FICHA DE TORNIUS DORMET
Nombre: Tornius Dormet.
Alias: Emisario del Maestro
Edad: 378 años.
Universo de origen: Un mundo de caballeros que solo conoce su propia justicia, y la guerra contra otros mundos que han sucumbido a los «
Corruptus».
Organización:
«La Orden de la Fe Inquebrantable», formada por temibles caballeros de ciega convicción y fe hacia la «
Gran Madre Progenitora» y el «
Maestro de su orden»
Nacionalidad: Planeta «
Obscuran», en una galaxia renombrada por la lengua de este mundo, denominada «Galor Nimbus» (Barrera Creyente).
Raza: Alienígena.
Mentor: El Maestro de la orden.
Bando: Bueno.
Ocupación: Ostenta el puesto denominado «Guardián de la fe», que consiste en liderar a las legiones en caso de conflicto, o en misiones de paz actuar como emisario.
Descripción Física:
Musculatura sobrehumana, alto (2,20m). Su uniforme de combate se compone de una servoarmadura artesanal de color azabache con los símbolos sagrados de su Orden.
Tiene el pelo corto y oscuro. Su rostro aparenta la edad de alguien de 35 años humanos. Le marcan dos cicatrices, una atravesándole la boca en diagonal, y la otra en vertical recorriéndole la mejilla derecha que no llegan a cruzarse nunca. Sus ojos son de azul claro.
Descripción Psicológica:
Con la armadura encima, Tornius es una persona profesional y seria, que antepone el deber a todo lo demás. Las bromas se le escapan, y es algo inocente, de mente abierta. El adoctrinamiento de su raza lo ha convertido en alguien frío, que antepone sus principios y su religión por encima de sí mismo incluso. En caso de conflicto de creencias, para él no hay género de duda, incluso en su papel como civil.
HistoriaObscuran, un mundo lleno de luz renacido de la muerte, como una bendición para el universo dado por la Gran Madre Progenitora. Es el faro de esperanza y orden en los momentos más oscuros de la vida.
Gratior Voluptus Darnos (Gran Maestre de La Orden de la Fe Inquebrantable).
Nacido en el seno de una familia humilde Tornius Dormet tuvo una infancia feliz, obedecía y ayudaba a sus padres, era buen estudiante… Cuando cumplió los 18 años y terminó los estudios empezó a trabajar de alfarero con su padre, ya que las normas del nuevo orden de Obscuran era continuar con el trabajo de tus progenitores. Las leyes del nuevo orden dictaban que el último año de estudio de los alumnos consistía en instruirlos para suceder a sus ancestros. También tenía la opción de alistarse en la Armada de Fe, el ejército regular del planeta, u ofrecerse voluntario para ser instruido como Caballero de La Orden de la Fe Inquebrantable. La tercera opción le parecía mucho más favorable que cualquiera de las otras dos anteriores, aunque había escuchado que quien se alista en la Orden acaba convertido en un autómata sin sentimientos, pasas a ser un arma andante, una máquina sedienta por la sangre de los infieles que no creen en la Gran Madre Progenitora. Esto le hacía dudar sobre su tercera opción. El sentía algo en su interior. Sabía que no encajaba como alfarero, no quería ser una oveja más del rebaño y seguir por el camino que les habían construido los nuevos amos de Obscuran.
Un día, mientras limpiaba el taller de su padre, vio entrar a un hombre que no iba vestido como los clientes que normalmente tenían y se quedó examinando uno de los jarrones que estaba colocado en lo más alto de un estante. El hombre estaba completamente embelesado por aquel jarrón que había moldeado Tornius dándole la oportunidad al chico para examinar de arriba abajo el trajeado sujeto. Se trataba de un Noble, un oficial de alto rango de la Armada de Fe. Los galones salpicaban la chaqueta oscura del oficial, cubriéndole los hombros con la gloria de sus acciones pasadas. Remataba su indumentaria el peto color plata, pantalones y botas de combate y un gorro picudo, rasgo inequívoco de su rango. El muchacho no pudo verle el rostro por la máscara blanca que llevaba puesta, aunque los dos orificios oculares mostraban el color verde del iris. El Noble se dio cuenta de que lo estaba observando y sus ojos cambiaron de dirección clavándose en el joven. Rápidamente se volvió y siguió con la tarea encomendada: limpiar los restos de arcilla que había en el suelo del taller, hasta que notó una mano posarse en su hombro, giró la cabeza y para su sorpresa se trataba del Noble. No comprendió porque se dirigió hacia él en vez de hacia su padre, quien por su aspecto mostraba mucha más veteranía en el oficio de la alfarería. Una vez cara a cara con el Noble, el muchacho pudo darse cuenta de que la máscara que portaba no pertenecía al uniforme convencional de un Noble de su rango, era algo excepcional, y sabía que llevar un cubre rostro de ese tipo, totalmente blanco, sin más orificios que los de los ojos, solo los ojos, era poco común y lo fue más aún cuando del Noble salió un sonido mecanizado que podría ser su voz, como un alarido que decía: ‘’
Ese…’’.
