Vida en Binario [16/12/2018] (Arturo Lizarriaga)

TRANSMITIR – Iniciando señal pirata– RECIBIR – Iniciando el protocolo espía – LOS TROYANOS SON EL MEJOR MEDIO – Iniciando la cadencia Firewall – ¿QUÉ SOMBRERO ES EL TUYO? ¿BLANCO, NEGRO, GRIS O AZUL? – OBSERVA – Ersy “La Sombra de la Net”



No se asuste bambina, no somos las autoridades, tampoco enemigos, más bien lo contrario. Nos hemos percatado de tus actividades, tus capacidades en el hackeo son más que notables, y tu sistema de predicción de actividades ilegales en tiempo real no está nada mal, pero es mejorable, ¿conoces al demonio de Laplace o la teoría del caos? No importa si no, porque tendrás la oportunidad hacerlo.

Ersebeth Lawrence Ravenhorst, alias Ersy, te invitamos a JUNGLE, ¿te animarías a salvar más vidas?








Hacía un buen rato que sus tíos se habían ido. No a dormir, sino a una salida nocturna. “Cosas del trabajo”, se había justificado su tío Vitto antes de despedirse de ella. Insistió un par de veces en que se quedase su tío Vinnie, para no dejarla sola en el inmenso edificio. Ersebeth, esbozando una sonrisa tranquilizadora, le dijo que podía marcharse tranquilo, y que se sentiría mejor sabiendo que sus tíos estaban el uno junto al otro, cubriéndose las espaldas para evitar accidentes laborales.

Se asomó por el ventanuco alto, pero a esa altura no podía verles salir. Aún así, contó mentalmente los segundos exactos que tardaba una persona normal al descender por el ascensor, y confiando en la exactitud de sus cálculos, saltó de la cama donde estaba aupada y se sentó de golpe en la silla, que giró y se deslizó sobre las ruedas hasta quedar delante de la mesa de trabajo. Un movimiento casi perfecto. Terminó de acortar la distancia con el teclado, y cambió las eternas instrucciones en blanco y negro de su pantalla, por la interfaz de correo electrónico del servidor privado.
La notificación le había hecho vibrar el brazo esa mañana, sobre las siete en punto. Como a esas horas aún estaba en casa de sus padres, no hizo ni el ademán de mirarlo en el implante. Más que nada, porque quería disfrutar del poco tiempo que tenía antes de despedirse de ellos. El deber les reclamaba otra vez, así que después del desayuno en familia, se tendrían que marchar a los juzgados y allí se quedarían hasta tarde, sumergidos en una operación relacionada con unos timos bancarios. Ersebeth se fue con sus tíos a la hora de comer con tal de no quedarse sola, pero al final…

...miró con desconfianza al armario empotrado, en la pared izquierda de la habitación, y tragó saliva. Estaba cerrado con llave, a cal y canto. Incluso le había instalado una cámara en su interior. No había nada ahí dentro, aparte de ropa, cables, y un prototipo destrozado de teletransporte convertido en mil piezas de mecano que no pensaba tocar nunca más.

- Ama. ¡Aaaaaaahhh! Correo entrante sin leer.

Ersebeth dio un salto en la silla. La voz de Droidcat la había sobresaltado.

- Ya lo sé, ya lo sé… Voy a mirarlo

El video. La cara. El mensaje. Ersebeth lo contempló detenidamente antes de juzgarlo. ¿Otro mensaje de publicidad? ¿Otro timo? Ascendió los ojos al techo y cerró la ventana. Puso en primer plano el código de programación en el que estaba trabajando, el programa de detección de heroicidades que tantos quebraderos de cabeza le estaba dando. El Proyecto Stalker distaba mucho de terminar, y encima, algo estaba dando fallo en el código y la conexión con las cámaras de seguridad de un área de la ciudad provocaba la pérdida de señal del resto de medios.

Se detuvo, línea a línea, buscando el fallo. Al final, se dijo, seguro que era un punto y coma que se había olvidado. O peor, que había añadido donde no debía. Su moflete derecho se fue inflando de aire lentamente, y lo expulsó de golpe cuando las líneas empezaron a parpadear. Una de ellas, delante de sus narices, se corrigió sola. En su ahínco por encontrar el error, Ersy se había inclinado hacia delante, y ahora se incorporó de golpe en la silla cuando el código descendió solo y se detuvo en otra cadena. También se sobreescribió.

- Droidcat… ¿lo estás haciendo tu? -le preguntó a su I.A. con voz queda, incapaz de apartar la vista de la pantalla.

- No, ama. ¡BRECHA EN LA SEGURIDAD! ¡BRECHA EN LA…!

- ¡¿Y ahora me avisas?!

Ersebeth movió la rueda del ratón hacia arriba y hacia abajo, luchando contra la corriente del código que descendía a gran velocidad. Era mucho más fuerte que ella. Se tiró al suelo, bajo la mesa, y a gatas, desenmarañó la marea de cables hasta que dio con el que necesitaba. Tiró de él, pero al incorporarse se dio un golpe en la cabeza con la madera.

- ¡Ay!

- ¡BRECHA EN LA SEGURIDAD! ¡BRECHA EN LA AMA! ¡AAAAHH!

