¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Omega Universe - Foro de Rol de Marvel y DC
Los Universos de DC y Marvel se han unido en uno solo. ¿Qué ha sucedido? ¿Quién está detrás de todo? Y, lo que es más importante, ¿cómo reaccionarán héroes y villanos de los distintos mundos al encontrarse cara a cara...?
Años de Omega
¿Quién está en línea?
En total hay 64 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 64 Invitados :: 1 Motor de búsqueda
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 190 durante el 8th Noviembre 2024, 02:38
Mensajes : 104 Fecha de inscripción : 29/04/2014 Localización : Gotham Empleo /Ocio : Ladrón/mafioso/asesino Humor : Aviar
Tema: Re: ¡VIVAN LOS NOVIOS! (Penguin) 9th Agosto 2015, 05:50
Oswald salió de sus frustrados pensamientos cuando una copa de champagne apareció frente a él, sostenida por la vaquera. La observó algo resentido en un principio, ya que por su culpa había tenido que montar ese numerito en la iglesia que todos confundían con algo que no era, pero pronto dejó correr esa mueca y dio un sorbo a la copa escuchando la alegre charleta de su acompañante:
- ¿Qué te ha dicho mi nueva Ma? Estabas como un potro al que llevan por primera vez al veterinario. Si que debe gustarte esa mujer, ¿eh?
Casi se atragantó ante la afirmación de la muchacha, pero se esforzó por recuperar la compostura, y recolocándose la corbata con disimulo, respondió a las preguntas sin poder evitar cierto rubor en sus amplias mejillas. A veces su descaro era más mortal que sus pistolas...
- Nmeh... Nada importante en realidad; Creyó que estábamos haciendo manitas en la ceremonia cuando te detuve, y supongo que tu padre debe pensar lo mismo. En realidad, seguramente todos los invitados lo crean... Qué bochorno- Dio un largo trago al champagne- Sobre lo segundo... Descubrí a Belant cuando mi madre me compró un pequeño ensayo suyo a los 16 años. Ella amaba los pájaros, de hecho, los criaba en un aviario estupendo que teníamos en el jardín, y fui el único de sus 4 hijos que heredó dicho interés. Me gustó la claridad con que estaba narrado el libreto y la cantidad de datos que conseguía transmitir, por lo que seguí sus publicaciones desde entonces. De hecho, ella fue mi segunda gran influencia a la hora de decidir licenciarme en Estudios ornitológicos. Durante mi estancia en la universidad, permanecí en una residencia alejado de todo, y la correspondencia con ella mitigaba mi soledad a la vez que me divertía. Reconozco que con 20 años ver a esa belleza morena persiguiendo aves por la jungla de Borneo era toda una fantasía, pero sólo fue eso, un amor platónico de juventud. Aunque has de reconocer que pese a la edad, tu madrastra aún está de muy buen ver... Ha sido una sorpresa más que agradable, la verdad.
Sorbió de nuevo la copa y suspiró, ¿Qué hacía contándole su vida a aquélla ranchera? Aún no había bebido tanto como para relajarse de aquélla manera. Echó un vistazo rápido al líquido dorado y después desvió la mirada a su acompañante. No sabía si estaba pensando en la sorpresa que iba a llevarse Nate en un rato, pero estaba radiante, aunque con un deje de maldad en su sonrisa que decidió coronar repasando aquéllos carnosos labios con un movimiento de su lengua. No, definitivamente no iba tan bebido como para sentir de pronto un calor tan intenso, pero era otro fuego el que encendía las brasas... "Cómo me haces sufrir Logan... Tu picardía es un veneno muy dulce para los hombres" Terminó su copa mientras su mente retornaba al momento en que posó su garra en el muslo de aquélla preciosidad. Pese a que sólo se trató de una artimaña para evadir a ese tal Lewis, la muchacha no pareció sentirse molesta en absoluto por aquél roce, y de hecho, tampoco cuando él alejó su mano de las pistolas posándola en su propio regazo. Incluso entonces, ella comenzó con esa excentricidad de juguetear con su garra como si fuese un arma... Suspiró resignado; Era una mujer extraña. Al rato, Oswald estaba ya harto de dar vueltas entre desconocidos cual tiovivo, y agarró la botella de uno de los camareros que pasaba por su lado, enseñándosela a la vaquera mientras indicaba con la cabeza a un rincón con un banco de piedra bajo una pérgola de Glicinas en flor.
