[Mini-evento] - Esto hace que Vietnam parezca Kansas - La caza del Predador (Predador) [15-08-18]

La nave llevaba en órbita varios meses, desde que había sido arrastrada allí desde la colisión, algunos estaban preocupados por lo ocurrido, pero la mayoría solo vieron nuevos horizontes de caza, la raza humana solo había servido como entretenimiento o como preparación para los más jóvenes, era cierto que en ocasiones había habido accidentes y el cazador había muerto, pero el riesgo era insignificante... hasta ahora.

Unos cuantos incluso hablaron a favor de partidas de caza, pero los ancianos lo consideraron excesivo, finalmente se acordó una decisión entre los ancianos, se tomarían algunas presas y regresarían para informar de los cambios en este sector.

El más viejo eligió primero, de todas las presas disponibles eligió la que consideró más peligrosa, con un poco de suerte no sobreviviría a esa caza, después eligió su mayor rival, desde el principio había sospechado que elegiría esa presa y por fin le llegó el turno de escoger, de todos los que quedaban eligió al que consideró que derrotaría con facilidad, si moría no podría ostentar el puesto que le correspondía como más anciano, cabía la posibilidad de que al regresar de este viaje él comandara la nave, una vez elegida su presa abandonó la sala, le daban igual los demás, el vencería.


Había llegado la hora de empezar, no quería perder más el tiempo con esta presa, les llevaría su cabeza y si todo salía como el deseaba podría ver la muerte del más anciano, pero tenía que reconocer que había subestimado a este objetivo, era más rápido e intuitivo de lo que había supuesto, mientras lo vigilaba para elegir el momento su presa le había localizado en un par de ocasiones, eso era lo bueno de elegir con precaución, si te equivocabas y era más peligroso no acabas muerto.

El Yautja eligió con cuidado el momento del ataque, tomando buena distancia, la presa estaba cazando a su vez y pronto entraría en su angulo de tiro, preparó un disparo de baja potencia, si lo eliminaba con demasiada facilidad esta caza no le aportaría ninguna gloria y eso era lo único que le importaba, cuando era joven le emocionaba la caza, pero había pasado demasiado desde entonces, ya apenas la disfrutaba, pero el reconocimiento de sus iguales y la admiración de sus inferiores... eso es lo que le animaba a seguir, sin eso su vida no tendría sentido.

El sistema de puntería fijó el blanco, pero justo antes de que la bola de plasma fuera disparada su presa salto para evitarla, como si de algún modo hubiera sabido lo que ocurría, pero varios disparos rápidos siguieron al primero y uno de ellos acabó golpeándole y derribándole en el lago, no le habría causado daños demasiado graves para seguir la caza, pero era una primera herida, era importante conseguir una herida en el primer ataque, eso solía considerase una buena señal, la extraña risa del depredador se escucho en el bosque, después volvió a perderse en la espesura, acercándose a su presa.

Predador llevaba ya varios minutos tras el rastro de un ciervo en los bosques circundantes a la base de los Vanquishers. Había captado su olor y desde entonces no había dejado de rastrearlo; no había sido muy difícil llegar hasta su posición considerando los sentidos avanzados de predador pero le llevo un tiempo hacerlo debido a la distancia que los separaba. Finalmente lo encontró, bebiendo agua de un arrollo. Predador se acerco lentamente y agazapado cual felino, ocultándose en la hierba. Sus extremidades estaban extendidas, sus piernas preparadas para dar un gran salto y caer sobre su presa apenas esta se distrajera para beber; sus brazos estaban preparados para envolverse en el cuello del animal, envolviéndose en su cuello e inmovilizándolo para que Superpredador pudiera hincar sus poderosas fauces en el. Todo estaba preparado, el cazador y la presa estaban en sus respectivas posiciones. Pero entonces, justo cuando predador se preparo para dar el gran salto, algo capto su atención.

