Años de Omega |
|
¿Quién está en línea? | En total hay 90 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 90 Invitados :: 3 Motores de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 223 durante el 21st Noviembre 2024, 23:16
|
Los posteadores más activos de la semana | |
Los posteadores más activos del mes | |
|
| Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] | |
| | Autor | Mensaje |
---|
Harleen Quinzel DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 125 Fecha de inscripción : 23/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Psiquiatra Humor : I love you puddin <3
Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
| Tema: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 12th Diciembre 2020, 02:25 | |
| Tu martirio está a punto de terminar y dejarás de sufrir… La carta del tarot de “el colgado”, tenía un claro significado para Harley Quinn. Era una carta que representaba el sacrificio, un excesivo sacrificio que la había llevado al borde de la locura. Dejó atrás a su familia, su carrera como médico, y su autoestima como mujer... abandonándose a sí misma para poder entregarse completamente... a un monstruo. Pronto las agujas del reloj volverán a avanzar. Es hora de que dejes de ver el mundo al revés… y decidas quién merece tu sacrificio y quién no…En el amor, significaba una vía muerta, una relación que navegaba con rumbo hacia ninguna parte. Una prueba de sus desmedidos sacrificios para encajar y hacer prosperar una relación unidireccional que jamás funcionaria. Un claro indicativo de que había llegado el momento de dejarlo ir… Todo. Todo lo que era. Todo lo que había sido. *** Ciudad nueva (y sin demonios), vida nueva. O eso es lo dicen. También dicen que una bonita sonrisa es la mejor forma de combatir el estrés. Y así es cómo se encontraba ella. Sonriendo. Harleen Quinzel observaba con impaciencia desde su asiento al hombre que tenía al otro lado del escritorio. Un hombre de mediana edad que estaba revisando con mucho interés los papeles que ella le había entregado minutos antes. El señor se ajustó las gafas, desviando la mirada en dirección a la entrevistada, para luego fruncir el ceño. — Un currículum espectacular, Señorita Quinzel. Parece que tiene usted los papeles en regla...— Harley ensanchó de pronto su sonrisa, pretendiendo así parecer más simpática. — Pero también tiene usted un largo historial delictivo… La sonrisa se tornó en mueca. — Señor… ¡Eso ya es cosa del pasado! Tengo un permiso de trabajo, y además me han aceptado de nuevo en el colegio oficial de doctores de Gotham… — señaló a uno de los papeles con cierta urgencia, para que el hombre volviera a revisarlo de nuevo. Era posible que aquellos documentos no fueran… del todo legales. Y es que Harley tenía sus contactos, y muchos le debían favores. Y deberle un favor a Harley Quinn y no cumplirlo significaba hacerla enfadar. Y hacerla enfadar daba mucho miedo... Pero más miedo le tenían al Joker, así que tener contenta a su novia, significaba no encontrarse con el payaso en un mal día. Además, la policía de Gotham ya tenía bastante con la fuga de presos de Arkham y la recuperación de la ciudad tras una invasión demoníaca… no podían perder el tiempo con ilegalidades menores tales como la falsificación de documentos. — Señorita Quinzel. No quisiera sonar maleducado pero… no creo que usted esté capacitada para trabajar. Una doctora con rasgos psicópatas y tendencias homicidas podría desprestigiar a nuestro hospital...— ¡No soy una psicópata! —espetó de pronto la arlequina, ofendida por la acusación.— ¿Le han regalado el diploma de psiquiatra o qué? ¡Es un TDH y un trastorno de personalidad lo que tengo! La licenciada se levantó de su asiento, completamente indignada. Se sentía tan insultada que no soportó un segundo más de aquella ridícula entrevista, y empezó a recoger sus cosas para largarse lo antes posible del despacho de aquel incompetente colegiado. — Yo que usted cambiaría de oficio… —sugirió el cincuentón, repasando el cuerpo de la joven de arriba abajo. Empezó por la blusa ajustada de color negro, y terminó en el corte de su falda roja de tubo. — quizás en un puesto como el de camarera no serían tan exigentes…Harley se contuvo por una vez en su vida. Le quedaba tan poco para llegar al límite de su paciencia… que quería enviar toda esa fachada de doctora perfecta a la porra para poder patear a ese cerdo viejo y chocho. No deseaba otra cosa ahora mismo que estamparle la cabeza en su escritorio de director de hospital, hasta teñirlo de rojo con su sangre, y después prenderle fuego a todo el edificio. ¿No sería divertido, Harleen? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA— ¡Buenas tardes!