¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 179 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 178 Invitados :: 3 Motores de búsqueda
Mensajes : 405 Fecha de inscripción : 07/01/2015 Empleo /Ocio : Vengadora Infernal Humor : Reirse de mis sandalias, golpe de remo.
Ficha de Personaje Alias: Tortita Nombre real: Kim HwaJae Universo: Marvel
Tema: Re: Hay que ser memo. [Starlord](+18) 11th Diciembre 2016, 20:57
Ya estamos con lo de siempre. Que si como te llamas, de donde eres, quienes eran tus padres. ¡Ni que fuera tan importante para hacerle un favor a una niña pequeña, joder! Bueno, a ver, céntrate, porque si no, no vamos a llegar a ningún sitio.
- Esta en la esquina de la novena, allí me tratan muy bien. - le dije, con ese tono que usan los niños cuando pretenden hacer que algo suene a verdad irrevocable. Apreté los puños y los coloqué dedos con dedos a la altura del pecho. Dar un poco de rollito indefenso ayuda mucho cuando quieres conseguir algo. Sé que puedo ser mona. Mucho. En serio. - Me llamo Tortita. - me presenté. Eso, ahora abajo con el mentón, arriba esas cejas y ofrécele una mirada de ojos brillantes bieeeeeen abierta. Así, precioso. Un par de parpadeos, desvía la mirada, dubitativa a la puerta, y vuelve a mirarle a él.
Oh, y la nominada al Óscar de actriz revelación es Tortita sin apellido. El público se levanta. Ovación. No tenía preparado nada. Quiero darle las gracias a la academia de la calle. Sin ella no lo habría conseguido. A ver. Que me disperso.
- Vale. - susurré entre dientes, como entrando en razón después de que acabara de echarme una bronca. Lo que quieras, macho. Pero llévame otra vez de vuelta a Nueva York. Espera. ¿que me invita a desayunar dice? Dudé un momento. La verdad es que la oferta era tentadora. Le había salvado el culo, en cierta manera tampoco estaría mal aceptar un poquito de agradecimiento por su parte, ¿no? y joder, no iba a ser lo mismo tomarme un desayuno de barritas de cereales con leche caliente, que era lo que seguramente me esperaba en el refugio, que tomarme un buen chocolate con un bollo, unas tortitas o un gofre. Joder, un gofre tostado, con ese color dorado y el chocolate hundiendose despacio dentro de las celditas empapándolo todo, mezclado con la nata que se iba deshaciendo por el calor. Hundiría los dientes en ese manjar, y toparía con una de esas perlas de azúcar que no se habría deshecho bien en la masa, rompiéndola entre los dientes. - yo...- cerré el pico al darme cuenta de que había estado a punto de escapárseme un sonoro SI. Ojo, cuidado. Mucho cuidado con lo que estas pensando, Kim. No puedo. Va a mantenerme con él demasiado tiempo, y no todo el mundo es idiota. Mi piñata partida era muy soplona, y a la larga, tendría que inventarme un montón de excusas de cómo había llegado hasta allí, cómo había conseguido entrar en el hotel, quién era, dónde dormía. No podía mentir, sólo ser genérica en mis respuestas, y a la larga, cuanto más tiempo pasara con él, más indagaría, hasta que el final me quedara en silencio y sin poder responderle a absolutamente nada sin revelar algo de mí. Algo que no quisiera, con toda seguridad. Además había otra cosa muy, muy peligrosa. Que... me apetecía quedarme. La idea de pasar un rato con el guaperas bobalicón no me disgustaba, y eso, eso era lo peor que me podía pasar. Joder, a veces creo que debo ser mas gilipollas yo que los idiotas con los que me junto. ¿Porqué coño tienes que dejarte enchochar por todo guapito que te dirige un saludo? ¿Porque, coño? Si es que no aprendo. - No, no. No puedo. De verdad que no. ¡Van a quitarme el sitio! - deseché la idea, volviendo a encaramarme en mi papel de niña desvalida y angustiada. Eso de quedarse en tus trece es muy de niños. - ¿has venido en moto, como todos esos tios guays? ¿"Cupo" en tu moto? - le pregunté, mientras bajaba las manos jugueteando con los dedos, mientras pensaba en la escena mas pornográfica que se me ocurría para que me subiera el rubor a las mejillas, recurriendo a uno de los recursos que mas odiaba, pero a la larga, más les tocaba el corazón a los complicados. Equivocarme en la pronunciación de las palabras.