La chica fulminó con la mirada a su robótico amigo. Cable en mano, y con la otra en la cabeza, en el punto exacto donde al día siguiente le saldría un chichón, se lanzó hacia el gato y le tumbó bajo su peso. Las ruedas siguieron girando en el aire, mientras ella le conectaba en la oreja el cable.

- Detecta y elimina la amenaza, Droidcat, por favor

Muy bien niña, parece has creído que el mensaje es simple publicidad, me ofendes, si fuera eso, al final diría que eres “la 1 en millón” que recibe tal mensaje y que gana un premio. Pero no, mi correo era preciso y concreto…—bueno excepto el inicio, las introducciones de las Abejas me han llegado a gustar, así que tome cierta inspiración de ahí—veamos si algo de esto te llama la atención.

Me infiltro en el sistema, y empiezo a mover partes del código de su proyecto, cosas pequeñas que puede arreglar sin problema, solo será tedioso de resolver una vez encontrado la modificación. No tardara en darse cuenta que alguien más está moviéndole su amado programa. Pero eso solo era el inicio de la travesura, un par de parpadeos en la pantalla para que se entere, vaya un error encontrado por mí, para que vea que no soy tan malo le doy una ayudadita…ahora a sobrescribir esta otra parte. Vale, ahora estoy viendo signos de resistencia—es hora del show, veamos cuanto duras.

(………………………)

Pero me estoy adelantando a los eventos, hace unas semanas ya a unos meses desde que comenzó el proyecto JUNGLE hemos tenido presencia cibernética indeseada, el primer caso fue en Tokio, mientras recibíamos materiales necesarios para dicho proyecto. Como se imaginaran, al ser un clan Yakusa no es que sea muy legal los métodos por los que conseguimos la tecnología, pues el dinero que les estoy ayudando a conseguir mediante algunas empresas que he convencido de financiarles apenas están acrecentando el monto monetario para el sistema.

He pedido ayuda a un par de hackers que tengo de aliados, reclutados de diferentes partes del mundo, unos ya están en unos grupos conocidos, como Anonymous o Marea Creciente, pero también están en mi proyecto, les he ayudado en empresas contra sus objetivos. ¿Les suena el caso Panama Papers? pues yo les sugerí ese objetivo, al parecer en este mundo, el suceso Panama Papers no había salido a la luz gracias a que la atención de los medios se centró demasiado en los grupos superheroicos de ambos mundos, los que los apoyaban y los que estaban en contra. Con eso en mente, aprovecharon para borrar sus pistas, pero yo les señale a los sospechosos y ayude en el ámbito físico para lograr conexiones más precisas y sin barreras cibernéticas. Ahora el caso Panamá está en boca de todos y yo tengo aliados en la red, usamos distintos zonas del internet para contactarnos, desde lugares más o menos conocidos, como 4-chan, hasta la Deep Web.

Pero ellos no pudieron rastrear la intrusión, que básicamente nos pudo observar mediante las cámaras en algunos momentos clave, incluso llamo a las autoridades que gracias a unos trucos que les enseñe al clan, desaparecimos por arte de magia…nunca mejor usada esa frase. Pero ese no es el único caso en que he sentido ojos electrónicos observarme cuando se supone que estoy protegido en la red y las cámaras, que bueno que uso capucha, aun sin ella, yo no tengo un equivalente en este universo (bueno, hay alguien muy parecido a mí, pero no creo que salga mucho de su montaña helada), no existen datos de mi persona aquí, prácticamente yo no “existo”…legalmente hablando en ningún país, soy básicamente un inmigrante dimensional…”Soy el UNICO”…lo siento, ya conocen mi gusto por hacer referencias cada que se me ocurren.

Otro de los casos que les comente fue en la propia Nueva York, en Hells Kitchen para ser precisos, cuando ayude a Daredevil a salvar la vida de unos mafiosos de ser asesinados por el mercenario conocido como Deadpool y su torpe ayudante…fue de las pocas veces que vi reír al rojo cuernudo, y para que aparentar inocencia, yo también me mate de risa ante el disparo contra la persona que se suponía que debía ayudar. Siguiendo con el hilo, también la policía llego mas pronto de lo esperado en ese momento, se suponía que era un lugar abandonado.

Hablando de esa última persona, el chico con casco de motorista, nos volvimos a encontrar tiempo después, un caso que competía a mi ámbito de trabajo, termino involucrándolo no solo físicamente, algo de su vida personal fue revelada en esa aventura, luego de todo el desastre ocurrido con el asesino serial sobrenatural, fui a revisar algunos cuerpos que todavía quedaban, pero la policía ya estaba investigando los horribles asesinatos y yo entre la gente desaparecí, no sin antes sentir que me observaban.

Mi grupo y yo hemos tardado en localizar dichas intrusiones, ubicación: Nueva York, un alias: Ersy, pero falta mas información, así que he de prepararme pero primero, luego de encargarme de un asunto en el norte cerca de una tribu india y unos posibles wendigos, pondré mi atención en la niña.

Frotándose la zona dolorida, sentada en el suelo, Ersebeth observó a su propio ordenador. La torre, que ronroneaba mansamente, rugió con fiereza en cuanto Droidcat se conectó a ella. Enseguida, la pantalla LED del robot se convirtió en una fuente interminable de código, con un radar incluido en una esquina. Quién estaba haciendo el ataque estaba usando proxys para la monitorización.

