[Mini-evento] I'm not a Moron: He will never betray you (Rocket y Nova)

Caos, locura, terror. Si alguien había estado antes en las instalaciones de Stark Industries sabría que ninguno de esos nombres definía la empresa del multimillonario Anthony Stark. Pero aquel no era un día normal para el hombre conocido como Ironman, ni para su famosa empresa.

Los habitantes de Nueva York que paseaban por las cercanías del complejo, podían observar a primera vista cómo el edificio entero empezaba a descolocarse y tomar otra forma. Las paredes de la torre se intercambiaban y algunas se despegaban del edificio hasta caer aplastando la carretera. El tráfico tuvo que detenerse por culpa de los desprendimientos, pero por suerte no hubo heridos. De las ventanas llovían cristales rotos, muebles y robots que planeaban por el cielo con una mochila de propulsión. Algunos de los empleados de Stark Industries, los más afortunados, abandonaban despavoridos las instalaciones con llantos y gritos de auxilio.

- Espera… ¿Has dicho Stark Industries? Oh, nonononono. Ahora es WHEATLEY INDUSTRIES.

En efecto, en lo alto de la torre, un pequeño robot que sobrevolaba el edificio se había dedicado a desencajar la palabra Stark que colgaba en un extremo, y en su lugar pintarrajeaba la palabra “Wheatley”, con letras grandes de color azul. El pigmento era tan espeso que goteaba por su propio peso y se deslizaba de lo alto del edificio manchando los ventanales inferiores…

- No está mal, ¿eh? De momento ya es un avance. Cuando tenga las letras de luz de neón con mi nombre ya no tendré que preocuparme por la pintura. ¡JA!

Pero los cambios no eran tan solo visibles a ojos de los civiles de Nueva York. El núcleo de personalidad llamado Wheatley se había dedicado a remodelar el edificio tanto por fuera como por dentro. Las paredes se movían, las habitaciones cambiaban a placer hasta encajarse unas con otras como si fueran un puzzle en tres dimensiones. Todos aquellos que trabajaron para Stark Industries no reconocían el interior de edificio; las habitaciones y los pasillos se habían convertido en un enmarañado laberinto…  
Los robots defectuosos y los de prototipo perseguían entusiasmados al resto de empleados del edificio con expresiones como; “Perdone, señor saco de carne” o “Permítame que use violencia”, y los trasladaban a una de las nuevas habitaciones que habían distribuido aleatoriamente. Desde una de las televisiones de plasma se podía ver esa habitación en concreto. Parecía un almacén dónde se guardaban los materiales de oficina, pero ahora lo único que se veía eran varias armaduras de Ironman apuntando con sus armas de fuego a un corralito de trabajadores del edificio, esperando nuevas órdenes. En medio de toda esa muchedumbre, también se encontraba la asistente personal del multimillonario, Virginia Potts, que trataba de calmar a la gente.

Por otro lado, Margarett y Finnigan habían sido arrojados al contenedor de chatarra, donde les esperaba una nueva vida, convertidos en cubos orgánicos. Wheatley había mandado a varios técnicos robot a arreglar la plancha. El mecanismo de la cinta se había quedado atascado por culpa de unos pequeños trozos de metal. Y en cuanto los robots lo arreglaran, la cinta mecánica volvería a funcionar y llevaría a los dos científicos directos hacia la muerte.

Y por no hablar de las neurotoxinas; ese humo verde y venenoso que empezaría a inundar el edificio al completo cuando pasaran los treinta minutos de evacuación. Daba igual si salvaban a todos los empleados del edificio y detenían a Wheatley a tiempo, las neurotoxinas matarían a cualquier ser orgánico si no se ventilaban los conductos…

Era una situación desesperada para dos hombres. Necesitaban ayuda.


-Hola gente, eh… Veréis, no es por molestar pero necesitaría una manita por aquí. El edificio de industrias Stark está controlado por una I.A. maligna como la de las pelis y todos mis empleados están huyendo despavoridos. En resumidas cuentas, que si alguien puede pasarse a evitar que me echen el edificio abajo….Estaría muy agradecido.

El mensaje de auxilio de Tony Stark llegó a oídos de varios héroes. Pero solo cuatro pudieron presentarse a tiempo para ayudar:

Rocket Racoon, Peter Parker, Alice Denaley y Sam Alexander entraron en Stark Wheatley Industries a tiempo de escuchar la mortífera y pegadiza canción que entonaba la esfera…


- Bueno, bueno…. ¡Bienvenidos a mi nueva empresa! – De un televisor de pantalla plana situado en la entrada, apareció la imagen del pequeño y eférico Wheatley, saludando a los intrusos con voz animada.- Disculpad el desorden, acabo de empezar a limpiar la chatarra humana y todavía me quedan unas horas para poner a punto mi… ¡NUEVA FÁBRICA DE ROBOTS! ... Ahí, está, ya lo he dicho. Voy a dedicarme a la robótica. ¡Es el futuro! Aunque todavía no he pensado en lo que voy a fabricar…umh… seguramente haga pequeños prototipos de… mi mismo. ¿No es genial? Pequeños Wheatleys correteando por los pasillos…¡Ay! Si tuviera lagrimales estaría llorando ahora mismo. Perdonad, no era eso de lo que quería hablaros, en realidad no os importa. Lo se. No os importa nada que no hable de vosotros mismos. En fin… se porqué estáis aquí. El mensaje de Stark, como no. El ingeniero se cree muy listo y se piensa que no le he oído… ¿I.A Maligna? ¿En serio? ¡Bah! Si ha sido él quien me ha puesto al mando. Pero bueno. Imagino que vosotros cuatro debéis de ser sus amiguitos… pues… ¿por dónde empiezo? Quizás sea divertido teneros por aquí después de todo. ¡Seréis los primeros en hacer el tour por MI empresa! ¿No es emocionante? ¡Espero que os guste!