— respondió bruscamente. Y con el ceño fruncido, recogió los papeles que había sobre el escritorio con cierta violencia. Ya sólo le faltaba que el viejo le dijera que se pusiera a hacer la calle. Abandonó el Hospital Central lo más rápido que pudo, pero apenas registró el viaje de vuelta a casa. Estaba completamente disociada, y cuando se dio cuenta de la hora, ya había anochecido y se encontraba delante de la puerta del apartamento provisional donde se alojaba. El dinero empezaba a escasear, y lo que le quedaba tenía que gastarlo en moteles, comida y ropa nueva. Todas sus pertenencias se habían quedado en la Milla de la Diversión a excepción del revólver. Pero no podía volver allí, no sabiendo que un demonio lo había poseído... y tampoco podía volver con Ivy… Se había quedado sola. Completamente sola. Buscó las llaves en su bolso, y cuando quiso abrir la puerta, se interrumpió al empezar a verlo todo borroso. Las lágrimas corrieron como torrentes por sus mejillas, y se pasó medio minuto tratando de acertar la llave en la cerradura. Se dejó arrastrar por el peso de su cuerpo y terminó de rodillas en el rellano, llorando como una desconsolada. De pronto, escuchó los pasos de alguien que se acercaba. Eran dos hombres altos y fuertes vestidos con trajes de chaqueta de un negro impoluto. — ¿Señorita Quinzel?— preguntó el matón trajeado número uno. — ¡Dejadme en paz! — espetó la doctora, dedicándole esta vez más empeño en abrir la puerta de su apartamento. — Si es tan amable, nos gustaría que nos acompañara... —Insistió el matón número dos. — ¿Qué no ven que estoy llorando? —se sorbió la nariz. Su maquillaje tenía un aspecto lamentable ahora que se le había corrido el rimmel negro— ¡Lárguense! ¡Estoy ocupada!— Tiene que venir con nosotros. Nuestro jefe quiere hablar con usted enseguida...Y la puerta del apartamento no llegó a abrirse. Harley se lanzó a por el hombre de su derecha, le pegó un puñetazo con tanta fuerza que le hizo saltar un diente. El segundo matón trató de detenerla, pero cuando agarró a la chica por la cintura se llevó de gratis un mordisco en toda la mano. La arlequina hizo uso de sus acrobacias para saltar por encima de los dos fortachones, utilizando el enorme peso de sus contrincantes a su favor, consiguiendo así que se dieran un cabezazo entre ellos durante la confusión. Mientras estaban aturdidos, Harley saltó la verja del edificio con la gracilidad de un felino y huyó por la carretera. Pero durante la carrera se partió uno de los tacones de sus vibrantes zapatos rojos, y se tropezó torpemente hasta golpearse con el asfalto. Fue tiempo suficiente para que uno de los matones la alcanzara. — Cálmese, señorita. No le vamos a hacer daño... — comentó el matón número uno, acercándose con precaución a Harley. Pero la Arlequina le respondió con una patada en la entrepierna. — ¿Esto que es? ¿Un secuestro? ¡SOCO...!— gritó, histérica, hasta que de pronto apareció el matón número dos por su espalda, y le tapó la boca con un pañuelo lleno de cloroformo. Los ojos de la doctora empezaron a parpadear, inquietos, y no dejó de luchar hasta que se quedó completamente dormida en brazos de su atacante… *** Los dos matones se miraron el uno al otro, de forma culpable. — Lo siente jefe, al final tuvimos que dormirla... no se estaba quieta.—protestó el primero, con varios moratones en la cara y la nariz torcida. El segundo guardaespaldas asintió, todavía le sangraba la mano por el mordisco de la arlequina. Harleen empezó a despertarse. Su cerebro estaba flotando como en una nube. Lo primero que notó fue el frío. Un pequeño escalofrío recorrió su espalda, hasta que se dio cuenta de que se encontraba en un gigantesco almacén vacío y abandonado. Por una única ventana traspasaba la luz de la luna, que iluminaba parcialmente la figura de la doctora, dejando el resto de la sala a oscuras. Estaba sentada en una silla, aunque no atada a ella. Pero no consiguió reunir las fuerzas suficientes como para levantarse ya que seguía bajo los efectos de la droga. Confundida y mareada, lo siguiente que notó fue que había perdido sus bonitos zapatos nuevos. — Si es por el Joker… no sé dónde está. Así que estáis perdiendo el tiempo conmigo… —consiguió articular, despertándose poco a poco de su estado somnoliento. De pronto, una figura oscura se movió en el interior de la sala. Harleen empezó a escuchar unos calmados pasos que retumbaban contra el suelo de madera, rompiendo el silencio de aquel tortuoso edificio abandonado. A medida que se acercaban a ella, el miedo iba creciendo a cada paso. Unos pasos que no tenían prisa, pero que tampoco se detenían. Caminaban con mucha firmeza y seguridad. La mujer tragó saliva, expectante. Estaba tan aterrorizada que no paraba de imaginarse de qué mil maneras horribles podría morir aquella noche. Porqué estaba claro que nadie vendría a rescatarla. Su caballero blanco de brillante armadura había sido consumido por el fuego, y su reina de corazones se había convertido en lo que más temía… Lo más probable, era que su vida terminaría aquella misma noche… pero no pensaba entregarla tan fácilmente y sin pelear. — ¿Eres tú, Culo-pott? —titubeó, tratando de esconder el miedo haciéndose la valiente.— ¡Cómo seas tú voy a patearte tan fuerte ese culo gordo de pingüino que tienes y te voy a enviar directo a la Antártida! ¡¿ME OYES?!Pero no era Oswald Cobblepott. No. Fue otra persona la que salió de entre las sombras... _________________