Ersebeth bajó el teclado de la mesa a sus piernas cruzadas, y trabajó conjuntamente con su I.A.. Mientras Droidcat se encargaba de salir al paso del atacante, haciendo de muro y tapando los huecos delante de sus narices, Ersy analizaba la estructura del troyano, el programa que servía de intermediador y enganche para que el atacante pudiera intervenir a tiempo real.

Que Droidcat estuviera implicado en la defensa significaba que tenía que poner todo su ingenio en la labor. Si el hacker tenía mala idea, podía aprovechar para hacerle daño a su amigo robótico. Si la red fuera un espacio físico, Droidcat estaría intentando colarse en la fortaleza por la puerta principal, mientras Ersebeth atacaba por la retaguardia. La chica pasó a controlar las contramedidas con una sola mano, la del implante, mientras con la otra añadía un bando más a la batalla.

Porque estaba en una oficina. La oficina de su tío. Llena de ordenadores corrientes.

Ordenadores zombies.

Una de las cosas en las que Ersy se entretenía era en piratear los ordenadores de sus tíos. Lo hacía desde pequeña, a modo de broma. Nunca los usaba. Todo había empezado como un desafío de su tio Vinnie, que no se terminaba de creer lo que era capaz de hacer a su corta edad. Quedó más que escarmentado. De vez en cuando le movía el ratón para asustarlo cuando le escondía las galletas de chocolate, pero nada más.

Una señal en el brazo, la apertura de la aplicación que también había creado ella misma, bastó para que los que estaban en suspensión dentro del edificio se activasen. El nuevo ataque le llegaría por el flanco, sobrecargando al atacante. Era una jugada arriesgada, porque si quería saber quién estaba detrás, tenía los minutos contados antes de que la cantidad de información trampa que le estaba enviando cortase la conexión. Además, era algo desproporcionado. Ersebeth ya estaba inflando los dos carrillos de aire, enojadísima. Le habían tocado su código. SU. CÓDIGO.

El troyano pasó a funcionar de forma simétrica. Ahora, su pantalla del ordenador de sobremesa mostraba lo que el hacker tenía en la suya. Su sentido de la venganza infantil la hizo moverle las ventanas que tenía abiertas, ponerle encima la pantalla de información de la BIOS. Le estaba demostrando que tenía acceso a todo, y con ello quería decirle que parase o iría a más. Abrió ficheros aquí y allá, sin fijarse en los nombres. Las fotos, vídeos hechos con cámaras de seguridad, artículos, informes… un montón de información propia aparecería delante de los ojos del hacker. Por muy bien montado que estuviera el ordenador de su “enemigo”, era imposible que pudiera aguantar por más tiempo todo lo que le estaba pasando.

¿Qué pasaría si, aún así, seguía? ¿Qué podía hacer para disuadirle? Se le vino a la mente la vez en la que iba a llegar tarde a clase, y no había nadie que pudiera llevarla. Tuvo que pedir un taxi. Pero se puso nerviosa. Así que tuvo que piratear el sistema. Al cabo de pocos minutos, un contingente entero de taxis se plantaron en la puerta de su casa, creando un gran embotellamiento. Si, ¡podría hacer eso de nuevo! Mandarle una manada de taxis salvajes a la localización final que sonsacase Droidcat. Para asustarle. Lo anotó interiormente por si la cosa no funcionaba...

Ella ya está mostrando indicios de resistencia, no dudo que se dé cuenta de los proxys, rápidamente si es tan buena como lo parece. Ahora aparecen los firewalls con dificultad, pero no imposibles de atravesar, ¡ja! ¿tapándome la entrada justo después de abrirla? No cualquiera puede hacer eso tan fácilmente. Pero algo no cuela, es demasiado rápida, incluso yo no podría ni demás personas que me superan.

La dificultad está aumentando, vamos ni que fuera un videojuego, vamos a investigar un poco más en vivo, dado que no está en su fortaleza principal, sino con lo que parecen ser solo conocidos, pero antes dejare un par de virus, no muy peligrosos, solo le distraerán y alentaran antes de que quiera descubrir algo de su infiltrado, bien listo, ahora veamos donde está según el rastro…que casualidad que sea una oficina, ¿Qué hay en sitios de esos? cámaras de video. Vamos a colarnos y veamos que hay; el lobby, pasillos, oficinas vacías, un almacén con contenido sin identificar, ¡ahí estas!...vaya vaya, ¿Qué tenemos aquí?, hagamos un acercamiento…conque eso era, un robot, una IA de apoyo además de las demás computadoras, usa sus capacidades en conjunto para mejorar el rendimiento propio y puede que algunos sean señuelo.

Entonces qué bueno que yo también traigo algo de ayuda, por el momento solo han observado y evaluado a la chica que tiene por alias Ersy, preguntan si necesito ayuda—nop, todavía no, ay que ver un poco más sus habilidades, ya les avisare cuando sea su turno—les escribo en un chat de una de las ventanas que tiene mi laptop. Vamos a darle un susto extra, intentemos entrar por la puerta trasera de la IA. Muy bien, ya conozco tu nombre robotsin, vamos a pedirle que le dé un mensaje – click – Por unos segundos Droidcat está bajo mi control, y hago que se detenga de su ataque y voltee a su dueña, mostrando el logo del mensaje inicial—JUNGLE te necesita, esto no es una bro—¡agh! Se ha liberado, mala suerte la mía.

