior empezaron a murmurarse en voz baja, hasta convertir las posibilidades en un rumor constante, como el zumbido de una colmena de abejas que delata así su presencia. A pesar de la ruptura y las grietas derivadas de ella, el enorme monolito flotante continuó suspendido sin que pudieran localizar una sola esquirla que poder guardarse como muestra, y que habría sido el resultado natural de una fractura como la que se había abierto en el corazón de la enorme gema.
Tras los intensos instantes posteriores, los pocos elegidos que aún estaban dentro del perímetro aguardaron, alientos contenidos en el pecho como si el hecho de respirar fuese a causar un cambio en el curso de los acontecimientos. Segundo tras segundo, los minutos se acumularon, permitiendo a la multitud apaciguar sus inseguridades. Pero tras algo menos de un cuarto de hora, un restallar volvió a escucharse en la zona alta de la piedra, que sin explicación alguna parecía sometida a una intensa presión que la oprimía abriendo más grietas que surcaron la superficie, hasta que al fin otro trozo enorme se desprendió volatilizándose de nuevo a medida que caía, de un tamaño tan considerable que sin duda alguna habría llegado hasta el corazón purpúreo del que ahora se podría observar algo. Una finísima capa violácea de cristal impedía la visión de lo que había en su interior, pero esta empezó a deslizarse en un pequeño alud de diamantes malvas que a medida que caían y desaparecían en el aire, dejaban verter un elemento rojizo que se abrió paso por el agujero que había llegado hasta el núcleo de la gema.
Como un millar de hebras de seda de araña, de un rojo tan penetrante que era capaz de apagar en comparación el de la piel del enorme demonio que destacaba entre los presentes, un mechón de cabello se vertió al exterior con la cadencia temeraria con que el magma se desliza por el exterior de un volcán en erupción abriéndose paso a través de la tierra. Su color era tan intenso que parecía irradiar calor. Prendidas de aquellas finas fibras, unas sutiles perlas de un blanco nacarado destacaron bajo la luz del sol, dotándolas de un aspecto de maravilla natural, como las gotas de rocío se dibujan perfectas sobre la vegetación.
El sonido actuó como preámbulo al posterior temblor que volvió a sucederse. Crujidos y corrimientos de tierra en torno al yacimiento provocaron nueva expectación, mientras pequeños brotes de cristal emergían del suelo sobre el que se sustentaba el mineral flotante, uniéndose entre ellos haciendo una sola pieza ancha, como una hoja cortante que se aproximaba sin remedio hacia la piedra resquebrajada. Su paso era lento, pero inexorable, hasta que a mitad de camino se detuvo.
Nuevos instantes de silencio, mientras el entorno encontraba algo de descanso, envolvieron el momento. Pero esta vez, se trató tan sólo de unos segundos que quedaron suspendidos en la espera de la expectativa. Con un nuevo crujido inmenso, la roca quedó seccionada por la parte de abajo, y toda una pieza de más de medio metro se desprendió del cristal flotante, y chocó con estrépito con la que acababa de brotar en la parte inferior. El polvo se levantó, suspendido en toda la parte inferior como una pantalla que no dejaba paso a la visión. Como había sucedido anteriormente, las esquirlas se deshicieron, y quedaron tan sólo enormes bloques resultantes de la colisión. Para la sorpresa de aquellos que trataran de acercarse y cogerlos, estarían tan firmemente anclados al suelo como lo habrían estado en un yacimiento natural.
Un ruido brotó del interior del polvo, haciendo enmudecer las instrucciones, las expresiones de sorpresa y el rumor general. Todo quedó en total calma, mientras la niebla de polvo se disipaba poco a poco. Un gruñido profundo y gutural se oyó mientras la última partícula caía finalmente al suelo. El correteo posterior provocó que los militares apuntaran sus armas de nuevo hacia la zona, para contemplar como una Criatura salía de entre las piedras que quedaban. De unas dimensiones similares a las de un perro mediano, con una capa de pelaje inmeculadamente blanco, el ser contempló a los presentes con las orejas enhiestas, y el extraño morro apuntando directamente hacia ellos. Su cuerpo se tensó con la precisión propia de los animales a punto de huir. Pero tras husmear el aire, la larga cola adoptó una posición baja y sumisa, inclinó las orejas, y continuó andando por los alrededores con rapidez, olisqueando cuanto le quedaba al alcance en torno al inmenso monolito.
La expectación creada por la pequeña criatura que no era posible asociar a simple vista con ningún otro animal conocido en la tierra hizo pasar desapercibido el hecho de que la mitad de un pie y las falanges de otro podían observarse claramente brotando a través de la piedra. Por la parte inferior de la misma asomaban diez dedos...
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El estallido de luz sucedió rápido y cegador...
Por primera vez en su vida, sintió la confusión, aunque entonces no pudo pensar en ella como concepto. Poco a poco, se fue atenuando, y sus oídos captaron el atronador estertor de algo que no era aquel latido primigenio que recordaba desde que tuviera conciencia...
Suspendida en el límite del desfallecimiento causado por todo aquello que irrumpía en su ser, la sensación de una inenarrable necesidad la hizo presa...
En alguna parte, alguien la reclamaba...
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Tras la aparición del pequeño animal, las horas posteriores sucedieron sin cambios significativos, salvo el hecho indiscutible de que la piedra seguía haciéndose más, y más pequeña. La materia de la que estaba compuesta disminuía, pero no dejaba partícula o porción alguna que se pudiera recoger. Sencillamente empequeñecía poco a poco.
La criatura, a la que habían intentando atraer, había renegado de alejarse del lugar en el que había aparecido. Habían tratado de tentarlo con comida sin resultado, y salvo olfatear, no había hecho otra cosa excepto vigilar la zona en la que la gema, cada vez más mermada, se mantenía aún suspendida. Algunos de los científicos, agotados, habían ido a comer, otros se habían ido a informar a sus jefes y compañeros y el resto descansaban cerca del yacimiento, mientras hablaban acerca de qué hacer con la criatura y quién debería llevársela, en caso de capturarla, inseguros aún de lo que pudiera ser. Algunos se habían puesto en contacto con biólogos y otros especialistas, para hacer especulaciones acerca de sus posibles métodos de defensa y ataque, su dieta, su peligro potencial, etc.
La tensión se extendía en el ambiente. Muchos estaban cansados de esperar, y querían tomar acciones para sacar el cuerpo que había en el interior de la piedra. A esas alturas, los pies habían sido liberados por completo hasta el talón y el otro podía verse hasta el tobillo. Por un lateral había empezado a aparecer la mitad de una mano. A medida que el cristal había ido afinándose, la forma se había ido definiendo y la mayoría apoyaban la teoría de que, lo que fuera aquello, era sin duda antropomorfo.
Aproximadamente a las cuatro de la tarde, un nuevo desprendimiento, mayor incluso que el anterior volvió a provocar el pánico. Esa vez, en lugar de alejarse de la piedra, muchos se acercaron a ella para contemplar de primera mano lo que fuera a suceder ejemplificando una verdad innegable del ser humano. Cuando se acostumbraban a lo extraño, lo convertían en cotidiano, y al hacerlo perdían el miedo obviando el hecho de que aún cabía la posibilidad de que aquello fuera extremadamente peligroso. Así era como se ponían en riesgo, sin saberlo...
La parte superior se resquebrajó de una manera antinatural, con una línea perfecta que mostraba una pequeña inclinación hacia un lado, y se deslizó suavemente hasta caer al suelo. El pedazo era demasiado grande para volatilizarse, así que al chocar con los restos de los que había salido el animal desconocido, se fusionó con ellos, dando como resultado una hipnotizante formación de mineral.
Pero las miradas de todos fueron atraídas hacia lo que emergía ahora de la roca. La estupefacción fue general. Con la magnificencia piadosa de un Cristo descendido de la cruz, la mitad de un torso inclinado hacia delante, cuyo rostro estaba oculto tras una inacabable melena grana que no permitía ver sus facciones, el resto de la formación rocosa sustentaba aún en su interior el resto de un cuerpo, del que apenas había sido liberado un brazo, delgado y níveo, que colgaba lánguido e inerte en un lateral.
Sus ojos, posados en la figura, fueron guiados hacia algo que se movía en torno a la cabeza... y todos comprendieron el porqué de ese corte perfecto en el mineral. Una finísima aureola plagada de estrellas doradas orbitaba en torno a aquella cascada inacabable del color de la sangre donde una de las perlas comenzó a abrirse, dejando entrever el origen de unos pétalos tan delicados como el ser aún a medias atrapado en la menguante joya flotante...
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Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 19th Octubre 2014, 12:38
Poco a poco, la gente comenzó a acercarse alrededor de la gigantesca piedra flotante, mirándola con curiosidad y miedo al mismo tiempo. No todos los días se veía algo así. Ni siquiera Hellboy y Abe estaban acostumbrados a algo así. El demonio miró a su compañero, tan extrañado y sorprendido como lo estaba él. Cuando Abe ponía esa cara sólo podía significar dos cosas: o que lo que había dentro era potencialmente peligroso, o que no tenía ni idea de qué demonios era. Rojo no sabía muy bien qué prefería, saber que lo que había ahí dentro era peligroso, o no saber qué demonios era, ya que, si además de no saber qué era, podía atacarles, la cosa se ponía mucho más emocionante e interesante. El humeante puro descansaba entre sus dientes, mientras mantenía los ojos entrecerrados sin dejar de mirar la figura que se veía a través del mineral. Las paredes opacas de este impedían diferenciar de qué se trataba, si una figura humanoide u otra cosa. Grietas comenzaron a dibujarse por la superficie y el demonio se impacientó ligeramente ante la falta de información.
- Abe, ¿qué es lo que has visto?- Azul no dejaba de mirar el mineral con los ojos muy abiertos, al igual que su boca. Se encogió ligeramente de hombros mientras negaba con la cabeza y se volvió a su compañero.
- No... No lo sé. No sé exactamente qué es, pero parece que hay más de uno ahí dentro... Hay algo vivo, de eso no tengo duda, pero no tengo ni idea de qué es exactamente. Es una criatura sobrenatural y bastante poderosa, pero es lo único que puedo decirte ahora mismo. No tengo ni idea de si es bondadoso o maligno, de si es humano o no, de si es...- Antes de que Abe pudiese terminar su frase, de unas piedras que había caído apareció una pequeña criatura con un pelaje blanco y un largo hocico acabado en una redonda nariz. Emitió un par de extraños sonidos y correteó alrededor de la base flotante del enorme mineral después de olisquear a los presentes. Parecía asustado al principio, pero luego se relajó. El demonio arqueó las cejas y se sacó el puro lentamente de la boca.
- Vale amiguito, ¿qué se supone que eres?- El demonio entrecerró los ojos para observarlo mejor, pero era completamente incapaz de situarlo en ninguna familia ni criaturas que conociese. Tenía unas patas cortas y por su forma de andar parecía un mamífero. Un mustélido de hecho. No parecía peligroso a simple vista. Sin embargo, volvió la vista a Azul, quien observaba a la pequeña criatura emocionado y curioso. Se llevaba la mano a la boca y luego la estiraba ligeramente hacia el pequeño ser. Abe era capaz de sentir cosas si estiraba la palma hacia un ser o una superficie. Sería lo más parecido a intentar adivinar qué era algo metiendo la mano dentro de una bolsa. Más o menos por la forma y textura puedes deducir cosas, pero hasta que no lo ves con tus propios ojos (en el caso de Abe, que lo tocase) no puedes decir a ciencia cierta qué es. Azul sonreía y negaba con la cabeza ligeramente.
- ¡Es fantástico! Es una extraña criatura, como nunca antes había visto una Rojo. Parece guardar relación directa con el mineral como suponíamos. Pero todavía hay más. Hay otra criatura dentro de la gema, y a juzgar por el comportamiento del pequeño ser debe tratarse de su madre o dueña o algo por el estilo.- ¿Su dueña? ¿Qué era eso, una especie de mascota? Tal vez no se refería a ese tipo de dueña, pensó el demonio. No era la primera vez que había visto a criaturas portar otras pequeñas criaturas que les acompañaban en una simbiosis. Aquel pequeño ser parecía haber echado un rápido vistazo a los alrededores y luego se había quedado tranquilo correteando alrededor de los restos de roca que caían. Podía ser una especie de explorador que analizaba el terreno antes de advertir a la otra criatura si era seguro avanzar o no. Hellboy miraba tranquilo al ser, pero prefirió asegurarse preguntado a su compañero.
- ¿Es peligroso?
- En absoluto. Parece estar esperando algo, a la par que investiga la zona. He sentido cómo nos miraba y analizaba nada más aparecer. Parece una criatura muy curiosa, aunque algo asustadiza. Me gustaría acercarme más a ella para analizarla mejor, pero no parece estar por la labor de abandonar la base de la piedra...- Entonces Abe volvió la vista a la piedra para soltar un "¡oh!" que provocó que el demonio también mirase a esta. Allí, asomaba un pequeño pie blanquecino, claramente humano. Así mismo, observaron unos cabellos de un rojo tan profundo y puro que hasta Hellboy se sorprendió de este. Una criatura humanoide. Ahora estaba más claro. Pero parecía muy pequeña, al menos desde la vista del demonio. Ese pie apenas sería un treinta y siete. Tal vez fuese una niña lo que había ahí encerrada. El demonio se volvió a llevar el puro a la boca intercambiando miradas con sus dos compañeros, la pequeña criatura y los pies que asomaban de la roca.
Varias horas después, todo parecía seguir igual. Abe había tratado de acercarse un poco más a la roca y a la criatura, sin éxito. Esta no mostraba interés alguno por la comida o bebida que los presentes le habían ofrecido, y Azul había probado más de veinte idiomas distintos para captar la atención de la criatura, sin éxito. Hellboy había ido a comer algo y volvió con algunos huevos podridos para su compañero, así como con una gran cantimplora con agua fresca. Azul se lo agradeció enormemente asintiendo y continuó mirando cómo la gran roca iba mermando poco a poco, desprendiéndose lentamente pequeños trozos de esta. Hellboy empezaba a cansarse un poco de la situación. Llevaban casi ocho horas allí y todavía no sabían ni qué demonios era lo que había dentro de aquella roca. Abe podría haberse pasado días mirando un helecho nepalí sin dejar de decir "asombroso, maravilloso, perfecto". Pero para el demonio aquello era un auténtico coñazo. Habría preferido ser pateado en los riñones por un troll furioso antes que seguir aguantando aquello seis horas más. Y justo cuando estaba a punto de decirle a Abe si había descubierto algo nuevo, un sonido ensordecedor provino de la roca, provocando que la parte superior de esta resbalase como su hubiese sido cortada con una perfección milimétrica. Allí, inclinada hacia todos, apareció una pequeña figura claramente humana. Por la gigantesca melena roja que caía por su rostro era una mujer sin duda. Unas pequeñas estrellas doradas incrustadas en una aureola que rodeaba su cabeza brillaban y orbitaban lentamente. Cientos de pequeñas flores blancas comenzaron a abrirse en su melena. Inconscientemente, el demonio pensó en Hiedra, la amiga de la vaquera que conoció la vez que fue a visitarla a su rancho. Ella también tenía flores en el pelo, y se preguntó si guardaban algún tipo de relación.
La muchacha permaneció inmóvil, con cientos de ojos posados sobre ella. Hellboy miró a su alrededor, observando cómo todos los científicos y no científicos caían de rodillas o levantaban sus gafas en señal de incredulidad. Para ellos también era sorprendente, para qué negarlo. Aunque estaban más acostumbrados a hechos de esta naturaleza. Abe extendía las manos hacia ella, maravillado por lo que observaba. El demonio ya no tenía más puros que fumarse, y el sol les golpeaba sin piedad sobre las cabezas y rostros.
- Bueno, hermanito Azul, cuéntame. ¿Ves algo ahora con más claridad? Parece una chica, ¿no?
Ficha de Personaje Alias: --- Nombre real: Salomon Debrou Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 21st Octubre 2014, 00:38
El tiempo transcurría y Salomon no podía hacer mucho, sencillamente sentarse (en el suelo) y esperar a ver que sucedía, y a pesar de que eso era algo completamente nuevo para él, ya se estaba impacientando, veía como los otros científicos se quedaban observando la gema con rostros de admiración, como si nunca hubieran visto algo así y s que era verdad, era algo único lo que estaba sucediendo, pero como chico al fin ya se estaba empezando a aburrir.
