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Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
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Mensajes : 344 Fecha de inscripción : 10/08/2019 Localización : Santa Mónica Empleo /Ocio : Cantante heavy Humor : Ardiente
Ficha de Personaje Alias: Wraith Nombre real: Aidan Doyle Universo: Marvel
Tema: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 6th Septiembre 2019, 18:21
Madison Square Garden - Nueva York.
La habitación de un camerino completamente a oscuras. Un sillón en una esquina y un hombre sentado en él con una botella de litro de cerveza en la mano. La actitud del hombre es de completa derrota; medio abatido en el asiento, con la mano que no sostiene la botella colgando laxa del reposabrazos y la cabeza medio caída sobre el pecho.
De fuera, llega amortiguado el rugir de una multitud, contrastando con el silencio sepulcral que reina en la habitación. Una sombra parece moverse desde el rincón, conformando la silueta de un hombre alto y delgado semioculto en la oscuridad.
- Aidan -le llama,y su voz es seductora, embriagadora y meliflua a la vez. El aludido piensa que, si las arañas pudieran hablar, posiblemente sonarían así-. Aidan. El concierto está a punto de empezar.
- Acabo de perder a mi familia, hijo de puta -musita, la voz rota y el pulso tembloroso cuando alza la botella para llevarse el extremo a los labios.
- Ése no es mi problema -responde el hombre-. Teníamos un acuerdo, Aidan. Sabes lo que pasará si lo incumples.
Con un rugido de furia, el llamado Aidan alzó el litro de cerveza y lo lanzó volando por los aires hacia el lugar desde el que había hablado la sombra, estrellándose inofensivamente contra la pared que había detrás.
¿Alguna vez había existido la posibilidad de acertarle? ¿Había estado físicamente allí o le había hablado desde su subconsciente? ¿O era un producto de su imaginación delirante y del alcohol? ¿Acaso importaba?
Nada importaba.
Se puso pesadamente en pie y se dirigió arrastrando los pies hasta el baño. Una vez allí se echó agua en la cara para limpiarse las lágrimas, se limpió con lo primero que encontró, que resultó ser su camiseta, y la arrojó al suelo en un rincón. No buscó un repuesto. Le daba bastante igual, y, de todos modos, era muy probable que sudara con la luz de los focos.
Se miró un instante en el espejo: la barba de varios días, las profundas ojeras bajo sus ojos, el cabello levemente despeinado, el torso desnudo que dejaba al descubierto los tatuajes que recorrían su brazo izquierdo y la base del cuello, la gomilla de su mujer en la muñeca izquierda, los pantalones negros con la hebilla plateada con el uroboros grabado a juego con el de su brazo y las botas. En cualquier otro contexto, su aspecto habría podido parecer un desastre, pero para aquél escenario en concreto nadie sería capaz de discernir que no se trataba de un look escogido de manera intencionada.
Al carajo todo, pensó al salir del camerino.
El Madison Square Garden tenía capacidad para 20.000 personas cuando se trataba de conciertos, y aquella noche estaba prácticamente completo. Aidan no pudo reprimir una sonrisa de amarga ironía ante el enfervorecido griterío del auditorio ante su aparición, pensando que si un año antes le hubieran dicho que conseguiría llenar un auditorio como aquel en Nueva York, nada menos, se habría estado riendo en la cara del gilipollas un buen rato.
Y sólo hacía un mes desde que había hecho el pacto. No se podía negar la eficiencia de la magia demoníaca.
El concierto discurrió con normalidad, y, durante una hora y media, el público vibró con los poderosos acordes de Symphonic Power Metal de la banda de Aidan: Deamhan, y cuando ya los tenía completamente activados, vigorizados y cautivados con el sobrenatural influjo de su voz, al llegar la medianoche, llegó el momento clave, el momento de la invocación.
Hail, mighty warrior of Doom, Kliphot, Raven, rise up from the Dark Rise up, fly high, earthquake shakes the ground Thunder, lightning, give me all your signs.
Gigantescas pantallas retransmitían la letra de la canción por todo el estadio, y la gente, excitada, las repetía al únisono, 20.000 gargantas entonando las palabras del ritual, despertando energías dormidas más allá de aquél plano, infundiéndoles tanta fuerza que cualquier persona con sensibilidad mágica habría podido percibirla como un mar eléctrico, vivo y pulsante a su alrededor.
War, kill my enemies, Let them drown in their own blood Come throug: Baal Romerac, A'arab Zaraq, Miliom Baal Reginon.
A'arab Zaraq era la representación del demonio del judaísmo, también llamado Kliphot, y se representaba como un cuervo horrible con cabeza de demonio en alusión al cuervo que Noé liberó en el Arca cuando el agua comenzó a dispersarse, en clara oposición a la Paloma de la Paz. El cuervo era un ave que tradicionalmente se asociaba al mal y al Diablo porque en los campos de batalla sobrevolaban el lugar de la matanza en busca de carroña.
Las restantes palabras, en egipcio antiguo, venían a significar: Ven, Señor del Trueno Violento, Cuervo en Dispersión, Destructor de la Luz. En resumen, la canción era, básicamente, una invocación al demonio. O, en aquél caso, a los demonios.
Aidan no tenía una idea exacta de lo que estaba cantando más allá de que se trataba de alguna clase de conjuro o ritual que su señor había insistido en que debía de cantar aquella noche concreta al dar las doce. Desconocía los efectos exactos, así como la simbología o la traducción de lo que cantaba, pero lo cierto era que, en el momento en el que aquellas 20.000 almas completaron enfervorecidas el ritual de invocación, las barreras que separaban el infierno de la Tierra comenzaron a flaquear y a debilitarse, abriendo una brecha que las hordas demoníacas no tardarían en ensanchar para abrirse camino.
Aidan no lo sabía, pero acababa de convertirse en el principal instigador de la World War Demons.
Nota:
El estilo de música del grupo de Aidan es una mezcla entre Blind Guardian y Nightwish, es decir, Symphonic Power Metal, pero no existen invocaciones demoníacas que no sean Death Metal o yo no las he encontrado. Únicamente aviso para que no penséis que todo el concierto ha sido de ésta tónica, que no lo ha sido. De todos modos, el grupo del que he puesto el tema oscila entre Death Metal y Symphonic Metal dependiendo de la temática del disco, así que entiendo que uno puede más o menos ir cambiando el registro de voz para cambiar de un estilo a otro.
