Una noche en el Triángulo de oro (Jonathan Smith) [16/11/2018]

Eran las 3 de la madrugada, Logan caminaba pesadamente por las orillas del río Mekong, en la orilla de Tailandia, provincia de Chiang Rai, antiguamente una de las mayores productoras de amapola del mundo. Todo eso había cambiado, ya no se cultivaba amapola allí, pero justo al otro lado del río estaba Birmania, otro mundo, un país más pobre y con gente que aún se veía en la necesidad de realizar el cultivo.
Las mafias chinas habían aceptado la situación en Tailandia, ya no cultivaban allí, pero seguirían usando los caminos tailandeses para que sus mulas sacaran el producto del lugar y poder llevarlo a occidente con mayor facilidad.

Allí estaba Logan, aún preguntándose como iba a cruzar el río. La natación nunca había sido lo suyo, daba igual la fuerza que había adquirido, con más de cincuenta kilos de metal a cuestas iba a acabar en el fondo del río moribundo hasta que alguien lo sacara quien sabe cuando.

Parecía mentira que una simple flor trajera tantos problemas. Era conocida desde antiguo por sus efectos, y en tiempos más modernos hasta había provocado guerras. Actualmente seguía causando estragos en el mundo. Gente con pocos escrúpulos que sólo deseaban lucrarse a costa de la desesperación ajena, aunque eso hiciera que la gente casi se convirtiera en zombis, destrozando su salud y creando una espiral de corrupción, robos, violencia, prostitución.

A Logan le gustaba de vez en cuando darles un gran golpe a estos grandes traficantes internacionales. Y esta noche iba a ser el momento, iba preparado, pero tenía que encontrar el modo de cruzar, porque ni mucho menos entrar directamente en Birmania era tan fácil para un occidental como hacerlo en Tailandia.

Nota:

A veces hasta yo mismo me sorprendo de lo lejos que pueden llevarme mis objetivos; mejor aun, de lo lejos que puede llevarme una misión que en retrospectiva parecía tan sencilla al principio. Unos traficantes de Amapola que intercepte en New York hace una semana, intentando vender su producto bajo las narices de los policías corruptos. Por suerte ellos no son los únicos que ponen un poco de dinero para enterarse de ciertas cosas y no me perdí su reunión. De ahí la cosa fue escalando. Información de uno me llevo a otro, de eso otro saque una confesión que me llevo a otra, y así sucesivamente, cada vez en mayor escala. De meros traficantes a un centro de procesamiento, a un embarque interceptado en un puerto "secreto" de Boston, y así. Mi intención nunca fue alejarme tanto de la ciudad, pero una vez que inicias a seguir el rastro es imposible abandonarlo; simplemente no pude dar marcha atrás. Ahora había pasado de matar a un par de traficantes a propinar un duro golpe a un Cartel Internacional. Cada vez encontraba mas resistencia, pero nada que no pudiese flanquear. No puedo evitar preguntarme por que a las mal llamadas fuerzas de la ley les cuesta tanto trabajo hacer esta clase de cosas. Ellos usualmente están de uno a cinco meses, según el procedimiento estándar, para realizar una simple operación encubierta, solo para capturar a un grupo de traficantes de poca monta; a mi me llevo una noche hacer eso, y otros tres días llegar al centro de distribución. Es increíble el progreso rápido que puedes hacer en una operación de esta clase si omites detalles sin importancia como el respeto a los derechos humanos, la soberanía nacional de los Estados y las trabas burocráticas que la propia ley impone. Supongo que así es como funciona el mundo, lleno de cobardes que hablan mucho pero no están dispuestos a ir hasta las ultimas consecuencias para ver cumplida la meta mayor. Para aquellos que llevamos una vida haciendo esta clase de cosas, no es nada del otro mundo.

Y yo no necesite ningún permiso, ni equipo de apoyo, ni armas de la policía, sino las mías propias y la información que conseguí a base de torturas y soborno. Una vez que encontré el embarque fue sencillo determinar de donde provenía. Los registros del barco y su contenido pueden ser falseados o engañosos, pero los propios tripulantes bien sabían de donde provenía cada carga, por eso no me moleste en leerlos sino en ir directo a por el capitán y sacarle la información. En esos casos de mucha gente suelo dejar a no mas de tres con vida. El primero siempre se niega a hablar, por eso sirve de ejemplo perfecto para demostrar lo que pasa cuando no me dicen lo que quiero. Si el segundo aun así se niega a escupir todo lo que sabe, le pasa lo mismo que al primero; el tercero siempre acaba quebrándose con facilidad. Y así acabe yendo directamente hacia el lugar de origen: Tailandia. Desgraciadamente la red de trafico estaba bien conectada, y los traficantes se enteraron de que alguien los estaba persiguiendo luego de que su ultimo embarque desapareciera, a pesar de que no deje a nadie con vida para evitar la alarma. Para cuando llegue al lugar donde me habían indicado, ya no había nadie allí, y estaba solo. EN retrospectiva podría haberme ido, y esperado a la siguiente oportunidad, pero ya había viajado demasiado como para no cerrar este caso de una vez por todas. Tenia la zona, el producto, y la ubicación aproximada; solo me faltaban los vendedores.

En un principio me pareció curioso la idea de Tailandia, pues hasta donde entiendo la mayoría del crimen organizado del país se centra en urbes como Bangkok, y yo me encontraba en una zona bastante desurbanizada en comparación con la capital antes mencionada. Tiene sentido, en realidad, así se evitan la presión de la competencia y la notoriedad disminuye. En realidad el cultivo de amapola ya no era algo tan común en Tailandia, por lo que bien podía ser solo una ruta de paso para el producto, igual que lo fue Boston; al fin y al cabo los sujetos que atrape no paraban de hacer referencia a mediadores chinos en la mesa de negociaciones; las Triadas bien podían estar detrás de esto, quizás los 14K o la Banda del Bambú Unido; siempre y cuando no fuesen los Su Yee On no debería haber demasiados problemas. Tenia suficiente munición encima para luchar contra un pequeño ejercito, y planeaba hacerme con las armas que los cadáveres dejasen. Estuve varias horas esperando a las orillas del rió Mekong, punto de reunión donde, acorde a lo obtenido, llegaban la mayoría de los cargamentos. Las gentes de Birmania, país vecino, aun realizaban cultivos en sus tierras; los chinos extraían de allí el producto y lo llevaban por el rió a la otra orilla, donde lo trasladaban hacia otros países. Solo fue cuestión de esperar un cargamento. Unos 10 hombres dirigiendo un pequeño buque de trasporte para no llamar la atención; otros 10 para recibirlo. Demasiado ocupados con el cargamento, acostumbrados a las entregas fáciles en un terreno donde nadie los atacaría. Sus guardias llevaban tiempo en el negocio, acostumbrados a la rutina y descuidados. Por eso no se molestaron en registrar el perímetro. Me encontraba oculto a unos 500 metros de distancia, lleno de camuflaje hasta los calzones y con un SVD Drakumov en las manos. Solo fue cuestión de esperar el momento indicado, y luego soltar la primera bala. Preferí esperar hasta tener a varios en la mira; el capitán del barco y el jefe de los guardias en tierra, que se estaban entregando el dinero. Uno de ellos se movió a la izquierda y de pronto tuve un tiro perfecto.

Jale el gatillo ¡BAM! Dos muertos con una bala. Los demás se asustaron, como es lógico. Algunos corrieron a esconderse hacia contra las camionetas que habían traído para transportar la amapola. Los del barco no tuvieron tanta suerte, y a mi me quedaban 9 balas en ese cargador. Cayo otro en lo que procesaban la situación, y luego otro, en el aire, que no salto al agua a tiempo. Luego caen otros dos que estaban cargando un RPG-7 recién sacado de la parte de abajo del barco. No podía arriesgarme a que el barco fuese dañado, pues era mi único transporte. Cinco hombres menos y todavía me quedaban 7 balas. Los otros intentaban localizarme, pero estaban demasiado ocupados protegiéndose de las balas, y mi camuflaje se los dificultaba. Aun así, mis siguientes dos balas van directo hacia su tanque de combustible; la camioneta se prende fuego y estalla, dejándolos sin cobertura. Cuatro muertos en la explosión, haciendo un total de 14 hombres aun vivos, y asustados. Los del barco son mas inteligentes, se refugian en la sala de abajo y optan por montar una resistencia allí, dificultandome las cosas, pero separando al equipo en dos grupos. Quedan cinco abajo, prendiéndose, y otros seis preparados para escapar, pero no se los permito. Ellos no eran los únicos que tenían un lanzacohetes. Deje el rifle al lado, apartando una falsa capa de pasto que cubría mi propio RPG-7 y le disparo a la camioneta antes de que arranque; la distancia no es problema, esas armas tienen buen alcance efectivo si sabes apuntarlas. Los que quedaban del grupo de afuera estallan en pedazos antes de poder arrancar, dejando solo a cinco hombres asustados en el cuarto de abajo que no saldrían por nada del mundo.