-¿Que crees que sea esa cosa Nix?-le preguntó a la entidad con la que se comunicaba mediante el anillo. -No lo se, Salomon, es algo que primera vez que veo. Conozco otros mundos, pero no suelo familiarizarme con sus residentes. Además, muchas cosas han cambiado desde la colisión, mundos han desparecido y otros nuevos han aparecido, incluyendo seres. -¿Este podría ser el caso?- -No necesariamente pero podría haber una posibilidad. -Hmmm...-suspiró el joven, si eso era cierto la cosa cambiaba un poco, pero de cierto modo era fascinante, la idea de encontrarse con algo completamente nuevo era emocionante, por lo menos pensar en eso lo distrajo lo suficiente y le cambio un poco el ánimo.
Dirigió su atención por un momento a la conversación que tenían sus compañeros acerca de lo que había adentro de la piedra, sobre todo algo que mencionó el hombre-pez:-parece que hay más de uno ahí dentro...-¿Eso era cierto? dirigió su vista por un momento a la piedra, tratando de escudriñar con la vista lo que había adentro pero sin éxito, la imagen era un poco borrosa y no podía diferenciar si habían uno o dos seres metidos allí. Justo cuando se levantó del suelo, de una de las piedras que habían caído salió un extraño "perrito" de hocico redondo, el joven dio un paso hacia atrás sin saber si era peligroso o no. Al principio, el extraño sabueso parecía asustado pero luego de olfatear a los presentes bajó la guardia y empezó a dar vueltas alrededor de la gema,-el hombre pez tenía razón, habían dos seres allí- pensó el muchacho-y parece como si estuviera esperando...-en ese momento las palabras de su compañero completaron el pensamiento del chico: y a juzgar por el comportamiento del pequeño ser debe tratarse de su madre o dueña o algo por el estilo.
Si eso era cierto la cosa cambiaba un poco, el joven comenzó a razonar, si eso es verdad, ¿acaso la gema en vez de ser un "huevo", era... Un medio de transporte?, usando un poco la lógica, eso parecía coherente, a menos que el otro ser allí metido sea otro sabueso, el hecho de que de un mismo huevo(por así decirlo) nazcan dos tipos diferentes de criaturas parecía sin sentido, sea del lugar que fuese(de donde sea que haya venido esa cosa), Salomon estaba casi seguro de que esas leyes de la naturaleza se aplicaban en casi cualquier lugar del universo, pero para eso tenía que esperar a que saliera o "naciera" la otra criatura.
Un ¡oh! que soltó su compañero-pez hizo que Salomon dirigiera su atención de nuevo en la piedra,-¿pero que demo...-pensó el muchacho, un pie "humano" se asomó por la piedra ¿un humanoide quizás? era algo muy impresionante para él, sus ojos se abrieron como platos, intercambió miradas con sus compañeros y sabía que ellos estaban igual de impresionados como él.
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Las hoooooras pasaron y a excepción de que la piedra se encogía cada vez mas, todo seguía igual, ni siquiera el sabueso extraño dando vueltas por doquier lo distraía lo suficiente como para mantenerse en aquel lugar. Llegó un momento en que el chico se cansó, le dio hambre y se dirigió al campamento de la BPRD para estirar un poco las piernas y por algo de comida, estaba casi seguro de que cuando regresara todo iba a seguir igual. Al rato volvió y se encontró con su compañero casi inmutado observando aquella piedra, le dio un poco de gracia pero a la vez respeto, ese sujeto si era un científico de verdad, se ve que amaba su trabajo. Caminó y se detuvo justo al lado de Rojo; que al parecer también había ido a comer algo.
Y de pronto... Un sonido fuerte que provenía de la gema se escucho en todo el lugar, y la parte superior de esta se resbalo como si algo la hubiera cortado, y de pronto apareció inclinada ante todos una joven de cabello rojo, inmutada ante todos, los científicos que estaban alrededor se quedaron asombrados incluyendo el mismo Salomon,-¿pero que..-pensó el muchacho, tenia el cuerpo de una joven, pero estaba seguro que no debía de ser humana, no solo por el simple hecho de que había salido de una gema flotante si no porque en su cabeza giraban unas extrañas "estrellas" como en forma de circulo, eso era algo muy extraño. Salomon no sabia que hacer ,así que esperó a que su compañero-pez actuara.
- Bueno, hermanito Azul, cuéntame. ¿Ves algo ahora con más claridad? Parece una chica, ¿no?-Preguntó el Diablo y Salomon guardando silencio, esperó la respuesta de Abe con mucha impaciencia.
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101DianadeThemyscira
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 21st Octubre 2014, 08:39
En un acto de atrevimiento, uno de los cientificos me tomo el brazo, indicandome que no actue como idiota. Frunci el ceño, pues cuando lo mire a los ojos, note cierta familiaridad, como si un sexto sentido me dijiera que conocia a esa persona. Ni tiempo me dio de contestarle, pues cual cobarde, se retiro dandome la espalda en una clara muestra de irreverencia. Simplemente, suspire, debia ser cualquier cientifico hastiado de tanto calor en el lugar, pero no toleraria otra agresion como la que habia visto aqui. Baje mi espada, pero no solte mi lazo. Estaba frente a una roca, que parecia contener un ser vivo dentro, una maravilla a todas luces. Mientras observaba los detalles, notaba que ese mineral resultaba extremadamente raro, como si pudiese poner un microscopio sobre su superficie, miraria una formacion absolutamente extraña.
Y aun asi, no sabia que haria con todo este embrollo , pues lo que fuese que hubiera ahi dentro no podia ser mas que un problema potencial. A veces quisiera tener un anillo como los de Green Lantern que pueden escanear muchas cosas, pero me tenia que conformar con esperar una noticia. Paso un rato, escuchando a los cientificos y al pescado-hombre hacer sus conjeturas, cuando un fuerte sonido se escucho del cristal, como la ira de Hefesto en su fragua al hacer un arma. Durante un momento pense que una montaña se habia caido, pero, no hubo ningun movimiento en el suelo, gracias a Hera. Me acerce entre los presentes, curiosa a ver que era lo que ocurria, y mientras intentaba observar algo entre el polvo, algo se materializo.
Cuando pude verlo, quede increiblemente sorprendida por esa... cosa que habia ahi. Algo que desafiaba la imaginacion de los dioses mismos, quizas salido de la mente de un poder enfermo mentalmente. Mis vinculos con los animales que Artemisa me habia concedido no pudieron hacer un contacto tan siquiera esperado con lo que era ese ser, suponiendo que era un animal. Tome la desicion de acercarme a el, para poder observarlo mejor, pero fue ahi que pude ver algo como... unos dedos.
Me quede quieta observando al cristal, intentando encontrar en mis recuerdos algun dios o poder que estuviera presente en esta increible situacion.
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Pasaron las horas, y algo cansada por estar en el calor, fui a buscar comida y agua para mi, aunque tambien le di a algunos de los soldados de S.H.I.E.L.D que estaban de guardia cubriendo el lugar donde se encontraba la piedra. No habia perdido mucho de vista al demonio rojo, pero tambien habia aprovechado para charlar con algunos de los cientificos, egresados de universidades importantes como Caltech, Oxford, Harvard, MIT, y un largo etcetera. Parecian la mayoria gente de bien, aunque claro, para algunos yo era un sujeto de estudio y una incredulidad que no podian explicar. Esos comenarios ya no me molestaban, inclusive me hacian reir. Aproveche para darles algunos autografos a los que me pedian, la mayoria para sus hijas que estaban estudiando, y claro, los que podian se tomaban fotografias conmigo.
Regrese a la tienda tras estar un buen rato charlando con algunos cientificos de distintas organizaciones, y un sonido de resquebrajamiento volvio a hacer presencia. La piedra, de nuevo, se estaba quebrando, mostrando una fractura que al completarse, libero una silueta, una melena roja que asemejaba a una mujer. Frente a su cabeza habia una aureola de brillantes estrellas, y algunos petalos de flor aparecieron en su pelaje.
Por alguna razon, me acordo muchisimo a Afrodita, mi escultora y mi diosa. Dando por sentado que, quizas la diosa se habia personificado de una manera algo... extravagante, ni siquiera volvi a aparecer mi espada, unicamente sostuve el lazo enrollado lista para intentar averiguar que era lo que ocurria. Sostuve un largo "Shhhh", pidiendo silencio, y en un idioma antiguo, un griego bastante antiguo, hable, intentando comunicarme.
-O̱ , Afrodíti̱ . Theá tou éro̱ta kai ton aisthi̱siasmó , eínai óti boreíte ? Échete katatetheí píso̱ ston kósmo to̱n andró̱n na odi̱gí̱sei se mia néa epochí̱ ti̱s kalosýni̱s ? Nai, esý pou eínai edó̱ , écho̱ ti̱n timí̱ na thymoúntai ti̱ désmef̱sí̱ mas , ópo̱s to Amazon gia na timí̱sei ti̱ mní̱mi̱ sas . Aceptame gia na sas voi̱thí̱sei se óles tis prospátheiés sas , pi̱ló glýpti̱s mou . (Oh, Afrodita. Diosa del amor y de la sensualidad, ¿Eres tu? ¿Te has presentado de nuevo en el mundo de los hombres para guiarlos a una nueva era de bondad? Sí eres tu la que esta aqui, me honra recordar nuestro compromiso como Amazonas a honrar tu memoria. Aceptame para ayudarte en todos tus cometidos, escultora de mi arcilla) - Y clave mi rodilla en el suelo, inclinando respetuosamente mi cabeza ante una de las dadoras de vida de este mundo, a la cual, confiaba que estaba honrando en este momento.
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 24th Octubre 2014, 03:13
Después de lo que había sucedido, supuse que lo que sea que estuviese adentro del gran cristal rojo saldría en minutos; me equivoque por mucho. Los minutos pasaron lentamente mientras todos nos manteníamos expectantes, mirando al cristal en busca de respuestas. Yo pase de estar parado con la mano en el mango una de mis pistolas, preparado para disparar a cualquier cosa hostil, a quedarme sentado en la arena con rostro aburrido y casi rezando por que algo pase. Para ser honesto, el quedarme esperando a que algo ocurriese no era precisamente mi estilo. Yo soy un hombre de acción, fui creado para serlo y nada mas. Hasta ese día creí que lo mas aburrido de mi "trabajo" era seguir posibles sospechosos y las misiones de espionaje para la preparación de mis operaciones; sin embargo el quedarme plantado como un cactus en medio del desierto era mucho peor. Al menos en las primeras estaba haciendo algo de utilidad ya que mas adelante la información recolectada me seria útil para eliminar escoria del mundo. Pero en este caso ni siquiera estaba totalmente seguro de que la información recaudad del ser fuese a servirme de algo; ya tenia claro que no podría conseguir una muestra del cristal ni darle utilidad por lo cual todo lo que quedaba por hacer era descubrir las intenciones del ser prisionero. Si era hostil, tendría algo que hacer y sino, pues me iría por donde vine.
Entonces, de la nada, un trozo de piedra de tamaño mediano se desprendió y cayo, haciéndose polvo en el aire al igual que los demás; esta vez, sin embargo, al desprenderse la pieza de mineral se dejo ver lo que parecía un poco de cabello rojo. Y luego, como el iniciador de un efecto en cadena, comenzó a escucharse un sonido similar al del hielo desquebrajándose. Después pequeños brotes de cristal comenzaron a brotar en forma de yacimiento, justo debajo del fragmentado trozo de roca flotante. Poco tiempo después, una buena parte de la sección inferior del cristal se desprendió, la mas grande hasta el momento, y choco con el pequeño yacimiento que se había formado debajo, liberando una nube de polvo que nos impidió ver lo que allí ocurría hasta su disipación. Durante ese pequeño periodo de tiempo, lo único que hice fue escuchar las conclusiones de los demás miembros presentes. Hice especial hincapié en las observaciones del hombre pescado azul y su rojo compañero; una criatura sobrenatural y muy poderosa, de naturaleza e intenciones desconocidas, eso no me gustaba. En medio de todo, se escucho un sonido bastante peculiar; un gruñido escalofriante. Inmediatamente lleve ambas manos a los mangos de mis Berettas92FS solo por si las dudas; aun así nunca las saque lo suficiente como para dejar que se viesen, pues podrían delatarme.
Lo siguiente fue extraño, como un animalito correteando por ahí. Pero lo mas extraño fue lo que vi después: una criatura como nunca había visto, con el cuerpo de un pequeño canino, de pelaje color blanco y dientes que lo hacían parecer carnívoro. Pero lo mas llamativo de él fue su extraña "nariz", si es que así se podía llamar pues lo único que le daba la pinta de nariz era el estar ubicado donde un perro normalmente la tendría: por encima de la boca. EL peculiar ser pareció ponerse primero en a olisquear el aire, como si buscase algo en particular y después se puso a hacer lo mismo por todo el suelo cual sabueso, nunca dejando el área especifica que el mismo había delimitado al rededor de la roca flotante. Estaba claro que no representaba amenaza alguna, sino que mas bien estaba cuidándolo a su amo, el cual supuse estaba adentro del cristal. Volviendo al cristal, después de que mi atención se alejo del pequeño "canino" note un cambio radical en el cristal, mas o menos: un par de pies ahora eran claramente visibles. La criatura se parecía cada vez mas a un humano.
Desgraciadamente no hubo mas eventos abruptos por un buen tiempo; poco mas de 7 horas si mis cálculos no fallaban. El cristal constamente se hacia mas pequeño, pero ningún trozo se había desprendido durante todo el tiempo que llevábamos ahí. Algunos habían intentado atraer a la criatura de diversas formas; incluso el hombre pez trato de hablarle, en muchos idiomas, para llamar su atención, sin éxito.-Los perros son leales, si este anima comparte alguna similitud con ellos, nada podrán hacer para separarlo de su amo- Eso fue lo que dije en su momento, ante tantos intentos fallidos de captar la atención del animal; mi uniforme y falsa identidad de científico le dieron mas peso a mis palabras. Una vez, en una misión en Brasil para asesinar un grupo de traficantes de drogas, vi a un perro tironear desesperadamente de las ropas de su amo para sacarlo de los escombros de una casa que se había derrumbado sobre él, aun rodeado de militares armados; eso realmente es lealtad animal.
Pero a las 4 de la tarde, el verdadero descubrimiento se hizo. Otro de los grandes trozos se desprendió del cristal y cayo al suelo, solo para funcionarse con los demás formando una estructura realmente impresionante. El corte tan perfectamente seccionado se debió, según deduje, a la aureola que tenia en su cabeza y en la cual orbitaban...¿Estrellas? Al menos eso parecían. Por mas que su melena roja impedía el distinguir su rostro, bastaba con las partes del cuerpo que habían quedado expuestas para determinar que era femenina. Incluso la amazona se arrodillo a rezarle en lo que supuse era algún lenguaje griego antiguo. La verdad, de todos los presentes, era el que menos idea tenia de que hacer junto con los militares.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 2nd Noviembre 2014, 18:10
[FDP: Uso a Azul como personaje no jugador. Si hay algún problema, remitirme mp. Os advierto que en principio, NO podéis sentir ningún tipo de deseo sexual hacia OmegaDust.]
Tras la aparición de la figura exánime muchas fueron las reacciones de los presentes. Dada la experiencia anterior cabía pensar que a continuación aguardaban unas cuantas horas de espera hasta que se sucediera un nuevo cambio, de la misma manera que había acontecido anteriormente. Como hombres de ciencia muchos habían llegado a la conclusión de que, puesto que se había observado un aumento gradual de la actividad desde el inicio hasta ese momento, lo consecuente era que se diera de nuevo una espera y que la siguiente fragmentación del cristal debía ser aún mayor que las anteriores, continuando con el ritmo del suceso establecido hasta el momento.
Erraron...
Con la similitud asombrosa del parto natural, en que una vez expulsada la cabeza el resto del cuerpo no encuentra dificultad alguna para desprenderse del cálido abrigo del ser que hasta entonces ha sido protector y sustento, nuevas líneas se dibujaron en el cristal, desde el corte superior, limpio y regular, hasta el inferior, producido por el desprendimiento que había liberado al diminuto animal. Los crujidos se sucedieron rápidamente, de nuevo como si una fuerte presión ejerciera su fuerza contra cada superficie al alcance y sólo cuando las fracturas surcaron la escarlata superficie translúcida, hasta convertirla en una gema opaca de inacabables vetas violetas y azuladas, se detuvieron. El silencio volvió a recrearse justo en el momento en que todos daban por supuesto que el cristal iba a estallar o a caerse en mil pedazos...