¿Hm? Hablando de mala suerte, mis comandos ya no funcionan, ni el cursor o las teclas, oh dios, me distraigo un segundo y me roban el control. Está haciendo lo mismo que yo al inicio, me cambia las pestañas, aparecen algunas imágenes caricaturescas en plan burla y luego me muestra mis propios archivos diversos, es su mensaje hacia mí. Entonces saco mi celular y hago una llamada rápida a uno de los colaboradores que está observando todo y se está matando de risa por esto último—ja, ja—digo con sarcasmo—es su turno idiotas, para eso les pago—aun con un poco de risa me responde—pero si no nos pagas—sonrío ante eso—ya pónganse a trabajar.

Seguro le será sorpresiva el siguiente movimiento, ¿conocen los ataques de denegación de servicio?, son ataques usuales hacia páginas en el internet, Anonymous suele hacer uso de este método, una variante menos especializada del mismo llamado LOIC, es usada por usuarios de 4-chan cuando alguien les hace enojar, en serio, no se metan con esa gente, están locos. Como sea, ahora su pantalla debe congelarse y sus ordenadores de refuerzo se apagaran, así como su IA Droicat será puesto a dormir, no tenemos intención de arruinar su trabajo, más bien es ayudarle para el beneficio del proyecto. Mi pantalla ha vuelto a funcionar y me meto en su sistema de nuevo, habilitándolo otra vez y tomando el control, una pestaña emerge con un vídeo en vivo de mi con una máscara de kitsune, para mantener el misterio hasta un encuentro en persona—muy bien, espero que esto baste para tener una audiencia con la enigmática Ersy, ¿o no?—espero su respuesta mientras de reojo veo algunos datos que logre conseguir, tanto antes de esta infiltración como hace unos momentos.

Por ejemplo, según lo que investigue de antemano la dirección encontrada por mis colaboradores, parece ser que el sitio es una sede fantasma para una empresa ligada al crimen organizado, llamados "Los Conejitos con Traje". No muy rudos si nos atenemos solo al nombre, pero eso es lo de menos, lo importante es la información que hemos conseguido con esfuerzo. 2 capos de la mafia italiana instalados en el país desde el siglo pasado, sus nombres son; Vittorio y Vincent Vincenzo, según las noticias se suponen muertos hace 2  años.

Ersy ¿tú les has protegido desde la red? Supongo que tu imagen de niña buena es una farsa como la empresa fachada. Los años desaparecidos concuerdan con un incidente que involucra a un criminal payaso que se presume la autoría de las muertes de dichos capos. Pero el incidente tuvo impacto porque solo una persona sobrevivió a sus ataques, la hija del fiscal, la hacker autodenominada Ersy. Cualquier otra información al respecto es muy difusa e incongruente, incluso no hay informes médicos o psicológicos que den más luz a la situación.

Como ya lo he mencionado, ella es la hija de una pareja famosa de fiscales, oficialmente no hay escándalos en la familia y han estado en numerosos eventos sociales y cívicos. Una familia modelo vaya, uno que otro traspiés social pero nada que sea algo destacable o escandaloso. Exceptuando un incidente en la que Ersy y su madre estuvieron involucradas dado que iban a inaugurar una nueva red del metro, algunos superhéroes estuvieron en el meollo pero por lo demás, no hay nada que podría ser usado para una página o revista de chisme. Aunque la escueta relación con los 2 capos puede afectarles mucho, aun así, no sé si los padres estén involucrados con ellos desde antes o siquiera saben de su pasado.

Una de las razones por la cual escogí hacer un poco de show donde se encuentra, es porque no está en su verdadera fortaleza, su seguridad se ha redoblado últimamente, dado ya habíamos intentado infiltrarnos sin éxito anteriormente. En fin, a ver si ahora está más dispuesta a escuchar nuestra propuesta.

Droidcat había sucumbido momentáneamente al ataque, pero duró poco bajo el control enemigo. Como el gato en el que se basó para su diseño, bufó a mitad de frase y se deshizo del pirateo.

- Droidcat, ¿estás bien? -le preguntó sin dejar de amortiguar los golpes virtuales.

- Perfectamente, ama. Han entrado en los sistemas de videovigilancia de las oficinas.

Ersy apretó los labios hasta formar una línea muy fina, un gesto heredado de su madre. Bueno, si les daba por entrar en los ordenadores zombies solo conseguirían llenar sus respectivos terminales de virus. Lo que le dolió fue que le dieran a Droidcat, pese a que al pedirle su colaboración, tendría que haberse hecho a la idea de que era un riesgo que asumía.

El cambio de mentalidad fue repentino, y por un momento, levantó las manos de hardware. Podía ver perfectamente el piloto rojo de la webcam del portátil parpadeando, muestra de que estaban observándola. Además, en las pantallas de los ordenadores que tenía delante se mostraba la máscara del zorro blanco.

—Muy bien, espero que esto baste para tener una audiencia con la enigmática Ersy, ¿o no?—

Ni era la primera, ni sería la última vez que recibiría un ataque informático. Durante el fuego cruzado, había conseguido datos suficientes del ordenador del atacante principal. No era eso lo que le había hecho parar. Sabía que aún podía comandar otra tanda de ordenadores zombies si establecía conexión con el trabajo de sus padres. Tampoco fue las múltiples señales de nuevos atacantes que se habían unido a la función. Ni que el sistema se congelase un poco, a lo que sus máquinas respondieron con el rugido de un león para volcar todos los recursos en rechazar el ataque, todas a una.