Deje el lanzacohetes ahí y me lleve el rifle a la espalda, colgando de mi hombro por la correa. Acto seguido, tengo en mis manos el AR-15 con mira telescópica que tenia en la espalda. Ademas de eso, hay tres granadas de fragmentacion colgando de mi cinturón y otras dos de gas lacrimogeno en mi mochila. Saque una de gas y pongo el rifle bajo mi axila, preparado para avanzar hacia el barco. Planeaba lanzar primero la granada para provocar caos en el cuarto de abajo sin miedo a dañar el barco; una de fragmentacion no haría el trabajo tan bien. Primero que nada tenia que llegar hasta allí, luego vería; si habían cerrado la puerta solo tendría que bolar la cerradura a los tiros y moverme antes de que pudiesen acribillarme. Sino, pues seria todo mas fácil; en medio del gas lacrimogeno no podrían ver a que le disparaban y caerían rápido, entonces tendría mi barco y podría avanzar hacia Birmania para quemar los cultivos. Tenia que acabar rápido con el barco, pues había un vehículo cargado de equipo militar a unos metros de mi, y necesitaba transportarlo rápido para zarpar a Birmania.

Logan escuchó ruído en las cercanía, un pequeño puerto.
Antes había pensado en ir y robar alguno de aquellas lanchas fluviales, pero los robos de objetos tan grandes suelen llamar la atención, e inevitablemente iba a haber fiesta con balas.
Su decisión final fue esperar en las cercanías para ver la actividad y si algúna lancha zarpaba, agarrarse a ella y esperar pasar cerca de alguna raiz de los árboles de la otra orilla para así poder cruzar.
Pero algo sucedía, balas, explosiones en el lugar. No le extrañaba nada, por allí frecuentaban mafiosos de diverso pelaje, no debía ser infrencuente resolver las disputas llenando generosamente de metal los cuerpos ajenos.
Esa era su oportinidad, acercarse en el ruído medio cubierto por el agua, agazaparse en el barco y esperar a ver como evolucionaba. Si alguien tomaba ruta para la otra orilla, estupendo, pero si no era así, él mismo tomaría la lancha, porque al fin y al cabo la batalla ya había ocurrido sin su intervención.

Se metió en el agua, pisando el cenagoso suelo que había esforzado dar cada paso, cubierto hasta la nariz, embarrando su cara con el propio cieno. Había que pasar desapercibido. No es que le importase entrar en un enfrentamiento violento, al contrario, tenía pensado crear un gran enfrentamiento sobrado de violencia y sangre próximamente, pero ahora no era el momento. Había que llegar al lugar sin llamar a la puerta, para darles una sorpresa, como el que celebra una fiesta de cumpleaños.
"Feliz en tu día de sangre y fuego", pensó para sus adentros.
Alcanzó la lancha mientras los ruídos del enfrentamiento cercano aún sonaba en el aire.

El barco era un pequeño barco fluvial, poco más que una lancha. Casco plano, laterales bajos adecuados al nulo oleaje en un río. Y una plataforma trasera para carga y descarga de vehículos, quizá un camión mediado, o quizás dos o tres turismos.
Todo el perímetro del casco del barco estaba cubierto con neumáticos viejos. Parecía que eso de la navegación al detalle no era un asunto importante. Mejor cubrir el casco con los neumáticos para contrarrestar los golpes al llegar a puerto. Era perfecto, podría agarrarse a aquellos neumáticos, y maniobrar entre ellos para posicionarse en la zona del casco que le conviniese a la hora de cruzar. Y si en algún momento necesitaba subir, sería muy sencillo.

Se agarró a la zona delantera del casco, en la zona contraria de la pasarela de acceso, para que así no se le pudiera ver cuando llegase alguien al pequeño barco. Allí esperó sujeto.

Fuera, los disparos continuaban, pero cada vez más apaciguados, parecía que el enfrentamiento estaba acabando.

Ya casi terminaba la batalla inicial, solo un reducido grupo de hombres me impedía poner en marcha el pequeño barco. A pesar de su numero reducido, no podía subestimarlos, no en esas condiciones. Como todo cazador sabe, los animales mas peligrosos son aquellos que están acorralados, pues ya no tienen nada que perder; esa regla también aplica cuando se cazan humanos. Por mas que fuesen un pequeño grupo de campesinos oportunistas, armados con rifles de mala calidad que quizás ni sabían usar, en ese momento eran tan mortales como cualquier grupo de soldados de élite, y quizás hasta peores dado que a diferencia de los anteriores, estos no tenían ninguna clase de entrenamiento para controlar el miedo y los nervios, y abrirían fuego ante la primera señal de problemas contra todo lo que tuviesen enfrente. Normalmente eso no seria mucho problema, pero corría el riesgo de que, entre tantas balas perdidas, ademas de matarse entre ellos dañasen el barco, y así perdería mi único medio de transporte acuático. Entonces, la solución era clara, tenia que acabar con ellos antes de que pudiesen vaciar sus cargadores, asegurarme de que utilizasen la menor cantidad de balas posible antes de acabar con ellos. En esa clase de situaciones no puedo evitar pensar lo conveniente que seria poder controlar mi poder a voluntad propia; "acelerar mi cuerpo" cuando quisiera, y así no depender de la adrenalina generada por la batalla y la posibilidad de una muerte horrenda, quizás así incluso me evitaría el riesgo de sufrir un paro cardíaco cada vez que lo uso.

Sin embargo no tenia tiempo de lamentarme por tonterías en ese momento, así que el plan continuo sin demora. Me acerque con sumo cuidado a la entrada de la bodega por la que antes habían bajado los soldados. Tenia la granada en mi mano derecha y el AR-15 sujetado con mi brazo izquierdo, de modo que la culata estuviese bajo mi axila. Por suerte en su desordenada retirada habían estado demasiado ocupados intentando no morir como para cerrar bien la puerta, de modo que tenia una muy reducida visión del interior desde donde me encontraba: la suficiente como para saber que la puerta estaba abierta. Le quite el seguro a la granada y la arroje desde lejos, unos segundos después el gas inundo el cuarto, y al poco tiempo ya lo veía saliendo por la compuerta, al mismo tiempo que escuchaba los gritos de pánico y dolor ante el ardor en los ojos. De un salto me introduje en la bodega, y entonces todo se volvió lento. Mi ventaja era que yo contaba con una mascara de gas, a diferencia de ellos. Aun así la perspectiva de las balas viniendo hacia mi basto para hacerme entrar en la "cámara lenta" y lo siguiente que ocurrió, paso demasiado rápido como para ser detectado por el simple ojo humano. El cañón de rifle se movió en varias direcciones, se escucharon unos cuantos tiros, por suerte la mayoría míos. Digo por suerte por que mis balas si tenían un objetivo concreto. El hecho de que todo ocurriese en cámara lenta no solo me permitía esquivar las balas, me permitía también dar un vistazo rápido a la cantidad de hombres en la habitación así como sus posiciones, y en mi mente se trazo un curso de proyectiles rápido. Dispare a la velocidad del pensamiento, y para antes de que el primer cargador llegase a la mitad, ya estaban todos muertos. Tenia munición perforadora. Apunte a los cuellos y la cabeza, un par de balas atravesaron al primer objetivo y derribaron al segundo; la mayoría de sus balas dieron contra las paredes de la bodega, solo un par llegaron a mi, pero como vi que darían en zonas protegidas y no letales opte por no moverme, y en cambio concentrar toda mi energía en eliminarlos rápido.