Última edición por Harley Quinn el 26th Enero 2021, 21:52, editado 1 vez | |
| | | Alexander Joseph Luthor DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 90 Fecha de inscripción : 28/04/2020 Localización : Casa Blanca Empleo /Ocio : Presidente de los Estados Unidos de América Humor : Bueno...Por lo general
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 16th Diciembre 2020, 11:42 | |
| Estaba oscuro, un almacén sucio y abandonado alejado del núcleo urbano de Gotham, Lex había elegido aquel lugar para su reunión, era mejor hacerlo alejado de ojos curiosos y de pájaros molestos, tenía muchas cosas que discutir y no quería que la interrupción de nadie echara a perder sus planes…Llevaba un brazo vendado y en cabestrillo, las heridas surgidas de su pelea con el mago Garn aún no habían acabado de curarse, pero cuando lo hicieran…Ese maldito se arrepentiría.
La puerta del almacén crujió y se abrió, los dos miembros de su equipo de seguridad traían arrastrando a la joven doctora Quinnzel, estaba inconsciente, pero intacta, sus hombres, en cambio, presentaban heridas en la cara y en las manos, había dado guerra, claro, no esperaba menos: - Les dije que la trajeran por las buenas. Creo que drogarla no entraría dentro de esa clasificación. –
El presidente estaba molesto, sabía lo impredecible que podía ser la mujer, ahora, negociar con ella después de haberla traído por la fuerza, sería…Complicado. Con la mano sana se ajustó la corbata morada que llevaba al cuello, aunada a una camisa blanca y indicó a los hombres que la dejaran recostada en la silla: - No me gusta cómo se ha tratado a mi invitada, desaparezcan de mi vista. – Los hombres protestaron e intentaron justificarse, pero una mirada de Luthor bastó para que se marchasen al exterior a vigilar el perímetro.
La chica se empezó a mover en la silla, probablemente su cuerpo adormecido por las drogas no era capaz de moverse, pero ya podía hablar, la chica empezó a lanzar bravuconadas que Lex sencillamente ignoró mientras se acercaba a ella, arrastrando una silla que plantó a aproximadamente un metro frente a la mujer, se sentó con calma delante suyo y dijo:
-Buenas noches señorita Harleen. – Su tono fue serio, aunque para nada frío: - Primero de todo le pido disculpas, mis hombres son agentes de seguridad, están acostumbrados a tratar con criminales, no saben hacer las cosas con sutileza y tacto. – Lex se inclinó hacia ella: - No creo que haga falta una presentación formal, ya sabe quien soy…Mi oficina ha recibido varios avisos, denuncias de hospitales y centros médicos a los que usted ha ido a pedir trabajo…- Luthor cogió una carpeta que tenía en el suelo y la abrió con dificultades, el maldito brazo en cabestrillo era un contra tiempo, sacó un documento de dos hojas grapadas y empezó a leerlo:
- Gimnasta destacada, matriculada con honores en la Universidad de Gotham, especializada en psiquiatría con altas recomendaciones por parte del doctor Odin Markus…- Pasó de página: -…Tenía un brillante currículum, en Arkham no tenían quejas suyas, bueno, hasta que sucedió aquello…- Guardó el currículum y miró a la mujer a los ojos, parecía que ya empezaba a estar más despierta:
-…Estoy aquí para ofrecerle trabajo, si aún está interesada en retomar su carrera cómo psiquiatra. – Cerró la carpeta con cuidado y se la ofreció, la misma, de color blanco, tenía unas letras escritas en las que se podía leer: ‘Proyecto Prometeus’. Dentro de la misma había toda una serie de documentos, la tesis doctoral de la doctora Harleen, planos de instalaciones, protocolos detallados de un programa de terapia y rehabilitación, perfiles psicológicos de algunos metahumanos, unos famosos, otros menos conocidos…Todo un conjunto de documentación que le daban a la chica la clave de una de las piedras angulares de los futuros proyectos del presidente:
-En esta carpeta tiene todos los detalles, doctora Quinnzel, quiero que colabore conmigo y sea la doctora al cargo del proyecto Prometeus. - | |
| | | Harleen Quinzel DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 125 Fecha de inscripción : 23/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Psiquiatra Humor : I love you puddin <3
Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 24th Diciembre 2020, 17:15 | |
| La tensión del momento se le hacía insostenible, y una sola frase le martilleaba la cabeza como un bombo.
Voyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorirvoyamorir.
Hasta que de entre las sombras, salió un hombre alto y trajeado, con un brazo en cabestrillo y… completamente calvo.
— Vamos, no me fastidies…
La arlequina sintió como si le acabaran de tirar un jarro de agua fría de la cabeza a los pies. No se trataba de Oswald, ni de Harvey, ni de Roman… ni de ningún otro de esos mafiosos pirados de Gotham. No, tenía delante de sus narices al mismísimo presidente de los Estados Unidos.
Harleen esbozó una mueca indescriptible debido a la sorpresa, y observó a su acompañante con detalle, analizando detenidamente todos los movimientos que hizo el hombre antes de sentarse frente a ella, asegurándose de que estaba viendo lo que estaba viendo, y no algún tipo de alucinación provocada por el cloroformo. Pero no, no seguía dormida, ni sus ojos la engañaban. Lex Luthor era MUY real.
—Primero de todo le pido disculpas, mis hombres son agentes de seguridad, están acostumbrados a tratar con criminales, no saben hacer las cosas con sutileza y tacto...
— Sí, ya bueno. No es la primera vez que me tratan así por ser quién soy. Los hombres tenéis siempre muy poca delicadeza con las damas… espero que al menos se hayan ido calentitos a su casa — sonrió con el rostro lleno de picardía, haciendo referencia a todos los arañazos, moratones y lesiones que habían sufrido los guardaespaldas.
—No creo que haga falta una presentación formal, ya sabe quien soy…
— Sí, claro que lo sé… —ahora que su cuerpo también se había desecho de los efectos de la droga, la rubia pudo inclinarse en dirección a su interlocutor, dedicándole una mirada desafiante. — ¿Qué se te ha perdido por Gotham, Lex? Cómo te has quedado sin ciudad y no hay ningún Superman que te obligue a llevar los calzoncillos por fuera... ¿Has venido a invadir el territorio del murciélago? —se burló, soltando una sonora carcajada que retumbó por todo el almacén abandonado.
— Mi oficina ha recibido varios avisos, denuncias de hospitales y centros médicos a los que usted ha ido a pedir trabajo…
— Ah, si, eso...— tragó saliva, y después dejó escapar un bufido de gato, completamente molesta al recordar el trato de esos viejos directores de hospital. — Oye, sólo estoy buscando un trabajo decente ¿vale? no estoy molestando a nadie…y si crees que es algún tipo de artimaña del Joker estás muy equivocado...
Un cosquilleo inquieto le revolvió el estómago. Ahora que Lex era el presidente tenía el poder de hacer lo que quisiera con ella. ¿Y si estaba allí para obligarla a dejar la psiquiatría? ¿Y si la metía de cabeza en Arkham? ¿O la obligaba a hacer trabajos forzados para la comunidad? ¿Y si la encerraba en un búnker donde jamás volvería a ver la luz del sol? O algo peor. ¿Y si la obligaba a ser la sidekick de Batman y a llevar esos pantaloncitos horteras de Robin?
A la arlequín se le fueron ocurriendo varias formas disparatadas de posibles torturas a sufrir. Cada una más creativa que la anterior. Distrayéndose así de la conversación con sus ridículos pensamientos, hasta que...
—…Estoy aquí para ofrecerle trabajo, si aún está interesada en retomar su carrera cómo psiquiatra.
Harleen enmudeció al instante. El hombre trajeado empezó a anunciar un listado de lo que parecía ser su currículum. Lex había conseguido atraer a la psiquiatra que llevaba dentro, y ahora la mujer se sentía incómoda después de haber hecho el payaso hasta ese momento. Luthor la estaba entrevistando… y ella, ella con esas pintas. La ropa hecha polvo, el maquillaje desperdiciado por las lágrimas y… ¡ni siquiera llevaba sus preciosos zapatos rojos! ¿Cómo podía mantener su dignidad en esas condiciones?
— Para el carro… esto es algún tipo de… ¿broma? — porqué sólo al Joker se le daban bien las bromas. Y esta no tenía ninguna gracia.
Pero él no habló del Joker. Ni siquiera había mencionado nada sobre el “incidente”. Y todo el mundo que se había topado con ella a lo largo de estas últimas semanas había tenido algo que decir sobre su novio. Bueno, su ex-novio ahora que ya ni siquiera era el Joker que había conocido.