_________________
Viviendo un infierno en la tierra
140Star-Lord
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 171 Fecha de inscripción : 29/03/2015 Localización : Siempre puedes llamarme al móvil... ¿Se llama así, no? Empleo /Ocio : Líder de los Guardianes de la Galaxia. Humor : ¿Qué hace la Milano al llegar a un muelle espacial? ¡Rebotar!
Ficha de Personaje Alias: Starlord, el legendario forajido. Nombre real: Peter Quill. Universo: Marvel
Tema: Re: Hay que ser memo. [Starlord](+18) 26th Diciembre 2016, 23:46
- En la esquina de la novena. Vale, ¡perfecto!- ¿Perfecto qué Peter? ¿Acaso sabes dónde está la novena? Pues... Entre la octava y la décima, digo yo. Vale, señor sabiondo, ¿y dónde están la octava o la décima? Ni idea. Me di cuenta de que no tenía ni idea de dónde estaba cada calle en esa ciudad. Por suerte para ambos tenía un pequeño dispositivo que me servía de GPS lo suficientemente bueno como para encontrar un asteroide concreto en el anillo de un planeta. Encontrar una calle sería mucho más sencillo digo yo. Metí los datos en el cacharro y esperé. Al cabo de un par de segundos con un pitido salió marcado en rojo el camino. Chasqueé la lengua con satisfacción y sonreí, mirándola de nuevo.- Tortita, ¿eh? Pues muy bien Tortita, nos vamos de paseo. Como el coche ese... Había una canción así, ¿no?-
Me sonaba haber cantado de niño una canción que tenía un coche con mi madre, aunque bien podía haberlo soñado. Habían pasado tantos años ya... Y ahora que lo pensaba, ¿cómo íbamos a llegar hasta la ciudad? En coche según vi en el mapa se llegaba en cuestión de diez minutos, pero a pata era una hora, y con la peque seguramente tardaríamos más. Los pensamientos se me fueron de la cabeza cuando le escuché suplicar que necesitaba ir al refugio ese o le quitarían el sitio.
- ¿Quitarte el sitio? ¿Quién le quitaría el sitio a una niña? Mira, se me ocurre esto. Te acompaño y me aseguro de que tengas sitio, ¿vale?- No pude evitar sonreír y negar con la cabeza con lo de "cupo". Cuando los niños eran así eran pa comérselos. Aunque yo dudaba que hubiese sido así en ningún momento. Yo era más bien un travieso que se metía en demasiados líos al día. Sí, vale, la mayoría eran para proteger a alguien a quien estaban pegando o por que estaban golpeando a un animalito. Pero me dio ternura. Me recordó también a los huérfanos a los que visitaba de vez en cuando. Pero ahí estaba el problema: no tenía moto ni nada. Había ido hasta ese lugar volando con las botas, pero ahora tenía una rota. Me mordí el labio inferior y miré alrededor del cuarto, pensando en qué hacer. Y las vi. Unas llaves ahí encima del mueble. Me acerqué caminando lentamente y las cogí con cuidado. ¿De dónde habían salido? ¿Serían las de la moto de la noche anterior? No, ni de coña. Esa moto estaba envuelta en llamas y la conducía un esqueleto aterrador... ¿Y si me la había dejado para que pudiese salir de allí? Me asomé por la ventana con ellas todavía en la mano y rebusqué. Allí estaba, la moto en la que me había subido la noche anterior en su formato original. Ni huesos, ni pinchos, ni llamas ni nada de nada. Al menos no llamas literalmente hablando. Sonreí ante la suerte que acabábamos de tener y las lancé al aire para cogerlas de nuevo.- Bueno, será mejor ponernos en marcha. Tenemos que llegar hasta allí cuanto antes. Vamos.-
Bajamos al piso de abajo y hablé con el tío del recibidor. Le pagué la noche y salimos a la calle. Había pagado comidas más caras que esa habitación, aunque también es cierto que esas comidas habían sido mucho mejores que ese antro. Llegué hasta la moto y cogí a la pequeña en brazos.