Termino todo en cosa de nada, y yo caí arrodillado al piso, machado en sangre ajena, y jadeando como un fumador que acaba de correrse la maratón. No pude evitar toser bastante. En mi ultimo gemido escupí sangre, mi sangre. Habia forzado demasiado las cosas, y estaba mas débil de lo que calcule, pero no podía pensar en eso entonces. El barco ya era mio, tuve que apurarme. Use todas las fuerzas que pude para reponerme rápido y salir de allí, sin siquiera molestarme el sacar el rifle, que ya pronto tendría compaña. Fui de una corrida hacia el vehículo y lo acerque lo mas que me fue posible para descargar rápido. Entre mi equipaje se encontraba una AA-12, munición del RPG que llevaba antes, un poco de C4, minas Claymore, un lanzagranadas Milkor con munición, una M60 para montar, un par de AKs, un FAMAS, un FAL y SCAR-H, y un par de Desert Eagles.45, ademas de las Berettas que llevaba. No usaría mucho del equipo que llevaba, pero prefiero dejar armas tiradas por el piso antes que encontrarme en pleno campo de batalla donde me falten. Iba a librar una guerra contra una triada, no puedo tomar riesgos, y cualquier cosa en apariencia inútil puede marcar la diferencia. Ya sin mucho mas que hacer y con todo descargado me dispuse a zarpar. Supongo que tener fuerza aumentada facilito bastante la carga y descarga, aunque si que necesitaría un buen descanso en el viaje si quería tener alguna oportunidad contra los chinos; me había sobre exigido, y si no me calmaba un poco pronto acabaría muerto por agotamiento, en el mejor de los casos.

El sonido de la refriega continuó, esta vez dentro del barco. Logan decidió esperar agazapado, enganchado en la proa de la barcaza, apenas asomando la cara para respirar.
Aún no sabía si tendría que intervenir, pero lo que está claro es que en caso de pelea, mejor esperar a que se eliminen entre sí y luego actuar por sorpresa sobre los supervivientes. Y eso si es que fuera necesario hacerlo.
Iba a esperar primero a que la refriega terminara, y luego iba a esperar un tiempo prudencial. Si veía que el barco se quedaba tranquilo, lo robaría y en cinco minutos estaría al otro lado del ancho río. Si veía que el barco se iba a mover, esperaría a ver la dirección que tomaba. Si le convenía, simplemente se dejaría transportar, y si no le convenía, asaltaría el barco. Desde luego no iba a tener mucho problema moral en asaltarlo visto el ruido de las balas que escuchaba.
El asalto terminó. No podía saber de que forma había terminado.
A su nariz llegaron retazos del olor de granadas de humo. Olor desagradable, pero ya estaba acostumbrado a él, había olido cosas peores. Todo parecía indicar un asalto sorpresa de un grupo pequeño o un individuo sobre los mafiosos del lugar.
Oyó unos pasos, una sola persona saliendo del lugar, una persona tosiendo, con una respiración alborotada ya sea por el efecto de la propia granada como por el esfuerzo físico al que se había sometido.
Logan esperó.
Un vehículo se acercó y embarcó. Alguien salió de dentro. Era la misma persona que antes, tenía el mismo olor, no era ningún problema para él notarlo ya que en realidad sólo les separaban una docena de metros.
Ruidos metálicos en el vehículo. Ruidos muy reconocibles. Realmente no era tan experto como para poder concretar lo que eran, pero sabía lo suficiente como para notar que esos ruidos de resortes cargándose era de armas, y parecía que había bastantes de ellas.

Logan recapituló. O sea, un asalto de lo que parece una sola persona a un embarcadero de las Triadas, roba un barco también de las Triadas y lo carga de armas. Parecía que el interés del intruso era descargar una lluvia de fuego y plomo al otro lado de la orilla. Estupendo, eso le vendría bien, que alguien hiciera un asalto llamativo, así él podría hacer un asalto furtivo sin demasiados problemas.

Igual el intruso era un gran tipo, persona divertida y de buenas costumbres, alguien estupendo para tomarse unas cervezas en cualquier tugurio tailandés con peleas de thai-boxing de fondo. Pero no podía estar seguro de ello. Igual era un enfrentamiento entre bandas, o un asesino a sueldo a punto de ejecutar una venganza de alguien afectado por las Triadas...y las Triadas si hay algo de lo que no están faltas es de enemigos dispuestos a convertir sus aldeas en charcos de sangre.

Desde luego la cosa prometía, esperaría a cruzar el río y saldría sigilosamente hacia la espesura de la selva destino a su objetivo en cuanto tuviera oportunidad.

El barco continuo andando hacia su destino sin mucha demora. Una vez que las armas estuvieron descargadas y el vehículo puesto en marcha, ya no hubo marcha atrás. En retrospectiva, nunca tuve intenciones de retirarme de ese combate, aunque a juzgar por mi estado en ese momento, supuse que descansar no seria una mala idea. Me excedí demasiado en la pelea, mi cuerpo tuvo que obrar muy deprisa y eso no le vino bien a mi corazón. Es por casos como ese que lamento no poder usarlo a voluntad, y le echo de que no pueda controlarlo me imposibilita su practica. Pero bueno, no tiene caso lamentarse por esa clase de cosas en un momento así. Necesitaba reponer energías lo mas pronto posible, de modo que mis actividades debían limitarse nada mas que a conducir el barco hasta su destino. Me recupero rápido de las heridas y el cansancio, parte del programa de entrenamiento para poder mantenerme en combate mucho mas que cualquier soldado normal. Por suerte el rió que estábamos circulando era poco transitado, de modo que no tuve que preocuparme por muchos problemas de frente, y pude utilizar mi mente para propósitos mas útiles, como idear un plan de combate o, si se complicaban mucho las cosas, uno de escape. Traje un par de rifles cerca del timón para entretenerme un poco, así al menos podía revisar las armas de tanto en tanto mientras me aseguraba de que el barco continuase yendo en linea recta. Era lo mejor para evitar el aburrimiento, o al menos mantenerme haciendo algo útil, y no solo esperando a que la batalla llegara a mi. Es uno de esos gajes de desperdiciar toda la vida haciendo la guerra: los momentos de mayor calma son los peores, no solo por que literalmente no se que hacer con ellos, sino por que mi ya vieja paranoia me impide disfrutar de cualquier "escenario pacifico", dado que la parte mas experimentada de mi cerebro me grita al odio constantemente que todo puede irse a la mierda si bajo la guardia.

Y lamentablemente esa era la parte que mas estaba escuchando en esos momentos. El mar estaba demasiado calmo, no se escuchaba ni el sonido de los pájaros. Ni siquiera estaba poniendo atención al cargador del FAL que estaba llenando, simplemente me limitaba a poner las balas de forma automática mientras mi vista se concentraba en el horizonte, y mis oídos se mantenían atentos ante el primer sonido fuera de lugar que indicase peligro. Entonces, de pronto y por distraído, una de las balas se patino entre mis dedos y cayo rodando por la cubierta del barco. EN cosa de nada ya había dejado el rifle en su lugar y estaba yendo a buscar esa bala. Tristemente era lo mas interesante que me había pasado desde que el barco zarpo, y aun así mi lado mas paranoico me seguía gritando que me preparase para cualquier altercado. Aun así, dado lo vació que se encontraba el rió, dudaba enormemente que esta vez pudiese sorprenderme algo. Lo peor que podían pasar serian misiles o proyectiles de esa clase, pero esa opción estaba descartada por que podía verlos llegar sin ningún problema. Los torpedos eran otra cosa, pero de nuevo, muy poco probable como para considerarse en una situación así.

Mientras mentalmente repasaba posibles escenarios de desastre, no me di cuenta de que estaba mas cerca del objeto de lo que había calculado, y termine pateándolo. Maldije por lo bajo por esa falta de cuidado, y me acerque a recuperarla rápidamente. Lamentablemente le había dado con mas fuerza de la esperada, y el pequeño objeto rodó hasta uno de los extremos de la cubierta, donde cayo. Espere unos segundos el splash...pero hubo otro sonido que escuche antes. Ligero, casi imperceptible, pero sonó, y yo tengo buen oído. Se que la bala dio contra otra superficie antes de llegar al agua, algo se metió en su camino; el splash demoro demasiado. A simple vista esto seria el extremo mas radical de la paranoia...y tal vez lo fuera, pero bajo ninguna circunstancia navegaría en un barco del cual no conociera hasta el mas mínimo detalle. Bien podía haber sido un pez, un mal calculo de mi parte, o algo mas; honestamente después de tanta calma a mi alrededor estaba lo suficientemente cansado como para darle una revisada. Cargue el M16 y lo sostuve entre mis manos. Acto seguido corrí a toda velocidad hacia la cubierta, solo que a varios metros de donde había caído la bala original, en caso de que lo que fuese que estaba allí intentase sorprenderme; en el peor de los casos practicaría tiro al blanco con un pez o una persona, en el mejor, no seria nada.

off: es la mejor excusa que se me ocurrió para un encuentro, si no te gusta algo avísame que edito.

off: sin problema, las casualidad ocurren

El barco avanzaba por el río hacia su objetivo. Perfecto, iba justo hacia donde él deseaba. Con suerte todo sería tan fácil como esperar a salir sigilosamente cuando atracaran al otro lado del río.

