Sobre ruedas (Bart Allen y Roxanne Illios)[7/03/2019]

Roxanne parecía tener un problema de memoria y es que por alguna razón se le olvidaban todas las veces que sus padres le dijeron “No vayas contando por ahí que eres una dragona o te vas a meter en problemas” no solo sus padres, si no Jeremiah también; cuando estaba con su familia tuvo que evitar varias veces que Roxxy mencionase eso de ser un ser mitológico, más que nada porque no sabía cuál sería su reacción al saberlo, pero fuera de la familia era totalmente diferente, si se lo soltaba a mucha gente al final acabaría sabiéndolo alguien peligroso,  un cazador de dragones o un coleccionista de animales mitológicos y aunque, claro está, Roxxy no quería que nada malo le pasase a ella o a su familia, estaba a punto de hablarle de ellos a un chico desconocido…bueno, no desconocido ya que conocía su nombre, completo además, era desconocido en el sentido de que solo había intercambiado unas pocas palabras.

Le miro a los ojos, como si así pudiera detectar si el muchacho era genuino y que podía confiar en el al 100%, si se lo contaba y el acababa siendo otro… “chico malo”, ella podría tener muchos problemas. Aunque claro que él ya le dijo que no era “Tyler” y parecía decir la verdad, además llegados a este punto seria incluso redundante seguir mintiendo. Aunque Roxanne confiaba en Bartholomew Henry Allen al 100% tras hacer sus maniobras mentales, aún seguía nerviosa y ni siquiera le había dicho nada todavía. Se rasco la cabeza con la mano izquierda, moviéndose el pelo fastidiando así su peinado un poco, la derecha la llevo a su moflete que lo aplano con la palma, sus pies daban toquecitos en el suelo en una repetición lenta y continua, dando algunos toquecitos con los talones y otros con la parte de los dedos, sus ojos no parecían poder quedarse quietos en un punto y miraban a su alrededor constantemente, miraron a una paloma que paso volando unos cuantos metros alejada de ellos, al skater que sacaba una botella de agua de su mochila para exprimírsela en la boca y al final volvió a centrar su mirada en Bart.

Le contesto algo que, aunque no sabía mucho de cómo era su familia o la relación que tenía con ella el joven, le pareció extraño cuanto menos, Bart tenia aspecto de chico joven y dejar a tu hijo irse solo en una ciudad nueva a lo mejor no era lo mejor que podías hacer siendo padre; al menos dejarle ir con algún amigo que se conozca la ciudad. Roxxy no pensó mucho en esto ya que recordó que ella estaba en la misma situación; la primera vez que estaba en esa ciudad y ya se había ido sola sin ningún miedo a perderse ¿Llevaba el móvil? No se paró a buscarlo, ya que recordaba el camino de vuelta a la casa de la familia de Jeremiah

-Bueno, no pasa nada yo creo que aquí puedo… contártelo

Miro a los lados comprobando así que nadie se encontraba lo suficientemente cerca como para escucharla hablar, tomo incluso más precauciones acercándose más a Bart casi como si fuera un niño pegándose al escaparate de una chocolatería. Suspiro y trago saliva, estaba lista para contarle que era en realidad, abrió la boca, la lengua hizo amen de moverse para empezar a pronunciar las palabras con las cuales le contaría su secreto y… la volvió a cerrar cuando dos jóvenes adultos pasaron a su lado hablando y riéndose entre ellos “¿Qué es esto? ¿Una sitcom?”

Una vez “pasado el peligro” y no habiendo moros en la costa, Roxxy al fin se vio capaz de una vez por todas contarle su secreto… sin embargo ahora tenía otro problema ¿Cómo contárselo? Lo más fácil sería decirle que su madre era una dragona y su padre un rey, o algo así, de hace muchos años y aunque existía la posibilidad de que él no la creyese esa no era la razón de no saber si contárselo así; ella pensaba que la gente se creía todo, o casi todo, de lo que ella decía ya que nunca mentía… bueno solo a veces, pero nunca con malicia. La verdadera razón de que no supiera como contárselo era que no se decidía si contarle la versión larga o la versión abreviada; la versión larga, aunque era un poquito más de tostón era más creíble, la versión corta… bueno, cualquiera puede decir “Yo soy un dragón” y quedarse tan contento.