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Última edición por Aidan Doyle el 9th Septiembre 2019, 19:18, editado 1 vez
Martha R. Marvel Universe
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 9th Septiembre 2019, 00:38
Se despertó esa mañana con el cuerpo agarrotado y cuando miro el día en su portátil se quedó unos segundos confusa hasta que la lógica le dio la respuesta. Habían pasado tres días desde que salió por la noche a esa gala benéfica en la que conoció a un hombre el cual, por el estado en el que se encontraba ahora mismo, no conseguía retratar ahora mismo aunque lo que si conseguía retratar eran los hechos; el Ente toma el control de su cuerpo y… bueno, solo queda esperar que no le hiciera nada malo. Sus recuerdos estaban borrosos, su cuerpo le dolía y tenia un leve dolor en la cabeza que se alivio tomándose una pastilla; hoy le gustaría tener un día tranquilo.
Se puso a escribir en su portátil el libro que llevaba ya algún tiempo masticando en su cabeza, día tras día dando vuelta sobre si este personaje tenía un buen arco argumental, si la historia de origen de otro era buena. Se podrían contar ya en las cientas las veces que borro todo lo que llevaba escrito para empezar de nuevo, una sensación frustrante para cualquier escritor y sobretodo sabiendo que ella nunca fue de escribir, pero se hizo una promesa hacia su hermana y estaba decidida en cumplirla. Al menos eso pretendía cuando alguien llamó a su puerta.
Estados Unidos no era España, en su hogar de origen abrir la puerta sin mirar antes no siempre indicaba que te ibas a encontrar a alguien con una Desert Eagle apuntándote a la cabeza, pero aquí sí. Con cuidado, asomó el ojo por el cristal de la mirilla para encontrar el barbudo rostro de su tío esperando al otro lado. Con un suspiro le abrió la puerta
-¿Que quieres?
Sin siquiera decir “hola” el hombre entró, dándole un empujón en el hombro a Martha para que se apartara de su camino. Una falta de educación, si, pero ella ya tenía en mente lo “especialito” que era su tío; con las barbas y el pelo largo que se estaba dejando empezaba a parecerse a un hombre que tenía una secta de seguidores “hippies” allá por los años 60. Además llevaba una camisa blanca sucia y unos pantalones que, como contraste, estaban impolutos. No solo eso, llevaba unas ojeras encima que superaban a las de su propia sobrina
-¿Que pasa? ¿No puedo hacerle una visita sorpresa a mi sobrina favorita?
Ante ese intento de gracieta rodo sus ojos y soltó otro suspiro más, no era la primera vez que se la hacía y seguramente, no seria la ultima. Cerro la puerta y se volvió a sentar en la mesa de su portátil, mientras su tio se servía a si mismo un vaso de agua del grifo
-Estoy cansada, quiero pasar un dia tranquilo- le hizo una seña con la mano para simbolizar lo hasta arriba que estaba con la vida ahora mismo -Así que si quieres algo, dímelo ya
El hombre se bebió el vaso y lo dejó en el fregadero, no sin antes abrir la nevera para comprobar si su sobrina estaba comiendo bien. Algunas latas de cerveza y comida pre-cocinada, no era lo más saludable la verdad pero al menos estaba comiendo. Con unos pasos llego asta donde estaba sentada su sobrina y se apoyó sobre la silla para dejar su cabeza encima de la de ella
-Bueno, es que tengo un regalo para ti- se metió la mano en el bolsillo y de ella sacó una entrada para un concierto -¡Tachaaan!
Martha miro las entradas con indiferencia
-Paso.
Su tío le giró la silla a la fuerza, casi provocando que Martha se cayera teniendo que sujetarse a ella para no hacerlo
-Oh venga, es un concierto de Metal, seguro que te gustara
A Pesar de lo que su aspecto podría indicar, a Martha no es que le entusiasmara el Heavy Metal ni sus subgéneros; ella era mas de música como la de Johnny Cash o grupos poco conocidos como Kaleo, aunque no es decir que no le gustase. Volvió a suspirar
-¿Si voy me dejaras tranquila?
El hombre asintió con la cabeza
-Solo quiero que salgas un poco, que te diviertas, quizás hasta conozcas a alguien
Martha asintió con la cabeza sarcásticamente, sabiendo que no solo le era muy difícil encontrar amistades, mucho más pareja sino que en un concierto de Metal pocos amigos ibas a hacer, o en cualquier concierto mejor dicho. Si no era un festival, la probabilidad de que la persona que tengas a tu lado no sepa ni que existas era bastante alta. Cogio la entrada y la miro, ponia el lugar y la hora del concierto
-¿Y tu no vienes?
Le resultaba extraño que su tío no la acompañase, siempre que le ofrecía ir a algún sitio era para ir el también, al menos casi siempre. Ese dia no, tenia otros planes y ademas solo tenia una entrada que le regaló a su sobrina, así que él se quedaba sin concierto, tras marcharse y dejar a Martha tranquila ahora a ella le quedaba el debate mental de si ir de verdad al concierto o fingir haber ido… difícil decisión.
Llegó temprano al concierto, vestida con sus botas negras, sus pantalones vaqueros una camiseta de Johnny Cash y una chaqueta de cuero marrón, añadiendo a ese conjuntos sus tipica bandana y su guante para cubrir la gema. Cómo llego antes que la mayoría de la gente, pudo ponerse en un buen sitio y no estar tan lejos del grupo que casi sería como no estar en el concierto. La gente empezó a llegar y el grupo salió en escena, llegó la hora del concierto.
La música fue buena, incluso para alguien que ese tipo de música no le entusiasmaba. Le era imposible no levantar los brazos y moverlos con las vibraciones de la música, al compás de la voz del cantante que parecía haber embriagado a todos con su voz o puede que no solo pareciera eso. Dentro de Martha, el Ente notaba como la voz del artista por la que salían sus letras de Symphonic Power Metal estaba influyendo en la mente de la mujer para que sintiera más la música, como si fuera el mejor concierto de toda su vida. Esto al Ente no le afectaba; el tenia control total sobre el cerebro de Martha y si él estuviese haciendo uso de su cuerpo no se vería afectado por la voz del cantante. Aun asi, decidio dejar que la mujer fuese controlada, tenía algo de curiosidad por saber que tramaba el vocalista llenando un auditoria con gente en un estado casi de trance.
La letra, algo tenía que significar cuando todos los allí presentes la repetían al unísono como si se tratase de un coro musical. En ese momento no entendía el porque el “artista” había elegido esa letra, esa letra en específico. El Ente seria muchas cosas, pero no era tonto; sabía que estaba usando su poder para hacer algo o para conseguir algo y mientras Martha cantaba junto a los demás, con sus brazos agitándose en el aire, el Ente planeaba cómo llegar asta el cantante para averiguar algo más sobre el poder del cantante, esa voz que hacía a todos los allí presentes moverse al son de la música.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 20th Septiembre 2019, 17:50
Cuando un edificio es tan antiguo como el Madison Square Garden va experimentando cambios con el tiempo, crece, se desarrolla y se transforma al igual que lo hacen las personas, generando una suerte de personalidad propia que los convierte en únicos.