Oía el sonido del motor del barco avanzando por el río, el agua golpeando el casco. Y notaba a una persona sobre el cubierta, manipulando armas, el click-clack de los resortes y muelles de las armas.

Algo cayó al suelo, rondando hacia él.
-Ay, que ya se va a estropear el plan,- pensó para sus adentros.

La persona fue tras el objeto caído.

Al momento, un objeto metálico cayó sobre su cabeza, enganchándose entre su ropa.
Lo más rápido pero sutilmente apartó de sí dejándola caer al agua.
-También es casualidad que justo se tenga que caer justo sobre mí,- pensó.

Oyó otro ruído muy reconocible, el de un arma amartillándose y luego unos pasos acercándose. Parecía que era momento de actuar.

En un movimiento fluído, clavó las garras en los neumáticos y empujó de sí mismo con todas sus fuerzas hacia arriba, como en un salto que le elevó unos centrímetros sobre la cubierta, metiendo a su vez las garras para soltarse de los neumáticos y saltar dentro.

El individuo estaba preparado, y disparó una ráfaga sobre él, que impactó de lleno en el pecho de Logan.

A veces sus compañeros pensaban que Logan estaba por encima del dolor y del sufrimiento, que cosas así no le afectaban. ¡Falso!. El impacto dolía, la carne rasgada y quemada por un pedazo de metal a varios ciento de grados de temperatura. Pedazo de metal que al chocar contra su esqueléto metálico se partiría en cientos de esquirlas.
El dolor existía, pero lo que no existía es un daño real a su salud gracias a su capacidad de regeneración. Apenas herido, su cuerpo ya estaba trabajando a gran velocidad para recuperarse, de forma que para unas heridas así en unos segundos no quedaría rastro de ellas.
En él también había una resistencia mental enorme, una capacidad de sobreponerse al dolor y actuar sin limitaciones a pesar de ello.

Las balas impactaron, resultando como recibir varios puñetazos en el pecho que le retuvieron unos segundos.

-Casi hubiera sido mejor que no se te cayera esa bala, así no tendrías el disgusto de conocerme.- Dijo mientras hacia aparecer sus garras en toda su longitud.

¡SNIKT!

Spoiler:

Al final mis sospechas terminaron por confirmarse bien fundamentadas, puesto que al final si acabo habiendo un intruso en el barco que había tomado prestado. A juzgar por la situación parecía haberse colado desde antes que iniciara mi viaje por el rió, seguro se había colgado de uno de los costados en plena pelea y por eso había sido incapaz de notarlo. En esos momentos me estaba maldiciendo por no haber revisado los interiores del barco apenas me subí, pero reconozco que en su momento hubo demasiadas cosas a mi alrededor que me mantuvieron distraído como para ocuparme de ese detalle que tan trivial me pareció en su momento. Entre la perdida tremenda de energía que sufrí después de usar mis poderes, sumado al poco tiempo del que disponía para zarpar antes de que llegasen refuerzos y la cantidad de equipo pesado que debía transportar, convengamos que el examen minucioso del barco mas haya de lo básico se me paso de largo; quizás en otras circunstancias lo hubiese hecho pero en ese momento en particular, entre mi corazón y el peso sobre mis hombros, pues tuve que obviarlo. Dios como lo estaba lamentando en esos momentos. Por otra parte, si irremediablemente debía enfrentarme a alguien antes de llegar a mi destino, mil veces prefería que fuese en medio del agua, donde solo estábamos yo y él, que en tierra, de donde podían llegar mafiosos en cualquier momento y así verme envuelto en una pelea contra ambos bandos.

El hombre en si no parecía nada del otro mundo, y justamente por eso me inspiraba tanta desconfianza. No iba de traje, ni portaba tatuajes visibles que lo identificasen con ninguna Triada; por no hablar de su ausencia de rasgos asiáticos. Era un hombre fornido, eso se notaba, de apariencia desalineada, como a quien no le importa ensuciarse un poco las manos. El gesto amenazante de su rostro me indicaba que no habría forma de salir bien parado de esa situación. Pero lo peor de todo fueron sus ojos: conozco esos ojos, yo mismo los tengo, he visto a mucha gente con ellos, y puedo identificarlos en cualquier situación; son los ojos de alguien que ha visto la muerte muchas veces, esa clase de cosas, aunque imperceptibles para la mayoría de las personas, no pueden ocultarse nunca. Quizás fuese un matón de las triadas, o una especie de guardaespaldas, pero esa teoría fue rápidamente descartada dado el hecho de que no acudió en ningún momento a salvar a los traficantes; también así se eliminaba cualquier relación que pudiese tener con las fuerzas de la ley. Quizas fuese miembro de un grupo rival, lo cual era lo mas probable de momento, pero independientemente de lo bueno que fuese, dudo que un grupo criminal lo suficientemente poderoso como para enfrentar a una de las Triadas mande a un solo hombre contra un pequeño batallón; si este era el caso el sujeto que tenia frente a mi debía ser muy bueno. Otra complicación mas.

Fuera como fuese no le di tiempo ni a responder. La fuerza de sus brazos quedo evidenciada cuando de un salto cayo de pie sobre la cubierta, pero yo era quien tenia el arma en la mano (ya que él, por algún motivo no llevaba armas encima) y no perdí tiempo en dispararle una ráfaga de balas directo al pecho. Vacié medio cargador en su pecho antes de detenerme, solo por las dudas. Una bala sola debía hacer el trabajo, pero no quiero arriesgarme. Hombre solo, en medio de una pequeña tropa de traficantes de droga, completamente desarmado; tiene el perfil de alguien muy peligroso, o muy bueno o muy confiado, quizás hasta con habilidades especiales que hicieran innecesario el uso de armas. Siendo este caso una posibilidad mas que lógica en el mundo de mierda donde vivo, opte por prevenir antes que lamentar. Desgraciadamente acabe lamentandolo de todos modos cuando mis balas atravesaron su pecho y, a pesar de la visible mueca de dolor que contemple, el hombre se mantuvo de piel. Mas que eso de hecho, las heridas comenzaron a sanar, a un ritmo demasiado acelerado. Ni siquiera mi yo me puedo recuperar tan rápido de las heridas, lo suyo era curacion regenerativa. Fue entonces cuando mi mente empezó a unir piezas y pude formarme una idea de a quien me enfrentaba. Curación regenerativa, aspecto vagabundesco, notoria fuerza física y apesta a muerte...

...su tono de voz y las garras de metal que salieron de entre sus dedos pocos segundos después confirmaron mi teoría. Estaba ante nada mas ni nada menos que Wolverine, de los X-Men. Llevo mucho tiempo investigando a ese tipo, y no era para menos. Su expediente militar era, mínimo, increíble, y eso venia de mi; al menos en lo referente a lo extenso que era. Debido a sus poderes mutantes envejecía mas lento y por eso parecía tan joven, cuando en realidad me superaba en edad por varias décadas. También era famoso por el metal que componía sus garras, al igual que todo su esqueleto: el indestructible adamantium, el mas duro del mundo conocido. Fantástico. Un hombre cuya suma de habilidades lo hace inmune a las balas, que encima esta muy bien entrenado en combate y no es muy conocido por su piedad o auto control, a quien para colmo le di un motivo para estar enojado conmigo. Necesitaba tranquilizar un poco mas las cosas antes de que empezáramos una batalla innecesaria. No podía arriesgarme a que esas enormes garras acabasen dañando el barco, y considerando que la otra opcion era que se insertasen en mi cuerpo, tampoco era buena idea. El blindaje de mi traje podía protegerme contra casi cualquier tipo de munición, e incluso un poco de daño punzo cortante, pero esas garras ya eran otra historia; nada en mi arsenal de momento podía protegerme de ellas. Tampoco tenia ácido, ni carbonadio, ni ninguna fuente de electricidad lo suficientemente potente a mano; no tenia nada capaz de dañarlo, solo relentisarlo e intentar tirarlo al aguan si las cosas se ponían demasiado feas, quizás eso funcionaria. Aun así sabia perfectamente que no podía subestimar a ese oponente,y evitar la pelea siempre seria la primera opción.

