Mira, tenemos trabajo imprevisto. ¿Vamos? (Pre-omega) (Barbara Gordon)

No sabía cuanto tiempo llevaba dormida, pero con lo cansado y entumecido que tenía el cuerpo, podía suponer que bastante. Tenía el pelo algo desaliñado por estar contra la cama, pero al menos le habían desaparecido bastante aquellas ojeras que había llevado durante esos días. En serio, ¿cómo habían algunos héroes que podían aguantar toda la noche y parte del día y seguir teniendo la cara como si hubiesen dormido doce horas seguidas? Porque no encontraba explicación lógica a eso. En respuesta a su pensamiento, su barriga empezó a rugir, reclamando comida. Coral se llevó la mano a esta, tapándola y agachando la cabeza para mirarla.  Sí, una buena merienda le iría genial para recuperar las energías gastadas, así que se vistió con su uniforme para salir por el monte justicia (aunque no se abrochó todas las cosas que debía, nunca se sabía cuando podía pasar algo, pero para estar por la zona, ya iba bien así), se peinó y se lavó la cara con agua para volver a parecer una persona normal y se marchó directa a la zona donde podría estar la comida.

Una vez estuvo delante de la nevera, se dedicó a inspeccionar qué había adentro: embutido, queso, mermelada, mantequilla, latas de varios tipo de cosas, tofu (Cosas de Beastboy, que según descubrió era vegetariano), cocacolas, cervezas...y en uno de los armarios había pan de molde. Perfecto. Un sándwich con algo de jamón y queso y ya tendría suficiente hasta la cena. No tardó mucho en hacérselo, cogió un zumo de naranja y se fue directa al salón. Quizás ver un poco la televisión, hubiese lo que hubiese, por fin la despertaba del todo. Y después de comer igual iría a darse un paseo o a hacer algo de ejercicio en la sala de entrenamiento, que nunca iba de más.

En su camino ya empezó a comer. Era inevitable, tenía demasiada hambre. Joder, si es que la gula podía con todo, y que nadie le dijese lo contrario. Aunque para cuando llegó a su destino, ya no había más sándwich, solo la botella de cristal con el zumo dentro. Coral se la quedó mirando, encogiéndose de hombros resignada.

"Igual tendría que haberme hecho dos."

Pero al menos el estómago ya no le rugía como si estuviese invocando a algún bicho del averno, lo cual ya era un avance. Pero ver la tele ya no tenía mucho sentido. Quizás era momento de ir a mirar algo más interesante...como los últimos informes que habían recibido los Young Titans. ¿Habría pasado algo grave? ¿Habían conseguido capturar a algún villano? A fin y a cuentas, cada uno tenía una zona que frecuentaba más. En su caso era Gotham, ya que fue el lugar donde comenzó todo, aunque Dick le había enseñado la topografía del lugar y le había enseñado otras ciudades como Metrópolis, Central City o Star City, además de lugares como Blüdhaven o Happy Harbor, donde ahora residía. Y la verdad, las veces que las visitó les había parecido bastante bonitas. Todas eran iguales y distintas a la vez, y eso le daba una atracción especial a cada una de ellas.

No tardó en llegar a la sala de ordenadores, desde donde muchas veces se controlaban las operaciones, esta vez solitaria y tranquila. O al menos, eso creía.

FdI:

Star City... todo tranquilo. Central City... inmejorable. Metrópolis... bajo control. ¡Si hasta Gotham parecía estar fuera de peligro aquella tarde!

Ahogué un bostezo de aburrimiento. Cuando Dick me pidió que me quedara de guardia en el Monte Justicia aquel fin de semana, pensé que me encontraría con un poco más de acción... Pero, al parecer, todos los malos habían decidido cogerse unos días de relax. Y no había nada más aburrido que pasarse toda la tarde mirando los monitores a la espera de que algo sucediera.

- ¡Venga ya! ¿No tenéis nada que hacer hoy? ¿Ningún banco que robar? ¿Ninguna invasión alienígena...? - protesté, dejándome caer contra el respaldo y estirando los brazos, en un gesto a medio camino entre desperezarme y mostrar mi frustración.

El resto del equipo andaba en misiones aquí y allá, o de permiso. En el Monte Justicia estábamos yo y la chica nueva, Coral, que se había ido a la cama tras una de sus primeras noches de patrulla y que, hasta donde yo sabía, todavía dormía. Lo que me dejaba a solas con un montón de pantallas en las que no había nada que ver.

Mi aburrimiento llegó a tal extremo que decidí que, para entretenerme, me pondría a piratear el sistema de vigilancia de tráfico de Central City. Por suerte, no llegó a ser necesario. El sonido de la nevera al cerrarse llegó a mis oídos desde la cocina, y supe que mi compañera de guardia se había levantado.

Coral llevaba poco tiempo con nosotros, así que no habíamos tenido muchas oportunidades de hablar o conocernos hasta entonces, salvo por lo más básico. Sabía poco de ella, y aquello también se extendía a sus habilidades de combate. Por culpa de mi actividad en Gotham, había estado un poco ausente de las sesiones de entrenamiento en el Monte Justicia, así que tampoco habíamos coincidido en ninguna. Dick me había hablado de ella y me había pedido que la ayudara y supervisara en todo lo que pudiera. Aunque, según parecía, lo único que iba a poder enseñarle aquella noche era a jugar al tres en raya mientras nos aburríamos juntas.

- Buenas tardes, bella durmiente - sonreí, divertida, cuando la chica asomó la cabeza por la sala de ordenadores.

Su pelo desordenado y la expresión de sueño que lucía en la cara me hicieron esbozar una sonrisa de simpatía. Yo también había pasado por aquella etapa al principio de todo, cuando intentaba compaginar mi vida normal con la de superheroína.

La verdad, salvar al mundo requería el sacrificio de muuuuuchas horas de sueño.

- ¿Qué tal fue tu patrulla de anoche? - pregunté, con curiosidad, ofreciéndole, con un gesto, que se sentara a mi lado.

Tal fue la sorpresa de encontrarse de repente una melena roja sobresalir de una de las sillas de la sala de ordenadores que casi paró en seco, imaginándose todo menos un ser humano. Por suerte, cuando la persona a la que le pertenecía la susodicha cabellera se giró, Coral pudo sentir un repentino alivio en su interior. Había estado intentando calmar sus institnos en los dos meses que llevaba, ya que desde un principio había estado alerta a todo, cosa que era normal: ¿Qué le podías pedir a una chica que había sido entrenada para eso? Cosas como el compañerismo y la tranquilidad sobre saber que alguien podía ser una amistad para ella le eran difíciles de asumir, pero estaba intentando consegurilo. Al menos confiaba plenamente en Dick, y eso era un paso. En Raven...bueno, el día que lo conoció se lo pasó bastante bien, aunque a Dick precisamente no le hiciese tanta gracia ver cómo acabaron. El pasado, pasado está, y ya les había perdonado que se acabasen poniendo sus trajes. Que sí,  que ella tenía 17 años y debería haber actuado de forma más adulta e inteligente, pero es que la propuesta de Raven a hacer esa broma fue tan tentativa que...bueno, ya se sabe cómo acabó.

La voz de la pelirroja sonó suave, pero con energía, consiguiendo que sus palabras sacaran una ligera sonrisa en los labios de Coral, llevándose la mano que no llevaba la botella de zumo a la cabeza. Sabía quien era, la había visto un par de veces y también le preguntó a Dick por ella. Recordaba que cuando quiso saber un poco más, Dick se puso algo más nervioso, y aún seguía preguntándose por qué.