Pudo sentir el peligro a su alrededor: su nariz capto un aroma extraño, sus oídos escucharon el sonido de las pisadas. Era algo desconocido, de modo que opto por no enfrentarlo y escapar; le daban miedo las cosas que no podía comprender, mas que nada si estas planean cazarlo. Al parecer el ciervo tuvo la misma idea ya que salio corriendo unos segundos antes que Predador. Y así continuo por un rato largo. Siempre que Superpredador frenaba un momento para recordar donde estaba, volvía a sentir la presencia de su perseguidor y tenia que escapar.  Fue después de la tercera vez mas o menos que consiguió captar otro olor, uno mas familiar: era el ciervo que había estado persiguiendo; lo volvió a encontrar. Una vez mas, se preparo para atacar, concentrando toda su escasa atención en esa tarea y por el momento olvidando el hecho de que le estaban persiguiendo. Gran error.

El perseguidor no tardo mucho en localizar a su presa, quien a su vez estaba distraído persiguiendo a otra. Fue un disparo, simple y efectivo, pero sonoro; al menos lo suficiente como para que el predador se percatara de que estaba amenazado. De un gran salto logro esquivar el ataque de su perseguidor, y entonces se dio vuelta para obtener una mejor imagen de su oponente. Predador casi se paralizo cuando lo vio frente a él.-...Hombre de Metal...- fue todo lo que llego a susurrar antes de que llegara otro disparo, el cual también logro esquivar. Sin embargo no fue capaz de esquivar todos los disparos, uno lo derribo.

La piel casi impenetrable de predador jugo un papel decisivo en ese momento; por suerte la herida no fue nada demasiado grave, aunque el dolor se sintió y el impacto fue potente, tanto que lo hizo caer. Predador se encontró tirado en el suelo, observando como su perseguidor se acercaba lentamente. Superpredador no tenia medios de ataque a larga distancia; recorrió el terreno frenéticamente con los ojos en busca de algo que usar. Entonces los encontró: una roca y un tronco partido. No tuvo mucho tiempo de pensar así que hizo lo primero que pudo. Se paro con gran velocidad y  de un salto acorto la distancia entre el y los objetos. Con ambas manos levanto la pesada roca y, con su fuerza sobrehumana, la lanzo hacia el predador apenas este se hizo presente en su campo de visión. Acto seguido y apenas la roca se despego de sus manos sujeto el tronco y corrió a toda velocidad hacia él mientras cerraba sus puños con fuerza, sus dedos hundiendose levemente en la madera para tener un mejor agarre, buscando darle un golpe en el cuerpo similar al batazo de un jugador de béisbol.

Cuando el Cazador activó de nuevo su dispositivo de camuflaje una gran roca, casi tan grande como él mismo volaba en su dirección, saltó, pero era demasiado tarde y aunque el impacto no fue directo si fue suficiente para que sintiera crujir sus poderosas costillas antes de salir despedido sin control hacia un lateral, golpeándose de nuevo con un tronco al que se agarró desesperadamente, se alejó como pudo de la zona, con su presa tratando de localizarle, no podía permitir que se invirtieran los papeles, debía interrumpir la persecución y encontrar un momento para recuperarse de sus heridas.

En su estado su presa era más rápida que él, pero por suerte para el Yautja, aunque parecía saber aproximadamente por donde huía no lo ubicaba perfectamente, sino un par de golpes con ese tronco de arbol con el que estaba armada hubieran acabado con su carrera de Cazador, no podía permitirse perder, debía vencer en esta cacería y ocupar el puesto del más Anciano, ero había subestimado a su presa y ese no era un error que pudieras cometer dos veces.

Siendo medio animal era posible que le estuviera siguiendo por el olor, eso tenía fácil solución, activó el temporizador y dejo caer varios pequeños cilindros metálicos mientras seguía avanzando, segundos después de la llegada de su presa los cilindros se abrieron, liberando un poderoso gas urticante, irritaría no solo la piel de la criatura, sino sus mucosas y sus ojos, haciéndole muy difícil seguirlo, la potencia había sido adaptada a su presa y si cualquier animalillo o incluso un ser humano se viera expuesto a ese gas posiblemente moriría en un terrible sufrimiento.

Pero el Superpredador era aún más resistente de lo que habían calculado, el gas le hizo perder el rastro y le escocía en la garganta y los ojos, pero tardo apenas un minuto en recuperarse, al menos el Cazador había tenido tiempo de recuperarse también, su grito de dolor resonó por todo el bosque cuando se atravesó el pecho con los dos electrodos que recompusieron sus costillas rotas, volvía a estar en plena forma, y esta vez no cometería el mismo error.

El precario plan de la bestia funciono a medias. La roca tan grande que arrojo contra su enemigo no consiguió aplastarlo puesto que este lo esquivo de manera bastante rápida para un hombre de metal. Por otro lado, el predador consiguió propinarle un potente golpe con el tronco que llevaba; tan poderoso fue el golpe que este mismo salio volando a una gran velocidad, solo para detenerse al impactar con gran fuerza contra el tronco de un árbol. Predador soltó rápidamente el tronco y, dado que ya había perdido al ciervo una vez mas, se decidió por destruir a ese hombre de metal en venganza. Se tomo su tiempo para olfatear el ambiente hasta captar el aroma del hombre de metal y entonces prosiguió a perseguirlo mientras estaba agonizando; clásico comportamiento de cazador. Sin embargo rápidamente lamento haberlo atacado del modo en el que lo hizo; tal vez si hubiese intentado aplastarlo con el tronco o le hubiese dado en la cabeza lo hubiera liquidado con mayor rapidez. En cambio ahora estaba persiguiéndolo, solo guiado por su agudo olfato y las marcas que su cuerpo había dejado en el ambiente; tampoco es que eso le viniera mal, no quería que sus sentidos y sus habilidades de caza menguaran, pero el problema es que ya tenia hambre y cuando Superpredador tiene mucha hambre casi ningún ser vivo esta a salvo. Tuvo que soltar el tronco pues lo hacia ir demasiado lento y una vez no tuvo restricciones fue libre para avanzar a grandes velocidades, deslizándose entre los arboles y saltando obstáculos cuando la situación lo requiriera.

Pero el hombre de metal demostraría ser una presa mucho mas astuta que su perseguidor en mas de una ocasión. Al poco tiempo de iniciada su búsqueda, el predador encontró unos extraños artefactos metálicos con el aroma impregnado del hombre de metal. No tuvo tiempo de acercarse a ellos para olfatearlos, puesto que apenas agacho la cabeza, estos se abrieron, liberando un extraño gas que invadió los poros, las fosas nasales y prácticamente cualquier orificio descubierto que tenia. Inmediatamente Predador comenzó a retorcerse en inmensa agonía. Se revolcó por el suelo, golpeo su cabeza contra los troncos de los arboles, dio saltos, volteretas e incluso llego a arañarse la piel con esperanzas de retirar el dolor; todo esto mientras emitía una serie de gemidos agudos y leves, como el de una rata a la cual le queman la cola con un cigarrillo encendido. Predador no estaba acostumbrado a este tipo de tormentos: su piel, capaz de soportar el impacto de balas de alto calibre se encontraba casi ardiendo. Su nariz y sus ojos tampoco estaban en mejor estado; el predador intento exhalar tanto aire como pudo de forma brusca por su nariz en in vano intento de extraer ese gas mientras se frotaba con gran fuerza sus ojos sin éxito alguno. Incluso llego a sentir cierto ardor en su garganta que le dificulto el tragar un poquito.

Sin embargo es posible que todo el espectáculo haya sido mera exageración del predador, quien reacciono exageradamente dado que no estaba acostumbrado a sufrir tales dolores si no era en una pelea contra un ser mas fuerte que él. Estaba acostumbrado a ser golpeado por hombres de metal, pero la irritación interna que le provoco el gas lo había tomado por sorpresa. Pero el predador se adapta rápido a la situación: ya no lo tomarían por sorpresa otra vez. Sin perder mas tiempo del que ya había perdido, continuo su búsqueda apenas pudo recuperar la capacidad del olfato. Solo fue cuestión de avanzar un poco hasta que volvió a captar su olor; el ser no se había apartado mucho de su posición, al parecer estaba bastante herido. El grito que el predador escucho un tiempo después, seguramente proveniente de su presa, mas haya de solo confirmar que sus heridas eran graves, lo ayudo a encontrar su posición. Fue cuestión se ir en dirección del grito y lo encontró rápidamente.

Predador ya había peleado con hombres de metal, por ende sabia que su camuflaje seria inútil contra él. Estaba oculto tras un árbol mientras observaba al hombre de metal en su posición; en efecto parecía un poco lastimado. Esta vez decidió ser preventivo, al menos lo que para él era preventivo: enterró sus dos manos en la tierra, justo debajo del as raíces de un árbol viejo y, utilizando su descomunal fuerza mientras empujaba con su hombro, lo arranco del suelo y provoco que cayera directo sobre el cazador. Sin perder tiempo y para acelerar las cosas, dio un salto y cayo justo en la copa del árbol acelerando la caída y, de paso, utilizando la propia madera del tronco para cubrirse.

Su presa era astuta y muy rápida, y se recuperaba mejor de lo que había esperado, en otras circunstancias hubiera disfrutado de la caza, pero hacía tiempo que solo participaba en estos rituales para mantener su estatus, o como en este caso, para servirle de trampolín hacia el codiciado puesto de más Anciano, guiando una nave a lo largo y ancho de la galaxia, eligiendo a sus cazadores y tomando parte de la gloria de cada una de sus cazas, sin estar ya obligado a participar de nuevo en estas estúpidas cacerías.

Lo vio acercarse entre los arboles, cubriéndose con maestría y usándolos para ocultarle su presencia, lo había subestimado una vez, pero no lo haría una segunda, acabaría la lucha inmediatamente, aunque eso no le reportara ninguna gloria se aseguraría de volver vivo a la nave, a su nave, los tres pequeños puntos del láser del sistema de puntería buscaban a su presa, pero no conseguía mantenerlos suficiente tiempo sobre el blanco para conseguir un tiro certero.

De repente eso carecía de importancia, un árbol de gran tamaño iba directo hacia él, cambió inmediatamente de blanco y disparó una poderosa salva de plasma que hizo estallar el árbol en mil pedazos, la onda expansiva lo derribó, pero por suerte para él también desestabilizó al mutante que cayó un poco aturdido apenas a unos metros del Yautja.

La suerte o el destino lo habían querido así, si ahora renunciaba al combate cuerpo a cuerpo caería en desgracia, debía arriesgarse por tanto si quería mantener su estatus, pero no dejaría que aquel engendro le arrebatara lo que debía ser suyo por derecho, y sacó la que en otro tiempo había sido su arma preferida, un látigo confeccionado con la cola y la columna del primer Xenomorfo que derrotó, la hizo el mismo y ahora ese arma volvería a darle la victoria.

Esta vez las cosas no habían salido del todo bien para el predador, al menos no de la forma que él se lo esperaba. El árbol que había arrancado cayo sin problemas directo hacia el hombre de metal, pero este, valiéndose de alguna extraña maquina, había logrado destrozar el árbol en plena caída, no solo salvándose de ser aplastado sino ademas mandando a volar al predador, quien cayo a una considerable distancia de donde había apuntado. Superpredador solo logro ver una gran bola brillante que se dirigía hacia él y fue derribado antes de poder hacer algo, aunque desde luego tampoco es que hubiese podido hacer demasiado para evitar el impacto dada su posición. Pero gracias a la cobertura del gran árbol que había elegido lanzar, el proyectil de su enemigo solo impacto de lleno en la madera, permitiendo que Predador resultara ileso. Incluso las astillas y las ramas que volaron hacia su cuerpo producto de la destrucción del tronco se vieron incapaces de perforar su resistente piel, de modo que el mayor daño que sufrió fue el provocado por la caída, pero fue prácticamente nulo.

Tardo poco en reincorporarse y examino su situación. Había esperado otro ataque similar del hombre de metal pero por algún motivo este había decidido no utilizar su extraña arma. En su lugar había optado por utilizar una especie de látigo. Por supuesto el animal no podía entender los conceptos de honor o lucha justa que habían llegado a su cazador a abandonar una victoria casi segura por un combate a corta distancia, aunque no le dio demasiada importancia. Todo lo que le importaba en ese momento era terminar con ese desgraciado hombre de metal y seguir con su camino. Su hambre no hacia mas que aumentar de a poco y necesitaba alimentarse rápido; no por una necesidad fisiológica ligada a su metabolismo ni nada parecido, simplemente no le gustaba la sensación de no tener el estomago lo suficientemente lleno.

Rodeo a su enemigo por unos segundos, esperando el momento justo para abalanzarse sobre el como antes tenia pensado hacer con su ciervo. Se tomo su tiempo, esperando a ver si el hombre de metal atacaría primero, pero nunca lo hizo. Finalmente opto por empezar el combate. Opto por probar un poder que hasta el momento nunca había utilizado contra un hombre de metal: el sonar. Aspiro una enorme cantidad de aire de un solo respiro y, utilizando el órgano de cachalote que tenia ubicado en la nariz, lo utilizo para emitir pulsaciones de sonido de gran potencia, concentradas a modo de cañón sonido directo hacia el hombre de metal. La explosión de sonido, sin embargo, no causo graves daños al ambiente dado que se encontraban en un lugar bastante alejado de cualquier cristal o superficie débil; pero por otra parte, sin mencionar al hombre de metal, cualquier animal de oídos sensibles que se encontrara en la zona sufriría enormes daños auditivos y hasta cerebrales.

Una vez realizado el ataque, Predador no espero a ver si este había tenido consecuencias graves en su enemigo, sino que utilizo la fuerza de sus piernas, presionándolas contra el piso para luego salir despegado con los brazos extendidos en dirección al hombre de metal. Planeaba usar uno de sus brazos para intentar contener la mano del adversario y que no pudiera usar su arma, mientras con el otro golpeaba su cabeza. Asimismo trataría de buscar un punto débil en su cuello para clavar sus dientes.

El mutante se levantó rápidamente dispuesto al combate y sorprendió al alienígena con un estridente sonido que de no ser por su casco lo hubiera dejado sordo, pero que gracias a él solo lo aturdió levemente, entonces su presa saltó sobre el Yautja con intención de agarrarlo e inmovilizarlo, el Depredador no podía consentir eso, si aquel ser conseguía agarrarlo perdería algo más que el honor, perdería la vida.

Sin tener aún bien localizada a su presa el cazador chasqueó el látigo para que ésta no pudiera sacar ventaja de la situación, los afilados bordes de las vertebras del Xenomorfo probaron entonces la carne del Predador, que sintió un dolor punzante en su costado, la herida no era grave, pero fue suficiente para evitar que atrapara a su contrincante en su abrazo mortal, los dos grandes cazadores se miraban mientras caminaban de lado, esperando el momento de atacar, las fuerzas estaban muy parejas, cualquier golpe podía ser el definitivo para ambos, solo uno de ellos sobreviviría y los dos lo sabían, ¿pero quien?

El combate se había alargado más de lo que deseaba, había elegido una presa fácil, una presa que según sus cálculos debía derrotar con facilidad, una presa que no tenía ni siquiera inteligencia superior, no era más que un animal con mucha fuerza, debería haber caído hacía rato y sin embargo no solo seguía vivo, sino que apenas había recibido daño, el propio Yautja había recibido más daños que su presa y solo su equipo médico le había permitido continuar la lucha, tenía que extremar las precauciones o esa maldita bestia le derrotaría y le humillaría.

El predador se había confiado demasiado en este segundo ataque. Había subestimado las capacidades protectoras del casco que portaba el hombre de metal, creyendo que un solo e improvisado golpe sonico bastaría para noquearlo; gran error. El ser pareció apenas recibir algo de daño en su cabeza, de modo que fue perfectamente capaz de reponerse antes de que la bestia le atrapara en su abrazo mortal. Esta vez Superpredador no fue capaz de sorprender a su rival y termino llevados una herida en el costado de su cuerpo. Por fortuna la herida solo fue algo superficial, sin embargo, tomo al predador completamente desprevenido. Solo hecho de que ese ser tuviese un arma capaz de dañarlo, de penetrar la piel que ni las balas habían sido capaces de penetrar; eso no se lo esperaba.

Pero no podía darse el lujo de preocuparse por una herida que apenas había sentido en el medio de la batalla. Necesitaba poner toda su concentración en ese combate para lograr salir con vida. El hombre de metal lo había desestabilizado un poco con su ataque y había logrado esquivar su abrazo mortal, sin embargo Predador no se resigno a dejarle recuperarse de la embestida. Tenia que continuar atacando hasta encontrar el punto débil de ese ser de aspecto humano. Estaba seguro de que una vez que lograse penetrar su gran armadura podría derrotarlo con relativa facilidad, pero de nuevo ahi radicaba el problema: no tenia ni la mas remota idea de como lograr tal hazaña. Aun no habai logrado alcanzarle con un golpe de sus propias manos, por lo que supuso que esa posibilidad no estaba completamente descartada.

Decidió probar otra táctica. Mientras se aproximaba nuevamente hacia le hombre de metal, juntando un poco de veneno en su boca, lo escupió cual guanaco apuntando hacia los "ojos" del hombre de metal. Al mismo tiempo que hizo esto continuo avanzando a gran velocidad. Lo que el buscaba era envestir al hombre de metal; taclearlo, dejarlo en el suelo y una vez ahí, golpearlo hasta aplastarlo.

off: la ultima accion es mas una intencion a futuro de predador que un intento explicito de accion para el siguiente turno, aunque si dejas que ocurra tampoco me quejo (?) XD

Hasta ahora su presa había demostrado ser muy superior a lo esperado, pero ahora había llegado el momento de la verdad, su presa era un ser inferior, por muy fuerte, por muy resistente que fuera, era un animal, sin capacidad de pensamiento superior, no tenía ninguna posibilidad frente a un experto cazador entrenado en la lucha contra todo tipo de seres, esta criatura era muy inferior a los Xenomorfos a los que el Yautja se había enfrentado en numerosas ocasiones, aunque parecía que tenía aun algunos trucos guardados no serían suficiente para derrotarle.

El veneno del mutante impactó de lleno en la mascara del Depredador, pero su efecto fue nulo, esa sustancia no afectó a los sistemas del casco, el Yautja vio las intenciones del Superpredador y se agachó en el último momento, a esa distancia no podía usar el látigo, pero si las poderosas cuchillas que salieron en un instante de su brazo derecho, las cuchillas golpearon el costado del mutante allí donde ya había sido herido, dañando destrozando huesos y órganos internos, y haciendo brotar una gran cantidad de sangre por el amplio corte.

Las cuchillas aserradas eran duras y aunque quizás hubieran tenido problemas para perforar la piel del Superpredador cortaron sin problemas allí donde ya estaba desgarrada, esa era una buena muestra de su superioridad, mientras ese animal actuaba por instinto el Yautja lo hacía fríamente, calculando sus movimientos al milímetro, esta caza estaba a punto de acabar y el cráneo del mutante decoraría las habitaciones del Depredador.

El ataque...pudo haber salido mejor; mucho mejor. Para empezar, el veneno que escupió contra los "ojos" del hombre de metal no surtió ningún efecto, al parecer por que este tenia algún tipo de protección cubriéndolos. Sin embargo lo peor para Predador fue descubrir que su adversario tenia mas de un truco en la manga de lo que había demostrado. Al principio no sintió mucho dolor, pero todo se hizo presente cuando intento aterrizar en el suelo. En lugar de caer en cuatro patas como había planificado, se tambaleo y colapso sobre el suelo apenas sus patas delanteras lo tocaron. El exabrupto de su caída le tomo desprevenido y no fue capaz de reaccionara tiempo para evitar que su cabeza chocara contra la tierra. Inmediatamente después sintió una punzada de dolor como pocas veces había experimentado en la cintura, cerca del área donde tenia la herida de látigo. La agonía fue tal que la criatura no pudo evitar soltar un desgarrador rugido que, posiblemente, se escucho a lo largo del bosque. A decir verdad pocas criaturas en el mundo eran capaces de infligirle tal daño, y menos aun se lo habían hecho, por lo que la criatura estaba desacostumbrada a estar en tales condiciones. Sin embargo, no por eso la agonía le resultaba extraña; aun tenia clara memoria del tormento sufrido a manos de los humanos, por no mencionar sus propias lesiones producto de accidentes de caza o el "entrenamiento" al que había sido sometido.

Aun así el golpe del cazador basto para sorprenderlo por unos segundos, hasta que volvió en si y contemplo, con autentica preocupación en sus ojos, al cazador, que seguía de pie en el mismo lugar de antes. Él lo había superado en combate y sabia lo que tenia que hacer. Para los pocos que conocen al Superpredador es normal compartir la creencia (bien fundamentada por cierto) de que este es casi incapaz de pensar; una bestia simplona incapaz de cualquier tipo de análisis racional y carente de capacidades de aprendizaje. La verdad es que, si bien en su mayoría esto era cierto, el ser si era capaz de experimentar ciertos, aunque muy poco usuales, momentos de claridad intelectual. Tal vez fuese en su mayor parte animal pero, aun en una mínima proporción, poseía un cerebro, mas o menos, humano. Era capaz de pensar.

Se arrastro lentamente hacia una roca que tenia enfrente, la cual, aunque bastante mas pequeña que la que había lanzado previamente contra el hombre de metal, si era de tamaño considerable; la sangre que brotaba continuamente de su herida dejo un rastro de rojo carmesí sobre el pasto. Como muchas fieras heridas, intento implantar en la mente de su enemigo la idea de que este había ganado ya la batalla. En ningún momento ceso su avance lento y siempre se mantuvo observante de su oponente. Solo cuando fue capaz de apoyarse contra la roca rebelo sus verdaderas intenciones. Intento dar la impresión de que utilizaba la roca para apoyarse y levantarse, pero en realidad sus intenciones eran otras. Con un movimiento fluido, presiono la roca con ambas manos y la lanzo contra el cazador lo mas rápido que pudo. Intento hacerlo lo mas rápido posible para evitar que la sensación de dolor le afectara.

Esta vez intentaría jugar a la defensiva. Se quedo parado frente a su enemigo, observándolo esta vez con otros ojos; con mayor precaución y cuidado. Ya había sido él el atacante, ahora le estaba dando al hombre de metal la oportunidad de hacerlo, para poder defenderse. Sus músculos se tensaron y sus puños se presionaron con fuerza, sus ojos jamas dejaron de observar a su enemigo, esperando por una señal de debilidad para atacar. Si la piedra la había derribado, intentaría atacarlo allí; caso contrario se limitaría a esperar a que este lo atacara para poder realizar un contraataque.

Su presa había caído, ¡por fin!, después de tantos esfuerzos, de tanto dolor, finalmente su presa se agazapaba para esperar la muerte, solo quedaba pendiente el último trámite, extraerle el cráneo a aquel despreciable ser que tanto se había resistido a morir, se lo había ganado con creces después del sufrimiento que esa cosa le había causado y le haría pagar con el mismo dolor cada pequeña herida que había sufrido durante el combate, primero le cortaría los brazos y las piernas para evitar que pudiera hacer nada y después le arrancaría la cabeza y la columna antes de que muriera, así estarían en paz.

El Yautja se aproximó al Superpredador y se dispuso a cumplir su objetivo cuando la piedra salió despedida en su dirección, apenas le dio tiempo a apartarse y no consiguió evitar el impacto por completo, la roca le golpeó en el hombro y lo arrojó varios metros a su izquierda, aturdiéndolo y dejándole prácticamente inútil el brazo derecho, ¿como había podido pasar aquello? ¿como un simple animal había logrado engañarlo? ¿como podía ser posible?, el animal se quedo parado unos segundos, antes de actuar, al parecer tan sorprendido como él de su repentina derrota, el Depredador usó aquellos segundos para cumplir con su último deber, al menos aquello lo haría, pensó mientras activaba el detonador.

OFF:

Esta vez las cosas salieron mucho mejor de lo que Predador habia esperado. Su oponente habai caido en la trampa con basttante facilidad. El hombre de metal penso que la batalla estaba terminada antes de tiempo, se creyo muy superior a su presa y ese fue un error que le acabo costando caro. La fiera habai hecho lo que cualqueir animal en su posicion haria: se coloco en una postura que invitaba al depredador a atacarlo, solo para sorprender al cazador cuando este intento reclamar su premio. Tal vez no fuese la cosa mas inteligente del mundo, pero sus instintos animales convinados con esa pequeña porcion de cerebro humano que a veces es capaz de utilizar le permitieron sorprenderlo. Superpredador observo espectante como aquel ser que tanto dolor le habia causado caia rendido en el suelo, con el brazo inutilisable. Eso basto para igualar el terreno de juego una vez mas. Fue en ese momento cuando el animal debio haber aprovechdo al maximo su capacidad cerebral y pensar en un modo de acercarse al hombre de metal sin correr el riesgo de que este lo atrapara una vez mas con sus extrañas armas.

Lamentablemente Predador no estba muy acostumbrado a usar su cerebro de esa forma, de modo que apenas vio una oportunidad clara de atacar se lanzo contra su presa herida, olvidando por completo cualquier apice de inteligencia o precaucion que habia adquirido, las cuales se fueron de su cabeza casi tan pronto como llegaron. El cerebro le habia sido util por un par de segundos, pero ahora que ya no le hacia mas falta, no tenia por que seguir actuando como lo haria un "humano"; volvia a ser un animal.

Los pocos segundos que predador se mantuvo espectante, su rival caido los aprovecho para apretar una serie de botones en su armadura que dieron irgen a una consecutiva sinfonia de "bips". Pero la bestia lo ignoro completamente, el ya tenia un objetivo claro en mente. Corrio en cuatro patas hacia el cuerpo del hombre de metal y en cuestion de nada ya se encontraba sobre èl. Un poderoso golpe fue todo lo que necesito para partir en dos su casco, rebelando al mundo la cara del que habia sido su perseguidor. Su sorpresa fue grande cuando descubrio que quien fuera que estuviese dentro del traje no era humano: tenia la piel verde, extraño "cabello" negro y lo que parecian ser dientes de insecto en la boca; definitivamente no era humano. Pero poco tiempo se dio la criatura para apreciar las diferencias, puesto que otro puñetazo bien puesto basto para aplastar su cabeza.

Recien entonces se percato de los "bips" y del error que habia cometido. Se hicieron cada vez mas rapidos y mas rapidos, y Predador se asusto. Sin perder el tiempo junto toda la fuerza que pudo en las patas para proferir un gran salto que lo alejara del ser, pero fue muy tarde. Logro elevarse bastante del suelo, pero la honda expansiba de la explosion le alcanzo en pleno vuelo. Lo primero que sintio fue un ardor indescriptible en la zona trasera de su cuerpo; al principio sintio una extraña sensacion de frio pero a los pocos segundos todo se torno en dolor,y de los peores. Su piel habia resistido un poco, pero la explosion le habia quemado la espalda. Ademas de eso, la potencia fue tal que mando volando a predador directo contra los arboles; atraveso tres troncos jovenes antes de estamparse contra un enorme roble que no pudo derribar.

La batlala lo habia consumido demasiado; tenia una emorragia interna y los organos revueltos, el hombro izquierdo posiblemente dislocado, la espalda quemada y apenas podia mantenerse en pie. Cayo al suelo poco despues de su primer intento de pararse, pero por ello se quedo tirado como un cadaver. Debia llegar a la base Vanquisher para que sus compañeros le ayudaran. Fue asi que comenzo su lento arrastre hasta el edificio. Estaba lejos, hambriento y en mal estado, pero debia llegar. Al menos el bosque tenia suficientes plantas como para predador desayunara decentemente en el camino.