¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 83 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 83 Invitados :: 3 Motores de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 223 durante el 21st Noviembre 2024, 23:16
[Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith).
+2
101DianadeThemyscira
Omega
6 participantes
Autor
Mensaje
101DianadeThemyscira
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 692 Fecha de inscripción : 23/05/2014 Localización : Trono de Themyscira, Atalaya. Humor : Hey, Amigos.
Ficha de Personaje Alias: Wonder Woman Nombre real: Diana Universo: DC Universe
Tema: Re: [Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith). 18th Septiembre 2015, 01:06
Los prisioneros que quedaban fueron rapidamente sometidos. Teniamos ya camino libre para actuar, no quedaban ningun tipo de obstaculos que nos impidiesen llegar con Crane. Detestaba tener que acompañar a Bruce en esta mision, porque el tenia la culpa de todo lo que estaba pasando al no solucionar los problemas de raiz. Y no se lo iba a reprochar, ni le iba a reprochar lo egoista que era el solo darme ordenes como si fuera mi padre para decirme que puedo o no hacer. Iba a cumplir mi objetivo, a toda costa, y el que Batman me acompañase solo era un retraso. Asenti en seco cuando me menciono que no podriamos detenernos en este momento, cuando escuche un objeto venir hacia mi, al cortar el aire con fuerza. ¡Maldicion! Salte a tiempo a la par que Bruce, rodando lo suficientemente lejos como para que la masa de concreto no impactase directamente contra mi lateral. Tome la mano de Batman para levantarme, y mire a Grundy.
¿Otra vez tu? ¿Cuantas veces habia que matarte para que dejases de molestarnos? Rodee mis ojos hacia arriba, mientras pensaba todas las formas para patear a Grundy y poder continuar con la mision, cuando cai en cuenta... Grundy era lo suficientemente fuerte y torpe como para darle problemas a Bruce, pero no lo suficiente como para ser algo que lo ponga totalmente en peligro. Si el se entretenia con eso, yo podria continuar con mi mision y acabar con Crane sin que nadie me interrumpiese. Bruce no tendria porque verlo, y bueno... "Ojos que no ven, corazon que no sienten". Solo tenia que encontrar el momento adecuado. Me puse en posicion de combate, mientras miraba a mi compañero y alternaba entre el zombi. Un duelo de miradas, mientras mi cuerpo se preparaba para poner los pies en polvorosa al espacio que Grundy habia abierto para poder llegar mas rapido...
Grundy corrio. Batman salto.
Yo fui mas lista, y evite un combate para salir a toda velocidad por ese agujero. Escuche un grito de Bruce, pero sabia que el podia enfrentarse solo a sus problemas... Muchas veces, me habia exigido (a mi y a toda la Liga de la Justicia) que no nos metiesemos en los asuntos de Gotham. Bueno, Grundy era un asunto de Gotham, y si siempre habia tenido la arrogancia de nunca considerarnos para su lucha contra el crimen, yo no tenia que considerarlo en mi empresa en contra de Crane. Ojo por ojo, Wayne.
Avance, a largos pasos, mientras sentia un furor unico, fruto de la victoria que pronto tendria para todos. Crane habia causado muchos daños esta noche, y muchisimas noches antes solo con el fin de demostrar que era el amo del miedo. Y Batman, en su arrogancia o en su exceso de fe en la buena voluntad, jamas lo habia finiquitado. Siempre se repetia el ciclo, siempre estabamos destinados a que un dia, los malos golpeasen mas fuerte y nosotros perdiesemos. Hoy conoci lo que se sentia ese dolor, y no iba a permitir que ningun inocente volviese a sentir lo que yo.
Al llegar a la puerta de acero, solte un fuerte golpe sobre el acero. La puerta se abollo, pero no cedio. Otro golpe se dirigio hacia otra zona, con tal de que esta cediese. Vaya que era una puerta bastante buena, porque me estaba costando trabajo tirarla. Patadas y puñetazos se estrellaban una y otra vez contra el metal, hasta que por fin, escuche algo resquebrajarse. Una patada mas, y la puerta salio volando contra una pared de la habitacion. Sonrei, complacida... Pero ahi no habia nadie.
-¡¿A DONDE DEMONIOS SE FUE?!
Me acerque a donde estaba la silla y cuando la gire, no pude saltar a tiempo. Un click se escucho, y una bomba de gas se solto. Me lleve la mano a la boca, aunque tenia el aparato que me dio Batman, senti un regustillo amargo en la boca, algo asi como si hubiese inhalado un gas muy irritante. No podia ser... ¿Mas gas del miedo? Trate de inhalar y exhalar lo suficientemente rapido para calmarme, pero era complicado. Sentia como mis ojos veian un poco menos la luz, como si todo se estuviese oscureciendo. Debia de ser fuerte... encontrar a Crane...