-Yo te conozco...Wolverine...Logan ¿Cierto?- Mis ojos en ningún momento se apartaron de los suyos, no podía darme el lujo de mirar a mis armas o realizar movimientos bruscos que me dejasen al descubierto. Mi cara seguía exactamente igual a como estaba en el momento que le vi aparecer por primera vez. No pude evitar sorprenderme cuando le vi resistir el impacto de las balas, y seguro que eso lo habrá notado, pero una vez supe de quien se trataba, mi gesto volvió a ser el de siempre: emocionalmente neutro. No había ni pizca de temor o duda en mi cuerpo; por mas que intentase leer mi rostro buscando alguna emoción o señal de acción no encontraría nada. Estoy entrenado para ocultar perfectamente mis intenciones y emociones, y ese día no seria el día dichas habilidades me fallaran. Él por su parte era igual de ilegible para mi, aunque su gesto exudaba cierta confianza (que no era para menos considerando mi situación) y el hecho de que tuviese afuera las garras indicaba que estaba preparado para iniciar la pelea si debía hacerlo.- Lo siento, te confundí con alguien mas- Digo, después de unos cuantos segundos de tensión en los que ninguno de los dos se movió, esperando a ver las acciones del contrario.- Pensé que estabas relacionado con esos mafiosos.- Colgué el rifle de mi hombro y cruce los brazos sobre mi pecho, para que viera que no pretendía levantar mis pistolas. No me estaba rindiendo, sino mas bien indicando que no buscaba pelea.- Me tardo un tiempo reconocerte, hasta que sacaste las garras. Debes ser el segundo soldado mas famoso después del Capitan America- Charla casual, lo mejor que me vino a la mente para eliminar un poco de la tensión que aun había en el aire, por mas que no fuese muy ducho en esa clase de cosas.- Si te lo preguntas, yo tampoco estoy con ellos; solo decidí convertir a sus superiores en mi objetivo de momento, y si tu estas aquí, me imagino que también.- Habia una razón por la cual supuse desde el principio que podría llevarme mejor con ese X-Men que con todos los demás.- Tu no tienes problemas en matar, así que no creo que vengas a arrestarme, y si te habías metido en este barco de la mafia, asumo que tu también tienes algo que tratar con ellos...o me equivoco?-

Realmente esperaba no equivocarme, y que no viniese buscándome a mi particularmente.

-Por eso pretendía pasar desapercibido,- dijo Logan mientras miraba atentamente al otro hombre, -pero supongo que en ciertos ambientes me he vuelto ya demasiado conocido.-

Al ver que el tipo dejaba de apuntarte decidió guardar sus garras y caminar hacia el puente

Puso su mano sobre el pecho, masajeándose el lugar del impacto. Cierto es que aquello no le había dañado, pero cada balazo era como un puñetazo y el dolor era inevitable. La diferencia entre unos y otros era el daño que cada uno era capaz de resistir, y el umbral de Logan era bien alto.

-Igual deberías decirme quien eres,- dijo con mirada socarrona, -no parece muy educado que tú sepas quien soy yo pero yo no sepa de ti.-

Se puso a buscar en los alrededores del puente, hasta que lo encontró, un pequeño frigorífico. Con el tórrido y húmedo clima de este lugar debía haber alguna. La abrió.

Se levantó, lanzándole algo, -tómate una, tienes mala cara.- Lo que le había lanzado era una lata, de cerveza en concreto. Logan mientras estaba abriendo una para sí mismo y comenzó a beberla.

-Mi intención era pasar desapercibido y cruzar el río sin que ellos lo notasen. Cuando oí la fiesta que montaste hace un rato ahí fuera no podía saber quien era el atacante, igual era un enfrentamiento entre bandas de las Triadas, no es nada raro. Pero no tienes cara de eso ahora que te veo, y este pequeño arsenal que traes aquí me hace pensar que quieres hacer un fiesta aún mayor al otro lado. ¿Vas a algún sitio en concreto?, porque igual me uno a la fiesta.-

Que bueno que el mutante opto por el acercamiento pacifico cuando baje el arma, de otro modo las cosas podrían haberse puesto bastante complicadas. Al parecer no venia buscándome, ya que no me reconocía. Tampoco parecía querer pelear de momento, o al menos no particularmente contra mi puesto que guardo sus garras al ver que no pretendía hacerle daño. Al menos ya no tenia que preocuparme por el intruso, ni por que este intentara asesinarme antes de llegar a mi destino. Una cosa menos de que preocuparme. A pesar de la gran sensación de calma que me invadió (la cual, por supuesto, me asegure de ocultar al recién llegado lo mejor posible, manteniendo mi cuerpo firme y mi rostro emocionalmente nulo) no pude evitar dirigir mis ojos hacia la "herida" de bala que le había dejado en el hombro. Ya había sanado, en cuestión de unos segundos; que increíble factor curativo. Al menos pude comprobar que mi teoría era correcta, y el hombre, si bien era capaz de recuperarse de cualquier herida, no podía evitar sentir el dolor que estas acompañaban. Si bien esa información no me era muy útil ahora que había demostrado que no seria un problema para mi, bien podría sacarle provecho cuando la situación lo ameritase. Si puede sentir dolor, entonces por lógica tiene un limite, tanto físico como mental, al dolor que puede soportar. Desde luego descubrir esos limites como para explotarlos representaba un problema, puesto que estaba ante un hombre que ya había sido acribillado, quemado vivo, electrocutado, aporreado por Hulk, aplastado, despellejado, etc. Los archivos que recopilaban su información fueron muy específicos con eso y yo no tenia nada capaz de superar el dolor generado por esas experiencias. Seria una tarea de investigación para cuando terminase la misión, pero, de nuevo, de momento no era algo de lo que debiese preocuparme.

-...Soy un soldado, si eso necesitas saber.- Supongo que fue lo mas lógico que me vino a la cabeza decirle en ese momento.- Jonathan Smith, me dicen Smith.- Sonaba mejor decirle mi nombre "real" que mi apodo de trabajo. Esperaba que no se le ocurriera preguntar que significaba la doble M carmesí que se encontraba en mi pecho a modo de símbolo, y así ahorrarme las explicaciones de "Mass Murderer"; esa clase de nombres sirven para dejar en claro tu propósito pero no es la mejor idea que aliados de los vengadores te conozcan como "el asesino en masa", por que mas haya de la ridiculez del nombre en si es muy fácil que se hagan una mala idea de ti, y eso era lo que menos necesitaba en ese momento. De momento no lo había hecho, de modo que deduje que la doble M no era lo que mas le interesara de momento, o esperaba que yo dijera directamente mi apodo a modo de presentación. Al menos tenia la excusa para no decirlo de que "él no había preguntado" por que la verdad, no creo que mentirle sea buena idea; algo dentro de mi me dice que lo sabría, y eso solo lo hacia mas peligroso.

Sin mediar mucha palabra, se acerco a un frigorífico que había en el barco como si fuese lo mas normal del mundo, para luego tomar una lata de cerveza y arrojarmela de lo mas casual. Desde luego que le di un trago, no iba a desperdiciarla, aunque no fuese precisamente mi bebida alcohólica favorita.- Prefiero el vodka.- Comente con una ínfima pizca de desagrado ante el sabor algo amargo de la cerveza, aunque eso no me detuvo de darle otro trago.