Al final se quedó con la opción de contarle la versión abreviada de su historia, así si Bart tenía alguna duda o algo le podría preguntar a Roxxy alargando de esta manera la conversación que, siendo sincera, a la dragona le estaba gustando hablar con el muchacho “Incluso aunque parezca que haya tardado casi cuatro meses en contestarle” la narradora no dijo nada ante ese pensamiento interno de Roxanne. Un sándwich le fue tendido hacia ella al escuchar Bart los rugidos que salían de su hambrienta tripa, en otro momento habría declinado el ofrecimiento debido a su capacidad adquisitiva, sin embargo, el hambre la cegó y con un rápido movimiento de su mano derecha le quito el sándwich de la mano como si fuera un animalito hambriento. Abrió la boca y comprimiendo el bocata con su mano se lo metió entero en la boca agrandándose las mejillas como… como un hámster comiendo pipas, al darse cuenta de que a lo mejor no se estaba comportando bien, al menos no como sus padres le habían enseñado, se tapó los labios con la boca para poder hablar sin que se le viera la comida

-Perdón... y gracias

Aunque de todas formas hablar con la boca llena no era de buena educación, al menos si se tapaba un poco la boca al hablar era “menos desagradable”. Una vez se disculpó por haber comido como un pato volvio a centrarse en, bueno, en contarle de una vez por todas a Bart lo de su familia e incluso sin estar del todo segura si era acertado contárselo, Roxxy decidió confiar en él, aunque puede que la confianza no fuera lo suficiente al contar algo tan gordo

-Bueno veras… básicamente mi madre era una dragona y mi padre un rey o algo así

Sus manos se movían de izquierda a derecha con movimientos rápidos de las muñecas una y otra vez, lanzando sus dedos que eran arrastrados por el balanceo y también por eso de estar unidos al resto de la mano

-Y yo pues soy una Dragona y una humana a la vez

Al terminar de contarle su historia le planto en la cara una sonrisa de oreja a oreja, puede que contar historias no fuese su fuerte ni tampoco guardar sus secretos, pero lo que si se le daba bien a Roxanne era sonreír. Había hablado en voz baja, eso unido al hecho de estar tan cerca de Bart que casi podía meterla la nariz en el ojo ayudo a que nadie salvo el escuchase su historia… claro que ahora tenía que esperar a ver como reaccionaba el ante esto, o se lo creía de todo, o no se lo creía del todo o no se lo creía en absoluto, no tenía muchas más opciones. Para Roxxy era un pensamiento casi alienígena el que alguien no se creyera su historia, ella tenía en mente que si alguien decía la verdad la gente la creería siempre… no sería muy buena jueza ella.

Lo más básico de su historia ya estaba puesto sobre la mesa; era la hija de una dragona y un humano, ahora eso sí, tendría que explicarse un poco mejor si no quería dejar al joven con preguntas sin responder, total ya que ahora sabía lo que era en realidad ¿Qué tenía de malo darle los detalles? Además, si la conversación se llegase a alargar demasiado y Jeremiah la echase en falta solo tendría que llamarla al móvil, menos mal que no se le olvido llevárselo. Se limpió los labios de las migajas del sándwich usando el nudillo de su dedo índice como servilleta, sabía que eso no daba una buena imagen, mas no tenía otra forma de limpiarse. Sacudió las migajas que se había limpiado con cuidado de que no acabasen ni en su ropa ni en la de Bart.

Otro ofrecimiento por parte del muchacho y uno que sí tendría que declinar sí o sí; los sándwiches no eran notorios por su capacidad para quitar el hambre, a no ser que tu sándwich fuera un filetón con salsa de almendras metido entre dos panes, entonces sí que te quitaría el hambre y Roxanne… bueno, en su cumpleaños una vez le trajeron un bocata de dos metros supuestamente para todos y tuvieron que comprar uno extra porque Roxxy se lo comió ella solita en tan solo treinta minutos. Básicamente el sándwich que le dio Bart era, para poner un ejemplo, tirar una moneda a un pozo y esperar a que se llene, luego pensar “Hmm, si tiro más monedas a este pozo en algún momento se llenara”; acabarías pobre. Eso mismo le podía pasar a él si Roxxy decidía aceptar y ver que más le podía dar el joven, por suerte ella tenía constancia de esto

-No, gracias. Tengo un… apetito demasiado grande y no quiero dejarte sin nada de comer… o sin dinero