Camine lo mas rapido que pude, con un equilibrio deficiente, hasta llegar a una pared, donde la golpee y empece a andar... Otra pared se cayo, y estaba en una especie de claro sombrio. La noche era atemorizante, sentia miradas en todos lados, ojos que penetraban con sus miradas mi piel. Los sonidos se volvian como el goteo de una llave antes de dormir, una eterna molestia que no te dejaba en paz. Empece a caminar, mientras sentia como las sombras me presionaban, exigiendome que parase... No, no podia volver, no podia detenerme... Hinque mi rodilla en el suelo, mientras sentia como mis lagrimas recorrian otra vez mis mejillas. Otra vez, ¿de nuevo? ¿Cuantas veces podia volver a sentir este temor recorrer mi pecho y atravesar mi espalda como una lanza silenciosa?
Me arrastre como pude... Jamas hacia atras, Diana, nunca debes rendirte...
Mensajes : 670 Fecha de inscripción : 30/08/2014 Localización : Gotham City Empleo /Ocio : Chief Executive Officer de Wayne Enterprises Humor : No hay tiempo para eso.
Ficha de Personaje Alias: Batman Nombre real: Bruce Wayne Universo: DC Universe
Tema: Re: [Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith). 27th Septiembre 2015, 07:23
El rechinar de los escombros bajo las suelas de mis botas nunca cesaba. Tuve que activar la visión nocturna, el suministro electrico d ese lado del edificio sencillamente se habia ido, y no debian haber conectado los generadores de emergencia a esta sección previendo el posible motivo de una eventual perdida de electricidad. Oia disparos, gritos, llantos en la distancia, la batalla por Arkham estaba concluyendo, pero eso no quitaba que la noche acabaria con varios muertos, quizas pacientes, quizas profesionales o guardias de seguridad, pero el solo hecho de que fuese a suceder era suficiente para hacer que me hirviese la sangre. Crane, siempre oculto, escondido, silencioso, reuniendo recursos y preparandose hasta que el momento llega y transforma toda esa meticulosidad en caos. Quisiera poder correr a su encuentro, pero estoy demasiado dolorido, mi fisico resentido por el golpe de Grundy, recordandome de la peor forma posible de mi propia humanidad, como cada vez que me interno en este cubil de la demencia. me detengo en una intersección entre el camino abierto por Diana y un corredor, dejando desde las sombras que varios internos corriesen seguramente buscando una salida, estaban desarmados, no tenia sentido atacarlos, y tenia que guardar mis energias y mi integridad fisica para lo que pudiese estar por venir. Pasé por el corredor y noté como trozos de la siguiente pared aun caian, Diana no habia pasado hace mucho por alli, las marcas en el concreto estaban tan frescas como sus marcas en mi. Me habia traicionado, la mujer en la qu he depositado una enorme confianza a través de los años se perdio en su furia vengativa y me dejo a lo que, en ese momento, habria parecido una muerte segura. ¿Fue adrede? ¿Se habrá dado cuenta de las posibles consecuencias de dejarme abandonado? Lo cierto es que habia especulado, y lo habia hecho con mi propia vida como factor, habia sido tan solo algo mas a considerar para ella, y concluyó en que podia arreglarmelas contra Grundy, sin tomar en cuenta las circunstancias, solamente habia decidido arbitrariamente que yo podria hacerlo, quizás para calmarse a si misma, y asi poder salir a la carga sin culpas, hacia la retribución.
- Agh...- Puse mi rodilla en el suelo y me lleve una mano a los vendajes que Carrie me habia colocado. Habia hecho un excelente trabajo, pero no iba a ser una recuperación rápida, ni iba a poder trabajar al maximo de mis capacidades, el solo hecho de poder acabar con esto iba a requerir de toda mi fuerza de voluntad. Seguia pensando en ella, y el dolor de haberla visto dejarme atras habia sido aun peor que el de la herida que me aquejaba. Desde que habia llegado a Omega, Diana se comportaba con extrañeza, no se si es exactamente la Diana que conoci, pero aquella mujer consideraba a sus compañeros casi sagrados, protegiendolos desinteresadamente siempre que surgia la necesidad, y sin embargo, Gotham era despiadada, no permitia que nadie que pasara el suficiente tiempo en ella conservase la pureza, y una de las mas retorcidas mentes que mi ciudad habia producido acababa de herir una fibra muy sensible en Diana. No se que haya visto, pero estoy seguro de que fue intoxicada, y de que lo que fuera que viese habia sido grave, Crane habia jugado con sus miedos, y en ello, habia provocado su ira, lo cual la empujo a tomar la decisión de abandonarme. Me puse en pie con cierto trabajo, volviendo a seguir el camino de escombros. No tiene ningún sentido que corra, Diana es mucho mas rápida y para cuando llegue, habrá superado todas las medidas de seguridad. hay algo en su furia que es anormal, como si enfadarse la volviese aun mas poderosa, aunque nunca he podido comprobar lo cierto de mi hipotesis, solo se que cuando logran herirla o humillarla entra en un estadio que la vuelve terrible, peligrosa, letal, una fuerza de la naturaleza, al punto que siempre he sentido que en esos momentos se pierde un poco a si misma. Una última explosión pudo oirse a los lejos, y una lluvia de polvo cayó encima mio, estaba acercandome adonde se suponia que estaria Crane. Pasé mis dedos por los bordes de la puerta, estaba completamente destrozada, salida de sus goznes, triple blindaje, nada que realmente pudiese detenerla, mi máscara dio tres pitidos y cerró la parte de mi boca para filtrar el aire. Entre lentamente, esperando lo peor...