En su lugar, la inacabable melena grana de la que ahora pendían decenas de flores que poco a poco se abrían delicadamente, descubriendo así su familiar forma y su considerable tamaño, comenzó a elevarse hacia arriba. Pero en lugar de hacerlo desde abajo como si un soplo potente de aire fuese la causa, las hebras se convirtieron en una extraña voluta, como una inmensa medusa rojiza que trataba de utilizar la corriente para nadar, con esa hipnótica cadencia propia de los animales que no luchan contra la naturaleza del agua, si no que se unen a ella. Sin duda alguna el espectáculo resultaría mucho menos peculiar si se hubiese dado en un medio acuático, y no en una gema suspendida en mitad del aire. Cuando la melena ascendió por fin, suspendiéndose de esa forma antinatural que desafiaba claramente la física a la que los presentes estaban acostumbrados, la cabeza apareció tras el fino cabello, levantando poco a poco el mentón descubriendo un primoroso rostro de mujer. Sus labios entreabiertos y sus ojos cerrados dejaban claro que se encontraba totalmente desvanecida, ajena a cuanto sucedía y la rodeaba.
Más secciones de piedra cayeron sobre los escombros en el suelo, y a medida que se desprendían del núcleo permitían ver los miembros que hasta entonces habían permanecido atrapados en el interior de la gema. Finas manos de largos dedos unidos a diminutas muñecas. Pies pequeños sostenidos en articulaciones descarnadas. Sus piernas se unían a dos caderas de las que despuntaba el hueso, más que la voluptuosidad propia de una mujer sana y adulta...
Entonces, la repentina fuerza que se había apoderado de ella, y que había hecho levitar su melena escarlata desapareció repentinamente. Las suaves hebras se deslizaron por su espalda, languidamente, adaptándose de nuevo a la gravedad...
Y entonces abrió los ojos...
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Oyó, cada vez más cercanas... ¿Era ese su nombre?...
Sonidos minúsculos embotando sus sentidos, donde podía saborear voces, escuchar cada aroma, oler cada palabra, acariciar cada sabor... Incrédula de todo lo que aquel estallido había generado en su ser la cegadora luz blanca...
"¿Púlsar?"... preguntó, inquieta, por primera vez...
Y tras un silencio eterno... la ciega, vio.
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El estallido sonó con una intensidad brutal en todo el campamento. Una inmensa nube de polvo, proveniente sin duda de la fuerza de la explosión se levantó entre los presentes, que se vieron obligados a cubrirse el rostro con las manos. La gema aún adherida al cuerpo diminuto no había dado seña alguna, pero cuando la mujer atrapada en su interior abrió los ojos, los restos se desprendieron. Si bien el sonido era motivo suficiente para sospechar de un grado de destrucción enorme, suficiente para haber volado por los aires al menos parte de toda la localización, una vez el anillo de polvo se depositó de nuevo sobre el suelo, todos pudieron comprobar que no había un sólo herido, ni el terreno estaba accidentado mas allá del fehaciente hecho de que los pilares del mineral, que antes habían germinado del suelo y se habían apilado en un claro yacimiento, habían desaparecido por completo. A simple vista, todo el elemento cristalino que había en la superficie del suelo, incluido el escombro del que había brotado el extraño animal que aún correteaba por la zona, se había volatilizado en la nada.
Sólo una cosa quedaba en el lugar en que había aparecido la roca flotante, delatando su presencia...
La figura se encontraba erguida. Su piel, inmaculada de cualquier mancha, herida, cicatriz o lunar, donde ni tan siquiera el polvo parecía atreverse a posarse le dio una apariencia de perfección sobrenatural, que si bien impresionaba, también resultaba inquietante. A pesar de que unas piezas de tela se anudaban en torno al torso, nada cubría su evidente desnudez. Una pequeña línea sobre el monte de venus, así como su inmensa melena, sus cejas y sus pestañas componían todo su vello corporal. Era pequeña en altura, y a pesar del ascetismo de su fisonomía, que no aclaraba si se trataba de una adolescente o de una mujer, transmitía la sensación de haber acabado su crecimiento. La aureola orbitaba en torno a su cabeza, sostenida en la nada, con una cadencia hipnótica y acompasada. Las flores de su melena, abiertas ya por completo, asimilaban el pulcro tono de su piel. El pequeño animal que había surgido antes que ella elevó las orejas, con una pata levantada, como un sabueso marcaría una presa, y tras un instante, correteó en su dirección, introduciéndose en la amplia cortina de pelo carmesí que rozaba la altura del suelo, acurrucándose contra sus pies. Al hacerlo, muchos se dieron cuenta de cierto detalle perturbador...
Ella no tenía sombra...
Sus párpados que permanecían cerrados tras la explosión, se abrieron lentamente bajo esas largas pestañas rojizas, y descubrieron la joya magnífica de sus iris, rojos como el color de la sangre surcados de vetas azuladas, violetas y rosadas, de una intensidad superior a lo que la misma realidad debía permitir...
Cualquier criatura sobre la faz de la existencia era capaz de percibir la belleza en ella, si bien no era posible hacerlo mediante el mero y caduco deseo... si no mas bien, por la fascinación de lo indómito y lo inexplicable...
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Contempló por vez primera...
Aquello debía ser suyo...
Ser ella, pues era capaz de moverlo a voluntad.
Elevó ambas de esas cosas, y movió las diez estructuras unidas a ellas. Vio la superficie blanca y las finas hebras rojas que la envolvían. Eso la hizo sentir más cercana, menos abandonada...
Observó mas allá de aquella superficie blanca, hasta que acabó contra la tierra. Allí le devolvió mirada, y supo instintivamente que debía permanecer a su lado. Entonces y por vez primera, observó mas allá de la cortina roja, y encontró todas aquellas cosas... mirándola...
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Durante unos segundos interminables, nadie supo que hacer. Contemplaban la figura de la mujer, que tras mover las manos frente a sí, como si fuera la primera vez que las veía, se había mirado y también al animal, para luego contemplar a los presentes. Sus movimientos eran seguros, pero lentos. Como si no tuviese miedo, ni confusión, ni prisa. Sólo les observaba. Algunos militares, inquietos, echaron manos de sus armas, pero por algún motivo no terminaban de apuntar en su dirección. Científicos se arremolinaban en torno a la cuerda de la distancia de seguridad, tras sacudirse el polvo, sin saber si debían huir o quedarse a ver aquel portento.
Un olor dulce y sutil fue percibido por todos los presentes. Un aroma que jamás había estado allí, pero que una vez se adentró en sus sentidos, les fue tan natural como si siempre lo hubiera estado...
-¡QUE NADIE SE MUEVA!- gritó al fin uno de los militares, alzando el arma y apuntando hacia ella.
Como si el resto hubiese sido arrancado de un mal sueño, imitaron a aquel hombre. La reacción de la mujer, que había girado la cabeza hacia quien había provocado ese fuerte sonido, fue mirar a su alrededor y su expresión aprensiva delató su confusión. Las disputas se alzaron por todas partes, mientras algunos trataban de calmar a los militares y ellos intentaban explicar su postura. Entre el tumulto, la figura de Azul extendió las manos tratando de captar todo lo que le era posible. Los crujidos de las armas cargadas se sucedían, mientras la frágil doncella permanecía de pie, reaccionando con un estertor hasta al mas mínimo ruido, aparentemente tan desvalida como un niño que ha perdido a sus padres.
- ¡Un momento, por favor! - pidió Azul, dirigiendo su mirada a Rojo, en busca de ayuda. A él lo de imponer calma sólo le funcionaba si era capaz de razonar, pero en aquellas condiciones no parecía posible.
Seguramente Rojo conseguiría llamar su atención y serenar el ambiente. Una vez hecho y mientras se instauraba la calma suficiente como para trabajar, Azul traspasó el perímetro de seguridad, con ambas palmas de las manos dirigidas hacia ella.
Podía percibir, entre todo aquel poder que aún no era capaz de esclarecer, un sentimiento de miedo e incomprensión. Pero en muy pocas ocasiones tenía la oportunidad de observar una criatura a la que él no fuese capaz de comprender. Al fin y al cabo su inteligencia iba mas allá del raciocinio, no tenía esos valores prefabricados propios del resto de seres, que les hacía rehuir de lo desconocido por miedo. No podía estar seguro de que no fuera peligrosa, pero quizá si se acercaba un poco y conseguía calmarla, podría recibir algo mas de información. El atrevimiento de Azul hizo que muchos dirigieran su atención hacia él y guardaran silencio, conteniendo la respiración.
- No te haremos daño. Tranquila. - murmuró en tono tranquilizador mientras se acercaba con las manos por delante, captando ahora un sutil deje de curiosidad entre todo aquel desasosiego. Los ojos rojizos de ella se encontraron con los suyos, provocándole sin saber cómo un escalofrío. - No vamos a hacerte daño...- añadió, asintiendo, acercándose un poco más hasta detenerse.
Durante unos minutos, nadie sabría decir exactamente cuántos, Azul se mantuvo unos pocos metros, totalmente quieto. Percibió el ritmo con que tomaba conciencia de él, y tras esperar que la curiosidad ganara terreno a los sentimientos negativos, observó que se fijaba en la mano que mantenía en su dirección. La joven miró su propia mano y entonces la alargó hacia él tímidamente. Azul cogió aire, expectante. Un intenso cosquilleo le recorrió mientras veía, tan impresionado como nervioso, que con un tiento como el de el bebé al dar sus primeros pasos, ella caminaba despacio hacia él. Tras un pequeño trayecto inseguro, continuó acercándose lentamente, firme y delicada, como si en cualquier momento fuese a elevarse sobre el suelo y luego se detuvo. Acercó su mano desnuda y membranosa a la de ella, sus ojos observaron la extremidad de Azul largamente y luego con suma suavidad dobló el codo y la alineó con la suya propia. Pudo percibir que tenía uñas largas, transparentes como el cristal. Entonces la joven flexionó la articulación, acortando cada vez más el espacio que los separaba. La mano de él empezó a temblar, algo que no era nada habitual, a medida que la distancia se reducía. Se miraron a los ojos, dialogando mediante aquello que sentían y las yemas de sus dedos se rozaron, entrando en contacto...
-------------------------
Por un instante, sólo uno, en el que quizá sucediera una iluminación, un éxtasis o una epifanía general, en ese momento volátil, pasajero y desmedido, allá donde existía vida sin importar el modo, la raza, sus objetivos o intenciones surgió de todo ser una sensación propia de la vida, un sentimiento superior que los hizo saberse diminutos y a la vez más valiosos que cualquier cosa sobre la faz del mundo...
Cada uno de ellos tuvieron conciencia de que NO estaban solos en el universo...
y ella volvió a oírlo...
"Púlsar"...
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Tras aquel instante, un lamento se oyó en el campamento. Muchos de los privilegiados estaban jadeando, sin entender bien porqué. Cada uno reaccionó a aquella sensación de diversas maneras. Algunos estaban tratando de comprender que había sido eso que les había atenazado por un momento. Otros sonreían, o reían a carcajadas. Otros descubrieron su cara húmeda de lágrimas, y no supieron darle explicación.
Azul se había desplomado de rodillas, delante de la joven, que permanecía con la mano exactamente en la misma posición. Ella no se movía. Permanecía allí, inalterable.
Él jadeaba, tratando de contener unos quejidos lastimeros que intentaban silbar en su respiración...
Y por segunda vez en toda su larga vida, Abe Sapiens lloró...
_________________ "Ashes to Ashes... Dust to Dust..."
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Mensajes : 1081 Fecha de inscripción : 26/04/2014 Localización : Donde haya algún cabronazo Empleo /Ocio : Pateador de culos sobrenaturales a jornada completa Humor : ¡No juegues conmigo, mujer! ¡He estado bebiendo con esqueletos!
Ficha de Personaje Alias: Hellboy. Nombre real: Anung-Un-Rama. Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 4th Noviembre 2014, 11:19
Azul parecía estar completamente ensimismado con la figura que sobresalía de la piedra. Hellboy resopló y se frotó los ojos. Era lo malo de Abe. Cuando algo le intrigaba, ya puedes intentar comunicarte con él que no hay manera. El demonio volvió la vista a la chica que asomaba de la piedra. Pelirroja y con flores en el pelo. Qué le iban a contar a él. Otro espectáculo de luces y a esperar al siguiente, que sería dentro de varias horas. Sacó un nuevo puro y se lo encendió. Pero esta vez, el mineral comenzó a desquebrajarse mucho antes de lo esperado. De hecho, fue prácticamente al momento de caer la enorme pieza que había dejado al descubierto el cuerpo de la chica. Las grietas se sucedieron aquí y allá, volviendo la traslucidez de la roca a un tono opaco debido a las líneas que se superponían. Los crujidos llenaban el ambiente, y todos miraban a la figura con curiosidad y miedo. El demonio se quedó mirándola con la cerilla aún encendida, comiéndose lentamente la madera. Los gigantescos cabellos de la chica flotaron, dejando a la vista su rostro. Tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta, como si estuviese durmiendo. Los largos pelos flotaban alrededor de la cabeza, en una especie de baile hipnótico, desafiando la gravedad. Los pequeños trozos de piedra caían a su alrededor, deshaciéndose en el aire sin dejar rastro alguno. Y cuando apenas quedaba un pequeño trozo de piedra, los cabellos cayeron por la espalda y los laterales de la cabeza de la muchacha, y abrió los ojos.
- Joder...- Lo vio venir como si fuese una locomotora. Un poderoso estallido llenó el campamento de polvo y arena. El demonio se tapó la cara con la mano de piedra, notando como pequeñas piedras y granos de arena se estrellaban en su cara y cuerpo. El sol desapareció tras una enorme nube rojiza y marrón, y apenas eran audibles los gritos de sorpresa y pánico del resto de personas que allí se congregaban aquella tarde de abril. Hellboy intentó ver a través de sus dedos a su compañero Abe, pero la nube lo cegaba. Apretó los dientes esperando a que terminase. Cuando esto sucedió, el demonio miró hacia el origen de la explosión. Allí, una pequeña y bella mujer, blanca como la nieve les miraba. Una enorme calma y relajación llenó su corazón, parecida a la que había sentido en el bosque de Gotham en su enfrentamiento con Hiedra. ¿Podía ser que esta chica guardase cierta relación con ella? Después de todo, el pelo era del mismo color, y también estaba lleno de flores. Sintió su puro aspero y apagado en la boca, y vio cómo había quedado de destrozado al sacárselo de la boca. Resopló y miró de nuevo a la chica.- ¡Eh! ¡Que era cubano!
La chica comenzó a moverse, mirando sus manos como si fuese la primera vez que lo hacía en su vida. El pequeño animal se arrimó a sus piernas, y un extraño pero precioso olor invadió el ambiente. Era muy bajita, al menos comparada con el demonio. Pero claro, ¿quién no es bajito comparado con más de dos metros de demonio rojo? Los científicos estaban completamente parados, sin saber muy bien qué hacer. Abe permanecía sentado, como quien acaba de caerse de culo, aún sorprendido por la situación. A saber qué estaba viendo él, pensó Hellboy.
Y entonces, sucedió lo que siempre sucedía en estos casos. El pánico y los nervios se apoderaron de un militar, quien sacó la pistola y apuntó a la joven al grito de que todos permaneciesen quietos. Casi al instante, un montón de militares hicieron lo mismo, apuntando a la chica con sus fusiles y armas, con gestos de pánico aquí y allá. Hellboy resopló y apoyó el mentón sobre su pecho, mientras negaba con la cabeza. Militares. Siempre ocurría lo mismo. Por eso odiaba tener que trabajar con el ejército. Siempre que pueden sacan sus armas para mostrar a todos lo valientes y fuertes que son. Rojo pudo escuchar a su compañero pidiendo ayuda y dio un pequeño golpe a Solomon en el pecho con la mano.
- ¡Tú! Ve a ayudar a Abe, a ver si puedes descubrir algo del mineral este que nos sirva de ayuda.- Y, con el ceño fruncido, miró a los militares girando la cabeza.- Una buena idea disparar contra una mujer desnuda, ¿verdad? Seguro que queda perfecto en tu ficha tío...- El demonio sonrió sarcásticamente a los hombres armados.- Creo que todos hemos visto lo que aquí ha pasado, y por el momento no creo que haya razón alguna para abrir fuego contra una indefensa mujer que ha aparecido ante nosotros, ¿verdad? Dejad de comportaros como críos y bajad las armas antes de que alguien salga herido.
Hellboy se volvió entonces para ver a sus dos compañeros, y pudo observar que Abe estaba muy cerca de la chica. Ambos estiraron sus manos el uno hacia el otro, y Rojo frunció el ceño. Y se tocaron. Entonces, como si una honda invisible golpease a todos, los presentes comenzaron a actuar de las maneras más variopintas. Risas, lloros, quejidos, jadeos... Todo el mundo comenzó a mirarse entre ellos, sin saber muy bien qué estaba pasando. Hellboy se llevó la mano al pecho mientras un sinfín de imágenes de toda su vida se superponían en su mente. Su padre, Liz, Rebecca, Abe, Hiedra, los jinetes... Miles de distintas sensaciones comenzaron a atravesar su mente, provocando que se tambalease ligeramente y abriese mucho los ojos.