-Buenas tardes, príncipe azul. ¿Me estabas esperando? -respondió a modo de broma, acercándose a ella. Y menos mal, porque empezaba a pensar que se había quedado sola en el monte justicia, cosa que no le habría hecho especial ilusión, considerando que habría sido ponerle ella al cargo de toda una montaña con una importante instalación dentro.

No pudo evitar mirar las grandes pantallas, donde se marcaba un mapa de una de las ciudades cercanas, que no llegaba a reconocer. Por ahora, la única que se conocía bien era Gotham, ya que procuró empapársela entera para lo que en pasado iba a ser un trabajo. Volvió a mirar a su compañera cuando le preguntó por su patrulla, no tardando en aceptar el ofrecimiento de ella sentándose a su lado.

-Creo que me voy acostumbrando...-respondió, eencogiéndose un poco de hombros. -Pero Gotham parece la ciudad que nunca duerme. Aunque me recuerda muchísimo a Londres, era igual: sombría y peligrosa. Anteayer fui a Central City...esa sí me pareció una ciudad bonita. Más...lumínica y "limpia". -Pero se calló en el momento en que se dio cuenta de que estaba empezando a hablar más de la cuenta, cosa que le sabía mal.

Abrió la botellita de cristal y pegó un trago al zumo. Al estar fresco, le entró genial, y el acidillo de la naranja le dejó un buen gusto en los labios. Le habría querido ofrecer, pero no sabía si era escrupulosa o si simplemente se negaría por cortesía, como harían muchas otras personas. Pero sí pudo decir otra cosa.

-Si quieres un poco, siéntente libre de darle un trago. -al menos así no quedaría una propuesta tan directa, y ella no tepndría por qué responder un sí o un no directos. -Así que eres...compañera de Batman, no? -no sabía por qué aún, pero tenía mucho respeto a ese "nombre". -Es por eso que sueles estar tan poco por aquí? -no pudo evitar preguntarlo con curiosidad.

-Buenas tardes, príncipe azul. ¿Me estabas esperando?

Rompí a reír, divertida.  

-Si te refieres a mi capa, no le digas a Batman que me salté la norma de vestir sólo de negro... o de gris muy oscuro. - bromeé.

De hecho, el propio Bruce había llevado versiones de su traje con gris, azul e incluso rojo, pero todo el mundo (y especialmente sus compañeros de la Liga) bromeaba con su preferencia por el color de la noche. Por supuesto, Batman era la noche,  el Caballero Oscuro, blablabla. Todo muy siniestro y sombrío, muy en su línea.

-Y sí, te estaba esperando, aunque realmente no hay absolutamente nada que hacer... - continué.

Coral se sentó a mi lado, mirando las pantallas y respondiendo a mi pregunta acerca de su patrulla.

-Creo que me voy acostumbrando...- dijo -Pero Gotham parece la ciudad que nunca duerme. Aunque me recuerda muchísimo a Londres, era igual: sombría y peligrosa. Anteayer fui a Central City...esa sí me pareció una ciudad bonita. Más...lumínica y "limpia".

- Sí, aunque hay que llevar cuidado al cruzar en rojo, dicen que por ahí andan sueltos unos cuantos adictos al exceso de velocidad - reí.

Coral bebió de su botellita de zumo.  

-Si quieres un poco, siéntente libre de darle un trago. -dijo.

-Oh... bueno, sólo para probar - acepté. Era de naranja y, aunque yo era de la opinión que los zumos de naranja embotellados no se parecen absolutamente nada a los exprimidos, estaba fresco y no sabía del todo mal.

-Así que eres...compañera de Batman, ¿no? -preguntó Coral, mientras le tendía su botella de vuelta. -Es por eso que sueles estar tan poco por aquí? -añadió.

Era una buena pregunta. Miré a la chica y finalmente clavé mis ojos en una de las pantallas, que mostraba la ciudad de Gotham.

-Bueno... más o menos - dije.

Me había apartado un poco del respaldo para poder beber, pero ahora volví a reclinarme en la silla, pensativa.

-Cuando Nightwing... por entonces Robin, y los otros chicos... Aqualad, Kid Flash, Speedy... bueno, cuando formaron los Young Titans, yo ya era un poco mayor que ellos. Nightwing y yo nos llevamos casi seis años. Ya sabes, en aquella época yo era demasiado joven para entrar en la Liga de la Justicia, y demasiado mayor para los Titanes. - expliqué - Pero los pupilos de Batman trabajamos bien juntos. Nightwing me pidió que me uniera a su equipo hace un tiempo, y acepté. Lo malo es que tengo mucho que hacer en Gotham, y no sólo como heroína. Digamos que mi "otra identidad" también me tiene muy ocupada.

Suspiré, encogiéndome de hombros. Yo era distinta a Bruce; para él, el traje era su vida. Para mí, sólo uno de los medios posibles de enfrentarse a la corrupción y el crimen de Gotham.

-Pero bueno, no quiero aburrirte. ¿Qué me cuentas de ti? - pregunté, esbozando una sonrisa mientras volvía a mirar a la chica - Como ves, todo está tan tranquilo que tenemos tiempo de sobra...

-Tranquila, no le diré nada. Nadie quiere sufrir su furia nocturna, así que mejor no tentarla. -rió divertida también, mientras miraba la pantalla con curiosidad. Volvió a reír con la broma de los velocistas. Ya había sentido en sus propias carnes la velocidad de Impulse cuando una vez chocaron. Fue de lo más gracioso: ella abrió un portal para salir de él (estaba entrando en la base, ya me entendéis) cuando de repente algo se la llevó por delante, haciéndola retroceder. Estuvo a punto de caer en el suelo de no ser porque el susodicho personaje la cogió, y así fue como conoció a Bart Allen. Y eso no pasó de hacía mucho.

Después, la escuchó atentamente. No sabía exactamente cual era su "otra identidad", pero ponía la mano en el fuego a que seguramente se refería a su vida normal. Ella no era una reconocida heroína, pero tal y como había dicho antes, empezaba a notar el intento de compaginar sus dos vidas en sus carnes. Quizás solo fuese cuestión de tiempo y acabaría acostumbrándose. Qué ilusa se sentiría más adelante de pensar eso...

-En todo caso, me alegro de que estés aquí. Es agradable contar con compañeras como tu, una se siente más tranquila. Además...-volvió a mirar la pantalla- Siempre tuve curiosidad de cómo lo hacía la gente para hackear y ese tipo de cosas, creo que contigo podré aprender algo de ello. -sonrió ligeramente, encogiéndose de hombros. -No me aburres, de hecho, tu vida me parece interesante. Llevo unos tres meses y poco en América, así que me ayudas a entender un poco mejor como van las cosas y a la vez...conocer mejor a una amiga.

Aún le costaba decir eso. Había sido enseñada para saber tratar a la gente. Para hacer ver que las quería e iba a protegerlas...pero aquello era algo más personal. No iba dirigida a gente que la necesitaba y confiaba en ella, si no a verdaderas personas que estaban a su lado y que en este caso, a veces necesitaba ella. Aun así...¿qué podía contarle sobre ella? Alzó la mirada pensativa, dándole otro sorbo al zumo.

-Bueno, creo que ya me siento bastante integrada en monte justicia...y en la Young Justice. Y la verdad, estoy feliz con ello. Siento que por fin he encontrado lo que estaba buscando. Pero prefiero no pensar mucho en ello, el tiempo lo dirá todo. -acabó aquella frase asintiendo con la cabeza, como si se lo dijese a ella misma. -A parte de eso--

No pudo seguir hablando, porque la alarma sonó. Coral se llevó un ligero sobresalto, ya que por esa zona sonaba más fuerte, haciendo que se semi-incorporara. -¿Problemas?

