While the world looks away (Magneto/Martha R.) [13-06-2019 a 21-06-2019]

13-06-2019

- ¿Qué hacemos aquí?

Martha no se refería al lugar físico, pues la vieja casa de los Kotska era el lugar ideal para encontrar las pruebas de los crímenes de Javis, además que si el Ente la llevó hasta ahí era por que, exactamente se trataba del lugar indicado. A lo que ella se refería a por que el Ente la llamó en su mente y la tenía esperando en una sala creada por su propia imaginación, ella de pie frente a una silla cubierta por una manta roja y arrugada sobre la cual descansaba el ente, su expresión difícil de discernir entre el brillo azulado de la energía la cual formaba su cuerpo

- Tenemos que hablar de lo que ha pasado con nuestro… “ posible aliado”

- ¿Magneto? Pensé que… no fue tan mal

Una carcajada sarcástica del Ente le congeló la sangre y le hizo querer buscar reposo en algún asiento cercano, más a su alrededor no encontró más que paredes oscuras y secas

- Oh, pero ¿Es eso lo que piensas? Por que yo lo veo de otra forma

El Ente se levantó de su asiento, dejando que la silla cayera al suelo formando un estrepitoso ruido y levito lentamente, con las manos cruzadas a la espalda, hacia Martha

- Por que yo creo que todo lo que te he enseñado a sido en vano, que no eres más que una niña impaciente por conseguir lo que quiere y que no vale la pena enseñarte nada mas

- Pe… pero yo

- Tranquila, niña, no tienes que decir nada

Flotando dos veces a su alrededor, el Ente le dio la espalda y flotó hacia su anterior asiento, parándose una vez para girar la mirada hacia Martha

- Después de todo, no soy tu profesor, ni tu tutor ni tu maestro. - se giro, alzó la mano en dirección a la mujer con el puño cerrado y lo abrió - Yo soy tu torturador

Y en ese preciso instante, el Ente, gracias a estar en sincronía con las funciones cerebrales de Martha, activo cada receptor de dolor en su cuerpo, cada fibra de su ser, cada nervio, para que sintieran un tormento de inimaginables proporciones. La mujer se retorció por el suelo, ojos en blanco y saliva escapando de su temblorosa boca y aunque le era imposible hablar no podía sino pensar que el Ente iba a matarla sin más

- Siente ese dolor, súfrelo en tus carnes, que te marque el costo de tu error, error el cual yo he tenido que minimizar

Y aprovechar, pero eso no se lo diría aun, esperaría asta el ultimo momento con el ansia de ver toda esperanza en el rostro de su "sobrina" desaparecer. El dolor se hizo aún más intenso, llegando al punto de dejarla totalmente paralizada en el suelo, tanto en  su mente con en la vida real, su cuerpo tirado en el salón agarrado al sofá con un rigor mortis similar al de los cadáveres

- Magneto… no es mas que un viejo inútil, uno de cientos como él, pero le necesitamos tanto a él como a esos asquerosos mutantes

El Ente odiaba a cada ser viviente y no viviente del universo, más al parecer su odio se concentraba en aquel anciano mutante que hacia apología a favor de los de su raza. No era por los motivos “nobles” de aquel hombre, sino por la mera razón de que el Ente ya vivió esto antes. No la situación en sí, pues en el efecto Omega su línea temporal fue “vaporizada” y no vio a  Magneto liderar a los mutantes contra Luthor, mas si que llego a vivir muchas ocurrencia similares; líderes de grupos que se enfrentaban al estado opresor, mundos enteros que formaban una revolución contra un gobierno que los mantiene en línea.

Y siempre era lo mismo; un líder que decía querer lo mejor para los suyos, incluso a veces quería lo mejor para sus enemigos, “convivencia” como solían decir. Y una y otra vez, la historia se repetía: una vez llegados al poder, cuando por fin eran ellos los que tenían el control sobre la rueda que movía sus respectivas sociedades, cuando por fin podían romperla y empezar de nuevo… se ponían ellos al mando.