...Pero nadie habia alli, solamente un artefacto. Apagué la visión nocturna, la luz de la Luna entraba calmadamente en aquella habitación, recortando mi sombra contra la baldoza. Pantallas en una lluvia gris y negra, las cámaras estaban completamente destruidas en todo Arkham, la pelea habia alcanzado a cada rincón del edificio, tan caotico habia sido todo aquello que ni siquiera sabia la situación real del lugar. Me aferré a la realidad palpable, no tenia sentido perderme en el panorama, tenia que averiguar lo que habia sucedido. Me acerqué al teclado, pero nada que intentara hacia efecto, el sistema habia colapsado y las cámaras estarian o destruidas o desactivadas, me volteé hacia la silla de Crane y revise el objeto que habia sobre ella: al parecer, era una bomba, oculta dentro de una caja, tenia un mecanismo de detonación bastante rudimentario, pero lo suficientemente sofisticado como para cumplir su proposito. Diana habia llegado, habia abierto la caja, y seguramente, dado el aspecto de la bomba, fue atacada con gas del miedo, probablemente una cepa mas concentrada, arma personal de Crane de darse esta clase de situación, ¿Pero donde estaba? Me giré y comencé a observar mis alrededores, hasta que el crujir bajo mis pies me delató la siguiente posta: arena, o mejor dicho, un polvo de tal densidad que parecia arena, pero el monticulo era pequeño, y carecia de sentido en es entorno, Arkham no poseia un solo grano de arena en todo el complejo. Lo único relevante fuera de los granos en el suelo era que el monticulo estaba disperso en el lado que daba a la computadora de vigilancia que habia estado usando crane, los granos estaban notiramente dispersos, y formaban un rastro bruzco, del ancho de una suela, se habia resbalado en su intento de escape. ¿Adonde...? Claro, la rejilla cerrada, era de esperarse, la luz de la luna arrancaba minusculos destellos al rastro de granos que conducia hasta la tapa metálica.
Podria haberle seguido, pero introducirme alli podria ser peligroso. El viento sopló y lanzo a volar la arena, la cual salio dispersada hacia la noche por el enorme hueco en la pared exterior. El polvo arenoso seguia sin tener sentido alguno, era la única pieza de todo esto que no encajaba, pero no iba a poder deducirlo ahora mismo, y de todos modos, la batalla por Arkham seguramente habria terminado, podia notar el humo que venia de las secciones frontales del psiquiatrico. Podria haberme dado la vuelta y volver con Caroline, pero activé mi visión nocturna una única vez, mirando en la distancia en caso de que Scarecrow estuviese herido, descompensado, en cualquier condición que le hubiese impedido perderse en el bosque que estaba detrás del edificio central. Habia una figura en la distancia, arrstrandose, pero estaba claro que no era Crane, era claramente una mujer. Salté desde alli y abri mi capa instantes antes de tocar el suelo, planeando unos centimetros y cayendo en cuclillas. Caminé sobre el césped, acercandome al lugar donde estaba aquella figura y desactivé mi visión nocturna. Era Diana, se arrastraba, la cepa que seguramente contenia aquella caja la habia afectado, pero los nanites habian hecho su trabajo lo suficientemente bien como para detener la mayoria del efecto, no estaba en un estado de paranoia, solamente lloraba, estaba asustada, como pude comprobar cuando llegue hasta su lado. Abri mi máscara para que mi voz no le llegara distorsionada.
- Diana...- Me arrodillé a su lado, gateaba con lentitud, era una escena triste, una orgullosa princesa amazona reducida a una mujer que balbuceaba frases de aliento a si misma y gateaba hacia adelante en lo que seguramente era un mundo intimo de terror y sufrimiento, todo por obra de Crane. No deje que el odio por ese hombre me consumiera, lo encontraria y le haria pagar cada una de las atrocidades que habia cometido esta noche, podria ser que hubiese escapado de Arkham, pero nunca escaparia de mi. -...Escuchame...soy yo...- Me miró, pero su mirada no estaba puesta en mi, no se que sea lo que esté viendo, pero quizas si no elevo la voz y no hago movimientos bruzcos, no me perciba como una amenaza. - Tienes que centrarte, la toxina de Crane...- Estaba en el suelo, se habia lanzado hacia mi, pero no gritando glorisamente, solo llorando, con breves gemidos de angustia mientras trataba de mantenerme donde estaba. Era mas fuerte que yo, pero no estaba usando una fuerza ni remotamente cercana a toda la que podria haber empleado, estaba confundida.