- Estaré allí si me necesitas Logan, mis piernas necesitan un descanso. No deberían tardar en emprender la marcha hacia el banquete, así que pronto podremos celebrar tu "travesura". Aunque si gustas, podríamos empezar a celebrarlo ahora... -Dejó escapar la última frase de forma insinuante, casi seductora, acompañándola de una mirada acorde con dicha intención. Adoraba flirtear con bellas mujeres, aunque se trataba de un mero pasatiempo, pues jamás ninguna se había interesado en él, por obvias razones. A veces, cuando estaba de particular buen humor, incluso le divertía verlas "huir" ante tales comentarios.
_________________
Rebecca Logan DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 495 Fecha de inscripción : 24/05/2014 Localización : ¡Yiha, vaquero, mi hogar esta allí donde tengo mi sombrero! Empleo /Ocio : Criadora de Caballos Humor : ¡Hay una serpiente en mi bota!
Ficha de Personaje Alias: Cowgirl Nombre real: Rebecca Logan Universo: DC Universe
Tema: Re: ¡VIVAN LOS NOVIOS! (Penguin) 2nd Septiembre 2015, 01:23
Ver como el pingüino se descomponía por culpa de su pregunta hizo que la vaquera contuviera la risa. La verdad es que en el fondo, Oswald era un tipo bastante cómico, sobretodo si algo ponía en peligro su estudiada cordialidad. Precisamente como ella había hecho con esa pregunta que cualquiera habría podido llegar a considerar inapropiada, y desde luego indecorosa. Pero la respuesta fue evidente, y más aún cuando comenzó a explicarse. Ella escuchó disimulando la verdadera atención que estaba prestando a sus palabras. Parecía escucharle con tranquilidad, pero en realidad, apuntaba en su mente cada dato. Muchas de las cosas no fueron mas que un refresco a los conocimientos sobre él que ya había afianzado. Desde su primer contacto, había hecho sus deberes. Había estudiado diferentes visiones que tenía la prensa, los críticos y algunos clientes sobre su negocio. Había estudiado todos los datos personales que le habían sido posible, y ahora, mientras hablaba, los iba confirmando poco a poco. Siempre es apropiado conocer a tus alguaciles a fondo, aunque eso no signifique que puedas darlos la espalda.
- Conocía tu interés en Belant, pero no que fuese tan íntimo. - dijo con cierto retintín, apurando su copa de champán sin mucha lindeza y dejándola en la bandeja de un camarero para coger otra. - Tienes razón. Es una mujer imponente. - añadió con una sonrisa, alzando la copa en un mudo brindis por ella.
Lo lamentable es que fuese a entrar en la espiral de decadencia que le auguraba junto a su padre. Después de pasear durante algún tiempo, saludando a los participantes al convite, Oswald hizo la sugerencia más inteligente con la que se había topado. Cogió una botella de espumoso a un camarero y buscó un sitio tranquilo y apartado del jardín mientras los novios terminaban de echarse fotos, saludar a los invitados y aclarar qué coche seguiría a qué otro. Lo mejor que podía hacer era retirarse durante un rato a un sitio tranquilo, con sombra y apartado, esperando que toda esa mamarrachada acabase lo antes posible. Aquel vestido la estaba asando de calor.
- Si tan seguro estás de que todo está bien, no veo porqué no. - respondió encogiéndose de hombros y quitándole la botella de las manos, para darle un buen trago sin servir en la copa, sólo por el afán de diversión que era hacer un gesto tan natural para ella en un sitio como ese. Unas gotas de espumoso cayeron por su cuello y se las limpió con la mano, mirando hacia Oswald. - Ese es buen sitio. - dijo, señalando con la mano que cargaba la botella hacia un banco apartado. En lugar de sentarse con elegancia, simplemente se dejó caer, abriendo las piernas un poco, tal como se habría sentado de llevar pantalones. Lamentablemente el vestido no daba para mucho así que la tela hizo resistencia contra sus piernas enseguida. - ¿Esto es siempre así? - le preguntó con tono cansado de pronto. Resopló dándose aire con la mano. - No se cómo lo aguantas. - concluyó negando con la cabeza.
