[Mini Evento] De robos, secuestros y traiciones - Todo cambia (31-01-2019)

Base de HYDRA, En algún lugar de China.

Todo está listo Señor, dijo el Doctor Arnim Zola a su superior al entrar en la sala, el Cráneo Rojo simplemente sonrió con una de sus tremendamente inquietantes sonrisas mientras miraba el paisaje montañoso desde el ventanal oculto desde el exterior, bien, bien... ahora solo queda esperar la llegada de los invitados al evento, su risa heló la sangre del joven Dr. Zola, hace unos meses no confiaba demasiado en la magia, pero desde entonces había visto demasiadas cosas como para mantenerse escéptico, si esto funcionaba como debiera los invitados tendrían serios problemas.


¿Ha sido trasladada ya la hechicera?, pregunto poco después, todo según sus instrucciones señor, tenemos la nave lista para el despegue, podemos partir cuando usted diga, Schmidt lo miró ¿en mi momento de triunfo?, no Herr Doctor, yo me quedaré a ver si mi viejo enemigo viene al rescate, si se entera a tiempo el Capitán América no podrá evitar venir y entonces acabaré con el y con todo lo que representa, márchate tú si quieres, yo cogeré el próximo vuelo, de nuevo la inquietante risa del Cráneo atemorizó al doctor que se apresuró a salir de allí y dirigirse a la aeronave, lo que solo provoco nuevas carcajadas en el actual líder de HYDRA.

Abrió uno de los paneles y comprobó las defensas y los sistemas de seguridad, sistemas antiaéreos, artillería pesada, redes de sensores y una buena cantidad de tropas armadas con esas nuevas y temibles armas tecnomágicas, cortesía de los estúpidos de Orochi cuyo mundo estaba abocado a la destrucción, pronto serían historia, al igual que los héroes que vinieran a intentar impedir el poderoso ritual que a estas horas seguro que los habría alertado en todas partes del mundo, que vinieran, los estaría esperando.

El sobrehumano oído de Schmidt captó unos pasos imperceptibles para el común de los mortales y se giro encendiendo un cigarrillo, Ophelia, veo que al final has decidido quedarte querida, ¿como iba a perderme la mejor parte de la partida? ¿crees que Rogers vendrá?, ojalá lo haga, pero no podemos saber quienes serán los primeros en caer en la trampa y este ritual solo funcionará una vez, casi prefiero que no sea él el que venga, quiero ser yo personalmente el que lo mate con mis propias manos, apretar su garganta hasta notar como la vida se apaga en sus ojos.

Allí se quedaron los dos supervillanos, a la espera de la llegada de los héroes que deberían impedir que se realizara el ritual, ¿serían capaces de atravesar las defensas de la base a tiempo?, ¿serian capaces de detener los planes del Cráneo Rojo?, en un mundo ideal la respuesta sería si, pero este era el mundo real y la base estaba llena de trampas especialmente diseñadas para retrasarlos e incluso matarlos.

OFF:

OCC:

Los pájaros piaban desde todos los puntos de la jungla. Las enormes montañas que desafiaban al propio diseño de la naturaleza se alzaban ante el demonio y su pequeña acompañante. Esos montes prácticamente cónicos, escarpados y peligrosos hasta para las más experimentadas cabras, cubrían el horizonte de verde y gris, con pequeños rastros de niebla en mitad de ellos, dándole a todo el paisaje un halo espiritual y mágico. China, cuna de la civilización oriental. País plagado de toda clase de criaturas mágicas y misteriosas, desde extraños seres con apariencia reptiliana pero pelaje, hasta los interminables dragones rojos que anunciaban el fin de los tiempos con sus canciones. Pero Hellboy no estaba allí para un viaje espiritual ni para maravillarse con el paisaje. El B.P.R.D había encontrado unas radiaciones sobrenaturales de carácter maligno provenientes del interior de aquella jungla. Esta vez había viajado sólo. Abe todavía estaba inmerso de lleno en el tema de los jinetes, y el demonio prefirió darle tiempo para que encontrase todo lo que necesitaba. La pequeña mutante Mia le acompañaba. Puede que no fuese un ser todopoderoso, pero guardaba un par de trucos en la manga que podían serles de gran utilidad. Lo único que les quedaba ya era encontrar el origen de aquella maldad, y patear el culo al que lo estuviese haciendo.

El helicóptero les dejó a varios kilómetros de su destino, pero no podían adentrarse más. Era casi imposible encontrar un sitio donde aterrizar sin problemas, y probablemente las criaturas mágicas que allí habitaban podrían atacarles en defensa de su paraíso terrenal. El demonio llevaba las armas pertinentes: su revolver "El Samaritano", fiel acompañante en todas sus misiones; relicarios para repeler entes demoníacos e infernales; algunas granadas santas; y por supuesto, su mano de piedra, el arma predilecta del demonio. Entregó durante el viaje a Mia algunos relicarios para que se protegiese ella también, y le advirtió de los peligros de las criaturas sobrenaturales. No eran como los animales normales y corrientes. La mayoría tenía una enorme inteligencia y una astucia sin igual, y los engaños y las triquiñuelas les encantaban. Además, muchos de esos seres se alimentaban de almas, y las de las niñas jóvenes solían ser sus favoritas.

Cuando se bajaron del vehículo volador, Hellboy se despidió de Kate con un saludo parecido al de los militares y se volvió para mirar el pequeño camino de piedra que aparecía ante ellos. Llevaba puesto un gran gorro de paja circular, típico del país. Le cubría parcialmente la cara, lo cual le ayudaba a pasar algo desapercibido.

- Bueno Mia, nos espera medio día de caminata, así que cuanto antes nos pongamos en marcha mejor. No me gustaría que nos pillase la noche en mitad de la selva. Lo que aparece aquí por las noches no es nada agradable, créeme.- Y el demonio lideró la marcha. Era muy temprano, alrededor de las seis de la mañana, y los primeros rayos naranjas asomaban por el horizonte. El olor a agua, la humedad y los cantos de las más misteriosas aves les acompañaban. En una pequeña bolsa Rojo llevaba comida y agua para el largo camino.


Cualquier persona habría deseado perderse allí para siempre. Los bosques de bambú traían olores que recordaban a los baños de las casas con esos palillos aromáticos para darle un toque oriental. Algunos osos panda les miraban curiosos al pasar, mientras continuaban masticando las largas varas marrones. En la lejanía, monos aullaban y canturreaban entre ellos, meciendo las ramas de los árboles con sus juegos y saltos. Las nubes se movían a gran velocidad en el cielo, debido a las fuertes corrientes de viento que se formaban entre las grandes montañas. De vez en cuando, algún distraído ciervo se cruzaba en su camino antes de perderse en la espesura. El camino de piedra desapareció, abriéndose a un pequeño camino de tierra. Algunos templos de las antiguas dinastías se veían a lo lejos, cuyas columnas, antaño de oro y piedra, estaban ahora cubiertas por gigantescas ramas de enredadera y raíces de árboles, dándoles un aspecto místico y sobrecogedor. El sonido del agua chocando con las piedras de los riachuelos daba el toque final a la música que la naturaleza brindaba a los dos viajeros.

- Veo que buscas el origen del mal que ha aparecido en estas tierras, Anung-Un-Rama.- Una dulce voz captó la atención del demonio, quien giró su cabeza hacia una piedra situada al lado del camino. Un pequeño dragón chino, largo y delgado como una serpiente, descansaba sobre esta. Su piel era dorada, con el vientre de un tono anaranjado claro. Dos pequeños cuernos parecidos a los de los ciervos sobresalían de su cabeza, y largos bigotes ondeaban desde su pequeño morro. Mediría aproximadamente un metro y medio de largo. Era un dragón joven, posiblemente un guardián de algún templo cercano o del riachuelo que sonaba en la lejanía.- No andáis lejos de este, pero debo advertirte que seas cauteloso. No es una magia común. No es de este mundo.

- Ya, gracias por el consejo Mushu... Creo que sabremos apañárnoslas.- El pequeño dragón voló entre los dos seres y sonrió a la muchacha.

- Ah, hola joven Mia. ¿Cómo estás? Tranquila, la razón por la que sé tu nombre es que soy una especie de dios. No te preocupes, no te haré daño. ¿Se porta bien contigo el grandullón de color rojo? Yo diría que sí... Sueles juntarte con seres con corazones muy puros, Anung. Es curioso, sabiendo cuál es tu naturaleza...- El demonio se giró y señaló al pequeño dragón con el dedo, el cual, divertido, se escondió con una sonrisa tras la jovencita del pelo violeta.

- ¡Eh! No empieces con tonterías si no quieres acabar en una sartén. Y tranquila Mia, no miente. No te hará daño. Como mucho te contará su vida y la tuya. Son criaturas ancestrales. No le hagas daño y no te lo hará a ti.- Y el demonio continuó la marcha, ajustándose el enorme sombrero.

OCC:

[Mushu como el dragón guardián de Mulan?]
Era una linda sensación la que la pequeña sentía al volver a China después de 3 años era el primer viaje que había realizado con su tía su única pariente viva y el ultimo antes de que la ascendieran a general de sus tropas luego de eso no la había visto mucho,pero venia mas concentrada en el viaje y en paisaje de china del que le venia tanta nostalgia,había estado todo el viaje mirando por la ventana,el helicóptero los había dejado a varios kilómetros de su objetivo ,pero no era mucho problema caminar estaba bastante acostumbrada por el entrenamiento militar básico que le había proporcionado su tía.

Podía saltarse toda la caminata apareciendolos a ambos en su objetivo,pero precisaría bastante energía,mas de la que ella tenia y no conocía la ubicación exacta de su objetivo lo único que quedaba era sobrevivir al camino,llevaba su cinturón que siempre estaba repleto de varios objetos,venia bastante preparada para la ocación la vestimenta militar que su tía no le dejaba ponerse ni en casa y el cabello en dos coletas bastante largo y preparada con los relicarios que Hellboy le había dado.

-Vale mejor comenzar entonces,hace mucho que no vengo por aquí,aunque por suerte cuando vine no me tope con nada-venia a veces saltando de roca en roca como si aun tuviera 11 años.

Era un buen clima y el paisaje de china era mas lindo de lo que recordaba,le gustaban los climas fríos,de pequeña jugaba en los bosque de bambu con su hermana cuando visitaban china con sus padre,siempre terminaban perdidos,había estado callada gran parte del viaje esta que vio al extraño dragón frente a ellos.

-Wow- fueron las únicas palabras que pudo decir obserbando al dragón con atención,pensaba que podía ser alguna especie de muñeco animatronico,pero al parecer era posible que no lo fuera,desde la colisión algunas cosas eran bastante extrañas- Tampoco había visto magia de esa- correspondiendo a la sonrisa del dragón con la suya que parecía que tuviera los típicos colmillos de gato.

-Bien,pero cual es tu nombre?-observando al dragón,hubiera tomado un foto pero su comunicador y su teléfono se habían quedado en su traje-Un dios no se ve eso todos los días,pero si tranquilo se porta bien-riendo-puede ser divertido que me narre su historia creo,pero que sabes acerca de mi vida-mirando al dragón un poco intrigada-

Atalaya. Orbitando alrededor de la Tierra.

Un tajo vertical sobre el robot, haciendome saltar hacia adelante, derribando su cuerpo partido a la mitad para luego dar una voltereta y clavar mi espada en el torso de un segundo ser metalico, girandola hacia la derecha para romper los cables y posteriormente, arrancar de cuajo mi arma para desgarrar los circuitos. Tomando por el cuello a la carcasa metalica rota, avance contra un tercer robot con la espada por delante empuñada en mi mano derecha, cubriendome de los disparos con el cuerpo del segundo que habia eliminado hace unos segundos. Mi espada fue a clavarse en su "abdomen" robotico, cortando los circuitos que alimentaban sus piernas. Desvie despues la espada hacia la derecha, cortando una parte del mismo para despues, arrojar al segundo robot contra un cuarto, estrellandolo contra una pared.

-Deteniendo simulacion. Evaluando daños. Reproduciendo fotogramas. Midiendo estadisticas.
-La maquina de la Atalaya estaba trabajando, mientras Cyborg sonreia desde el punto de vigilancia. La maquina apago la simulacion, quitando el ambiente de la ciudad de Metropolis para poner la habitacion blanca que era esa sala de entrenamiento. Me quite los sensores del cuerpo y limpie las pocas gotas de sudor que tenia en mi frente, estirandome despues. -Sujeto: Diana de Themyscira. Daños en simulaciones: 97%. Tiempo de combate: 54 segundos. Daños colaterales: 71%.

-Diana, tienes que seguir igual de precisa que siempre, pero evita hacer destrozos en los alrededores, ¿Esta bien? -Asenti con firmeza y tome un trago de agua, caminando hacia afuera de la habitacion, esperando otro ambiente de simulacion para practicar con Cyborg. No queria que mis musculos se relajasen mas de lo necesario, pues siempre habia algun problema que requiriese mi ayuda o la ayuda de toda la Liga de la Justicia. -Diana, estamos listos. -Entre a la habitacion de nuevo, preparandome para lo que Cyborg hubiese puesto como simulacion. Mi sorpresa fue que, en vez de ser una ciudad con robots, monstruos o desastres, estabamos en el aire, volando delante de cazas de combate negro que nos disparaban.- Entra, Diana. El objetivo de esta simulacion es encontrar la forma de apagar estos aviones sin eliminar a los pilotos.

Asenti y di un salto, quedandome en flote, hasta que la simulacion volvio a correr. Las balas, unos misiles y hasta un rayo laser, salian disparados hacia mi por mi retaguardia. Dando piruetas, giros y volteretas en el aire, podia evitar tantos disparos como me era posible. Me gire, bocarriba, mirando hacia los aviones, para poder bloquear con mis brazaletes los rayos laser. Al bloquearlo, una chispa de imaginacion me dio la solucion permitiendome imaginar una forma de como dañar a esos aviones: Cuando un rayo laser salio disparado hacia mi, puse mi brazalete derecho para que se reflejara y volviera al punto cercano a donde habia sido disparado, moviendo un poco el brazo para que el angulo de reflexion cortara el cañon de donde salia el disparo. Me incline, despues, hacia adelante, y salte hacia los cañones de donde salian las balas que me disparaban, arrancandolos de cuajo para arrojarlos contra el cañon de otro avion.

Cuando iba a saltar hacia el caza que habia atacado, la simulacion se pauso.

-¿Que pasa, Cyborg? ¿Por que lo paraste?
-Diana, estas recibiendo un mensaje de Arion en tu comunicador. -Alce una ceja y camine con rapidez hacia la puerta de la habitacion, tomando mi comunicador para ponermelo en el oido.
-¿Si, Arion? ¿Que necesitas?
-¿Diana? Aquí Arión. Me encuentro en la provincia de Shandong, en la ciudad de Tai'an, en China, cerca del monte Tai. Estoy detectando una fuerte presencia de energía demoníaca en una de las montañas, y parece demasiado poderosa como para poder enfrentarlo solo. Voy a necesitar ayuda. ¿Crees que podrías venir hasta aquí lo más rápido posible? Te envío las coordenadas exactas.
-Esta bien, Arion, no te preocupes. Llegare lo mas pronto posible. -Cerre el comunicador, esperando que Cyborg me diese las coordenadas que Arion me mando y cuando las habia anotado mentalmente, hice un gesto con la mano, indicandole a Victor que despues continuariamos- Procurare no tardarme, esperemos que no sea la gran cosa. Nos vemos despues.


Y, tras salir corriendo de la Atalaya para tomar un transportador de Ondas Z a Tokio, sali volando de la ciudad japonesa en direccion al lugar, poniendo mis brazos por delante e impulsandome a toda velocidad. Pasaba las urbes, ciudades y aldeas chinas, llegando a unos peligrosos montes donde el entrenamiento era maravilloso en lo que a meditacion, artes marciales y condicionamiento fisico se trataba. La selva era un lugar peligroso al cual no todos estaban preparados, pero del que salias hecho un guerrero increible. Pronto me gustaria volver a los bosques asiaticos a entrenar un dia o dos, para recuperar un poco de practica. Pero ahora tenia que concentrarme en ayudar a Arion en eso que lo inquietaba. A la velocidad con la que iba, llegaria en cuarenta o cincuenta minutos.

Al llegar a las coordenadas exactas, pude ver a Arion, con su elegante porte magico que lo caracterizaba como el Sumo Hechicero de los Atlantes. Y lo mas curioso es que estaba montado en una bestia parecida a un grifo, pero, mas extraño aun. Como si fuera un unicornio, pero ardiente, y con cuernos de ciervo. Quizas sea un aliado de Arion, o una criatura que el mismo invoco. En cualquier caso, no temia nada de lo que pasara si el mago estaba cerca.

-Hola, Arion -Lo salude con la mano, sonriendo amistosamente- ¿Sabes que es a lo que nos enfrentamos?

Una lucecita indico poco después que se había detectado al primer intruso, Herr Schmidt, tenemos visual sobre un objetivo, permanece estático a largo alcance, gracias, capitán, pase la imagen a mi monitor y manténgase a la espera, allí flotando en el aire estaba el pelirrojo que intervino en el desastre de Orochi, bueno, no era el Capitán América, pero sería un buen premio de consolación, prepare los drones de combate y un ataque de misiles sobre él, pero esperen a mi señal para ejecutarlo, dijo de nuevo.

Mmmm, es guapo, ¿me dejaras divertirme con él cuando esté derrotado?, dijo Madame Hydra con voz lasciva, está adorable montado en ese Pequeño Poni de colores, disfrutaré quebrando algo tan adorable, el Cráneo la miro, Lo primero es cumplir el objetivo, si falla podrás quedártelo como juguete si quieres, pero si funciona lo necesitaré durante un tiempo al menos, ve a prepararte, no queremos defraudar a nuestros invitados, solo una pregunta antes Johann, ¿por que misiles y drones? Uno solo de los dos sería suficiente para atraerlo ¿no?.

Schmidt rió, pero no tardó en responderle a Viper, le convenía conocer a ese enemigo en concreto antes de enfrentarse a él, Ese tipo percibe el peligro de algún modo, en nuestro anterior encuentro pude verlo en acción, pero si el peligro le rodea no le es tan fácil, queremos que vengan aquí querida, pero no es necesario que llegue en perfecto estado de salud, la mujer sonrió a su vez y saludo, ¡¡HAIL HYDRA!!, retirándose después.

Arión seguía estático, debía esperar refuerzos, habría que evaluar bien la situación, aunque en la fuerza tenían todo un ejercito no seria suficiente para detener a los Vengadores al completo, si fuese a servir de algo el Cráneo Rojo rezaría para que parte de esos refuerzos incluyeran a Steve Rogers, pero dudaba que el Capi fuese de los primeros en llegar, quizás Stark o la dichosa bruja, bueno, pronto descubrirían los juguetes nuevos que tenía HYDRA y saldrían de allí como sus marionetas o como cadáveres...

Señor, otro blanco se encuentra en posición, ¿acaso ese imbécil no se daba cuenta de que él tenía la imagen delante y podía verlo?, Gracias capitán, dijo secamente mientras observaba como hablaban, así que no era un Vengador, era Wonder Woman, según los registros era muy peligrosa, pero no dejaba de ser un blanco para su pequeño experimento, Inicien el ataque inmediatamente, no queremos que sean demasiados cuando vengan Capitán.

Los drones de combate que se habían mantenido a la espera iniciaron inmediatamente el ataque, no eran una verdadera amenaza para los dos héroes, pero si lo suficiente para darles trabajo y quizás anotarse algún impacto, pero lo peor llego unos segundos después, perfectamente coordinados, una docena de misiles antiaéreos sorprendió a los héroes desde otro angulo, las explosiones no permitían ver bien la imagen, Informe capitán.

OFF:

OCC:

- Vamos demonio, no te enfades. Sabes que en el fondo no os deseo nada malo... Pero lo que hay por ahí os pondrá a prueba. Puedes llamarme Panlong pequeña Mia. Sobre tu historia... Veo que fue dolorosa, especialmente la parte de las torturas, cuando intentaron clonarte, pero eso nunca ha frenado tu ansia de aprender o superarte... Mi vida es demasiado larga como para que pueda contárosla ahora. Sólo te diré que, si alguna vez deseas saber más sobre mí, invócame. Podré contarte lo que desees. Ahora, os recomiendo que os agachéis. Los fuegos artificiales van a comenzar.- El dragón sonrió y guiñó un ojo a la chica antes de salir volando a toda velocidad, perdiéndose entre los árboles que había al lado del camino. Hellboy se giró con el ceño fruncido.

- ¿De qué demonios hablas lagartija?- Un fuerte zumbido resonó sobre sus cabezas. Parecía metálico, como un helicóptero. El demonio se ajustó el sombrero y comenzó a correr por el camino.- Vamos Mia. Tenemos trabajo.

A medida que se acercaban el sonido era más intenso. Provenía del cielo. Estaban a punto de rodear una alta montaña de piedra. Estaba convencido de que al otro lado encontraría el foco del zumbido. Sin embargo, al girar lo que encontraron fue una enorme bola negruzca en llamas cayendo contra ellos. Con un rápido salto, el demonio cubrió a la niña. El golpe fue fuerte. Afortunadamente no alcanzó a ninguno de los dos. Hellboy comprobó que Mia estaba bien y se acercó al llameante cuerpo que había caído.

- ¿Qué demonios...? Esto desde luego no es un pájaro.- Era algo grande y metálico. Algunas chispas saltaban de él. Parecía un robot o algo por el estilo. Un dron seguramente. Rojo se acercó y le dio una pequeña patada. Con un sonido metálico varias luces parpadearon y se fundieron con un estallido. Miró al cielo y vio a dos personas luchando contra otros drones. A esa distancia no podía ver quiénes o qué eran, pero parecían humanos. Desenfundó su enorme revolver y corrió hacia ellos. Un nuevo sonido invadió el cielo. Esta vez era algo siseante, algo rápido. Unos pequeños misiles salieron de las montañas y se dirigieron hacia ellos. Hellboy apretó los dientes y aceleró el paso. Supuso que Mia le seguiría por detrás. Tenían que tener cuidado. Se había comprometido a protegerla y eso iba a hacer. Si tenía que llevarse los golpes por que ella estuviese a salvo no dudaría en hacerlo. Dudaba que su arma pudiese causarle daño a los misiles, pero podía intentarlo. Las dos figuras que estaban en el cielo crearon un escudo a su alrededor poco antes de que los proyectiles impactasen contra ellos. Rebotaron y se dirigieron de vuelta a las montañas. Uno en concreto hacia donde ellos se encontraban. Hellboy miró a su espalda y vio a Mia corriendo tras de él. El misil se dirigía a toda velocidad. No podía dejar que le pasase nada.- ¡Mia, fuera de aquí!

No llegó a ver si la joven mutante se desvaneció para huir del punto de impacto. No tenía tiempo de ver si lo hacía. Antes de que el misil se estrellase contra ellos, dio un potente salto y golpeó el morro con la mano de piedra, absorbiendo todo el impacto. La explosión mandó por los aires al demonio, que se estrelló contra el camino varios metros detrás. Le dolía todo, hasta el mismo alma. Al caer, reventó algunas losas del camino. Se quedó allí postrado mirando al cielo. Le salía sangre por la boca y la nariz, y un par de profundos cortes le recorrían el pecho. Apretó los dientes y tosió. Algunas gotas de sangre salieron disparadas, manchando sus blancos dientes y su humeante gabardina. Notó su mano izquierda vacía. El revolver debía haber salido disparado debido al impacto. Los oídos le pitaban y se le nubló ligeramente la vista. Tuvo suerte de que la mayor parte del golpe lo absorbió su mano de piedra. De lo contrario lo más probable es que hubiese quedado inconsciente por completo. Intentó levantarse pero le dolía demasiado todo. Necesitaría un poco de tiempo para recuperarse del impacto. Lo único que deseaba es que Mia estuviese bien.

OCC:

-Claro Panlong y tu Puedes decirme Al,hace mucho que nadie me llamas así,solo deje mi pasado atrás,intentare invocarte cuando vuelva a casa-mientras iba saltando de roca en roca por el camino -Fuegos artificiales?-dijo antes de ver lo que se aproximaba a ellos.

-Vale te sigo el paso-tras ver que Hellboy se daba la vuelta Mia volteo la mirada,tecnología como esa le parecía bastante familiar-Gracias,pero que fue eso?

-Sabes parece una de las maquinas que vi cuando acompañe a mi tía al trabajo,pero no era tan avanzado-A lo lejos podía notarse la sombra de dos personas ,parecía que una de ellas era la amazona que tanto salia en las noticias,al parecer el ataque continuaba y no era uno eran docenas y algunos de dirigían hacia ellos,luego de distraerse unos segundos obserbando los misiles le siguió el paso a Hellboy,los misiles eran pequeños no había problema,cuestión de hacerse intangible y que uno de esos la atravesara.

Logrando ver a la vista un gran objeto dirigido hacia ellos,se desvaneció del lugar en el que estaba parada.Por el impacto del misil comenzó a salir humo del punto de impacto-Anung¡¡-apareciendo al lado de Rojo saco algunas cosas de su cinturón,el sector parecía despejado así que tenia que actuar rápido-No te muevas podría ponerse peor-algunas gasas y el Alcohol de su cinturón para que al menos las heridas no empeoraran,tras tomar apresurada al revolver a unos metros de ellos y a Hellboy los apareció a ambos un poco mas cerca de Diana y Arión pero lo suficientemente lejos como para que ningún misil impactara contra el.

Tuvieran las intensiones que tuvieran tenían que estar de su mismo lado si estaban contra los misiles y los drones,corriendo en direcion a Diana para ayudar con los misiles,siempre que atravesaba tecnología esta se rompió o desactivaba.

Cuando todo parecia que estaria tranquilo, unos drones nos atacaron. ¿Drones? No tenia sentido, de lo que seria una investigacion sobre energias magicas extrañas, se ha vuelto un ataque de gente con recursos. Deberia de haber previsto que algo extraño pasara, pero no que hubiesen mas intereses implicados.

-¡Yo te cubro! -Salte hacia adelante, con mis brazaletes de por medio. Los ataques que estas maquinas no me hacian nada, los disparos y los misiles eran rapidamente repelidos gracias a mi agilidad y mis reflejos. El punto era cubrir a Arion, no importaba si me tocaban los golpes, el hechicero no resistiria muchos ataques fisicos.

Tras unos momentos Arion me cubrio con una especie de escudo o aura verde alrededor de mi cuerpo. Los misiles golpeaban y rebotaban, dandome una proteccion increible. Genial, los beneficios de tener un aliado mago cubriendote las espaldas. Sonrei complacida, y desenvaine mi espada, lanzandome contra los drones para empezar a cortarlos, rompiendo sus torretas, doblando sus rayos laseres, arrojando unos contra otros y derribando los que sobraban a puñetazos. La magia de Arion acabo con otros, haciendo que el trabajo terminase mas rapido ¿Quien demonios los habia mandado? El tipo que lo hubiese hecho, va a sentir unos cuantos golpes en la cabeza por intentar pasarse de listo.

Cuando los drones y los misiles estaban destruidos, mire a los alrededores. El escudo habia repelido la mayoria de los ataques, lanzando los misiles hacia posiciones aleatorias, como lanzar una pelota chica contra una grande. Sin embargo, eso no me daba mucha certeza. Pudimos haber dañado algo o a alguien, lo cual seria contraproducente, pero, esperaba que estos rumbos estuviesen tan vacios como se supone que deberian estarlo.

-Arion, ¿Estas bien? ¿Necesitas algo? Tenemos que encontrar al desgraciado que nos ataco y ver como se relaciona con el misterio que te trajo aqui. -Mientras hablaba, buscaba con la mirada hacia todos lados, esperando encontrar otro ataque. Sin embargo, en el suelo, pude distinguir algo gracias a mis sentidos una presencia extraña, aun para los bosques chinos. Le hice al atlante un gesto para que esperara y descendi volando en picada con la espada en mano.

Grande fue mi sorpresa cuando al llegar vi al demonio rojo del B.R.P.D. tumbado en el suelo con gesto de mareo y de dolor... Y una jovencita. ¿Que clase de equipo tendra esta vez el demonio? ¿Donde estara el hombre pez? Envaine mi espada, acercandome lentamente.

-¿Que ocurre aqui? Hellboy, no esperaba verte por estos rumbos... -Salude a la jovencita con un asentimiento de cabeza y mire al demonio. No se veia bien, y quizas necesitara ayuda.

Señor hemos detectado dos presencias más en la zona, informó el Teniente a cargo de los sistemas de vigilancia externos, y dígame teniente, ¿no es capaz de detectar que estoy en esta sala y veo exactamente las misma imágenes que usted?, ahórrese los comentarios innecesarios, esto no cambia la situación para nada, apartó al capitán de su silla y se sentó, hagan sonar las alarmas y activen las defensas exteriores, que les quede bien claro a donde tienen que venir, son tan estúpidos que parece que habrá que dibujarles un mapa, dijo el Cráneo encendiendo un cigarrillo.

Todo estaba saliendo según lo previsto, pronto esos héroes llegarían a la sala donde se guardaba el cáliz y el conjuro se liberaría, nadie podría impedir que sus planes se completasen, no había posibilidad de fallo o error esta vez, y lo mejor de todo es que ellos saldrían de la base convencidos de su victoria, la inquietante sonrisa del líder de HYDRA incomodaba a sus hombres, pero eso le daba igual, estaba a punto de dar un gran paso a favor de los intereses de su bienamada organización.


Bien chicos, no tengáis prisa en morir, me gustaría que la mayoría de vosotros saliera vivo de esta ¿vale?, dijo Madame Hydra a las tropas reunidas en torno a ella, presionaremos y nos retiraremos, les dejaremos claro que zonas de la base son importantes para nosotros, y seguiréis mis instrucciones al pie de la letra ¿entendido?, se bajó de la caja que había usado para su arenga a las tropas y se dirigió a uno de los jefes de pelotón.

Su unidad ha sido elegida como cebo, posiblemente todos mueran, pero al menos uno debe sobrevivir y ser capturado, revelará que hay un ritual poderoso llevándose a cabo, que el propio Schmidt se esta encargando de todo, sus ordenes son salir a comprobar si hay supervivientes ¿entendido?, ¡HAIL HYDRA!, respondieron todos los hombres del pelotón, por cierto, es importante que sepan que esa amazona posee un objeto llamado el lazo de la verdad, midan sus palabras si es ella la que les interroga, no podrán decir nada que sea mentira, si ven que van a revelar información sensible muerdan la capsula implantada en su boca, ¡HAIL HYDRA!, volvieron a repetir antes de marcharse a una muerte segura.


Los soldados avanzaron por la zona de manera descuidada, como alguien que esta seguro de que su enemigo se ha visto reducido a cenizas, seis soldados de HYDRA llegaron hasta donde los héroes se habían reunido, no tenían ninguna opción, pero aún así atacaron con todo lo que tenían e informaron a la base de que “el enemigo había sobrevivido”

OFF:

OOC: es una respuesta cortita, pero en éste turno no puedo hacer nada más

Hellboy escuchó a lo lejos a Mia. Muy lejos, como si hablase a través de un agujero. Lentamente, levantó el brazo izquierdo y se lo pasó por la mandíbula. Su mano se tiñó de sangre, al tiempo que estiraba su espalda, provocando que esta crujiese. Vio entonces el rostro de la pequeña mutante a su lado, hablándole, pero sin poder entender nada de lo que ella decía. En un abrir y cerrar de ojos, desaparecieron y volvieron a aparecer en medio del bosque. A lo lejos, en el cielo, pudo ver a las dos figuras que luchaban contra las máquinas y los misiles que disparaban por el cielo. Apretó los dientes al tiempo que un nuevo ser metálico se estrellaba contra ellos.

- Más vale que esas mierdas no sean otra vez los putos Ultrons... Creía que había dejado claro lo que opinaba acerca de ellos.- Intentó erguirse, pero un fuerte dolor en el pecho le obligó a volver a tumbarse boca arriba. Buscó a la jovencita con la mano izquierda hasta apoyar su mano contra su espalda.- Mia... ¿Te encuentras bien? Ten cuidado con esas cosas, no son nada agradables...

Poco a poco, su vista se fue aclarando y el mareo fue abandonándole. El intenso pitido fue amainando, dando paso al sonido de explosiones y viento. El olor a hierba y bambú le invadió, mientras su cuerpo se curaba lentamente del impacto. Había sido un golpe duro. Muy duro para ser exactos. Pero había sobrevivido a cosas peores. Un poco de descanso y estaría como nuevo. Ahora que podía ver bien, intentó reconocer a las dos figuras que luchaban contra los misiles. Una parecía una mujer, y la otra un hombre. La primera bajó hasta tocar el suelo, con una espada en la mano. Ahí, a pocos metros de él, reconoció a la princesa de Themyscira, la cual envainó su arma y caminó hacia ellos. Le reconoció, y admitió que no esperaba encontrarle por allí.

- Ya ves. Uno no puede ya ni pasear tranquilamente sin que le caiga un puto misil en la cabeza... ¿Qué demonios es todo esto? ¿Qué son esas cosas que os atacan?- Se irguió un poco y pudo ver bien al otro ser que luchaba aún con los distintos proyectiles que les lanzaban. Vio la melena castaña y larga, y usando magia para protegerse. Era Arión, el mago atlante al que ayudó hace tiempo para recuperar su ciudadela de un antiguo demonio que engañó a su madre. ¿Qué hacían allí? ¿Tendrían algo que ver con las señales mágicas que habían encontrado en el B.P.R.D? Fuera como fuese, al menos no estaban Mia y él solos, y esos dos eran bastante fuertes, de manera que sería más fácil enfrentarse a lo que fuese que les atacase. Escucharon entonces pasos lejanos. Alguien se acercaba hacia ellos. El demonio se levantó como pudo, todavía herido del impacto. Miró hacia el lugar del que provenían los pasos y vio a varios soldados aparecer de entre la maleza. Apretó los dientes y negó con la cabeza.- Perfecto. No contentos con los bichos metálicos ahora nos atacan unos malditos soldados de mierda... ¡Mia! Alcánzame mi revolver. La cosa no hace más que mejorar por momentos.

No podría luchar tan bien como habría querido, e iba en contra de él matar humanos. Con sus puños habría sido más fácil dejarlos fuera de combate. Enfundó su arma y sacó de su cinturón una granada de gas lacrimógeno. La activó y la lanzó contra ellos, mientras terminaba de recuperarse del todo de las heridas apoyado contra un árbol cercano.

Ya a salvó cerca de un árbol,, Mia pensaba que que las cosas no podían ir peor ya que no tenia mucha experiencia con este tipo de misiones, las heridas de su compañero eran muy profundas pensó que no se levantaría en un buen rato pero Helboy era muy resistente tras verlo volver a hablar se quedo mucho mas tranquila, pero las sorpresas no terminaban ahi.

Hacia ellos se aproximó la princesa de las amazonas la habia visto solo en television, no tenia palabras Diana era su heroina desde pequeña, cuando Diana la saludo Mia la saludo con lamano y luego le respondio a Helboy.
-Estoy bien tranquilo-mirando a Diana-Fuimos atacados por un misil,.
Unos pasos se escucharon entre los árboles, no podia divisar cuantos eran pero parecian pesados como di fueran de metal, caundo al fin estuvieron lo suficientemente cerca logro ver que solo eran unos pocos hasta los podia contar con los dedos de la mano, prestando atension a los androides o drones reconocio los modelos habia visto unos modelod similares en la base militat donde su tía trabaja, Helboy le pidio que le pasará un ravolver que se encontraba a unos metros y Mia se lo alcanzo.

Mia se desvaneció y aparecio tras la cabeza de unos de los androides, observabdo atentamente la cabez del dron podia visualixarse que hizo un par de movimientos y la cabeza del androide se salio, no lo habia dañado solo le impidio usar su cuerpo y la cabeza continuaba funcionando o eso creia. -Es un modelo tan avanzado y lo usan pata esto-diko dijoy tomo la cabeza del androide.

Off rol:

Off rol::

Parecia que el demonio se podria recuperar de esa herida, o al menos, luchar si algo mas pasaba. No sabia especificamente como funcionaba la regeneracion en los seres infernales, pero creo que era algo acelerada, como la que tenia Raven. Hades se encargaba especificamente de hacer de sus soldados unas maquinas de matar que se curan rapido, asi que, no me sorprenderia que el demonio se curase rapido de ese golpe.

Mire hacia todos los lados, esperando no encontrar nada, o al menos, no a primera vista. Estabamos en territorio enemigo con vigilancia probablemente entre los arboles, por lo que no seria raro otro ataque o alguna forma que el enemigo tenga para retrasarnos, pero eso no era problema, confiaba en los poderes de mis aliados y en los mios para darle una buena paliza a los tontos que se atreviesen a retarnos.

-No se que es lo que nos atacaron, pero estoy aqui para ayudar a Arion con unas anomalias que detecto. ¿Vienen ustedes por algo similar, o estan buscando otra cosa? -Mire a la jovencita. Es decir, era un tanto extraño que Hellboy estuviese acompañado de un menor... Yo a veces llegue a salir con Cassandra cuando era niña, y Batman tenia a sus Robins, pero es bastante nuevo para el B.R.P.D que los niños acompañen a este tipo de misiones.

Baje mi espada un poco, esperando a que el demonio se recuperase, cuando unos ruidos se escucharon. Eran pasos, de bastantes persons a decir verdad. Demonios, ahora nos mandaban soldados a detenerlos. Bueno, no es la primera vez que le pateo el trasero a unos cuantos hombres con pistola, asi que no seria mucho problema.

Di un salto hacia arriba, me eleve en el aire y cai en picada sobre uno de ellos con los zapatos por delante para derribarlo. Una granada cayo cerca mio, asi que me arroje hacia un lado tacleando en el proceso a uno de los soldados, cuando vi que estaba la niña peleando contra los soldados.

-¡Eh, niña! ¡Ten mas cuidado si vas a pelear! -Levante mis brazaletes para detener las balas que me arrojaban, echando mi pie hacia atras para darle otra patada al soldado que habia tacleado. Me acerque a la muchacha y me puse delante de ella, cubriendola de los disparos con los brazaletes que se movian rapidamente para detener cada bala que sus armas arrojaban contra nosotras.

Rapidamente, con mi mano izquierda, tome mi diadema y la arroje hacia uno de ellos, dandole directamente en el pecho y echandolo hacia atras, de modo que tiro su arma. Me adelante rapidamente para ir a golpear a otro de los soldados de una patada en el pecho, de modo que solo quedaban dos. A uno lo agarre facilmente del pecho y lo arroje hacia atras lejos del lugar para que Hellboy le pegara, y al ultimo, con una sonrisa, lo derribe de una patada, sosteniendolo en el suelo con mi pierna.

Tome mi lazo de la cintura y lo amarre por el torso con este para que no se pudiera mover y pudiese averiguar mas que estaba pasando.

-El lazo te obliga a decir la verdad y solo la verdad. -Aprete un poco la cuerda-¿Que esta pasando aqui? ¿Quien esta detras de todo esto? -No estaba de mucho humor para locuras, asi que mas le valia saber lo que le estaba preguntando o le iria bastante mal.

El demonio observó como Diana se encargaba de los últimos soldados que quedaban, hasta quedarse con uno solo. Las heridas poco a poco iban curándole, y se sentía algo mejor. Al menos el intenso dolor y la sensación de mareo habían desaparecido. Cuando Arión aterrizó y se dirigió hacia él estrechó su mano apretando ligeramente los dientes por una pequeña tirantez en el costado.

- Estoy bien, tranquilo. Nada que no pueda curarse con un poco de tiempo. La razón por la que estoy aquí es que hemos detectado una poderosa fuente mágica oscura en esta zona. No sabemos muy bien quién es el responsable, pero desde luego está planeando algo gordo y muy feo. Me alegra ver que no estamos solos.- Entonces se dio cuenta de que la pequeña Mia estaba a su lado mirando a Diana después de la pregunta del mago.- Se llama Mia. Mia Shadow. Os presento. Mia, estos son Diana y Arión. Dos buenos aliados. Mia es una pequeña mutante capaz de teletransportarse, lo cual nos vendría genial para entrar en una base secreta sin llamar demasiado la atención o salir de esta si la cosa se pone muy fea. No os dejéis engañar por su apariencia, es muy buena en lo suyo.-

Hellboy guiñó un ojo cómplice a la pequeña mutante y volvió a apretar ligeramente los dientes mientras las últimas heridas terminaban de curarse. Ahora tan solo tenía un aspecto horrible por cómo había quedado la gabardina, pero por fortuna se encontraba mucho mejor. Fue un alivio que Diana y Arión hubiesen estado allí. De lo contrario habría tenido que luchar en un deplorable estado contra un montón de soldados y quien sabe qué habría podido pasar. Podrían haberlo capturado y obligarle a abrir el infierno, o algo peor.

Observó entonces a la amazona usar el lazo. El soldado cantó como un canario enamorado, desvelando que no sólo había un enorme ejército perfectamente preparado para la batalla esperándoles en la base secreta, sino que además Cráneo Rojo estaba detrás de todo esto y que había encontrado una fuente sobrenatural con un poder enorme que pretendía usar sin ningún tipo de escrúpulo. Eso era una complicación de las gordas. El B.P.R.D se había enfrentado de manera clandestina a HYDRA un par de veces. Era de las pocas cosas que compartían con S.H.I.E.L.D. Sin embargo, sus enfrentamientos habían sido un secreto al resto del mundo. Ninguna de las dos organizaciones querían que se supiese que existían, y desvelar a la otra habría significado su propia condena. El Cráneo ya se la había jugado un par de veces a Hellboy y sus compañeros, pero esto parecía ser algo mucho más feo y peligroso de lo que hasta ahora había hecho el alemán. Arión comenzó a enfadarse y su temple sereno y tranquilo cambió por uno mucho más cruel y despiadado. El demonio apoyó su mano sobre el hombro y negó con la cabeza ligeramente.

- No necesitamos saber más... Y no es bueno usar la nigromancia. Ese poder es oscuro y muy peligroso. Ya me he enfrentado a demasiados brujos que la usaban desenfrenadamente, y todos han acabado siempre mal. No es más que un pobre imbécil que no sabe ni lo que hace.- El demonio se giró entonces mirando a las montañas. Sabía de dónde habían salido los misiles. Seguramente allí es a donde deberían dirigirse.- Cráneo Rojo es el líder de Hydra, una organización secreta que tan solo busca la destrucción y la esclavitud de cualquier héroe o persona de bien en este mundo. Le gusta de vez en cuando juguetear con los límites de la realidad, pero si es cierto que está planeando usar un artefacto capaz de limpiar de un plumazo a cualquier super héroe del mundo, la cosa pinta mucho peor de lo que originalmente pensaba. Necesitaremos todo nuestro potencial. Es bueno saber que estás al máximo Arión. Esto va a ser parecido a nuestra aventurilla en el Mundo Oscuro*. Yo puedo encargarme de derribar muros si es necesario, así como de enfrentarme a varias decenas de soldados a la vez, y Diana supongo que tres cuartas partes de lo mismo. Mia, Arión y tú podríais encargaros de buscar ese artefacto o arma usando vuestro sigilo. Una vez localizado destruirlo será nuestra principal prioridad. Pero hay que ir con cuidado. Estas mierdas suelen ser muy cabronas. No se pueden destruir así como así. Probablemente necesitemos algo capaz de soportar un embrujo muy poderoso. Eso podemos hacerlo Arion o yo mismo, si uso mi mano para acabar con ello. Es prácticamente indestructible, así que no creo que me duela más que el misil que me ha estallado en la puta cara... ¿Tú qué opinas al respecto Diana?-


*Véase en "Shout at the Gods."

Mia observo como Arión interrogaba al soldado,parecía un tipo bastante serio, y que las cosas iban enserio,pero se notaba sabia lo que hacia por algo estaba del lado de los héroes,durante el interrogatorio la pequeña se quedo sentada junto al grandullón mientras se curaba,se había salvado por un pelo de morir.
Parecía que que entre todos eran viejos amigos , la suerte les iba mejor al menos ahora no estaban solos, necesitaran toda la ayuda posible contra el gran ejercito de Cráneo rojo si era tan poderos como decía.

Poco después de que Arión terminara de interrogar al pobre soldado , Hellboy se levanto del suelo con sus heridas que iban a su mismo paso cerrándose ,lo único que no iba a repararse solo era su gabardina. Mia suspiro aliviada porque Rojo ya se había recuperado o al menos estaba bien.

-Encantada de conocerlos-miro a Arión y Diana , y luego a Hellboy-que suerte que no estamos solos en esto,hubiera tenido un considerando que lo que nos espera es un ejercito y mas hubiéramos terminado muy mal si lo hacíamos solos, ya tendría el rango de general si tuviera la edad suficiente.

-As enfrentado magos también?, a lo único que me eh topado yo es a un fantasma y no muy amistoso-Mia escucho lo que Rojo les decía hasta que surgió una incógnita-y como esa maquina es capas de borrar a los superheroes y como es capas de distinguir entre un bando y otro un aparato.-seguro esa maquina tenia un poder muy destructivo.-Si tender cuidado.

Cráneo Rojo seguía mirando los monitores, el lazo no le preocupaba, la nigromancia con la que amenazaron a su soldado tampoco, sus hombres no conocían suficiente del plan como para ponerlo en peligro, aquellos sucios “héroes” ni siquiera habían matado a sus hombres, los dejaron gravemente heridos e inconscientes, listos para que las autoridades locales se encargaran de ellos, no sería difícil liberarlos de las cárceles chinas por un módico precio y recompensarlos por su valor y lealtad, la inquietante sonrisa de Johann se reflejaba en las pantallas frente a él.

Pantallas que no perdían de vista aquella cosa que había invocado el mago, una especie de ojo translucido, no había que ser un genio para darse cuenta de cual sería la función de esa cosa, bien, lo dejaron acercarse bastante, quería que encontraran la habitación del cáliz, pero tampoco era cuestión de que les pareciera demasiado fácil, aunque fueran unos estúpidos podrían llegar a la conclusión acertada, aunque fuera por accidente, así que dejó que el ojo examinara los niveles exteriores, pero cuando se aproximó más y fue detectado por los sensores cercanos, permitió que los sistemas auxiliares abrieran fuego.

Capitán, parece que nuestros invitados no se deciden, que suenen todas las alarmas a ver si eso los atrae, y si no empiezan a moverse antes de dos minutos lance los cazas a “patrullar la zona”, eso hará que se pongan las pilas, señor, si, señor, dijo el capitán antes de repetir como un loro las instrucciones a sus subalternos, normalmente prefería la lealtad a la inteligencia en sus tropas, pero este capitán estaba demostrando que quizás era demasiado... “leal”, cuando todo acabara igual había que buscarle un destino acorde a sus capacidades.


Cuando las sirenas tronaron en toda la cordillera. el ojo no tardo en volver con su señor y transmitirle las imágenes que había estado captando, había localizado varias puertas grandes, bien defendidas por tropas de tierra, incluidos tanques pesados en algunos casos, confirmando lo que el soldado les había dicho, ahí dentro había un ejercito completo; lo que parecían las entradas principales sin embargo estaban en los niveles superiores y había bien ocultos varios hangares de aeronaves, tanto comerciales como de transporte, muchas de ellas preparándose para despegar, así como tropas de asalto con extrañas mochilas a la espalda listas para entrar en acción.

La mejor opción hasta ahora parecía seguir siendo la pequeña puerta oculta no demasiado lejos de allí por la que habían salido estos tipos, aunque ahora con las alarmas sonando era posible que también estuviera defendida... Los héroes se aproximaron entonces tratando de moverse rápido y sin llamar la atención de posibles defensores, allí parados, junto a donde debería estar la puerta había dos soldados fumando un cigarrillo y charlando, el ojo le confirmo a Arión que poco detrás de ellos había una abertura y que apenas había tropas en ese pasillo.

Las alarmas resonaron por toda la montaña. Podrían haberse oído a kilómetros de distancia, entre otras cosas debido a la paz que se respiraba en aquel lugar. Realmente costaba imaginarse que hubiese una enorme base militar allí escondida. Al ver el paisaje, uno habría imaginado que, a lo sumo, habría algún antiguo templo o casas de granjeros. Pero en ningún caso enormes máquinas que arrasaban todo a su paso o grandes antenas enfocadas hacia el cielo. Era diabólico. Todo aquello. Un ejército preparado para defender y atacar cualquier cosa que el propio Cráneo les mandase.

La opción de Arión parecía la más viable y adecuada. Él y Diana se encargarían de una distracción, mientras el mago y la pequeña mutante entrarían a intentar destruir el arma o lo que fuese que se traía entre manos el alemán. Hellboy asintió, sin dejar de mirar hacia las montañas con el rostro serio, en dirección a donde se encontraba la base.

- Tened cuidado. Sabrán que vosotros dos estáis intentando entrar de otra forma o planeando algo en cuanto vean que tan solo Diana y yo atacamos directamente. Doblarán la protección en el interior donde tengan lo que sea que guardan ahí. Cráneo es muy peligroso, no lo subestiméis. Y si os encontráis en peligro, entraremos a buscaros.- El demonio miró entonces al atlante con sus amarillos y brillantes ojos. Era peligroso, muy peligroso, especialmente para Mia. Ella todavía era una niña, y además no poseía ningún poder regenerativo o de protección mágica, de manera que estaba más expuesta a un ataque o contratiempo que el resto, cosa que no agradaba al demonio ni lo más mínimo. Él se había comprometido a cuidarla y protegerla al llevarla a aquella misión, y la idea de separarse no le gustaba. Pero si había alguien capaz de protegerla, ese era Arión. Su magia podría ocultarla o sanarla si se diese el caso. Además, contaba también con sus poderes para huir o pasar desapercibida. Se agachó hasta estar a la altura de la pequeña mutante y le sonrió.- Mia, quiero que me escuches con atención. Arión y tú os encargaréis de encontrar lo que haya allí dentro. Pero tenéis que tener muchísimo cuidado, ¿entendido? Nada de locuras. Yo no estaré ahí para protegerte, así que deberás hacer lo que Arión te diga. Si te dice que te escondas, te escondes. Si te dice que corras, corres. Y si te dice que uses tus poderes, los usas. ¿Vale? Esto acabará pronto y podremos volver a casa tranquilamente. Y si estás en peligro, no mires atrás, ¿lo has entendido? Si tu vida peligra y no puedes hacer nada más que huir, huye sin dudarlo. Cuida de ella amigo.-

Se levantó después de abrazar con cuidado a Mia y de apoyar la mano izquierda sobre el hombro del atlante. Confiaba en él, pero sabía que la situación sería peligrosa para todos, especialmente para ellos, ya que pensaban colarse dentro de una base militar de Hydra. La cosa estaba a punto de ponerse muy pero que muy interesante.

Hellboy y Diana corrieron ladera arriba, hasta alcanzar el otro lado de las montañas. En la falda de la montaña colindante pudieron ver un enorme edificio, con miles de soldados recorriendo sus inmediaciones, y los infernales ruidos de las alarmas proveniendo del mismo. Bajaron la ladera del la montaña, hasta encontrarse a escasos metros de la gigantesca base. Estarían a unos cincuenta metros más o menos. Podían escuchar a los soldados hablando entre sí, corriendo de un lado para otro. Tenían que conseguir una distracción, pero tampoco podían aparecer en medio de todos los soldados o los convertirían en coladores en cuestión de segundos. Tenía que haber alguna forma. Un detonante para que cundiese el pánico. El demonio miró a su alrededor y encontró lo que buscaba.

- Premio.-


El agente Müller estaba apoyado en un tanque tranquilamente, a punto de encenderse un cigarrillo. El sol le golpeaba la cara con fuerza, provocando que tuviese los ojos entrecerrados para evitar el dolor que sentía por el astro rey. Chasqueó el mechero un par de veces y por fin consiguió encender la pequeña llama de color amarillo. Acercó el extremo del pitillo a esta, quemándolo ligeramente. Algo tapó repentinamente el sol antes de que volviese a estar ahí su fuerte luz. Inconscientemente, el soldado levantó la vista para ver que había sido, justo para ver como una piedra del tamaño de una furgoneta volaba directamente a donde se encontraba él. Dio un grito y de un salto se alejó del tanque, el cual quedó abollado bajo la gigantesca roca, provocando que se girase con un sonido metálico fuerte, como si estuviesen arrastrándolo contra el suelo. En segundos, varias rocas de diferentes tamaños pero todas siempre lo suficientemente grandes como para aplastar un vehículo comenzaron a caer alrededor de todos los hombres. Todos gritaban y corrían de un lado para otro evitando ser aplastados. En la ladera de la montaña, el demonio y la amazona lanzaban esas enormes rocas contra ellos, creando más caos del que ya había con todas las alarmas y sirenas que sonaban a su alrededor. Uno de ellos fue capaz de ver de dónde provenían los proyectiles, señalando en dirección a la montaña. Comenzaron a disparar contra ellos y algunos se subieron en los vehículos, preparándose para abrir fuego contra los agresores.

- Hora de que lleguen los refuerzos aéreos. Vamos Diana, dales lo que se merecen a esos cabronazos.- Y mientras la amazona salía a toda velocidad para atacarlos desde el cielo, el demonio seguía lanzando rocas a diestro y siniestro, haciendo que estas rodasen con violencia por el suelo, llenándolo todo de escombros y polvo. ¿Arión había pedido distracción? Pues toma distracción.

Diana y Hellboy hicieron bien su trabajo, rápidamente tropas de HYDRA surgieron de todas partes del complejo, cientos de hombres y mujeres sin aprecio por sus propias vidas cayeron sobre ellos con apoyo de artillería y algunos escuadrones aéreos, un ejercito formidable, bien entrenado y armado que estaba siendo capaz de hacer retroceder al demonio y a la heroína, pero a un alto coste en vidas, al parecer las fuerzas de HYDRA disponían de un avanzado armamento capaz incluso de dañar a seres como Hellboy o Diana, y lo que se les había antojado como la parte “fácil” se estaba tornando en una ardua tarea, al menos habían logrado su objetivo, si todos estos tipos estaban aquí, Arión y Mía lo tendrían más fácil.. o quizás no.

Johann sonreía desde la sala de mando mientras veía como todas las piezas del plan iban encajando donde debían, había que reconocer que la información que la criatura le había dado era precisa, Ahora capitán comprobaremos si el precio que hay que pagar por usar este pequeño artefacto esta justificado, dijo el Cráneo Rojo y de un rápido movimiento atravesó con su enguantada mano el pecho del infortunado, arrancándole el corazón y depositandolo en una extraña bandeja que parecía hecha de cristal, pero que se tornó negra cuando la sangre empezó a cubrirla, gracias por su desinteresada colaboración capitán, dijo entonces con sarcasmo, al fin ha sido usted capaz de hacer algo útil por la organización.

El uso del pequeño artefacto quedo ahogado para los sentidos de Arión por el poderoso ritual y su sentido del peligro no fue capaz de avisarle de lo que estaba a punto de ocurrir, él y Mía se disponían a teleportarse hacia el interior de un pasillo vació, pero cuando lo hicieron el Mago Atlante se dio cuenta de que algo había salido terriblemente mal, no estaba en un pasillo, sino en una sala circular, sentía un fuerte poder demoníaco en las inmediaciones, de algún modo estaba al lado del lugar en el que se había realizado el ritual, había perdido el contacto con el ojo y eso le aturdía aún más, tirada en el suelo cerca de él se encontraba una hermosa joven que parecía herida, sujeta por unas pesadas cadenas que no parecían tener ningún cierre, debía ser una de las víctimas de aquel sucio ritual.

Lejos de allí, casi en la superficie Mia se encontraba en el pasillo, con el Ojo que había convocado Arión flotando junto a ella, pero al carecer de la voluntad de su amo para darle nuevas ordenes no parecía que fuera a serle muy útil, debía decidir por ella misma que hacer a continuación, seguir ella sola y sin ningún tipo de ayuda con la búsqueda del objeto demoníaco o bien buscar a Arión y averiguar que estaba ocurriendo realmente allí, quizás fuese solo una niña, pero había algo que no olía bien desde el principio y ahora quizás fuera ya demasiado tarde para solucionarlo.

Turnos:

Justo cuando dirigió su vista al techo la mujer se movió como la víbora que era besando a Arión y liberándose después de sus brazos con un fuerte empujón aprovechando el momento de confusión del Mago Atlante, Eres un chico delicioso Ahri'ahn, cuando me dijeron lo inocente que eras no podía creerlo, estoy segura de que vamos a divertirnos mucho juntos, dijo por fin Lady Hydra con su más picara sonrisa, se arrancó los restos de aquel vestido y tomó el látigo que tenía escondido entre sus pliegues, espero cariño que sepas valorar el considerable esfuerzo que he tenido que hacer para poder conseguir esta agradable cita contigo, y que me lo sepas compensar adecuadamente... quieras o no.

Arión se dispuso a tomar su arma para defenderse de la mujer, pero sus reflejos eran lentos y se notaba torpe, incluso con la visión un poco borrosa, aún no había extraído la espada de su funda cuando el primer latigazo se descargó en el dorso de su mano que sangró profusamente, Tendrás que disculparme, pero un viejo amigo tuyo me advirtió que eras un gran espadachín, y si te permitía luchar en igualdad de condiciones quizás esta cita no acabará como debe hacerlo, continuó en tono juguetón, sin duda iba a disfrutar esto casi tanto como lo que vendría a continuación.

Los movimientos del Mago eran torpes y erráticos, era incapaz de fijar la vista en su enemiga, y cuando lo lograba esta se teleportaba a su espalda y descargaba un nuevo latigazo en su espalda, pero se estaba asegurando de no causarle un verdadero daño, se limitaba a causarle cortes superficiales y como Arión descubrió extrañado a cortar meticulosamente su ropa, ¿acaso la intención de la mujer era desnudarlo? Y si era así ¿con que fin podía estar haciéndolo? Pero que no quisiera causarle un daño irreparable no evitaba el dolor de los cortes que tenía por todo su cuerpo, era incluso demasiado dolor para unas heridas tan superficiales, cada vez estaba más débil y confuso, pero a la vez se sentía extrañamente excitado.

Creo cariño que es hora de llevar nuestra relación al siguiente nivel ¿no te parece?, la mujer no dejaba de hacer insinuaciones y de hablarle como si fueran una pareja, lo que sin duda estaba diseñado para ir aumentando el miedo de Arión por lo que tenía intención de hacerle a continuación, también hablaba continuamente de un “viejo amigo” del mago, pero cuidándose mucho de revelar quien era, me parece que el veneno y las drogas que te he estado inoculando ya habrán hecho todo su efecto cariño, ahora es el momento de que tu me des algo a mí, un nuevo latigazo se descargó sobre el pecho de Arión arrancándole el último pedazo de sus ropajes y arrojando lejos de el la gema que contenía su más moderna versión.

El juego había acabado, Arión estaba débil y apenas podía mantenerse en pie, de un diestro movimiento el látigo de Viper se enrolló en su cuello y lo arrastró de bruces al suelo, dejándolo sin aire y sin fuerzas, el mago inmortal intentaba levantarse pero solo consiguió darse la vuelta para ver como la mujer se dirigía hacia él.

Un poco de +18:

Viper salió de la sala y ya desde la puerta se despidió del mago, Ha sido un verdadero placer conocerte, espero que podamos vernos pronto para una segunda cita cariño, dijo entre risas, cuando me haya marchado el sello se romperá para que puedas llamar a tus amigos, adiós Ahri'ahn, no cambies nunca querido, tu inocencia es deliciosa

Off:

El interrogatorio se desarrollo de una manera eficaz. Nadie podia resistirse a los efectos de la verdad que Atenea habia plasmado en mi lazo, ni el mas fanatico de esta organizacion que propaga el odio y el miedo dentro de los nobles corazones como si fuera una plaga sobre los campos. Aunque, lo mas destacable fue la fiereza con la que Arion trabajo contra el soldado, mostrando una faceta que no conocia. Bien, los guerreros tenian que mostrar una mano dura en los momentos de tormenta, o los barcos se hundian inevitablemente.

-Por Hera... -Mencione en voz baja, mientras las energias corrian por el cuerpo del soldado atado. Aunque no tenia muchas pegas en ciertos parametros para interrogar, me sorprendia el uso de la magia como instrumento de tortura. Me cruce de brazos aun sin soltar el lazo y espere hasta que me entro una duda - Espera, Arión. ¿Cuántos nos esperan en la montaña?

La respuesta no me alegro en lo mas minimo. Un batallon de mil soldados era algo peligroso, aun teniendo a Superman o a los Vengadores de nuestro lado. Por mi no sentia problema, pocos conocen mis debilidades, y mis reflejos siempre me habian salvado cuando me he enfrentado contra tiranos y revolucionarios por igual. Sin embargo, salvo por Hellboy, la mitad de este pequeño grupo no tenia la capacidad de enfrentarse a tantos hombres, o al menos, no sin proteccion. Cuando el soldado quedo dormido por el hechizo de Arion, desenrolle mi lazo y me lo puse de vuelta en la cintura.

-Estamos totalmente de acuerdo. No es la primera vez que nos enfrentamos a Supervillanos que quieren acabar con el heroismo de la Tierra. Sin embargo, se suele ganar... Aunque, cada vez mas, los malos tienen planes mas elaborados. -Mire hacia las montañas, mientras el atlante relataba lo que habia visto acerca de entradas secretas. Seria un buen plan, pero en esas fortalezas siempre habia vigilantes y guardianes comunicados por redes seguras que a la mas minima señal daban el grito de alarma. El plan de la ilusion requeria que Arion metiese toda su energia en protegernos, y aunque siempre es bueno tener a un soldado en la retaguardia, un guerrero con una espada vale mas que un guerrero con un libro- No creo que mantenernos con hechizos sea lo mas sensato. Necesitamos un golpe efectivo, directo en la raiz de la maldad.

El mago se puso a recitar un hechizo y justo en ese momento, una esfera parecida a un ojo aparecio, listo para ser guiado por Arion para ver que habia mas alla. Perfecto. Por un instante recorde una cancion de Alan Parsons, pero no recabe en cual era el titulo. Cuando el atlante enfoco toda su concentracion en su hechizo, mire a la mutante que Hellboy habia presentado y despues mire al demonio. Sus heridas regeneraron rapido, por lo que asenti para mis adentros.

-Hellboy tiene razon. El y yo podemos encargarnos de los soldados con nuestra gran fuerza y ustedes entrar rapidamente a detener lo que sea que haya ahi. Si luchamos con bravura, los alcanzaremos despues. Yo puedo detener balas y misiles, aparte de que mi espada es capaz de cortar practicamente cualquier metal conocido por los humanos. Necesitaremos solo que sean rapidos, porque aunque seamos rapidos, no somos Superman para movernos a la velocidad de la luz y desarmar a todo un... -No pude acabar de hablar, porque una fuerte alarma retumbo por toda la montaña. Demonios, que clase de ruido mas molesto. Pese a que tenia un superoido, el sonido fue tan grande que inclusive llego a lastimarme. Gruñi molesta y vi a mis compañeros, justo cuando Arion volvio en si.

El mago respaldaba el plan, por lo que no tenia mucho que comentarle. Parecia que se comunico con nosotros de manera telepatica, porque empece a ver cosas que no habia visto: El lugar, las naves, los tipos de arma y la tropa que nos esperaba: Similar a mi visita a Sudan cuando los problemas etnicos se reavivaron. La gente cuando tiene un arma confunde el poder de su voluntad con el poder de los dioses.

Estabamos listos para irnos, pero no podia empezar una batalla como esta sin rendirle el debido respeto a mis hermanos del Olimpo. Me arrodille y cogi un puñado de tierra, llevandola a mi pecho para despues murmurar en un griego antiguo:
-Atenea, acompaña con valor y sabiduria a estos guerreros, y permiteles descansar con gloria a tu lado en caso de caer. Permite a esta causa justa llegar avante, y por favor, permite que mi brazo golpee solo con el poder de la justicia y la verdad. -Cuando termine, solte la tierra hacia el viento y camine junto a mis compañeros.- Tengan cuidado. Pronto los veremos. Comportense con sabiduria y guiense por el honor, solo asi venceran.

Sali corriendo con Hellboy, mentalizandome para todas las almas que en este momento cruzarian el Caronte para ser juzgadas por Hades, todo en nombre de los malvados hombres que Ares corrompe para mantener la guerra en este planeta. Pero asi somos los dioses, complicados y caprichosos... Cuando nos acercamos, pudimos ver a todos los hombres, moviendose con rifles automaticos, escopetas, granadas, lanzamisiles y toda sarta de armamento de punta. Inclusive, veia cosas que no parecian pistolas conocidas, como una especie de tecnologia poco conocida hasta para el gobierno de EEUU. El demonio se puso a buscar algo para empezar el ataque, cuando vio unas piedras. Las señalo, y sin decir nada, comprendi lo que queria hacer.

Corri hacia los grandes pedruscos y levantandolos con mis dos manos, empece a arrojarlos sobre los soldados, aplastando tanques, Jeeps y agrupaciones de incautos que tuvieron la mala decision de alistarse a HYDRA. El caos se solto sobre las filas enemigas, hasta que alguien nos localizo y empezaron a disparar. Las balas no acertaban, y las que venian hacia nosotros, rebotaban sin problemas con mis brazaletes.

-Es momento de patear traseros. -Desenvaine mi espada y asenti a Hellboy. Con un grito de batalla y un salto, mi mano izquierda sostuvo mi lazo y mi mano derecha la espada.


Cai sobre un soldado con los pies por delante, al cual le clave mi espada en el pecho. Rapidamente, di una pirueta, bloqueando las balas que me impactaban con los brazaletes, mientras escuchaba las alarmas infernales y las piedras cayendo. No queria caer en esto, pero el frenesi de la batalla es una de las experiencias mas contradictorias que sufre un guerrero. Salte hacia adelante, impactando sobre un soldado al cual derribe, justo en el momento en que le lance mi lazo que se enredo en el pecho con fuerza, empezando a girarlo en el aire cual si fuese un yo-yo girando por fuerza centrifuga. El lazo se estiraba y se hacia corto, golpeando con el soldado a los hombres que disparaban, mientras yo me movia de uno en uno, dando saltos y piruetas. Una bala rozo por mi hombro, haciendome gruñir y dar un gemido de dolor. Solte al tipo del lazo, que se fue a estrellar contra la puerta de un vehiculo.


Rodando por el suelo, me levante y clave mi espada en el cuello de un hombre que se habia acercado con una metralleta bastante extraña, justo en el momento en que una granada explotaba cerca mia. Pude reaccionar lo suficiente como para tirarme a un lado sin la espada, pero algunas esquirlas se clavaron en mi piedra. Mis ojos dieron rapidamente una vuelta, callando el dolor como era posible. Mis reflejos seguian actuando, parando balas, hasta que estire mi mano derecha y la espada clavada en la garganta del soldado caido, volvio a mis manos girando como si fuese un sable Jedi. Gracias, Hefesto, tus armas eran increibles. Mis gritos se siguieron desarrollando, mientras saltaba, golpeaba, atravesaba y cortaba con mi espada. Vi moverse un Jeep hacia la posicion de Hellboy, asi que tome mi diadema y la arroje a toda velocidad contra el conductor. El golpe hizo que se estrellase contra la ventana del asiento del conductor, perdiendo el conocimiento y por lo tanto, el control del coche, que antes de estrellarse contra una formacion rocosa, arrollo a dos soldados, esparciendo sus tripas por el suelo.

Una bala se clavo en mi muslo, haciendome arrodillarme un momento, pero no me podia detener. Estaba dispuesta a eliminar a todos estos hombres, al precio que sea necesario, y si mi vida era lo que en este momento se necesitaba, la daria por mis compañeros. Levante la vista y vi como un misil volaba hacia mi, pero pude reaccionar a tiempo, parandolo con la mano que sostenia el lazo, justo para regresarlo como si fuera un balon de americano, y me congratule al ver que estabamos ganando posicion. Me levante, haciendo acoplo de la voluntad para callar el dolor y sali volando a toda velocidad sobre el fuego y los cadaveres contra mas soldados, dispuesta a todo.


La batalla se desarrollo hasta las ultimas consecuencias, con una victoria dificil para nosotros. Hellboy y yo estabamos heridos, pero en pie. Habia muertos, heridos, casquillos de bala y restos de vehiculos por todo el suelo, mientras mi ropa estaba dañada, me sangraba la frente, las piernas y los brazos. Demeter me curaria, y no tendria mas que esperar un rato a que su magia actuase. De cualquier manera, en la retirada, tenia el rayo purpura de las amazonas en el Jet para curar a Hellboy y, si estaban en apuros, a Arion y a Mia. Me pregunte donde estaban, y estaba apunto de preguntarle al demonio que seguia ahora, cuando vi que habia una esfera verde, identica al ojo que hacia rato Arion habia conjurado. Parecia darse la vuelta, como un perro esperando que lo siguiera.

-Parece que tenemos una pista... -Mencione, cansada, mientras limpiaba la sangre de mi espada en la ropa de un moribundo.

OFF:

HYDRA había dado un respiro a los dos héroes del exterior, pero era solo una pausa momentánea, cuando Diana pudo ver el Ojo que había invocado Arión otra de las grandes compuertas se abrió, revelando nuevas fuerzas hostiles que se empeñaban en expulsarla de allí junto con Hellboy, ambos héroes estaban heridos pero recuperándose, pero no sabían de cuantas fuerzas más dispondría HYDRA.

La amazona comenzaba a sospechar que quizás todo esto solo fuera una distracción, que Arión tuviera problemas y no respondiera al comunicador solo confirmaba estas sospechas, según les dijo Iron Man hace tiempo HYDRA era capaz de cualquier cosa y siempre se basaba en el engaño, quizás todo lo que pretendían era atraer a Arión y se encontraba en verdaderos problemas.

OFF:

Ambos golpeaban a los soldados con fuerza, con tanta fuerza que más de uno se iba con los huesos rotos volando por donde había venido. Habían tenido que abandonar la ladera de la montaña y ahora luchaban cuerpo a cuerpo contra los miembros de HYDRA. Diana paraba las balas con una velocidad y agilidad increíbles, demostrando los reflejos de diosa que la hacían famosa. Hellboy por su parte se cubría la cara con su mano de piedra. No era tan ágil como la amazona, pero su mano cubría una superficie bastante mayor que la de la diosa, gracias a lo cual podía parar balas con mayor facilidad. Varios proyectiles impactaron contra su cuerpo. Algunos rebotaban contra la gruesa gabardina, y otras eran capaces de herir la carne del demonio. Sin embargo, gracias a su factor de curación, estas heridas desaparecían en cuestión de segundos, con las balas cayendo al suelo a su alrededor. No usó su revolver ni sus granadas ya que no eran seres sobrenaturales a lo que se enfrentaban, y aunque cualquier disparo proveniente de su enorme arma habría abierto un enorme agujero en el pecho de cualquiera, la munición santificada era difícil de conseguir, pero sobre todo, lo que más le retenía era la mala puntería que tenía. Eso sí, cada vez que una granada le caía cerca, la cogía a toda velocidad y la lanzaba contra sus enemigos, cubriéndose ligeramente cuando estas estallaban.

Los soldados no daban tregua, y luchaban como si la vida les fuese en ello. El demonio descargaba sus puñetazos contra ellos, dejándolos fuera de combate por completo, desarmándolos y partiendo los fusiles contra sus cabezas, o valiéndose de todo lo que había a su alrededor para protegerse y atacar. En un determinado momento, escuchó un frenazo a su lado y se giró, justo para ver como un coche que se dirigía a toda velocidad hacia él variaba su trayectoría, estreyándose cerca de él. Diana había evitado que el automóvil le aplastase. Asintió en señal de agradecimiento y se acercó al jeep. Abrió la puerta del piloto arrancándola de cuajo y cogió al tipo que conducía, quien se puso a maldecir en alemán.

- ¿Te importa? Conduzco yo. Maldito nazi de mierda.- Dijo mientras lanzaba al soldado por los aires a varios metros de él. Abrió entonces el asiento trasero y cogió una caja que había. Sacó una ristra de granadas y tiró del cable metálico, dejando a las diez granadas sin anilla. Las hizo girar como si fuese una honda y las lanzó tras un grupo que se había conseguido atrincherar valiéndose de un jeep, un tanque y varias cajas de explosivos. Gritaron y maldijeron en alemán antes de que la gigantesca explosión iluminase todo, llegando el demonio a sentir el calor del fuego en su rostro a pesar de la distancia. Ruidos de metal golpeando contra el suelo y el del jeep al caer después de volar por los aires llenaron todo. El caos fue absoluto y les permitió unos segundos de descanso. Diana parecía estar herida y el demonio le ofreció la mano para ayudarla a incorporarse y seguir luchando. La gruesa gabardina de Hellboy estaba totalmente agujereada, rota y quemada por un par de sitios, pero todavía no habían acabado. Aún quedaba mucho por hacer. Tenían que distraer a todos esos soldados todo el tiempo que el mago requiriese. La cosa estaba demasiado tensa como para dejarlo ahora. Diana luchaba valiéndose de su fuerza y su increíble velocidad con la espada. Era una luchadora como pocas había visto el demonio. De hecho, no recordaba a nadie que esgrimiese un arma blanca con esa agilidad y maestría. Ni siquiera él era tan bueno ni tan rápido. Recuperaron el aliento y otra vez a la carga. No podían fallar a Arión.


Finalmente, tras unos largos e inacabables minutos luchando sin parar, los soldados parecieron replegarse, dejando todo alrededor de la gigantesca base humeante, lleno de sangre y casquillos de bala, así como armas y vehículos que abandonaron mientras entraban en el enorme edificio. Ambos estaban llenos de heridas, cortes y quemaduras, pero poco a poco iban recuperándose. Hellboy miró a su gabardina y puso los ojos en amarillo.

- Genial, otra gabardina a la basura. Al menos estamos vivos. He de reconocer que, a pesar de que ya te había visto en otras ocasiones luchar Diana, eres una luchadora de primera categoría. Me quitaría el sombrero si llevase uno. Bueno, ¿y ahora qué?- Sin embargo, antes de que la amazona respondiese, un orbe de color verde flotó sobre ellos a varios metros. Era muy parecido a lo que había usado Arión al principio. Seguramente fuese algún tipo de señal para que le fuesen a buscar. El sonido de soldados moviéndose y juntándose les llegó a los oídos, y el demonio se volvió a la amazona.- Escucha, tú puedes volar. Entra ahí y saca a Arión. Esa señal significa seguramente que ya ha conseguido encontrar lo que andaba buscando, así que lo mejor será que entres a por él. Yo me encargaré de darte el tiempo que necesites. ¡Vamos!-

El demonio se acercó a un jeep cercano y arrancó una metralleta pesada que descansaba sobre él. La sujetó con su brazo de piedra y con el otro agarró el gatillo, preparándose para abrir fuego contra todos aquellos nazis que se dirigían hacia ellos a toda velocidad. Si querían pararles iban a tener que pasar por encima de él, y ya empezaba a estar muy pero que muy cansado de todo. Se encendió un puro y se lo llevó a la boca. Así, con la gabardina hecha polvo, los últimos cortes de la cara curándose, el puro y el gigantesco arma parecía sacado de una película del vietnam. Los gritos se hacían cada vez más nítidos y comenzó a ver movimiento a lo lejos.

- Vamos hijos de puta, venir a por mí.- Y cargó el arma con un sonido metálico.

La amazona se encontraba en el interior de la montaña, Hellboy recibiendo nuevas heridas para reemplazar a las que se le iban cerrando, Arión semiinconsciente esperando a ser rescatado y Mía.. nadie sabía donde se encontraba Mía en aquellos momentos de confusión.

Mientras en el centro de mando el Cráneo Rojo sonreía, todo marchaba según lo previsto, por una vez sus planes no habían sido frustrados por aquellos estúpidos engreídos, Inicie la autodestrucción Capitán, no queremos que esos despreciables “héroes” consideren que les ha sido demasiado fácil escapar de nuestras garras, no quiero que quede nada para ser investigado, Johann se encendió tranquilamente un cigarrillo mientras el agente de HYDRA iniciaba la secuencia, una lastima haber tenido que sacrificar tal cantidad de recursos valiosos, tanto materiales como humanos, pero el plan así lo requería, y estaban bien invertidos ya que había dado resultado, incluso el desagradable asunto de tratar con un demonio había merecido la pena, con esos pensamientos el líder de HYDRA se dirigió hacia la aeronave que tenía preparada para la huida.

Diana casi había llegado hasta la sala donde se encontraba el atlante cuando noto el extraño cambio en las sirenas de la base, no tenía modo de saber que era exactamente lo que ocurría, pero incluso ella sabía que eso no debía augurar nada bueno, cuando poco después comenzó a escuchar explosiones por todo el recinto se dio cuenta de cuan apurada era la situación, debía localizar a Arión lo antes posible si no quería perder para siempre a su compañero.

Hellboy oyó las explosiones en la base, pero tenia entre manos un asunto peliagudo, más que peliagudo peligroso, armado con su ametralladora se había abierto camino entre oleadas de soldados hasta toparse con un par de blindados de lo más moderno, unos campos de energía los protegían de las grandes rocas que habían funcionado contra los menos avanzados aparte de mantener al demonio a distancia y evitar que repitiera la operación “cambio de conductor”, ademas los extraños rayos azulados que disparaban desde la torreta y que derritan la roca y las hacían estallar, se le antojaban de lo mas doloroso a Rojo.

OFF:

Mire el ojo y prendi el comunicador, intentando entablar una linea con Arion. Nada, no habia respuesta. La batalla me habia cansado, pero aun tenia suficiente vigor para seguir pateando traseros de gente de HYDRA si seguian molestando. Observe a Hellboy, asintiendo ante sus halagos. Estaba agradecida por contar con un compañero que luchara como el en este momento, y despues hice un gesto con la mano. Tenia razon, debia de abandonar la batalla para buscar a Arion y ver que le paso. No tenia una buena espina, y sentia que algo malo estaba pasando, como que de algo no me estaba enterando. ¿Sera un simple mal presentimiento o estaba en un verdadero problema?

-Esta bien, voy a entrar. Si necesitas ayuda, saldre tan rapido como entre. Trata de seguir vivo, ¿Vale? -Mencione en un tono de broma. Corri hacia la base, dando un salto de unos varios metros para despues elevarme en el aire y pasar a toda velocidad sobre los refuerzos y la tropa en retirada. En unos cuantos segundos, tenia a unos palmos de mi a la esfera de Arion que me guiaba hacia el lugar del mago.

Estaba dentro de la montaña. Y estaba muy preocupada.

Apenas entre, aterrice en el suelo con mi espada lista y empece a correr por los pasillos. Mi complexion atletica me permitia correr grandes distancias en pocos segundos, sumado a la gran velocidad que me dio Hermes al nacer, todo iba relativamente bien... hasta que cambiaron las sirenas. No sabia que demonios pasaba, pero el sonido de las explosiones me llego rapidamente. Estaban autodestruyendo la base, y probablemente, escapando del lugar. Podria dedicarme a buscar a los hechiceros y al Craneo o buscar a mi compañero. Al demonio, era mas importante salvar al atlante que buscar a esos villanos.

Por fin, tras un rapido avance, el ojo atraveso magicamente una puerta cerrada. De un puñetazo, la puerta salio volando por los aires, y pude ver a Arion en el suelo, tirado y con un aspecto de haber sido derrotado. No me gusto lo que vi, senti que algo malo le habia pasado.

¡Arion! -Corri hacia el, arrodillandome. Me dolia ver a mis compañeros heridos, pero sobretodo el, parecia como si lo hubiesen torturado o de alguna manera hecho sufrir. Lo mire a los ojos y sabia que me estaba mintiendo, no era facil engañarme cuando eres la Diosa de la Verdad y mucho menos, cuando eres mi amigo. Pero me calle, quizas su orgullo no le permitiese mostrar lo sufrido que estaba y aceptar la derrota nunca es facil. -Te voy a sacar de aqui. Esperame un momento. -Y le coloque la mano en la mejilla, en un gesto de verdadera preocupacion. Vi la puerta a la derecha y en una milesima de segundo ya habia saltado frente a esta con los puños por delante para tumbar la puerta.

Ahi estaba, un caliz brillando en una especie de fulgor rojizo. Inscrito en una especie de pequeño altar, no habia nada ni nadie absolutamente mas que yo en esta habitacion. Gruñi, y camine a toda velocidad hacia el caliz. Mi espada cortaba casi toda clase de metales, e inclusive, podria cortar atomos si tenia la suficiente precision. Todo esto, gracias a Hefesto, me habia salvado bastantes veces. En este momento, nos iba a salvar a todos.


Levante la espada y en un corte vertical, corte el caliz en dos partes. El fulgor se acabo, aunque senti como una especie de chispa saltara sobre mi. Me le quede viendo, y sin mas, volvi a cortarlo por la mitad. Tome las cuatro partes y las ensarte en mi cinturon. Parecia que ya no habia nada mas que hacer por aqui...

-¡Listo! ¡Vamonos! -Colgue mi espada a mi cintura y corri con Arion, levantandolo en volandas para salir corriendo. Mientras corria por la salida, recorde que estaba con ella una niña. ¡¿Donde estaba?! Concentre todos mis sentidos en encontrar alguna pista, y mi sentido de caza me dio una pista de donde estaba. El instinto maternal, mas que otra cosa, me hizo buscarla. Corri por todos los pasillos con Arion en mis brazos, hasta que la vi. No sabia que estaba haciendo, ni porque se habia separado, pero apenas me vio, ya tenia una mano agarrandola por la camisa de una manera un poco incomoda por tener que cargar al atlante y a la niña al mismo tiempo. -¡Alla va! -Y levante a Mia casi como en una pirueta para que cayese sobre Arion, cargandolos a los dos como si fueran unos sacos encima uno de otro.

Corri con mis aliados hacia la salida, esquivando las explosiones y las piedras que salian por los aires, hasta que por fin, salimos de la montaña. Hellboy estaba en apuros, pero podia retirarse con nosotros hacia el Jet.

-¡Hellboy! ¡Vamonos, tengo el Jet por aqui!

Y salimos en retirada hasta donde tenia mi Jet. No consideraba que habiamos ganado, pero al menos, detuvimos el ritual. Llevaria este Caliz a la Atalaya para tenerlo en buen recaudo, sin embargo, lo primero seria ir a un lugar mas seguro lejos de China para darles atencion medica.

Hellboy nunca había sido un buen tirador, pero cuando tienes entre manos una ametralladora con más de dos mil balas en el cargador eso no te importa mucho. Lo que él buscaba era más acojonar que dañar a los soldados. Más de uno se llevaban unos impactos de las gruesas y potentes balas, y si les golpeaban en un brazo o una pierna se los desgarraban con un chorretón de sangre que bien podría haber aparecido en una película de Tarantino. Los cartuchos salían volando del armatoste, cayendo alrededor del demonio, el cual avanzaba a paso lento mientras obligaba a los soldados a replegarse y retroceder ante su lenta pero fuerte marcha. El humo del puro salía de las comisuras de sus labios así como de su nariz, y sus ojos amarillos refulgían con fuerza mientras permanecían entrecerrados, dándole un aspecto casi de Clint Eastwood en las pelis del oeste. A decir verdad, cualquiera que hubiese visto al enorme demonio se habría pensado muy mucho si enfrentarse a él. Después de todo, tenía la gabardina destrozada, los ojos brillaban como dos pequeños faros, el humo sobresalía de su boca y cientos de balas se dirigían hacia ellos a toda velocidad destrozando todo a su paso, todo eso en medio de una enorme nube de polvo y fuego.

Los soldados cayeron ante él o huyeron de nuevo hacia la entrada de la enorme base. Unas fuertes explosiones provocaron que el demonio cesase su avance y los disparos y se volviese hacia ella, para observar como enormes llamaradas salían de las puertas y ventanas de ella. Lo más probable es que hubiesen activado el sistema de autodestrucción. El demonio sonrió levemente, volviendo a mirar de nuevo al frente, solo para ver como dos enormes vehículos blindados surgían de mitad del polvo. Hellboy apretó los dientes y descargó una nueva nube de balas contra ellos. Sin embargo, tan pronto se hubiesen acercado a ellos se estrellaban en un campo de fuerza invisible, protegiéndolos de cualquier proyectil. Uno de los cañones apuntó contra él y disparó un rayo azul que derritió una roca que un segundo antes había estado tras de él, y que le habría derretido a él de no haber sido por el rápido salto que pegó.

- ¡Oh, mierda!- Por fin las cosas se ponían verdaderamente feas. Diana aún no había salido con Arión, de manera que tenía que darle más tiempo antes de salir por patas. Agarró un coche que había cerca de él y lo lanzó contra los tanques. Este explotó al estrellarse contra el campo de fuerza invisible, y los vehículos avanzaron en medio de las llamas hacia el demonio, disparando nuevas ráfagas de rayos contra él. Había tirado la metralleta al suelo ya que no tenía sentido alguno seguir cargando con ella, y ahora se movía a toda velocidad a través de los escombros, cubriéndose como podía de aquellos rayos que de buen grado le habrían hecho bastante pupa. En un momento determinado los dos tanques dispararon casi a la vez, provocando que el demonio tuviese que protegerse con su mano de piedra del rayo. Una potente explosión le cegó momentáneamente, dejándolo ciego durante un par de segundos. Cuando recuperó la vista su brazo estaba intacto, pero su gabardina ardía levemente en un par de sitios. Se la arrancó con fuerza y siguió corriendo, con los oídos pitándole como si una bomba acabase de explotar a su lado.

De repente, a lo lejos, escuchó una voz femenina, que se le antojó familiar. Volvió la vista para ver a Diana cargando con Mía y con Arión, gritándole que huyesen de ahí a la de ya. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ellos, justo en el momento en que un nuevo rayo impactó en el sitio donde estaba, mostrando una enorme llamarada a su espalda, más típica de una película de acción que de un rescate en mitad de la jungla. Les alcanzó y corrió como nunca hasta estar junto a la amazona.

- ¡Ya era hora! ¡Estos hijos de puta ya estaban empezando a joderme a base de bien! ¿Habéis conseguido acabar con todo? ¿Arión está bien?- El demonio pudo ver como el atlante permanecía colgando del hombro de la princesa. Parecía exhausto pero no herido. Era duro de pelar. Ya había luchado codo con codo con él. Solo esperaba que, fuese lo que fuese lo que le pasaba, no fuese más que un susto en medio de aquella misión que había terminado en prácticamente una guerra.

La situación era apurada para los héroes, Diana estaba al límite de sus fuerzas y Arión seguía sin poder hacer prácticamente nada, mientras que Hellboy se las veía con unos tanques contra los que sus tácticas habituales no parecían servir demasiado, la opción más inteligente era la retirada, el ejercito de HYDRA estaba derrotado salvo por un puñado de soldados y esos malditos blindados, ya no contaban con ninguna fuerza aérea, la base se derrumbaba sobre si misma y pronto solo quedarían escombros, pero la sensación reinante no era precisamente la de una victoria cuando se subieron al jet para escapar de allí.

Mientras aún quedaba alguien en el interior de la base, alguien al que poco daño podían hacer unas simples rocas al derrumbarse, alguien, o más bien algo que tenía en sus manos algo que llevaba eras codiciando, Ahora Arión empezarás a conocer el verdadero dolor, empezarás a pagar por haberte enfrentado a mí y desearás no ser eterno, la risa del Demonio trascendío la barrera del tiempo y el espacio de la gema que tenía en sus manos, el anciano Arión de su interior pudo escucharla claramente y comprendió que había caido en la trampa de su enemigo, que estaba literalmente en sus manos, mantente despierto y mira bien todo lo que ocurre a partir de ahora, pues voy a jugar contigo hasta que destruyas todo aquello que amas y una vez lo hayas hecho, una vez no quede nada por lo que te merezca la pena vivir te liberaré, cuando tu preciado orden haya sido destruido y solo quedes tú para recordarlo seras libre para sufrir por lo que habrás hecho hasta el fin de tus incontables días.

OFF:

Un gran trozo del techo se derrumbó donde se encontraba el demonio, pero este había desaparecido, regresando a su cubil, allí atesoraría la gema del alma de Arión, drenando su poder y buscando nuevas formas de hacerlo sufrir mientras planeaba su siguiente paso, le había gustado la actuación de la mujer, era delicioso como había torturado al joven atlante, quizás cuando muriese pudiera hacerse con su alma y utilizarla, un talento así no debe ser desperdiciado...