Tras la pista del vampiro. [El Apostol]

La noche había caído en la ciudad de Gotham, todo estaba en el más absoluto silencio y no parecía haber ni una sola persona en las calles de tan pintoresca ciudad.

Luke Spalding apretó el ritmo de su desenfrenada carrera, estaba claro que no iba a conseguir llegar a tiempo, pero al menos tenía que intentarlo, la vida de dos personas estaba en sus manos, el fallo no era una opción, tenía que llegar antes de que...¿antes de qué exactamente?, esa sí que era buena. Unas pocas horas antes, se había despertado gritando y empapado en sudor en su destartalado apartamento, una persona normal simplemente pensaría que había sido una pesadilla, pero alguien como Luke tenía muy claro que era algo más que eso.

Mientras estaba durmiendo, había percibido una brutal sinfonía de dolor y sufrimiento, fruto de dos personas, y si no recordaba mal, varones. Les había visto atados y amarrados, intentaban gritar, pero la cinta pegada a sus bocas no les dejaba articular una sola palabra, muy posiblemente iban a ser torturados hasta la muerte. Sin embargo, Luke no había podido descifrar quién era el autor de semejantes atrocidades, simplemente tenía claro que esas dos personas iban a sufrir y su mente le había dicho donde buscar...eso era todo, no contaba con más pistas y eso le fastidiaba, ¿por qué tenía que ser tan difícil?.

Y como muchos podréis imaginar, la cara de este muchacho fue épica cuando descubrió que tenía que ir desde Nueva York hasta Gotham. Había tenido que coger un autobús y dos trenes para llegar hasta las afueras de la oscura ciudad, y como comprenderéis, este crío tampoco es que vaya sobrado de dinero, de hecho, no sabía como iba a volver a casa... . Ese pensamiento terminó por enfurecer más al joven, que prácticamente se encontraba al borde de un ataque de ansiedad.

Llegó al final de la calle, dobló la última esquina y...-¡No!...¡NO!, ¡MALDITA SEA!- Gritó con todas sus fuerzas, pero más que un grito, parecía el lamento de alguien condenado. Había llegado demasiado tarde, los hombres a los que se suponía que el tenía que advertir...ya no estaban...se habían esfumado por arte de magia, quién quiera que fuese al que trataba de detener, había sido más rápido que él.

De pronto, Luke sintió un dolor tan fuerte en la cabeza que pensó que se iba a caer muerto ahí mismo. Se tiró al suelo y se agarró la cabeza con las dos manos...nuevas visiones le estaban llegando...multitud de futuros y de posibles hechos probables le estaban gritando y chillando, todos a la vez...''¡ven!, ¡ven por aquí!, ¡mi camino...mi futuro es mejor!, ¡ven por aquí!''...intentó gritar...pero no pudo...le dolía demasiado...y en mitad del absoluto caos que en esos momentos era su mente...vio una imagen limpia y clara...un sótano...un polígono industrial abandonado y solitario...a unas pocas manzanas de aquí...y en él estaban...estaban siendo torturados, masacrados, mutilados...-¡NO!- gritó de nuevo el muchacho, -¡no sucederá!-, se levantó con decisión del suelo e inició de nuevo la carrera que había abandonado por unos momentos.

Minutos después, lo vio...el mismo grupo de edificios solitarios y abandonados que había visto en su cabeza momentos antes...casi como una película de terror, y aunque tenía miedo y estaba a punto de salir corriendo, Luke decidió seguir adelante...notó el peso del guantelete mecánico en su brazo...era reconfortante...pero algo iba mal...podía sentirlo...y a la vez que seguía adentrándose más y más en el desolado lugar...la sensación era más fuerte...se sentía observado.

Acabo de dejar a los dos hombres inconscientes después de alimentarme de ellos en la que será su última morada.
La policía ya debe haberse llevado el cadáver del pobre tipo al que estaban dando aquella paliza y debe haber acordonado la zona.
Al igual que yo ellos llegaron demasiado tarde para impedir su muerte.
Pero a diferencia de ellos yo haré justicia con sus asesinos.
Ya nunca harán daño a nadie más.

Vuelvo a salir del pequeño sótano.
Volveré en unas horas cuando estén despiertos para explicarle su situación a esos dos desalmados.
Pagarán sus pecados con su sangre.
Solo hay dos maneras de salir de ese sótano.
Muertos o redimidos.
Pero algo interrumpe mis pensamientos.
Hay un niño de no mas de quince o dieciséis años acercándose.
Se le ve nervioso y asustado.
No le culpo.
De un salto desciendo del tejado del edificio a su espalda casi sin hacer ruido.

Hijo mío.
No deberías andar solo a estas horas por una ciudad como Gotham.
Menos aún por un barrio tan peligroso como este.