Pasado lo del bocata, Roxxy no se paró a pensar que a lo mejor le resultaría raro que una chica de su tamaño y de su físico tuviese un “gran apetito” de hecho sería una de las ultimas cosas que se te pasa por la cabeza al verla por primera vez, la primera cosa que se le suele pasar por la cabeza a todos y todas al verla es “¿Dónde estarán sus padres?”, al final tendría que aprender que su aspecto no denotaba tener diecisiete años en absoluto, lo que si denotaba era energía, la energía… de una niña pequeña

“V”, eso es lo que dijo el joven, cinco en latín, la letra uve del abecedario en muchos idiomas y según como se mire la letra “u” en el latín escrito, aunque no parecía estar refiriéndose a ninguna de esas cosas, él se refería a alguna historia; una serie, un videojuego o alguna película con ese nombre o al menos con eso en su nombre. Esto llevo a pensar a Roxanne en todo a lo que el chico se podría referir, de series hasta películas, de videojuegos hasta libros; The Elder Scrolls: V un juego al que ella jugaba en sus “ratos libres” tenía protagonistas que eran reptiles y también había dragones, que se supone tienes que matar a no ser que tengas mods que te impidan hacerlo, de aspecto más reptiliano que otra cosa ¿Se refería a eso?  Que más daba, además si se paraba a pensar en todo aquello con “V” en su nombre se pasaría el día entero pensando.

-No tengo esca

Tuvo que parar de hablar cuando Bart le paso el pulgar por la cara, no es que le molestase, pero cuando era pequeña su madre le limpiaba muchas veces la cara usando el pulgar y siempre, sin excepción, sacaba la lengua y se pedorreaba con la boca, era algo que no podía evitar hacer

-Pffft

Tras la inspección de Bart, de resultado negativo al no encontrar ninguna escama en su cara, Roxxy volvió a meterse la lengua dentro, ignorando que a lo mejor fue raro que hiciera eso, y seguir con su explicación de porqué no tenía escamas en su cuerpo

-No tengo escamas, es que cuando me transformo tengo plumas y no escamas, además- se paró a rascarse la columela de la nariz –estoy bastante segura de que nací mágicamente”, así que no soy una hi… hibr… eso.

Se quedó pillada al intentar decir la palabra “hibrida”, cuando le pasaba eso prefería pasar de decir la palabra entera y esperar que la persona con la que estaba charlando entendiese lo que quería decir.

-Por eso tengo tanto apetito- explicando asi lo de antes de "tengo un apetito demasiado grande", el apetito de una dragona -y tambien la misma fuerza, y peso, en ambas formas… magia.

Levanto las manos y movió los dedos imitando a un mago echando magia, acompañado con un ululo haciendo la vez de efectos de sonido, más que un mago parecía un fantasma. Al menos esperaba haber aclarado la duda de Bart de porque no tenía escamas

Off:

Otra vez tuvo que declinar la oferta de Bart de darle comida, la joven dragona tenía un espíritu amable lo que le hacía no dudar ni un segundo si alguien le pedía comida, razón de porque siempre que podía llevaba alimentos a los pobres con la ayuda de Jeremiah. Su bondad parecía no tener límites, pero cuando se trataba de aceptar la “caridad” de otros… eso ya le era más difícil. Hija de unos padres muy jóvenes, y ricos, Roxanne creció pudiendo tener todo lo que quisiera de hecho muchos regalos que le hicieron de pequeña ella se los regalaba a otra gente o simplemente los donaba, sus padres aprendieron la lección cuando cumplió once años y desde entonces no le regalan nada, sino que hacen una generosa donación a una organización elegida por ella. Por esto no era capaz de aceptar la ofrenda del joven, claro que tampoco le había explicado su “poder adquisitivo”

-Mi familia es… bueno, mis padres tienen mucho dinero así que no te preocupes- le sonrió agradablemente –Luego me comprare comida. Pero gracias por tu ofrecimiento

Una niña rica con dinero que no acepta la comida de los demás, sacado de concepto podría hacer parecer a Roxanne una típica niñita rubia que tiene todo lo que quiere porque sus papis tienen dinero… mas no podía ser más diferente de la realidad. Una vez le explico su situación, se dio cuenta de que cuando le ofreció comida con más “aporte calórico” no entendió muy bien a que se refería, para ella Bart no era más que un chico normal y cuando él le decía eso se imaginaba barritas energéticas de esas que Roxxy veía anunciadas en la televisión o a lo mejor el chico era parecido a ella y tenía que comer una cantidad exagerada para saciarse

-¿Mayor aporte calórico? Oh, ¿Eres como yo? ¿Tienes que meterle muchas calorías a tu cuerpo también?