Durante más de 40 años permaneció igual, inmutable, hasta que, en el año 2011, empezaron las reformas, una renovación que se prolongó por espacio de tres veranos hasta quedar mejorado, modernizado. Excepto por algunos lugares, unas pocas zonas que nadie se molestó en tocar y que aún se conservan exactamente igual que cuando se inauguró el edificio en 1968.
Era una sensación extraña permanecer allí, en uno de esos lugares, en el Corredor Sur, observando la terminación anticuada de aquellos pasillos bajo la iluminación amarillenta de las lámparas del techo, viendo unos anuncios antiguos que nadie se había esforzado en quitar, o que quizás habían sido dejados allí a propósito, para incrementar el efecto de haber sido arrastrado a través del tiempo.
¡Qué no habría dado Aidan por poder realizar, de verdad, un viaje en el tiempo! Habría cambiado tantas cosas...
Mientras contemplaba los restos del antiguo estadio se preguntó si aún quedaría algo del antiguo Aidan dentro de él.
- ¿Aidan?
Se giró. Era Rose, y parecía preocupada. Aquella sección obsoleta de los pasillos estaba cerrada al público y sólo podían atravesarla los empleados, pero a los artistas que actuaban en la arena se les permitía utilizarlos para poder esquivar las masas de público enfervorecido que, de otro modo, no les habrían dejado en paz. Especialmente con el nivel de pasión que Aidan era capaz de inducir en quienes le escuchaban.
- ¿Qué pasa? -inquirió dando otra calada al cigarrillo que se había encendido al terminar el concierto.
Estaba allí, sentado en el suelo del pasillo con la espalda apoyada contra la pared. Se había echado la chupa de cuero sobre los hombros desnudos para que no se le enfriara el sudor con el aire acondicionado del interior de las instalaciones. Rose se sentó a su lado.
- Sullivan está algo mosqueado por la canción esa que insististe en incluir en el último momento. Siempre las revisáis juntos antes de decidir nada para el grupo, y hacía mucho que no tocábamos Death Metal.
- ¿Ah, sí? -se quitó el cigarrillo para dejar caer la ceniza en un cenicero que estaba a su lado con un golpe experimentado del dedo índice mientras dejaba escapar una vaharada de humo por entre los labios. Era una suerte que esa sección antigua del estadio no tuviera instalados detectores de humo-. Pues dile que se vaya a que le den por culo y me deje un ratito en paz.
La muchacha se mordió el labio.
- Aidan, con todo lo que ha pasado, todo el mundo habría entendido que cancelaras la gira.
- Heh... -dejó escapar una risita entre dientes que acabó convirtiéndose en una carcajada desquiciada-. Ay, Rose... qué mona eres. ¿Por qué no te largas tú también, amor? Me gustaría estar un rato a solas.
La chica se levantó, confundida y aún preocupada.
- De acuerdo, pero... Los chicos, Inis y yo vamos a estar celebrando en el Loft, por si te quieres pasar a tomar una copa. Creo que te vendría bien.
- Ya... Vale, gracias por avisar, nena.
<<Gracias por nada>>, completó en su mente apoyando la cabeza en la pared mientras ella se marchaba.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 24th Septiembre 2019, 13:31
Una vez el concierto hubo finalizado llegó el momento de que el Ente tomase el control y empezase a actuar y nunca mejor dicho ya que esta vez haría un personaje para poder llegar hasta el cantante; fingir ser una groupie. Cuando Martha dejó de tener control el Ente empezó la “transformación”; se quitó la chaqueta atándosela a la cintura, se subió un poco la camiseta para que se le viera su vientre, aunque seguía siendo el cuerpo de Martha y se notaba la baja forma física que tenía, y se bajó sutilmente los pantalones todo esto para dar una imagen de mujer que quiere conocer a alguien del grupo para “charlar”.
Él estaba actuando, pero las groupies eran muy reales y por las puertas por las cuales pasaban los artistas ya había un montón de ellas, algunas incluso acompañadas de sus novios/amigos/hermanos que tristemente se quedarían atrás si ellas en algún momento consiguen entrar. En todas las puertas habían demasiadas personas, en todas menos en una. Un guardia de seguridad bajito guardaba la entrada, no estaba indefenso ya que tenía herramientas para defenderse y aun así al Ente le pareció una presa fácil, no entendía porque nadie intentaba entrar por esa puerta.
Se acercó, no directamente sino como quien no quiere la cosa, dando algunos tumbos queriendo hacer parecer que bebió demasiado esa noche. Cuando llegó a la puerta se apoyó en la pared con el codo y se agacho un poco intentando que la camisa se le despegara del cuerpo para dejar ver al hombre sus “intenciones”
-Hola señor guardia- se empezó a tocar el pelo mientras hablaba con una voz calmada, suave y sugerente -Me gustaría conocer al grupo ¿Crees que me podrias dejar pasar?
El hombre negó con la cabeza, serio
-Solo artista y empleados
-Oh… ¿Y si te hago un "trabajito"?- se acercó a él y le puso una mano en el hombro mientras con la otra hacia un movimiento que dejaba claro a qué “trabajito” se refería -Es que... me encantaría poder pasar
El guardia se apartó de ella empujándola para atrás, algo que tomo al Ente desprevenido
-Eso diselo a mi marido y a nuestra hija- el Ente entendió en ese momento porque ninguna groupie intentaba entrar por esa puerta, al parecer ya sabían que a ese hombre no le iban a poder “comprar”, el hombre sonrió y volvió a negar con la cabeza -Solo artistas y empleados.
Frunció el ceño, visiblemente enfadado. El Ente tenía paciencia, pero sabía que de esa manera no consiguió nada así que tuvo que salirse del personaje
-Oh bueno- el guardia noto el tono de su voz había cambiado, el Ente se giró para asegurarse de que nadie miraba en esa dirección ni había nadie cerca -Tengo otras formas de conseguir entrar
El pobre hombre no pudo hacer nada, en menos de un segundo la energía apretó todo su cuerpo mientras que la energía que rodeaba su cuello se lo apretaba evitando así que pudiera respirar. El guardia no podía moverse, ni gritar y gracias a la altura de Martha nadie podría ver lo que estaba pasando. Tras unos segundos, el hombre se desmayó y dejo que se derrumbara suavemente en el suelo sin hacer mucho ruido, miró de nuevo a sus alrededores para cerciorarse de que nadie vio lo sucedido y entró rápidamente por la puerta, si alguien encontrase al hombre tirado en el suelo al no tener marcas de forcejeo, una ventaja de los poderes del Ente, puede que pensara que se había desmayado o algo y eso le dejaba algo más de tiempo para encontrar al cantante. Primer objetivo, conseguido.