- Diana...tienes que resistirte, esta jugando con tu mente...si dejas que la toxina haga su efecto y te abandonas al tem...- Un puñetazo, no se si dijo algo luego de eso, mis oidos pitaban insistentemente, trate de concentrarme. - Diana...- Entre el zumbido y la oscuridad, no se si me esta hablando, pero me llega otro golpe, no solo no esta usando mucha de su fuerza, acabo de notar que pude resistir bien ese golpe. La empujé con el mayor cuidado posible, pero me fue dificil, aunque logre quitarmela de encima, poniendome de pie mucho mas lentamente que ella, trató de tacklearme, la esquive, la mandibula me dolia por el golpe, mi abdomen estaba comenzando a dolerme demasiado, pero cuando volvio a trastabillar hacia mi en un intento de abatirme, me decidi a contestarle, y corri hacia ella. Podria haberla tackleado, haber golpeado algun nudo nervioso, no habria sido demasiado dificil derrotarla en aquel estado, pero por un instante, me olvide de todo, y la abracé. Senti los golpes en mi espalda de inmediato los arañazos, intentaba agredirme, no me iamgino que estará viendo, pero yo solo la retengo, aplicando todas las fuerzas que poseo.
- Diana, tienes que dejar de atormentarte a ti misma, todo lo que este gas hace es mostrarte las cosas que tú misma sientes que son una amenaza, te ataca con tus culpas, con tus temores, los vuelve contra ti, pero no hay nada alli que no hayas creado tú misma, no hay temor que no provenga de ti...- El dolor en la espalda se hace mas intenso, sus dedos son tan fuertes que solo arañandome comienza a dañar mi capa, si sigo asi, seria capaz hasta de hundir sus dedos en mi piel y arrancarmela, pero algo me hace sentir que esta es la manera. -...Eres la Princesa de las Amazonas, un baluarte de la justicia y un ejemplo para muchas personas...- Trato de reprimir cualquier muestra del dolor fisico que me esta causando, patea como puede mis piernas, sigue llorando, pero mientras me queden fuerzas, no voy a soltarla.
-...Hoy me traicionaste, y se que, en el fondo, estás culpandome de esto, de todo, se que tú lo haces, y que todos los demás lo hacen, pero aqui estoy, soportando el dolor, las criticas, el repudio, todo, y tú puedes ser fuerte y resistir la toxina...no solo puedes hacerlo, debes hacerlo Diana, eres mas fuerte y mejor que esto... Comenzaba a ceder, pero no del todo, poco a poco, mis oidos dejaban de zumbar por los golpes, iba a tener la mandibula inflamada todo el dia siguiente. La solté solo para poder tomarla por los hombros y clavarle la mirada fijamente, era todo o nada.
-...Demuestrame que hice bien en confiar en ti cuando formamos la Liga, demuestrame que eres tan fuerte como siempre he creido...- Sigue forcejeando, tratando de quitar mis manos de sus hombros, pero esta muy confundida y no puede aplicar correctamente su fuerza. Solo hay una forma más de intentar hacerla entrar en razones...
-...¡Demuestramelo, Diana! - Grito, pero me silencia un rodillazo al estomago, aplicado con tanta fuerza que inmediatamente me doblego y caigo de rodillas. La miro, se detiene, el dolor es demasiado, quizas pueda recurrir a unas bombas de humo y tratar de arrastrarme a un lugar seguro, pero no tengo verdadera oportunidad contra ella si se enfurece denuevo. Solo tengo mis palabras y el efecto que puedan haberle causado. Sencillamente no puedo combatirla, no si existe otra opción, solamente espero no haberme equivocado.
_________________
"Todos los hombres tienen limites. Los aprenden y aprenden a no excederlos. Yo ignoro los mios"
Mensajes : 218 Fecha de inscripción : 12/07/2014 Localización : Como si te lo fuera a decir...
Ficha de Personaje Alias: Mass Murderer Nombre real: Jonathan Smith Universo: Marvel
Tema: Re: [Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith). 22nd Octubre 2015, 17:26
off: disculpen la demora, estuve esperando a ver si Jean volvia por que me daba lastima terminar el evento sin él, pero como paso mas de un mes y aun no lo veo, pues ya quiero que se cierre este tema.