Con el brazo levantado y después de haber emitido este sonido, dejaba claro que aquel extraño Noble quería el jarrón que hace unos segundos estaba observando tan ensimismado. El joven tenía curiosidad, por la identidad bajo el antifaz.
Ajeno a su voluntad, abandonó el utensilio de limpieza y se alzó, lenta e inexorablemente, el rostro del distinguido cliente. El Noble esquivó su intentona, frustrada del todo cuando las manos deterioradas y llenas de cayos de su padre aferraron la suya con fuerza.
-Hijo, ¿qué haces? ¿Acaso pretendes suicidarte? -su malhumorada expresión se suavizo al dirigirse al cliente -Disculpe, mi señor, el muchacho no pretendía molestarle. Le atenderé yo, y le regalaré cualquier otra pieza que desee.
-Tú no. El muchacho. Quiero que me atienda él... -su voz era profunda, y las palabras se perdían en los ecos del interior de la máscara.
-Pero señor, mi hijo no está aún…
El Noble levantó su mano, el gesto fue suficiente para hacer callar al padre.
-Sí, mi señor -el padre le dirigió una significativa mirada a su hijo.
Tornius obedeció sin rechistar, y sabiendo lo que en un principio quería, el Noble se dirigió a la estantería donde unos momentos antes había quedado hipnotizado por uno de los jarrones en lo más alto del estante. El chico colocó un taburete al lado de la estantería, se subió en él y cogió el jarrón. Con cuidado, se lo entregó. En ese momento, Tornius sintió que a su alrededor no había nada ni nadie, como si de repente solo existieran él y el siniestro cliente. El deseo de ver su rostro regresó más incontrolable que antes. Tornius bajo la mirada dirigiéndola al jarrón y, sin pensarlo dos veces, se lo tiró a la cara, acertándole y rompiéndole el disfraz. Jarrón y máscara se fragmentaron en mil pedazos. Como acto reflejo, el Noble se agachó y dirigió su mano derecha a su cara para evitar la curiosa mirada del muchacho y su padre. Sin embargo, Tornius había visto más que suficiente. En lo que dura un leve parpadeo, pudo ver una cara sin piel y ennegrecida, como si la piel de la cara hubiera sido levantada, le hubiesen quemado los músculos y dejados intactos sus verdes ojos por puro afán macabro. El padre de Tornius se quedó boquiabierto y atónito por el acto cometido por su hijo, incapaz de mover un solo músculo.
-Tornius, ¿qué has hecho? Mi señor, por favor, no castigue al chico. A veces es algo ingenuo y no sabe lo que hace, pero por favor, no le haga nada. ¡Se lo ruego…!
El Noble, aún con la mano en la cara, salió corriendo de la tienda sin mediar palabra y ante la atónita mirada de padre e hijo. Desde aquel entonces Tornius jamás volvió a ver al siniestro comprador. Ni siquiera después de que lo reclutaran para la Orden. Tornius supuso que habría muerto en alguna batalla en algún otro planeta, pero jamás olvidará lo que vio, lo que había detrás de esa máscara blanca, ni siquiera después de su reclutamiento, ni después de todas las batallas en las que participó como caballero, ni después de su ascensión a emisario. Su rostro desfigurado estaría presente en el resto de caras de aquellos pecadores a los que daría justo castigo.
Poderes:
*
Mejoras genéticas y tecnológicas en su cuerpo (es decir tiene más fuerza, velocidad y resistencia física/mental que una persona normal)
*
Castigo: Tornius convoca el poder de «
La Gran Madre Progenitora» para que le lance un rayo de energía desintegrador capaz de destruir un crucero de combate pesado. Para recargarlo debe rezar 5 horas al día durante una semana.
Habilidades:
-
Entrenamiento Militar: Gracias al cual posee, entre otras disciplinas, gran dominio del combate
cuerpo a cuerpo y con
armas blancas. Así mismo, también dispone de una
gran puntería, siendo capaz de acertar a un objetivo a 300 metros de distancia con un arma de fuego sencilla.
Debilidades:
* En el sexto mes del año, no pueden combatir ni salir de sus Monasterios/Cruceros, sólo pueden rezar durante todo ese mes.
* Mente Colmena: Las mentes de la escala de oficiales de «
La Orden de la Fe Inquebrantable»están unidas en lo que se denomina “mente colmena”. Como zánganos, todos están conectados para comunicarse entre ellos, supeditados por la propia «Gran Madre Progenitora», cuyos mandatos son incuestionables y han de cumplirse de inmediato. Esto significa que cuando su voz irrumpe en el cerebro de Tornius, debe dejar lo que está haciendo
ipso factopara atender la llamada. Lo cual se traduce en que puede quedarse quieto en pleno combate, por ejemplo, hasta que la señal se apague.
Equipo y recursos:
* Armadura de combate
* Espada
* Pistola
* Flota de naves espaciales
* Vehículos de asalto
* Su propia legión, compuesta por diez mil hombres.