[Mini-Evento] Bienvenidos a Disneyland!!! (Grupo Nº2)[Tony,Elysia,Lissa,Jonathan]

PROLOGO (DEBIDO A LA NATURALEZA ENGAÑOSA DEL PERSONAJE PUEDE QUE ESTA HISTORIA SEA FALSA)

Había una vez…

Un niño rico muy feliz, le gustaban que le contasen historias de todo tipo, y también era bueno inventando una que otra, con el tiempo el pequeño niño dejo que creciera la maldad en su corazón, este fue creciendo en edad y la maldad junto con el, además su ingenio para las invención de historias se había desarrollado en gran manera, se dedicaba cuando era muy joven a la narración en una mansión de Beverly Hills, pero luego su padre los desterró de su herencia y este movido por la ambición lo mato y se quedo con la basta herencia de la familia.

Ahora aquel niño rico, ya es un adulto, y se convirtió en un ser malvado, usando su ingenio y dinero, se dedica todavía a contar historias, pero un tanto diferentes y llenas de oscuridad y maldad. Este hombro se llego a conocer como Árcade.

Ahora en el año 2019, Arcade piensa que este año esta comenzando muy aburrido, y quiere hacer feliz a los niños, para ello se le ocurrio una ingeniosa idea, ¿Por qué no traer Disneylandia a Nueva York? Por eso con su tecnología, y unos cuantos ajustes WOALAA!!


New York
9 de Enero de 2019
Base de Operaciones de Arcade

-Mmmm este año ha comenzado muy lento y aburrido, ¡vamos a ponerle algo de emoción!-

Dijo Árcade mientras estaba sentado delante de su gran pantalla, el silencio inundaba aquel enorme salón lleno de monitores y cableado por todo lados, lo único que se escuchaba era ciertos sonidos peculiares que hacen las computadoras, era su entorno y estaba calculando donde haría su gran entrada, como un villano multimillonario le gustaba la idea de hacer grandes estragos, todo para ser conocido, aunque Árcade normalmente es contratado ahora piensa diferente y tiene en mente en hacer algo grande, muy grande y a según el “divertido” pero sobre todo, querían que supiera que fuera el la mente maestra, típico de Árcade.

Hace poco se había topado con un volante que anunciaba el famoso parque de Disneyland, así que maquinando ya sabía el tema central de su narración macabra, ahora solo faltaba el lugar, ¿porque conformarse con poco? Así que fijando su vista en un mapa de la basta ciudad de Nueva York, procedió a hacer su especialidad, transformarla. Pero antes… empezó a emitir una señal confusa y sin significado desde un centro comercial en la gran ciudad, y otro en el otro extremo de la ciudad. Él sabía que algunos héroes morderían el anzuelo, y que muchos saldrían heridos, eso le apasionaba, quería acción y sangre, al fin y al cabo…no era más que un autónomo asesino.

-Después de ese desastre de la colisión muchos villanos ya han hecho su entrada, otros han aparecido, es hora de que yo también haga mi entrada triunfal y sea conocido por todo el mundo, quien es Árcade…-Y apretando un botón dio comienzo a la pesadilla-¡Bienvenidos a mi mundo Asesino!


Tony en una de sus patrullas rutinarias percibe la otra señal proveniente de Arcade, al rastrearla se da cuenta que se encuentra en un supermercado, cuando consigue dar con ella nota que es un peluche de Goffy, cuando lo coge la señal se detiene y al salir de la tienda nota que toda Nueva York no existe, sino que se ha convertido en una especie de parque, lo único que logra identificar es una extraña escultura con un letrero diciendo TOMORROWLAND. Luego recibe un comunicado de una viaje conocida llamada Blair, donde le explica la situación.


EXPLICACIÓN DEL ENTORNO

Disneyland no es mas que un conjunto de parques que están divididos en secciones, estas secciones algunas se comunican por vía férrea. Ambos grupos se encuentran de polo a polo del parque, esta es una imagen para que se ubiquen:

Imagenes de TOMORROWLAND:

Tony descendió en el parking del supermercado y como siempre atrajo las miradas de los presentes, Señor, la señal procede del interior del edificio, concretamente de la sección de juguetería, Señor, algo extraño, si Jarvis, extraño como poco..., dijo saludando a las personas que se quedaban mirándoles, ¿has pedido que evacuaran el edificio?, hace dos minutos, Señor, pero al parecer el gerente necesita pruebas solidas de que es necesaria una evacuación, bien... demoselas.

Tony activó los altavoces y habló de forma que todas las personas de la zona pudieron escucharle, Buenos días señoras y señores, dentro de cinco minutos un satélite de Stark tomará imágenes del parque que se encuentra al otro lado de la calle, se le entregarán cien dolares a todos los que estén mirando al cielo cuando se haga la foto, pulso la repetición del mensaje mientras entraba al supermercado, es curioso lo vacío que estaba, hacía apenas un minuto estaba lleno, ahora solo quedaban algunos empleados y un furioso gerente que se acercaba a él mientras inspeccionaba el peluche.