- ¿Pero qué demo...?- Y allí, a pocos metros de él, arrodillado a los pies de la mujer, Abe lloraba.
Ficha de Personaje Alias: --- Nombre real: Salomon Debrou Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 5th Noviembre 2014, 16:57
El hombre-pez estaba absorto en aquella imagen, Rojo le había hecho una pregunta y él no le respondió, ni le había escuchado. Aunque no era para menos, aquel espectáculo no era algo que se veía todos los días, todavía Solomon se preguntaba que era esa cosa(tanto la chica como la gema), de dónde provenía, y aunque quería respuestas ya(es decir que la chica saliera de una buena vez) sabía que tenía que esperar. Por un momento empezó a tener empatía por los doctores que hacían este tipo de trabajo, auxiliar en los partos. Pero con respecto al tiempo de espera, estaba equivocado, solo ocurrió unos instantes y se produjo otros cambios en la piedra. La gema empezó a resquebrajarse en un lado tras otro y su color cambio a un tono más opaco, fuertes sonidos llenaron el lugar, como si la piedra estuviera a punto de caerse en pedazos... Pero no fue así, algunos trozos se desprendían y caían pero se mantuvo inmóvil en su posición.
Salomon, como todos los espectadores no hizo mas que solo mirar, podía ver claramente a la joven suspendida, estaba como dormida, con la boca entreabierta y sus cabellos flotaban en el aire, como si no hubiera gravedad, parecía completamente inconsciente, como si no tuviera ni idea de donde está, ni quienes la están mirando, parecía indefensa. Al rato, la piedra que la protegía se desvaneció quedando la chica sola, flotando, y en ese instante los cabellos cayeron por la espalda y los laterales de la cabeza de la muchacha, y abrió los ojos.
De pronto un fuerte estallido se escuchó por todo el lugar y una inmensa capa de polvo se levantó y cubrió todo el campamento, Salomon se agachó en el suelo para protegerse de lo que sea que haya provocado aquel sonido fuerte(creyendo que fue quizás alguna explosión) y se cubrió los ojos con el brazo, sentía como las partículas de arena se metían por el cuello su franela y en los huecos de su chaqueta, también sentía como algunas se pegaban a las tiritas que tenía en su cara, era bastante incómodo. Cuando por fin cesó la tormenta y el ruido, se levantó y se dio cuenta de que nada había explotado, todo fue parte del espectáculo, todos estaban bien, se sacudió la tierra de la ropa y de la cara, volvió a dirigir su atención a donde la chica y allí se encontraba ella, una joven de piel blanca y cabellos rojos se encontraba parada en el lugar de donde se encontraba aquella enorme piedra que ahora se había desvanecido, ella les estaba observando, parecía frágil y llevaba poca ropa si a eso se le podría considerar ropa.
Aquel animal se le acercó como toda una mascota y se le acurruco en los pies, parecía muy feliz de verle. Por un instante hubo un silencio sepulcral entre los espectadores, todos observaban a la joven de humana apariencia, como los observaba, como ella misma se observaba, de verdad parecía que hubiera nacido en ese instante. Y todo eso le daba aún más dudas a Debrou-¿Quién eres?-Inquirió dentro de si.
Abe se acercó un poco a la pelirroja con la mano extendida, fue el único que tuvo el valor para acercarse, poco a poco se acercaba a ella, al parecer era el único con valor en ese lugar porque de pronto, en un acto de desesperación uno de los militares apunto a la joven con su arma y empezó a gritar, acto seguido todos los demás oficiales hicieron lo mismo, parecían asustados, Salomon no les entendía,-¿qué les pasa a estos idiotas?, vaya forma de mantener la calma-Abe le pidió a Rojo que calmara un poco la situación, y Salomon sintió un golpe en el pecho, era Hellboy diciéndole que fuera a ayudar a Abe. Salomon no dijo nada y sencillamente obedeció y camino hasta allá.
Se acercó un poco a Abe mientras observaba a la joven, y le dijo en forma de susurro:¿Te puedo ayudar en algo?-Pero el hombre-pez al parecer no le escuchó, solo le repetía vez tras vez a la chica,-no te haremos daño... No te haremos daño..- Estaba muy concentrado y no quería interrumpirlo, la joven también se acercó a Abe, y lo imitó, extendiendo su mano hacia él, se acercaba cada vez más, hasta que ambas manos se tocaron, suavemente, ella flexiono la articulación y se acercó aún más a él. Abe temblaba un poco, parecía nervioso, Salomon no le dijo nada solo les observaba.
Y de pronto, Abe cayó al suelo, con la mano aun extendida y comenzó a llorar, Salomon se sorprendió, apoyo su mano en el hombro de Abe rápidamente: y le dijo:-Oye Abe que te pa...-Y justo cuando iba a terminar la oración, imágenes, recuerdos, llenaron su mente, de sus padres, de su hermana, todos juntos, riendo, jugando, también recuerdos de cuando murieron, eran recuerdos borrosos de su infancia, pero en ese momento aquellas imágenes eran muy claras, sentimientos encontrados empezaron a inundar su mente, su corazón-¿!Que esta....-Trato de decir, pero no pudo, sus ojos empezaron a aguarse, trato de respirar hondo y mantener la calma, pero no podía, cayó al suelo al lado de Abe, con su mano aun apoyada en el hombro de él y empezó a llorar.
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101DianadeThemyscira
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Ficha de Personaje Alias: Wonder Woman Nombre real: Diana Universo: DC Universe
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 9th Noviembre 2014, 01:33
Esta situacion cada vez resultaba mas misteriosa. El hombre pez era el unico investigador, mis rezos parecian no ser los adecuados, por lo que, Afrodita no parecia estar presente en alguna de sus encarnaciones... Pero ahi estaba ese ser, que para muchos seria tan sobrenatural como lo somos las amazonas. Me levante del suelo, observando con calma sus detalles fisionomicos, centimetro a centimetro de ese cuerpo salido de una roca, tal como yo habia salido de la arcilla. Todo habia sido moldeado a la perfeccion, al menos en terminos anatomicos, segun mis conocimientos de medicina. Tras observarla unos cuanto segundos mas, me di la vuelta, mirando a los presentes. Probablemente tendriamos que esperar otra hora para que ocurriese algo, pero me equivoque.
Resulto mas rapido de lo esperado el nuevo cambio, empezando a agrietarse el cristal de nuevo, de nuevo, empezando a caerse en cristales pequeños que se desvanecian como si nunca hubiesen existido. La polvareda me hizo taparme un segundo los ojos, para luego, poder ver como estaba en ese trance, casi como un espiritu en trance para contactar con el Oraculo de Delfos. Cuando todo paso, vi como se abrieron esos ojos rojos, como la sangre de los enemigos, como el manto de guerra de mi madre. Pero no era un sentimiento de guerra lo que sentias al verla, era una extraña calma. El perro, o la criatura que habia ahi, se sintio alegre al verla. Parecia realmente un perro esperando el regreso de su ama, de la dimension que sea.
Nada parecia que ocurriria en ese momento, pero como es normal, el panico se apodera de la gente en los peores momentos. Uno de los presentes saco un arma de fuego para apuntarle al ser que habia delante, y como un fuego en un bosque seco, la llama se propago. Varios mas sacaron sus armas, apuntando tambien a los presentes para que no se movieran. Tome mi lazo, y con el, desarme a varios, fulminandolos con la mirada. Me movi a una velocidad increible, quitandole las armas a varios que no estaban tranquilos. No los queria contra mi, asi que puse sus armas en otro lugar, donde podian alcanzarlas si fuese necesario. Tome mi comunicador, configurandolo en otra frecuencia.
-Wonder Woman a A.R.G.U.S., por favor, manden a uno de sus investigadores. Hay una actividad interesante en el desierto de Arizona, en mis coordenadas. -Probablemente ya hubiera agentes de A.R.G.U.S. ahi, pero los gobiernos siempre pedian algun tipo de confirmacion "oficial" para actuar con mas libertad y menos cautela. Me iba a acercar a la presencia que habia aparecido frente a nosotros intentando investigarla un poco, pero, fue entonces que hombre pez toco a la mujer. Y empece a sentir emociones extrañas en los demas, y emociones extrañas en mi. Era como si una cascada de todo tipo de sentimientos golpeara las energias del lugar y los ahogara en una extraña sensacion de preocupacion y euforia.
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
Ficha de Personaje Alias: Mass Murderer Nombre real: Jonathan Smith Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 15th Noviembre 2014, 23:33
Conforme el cuerpo de la mujer comenzaba a hacerse cada vez mas visible mas me inundaba una sensación de aburrimiento tal que casi me hizo desear jamas haber ido a ese desierto. Había desperdiciado demasiadas horas ahí, disfrazado de científico esperando tomar una muestra del dichoso cristal para analizarla; solo para descubrir después que era algo prácticamente imposible dado que estos se evaporaban antes de tocar el suelo una vez desprendidos. Luego apareció la mujer, quien a paso lento pero seguro comenzó a emerger del cristal y entonces decidí quedarme un poco mas para ver de quien o que se trataba y determinar si era peligrosa o no. De mas estaba decir que toda la atención que había logrado obtener de mi la mujer ya se había ido perdiendo lentamente conforme el tiempo avanzaba y nada interesante ocurría. Cada minuto que pasaba en ese lugar de mierda un inocente moría a manos de bandidos, toneladas de droga entraban en Estados Unidos y miles de mujeres eran transportadas clandestinamente por las redes de trata de blancas para satisfacer los deseos de algún pervertido. No tenia la clase de trabajo que le permite a uno tomarse vacaciones o descansos muy frecuentes; como dice el refrán "el crimen nunca duerme". Los verdugos no pueden darse el lujo de quedarse como tontos mirando un cristal mientras los criminales no tienen su merecido castigo y mi lista negra solo había ido expandiéndose con el pasar de los meses, conforme mas supervillanos y organizaciones criminales habían ido apareciendo; todo culpa de la maldita fusión de universos.
Afortunadamente para mi, las cosas dieron un giro drástico. Una vez que la cabeza quedo liberada del cristal, exponiendo a la vista de todos el rostro y la cabellera de la prisionera, el resto del cristal que cubría el cuerpo comenzó a ceder rápidamente, dejando al descubierto el resto del cuerpo desnudo de la mujer, quien a juzgar por su expresión facial era completamente ajena a todo lo que sucedía. Aquel espectáculo despertó el interés de varios de mis "colegas" , aunque fuese uno meramente carnal mas que científico; eran hombres al fin y al cabo, muchos de ellos tal vez ni habían tocado a una mujer en su vida, por lo cual el ver una desnuda en esos momentos debía ser su versión del edén. Eso fue al menos hasta que ella abrió los ojos; no por que los hombres lo notasen, pues tenían la vista muy ocupada como para verla a los ojos, sino por que el segundo en que la mujer los abrió se formo una gran nube de polvo, que nos cegó a todos por unos segundos, como si se hubiese provocado una explosión. En un principio creí que nos borraría a todos del mapa pero para mi sorpresa resulto ser solo una nube de polvo, ya que no hubo heridos y ni siquiera el terreno se vio perjudicado. Después de que el polvo se disperso lo primero que me llamo la atención, mas que la figura desnuda de la mujer liberada, fue el hecho de que todo el cristal había desaparecido. En esos momentos me vinieron las ganas de soltar cada insulto en ruso que conocía, y en varios otros idiomas también hasta quedarme afónico. Todo el viaje había sido para nada y había desperdiciado horas del día que jamas recuperaría. Al menos ahora la mujer estaba liberada y podía determinar con mis propios ojos si representaba un peligro o no para el mundo; era la única pisca de consuelo que me quedaba, lo cual no era mucho.
El animalito peculiar fue corriendo a acurrucarse en los pies de su ama apenas la vio; como dije, lealtad animal. Lo siguiente que note fue, para mi sorpresa, que la mujer no tenia sombra; un hecho inquietante. También tenia extrañas flores o estrellitas, ni idea que eran, flotando sobre su cabeza. Al momento que abrió los ojos, los cuales al parecer había cerrado durante la "explosión"; su iris era de un cautivador color rojo sangre; asimismo percibí tonalidades azuladas y violacias. Por la forma en la que movía sus brazos parecía apenas ser consciente de que los tenia y eran suyos. La visión de aquella mujer me dejo completamente anonadado. Jamas en mi vida me había sentido así, esa calma, esa paz que me invadió completamente, a mi, un ser en guerra; fue algo diferente a cualquier cosa que hubiese sentido en mi vida, una sensación de satisfacción mas hermosa aun que mi mas satisfactorio asesinato. Era algo indescriptible con palabras, un milagro como lo llamarían los teistas. Desgraciadamente aquella sensación de paz se fue para abrir paso al soldado de siempre apenas uno de los malditos imbéciles uniformados, alias militares, apunto su arma hacia la mujer y amenazo con disparar; los demás militares, cual perros, le siguieron. Siendo justos, su accionar era algo justificado a primera vista pues la mujer había demostrado ser poseedora de algún extraño tipo de poder y acaban de emerger de un cristal flotante junto con un animal de raza desconocida. Pero por otra parte, bastaba con analizar verla por un tiempo para darse cuenta de la poca amenaza que representaba, la forma confusa en la que reacciono me lo dijo todo; estaba igual o mas asustada que los soldaditos allí presentes.
Por una parte aquello me indico que mi misión, una vez mas, había sido un desperdicio de tiempo puesto que no podía sacar muestras del cristal y la mujer resulto no ser peligrosa; sin embargo algo me insto a quedarme, ya fuese la necesidad de protegerla de los militares que no dudarían en disparar a la primera o la simple curiosidad de ver que pasaba con aquella extraña mujer. Por suerte una vez mas, el demonio rojo salio a reprender a los militares como una madre enojada a un niño que comió postre antes de la cena; el hecho de que Wonder Woman, hiciese gala de sus poderes volando a gran velocidad y arrancando las armas de manos de varios militares con su lazo también sirvió; me consiguió la distracción necesaria para avanzar mas hacia la mujer. Me hubiese gustado golpear a un par también, pero mi papel era muy diferente al de los demás presentes, era uno que debía ejecutarse de forma mucho mas sutil y silenciosa. De todos modos no es como si pudiesen impedírmelo, estaba personificando a un importante científico con mucha influencia en el campo y ellos de seguro me tenían en la lista VIP de personas con el paso permitido.
Pero algo ocurrió. El hombre pez azul, cuyo nombre, según el ser rojo, era Abe, comenzó a acercarse a la mujer. No entendió por que, pero lo hizo y cuando estuvo lo suficientemente cerca y las cosas se habían calmado, estiro la mano hacia la mujer y ambos se tocaron. Entonces todo sucedió de pronto; como si una honda de choque invisible nos golpease a todos los presentes. Algunos lloraron de inmediato, o rieron, gritaron, reaccionaron de formas muy diferentes. Pero yo...yo...no supe que paso. Estaba avanzando hacia la mujer cuando todo ocurrió, sentí algo en mi pecho, algo cálido, diferente a nada que hubiese sentido alguna vez. Mi corazón se acelero y por puro instinto lleve mi mano a mi pecho. Fue una sensación indescriptible; caí al suelo arrodillado sin saber que hacer. Por mi mente pasaron mil imágenes a la vez; asesinatos, torturas, inocentes muriendo, engaños; prácticamente toda momento importante de mi vida paso frente a mis ojos por obra de alguna fuerza desconocida...o tal vez era solo yo, que no sabia como explicar que de golpe, me hubiese dado por recordar todo eso. Fue como si todas mis emociones reprimidas me golpeasen de repente. Me quede sin aire, comencé a traspirar y entonces...entonces paso lo imposible. Vi como una gota de liquido cayo sobre la blanca arena; no era de sudor y lo sabia, mis ojos estaban ligeramente húmedos. Solo fue una pero no se necesito mas, estaba llorando; aquella fue la primera y única lagrima que derrame en mi vida. Y cuando me volví a parar, me quede pasmado y quieto en mi lugar, sin poder creerme lo que acaba de suceder y seguía sucediendo en mi interior. Toda una vida de soldado sin demostrar ninguna emoción y en menos de un día aquella mujer ya había conseguido que se manifestasen en mi; no se me ocurrió adjetivo apropiado para describir lo que sentí.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 19th Noviembre 2014, 01:22
[FDP: Chicos, pasaré uno a uno delante de vosotros por este orden, Abe y Connor, Smith, Hellboy, y Diana. no es necesario alterar el ritmo de posteo. Sois libres de decirme lo que queráis, y en mi siguiente post os pondré las respuestas a vuestras intervenciones. si alguien quiere saber algo en concreto o pretende llevar a cabo alguna acción, sentíos totalmente libres de enviarme MP]
"Curioso..."
