145Koriand'r DC Universe
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| Tema: Prueba de rol de Koriand'r 14th Enero 2018, 14:06 | |
| El mundo parecía cobrar vida alrededor, en medio de la oscuridad. Recuerdo que antes de la confusión, tuve un breve instante de felicidad desnuda. No había miedo, ni confusión, ni incertidumbre. A medida que despertaron mis sentidos, empecé a percibir el sol sobre mi piel, el aroma a sal marina, el suave mecer del oleaje, la sensación del agua y el espuma acariciando mi cuerpo. Era una sensación maravillosa, hasta que las preguntas llegaron hasta mí, traídas con una ola. Sentí cómo lamía mi rostro, y me pregunté dónde debía estar exactamente. Quise abrir los ojos, pero se sentían pesados, cansados y entonces me di cuenta que era una sensación que se repetía a lo largo de mi cuerpo.
Esperé, al principio desorientada, pero a medida que la luz solar alimentaba mi ser, sentía como todo mi cuerpo poco a poco despertaba. Sentía el cansancio y el dolor punzante del sobreesfuerzo, y con ellos se agolpaban más dudas a mi mente. Cuando me sentí con fuerzas para abrir los párpados, vi que todo a mi alrededor hasta donde la vista alcanzaba, era un brillante e infinito océano. El sol se reflejaba en su superficie con tanta fuerza que casi dolía a los ojos, y bajé la mirada a mis pies. De la punta de los pies, hasta las rodillas, mi cuerpo se encontraba sumergido en el agua. Me encontraba sentada en un cuerpo metálico y esférico, que en un principio no me parecía nada que yo pudiera recordar. Hasta que me di cuenta de que su forma se encontraba ligeramente deformada por el impacto contra la esfera terrestre y el aterrizaje forzoso que acababa de realizar. Por supuesto que reconocía aquella nave. Era de esos recuerdos que quedan grabados a fuego en el alma y que no puedes olvidar por mucho que te esfuerces, por más que lo intentes. Cómo olvidar la nave Gordania que me había permitido escapar de la Ciudadela… Años atrás. ¿Años? No era posible. Acababa de llegar a la tierra, de eso estaba completamente convencida. Y a la vez… no pude evitar fruncir el ceño, intentando poner en orden la ruina de pensamientos y recuerdos, que tenía ahora mismo en la cabeza. Como si el impacto las hubiera desordenado y tuviera ahora que seguir las piezas una a una para colocarlas de nuevo en su sitio.
Soy la hija más pequeña de la familia real de Tamarus, Koriand’r, princesa de Tamaran, en la galaxia de Vega. Recuerdo que cuando mi Galaxia estaba volviendo a ser asediada por los Psions, mis padres enviaron a mi hermana, Komand’r, a una guerra suicida.
Mi hermana, me traicionó, y me entregó como esclava a la Ciudadela. Y aquí empezaba lo extraño… Recordaba escapar de la nave de los Gordanians. Recordaba volar por sus pasillos utilizando mis starbolts, esperar a que mi guardián se confiara para dejarle fuera de combate y huir de aquella nave de pesadilla, llevándome por delante tantos alienígenas como me fuera posible.
Recordaba huir a la Tierra, encontrar y conocer a los Teen Titans, cómo llegaron a formar parte de mi vida como si fueran mi verdadera familia. Recordaba todas y cada una de nuestras aventuras… Y al final, recordaba despertar de nuevo en la Ciudadela, en mi celda, incapaz de volar, incapaz de controlar mis Starbolts, recordando a los Titans, sin recordar cómo había llegado hasta ahí esta vez. Recordaba una explosión, cómo de repente el mundo a mi alrededor perdía sentido. Pensar que la Tierra habría desaparecido, y encontrarme de nuevo en esa desdichada nave, como si todo lo que viví en la Tierra… hubiera sido un sueño.
Me tiré al agua de cabeza, utilicé mi poder para propulsarme por su interior y nadar bajo la superficie marina. Todo era como yo lo recordaba, era la Tierra, por bien que era incapaz de adivinar en qué punto exacto me encontraba, hasta que vi un delfín. Nadé hacia él, y a poca distancia sus ojos encontraron los míos y de algún modo, le entendí. Estaba de camino a reencontrarse con el resto de su manada, así que le acompañé y cuando se hubo reunido con los suyos, volví a la superficie.