Puede que Magneto dijera tener principios, ideales nobles y todo lo que él pudiera pensar que tenía, pero al final del día era otro más de los cientos que hubieron y los cientos que habrán. No solo él; Luthor era el mismo hombre, diferente aspecto, diferentes ideales, pero para el Ente todos acababan siendo el mismo. Por eso su “misión” era tan importante, no la que “compartía” con Martha, sino aquella que debía hacer solo; acabar con todo universo conocido, este y todos los posibles. El era el gran ecualizador, el que pondría a tanto hombres, mujeres, entidades, dioses y demonios al mismo nivel, bajo él, bajo la rueda fracturada.

Y todo iba tan bien, ya solo necesitaba que encerraran a Javis Kotska, el único ser capaz de detenerle una vez estuviera fuera, y encontrar al hombre que le sacara de ahí, cosa que, sin saberlo, Magneto le ayudaría a lograr.

Todo acabará pronto.

- Espero, por tu bien, que aprendas la lección y la próxima vez que necesitemos una ficha más en el tablero, serás más cuidadosa al hablar - bajando el brazo, el Ente liberó a Martha del dolor - Ahora levántate, tenemos trabajo que hacer

Entre temblores y vómitos, la mujer se levantó penosamente del suelo apoyándose en el sofá con una mano mientras la otra sujetaba su estómago, sintiendo en él como sus entrañas estaban a punto de explotar en su interior. Anduvo hacia la cocina y siguió las indicaciones del ente a fin de encontrar los archivos que Javis guardó en la casa. Según le contó el Ente, de joven le gustaba tener informes detallados de sus actividades y a veces incluso tomaba fotografías, enorgulleciéndose de su trabajo.

Una vez llegó a la cocina, dio tres toques sobre un azulejo, dio tres pasos a la izquierda, otro a la derecha y dibujó un símbolo uniforme en otro. Dos pasos más hacia la derecha y abrió cuatro veces seguida la puerta de la encimera, a lo que, dos segundos exactos después, abrió una pequeña puerta secreta detrás del interior de esta de donde cayo un archivador negro lleno de papeles, lo único que cabria en ese espacio. Por lo visto, cuando Javis intentó sin mucho éxito cambiar de vida, creó este escondite para el archivo de su pasado ¿La razón de que no lo hubiera destruido? El Ente destruyó el suyo en su línea temporal, de hecho que estuviera ahí fue una gran fortuna pues sino encontrar las pruebas contra Javis hubiese resultado ser una tarea más difícil de lo que estaba a punto de ser.

- Coge el archivador, quiero que veas lo que hay dentro

Martha tomó el libreto en sus manos y lo abrió… y deseo seguir sufriendo el dolor antes de tener que sufrir lo que sus ojos leían y veían; fotos de masacres, de niños y niñas muertos, carbonizados y asesinados, de familias enteras con sus cabezas clavadas en picas al lado de un joven y sonriente Javis, fotos indescriptibles con sus informes correspondientes y esas solo eran las primeras sobre las cuales posó su mirada, tales eran las imágenes que siguieron estas que el vómito salió solo de entre sus dientes, girando la cabeza a tiempo de no ensuciar las pruebas.

- Eso es lo que somos, la esencia de los Kotska; criminales, asesinos despiadados, mercenarios… tú lo has olvidado, al igual que hizo tu madre e incluso tu tío en su momento, pero ahora debes aceptar lo que eres en realidad

El ente tenía razón, llevaba años suprimiendo una… ira terrible, una furia descontrolada contra el mundo entero. Su momento llegaría, pero primero las pruebas. Era más que suficiente para encarcelar de por vida a su tío si le entregaba esto a Magneto y el hacía correr la información. Lo que importaba ahora era hacer copias, pues los originales serán guardados por ella y el Ente, si el caso llegaba a juicio entonces sería la hora de enseñarlos para demostrar que no se trataba de ninguna falsificación.

Había mucho trabajo por delante y muy poco tiempo, debía hacer copia de todos los documentos antes de enviarlos, lo más antes posible pues buscar una forma segura de hacérselos llegar sería… complicado, más el Ente siempre tenía planes de sobre.

Al día siguiente le enviaron los documentos y las fotografías a Magneto y para el Ente ahora solo quedaba esperar los resultados.

21 – 06 – 2019. Genosha 21:30