- Aviso: liberación de las neurotoxinas al 10%. Tiempo estimado para el desalojo: veinte minutos. Por favor, rogamos a los empleados que abandonen las instalaciones o sufrirán una terrible muerte por intoxicación. Rogamos que…

- ¿Otra vez? ¡Pensaba que ya lo había arreglado! No le hagáis caso a esa alarma. Ignoradla. Creo que está estropeada…Esperad, dadme un segundito… - la voz de alarma no dejó de sonar, en cambio se activaron de repente los aspersores antiincendios, y una suave lluvia roció a nuestros héroes. – No, no era eso.

Mientras Wheatley estaba distraído tratando de desactivar en vano las neurotoxinas, nuestros amigos tuvieron el tiempo necesario para trazar un plan. Tony Stark les había explicado la situación desde su comunicador privado: Alice Denaley y Spiderman se adentrarían en las habitaciones subterráneas para buscar el contenedor de chatarra y salvar a los dos científicos atrapados. Rocket y Nova subirían por las escaleras en busca del famoso almacén lleno de rehenes y armaduras de Ironman. Por su parte, Doug y Tony se meterían en los conductos de ventilación para dar con el laboratorio y detener las neurotoxinas antes de que les maten a todos…



Nuestros héroes no perdieron más al tiempo y abandonaron el Hall de Wheatley Industries para subir las escaleras que llevaban al piso de arriba. Los ascensores estaban completamente aplastados y hechos añicos, parecían haber sufrido una caída desde el piso más alto del edificio.

Había cuatro puertas en la habitación, tres de ellas completamente blindadas y una a la derecha que parecía ser menos resistente que las demás. No tenía pomo y estaba cerrada… pero con unos cuantos explosivos podría echarse a bajo fácilmente.

Una vez la puerta estaba abierta, Rocket y Nova avanzaron por una habitación completamente blanca, a excepción de varias líneas de luces de color azul que empezaban en un botón grande y rojo que había en el suelo y desembocaban en una puerta blindada.

- ¡Aha! ¡Aquí estabais! – La imagen de Wheatley apareció en una televisión de plasma enganchada en la pared de la habitación, y miró a los intrusos con su único ojo de color azul cobalto.- Perdonad, es que estaba hablando con vuestros amiguitos de antes… la chica mona y el hombre hormiga. Que por cierto… ¡Tengo muy malas noticias sobre ellos! Imagino que querréis saberlas, no? Son vuestros amigos, al fin y al cabo. Aunque claro, ser amigo de un humano conlleva la traición, la mentira, el abandono… esas cosas que soléis hacer con la gente a la que supuestamente queréis u os cae bien. ¡Pues ya no tendréis que preocuparos más por ellos! Ya que están muertos… o eso creo. Mis torretas los han matado… silenciosamente. Si de una forma extrañamente silenciosa… ¡Pero no importa! Ahora tenéis que preocuparos de vosotros mismos.

El ojo de Wheatley hizo una señal en dirección al botón rojo de la sala y después a la puerta. Como si quisiera explicar que ambas cosas estaban relacionadas sin decir absolutamente una palabra.

Si uno de los dos héroes se colocaba encima del botón rojo, la puerta se abriría para dejar paso a la siguiente sala. Pero en cuanto se moviera de su sitio, la puerta volvería a cerrarse.

- ¡Ahá! Veo que lo estáis pillando. Os voy a confesar que NO me interesa que sigáis por ahí. Es muy bonito eso de ir a hacerles una visita a vuestros amigos los científicos y la pelirroja sexy… ¡Pero no puedo dejaros ir! Tengo cosas muy importantes que hacer con ellos antes… así que… bueno, si insistís. Sólo uno de vosotros podrá pasar a la siguiente sala. El otro se tendrá que quedar aquí. Para siempre. O… también puede irse para su casa. ¡Pensadlo bien! Con vuestro sofá calentito, vuestra televisión a máximo volumen y con vuestro [Insertad aquí vuestro programa favorito]… la vecina guapa mirándoos desde la ventana… ¿no sería eso genial?

Todo parecía tranquilo durante mi habitual paseo mañanero de vigilancia, cuando una señal interfiere en mi casco nova:

" Hola gente, eh… Veréis, no es por molestar pero necesitaría una manita por aquí. El edificio de industrias Stark está controlado por una I.A. maligna como la de las pelis y todos mis empleados están huyendo despavoridos. En resumidas cuentas, que si alguien puede pasarse a evitar que me echen el edificio abajo….Estaría muy agradecido. " - comentaba la voz de Tony Stark a través de la transmisión

- Tiene que ser una broma - me dije a mi mismo, sin poder creer lo que acababa de oír

Desgraciadamente, un mensaje de Rocket surgió casi como respuesta a mis palabras; al parecer no se trataba de ninguna clase de burla de mal gusto del multimillonario, era un asunto serio. Por lo que, sin perder tiempo, me encaminé hacia la torre Stark; donde esperaba encontrarme con mi maestro.

Una vez allí, no solo lo encontré a él; sino también a la joven Alice, a quien conocí hace un par de meses de pura casualidad, y al conocido Spiderman. Los cuatro, desde la entrada, pudimos observar sin problema lo mal que estaba todo; sin siquiera entrar.

Pero es que, dentro, la cosa era aún peor; todo parecía haber sido movido de sitio de forma completamente aleatoria, y lo que había sido un edificio empresarial ahora parecía más bien una macabra casa de "risas". Además, para mejorar aún más la situación, la IA de la que hablaba Iron Man comenzó a dirigirse a nosotros; con un discursito autocompasivo a la vez "racista", que parecía crispar los nervios de mi compañero peludo.

- ¿Es que no tienes alguna clase de botón de mute, Skynet? - pregunto en voz alta, a modo de burla, mientras emprendemos nuestro camino en el interior del lugar

Llegamos así hasta una habitación completamente blanca; decorada con líneas de luces de color azul que surgen desde un botón rojo en el suelo hasta una puerta blindada. En ese momento, la voz robótica vuelve a sonar; y sus palabras, llegan a mi, como un jarro de agua fría.

¿Como que ha matado a los otros? No, no puede ser. Alice no puede estar muerta.

