Pruba de Rol de Magneto

La nieve caía del cielo y cubría todo lo que se elevase de la tierra, las construcciones apenas se distinguían a la distancia y los arboles apenas parecían montañas de nieve sobre las mismas montañas nevadas. Los ríos se habían congelado y no lograba notarse a simple vista la existencia de vida alguna en los alrededores, apenas sentía los campos electromagnéticos de básicas criaturas evitando ese medio hostil, sobreviviendo, apenas subsistiendo a las dificultades del día a día, arrastrándose con cada respiro de su ser para durar un día mas y lograr superar el crudo invierno.

Mi cacería me había llevado a un inhóspito lugar. Mi presa había elegido un peculiar destino para ocultarse, una tierra la cual lo ocultaba de la manera más macabra, lo alejaba de toda vida, pero a la vez lo dejaba expuesto, fácil de encontrar a cualquiera que estuviese lo suficientemente decidido a darle caza y arriesgar su vida para encontrar a esa escoria, ese ser que merecía el castigo que se le avecinaba.

Parecía una paradoja, aquellos que había nombrado a estas tierras su bastión de la justicia, el lugar donde aquellos que no merecían la vida sufrían su castigo divino, su exterminio; este sería el lugar donde tenía pensado o esperaba que no sucediera, pero sucedería, su castigo final. Todo terminaría donde ellos había comenzado su exterminio, donde había finalizado la vida de tantos.
Aun podía sentir sus murmullos en el aire

- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
- AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
- ¿POR QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?

Yo había estado aquí, recordaba mi estancia en este obscuro y lúgubre lugar, recordaba todo más grande, todo más aterrador, todo más poderoso.
Me decidí a terminar esto, a encontrarlo y ponerle fin a su horrenda existencia, a darle el castigo que merecía, a finalizar con la vida que había apagado tantas luces.

-Es hora

Bajando la colina recordaba mi llegada a este lugar, pensando que nada sería tan malo como lo que en realidad sucedió, tan atroz como las cosas que habían sucedido, las cosas que pasaban entre esas paredes. Nunca pensé en aquella época que esto pudiese marcarme tanto, pero lo había hecho y era hora de ponerle fin.
Mientras la nieve seguía cayendo de manera ininterrumpida, veían como rodeaba mi campo electromagnético, me rodeaba y llegaba al suelo, aquel suelo que una vez había estado manchado de sangre hoy lo cubría una manta blanca, una sabana que espero le permitiese a todos aquellos que habían sido enterrados en esas tierras descansar en paz.

Finalmente estaba frente a esa entrada, ahora si no podía regresar y él no podría escapar, no sé porque, pensé que ya lo había superado, pero al ver y leer ese cartel sentí revivir en mi todas aquellas emociones, ya el miedo se había convertido en odio, y estaba listo para ejecutar al culpable de estas emociones.
Le di una mirada más a aquellas palabras que habían marcado el inicio

- Arbeit Macht Frei…… Espero que este trabajo me libre de ellos de una vez por todas

Ya no era momento de dudar, atravesé decidido aquel corredor que miles habían pasado repletos de miedo e incertidumbre. Estaba listo para la ejecución.
Mire a los lados a través de ese alambrado que delimitaba el camino hacia el edificio central, podía deslumbrar los campos de trabajo, los edificios donde alguna vez pensé que estaba seguro, altos edificios de ladrillo naranja y un techo ahora cubierto por una frondosa capa de nieve repletas en su interior de literas que una vez me habían parecido infinitas, donde iniciaba y finalizaba cada día de trabajo, las torres de vigilancia, ahora pequeñas construcciones de madera, aquellas que en esos tiempos pensaba que eran habitadas por demonios imposibles de matar. Finalmente lo vi, el edifico central, el que parecía un bastión inexpugnable en sus tiempos de horror, ahora solo un edifico grande y abandonado, de ladrillos naranja y techo cubierto de nieve como los demás, donde todo había comenzado aquella tranquila mañana de verano y donde todo terminaría esta obscura noche de invierno.

- Te encontré

Podía sentir su campo electromagnético dentro de ese edificio, sentía como se acurrucaba en desechos seguramente, intentando sobrevivir al crudo invierno, en un lugar que una vez había llamado su hogar, su bastión, donde había cometido todos sus crímenes y hoy llegaría su sentencia, su triste pero esperado final
No lo dude más…… deje estallar todos mis poderes a mi alrededor, deje que la ira me consumiera hasta lo más profundo de mi ser, él lo merecía…..
Una gran fuerza electromagnética fue expulsada de mi cuerpo y destruyo la entrada del edificio, entre la nube de humo generada aprecio erguido mi cuerpo levitando, clavando la mirada sobre mi objetivo. Me encontraba cubierto de energía y odio, todo el metal que había sobrevivido a la explosión estaba a mí alrededor, listo para alcanzar a mi objetivo y ponerle fin.