Se permitió quedarse así durante un rato, en silencio, mirando como todos saludaban a todos, y cómo ponían cara de condescendencia y de fingida alegría al toparse unos con otros. Era como ver un criadero de ratas que no saben que ya no hay comida, seguirían con sus vidas hasta que llegara el momento y se dieran cuenta de que tienen que devorarse unos a otros para poder comer. Cogió aire profundamente, entornando los ojos, mostrándose pensativa. Un montón de sentimientos se asomaron por un momento en la cristalina mirada azul de la Sheriff encubierta, mostrando cosas que no mucha gente habría sido capaz de percibir hasta entonces. Había en ellos triunfo, frialdad, pero también, por un momento, pareció que brillaba la tristeza y también la nostalgia. Se giró entonces hacia el pingüino, mirándole con expresión decidida, pero mohína.
- Debes preguntarte a qué viene tanto odio. - dijo, reflexiva. Se sirvió una copa de champán. - Pasó hace mucho tiempo. Él...- un dolor intenso prendió el fondo de sus ojos azules, como témpanos de hielo. Aún le costaba siquiera plantearse hablar de ello. - Me arrebató a alguien muy importante para mí. Desde entonces, para mi está muerto. - añadió, mirando hacia delante, bebiendo.
No sería difícil para un hombre como Oswald reconocer en esa expresión una carencia brutal de sentimientos. No era algo que dijera por encubrir su dolor. Realmente, al mentar a su padre, no parecía sentir nada mas allá de un profundo rencor. De alguna manera, creyó que debía explicárselo. Como si el hecho de haberle comprometido a hacer lo que había hecho, y además le contara cosas de él, justificara la necesidad de que fuese algo recíproco. Miró de nuevo a su rostro de nariz aguileña, y le dedicó una suave sonrisa.
- ¿Quieres que te cuente un secreto, Oswald?- dijo en un tono de cierta picardía. Se puso un dedo sobre los labios y chistó, mientras se inclinaba hacia él. - Tengo que decírtelo al oído. - añadió, colocando una mano tras el oído de él, como para cubrirlo de posibles miradas y fisgones indiscretos. Sus labios estaban tan cerca de su oído que pudo notar su aliento en la oreja y el cuello. - Yo tenía diez, quizá once años. Cuando él me la arrebató, me enfadé mucho. Tanto que cuando supe que se había ido a dormir ya borracho, bajé al establo de nuestro viejo rancho, cogí el cuchillo de limpiar los cascos a los caballos, y subí hasta su habitación. Lo único que hacía ese malnacido era roncar boca arriba, tan tranquilo, como si no hubiera hecho nada. Creo que eso fue lo que acabó por enfurecerme del todo. Me acerqué a la pierna que tenía fuera de la cama, flexionada, apoyándose en el suelo. Levanté el cuchillo y se lo incrusté con toda la fuerza que pude, con tanta suerte que le di en el hueco de la rótula. - hizo una pausa para tomar aire, y cerró los ojos. - Le rompí tres ligamentos, le astillé el hueso, y cuando se levantó, se desgarró de tal manera que se meó encima. Tratando de encubrirlo, tardaron tanto en ir al hospital que no pudieron salvarle la pierna. - finalizó separándose de él. Volvió a sentarse, apoyando los codos en las rodillas. Sus ojos estaban mirando mas allá de los invitados, de la boda, del convite. Estaban asomados directamente al pasado. - Ahora ya sabes porqué ese hijo de puta está cojo. - añadió, con un tono neutral que sin duda daba miedo.
