Negocios misticos 21 de junio 2018(Thaddeus )

Sin Wallace y sin Bart frustrando sus planes y teniendo a Iris y Artemis comiendo de su mano a Thaddeus Thawne II se le brindaba por primera vez en su vida la oportunidad de tener una existencia decente y forjarse un camino en el lado bueno de la ley. Sin embargo, al sucesor del legado de los Thawne, le aburría terriblemente pasarse el resto de sus días teniendo una moral y  una ética. Además, le repugnaba la idea de tener que ayudar y querer a los demás. Se le hacían heridas y le dolían los músculos faciales de tener que fingir la estúpida sonrisa y alegría del verdadero Bart Allen. Era un sociópata, no le agradaba nada vivir rodeado de personas y tener que convivir pacificamente con nadie. Le gustaba la violencia, el desorden, el dolor y el caos. Cosas que eran completamente contrarias al estilo de vida que llevaban los héroes. Quería una vida muy diferente de la vida que tenía la persona a la que estaba suplantando.

Por eso, desde hacía unos meses había reactivado su actividad delictiva. Sabía que para costearse sus proyectos malignos, científicos y tecnológicos lo primero que necesitaba era tener una ingente cantidad de dinero contante y sonante. Sus primeros delitos en Omega fueron pequeños robos de dinero, sutiles sustracciones de pequeños billetes a las carteras de los paseantes.  Eso podía pasar desapercibido como una pérdida o una mala gestión del dinero que llevaba la víctima en la cartera. No obstante, se dio cuenta muy pronto que esas prácticas no le iban a reportar la cantidad de dinero que necesitaba y ansiaba.

No obstante, se dio cuenta muy pronto que esas prácticas no le iban a reportar la cantidad de dinero que necesitaba y ansiaba. Cambio sus acciones. Thad comenzó a robar objetos de más valor a familias pudientes. esos si que reportaban un buen dinero en el mercado negro. Ahora había decidido probar a robar y vender reliquias místicas. Esos objetos con poderes mágicos tenían un incalculable valor. Magos y personas que los codiciaban pagaban inmensas fortunas por llevarlos a su casa.

Recientemente, había conseguido dos artilugios de un gran poder mágico: el ojo de Ra y la Vara de Esculapio. El ojo de Ra era un disco circular de oro con el grabado de un ojo egipcio. Era un reliquia milenaria que le pertenecía a los creyentes del mentado dios egipcio. Este objeto, por la información que había recabado el menor, daba al portadorla energía del sol, incrementaba enormemente la fuerza mística del dueño. Proporcionando un poder extra con el que derrotar a los enemigos. El segundo objeto que había conseguido mediante argucias, la vara de Esculapio era un pequeña vara de unos treinta y cinco centímetros de largo con dos serpientes enrolladas alrededor de esta. Este objeto mágico otorgaba al usuario un increíble poder de sanación.

Se había trasladado hasta Nueva York para hacer algunas transacciones  con los dos objetos. Una de las ciudades fuera del área de influencia de los Flash. No quería levantar ningún tipo de sospechas que pusieran en jaque su tapadera. Aún le podía ser de utilidad que todo el mundo de su alrededor siguiera pensando que era el segundo Kid Flash.