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| El tercer despertar (12 de febrero de 2018)(Autoconclusivo) | |
| | Autor | Mensaje |
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Carabela Marvel Universe
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/04/2016 Localización : Hawaii Empleo /Ocio : Bióloga y Bioquímica Humor : A ver como lo explico para que puedas entenderlo...
Ficha de Personaje Alias: Carabela Nombre real: Karen Jelly Universo: Marvel
| Tema: El tercer despertar (12 de febrero de 2018)(Autoconclusivo) 22nd Abril 2016, 02:07 | |
| 12 de febrero de 2018 En algún punto cerca del archipiélago de Hawaii
Soñaba con el principio. Aún recordaba como si fuera ayer el olor a desinfectante del laboratorio, el ligero ruido de las turbinas, la luz azul del enorme acuario cilíndrico y en él los pólipos, meciéndose al suave ritmo de la corriente producida por la bomba de marea artificial.
Hacía dos semanas que las hermosas medusas blancas habían caído al fondo lentamente, como muriendo, pero al posarse se habían convertido en pequeñas vainas que no habían parado de crecer. Si todo marchaba bien, éstas se romperían durante los próximos días por septuagésima vez, y setenta era el número que me permitiría comenzar a sintetizar el suero, el verdadero elixir de la vida eterna.
Tras revisar los parámetros del agua y el correcto funcionamiento de la instalación por cuarta vez, anoté los datos en la ficha de control. La temperatura, el PH y la salinidad se habían mantenido estables durante todo el proceso y las bombas funcionaban correctamente, pero jamás dejaría en manos de un descuido mi investigación, tan cerca, tras treinta años sin descanso. Ya llegaría el momento de reposar mis viejos y desgastados huesos sexagenarios.
Una vez más me quedé mirando las numerosas rayas rojas de la mano con la que sujetaba el bolígrafo. Cualquiera que hubiera sufrido un ataque así, y más siendo un niño, se hubiera alejado de estas criaturas lo más posible, pero en mi tierra estos seres eran algo banal, diario. Las pescábamos, las comíamos y las vendíamos vivas o muertas. No había quien no tuviera varias de estas marcas por todo su cuerpo de todo tipo y tamaño, y no fue hasta aquel doloroso momento, hace tanto tiempo, cuando yo encontré una fascinación que me obsesionaría de por vida.
Eché un último vistazo, deseando con todas mis fuerzas que renacieran una vez más, no tanto por la investigación, si no por la plenitud que sentía al observarlas, levitando suavemente en el agua como espíritus en paz. Una pequeña mota blanca apareció en el agua, subiendo lentamente en busca de la luz. El corazón me dio un vuelco cuando bajé la vista hacia las rocas y los pólipos comenzaron a desintegrarse en decenas de pequeñas medusas brillantes, como si la brisa hubiera soplado un campo de dientes de león.
Mi vaina se abrió. Pude sentir la corriente a mí alrededor meciéndome y al abrir los ojos vi de nuevo aquella luz azul con mis hermanos brillando por todas partes. Estaba lista. | |
| | | Carabela Marvel Universe
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/04/2016 Localización : Hawaii Empleo /Ocio : Bióloga y Bioquímica Humor : A ver como lo explico para que puedas entenderlo...
Ficha de Personaje Alias: Carabela Nombre real: Karen Jelly Universo: Marvel
| Tema: El tercer despertar (12 de febrero de 2018)(Autoconclusivo) 16th Junio 2016, 00:10 | |
| Desde el agua dentro del estanque las numerosas luces de los paneles de control en aquella sala oscura me recordaban a mis primeros viajes a los fondos marinos, cuando alcancé las profundidades abisales en busca de refugio para mi y mis hermanos, huyendo de la horrible superficie.
En aquella plena y fría oscuridad podía sentir los miles de organismos que me rodeaban, desde el diminuto zooplancton hasta una enorme criatura que pasó sobre mi a unos cuantos metros a toda velocidad, dejando una leve estela azul proveniente de la hilera de puntos que recorrían su alargado cuerpo y sus tentáculos. Podía sentir la mismísima agua helada entrando por los poros de mi piel y atravesándome, tal como lo hacía el aire gélido al exhalar una mañana de invierno.
Me sentía absolutamente llena de energía y sobrecogida por la frenética vida que en aquel abismo oscuro se sucedía.Una ligera luz anaranjada empezó a iluminar el rocoso fondo y espantó a numerosas criaturas casi monstruosas, que a oscuras no me habían causado ninguna sensación de amenaza, ni al parecer yo a ellas. Busqué con la mirada el origen de aquel resplandor solar con incredulidad, pues a esa profundidad ni el sol ni una máquina si quiera podían llegar.
No me di cuenta de que estaba pasando hasta que mis numerosos hermanos respondieron al fulgor convirtiéndose ellos mismos en pequeñas estrellitas naranjas, y resultó provenir de unas hileras de puntos que caían como gotas por mis brazos y piernas, pulsando suavemente al ritmo de mi corazón. Las horrendas criaturas se me acercaron, con sus ahumados y lechosos ojos semiciegos mirándome fijamente y flotando completamente quietos sobre el lecho. Como una sinfonía de luces ellos también respondieron, iluminando cada parte de su cuerpo con rosas, amarillos, azules y verdes.
En aquel momento pude ver a mi al rededor las rocas y la arena mecida por la corriente e iluminada con aquellos colores, como una nebulosa.
La presencia enorme volvió y aquellas criaturas se apagaron de repente y salieron nadando a toda velocidad a esconderse bajo las rocas. Mis hermanos parecieron agitarse, y aunque permanecían a mi lado parecían querer huir. Aquel ser se dirigía rápidamente hacia nosotros y al tiempo que crecía mi temor la criatura parecía más y más grande a mis sentidos.
Por más que lo intentaba no podía apagarme, pero el brillo tampoco era el mismo. Podía sentir una alta carga eléctrica en el agua y los puntos de mi cuerpo me hormigueaban frenéticamente, como si echasen chispas.
Aquel monstruo debía de medir como veinte metros y cada vez aceleraba más, hasta que una maraña de tentáculos quedó al alcance de la luz naranja. Eran grises y viscosos, llenos de cicatrices y marcas profundas. No alcancé a ver lo largos que eran pues se hundían en la oscuridad más allá de mi luz, pero debían de tener setenta centímetros de diámetro como mínimo. En un instante empezaron a cerrarse a mi al rededor y pude ver un enorme pico abriéndose delante de mi y dejando al descubierto una garganta oscura y fétida. En el instante en que fué a cerrar su abrazo mortal sobre mí, su cetrina piel rozó un mechón de mi cabello que flotaba libremente a mi al rededor. Una sacudida de agua me echó hacia a atrás sin control, producida por aquellos miembros largos y gruesos agitándose descontrolados. Una pupila horizontal enmarcada por un iris plateado del tamaño de mi cabeza me miró con lo que pareció furia un instante, y con otro enorme torrente desapareció. | |
| | | | El tercer despertar (12 de febrero de 2018)(Autoconclusivo) | |
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