Ahora tocaba lo mas “fácil” o por lo menos así lo tenia en mente; usar los “encantos” del cuerpo de Martha para hacer que el artista le hable de su letra y el significado. Esa era la opción A, la opción B era hacerle hablar a la fuerza ¿Por que tenia esas dos opciones y no solamente la última? Si usaba la fuerza nada más encontrar al artista, las cosas se podían poner feas y para sus planes era mejor que Martha no estuviera en una cárcel, al menos durante un tiempo. El problema es que el cuerpo en el que ahora habitaba no era precisamente “hermoso”, la dejadez la dejó hecho un escombro y aunque era delgada, sus músculos estaban fofos y sin fuerza, eso añadido a su herida facial daban a la mujer un aspecto horrendo que más que atraer repelía. Pero no todo era imposible. La bandana en la cara le daba un aspecto misterioso y si no se la quitaba el cantante no vería sus heridas, apretando un poco el vientre lo hizo parecer más atractivo. Si todo iba bien, le atraería con estos falsos encantos para que le hablase sobre su letra.
Claro que la opción A podría tener sus inconvenientes; si se encontraba a todo el grupo junto en vez de solo al cantante puede que no le dejen llegar hasta él, por lo que tendría que pasar a la opción B. Si no se juega, no se gana. Se paseo por los corredores buscando alguna puerta que diera paso a los camerinos, más por mala suerte no encontró esa puerta y por buena suerte si encontró al cantante, tirado en el suelo de una manera patética. Esta imagen le pareció repulsiva, sin embargo, seguía queriendo conocer el significado de esas palabras que hizo cantar a todo un estadio lleno de gente. Su avance fue detenido cuando una mujer apareció y comenzó a charlar con el hombre, teniendo ella que esconderse tras una de las varias columnas que adornaban los corredores esperando a que cesaran con su interacción social y esperando aun más que esa mujer no fuera una groupie que consiguió encontrarle antes que él, desconociendo el hecho de que era parte de su grupo.
Por fin la mujer se marchó y era momento de empezar su juego. Con una gran confianza, salió de la columna para acercarse a paso lento al artista, entrelazo los dedos y fingió que sus piernas le temblaban para simular el nerviosismo que tendría un verdadero fan, temblores que se repartieron por todo el cuerpo. Una vez cerca, empezó la segunda parte de su actuación
-Aidan- se aprovechó de haber escuchado como le llamaba la otra mujer para conocer su nombre -So… soy una gran admiradora tuya
Su cara estaba roja, como debería de estarlo la de cualquier persona cuando está delante de su ídolo
-Y tu… tu letra, la de la última canción- se apoyó la mano izquierda entre sus dos pechos, intentado así “resaltarlos” -me… me ha llegado hasta el fondo- hizo uso de frases con doble sentido, una estrategia para encandilarle -¿Co… como se te ha ocurrido?
Había empezado, esperaba poco a poco ir hablando con él hasta llegar al significado de la letra, no empezar de golpe ya que puede que se oliera algo. Además, en su plan no entraba hacer nada con Aidan, si intentaba hacerle algo que fuese mas haya que acercarse a ella pasaría al plan B, más con suerte llegaría hasta su objetivo sin tener que hacer nada más que insinuaciones.
Explicacion:
He usado un color y un tipo de letra diferente para simular el cambio de voz del Ente, de una suave a... bueno, a su voz normal :'D
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Aidan Doyle Marvel Universe
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 25th Septiembre 2019, 00:26
- Aidan -tan abstraído estaba en sus pensamientos que no fue consciente de la presencia de la muchacha hasta que escuchó su nombre. Alzó la mirada hacia la mujer que le observaba temblando en la mitad del pasillo- . So… soy una gran admiradora tuya.
Ay, Dios... No. El irlandés tenía la impresión de que algo terrible había ocurrido aquella noche, en concreto por su culpa, y no estaba de humor para aguantar a la groupie de turno. Además, ¿por qué cojones se tapaba la cara? Como fuera una de esas acosadoras locas lo llevaba crudo, porque mientras estuviera bajo su identidad civil no podía arriesgarse a usar el grito de Wraith sin echar al traste toda su tapadera.
Echó un vistazo disimulado al cuerpo de la chica mientras el suyo propio se tensaba en previsión de una posible amenaza. No era que él se mantuviera en la mejor de las formas, pero ella parecía francamente peor, así que, si no le sacaba un arma de fuego podía tener una oportunidad de reducirla.
- Y tu… tu letra, la de la última canción -lo normal sería que se hubiera llevado la mano al corazón, peeeero... parecía que se había desviado "casualmente" unos milímetros- me… me ha llegado hasta el fondo. ¿Co… como se te ha ocurrido?
Tuvo que contenerse para no poner los ojos en blanco. Santo Dios, aquella mujer era la sutileza personificada. El lado cruel y cínico que había desarrollado recientemente se preguntó qué pasaría si le soltara así a bote pronto que acababa de perder a su mujer y a su hijo en un accidente de tráfico. Que había visto el cuerpo decapitado de su mujer mientras su hijo se quemaba vivo en el asiento trasero y que lo último en lo que pensaba en aquél momento (y posiblemente en mucho tiempo) era en sexo. Pero tuvo que morderse la lengua por el bien del grupo. No podía permitirse echarlo todo por tierra, tenía una fachada que mantener, así que se obligó a esbozar una sonrisa forzada. Tras haber sido influida por el hechizo de su Voz, incluso algo poco natural debería ser suficiente.
- Bueno, ésa canción en concreto ha sido un encargo. Normalmente Sullivan y yo escribimos las canciones, pero en éste caso la letra me fue transferida por mi agente; yo sólo tuve que poner la música. Si te gusta tanto el Death Metal deberías escuchar nuestros primeros discos, son más de ese estilo. Dudo mucho que sean conocidos fuera de Irlanda, pero no deberías tener problemas para pillarlos por Internet. Si tienes un papel y un bolígrafo podría escribirte algunos títulos y firmarte un autógrafo si quieres.
Amable, siempre había que ser amable con todos los fans, incluso con los que eran tan raros como la friki aquella. Todavía estaba por ver que no le sacara un revólver...
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 25th Septiembre 2019, 16:45
Ah, si por el fuera tendría al hombre fuertemente sujetado mientras le interroga para averiguar todo lo que quiere saber, puede que simplemente le haga sufrir para divertirse. Pero no, hoy no, al menos no ahora ya que estaba en el papel de groupie y hasta que no se viera forzado a salir de él para revelar su “verdadera identidad” no le haría nada. Una pena, la verdad. Se acercó un poco más, no lo suficiente como para estar pegado a él, solo un poco así podría verle mas de cerca y si intentaba algo… bueno, eso no seria ningún problema, o eso pensaba.