En momentos como aquel en el que me encontraba, simplemente me hubiese gustado quedarme recostado en el suelo, con la espalda reposada contra la pared y frotándome la cabeza lo suficiente como para que todo el dolor de los disparos y a contusión pasasen de largo. Lamentablemente no podía hacer eso, no mientras tuviese una misión que cumplir; no mientras ese desquiciado de Scarecrow estuviera libre ahí. Solo podría permitirme el descanso cuando hubiese descargado al menos cinco balas sobre el cráneo de ese desgraciado hijo de puta. Ya tenía claro en mi mente lo que tenía que hacer, del mismo modo que lo tenía claro cuando había entrado a ese lugar, pues ninguna herida por más terrible que fuera podría hacer que apartase esa meta de mi cabeza: lo quería ver muerto. Por eso es que no me deje amedrentar por las heridas o la dificultad de la situación, como nunca lo había hecho, y me levante del suelo apenas Jean-Luck demostró señales de que su "forma astral" volviese a su cuerpo. Él me conto todo lo que necesitaba saber, y mucho mas. No solo me conto sobre la ubicación de Scarecrow, sobre los planos del edificio y sobre qué camino deberíamos tomar para llegar a la oficina central de ese loco. También me comento respecto a un "ejercito" de muchas personas que venían en nuestra dirección, muchos de ellos sin armas ni intereses de batallar, sino intentando escapar de la batalla que se orquestaba en otra zona del asilo. Respecto a eso, había otros invitados inesperados en el lugar. Primero que nada el único hombre que realmente me esperaba en ese lugar: Batman. Ya decía yo que el hombre murciélago tendría que haber aparecido mucho antes, es su puta ciudad la que se volvió un caos al fin y al cabo. Desde luego había venido con su mascota personal: su pequeña Robín, solo que al menos esta vez le dio protección adecuada en forma de un puto tanque. Y por ultima pero no menos importante, aunque definitivamente la que menos me hubiese gustado ver allí, estaba Wonder Woman. La amazona parecía tener un sexto sentido para aparecer exactamente en el lugar indicado en el momento indicado para complicarme las cosas. Si me la topase la mitad de las veces que me topo a Stark, ya estaría muerto.
Sin embargo de momento los héroes se encontraban bastante lejos, batallando contra convictos superpoderosos; ellos los mantendrían lo suficientemente ocupados como para permitirme hacer mis cosas sin molestias, o al menos eso me esperaba. Pero de momento el pequeño ejército de paciente que venían hacia nosotros representaba un obstáculo mucho mayor para mis objetivos que ellos, dado que estaban más cerca, y si fallaba con ellos acabaría muerto; por otra parte si todo salía bien, y acorde a lo que Jean Luck me había dicho, cerca de un tercio de los convictos morirían ese día, así se soluciona la sobrepoblación en Arkham. Estas a diferencia de las patrullas anteriores no llegaron en orden, ni preparadas, y de hecho sus primeros integrantes ni siquiera estaban armados. Muchos de ellos solo corrían a lo loco viendo hacia atrás, como esperando que nadie los persiguiera. Tan ocupados estaban en eso, que no se dieron cuenta de que estaban corriendo hacia una minigun que ya había empezado a girar. Para cuando lo notaron, las balas ya habían salido disparadas en gran cantidad. Si la primera matanza en el hospital mental ya había sido algo digno de ver, esa fue una carnicería total. Eran demasiados, amontonados en un pasillo demasiado angosto y no diseñado para que tantas personas pasaran por el al mismo tiempo. Iban amontonados, tanto que casi ni pudieron sacar sus armas. Jean Luck y yo soltamos toda nuestra munición contra el primer "cloque" de presos. De no haber sido por qué se trataba de enfermos psicóticos y cobardes, tal vez casi me hubiese sentido mal por ellos...bueno probablemente no. Vacié mi arma con la gran mayoría de ellos, ante lo cual intentaron dispersarse para dejar espacio a los tiradores espacio, pero estaban mal organizados, y no fueron rivales para la puntería de Jean Luck. Mi compañero fue perfectamente capaz de eliminar a los tiradores lo suficientemente separados mientras sus compañeros desarmados se quedaban petrificados en su lugar, como decidiéndose entre irse para un lado o para el otro. Uno de ellos intento correr hacia mí, solo para que lo embistiese con mi arma, aplastando su pecho contra el suelo con los cañones calientes de mi arma, provocando que soltase un grito agónico, aunque casi paso desapercibido entre todo el caos del lugar.
Lance mi arma a un lado y saque mis SMGs, uno en cada mano, y las balas llovieron una vez mas sobre todo aquello que aun se encontraba sobre dos piernas. Al principio las cosas iban relativamente bien, al menos hasta que a Jean y a mí se nos acabaron las balas, de modo que tuvimos que replegarnos para evitar que nos asesinaran. Las cosas solo empezaron a empeorar cuando llego una segunda oleada a socorrer a la primera; estos si eran los que iban preparados para la batalla y decididos a matarnos. Le tire mis pistolas a Jean para que las sujetase mientras yo me ponía frente a él para cubrirlo de las balas, casi a empujones para cubrirnos contra una de las columnas de los pasillos. Eso solo los envalentono a seguir avanzando. Teníamos que pensar en algo rápido, las balas estaban comenzando a destruir el concreto de la pared, trozos de ladrillo nos llovían por encima de la cabeza. Jean ni siquiera podía llegar a dar un tiro al aire dado que le llovían doce más al instante. Tome todas las granadas que tenia junto con todo el cinturón, y toda la munición del lanzagranadas que me quedaba, y la coloque en una mochila llena de munición. Saque un par de cartuchos de M16 y guarde el resto. Había suficiente munición en esa mochila como para abastecer al pequeño ejército de presos al que nos enfrentábamos. Pareciera que solo estaba buscando más munición para mis armas, pero la realidad era otra: estaba armando una granada gigante. – Cúbreme!- Le grite mientras le sacaba el seguro a la primera de las granadas, para luego cerrar la mochila de golpe. Mi compañero coloco los cañones de las pistolas contra la esquina del pasillo, de modo que su cabeza no se asomara y así no recibir fuego cruzado. Sus balas desorientaron un poco a los criminales, dándome un margen de unos dos segundos para poner mi plan en acción. De la nada, salí de la cobertura con la mochila en las manos y, aprovechando ese momento de confusión, la arroje con todas mis fuerzas contra los reos. Recibí tres tiros en el pecho, uno en la pierna, y dos a la altura del hombro, pero mi cabeza se salvo; supongo que es un blanco mas difícil si no tienes demasiada practica en el uso de esa clase de armas.