Aprieto los puños con fuerza, mientras las palabras de mi mentor se pierden en el aire; llegando a enojada mente, como un leve ruido de fondo. Y en lugar de una respuesta a sus preguntas, lo único que surge de mis labios es un fuerte y furioso alarido.

- ¿¡QUE LE HAS HECHO A ALICE!? - grito con furia, apuntando con ambas manos hacia la puerta; haciendo emerger, de estas, un potente rayo de energía cósmica

La potencia de este es tan alta, que al impactar con la pesada puerta, la habitación comienza a temblar levemente. Cada centímetro de mi, arde rabioso; colérico.

- Vamos, ¿Es que no sabéis como funciona? ¿De verdad os lo tengo que explicar todo? A ver, describamos la situación actual. Hay una sala totalmente cuadrada y blanca. Hasta ahí bien, ¿no? Y hay dos puertas. Una es la salida, por donde habéis entrado y la otra es una puerta que no lleva a donde están vuestros amigos, ¿correcto? Insisto, sería inútil ir por allí, pero en fin, allá vosotros... Y después hay un botón rojo en el suelo. Eso es, un botón. ¿Qué hacen los botones?

- Sam… ¿te encargas tu o lo hago yo?

- ¿¡QUE LE HAS HECHO A ALICE!? -

- Exaaacto, los botones activan cosas. Eso quiere decir que si pulsáis ese botón…

¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!

De las manos de Nova salió un rayo de energía cósmica que derribó la puerta metálica y dejó un enorme boquete en la pared. Por consecuencia las siguientes habitaciones quedaron totalmente destruidas, incluso se podía ver el cielo azul y los pájaros huyendo despavoridos si se miraba a través del agujero.

- ¡No, no, no y NO! ¿Qué problema tienes, chico? ¡Esto no es justo! ¡Había un botón en la sala que abría la maldita puerta! ¿Y ahora que, eh? ¿Quién va a tener que arreglar todo el estropicio? ¡YO! …  ¿Y quien es Alice?

Wheatley sentía una especie de enfado y frustración a partes iguales. Las cosas no le estaban saliendo bien en general y se encontraba bastante agobiado. Desde las cámaras y la tele de plasma, vio como Rocket y Sam avanzaban por las habitaciones destruidas y subían por las escaleras hasta llegar al piso de arriba. Allí les esperaba otro vestíbulo decorado con cámaras, otra televisión de plasma y otra puerta cerrada. Wheatley entrecerró el ojo azul y miró con desconfianza a nuestros héroes.

- Veo… que no sabéis dónde os habéis metido… - su voz se tornó grave de repente, con una profundidad que revelaba maldad. La imagen de la pantalla cambió, mostrando esta vez al grupo de rehenes. Una de las armaduras de Ironman se activó de repente y lanzó un cañonazo en dirección a los científicos, que gritaron aterrados. El disparo sólo alcanzó la pared, dibujando un círculo ennegrecido y humeante. La imagen volvió a mostrar a la I.A. que empezó a reír de forma maquiavélica.

- Espero que hayáis pillado la indirecta. Pero deduzco viendo cómo sois que vuestra capacidad intelectual es inferior a la de un perro, así que os lo dejaré bien claro. ¡NO - REVENTÉIS – MIS - PUERTAS! ¿He sido claro? Las puertas, se abren con botones. Si no usáis mis botones y mis relgas yo abriré agujeros en las cabezas de vuestros amigos, ¿De acuerdo? – La esfera de personalidad dejó escapar un leve suspiro y tras unos segundos recuperó su voz normal y su pupila volvió a ser grande.- Ufff… no me gusta nada ponerme tan duro, así que… no volváis a hacerme enfadar, ¿Vale?

La puerta de metal que tenían en frente se abrió de repente, revelando una habitación exactamente igual que la anterior; con su botón rojo en el suelo y su línea brillante de color azul que llegaba hasta la puerta desactivada.

- Así pues… ¡Volvamos a empezar desde cero! ¡Como si no nos hubiéramos peleado! ¿Veis que bien? Vais a repetir la misma prueba. Exactamente igual. La misma. Esta vez, espero que apretéis ese botón…


Off Rol: Lo mismo de antes. El botón tiene que estar presionado para mantener la puerta abierta. Tendréis que ingeniároslas para pasar los dos a la vez antes de que se cierre.

La puerta vuela en mil pedazos, al igual que gran parte de las paredes del edificio; mientras la irritante voz metálica, resuena por los altavoces del lugar. Parece enojado, pero no es algo que me importe; pues en lo único que puedo pensar en estos momentos, es en desintegrar cada uno de los circuitos que componen a ese desgraciado "ser".

Sin embargo, la suerte no parece estar de nuestro lado; y pronto, aparecemos ante una sala completamente idéntica a la anterior. Maldita sea, esto parece un jodido e infernal bucle.

En ese momento, cuando estoy apunto de repetir mis acciones, una pantalla presente en la sala nos muestra una imagen más que preocupante; la desgraciada IA, nos amenaza con cargarse a los prisioneros si no aceptamos participar en sus estúpidos juegos. Por lo que, contengo mis poderes cósmicos; apretando con furia mis puños.

Por suerte, mi astuto y valiente maestro encuentra una solución al reto planteado; colocar el monitor sobre el botón, aprovechando así su peso.

- Lo mismo digo - contesto a las palabras de mi compañero, con un semblante serio y una mirada de notable preocupación; completamente impropio a lo que se acostumbra a ver de mi

¿Y como no estar así? Por lo que sé, la chica con la que he fantaseado desde que la conocí, podría estar muerta; y ni siquiera he tenido la oportunidad de decírselo.

