Largos tacones de aguja enfundados en botas altas hasta la mitad del muslo se abrieron camino sin problemas por entre el cúmulo de piedras sueltas y cascotes que una vez había sido la Iglesia de Sangre. Un humo anaranjado con olor a azufre flotaba entre sus piernas y se deslizaba sobre los cadáveres. La mujer iba canturreando una inquietante canción mientras sus tacones apartaban los restos. Aquél lugar había estado escondido entre las montañas de Hollywood, por lo que nadie lo había descubierto aún.
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Así que al final la muerte te encontró, mi querido Kaloyan... -musitó la mujer-
. Pero no te preocupes... La carne muere, pero el odio vive para siempre -dijo, pasándose una mano lentamente sobre el vientre.
Hermano Sangre tendría que haberse convertido en su consorte, pero no importaba... Porque el hijo que estaba predestinado según la Biblia de Sangre ya había sido engendrado, y él sería quien gobernaría el mundo.
Aún así, aquellos entrometidos habían destruido la Catedral de Sangre, posiblemente liberando a los prisioneros... Tantas y tantas almas que tanto le había costado reunir... Tanto esfuerzo, realizado poco a poco, sustrayendo las víctimas de entre los inmigrantes, los pobres, las prostitutas, los que no tenían techo... Todos los que nadie extrañaría, para que nadie descubriera dónde estaba su escondrijo. Se lo pagarían... Todos ellos. Tendría que reconstruir la Catedral desde cero... Pero ésta vez no se molestaría en ocultarse. Ésta vez... haría la recolecta de cuerpos y almas de manera masiva, porque, a diferencia de la primera vez, ahora tenía a un kriptoniano a su lado, además de varios de sus hermanos y sus huestes infernales. Ésta vez... nadie podría detenerlos...
Un poco más adelante, un basilisco de piel verde se alimentaba con los restos de un sectario. La mayor parte del torso estaba a medio comer, dejando al descubierto las costillas. El animal giró la espantosa cabeza hacia ella. Tenía una herida fea en el costado y costras de sangre reseca cubriendo las escamas.
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Oh, mi pequeño Changeling... -la mujer se inclinó, extendiendo su mano hacia él-
. Ven... Ven y muéstrame lo que ha pasado...El animal se acercó agachando la cabeza, obediente. La semidemonio posó una mano sobre la cresta y cerró los ojos, sanando sus heridas al tiempo que absorbía de su mente los conocimientos que ansiaba. Cuando los abrió de nuevo, sabía todo lo necesario.
Kaloyan no había muerto... Había caído en un portal al Rojo... El que debería haber sido su regalo de bodas... Y éste se había cerrado tras él, pero no antes de que la mayoría de los responsables de lo sucedido cayeran tras él.
Todos... excepto uno.
El mayor traidor de todos, el responsable de las heridas que había sufrido Changeling. El hombre que durante días se había hecho pasar como uno de sus hermanos, ganándose su confianza. El hombre que se había atrevido a engañarla. A ella.
Cada uno de sus hermanos encarnaba uno de los pecados capitales, y Raven no era la excepción. Ella representaba el orgullo. Y el orgullo no toleraba haber caído ante aquél engaño.
Debería haberse dado cuenta... Lujuria se había estado mostrando particularmente distante con ella, y llevaba un par de días bloqueando sus llamadas telepáticas, desde que había percibido aquél intento de conexión desde Gotham... Le llevaba notando particularmente extraño desde que habían realizado el ritual para insertar a Pereza y Codicia en sus respectivos recipientes, debería haber sospechado algo... Pero... ¿cómo podía haber burlado sus escrutinios mentales? ¿Cómo?
Se puso de nuevo en pie, envuelta en una fría calma. Garfield no había podido ponerse en contacto con ella, pues no poseía sus poderes telepáticos. La comunicación con sus hermanos siempre había sido unidireccional, y ella había estado ocupada los últimos días... Capturando a Cassandra, alimentándose, reuniendo nuevas almas para la Catedral...
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Garfield... ¿qué ha sido de Pereza y Gula?Los otros hermanos que habían estado en la Iglesia en el momento del ataque. El animal negó con la cabeza, y la émpata pudo leer en su mente que no lo sabía. Trató de contactar con Pereza pero no lo consiguió. El enlace se había roto, lo cual sólo podía significar que había sido expulsado de vuelta al infierno o asesinado. En cambio, Gula...
La mujer esbozó una sonrisa siniestra.
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Garfield... Te diré lo que vas a hacer.* * * *
Minutos más tarde, la semidemonio observaba cómo se alejaba Garfield, ahora convertido en un impresionante dragón de color verde.
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Ah, Lorenzo... Te has cobrado una victoria... Pero ahora yo me cobraré otra a cambio... y pronto conocerás el verdadero significado de la palabra "infierno".Pronto, su risa fue el único resquicio de vida arrastrándose por las paredes muertas de la destruida iglesia.