Mi voz suena fría y dura al salir de mis labios.
A pesar de no ser esa mi intención es posible que el pobre chico las entienda como una amenaza.
Quizás sea mejor así.
Pues si tiene suficiente miedo no volverá a venir a un sitio tan peligroso como este.
Por suerte para ambos acabo de alimentarme y mi aspecto es completamente humano.
Aunque mi tamaño y mi forma de vestir puedan intimidarle no verá nada sobrenatural en mí.

Será mejor que te marches ahora que aún estas a tiempo.

De nuevo no es mi intención amenazarlo aunque mis palabras podrían ser facilmente malinterpretadas.
No huelo ningún mal en él.
Quizás no es el niño más bueno de su clase.
Pero no es una presa para mí.
La palabra del Señor aflora como siempre a mis labios tratando de hacerle entender al chico que aquí corre peligro.

Si por motivos humanos luché contra fieras en Efeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, COMAMOS Y BEBAMOS, QUE MAÑANA MORIREMOS.

La inquietante sensación terminó por hacerse insoportable, la oscuridad era absoluta y daba la impresión de que en cualquier momento iba a aparecer una bestia de golpe o algo similar. Al muchacho no le gustaba ni un pelo seguir adentrándose en el complejo industrial abandonado, pero era lo que tenía que hacer si de verdad quería salvar a esos pobres desgraciados... .

¡PLAF!, un golpe seco e increíblemente sonoro se escuchó con una gran fuerza justo a espaldas de Luke. Inmediatamente después de haberlo oído, se le puso completamente la carne de gallina, empezó a temblar y los primeros tentáculos del miedo amenazaban con dominar su cuerpo. Quiso gritar, quiso salir corriendo...pero no se podía permitir un lujo así... .

Y mientras todo esto pasaba por la cabeza del joven muchacho, una voz humana, aunque fría y completamente escalofriante resonó con la misma fuerza que la caída de hace pocos segundos. Luke se tranquilizó un poco, al menos, no era la terrible bestia llena de colmillos y sedienta de sangre que se había imaginado, pero aún así, había aprendido a ser precavido y a no confiar en extraños...eran demasiadas las puñaladas por la espalda que se había llevado, y no estaba dispuesto a ganar una más.

Respiró hondo, se armó de valor, y decidió girarse para ver quién era la persona que le había hecho sentir tanto miedo con una acción tan simple como hablar. Fue tal la impresión que se llevó que tuvo que retroceder unos pocos pasos, porque sin dudas...era alguien que imponía: alto, con unos hombros anchos hasta lo increíble y con un cuerpo que ocupaba lo mismo que un armario, totalmente cubierto por una larga gabardina de cuero. La sorpresa aumentó un poco más cuando se dio cuenta de que apenas podía ver su rostro, pues el extraño también llevaba un sombrero de aspecto bastante antiguo que le tapaba prácticamente la mitad de la cara.

El extraño habló de nuevo, le dijo que se marchara de inmediato, que aquí corría peligro. Por alguna extraña razón, Luke se cabreó un poco cuando oyó estas palabras, dejando un poco de lado el miedo que había sentido al principio. ¿Quién coño se creía que era ese tío?, ¡él tenía el mismo derecho que él de estar ahí!, ¿acaso se creía que no sabía cuidar de sí mismo?...¡era insultante!, ¡siempre pasaba lo mismo!, todo el mundo le veía como alguien débil o alguien a quién proteger y eso, era algo que sin dudas odiaba más que nada.

De pronto, se dio cuenta de algo más...¡no había recibido ninguna visión que le avisase sobre la presencia de ese tipo!, ya le había pasado en otras ocasiones, aunque no era muy frecuente, pero por alguna razón, el extraño había logrado zafarse de sus visiones, y eso nunca era algo bueno.

Luke no pudo más, eran muchas preguntas sin respuesta y demasiada confusión en su cabeza. Alzó su brazo derecho, que era en el que estaba el guantelete mecánico, y apuntó al extraño con él, mientras empezaba a reunir energía en la palma del artefacto (aunque de momento, no planeaba disparar).

Lanzó una mirada desafiante al extraño y le espetó de forma brusca: - ¿Quién diablos eres y qué estás haciendo aquí? -.

Los jóvenes ya no respetáis nada.
¿Vienes a mi casa y me hablas en ese tono?
No deberías pronunciar alegremente palabras como diablos o demonios.
Eso suele atraer sobre ti atenciones que no estoy seguro que no deseas atraer.
Aún así satisfaré tu curiosidad si con ello consigo que vuelvas a casa inmediatamente.
Se me conoce como el Profeta.
Mi antiguo nombre carece de importancia y ha sido olvidado hace tiempo.
Ahora baja tu brazo.
Sospecho que tienes algo escondido ahí con lo que crees que podrías causarme algún daño y no quiero tener que causártelo yo a ti.
¿Quien eres tú y por que estás en un lugar como este después de la caída del sol jovencito?