- A ver Tortita, ven aquí. Vale, vamos a poner una serie de normas. La primera es que la moto es peligrosa, así que procura no moverte mucho. Irás entre el manillar y yo. Ahí estarás bien. Ahora, no te muevas, voy a ponerte un casco para evitar que te hagas daño. Tranquila, no te hará daño ni nada.- Me quité el pequeño dispositivo de la oreja y se lo coloqué en la suya. Era muy pequeña, de las más pequeñas que había tocado a decir verdad. Se lo coloqué con cuidado y luego pulsé el botón. El casco cubrió su rostro, cubriéndolo por completo incluso la cabeza. Podría ver casi todo lo que hubiese a su alrededor, aunque dudaba mucho que supiese como usarlo.- Mola, ¿verdad? Es un casco del espacio. Si te mareas dímelo. Bueno, vamos allá. Agárrate fuerte.-
Giré la llave y accioné la moto que con un rugido arrancó. Hice un movimiento con las cejas a la peque y nos pusimos rumbo a la ciudad dejando una nube de polvo detrás de nosotros. Visto de día aquel bar de carretera era bastante horrible. Las luces y el ambiente de la noche anterior lo habían cubierto bastante bien.
Le pregunté un par de veces si iba bien, asegurándome de que estaba cómoda y no asustada. No fui demasiado rápido porque quería que se sintiese segura y porque yo no llevaba casco. Una caída a demasiada velocidad me podía costar la vida, y habiéndome enfrentado a cosas horribles por toda la galaxia morir por un accidente de moto tenía poco o ningún glamour. Anda que no quedaba mucho mejor morir en una explosión de super nova o algo así. Ya dentro de la ciudad callejeé un poco hasta que encontré la susodicha esquina. Pero no paré en ella. Avancé un poco más hasta alcanzar un puesto de bollos de chocolate del que emanaba un aroma que habría despertado a un muerto. Allí había toda clase de bollos y croisants: rellenos, con azúcar glass por encima, con jamón, con mermelada, con mantequilla... Todos ellos brillaban por el caramelo y el azúcar que se había derretido por el calor sobre ellos. El chocolate estaba duro en algunos, formando una corteza que rodeaba todo el bollo, en forma de pequeñas virutas oscuras o de colores, o asomando del interior burbujeante, como la lava al salir por la ladera de una montaña.
- Ale, hemos llegado. Ahora iremos al refugio, no te preocupes, pero primero un buen desayuno. Recuerda que es la comida más importante del día, así que ya puedes ir eligiendo cuál quieres. O cuales. ¡Buenos días amigo! ¿Qué tal? Mira qué pinta tiene ese con chocolate... ¿Te gusta el chocolate? Preferí decirle al tío que Tortita era mi sobrina. Sonaba mejor que si le contaba que me la había encontrado en mi cuarto por la noche. Eso era bastante creepy.
Mensajes : 405 Fecha de inscripción : 07/01/2015 Empleo /Ocio : Vengadora Infernal Humor : Reirse de mis sandalias, golpe de remo.