Alcanzó a pensar, al tiempo que rozaba esas cinco extremidades que extendía hacia sí, interpelida por ese escaso pero complejo pensamiento justo en el momento en el que ambos se tocaban. Una intensa oleada de energía recorrió su ser mientras algo despertaba en las profundidades del interior, como la respuesta natural a una eternidad de sucesos inmensos que recorrieron todo lo que ella era, la inundaron, la embargaron, hasta dejarla sin habla. No quería arriesgarse a moverse, para no romper aquella magia que parecía capaz de contenerla, de hacerla minúscula hasta desaparecer, pero tan fuerte como para, si quisiera, partirla en secciones minúsculas, tan pequeñas que perdería su conciencia recién adquirida.
A medida que llantos, risas y respiraciones entrecortadas elevaban sus ecos en las fisuras de la tierra, entonando para ella la única melodía completa de la misma vida, captó aquel estertor que desveló su esencia, hormigueando en todo su cuerpo, haciéndole plenamente consciente de sus proporciones por primera vez.
Y continuó quieta, con los ojos cerrados, temerosa de que aquella intensidad sin fin desapareciera, si es que se decidía a moverse aunque fuera lo mas mínimo...
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Se abrió paso, sin freno, como lo que era... un universo sin fin... inabarcable... inacabable...
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Quiso quedarse así para siempre, sólo sintiendo. Analizado cada instante de aquella inmensidad que trataba de hacerse hueco en su interior, pero fue incapaz de permanecer con los ojos cerrados, por que entre todas aquellas cuerdas que hacían vibrar sus sensaciones, despuntaban unas cuantas que parecían bailar a un son totalmente diferente al de todas las demás. Captó aquella sutil disonancia entre ellas, cada una personal, intransferible. Su ceño se frunció entonces levemente. Confió en que se tratara de algo pasajero, pero continuaron alejándose cada vez mas del ritmo que su instinto le aseguraba debían llevar...
Abrió los ojos y encontró a ambas criaturas en el suelo, allí donde lindaba su persona en esa especie de peanas que se recortaban, blancas, sobre la tierra, donde la peluda criatura se había enroscado y ahora aguardaba, pacíficamente. Entonces captó algo, y con movimientos que parecían medidos por una escala superior de la delicadeza, se acuclilló allí donde la criatura azul, y la que estaba surcada de lineas blancas se encontraban. Las contempló por un momento, cautivada por cada detalle en sus rostros, sus clarísimas diferencias, pero notando la consonancia de su melodía interna.
Permaneció agachada, las manos sobre sus rodillas aunque ella aún desconocía las partes de las que se componía su fisonomía, y el pelo rojo que antes había sido semejante a una cascada de sangre se enroscaba ahora sobre el suelo dibujando con naturalidad recorridos propios de los recovecos de un río, un río escarlata surcado de flores blancas. Contempló a ambas criaturas largamente, y percibió que comenzaba a vibrar con la misma fuerza con la que ellos lo hacían, y una suave gota de cristal se deslizó desde esos ojos como joyas, dibujando un diminuto canal brillante en las níveas mejillas de la dama y antes de despeñarse, se evaporó como si el contacto con el aire deshiciera la materia de la que estaba hecha su primera lágrima...
Y para ellos, fué la última gota derramada.
Los llantos arreciaron, de manera definitiva. Muchos incluso encontraron la fuerza suficiente para ponerse en pie, sosteniéndose por sí mismos, como hasta entonces lo habían hecho siempre. Recordar cuanto acababa de suceder exigía a sus mentes una composición de recuerdos más próxima a la fantasía propia del sueño, que al de una vivencia que acababa de ocurrir. Sin embargo, así había sido...
La mujer se puso en pie, y contempló a su alrededor, su expresión de labios entreabiertos y ojos imparables la evidenciaban en una incipiente búsqueda que acababa de empezar. Comenzó a andar, ya sin las tentativas con las que se movía un recién nacido, aunque sus ojos incansables cargados de curiosidad recordaban aún a uno. Algunos tuvieron el valor de acercarse a ella, y deteniéndose la observaban, pero no articulaban palabra, solo la miraban haciendo temblar sus bocas en un intento de encontrar lenguaje en el que hablar.
Paseó con inusitada tranquilidad, deteniéndose uno a uno frente a cuanto ser la rodeaba, todos ellos distintos, pero compartiendo la oscilación común. La aureola que orbitaba sobre su cabeza se movía, rotando, generando a su vez órbitas a medida que se balanceaba de arriba a abajo, y de derecha a izquierda. No hizo distinción alguna, todos acababan pasando un instante frente aquellos ojos rojizos ribeteados de violeta, que los contemplaban de una forma antinatural y primigenia. Veían la ancianidad en sus ojos, pero sabían que no era más que una niña, y eso provocaba una contradicción que para muchos era difícil de tolerar.
Observó al hombre que había empezado a avanzar hacia ella y, como los más cercanos, había caído de rodillas. Permitió que sus vibraciones se adaptaran a las de él. Luego continuó. No hizo más contacto con quienes la rodeaban que aquella mirada intensa, que parecía capaz de atravesar mas allá de las capas de piel, de ver a un nivel inalcanzable al ojo humano. Criatura a Criatura, ser a ser, siguió avanzando. Se detuvo entonces ante el gigante Rojo, adoptó las notas derivadas de él...
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Muchos científicos se apiñaron contra la cuerda de seguridad. La dama paseaba frente a ellos reservando sus distancias, como si no tuviera necesidad de acercarse para hacer lo que fuera que hacía, y prácticamente todos tuvieron interés en observarla, de manera que casi sin darse cuenta, fueron colocándose en una extensa fila de a uno, haciéndose huecos entre ellos para que les llegara el turno, aunque no podía saberse con seguridad de si lo hacían para observarla... o para ofrecerse a ser observados...
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La mujer entró en su campo de visión. De la misma manera en la que para un hombre es sencillo reconocer una voz, para OmegaDust lo fue reconocer su silencio. Su nombre no había sido pronunciado, aunque un eco lejano proveniente de sus instintos le hizo saber que era esa criatura, y ninguna otra de las presentes, quien la había confundido con otra. La observó, sólo un instante más, y como el agua de mar que pretende una crecida eterna mientras el tiempo la consume, la dama la dejó atrás, para observar al siguiente...
_________________ "Ashes to Ashes... Dust to Dust..."
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 19th Noviembre 2014, 10:29
Era la segunda vez donde la paz y la serenidad invadían al demonio. La primera fue muy pocos días atrás, cuando fue a visitar a Rebecca a su rancho y tuvo el encuentro con Hiedra. Ella le hizo algo que provocó que un deseo y una sensación sepultadas en lo más profundo de su alma floreciesen repentinamente, sintiendo cosas que dudaba existiesen en él. Amor, deseo, excitación... Le ayudó a comprender que, incluso él, quien debía destruir el mundo y condenarlo para siempre, no estaba carente de nobles sentimientos. Su condición le había obligado a comportarse así, a guardarlos a cal y canto para que nadie jamás los viese. Tan solo un pequeño atisbo de estos asomaba cuando Liz, Abe o su padre estaban cerca. Y, a decir verdad, también un poco cuando lo estaba la vaquera, aunque jamás lo reconociese. Y ahora, aquella niña de rojos cabellos lo había conseguido de nuevo. Aunque, a decir verdad y juzgando por el comportamiento de todos los presentes, no fue el único al que le había pasado. No llegó a derramar una lágrima, aunque comprendió algo que tiempo atrás había olvidado. No solo hay entes sobrenaturales malignos queriendo entrar en el mundo. De vez en cuando, una pequeña piedrecita de cal se cuela entre todas las toneladas de arena, reluciendo como un faro en una tempestad nocturna.
Los pies de la joven tocaron el suelo, y se agachó lentamente sobre Abe y Solomon. Abe sollozaba aún ligeramente, y secó sus húmedos ojos con el dorso de la mano.
- Lo... Lo siento. Yo... Siento haber querido tocarla...- La mujer no dijo nada. Únicamente, una minúscula lágrima brotó de aquellos pozos del alma, cruzando sus tiernas mejillas con un húmedo surco. Nunca tocó el suelo. Al igual que los fragmentos de su prisión de mineral al caer, esta se evaporó en mitad del aire, como si nunca hubiese existido. Y por fin, tras un largo rato observándoles y esperando, Abe dejó de llorar e intentó levantarse. La chica todavía permanecía agachada, apoyada sobre sus rodillas. Azul se acarició suavemente la nuca. No dijo nada. Sólo observaba la belleza de aquella niña que aún le miraba, pues era el ser más perfecto y bonito que hubiese visto nunca.- Gracias...- Fue todo lo que dijo.
La chica permanecía con los dos compañeros del demonio, quien aún estaba algo aturdido por todo. Poco a poco, ella se levantó y comenzó a caminar hacia ellos, alejándose del que había sido su punto de aparición. O de nacimiento. Era imposible saberlo a ciencia cierta. Con ligeros pasos, tan gráciles que le pensar a uno que no tenía ni idea de andar, la chica se acercó a un científico que había entrado en el círculo de seguridad. Este también había caído de rodillas cuando Abe y la pelirroja habían juntado sus manos. Se acercó a él y se detuvo momentáneamente, como si estuviese estudiándolo. Algo así parecía que estaba haciendo. Los ojos de la chica observaban absolutamente todo, como si jamás hubiese visto nada y se estuviese maravillando con cada centímetro de realidad que la rodeaba. ¿Quién sabe de qué mundo había venido ella? Al poco rato, se acercó a Hellboy, quien aún la miraba maravillado. Cuando estuvo a su altura pudo comprobar que la chica, en comparación con él, era minúscula. Casi más estrecha que su brazo, y apenas le llegaba al pecho. Era aparentemente tan frágil que, inconscientemente, el demonio comenzó a respirar más lentamente, por el miedo de hacerle daño simplemente con su respiración. Se detuvo ante el gigante rojo y le observó. Durante unos segundos, Hellboy sintió una especie de consonancia con ella, como si estuviese analizando su alma. Sintió paz y relajación de nuevo, y por primera vez en su vida se quedó sin habla. No era capaz de formular palabra. Sólo miraba a la chica allí frente a él. Entonces, se armó de valor, y miró aquellos preciosos ojos rojos.
- Eres... ¿Eres un ángel?- Una belleza tan pura no podía ser de ese mundo. El demonio jamás había visto un ángel, pero estaba seguro de que estos eran como la muchacha. Perfectos, bellos, generando paz a todos los que les rodeaban. Sus amarillos y brillantes ojos intentaban comprender qué era ella. Qué se ocultaba tras aquellos rojos cabellos plagados de pequeñas flores y esa diadema hecha de estrellas. Tenía millones de preguntas que quería hacerle, pero no necesitaba que fuesen en ese momento.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 20th Noviembre 2014, 18:42
Todo aquello fue algo intenso para Salomon, una oleada de Sentimientos llegaron a su mente y su corazón, nostalgia, paz, serenidad, entre otros... Nunca en su hasta ahora corta vida se había sentido así, por lo general él era un joven que ocultaba muy bien sus sentimientos, no le gustaba exteriorizarlos, y por ende siempre trataba de guardar la calma, ya sea para controlar la risa, ocultar su sufrimiento, miedo y esas cosas. Pero esta vez fue muy diferente, fue algo que no pudo controlar, algo que le salió del corazón y no pudo contener. Y de alguna forma, se sentía mas aliviado, como si se hubiera liberado una gran carga emocional, aquello fue como una liberación y pudo sentir verdadera paz en su corazón...
Por fin las lagrimas cesaron, Salomon se las secó y por fin pudo recobrarse y volver en si, junto con su compañero Abe. Ambos se encontraban de rodillas en el suelo, cuando la joven de cabellos Rojos se acuclilló en el suelo, quedando a la altura de ellos. La chica los observaba fijamente, Salomon no se había percatado del todo que la joven estaba allí mirándolos, hasta que le observó de frente, su primera interacción, estaban cerca, era una joven de hermoso semblante y de ojos rojos, toda su piel era blanca como la nieve y cargaba como una especie de corona de estrellitas, que giraban alrededor de su cabeza. A pesar de que era linda él no sentía atracción hacia ella, no, su belleza era diferente, y sentía otro sentimiento, era algo como respeto, no lo podía definir bien - Su mirada... Su mirada, es diferente - Pensó el joven dentro de si, aquella mirada no era la mirada de una simple joven, era diferente, transmitía algo que Salomon trataba de comprender, ¿En realidad acababa de nacer o se trataba de un ser inmortal, que había llegado a nuestro planeta? ¿Alguien con mucha sabiduría? Él no lo sabia, pero estaba seguro que dentro de poco todos sus dudas iban a ser aclaradas.
Estando ella ahí al frente de ellos, quizás era un buen momento para decirle o preguntarle algo, pero ambos se sentía cohibidos, tanto Abe como Salomon. Pero su compañero pudo romper el hielo con algunas palabras, dijo que lo sentía, por tocarla, para sorpresa de él, la joven no dijo nada, unicamente una lagrima había salido de esos ojos rojos, recorrieron sus mejillas y luego se desvaneció. Luego Abe se levantó, y solo le dijo gracias. La chica aun seguía de rodillas y Salomon también, mirándola y ella también. - ¿No sabe nuestro idioma?- Pensó el chico por un momento, no quería desaprovechar esta oportunidad, quería preguntarle algo, lo que sea, pero le costaba mucho y no sabia porque. Agachó un poco la cabeza, mientras que trataba de modular alguna palabra, luego levantó la mirada:- ¿Qui... Quien, quien eres? - Trató de preguntar, no estaba seguro si era lo correcto preguntarle algo así, nunca se había encontrado cara a cara con un ser de otro planeta, o lo que sea que fuese ella. Pero como eran los primeros en tener contacto con ella, sentía que tenia el deber y el derecho de hacer esa clase de pegunta.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 23rd Noviembre 2014, 17:56
El llanto ceso, y yo rapidamente me di la vuelta, saliendome del lugar un momento para secarme las lagrimas. Habia sentido una avalancha de sentimientos, y no queria que nadie me viese asi. No es que no me gustase sentir mis propios sentimientos, pero ahora era una guerrera, y las guerreras deben de mantener cierta seriedad en su trabajo. Limpie mis lagrimas con mis manos, y tras sacudir un poco la cabeza, respire. Me tenia que calmar, no debia caer en esa magia tan misteriosa y dejar que todos esos sentimientos acumulados en el lugar molestasen mis sentidos.
Resople y me regrese al lugar, mirando a los cientificos de antes levantandose, unos arrodillados, otros de pie, ya mas calmados. La chica estaba caminando, mirando a cada uno, incluyendo al demonio rojo... Y algo parecia que hacia con su mirada, como magia. Su mera presencia era una gran confrontacion de sentimientos, podia sentir la de la mayoria, como si de pronto de sentir alegria, sienten felicidad, o de sentir tristeza pasan a la melancolia. Era un ser extraño, pero quizas, fuese tan extraño como yo. Su piel, su cuerpo, sobre todo sus ojos resultaban misteriosos, obra de algun dios aburrido que habia mandado una encarnacion suya o una criatura que le fascinase a la Tierra. Y si algo le gusta a los humanos son los seres fascinantes como nosotros. De pronto, una pseudo-fila se fue formando, todos querian ser mirados por ella, como si un rayo de luz de Athenea les diera sabiduria, su mirada provocaba distintas reacciones, distintos cuestionamientos.
Admire, cruzandome de brazos, su caminar tan gracioso y esa curiosidad en su mirar, como si fuera una recien nacida que nunca hubiera visto el mundo que le esperaba. ¿Esa chica habia aparecido, o como si fuera un vientre hecho de energia, salio en un parto hacia el mundo? No lo supe. Y ahora, cuanto mas se acercaba, mas extraña me senti. Estaba ya frente a mi, cuando me miro, y me senti aun mas extraña. Sentia que estaba feliz, pero a la vez extrañaba a las personas, como una extraña calma cuando te encuentras encerrado y hastiado de un lugar que tiene todas las comodidades. La mire yo a ella, casi en una confrontacion que nunca se dio de miradas.
Esa extraña calma me hizo cerrar los ojos, y cuando los abrio, ella ya estaba caminando para mirar a otra persona. Inhale y exhale, esforzandome en mantenerme firme, y camine detras de ella, cuando le toque el hombro para girarla hacia mi. Cuando ella me pudo mirar, empece a repetir la misma frase en distintos idiomas, desde los idiomas actuales tan diversos hasta los mas antiguos: La lengua de los egipcios, el dialecto babilonico, latin vulgar. La misma frase formada para cada idioma. "Hola. ¿Quien eres?"
