Una nueva Esperanza (Thunderbolts) [22-06-19]

Mientras el presidente hablaba fuera, el general observaba a sus chicos con inconfundible orgullo. Muchas cosas habían sucedido en el transcurso de aquél último año, una ola de horror que había azotado el país, y su grupo no había salido indemne. La mitad de ellos habían pasado por su propio calvario. Les había pasado factura, pero habían sobrevivido. Shawn ahora llevaba un brazo biónico en el lugar donde debería haber estado el suyo, y Elektra había tenido que pasar por un infierno de recuperación. Pero lo habían superado. Porque eran fuertes. Sólo había perdido a uno... Smith. Y, paradójicamente no había sido por ninguna herida física, sino por una de otro tipo, de las que tardan más en curar. El mercenario se había enamorado de Elektra y se había derrumbado tras descubrir el estado en el que la había dejado Cédric. Se había dado cuenta de que sus sentimientos y emociones podían poner en riesgo el equipo y había decidido abandonarlo antes de que eso pudiera suceder, y Ross lo respetaba, ya que no permitía relaciones en el trabajo precisamente por eso. Se perdía la objetividad y se generaban actitudes impulsivas e irresponsables. Si el mercenario no iba a ser capaz de mantener sus emociones bajo control, marcharse había sido la actitud más madura y sensata.

- Hoy es un gran día -les dijo, mirándoles uno por uno-. El día que todos estábais esperando. Os prometí que tras un año de servicio, vuestros errores del pasado serían perdonados y pasaríais a convertiros en miembros de pleno derecho de la sociedad. En miembros útiles y reconocidos. Ése día ha llegado, pero, junto con él, aparecen también nuevas responsabilidades y obligaciones -su mirada se detuvo brevemente en Wade-. Sé que inicialmente no os puse nunca muchas trabas ni limitaciones; os dejaba ser vosotros mismos, emplear cuanta violencia necesitárais e incluso conservar vuestros propios uniformes, vuestras señas de identidad. Pero nos encontrábamos en una situación diferente. En ésa época aún operábamos en la sombra, haciendo el trabajo sucio que los demás no se atrevían a hacer. Sacábamos la basura de América. Ahora, cuando salgáis a ese escenario, vais a ser el referente de toda esa gente cuando necesiten protección. Es de suma importancia que no os tengan miedo, así que hemos decidido cambiar el rojo que antes nos caracterizaba por el negro, un color más formal y neutral. Sobretodo en el caso de Elektra era importante que no la asociaran con sus actividades del pasado, así que era necesario un rediseño completo. Tampoco tendréis ya completa carta blanca para matar. A efectos prácticos vais a funcionar como una especie de policía especial. Siempre que se pueda reducir al adversario sin derramamiento de sangre se procederá a hacerlo así para que pueda someterse a juicio, reservando el uso de la fuerza letal para casos extremos en los que estén en juego las vidas de civiles o vuestra propia integridad. Son unas normas básicas que espero que sepáis acatar. Especialmente tú, Wade -añadió mirando al mercenario bocazas-. Ahora, vamos a salir ahí fuera a obtener el reconocimiento que merecemos, y espero encarecidamente que os comportéis -aunque había usado el plural, su mirada estaba extrañamente fijada en Deadpool-. Ya sabéis lo que pasa cuando me cabreo.

Y, tras ésta ominosa advertencia, les hizo subir al escenario, adelantándose él al atril que Luthor acababa de abandonar. Tras aclararse la garganta, empezó:

- La idea de los Thunderbolts surgió con un propósito de redención. El objetivo siempre fue otorgar una segunda oportunidad a personas especiales que habían cometido errores en el pasado pero estaban dispuestas a trascenderlos. Los valerosos hombres y mujeres que tenéis ante vosotros han superado un período de prueba de un año en el que se ha estado valorando su compromiso y lealtad moral para con la sociedad, y todos y cada uno de ellos lo han superado con creces, algunos de ellos incluso a costa de pagar un alto precio a nivel personal. Por eso, me llena de orgullo presentaros hoy, de manera oficial, a los Thunderbolts como la nueva fuerza protectora de nuestra amada ciudad a nivel de calle. Ellos se ocuparán de todos los disturbios y conflictos cotidianos de los que los Vengadores no tienen tiempo de ocuparse, colaborando de manera estrecha con las fuerzas policiales y gubernamentales. Ellos son: Gaghiel, Shawn Wild, Elektra y Deadpool.

Los flashes de las cámaras de la prensa comenzaron de inmediato a salpicar las primeras filas del público. La gente estaba deseando escucharlos hablar.

Elektra nunca había llegado a coincidir con Shawn porque el muchacho había surgido como su reemplazo cuando Cédric la había sacado fuera de juego. Eso significaba también que era el que menos tiempo llevaba en el equipo, apenas llegaba a tres meses. Posiblemente ello explicaba el por qué de sus inseguridades. Elektra había leído su informe y sabía también por qué Ross no le había dado a él el año de prueba que le había dado a todos los demás, y es que, a diferencia de Gaghiel, Deadpool y ella misma, las actividades delictivas que Shawn había cometido habían sido bajo los designios del simbionte, cuando aún no lo podía controlar. En situaciones normales, Ross, con lo estricto que era, lo habría tenido entrenando de manera exhaustiva y utilizando todo tipo de medios, por brutales que pudieran ser, hasta estar plenamente convencido de que podía controlar a su parásito alienígena, y era hasta posible que lo hubiera tenido encerrado hasta entonces. Precisamente lo último que deseaba el general eran criaturas todo poderosas y potencialmente destructivas corriendo libremente por ahí y poniendo en peligro a la gente. Pero Shawn había perdido al simbionte durante la WWD, así que ahora no era más que un muchacho asustado que realmente no había hecho nada malo (de manera intencional) en toda su vida. Por eso había decidido darle el mismo privilegio que a todos los demás.

Cuando Shawn cuestionó su pertenencia en el equipo, Ross simplemente le miró, y juraría que su expresión, por lo general severa, se había suavizado un poco.

- Una carga inútil que, a pesar de haber perdido lo que le hacía "especial" y poderoso, ayudó a la Joung Justice como un héroe más en los momentos posteriores a la destrucción de Happy Harbor y que fue lo suficientemente valiente como para infiltrarse en una Iglesia demoníaca repleta de sectarios y criaturas infernales para ayudarles desde dentro y tratar de enmendar las tropelías causadas por un ser del que se sentía responsable -enumeró calmadamente sin dejar de mirarle a los ojos-. Shawn, lo que te hacía especial nunca fue el simbionte. El simbionte era tu carga, y ahora es cuando eres libre para dar, ésta vez sí, tu mejor versión. Si fuiste capaz de hacer todo eso sin el brazo biónico y sin poderes, chico, no quiero saber lo que serás capaz de hacer con el entrenamiento adecuado. Elektra se ha ofrecido a entrenarte y es una de las mejores guerreras que existen. Además, disponemos de todo el material, equipo y recursos para garantizar un óptimo entrenamiento. He sido soldado muchos años -continuó avanzando hasta apoyar un dedo sobre su corazón-. Y te puedo asegurar que lo básico, lo más importante, está aquí. Todo lo demás vendrá luego, pero si lo básico, lo de dentro, falta, ni todo el entrenamiento ni todos los poderes del mundo podrán lograr una mierda. Ahora sal ahí afuera y que no te vea vacilar.


Notó la mirada del general cuando el periodista comenzó a poner en duda sus aptitudes, haciéndole una pregunta muda en el momento en el que Wade se adelantó para responder. Elektra entendió de inmediato lo que quería decir; lo lógico habría sido que el propio general, como líder del equipo, respondiera al periodista, ya que las palabras de Ross no habían servido para incrementar la confianza del muchacho, pero le estaba preguntando si creía que debía dejar que fuera Wade quien lo hiciera. Elektra miró sonriente cómo el mercenario estaba llevando el asunto y le hizo una señal de asentimiento con la cabeza para tranquilizarle. Wade caía bien a la gente, era una virtud que tenía, y aquella actitud tan entusiasta posiblemente le haría más bien a Shawn que el habitual tono grave y serio del militar.

Efectivamente, Wade se hizo cargo de la situación con una destreza bastante encomiable, la verdad, y Elektra presenció cómo apartaba al chaval de los focos mientras se concentraba en observar la audiencia.

- ...Podemos garantizar que las habilidades y destrezas de todos nuestros soldados están más allá de cualquier duda... -estaba diciendo Ross en aquellos momentos, pero Elektra apenas le escuchaba.