También tuvo que decir que ese hombre no parecía el típico "artista". Los cantantes eran conocidos por dos, tres, cosas; su música, el sexo con fans y las drogas, al menos si no tenían familia. Este no, este estaba fumando solo apartado incluso de su grupo y por la poca reacción ante él puede que tampoco estuviera interesado en el sexo… al menos lo de las drogas si que lo tenía, no drogas fuertes pero si una que te mataba poco a poco. Al Ente le fascinaba eso de los humanos, como eligen matarse lentamente simplemente porque les hacía sentir bien, como pensó muchas veces “Es gracioso lo estúpidos que son”
La sonrisa, esa sonrisa que podría haber parecido normal a una verdadera fan o a alguno de los miles que fue “embaucado” por el artista mientras cantaba, pero no el Ente. Tuvo que coincidir con el hombre en este gesto, si a él se le acercarse una mujer por la calle y se empezase a insinuar cuando quiere estar solo no estaría muy contento. La diferencia es que mientras Aidan no parecía querer matarla si no que seguía en su fachada de que le agrada la mujer, el Ente ya la habría matado y desecho de su cuerpo. Métodos diferentes ni más ni menos.
Por un segundo se decepciono, mas se dio cuenta de que si esa letra no la escribió él puede que quien se lo encargó le explicara qué significaba o también puede que estuviera mintiendo. De todas formas, sigue haciéndose “la interesada” entrelazando los dedos y apoyándolos en su vientre
-¿No la escribiste tu? Bueno, no importa.- separó los dedos y se subió la mano derecha lentamente por el cuerpo hasta llegar a su pecho donde la posó sobre su corazón -Con tu voz todo suena espectacular
Darle un poco de combustible al ego de alguien para conseguir lo que quieres nunca iba mal ademas eso entraba en su papel de groupie, lamerle el culo a los artistas era una parte fundamental de ese tipo de mujeres. Además, el Ente sabía que Aidan tenía algún tipo de poder que ponía en trance a los que escuchaban o hablar o cantar, no estaba muy seguro y tampoco estaba seguro de que fuese magia, alguna mutación o quien sabe a lo mejor era un alienígena escondido tras la piel de un humano, así que si dejaba caer que su voz le era espectacular puede que le haga pensar que es por su poder, o lo que sea, y que se confíe un poco más pensando que no es más que otra estúpida admiradora embaucada por sus canciones
-Pero… esa última parte de la canción- le temblaron las piernas o al menos fingió que lo hicieron -¿Qué significa? Cuando la he escuchado es como si estuviera en… trance
Cuando le comento lo de firmarle un autógrafo se aguanto una mueca de asco ¿El autógrafo? No quería ni saber su nombre y ya lo sabia, así que era suficiente, sin embargo, esto le dio una idea para acercarse más y poderle sonsacarle la información
-No tengo un bolígrafo, pero tengo mi móvil… podemos ir a algún lugar mas privado y… echarnos algunas fotos
Su intención de dejarse hacer algo por ese hombre seguía siendo nula, pero si aceptaba e iban a un sitio con menos posibilidades de que alguien aparezca seria aun mas fácil si tenía que hacer uso de la fuerza escaparse sin sufrir repercusiones o sin que nadie les vea.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 26th Septiembre 2019, 00:02
Observó, tenso, como ella se le acercaba, pendiente por si trataba de atacarle. No sería la primera vez ni la última que un fan obsesionado agredía al objeto de sus deseos, como el célebre caso de Robert Dewey, que, al no conseguir conquistar el corazón de Madonna estuvo a punto de degollarla. Era cierto que esa clase de cosas no solían ocurrir dentro del Heavy Metal, pero Aidan tenía un poder muy peligroso en ese sentido, pues incrementaba las posibilidades de que la gente se obsesionara con él a niveles enfermizos. Al fin y al cabo se trataba de un don demoníaco, y ningún don demoníaco estaba exento de doble filo.
La muchacha le preguntó qué significaba la estrofa final de la última canción. De haber estado en una situación normal, quizá habría dejado escapar una carcajada irónica, porque lo cierto era que no tenía la más mínima idea, pero no podía transmitir eso a sus fans, ¿verdad? Se la había dado Gob apenas 24 horas antes del concierto, y Aidan había tenido que apañar los arreglos musicales utilizando bases de antiguas canciones desechadas. Por supuesto no había tenido tiempo de pararse a traducirlo, y aunque lo hubiera intentado, no habría podido, porque: ¿cómo traduces una lengua muerta si ni siquiera sabes qué idioma es?
Sin embargo, eso no podía confesarlo. Si admitía que había cantado algo sin saber lo que decía quedaría como el puto culo, así que más le valía inventarse lo que fuera. Por suerte, Aidan sabía bastante sobre mitología, y sabía que una de las palabras que se mencionaban, Baal, era un dios fenicio (además de la palabra trueno en egipcio).
- Es... una invocación a Baal. La canción entera lo es. Baal era una antigua divinidad de Asia Menor asociado a la lluvia, el trueno y la fertilidad. La mitología y la teología son temas que me fascinan, y eso se nota en las canciones que compongo.
No dio más explicaciones. En su opinión, ya había hablado más que de sobra con aquella persona a la que no conocía de nada que se había acercado a él sin su consentimiento y deseaba cortar de una vez por todas la conversación. No paraba de mirar por encima del hombro de ella a la búsqueda de un guardia de seguridad que debería haber estado allí. ¿Cómo había conseguido colarse? Aquella se suponía que debía ser una zona reservada sólo para artistas y empleados.
Cuando le habló de ir a un lugar más privado se le activaron todas las alarmas, aunque procuró mantenerse calmado para que no se le notara. Con aparente tranquilidad, aplastó lo que quedaba de la colilla contra el cenicero hasta apagarlo y se puso en pie, sosteniendo el extremo de la chupa sobre su hombro entre el índice y el pulgar de la mano diestra mientras mantenía la izquierda dentro del ajustado bolsillo del pantalón de cuero.
- Lo siento, pero no va a poder ser. Mucho me temo que mi grupo me está esperando para la fiesta de celebración.
Una verdad a medias, dado que en realidad no le había confirmado la asistencia a Rose, pero si de verdad se trataba de una loca o una secuestradora, decir que le estaban esperando y que por tanto era más probable que le buscaran si no aparecía a tiempo podía ser un desmotivador efectivo.
En verdad había algo que le escamaba de todo aquello, y era el interés obsesivo de la chica por aquella puñetera canción. ¿Por qué esa canción? No era la única de su repertorio que incluía estrofas en otros idiomas antiguos o desaparecidos, y su poder de fascinación afectaba a la gente siempre que cantaba, es decir, en todas las canciones. ¿Por qué decía entonces que había sido la última la que le había hecho entrar en trance? ¿Se trataba de una trampa? ¿La chica era maga o algo así y había sido capaz de darse cuenta de que algo pasaba? Aquél universo de mierda estaba repleto de frikis con poderes, y más aún desde la Colisión. No había manera de preveer lo que podría querer realmente de él, pero no le estaba dando buena espina en absoluto.