Por otra parte, cualquier pizca de enojo que pude haber tenido ante la situación se transformo en una extraña y retorcida alegría cuando escuche que el X-Men se quería unir. Si, soy mas de trabajar solo, pero tampoco soy ajeno al trabajo en grupo; soy miembro de los Thunderbolts al fin y al cabo. La idea de tener al famoso mutante de mi lado en ese conflicto no venia para nada mal, y la verdad que andaba medio necesitado de un par de manos extra si quería enfrentarme al pequeño ejercito del que disponían esas Triadas. Al menos así no tenia que pedirle ayuda, ni preguntar por sus motivos de subirse al barco, el cual él mismo ya explico coherentemente; nuestros objetivos coincidían de momento así que una alianza sonaba como lo mas adecuado.- Planeo dar un golpe duro en una plantación de amapolas y centro de distribución, que pertenece a un Cartel Internacional de drogas. Aun no tengo bien figurado cual, ninguno de los miembros que he visto hasta ahora lleva ningún tatuaje o símbolo distintivo, así que pude eliminar un par de la lista, pero el hecho de que se manejen con tanto secretismo me indica que se trata de veteranos en el negocio. Sus células no comparten información; no importa cuantos hombres interrogue ninguno ha sido capaz de darme nombres importantes, solo el paradero de sus superiores particulares.- Dije mientras volví a tomar el timón del barco, haciendo que el maldito transporte arrancase de una vez.- Si quieres unirte a la fiesta estas mas que invitado, todo lo que tenemos que hacer es incendiar las plantaciones y destruir el embarque; ya después nos ocuparemos de buscar a alguien entre los cadáveres que se aferre a la vida lo suficiente como para pasarnos otro nombre y así seguir la cacería.- Era un método de lo mas lento, pero no había muchas ideas de momento, y así se nos garantizaba que tarde o temprano acabaríamos topandonos con alguien de relativa importancia.

-Ah, Jonathan Smith,- dijo Logan -pues no, no me suena ese nombre.-
Olía que ocultaba algo, la gente a veces mentía, y eso les hacía sudar generando una reacción olfativa en él.
Ocultar información no era lo mismo que mentir, pero en cierto sentido se parecía bastante, no había una reacción natural ante una pregunta totalmente natural, y eso era lo que le había sucedido a él. Fue preguntarle quien era y notar aquella ligera reacción que implicaba que durante un instante se había pensado la respuesta.
Seguramente el nombre sería cierto, pero era un nombre tan común que igual le valdría haberse llamado John Doe.
De cualquier forma no representaba eso un problema ahora, parecía haberse relajado algo, aunque aun lo notaba sobresaltado, pero lo suficiente como para tomar una posición más relajada en su conversación.
En cierto modo que tuvieran objetivos comunes en este momento venía bien. No tenía mucho problema con tener una pelea en este momento si las cosas se ponían feas, pero en un barco en mitad de un río que era una frontera internacional con un régimen comunista dictatorial, no parecía el mejor sitio para montar una fiesta de ese calibre. Además, una ayuda nunca viene mal.
-Yo iba a cruzar sigilosamente, cuando cruzaran con el barco, remolcarme hacia la otra orilla y luego seguir agazapado en la selva por mis medios hasta un lugar donde me han indicado. Si quieres unirte, allí seguro que podemos obtener información.-
-Lo que sí te digo es que en Tailandia no es raro ver occidentales por todo el país, es fácil pasar desapercibido porque allá donde vayas, hasta en el pueblo más perdido, siempre hay alguno viviendo o que al menos pasa frecuentemente por allí.-
-Pero en esa otra orilla, en Laos, no se ven muchos de los nuestros desde los tiempos de la guerra de Vietnam. A ver, en las ciudades sí que hay, y empieza a haber algunos turistas recorriendo el país, pero desde luego llamamos la atención.-
-Por eso pretendía pasar desapercibido por la selva hasta el lugar objetivo, que no es muy lejos.-
-Yo recomendaría tomar tierra en algún rincón apartado, con vegetación frondosa, donde poder ocultar la barcaza bajo las ramas de los árboles, y esos lugares existen, y desde ahí avanzar con sigilo hacia mi objetivo, intervenir, intentar encontrar datos de tu objetivo y si es necesario volver a por más de tus juguetes, venimos, ¿qué te parece?.-

Logan se acercó, pidiendo un momento el timón y tomándolos. La barcaza, que ya bordeaba la otra orilla entre árboles, viró, internándose bajo las ramas colgantes de los grandes árboles selváticos. A los segundos, tras pasar el primer muro de follaje, ya estaban cubiertos de vegetación. Se formaba como una calle acuática cubierta en paralelo a la orilla. Tan sólo había que buscar un lugar donde las raices de los árboles permitieran acercar la barcaza a tierra. Tras un rato encontró un buen lugar, totalmente cubierto, una pequeña playa fluvial, cubierta por las ramas de los árboles cercanos salvo desde arriba, desde donde entraba bastante luz.

Detuvo el motor y ató las sogas a las raices de los árboles cercanos.
-Si la necesitamos para escapar, aquí estará a salvo hasta que regresemos. Y para mí no tiene pérdida.- Dijo olisqueando el olor de la barcaza en el lugar, muy diferente al olor natural de la selva.

-Es lógico que no me conozcas, prefiero que sea así con todos.- Y es que lo mas preferible para mi siempre fue permanecer entre las sombras, en secreto; que nadie sepa de mi mientras que yo sepa de todos, esa es la mayor ventaja que puedo tener en esta linea de trabajo. Ya antes de Omega tenia una muy mala reputación, mas que nada en países del tercer mundo; la recompensa por mi cabeza era mas alta en cada lugar, y por eso llego un punto en que deje de combatir contra milicia mal entrenada y pase a enfrentarme a caza recompensas profesionales y pequeños batallones. Y en este mundo de superpoderes y justicieros, de superhumanos,robots y aliens, de demonios y seres de otras dimensiones; un mundo donde hasta los mercenarios deben llevar mascaras y disfraces vistosos para tener una reputación respetable. En esa clase de mundo la reputación era lo mas importante, en especial para este ultimo grupo, es lo que les aseguraba los mejores contratos, el testimonio de su habilidad, de sus proezas, del por que estaban por encima de todos sus semejantes, y eso aplica para todos aquellos que decidan llevar un símbolo visible, no importa su alineamiento. Esa misma reputación es un arma de doble filo, al menos para gente como yo. Esa misma reputación es la que le permite a tus enemigos saber de lo que eres capaz, tus habilidades, tus debilidades, tu modus operandi, todo. Solo había que tomar el ejemplo presente: yo sabia todo de Wolverine, mientras que él no sabia nada de mi, y esa era mi ventaja; desde sus poderes hasta su psicología y rasgos de su conducta, todo por que su rostro era conocido. Yo sabia de su esqueleto de adamantio, sus garras, su factor de curacion casi regenerativo. Lo único que me sorprendió fue el hecho de que pudiese detectar cuando le ocultaba información; ya antes había leído un par de informes sobre el por que era inútil mentir frente a él, pero pensé que se trataba de alguna clase de poder mutante extra como detector de mentiras (suena estúpido, pero he visto cosas francamente mas bizarras a lo largo de mi vida). Al parecer sus sentidos eran tan agudizados que podía detectar las raciones sensoriales o cardíacas que emite el cuerpo cuando el cerebro procesa una mentira...Me cago en la puta.

Escuche con atención su plan de viaje y no tuve ninguna objeción al respecto. A simple vista, no era un plan demasiado complejo. Planeaba aparcar el barco por alguna zona cercana a la orilla, e ir nosotros dos por la jungla para evitar ser detectados por testigos de cualquier clase. La selva local era lo suficientemente peligrosa como para alejar a cualquier civil e incluso a algunos soldaditos del lugar, por suerte ninguno de los dos entraba en esas categorías, de modo que podríamos cruzarla sin tener que preocuparnos demasiado por ningún peligro. Desde luego nuestro mayor problema serian los animales, pero al menos según tenia entendido en esa clase de biomas no había ninguna fiera lo suficientemente sigilosa como para evadir nuestra detección, ni suficientemente grande como para representar una verdadera amenaza una vez descubierta. Si las garras de mi "compañero" no limpiaban el camino de obstáculos, lo haría yo a balazos. En cualquier otra situación, y con cualquier otra persona, preferiría hacer yo el trabajo de guía, pero con él era un caso distinto. No es como su de repente hubiese nacido un mi un sentimiento de camaradería para con el mutante ni nada por el estilo (haría todo lo posible por matarlo si me pusiese en esa situación), sino mas bien diría que confiaba en sus sentidos. Apostarle mi vida a un hombre como él era lo mismo que apostarsela a un GPS: casi seguro que las cosas acabarían saliendo bien. Y bueno, si no salían bien por azares del destino, para eso llevaba conmigo tantas balas.- No tengo problema con tu idea, una infiltración por la jungla me parece lo mas adecuado. No te preocupes por mi equipo, no hay nada en ese barco que no sea irreemplazable, pero preferiría no perderlo de vista, dado que es nuestra única forma de cruzar seguros el rió y ya tiene equipo de defensa encima.- Soy excelente nadador, pero no tanto como para recorrer de una orilla a la otra el rió con Kevlar encima, y de seguro el esqueleto de adamantio de Wolverine no flotaba demasiado bien.