Vi su expresión  al verme entrar, era la misma que los míos había puesto al estar en su presencia en aquel momento, el miedo lo invadía, la desesperación era lo único que podía sentir en ese momento. Se concentraba contra la pared, tiritando de frio, sorprendido, aterrado, podía ver como las lágrimas recorrían su arrugado rostro, podía ver temblar su viejo y golpeado cuerpo. Se ve que no había sido de los más afortunados en los últimos años, tal vez por los fantasmas que lo perseguían o tal vez porque ya se encontraba pagando sus crímenes de hace tiempo, pero aun gozaba de lo único que no merecía, la vida.
Clavando mi mirada sobre él, analizando cada uno de sus movimientos, esboce una sonrisa macabra y le dije:

- Richard Baer, finalmente nos encontramos, he venido a juzgarte por tus crímenes. Has sido declarado culpable y solo la muerte será tu castigo

Su decrepito cuerpo solo pudo pronunciar unas pocas palabras antes de que todo terminase

- Heil Hitler

Pero eso fue suficiente para despertar mi odio, para hacer que mi ira me consumiese por completo, para apagar lo poco de cordura que aún quedaba en mí
Toda la energía que me rodeaba estallo es cuestión de segundos, una luz azul cubrió todo lo que quedaba de ese antiguo y decrepito edificio. Mi voluntad hizo que cada pieza o desecho de acero que aun habitaba aquella derruida construcción se acercase de manera meteórica al cuerpo destruido de aquél criminal. Mi ira no me impidió disfrutar de aquél momento, sentía como cada pieza de acero atravesaba su decrepita existencia, el cuarto se inundó de sangre, cada centímetro de su cuerpo fue perforado por el metal, aunque ya hacían varios segundos que se encontraba sin vida mi ataque no cesaba, la ira no quería aplacarse, no solo este era mi objetivo, toda esta zona debería pagar por lo que había pasado.

Apuntando con mis manos hacia el techo eleve todo el acero que quedaba en mi poder y atravesé la construcción hasta elevarme en el cielo escuro y estrellado.
Podía ver todo claramente, cada construcción, me sentía por encima de todo aquello pero igual debía hacerlo desaparecer.
Junte cada pisca de poder que tenía en mi interior y destruí todo. Toda construcción que aún estaba en pie en aquella zona ceso de existir, vi como las vigas de acero que aun sostenían a esos antiguos edificios se doblaban o destruían, vi derrumbarse aquellas construcciones de ladillo, destruí hasta la última pila de escombros que aún quedaba ahí.

- Esta hecho

Estaba finalizado, ya nada quedaba ahí, la ira había sido aplacada y solo quedaba en mí el sentimiento de disfrute, no lo lamentaba, es más había disfrutado la sensación. Estaba contento con lo que había pasado aquí, era necesario.
Alejándome lentamente de lo que una vez había sido la temible Auschwitz, comencé a sentir voces en mi cabeza. Esto no podía ser, había acabado con los fantasmas de mi pasado, había eliminado todo

- ¿Por qué lo has hecho?
- Eres un monstruo, peor que ellos
- Has cometido los mismos errores, no has aprendido nada de tu sufrimiento

No podía ser, los fantasmas de mi pasado ya no me perseguían y estaba usando mi casco, no podía ser objetivo de ataques psíquicos. Afligido por estas voces en mi interior y desconcentrado por ellas caí del cielo a gran velocidad y me estrelle en un descampado.
Sentí como cada fibra de mi cuerpo ardía de una manera que nunca antes había sentido, sentía mi cuerpo quemarse, estaba sufriendo. Mi cabeza escuchaba estas mismas voces una y otra vez, cada vez más fuerte. Sentía como si estuviese por estallar. Prefería morir antes que sufrir de aquella manera.

- Déjenme en paz! Quien quiera que sean!

Fue lo único que puede esbozar de aquel dolor insoportable. Atine a retirar mi casco y entonces vi como mis manos eran solo hueso, este ardor que sentía me estaba consumiendo, estaba muriendo. Estaba pagando mis crímenes.

- NOOO…..

Desperté, estaba tendido en el suelo, no estaba es Polonia, aquello había pasado mucho tiempo atrás, estaba cubierto de sudor, desconcertado. No sabía lo que había pasado, sentía mi cuerpo golpeado y agotado, mi armadura estaba bastante dañada y cubierta de polvo, mi casco ya no estaba, veía la sangre recorriendo mi rostro.
Logre incorporarme lentamente y apoyarme sobre un árbol que estaba a mi lado. Observe el escenario aun un poco desconcertado.

Estaba cerca de la mansión X. parecía un cálido día de verano, podía ver a lo lejos como los jóvenes estudiantes paseaban por los parques y estudiaban en las aulas. Sentía una cálida briza que recorría mi dañado cuerpo, el sol brillaba en el cielo de una manera pacífica y se podía escuchar el cantar de los pájaros, parecía una escena traída de los cuentos para niños, todo parecía tan calmo después de aquella perturbadora escena que aparentemente había soñado.
Pero porque estaba en estas condiciones, que me había pasado, no podía recordarlo, lo único que sabía es que había dejado atrás los días de la venganza y buscaba seguir los pasos de mi gran amigo Charles. Quería lago de paz para mi golpeado ser, será por eso que estaba aquí.

Me acerque caminando lentamente hacia la mansión, esperando ver a mi gran amigo, entender que es lo que había pasado, tal vez ser recibido y poder descansar. Más tarde entendería que aquello no era una coincidencia, algo estaba pasando.