- Ha sido un placer conocerte -"chica rara de la que no sé ni el nombre"-. Espero verte en mi próximo concierto en San Francisco dentro de dos semanas. Hasta luego, guapa -dijo empezando a marcharse.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 26th Septiembre 2019, 12:24
Tardo en contestar, casi como si se tuviera que pensar una respuesta y, bueno, así fue. Su respuesta le dejó insatisfecho con una expresión de disgusto en su cara visible como la que se le queda a un niño cuando le prometes una piruleta y en vez le das espinacas, su ceño se arrugó y con disimulo transmitió su molestia a su mano izquierda que apretó no con mucha fuerza para que no se notara
-Aja, una… invocación a una divinidad… si…
Su tono cambio, no al que tenía siempre pero si como para notar un cambio en su voz. El Ente no es que fuese el ser más paciente de todos cuando se trataba de conversar con mortales ya que para él no eran más que un gasto de energía, sin embargo, cuando se decidía en averiguar algo no se conformaba con respuestas a medias o con un “No se”. A veces no entendía el miedo de los humanos a la conversación, para ellos todo parecía resolverse a golpes y justamente a eso nadie ganaba al Ente
Denegó su oferta algo que no le molesto más que frustrarle un poco, ahora si alguien venía ya sea de su grupo o el guardia que dejó inconsciente en la puerta podrían verle y como su plan era, por una vez en su vida, no montar un alboroto esto le vendría fatal. Si tenía suerte le conseguiría sacar algo al tipejo ese antes de que algún alma deambule por los corredores en los que se encontraban, más la fortuna no estaba de su parte.
Se marchó, mejor dicho empezó a marcharse con una despedida bastante cutre y muy clásica de los músicos, más eso no era lo que le importaba. Se iba y si se marchaba no podría seguir preguntándole las cosas que quería averiguar. Tuvo que hacer uso de su “plan B”. Cuando el hombre se giró y anduvo unos metros alejados de él, la energía rodeo su cuerpo evitando cualquier movimiento por mínimo que fuera, se quedó en la misma posición que tenía en ese instante cuando andaba
-En cuanto a eso... acordemos estar en desacuerdo.
No le dejaría irse, aun no. Que le dejaran a medias era una de las cosas que más detestaba; si no podías terminar algo era mejor no empezarlo y no dejaría ni mucho menos que un cantorzuelo de un grupo de pacotilla le dejase entrecortado. El Ente parecía ser muy fan del grupo de Aidan, o de ninguno mejor dicho
-Verás te he “mentido”- cruzó los brazos a su espalda, dándole una pose más erguida -No soy un fan tuyo y ya que estamos, tampoco soy esta mujer
Aidan seguía de espaldas a él, de momento no tenía interés en girar a Aidan;; esta vez le tocaba a él escuchar
-Soy una, como se dice… “Entidad” sí, eso. La cosa es que yo la controlo- dio unos pasos hacia el hombre que seguía atrapado por su energía -Puedo ocupar su cuerpo y usarlo para mis fines pero no solo eso; dentro de ella tengo control casi total sobre su mente y- soltó una carcajada, mas sarcástica que otra cosa -¿Sabes que ha pasado? Tu voz, tu música… ha sido como si la controlara, como si le diera sensaciones que no sentiría en un concierto normal... como si le forzara a cantar al unísono
Dio un paso más colocando su cuerpo a la derecha de Aidan, mas no le miro si no que se centró más en la “arquitectura” que le rodeaba. El Ente no tenía planes de hacerle daño, no de momento ya que alguien capaz de embaucar con su voz siempre era “peligroso” y quien sabe, a lo mejor incluso podría controlar al Ente si era lo suficientemente capaz
-La cosa es esta- se pasó los brazos hacia delante y juntó las palmas de las manos y las de los dedos -Cuando ¿Cuantas? ¿Diez mil, quince mil personas? Hacen una “invocación” a media noche porque un… lo que seas tú, les hace cantar a todos al unísono, bueno, tengo mis dudas de que sea una “Divinidad de Asia menor”
El mismo se giró a la vez que giraba el cuerpo de Aidan para que le mirase directamente a los ojos aunque tuviera que agacharse un poco para conseguirlo
-Así que me ha “intrigado, pero- de golpe se volvió a erguir y comenzó a dar vueltas a un ritmo lento alrededor suya -No se si eres realmente estúpido o de verdad no sabes qué es lo que acabas de hacer
Claro que el Ente tampoco es que lo supiera pero todo daba a entender de que no se trataba de una divinidad sino de algo más oscuro ¿Demonios? Era una posibilidad, sin embargo, el Ente sabia que existían entidades muchos más aterradoras que unos simples demonios, dioses antiguos que rondaron el universo incluso antes de su creación. Invocar a un demonio seria problemático, no para el Ente ya que lo pasaría bien viendo la destrucción ¿Pero invocar a “otra cosa”? Eso si que podría ser un espectáculo
-Así que te voy a hacer otra pregunta- dejó de dar vueltas y volvió a pararse enfrente de Aidan acercando ambos rostros de nuevo, esta vez incluso más cerca que antes -¿Quién te ha dado esa letra?
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 27th Septiembre 2019, 00:55
Mientras tanto, fuera, las hordas de fans enloquecidas aullaban el nombre del grupo a las puertas de los accesos que llevaban al interior del recinto, con la vana esperanza de captar, quizá, un atisbo de sus adorados artistas. Una de las chicas que saltaba emocionaba para destacar por encima del mar de cabezas agachó extrañada la suya al notar que pisaba algo blando... peludo... Pero entre todos los cuerpos apiñados apenas podía distinguir nada.
Más allá, alguien gritó de terror, y otra chica vio cómo varias ratas mordisqueaban la ropa del guarda de seguridad que Martha había dejado inconsciente. Hubo varios gritos mientras la gente señalaba hacia allí, y conforme la excitación comenzaba a transformarse en miedo empezaron a ser conscientes del repentino río de roedores que correteaban por entre sus pies.
* * * *
Estaba TAN harto, pensaba Aidan mientras permitía que el Ente le soltara el típico discursito de villano de película. Tan harto y tan cansado de todo. Pero, sobretodo, estaba hasta los mismísimos cojones de que le utilizaran como si fuera un puñetero títere. Gob podía ser el mayor de los bastardos, pero al menos había sabido camelárselo antes de colgarle la cadena del cuello. Aidan era su esclavo, pero tenía dinero, fama y todas las comodidades que pudiera desear. Gob nunca había tenido que inmovilizarlo contra la pared como si fuese una jodida mariposa disecada de colección.