Los ojos de Roxanne se abrieron y sus pupilas se dilataron, claramente excitándose demasiado por una tontería como era conocer a alguien que comiese igual que ello; como un pozo sin fondo. Ahora el chico le dio otra idea, ir a un sitio de comida y ya que ella comprara lo que quisiera y eso sí que era una buena idea, lo malo es que la cartera se la había dejado en la casa de la familia de Jeremiah y que sus padres no le habían dejado nada de dinero para el viaje; el dinero lo llevaba Jeremiah por si tenía que comprar comida extra para la dragona

-¡Eso estaría genial- volvió a sonreírle –Oh pero… es que me estoy quedando en la casa de los familiares de un amigo- nunca llamaba a Jeremiah “mayordomo” ya que ella lo veía más como un amigo, casi como un hermano –Y no tengo dinero aquí ahora mismo… pero si quieres podemos quedar luego ¿Qué te parece?

Bart le había caído bien, claro que no es que fuera muy difícil caer bien a la dragona; ¿No eres un genocida? ¿No eres extremadamente malo? Pues ya le caes bien, pero algo de lo que Roxanne no se percataba, pero si sus padres, es que aparte de Jeremiah… no tenía muchos más amigos. Saludaba a todo el mundo, era amable con todos e intentaba car bien a todo el mundo, pero en cuanto se trataba de salir con gente de su edad, o con más mayores o más jóvenes… le parecía resultar difícil, sus padres a veces se preocupaban de que se sintiera sola, más ella nunca demostraba nada de esto al estar siempre feliz; para ella todos eran sus amigos hasta que se demostrase lo contrario, aunque visto desde fuera la jovencita parecería estar muy sola al ni siquiera tener amigos, en el sentido normal de la palabra, con los que jugar a los cuatro videojuegos contados que juega. Bart podría ser un nuevo amigo, aunque Roxanne ya lo veía como tal para el joven podría ser diferente, a lo mejor para él no era más que una joven extraña

Bart demostró interés cuando ella le confeso que en vez de escamas su cuerpo draconiano estaba cubierto por plumas, lo que le hizo sonreír orgullosamente; no todos los días alguien le decía “cool”, esto le recordó a un dato curioso que vio en un documental que hablaba sobre los dinosaurios y su evolución

-Pues sabes, las plumas antes eran escamas que evolucionaron lentamente en plumas, como las de las patas de los pájaros

Le sonrió, aunque no supiera exactamente si a Bart le interesaba ese dato, ella se lo dio esperando que le pareciese igual de interesante que a ella. Eso sí, cuando él le compartió su interés por ver su forma dragona, tuvo que decepcionarle

-No puedo, no me dejan transformarme, me dicen que es peligroso que la gente puede asustarse... y atacarme

Se puso cabizbaja, si por ella fuera saldría volando por los cielos en ese mismo instante con el joven en su lomo como en esa película que veía de pequeña de cuyo título no podía acordarse… aunque puede que algún día pudiese llegar a transformarse sin miedo a la reacción de la gente… algún día.

-La verdad- se rasco la barbilla ante lo que le dijo Bart de los híbridos –no he pensado mucho en ello, de hecho, ni siquiera sé con qué clase de magia me creo mi madre… ojalá pudiera preguntárselo en persona.

Se dio cuenta de que ahora el sabia cosas sobre su familia y sobre ella, y ella no sabía casi nada sobre el

-Bueno, dejémonos a mí a un lado- sacudió la cabeza de lado a lado, como si estuviera negándose a seguir la conversación en torno a ella -¿Y tu familia? ¿Cómo son tus padres?