Tampoco le interesaba salir en las fotos o responder las mismas preguntas estúpidas de siempre, preguntas que, daba igual cuánto hiciera para cambiar la percepción que había sobre sí misma, siempre habría algún gilipollas planteando. No. Estaba mucho más interesada en analizar su entorno a la búsqueda de posibles amenazas, preguntándose, vagamente, si habría acudido Matthew al acto de presentación y si estaría orgulloso de que finalmente su actividad fuera algo oficial y dentro de los confines de su preciosa ley, cuando un detalle inusual le heló la sangre en las venas... Algo que hasta ahora no había podido ver porque se lo tapaba Deadpool. Y es que el mercenario, antes de acudir al rescate de Shawn, se había encontrado en el lateral izquierdo del escenario, y ahora ese hueco quedaba vacío, revelando algo del todo imposible... una fotografía incrustrada en la estructura de madera... como si se tratara de una lámina de metal afilada. Sólo que no era de metal, porque la ex asesina podía verla agitarse suavemente al compás del viento...

No podía ser...

Acercándose sutilmente al poste con la excusa de dejarle más hueco al mercenario y al veinteañero, observó que se trataba de la fotografía de un hermoso ramo de flores, salvo por el detalle de que algunos de los pétalos parecían manchados de sangre... La marca de su peor enemigo la saludaba desde el jarrón, y habían escrito encima, con letras rojizas: I'm thrilled for you.

Sin poder evitarlo, se llevó por instinto la mano a la garganta. Bullseye estaba suelto, según palabras del propio Matt. Había intentado matar a Elissa y ahora estaba allí, burlándose de ella... De haberlo querido, podría haberle enterrado aquella fotografía en el cuello y ahora estaría muerta... Pero no lo había hecho. ¿Por qué? ¿Para prolongar aquél maldito juego enfermizo?

Elektra no lo sabía, pero la razón de que estuviera viva era porque Kingpin le había ordenado obedecer a Amanda Waller, y Waller le había ordenado a su vez mantener un perfil bajo. La gente debía seguir pensando que estaba preso, y eso significaba no hacer grandes apariciones públicas.

Sin saberlo, Elektra le debía su vida a Kingpin.

Con suma sutileza, se adelantó para susurrar al oído de Ross en el momento en el que Gaghiel se adelantaba para hablar a la audiencia. El rostro del general se ensombreció y le hizo un breve asentimiento de cabeza, dándole permiso para bajar del escenario.

...

Escuchó los pasos del chico aproximándose y maldijo para sus adentros. Si Bullseye estaba allí (y estaba convencida de que lo estaba), iría a por ella, y si iba a por ella, entonces cualquier persona que estuviera a su lado sería una víctima colateral para el asesino. El hecho de que Shawn aún no hubiera empezado su entrenamiento era lo de menos. Incluso el guerrero más experimentado caería ante el asesino que es capaz de matarte a distancia con un guijarro.

No obstante, a pesar de su nerviosismo inicial, pronto se tranquilizó. Bullseye no era un tipo sutil; le encantaban las grandes entradas y la presencia de las cámaras de televisión. Si hubiese tenido alguna intención real de atacar, lo habría hecho ya y la fotografía del ramo habría terminado enterrada en su garganta, no en un poste.

No tenía muy claro qué estaba ocurriendo, pero Bullseye no solía atacar si no tenía un contrato. Valoraba demasiado sus servicios como para ofrecerlos a cambio de nada, así que sólo podía suponer que se había pasado por allí únicamente para ponerla nerviosa y perpetuar la permanente sensación de amenaza que la perseguía allá donde fuera mientras estuviera libre.

Bueno... casi lo había conseguido, pero no pensaba dejar que se saliera con la suya, así que hizo algo que se le daba extremadamente bien: fingir. En concreto, fingir ante Shawn que estaba tranquila y que únicamente había bajado para salir del escenario.

- Me has pillado -le respondió al muchacho, dedicándole una sonrisa que parecía genuina-. Llevo demasiado tiempo trabajando en las sombras como para sentirme a gusto en los focos. Es difícil cambiar los viejos hábitos.

Cuando el silencio se abatió de nuevo entre los dos, aprovechó para estudiar bien al chico, centrándose especialmente en el brazo biónico. Elektra tenía muy reciente el recuerdo de lo que suponía presenciar cómo te amputaban partes del cuerpo.