* * * *
Klong, klong, klong... El sonido del bastón golpeando contra los pasillos del Madison Square Garden creaba ecos que reverberaban al ritmo de las luces que comenzaban a titilar, oscilando entre la oscuridad y la luz.
* * * *
La ira, esa que había empezado a germinar en su interior cuando había aceptado el pacto con el demonio y que le había valido el apodo de Wraith, campaba a sus anchas por su cuerpo sin ningún freno desde la muerte de su familia. Le había hecho protagonizar más de una pelea de bar y llevarse muchos moratones nuevos. Suponía el inconveniente que conllevaba la pérdida de control, pero a su vez también era una ventaja, porque no se achantaba con facilidad. Oh, sí, de haber podido seguramente habría salido huyendo, pues por grande que fuera su ira, su instinto de autopreservación en aras de la conservación de su alma era aún mayor. Pero ése no era el caso, ¿verdad? El maldito monstruo se había asegurado de que no pudiera irse a ninguna parte, así que, ya que estaba jodido de todos modos no pensaba callarse.
- Vosotros, las entidades, os creéis que estáis por encima de cualquier cosa -dijo, apretando los dientes con rabia cuando por fin le permitió hablar-. Os pensáis que podéis utilizar a los humanos como si fuéramos muñecas hinchables a las que follar a vuestro gusto, y, ¿sabes qué? Quizás tengas razón, pero la información que quieres la vas a tener que buscar en el infierno, porque yo no pienso dártela.
Y sí, el buen observador se daría cuenta de que, en realidad, le había dado una pista bastante buena a su pregunta, pero qué se le va a hacer... Aidan tenía debilidad por la ironía.
* * * *
Klong, klong, klong... El sonido de un millar de patitas acompañaba el de los pasos de los elegantes mocasines del hombre por los pasillos de la zona más antigua del Garden.
* * * *
Acércate, mamonazo, pensó Aidan para sí. Sólo lo suficiente para que pueda arrancarte la cara con un grito.
Estaba claro que el Ente no necesitaba acercarse para hacerle daño, pero esperaba haberle provocado lo suficiente con su actitud como para impulsarlo a hacerlo. Solía ser un instinto humano, acercarse cuando la situación se volvía más personal en la venganza, y aunque aquél ser afirmaba no ser humano, la manera en la que le había molestado la evitación en su respuesta a Aidan le había parecido bastante humana. Si reaccionaba igual para otras cosas era factible que se acercara, y si lo hacía, podía reventarle los tímpanos con su grito, derretirle la cara con el fuego infernal y hacer que los ojos explotaran dentro de sus órbitas. Puede que aquél cuerpo no fuese más que un medio de transporte para aquél ser, pero nadie puede circular con un vehículo destrozado, y si conseguía matarlo no tendría que preocuparse porque pudiera desvelar su identidad de Wraith.
* * * *
Klong, klong, klong... El sonido era cada vez más fuerte, y ahora podían escucharlo los dos a la perfección. Algo... o alguien... se acercaba y... ¿qué era eso? Un sonido... como si algo estuviera arañando el suelo del pasillo, como miles de pequeñas pezuñas, y ese chirrido...
Las luces comenzaron a parpadear con un chisporroteo ominoso, como si estuvieran a punto de fundirse...
Y cayó la oscuridad.
Otro chisporroteo y volvió la luz... justo a tiempo para ver cómo una marea de ratas peludas se abalanzaban corriendo sobre el cuerpo de Martha, dispuestas a atacar.
Y de nuevo se hizo la oscuridad.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 27th Septiembre 2019, 14:36
El alboroto que se empezó a formar afuera cuando los roedores aparecieron le era ajeno al Ente, estando en un corredor separado a todo lo que sucedia en lo que era la cancha del estadio convertida en un hall para un concierto le era imposible escuchar lo que en el exterior estaba aconteciendo. Tampoco es que a él le importara mucho mientras nadie apareciese por ahí y le pillase con las manos en la masa o mejor dicho con la energía en el cantante.
El hombre parecía estar enfadado, con ese gesto de apretar los dientes dejaba bien claro su disgusto hacia las palabras del Ente o hacia el Ente en general, no estaba muy claro y tampoco es que fuese de vital importancia. Su discursito sobre las entidades le produjo una sensación que le recorrió todo el cuerpo, se colocó la mano derecha sobre la boca evitando así reírse en voz alta; ver a Aidan hablar sobre las entidades era como ver a un niño pequeño quejarse de que los adultos son mandones, era divertido y adorable a su manera
-Oh pequeño ¿Sabes por qué es eso?- se cruzó de brazos, despreocupado al no ver ninguna señal de peligro en el -Por que sois débiles. Cuando os ocurre algo “malo” vosotros decidís hundiros en vuestra miseria, lloráis, os enfadáis, rezáis, todo para no “sentir” eso que vosotros llamáis “tristeza” sin daros cuenta de que podéis utilizar el sufrimiento, el dolor, para ser más de lo que erais antes.
Se giró, descruzando los brazos para agarrarse la mano derecha a la izquierda en la espalda. Para él no solo los humanos, todos los seres de este y todos los universos estaban por debajo de él, ya fueran demonios, “dioses” o dioses. Ninguno llegaba a su altura y nadie podría detenerlo una vez empiece su verdadero plan. El tiempo corría, tick tock, cada segundo era un segundo menos que tenía que esperar y bien sabía que el dia llegaria, aunque lo intentaras nadie podía escapar del destino cuando llamaba a su puerta y el Ente acababa de entrar por la puerta grande
-Sois débiles, violentos, estúpidos ¿Que las entidades os utilizamos? Por favor, para controlar a un humano no hace falta ni ser una "entidad"… ya os controlan otros humanos
Y era verdad. En el día a día las personas eran controladas por otras personas, los niños por sus padres, su padres por sus jefes, los jefes por sus superiores y sus superiores por aquellos que estaban encima de ellos. Todo en la sociedad era una pirámide de control, gente que hacía lo que se le ordenaba constantemente incluso a veces sin darse cuenta, los humanos se creen seres libres por votar a sus gobernantes cuando en realidad son los seres con menor libertad del universo, todos encarcelados en su propio capullo que les evitaba sacar las alas. De un cierto modo era bastante triste; se extinguirían sin haber podido eclosionar.