Podía hablar con los delfines. Eso significa que mis vivencias en Florida, no eran un sueño. Sol y Stella, no eran un sueño. Robin, Raven, Donna, Wally, Cyborg y Garfield… No eran un sueño. Sentí como las comisuras de mis labios se tensaron en una sonrisa de oreja a oreja, mientras un peso en mi pecho desaparecía a la misma velocidad en que se tarda en suspirar. Pero, ¿Cómo había vuelto a encontrarme en esa situación? ¿Qué había pasado? Ese segundo escape hubiera sido una réplica exacta de mi primer intento exitoso de escapar, si no hubiera sido por el pequeño detalle de mis poderes. Esta vez me había abierto camino a base de puños y patadas, incapaz de volar, como si hubiera estado encerrada durante mucho tiempo, privada del sol… Pero recordaba la sensación al despertar, tan viva que seguía candente en mi piel. Recordaba el odio, y el cómo incluso privada de mi poder, el entrenamiento recibido en Okaara me llevaba a derrotar a mi enemigo, sin pensar, sin darles la oportunidad de alzarse de nuevo en mi contra. Recordaba el deseo de violencia tan primitivo que poco a poco había luchado por acallar a lo largo de mi relación con los Titans, tan intenso y desnudo de pensamiento como la primera vez… Había deseado herirles, y llevarme tantos por delante como me fuera posible. Recordaba haber despresurizado el hangar de la nave para asfixiar a todos y cada uno de los Gordianos que se encontraban en las proximidades del parking espacial. Demasiado real, demasiado cercano a mis verdaderos sentimientos y recuerdos para no haber sucedido nunca. Pero de repente también recordé como al escapar, mientras mis manos se deslizaban por el panel de control de la aeronave con mano experta, ser capaz de recordar cómo pilotar después de tantos años no había sido la única sorpresa en el viaje "de vuelta". Zigzagueé por el espacio, evitando los disparos de la nave nodriza, con esa intensa sensación de haber vivido ese día tiempo atrás, hasta que llegué a un centenar de pequeños asteroides flotando en la nada. El segundo incidente diferenciado de mi primera vez escapando. La luna de Hnyxx, se encontraba destrozada en pequeños pedazos que flotaban sin rumbo para la eternidad. Pero recordaba claramente, que esa luna había sido destruída cuando intenté esconderme tras ella.
De repente supe que sería capaz de huir. Porque ya lo había hecho con anterioridad. Fijé el rumbo en la pantalla y me preparé para el salto espacial. Ya lo había hecho una vez. Sabía a dónde me llevaría. Hasta dónde me iba a llevar.
Me alcé en el aire, volando, y dejé que por un momento la cálida sensación del sol devolviéndome la energía se hiciera paso entre las preguntas y me diera un pequeño remanso de paz. Di vueltas en el aire, carcajeándome, dejándome caer en un tirabuzón, sólo para volver a alzarme a toda velocidad, haciendo círculos y piruetas, viendo la estela carmesí a mi espalda dibujar formas que nacían en mi corazón. Era una sensación maravillosa. Y a la vez, era un recordatorio, una prueba más, de que realmente había estado encerrada una larga temporada. Era una sensación de libertad tan genuina que era impensable que hubiera sido un sueño o una fantasía. Así que cuando me sentí satisfecha me detuve en mitad del aire, pensativa.
Si estaba en lo cierto, y todo cuanto recordaba era real, - y siendo sinceros, no tenía motivo alguno para pensar que no lo fuera - en algún momento de mi vida había sucedido algo que me había devuelto al inicio. O a vivir un dia exactamente igual al que me había llevado a caer en la Tierra. No podía saber si se encontraba de un sueño, cosa bastante improbable, o de algún otro suceso extraño. No sabía cuanto tiempo me había ausentado, cuanto tiempo había pasado, o qué, ya que estabamos. Y por más que pensara en qué podía hacer, en su gran mayoría, todas y cada una de las respuestas señalaban en una misma dirección.
De nuevo empecé a volar, aunque no tuviera un rumbo muy fijo, en línea recta. Pensaba encontrar tierra, y una vez allí, intentaría descubrir dónde estaba. Y de ahí, podría encontrar el camino al pequeño Islote de Nueva York, en el East River, donde se alzaba la Torre de los Titans. Tenía un sinfín de preguntas, pero había una que palpitaba por encima de las demás. Comprobar que el resto estaba bien, que se encontraban sanos y salvos. El resto de preguntas, seguirían después, y todas y cada una de sus respuestas.
Pero lo primero, era lo primero. Tenía que encontrar el camino de vuelta a casa. _________________ #8674cf | |
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Dick Grayson DC Universe
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Ficha de Personaje Alias: Nightwing Nombre real: Richard John Grayson Universo: DC Universe
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