- Imagino que lo has tenido que pasar mal... El general me permitió leer tus informes pero sólo mencionaban que perdiste el simbionte durante la WWD. No había muchos detalles -comentó, ofreciéndole la posibilidad de abrirse con ella si lo deseaba.

"Tengo lo que merezco". ¿Cuántas veces no había pensado ella eso de sí misma? ¿Cuántas veces no se había regodeado en el autodesprecio por todas las cosas terribles que había hecho a lo largo de su desafortunada vida? Y, en su caso, era verdad. Si no hubiera abandonado a Matt aquella noche, su vida habría sido muy diferente. Si no se hubiera creído más lista que Stick y no hubiese pretendido ser capaz de triunfar donde La Casta había fallado durante siglos, no habria terminado en las filas de La Mano. Y, si no hubiera aceptado trabajar para el mayor capo de la mafia de Nueva York, Bullseye no la habría matado.

Sí... Durante mucho tiempo se había considerado indigna de Matt, indigna del derecho de aspirar a una vida, a ser feliz...

Y, sin embargo, por alguna razón que escapaba a su comprensión, aquella criatura maravillosa... aquella "diosa"... había decidido lo contrario. Le había devuelto su vida, y ahora, después de todas las cosas terribles que le había tocado vivir, al fin había podido alcanzar la felicidad por tanto tiempo añorada...

Llevada por un impulso, le puso la mano sobre el hombro al chico en un gesto de comfort.

- No sé que es lo que has hecho para sentirte así, Shawn -empezó, mirándole a los ojos-, aunque por lo que he leído en los informes, puedo hacerme una idea. Escúchame bien... hicieras lo que hicieras... pasara lo que pasara... No eras tú. Arreglar lo que sucedió... fuera lo que fuese... ya es imposible. Tendrás que aprender a vivir llevando contigo esa oscuridad. Pero lo que sí puedes hacer... es repararlo de cara al futuro. Y la única manera de hacerlo es devolver toda esa oscuridad en forma de amabilidad... hacia el universo. Sólo así lograrás la redención. Sólo así lograrás expiar tus faltas. Sé de primera mano que no sirve de nada que alguien te cuente sus propios arrepentimientos y pesares cuando te sientes así... pero, si sirve de algo... he matado a tanta gente que los cadáveres apilados no cabrían en una casa, y no todos ellos lo merecían. Y, sin embargo, mira dónde estoy ahora -le ofreció una sonrisa alentadora-. Si yo pude lograrlo... tú también, Shawn. Aún eres muy joven. Aún hay esperanza.

Viendo que se acercaban sus restantes compañeros, se inclinó para darle un suave apretón en el hombro y susurrarle al oído:

- Si alguna vez necesitas hablar... ya sabes dónde estoy -le instó con sinceridad.

Entonces llegó Deadpool y, como era costumbre en él, tuvo que arruinar el momento.

- Sigue hablando así de mí y te clavaré los sais en las pelotas -le advirtió, aunque a éstas alturas de la película era plenamente consciente de la forma de ser de su compañero y prácticamente no le daba importancia a sus salidas de tono, así que fue por inercia más que porque verdaderamente le hubiera molestado.

Había vivido demasiada mierda en su vida para sentirse ofendida por los comentarios de un tipo que no era ni la mitad de malvado o repugnante de lo que siempre se jactaba de ser.

Gaghiel se unió al grupo y se apartó un poco con ella para inquirir acerca de su comportamiento. Elektra asintió.

- Estoy convencida, pero creo que ya se ha ido. Le conozco lo bastante para saber que, si aún estuviera por aquí, ya se habría dado a conocer. No es capaz de resistirse a un buen espectáculo -añadió entre dientes-. Y gracias -respondió con sinceridad estrechando el brazo de la pelirroja-. A mí también me alegra volver a verte.

una vez estuvieron todos reunidos de nuevo, consultó un momento su teléfono móvil.

- No conozco muchos restaurantes mexicanos, pero según ésto, hay uno excelente a dos kilómetros de aquí, en Jersey City. A juzgar por las valoraciones creo que satisfará las necesidades de todos. Voy a informar a Ross de que nos vamos, id adelantándoos a coger el ferry. Ah, y Wade... -se señaló los sais sujetos a las fundas de los muslos-. Si lo del unicornio es algo sexual, yo que tú no lo haría... Recuerda lo que te dije antes...