La juventud estaba cada vez más pervertida.
Niños paseando de noche solos.
¿Qué sería lo siguiente?
Los había visto emborracharse y drogarse.
Los había visto fornicar incluso en lugares públicos.
Incluso los había visto cometer crímenes contra natura aunque a esos últimos si los había cazado.
El pecado y la depravación se extendían cada vez más en la sociedad.
¿Acaso no se daban cuenta de que estaban volviendo a alcanzar los niveles de pecado que Dios castigaba con fuego y azufre?
¿Cuanto faltaría hasta que el Altísimo decidiera limpiar de nuevo de pecado la Tierra?
A pesar de que gente como él trabajara sin descanso para eliminar las peores amenazas siempre había monstruos y pecadores.
¿Acaso su trabajo no servía de nada?

El enfado de Luke estaba aumentando por momentos, primero era tratado como un niño de 5 años y ahora le habían soltado de forma sutil que era un maleducado, o al menos eso es lo que había dado a entender ese extraño individuo que se hacía llamar ''Profeta'' y con el que se había encontrado minutos antes.

Bastó que el misterioso sujeto le dedicara otras dos frases para darse cuenta de que no era un tipo precisamente normal, ''¿no deberías pronunciar alegremente palabras como diablos o demonios?''..., ''¿eso suele atraer sobre ti atenciones que no estoy seguro que no deseas atraer?'', ¿pero en qué época vive este tío?...el enfado inicial de Luke pasó a un sentimiento de confusión.

La verdad es que...a pesar de su aspecto amenazador...Luke intuyó que ''El Profeta'' no planeaba dañarle, al menos...no de momento. La razón le dijo que no se fiara de él, pero su instinto le decía que no había peligro, y casi sin darse cuenta...comenzó a bajar el brazo poco a poco...mientras su cuerpo se quedaba paralizado por unos segundos entre ambas opciones contrapuestas... .

¡Joder!, ¿pero en qué estaba pensando?, ¡no tenía tiempo para esto!, ¡tenía que rescatar a esos dos antes de que fuera demasiado tarde!, y sin embargo...aquí estaba parado tan tranquilo...¡perdiendo el tiempo!. Comenzó a hablarle al extraño, aunque más que hablar, lo que hizo fue tartamudear por los nervios que sentía.

- ¡M-mira!, me llamo L-luke y no tengo tiempo para esto, ¡dos personas están a punto de morir y tengo que salvarlos sea como sea!, ¿entiendes?, ¡por eso estoy aquí!. - dijo muy alterado.

¿Alguien en peligro?
Entonces debía ayudar al chico.

¿Quien esta en peligro niño?
Dime donde están y yo me encargaré.
Pero este lugar es peligroso y deberías irte a casa antes de que te ocurra algo desagradable.

Mientras hablo no puedo quitarme de la cabeza una idea extraña.
¿Cómo sabe que hay alguien en peligro en esta zona?
Parece sincero y preocupado pero ¿por que ha venido hasta aquí?
No parece haber seguido un rastro para encontrar este lugar.
Sin embargo aunque no parece saber exactamente a donde se dirige algo le ha traído directamente hasta aquí.
Hasta mi guarida.
Hasta mí.
Me quedo totalmente rígido durante un segundo y le miro directamente a los ojos.
¿Tendrá alguna clase de poder?
Si es así estoy seguro de que no es una criatura maligna o ya me habría dado cuenta.
¿Estará buscándome a mí?
¿Será acaso una casualidad que busque a dos personas cercanas a la muerte cuando acabo de capturar dos nuevos recipientes?
No puedo estar seguro.
Pero tampoco puedo arriesgarme.
Y si así fuera ¿que debo hacer con él?
Parece un alma inocente y no puedo causarle ningún mal pero tampoco puedo permitir que interrumpa mi sagrada labor.
Es joven e inexperto eso lo tengo claro.
Seguramente un simple truco mental sea suficiente.
Manteniendo aún la mirada sobre él dejo que mi consciencia se expanda y roce la suya.

Contestame con sinceridad pequeño.
¿Cómo has sabido que hay gente en peligro?
¿Quien es el asesino a quien buscas?
¿Por qué lo estás buscando?

La sutil cadencia de mi voz solía forzar a las mentes más débiles a obedecer y contestar a mis preguntas.
Con un poco de suerte también podría hacer que este niño olvidara todo esto después y regresara sano y salvo a su casa.