Una sensación extraña la invadió. ¿Quizás era alegría? Ese hombre estaba allí por ella, no porque tuviera una retorcida venganza con su pastelito. No estaba allí para culparla, apalearla o insultarla por algo que hiciera el Joker. Su interés genuino hacia su formación como psiquiatra era tan… inusual, que no podía creérselo.
— Espera… ¿Cuál es la pega? Porque tiene que haber una pega. — era imposible que Luthor le ofreciera un camino de rosas sin espinas a cambio. Esa oferta de trabajo era demasiado buena para ser verdad…
El presidente le alargó con delicadeza una carpeta con varias hojas, donde se podía leer en letras bien grandes la palabra “Prometeus”. Entre los diferentes informes se encontraba su tesis doctoral, su trabajo de investigación sobre la degradación de la empatía y varios informes de futuros pacientes. Hubo uno en concreto que llamó poderosamente su atención. Sus ojos azules se abrieron de par en par al encontrarse con la fotografía de Aidan Doyle, el cantante de aquel grupo de heavy que había conocido a principios de mes en el festival de Wasteland. ¿Es que lío se había metido aquel pobre chico? ¿Es que necesitaba su ayuda?
Un nudo se formó en su garganta cuando empezó a leer los documentos. Le invadió una profunda sensación de nostalgia al recordar sus años como psiquiatra. Una joven idealista con muchas ganas de trabajar, y que tenía un precioso sueño. Quería ayudar a los demás. Ayudar a los criminales y enfermos mentales a reformarse e integrarse de nuevo en la sociedad, como personas altamente funcionales. Todos ellos no eran más que víctimas de la misma violencia que gobernaba Gotham, la ciudad que creaba monstruos.
En una zona de guerra, la empatía es una carga. Eso es lo que había escrito en su tesis. Conocer la humanidad de tu enemigo te hace dudar. En situaciones extremas, las personas deben tomar la decisión de matar o morir. Así es como empieza el deterioro de la empatía. Gotham era la ciudad de monstruos y Batman su ejecutor. Él los había creado...
Y Harley Quinn también era un monstruo. Lo sabía. Pero a pesar de todo, no había asesinado aún a su propia empatía. No. Todavía… todavía podía ayudar a alguien... Todos sus pacientes, todos ellos merecían una segunda oportunidad. Al igual que el Joker. Ese fue el verdadero motivo por el que se quedó a su lado todos estos años. Se sacrifico porqué lo amaba, lo amaba con locura, y sabía que en algún momento… ella podría ponerle fin a su sufrimiento. Aún quedaba algo bueno que salvar en ese triste payaso...
—En esta carpeta tiene todos los detalles, doctora Quinzel, quiero que colabore conmigo y sea la doctora al cargo del proyecto Prometeus.
— ¿Cómo puedo ayudar? — contestó la psiquiatra, esta vez, tomándose más en serio la propuesta de Lex.
Prometeo, el honrado titán griego que desafió a los mismos dioses y les arrebató el fuego para entregárselo a la humanidad. Ese era el nombre que llevaba su proyecto. Un proyecto que hablaba de humanidad y de igualdad, liderado por un hombre avanzado a su época… un genio. Lex Luthor era el Prometeo que necesitaba este país. _________________ | |
| | | Alexander Joseph Luthor DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 90 Fecha de inscripción : 28/04/2020 Localización : Casa Blanca Empleo /Ocio : Presidente de los Estados Unidos de América Humor : Bueno...Por lo general
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 29th Diciembre 2020, 09:19 | |
| -Usted y yo no somos tan diferentes cómo pueda pensar, salvando la obviedad…- Le dedicó una sonrisa, se señaló a si mismo: -…Yo soy un viejo calvo, usted en cambio es joven y está llena de vida. – Lex se puso en pie: - Al igual que usted, muchos metahumanos son jóvenes y están llenos de vida, muchos enfocan sus habilidades hacia el crimen y la marginalidad ¿Qué otras opciones les quedan? Nadie les enseña que son mucho más que armas, nadie está con ellos durante ese proceso de adaptación…- Observó el almacén en el que estaban, era lúgubre y oscuro, no era el sitio ideal para una entrevista de trabajo: - Entre todos decidimos que era más fácil dejar ese problema en manos de otros, nos dijimos que no era cosa nuestra, que esos titanes y dioses debían resolver sus problemas a golpes entre ellos…-