Ignorando el dolor me lance contra Jean, quedando yo sobre él para cubrirlo de cualquier posible daño: mi ropa estaba blindada, la suya no. -¡Tapate los oídos!- Acto seguido una poderosa explosión resonó en el hospital. Poderosa tal vez fuese decir poco, de modo que dudo que haya habido alguien en todo ese hospital psiquiátrico que no haya escuchado un bran “BOOM”, así como el sonido de las balas y la metralla que volaron en todas direcciones, derribando criminales de a montones. Me pare de golpe, sin perder un instante, tomando un rifle ensangrentado que había volado hacia nosotros y aventándoselo a Jean, mientras yo sacaba mi escopeta automática. Los dos salimos de nuestra cobertura a los tiros, exterminando cualquier resquicio de humanidad que hubiese en esa zona del lugar, ignorando por completo el nuevo tapizado de rojo y rosa que habíamos dejado por todas partes. Para entonces ya todo lo que hacían era intentar escapar, puesto que sabían que no tenían esperanza. Además, las balas de mi AA-12 perforan el Kevlar como un cuchillo caliente en mantequilla. Pasaron de correr hacia la salida, a buscar refugio en el interior en cosa de nada mientras los perseguíamos, derribando a varios por el camino.
Para cuando el último grito de dolor se silencio, y con ello el último sicario cayó al suelo muerto, ya habíamos recorrido medio edificio casi sin darnos cuenta. Le comando a Jean utilizar su forma astral una vez más para proporcionarme un mapeo más actual de la situación. Solo entonces, cuando él me deja solo y la adrenalina comienza a disminuir, me doy cuenta mi verdadero estado. La sangre me chorreaba por el cuello hasta los hombros, producto de una herida abierta sobre la ceja derecha, y otra a la altura de la sien, del lado izquierdo. Mi traje y mi chaleco tienen varios orificios de bala, o marcas de impacto, y creo que incluso hubo una bala que logro incrustarse en la parte de la cintura, aunque sin llegar a hacer contacto con mi piel, o al menos no a causar una herida de consideración suficiente como para que me preocupase de mi salud. Mis brazos temblaban, al punto que apenas podía sostener mi M16 (había tenido que cambiarlo hacia rato, puesto que no saque balas de la AA-12 conmigo cuando improvise el gran explosivo). Había desmontado el lanzagranadas también dado que sin munición solo seria peso muerto, de modo que ahora solo me quedaba el M-16 y un cuchillo para enfrentar lo que fuera que me esperase del otro lado, sin mencionar a Jean Luck claro, y el rifle robado repleto de munición que llevaba.
No tuve mucho tiempo para examinar mi estado puesto que Jean volvió en cosa de nada, indicándome lo verdaderamente cera que estábamos del lugar deseado. Desgraciadamente Wonder Woman y Batman también iban cerca del lugar, así que ni bien tuve a Jean de vuelta, Salí corriendo a toda velocidad, utilizando para ello los últimos resquicios de energía de sobra que me quedaban. Sin embargo cuando llegue me tope con una escena bastante curiosa. La puerta blindada estaba tirada abajo, la entrada a la oficina parecía haber sido abierta a los golpes. Y ahí afuera se encontraban, no solo la princesa de las amazonas, quien lucía un estado bastante lastimero, sino también el mismo murciélago vigilante de Gotham. Mejor dicho, llegamos justo para observar como la princesa de las amazonas derribaba al murciélago con un rodillazo bien puesto que, conociendo la fuerza de la mujer, seguro le molió un par de órganos internos. Esa era mi oportunidad.- Jean…-le susurre.- Utiliza tu forma astral y entra a la cabeza de Wonder Woman, ahora.- No escucha muchas replicas en realidad; supuse que a esas alturas quedaba bien claro para ambos que Wonder Woman no estaba bien de la cabeza en esos momentos y en ese estado alguien con sus capacidades seria un peligro para sí mismo y para todos a su alrededor. De la nada, Diana comenzó a gritar, aun con la poca energía que le quedaba su alarido se escuchó bastante bien. No estaba sufriendo, al menos no físicamente, pero no cualquiera en su condición puede tomarse la ligera que una presencia invada su mente de la nada y comience a hablarle, o lo que fuera que Jean le hizo dentro de su cabeza. Con Batman fuera de combate y Diana debilitada y distraída, me escurrí por detrás de los dos, con mi rifle en mano, y le propine un culetazo en la nuca con toda la potencia que pude ¿Alguna vez les ha pasado que por más que utilizan todas sus fuerzas, sienten que aún les queda una mínima cantidad de energía disponible, y se ven en la necesidad de explotarla, de superar sus límites, solo para completar una tarea? Eso me paso a mí, cuando le proporcione un golpe con tal fuerza que me esguince un hombro. Pero dio resultado, la amazona se comenzó a caer. Coloque mi pie en su espalda y le di un empujón, pues ya ni siquiera estaba seguro de los riesgos físicos que conllevaría el pegarle una patada, de modo que la hice colapsar sobre el murciélago, el cual también tenía mis severas dudas de que pudiera levantarse, solo para asegurarme. -Ya van dos para el mortal.- Comente a modo casi ironico pero sin demasiado interes, mientras me alejaba. Al menos era una suerte que ella no haya podido ver que yo fui el responsable de eso, mas aun dado que no llevo ningún símbolo que me identifique especialmente mas allá de mi cara descubierta. Jean salió de su mente, y nos dispusimos a entrar finalmente en la oficina…solo para descubrir que estaba vacía. La silla de Scarecrow estaba tirada y había una rejilla abierta. El hijo de puta había escapado.