La Mirada del Vampiro:

OFF ROL

Spoiler:

Luke soltó un profundo suspiro de alivio cuando oyó las palabras del tal ''Profeta''. Al parecer, su deducción era correcta y no le iba a hacer ningún daño, más bien al contrario, parecía más que dispuesto a echarle una mano. Lo que desde luego no le hacía demasiada gracia, era el hecho de que siguiera tratándole como a un crío pequeño. ''Apuesto 50 pavos a que no me vería con los mismos ojos si supiera lo agradable y acogedora que ha sido mi vida'', pensó Luke con un tono irónico en su mente. El tipo seguía, que si tienes que volver a casa, que si este lugar es peligroso...lo típico, vamos, la misma mierda que solían soltar los adultos cuando piensan que están haciendo lo correcto y que pueden ocuparse ellos solos de la situación. Luke dudaba entre hablar claro y hablar con indirectas, pero en ese preciso momento recordó con quién estaba hablando, así que prefirió hablar lo más sencillo posible. Tomó aire, procuró que no le temblara la voz y escogió sus palabras:

- Me parece estupendo el hecho de que quieras ayudarme, pero no soy ningún crío, ¿sabes?, tengo quince años y me considero bastante independiente, así que...¿te importaría dejar de tratarme como tal?, sería de agradecer. Su voz no sonaba demasiado convincente, era obvio que aún seguía un poco asustado y confundido, pero al menos había conseguido dejar de tartamudear y eso ya era algo. Probablemente el tipo se pensaba que tenía una vida feliz, que vivía en una casita de color rosa con papá y con mamá, que la mayor de sus preocupaciones era buscarse una novia...Luke por un momento deseó con todas sus fuerzas disponer de tiempo suficiente para contarle al Profeta lo equivocado que estaba con él, por desgracia, no tenía demasiado...y se le estaba agotando...si el individuo le seguía entreteniendo más tiempo, tendría que verse obligado a pasar de él y seguir con su plan inicial.

Luke sospechaba que eso no le haría demasiada gracia al tipejo, pues tal y como había dicho él momentos antes, consideraba la zona como su ''morada'', y la gente no se siente demasiado bien cuando intentas ''hurgar'' en sus casas. Algo encajó en la mente del chaval, como si de pronto, un relámpago hubiera cruzado su mente. ''Un momento...antes ha dicho que este sitio era su hogar...¿no?. Los pobres diablos a los que andaba buscando debían andar por aquí cerca, basándose en la visión que había tenido antes...y si la ''casa'' de aquel tipo era esta...y esos dos hombres iban a morir torturados...eso solo podía significar una cosa...

Un nuevo arranque de pánico se apoderó del chico y por más que intentó reprimirlo, no hubo manera de ignorarlo. Alzó sus aterrorizados ojos hacia el Profeta, y se encontraron con los suyos. Le estaba mirando de una forma muy extraña...un escalofrío recorrió la espalda de Luke de arriba a abajo... . El tipo empezó a hacerle preguntas a mansalva, con un tono no demasiado agradable, algunas de las cuales no podía responder de ninguna de las maneras.

Un pensamiento dominó sobre todos los demás, ''¡Corre!, ¡corre antes de que te mate a ti también!''. Sus piernas comenzaron a moverse, y casi sin darse cuenta...ya estaba empezando a trotar...-¡D-disculpa, tengo que irme!-. Empezó a correr a toda pastilla, pero no iba a huir, por supuesto que no, se encaminó hacia donde su mente le estaba llevando...hacia...los dos hombres secuestrados... .

Ignoraba que consecuencias podía traer aquello, pero ya no había vuelta atrás, y mientras seguía con su recién iniciada carrera, cruzó los dedos en silencio para que el Profeta no le siguiera...la sola idea de tener que enfrentarse a él le aterrorizaba...

Las piezas de aquel extraño rompecabezas empezaron a encajar conforme el niño me hablaba.
De algún modo el que parecía un chaval normal estaba además resistiendo el poder de mi mirada.
Algo que normalmente solo estaba al alcance de personas con una fuerza de voluntad muy superior a la normal.
Sin duda el crio no era una persona normal.
Pero encajé las piezas demasiado lentamente.
Cuando comprendí lo que pasaba el chico ya había comenzado a correr sin control dándome ademas la confirmación de mis temores.
Aquel niño había venido a por mí.
O más bien a rescatar a los dos tipos que había traido para que me sirvieran de sustento.
En cualquiera de los casos no podía permitirlo.
Aunque tampoco podía permitir que el pobre niño sufriera ningún daño.
De un par de saltos me situé justo en medio del camino frente a él.

Luke.
Espera.
No voy a hacerte daño.

Ciertamente mi voz no debía de sonarle precisamente tranquilizadora y menos en una situación así.
Y supongo que el hecho de tener algunas gotas de sangre aún fresca tampoco debía ser lo mejor para volver a entablar una tranquila conversación.

Piensa que mientras estés hablando conmigo nadie va a sufrir ningún daño.
Ni ellos ni tú.
Déjame explicártelo todo antes de que tomes una decisión.