La había hecho parar el instante en el que Droidcat pasó a estar sumido al control del enemigo.

- ¿Ama?

Sin levantarse del suelo, dejó el portátil que había tenido hasta entonces en las faldas justo frente a ella, sustituyéndolo por la I.A., confundida ante el súbito cambio de actitud de la chica. Le abrazó como si fuera un peluche, le dió un beso en la frente y estableció la llamada como prioridad.
Otra vez, los fallos de seguridad hacían tambalear la integridad de sus seres queridos…

- Podrías habérmelo pedido por teléfono… -respondió la chica con voz queda, meciendo al robótico animal -Y tan enigmática no debo de ser. A mi me estás viendo la cara. Yo a ti no. Si quieres hablar conmigo, y explicarme a qué ha venido todo esto, necesito saber quién está detrás de la máscara.

Estaba pidiendo una locura. Realmente no quería saber quién estaba detrás de la máscara, y oculta detrás de la carcasa del robot, sus temblores pasaban desapercibidos. La voz no era la misma, eso lo sabía. Incluso aunque usara distorsionador, podría reconocer el tono. Aún así, tenía que repasar la información que le había robado durante el ataque. Comprobar su identidad. Saber que el fantasma no había vuelto a cobrar forma material.

- Y no quiero que lo hablemos así. Si quieres hablar conmigo, tendrá que ser fuera. Cara a cara.

De un rápido vistazo por el rabillo del ojo, Ersy oteó el armario. Las puertas cerradas mantenían a buen recaudo el transportador destrozado. Seguiría destrozado, lo había roto a golpes, a escondidas del resto de sus máquinas. Nadie podía darle uso. Nadie podría entrar en el edificio mientras ella estaba fuera, a excepción de sus tíos. Si regresaban, estarían a salvo.

- Nos vemos en media hora en la boca de metro cerrada de Central Park

No era una pregunta. Con media hora le daba tiempo a ella a llegar, pero no a comprobar el terreno. Era consciente de que estaba cometiendo una locura más, que si el tipo de la máscara quería hacerle daño, el sitio era perfecto, y más aún por la noche, sin testigos. Y antes de recibir respuesta, hizo lo que tendría que haber hecho en un principio antes del ataque.

Se subió la manga y deslizó el dedo por la pantalla del implante. La conexión a internet a tres kilómetros a la redonda cayó, afectando a los edificios adyacentes. Se acabaron los pirateos.

- ¡Ama! ¡Nuevas redes wi-fi detectadas! ¿Quiere que acceda a alguna de ellas? -apuntó Droidcat.

- Déjalo, Droidcat. No te conectes a la red hasta que te avise.

Ersebeth le dio otro achuchón a su amigo antes de ir apagando los ordenadores uno por uno. Por si acaso, también configuró el brazo para no conectarse a ninguna red disponible, ni propia ni ajena, y se empezó a preparar para ver al “zorro blanco”. No se llevaría el bolso, ni el móvil. Si tenía que pedir ayuda, usaría el implante. Se miró el chichón que le saldría en poco tiempo en el espejo del baño. Cuando ya estaba en la puerta, Droidcat casi se le escapa por el resquicio:

- ¡Ama! Iré con usted. ¡Yo la protegeré de los malos!

Sus ruedecillas siguieron jugando en el aire cuando la chica lo levantó al vuelo y le dejó de vuelta al interior del piso.

- Droidcat, tengo una misión aún más importante para ti. De hecho, son dos. ¿Podrás hacerlo? -la pantalla LED del robot recreó una mirada cargada de determinación con letras y acentos¹, decidido a cumplir con cualquier cosa que su creadora le pidiera -Necesito que te quedes aquí, y cuides de los tíos si vuelven antes que yo. Y mientras llegan, por favor, ¿podrías desencriptar los datos que hemos conseguido de nuestro atacante? Creo que hay vídeos y fotos. Si están exentos de riesgo, consúltalos y busca información sobre su identidad en todas las bases de datos disponibles, incluyendo las de la policía y fiscalía. ¿Podrás hacerlo? Eso significa que tendrás que conectarte a internet para mandármelas al implante en cuanto sepas algo, así que ten especial cuidado.

El animal de metal se llevó una patita a la frente, aceptando las órdenes recibidas. Antes de marcharse, Ersy se agachó para darle un abrazo y un beso de despedida en la frente:

- Te quiero mucho, Droidcat. No te metas en líos, ¿vale?

Cerró la puerta con llave, y descendió en el ascensor, poniéndose en camino inmediatamente. Durante todo el trayecto, no dejaba de mirar a todas partes, terriblemente asustada. La voz interna de su sentido común le gritaba que diera la vuelta, que estaba metiéndose de lleno en la boca del lobo. Para darse seguridad, jugueteó con el cuello del jersey, acariciando la cadena de la gargantilla una y otra vez. Si las cosas se ponían feas, no perdería el tiempo. Si era él, láser en la cara y a correr. Bueno, volar. O desaparecer. Pero no quedarse allí, no quedarse paralizada como la primera vez. Si no lo conseguía… al menos, le quedaba el consuelo de haber salvado a sus pequeñas máquinas, que de nada tenían culpa y no tendrían que haber sufrido el ataque. Llegó la primera al punto de encuentro, y disimuló los temblores de pánico con los del frío propio de la estación, arrebujándose en su abrigo. Para tranquilizarse, dejaba escapar de vez en cuando nubecillas de vaho antes de volver a cubrirse con la bufanda hasta los ojos. Una y otra vez. El movimiento mecía la gargantilla, recordándole que, en esta ocasión, podría defenderse.