Ficha de Personaje Alias: Tortita Nombre real: Kim HwaJae Universo: Marvel
Tema: Re: Hay que ser memo. [Starlord](+18) 25th Mayo 2017, 18:05
- ¿Un coche de paseo?- pregunté sentándome otra vez en la cama mientras le veía dar vueltas. ¿No se referiría al chitty chitty Bang Bang? No. No podía ser tan mayor como para eso. Si yo le hubiera dicho que la conocía, habría sido un error de libro. La peli era demasiado vieja como para interesarme a estas alturas, cuando ahora estaba en pleno apogeo el tema del cine 3D y los dibujos animados, y los videojuegos con tantos frames por segundos que hasta se necesitaban tres cifras para contarlo. Preferí ladear la cabeza y quedarme ahí haciéndome la adorable.
Es infalible. Os digo en serio que con un adulto no hay nada que un "quepo" o un "sepo" no puedan arreglar. El tío tenía cara de agobio. Vamos, rocketman, que tienes las llaves de la moto encima de la mesilla. Que es lo único que no tiene un surco de polvo alrededor. Que es lo único que no lleva tanto tiempo como para haberse quedado pegado a la tonelada de mierda que tiene este sitio. ¡Efectivamente! Muy bien, campeón. ¿A donde va a la ventan...ah. Ah ya, para asegurarse de que está la moto. Pero yo no podía decirle todo eso, porque entonces estaría evidenciando algo que no me haría ningún bien. Siempre es preferible hacerse un poco el tonto, sobretodo si tienes tanto que ganar o perder como yo tenía en ese momento. Jo, menudo culo tiene.
- ¿Eh?- pregunté volviendo a la tierra. - Son pobrecitos. No es su culpa. Tienen hambre y frío. - dije, de nuevo adorable, intentando excusar el hecho de que a veces la gente tiene tanto ombliguismo que es como para echar la pota. En serio. Como para entrar en el albergue y rabar por todas partes. Os lo aseguro. - ¡Jo, muchas gracias super-piter!- dije dando un salto y agarrándole por las rodillas. Me levanté de un salto y me dirigí corriendo a la puerta, tirando del pomo, que me quede en la mano con cara de idiota. La puerta se abrió, pero literalmente arranqué todo el pomo, dejando la madera pelada. Claro, como no. Miré a Peter, y después, al pomo. Puse cara de haberme metido en problemas, y muy despacito, lo dejé encima de la alfombra, y sali de puntillas, como lo hacían los dibujos animados cuando no querían que los pillaran. Tras salir de allí, habiendo pagado la habitación, nos acercamos a la moto.
- ¡Hala! ¡Que moto mas chula!- Exclame y le di la vuelta, mirándola por todos lados. - ¿Porqué tienes una moto rosa? A mi me gusta el rosa. Pero es un color de chicas, y tu eres un chico. - desactivando filtro de comentarios infantiles. Check. - Eso ya lo se. - dije con un poco de retintín, cuando me indicó lo de la moto. Luego me acercó un aparatejo, que ya le había visto usar esa noche. Cuando se cerró a mi alrededor me hice la sorprendida. - ¡¡¡AAAAAAAH!!- grite mientras se cerraba, y luego me quede quieta. Toqué con mis pequeñas manos la parte exterior. Por dentro todo se veía extraño a través de esos colores tintados. Salieron una serie de números y cosas raras, pero se desvanecieron enseguida. - ¡JO, COMO MOLA!- di una carrera con el casco, que era bastante desproporcionado para mi cuerpo pequeño. Hice un par de pistolas con los dedos y apunté a Piter. - ¡Soy como de la guerra en las estrellas! Piñum, piñum. - me reí. Pero lo peor de todo es que una parte diminuta, pequeñita y oscura de mi... también quería que el se riera. Me alegré de llevar el casco puesto cuando él me explicó cómo íbamos a montar en la moto, porque me puse roja como un tomate. Ay... si pudiera tenerte encima de mi como yo quisiera, pirata. Madre mía. Que calores me estaban entrando, encima siendo tan temprano. Me acerqué a la carrera y alcé ambas manos, abriendo y cerrando las palmas, para que me aupara para montar. Arrancó y dejamos atrás el barucho de mala muerte. - ¡Mas rápido! ¡Mas rápido!- me pasé todo el camino gritándole eso y riéndome. El tío iba a velocidad de abuela montada en tortuga. Pero era de agradecer, porque cuanto mas tardara, mas tiempo estaría yo con él encima. Y aunque fuera ponerme los dientes largos, algo de contacto humano con chicos monos tampoco estaba demás. - ¡Eh, te lo has pasado!- exclamé, hasta que el olor de panadería me dió dos bofetones en las fosas nasales. Podría analizar a mas de un kilómetro el tipo de bollería que se estaba preparando a mil millas. hasta el punto de saber si era una napolitana de chocolate o de crema. Noooo, pedazo de cabrón. No me chantajees con chocolate. A eso no puedo decirle que no. Maldito seas, Peter Quill.