Ni siquiera el saber que había eliminado a un tercio de la población de Arkham sonó como consuelo suficiente esa noche. Crane había escapado. Su plan había fallado, como siempre, pero él había logrado escapar una vez más. Y en mi estado actual, no estaba seguro de poder perseguirlo demasiado tiempo. Habíamos fallado, miserablemente; tanto nosotros como los héroes. Sentí la necesidad de disparar contra todos los controles y pantallas, de dejarme llevar en un arrebato de ira salvaje, pero no pude. Me las arregle para mantener la mente fría, tal vez porque en realidad no tenía ni la energía para sostener mi rifle en alto, tal vez porque no quería tentar la suerte con dos miembros de la Liga tan cerca de mí. Por lo que haya sido, me detuve, y me fui. Le hice señas a Jean y me recargue sobre su hombro mientras avanzábamos; la carga pesada que había estado llevando toda la noche comenzaba a hacer estragos en mis músculos. -¿Qué hacemos con ellos?- Escuche de pronto, junto con una señal de cabeza hacia los héroes caídos. Me lo plantee un momento antes de hablar.- Pueden cuidarse solos, llamaremos a la policía cuando estemos en la Watch Hover y ellos se harán cargo; tal vez Robín llegue aquí pronto también. Avísales también que tendrán unas cuantas camas libres a partir de ahora, yo iré a dormir.- Y con eso nos marchamos del edificio, dejando atrás ese reguero de locura, de muerte, de destrucción y desesperación.
La próxima que vea a Crane…lo asesinare con mis propias manos.
Poison Ivy DC Universe
Bando :
Grupo :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 412 Fecha de inscripción : 04/06/2014 Localización : Flora de Gotham Empleo /Ocio : Investigadora y madre a tiempo completo. Humor : Verde
Ficha de Personaje Alias: Poison Ivy Nombre real: Pamela Lillian Isley Universo: DC Universe
Tema: Re: [Evento: Fearland] La balada del miedo (Batman, Diana, Jean-Luc, Jonathan Smith). 25th Octubre 2015, 22:25
OOC:
OOC: Bueno, pues edito el post para que con esto, quede cerrado tanto este post como este evento. Por mi parte decir que me ha molestado mucho que no se haya respetado el último turno final que faltaba por cerrar, que es el mío. Que estoy tan harta como los demás de los parones e inconvenientes que ha sufrido este evento. (Tan harta como los users como los narradores). Entiendo que estéis cansados, pero era lo ÚLTIMO que faltaba por hacer. Habéis decidido que no íbais a postear, perfecto. Pero lo que más me ha molestado ha sido tener que enterarme por una tercera persona, que a mí NADIE me ha dicho que tuviera problema con incluir mi post aquí una vez lo colgué. Dicho esto, recurro a una solución que espero a nadie le parezca mal, y si se lo parece a estas alturas, a comer higos.
Mis amigos corrían tras mi pista. La carrera era digna de una atleta de fondo. Corría firme, con el ritmo mantenido y la mirada fija en un horizonte que no parecía llegar nunca. La respiración controlada, los músculos de la pierna se le cargaban. Llegamos a la ciudad. Acabábamos de bajar la montaña y todo fue a peor. Los gritos de la gente, las alucinaciones y la falta de oxígeno eran realmente palpables. A medida que los tres pasábamos, la gente se retorcía al vernos. ¿Qué pareceríamos para cada uno de ellos...? Pero nada de eso me hizo si quiera girar el rostro. Seguía con la rabia en mi expresión. Ira pura hecha concentración. Empecé a ver a lo lejos la entrada a Arkham. ¿Ya habíamos atravesado la ciudad? A medida que nos acercábamos pude percibir cómo toda la prisión estaba en decadencia pura. De capa caída.