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
Ficha de Personaje Alias: Mass Murderer Nombre real: Jonathan Smith Universo: Marvel
Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 29th Noviembre 2014, 06:09
Cerre mis puños con tanta fuerza como me fue posible, como si esperase reducir a nada la arena que se encontraba entre mis dedos. Estaba enojado y al mismo tiempo perturbado. Decir que lo que acababa de experimentar era una pesadilla, sin embargo, seria mentirme a mi mismo.. No sabia que había pasado, la sola presencia del a mujer había bastado para recordarme todos mis pecados pasados y sacarme una lagrima por ellos. Años y años de horror comprimidos en una lagrima, lo cual para mi ya fue demasiado. Esa había sido la primera lagrima que solté desde el día en el cual decidí volverme un soldado. Mi trabajo siempre fue el de llegar a un lugar, causar varios líos e irme en búsqueda de la siguiente zona de batalla; así fue siempre, aun después de que me "independice" de mis jefes, mi modus operandi siguió siendo siempre el mismo. Ese es el tipo de vida que no deja espacio para algo como las emociones, por eso estuve años evitando pensar en cuestiones como a cuantos inocentes mate en realidad creyendo que eran culpables por las ordenes de un grupo de mojigatos corruptos. Ese es el tipo de cosas que siempre tuve talento para olvidar y sin embargo esa mujer me había hecho largarlo todo en unos segundos, con su sola presencia. La mujer me recordo algo que hacia mucho tiempo había olvidado o reprimido subconscientemente, me hiso darme cuenta de algo que llevaba mucho tiempo ignorando y que, mas haya de cuanto quisiera ignorarlo, era verdad: yo era humano. Mas haya de los poderes mutantes y de un pasado como asesino despiadado, toda mi vida se baso en el odio: odio hacia mis enemigos, odio hacia mis jefes, odio hacia los villanos; sin embargo ese momento de "auto-descubrimiento" repentino y corto fue todo lo que necesite para recordarme quien era en realidad. Yo tengo emociones, yo soy un ser humano; y aunque aun soy nuevo en esos aspectos y no quiera admitirlo, y me lo niegue constantemente a tal punto que quizás hasta me termine convenciendo, soy un ser humano.
Levante levemente la cabeza dejando ver mi rostro cubierto en su totalidad de sudor, mas por pánico que por la alta temperatura a la que estaba expuesto. La figura femenina, tan hermosa como una escultura italiana del Renacimiento, continuo caminando. Andaba por el desierto con una calma y tranquilidad abrumadoras, como si a pesar de no llevar mas de cinco minutos en el mundo ya conociese a todo el mundo y supiese exactamente a donde quería ir; tal vez simplemente intuyo que todos estarían demasiado prendados de su belleza y del extraño efecto que había tenido en todos los presentes como para dañarla, y tuvo razón puesto que nadie volvió a levantar un arma en su contra. De hecho, en un momento todo el mundo, tanto científicos como militares, comenzó a acercarse a ella casi como un grupo de fanáticos enloquecidos sobre una celebridad y no pude culparlos. Esta vez, sin embargo, no fue por mera lujuria, sino poro otro motivo. Ellos solo querían ver sus ojos multicolores; esta vez sus vistas estaban bien altas, intentando cruzar miradas con la joven tanto tiempo como les fuese posible. Fue como si esos hombres estuviesen presenciando el paso de una diosa frente a ellos, lo cual tal vez no fuese tan alejado de la verdad; mas o menos como la princesa Diana, pero aquella no era una diosa guerrera, sino una de la belleza y la bondad, que era capaz de dejar sin aire a hombres y mujeres por igual, y hasta a demoñios segun pude notar por las expresiones del "diablo rojo" y el hombre pescado. Los primeros en experimentar la dicha de tenerla cerca habían sido el joven de las curitas y el hombre pescado y el resto es historia. Muchos militares y hombres de ciencia intentaron intercambiar palabras con ellas pero simplemente se quedaban sin habla conforme iba avanzando. Nadie se quedo sin su dosis de "miradas extrañas". Pareció como si solo bastase la mirada de la mujer para dejar inmovilizado a cuanto individuo tuviese enfrente.
Yo no pude entender el pro que de esas reacciones hasta que estuve frente a frente con la mujer. Fui levantando mi cara levemente conforme ella iba caminando hacia mi posición. Mis ojos fueron subiendo lentamente examinando con detalle todo el cuerpo de la "visitante". Finalmente llegue a mi objetivo, sus ojos y recién ahí comprendí el por que tantos hombres se habían enmudecido frente a tal maravilla. Yo no soy el tipo de hombres que disfruta del arte o de las mujeres bellas siquiera; pero aquellos gloriosos ojos con todo y su particular combinación de colores fueron un espectáculo digno de un sueño feliz; de esos que no acostumbro tener. Casi no me salen las palabras, pero afortunadamente fui capaz de recuperar buena parte de la fuerza que haba perdido gracias a a mujer y tuve la capacidad de hacerle dos preguntas simples -¿Cuales son tus intenciones aquí? Quien eres.- solté con lentitud, aspirando profundamente cada dos palabras, como si estuviese intentando recuperar el aliento, lo cual no estaba tan lejos de la realidad. A pesar de todo, seguía teniendo una misión que cumplir y siempre supe que tarde o temprano llegaría el momento de averiguar lo que me interesaba.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 29th Noviembre 2014, 18:09
Su recorrido le enseñó muchísimas cosas...
Cada paso que la alejaba de una criatura le acercaba más a otra, y comprobó que eso era, y sería por siempre un hecho irrefutable, sometido a una ley inmutable y real a la que se sometía su propia naturaleza. Se percató de que cada uno de ellos era claramente diferente de los demás, pero sin embargo compartían varias notas de la melodía que les mantenía claramente conectados entre sí. Cuando comprendió por fin hasta que punto se implicaban todas esas criaturas, el límite en el que ellos formaban aquella fuerza que había titilado, brillando entre la inacabable niebla roja que la mantenía ajena a todo eso, anhelando con urgencia que abriera los ojos... Haciéndola sentir necesaria, por primera vez...
Entonces escuchó, y fue capaz de comprender. Usaban palabras. Palabras que era capaz de leer, que salían despedidas, flotando sobre el aire desde sus bocas, compuestas por una tenue vibración que se hacía hueco en el eco de su aliento. Aquello pareció sorprenderla, y alzó las cejas en un gesto sutil y repentino, que luego recuperaron de nuevo su posición relajada natural, sobre sus ojos. Por entonces para ella era aún ajeno el verdadero control de su lenguaje corporal, aunque el instinto permitió que comenzara a utilizarlo en contra de su voluntad, pues aún no sabía de las complejas implicaciones que suponía su uso. A pesar de lo cual, cuando la criatura de piel azul se dirigió a ella, su cabeza se inclinó levemente hacia delante, haciendo que en ese gesto su pelo se ondulara una sola vez, creando una marejada de hebras rojas, en las que las flores ondularon como en una rama acariciada por el viento. Reconoció en especial una de aquellas palabras, y entonces, impelida como por una fuerza mayor que no dependía de ella, sus labios se entreabrieron, y notó que el aire vibraba en su interior, construyendo... ¿Como las había llamado?...
-......- aquel instante de silencio, como el preludio de una pieza musical, se hizo eterno -No hay de que...- consiguió articular por fin. Su voz causó un escalofrío. Era una voz dulce, primorosa y cálida, como cabía esperar de la belleza que irradiaba, y sin embargo, extraña, pues una vez oída creaba ecos graves en el oído, como si en algún lugar un hombre repitiera a un tiempo y susurrando cada cosa que ella decía. Contempló entonces a la pequeña criatura plagada de líneas blancas, mientras le dirigía una pregunta, definitiva y compleja, que causó en ella largos instantes de introspectivo silencio...
Se sintió contrariada al presentir que vibraban en su interior miles de esas palabras, tantas que sería incapaz de cuantificarlas, pero ninguna de ellas encontraba aquel eco que las permitía salir, para ser por fin oídas. Ladeó la cabeza suavemente, como si eso fuese a facilitar su eco, pero no ocurrió nada. Al final, sólo tres de ellas, volátiles y tan suaves que apenas conseguía sentir su movimiento, se resbalaron por entre sus labios. Más como si se hubieran desbordado, que como si hubieran adoptado la fuerza necesaria para emerger de ellos.
-...¿Quién soy yo?- manifestó sin entender del todo bien, pues no era una respuesta.
No permaneció parada, continuó su avance, convencida de que aquello necesitaba ser resuelto. De que en algún momento, todas aquellas vibraciones se ordenarían correctamente, y se proyectarían con fuerza, con la certeza con que había dicho sus primeras palabras a la criatura Azul.
La sensación fue muy distinta...
Se detuvo frente a él, y sin evitarlo, se llevó una mano al pecho. Un pinchazo, una sensación desconocida, tenue pero importante, una mancha de niebla roja como una intensa confusión. Entonces, de nuevo, vibraciones. Esta vez, percibió, volvían a ser fuertes, aunque solo al principio. Observó a la criatura durante unos segundos más, hasta que se acostumbró a la difusa neblina roja del interior de su pecho.
- Tengo... que vivir. - sentenció, de nuevo con aquella melódica voz de dos tonos - No lo se... - añadió entonces, de nuevo con aquellas vibraciones escasas, que se le escurrían entre los labios.
El apredizaje continuó y a medida que avanzaba sólo algunos de esos seres emitían esas ondas hacia ella. Poco a poco, su capacidad de vibrar se hizo mas fluida, y adquirió fuerza, comprendiendo que su significado dependía directamente de ella.
Se detuvo frente al hombre de color Rojo, y esperó. Por primera vez, tuvo la impresión de que quizá significaba algo el hecho de que él compartiera ese mismo color de una manera tan clara, ya que para ella era familiar, cercano. Aquello le daba seguridad, como si, además del Púlsar, tuviese que buscar alguna otra cosa que delatara una conexión entre ambos. Quiza el proviniera de su mismo sitio, pero en cuanto esa idea rozó su mente, algo la descartó de inmediato. Entonces el pronunció una palabra, que a sus oídos sonó ajena. Como si él hubiera encontrado algo y se lo ofreciera, pensando que era suyo...
- Ese no es mi nombre...- respondió, negando tan sólo una vez con la cabeza...
Por que tenía la certeza de que aquella vibración no le pertenecía. Quizá aquel ser encontrara su respuesta en otra criatura. La dama de cabellos negros se mantuvo silenciosa, aunque de alguna manera, supo que, como el resto de las presentes, le sucedía lo mismo que antes había sentido ella misma. Las vibraciones se apelmazaban en sus vientres, pero al final, no encontraban salida. Quizá a esas alturas algunos ya se hubieran dado cuenta de que, a diferencia de ellos, su níveo pecho no poseía el ritmo de los suyos. No se elevaba y luego descendía de forma acompasada, lo cual la hacía aún mas perturadora, pues quizá significara que no poseía respiración...
Wonder Woman no llegó a tocarla, ya que a apenas unos milímetros, la joven se giró quedando de cara a cara, segura de que ahora por fin podría escucharla. Sus palabras flotaron hacia ella, y antes de que pudiera responder, sus vibraciones tuvieron una ligerísima variación... y luego otra, y otra... La dama de rojo quedó maravillada por ese fenómeno, abrió sus ojos, iris brillantes que emitían resplandores violáceos con una emoción palpable y evidente. Una vez terminó de hablar, ella se tomó unos instantes, ya que se le hizo indispensable responder siguiendo aquella divertida variación que no había contemplado hasta entonces.
- Aún no lo se...- respondió, en su idioma... y entonces continuó, tal como ella había hecho. En el mismo ritmo en el que había preguntado, los idiomas mas actuales, turno por turno, y luego, envejeciendo sus vibraciones con la cadencia propia de las lenguas antiguas a las que había recurrido, egipcio antiguo, babilónico, latín vulgar...
Siempre la misma respuesta, para la misma pregunta, en cada idioma que se había dignado en utilizar. Cuando acabaron, OmegaDust le dirigió una intensa mirada, antes de continuar. Quizá agradecida por aquella sorprendente variación de los acontecimientos, que le había permitido comprobar que podía utilizar tantas de esas palabras como quisiera. Continuó su avance, alejándose de ellos, observando aquellas criaturas a las que aún no había podido contemplar de cerca, aún con un creciente interés, a pesar de su paso sosegado. Uno a uno, les regaló un instante a todos ellos...
Hasta que se detuvo frente al hombre...
La nívea mujer se detuvo frente a él, y por primera vez en todo su recorrido, se quedó totalmente quieta. Sus ojos se clavaron en los suyos, y ambos se observaron. El cuerpo del hombre se tensó, su mandíbula apretada como si estuviese sometido a una fuerte presión. Un sutil cambio aconteció en el rostro de ella, a medida que pasaban los segundos...
La dama dió un sólo paso atrás...
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Por primera vez en todo su aprendizaje, la contempló de forma clara y meridiana... No en su pecho, ni en su rostro...
En el interior de sus ojos...
Niebla roja...
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Todo aconteció en apenas nos instantes. Al principio fue parecido a la vibración, pero después se trasladó. No era igual a la manera en que lo había sentido con el hombre que le había preguntado por su objetivo. No. Esta vez, descendió. Pasó por debajo de su pecho, hasta su vientre, y allí, reverberó, cada vez mas fuerte.
- Deja de mirarme - murmuró él.
Pero ella no fue capaz de comprender, porque algo estaba sucediendo en su interior. Algo confuso, y que provocó su retroceso. Algo que la impelía a alejarse de aquellos ojos.
- Para... para de una vez- gruñó por lo bajo, mientras los músculos se marcaban bajo la piel del hombre y una vena palpitante se delataba en su sien.
Notó el sabor a hierro en la boca, y supo, aunque no pudo verlo, que su interior se había vuelto del mismo color que aquellas cascadas de hilos rojos que la rodeaban. Tuvo la certeza de que ese era el sabor, a pesar de que, estaba segura, no había experimentado el sentido del gusto hasta ese mismo instante...
En apenas una décima de segundo, el hombre empuñó su ametralladora automática.
- ¡DEJA YA DE MIRARME!- gritó, al tiempo que oprimía le gatillo, atravesando a la mujer con una salva de tiros.
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El sonido de las detonaciones la hizo parpadear, y por primera vez, sintió miedo... En su interior un recuerdo lejano le trajo un sentimiento, uno que hasta entonces había estado allí, pero que no había obtenido la importancia de abrirse un hueco en el presente...
La certeza de la muerte...
Y notó aquellas partículas ardientes de metal atravesando su carne, abriéndose paso en su ser con la facilidad con que un río atraviesa una montaña, recordando ahora qué era lo que causaba el sabor a hierro en el interior de sus labios.
Los instantes siguientes fueron caóticos y confusos. La diminuta humareda causada por el arma quedó obviada por las carreras que se llevaron a cabo, algunos para separarse de aquel hombre, otros para lanzarse contra él desarmándole, lo cual les costó un esfuerzo titánico. Una vez reducido, se lo llevaron a rastras, mientras él no paraba de revolverse al grito de "ES un MONSTRUO"...
Todos contemplaron a la mujer...
Era imposible que todas aquellas balas, a esa distancia, hubieran fallado...
Pero ahí estaba, de pie, con una expresión de ausente incredulidad mientras se acariciaba el torso con las manos, en busca de aquellos mordientes agujeros de bala que no estaban. Su cuerpo, de un blanco perfecto, estaba totalmente ileso. Por vez primera, su pecho se hinchó y desinchó, al ritmo de una respiración que poco a poco se normalizaba, como un hombre que ha corrido huyendo del peligro y que ahora se conoce sano...
Pero aquello duró poco...
Su melena roja dibujó un torbellino carmesí al darse la vuelta y contemplar con el gesto desencajado a la joven científica rubia, de cabellos cortos y rizados, que la miraba con una expresión ausente a través de unas inmensas gafas de luna redonda. Había corrido a socorrerla poniéndose detrás de ella...
En su bata blanca se habrían paso regueros de sangre que le empapaban la ropa. Ambas encontraron sus ojos, y su respiración se hizo una... levantaron sus manos derechas, la una hacia la otra, sendas cascadas de sangre regaron sus comisuras y después, tras un jadeo ahogado, se desplomaron en el suelo, en la misma dirección. La una frente a la otra, como dos criaturas unidas por el reflejo de un espejo invisible...
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Notó los agujeros en su propia carne, y comenzó a temblar. Su vista nublada por la imagen de aquella que, frente a sí, se desvanecía apagando la nota que representaba dentro de la melodía...
Deseó no haber experimentado eso nunca... aquello era insoportable, una agonía incesante que no se acababa... Lo había conocido antes, pero ahora ya se acordaba del nombre de aquel horror...
Todo empezó a volverse rojo, pero OmegaDust, con una mano asiendo su blanco vientre intacto, se arrastró intentando llegar hasta ella. Las fuerzas la abandonaron. La atravesaba incesante, como si quisiseran arrancarle algo que le pertenecía de la esencia misma de su cuerpo...