Él acabo tomando el timón para guiar al barco hacia un punto que se adecuase a sus necesidades. YO no objete para nada el asunto, sino mas bien todo lo contrario; lo aproveche como una oportunidad para armarme. Debido a eso, para cuando llegamos a la zona deseada, una con grandes raíces que nos facilitaron el anclaje del barco y el acceso a tierra, estaba preparado para avanzar. Llevaba encima mis manos un AK-47, era el rifle ideal para esa clase de ambientes: no se atora ni se atasca, aunque se cubra de agua, arena o lodo, de modo la única forma de que esa arma dejara de disparar era que fuese extraviada o partida a la mitad, garantizandome fuego continuo contra cualquier enemigo. Así mismo, su rango de 400 metros me permitía sacarle provecho como rifle gracias a la mira telescópica que le había instalado. Aun así, había una escopeta AA-12 en mi espalda. Su poder destructivo me garantizaría una ventaja crucial en caso de que me encontrase contra cualquier tipo de blindaje o algo parecido. Por las dudas, llevaba dos Berettas 93R conmigo, y tres granadas en el cinturón para volar vehículos o barricadas improvisadas. Un cuchillo militar para asesinato silente completaba mi equipo, ubicado en la funda izquierda por encima de mi tobillo.

Gracias a mi entrenamiento y el suero que corría por mis venas, puedo cargar con mas peso que un humano normal, y aun así moverme mas rápido, de modo que el estar tan repleto de equipo no representaba ninguna clase de interferencia para mi, o retraso significativo en mi avance. Si todo se reducía a una pelea, en lo único que confiaba era en mis armas, pues las conocía pieza por pieza, podía desarmarlas y armarlas con los ojos cerrados; y lo mas importante sabia lo que podían hacer y lo que no, garantizando que nunca me darían ninguna sorpresa desagradable. Necesitaba asegurarme de que no sufriría ninguna clase de percance en el camino del punto A al punto B que mermara mi capacidad de combate para el punto culminante de la operación. Preferible tenerlas y no necesitarlas que necesitarlas y no tenerlas. -Tu eres el de los super sentidos, tu guías.- Le comente a Wolverine mientras bajaba del barco.




off: Mil disculpas por la demora, la época de exámenes me tiene estallado. Dado que vos vas a se el guía preferí dejarte a vos la descripción de la jungla, salvo que quieras extender el recorrido por varios turnos. Cualquier cosa avísame y si queres que yo describa el viaje mándame un MP y edito el post para añadir la descripción.

off: no hay problema, contesta cuando puedas.

Los neumáticos que protegían la borda de la barcaza golpearon la orilla. Logan apagó el motor y agarró una soga para atarla a algún árbol.
En su larga vida había dado tiempo a desaparecer y trabajar en todo tipo de empleos, entre ellos de marinero, y no es que se le diera especialmente bien, pero algún nudo sí que había memorizado. Uno como el que necesitaba ahora, que fuera seguro frente a la presión de tiro que ejercería la barcaza, pero que fuera rápido de desmontar al llegar, algo que se deshiciera con solo tirar del chicote.
Saltó sobre las raices de un árbol, para no pisar el cieno de la orilla, que parecía tener esa textura especial en la cual pisabas y te hundías, sólo para poder seguir caminando con gran esfuerzo y con barro hasta las rodillas.
La barcaza quedó segura amarrada a un árbol.

-Vamos, no está lejos, pero si avanzamos selva a través aún queda un tiempo para llegar.-

El hombre siguió a Logan.

La selva era densa, humeda, y la temperatura no era alta, pero combinata con tal humedad resultaba asfixiante el ambiente. Pequeños riachuelos atravesaban el camino, continuamente. Era realmente complicado mantener la orientación en un lugar así, en el que no se podía mirar al horizonte porque este estaba cubierto con una densa maraña de árboles, hojas y vegetación que crecía agarradas a estos. Sólo los sentidos de Logan le permitían mantener un rumbo fijo.

Logan notaba los animales esquivos en los alrededores. No le importaba encontrarse con alguno porque en ese caso el animal saldría peor parado que él y lo terminaría haciendo huir. Pero aún así esperaba no cruzarse con algún elefante salvaje, tigre de la zona, algún rinoceronte asiático, cocodrilo en algún humedal, más que nada porque sería una pérdida de tiempo considerable.
Las serpientes permanecía ocultas, son seres que procuran no hacerse ver si no se les molesta, así que procuraba rodearlas cuando las notaba cerca.

El camino les llevó un par de horas de esforzada caminata, no siguiente una línea recta, sino una aproximación segura, algo que fuera un modo de llegar lo más sutil posible.

-Estamos a unos cincuenta metros, debemos escondernos.- Susurró.

Buscó un tronco de árbol tumbado en las cercanías del claro que formaba la factoría de procesamiento de heroína, de forma que este le sirviera de escondite y parapeto.

-Bien, ya estamos aquí, ahora la idea es como lo vamos a hacer.-
-Mi idea inicial era ir escondido hasta la zona de procesamiento, arrasarla y luego acabar con todos los que se acerquen al oir la fiesta. Entiendo que resulte un método brutal, pero para mí no es problema.-
-Entiendo que contigo debería actuar de un modo diferente. ¿Alguna idea?, igual te podrías esconder en alto mientras que yo hago que la gente se ponga en tu campo de visión.-

Los paseos por la densa selva nunca fueron algo que encontrase particularmente atractivo. Mucha humedad, calor agobiante, y el terreno lodoso y lleno de raíces me dificultaba avanzar, por no mencionar todos los animales peligrosos que podían estar ocultos entre ellas; esa clase de lugares se caracterizan por poseer una amplia y muy variada fauna en lo que a criaturas feroces se refiere. Desde luego que no era nada que no hubiese hecho ya antes ,y mas veces de las que me hubiese gustado, es solo que no es precisamente mi bioma favorito de todos. Por otra parte, los sentidos de Wolverine resultaron una bendición, sirviendo como de guía perfecta para encontrar nuestro camino en un lugar donde las señales del GPS posiblemente no hubiesen llegado. Cada tanto, en medio del camino, me volteaba hacia atrás para asegurarme de que no hubiese ningún felino particularmente grande preparándose para saltar. Tenia entendido que no era poco común encontrarse tigres por esa zona. Esos animales tienen la costumbre de rodear a los viajeros descuidados, camuflándose en la vegetación y esperando el momento justo para terminar con sus vidas de un poderoso salto; siempre atacan por la espalda. Tampoco descartaba vistasos casuales hacia el suelo y así evitar tropezarme con una raíz o pisar una serpiente venenosa. Logan de seguro podría detectar cualquier animal que tuviésemos cerca por medio de sus sentidos, pero en lo que a mi respecta, solo tenia el instintos y mas que excelente vista producto de los años de practica de tiro. Necesitaba tener los oídos preparados y los ojos en todos lados para asegurarme de que nada pudiese tomarme por sorpresa. Hasta donde tenia entendido, incluso un cocodrilo podría haberse aparecido mientras atravesabamos algunas zonas, aunque por fortuna ese no fue el caso. He combatido en muchos lugares como ese y para muchos bandos diferentes, se mejor que nadie el efecto que esa selva podía tener en las personas. Vi a muchos hombres sucumbir ante heridas infecciosas, el ataque de animales salvajes o la mera perdida de cordura (que básicamente terminaba cuando ponía una bala en sus cabezas.)

