FICHA DE ALBERT PRESCOTT
Nombre: Albert Prescott.
Alias: Prince.
Edad: 21.
Universo de Origen: Marvel.
Organización: Independiente.
Nacionalidad: Inglesa.
Raza: Metahumano/Mutante.
Mentor: Hasta hace relativamente poco había sido Magneto, pero ahora me gustaría que fuese Xavier.
Bando: Héroes.
Ocupación: Albert Prescott amasa una pequeña fortuna gracias a sus tiempos como ladrón de guante blanco. El saqueo de artículo de valor bajo el nombre de Prince (alias que le fue otorgado por la propia policía), es lo que le permite a día de hoy vivir como un filántropo que de vez en cuando hace donaciones a organizaciones para niños con dificultades en el habla.
Descripción Física: Albert es un chico alto, de complexión atlética y fibrada. De cabello negro a excepción de un mechón blanco en el flequillo. Sus ojos son de un intenso verde esmeralda y su rostro está decorado por unas graciosas pecas, que le dan un toque pícaro.
Tiene una sonrisa digna de un rompe-corazones, y su mirada suele ser segura y confiada. Suele vestir con ropa cara, aunque siempre opta por looks rockeros. Pantalones de pitillo, camisetas de manga corta ajustadas a su cuerpo y chaquetas de piel complementan su look.
Descripción Psicológica: Albert es un chico carismático y de corazón noble, pero solo con aquellos que son más allegados para él o con quién tiene más confianza. Para el resto, es una persona un tanto fría y excéntrica. Aunque con las chicas suele mostrarse mucho más cariñoso y protector.
Si se encuentra en un grupo amplio de gente que desconoce, optará por permanecer callado y observar. Ese es el modo que tiene para obtener información acerca de ellos. Se puede decir de él que es un chico analítico, lo que le lleva a ser en muchas ocasiones un tanto irónico e incluso sarcástico.
Historia: Albert Prescott nació en Stratford Upon Avon, Inglaterra. Toda su vida creció como un consentido niño de papá, intentando emular a su querido padre Walter Prescott en todo. Cuando él desapareció de su vida, la madre de Albert le dijo que su padre había muerto en un accidente de avión. Sin embargo, al cabo de los años Albert descubrió la verdad: Walter Prescott era el mejor ladrón de guante blanco del mundo, pero sus crímenes habían acabado con él. Seguía vivo, pero languideciéndose en prisión. Esto le animó a no conformarse con el segundo lugar nunca, de modo que sacó fuerzas para confesarse a la chica que le gustaba por aquel entonces: Alice Delaney.
Albert y Alice se conocían desde el colegio. Pese a que para mucho Alice había sido un bicho raro, Albert vio en ella algo especial, algo distinto a las demás. Pronto se hicieron amigos y debido a la escasez de palabras de Alice, Albert optó por aprender el lenguaje de signos para integrarse con el resto de amigos de la chica, quiénes solían recurrir a él para relacionarse con Delaney. Pronto, el joven Prescott encontró un mote para Alice, Quiet. Solía llamarla así cuando nadie más le escuchaba, era algo casi íntimo entre ellos dos.
Fue entonces, un día en que el grupo de amigos había salido a dar una vuelta como de costumbre, que el joven tomó fuerzas para confesarle a Quiet sus sentimientos hacia ella, pero entonces, ella mencionó unas palabras que no se le olvidarían nunca. Un hecho que le marcó durante mucho tiempo. Prescott se sentía totalmente confundido, atemorizado, pues no sabía muy bien porque aquellas palabras habían tenido tanto impacto sobre él. Durante mucho tiempo, esquivó a Alice, dedicándole miradas de reproche y rechazo.
Aquella situación le atormentaba día y noche, convirtiendo a Albert en alguien mucho más frío y distante. Finalmente abandonó los estudios y se mudó por decisión de su madre a Londres. Allí se impuso un riguroso régimen de entrenamiento físico que incrementó su fuerza, resistencia, agilidad y dominó las artes marciales. Aquello le permitía alejarse de los pensamientos con Alice. Tras meses preparándose, Albert decidió retomar el contacto con Alice, como último ejercicio de superación. Pero le resultó imposible tras descubrir que Delaney había abandonado los estudios.
Tras cerrarse la oportunidad de retomar el contacto con Alice, Albert decidió volcar su esfuerzo en seguir los pasos de su padre. Amasando con el tiempo una inmensa fortuna en el saqueo de artículos de valor. Actuó bajo el nombre de Prince y urdió un plan para liberar a su padre de la cárcel, tras descubrir que se encontraba agonizando. Pero una voz de alarma echó por tierra su plan.