Le sonrió ampliamente, expresando real interés en saber más del joven que acababa de conocer

Habían llegado al punto de la “paradoja de las buenas personas” en las que dos buenas personas intentaban hacer lo que ellos pensaban que era lo mejor para el otro, haciendo asi imposible que ninguno de ellos acabara satisfecho; el joven le ofrecía comida amablemente y Roxxy la rechazaba amablemente con la idea de que al tener el dinero que tenía (y el apetito) no estaría bien aprovecharse de la amabilidad de un chico que acababa de conocer, esto también le hacía pensar a la dragona en una situación invertida, una en la que ella ofrezca comida a alguien hambriento y este, o esta, le negase el ofrecimiento ¿Como se sentiría entonces? Seguramente no sería para tanto, o al menos eso pensaba ella ya que pocas veces alguien rechazo alguno de sus ofrecimientos.

A sí, el metabolismo. Roxxy vio sobre todo eso en un documental que echaron por la tele hace unos años, como algunas personas podían comerse cinco hamburguesas con triple de queso en un dia y no engordar ni un kilo mientras que otras con tan solo oler una aceituna subían siete kilos, sin embargo, en el propio reportaje también hablaban de que tener el metabolismo rápido no te daba una inmunidad contra las enfermedades que venían por comer demasiada comida basura, demasiado azúcar, etc… etc…. Y ella habiendo viajado a otros países podía decir con seguridad que los niveles de azúcar en la comida de los estados unidos era tan elevada que si se exprimiera de todos los alimentos del país se crearía un nuevo continente. Quemar las calorías era lo normal, pero no tanto el quemar “otras cosas”. Ella por suerte era bastante “sana” a la hora de comer, sana entre comillas porque sí, meterse un pollo entero en menos de diez minutos mucha gente lo vería como algo poco sano, más Roxxy comía poca, por no decir casi ninguna, comida basura; siendo de una familia asquerosamente rica nunca fue a restaurantes de comida rápida así que todo eso es extraño para ella. No fue si no con la llegada de Jeremiah a su vida que empezó a comer otras cosas, ella y sus padres; las hamburguesas caseras del joven mayordomo eran una delicatesen para la familia, lo malo era que para hacer la de Roxxy tardaba casi dos días

Otro ofrecimiento de Bart que Roxxy iba a rechazar amablemente… hasta que se dio cuenta de que este si que podía aceptarlo. A diferencia de la mayoría de personas en el mundo, la jovencita solo veía el dinero como un papel sin sabor “Bueno esa parte si que es común en todas las partes del mundo… ¿no?" que podía ayudar a la gente a ser felices pero que para ella no tenía valor alguno. Es por eso que si Bart le dejaba dinero para poder comprar algo de comer ella se lo podría devolver cuando vuelva a tener su cartera… aunque también le podría devolver un sandwich… pero eso no se le pasó por la cabeza

-¡Vale! Así cuando tenga la cartera, te puedo devolver el dinero y ya esta

Le sonrío, solo le faltaba estar moviendo una cola de lado a lado y ya estaria completa su transformación; parecía un cachorro que le acababan de decir “Buen chico” y dado una chuche

-Podemos ir a… ¡algún sitio!- No tenía ni pajolera idea de donde se podía comprar comida en esa ciudad o mejor dicho; no tenía ni pajolera idea de donde se podía comprar comida en esa ciudad sin que te miraran raro por pedir una cantidad exagerada; aún recuerda la cara que se le quedó a un heladero cuando en vez de una tarrina le pidió un cubo entero de helado -Y comprar algo y podemos comer juntos

Roxxy ya se había hecho ideas en la cabeza cuando Bart solo le ofreció prestarle dinero, Roxxy es que era mucho de asumir sobretodo si se trataba de comida y de la compañía de alguien; comer sola era algo que no le gustaba. Cuando Bart dijo “la ciencia y tecnología” Roxxy soltó una rápida carcajada. Podrían ser aliados si no fuera por el hecho de que ·”niñas que han sido creadas usando magia por una dragona con la sangre de un humano” no entraba en el filtro de investigación de la mayoría de científicos… aunque en verdad, si que le podría ser útil para descubrir más sobre su madre, más que nada porque ella se hizo a la idea de que estuvo viva por mucho, mucho tiempo y alguien que vive tanto tiempo… alguna marca tiene que dejar, y para eso si que había científicos, la cosa era encontrarlos.