Dioses de cartón y ídolos de papel que agitaban sus capas y resolvían los problemas a golpes, unos héroes que habían debilitado a la humanidad, los últimos acontecimientos acontecidos eran la prueba definitiva, dejar el mundo en manos de los héroes era un error: - …Mi administración y yo hemos considerado que es el momento de que probemos otra estrategia, esas personas necesitan canalizar sus emociones, integrarse en la sociedad, de forma contraria siempre ocurrirá lo mismo, si existe un tipo de azul y rojo que por su propia autoridad puede puede tomarse la justicia por su mano ¿Por qué no iba a hacerlo alguien que puede disparar fuego? – Se giró y miró a la doctora, luego señaló la carpeta que tenía entre las manos: - En eso consiste el proyecto Prometeus, en dar una nueva oportunidad a esas personas, en enseñarles que a pesar de sus diferencias siguen siendo personas útiles para nuestra sociedad, quiero que tender un puente entre dos mundos que hasta ahora estaban inconexos, y usted, doctora Quinzel, será la arquitecta que trace ese puente…-
Luthor se acercó a la mujer y le tendió la mano para ayudar a que se levantara, cuando por fin se decidió la sujetó con suavidad y la guio hasta una de las ventanas del almacén, a través de ella se veía la ciudad de Gotham, ambos miraron a través del cristal, sucio y viejo: - Educar en lugar de castigar, reinsertar en lugar de encarcelar…Podemos ser mejores de lo que somos. – Le sonrió y luego se alejaron de la ventana, Lex seguía sujetando su mano y la guiaba, poco a poco y con suavidad: - Se que es mucha información de golpe y probablemente todo esto la esté mareando, también quiero ser honesto con usted…- La soltó lentamente: -…Disculpe. – Cómo si de golpe se hubiera dado cuenta de la desfachatez que había cometido sujetando de esa manera su mano:
-…También habrá consecuencias para los que incumplan la ley, mi equipo está trabajando en toda una serie de leyes y nuevas regulaciones, si decide seguir adelante con todo esto, debe ser consciente también de esa parte, no quiero mentirle ni ocultarle información, le mandaré una copia de toda la documentación, en caso de aceptar mi oferta. – Caminó hasta la silla donde la mujer había estado sentada y cogió la carpeta: - Si trabaja para el Estado se le garantizará escolta personal y una residencia cerca de su lugar de trabajo, también le pagaremos un sueldo acorde a su posición ¿Qué le parece si hablamos de 75.000 dólares anuales iniciales? –
Dejó la carpeta en la silla en la que él se había sentado y con la mano sana buscó en el interior de su chaqueta, sacó un papel y se lo acercó: -Este es mi número de teléfono personal, Harleen…Puede escribirme o llamarme cuando lo necesite.- Se lo puso en la mano y le sonrió, chasqueó los dedos y uno de los tipos de seguridad que habían traído a la mujer hasta allí entró en el almacén: - Señor Daniels, por favor, lleve a la doctora Quinzel al hotel Belle Monico, pague tres noches en la suite y quédese por la zona, le dará su número de teléfono y si ella necesita algo usted acudirá al instante ¿Me ha entendido? –
El guardia miró a la mujer con algo de temor, pero afirmó con la cabeza y Luthor se acercó a la doctora, mirándola a los ojos, consciente de que su plan seguía exactamente cada uno de los pasos que había trazado: - Espero verle pronto doctora Quinzel, creo que tiene un gran potencial…Me encantaría que pudiéramos trabajar juntos en el futuro. -
| |
| | | Harleen Quinzel DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 125 Fecha de inscripción : 23/11/2013 Localización : Arkham Asylum Empleo /Ocio : Psiquiatra Humor : I love you puddin <3
Ficha de Personaje Alias: Harley Quinn Nombre real: Harleen Frances Quinzel Universo: DC Universe
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 27th Enero 2021, 13:55 | |
| Definitivamente, Lex Luthor tenía un sentido del humor un tanto… anticuado. Pero estaba exagerando un poco con eso de que se consideraba viejo, además de calvo. ¿La alopecia androgénica habría minado su autoestima? ¿O es que ya estaba sufriendo la crisis de los cuarenta?
Alzó una ceja, extrañada por el ritmo que había tomado la conversación. Ahora él le estaba hablando de su propia visión del mundo y de cómo la gente de la gran América vivía una deformada realidad por culpa de los hombres con capa. Harley no podía estar más de acuerdo con él. El presidente le estaba pidiendo algo que entraba dentro de sus capacidades, algo que ya había intentado antes...
En su primer año como residente en el sanitario de Arkham, la doctora Quinzel logró concertar numerosas y variadas visitas con el resto de pacientes debido a su tesis sobre la degradación de la empatía. Se citó con Jonathan Crane, Víctor Fries, Edward Nigma, Pamela Isley, Víctor Zsaz, Killer Crock, incluso con el hombre del calendario... y todos ellos tenían una enfermedad en común: Batman.