Bueno, por teléfono hay personas que espían, ¿no has escuchado sobre Big Brother?—le respondo ante su comentario con tono recriminador sobre el teléfono y luego se centra a mi mascara, así como una muestra de interés ante lo que tenga que decir—por supuesto, un proyecto como el nuestro necesita confianza de parte de sus miembros—me pide ir a un lugar abierto pero bastante discreto a estas horas…tal vez demasiado para alguien de su edad—muy bien allá nos vemos—me voy quitando la máscara mientras salgo de foco de la cámara.

No importa que me vea el rostro, de todos modos no sacara nada en claro, seguro usara las cámaras locales para intentar tomar una fotografía y luego investigar. Pero por si las dudas pediré a mis colaboradores que introduzcan un programa espía, es mucho más fácil hacerlo mediante un mecanismo físico cercano a la pc principal, si tienen suerte lograran hacerlo vía cibernética. Solo para prevenir filtraciones de mi imagen o de la información que nos robó, puede que crea que no me di cuenta, aunque es cierto que es información más o menos delicada, no todos los archivos están relacionados o están bastante encriptados, si los logra resolver, bravo una prueba más de sus habilidades, en todo caso, ¿quién no puede decir que no ha sido a propósito?.

Me pregunto si llevara algún arma, una chica con esos padres no sería extrañar que tenga algún arma de fuego para defensa, ya saben, es USA, ¿qué esperaban?, mínimo un spray anti-violadores. Mientras me dirijo al destino fijado, me habla uno de mis colaboradores—¿entonces que? ¿Solo les veremos cómo tienen una cita?—suspiro un momento, estos tipos a veces llegan a ser algo cansinos, y por el momento están light, quizás menos que eso—ya saben que esto es por el proyecto, ella fue la única que logro detectar nuestras actividades y escondió muy bien sus rastros por un buen tiempo, tenerla a ella en el proyecto acelerara todo—se queda en silencio unos segundos—vaya es cierto, estoy revisando lo que lograste conseguir, tiene un proyecto similar al nuestro llamado Stalker, ¿ya sabias de esto?—no tengo nada que ocultar así que se lo digo—en efecto, pero no tenía pruebas concretas, por eso no les había dicho el motivo real para intentar reclutarla, pero desde cierta perspectiva el motivo que les di también es válido, ¿no lo crees?—luego de haber revisado un poco los archivos robados, su tono se siente más serio, seguramente reflexionando las posibilidades—sí, veo que ya tiene adelantado algunas cosas, podríamos ayudarnos mutuamente—le respondo acertadamente, discuto unas cosas menores y cuelgo la llamada.

Solo faltaría aclarar si la relación con sus 2 conocidos es lo que parece, según nuestras investigaciones. No es que nos moleste, tendremos que ubicar a Ersy en el lugar correcto, si su moralidad es similar al nuestro como lo parece, podría estar en el lado secreto de JUNGLE, si es como la investigación general indica, deberá estar en un punto gris de la ecuación, ayudando a la sección publica y algo mayor, los datos sugieren que desea prevenir tragedias tanto naturales como causadas por el hombre, asuntos criminales como se podrán imaginar, como si diera soporte cibernético, sus capacidades serán de mucha ayuda si se mantiene dentro de lo establecido.

Fui a Central Park en taxi la mayor parte del camino, luego de informarme mejor sobre la ubicación, me dirijo ahí a pie, de tal manera que ella llega primero al lugar indicado esperando por mí con unos nervios que se notan desde lejos, como si fuera una gelatina humana, hasta las más mínima brisa o ruido, ella voltea a todos lados…Esto será divertido. Con mi sigilo y cautela de cualquier cámara de vídeo que pudiera haber, me acerco a ella desde los puntos ciegos hasta llegar a su espalda sin que pueda detectarme hasta—¡Boo!—luego de terminar de reírme ante su reacción, me quito la capucha que traigo, dejando ver a un tipo con gabardina negra lleno de bordados enigmáticos y rayas rojas con un poco de blanco, con parche en el ojo izquierdo y un pelo muy blanco, bien cuidado, un blanco natural que pocos pueden presumir si no cuestionan el paso del tiempo

Vaya, me parecías mas niña, parece que es cierto que la tv y la internet alteran un poco las dimensiones de las personas. Bueno, ¿no vas a preguntar? dudo que hayas venido solo para conocerme y apreciar mi persona—lo digo de tal forma que suena desenfadado, demostrando que no hay peligro a pesar de mi aspecto. Ahora otro reto se avecina, convencerla de entrar a JUNGLE y nos ayudemos con los recursos que posee cada uno.

Por muy ojo avizor que estuviera, no le vió acercarse. Dio un bote de un metro del susto, e involuntariamente, se echó hacia atrás y le apuntó con el brazo extendido en su dirección y la palma abierta, con el corazón a mil, ahogando un grito. A él, le pareció una idea muy divertida.  