La historia familiar de Bart le recordó un poco a la suya, no es que fueran muy parecidas pero si que tenían algunas similitudes como el no haber sido criados por sus padres biológicos

-Lo siento mucho por tu padre, seguro que era un buen hombre

De nuevo volvía a asumir aunque no tenía motivos para pensar que su padre era un ”buen hombre” tampoco tenía motivos para pensar lo contrario. Eso si, lo de que su madre no podía hacerse cargo de él le recordó a una historia que ella conocía bien

-Me has recordado a mi amigo Jeremiah, el mayordomo de la familia- Eso ultimo lo dijo casi sin querer ya que aunque sus padres si que se referían a él como el mayordomo, Roxxy pocas veces lo hacía -Que se crió sin padre y cuando él y sus hermanos se hicieron mayores nadie podía… o quería, ahora mismo no me acuerdo de que dijo, cuidar de su madre anciana así que él decidió cuidarla hasta que un dia yo me lo encontré y ahora él y su madre viven en la casa de mis padres… en mi mente las historias era más similar, lo juro

Cuando lo contó se percató que la historia de Jeremiah y la de Bart no eran tan parecidas como ella pensaba, en vez de ser la madre la que no se puede hacer cargo del hijo, son los hijos los que no se podían hacer cargo de la madre… básicamente lo contrario a lo que le contó.

Por fin se pusieron de acuerdo y era el momento de elegir un lugar en el que comer, menos mal que Roxxy se lo tragaba básicamente todo por lo que elegir dónde o qué tipo de comida comprar seria mucho mas fácil que convencer a la jovencita de aceptar “limosnas”. La pregunta que le hizo Bart, sin embargo, tardó unos segundos en responderla y eso que la respuesta estaba clara

-Pues… ¡Todo! La verdad

Se rasco la barbilla con el dedo índice y el pulgar mientras ponía cara pensativa

-Aunque suelo comer comida que llene mucho porque… bueno, tendria que comer más ensaladas que una vaca para estar llena

Soltó una carcajada ante la comparación que se acababa de hacer que ni siquiera sabía si era verdad o no ¿Cuanto podía comer una vaca? Roxxy no sabia esa respuesta, lo que si sabia es que ella si que se podía comer una vaca entera, o al menos eso cree ella. Nunca ha visto una vaca en persona.

-¡La pasta me encanta! Los italianos tienen una cocina excelente, molto bene. Aunque el sushi esta riquisimo tambien, 美味しい

Con todo esto, la muchacha se dio cuenta de algo crucial; no le había dado una respuesta clara si no varias diferentes

-Bueno… si vamos a comer juntos, mejor elige tu

Le sonrío, qué era lo que mejor se le daba hacer y dejo que eligiese el ya que ella nunca se decidiría por un tipo de comida ni aunque estuviese años mirando que comer. Bart aclaro antes de nada que su comida se la iba a comer para no desperdiciarla y en eso estaba muy de acuerdo Roxxy; tirar comida en buen estado era un crimen… bueno y a veces incluso en mal estado, aún recuerda esa semana que se pasó en el hospital por comerse un trozo de sándwich que encontró debajo de su cama, nota mental para si misma; si el pan está verde y lo de dentro morado significa que no es comestible.

La joven respondió a la sonrisa del chico con otra sonrisa y eso de que su padre fuese buena persona le recordó, y esta vez no porque se pareciese la historia, a su padre biológico

-Mi padre biológico también fue un buen hombre… creo, la verdad no se toda la historia. Se que era un Rey, como ya te dije, que pensaba que la guerra no era la solución, sino el diálogo- se pasó la mano derecha por la cabeza -tambien se que murio por esos ideales

Con eso termino todo lo que sabía de su padre biológico, si tuviera que hablar de su padre adoptivo sí podría decir más cosas ya que lo conocía mejor. Curiosamente la edad de su padre una vez que la gente le conocía le extrañaba, Roxxy tenía 17 años y su padre aun no llegaba ni a los 40 años ni de lejos así que haciendo cuentas, esto claro está sin saber que Roxxy es adoptada, tendría que haber tenido a su hija muy de joven demasiado como para ser algo normal. Su madre no, su madre era unos años más mayor que el.

Los ojos de Roxxy se iluminaron cuando se acordó, casi por arte de magia, que tenía que avisar a Jeremiah si quería irse a comer con Bart por la ciudad. Menos mal que se acordó

-Voy a avisar a mi amigo de que me voy a comer fuera ¿Vale?