Rocket y Nova tuvieron que tragarse su ira y dejar atrás su vena homicida si no querían que más inocentes fueran víctimas de las locas ocurrencias de la Esfera con inteligencia Artificial. Wheatley no fue muy original al trasladarles otra vez a una sala completamente igual que la anterior, con el dichoso botón y la dichosa puerta. Pero eran sus reglas, y había que cumplirlas dijeran lo que dijeran. Pero nuestros héroes se buscaron una manera curiosa de seguir el juego de Wheatley…

- Seeeeh… eso es. ¡Eso es pulsar un botón, colega! – dijo Wheatley más tranquilo, observando desde la pantalla del televisor cómo Rocket se colocaba encima del botón grande y rojo del suelo.- ¡Así me gusta! Tienes madera para eso, ¿sabes? ¿Quieres dedicarte a pulsar botones? ¿Porqué lo haríais muy bien. Sí, señor. Rocket el pulsador de botones. Yo le veo futuro, ¿Tú no?

Lejos de tener paciencia, Rocket se alejó de su posición y arrancó el televisor de plasma para colocarlo encima del botón rojo, y con el peso abrió la puerta, consiguiendo así que Nova y Rocket pasaran a la siguiente habitación.

- ¡No! ¡Nonononono! ¡AGH! ¿Pero que haces? – cuando se perdió la conexión de la televisión, se empezó a escuchar la voz de Wheatley desde los altavoces de la siguiente sala. - ¡No me rompas las teles, tío! ¿Sabes lo que cuesta mantenerlas? Estas pantallas son carísimas y difíciles de encontrar. ¿Te gustaría que yo fuera a tu casa a romper tus teles? ¿A que no? ¡Pues no lo hagas!

La siguiente sala era completamente diferente a la anterior, a excepción de las cámaras y otra televisión de plasma por la que se veía a Wheatley. La habitación eran dos pisos de alto, y la peculiaridad de esta prueba era que la puerta a la siguiente sala estaba abierta. Nuestros héroes debían escalar por un muro totalmente vertical, con la ayuda de unos peldaños que sobresalían.  

- Siguiente prueba… vamos a ver… ¿Veis ese cubo de ahí? – dijo señalando con su ojo azulado a una esquina de la habitación. – Ese cubo con el corazoncito rosa en medio se llama “cubo de compañía”. ¿Sabéis porqué se llama así? Pues porqué tendréis que cargarlo durante el resto de pruebas si queréis acceder a las siguientes salas. Es decir, os va a hacer compañía hasta el final. Tenéis que coger ese cubo y escalar con él a cuestas para poder llegar a la puerta de salida. ¡No se vale volar ni hacer nada parecido! Tenéis que escalar el muro con vuestras propias manos… o patas. Lo que sea. Si veo que volvéis a hacer algo que no me gusta… empezaré a matar rehenes. ¿Capicci? Uy, ¡qué bien suena mi voz en otros idiomas!

FDI: Rocket y Nova deberán tirar 4 dados de 1d10. El muro tendrá 4 tramos diferentes de escalada. Cada uno más difícil que el anterior. Para pasar el primer tramo, tendrá que salir un 4 o superior. Para pasar el segundo tramo tendrá que salir un 5 o superior. Para pasar el tercer tramo tendrá que salir un 6 o superior. Y para pasar el tercer tramo tendrá que salir un 7 o superior. Si se falla un tramo, podréis interpretar que os habéis resbalado o que os ha explotado uno de los peldaños al agarraros (algunos tienen minas). Fallar un tramo significará descender hasta el anterior tramo, y deberéis utilizar las tiradas siguientes para seguir avanzando. El personaje que lleve el cubo a cuestas deberá quitarse 1 punto a la tirada final de cada tramo.

Ejemplo:
Nova saca un 6 un 4, un 6 y un 9.
Nova pasaría el primer tramo de forma exitosa. Pero el segundo tramo fallaría y volvería al primero. Cómo la tercera tirada ha sido un 6 que es superior al 5 que se pide del segundo tramo, Nova volvería a avanzar. De igual manera pasaría con el 9, que es superior al 6 que se pide para pasar el tercer tramo. En conclusión: a Nova le quedaría el cuarto tramo para llegar al final de la sala, y en el siguiente turno tendría que volver a tirar 4 veces hasta que consiguiera llegar arriba.

Cualquier duda enviadme un MP!

El miembro 'Rocket the Racoon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 10' : 9

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#2 'Dado de 10' : 4

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#3 'Dado de 10' : 4

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#4 'Dado de 10' : 9

El robot parece molesto ante la ocurrente salida de mi mentor ¡Que se joda! Si no fuera por los rehenes, ahora este edificio y todos sus malditos circuitos estarían bajo tierra...En fin, será mejor que me calme; antes de que decida usar de nuevo mi "llave maestra".

Una vez pasada la sala, llegamos a otra completamente diferente; aunque provista de las mismas pantallas y cámaras que la anterior. Para nuestra sorpresa, la siguiente puerta está abierta; aunque su acceso se encontraba a una altura bastante considerable.

Esto no sería problema alguno, si no fuese porque nuestro "querido organizador" nos comenta con su "habitual amabilidad" que tenemos prohibido acceder a ella de cualquier otra manera que no sea escalando; además de que uno de nosotros deberá subir, hasta ahí, cargando con un cubo pésimamente pintorejeado. Así que, a pringar.

- Claro, yo lo llevo. No te preocupes - le contesto a Rocket, intentando no sonar brusco debido a mi evidente estado de enojo; aunque, probablemente, con el tono más serio que he usado jamás con él

Acto seguido, agarro el cubo y comienzo a escalar en silencio por el vertical muro.

El miembro 'Sam Alexander' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 10' : 8

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#2 'Dado de 10' : 7

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#3 'Dado de 10' : 3

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#4 'Dado de 10' : 4

El muro de escalada parecía de lo más inofensivo, hasta que Rocket puso sus patas sobre él. Durante el primer tramo, al mapache le pareció una tarea de lo más fácil. Sus patitas y sus garras se adherían bien a los huecos que habían marcados en el muro, y ascendió con suma velocidad, dejando a Nova muy por detrás de él.

El chico del espacio se agarró el cubo de compañía y lo sostuvo con uno de sus brazos mientras que con el otro intentó escapar el muro. Tenía el cubo descansando en su cadera, ya que era bastante grande como para poder sujetarlo con tan solo una mano. En general, escalar sería una tarea algo más complicada teniendo en cuenta que una de sus manos quedaba inutilizada en el proceso.