- ¡Me chifla el chocolate! Es mi cosa más favorita del mundo entero. - dije muy segura, asintiendo con la cabeza. - Pero no tengo mucho dinero. - dije abriendo la riñonera y contando los billetes medio rotos y arrugados, y un montón de monedas que habían salido directas de una fuente de la suerte. - ¡No se que coger! ¡Hay muchas cosas, y todas parecen muy ricas!- dije pegando la cara y las manos al cristal. Jooooooder.... Que rico todo. - Quiero ese. ¡No, ese! ¡¡NO NO, MEJOR ESE, ESE!!! - señalé frenética hacia todas partes, hasta que el tipo no tuvo mas remedio que mirar a Quill pidiendole ayuda en silencio con una mirada de auxilio. Yo no podía apartar la mirada del azúcar. Del chocolate. De todo. Dámelo. Dame lo que sea, idiota. ¡¡PERO DAMELO YA, JODER!!
_________________
Viviendo un infierno en la tierra
140Star-Lord
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 171 Fecha de inscripción : 29/03/2015 Localización : Siempre puedes llamarme al móvil... ¿Se llama así, no? Empleo /Ocio : Líder de los Guardianes de la Galaxia. Humor : ¿Qué hace la Milano al llegar a un muelle espacial? ¡Rebotar!
Ficha de Personaje Alias: Starlord, el legendario forajido. Nombre real: Peter Quill. Universo: Marvel
Tema: Re: Hay que ser memo. [Starlord](+18) 6th Julio 2017, 19:23
- El rosa de chicas... Pues yo tengo una camiseta rosa y bien que me queda. Hecho un pincel que voy con ella. Además, mira, tiene llamas.- Me reí y negué con la cabeza cuando se puso a hacer como que disparaba y con lo de la peli esa de la guerra de las galaxias. Un pensamiento casi nulo, muy muy pequeño me invadió un segundo la mente, y me imaginé a mí mismo con una niña como esa, una pequeña Petra Quill... Y agité la cabeza para alejar ese pensamiento lo más lejos de mí. ¿Padre? Si hombre, no tenía otra cosa que hacer. Lo que me faltaba... Y a saber cómo sería de padre. Lo mismo era un cabrón como el mío... No pienses en esas cosas Peter, vuelve al ahora y déjate de tonterías. Maldito cerebro, deja de sacar mi instinto de padre.
Aunque me pidió que le pisases no quería hacerlo, más que nada porque no tenía un casco cubriéndome la cabeza, y también porque hacía tiempo que no llevaba una moto y no me sentía del todo seguro. Tiene gracia, habitualmente piloto una nave a una velocidad que se convierte en un borrón a la vista y me asusta una moto tan grande como yo... ¿Quieres velocidad? Vente un día a la Milano y te voy a enseñar por qué soy el mejor piloto de toda la galaxia. Espera... ¿Estás teniendo en serio esta conversación Peter? ¡No es más que una cría! La pobre nunca sabrá lo que es subirse a una nave, o puede que sí... Quién sabe. Estando como está la cosa lo mismo sí.
