Steve Rogers, el Capitán América

Cincuenta kilómetros en dieciocho minutos y treinta y dos segundos. Sin duda alguna no era de mis mejores tiempos, pero por mi mente bailaban muchas cosas desde hacía tiempo y últimamente me costaba concentrarme.

El teléfono no tardó en sonar nada más salir de la ducha. Era Nick, quería que me presentara en las instalaciones de S.H.I.E.L.D., al parecer, una nueva misión. Me tomé un zumo para refrescarme, recogí mis cosas de la taquilla y, con la moto, me presenté en pocos minutos delante suyo..

- Buenas tardes Steve. - Me saludó nada más salir del ascensor.

- Buenas tardes señor. - Le respondí mirando a mi alrededor, aparte de él, era el único que se encontraba en la sala, así que sería algo sencillo. - ¿De qué se trata esta vez?

- Hemos detectado movimiento terrorista a las afueras de la ciudad, creemos que pueden tener armamento ilegal escondido en los almacenes Johnson. Se dirigirá allí con un escuadrón de cinco soldados de SHIELD para confirmarlo y tomará las medidas que crea oportunas. - Claro y conciso, no necesitaba más.

La verdad que me sorprendió que me dejara libertad para tomar medidas una vez que confirmáramos lo que sucediera allí, normalmente me daba órdenes directas de qué ejecutar de las cuales, no solía estar muy de acuerdo... Pero era normal, nuestra manera de pensar muchas veces chocaba, aunque la confianza mutua era suficiente para que cumpliera las órdenes a rajatabla.

El escuadrón estaba esperando en el garaje junto a los vehículos ya preparados, tras ponerme mi uniforme me reuní con ellos. Aún estaba atardeciendo, así que decidí esperar a que anocheciera mientras repasábamos el mapa y el movimiento que haríamos, algo sencillo: nos acercamos sigilosamente, si vemos guardias armados intentaremos dejarlos KO, cubriríamos el perímetro exterior y entraríamos por sorpresa. Sin muertos. Y nos pusimos en marcha.

Efectivamente, dejamos los vehículos apartados y yo, avanzado del grupo que tenía a mi mando, me acerqué por la oscuridad para echar un ojo. Un total de cuatro guardias armados cubriendo el perímetro, dispersados uno en cada banda, ahora era la mía. Me acerqué por uno de los flancos y... Flap! Lancé el escudo hacia él, un golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo y el escudo regresó a mi. Me acerqué para comprobar que estaba inconsciente, afirmativo. Me moví hacia otro de los flancos, esta vez aproveché que el enemigo estaba entretenido con un cigarro para acercarme del todo y golpearle con mis propias manos, otro KO. Los otros dos no fueron difíciles, todos cayeron en silencio, sin llamar la atención. Y con el camino despejado avisé al escuadrón, por el micro, que se acercaran y apresaran a los inconscientes.

El edificio tenía dos entradas, una puerta principal y otra trasera, las dos despejadas. El escuadrón entraría por la puerta principal en modo asalto, con la orden de no disparar a no ser que recibieran disparos. Yo entraría por la trasera para pillarles desprevenidos.

Esperé a escuchar su entrada para realizar la mía...

"¡Quietos, todos las manos arriba!" Escuché como entraba mi equipo y, acto seguido... tiroteo.

- Mierda... - Abrí la puerta rápidamente con el escudo delante, sin saber que me encontraría. Un almacén enorme, lleno de cajas y unos diez hombres armados tiroteando a mi equipo. Mi primera acción fue lanzar el escudo sobre el más cercano, le golpeó y le hizo caer desde arribar de un par de cajas, el escudo volvió a mi mientras saltaba a cubrirme. En ese momento notaron mi presencia y los disparos cesaron... Un segundo... dos segundos... tres segundos... asomé y una ráfaga de balas cayó hacia donde estaban, tuve que esconderme otra vez.

- Le veo en problemas Capitán. - Dijo una voz ronca, seguramente el líder. Asomé otra vez, esta vez no cayeron disparos sobre mi. Los nueve terroristas que quedaban estaban repartidos por la sala, todos apuntando en mi dirección. - Su equipo a caído y creo que usted también lo hará pronto. - Siguió hablando el líder. - Si me entrega el escudo y se levanta despacio puede que le perdone la vida... - Rió.

- Está bien. - Respondí. - Si quiere el escudo cójalo. - Miré una última vez la situación de todos ellos con una rápida ojeada. - ¡Todo suyo! - Y, desde la posición que me encontraba, lancé el escudo hacia la pared con el ángulo perfecto para que rebotara hacia él... PUM! Sonó el golpe y los tiros empezaron otra vez, corrí hacia la caja del lado, salté para cubrirme y recuperé el escudo. Otra vez, escudo lanzado y otros dos menos. No tardaron en caer todos repitiendo la misma acción, poco inteligentes...

Cuando todo se calmó me dirigí hacia mi escuadrón, todos abatidos justo en la entrada. Les tomé el pulso, parecía que estaban bien, los chalecos antibalas les habían cubierto suficiente para que no les mataran, pero aun así debían ser visto por los sanitarios. Una llamada a Nick y en minutos ya estaba casi todo SHIELD en la zona.

- Buen trabajo Capitán. - Me animó Nick.

- Mis hombres podrían haber muerto, debería haber tenido más cuidado... - Reprimí.

Él no me respondió, tampoco necesitaba que lo hiciese. Subí a uno de los vehículos de vuelta a las instalaciones de SHIELD y a descansar. Esa noche tenía mucho en lo que pensar...