Cuando Rocket alcanzó el segundo tramo de escalada, colocó una zarpa en el lugar que no debía, y sin previo aviso, del agujero salió una masa viscosa que asustó al mapache con su tacto frío y repugnante. Su primer impulso fue apartar la mano del hueco, con lo que le dejó balanceándose peligrosamente en el aire. Por suerte, la cabeza de Nova estaba justo debajo de él, y gracias a ella pudo impulsarse hasta volver a mantenerse en equilibrio.

Nova llegó también al segundo tramo sin problemas, dónde Rocket casi había perdido el equilibrio. Cuando el chico siguió escalando hacia el tercer tramo, colocó la mano en un sobresaliente que parecía firme, pero que al cabo de tres segundos decidió explotar y dejar al chico sin estabilidad. El cubo de compañía retrocedió bajo su brazo, y Nova tuvo que descender si no quería que ambos salieran volando y tuvieran que empezar a escalar desde el principio.

- Bueno, ¿No está mal, verdad? ¿Pensabais que iba a ser tan fácil? ¡Pues claro que no! De hecho, no dejaré que lleguéis hasta vuestros amigos, familia... ¡lo que sea! De hecho, ahora mismo se lo están pasando muy bien sin vosotros. De verdad, no tienen ningunas ganas de veros. Os odian, dicen que sois personas horribles. Mapaches horribles y feos. ¿No me creéis? - la imagen de Wheatley que mostraba el televisor cambió de repente, y mostró a los rehenes, todavía rodeados por las armaduras de Tony Stark. El sonido había sido eliminado, y en su lugar se escuchaba una voz robótica muy poco natural.- ¡Que divertido! ¡Nos encanta estar con Wheatley! ¡No os necesitamos para nada!- La imagen del televisor se puso en blanco y negro, y pronto volvió a visualizarse el ojo grande y azul del núcleo de personalidad.- No sé porqué seguís haciendo esto, debe de ser una faena seguir intentando escalar por este muro imposible sin que nadie os apoye, os necesite y os quiera. Pobrecillos, me dais mucha pena. No hace falta que os molestéis tanto, de verdad. Aún estáis a tiempo de volver a casa.

Rocket y Nova habían conseguido estabilizarse en el segundo tramo, estaban a mitad de camino para llegar a la dichosa puerta que daba a la siguiente habitación. ¿Qué más pruebas ridículas tendrían que superar hasta llegar a dónde se encontraban los rehenes?

FDI: He cambiado las reglas para que no os quedéis estancados en la siguiente tirada de dados, así que si falláis a partir de ahora no descenderéis tramos. xD ¡Tenéis que volver a hacer 4 tiradas!

El miembro 'Rocket the Racoon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 10' : 4

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#2 'Dado de 10' : 3

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#3 'Dado de 10' : 9

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#4 'Dado de 10' : 4

OFF: Siento la tardanza, chicos

Comenzamos a escalar; una tarea que, como era de esperar, aunque en un principio parece de lo más sencilla comienza a complicarse de sobremanera. Esa estúpida chatarra tramposa.

El pequeño roedor que avanza delante de mí resbala, y cae sobre mi cabeza; disculpándose en el momento.

- Ay, ay...¡Cohete! - me quejo al sentir sus zarpas sobre mi cabeza

Finalmente, Rocket recupera su posición y asciende sin problemas; momento en que, a escasos centímetros de mi llegada a la "primera zona", la explosión de uno de los salientes me hace retroceder un poco. Por un pelo no caemos, el cubo y yo, al suelo.

- Si, si...Tranquilo...Todo bien - contesto a las palabras de mi mentor, con intención de tranquilizar su preocupación; intentando no demostrar en el tono de mi voz el evidente enojo que se expande dentro de mí

Tras estas palabras, continúo la marcha mientras la incesante e irritante voz del IA continúa reverberando por las paredes del lugar.

- Dudo mucho que nadie espere a un ser tan desagradable como este - comento en respuesta a las palabras de mi amigo, con un notable desagrado en mis palabras - Aunque debería estar agradecido por ello; porque así nadie sufrirá cuando destruya uno a uno sus circuitos con mis manos

Nunca he estado tan enojado y lleno de odio como en este momento; y esto es algo que bien sabe el mapache. De no ser por las amenazas del estúpido robot, ahora mismo todo este edificio no serían más que escombros ardientes.

El miembro 'Sam Alexander' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado de 10' : 8

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#2 'Dado de 10' : 8

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#3 'Dado de 10' : 10

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#4 'Dado de 10' : 7

Nuestros amigos Nova y Rocket seguían intentando escalar aquella engorrosa pared recta. Ahora que habían descubierto las trampas que había colocado Wheatley en los salientes, les fue más fácil llegar hasta arriba del todo. Y es que el famoso dicho “vísteme despacio que tengo prisa” era aplicable en aquellos momentos.

- Eres el mapache más mal hablado que he conocido.- reprochó el robot desde el televisor.- ¿20 núcleos? ¡Habrase visto! – entonces, el ojo azul de la IA miró con mucho odio a Sam.- ¿Destruirme? ¡Todos los humanos sois iguales! Doug también piensa lo mismo, ¿verdad? Cuando no os gusta algo lo destruis. Si la nevera deja de funcionar la desenchufáis, ¿es eso? ¿Y que opina ella al respecto? ¡Nadie ha tenido en cuenta los sentimientos de esa nevera que ha estado sirviéndote fielmente durante 30 años! ¡No voy a dejar que me desenchuféis tan fácilmente!

Nova, que había sufrido una de las explosiones con su propia mano, había descubierto algo muy interesante. Y es que las pequeñas bombas no le habían causado daño alguno. Ni un rasguño. Tan solo había sido el susto que lo había echado para atrás. Mientras seguía escalando, pudo distinguir el resto de escalones que estaban trucados y fue evitándolos uno a uno hasta llegar por fin a la cima.