Seguí corriendo hasta que me paré en seco escuchando el ruido de unos matorrales. Desvié la mirada. Era él.
-¡¡HIJO DE MIL PUTAS!! - Grité a voz viva, de lo más profundo de mi bilis. No me importaba quién me escuchaba o qué pensaría de mí. De un salto me planté ante él mientras espinas afiladas como dardos invadían sus pies y surcaban sus piernas subiendo hacia su miembro, clavándose en sus músculos, haciendo que si quisiese huir tuviese que arrancárselas una a una. Era sin duda la vez que alguien podría disfrutar de la visión más furiosa de Hiedra, y digo Hiedra porque Pamela no estaba allí. La prueba definitiva fue la siguiente acción que cometí.
Quienes me conocían bien sabían que yo era una asesina. Correcto. Pero una asesina elegante. Una que dejaba que tus propios placeres te sucumbieran, una que ingeniaba una venganza lenta y dolorosa... La que te embaucaba primero.
Pero esas espinas tiraron de él haciéndole caer al suelo. Las raíces del suelo agarraron las jeringuillas y los guantes que protegían sus manos y las convertían a su vez en un arma mortal. Estaba totalmente inmovilizado. El cabrón se retorcía, suplicaba e intentaba librarse.
-Vamos Hiedra..yo..yo... Tú sabes que... esto...no... Sa-sabes que no ha salido c-como queríamos...¿verdad?- sentía puro pavor sólo con haberme visto. Y no era mala opción.
- Tú....- era visceral totalmente, sacado del dolor más profundo de mi ser. Cualquiera me hubiese intentado encerrar en la institución en un instante. Pero... preparemos un poco de empatía... Era como si a tu ser más querido le hubiese matado un terrorista, y ahora te ofreciesen a ese terrorista en bandeja, indefenso y pobre. ¿No habrías hecho lo mismo que yo?
Me senté encima de él y le quité la máscara. Cerré mis puños para empezar a paliza seca contra su nariz, sus pómulos, su mandíbula, su cuello... Cada "crack", cada vez que se le rajaba la piel o le aparecía un hematoma... Música para mis oídos. Arte.
Podría intentar explicar con palabras el rostro que seguramente tuviese en esa situación, pero no conseguiría transmitir la sensación de ninguna manera. Las pupilas afiladas y minúsculas, una sonrisa propia del payaso y la locura de toda alma que una vez estuvo atrapada en esa prisión. Sonreía más y más con cada golpe. Disfrutaba sin lugar a dudas con lo paradójico que resultaba que ahora el temido fuese el atemorizado. Su cara cada vez más inexpresiva por las lesiones... A día de hoy me sigue dando un escalofrío de placer cuando lo recuerdo.
Me paré a mirar mis nudillos que empezaban a estropearse por la paliza, ensangrentados mezcla de su sangre y la mía hasta la muñeca y alguna salpicadura en mi rostro. No podía permitirme el lujo de estropearme las manos. Entonces le tapé la nariz con una y le abrí la boca con la otra, metiéndole mi puño en su paladar y haciendo vibrar de entre mis dedos mil semillas brotadas de polen. Lo asfixiarían poco a poco... Vería cómo desfallecería poco a poco. Cómo la luz se apagaba en sus ojos y luchaba por vivir. Vería esa semilla cobarde ser vencida poco a poco, su piel poniéndose azul...
De hecho, estaba tan concentrada en eso. Utilizando tanta fuerza y disfrutando tanto que no recordé a mis amigos, ni me fijé en los héroes que estaban cerca de la prisión. Las espinas oprimían y habían llegado ya a su entrepierna. Empezó a hiperventilar, ahogándose más él sólo... Pero el crujido de una rama amiga, conocida estaba cerca. ¿Cómo no le había notado...? ¿Estaba tan obsesionada en matarle que no le había sentido cerca?
-Groot...- susurré viéndole a él de entre toda la maleza, y me separé de Crane dejándole flotando en la fina línea entre la vida y la muerte. Corrí al lado de mi alma gemela y juntamos las manos enraizadas, como la primera vez. En cuestión de segundos de puro silencio para los demás, nosotros habríamos intercambiado sensaciones y él habría sentido todo lo que yo sentí. Le miré a los ojos negros durante unos diez segundos,estoica gracias a su presencia, él iba poniendo cara de horror y miedo mientras le comunicaba todo con el tacto de nuestras manos. Luego separó las manos sobresaltado, como si le quemasen las mías Se las miró aturdido y luego me miró a mí. Me abrazó como quien abraza a una víctima de terrorismo recién rescatada, que al fin y al cabo es lo que era. Sus brazos me sentaban tan bien... Cerré los ojos y me cargó como a las novias de las bodas hasta mi bosque de nuevo.
-Yo soy Groot - dijo a Rebecca y a Rojo antes de hacer un gesto de cabeza que indicaba que le siguieran. Volvía a casa... al fin.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.