“Infierno”, esa palabra que podría haber sido cogida como una amenaza más, cogió algo de peso cuando se dijo en el contexto en el que estaba sucediendo la escena. El Ente frunció el ceño, los demonios eran aburridos puesto que siempre parecian actuar de la misma manera como si fueran parte de una colmena. Al parecer un demonio le dio esas letras a Aidan, aunque el Ente desconocía el porqué, supuso que el hombre fue engañado por el demonio para hacerlo o puede que fuese un trato que hizo con él ¿Por eso tenía sus poderes? No estaba seguro, de lo que si lo estaba era de que Aidan era aún más estúpido de lo que pensó en un principio. Los únicos que se debían de atrever a un trato con los demonios, eran aquellos más listos que ellos y a primera vista, el cantante no parecía ser uno de ellos
-Asi que “infierno” ¿No?... vaya, que aburrido- curiosamente al haber sido respondida su pregunta, soltó a Aidan y lo tiro contra el suelo haciendo que se diera un golpe en su coxis -Y yo que pensaba que seria algo divertido, como un antiguo dios o algo asi… demonios, que decepción.
Iba a decirle que no merecía ni que le matase por lo poco importante que era, sin embargo, sus palabras fueron cortadas cuando escucho el sonido de algo parecido a golpes, tres golpes, que recorrieron el corredor hasta llegar a ellos. Miró a su alrededor mas no consiguió ver a nada ni a nadie que fuera responsable de este así que se volvió a girar para seguir con su “conversación” con Aidan cuando otro ruido llegó hasta sus oídos y cuando se giró a ver que era, las luces se apagaron. La luz estuvo chisporroteando hace unos momentos y por fin decidió apagarse, al volverse a encender el Ente vio lo que se le venía encima; ratas, unas ratas grandes y peludas con el pelaje color gris inundaban el suelo como si un mar de peste inundaban el suelo correteando y abalanzándose sobre él. La luz volvió a apagarse.
Noto como las ratas se abalanzaron sobre él, como le subían por todas y como intentaban morder su cuerpo. Se las quitaba de encima con facilidad, más eran muchas, demasiadas como para quitarselas de encima y poco a poco estaba siendo sobrepasado por el simple hecho del gran número de ratas que empezaban a subirle por el cuerpo casi haciendo que se cayera. Frunció el ceño, apretó el puño y los dientes tanto que su rechinar se escuchó por encima del sonido de los roedores
-¡Suficiente!
Gritó, con su energía todos los roedores cesaron sus movimientos y fueron separados de su cuerpo. Cuando la luz volvió de nuevo se pudo ver el nivel del enfado del ente; las ratas que se quitó de encima flotaban en el aire, completamente inmóviles al igual que sus compañeras en el suelo. Todos los roedores que se podía alcanzar a ver con la vista estaban inmóviles sin poder ni siquiera pestañear. Se giró para ver que Aidan ya no estaba ahí ¿Se lo comieron las ratas? Por divertido que sonara era una posibilidad nula, más posible era que él hubiese llamado a las ratas para atacarle, quien sabe, a lo mejor su poder era más fuerte con los animales y no le hacia falta ya ni cantar para llamarlo.
Podría buscarle y seguramente lo encontraría, pero seria una perdida de tiempo y quien sabe, puede que también le encontrasen a el o mejor dicho, a Martha. No sabía qué demonio le hizo cantar esas letras ni que sucedería al ser cantadas por tantas personas a medianoche, puede que las ratas fueran parte de la invocación o puede que no, a lo mejor dentro de unas horas miles de demonios empezarían a salir del estadio en busca de sangre. No importaba, nada importaba; el Ente seguía teniendo el control. Empezó a caminar lentamente por el mar de ratas, pisando algunas a su paso que parecían explotar ante el peso de su cuerpo manchado de sangre y órganos sus zapatos, eso dejaría que Martha lo limpie. Llego asta la multitud que a borbotones salia del estadio y volviendo a su papel de “groupie inocente” se mezcló entre ellos, no sin antes hacer el favor al estadio de resolver el problema de las ratas; con un chasquido del dedo, rompió el cuello a todos los roedores que estaba sujetando apretándoles los cuellos tanto que casi separó sus cabezas del cuerpo. El sonido de los huesos de los animales rompiéndose fue audible, más al estar todo el mundo corriendo solo alguien muy atento podría darse cuenta de lo que acababa de suceder, de darse cuenta de que los roedores ya no se movían y su sangre empezaba a pintar el suelo de color carmesí. El Ente escapó entre la multitud, escabulléndose entre las sombras de la noche como si nunca hubiese estado en el concierto, como si nada hubiera sucedido.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019] 29th Septiembre 2019, 00:21
Gob, demonio de la tierra cuyo dominio se extendía a todo cuanto existía y habitaba bajo ésta; promotor de los hundimientos, los movimientos sísmicos, la expansión de los gases asfixiantes y deletéreos; creador de los venenos y responsable del desarrollo y propagación de la peste y otras epidemias a través de las ratas; habituado también a intervenir en los sucesos desgraciados de la vida humana, fomentando pasiones tales como la avaricia, el orgullo y la crueldad, como había hecho con Aidan.
Su más reciente víctima avanzó por la pasarela suspendida sobre la cancha de hockey para acudir a su encuentro. Allí, desde las alturas, el demonio del subsuelo observaba el caos desatado por las ratas bajo su comando.
- Te has tomado tu tiempo para intervenir -comentó Aidan con fastidio. El demonio no contestó-. ¿Qué era esa cosa?
Se había quitado de en medio en cuanto se había visto libre y las luces se habían apagado, observando desde detrás de una esquina como el Ente se libraba de las ratas.
- Irrelevante -fue la única respuesta-. No supone ninguna amenaza para nosotros, Aidan. Ya nada ni nadie puede pararnos.
Aidan tragó saliva, sintiendo cómo sus peores sospechas se hacían realidad.
- ¿Qué ha... qué ha ocurrido?
El demonio se volvió hacia él, mirándole con aquellos ojos del color de la tierra fresca, y apoyó una mano cálida sobre su hombro.
- Hoy lo has hecho bien, Aidan... Estamos satisfechos contigo.
Lo que venía a significar que no le había salvado porque su pellejo le importara lo más mínimo, sino porque había demostrado ser útil y aún tenían más planes para él.
- Vete a tu hotel, descansa y no te preocupes por nada. Deja que yo me ocupe de todo.
Habría querido insistir, volver a formular la pregunta, pero el miedo le impidió hacer otra cosa que no fuera asentir. No sólo por Gob, quien, al fin y al cabo, era dueño y señor de su alma, sino también por las consecuencias de lo que fuera que acababa de desatar en el mundo. Casi podía sentir los dedos helados del desasosiego y la preocupación subiendo por su estómago hasta su garganta, dejándole sin palabras. Vencido, no pudo hacer más que darse la vuelta y alejarse tal como le había sido ordenado, aunque dudaba mucho que fuera a ser capaz de descansar. Esa noche o cualquiera de las siguientes.
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Tema: Re: Diabolus in musica (Martha) [03/04/2019]