Rocket no tuvo la misma suerte, el mapache era algo más impaciente que el muchacho, y en el tramo final volvió a poner las zarpas donde no debía. El saliente se desprendió de la pared y cayó al suelo de la habitación, pero los ágiles reflejos de su compañero le salvaron a tiempo. Sam estiró de la pata trasera de Rocket hasta subirlo a dónde él estaba.

Al final, Sam, Rocket y el cubo de compañía habían llegado sanos y salvos al piso de arriba, y la sala siguiente se abrió de forma automática gracias a su éxito. El aire empezaba a notarse cargado, y nuestros amigos empezaron a toser una especie de neblina verde. Quedaban tan solo cinco minutos para que las neurotoxinas acabaran con la vida de todo el edificio… ¿A qué esperaban el resto de sus compañeros?

- Braaaavo… muuuy bieeen… -dijo el robot sin mucho entusiasmo desde  la pantalla de la nueva sala.- Habéis pasado la prueba… pero ahora os tocará algo mucho más difícil… no creo que lo logréis. En serio. No vais a salvar a nadie hoy. ¿Y sabéis porqué? Porqué os espera la muerte…

Al entrar en la siguiente sala, las puertas de detrás de nuestros héroes se cerraron de golpe. La habitación no era muy diferente a la anterior, tan solo era más grande y tenía la puerta de salida en el otro extremo. De fondo se escuchaba a lo lejos las voces de los rehenes pidiendo auxilio. Tan solo les quedaba pasar esa prueba para lograr su objetivo, pero no iba a ser tan fácil como pensaban…

En medio de la sala había postradas tres armaduras de prototipo Ironman, que abrieron los ojos cuando los héroes dieron un paso al frente. Sus brazos se extendieron y dos de ellos apuntaron en dirección a Nova y el restante en dirección a Rocket. No tenían donde cubrirse para evitar sus misiles, solo podían confiar en sus reflejos y en su rapidez para vencerlos…

- ¿Lo veis? Estas tres joyitas os matarán… y si no lo hacen, lo harán las neurotoxinas… -dijo riéndose el robot a carcajadas, pero entonces su risilla se detuvo de golpe.- ¿Cómo? ¿La niña y el Spide-payaso siguen vivos? ¡Malditos sistemas de comunicación! ¿Cómo es eso posible? ¿Eh? … Fallo en el sistema de neurotoxinas.¡¿QUIÉN HA QUITADO LAS NEUROTOXINAS? – la imagen de Wheatley desapareció en un flash, dejando el televisor completamente en negro.

FDI: Dos de las armaduras irán directas a por Nova, y la otra a por Rocket. Tenéis libertad absoluta para deshaceros de ellas como queráis, pero sin reventar la habitación en la que estáis, que os conozco xDDDD No hará falta tirar dados esta vez!

Y no se calla; nunca había visto darle tanto a la sin hueso desde aquel encuentro fortuito con Deadpool. Que si los humanos somos muy malos, que si usamos a las maquinas como queremos...¿Pero de que va esta tostadora psicópata? Si lleva intentando matarnos desde que hemos entrado; y con algunos ya lo ha conseguido...

De nuevo, la imagen de la hermosa Alice vuelve a mi cabeza; y un enorme pesar invade lo más profundo de mi alma. Sin embargo, antes de que pueda seguir lamentándome, un ruido me despierta de mi ensoñación; agarro a mi compañero antes de que se despeñe.

Un leve bufido emerge de sus labios como agradecimiento. Suficiente para mí, en estos momentos.

Las puertas de la siguiente sala se abren frente a nosotros. En su interior, tres armaduras como las del multimillonario Tony nos apuntan de manera amenazante; mientras los altavoces anuncian en que consistirá la "siguiente prueba".

Y entonces, una buena noticia llega por fin: la dulce joven y el hombre araña siguen con vida.

- ¡A SUS ORDENES, MAESTRO! - respondo en un potente grito lleno de euforia mientras lanzo un potente rayo de energía sobre una de las armaduras para tumbarla

Seguidamente, me lanzo contra la otra; arrollándola a gran velocidad. Luego rayo de energía a la más cercana a Rocket, y gancho a la que acaba de reincorporarse.

Pronto, me encuentro en una colosal batalla contra los tres autómatas; recibiendo bastantes golpes, pero sin desfallecer. Al fin y al cabo, soy un miembro del Cuerpo Nova; estoy acostumbrado a las peleas con desventaja numérica.

- Atrapa esta, montón de chatarra - digo golpeando con todas mis fuerzas la cabeza de una de estas armaduras motorizadas; con tal fuerza que acaba saliendo disparada contra otra - Buena esa. No me ha dado tiempo de llegar a la base - bromeo, soltando una pequeña carcajada

Wheatley había desaparecido de la pantalla, y Sam y Rocket aprovecharon la distracción para adelantar la faena. Rocket esquivó sin problemas a sus enemigos y llegó al otro extremo de la sala, dónde estaba la puerta de salida. Desde allí se podían escuchar con más intensidad los gritos de auxilio de los trabajadores de Industrias Stark. Por suerte para todos, nadie iba a morir por las neurotoxinas, ya que el equipo de Doug y Tony se  había encargado de desactivarlas. La puerta de salida estaba bloqueada, pero el mapache colocó estratégicamente los explosivos para abrirla con un solo bombazo.

En el momento en que las bombas detonaron, se creó una humareda que despistó los sentidos de Sam y una de las armaduras aprovechó para atacarle en ese momento. Nova vio venir el golpe en el último instante, pero cuando creía que iba a tener su brazo hecho papilla por el láser de la armadura roja, algo se cruzó en su camino. Ambos amigos lo vieron: el cubo de compañía se había movido solo, y había saltado en dirección al proyectil que iba a impactar en el brazo de Sam. El láser rebotó en el cubo y la energía del proyectil desapareció sin más.