La aparición repentina de un vigilante que tomaba la justicia por su propia mano no sólo había aumentado significativamente la criminalidad en Gotham, sino que además, había llamado la atención de otros enemigos capaces de igualarlo en brutalidad y excentricidad. Se podría decir, que el hombre murciélago habría creado a sus propios monstruos.
Harleen no aprobaba las dudosas prácticas de Batman, y creía en la redención de los villanos. Con el tratamiento adecuado, podría ayudar a todas esas personas a tener una vida normal. Lo sabía porqué lo había visto en Ivy. Harley nunca la consideró una criminal, ni siquiera cuando era su paciente. Gracias a su tratamiento, había logrado reconectar a Pamela con su lado más humano, hasta fue capaz de mostrar empatía cuando en una fuga de presos salvó a la psiquiatra de ser asesinada por Killer Crock.
Pamela era una buena persona que tan sólo se preocupaba por el medio ambiente, como cualquier otra ecologista concienciada del daño que le hacía el calentamiento global al planeta. Pero la gente la temía debido a su poderoso control sobre las plantas. En vez de verla como una oportunidad para abastecer los bosques y restablecer el equilibrio con la naturaleza… la amenazaban con fuego y cenizas. Así eran los humanos y su capacidad infinita para la destrucción.
Y la brutalidad que ejercía Batman sobre los que habían sido sus pacientes nunca permitiría cerrar el vicioso círculo de la violencia. Así fue como ella también entró en su juego… arrastrada por el Joker en la infinita espiral de violencia. Y todo era culpa de Batman.
Ahora, el enemigo de Superman le iba a brindar la oportunidad de vengarse, de demostrarle al mundo que el credo del murciélago era un error. Que Batman no era necesario.
Por primera vez, Harley Quinn iba a ser la protagonista de su propia función.
El cuerpo de la muchacha se tensó cuando Luthor abandonó su asiento para ofrecerle la mano. Dudó unos instantes antes de estrecharla, debido a su miedo inconsciente de ser electrocutada por el guante trucado del payaso. La muchacha tomó la mano del hombre que construiría un brillante futuro, y la paseó con delicadeza hasta mostrarle un atisbo de la oscuridad que engullía su mundo.
Su ciudad natal. Gotham, la reina de la criminalidad, la hacedora de monstruos.
— Educar en lugar de castigar.
Y recordó el dolor punzante en el estómago cuando recibía un único puñetazo de Batman.
— Reinsertar en lugar de encarcelar…
Y recordó la desesperación dentro de aquellos pequeños habitáculos de cristal de la decadente Arkham...
— Podemos ser mejores de lo que somos.
Él la sonrió y ella le devolvió la sonrisa.
— Sí, quiero...— dijo, como si acabara de enlazarse en matrimonio con aquel nuevo proyecto que remontaría su carrera como psiquiatra y la devolvería por el camino de la luz.
La doctora mantuvo la mirada del presidente durante más de tres segundos, con unos ojos de real admiración. Fue ahí cuando el hombre se disculpó tras percatarse de que sus manos seguían enlazadas bajo la tenue luz de la luna. Aquel gesto le resultó muy divertido, no imaginaba a "Míster Importante" siendo tan tímido con las mujeres.
— La honestidad es una cualidad fundamental si quiere ayudar a todos esos metahumanos de los que habla...
La doctora arrugó la nariz cuando el hombre habló de las consecuencias a las que sometería a aquellos que no cumplieran la ley. Pero era demasiada información para retener en aquel momento, y tampoco es que el político entrara demasiado en detalle. También tenía que admitir, que estaba más centrada en otras cosas importantes como... esa prometedora residencia personal y gratuita, además de los seis mil dólares al mes nada más empezar a trabajar. Eso hubiera atraído la atención de cualquiera.
— Yo… eh… — blabuceó unos segundos, abrumada por toda la situación y el cambio radical que eso supondría en su vida.
Quiso decir que sí, que empezaba mañana mismo si le parecía bien. Pero no quería sonar como una psiquiatra desesperada. No iba con ella eso de arrastrarse a la primera de cambio, por muy mal que le fueran las cosas en aquel momento. Debía mantener la dignidad, hacerse algo de rogar para despertar el interés del señor Luthor si quería ganarse sus favores. No debía olvidar que ahora era… el fucking presidente de los Estados Unidos.
— Tengo que pensármelo.
Recogió la tarjeta del político y se la guardó en el bolsillo de la blusa. Después le dedicó una mirada divertida al tal “Daniels”. El cuerpo del fortachón se había tensado rápidamente en cuando la mujer clavó sus ojos en él, e instintivamente, el hombre escondió tras su espalda la mano que llevaba la marca de los dientes de la arlequina.