Por la forma de hablar de Coral, y por lo que Dick me había contado de ella, la chica había tenido un pasado oscuro... y pocos amigos. Debía de estarle costando horrores acostumbrarse a todo; al cambio de ciudad, los horarios de los justicieros, el trabajo en equipo con compañeros de aventuras tan dispares como los Young Titans... Aún así, lo estaba llevando con entereza, y parecía que se esforzaba en encajar. Con aquellas ganas y el apoyo de Nightwing, seguro que se integraría deprisa.

-En todo caso, me alegro de que estés aquí. Es agradable contar con compañeras como tu, una se siente más tranquila.  Además...-dijo la chica, mirando una de las pantallas- Siempre tuve curiosidad de cómo lo hacía la gente para hackear y ese tipo de cosas, creo que contigo podré aprender algo de ello... No me aburres, de hecho, tu vida me parece interesante. Llevo unos tres meses y poco en América, así que me ayudas a entender un poco mejor como van las cosas y a la vez...conocer mejor a una amiga.

Sonreí ligeramente. "Hackear", como lo llamaba ella, era una de mis aficiones favoritas. Tanto Dick como yo habíamos toqueteado más de una vez el ordenador de la Batcueva a espaldas de Bruce, buscando en su inagotable base de datos o utilizando sus potentes sistemas para acceder a redes protegidas de prácticamente cualquier sitio. Los ordenadores de los Titans eran mucho menos potentes que el de Batman, pero también tenían una gran capacidad para aquel tipo de cosas. Si Coral disponía algún día del tiempo y de la paciencia necesarios, no me importaría enseñarle un par de cosas.

-Será un placer. Pero a lo mejor te arrepientes; puedo pasarme horas hablando de ordenadores. - sonreí.

Entonces, Coral se decidió a hablarme un poco de ella, y me dispuse a guardar silencio, expectante.

-Bueno, creo que ya me siento bastante integrada en monte justicia...y en la Young Justice. Y la verdad, estoy feliz con ello. Siento que por fin he encontrado lo que estaba buscando. Pero prefiero no pensar mucho en ello, el tiempo lo dirá todo. Aparte de eso...

Pero nunca llegué a saber lo que la chica iba a decir a continuación, porque una de las alarmas de emergencia acababa de dispararse. Llevaba toda la tarde esperando que hubiera algo de acción, pero el ruido me pilló desprevenida. Me volví rápidamente hacia la pantalla, donde parpadeaba rápidamente una luz roja.

- Tenemos una emergencia en Fawcett City - murmuré, con el ceño fruncido, mientras mis dedos se deslizaban rápidamente sobre las teclas. La imagen por satélite de la ciudad se fue ampliando hasta convertirse en una vista en directo de una de las calles principales, donde, al parecer, un grupo de villanos que parecían sacados directamente de una baraja de póker trataban de escapar a la fuerza del Museo de Historia McKeon.

Me puse rápidamente en pie y cogí los guantes que había dejado descansando junto al teclado. El sistema informático del Monte Justicia ya había identificado a los tipos y su nombre aparecía en letras verdes justo debajo de las imágenes.

- La Banda de la Escalera Real - leí, mientras me apartaba del ordenador -Deben de haber activado la alarma del Museo, la policía está rodeando el edificio y no les dejarán irse por las buenas... - resumí.

No había tiempo que perder.

-¡Deprisa, Coral! ¡A los tubos zeta! - dije, encabezando la marcha.

Asegurándome de que mi compañera me siguiera, me planté en uno de los dispositivos de salida.

Reconocida: Batgirl. Be, uno, seis.

- A Fawcett City - indiqué, mientras aprovechaba el parón para ponerme los guantes de nuevo.

Según había visto en el plano, los tubos nos dejarían a unas diez manzanas del museo. No era lo más cerca del mundo, pero tendría que servir, a no ser que a Coral se le ocurriera una forma de avanzar más deprisa...

¿Fawcett City? Coral nunca había escuchar hablar de aquella ciudad, así que se extrañó con su sola pronunciación. Y de la Banda de la Escalera ni ya ni decir. Había tanto villanos sueltos en todas partes que a menos de que fueras veterano, era imposible conocérselos. Y si precisamente Coral no tenía algo en ese momento era la susodicha veteranía. A fin y a cuentas era relativamente nueva en todo aquello. Fuere como fuere, se quedó mirando el lugar exacto donde el satélite había enfocado, visualizando la escena. Tanto que solo reaccionó cuando escuchó la voz robótica identificar a Batgirl, girándose enseguida. Ah! Los tubos zeta! Casi nunca se acordaba de ellos, más que nada porque casi no los necesitaba...a menos de que realmente no tuviese imagen mental de a donde iba a ir.

-Espera! -gritó mientras corría lo más rápido que pudo, consiguiendo interceptarla antes de que llegara a entrar a uno de ellos. -Espera, espera... -dijo jadeando ligeramente, algo que pronto se le pasó. -Podemos ir más rápido... -y la soltó, girándose. Con la imagen fresca del lugar no habría problema, así que pronunció las "palabras mágicas" mientras extendía sus brazos hacia adelante, haciendo un gesto que parecía separar algo invisible.

-¡Ovrakh Jainn! -pronunció, abriendo uno de sus famosos desgarros. Era un tipo de magia avanzada, la que mejor conocía. Manipulaba la luz del lugar, conectándola con la del otro punto. Podía hacerlo porque la luz era siempre la misma, fuese donde fuese. Barbara pudo ver como al otro lado del portal estaba el mismo lugar al que tenían que ir. Le dijo un suave "adelante" para que pasara, y cuando Batgirl pasó, lo hizo ella también, cerrándose el portal tras ellas.

-Bien, te sigo. -dijo claramente. Ella tenía más experiencia, así que prefería empezar por hacerle caso y no liarla.

¿Dije que a lo mejor a Coral se le ocurría algo para llegar más rápido? Bien, pues realmente sucedió.

- Woah - dije, mientras ella pronunciaba algo incomprensible al más puro estilo Zee, y la habitación se retiraba como una cortina, para dejar paso a... - ¿Fawcett City? - exclamé - Chica, eres la ruina de los Tubos Zeta. - añadí, con una sonrisa de oreja a oreja.

Coral me empujó con suavidad por la abertura y crucé al otro lado. Ella me siguió. Estábamos exactamente en el lugar que mostraban las cámaras; la "escena del crimen". Y, cuando me volví para ver por dónde habíamos venido, el portal se había cerrado. Supuse que mi compañera sería capaz de abrir otro para regresar; si no, tocaría utilizar los tubos para el camino de vuelta.

Pero ahora había llegado el momento de trabajar.

Lo primero que hice fue buscar un lugar donde cubrirnos antes de lanzarnos sobre aquellos tipos. Si no recordaba mal, tenían la forma de atacar a distancia, cosa que no me apetecía comprobar nada más llegar.

- Vale, resumen - dije, preparando la Batgarra para poder entrar en el Museo desde el techo. La policía tenía rodeado el edificio y, al parecer, los criminales seguían dentro, por el momento - Son cinco: As, Rey, Reina, Jack y Diez, cada uno con una habilidad. - nunca me había enfrentado a ellos, pero había leído y oído lo suficiente. ¿Por qué Bruce siempre atraía a tipos con una fijación patológica por los naipes?

La Banda de la Escalera Real (Royal Flush Gang):

- Les habla la policía de Fawcett City - se oyó entonces, procedente de la megafonía de uno de los coches patrulla - Abandonen el Museo de inmediato. Salgan con las manos en alto. - al agente se le notaba nervioso, seguramente no trataba con supervillanos a menudo.

- Rey usa control mental, Reina tiene un cetro que proyecta ilusiones, Jack lanza rayos láser por uno de sus ojos, Diez usa cartas explosivas, y As es un androide con superfuerza. ¿te pides alguno? - añadí, haciendo una mueca - Me encantaría aportar algo señalando que nosotras sólo somos dos, pero como es un dato obvio... me limitaré a sugerir que avisemos a la policía de que estamos en ello, entremos en el edificio y tratemos de hacerlos entrar en uno de tus... ¿portales? para llevarlos a algún sitio en el que tengamos ventaja - continué, pensando deprisa. Poner en jaque a la pacífica Fawcett City con una batalla campal de héroes contra villanos no terminaba de ser de mi agrado. Las habilidades de Coral podían suponer una grandísima ayuda en aquel momento, y más si se me ocurría un sitio en el que esos tipos pudieran encontrar dificultades.

Seguramente habían entrado en el Museo para robar alguno de sus objetos. ¿Con qué fin? No tenía ni idea, pero podríamos preguntárselo luego.

- Mientras se nos ocurre qué lugar sería ése y yo hablo con la policía, ¿podrías usar tu habilidad para entrar al museo? Te cojo enseguida. - continué - Si hace falta, córtales la retirada, pero no te enfrentes sola a ellos, es peligroso. - le dije, mientras salía de mi escondite para advertir a los agentes. No tenía ganas de que nos confundieran con uno de esos pirados y nos dispararan por accidente...

Coral observó en silencio el lugar, escuchando atentamente a Batgirl. Sus palabras no la animaron mucho. Tal y como los describió, parecían una panda de lunáticos dispuestos a hacer lo que fuese posible...y su mezcla de habilidades no le hacía creer  que iba a ir mejor. ¿Cómo decirlo? A parte de lo que obviamente había remarcado (ese claro 2 vs 5, qué bien!), sus poderes no podían hacer frente a los 5 a la vez. Alguien que controlaba el control mental ya le fastidiaba de por si, a menos de que ella fuese más rápida, evitando que pudiese hacerlo. Lo de las ilusiones...bueno, creía poder mejor con ella: a veces la telepatía ayudaba a saber si estabas en el mundo real o no, si es que el primero no conseguía hacer nada. Lo de los rayos lásers no le preocupaban tanto, era difícil alcanzarla, al igual que las cartas explosivas. Y lo de la superfuerza....bueno, era otro punto en contra, así que mientras no fuese un combate directo, todo iría bien.  Así que tenía que preocuparse por 3 en especial.

El plan de llevarlos a otro sitio le parecía fenomenal. Quiso preguntar un "¿dónde?", pero algo le interrumpió. Una voz amplificada sonó por toda la zona, dando fe de que se trataba de la policía en la primera oración que dijeron. Ni siquiera se había acordado de ellos, y eso que los había visto llegar cuando Babs amplificó la imagen del satélite.  Un repentino dolor de cabeza le vino a la cabeza, llevándose una mano a la frente por unos momentos. Era leve, así que no le dio importancia.

-Vale, Batgirl. Aunque procura que sea un lugar que conozca o enseñarme cómo es. Manipular la luz a grandes distancias requiere cierta concentración, y suelo necesitar saber al menos cómo es el lugar para poder manipularla en ese punto y conectarla con la de aquí. A más distancia...más cansancio. Dicho eso...nos vemos ahora! -y mientras ella salía allí donde se encontraba la policía alertada del atraco, Coral alzó la vista hacia el techo, abriendo un portal desde donde estaba hasta allí.  Pensó que le sería más difícil conseguir entrar al museo sin saber exactamente cómo era...pero por suerte, arriba había una enorme cristalera que dejaba pasar la luz. Y estaba reventada.  Bueno, ya sabía por donde habían entrado...

...y ahora faltaba saber por donde estarían. Con cuidado...con sigilo...no eran gente normal que pudiese vencer rápido. Fue caminando por una de las salas, por lo visto, de una colección de esculturas romanas. Cuantas ganas tenía de saber su historia. En la carrera de historia había empezado con la Prehistoria y Mesopotamia, pero en el siguiente trimestre estudiaría Grecia y Roma, aunque había empezado con Historia del arte también, y le encantaba! Su padre le manipuló tanto la información que ya no sabía qué era real y qué no, pero ahora por fin tenía la oportunidad de saber la verdad.  Aunque ver aquellas figuras le llevaban a otra pregunta: ¿Qué querían del museo? ¿Había algún objeto de incalculable valor? Nunca había oído sobre la banda, así que ni siquiera se podía hacer a la idea de su interés.

De hecho, esta era una de sus primeras misiones "serias".

Llevó la mano al oído y activo el telecomunicador, línea directa con Batgirl, si mal no creía.

-Estoy dentro y buscándolos. Por ahora nada.

Continuó caminando por los pasillos, pasando a una zona que era egipcia. Seguía sin haber nada. ¿Estarían en el sótano? Podía ser una opción lógica. A veces las cosas de valor estaban bajo tierra...y si no, que se lo dijesen a ella. No fue hasta un par de vueltas más que escuchó algo, parándose en seco. Eran voces. Voces que gritaban...¿ayuda? Así que se asomó con cautela hasta que vio que en realidad se trataba de dos trabajadores del museo atados.

"Estan vivos. Eso ya es algo." Pensó mientras se dirigía hacia ellos, intentando calmarlos.

-Vale, vale, ya estoy aquí. Se que no me conocéis, pero vengo a ayudarlos. La policía está ahí fuera...-dijo aquello mientras se dirgía a sus cuerdas, desatándolas. No tenía tiempo que perder. -Quedáos o intentad iros sigilosamente. Ni se os ocurra hacer ruido. Fuera de eso...¿habéis visto hacia donde han ido?

-Hacia la sala sur. -contestó uno de ellos.- Quizás estén por ahí. Nos preguntaron por los objetos mo...modernos. -tartamudeaba de lo mal que lo había pasado atado, aunque no hubiese sido por mucho. Hombres: a veces tan débiles...y luego se creían superiores.

-Bien, gracias. -volvió a abrir línea. Al menos ya sabía donde encontrarse con ella si no pasaba nada.- Batgirl, nos vemos en el ala sur...han ido al área de historia moderna. Habían dos presos atados.

Dicho eso, se dirigió directamente al lugar.

- Recibido - respondí, por el transmisor. Ala sur, historia moderna. No tenía ni idea de qué piezas estaban buscando, pero al menos sabíamos dónde.

El inspector de policía de Fawcett City a cargo de la patrulla había resultado ser un tipo joven y encantador, la clase de hombre con el que mi padre me hubiera organizado una cita. Para el Comisario Gordon, la idea de un buen yerno pasaba por una placa y una gorra, cosa que nunca entendería. Él mismo decía que una vida dedicada a combatir el crimen acababa repercutiendo en el matrimonio; mi familia era un claro ejemplo de ello. Claro que mi alternativa era buscar novio en el mundo de los superhéroes, cosa que no resultaba mucho mejor. Ambas profesiones tenían el común denominador de "Muerto en acto de servicio".

Me despedí del inspector tras darle las gracias y me dirigí al edificio, trepando con la ayuda de la Batgarra. Dick me había venido a la mente por ninguna razón en particular, o tal vez por aquello de pensar en policías y superhéroes. Él había intentado compaginar las dos cosas. Barry era otro ejemplo: policía científico. J'onn era detective tanto en su faceta verde como en la que no. Supongo que si tienes que buscar un empleo alternativo y eres un poco adicto al trabajo, acabas haciendo algo así.

La sección de historia moderna estaba al fondo de un largo pasillo. Mientras lo recorría pensé en el otro extremo: Bruce; Playboy de día, justiciero de noche. Yo misma; bibliotecaria en mis horas libres, Batgirl en cuanto mi padre se giraba. Pero el mejor de todos era, sin duda, Superman: no había nada más divertido que ver un encuentro entre el escandaloso millonario Bruce Wayne y el tímido periodista Clark Kent. Nada que ver con la otra versión.

El ruido de vitrinas rotas llegó a mis oídos, advirtiéndome que estaba aproximándome a mi objetivo. Justo entonces vi a Coral, moviéndose como una sombra en la misma dirección que yo. Le hice un gesto con la cabeza, y ambas nos asomamos a la puerta.

En el centro de la gran sala estaban nuestros hombres y lo que habían venido a buscar: la corona y el cetro reales de un antiguo rey de Vlatlava, quien los había donado al museo de Fawcett City... al menos, eso podía deducirse de la gran fotografía en blanco y negro que acompañaba a la vitrina. El grupo de ladrones estaba examinando el botín y discutiendo la mejor estrategia para escapar de la policía. Los conté a todos, salvo uno. ¿Dónde estaría As?

Pero no teníamos tiempo para ponernos a buscarlo. Lo mejor sería atacar ahora, aprovechando que eran menos en número... Seguro que no tardaría en aparecer y unirse a la fiesta, pero lo estaríamos esperando.

- Primero a por Rey - susurré. Era el más peligroso, sería mejor dejarlo fuera de combate cuanto antes.

Seguía sin ocurrírseme dónde podríamos transportarlos, salvo el zoológico de Fawcett City, donde seguramente agradecerían poder incorporar nuevos especímenes a su colección. De todas formas, decidí no decirle nada a Coral todavía, por si a ella o a mí se nos ocurría una idea mejor...

Coral también se fijó en el panorama que había en el centro de la sala cuando ambas se asomaron. Lo primero que hizo casi instintivamente fue el intentar identificarlos a todos, tarea fácil por los ropajes que llevaban, aunque...¿no faltaba uno? Vamos, su memoria no siempre era de oro, pero estaba segura de que Batgirl dijo algo más, aunque no caía en quien.

-Primero a por Rey.

-De acuerdo- susurró ella. Rey era el que tenía el poder mental, uno de los que más podían fastidiarla. Así que Coral, no intentes utilizar mucho la magia esta vez. Por suerte, nunca llegaba a depender de ella del todo, ya que hacerlo solo hubiese significado un error en su vida. -Intentaré noquearlo desde arriba, cayendo con un portal. Seguramente se distraigan en cuanto me vea, así que podrás acercarte sin ser notada...-y se quedó pensativa por un momento- Rapidez y precisión, sep.

Dicho y hecho. Coral invocó uno de sus portales justo detrás de ella, para que nadie pudiese verla, y abrió el otro justo arriba. La propia caída hizo que la fuerza de su pie le propinase una buena patada en la cara a Rey, que cayó casi al instante al suelo. La repentina aparición de Twilight desconcertó a toda la banda, que soltó casi conjuntamente una expresión de sorpresa. Reina no tardó en reaccionar, intentando darle con su báculo. Gracias a dios, Coral consiguió esquivarlo de una voltereta.

-¡Atrapadla!- exclamó Reina con su voz autoritaria y seca, mientras que Diez conseguía echarse encima de Coral, atrapándola contra el suelo. ¿Creían que estaba sola? Pues era hora de jugar y sorprender.

Ojalá supiese como era Black Gate, o Arkham Asylum. Eso le hubiese ayudado bastante a poder intentar meterlos derechitos en la prisión. Aunque...¿y si Batgirl sí lo sabía? Quizás...quizás pudiese hacer un pequeño truco de magia. En cuanto tuviesen un momento, se lo comentaría. De mientras, Jack tenía la corona en sus manos, alejándose a pasos rápidos de la escena, pero sin girarse. Por lo visto, era el que pretendía mantener a salvo su mercancía.

La verdad, se nos estaba dando bien trabajar juntas, al menos de momento. Y estaba a punto de tener toda una demostración de cómo funcionaban los poderes de mi compañera.

Coral abrió un portal tras ella, y todo sucedió muy deprisa. Lo siguiente que vi fue que caía directamente encima de Rey, arrojándolo al suelo. En otras circunstancias, hubiera lanzado un alegre grito de victoria, pero aún nos quedaba media banda por barajar. Reina parecía la más molesta de todos, blandiendo aquél cetro suyo a diestro y siniestro. Supuse que sería bastante más doloroso que te acertara en la cabeza que las supuestas ilusiones que era capaz de conjurar.

Mi compañera dio una voltereta, escapando del peligro inmediato.

-¡Atrapadla!- gritó Reina, al tiempo que Diez saltaba sobre Coral... y un batarang volaba hasta golpear la mano que sostenía el báculo de ilusiones.

Con una maldición, Reina soltó su arma, que no llegó a caer al suelo. La atrapé en pleno vuelo mientras me balanceaba con el cable de la batgarra; un viejo truco que en su día aprendí de Robin.

Me dejé caer al suelo, evitando por los pelos un rayo láser disparado por Jack. Al parecer, era el encargado de poner los objetos robados fuera de nuestro alcance. Bien, pues lo iba a tener difícil. Sobre todo cuando volviéramos a ser dos. Claro que, para eso...

Aproveché la confusión causada por mi aparición, los gritos de Reina y el láser de Jack, y corrí en dirección al lugar en que Coral había sido empujada al suelo.

- ¿Te importa? - pregunté, con ironía, mientras utilizaba el peso del cetro para dejar fuera de combate a Diez (demasiado concentrada en inmovilizar a Coral) y liberar a mi compañera.

-¡Mocosas insolentes!- exclamó Reina, furiosa.

La situación estaba claramente a nuestro favor: Reina no tenía cetro, Rey estaba fuera de combate, Diez se le había unido en la inconsciencia.

- Sólo queda u... - empecé, pero algo me hizo torcer el gesto - Dos - corregí, tensa.

Atraído por los gritos de su banda, el último miembro del baile acababa de aparecer en escena.

As, el androide con superfuerza, algo así como enfrentarse a Superboy o Wonder Woman en un mal día.

Escuchó chillar a Reina, más de ira que de dolor. Seguramente Batgirl hizo algo, aunque en ese momento Coral se encontraba demasiado ocupada intentando evitar que Diez llegase a su cuello o, en su defecto, que moviese su mano a donde fuese que guardaba sus cartas e intentarse tirárselas directamente a la cara. Por suerte, el forcejeo no duro más, ya que la morena cayó de espaldas hacia atrás en el momento en el que Bárbara le pego directamente con el báculo. Eso le había tenido que doler, considerando lo consistente que se veía. Coral no tardó ni un momento en volver a levantarse al levantar las piernas hacia arriba y aprovechar el impulso de estas y sus manos para, de un salto, volver a estar erguida en el suelo. Se estiró un poco la capucha hacia abajo,  desarrugándola.

-Gracias, empezaba a temer que se pudiese sacar una carta explosiva de la boca en cualquier momento. -no pudo evitar soltar aquello de forma divertida, guiñándole un ojo a la pelirroja. Tenía el corazón palpitando lleno de adrenalina, como casi siempre pasaba cuando iba de misión. Y eso que había hecho muy pocas por el momento! Por desgracia, un sonido fuerte, como si algo se rompiese, hizo que el susodicho músculo diese un vuelco. Una de las paredes acabó reventada, y entre el polvo se vio claramente la silueta de lo que, si mal no creía (irónicamente, porque por su traje estaba claro) era el último que le faltaba. Claro, el tío de la superfuerza. Lo que les faltaba.

-Vale...admito que nunca me he enfrentado a un tío tan cachas. -y no era mentira. Sabía que ella no tenía fuerza física para ese tipo de hombres, tuviesen superfuerza o no. -¿Tú como lo llevas, Batgirl? Quizás si lo distraigo, podamos tira-- -no pudo acabar la frase, ya que tuvo que echarse para atrás intentando esquivar un repentino rayo de Jack.

-No subestiméis a la banda, mocosas. -dijo este, con una clara expresión de ira, aferrándose a su botín. Estaba claro que no pensaba soltarlo a menos de que viniese toda la armada terreaste americana a arrebatársela de sus manos. Coral no podía evitar el querer saber para qué necesitaban en realidad aquellas joyas. ¿Era solo la necesidad de tener un símbolo de poder para...Rey o Reina? ¿Tenían estas alguna especie de magia, o formaban parte de algún ritual secreto? Quizás se lo preguntara después, acabasen como acabasen. A veces la curiosidad le podía más que otra cosa. Eso le llevaba a otro punto, y era COMO iban a acabar realmente. Batgirl comentó sobre meterlos en algún lugar, pero ella solo conocía algunos nombres de prisiones...o manicomios. Nunca había entrado en ninguno de ellos, así que no sabía como eran en realidad. Necesitaba una referencia visual para...para intentar abrir el portal. Claro, cómo no se le había ocurrido? Seguro que ella las conocía bien. Solo rezaba porque su memoria fuese tan buena como sus habilidades.

-Batgirl, ¿tienes alguna imagen mental de Black Gate o Arkham Asylum? Alguna celda, algo! Pero nítida...o..que me puedas enseñar. -habló rápido, y es que la situación lo requería, en especial cuando As empezó a correr hacia ellas, dispuesto a todo.

Odio la superfuerza. Siempre da un montón de problemas.

Se puede decir que mi formación "civil" en artes marciales, complementada con las valiosas aportaciones de Bruce y alguna lección extra de Canario Negro, me permitiría aprovechar la masa y el impulso de este tipo para hacerlo caer al suelo por su propio peso. El problema es que, en aquel momento, había un psicópata disparando rayos láser a diestro y siniestro, y una loca con corona que no dejaba de chillar órdenes al más puro estilo Reina de Corazones.

Por cierto, ¿he dicho alguna vez cómo odio que me llamen mocosa?

-Vale...admito que nunca me he enfrentado a un tío tan cachas. - dijo Coral, confirmándome que, si queríamos ganar, tendríamos que pensar en algo más coherente que simplemente arrojarlo al suelo -¿Tú como lo llevas, Batgirl? Quizás si lo distraigo, podamos tira--

Un rayo lanzado hacia Twilight la impidió continuar.

-No subestiméis a la banda, mocosas.

Fruncí el ceño. ¿Otra vez? ¿Es que tenían que hacer caso a Reina hasta en la forma de hablar? Menudo problema de falta de personalidad.

-Batgirl, ¿tienes alguna imagen mental de Black Gate o Arkham Asylum? Alguna celda, algo! Pero nítida...o..que me puedas enseñar.

Arkham... Bueno, no había estado allí dentro por mí misma, pero era perfectamente capaz de recordar varios vídeos de entrevistas con los presos que Bruce me había hecho estudiar. Recordaba a Nigma, interrogando continuamente a su psiquiatra; al Joker, riendo como el maníaco que era; a Harley Quinn, perdida en sus ensoñaciones con el Payaso; a Poison Ivy, seductora incluso con aquel poco favorecedor pijama naranja... Todo aquello podía servirle a Coral, en el caso de que pudiera enseñárselo, pero ¿cómo?

- Espera, ¿has dicho que te vale una imagen mental? - pregunté. Otra cosa no tendría, pero mi memoria era tan nítida como una fotografía.

La pregunta era, ¿en qué celda metía a aquel tipo para asegurarme de que ningún villano peligroso hacía el recorrido inverso desde el otro lado?

Y, entonces, se me ocurrió.

- Mortimer Drake - reflexioné, recordando a uno de los villanos de mis primeros tiempos como Batgirl: el Caballero. Era un tipo rarito, y me daba algo de pena meterle a ese androide en la celda, pero si algo salía mal prefería verlo libre a él que al Joker.

Revisioné mentalmente su cinta de Arkham; lo cierto es que no entendía bien cómo había acabado allí... El tipo era un poco raro, y vivía en su propia versión del siglo XVIII, era un ladrón... pero nunca me ha parecido tan pirado como los demás...

En fin, no importaba mucho. As tampoco entraba en el perfil de lunático, pero iban a tener que aceptarlo ahí dentro.

- Lo tengo, Twilight - le dije a Coral, preguntándome cómo iba a sacarle provecho a aquella información.

Claro, no le había dicho en ningún momento a Batgirl sobre su don, así que tampoco sería una sorpresa que se extrañase de su pregunta. La sorpresa vendría después, si conseguía hacer lo que podía ser algo bastante factible. Nunca lo había probado con nadie ni nada, pero fue la única cosa que su mente pudo pensar para quitarse aquel problema tan grande de en medio. Empujarlos a todos a un portal iba a ser cosa graciosa; casi si imaginaba a ambas como si fuesen pastores guiando un ganado...pero lo que al principio le pareció una imagen graciosa pronto se convirtió en un punto de presión. A fin y a cuentas, esa era la imagen que había tenido su padre de ella, a diferencia de que ella sería el pastor a ojos de los demás, cuando el verdadero plan era que solo fuese un cordero en un grupo de ovejas. Sacudió la cabeza en un intento de apartar aquellos pensamientos; en ese momento tenía cosas más importantes que atender a la razón.

-Lo tengo, Twilight. -escuchó la voz de Batgirl afirmar que había conseguido visualizar lo que le había pedido, sacándole a la castaña una muy suave sonrisa de sus labios.

-Perfecto, voy a intentar hacer un truco de magia. O...perdona por la intromisión. -Supuso que ella entendería el porqué de su perdón. No quería meterse en su mente sin motivo alguno...ya había aprendido que aquello era una falta de privacidad que podía llevarla a ganarse la enemistad de casi todo monte justicia, y no les quitaba la razón. Sinceramente? Le había costado bastante el no sentirse tentada a hacerlo...en su mayoría por desconfianza. Cuando llegó, solo se sentía a gusto con Dick. Lo había tomado como un mentor y...¿cómo decirlo? había sido la persona que le había sacado de todo en lo que estaba metida, por lo que se sentía totalmente agradecida por él. Una punzada de dolor le fue directamente al pecho en cuanto recordó como Raven se portaba con él, de forma tan...cercana y táctil. Dos meses atrás sentía envidia de la mayoría de personas que parecían tan amigos, que se entendían tan bien. Gracias a dios, ahora todo seguía un flujo más tranquilo en lo que sus emociones y sentimientos se refería, y poco a poco iba consiguiendo integrarse de la misma forma.  

Intentó acercarse lo suficiente a Batgirl, haciendo uso de su telepatía.

Voy a necesitar concentración, evita que puedan acercarse mucho a mí.

Esta vez sí que le habló mentalmente, ya que había establecido el vínculo mental. Pudo escuchar los pensamientos que ella tenía en esos momentos, pero lo más importante fue aquella imagen mental que se representó tan nítida en su cabeza. A cualquiera que lo viese, los ojos de Coral adoptaron un color distinto...no dejaba de ser azul, pero era más cristalino y claro. Ni siquiera fue perceptible el cuando lo hicieron. Intentó reconstuir la imagen en su propia psique, aunque tardó un poco en hacerlo. Era la primera vez... tendría que practicarlo.

Una vez la tuvo, miró a donde estaba la banda. Demasiados dispersos como para intentar meterlos de uno en uno...

Bien, este es el plan: Intentaremos ir juntándolos e iré abriendo portales donde lo vea necesario. Estos llevarán directamente a la celda que tienes en mente. No voy a poder ayudarte mucho... a la hora de empujarlos, pero haré lo que pueda.

Alzó sus manos hacia los lados, empezando a emitir estas una muy leve luz. Las echó hacia adelante e hizo un gesto en el aire, como si estuviese abriendo algo por la mitad. O lo que ella solía llamar; un desgrarro, una separación del espacio lumínico para conectar dos sitios que no estaban en la misma posición.

-Ovrakh Jainn!

Tan repentinamente como conjuró el hechizo, apareció la brecha tras Reina y Rey, que eran los primeros en estar abatidos y quizás los más fáciles en meter. Al otro lado de esta se podía ver perfectamente el lugar que Batgirl había imaginado, la celda donde había estado Mortimer Drake.  Aprovechando, Coral corrió hacia ambos líderes, desorientados y sin saber qué sucedía a sus espaldas. Jack les gritó cuidado, pero cuando se giraron y vieron lo que pasaba fue demasiado tarde: Twilight empujó a ambos hacia adentro, cerrando rápidamente el portal. A ver como se las apañaban para meter a los otros tres.

Tengo que reconocer que la telepatía es un poder que me impresiona. No creo que nunca me acostumbre a tener a alguien hablándome en la cabeza; ya sabes, eso en Gotham suma puntos para acabar en el Asilo de Arkham, lugar que nunca me ha apetecido mucho visitar.

Al contrario que a nuestros amigos de la Banda de la Escalera Real, que parecían estar deseando estrenar su propia habitación de paredes acolchadas. ¿Tendrían camisas de fuerza de la talla de todos?

Me forcé a pensar en algo más coherente. Tenía a Coral en mi cabeza, y no quería que me perdiera el respeto tan pronto (es decir, me lo iba a acabar perdiendo de todos modos, ni siquiera los criminales respetan a Batgirl hoy en día, debería ensayar mi voz de ultratumba o algo). El caso es que me concentré en la imagen que quería mi compañera, y la dejé hacer su trabajo.

Coral pronunció unas palabras incomprensibles y movió las manos como para romper algo. Y vaya si lo rompió, porque donde antes no había nada, ahora había una brecha que llevaba directamente al lugar que yo tenía en mente.

- ¡No está nada mal! - exclamé, sonriendo, mientras Rey y Reina tomaban el vuelo directo al asilo.

Diez les siguió poco después. Con As y Jack iba a ser más difícil, claro, no estaban inconscientes y nos iban a costar. Tenía una idea para As: hacerlo embestir contra nosotras como un toro, y abrirle un portal justo en las narices. Pero a Jack había que empujarlo.

Tenía que preguntarle a Coral si la comunicación era bidireccional, si ella podía oír lo que yo pensaba. Por si acaso, decidí pedirle mi favor en voz alta, aunque no lo suficientemente alta como para que nuestros enemigos lo escucharan.

- ¿Me abres un portal en esa esquina? - pregunté, preparando la Batgarra mientras señalaba justo detrás de Jack. Mi idea era enganchar la garra al techo, coger impulso y arrastrarlo conmigo dentro del portal, como si fuera una tirolina. Sólo que yo tendría que saltar justo antes, o acabaría en una celda llena de pirados. Y, la verdad, mi traje no va a juego con el de ellos. - Si me quedo encerrada, quiero que sepas que ha sido un placer luchar contigo - añadí, medio en serio, medio en broma. Esperaba ser lo bastante hábil como para que no me ocurriera, pero en estas cosas, nunca se sabía...

Coral no pudo evitar dibujar una sonrisa divertida en su rostro en el momento en el que escuchó lo que pensaba. ¿Solía ser así? Porque en ese caso, compartían humor. Bueno, quizás en ese lado ella fuese un pelíiiiiiiin más seria, pero la distancia podía ser solo de un 1%. Así, Coral observó su mente. Leer la mente de alguien no solo se trataba de su voz, como muchos pensaban: las imágenes también se podían crear nítidas en la cabeza de uno, y eso era lo que buscaba. Se concentró, y sus ojos se movieron como quien estaba repasando algo para que se quedara muy bien en su memoria. Cada detalle, cada cosa. Contra más completa fuese la imagen, mejor, en especial a lo que se refería al espacio. Y fue ahí cuando abrió su portal de la misma forma que siempre, solo que al otro lado se pudo observar el mismo lugar que Batgirl tuvo en cabeza. Hasta la mismísima Coral se quedó sorprendida con ello: no creía que lo fuese a lograr. Todo había comenzado con una suposición, pero de la teoría a la práctica había un trecho, y en su caso, fue totalmente correcto y verídico. Tanto que soltó un repentino sonido de alegría entre sus labios. Las palabras de Barbara consiguieron augmentar la sonrisita tonta que se le quedó en los labios, aunque no tardó mucho en desaparecer.


¡Concéntrate, Coral, aún quedan!


Disminuyó con las manos el tamaño del portal en el momento en el que los tres primeros entraron, para que no pudiesen salir, aunque dudaba que por su estado siquiera lo intentasen. Sus ojos miraron a As, que tenía aquellas pintas de mole cabreada dispuesta a romper huesos. Si ese hombre podía coger a una de ellas haría mucho, demasiado daño. Intentó pensar algo, pero su compañera se le adelantó: su voz hizo que desviara la mirada hacia ella, curiosa por ver el lugar a donde apuntaba. Al principio arqueó una ceja, extrañada. ¿De qué iba a servir...? Pero no tardó en verle las intenciones, claras como el agua. Muy lista, Gordon. Coral estaba totalmente de acuerdo con su plan.

A tus órdenes, Batgirl ~


Pensó de forma divertida, mientras hacía justo lo que le había pedido, abriendo ese para cerrar el otro. Este consiguió agotarla un poco más, ya que en realidad lo estaba abriendo desde el lugar donde estaba reina, rey y diez, y no desde el museo.

-No digas eso, mi príncipe no puede marcharse tan rápido! -dijo divertida, alegando a la broma hicieron aquella misma mañana, mientras ella comía un sandwitch y bebía zumo, justo antes de la alerta y cuando ninguna de las dos tenían nada que hacer, aburridas como una ostra.

Adelante.

A tus órdenes, Batgirl ~ - exclamó Coral. Y allí lo tenía, justo donde lo quería, justo lo que quería. Un bonito portal por el que enviar a Jack a su destino de vacaciones.

Y ahora, me tocaba hacer de pelota de bolos.

- ¡Gracias! - exclamé, con una amplia sonrisa, apuntando con la Batgarra.

- No digas eso, mi príncipe no puede marcharse tan rápido! - dijo mi compañera, divertida.

- No temas, volveré a rescatarte... suponiendo que no tengas que hacerlo tú primero... - fue mi turno de bromear, al tiempo que tomaba carrerilla.

Un chasquido, y el cable se tensó delante de mí; autopista directa hacia Jack, que también se había dado cuenta de lo que pensaba hacer.

Bueno, la sorpresa había estado de mi parte durante unos segundos, ya se sabe, esos mismos segundos que le hubieran ido bien para apartarse de la trayectoria. Trató de quitarse de en medio, y lo cierto es que estuvo bastante cerca de conseguirlo. Mi mano se cerró sobre su traje y la inercia me ayudó a arrastrarlo conmigo.

Por suerte, la apertura de Coral era lo bastante grande como para que el pequeño desvío que supuso mi maniobra no terminara en fracaso total. Obligué a Jack a entrar en la celda con cierta dificultad, y su peso, como había temido, estuvo a punto de mandarme directamente detrás de él. Afortunadamente, la Batgarra puede recogerse y volverse a lanzar... Un segundo disparo, y estaba suspendida a unos metros del techo, lejos de su alcance. Eso sí, logró arrancarme un trozo de capa por el camino.

- Tendré que remendarla otra vez... - dije, chasqueando la lengua, mientras miraba la habitación desde mi nueva perspectiva. Quedaba As, por supuesto. - Twilight... ¿puedes leerme la mente? - pregunté, con la mirada fija en aquel tipo...

"Porque, si puedes hacerlo, se me ocurre que la mejor forma de hacer caer en la trampa a esta cosa es torearlo, y me preguntaba qué tal se te da hacer de cebo humano...", continué, esta vez en mi cabeza, esperando que Coral recibiera el mensaje.

Coral observó desde su posición toda la maniobra de Batgirl, la cual terminó por ser totalmente efectiva, cosa que, para ser sinceros, le alegró bastante. La única lástima fue por su capa, cuya marcada del tirón que le dio quedó marcada dándole nuevos picos, todos muy en desacuerdo con los normales que la propia tenía al final. Cerró el portal rápidamente para que ninguno de los otros pudiese volver a salir, y se llevó una mano a la cabeza, sintiendo un ligero mareo. No era fácil mantener portales a aquella distancia, y su mente se lo recordaba cuando se empezaba a fatigar.

Sí, puedo hacerlo.

Le respondió mentalmente ante su pregunta, escuchándola con atención. Al menos se alegró de que confiase en su don telepático, y no se podía negar que era de las cosas más útiles en cuanto a la comunicación en equipo.

Bueno, si no me coge antes, eso de poder moverme entre espacios casi me hace una excelente cebo humana, la verdad. -dijo irónica, pero cierta.-Díme que se te ocurre por esa cabecita con orejas de murciélago y lo ponemos en marcha.

Y la miró desde su posición, guiñándole un ojo, para luego voltear la mirada directamente hacia As.

Acabemos con esto cuanto antes y volvamos a casa...con tanto ejercicio el sandwitch ya está más que digerido y consumido!



PD: A ver si podemos liquidar el tema en un par de posts, que se me está viniendo todo encima y ya no encuentro tiempo para postear decentemente ;_;

¡Ya le queda nada y menos! ^^ Si te parece rematamos a estos tipos y nos volvemos a la base. ¡Ánimos!


Sí, puedo hacerlo.

Bueno, eso era lo que quería oír. Una amplia sonrisa de confianza (y cierto alivio) se dibujó en mi rostro; estaba funcionando. Dos heroínas, ellas solitas, estaban a punto de meter a la Escalera Real entre rejas... Ah, cómo me gusta trabajar en equipo.

Bueno, si no me coge antes, eso de poder moverme entre espacios casi me hace una excelente cebo humana, la verdad. Dime que se te ocurre por esa cabecita con orejas de murciélago y lo ponemos en marcha. - dijo Twilight, directamente en mi cabeza, con un guiño. - Acabemos con esto cuanto antes y volvamos a casa...con tanto ejercicio el sandwitch ya está más que digerido y consumido!

Oh, nada que los Looney Tunes no hayan hecho antes. Pensaba en abrir disimuladamente un portal detrás de nosotras, insultarlo hasta que nos embista, y apartarnos en el último momento. ¿Qué tal suena? Después de eso podemos volver al Monte Justicia y tomarnos el descanso que nos merecemos. - reí.

Por improvisado que fuera mi plan, seguro que As estaba más que dispuesto a cumplir su parte (la de la embestirnos y demás). Y, si no lo estaba, me aseguraría de provocarlo con unos batarangs.

- ¡Eh, chatarra! - grité, tomando una de las cuchillas giratorias en mi mano ¿Soy yo, o tus amigos acaban de darte plantón?

Si quieres, te reunimos con ellos enseguida... - pensé, para mis adentros, casi olvidando que podía oírlo Coral.

El ataque del androide no se hizo esperar; en un momento estaba corriendo hacia nosotras. La verdad es que había que agradecerle su cooperación; para ser sincera, tenía ganas de acabar cuanto antes...

... Yo también estaba muriéndome de hambre.

Se dio un pequeño golpecito en la frente, justo con la palma de la mano. ¡Claro! ¿Cómo se había podido olvidar? Los grandullones no solían ser los inteligentes, o eso dictaba la norma. Luego habría excepciones...aunque aún no se había encontrado con ninguna de ellas. ¿Sinceramente? Se lo estaba pasando mejor de lo que lo había hecho en mucho tiempo. Trabajar con Batgirl estaba siendo simplemente sencillo, y sentía una cierta compenetración con ella, algo que aún no le había pasado con ninguno de los otros miembros de Monte Justicia... y aquella sensación era maravillosa. Podía notar la confianza hacia ella, haciéndolo todo muchísimo mejor. Cuando Batgirl empezó a insultar a As, Coral fue la primera en moverse, caminando tranquilamente hacia Babs, casi de manera burlona.

-¡Pobre! Me da que su inutilidad les ha hecho marcharse...-contestó a las palabras de ella, justo mientras al gigantón le iba cambiando la cara por segundos, y en el blanco pálido de la pintura de su piel casi se pudo ver el rojo de la ira. A pesar de la distancia, no tardó en empezar a correr hacia ellas, corriendo con los brazos abiertos para intentar atrapar a ambas y así llevárselas a las dos por sendos costados, con la clara intención de estamparlas contra la pared.

Un poco más...un poco más...

A medida que As avanzaba, Twilight calculaba la distancia en un intento de abrir su portal en el momento perfecto. Casi pudo jurar que el mundo empezó a ir ligeramente más lento, como si intentase ayudarle...y sus ojos, de aquel color azul celeste más claro que de lo normal, solo se fijaban en su objetivo, cada vez más y más cerca.

Tres...dos...uno...

Y estiró los brazos, prounciando las palabras mágicas. De la nada, una brecha empezó a abrirse delante de ellas, muy pequeña. Una densidad extraña la rodeaba, y era normal: estaba separando el espacio a través de la luz. Y justo cuando estaba a punto de estamparse...¡zas! Coral extendió los brazos hacia ambos lados, y la brecha se agrandó repentinamente, tragándose a As dentro de él. Lo último que quedó de toda aquello fue una suave brisa que quedó al cerrarse dicho portal, quedando de repente un silencio absoluto. La castaña había aguantado la respiración con fuerza, pero en ese momento soltó todo el aire.

-Ya...está.¡Lo hemos hecho!

Lo logramos.

No estaba segura de por qué: la telepatía, sus poderes, el hecho de que ella hubiera trabajado con mis mismos mentores y compañeros, la facilidad para entendernos... Por alguna razón, había sido mucho más fácil de lo que esperábamos. Y mucho más divertido.

La Escalera iba a pasar un tiempo a la sombra, y nosotras íbamos a tomarnos un bien merecido aperitivo después de esto.

- Tengo que usar un portal de estos para no llegar tarde a trabajar - reflexioné, en voz alta.

Bueno, ahora faltaban los últimos detalles, como informar a la policía local de que todo estaba bajo control, despedirnos de la ciudad y...

- ¿Comemos fuera? Yo invito.- sonreí, divertida.

Si llegaba algún aviso al Monte Justicia, rebotaría al comunicador. Sólo esperaba que el trabajo no nos arruinara la comida, como tenía por costumbre.

Claro que no era un buen día para cometer delitos... Al fin y al cabo, Twilight y Batgirl estaban de guardia.