El Dolor...
Él se la llevaba...
La arrancaba del Púlsar para siempre...
[FDP: La niebla no es algo que podáis ver, por si alguien lo duda. Es su manera de definir una sensación. Por otro lado, me parece que puede ser interesante proponer lo siguiente. Aunque hay un turno de posteo estipulado, en esta ronda podemos variarlo, para que se evidencie el caos. Significa que en este turno, quien lea primero puede ser también quien responda primero sin seguir el orden. Tened en cuenta lo siguiente, tenéis a OmegaDust, desvanecida en el suelo sin daño aparente, mas allá de que sangre un poco por la boca, y a un científica justo al lado con varios tiros que se os desangra a ritmo alarmante. ¡Haced lo que creáis oportuno! Si tenéis alguna duda, estoy a un mp de distancia.]
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 9th Diciembre 2014, 11:54
- Ese no es mi nombre...- Y se alejó del demonio, dejándolo más confundido que antes. ¿Cómo que ese no era su nombre? ¡Le había preguntado si era un ángel, no si se llamaba ángel! Perfecto, otra ninfa con amnesia o vete tu a saber qué demonios era aquel ser... Una ninfa desde luego que no, desde luego no tienen ese aura espectral invisible que confundía incluso al demonio que creía haberlo visto todo. Pero lo que más perturbaba, por así decirlo, a Hellboy, fue el comportamiento de Abe. JAMÁS había llorado, ni siquiera cuando el profesor Broom murió. La única vez que le había visto derramar una lágrima antes fue cuando se enfrentaron al príncipe Nuada, un elfo del clan Bethmoora cuyo único deseo era esclavizar y acabar con la raza humana. Este príncipe tenía una hermana gemela con quien mantenían un extraño vínculo físico: cualquier enfermedad, herida o dolor que uno contrayese, el otro lo experimentaría de igual forma. Abe se "enamoró" de la princesa, y cuando tuvo que sacrificarse para frenar a su hermano, su compañero derramó las primeras lágrimas que él había visto. Si Abe estaba tan confundido que se había caído al suelo de rodillas y había llorado, esque la jovencita de rojos cabellos que se paseaba tranquilamente entre los presentes era algo más que una simple ninfa.
- ¡Eh, colega! ¿Estás bien?- El demonio se había acercado a Azul mientras la muchacha escuchaba las mil y una lenguas de Diana. Apoyó su mano izquierda sobre el hombro de su compañero y le miraba a los ojos. Abe aspiró lentamente y asintió con la cabeza. Parecía perdido, pero no tenía pinta de estar mal. De hecho, Rojo habría jurado que tras aquellos negros ojos se escondía una felicidad y paz inmensas, como la de un niño que abre la puerta del salón la mañana de Navidad, y ve que un año más los regalos están allí esperándole. El demonio sonrió y negó lentamente con la cabeza.- De esta no te habrás enamorado también, ¿verdad?
- ¿Qué? ¿Eh? ¡No, claro que no! No soy tan simple como crees Rojo...- Abe negó rápidamente con la cabeza mientras intercambiaba miradas entre el demonio y la muchacha en la lejanía. Hellboy rió y le dio un par de toques cariñosos en el hombro.
- ¡Tranquilo, tranquilo! A mí me parecería bien. Lo único el tema de la ropa, habría que comprarle un vestido o algo, ¿no crees?- A Hellboy le encantaba tomar el pelo a su compañero con cosas de estas. Abe era extremadamente reservado para estos temas, y muy difícil saber a ciencia cierta qué era lo que le gustaba. No en el sentido de que algo le gustase, como cuando veía una roca con forma de ojo o cosas así. No, eso hasta alguien que jamás había visto a Azul antes habría sabido que eso casi le excitaba. Saber qué se le pasaba a Abe por la cabeza en el ámbito sentimental era como intentar encontrar una aguja en un pajar, con la peculiaridad de que no había aguja. Entonces el rostro de Hellboy se volvió ligeramente más serio y miró a Abe a los ojos.- Oye Abe... ¿Qué es ella? Nunca nos habíamos encontrado con un ser así antes.- El demonio miró por encima de su hombro y vio como la muchacha avanzaba hacia un grupo de gente.- ¿Has podido ver algo mientras estabais unidos? Y no me digas que no es nada, porque tú no lloras así como así...-
Abe sabía que el demonio no se rendiría hasta que le contase qué había visto. Le intrigaba tanto o más que a él mismo, pues no era capaz de ver como lo hacía Abe. En la mayoría de los casos, Azul era los ojos de Hellboy, pues era él quien debía decirle a qué se estaban enfrentando, cuáles eran sus debilidades, o cual era su origen. Si fuese por Rojo, en el bestiario del B.P.R.D aparecerían miles de garabatos con bichos llenos de dientes y garras y bajo ellos títulos como "Cabronazo", "Cabronazo con veneno", "Carapicha", "Hijo de **** muerde entrepiernas", y toda una sarta de nombres por el estilo. Abe se quedó callado unos segundos, y miró al demonio. Sus amarillos ojos le miraban desde arriba, curiosos y ligeramente preocupados. Abe lo notó. Hellboy estaba preocupado por lo que le había pasado.
- Bueno, yo...- Unos gritos interrumpieron a Sapiens, provenientes de entre la multitud. Ambos se giraron y vieron a la jovencita justo delante de un soldado que parecía estar totalmente fuera de sí. Sacó una ametralladora y descargó un cargador entero contra la chica.- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!
El demonio saltó a toda velocidad a por el hombre. Mucha gente se alejó de él, asustados por los disparos y los gritos de aquel tipo. Varios intentaron reducirlo, y el demonio agarró el arma, partiéndola en dos con la mano de piedra. Echó una mirada de enfado al hombre al que se llevaron a rastras mientras gritaba "¡Es un monstruo! ¡Es un monstruo!".
- El único monstruo que hay aquí eres tú.- Y se volvió para ver a la pobre chica... Que estaba allí, de pie, como si nada. Ni una sola marca, ni una herida de bala. Absolutamente perfecta, exactamente igual que cuando había salido de la enorme roca flotante. El demonio frunció el ceño y se agachó ligeramente para mirarla a los ojos.- ¿Pero qué...?- La muchacha se acarició el pecho y respiró algo pesadamente, como si acabase de correr. De manera que para ella era igual de sorprendente aquello. ¿Sabía que había estado a punto de morir? ¿Era consciente de que podría estar tendida sobre el suelo, con el pecho tan rojo como sus cabellos? Entonces el demonio escuchó un pequeño gemido detrás de la chica. Miró por encima de ella y vio a una científica, con el pecho ensangrentado y la respiración entrecortada. Las balas habían impactado contra ella. ¿Cómo? ¿Acaso las balas habían atravesado el cuerpo de la chica e impactado en la otra mujer? Entonces, cuando el demonio pensaba que no podía estar más confundido, ambas chicas se volvieron una. No que se uniesen en una sola persona, sino que repentinamente unieron sus manos y comenzó a pasar todo como si hubiese un espejo entre ellas. Levantaron las manos a la vez, moviéndose de la misma forma y en la misma dirección, sangre comenzó a brotar de la boca de la pelirroja, y ambas se desplomaron contra el suelo tras un fuerte jadeo.
- Abe... ¡Abe! ¡Ven aquí! ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué ocurre?- Si Hellboy hubiese sido un humano, en esos momentos su piel sería blanca como la cal. No entendía nada de lo que estaba pasando. Las dos chicas sentían un dolor atroz, no cabía la menor duda. ¿Pero por qué lo sentía la chica de la roca? A ella las balas no la habían alcanzado. ¿Acaso era una especie de Abe? ¿Alguien que con sólo tocar era capaz de ver y sentir lo de la otra persona o ser? Azul se acercó y miró la situación. Estiró la mano hacia las dos chicas. Tocó a la pelirroja con la yema de los dedos, y retiró la mano al instante, como si su cuerpo quemase.- ¿Qué? ¿Qué has visto? ¿Abe? ¡ABE! Abe, te juro que como no me digas qué está pasando me voy a cabrear y mucho.
Pero daba igual lo mucho que gritase el demonio, su compañero no le oía. Estaba totalmente petrificado por lo que acababa de sentir. Un poder que no había visto antes. Algo que escapaba totalmente a su imaginación. Nunca imaginó que encontraría algo así, y sólo observó la situación en silencio, esperando a que todo acabase.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 11th Diciembre 2014, 21:41
"Vivir", esa fue la respuesta que me dio; en otras palabras ella no tenia ni la mas remota idea de que diablos hacia en la Tierra ni de quien era ella. Mierda. En esos momentos realmente me dieron ganas de darme un tiro puesto que había perdido todo el día y no tenia nada mas haya de una revelación, un poco de mal terapia emocional, un posible trauma y el recuerdo de una "mujer" extraña; nada que me sirviese realmente sino todo lo contrario. Mentiría si dijera que había sido una total perdida de tiempo, pero a decir verdad en esos momentos solo quería salir de ese desierto. Nuestra querida visitante no tenia ni la mas remota idea de nada que pudiese serme de utilidad; de seguro sufría alguno tipo de amnesia o algo por el estilo aunque no podría decirlo con seguridad puesto que no sabia nada de ella ni me interesaba saberlo. Todo lo que se es que, cuando ella empezó a alejarse de mi después de "responder" de alguna forma a mis preguntas, comencé a sentirme mucho mas tranquilo, mas calmado y mi mente comenzó a enfriarse, permitiéndome pensar una vez mas con la misma claridad que acostumbro. La mujer continuo avanzando de persona en persona; paso junto al demonio rojo y a Wonder Woman y a juzgar por lo que logre entender dado mi buen oído y lo que deduje que ella estaba diciendo, todos estábamos igual. Algo a destacar fue la forma en la cual Diana le hiso las preguntas a la joven: en varios idiomas, algunos de los cuales pude comprender dado a mi dominio sobre ellos, otros simplemente logre identificarlos por las palabras e incluso hubo algunos que sinceramente ni sabia que existiesen; me anote mentalmente agregar "polidiota" a la descripción de Wonder Woman en los archivos cuando llegara a casa. Le estábamos haciendo preguntas sobre si misma a alguien que ni siquiera se conocía bien. Fue como ver un montón de personas hablándole a la pared, cuando le hablaban; muchos se quedaban perdidos en su hermosa mirada, incapaces de encontrar las palabras indicadas para expresarse o de simplemente cerrar la boca y dejar de babear y mirar a la mujer como si fuese la ultima botella de agua en el desierto.
Pero entonces, algo paso; bastante malo. La joven se paro frente a un soldado, nadie en particular; creo que fue el primero que le apunto cuando salio del cristal pero no estaba seguro. Pude ver que murmuro algo pero nunca supe que; solo lo vi sacar su ametralladora en dos segundos y dispararle a la mujer; pero no necesite ver mas. Inmediatamente creció la ira en mi, pasando de un simple fastidio a mi clásica furia asesina; aquel hombre le había disparado a la mujer indefensa, quería tener "unas palabras con él". Me pare casi de un salto y corrí hacia allí. El demonio fue el primero en llegar, pues estaba mas cerca y en una mejor posición que yo, pero eso no me impidió hace mi parte. Al observar como el ser rojo partía en dos el arma del soldado supe que en un futuro cercano necesitaría hacer una carpeta con su nombre, así como fortalezas y debilidades; era alguien que necesitaba tener registrado. A pesar de que el hombre fue desarmado por el demonio y rodeado por sus camaradas, eso no me impidió, ni me hiso replantearme siquiera, el seguir avanzando. Aumente la velocidad cuando supere al demonio; el soldado se estaba resistiendo a su detención así que cuando estuve lo suficientemente cerca di un salto hacia él y le propine un rodillazo volador con mi pierna izquierda en el centro de su cara. Fue un golpe especialmente duro; es una técnica básica de Muay Thai y el hecho de tener años de entrenamiento en dicho arte marcial no solo implica que ese tipo de golpes me salen a la perfección sino también que mis rodillas y codos fueron endurecidos al punto de la insensibilidad por un sensei especialmente duro que me los golpeaba con cañas de bambú todos los días. El placer me inundo cuando sentí su cráneo ceder ante mi rodilla. Casi olvide el hecho de que acababa de efectuar un golpe de gran potencia en bata de laboratorio, con una identidad secreta y haciéndome pasar por un científico ruso. Pero en ese momento no me importo; me dio igual que al demonio rojo, el pescado o incluso Diana les resultase sospechoso ver a un científico raro noquear a un militar de un golpe. Si bien ese había sido un acto impulsivo y muy poco profesional de mi parte, en ocasiones como esa simplemente me dejaba guiar por mis instintos: acababa de desquitar toda una tarde de frustración, enojo y molestias en un rodillazo y se había sentido casi bien. Casi. Solo después de comprobar como al soldadito le faltaban dos dientes y tenia rota la nariz me volví hacia la mujer, dejando a un grupo de soldados confundidos a mis espaldas.
Lo que me encontré me asombro aun mas. Esperaba toparme con un triste cadáver de alguien que no se merecía estar, pero lo que me encontré fue a la mujer pelirroja parada ahí como si nada, con una expresión desencajada que me daba la pauta de que no tenia idea de lo que acababa de pasar. Me dio la impresión de que ella no era consciente de lo que acababa de pasar, de que no sabia que la habían herido de muerte y por eso aun seguía con vida, lo cual fue algo extraordinario puesto que a juzgar por el arma que utilizaron para dispararle, la joven debió haber caído al suelo y morir desangrada en el acto. Lo mismo ocurrió con la científica que se encontraba a su lado, quien al parecer había ido a ayudarla pero sin buenos resultados. Pude ver como ambas extendían sus manos y se tocaban, como la mujer había hecho previamente con el hombre pez; tenia que averiguar que era eso. Poco después de que ambas mujeres cayeran al suelo como si cada una estuviese frente a un espejo y la otra fuese su reflejo. El hombre pez y el demonio fueron con ellas y el pescado estiro su mano para tocar de nuevo a la mujer, pero rápidamente la retiro como si acabase de tocar una estufa encendida. -!Rapido, traigan un medico¡- Grite tan alto como pude; las mujeres necesitaban ayuda inmediata, era un milagro que siguieran respirando. Me acerque al hombre pescado tanto como pude- Eso que haces con las palmas- le pregunte a el y a su compañero- Vi que lo hiciste con la pelirroja antes y ahora volvió a ocurrir ¿Que mierda haces con las manos?- Aquello no vino del enojo, sino de la curiosidad y del a sincera preocupación; cosa rara en mi pero al fin y al cabo aquel había sido un día raro.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 17th Diciembre 2014, 20:45
Todas las respuestas, pero ninguna a la vez. Habia escuchado desde chino mandarin hasta bengalí todas las respuestas, y ninguna me decia nada. Un simple "Aun no lo se" adecuado a cada lengua. Era... maravilloso. ¿Que era esta chica? ¿Ella misma lo sabia? ¿De donde provenia? Me gustaria poder saberlo, y aunque le amarre con el lazo, no tendre nada para averiguar. Es como la vez que conocimos a Doomsday. No habia forma alguna de saber de su origen, ni con el lazo, ni bajo las contenciones de S.T.A.R. Eran ese tipo de criaturas que de pronto aparecian, y solo por casualidad averiguariamos su origen. Si algun dios del olimpo me diese informacion, le preguntaria acerca de esta criatura. Mas que nada, por mera curiosidad. Era una criatura fascinante, y si pudiese, la invitaria a la Atalaya. Probablemente, ahi se sentiria mas comoda y gustaria de hablar conmigo sin tantos distractores presentes. Tiene la curiosidad de una niña, y tambien su concentracion...
Me quede absorta en mis pensamientos, pensando en las posibilidades de que hubiera otra como ella, o todo lo que ese ser pudiese hacer. Tambien comence a reflexionar acerca de los posibles escenarios, ¿Y si tenia superpoderes o algo por el estilo? Probablemente sea un peligro si no conoce nada acerca de contencion. Tendria que hablar con ella, quizas convencerla de que me siguiera. Sonrei ampliamente, con toda la intencion de dirigirme hacia la pelirroja, pero una desgracia acontencio.
No se como, pero uno de los soldados rocio un cargador contra la chica. El demonio reacciono mas rapido y le rompio el arma, mientras sus compañeros lo apañaban, y un cientifico le daba un golpe digno de un maestro de cinta negra en artes marciales mixtas... ¿Que demonios estaba pasando aqui? Me acerque en menos de un parpadeo frente a la chica, y pude ver como ella, en su cuerpo blanco y puro no tenia ninguna herida. Ni una magulladura por una bala, no habia nada... Pero si una cientifica joven. Estaba sangrando, todas las balas las habia recibido ella. ¿La habian atravesado como si fuera de gelatina? Todo esto era extraño... Pero lo peor fue cuando vi que la pelirroja empezo a moverse al mismo ritmo, como si fueran marionetas de un titiritero perfectamente coordinado. Era asombroso.