Sacó su teléfono y marcó el número que automáticamente llamaba a Jerry, cuando lo cogió ambos se alegraron de escuchar la voz del otro

-¡Jerry! Estoy en un parque de skate con… si, un chico… no, no es como… es joven, no se cuantos años tiene, no se lo he preguntado- Roxxy daba vueltas sobre si misma mientras hablaba por el móvil -Sí, es de fiar… no es.... Vaaale

Se apartó el teléfono del lado de la cara y estando aún en llamada presiono la tecla que tenía forma de cámara y la cara de Jeremiah apareció en su teléfono

-A ver, dejame ver a ese “chico”

Se notaba la desconfianza en la voz del hombre, él no conocía a Bart y que Roxxy estuviera con un desconocido le daba mala espina; sabía que la joven dragona podía ser muy confiada a veces.

-Mira, es el. Se llama Bart

Le enseñó a Jerry al joven al cual saludo con un gesto de la cabeza

-Hmm… no parece peligroso, eso es verdad

-¿Ves? No tienes que preocuparte

-Sabes que si… Roxanne, eres muy confiada y a veces tengo miedo de que alguien malo se te acerque y tu..

-¡Tranquilo!, soy muy fuerte

Roxxy sonrió de oreja a oreja, Jeremiah prefirió fruncir el ceño

-Sí, pero no intimidas nada

Eso no podía negarlo, si la gente no solía acercarse a ella para intentar engañarla o atracarla cuando iba con Jerry era porque el gigante de dos metros y algo intimidaba a cualquier persona… bueno no a cualquier persona, muchas mujeres se acercaban para pedirle su número; era muy popular entre el género opuesto aunque él nunca aceptaba invitaciones de mujeres desconocidas. Era algo tímido en cuanto a esos temas

-Bueno… solo digo que tengáis cuidado y… pasadlo bien

Desde el móvil Jerry lanzó una mirada a Bart y se despidió con otro gesto de la cabeza, cuando volvió la mirada a Roxxy sonrió. La voz de una mujer, de la madre de Jeremiah, se escuchó por detrás de Jerry y este se giró un momento mientras la joven se despedía

-Adios Jerry, dale muchos besos a tu madre de mi parte, ¡hasta luego!

Cuando Jerry se despidió con otra sonrisa y otro gesto de la cabeza finalizó la llamada. Roxxy guardo el movil y sonrió a Bart

-El era Jeremiah, Jerry. Es mi amigo, bueno es el mayordomo de mi familia, pero para mi es mas mi amigo

Lo aclaro por si no había entendido la dinamica del duo Roxxy/Jerry. Ahora lo que quedaba era esperar a que Bart se comiera su comida y luego que el decidiese que comida comer ya que para Roxxy… eso seria demasiado dificil.

Aclaraciones:

Giro hacia la vaca cuando le comento lo del peso del bovino, torció la cabeza hacia un lado y en su rostro se pudo ver que no entendía que él no entendió que quiso hacer un chiste, por eso se extrañó un poco cuando le pregunto su peso

-Dos toneladas- le respondió mientras “destorcia” la cabeza -si tuviera que comer diez por ciento de mi peso tendría que comerme...

Se miró a las manos con las que empezó a contar en voz baja y por unos segundos casi parecía que le fuese a salir humilló por las orejas, segundos después volvió a alzar la cabeza y miró a Bart de nuevo

-Muchas ensaladas

No le habían salido las cuentas y se quedó con una leve expresión de frustración en la cara, parecía un niño que se comió una galleta pensando que era con trocitos de chocolate y resultó ser de pasas, mas al preguntar el joven que si le parecía bien ir a un restaurante italiano su rostro se iluminó de nuevo

-¡Vale! Y cuando estemos en el restaurante, le mandare la ubicación a Jeremiah para que pueda venir con mi cartera

Sonrió de oreja a oreja, no pensaba en ningún momento que iba a comer gratis, si Jeremiah llegase a tiempo pagaría ella y si llegase tarde teniendo así Bart que pagar todo el, le daría el dinero al chico; el plan perfecto y sin fisuras “A no ser que haya un terremoto, entonces si puede haber fisuras… no es culpa mía, yo no soy la que escribo esto”.

Se apeno, de nuevo, al volver a escuchar que el padre de Bart había muerto, pero sonrió cuando le dijo que él murió ayudando a los demás, aunque ella no supiera nada de ninguna invasión tiránica… puede que fuese porque el padre hizo un buen trabajo, no tenia ni idea

-¡Yo- sonrio de oreja a oreja, con los ojos cerrados al ser apretados por los mofletes y se cruzó de brazos -voy a cambiar el mundo, no me importa si muero intentándolo!