El Ironman de color azul se quedó ciego cuando Rocket le disparo en las cámaras oculares, pero siguió disparando frenéticamente en todas direcciones guiándose por el sonido. Rocket tuvo que echarse al suelo en aquel momento si no quería tener más agujeros que un queso emmental. Nova se recuperó de los golpes y envió volando a la armadura verde de un puñetazo. Está chocó contra la azul, y Rocket aprovechó que dejaban de apuntarle el trasero para llegar al pasillo siguiente.

Una de las armaduras de Ironman había quedado inutilizada. Ahora solo quedaban dos, y una de ellas estaba ciega. Sam lo tenía todo controlado, y sabía como quitárselas de encima sin problemas, así que cuando la batalla hubo terminado, siguió a su amigo Rocket hasta el final del pasillo, donde se encontraron con un último problema.

- Traigo malas noticias. Para mi, claro. – Wheatley volvió a salir en pantalla, justo en frente de la puerta dónde se encontraban los rehenes. Su pupila estaba algo caída, y tenía un aspecto deprimente- Si, vuestra querida amiga Alice… bueno. Está viva. Y Spider-mono también, por desgracia. Ya se que no habéis preguntado por él pero os lo digo igualmente… ¿sois un poco egoístas, no? Solo os preocupa la chica mona. Ya le diré a Spiderman que no tiene ni amigos ni vecinos que le quieran…

- ¿Rocket? ¿Nova? – La voz de Pepper Potts llegó desde el otro lado. La puerta que tenían en frente tenía una pequeña ventanilla por dónde se veía la sala de rehenes, llena de torretas que apuntában con el láser a los inocentes- ¡Estamos bien!

- Bueno… veo que al fin habéis llegado a la última prueba. Pero no os será tan fácil entrar… esta puerta se abre con un mecanismo especial. Si intentáis forzarla, las torretas se activarán y matarán a vuestros amigos… ¿Lo pilláis? He aprendido un montón acerca de explotar cosas gracias a vosotros… creo que sois los amigos de Tony más violentos que he conocido... y os preguntaréis... ¡Oh! ¡Maravilloso Wheatley! ¿Qué tenemos que hacer para abrir la puerta? Fácil. ¿Veis esa tubería de allí? - La IA señaló con su ojo a un agujero que acababa de abrirse de repente en la pared. Parecía un túnel oscuro y sin fondo, pero de él salía aire muy caliente.- Esa tubería lleva a un incinerador. Y lo que tenéis que hacer, es tirar el cubo de compañía por el agujero. Si, eso es... vais a MATAR a vuestro fiel amigo, al que os ha acompañado durante todo el viaje y os ha ayudado a superar las pruebas. Ese cubo no es sólo un cuadrado lleno de chatarra... es una criatura como yo. Con sentimientos y emociones... está... ¡VIVA! Y vosotros la mataréis, porqué eso es lo que hacéis los humanos. Matar y destruirlo todo...

FDI: Una vez sacrifiquéis al cubo, podéis describir que entráis en la habitación de los rehenes y destruis las torretas. En máximo dos turnos se acabará este tema ;p Si queréis entrar en el tema final del evento y encontraros cara a cara con Wheatley escribidme un MP!

Mientras Rocket se encarga de la puerta frente a nosotros, colocando estratégicamente un puñado de explosivos, yo me encargo de entretener a los robots asesinos dirigidos por la maldita IA que intenta matarnos.

Una gran explosión se sucede en pocos segundos; levantando una considerable montaña de polvo, que dificulta parcialmente mi visibilidad. Lo cual, como era de esperar, una de las armaduras aprovecha el momento para atacarme.

En cuestión de segundos, un rayo de energía se dirige hacia mi persona; dispuesto a derribarme. Sorprendentemente, algo se interpone en la trayectoria; provocando que rebote, y no termine alcanzándome.

¿El cubo se ha movido solo? ¿Que probabilidades había de que eso sucediese? Rocket no se encuentra lo suficiente cerca como para haberlo lanzado ¿Quiere decir eso que está vivo? ¿Acaso se trata de otro robot? De ser así, ¿Por qué me ha salvado? Estoy completamente confuso

Entonces, interrumpiendo mis pensamientos, la maquina, que segundos antes perdió su visión gracias a las habilidades de mi maestro, comienza disparar en todas direcciones; algo que detengo enviando a otra de estas, de un fuerte puñetazo, contra la primera. Finalmente, un potente rayo proveniente de mis manos acaba con lo que queda de nuestros enemigos; dedicándole, seguidamente, una sonrisa amistosa al mapache en respuesta a su pregunta.

Pronto, nos encontramos en la última sala por atravesar para llegar hasta los rehenes; y, como no podía ser de otra manera, ese estúpido robot vuelve a abrir la boca. Me replanteo varias veces destruir la pantalla, hacerle callar, y echar abajo la pared; pero conociéndolo, de seguro nos tiene una sorpresita preparada para algo así.

La palabras del androide confirman mis sospechas; si la tiro abajo, se activan las torretas, y todos mueren. Así que nos toca seguirle la corriente de nuevo.

Tras otro discursito sobre "lo malo que somos los humanos", nos indica lo único que debemos hacer para acabar con este infierno: Meter el cubo en un agujero, que lleva directamente a un crematorio.

Por unos instantes, me quedo pensativo; con la mirada perdida en la oscuridad del pequeño túnel, que se forma frente a mí. Tras de mí, Rocket agarra el extraño barreño del que habla nuestro enemigo y, tras unos segundos, me despierta de mi ensoñación para entregármelo.

Lo conozco lo suficiente como para observarlo en sus ojos; estoy seguro de que ha hecho algo con él, aunque no sé exactamente qué. Se siente como que pesa un poco menos; o quizás solo sea sensación mía.

- Claro, Cohete - respondo a sus palabras con una sonrisa - Bueno, compañero, gracias por todo - digo, dirigiéndome al montón de metal que sujetan mis manos - Espero que te sirva de consuelo saber que pensamos hacerle algo mucho peor a él - concluyo; señalando a la gran pantalla que hay sobre nosotros, y colocando este en el interior del orificio anteriormente nombrado

Buena, ya está hecho; es hora de acabar con esto.