Lo único que había podido discernir de él durante la breve conversación que tuvieran por videollamada, fue el pelo blanco, mucho más blanco que el suyo, tras la máscara. Ahora que le tenía delante, justo debajo de una farola, podía distinguir sus rasgos. Parecía mayor que ella, unos dos centímetros para ser exactos. Se había dejado algo de barba en la barbilla, pero lo más llamativo no era sus cuidadas facciones, sino el parche. Ersy se relajó un tanto. Primero pensó en un pirata, pero lo que tenía en primera línea de visión era su propio brazo, que bajó enseguida.

Otra persona “tocada”. Igual que ella. Se relajó un tanto, y le ardieron las mejillas al oirle compararla con las imágenes públicas que había visto de ella. Hacía un par de años aún tenía cuerpo de cría, pero los genes maternos habían tomado la delantera en los últimos tiempos. Aún distaba mucho de tener las medidas de su madre, la auténtica “teutona” en casa. Nada de lo que tenía delante representaba una prueba contundente de que la persona que tenía ante ella acudía a la cita con buenas intenciones. Las preguntas se agolpaban en su mente, y todas le parecían buenas para romper el hielo. Al final, se decantó por una al azar:

- ¿Quién eres?

Le salió un hilo de voz, pero la carencia de otros sonidos a esas horas facilitó que el mensaje llegase a su destino. Probó suerte con otro par más:

- ¿Qué quieres de mi? ¿Por qué has atacado a mis sistemas?

Como aún notaba el frío en las mejillas, señal inequívoca de que seguía viva, dio rienda suelta al resto de dudas:

- ¿Por qué has intentado hacerle daño a Droidcat? ¿Cómo has llegado a mi? ¿Qué sabes? ¿Desde cuando llevas siguiendo mi rastro online? ¿Por qué yo? ¿Cuánta gente hay detrás de ti? Porque el ataque no lo llevaste a cabo solo…

Con cada pregunta, su voz iba escalando peldaños hasta que se escuchó tan clara como una campana, y acercándose, pasito a pasito, hasta él. No gritaba. Eso incluso la habría puesto más nerviosa, y llegó un momento en el que la nariz de la chica estaba a dos centímetros de distancia de la de él. Sus ojos estaban clavados en el único que le quedaba al descubierto, al acecho de cualquier señal, buena o mala. El brazo derecho le vibró de forma imperceptible. Droidcat ya le había enviado un adelante de las conclusiones de su investigación. Estando tan cerca de ese hombre, no quería destapar el implante. Tendría que presionarle con la poca información que tenía en aquellos instantes y aguardar un momento de despiste para consultar lo que le había enviado la I.A.

- ¿Qué es JUNGLE?

Jajajajajajaja—nunca me canso de asustar así, me seco las lágrimas por las risas, mientras ella me apunta su brazo con palma abierta, ¿es un implante cibernético?—¿también tiras rayos como Iron-Man?—pero no responde, está calmándose por el susto.

Ese cabello, ¿te lo tiñes o es natural como el mío?—lo siento, tenía que preguntar, no se ve a menudo personas con cabello blanco siendo tan jóvenes, si es natural claro, en estos tiempos está de moda teñirse el cabello de los más variopintos colores. Viéndola más de cerca, puedo percibir más sus facciones, una cosa son los vídeos o las escuetas fotos que se tienen de ella, ahora que estamos en un espacio compartido, veo que no solo posee cabello blanco, sino una apariencia un pelín frágil, pero observando un poco más su cuerpo, noto que tiene una ligera musculatura, casi de mi misma altura por poco y unos ojos azules, apenas puedo apreciarlos por la oscuridad de la noche a pesar de que en el parque hay farolas que curiosamente dan un ambiente de misterio al momento.

Luego de analizarme ella deja de apuntarme y de estar en silencio un par de minutos, con paso lento pero decidido empieza a cuestionarme  mientras se acercaba hasta llegar a mi rostro, mientras yo escucho atento a cada pregunta sin alterarme.

-¿Quién eres?—sin darme oportunidad de responder le sigue una hilera de preguntas—¿Qué quieres de mí? ¿Por qué has atacado a mis sistemas?—con cada pregunta se notaba más su determinación y subía el tono, algo esencial para cualquier trabajo, en especial el mío—¿Por qué has intentado hacerle daño a Droidcat? ¿Cómo has llegado a mí? ¿Qué sabes? ¿Desde cuando llevas siguiendo mi rastro online? ¿Por qué yo? ¿Cuánta gente hay detrás de ti? Porque el ataque no lo llevaste a cabo solo…