Bajamos de la moto y entramos en la tienda. Ella pegó la cara al mostrador donde estaban todos los chocolates y bollos que a decir verdad tenían súper buena pinta.
- Por el dinero no te preocupes. Hoy corre a cargo del tío Peter. Pues... A mí ponme un bollo de esos relleno y un café... Tú coge lo que quieras peque. ¿Podemos sentarnos en una de esas mesas? Vale, perfecto. ¿Vamos?- Una vez hubo elegido lo que quería no sentamos en una pequeña mesa en la terraza. Le ayudé a subir a la silla y se la acerqué a la mesa. La verdad es que estaba la mar de graciosa allí poniéndose las botas. Y mucho mejor así limpita. Cuando me desperté en mitad de la noche y la vi hecha un asco daba pena. Sentí mucha lástima por ella, inevitablemente viéndome reflejado a mí mismo. Aunque perdí a mi madre siendo más mayor sabía lo que era no tener padres. Bueno, miento, sabía lo que era no tener madre. Ella había sido la mujer más maravillosa que jamás había conocido, y siempre lo sería. Ella fue la que me habló de las estrellas y me dijo que nunca me rindiese, y aún en los momentos más difíciles de mi vida seguía pensando en ella. Me daba fuerza y me ayudaba a ver el lado bueno de la gente. La verdad es que la echaba de menos, y muchas veces me preguntaba si estaría orgullosa de lo que hacía. Ahora era un protector de la galaxia. Luchaba contra seres que pretendían destruirla y acabar con la libertad y la vida. Y aunque mis métodos no eran muy ortodoxos y distaban de la ley muchas veces algo me decía que ella habría sonreído y me habría querido igual... Después de corregir cuatrocientas cincuenta cosas de mí. Pero qué se le va a hacer, así son las madres.
El bollo estaba bastante rico y el café me calentó por dentro, aunque no hiciese mucha falta. Estábamos en julio, y eso significaba verano.
- Bueno Tortita. Háblame un poco de ti y a cambio yo te hablo de lo que quieras de mí. ¿Qué me dices? No tienes que contarme nada que no quieras, estaba pensando en qué cosas te gustan y demás. Por cierto, ¿de dónde viene lo de Tortita? ¿O ese es tu verdadero nombre? Porque suena a un nombre que te has puesto, como yo con Star-Lord.- Dudaba que nadie la hubiese llamado así, al menos no unos padres normales. Puede que no recordase su nombre y así la llamasen los otros chavales del orfanato, o puede que no quisiese hablar de su nombre porque le diese pena o algo así. No sé, una niña llamándose Tortita no me casaba de ningún modo.
Mensajes : 405 Fecha de inscripción : 07/01/2015 Empleo /Ocio : Vengadora Infernal Humor : Reirse de mis sandalias, golpe de remo.
Ficha de Personaje Alias: Tortita Nombre real: Kim HwaJae Universo: Marvel
Tema: Re: Hay que ser memo. [Starlord](+18) 31st Julio 2017, 02:00
¿El tío Peter? No podéis ni imaginaros hasta que punto sonaba a algo creepy. Hay que reconocer que los que inventaron el inglés se lucieron cuando hicieron esa palabra. Una gran palabra, que definía con exactitud a qué me refería. Era el típico apodo que un hombre adulto se pondría a sí mismo para intentar hacer entender a un niño que podía considerarle cercano y de confianza. Seguro que lo dijo con su mejor intención, pero me había tenido que quitar tantos "Tíos X" que parecían tener buenas intenciones que luego intentaban enseñarte "Para qué servía la rajita" que a mi ese tipo de apodos ya sólo me sonaban a una especie de anuncio con mi propia voz, tipo grabación prehecha de seguridad: "Haga el favor de encender todas sus alarmas, aléjese de este hombre lo más posible en dirección contraria, y procure inducirle una castración definitiva lo antes posible con cualquier método que tenga a mano. Recuerde no ponerse histérica, y si acaso, aproveche cuando le ponga su pito en las manos para efectuar la castración antes mencionada. Sobretodo, no entre en pánico. Gracias por su atención."