Rocket y Sam tenían que sacrificar al pobre cubo que les había hecho compañía durante la misión y les había protegido de los disparos de las violentas armaduras de Ironman. Aquella terrible acción significaría una rotunda victoria para Wheatley, un confirmación de la crueldad humana ante las pobres e indefensas inteligencias artificiales. Y así es como lo creería siempre, puesto que no vio lo que estaba sucediendo en realidad.

Rocket había usado a su amigo humano como pared para desmontar en tan solo unos segundos al robot cuadrado, extrayendo el núcleo principal antes de volver a montarlo como estaba. Ahora el cubo era tan solo una carcasa vacía, sin sentimientos y emociones. La memoria, la inteligencia y la personalidad del robot quedarían protegidos dentro de su núcleo principal. Rocket y Samuel habían encontrado una alternativa ante la adversidad.

El guardián de la Galaxia tomó la carcasa vacía y la lanzó al crematorio sin más contemplaciones. Desde la pantalla, Wheatley observó cómo su compañero robot caía por el túnel. Por un instante, la IA esférica sintió la amarga tragedia a través de sus circuitos.  

-  Y así… es como me demostráis lo que siempre he pensado de vosotros. Los humanos son crueles, no dudáis en hacer añicos lo que os importa. Es lo mismo que le hacéis al mundo cada día; la deforestación, la sequía, la capa de ozono, la extinción del resto de criaturas vivas... los humanos sabéis matar. Sois los inventores de las guerras mundiales que han acabado con miles de los vuestros. Los parásitos de la tierra, que consumen poco a poco la vida de su planeta… Vosotros sois los que tenéis que desaparecer… - la voz de Wheatley se escuchó triste y amarga por primera vez. De pronto, la pantalla que emitía la imagen de la IA se desvaneció, sustituyéndose por una imagen rota en blanco y negro, y el sonido de una televisión desintonizada.


La puerta de los rehenes se abrió y los científicos que estaban encerrados en la habitación lanzaron varios gritos de auxilio. Las cientos de torretas que rodeaban la estancia seguían apuntando a las víctimas con el rayo láser de color rojo. Cuando Sam y Rocket creyeron que los robots iban a disparar… las IA hicieron algo totalmente inesperado...


Exacto. Se pusieron a cantar. Los ojos de las torretas se apagaron como si alguien hubiera apretado un simple botón y hubiera cambiado su configuración de hostil a amigable. Los rehenes quedaron estupefactos ante la situación, y se calmaron después de haber pasado casi veinte minutos en el infierno. Unos pocos científicos se animaron ante la noticia de que no iban a morir aquel día, y unieron sus voces con la de las torretas, tarareando alegremente.

La primera en acercarse a nuestros héroes fue la gerente de Industrias Stark. La pelirroja señorita Potts estaba algo más tranquila, pero se le notaba el cansancio y la preocupación en su pálido rostro. 

- ¡Chicos! ¡Estamos todos bien! ¿Y vosotros? - les dedicó, apurada, una mirada de arriba a bajo. Después se dirigió a Sam.- ¿Y Tony? ¿Él está bien? 

Cuando comprobaron que todos los rehenes gozaban de buena salud, Pepper Potts se ofreció para sacar a los científicos del edificio y dejar que los otros dos se encargaran de buscar a la IA enloquecida.

- Wheatley… ese maniático robot no nos ha hecho daño a pesar de todo.- dijo la pelirroja antes de marcharse.- Ha estado jugando con nosotros... tenía...preparado una especie de concurso de preguntas y respuestas. Es como si... hiciera esto para divertirse.

De pronto, el comunicador de los guardianes parpadeó en una brillante luz roja. Tony Stark les había enviado unas coordenadas concretas del edificio. El multimillonario y el creador de Wheatley les esperaban allí para terminar con la función.

FDI: En cuanto posteen Rocket y Nova cerraré este tema y abriré el último. Una vez termine el evento, Rocket puede escoger si quedarse o no con el núcleo del cubo de compañía. Tendrá que añadirlo al inventario de su ficha y avisarme para que valide sus características.

OFF: Lo siento de verdad por haber tardado tanto; pero no he tenido ni un respiro para postear. Pero por fin se ha calmado todo un poco

El conjunto de metal en forma de pequeño barreño se precipita por el orificio, y es devorado por el fuego de su interior; momento en que la IA del edificio comienza a recriminar nuestra actitud y a pronunciar su ya habitual y algo trillado discurso sobre la inmoralidad y crueldad humana. El cual, pronunciado por otro ser en este momento o en cualquier otro, podría haberme afectado en gran medida e incluso me hubiera hecho replantearme mi conducta; pero en él, después de todo lo que ha hecho y de como ha intentado en tantas ocasiones acabar con la vida de todos los aquí presente, solo consigue aumentar mis ganas de acabar con cada uno de sus circuitos hasta no dejar ni un solo rastro de su existencia.

Por suerte, su palabrería no se demora demasiado; y, pronto las puertas que hay frente a nosotros, se abren para darnos paso a la sala de los rehenes. Y, aunque al principio nos llevamos un buen susto pensando que se va a armar una sangrienta matanza delante de nuestros ojos, todo parece haber salido bien; o al menos todo lo bien que cabía esperar.

Todos los trabajadores se encuentran a salvo; y los droides, que antes amenazaban sus vidas, ahora cantan y mitigan el mal rato sufrido a los mismos. Momento en que la mujer de cabello anaranjado se acerca a nosotros con intención de conocer de nuestro estado, y aprovechar para preguntar por su jefe.

- Lo siento, pero no tenemos ni idea - digo, encogiéndome ligeramente de hombros - La última vez que supimos de él, fue cuando nos llamó; creo que se estaba encargando de desactivarlo - concluyo, señalando al techo para referirme al artífice de todo este descontrol

Finalmente, Stark se pone en contacto con nosotros; reclamando nuestra presencia. Por lo que nos despedimos de la señorita Potts y nos encaminamos a la sala acordada.

Se acerca el final.