Poco a poco, se convirtió en un adicto a la emoción de la persecución. Bajo esa fachada de joven impulsivo, Prince era un estratega meticuloso. Su técnica criminal consistía en crear la impresión en la mente de sus adversarios de que poseía la habilidad innata de darles mala suerte. Para ello, Albert preparaba cuidadosamente la escena de su siguiente crimen con antelación, para que pareciera que aquellos "infortunios" les ocurrían a sus perseguidores de forma accidental. Confiando en sus trucos de salón y destreza de manos, fue capaz de convencer, tanto a la policía como a la prensa, de que era capaz de afectar a las leyes de la probabilidad. Su juego del gato y el ratón continuó durante algún tiempo, con el vivaz Albert confundiendo y frustrando constantemente a la policía. Cuanto más se encontraba huyendo de ellos, más fama e interés público comenzó a generar Prince.
Aquella fama llegó a oídos de la Hermandad de Mutantes, quienes pronto obtuvieron información acerca de Albert Prescott. Un día, Magneto mandó atrapar a Prince para ofrecerle la oportunidad de unirse a la Hermandad de Mutantes. Albert vió en Magneto una nueva figura casi paternal. Pronto Magneto formó a Prince como era debido y fue entonces cuando habló con Kingpin para que, mediante unas drogas, Albert consiguiera aumentar su velocidad, agilidad y fuerza, así como el poder de atraer la mala suerte hacia cualquier posible atacante.
A partir de entonces Magneto comenzó a utilizar a Prince como distracción y cebo para nuevos mutantes que fueron apareciendo. Prescott disfrutaba de aquellos juegos y se adaptó muy bien a su nuevo poder, ya que no le resultaba distinto a lo que venía haciendo. Poco a poco fue entendiendo y compartiendo el punto de vista de su mentor, Magneto, respecto a los mutantes.
Un día llegó a oídos de Albert que, su vieja amiga Alice Delaney había ido a parar a la Mansión-X. Fue entonces, cuando decidió investigar por cuenta propia más acerca de la mansión y el profesor Xavier. Poco a poco, a medida que fue recolectando nueva información sobre su ideología. Por lo visto, la misión del profesor era la de promover la afirmación pacífica de los derecho mutantes, mediar la coexistencia pacífica entre mutantes y humanos y proteger a la sociedad de los mutantes peligrosos… Fue entonces cuando comprendió que no quería convertirse en alguien peligroso para el resto, que aquel juego de niños había llegado a su fin. Pensó que quizá podría re-aprender a usar sus poderes de una forma más cometida dentro de la mansión.
A partir de conocer toda aquella información, Prince dejó de lado la Hermandad de Mutantes, con el pretexto de que quería “volar del nido” y trabajar en solitario. Algo a lo que Magneto no se opuso.
Prince empezó a focalizar sus poderes en aquellos que estaban podridos de dinero a costa de explotar a sus trabajadores. Fue entonces cuando empezó a robar dinero a los ricos para donar una gran parte a organizaciones de niños con trastornos sociales y la otra, para quedarselo él. Su modus operandi era sencillo, robaba bajo la identidad de Prince para después hacer las donaciones a nombre de Albert Prescott.
Después de unos meses actuando de ese modo, Albert comprendió que ya había amasado una fortuna suficiente como para desprenderse de sus tendencias criminales, de una vez por todas.
El sentimiento más fuerte que le impulsó a desprenderse de aquellas tendencias, fue sin lugar a dudas, el de volver a hablar con Alice; ahora mejor que nunca podría comprenderla.
Después de pedirles a los padres de Alice la dirección de la Mansión X. Y allí se encontraba, justo frente a la puerta de la residencia. En su estómago se estaba empezando a crear una confrontación de sentimientos. Por un lado sentía curiosidad por conocer la reacción de Alice al volver a verle; pero por otro lado, sentía miedo al rechazo, pues sabía que su historial no estaba limpio del todo...
Poderes: Albert posee la habilidad de manipular a su antojo los campos de la probabilidad, gracias a ellos, puede provocar probables, pero no imposibles, accidentes a cualquiera dentro de su rango de visión. Dichos poderes también perjudican, involuntariamente, a cualquier persona conforme más tiempo pase con él.
Habilidades: Grandes aptitudes para el robo. Siendo un ladrón escurridizo y sigiloso. Capaz de abrir fácilmente cualquier cerradura y caja fuerte o de eludir alarmas. Cuenta también con unas habilidades físicas a la altura de cualquier atleta profesional, y cierto adiestramiento en diversas artes marciales.
Debilidades: Pese a que se niegue a admitirlo, la principal debilidad de Prescott es Alice. Tiene un gran miedo al rechazo. Albert es incapaz de herir a niños o animales, algo que conserva desde antes de conocer a Magneto. Su principal desventaja a la hora de alterar las probabilidades, es que Prince es el epicentro del cambio, por lo que siempre se verá involucrado en la zona de efecto.
Equipo y recursos: Cuenta con una pequeña fortuna, casa propia y coche.