-Wonder Woman a Atalaya, necesito una paqueteria: Alguien traiga equipo medico de punta de los laboratorios S.T.A.R. Dejenlas en mi posicion, yo me encargare del resto. -Mencione rapidamente por el comunicador y me arrodille al lado de las dos mujeres. -Demeter, diosa de la agricultura y de la tierra, permite a estas tus hijas mantenerse vivas otro dia mas... -Mencione en un susurro, mientras ponia mis manos suavemente sobre las heridas de la cientifica. Tenia que parar su sangrado- ¡Nos vamos al hospital, ya! -Y tome a la cientifica, pegandola a mi cuerpo con sumo cuidado y a la chica pelirroja la pegue tambien a mi, pudiendolas cargar sin ningun problema para salir y empezar a andar rapidamente a mi jet. El rayo de sanacion que tenia podria darme mas tiempo de salvar sus vidas.
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 30th Diciembre 2014, 00:08
[FDP: Debido a la necesidad de continuar el post, para actuar con más libertad con este personaje, y dado que Solomon ha caído en ausencia injustificada de más de dos semanas, me dispongo a postear a continuación]
Aquella sensación era lo más monstruoso que había sentido en su escueta existencia...
Hasta tal punto le atravesaba que a medida que la sangre abandonaba el cuerpo de aquella gentil criatura, sentía cómo le desfallecían las fuerzas, como se alejaba de la presencia de lo que componía su propio ser, como si cada diminuta parte de ella se separara de las demás con el único propósito de destruirla por completo, hasta que no quedara ni lo más mínimo...
Hasta desaparecer...
"Niebla roja...¿Porque?.."
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Durante unos segundos la concurrida masa de gente llevó a cabo los mas variopintos actos, entre ellos desarmar a quien había disparado a la criatura salida del descubrimiento físico y geológico que muchos habrían calificado en la cúspide científica en cifras de tiempo que resultaban incluso ridículas...
Otros muchos huyeron a sus propias tiendas, y otros muchos discutieron abiertamente con los militares mientras los demás se abalanzaban sobre una y otra, para comprobar, más como científicos que como seres humanos, el estado de ambas mujeres. Tan sólo la sabia intervención de algunos presentes ayudó en algo, asegurando un perímetro en el que aquellos capacitados para ayudar pudieran actuar con relativa libertad en la situación de extrema emergencia que se desarrollaba frente a sus narices...
La dama salida de la gema, tirada en el suelo, compartía con la científica lo que parecían últimos estertores. Cada tos que una llevaba a cabo, y que salpicaba su rostro de hilos de sangre, se reflejaba en la inmaculada faz de la criatura desnuda... y a pesar de todo, aquello no alteraba la perfección que emanaba de ella, si no que la hacía aumentar de tal manera que lo único que se podía sentir hacia ella era una terrible nostalgia, como la que produciría la próxima pérdida de un ser querido...
Una sensación de impotencia que no hizo si no enmudecer a aquellos que estaban presenciando la escena, seguros de lo que iba a pasar, sin ápice de duda...
Se morían...
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Las vibraciones llegaban aún a sus oídos, con una extraña distorsión...
El sabor del hierro...
- El...El dolor...- entre dientes, como un gruñido gutural tan profundo que sólo la muerte podría aspirar a tener una voz semejante...
Sus ojos se deslizaron hacia arriba, a punto de desfallecer en la inmensa nada roja...
La agonía...
La agonía era tan grande...
"Por favor... pensó "Por favor... sólo quiero que se acabe..."
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Haciendo uso de su sola fuerza, la valiente heroína de Themyscira sujetó a las dos mujeres, elevándolas en volandas. Sus cabezas colgando de cada lado de sus hombros, anclados en la firme determinación de salvarlas. Caminó rápidamente hacia el Jet invisible, haciendo que cada paso durase una eternidad para aquella pareja supliciada, inmersa en un tormento superior al que ninguno de los presentes era capaz de comprender, incluso aunque lo hubieran experimentado en su propia carne...
A pesar de la velocidad que la amazona impelía a sus piernas, nada pudo evitar el hecho de que la cálida sangre de la científica empapaba su coraza, adornada con barras y estrellas, bañándola en la carmesí vitae de un alma que se extinguía lentamente, pero de forma definitiva...
Sintió aquel temblor de tierra, que resonó por toda la zona e hizo vibrar el suelo, y acto seguido, la frágil mujer de roja melena cuyo peso era tan liviano que era penas reconocible tosió sobre su hombro, y allí donde debió haber sangre, líquido cálido que alimentaba su urgencia y su sufrimiento, se desprendieron en su lugar diminutas piezas sólidas, quizá reconocibles para la amazona, pues el repiqueteo propio de la piedra al caer se sucedió al deslizarse ese desprendimiento, proveniente del interior de su boca...
La tierra se quebró con cientos de puñales rojizos que emergieron de la tierra, siguiendo la trayectoria de la morena, que cargaba con dos cuerpos en medio del temblor, mientras aquellos cuchillos de mineral parecían seguirla, cada vez mas rápidos, produciendo corrimientos de tierra que apenas permitían permanecer en pie...
De una forma casi antinatural, la científica realizó una sola inhalación profunda, propia de la que avecina el último aliento del conocedor de una suerte incierta, del acto único que hermana a cuanto ser vivo puebla los mundos y tierras existentes...
Los ojos de la dama nívea se abrieron, rojo intenso que ardía presa de un terror tan ancestral y primigenio que estaba escrito en la esencia de cada criatura, desde el origen de los tiempos...
El aire se escapó de los pulmones de la científica, como el alma entre sus dedos...
Antes de que aquel último aliento se extinguiera, el tiempo se congeló un instante...
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Se sintió de nuevo protegida, envuelta en la inmensidad rojiza que le era sustento, alejándola de aquel inacabable suplicio, inmersa en una especie de sueño alterado por el abominable sentido que había experimentado por vez primera...
Y que parecía permanecer en el fondo de su mente, como un eco...
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Del mismo modo que la tierra se quebró bajo los pies de Wonder woman, haciendo que las figuras de las tres mujeres quedaran durante un instante embutidas en el mineral, la joven de rojos cabellos fue la única engullida por una estalactita del mismo material del que la habían visto emerger... La amazona tan sólo sufriría a lo sumo, un traspiés. A pesar de que claramente aquel material la había atravesado, para arrebatarle uno de los cuerpos que sostenía, no mostraba efecto alguno de haber sido golpeada. No tenía magulladuras ni dolor alguno, pero en lugar de dos cuerpos, tan sólo portaba uno.
Uno que sin duda, debía haber muerto...
Entonces observarían su pecho... que se elevaba y descendía, al ritmo de una respiración acompasada...
Sobre cada agujero de entrada y salida que había originado el metal, reposaba incrustada una diminuta flor rojiza, del mismo material que habían atravesado. El sangrado se había detenido, y el pulso de la científica se mantenía estable a pesar de que era débil, como el aleteo de un pájaro...
Estaba viva.
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A pesar de que algunos lo intentaron, no se podía ver el cuerpo de la mujer en el interior de la estalagtita...
El pequeño animal había desaparecido...
[FDP: Este es el último post de OmegaDust. Muchas gracias a todos por participar, por vuestro interés, y espero que esto de lugar a interesantes encuentros posteriores. Podéis postear a continuación si así lo deseáis, o remitidme un Mp si preferís que el Post quede cerrado aquí. Ha sido un placer y un privilegio compartir esto con vosotros. Que la suerte os sea favorable en el día de hoy, y de nuevo, muchísimas gracias]
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Tema: Re: Crystal Scar´s [Post-Omega] Libre 30th Diciembre 2014, 11:24
Abe no contestaba, simplemente miraba, atónito como todo el resto de presentes. Hellboy comenzó a ponerse nervioso y comenzó a caminar hacia las dos mujeres. Sin embargo, Diana fue más rápida. Se arrodilló junto a ellas, y habló por su intercomunicador. El demonio escuchó algo acerca de la Atalaya y unos laboratorios. No tenía mucha idea de qué era eso, pero lo más probable fuera que perteneciese a la Liga de la Justicia. Con sumo cuidado cogió a las dos mujeres y las sacó de aquel pequeño punto, manchado de sangre y dolor, llevándolas lo más rápido que podía. Diana poseía una enorme fuerza y una agilidad asombrosas, y a pesar de ello, Rojo tuvo la impresión de que le costaba andar con ellas, como si le pesase algo. El demonio se dirigió hacia ella para ayudarla. No disponían de mucho tiempo, y la vida de ambos seres peligraba.
Un temblor. Fuerte, sonoro, subterráneo... Algo retumbó bajo el suelo que pisaban, y unas grandes grietas serpentearon con cada paso que la princesa daba. Hellboy supo que nada iba bien en cuanto aparecieron las primeras líneas y los primeros temblores. Era la calma que precedía a la tempestad.
- ¡Diana!- Estiró el brazo de piedra hacia ella, y todo pasó muy deprisa. El suelo se abrió, y miles de estalactitas de cristal rojo emergieron de él como gigantescos cuchillos ensangrentados. El demonio se desequilibró, y se tapó la cara para evitar ser golpeado por uno de esos minerales. Pudo ver a las tres mujeres volando con el último paso de Diana, justo antes de ser engullidas por una enorme prisión de cristal. Sin embargo, la atravesaron, sin dolor alguno. Pero algo había cambiado. La pequeña muchacha no estaba ya con ellas. El demonio volvió la vista a toda velocidad a la formación cristalina que acababan de atravesar. Estaba vacía. No había nada allí dentro. Rojo se acercó a toda prisa hacia Diana con la científica en los brazos. Allí donde antes había perforaciones en su piel, ahora unas flores rojas descansaban. La hemorragia se había detenido, pero la mujer aún estaba débil.- Hay que llevársela, ¡rápido! Todavía respira, pero parece muy débil...- Cogió a Diana con el brazo izquierdo y la miró con aquellos brillantes ojos amarillos.- Gracias...
Se giró y vio a su compañero Abe, arrodillado ante la enorme formación que las tres mujeres habían atravesado, tocándola con la yema de los dedos. Hellboy resopló y se acercó. Posó su mano en el hombro de Azul y miró hacia arriba, observando toda la gigantesca piedra roja. La acarició con la mano de piedra, y dio un golpe seco. El mineral permaneció intacto. Se asomó un poco mirando hacia la parte inferior de la formación rocosa, viendo oscuridad a medida que se adentraba en la tierra. No estaba hueca, pues el sonido al golpearla había sido seco y macizo. Y sin embargo, la pequeña niña ya no se encontraba entre ellos. El cristal del que nació la había engullido de nuevo. La imagen era ciertamente desoladora. Un largo camino de cuchillitos rojos por donde había avanzado Diana brillaba con un espectáculo de luces rojas.
- ¡Eh! ¿Te encuentras bien?- No hacía falta que su compañero le respondiese para que el demonio supiese a ciencia cierta que no lo estaba. Al menos, no totalmente bien. Era la segunda criatura comparable a él que le abandonaba sin remedio. Primero fue la princesa, ahora la niña esta. No pensaba que estuviese enamorado de ella. Simplemente compartían una manera de comunicarse única en el mundo. Aunque, a decir verdad, todos ellos eran únicos en el mundo, de una manera u otra. El demonio suspiró y le dio un par de palmadas en la espalda.- Oye, voy a ver cómo está la científica, ¿vale? Y a patearle el culo al idiota que ha disparado. Tú tómate el tiempo que necesites. No tengas prisa Azul.
El demonio le dio la espalda y comenzó a dirigirse hacia la multitud que seguramente se arremolinase alrededor de la pequeña científica herida.
- ¡Rojo!- Hellboy se dio la vuelta y sonrió a su compañero.- Ella... Ella era una...
- Shhh, tranquilo tío. Ya me lo contarás todo en la base, ¿ok? Yo estoy bien. Tú tan solo preocúpate de ponerte bien y de estar a tope. Me da que vamos a tener mucho trabajo antes de poder volver a casa.- Le guiñó un ojo y se despidió con la mano de piedra, moviendo ligeramente los enormes dedos.
Desierto de Arizona. Lugar del accidente. 7:45 P.M. 11 horas después del aterrizaje.
El demonio guardó su enorme revolver en una caja sellada con el símbolo del B.P.R.D. Guardó a su lado las balas que llevaba metidas y que nunca llegó a disparar aquel día. Habían pasado once horas desde que pusiesen sus pies allí, y la noche comenzaba a cernirse sobre ellos. Los últimos destellos púrpuras se veían al horizonte, con unos ligeros tonos anaranjados. Abe y Solomon guardaban sus cosas así mismo, y el demonio se acercó a su compañero Azul. Este tenía mucha mejor cara que hacía un par de horas, cuando la muchacha había desaparecido. Posiblemente la razón más grande de ello fuese que habían conseguido obtener unas fotos del enorme mineral rojo. Salomon había guardado varias para examinarlos con detalle. Ahora parecía que un arqueólogo no era tan mala idea como originalmente pensó el demonio. Se alegró de tenerlo allí. Le dedicó un asentimiento de cabeza y un guiño.
- Bueno Salomon, tu primera misión con el B.P.R.D. ¿Qué te ha parecido? La verdad es que has vivido una de las situaciones más extrañas y curiosas de los últimos años. Puedes sentirte afortunado. Espero que estés a la altura al igual que hoy en la próxima misión.- Y le sonrió. Después se volvió a Azul, quien observaba las fotos del pequeño fragmento rojo mientras murmuraba sus típicos "fascinante", "asombroso", "sobrecogedor". Intentaron arrancar unos trozos, pero en cuando se separaban de la formación grande, se deshacían igual que sucedió cuando la muchacha abandonó su prisión. Tendría que servir con las fotos y alguna medida más que habían tomado allí. Después de todo, algo podrían sacar, y tal vez eso les acercaría más al qué podía ser aquella chica que había compartido con ellos un extraño día.- ¿Quieres que te deje a solas con las fotos?
El demonio arqueó una ceja mientras Abe volvía a la tierra, y miraba a su compañero apoyado a su lado.
- ¿Eh? No, no seas bobo. Estaba repasando las fotos que hemos tomado del mineral este, y he encontrado algunas cosas curiosas... ¿Ves esta superficie plana? Se produjo cuando cortamos el cristal. Siempre aparecen imperfecciones en los minerales o cristales cuando los cortas con cualquier tipo de utensilio. Sin embargo, por algún extraño motivo, cualquier corte efectuado contra él, sea con el objeto que sea, siempre es limpio y perfecto. No deja ni una sola marca ni irregularidad en la superficie. No tengo ni la menor idea de por qué sucede esto. La composición carbónica debe ser perfecta, y seguramente distinta a la de cualquier mineral qu exista. Debemos descartar que tenga una distribución lineal, tetraédrica, piramidal triangular o angular.- Abe observaba las fotografías y sus apuntes detalladamente, pero el demonio le conocía demasiado bien. En su rostro no sólo había emoción por las cosas que habían encontrado. También había pena. Pena por haber perdido a la pequeña niña sin remedio después de que la amazona atravesase el cristal. El demonio se acercó a él y posó su mano sobre el hombro del hombre pez, provocando que este le mirase a los ojos.
- Ella está bien. Estoy seguro. Hay algo que me dice que no será la última vez que la veamos. Sé lo que estás pensando. Nunca habíamos visto un ser como el de hoy. Yo también me he dado cuenta. Pero lo encontraremos. Te prometo que volveremos a verla.- Estaba convencido. De algún modo, sabía que terminarían por encontrar de nuevo a aquella muchacha tarde o temprano. Dejó a Abe con las fotografías y sus apuntes y salió de la tienda. Todavía había mucha gente allí pululando, de aquí para allá, con linternas y muchos papeles. Un cerco se había montado alrededor del mineral y varios científicos tomaban medidas y fotografías de él. El caos al que habían estado sometidos casi todo el día se veía como algo lejano, casi de varios días, a pesar de que había sucedido apenas unas horas atrás. Hellboy sacó un enorme puro de su bolsillo y se lo encendió. Dio una fuerte calada y expulsó el humo. El viento lo alejó de su rostro, perdiéndolo en la noche. El último rayo de sol asomaba por el oeste, y aquella noche, en lugar del famoso rayo verde que siempre ven los marineros cuando el sol se pone, el demonio pudo ver un nítido e instantáneo rayo rojo. Sonrió para sí y luego caminó en dirección al helicóptero para ayudar a Kate con las últimas cajas que tenían que guardar.