Querría haberle dicho que dejara esas cosas. Que era horrible, y que no volviera a usarlo con ninguna criatura viva en el mundo. Que "Starlord" sonaba bastante bien, y que si quería caer en gracia a algún crío, sólo tenía que decir alguna basura que a un adulto le diera vergüenza ajena. Algo así como "Starlord el molón" o "Peter el alucinante". Cualquier cosa menos Tío Peter. Aunque tengo que admitir que el rubio me hizo un favor cuando dijo eso. Me bajó el calentón de un plumazo.
Me dirigí a la mesa haciendo durante un segundo una mueca. En lugar de sentarse en su lado, vino directo al mío, donde ya había separado la silla para subirme, y esperó a que me sentara para acercarme. Mierda. Ahí esta el calorcito otra vez. Si es que ya no quedan caballeros. Me subió un ligero rubor a las mejillas, pero con suerte, podría parecer del esfuerzo. No empieces kim, piensa en otra cosa. Centré mi atención en el variado de bollitos que me había puesto el hombre, imagino que desesperado por darme algo. Palmeritas, mini-donuts, mini-magdalenas y pastas de chocolate. Me encantaban todas y cada una de esas porquerías, pero para no mostrarme demasiado ansiosa sólo me comí tres de un bocado. Al ver como me miraba me limpié la mejilla con la manga, no porque no hubiera servilletas, si no por costumbre y cogí una palmerita dándole un bocado un poco mas comedido.
- Bueno... vale. - dije, pretendiendo que dudaba, después de tragar. O lo mismo estaba dudando de verdad. Ya me había sonsacado un montón de cosas. Tenía que ir con ojo si no quería acabar lamentando algo. ¿Porqué siempre me da la verborrea con los chicos guapos? Bebí un poco de leche con cacao para aclararme la voz.- Me gusta patinar. Es mi otra cosa más favorita del mundo. Entreno mucho, para ser la más mejor. ¡Voy a ir a las olimpiadas!- exclamé, adorable. Ojalá. - Tortita. Así es como me llamo. Mamá me llamaba distinto, pero sólo ella. Cuando me trajeron aquí no sabía decir nada. Tortita es la primera palabra que aprendí a decir. - le sonreí ampliamente en un descuido, enseñándole mi diente partido. Lo suelo llamar "el chivato", por lo obvio. Además de mi raza, que en este país es algo así como "Charlie", mi diente es un rasgo muy distintivo. Lo bastante como para que enseñarlo me cause problemas. Así que alargué la mano hacia otro bollo y me lo comí de un bocado. - Me gustan las tortitas. Quería poder tenerlas siempre, así que aprendí. Y como no sabía decir otra cosa, pues me decían "¡Eh *Tortitas!, esto" o "¡Eh, *tortitas!, lo otro", y cuando lo decían yo sabía que me decían cosas a mi. - me encogí de hombros, dando a entender que para mi ya estaba bien ese arreglo.
Molaría decir que me había currado esa historia, y que el origen de mi nombre actual tenía un trasfondo mas genial. Pero no. Es triste, pero esa es la verdad, palabra por palabra.
- ¿Porque te llamas estar... estarf...- me trabé a propósito. - ¿Cómo se dice?- pregunté, tierna, entrelazando las manos y apoyándome sobre la mesa, dando un respiro a los bollos por un segundo. Aunque me duró poco. Mientras me explicaba, alargué la mano y acabé con otro. Joder, que rico todo.