Ya fuese por los nervios de acero, el entrenamiento militar o el hecho de que habia perdido la mayor parte de mi humanidad a muy corta edad, no tuve problema alguno atravesando la jungla. Como dije antes, ya he cruzado esos lugares muchas veces; después de la décima u octava ya se pierde temor a lo desconocido. Finalmente llegamos al lugar deseado, o mejor dicho, a unos cincuenta metros del lugar deseado, escondidos detrás de un tronco viejo y grueso. El edificio en su no era nada imponente, clasico de ese tipo de lugares que, aunque se establecen en zonas selváticas para alejar a curiosos indeseados, nunca pueden estar lo suficientemente ocultos, y mas aun teniendo en cuenta la actual tecnología de espionaje y vigilancia. El centro principal de operaciones en si estaba muy lejos de ser un castillo pero para nada se asemejaba a un edificio destartalado y en mal estado. A juzgar por su estructura externa era lo bastante grande como para almacenar a varias decenas de personas, sin contar los puestos de vigilancia circundantes y todas las personas que le estaban cuidando. Muchos guardias, hasta donde podía con la mira de mi rifle. Escuche atentamente su "plan", si podía llamarsele así, y me gusto. Creo que si hubiese sido capaz de hacer algo remotamente parecido a sonreír sinceramente, ese hubiese sido el momento; en cambio creo que mi rostro acabo portando una expresión rara entre la neutralidad emocional y la alegría.- Tu y yo podríamos llevarnos bien.- Le comente, mientras comenzaba a observar de lejos el campamento, estableciendo puntos de referencia, objetivos clave, tropas enemigas y rutas de acceso. El que estuviese acompañado por él no implicaba que estuviese dispuesto a tirar mi modus operandi a la basura y tirarme de frente al enemigo, ni mucho menos. En vez de responderle a su pregunta y proporcionar una estratega, preferí dejar que mis acciones hablaran por si mismas. El hombre habia sido un militar igual que yo, posiblemente entendiese mis intenciones y supiera interpretar mi silencio, si no haba olvidado mucho de ese mundo.

-Mínimo cincuenta personas, todas armadas. Cuatro puestos de vigilancia a los lados, cada uno por un punto cardinal diferente. Un hombre por puesto: un rifle Vychlop, dos M40A3 y un Walther WA 2000. Tienen buen alcance pero no creo que eso te represente un problema salvo que tengan balas de carbonadium- Entre los huesos fundidos con metal indestructible y el factor de curacion regenerativa debería poder aguantar el poder de fuego en el caso de ser visto.- Armas semiautomáticas, un par de M60...dos Browning M2 montados. Son balas de alto calibre, puedes con eso?.- A juzgar por su expresión el "desafió" no le representaba mucho problema, de modo que seguí observando.- En dirección este.- Le pase un par de binoculares.- Es la única ruta de fácil acceso al complejo, por donde podrían pasar vehículos con refuerzos. La mayoría de la gente que empiece a huir escaparan por los arboles, pero si la caballería llega, y sabemos que llegara, lo hará por esa ruta.- Me levante lentamente, listo para moverme.- Haremos lo que dices. Tu ve de frente, seras el tanque. Tus poderes te permitirán soportar el fuego pesado sin problemas. Yo matare al vigía que observa en dirección oeste, y por ahí entraras tu. No creo que pase mucho tiempo antes de que noten su ausencia, pero para entonces ya deberías estar adentro y seria demasiado tarde. Si quieres puedes cargar de cabeza, pero creo que haciéndolo de este modo te ahorrarías un poco de dolor y contaríamos con el factor sorpresa.- Nunca se debe desestimar el valor estratégico del daño moral provocado por un buen ataque sorpresa. El cerebro humano normal tarda por lo menos un segundo en responder ante una situación inesperada; para gente como nosotros eso era tiempo mas que suficiente. Dicho lapso aumenta en el caso de los ejércitos destinados a resguardar una posición: se confían en sus números, su armamento y quienes son. Son hombres de la mafia, criminales, no creen que nadie pueda atacarlos, el destruir esa ilusión de invencibilidad sustentada en la fuerza destrozara su moral, posiblemente muchos salgan huyendo.

-Yo.- Dije, mientras señalaba la ruta indicada.- Me desplazare hacia la ruta que te enseñe. Te brindare apoyo desde ese punto escondido. Si veo que llegan los refuerzos me encargare, al menos, de retrasarlos; te avisare de su llegada y los emboscaremos juntos. Con suerte para el momento en que alguien llegue aquí ya habremos abatido mínimo la mayor parte de las fuerzas primarias de defensa, y podre resguardarme detrás de las propias barricadas del edificio para disparar.- Y básicamente eso era todo, un ataque relámpago con un poco de sigilo, tomar la fortaleza enemiga y usarla en su contra; acabar con cuantas personas fuese posible en un baño de sangre.




off: Disculpa la demora; ahora que termine este cuatrimestre de la facultad podre estar disponible para responderte con frecuencia. Dicho sea de paso, si hay algún problema con el plan a seguir mándame un MP, lo discutimos y hare, si hace falta, las ediciones correspondientes.

off: no hay problema, yo estoy con problemas médicos y no estoy para entrar mucho por aquí estos días, y hasta dentro de unas semanas en realidad no estaré en plena forma.

Logan asintió.
O sea, el plan era intentar una intrusión lo más sigilosa posible, pero tampoco le importaba demasiado montar un infierno en la Tierra.
Se dirigió aprovechando la maleza a la puerta acordada, mientras miraba al guarda que debía ser ejecutado. La muerte de ese guardia debía ser la señal de salida para la intrusión.

Vio como el hombre caía, y corrió en su dirección a toda prisa aprovechando que nadie miraba.
Al llegar a la altura del muerto, lo cogió y lo arrastró a la maleza cercana, que distaba una veintena de metros. No parecía costarle nada el esfuerzo de arrastrarle. Sería más fácil que no saltase la alarma si no encontraban al guarda que si lo encontraban muerto, aunque seguramente con algo más de tiempo, la alarma saltaría de todos modos.

Una vez habiéndose desecho del cadaver, volvió al plan inicial. Se escabulló por donde se había situado el guarda al interior, allí una serie de barracones llenos de gente bullían de actividad.

Aprovechando la arquitectura del lugar, que era conocida por la presencia de alimañas rastreras, los edificos estaban construidos sobre pilares de madera, elevados sobre el suelo. Así que se echó al suelo y reptó bajo los edificios para evitar ser visto aún.

Logan también venía preparado para la fiesta, así que sacó de sus bolsillos, un pequeño paquete que colocó bajo el suelo del barracón. Explosivos, no eran potentes, eso seguro, vendrían bien para distraer con mucho ruido y fuego lejos de donde él esperaba encontrarse.
Seguramente no matarían a nadie, salvo que algún desgraciado tuviera la mala suerte de estar en un radio de tres metros alrededor del explosivo, pero como poco aturdiría a todos los que hubiera dentro y atraería a los demás. Activó el receptor remoto.

Sabía la dirección que debía seguir, el barracón donde se encontraba el procesamiento de la droga. Allí se iba a dirigir.

Encontró una patrulla por el camino, esperando que pasaran, los atacó con dos golpes certeros por la espalda, atravesándolos con sus garras, y lanzando sus cadáveres bajo los barracones.

La factoría se encontraba a su frente, en la puerta había un guardía, subfusil en mano. El camino estaba totalmente descubierto, no podría acercarse sin ser visto así como así.

Cogió una piedra del suelo, y un lado de la puerta, donde había situados unos bidones metálicos.
El guarda reaccionó, mirando al lugar y apuntando con su arma mientras se acercaba.
Logan salió de su escondrijo a toda velocidad con la intención de atravesar al guarda sin dar opción a reacción.

El mutante atropelló al guarda, matándolo en el acto.
Lo agarró y lo tiró bajo el barracón de la factoría.

Se acercó al barracón buscando una ventana. Trepó para alcanzar una, y lo vió.
Gran problema, él esperaba llegar allí, donde un montón de chicos malos produjeran la droga, entrar a sangre y fuego, poner explosivos incendiarios en el lugar, salir, accionarlos y huir. Pero ese plan no iba a poder ser, aquella factoría estaba lleno de niños, que eran los que producían la droga, esclavizados por las triadas.

Gran problema ahora, no había esperado encontrarse con esto y tampoco tenía forma de ponerse en contacto con su compañero de ataque.
Medio oculto tras el barracón, sacó una sola garra y la limpió como pudo para dejarla brillante, la asomó y aprovechó el sol para usar los reflejos en dirección a Smith.
Esperaba que entendiera el MORSE.
_.
..
_.
_ _ _
...
.
...
_._.
._..
._
..._
_ _ _
...
(ninos esclavos)
Repitió el mensaje varias veces, esperando algún tipo de señal de asentimiento por parte de Smith.