_________________
Penguin DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 104 Fecha de inscripción : 29/04/2014 Localización : Gotham Empleo /Ocio : Ladrón/mafioso/asesino Humor : Aviar
Tema: Re: ¡VIVAN LOS NOVIOS! (Penguin) 2nd Septiembre 2015, 11:38
Escuchó aquélla historia atentamente, sin perder detalle. Tal vez ella pretendiera asustarle o intimidarle de alguna forma con ello, pero lo cierto es que el efecto fue todo lo contrario. Esbozando una sonrisa satisfecha, observó la pierna robótica de Logan padre, y luego miró a su acompañante. Sin duda alguna el numerito del asiento del coche se quedaba corto ante lo que era capaz de hacer esa mujer, y ninguna duda cabía ya sobre su sospecha de que el espantoso crimen contra el viejo ranchero Mc'Donald también había sido cosa suya. Era una mujer a la que le gustaba hacer las cosas a su manera, una valquiria vengativa... Un maldito encanto.
Elevó su copa y la entrechocó con la botella que ella llevaba en las manos. Luego la miró con un deje que revelaba su naturaleza criminal, dándole un efecto escalofriante a su sonrisa siniestra.
- Para tu tranquilidad, te diré que existen vestidos más anchos y cómodos que el que llevas puesto cielo... Sobre el ambiente... Bueno. Soy un ave de ciudad, gozo con los lujos y la apariencia, y aunque no lo creas, hay cosas realmente buenas entre las toneladas de porquería que ves a simple vista. La ópera, por ejemplo. O poder conocer a personas de la vida pública que admiras, ver la otra cara del teatro... Si sabes cómo moverte, es un mundo fabuloso- Dio un largo trago al champán, y entonces vio a todos los invitados moverse hacia el área de aparcamiento- Creo que ya nos vamos. Y acerca de tu relato... Yo sólo veo un trabajo bien hecho. Excelente de hecho, para una cría de once años -Guiñó un ojo cómplice a su acompañante, levantándose del asiento, y dejando abandonada allí la copa, luego, puso su brazo en jarra gentilmente.
_________________
Rebecca Logan DC Universe
Bando :
Insignia de Fidelidad :
Mensajes : 495 Fecha de inscripción : 24/05/2014 Localización : ¡Yiha, vaquero, mi hogar esta allí donde tengo mi sombrero! Empleo /Ocio : Criadora de Caballos Humor : ¡Hay una serpiente en mi bota!
Ficha de Personaje Alias: Cowgirl Nombre real: Rebecca Logan Universo: DC Universe
Tema: Re: ¡VIVAN LOS NOVIOS! (Penguin) 2nd Septiembre 2015, 14:12
Su reacción la sorprendido, en el mejor de los sentidos. Cuando le conoció, tuvo la sensación de que a pesar de las apariencias, ella y Oswald tenían bastantes cosas en común. Una de ellas es que ninguno de los dos se dejaba amedrentar, ni humillar por nadie. Otra, que les gustaba hacer las cosas a su manera. Oswald tenía sus métodos, y ella, su ley. Su respuesta, incluso con esa sonrisa de sierra que habría hecho que mas de uno se lo pensara dos veces antes de disgustarle o decepcionarle, le confirmó sus sospechas. Puede que no se parecieran en sus costumbres, sus círculos o sus modos. Pero el pingüino sabía apreciar que al menos sus voluntades, si eran iguales.
Habló con ella de todo lo anterior, sobre cómo se comportaban las altas esferas, sobre el lujo y las apariencias que a ella tanto le habían enfermado en otro tiempo, cuando sus padres trataban de doblegar su voluntad para hacerla encajar en sus círculos políticos y llenos de clasismo. Como si lo que acabara de oír no fuese mas que otro retazo de una tranquila conversación. Cuando al fin se pronunción al respecto, ella le correspondió con una juvenil sonrisa. Se levantó del banco y se colocó junto a Oswald.
- Gracias, Señor Coblepot. - dijo ella con un fingido tono afeminado, enlazando su mano en el brazo que ofrecía su acompañante. Mientras andaban, dejando atrás las glicinias, y a los paparazzis inadvertidos escondidos en torno a ellas, respiró profundamente el aire perfumado que desprendían las flores, acordándose de su amiga Hiedra, y caminó hacia la salida. - ¿Sabes una cosa? Jamás he ido a la ópera. - dijo con aire resuelto y distraído, cediéndole el mando al ritmo de su conversación. Seguro que a ese respecto, Oswald tendría mucho que decir...