Casi se quedó con la boca abierta cuando Luthor habló de la suite en el Hotel Belle Monico, uno de los más prestigiosos de la ciudad. Tuvo que contener su emoción de alguna manera, así que a cambio se mordió el labio para evitar lanzar un gritito.
—¡Y zapatos! —añadió de pronto a la lista de cosas a pagar con la Lex-tarjeta.— Me debes… unos… zapatos...— dijo mirando en dirección a sus pies descalzos. El suelo de aquel almacén estaba helado, y la arlequina iba turnándose un pie con el otro para poder pisar el suelo. Después de todo, había perdido sus bonitos tacones rojos por culpa de los guardaespaldas de Luthor, que la habían arrastrado hasta aquel lugar de mala muerte a la fuerza. — No pensará usted que vaya a un hotel de lujo con estas pintas… _________________ | |
| | | Alexander Joseph Luthor DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 90 Fecha de inscripción : 28/04/2020 Localización : Casa Blanca Empleo /Ocio : Presidente de los Estados Unidos de América Humor : Bueno...Por lo general
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] 2nd Agosto 2021, 19:28 | |
| - Puede pedir lo que quiera, Daniels y su crédito están a su disposición para lo que necesite, doctora. - Luthor sonrió a la mujer mientras esta se marchaba con Daniels, una sonrisa de satisfacción y orgullo que brillaba en su rostro, una mirada que lanzaba un mensaje claro y obvio: - Vamos a cambiar juntos el mundo Harleen. Puede estar segura. - La puerta del almacén se cerró y lentamente la sonrisa de Luthor fue mutando, transformándose lentamente en una mueca, un gesto de asco, con la boca ligeramente abierta, enseñando los dientes y con el ceño fruncido, miró la mano que le había estrechado a Harley Quinn, casi parecía que estuviera viendo las bacterias moverse por su piel, buscó a su guardaespaldas y murmuró en un tono de voz quebradizo: - Rogers, desinfectante. - El guardaespaldas que había quedado libre de hacer de canguro de la psicópata se le acercó con un bote de spray desinfectante y le pulverizó una buena cantidad, para, acto seguido, limpiarle la mano al presidente con un pañuelo de papel: - No lo entiendo señor ¿Qué necesidad había de que fuera ella? Hay muchos psiquiatras reconocidos que estarían deseando trabajar para nuestra administración. - Luthor chasqueó la lengua en respuesta ¿Qué se pensaba ese estúpido simio? A veces, jugar aquel papel que se había autoimpuesto le resultaba difícil, suspiró y empezó a caminar hacia la salida del almacén: - Tengo hambre, vayámonos de aquí de una vez. - Aunque le hubiera explicado al hombre su complejo plan utilizando marionetas no lo habría entendido, había cosas que trascendían de la comprensión humana que permitía ejercer la escuela secundaria pública de los Estados Unidos: - ¿Nos vamos? - Pero eso era algo que Lex también tenía pensado mejorar en aquel país. ---- Ya era tarde, Luthor descansaba en el avión presidencial cuando su teléfono vibró, este lo cogió con suavidad y examinó la pantalla: [20:23] Dr. Harleen: ¡Este hotel es increíble! ¡La comida estaba riquísima! ¡Gracias Lexie! ¿Puedo llamarte Lexie? El hombre pensó unos segundos y escribió la respuesta: [20:24] Lex Luthor: Me alegro de que le haya gustado. Y si, puedes llamarme así si con eso aceptarás mi invitación. Dejó el teléfono sobre la mesita auxiliar de su asiento y cerró los ojos, pero de nuevo un zumbido no le dejó descansar, dos más seguidos, Luthor examinó su teléfono en silencio: [20:26] Dr. Harleen: Bueno, ya iremos viendo... [20:26] Dr. Harleen: ¡Mira que zapatos! [20:26] Dr. Harleen: - Spoiler:
El hombre examinó la fotografía, unos lujosos zapatos de color rojo que para nada parecían baratos, otro coste estúpido que iba a pagar al contribuyente por culpa de aquella majadera...Suspiró...Inspiró con suavidad...Todo iba bien, sus planes iban de acuerdo a lo previsto, la WWD solo había hecho que acelerarlos...Pronto...Muy pronto movería su primera ficha en el juego: [20:28] Lexie: : Son preciosos, se ven con mucho estilo...Espero que los lleve puestos la próxima vez que nos veamos y que sea para celebrar su incorporación a nuestro equipo...Buenas noches, Harleen. Envió el mensaje y apagó su teléfono, ya había tenido suficiente teatro por hoy, hoy ya había ganado una pieza más en su tablero. | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] | |
| |
| | | | Un mal menor (Lex Luthor) [9/5/19] | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |