Años de Omega |
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| Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) | |
| | Autor | Mensaje |
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Alatariel DC Universe
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Mensajes : 144 Fecha de inscripción : 02/03/2014 Humor : Divino :D
| Tema: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 26th Febrero 2015, 22:41 | |
| Había llegado el momento de la despedida, debía decir adiós a su hogar y su familia de nuevo, con la salvedad de que esta vez había tenido la oportunidad de despedirse de su familia y prometer regalos. Eran arcángeles, pero eran igualmente una familia y les gustaba tener detalles con la familia. Pero en ese momento no tenía tiempo para pensar en regalos, tenía una misión importante que cumplir, y para ello debía reclutar, o más bien rescatar a alguien. Era curioso, lo lejos que podían llevar a alguien los lazos familiares, aunque no fueran de sangre, como por ejemplo, hacer que una diosa se declarara chiflada para proteger a su hijo mortal. Curioso...
En otras circunstancias no se hubiera involucrado, era una decisión personal y ella no se iba a parar a cuestionar los motivos o los actos, aunque no le parecieran los más acertados; pero aquella era una situación especial que necesitaba de las habilidades de tan abnegada madre, y por supuesto, que dejara de estar encerrada en tal antro, así que fijó su destino en el patio del sanatorio Arkham. Y así, con un fogonazo de pura luz blanca que descendía desde el cielo, se presentó ante la mitad de la población interna del sanatorio. Cuando la luz se desvaneció quedó tan sólo ella, sus enormes alas plegándose de nuevo tras su espalda y ataviada con una delicada túnica malva, sujeta a sus hombros con dos broches de delicada manufactura, elaborada con una liviana seda que apenas ocultaba el cuerpo que cubría. Con gesto concentrado se acercó a su objetivo, y dedicándole una cálida sonrisa, fijó sus ojos en los de ella.
- Este sitio no es para alguien como tu, Joanna. Te necesito, el universo te necesita, Ereshkigal. Te vienes conmigo.
No se lo pensó dos veces, no le dio tiempo a revolverse o protestar, la sujetó de la cintura para acercarla a su cuerpo y abrazándola para evitar que se cayera, emprendió el vuelo batiendo sus poderosas alas, dejando tras de sí un numeroso grupo de personas, entre internos, celadores y personal sanitario con el pelo revuelto y preguntándose que coño acababa de suceder. Habían visto muchas fugas, algunas más ingeniosas que otras, pero nada como aquello. _________________ | |
| | | Joanna Hardins DC Universe
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Mensajes : 165 Fecha de inscripción : 30/03/2014
Ficha de Personaje Alias: Joanna Hardins Nombre real: Ereshkigal Universo: DC Universe
| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 8th Marzo 2015, 14:06 | |
| El patio de Arkham.
Si existía algún lugar más deprimente, oscuro, oprimente, patético y en general deficiente en todos los campos de la humanidad, el buen trato y la cordura, ese era Arkham. Y más concretamente, el patio principal.
Llevaba todo Diciembre encerrada en el lugar, luchando y negociando (con ayuda de los abogados enviados por Stark) para conseguir al menos la condicional. Había sufrido en sus propias carnes una crisis existencial al descubrir la realidad de su origen, al saber que era una diosa.
Pero claro, no podía decírselo a los loqueros del lugar, seguramente intentarían medicarla, y ya tenía bastante intentando disimular y hacerles creer que las pastillas de dudosas capacidades curativas le hacían algo.
Así que estaba sentada en una esquina, mirando al vacío con expresión ausente, pensando en sí misma. Hacía dos días había tenido un par de encontronazos con algunos internos, y todavía nadie había relacionado las declaraciones de dichos internos que hablaban de fantasmas torturándoles en sus celdas con la propia deidad. Pero era cuestión de tiempo, por supuesto.
Claro que ellos mismos se lo merecían, los únicos fantasmas que había enviado en contra de esos asesinos y violadores eran los fantasmas de sus víctimas, pero estaba segura de que a ningún juez le convencería ese alegato.
Y entonces, de pronto...
¿Pero qué demonios? Joanna se cubrió los ojos cuando todo el patio se llenó de una luz divina que cegó a casi todos los internos y a todos los guardias. Esa luz hacía que la piel le picase levemente y su cuerpo se tensase, en una reacción muy propia de un animal que se encuentra con su depredador natural
Quien quiera que acababa de aparecer, dejó caer unas cuantas palabras que confundieron a la deidad. ¿Sabía su verdadera identidad? ¿Quién demonios era? Se intentó revolver cuando notó que la cogían, soltando una débil protesta... antes de desaparecer con su secuestradora de Arkham
El único guardia que había sido capaz de ver la escena parpadeó, abrió su petaca y vació su contenido en el suelo, patidifuso _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 10th Marzo 2015, 13:41 | |
| El vuelo no fue largo, en un periquete se encontraban en la ciudad de Nueva York y en unos segundos sobre la azotea de su apartamento, allí descendió hasta el suelo abriéndole la puerta a la desconcertada diosa, sin soltar su cintura, parecía que fuera a desmayarse en cualquier momento. Saludó a Dimitri, que tras responderla efusivamente, corrió a entregarle sus llaves, ofreciéndole su ayuda para su invitada, pero Alatariel rechazó su oferta, que un humano o semihumano pusiera sus manos sobre la diosa era inconcebible, un terrible pecado, una herejía, la sujetó aún más fuerte contra su cuerpo, mientras la guiaba al ascensor del lujoso edificio que los llevaría directamente hasta el apartamento de Alatariel. Al abrir la puerta, Ariel y Uriel las recibieron con alegría, habían extrañado a su ama y olisqueaban con curiosidad a la recién llegada. Una vez dentro, Alatariel la soltó mirándola de arriba abajo con el ceño fruncido.
- Deberías darte una ducha, querrás despojarte de ese olor a humanidad concentrada de tu piel y quitarte esas horribles vestiduras. Después, hablaremos cuanto quieras.
No se había alejado demasiado de ella, no había apartado su mirada de ella. Siempre había sentido fascinación por ella, cuando se conocieron, se vio deslumbrada por su poder y en aquel tiempo, entablaron una fugaz relación amistosa. Sus ojos siempre habían sido profundos, su mirada intensa, pero ahora más que nunca, podía sentirlo, su vida humana había calado profundamente en ella, la había dotado de nuevos sentimientos que no se molestaba en ocultar, podía sentirlo, podía tocarlos. Sentimientos por los que tenía curiosidad, desconocía que cosas le habían transmitido para que la orgullosa deidad hubiera cambiado tanto desde la última vez que se vieron, pero iba a averiguarlo… Deseaba averiguarlo. _________________ | |
| | | Joanna Hardins DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 12th Marzo 2015, 21:35 | |
| El viaje fue rápido, y aunque a Joanna no le hacía ninguna gracia eso de ser secuestrada, no se resistió demasiado en cuanto notó los pies lejos del suelo, soltando un leve gritito y abrazándose al arcángel en un gesto muy femenino y muy propio de alguien que tenía aún algún ápice de instinto de autoconservación.
Cuando finalmente tomaron pie, tardó unos segundos en darse cuenta de que seguía abrazando a la desconocida, y que esta la abrazada, demasiado preocupada aún de saber dónde había terminado. Con un respingo, apartó las manos de la piel de la mujer mientras el tono de la piel de su cara adquiría un sonrosado bastante vivaz y sus ojos rápidamente se apartaron.
No se separó de todos modos de la mujer (maldita sea, era un arcánel y ella gobernaba un infierno, seguro que si la cabreaba terminaba ensartada en una espada de llamas o algo así), observando a su alrededor con curiosidad. Apareció un hombre se mostró extremadamente servicial y parecía dispuesto a ayudarla a caminar. Joanna le dedicó una mirada de súplica, pero viendo que conocía a su captora, era muy posible que trabajase para ella.
Su gozo en un pozo.
Entonces el arcángel la soltó y la diosa no tardó en corretear rápidamente para interponer algo de distancia, al principio en busca de un lugar en el que esconderse, pero finalmente paró en seco. ¿Le acababa de proponer que se duchase y cambiase? La diosa giró levemente la cabeza, mirando con el cuello ladeado y el ojo ligeramente por encima de su hombro en una posición sorprendentemente casual y seductora a la otra mujer. ¿Es que no pretendía matarla ahí mismo?
Se estremeció ante las miradas de la otra mujer, no muy segura de a qué demonios venía todo eso, y se abrazó confusa y algo perdida. No era la primera vez que la secuestraban, pero sí la primera vez que la dejaban moverse e incluso le proponían hacer algo muy mundano. Dudó unos segundos, ya que no estaba muy cómoda ante la idea de desnudarse en una casa ajena, pero viendo que no le quedaba otra, y que no le convenía llevarle la contraria a un arcángel, asintió levemente, corriendo hacia el baño con cierta gracilidad felina.
Se paró en la puerta del baño y lanzó una última mirada a Alatariel, aún confusa, mientras se mordía el labio inferior, y finalmente, se introdujo en el baño, cerrando con pestillo tras ella. No iba a dejarla que entrase en un momento de debilidad, ¡No señor!
Unos minutos después y tras una ducha de agua casi hirviendo (de hecho, estaba hirviendo), Joanna emergió de la ducha con una expresión de paz renovada. Tenía la sensación de no haberse duchado en siglos, y de haberse metido en un oasis después de caminar por el desierto.
Y entonces lo vio. Era precioso, un vestido de seda, vaporoso, casi transparente. Vaporoso. Casi. Transparente.
Quizás era el efecto del calor de la ducha sobre la piel muerta. Quizás era que Joanna no estaba tan muerta como creía. Quizás, simplemente, había capacidades fisiológicas de su cuerpo que desconocía.
Pero la diosa acababa de ponerse tan roja que sus mejillas podrían iluminar la habitación al completo. ¡Con ese vestido se le iba a ver la ropa interior! ¡Era muy poco decoroso! Era elegante, sí, pero no el tipo de ropa que la ex-alcaldesa se pondría para una velada oficial. ¡Ni si quiera para una íntima!
Y entonces... entonces lo vio.
Tampoco estaba su ropa interior.
Desafiando las leyes de la física y la lógica, Joanna se encontraba en una de las situaciones más oníricas de su vida. De esas que consisten en soñar que estás desnuda en medio de la universidad. Intentó usar sus poderes para alcanzar el Irkalla, pero algo se lo impidió casi de forma inmediata. Frenética, Joanna intentó romper la barrera varias veces, sin éxito, hasta que finalmente se rindió, enrollándose una toalla en el cuerpo.
Asomó su cabeza, encontrándose con la mirada de los dos perros, y miró a ambos lados, incómoda y avergonzada
E-Estooo... Gracias por el vestido, pero... ¿Dónde está mi ropa interior? En serio, la necesito... _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 13th Marzo 2015, 13:47 | |
| Se mordió el labio con expresión contenida, en el fondo, seguía siendo la misma que recordaba, deseada y admirada por todos los que se cruzaban con ella. No podía negar que se sentía atraída por ella, por esa alma cándida y pura; provocaba sin saberlo, y para ella, un ser con una enorme afinidad por las almas bondadosas, constituía un buen ejercicio de respeto y delicadeza no acercarse a ella para abrazarla. Se rió divertida cuando la vio corretear hasta el baño, era cierto, le hacía gracia su pudor y vergüenza, y más, teniendo en cuenta que en su día se hizo famosas por aquella armadura que dejaba sus pechos al aire, encontraba divertido que, tras haberla conocido haciendo gala de sus atributos femeninos, ahora se mostrara tan avergonzada. Sin duda, era uno de esos nuevos sentimientos humanos que había adquirido, lo cual la ponía en la obligación de ofrecerle algo con lo que vestirse, un detalle con el que no había contado. Abrió el baúl de su dormitorio sacó una de sus mejores túnicas, que dejó colgada de la puerta del baño, con un broche de oro y gemas para sujetarla. Con eso debería ser suficiente.
Mientras la diosa se duchaba, Alatariel encargó el almuerzo a un restaurante cercano, seguramente también tendría hambre, y la verdad, es que ella también empezaba a sentir su estómago vacío; poco después, una selección de deliciosos manjares llegó a su casa y cuando se asomó para ver que tal le iba a su invitada, por un momento pensó que se estaba muriendo allí mismo. Nunca había visto un cuerpo carente de pulso alcanzar un color rojo tan brillante, pero las mejillas de Ereshkigal lucían con brillo propio en la penumbra del pasillo, su cuerpo húmedo, goteando sobre el suelo y boqueando como un pez. Observó con una ceja alzada en un gesto de absoluto desconcierto e incredulidad como parecía a punto de infartar con la seda entre sus manos mientras preguntaba por su ropa sucia. ¿En serio quería aquello? En cualquier caso, era demasiado tarde, la había tirado a la basura.
- No es un vestido, es una túnica, y tu ropa la he tirado. No ibas a ponerte otra vez esa mierda andrajosa y sucia.
Dejó las bolsas en la cocina y se acercó hasta la mujer, estaba temblorosa y parecía asustada, así que extendió las manos ante ella en un gesto de paz.
- No voy a hacerte daño, tranquila, se que tienes preguntas y voy a responderlas todas. Veo que no me recuerdas, pero nos conocemos. Cuando los hombres conocían tu nombre y te tenían presente en sus plegarias, fuimos compañeras de armas un breve tiempo, incluso en el tiempo de los mortales.
Ignoraba el proceso, el motivo, o los detalles por los que la diosa parecía a punto de sufrir una parada cardíaca en su casa, seguida de una combustión expontánea, en su ingenuidad, mientras con dedicación arrancada la toalla de sus temblorosos dedos, secaba su cuerpo y la vestía, prodigaba caricias por su piel, destinadas a relajarla. ¿Cómo iba a herirla? Habían sido compañeras de batalla, prácticamente amigas íntimas por un breve tiempo. Y puede que si, que no fiuera la primera vez que descargaba su espada sobre su familia, pero no era la misma situación, dentro de sus diferencias, siempre había sido amable con ella. En su mente, sus recuerdos con la diosa, guardaban un lugar agradable, así que no sabía de donde había sacado todo ese pánico, de modo que ella intentaba tranquilizarla con sus manos y el sonido de su voz. Cuando terminó su tarea, sujetó las vestiduras sobre el hombro de Joanna con el broche y posando con suavidad una mano en su espalda, la guió hasta el comedor.
- Ruego disculpes mi repentino rescate de tu prisión, pero no me parecía un lugar apropiado para alguien como tú. Te diré todo lo que desees saber mientras almorzamos. ¿Te apetece vino?
Sonrió mientras ponía la mesa, con todo lujo de detalles y abría una botella de vino tinto, siempre acompañada por uno de sus perros, mientras Uriel intentaba que Joanna le diera mimos en la barriga y detrás de las orejas; habían sido demasiados meses sin una buena mano femenina que le rascara como era debido y aquella desconocida tenía las manos demasiado ociosas para su gusto. _________________ | |
| | | Joanna Hardins DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 15th Marzo 2015, 16:50 | |
| - No es un vestido, es una túnica, y tu ropa la he tirado. No ibas a ponerte otra vez esa mierda andrajosa y sucia. El alma de Joanna decidió que era uno de los mejores momentos para arrastrarse por el suelo, por lo que la deidad pudo notar cómo se le caía a los pies ante lo que acababa de decirle. No es que le gustase el mono de Arkham, pero... ¿Toda? ¿Incluído el sujetador y las bragas? Vale que ya no podía menstruar por eso de ser un cadáver andante, pero... No le hacía ninguna gracia que se le viese... bueno, que se le viese todo. Además, en Arkham no te dejaban... bueno, retocarte, así que desde luego su desnudo no iba a lucir muy bien con una túnica transparente. Se sonrojó aún más si cabe, algo incómoda ante la idea, asegurándose de que no se le cayese la toalla - No voy a hacerte daño, tranquila, se que tienes preguntas y voy a responderlas todas. Veo que no me recuerdas, pero nos conocemos. Cuando los hombres conocían tu nombre y te tenían presente en sus plegarias, fuimos compañeras de armas un breve tiempo, incluso en el tiempo de los mortales.Gesto que no le sirvió de nada porque prácticamente de un solo movimiento estaba en pelota picada. La deidad intentó quejarse débilmente al ver cómo lo único que evitaba que se la viese con su traje de nacimiento se alejaba de ella, pero no fue capaz de resistirse demasiado. Estaba demasiado avergonzada, asustada e incómoda como para poder hacer nada al respecto. Se estremeció con las caricias, más por sorpresa y vergüenza que porque las sintiese más allá de un leve toque. Se dejó vestir y comprobó con alivio que tampoco se veía tanto a través de la ropa. Aún así, se veía demasiado para su gusto, pero era cómoda y... bueno, hacía un mes que no vestía bien. Podía perdonarlo, aunque no se le marchase el color rojo de la cara. - Ruego disculpes mi repentino rescate de tu prisión, pero no me parecía un lugar apropiado para alguien como tú. Te diré todo lo que desees saber mientras almorzamos. ¿Te apetece vino?E-Está bien... Sí, algo de vino no me vendría mal... aunque sólo fuese para poder digerir todo lo que le estaba pasando de golpe. No quería ni pensar en las repercusiones legales que podría tener el haber sido raptada de Arkham, y esperaba que eso no le perjudicase en su intento de obtener la condicional o, peor aún, que la destinasen al ala de internos peligrosos. Además, tenía demasiadas incógnitas. ¿Por qué ella? ¿Por qué ahora? Veo que me conoce usted de antes, al juzgar por cómo me llamaba por mi nombre divino, pero me temo que... bueno, la explicación simple es que tras la reencarnación perdí todos mis recuerdos de mi pasado excepto algún que otro retazo, así que me tiene usted en desventaja. ¿Qué le parece si comenzamos por el principio? ¿Cómo se llama y de qué me conoce? _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 17th Marzo 2015, 18:53 | |
| Degustó su copa de vino con gesto apreciativo, sentada delante de su invitada, su petición era razonable, desde luego; sin duda parecía desubicada y demandaba información detallada. Posó su copa de vino sobre la mesa y se metió una aceituna en la boca antes de hablar, tampoco tenían prisa. ¿No?