Esa sonrisa transmitía confianza y una “valentía” ante la muerte increíble, pero también transmitía desconocimiento e infantileza; ella exclamaba que “cambiaría el mundo”, sin embargo, eso era más fácil decirlo que hacerlo. Muchas personas intentaron cambiarlo, algunas para mejor y otras para peor, y no todas consiguieron hacer lo que se prometieron, más Roxxy no pensaba en nada eso, en su mente solo veía su “triunfo”

-Aunque aun soy muy joven… bueno, eso me da más tiempo para hacerlo

Se rio sonoramente, algunas personas que se hallaban cerca la miraron al escucharla para luego seguir su camino, Roxxy centro su mirada de nuevo en Bart mientras sonreia

-¿Nos vamos entonces?

Off:

Al escuchar la respuesta a cuanta fruta y verdura tenía que comerse, se dio una palmada en la frente al darse cuenta de lo estúpida que había parecido al no saber hacer una cuenta tan sencilla

-Es verdad, que había que multiplicar. Lo siento, es que suspendió matemáticas

Roxxy le había contado su deseo de cambiar el mundo y no como otras personas que al escuchar eso se burlarian de ella diciendo cosas como que “es algo estúpido” o “es imposible” el joven, en cambio, le respondió que no importaba la edad; si quería cambiar el mundo no importaba cuando se empieza, o al menos eso entendió ella. No pudo hacer otra cosa que sonreír

-¡Sí! Yo intento hacer ahora todo lo posible pero…- agacho la cabeza al suelo un segundo para seguidamente mirar directamente a los ojos del chico -si no lucho contra la razon de las injusticias que hay en este mundo, al final todo mi trabajo sera en vano

Ella se refería a que aunque ella donará todo su dinero a la caridad, que era algo que prácticamente hacía y sus padres ya le dijeron en múltiples ocasiones que no podía donar más de diez millones al año porque si no acabarían en la bancarrota, a gente que lo necesitará más que ella, si no hacía algo por cambiar la razón de la existencia de esas personas pobres, maltratadas o hambrientas, al final todas esas donaciones habrian sido en vano. Era como llenar vasos de agua en un grifo para intentar que no se llene la habitación de agua, sin cerrar el grifo, pero para eso tenía tiempo. Ahora mismo, y ella lo sabía, era demasiado joven y dependía demasiado de sus padres y Jeremiah como para hacer lo que prometía. Aunque ella estaba segura de que algun dia de estos pondría el mundo patas arriba

La joven dragona siguió impacientemente al chico hasta llegar al restaurante italiano que emitia un aroma tradicional, casi como si fuera la residencia de una familia italiana que por el azar de la vida tambien vendian comida. Una vez en el restaurante, les saludo un camarero, les llevó a una mesa para dos y tras pedirles nota les trajo sus respectivas comidas, Roxxy se sintió un poco mal al ver que Bart no pedía nada, más se enteró durante la conversación que tuvieron mientras ella se zampaba uno de sus platos de cannelloni di magro con ricotta e spinaci, mientras algunos clientes e incluso algunos camareros la miraban impresionados por su capacidad de tragar, de que el tenia mas comida luego y por eso no pedía nada.

A la joven le gustaban las “comidas étnicas” aunque para ella no eran más que comidas, todo debido a no solo que sus padres la llevaran en muchos de sus viajes por el mundo haciendo así posible que probase de todo un poco si no que incluso sus padres tenían diferente gastronomía étnica; siendo la madre de origen griego y el padre de origen alemán. Una vez terminó de comer, el camarero les entregó la cuenta no sin antes resaltar lo impresionado que estaba con Roxanne; ver a  una adolescente tan pequeña y delgada comer de esa manera siempre era impresionante.

Menos mal que Jeremiah apareció poco después y tras presentarse formalmente ante Bart, pagó la cuenta y dejo que Roxxy y el joven se despidieran, incluso la dragona le pidio el numero de telefono a Bart. Sus caminos se separaron  al fin y la dragona se fue con su mayordomo-mejor amigo de vuelta a la casa de la madre de este. Roxxy, como era de costumbre, esperaba con toda su alma volver a ver al chico algun dia de estos. De momento tenia su numero y eso ya era suficiente para ella