—……………….—sonrío y empiezo a aplaudir lentamente—bravo, esa curiosidad y determinación es lo que necesitamos, no dudaste de acercarte a una potencial amenaza—me señalo a mí mismo con mis manos—yo, quien no ha dado muchas señales que indiquen mi total…no inocencia, ¿cómo se dice?, como sea, he de responderte—con la mano alzo el dedo índice—en primera, mi identidad no tiene importancia, no encontraras datos de mí en ninguno de los 2 universos que colisionaron, pero puedes llamarme Razor, tengo un par de títulos pero no son relevantes en este momento—alzo el siguiente dedo y así sucesivamente ante cada pregunta—te queremos a ti, el ataque fue una demostración de capacidades, de forma bilateral, y has superado nuestras expectativas, tu preciada IA no fue dañada, solo la controlamos como parte de la demostración, solo conozco de ti de las escasas noticias que hay sobre ti y tu familia, que en general su historial está limpio, aunque solo hablo del núcleo familiar—una indirecta que puede o no entenderse, tal vez debería ser más claro con esto más al rato—uff, déjame coger algo de aire, soy un ser totalmente aerobio, ¿sabes?—luego de llenar mis pulmones, vuelvo al ruedo—tu rastro la venimos sintiendo desde hace un par de meses, yo supongo que nos encontraste de pura casualidad, pero no fuiste la única que mediante casualidades empezó a notar nuestras actividades, pero si la que mejor cubrió sus rastros y claro que no lo hice solo, un proyecto como JUNGLE no es algo sencillo, pero tú, tú tienes un proyecto equivalente, tal vez fue tu proyecto STALKER quien nos descubrió, ¿Quién sabe?...ahhh JUNGLE…es un proyecto que si no fuera por ti, seria único, pero eso es lo de menos, nuestro proyecto también posee un sistema de predicción de delitos, entre otras cosas, lamentablemente estamos en una fase muy temprana del mismo, cosa que no puedo decir de STALKER, así que propongo una alianza, tú tienes una versión muy avanzada y nosotros mejores modelos matemáticos así como recursos financieros y tecnológicos, ¿Qué dices?, ¿lista para formar parte de algo más a grande que tú?

Los ojos de la chica se entrecerraron hasta convertirse en dos finas rendijas tras la recepción de la información. ¿Que no podía encontrar datos sobre él? Se iba a enterar. En cuanto el chico paró para tomar aire, Ersy fingió rascarse el brazo derecho por debajo de la manga, echando un vistazo rçapido a la pantalla embebida en la piel sintética. Eran imágenes de vídeos congelados, superpuestos, de Razor. Si quería ahondar más, tendría que toquetear las imágenes, y eso sería imposible de encubrir. Cierto que al principio del encuentro, la había comparado con IronMan, y aunque en su interior una llamita de orgullo se había inflamado, la apagó rápidamente antes de que se exteriorizase. Ese brazo era su única arma de defensa. Si las cosas se torcían con él…

En resumidas cuentas, estaba interesado en el STALKER. Y en si se teñía el pelo. Negó con la cabeza, asegurando que era natural. Rubio nieve. Y retomó el tema más serio de la conversación.

- ¿Me estás diciendo que Jungle sirve para… buscar “supers”?

Necesitaba algo más. Detalles. Durante el desarrollo no se le había ocurrido, pero… ¿y si ese software que estaba desarrollando caía en malas manos? En manos de villanos. De malos de verdad. Gente a la que solo los poderosos “superhéroes” podían frenar. Eso significaría que podían anticipar la presencia de estos obstáculos para sus maquiavélicos planes, esquivarlos, y cometer el mal impúnemente.

Así que, su inocencia la llevó a plantearse dos preguntas: la primera, ¿cuáles eran las motivaciones detrás de Jungle, software para malos, o software para buenos?; y la segunda, ¿Razor se estaba autoproclamando competencia directa suya y venía para quitarla de enmedio?

A la segunda pregunta le buscó respuesta rápidamente. De ser así, se habría cargado los sistemas durante la batalla virtual. No lo hizo. Además, la invitó a formar parte del proyecto. Así, sin más ni menos. “Únete a mi, y por si acaso, que sepas que hemos investigado al núcleo de tu familia”.

La primera le era imposible de responder por sí misma, y con la contestación anterior, la duda era más profunda.

- Ya vivo metida en algo más grande que yo… -murmuró con un mohín bajo la bufanda. Bajó la tela a la altura de la base del cuello para poder hablar con claridad, aunque todo su rostro quedase al descubierto -No voy a unirme a ti…

Lo dijo reuniendo toda la seguridad en sí misma de la que fue capaz. Si su interlocutor lo interpretaba como una negativa tajante, seguramente estaría metiéndose en un lío. Más. Otra vez. Aún así, continuó:

- ...Pero si puedo ayudarte con el proyecto. Quiero decir… -bajo la vista, avergonzada. ¿De qué servía pensar de forma desconfiada si en realidad la idea de trabajar con alguien y ver heroicidades era más fuerte que ella? -Estoy entendiendo que lo que tienes tú es algo similar a mi software. Mi idea es que sirva para ayudar a los “buenos”. A los “Super”. Que cuando haya alguno en peligro, en plena batalla, el resto de héroes sean capaces de darle apoyo. Que si uno cae herido, se le pueda localizar y ayudar enseguida. -y se calló que como función adicional y personal, le facilitaba a ella ir a buscarles para admirarles en persona -Si tu Jungle está orientado para echar un cable al mismo bando, si me gustaría ayudarte.

Una vocecilla interna le tiró del pelo para regañarla. Si Razor era el portavoz de un grupo de “supers”, ¡claro que quería unirse a ellos! ¡Si ese era el sueño de su vida! Pero la imagen de su madre en su cabeza fue más fuerte. Así que, así, de primeras y en frío (literal) no podía aceptar. Necesitaba pruebas tangibles, para que cuando se presentase ante su madre, y ésta se enterase de que estaba trasteando otra vez con gente misteriosa con capuchas y ataques cibernéticos de por medio (porque se iba a enterar, Ersy nunca sabía cómo), pudiera quitarle el miedo de que su hija estuviera relacionándose con lo peor de la sociedad, y que no corría peligro.