- Quizás debería empezar por aclarar que no siempre fui lo que soy ahora y cuando me conociste cargaba con el castigo del exilio por mi deslealtad. Por aquel entonces, vagaba por la tierra, aparentando ser una humana más. Los mortales pueden ser verdaderamente irritantes cuando descubren que un ser divino vive entre ellos, sin embargo, más allá de mi desprecio hacia ellos, existía y aun existe el odio por los engendros que habitan en el infierno. Tanto el tuyo como el creado por mi hermano Lucifer, eso causó que en cierto momento que intentaron buscar apoyos en el reino sobre el que gobiernas, para llegar hasta la tierra, uniéramos nuestras fuerzas para evitar que eso sucediera. Nuestra alianza tuvo éxito y mantuvimos el contacto un breve tiempo, pero tus obligaciones y mis circunstancias errantes acabaron por diluirla. Ha pasado el tiempo para ambas y muchas cosas han sucedido en medio; en resumidas cuentas, fui perdonada y readmitida en mi hogar, pero de nuevo, la ambición de mi hermano junto con el desastre acontecido en los universos vuelve a amenazar la creación a la que todos los dioses dieron forma. Te busqué desde el cielo y cuando te encontré imagínate mi sorpresa al ver que estabas internada en una institución para desequilibrados y con una identidad mortal. No es que yo no la tuviera, ya sabes, había que pasar desapercibida, pero te imaginaba en tu trono y la verdad, no podía dejarte allí. Ese apestoso lugar no es apropiado para alguien como tú.
Sonrió cálida, amable, no tenía motivos para mentirla, tampoco deseaba hacerlo, Ereshkigal siempre había merecido su respeto, incluso cuando su corazón estaba consumido por el rencor; y por tanto, la trataba con el respeto que se había ganado. Sin más que decir pinchó de su plato unos raviolis de boletus con salsa de roquefort suave y se los metió en la boca, masticando despacio antes de pegar otro sorbo a su copa de vino.
- ¿Está todo a tu gusto? Si quieres otra cosa no tienes más que pedirlo. _________________ | |
| | | Joanna Hardins DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 19th Marzo 2015, 23:02 | |
| Quizás debería empezar por aclarar que no siempre fui lo que soy ahora y cuando me conociste cargaba con el castigo del exilio por mi deslealtad. Por aquel entonces, vagaba por la tierra, aparentando ser una humana más. Los mortales pueden ser verdaderamente irritantes cuando descubren que un ser divino vive entre ellos, sin embargo, más allá de mi desprecio hacia ellos, existía y aun existe el odio por los engendros que habitan en el infierno.Vale, podía entender lo de disfrazarse, pero... ¿Desprecio hacia los humanos? Joanna le dio un buen lingotazo a la copa de vino más por reflejo que porque le fuera a afectar: después de todo, al estar muerta las sustancias de cualquier tipo tendían a causarle a lo sumo una leve molestia, y a veces ni eso. Tanto el tuyo como el creado por mi hermano Lucifer, eso causó que en cierto momento que intentaron buscar apoyos en el reino sobre el que gobiernas, para llegar hasta la tierra, uniéramos nuestras fuerzas para evitar que eso sucediera.Una sonrisa nerviosa asomó a los labios de la deidad. Sí, bueno, no se imaginaba aunando fuerzas con un demonio precisamente, pero tampoco con un Arcángel. Se le hacía todo extremadamente bizarro, pero tampoco podía negar que tuviera sentido. Los enemigos de mis enemigos y todo eso... Nuestra alianza tuvo éxito y mantuvimos el contacto un breve tiempo, pero tus obligaciones y mis circunstancias errantes acabaron por diluirla. Ha pasado el tiempo para ambas y muchas cosas han sucedido en medio; en resumidas cuentas, fui perdonada y readmitida en mi hogar, pero de nuevo, la ambición de mi hermano junto con el desastre acontecido en los universos vuelve a amenazar la creación a la que todos los dioses dieron forma. Te busqué desde el cielo y cuando te encontré imagínate mi sorpresa al ver que estabas internada en una institución para desequilibrados y con una identidad mortal. No es que yo no la tuviera, ya sabes, había que pasar desapercibida, pero te imaginaba en tu trono y la verdad, no podía dejarte allí. Ese apestoso lugar no es apropiado para alguien como tú.Vaya. La política no sabía muy bien ni qué decir, ni qué hacer. Simplemente miraba patidifusa a la entidad que tenía delante. No era el tipo de conversación que oías mientras tenías un agradable almuerzo. Demonios, no era el tipo de conversación que oías, y punto. - ¿Está todo a tu gusto? Si quieres otra cosa no tienes más que pedirlo.¿Eh? Oh, nononono... está perfecto. Hacía años que no comía tan bien, es sólo que... bueno. Digamos que después de tanto tiempo viviendo como humana a veces se me hace difícil digerir ciertos relatos. No es que no te crea, todo lo contrario. Es sólo que... bueno, no poder recordar nada es un problema, ¿sabes? A veces me pregunto en qué estaba pensando Inanna cuando me hizo la bromita... Bueno, eso explicaba muchas cosas. Si no la había visto desde hacía tiempo (y para alguien inmortal las medidas de tiempo tienden a ser difusas), era normal que no se acordase, apenas recordaba un par de siglos hacia atrás. Poco a poco iba recuperando la memoria, sí, pero sospechaba que le llevaría tiempo Vas a tener que disculpar mis lagunas mentales, pero por desgracia sufro de algo de amnesia. Según el Barón Samedi, es algo relacionado con el trauma de ser reencarnada, o algo sobre las limitaciones de los cuerpos humanos. Poco a poco voy recordando, pero... bueno, espero que sepas disculparme si soy algo ruda. Y también que me disculpes por no recordar tu nombre Sonrió, algo azorada. Bueno, la bomba había sido lanzada, y esperaba que la mujer ante ella no se ofendiese. Lo último que quería eran problemas con alguien que posiblemente podría hacérselo pasar muy mal físicamente Oh... Y habías comentado algo sobre que el mundo me necesitaba. ¿Ocurre algo que debiera saber? _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 21st Marzo 2015, 17:53 | |
| Alatariel restó importancia a las excusas de Joanna con un gesto de su mano, no tenía que disculparse por algo que no controlaba, y si eso era una broma, joder, era una broma muy pesada. Tenía la sensación de que Inanna y Lucifer se llevarían genial si él no fuese... bueno... Lucifer. Era raro que un dios tuviese amnesia, pero claro, también era raro que un dios se reencarnara en un muerto, y decía reencarnar, no tomar forma; tomar forma era fácil, todos lo hacían, debía ser algo inherente a los dioses, se capaces de transformarse en otra cosa. La verdad es que su amnesia podía ser un inconveniente, pero tampoco iba a darle más vueltas, había librado batallas en peores condiciones.
- Cierto, discúlpame tu a mi, después de una temporada en el cielo, es complicado volver a habituarse a la cortesía terrenal. Mi nombre es Alatariel.
Vació su copa de vino y se metió más raviolis en la boca, verdaderamente estaban deliciosos, era un alivio saber que su invitada al menos disfrutaba de la comida, ya que no parecía estar complacida con nada más; era una diosa y no se merecía nada que no estuviera a la altura de tal título. Le resultaba gracioso ver a Ereshkigal comportarse de aquella manera. Siempre había sido amable, pero la timidez nunca había sido una característica suya. La recordaba como una diosa fuerte, poderosa, aguerrida, nunca había sido piadosa sin justificación, era dura y expeditiva. Verla como una mujer temblorosa y azorada era algo nuevo para la arcángel que no sabía bien como encajar. Preguntó porque era necesaria, cosa lógica, ella también lo habría hecho, pero había tantas preguntas que responder, que inevitablemente algunas quedaban relegadas en el orden de respuestas.
- De momento no, pero desde su traición y levantamiento, Lucifer ha intentado apoderarse de la tierra, reclamarla para sí. Unas exigencias que le llevaron a declarar una cruenta guerra civil entre los ángeles, la masacre fue incomparable, y provocó su condena en el infierno, el plano sobre el que reina. Hasta el momento, pocas han sido las ocasiones en las que ha conseguido cruzar las puertas de su prisión, pero la colisión de universos ha distorsionado las realidades. Temo que a frontera entre el infierno y la tierra o el cielo se haya debilitado lo suficiente como para que Lucifer pueda plantearse una invasión a gran escala. El equilibrio de las energías está descompensada, mis hermanos no podrían venir a combatirle, incluso mis poderes han tenido que verse reducidos para estar aquí, pero he pasado milenios sobre la tierra, soy la única que puede permanecer sin empeorar la situación. De todos modos, aunque mi poder no estuviera restringido, no podría enfrentarme a Lucifer. Es, ha sido, y será siempre el más fuerte de todos mis hermanos.
Alatariel se levantó, acortando la distancia que había hasta Ereshkigal, la tomó de las manos y se arrodilló ante ella, con la súplica en sus ojos.
- Este mundo te necesita, yo te necesito para proteger aquello que una vez amé más que a mi propia existencia. _________________ | |
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 22nd Marzo 2015, 16:34 | |
| Joanna observó en silencio al arcángel que se encontraba frente a ella mientras comía en silencio y con comedimiento, escuchando atentamente. Por lo que ella sabía, Ereshkigal era una diosa de la muerte, pero también guerrera. En teoría se había casado con Nergal, pero por fortuna a su vuelta al trono no había nadie sentado a su derecha, por lo que posiblemente esos hechos no fueran verdad. Además, no se imaginaba casada con nadie, y mucho menos con un hombre que según las leyendas había intentado violarla y matarla. ¡Por favor! Una tenía algo más de autoestima... Sin embargo, cuando Alatariel se arrodilló ante ella, la deidad se sorprendió. No se resistió al contacto, ni mucho menos, pero nunca se habría imaginado que nadie se pusiese de rodillas ante ella cuando aún era mortal, pero muchísimo menos que lo hiciese un ángel. Y jamás se le habría ocurrido imaginarse a un arcángel de rodillas ante ella. Por un momento se imaginó que habría un anillo de compromiso en aquella escena, lo que la hizo enrojecer y boquear, pero cuando vio cómo la mujer, orgullosa, la suplicaba, su corazón dio un vuelco en su pecho. No, eso no podía permitirlo, ninguna criatura orgullosa como aquella merecía ponerse de rodillas ante nadie, fuera dios o mortal. Levántate, Justa Alatariel la mujer posó sus dedos, fríos, sobre el mentón de la rubia, obligándola a mirarla a los ojos. Esos ojos verdes, profundos, brillantes, que permitían entrever el más allá, el reino que ella misma gobernaba. Con la mano la obligó a incorporarse en un toque suave pero firme, sin apartar la mirada Un ser tan orgulloso como tú no merece ponerse de rodillas ante nadie. No merezco que me implores, porque tampoco lo necesitas. Si la tierra, mi hogar adoptivo, está en peligro, no dudes que te ayudaré con todo lo que esté al alcance de mi mano. Pero por favor, no vuelvas a hincar la rodilla por mí Una vez se hubo incorporado, Joanna hizo lo mismo: Ninguna debería estar por encima de la otra si pretendían que esa alianza funcionase. Debían ser iguales, ni más ni menos. Dos mujeres, con un mismo objetivo Escucha bien lo que digo, Alatariel. A partir de hoy, ninguna de las dos está por encima de la otra, ¿entendido? Somos aliadas en la misma lucha, y como tal seremos hermanas de armas. Dios o mortal, Arcángel o Demonio, no debe importar entre nosotras si pretendemos que nuestro cometido llegue a buen puerto. Así que por favor, no supliques más... No es algo que encaje con tu porte Y la deidad sonrió. Era una sonrisa sencilla, pero agradable también, mientras su mano bajaba de la mejilla del arcángel. Y entonces se dio cuenta de cómo se había tomado más licencias de las que debería. Y su rostro volvió a adquirir un brillante tono rojizo _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 23rd Marzo 2015, 23:06 | |
| Podría haber dicho que se sorprendía de las palabras de Ereshkigal pero no era cierto, aun con su nuevo pudor humano, siempre había sido amable u justa. Y la alegraba saber que a pesar de todo el tiempo que había pasado y su reencarnación, seguía siendo la misma que una vez conoció y fue su hermana de armas. No se había equivocado al acudir a ella, muchas cosas habían cambiado, pero su intuición seguía intacta. Quizás por eso se abalanzó sobre ella y la estrechó entre sus brazos en un apretón íntimo.
- Te he echado de menos Ereshkigal
Era irreverente, lo sabía, pero le daba igual, había recuperado a su compañera, a su amiga y la felicidad que sentía era indescriptible, nada podría estropear ese momento.
- Puedes quedarte todo el tiempo que quieras, cualquier cosa que necesites y no esté yo para ayudarte, puedes pedírsela a Dimitri, él sabe quien soy, es un nephilim. Y no te dejes engatusar por Ariel y Uriel, si pueden, se aprovecharán de ti para que no pares de darles mimos, no dejes que abusen de ti.
La soltó tras un último apretón, dejando claro que era libre de irse si lo deseaba, siempre lo había sido a decir verdad, pero ahora, que se había explicado y había conseguido su ayuda, mas que antes si cabe. _________________ | |
| | | Joanna Hardins DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 30th Marzo 2015, 20:28 | |
| Joanna parpadeó sorprendida cuando Alatariel la abrazó, devolviendo tras unos segundos de sorpresa un torpe abrazo a la otra mujer. No es que le desagradasen las muestras de afecto, pero seguía sin estar acostumbrada a ellas. Por eso de producir rechazo en los seres vivos, más que nada. Sonrió suavemente y le dio un par de palmadas en la cabeza rubia del arcángel, sonrojándose después por la falta de respeto que había demostrado. Pero si había molestado a Alatariel, esta no lo había dejado entrever, por lo que Joanna prefirió no sacar el tema ni dejarlo caer. Era casi lo mejor. Escuchó en silencio lo que le contaba la otra mujer, y asintió. Era bueno saber que tenía un lugar que podría considerarse un hogar, sobre todo después de que Brian desapareciese sin dejar rastro. Y sin embargo... Gracias, Alatariel. Aprecio mucho el gesto de deferencia que estás teniendo hacia mí, pero antes de nada deberíamos asegurarnos de que no me van a buscar de Arkham. Eso os traería problemas a tí y a Dimitri, aparte de causarme problemas legales si pretendo hacer algo en los Estados Unidos. No soy muy partidaria de saltarme las leyes, pero... La mujer se acarició el mentón, pensativa. Poco a poco un plan iba formándose en su mente Podríamos jugar con la inmunidad diplomática que los regentes de otros países tienen respecto a ciertas situaciones. Aparte de que me aseguré de que el asesinato que se me atribuía tenía suficientes lagunas legales como para poder rebatirlo, si conseguimos que la ONU acepte el Irkalla como una nación independiente como ha hecho con Asgard, podría salir de Arkham y actuar sin temer represalias en las calles de la ciudad. Joanna se quedó unos segundos en silencio, antes de volver a centrar sus ojos verdes en los de la mujer de origen divino que se encontraba ante ella ¿Qué opinas, Alatariel? ¿Se te ocurre alguna idea? _________________
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| | | Alatariel DC Universe
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 1st Abril 2015, 20:44 | |
| Joanna parecía sentirse más cómoda, y eso alegraba a Alatariel, iban por buen camino hacia la colaboración, así que tomando ciertas confianzas, se apoyó el la mesa, junto a Ereshkigal, de frente a ella, mientras se giraba de vez en cuando hacia atrás para picotear alguna que otra cosa de la mesa a la vez que la escuchaba hablar, sin duda era un plan bastante ingenioso y del que quizás ella también pudiera sacar algo de provecho. No conocía muy bien esa tal Asgard, pero algo había oído sobre ese misterioso plano de supuestos dioses nórdicos que resulta que no lo eran.
- Si aceptan el Irkalla como nación, sin duda alguna, tu, como su reina recibirías las prebendas que cualquier gobernante extranjero tiene en Estados Unidos, siempre y cuando la ONU reconozca ciertos derechos y acepte los acuerdos de inmunidad, necesitarás bastante trabajo de abogados. Es un buen plan, y si por casualidad también consiguiéramos que el cielo fuera acogido en el mismo régimen, bueno, al ser su enviada, podría ser considerada como una diplomática en suelo extranjero. El único problema sería establecer una embajada, pero eso es un problema secundario.
Tampoco entendía a que puñetas venía aquello del asesinato, es decir. No había matado a nadie, eso lo sabía y aunque fuera así. ¿Que mas daba? Era un jodido humano que no servía ni para dar por culo y ella era una diosa, lo raro es que no lo hubiera matado de verdad, porque la verdad, es que se lo merecía. Pero se calló su opinión al respecto, viendo el aprecio que tenía por las leyes humanas, y cogió una aceituna de la mesa, que se metió en la boca, rechupeteando, antes de mordisquear, jugando luego distraídamente con el hueso dentro de su boca.
- Pues no, ninguna idea, aparte de lo que ya te he dicho. Es decir, si, bastantes, pero ninguna que fueras a aceptar.
Estaba convencida de que prenderle fuego al juez humano, que la había condenado, no era una solución válida para Joanna, así que ¿Para que esforzarse en ponerla en común para que luego se horrorizara? Mejor no hacerlo y así Ereshkigal se ahorraba la cara de susto y ella el tener que dar explicaciones. _________________ | |
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 12th Abril 2015, 18:44 | |
| El arcángel se sentó en la mesa, frente a Joanna, y la deidad tuvo que reconocer que Alatariel gastaba unas piernas realmente hermosas. Más que las suyas propias, y posiblemente no necesitarían del mantenimiento que ella había tenido que darles cuando estaba viva. Ni correría peligro de terminar con estrías ni cosas así. La sumeria apartó la mirada levemente, algo sonrojada mientras continuaba comiendo. Sí... sí, es una buena opción. Al menos, para salir al paso mientras Tony y sus abogados siguen con la apelación. No confío en que funcione, los humanos son... tercos a la hora de negar lo que escapa a su comprensión, pero puede servirnos para ganar tiempo. Y por alguna razón, estaba segura de que precisamente tiempo no les sobraba. Los ojos verdes de la morena siguieron el movimiento de los dedos de la otra mujer, cogiendo una aceituna, moviéndola con suavidad, introduciéndola en su boca de forma incitante... Joanna tragó saliva inconscientemente mientras observaba embobada los labios de la otra mujer. Eran... Bueno, eran bellos, como cabría esperar de casi cualquier ángel, pero también eran incitantes, jugosos. Se sonrojó, se llevó una mano a la boca y carraspeó levemente, apartando los pensamientos lujuriosos de su mente. ¿Qué demonios le estaba pasando? Hacía tiempo que no sentía nada así por nadie, y mucho menos por una mujer... Y sin embargo, tenía la sensación de que en su pasado como deidad los sexos le habían importado más bien poco. De hecho, tenía la sensación de haber saboreado una piel pura como la de la arcángel antes... Y no sabría decir ni de quién ni cuándo. Pero la estaba poniendo algo nerviosa, y haciendo respirar algo más pesadamente. _________________
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 13th Abril 2015, 20:58 | |
| Ganar tiempo, eso estaba bien, aunque no sabía de cuánto disponían, por lo que sabía de su hermano, podría haber empezado a moverse sin que ella se diera cuenta. A fin de cuentas, reinaba en un plano muy distinto del suyo propio, hacía milenios que no estaba al tanto de sus movimientos, tener que estar ahora tan pendiente, requería un esfuerzo considerable por su parte, la obligaba a fijarse en señales a que hacía demasiado tiempo había dejado de estar atenta. Sin embargo, era su hermano, si alguien había conseguido conocerle bien cuando todavía era bienvenido entre los hijos de su padre, era ella. No es que quisiera echarse méritos, pero había estado verdaderamente unida a él, quizás por eso, le había resultado tan fácil engañarla de la manera en la que lo había hecho.
Cuando volvió a fijar su vista en Ereshkigal, parecía encontrarse mal, respiraba con dificultad y su piel brillaba sonrojada. ¿Estaría enferma? Dudaba que su cuerpo pudiera enfermar, pero todo era posible, dadas las circunstancias de su reciente mortalidad. Sin mediar palabra y gravemente preocupada por su salud, la cogió en brazos, pasando una mano por debajo de sus rodillas y la otra por su espalda. La levantó sin dificultad, y la llevó hasta un dormitorio, donde la depositó con dificultad sobre la cama, allí, pegó su oído a su pecho, esperando encontrar el origen de su mal.
- ¿Te encuentras bien? ¿Estás enferma?
Pero Alatariel decidió no esperar a su respuesta, y retirándole el broche que sujetaba su túnica, retiró la delicada seda para comenzar a dibujar con una pluma de aspecto iridiscente, una mandala compuesta por varias runas de aspecto complejo, sobre el pecho de Ereshkigal, era una runa de curación, si su enfermedad era leve, sería plenamente efectiva, eliminando cualquier rastro de mal que hubiera en su cuerpo. Un cuerpo que apenas podía resistirse a tocar otra vez. _________________ | |
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 19th Abril 2015, 16:28 | |
| Oh Dios. Oh Dios
La acababa de coger en brazos. ¡En brazos! Hacía años que nadie la cogía así. De hecho, nadie la había cogido así en toda su vida mortal, y eso no ayudó a que se le pasase el sonrojo que estaba haciendo que la arcángel se pensase que estaba enfermando o algo. Si fuera una situación menos avergonzante, y con ropa que mostraba menos por medio, Joanna habría hecho algún comentario jocoso sobre que la muerte es la cura de todas las enfermedades o alguna cosa así. Lo normal en alguien que intenta aceptar su nueva condición, vaya.
Pero en ese caso sólo supo dejarse hacer mientras intentaba taparse la cara, mirando a la otra mujer a través de las rendijas de sus dedos. Intentó negar con la cabeza, pero aparentemente la rubia no se dio cuenta, tumbándola sobre su cama. Si estuviese viva, Joanna se estaría hiperventilando. De hecho, lo estaba haciendo, aunque no estuviese viva.
¡Y ahora la estaba quitando la ropa! Joanna se intentó resistir lánguidamente, pero no sirvió de nada mientras Alatariel intentaba curar algo que no podía ser curado.
La morena la miró. Era bella, sin duda, y estaba preocupada por su bienestar. Estaba tan acostumbrada a velar de sí misma que ya no recordaba cómo era algo así, cómo te sentías cuando estabas arropada y cuidada. Vale, muy arropada o vestida no estaba, pero la dedicación de la otra mujer era innegable. Joanna pasó una de sus manos por la mejilla de la otra mujer, negando con la cabeza, aún sonrojada. Por supuesto que la magia de la arcángel no hacía absolutamente nada: Para empezar, no había nada que curar, y daba igual cuánta energía vital intentasen insuflar en su cuerpo, no iba a revivir así como así.
No me pasa nada, Alatariel... es sólo... algo raro ¿Cómo explicarlo, si no? Tenía la sensación de que debería conocerla mejor, más íntimamente, pero era incapaz de recordar casi nada de lo ocurrido antes de su vida como humana. Y sin embargo, esos labios la llamaban, como si fueran un canto de sirena. Jugosos. Llamativos.
Familiares.
No podía pensar con claridad mientras su consciencia como diosa de la muerte, como la poderosa Ereshkigal, tomaba posesión de la consciencia de Joanna Hardins, política ejemplar. Y si había algo que caracterizaba a Ereshkigal es que era muy visceral. Tanto, que cuando Joanna quiso darse cuenta de lo que hacía, había empujado a la rubia contra sí y había juntado sus labios a los suyos. Y por alguna razón, el contacto le resultaba agradable _________________
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 24th Abril 2015, 19:23 | |
| Joanna intentaba excusarse, titubeaba intentado componer frases con sentido, sin embargo Alatariel no podía comprenderla, tampoco se estaba esforzando en ello, se había quedado perdida en la suavidad de su piel, en la calidad que su cuerpo, incluso muerto, era capaz de desprender, no era un calor provocado por las reacciones químicas de las células humanas, era el calor de su alma, de su nueva y plácida consciencia como Joanna y la antigua y temperamental Ereshkigal. De repente y sin previo aviso, los labios de Joanna se juntaron con los suyos y sus brazos la estrechaban, y en aquel simple gesto, hubo un profundo reconocimiento, puede que conscientemente no la recordara, pero aquella manera que tenía de tocarla, de besarla, era propia de Ereshkigal, la reconocería en cualquier parte y parecía, que aunque no pudiera recordarla, ella también la reconocía.
No se lo pensó demasiado, no después de tanto tiempo, y abrazándola, profundizó el beso con ahínco, con pasión, pero con delicadeza, ahora que habían vuelto a encontrarse no iba a dejarla escapar, paladeó su boca con calma, tenían tiempo, todo el tiempo del mundo. Se deleitaba con la jugosidad de sus labios, con la suavidad de su piel, su mano libre, se deslizaba en una sensual y leve caricia por su cuerpo semidesnudo, recorriendo unas curvas que un día llegó a conocer como las suyas propias. Finalmente se separó de ella, acariciando los labios humedecidos de Joanna con los propios suyos y con su lengua, en el pasado, sabía que eso siempre la había hecho derretirse.
- Parece que empiezas a recordar. Permíteme que te refresque la memoria.
Y sin esperar una respuesta, un consentimiento por parte de ella, se acercó a su cuello, lamiendo, mordisqueando, la piel desnuda, acariciándola por completo. No había esperado volver a encontrarse con ella en esas circunstancias después de tanto tiempo, pero aquel beso, había sido un reconocimiento, un permiso tácito que Alatariel había tomado sin pensárselo, Ereshkigal volvería a ser suya y no había nada en aquel momento que pudiera impedirle tomarla para sí misma. _________________ | |
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| Tema: Re: Tu, te vienes conmigo... (Joanna Hardins 7-1-2019) 6th Mayo 2015, 21:33 | |
| Se besaron. Los labios se acariciaron, los jadeos se multiplicaron, las pasiones se incendiaron y las caricias se volvieron más íntimas, profundas y placenteras. Para alguien como Joanna, que se encontraba apresada en un cuerpo muerto, el sentido del tacto y el gusto estaban demasiado atrofiados como para notar gestos tan suaves o íntimos, y sin embargo... y sin embargo, no había sentido un contacto más ardiente en toda su vida. No había saboreado tanto un momento como ese durante su vida, y mucho menos durante su muerte.
Por un momento, se estaba sintiendo más viva que nunca.
Joanna abrió los ojos como platos. No sabía cuánto había pasado, si habían sido segundos, minutos o siglos, pero tenía claro una cosa.
Acababa de acostarse con un ángel. No, tacha eso. Un arcángel.
Si no fuera porque ya gobernaba a uno, estaba segura de que terminaría en el infierno. Su mirada verde pasó del techo al cuerpo de la mujer rubia que yacía a su lado. Se sonrojó y volvió a desviar la mirada hacia el techo, momento en el que entrecerró los ojos.
¿Cuándo había llegado el vaporoso vestido a la lámpara? ¿Qué mosca le había picado? No entendía nada de nada, excepto que había sido la experiencia más... peculiar de toda su vida. No era una mujer ligera de cascos, no se acostaba con cualquiera, y sin embargo algo dentro de ella la había impulsado a lanzarse a los brazos y caricias de esa otra mujer.
Las caricias...
Se mordió el labio inferior mientras sus manos se cerraban sobre las sábanas, poniéndose tan roja que parecía que había vuelto a la vida. ¿Quién iba a pensar que un acto que tanto la avergonzaba pudiera ser tan placentero? Nunca en toda su vida había sentido algo con tanta intensidad, no con ninguno de sus novios, incluso en el apasionamiento de jurar que se casarían. Ni con sus amigas esa noche en la que decidieron... bueno. Era mejor no pensar en ello.
Suspiró, cerrando los ojos y centró su mirada en el cuerpo de Alatariel. Recorrió las curvas que antes había acariciado con sus ojos, y trazó con sus dedos una peculiar marca de nacimiento en su espalda. Era bella, musculosa. Una guerrera, una sin imperfecciones ni cicatrices aparte de esa peculiar marca. ¿Cómo había terminado un ángel fijándose en una mujer tan mundana? ¿O en una diosa tan distante y retraída como había podido discernir gracias a los flashbacks? No lo entendía.
Por todos los infiernos, no comprendía nada, pero por una vez, no le importaría demasiado dejarse llevar. _________________
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