Entonces ocurrió, Señor, hemos perdido contacto con la red Stark, en realidad hemos perdido todo contacto externo, le informó Jarvis mientras trataban de comprender que había ocurrido, el gerente se quedo paralizado ante el cambio y Tony despego para hacerse una mejor idea de lo que estaba pasando, ¿pero que demonios?, Señor, la estructura del lugar en el que nos encontramos coincide con Disneylandia, aunque las pocas lecturas que mantengo indican que permanecemos en Nueva York, no parecen ilusiones ni efectos mentales, Señor, creo que debe ser alguna forma de magia, aunque detecto tecnología avanzada, Señor.

Trata de localizar sistemas de comunicación activos y enlazar con el exterior, Señor, tengo enlace con la señorita Van der Woodsen, el millonario informó de lo poco que sabían y se intereso por la situación donde se encontraba el grupo, pero no pudo dedicar mucho tiempo, ya que las naves espaciales de una de las atracciones se separaron de los brazos que las sujetaban y empezaron a disparar indiscriminadamente.

Iron Man entro entonces en acción, volando en pedazos la primera de las naves, Señor, el resto de naves centran sus sistemas de guiado en nosotros, bien, mejor en nosotros que en esas personas, unas cuantas piruetas después otras dos naves futuristas habían caído, solo quedaban siete y hasta ahora no habían logrado ningún impacto, aunque no podía permitirse mucho más tiempo así, seguro que otras atracciones habían cobrado vida y mucha gente corría peligro.

- Venga ya, paso de los cien dólares... - le dije a Lissa mientras empezaba a añadir alimentos al carrito de la compra. - Estoy segura de que es una estafa...

Le pasé una tableta de chocolate a mi otro yo... bueno, quiero decir, a mi hermana. Después de eso, ella me miró con una ceja levantada pero no dijo nada más.

- Sí, sí, ya lo se, luego me quejo de la dieta. Pero es que lo necesito, créeme... últimamente no doy a basto con el trabajo.

Después de llenar el carrito, me fijé en que no quedaba ya casi nadie en el supermercado. Ni clientes ni trabajadores.

-¿Que pasa? ¿Hoy es el día de "coje todo lo que quieras antes de que el empleado se de cuenta"?

Empujé el carrito hasta la caja, cuando me fijé en que habían más bolsas de la compra y carritos tirados por el suelo. ¿En serio lo de los cien dólares valía la pena? La gente se vuelve loca cuando hablan de papelitos. Pero entonces me di cuenta de que Lycos estaba ladrando desde hacía un buen rato. Habíamos dejado a mi malamute de Alaska atado en una farola al lado del supermercado (obviamente no podía entrar con nosotras, no solo por que no admitían perros si no porqué era un perro enorme), pero ahora el chucho había entrado en el comercio no se cómo y estaba ladrando como un desesperado.

- ¿Qué pasa ahora, chico? - le indiqué a Lissa y las dos corrimos a fuera del edificio. Lycos se detuvo delante de la puerta del supermercado y ladró hacia el cielo. Nueva York había dejado de ser una ciudad para convertirse en... ¿Disneyland? ¡¿En serio?!

- Vale, primero que si la colisión, después que si una noche eterna el día de Halloween... ¿y ahora esto? - suspiré frustrada - Vale Lissa, creo que deberíamos plantearnos mudarnos a otra ciudad...

- Venga ya, paso de los cien dólares... - le dije a Lissa mientras empezaba a añadir alimentos al carrito de la compra. - Estoy segura de que es una estafa...

Lissa tendió la mano para coger la tableta que Lyz le tendía. Sólo le dio tiempo a enarcar una ceja antes de que la otra chica se adelantara a lo que estaba a punto de señalar.

- Sí, sí, ya lo se, luego me quejo de la dieta. Pero es que lo necesito, créeme... últimamente no doy a basto con el trabajo.

- Deberías haber aceptado los cien dólares. - señaló Lissa, divertida, dejando el chocolate en el carrito y tendiendo la mano para que Lyz le pasara una segunda tableta, esta vez para ella.

Las dos se dirigieron hacia los cajeros, pasando por lo que parecía el escenario de una de esas películas de zombies... vamos, las típicas en las que la población aterrorizada se dedica al pillaje y al saqueo mientras los muertos vivientes amenazan con comerse sus cerebros.

En aquel momento, algo atrajo la atención de Lyz y Lissa. Lycos había entrado al centro comercial, ladrando como si le fuera la vida en ello. Olvidando el carrito, las dos chicas salieron corriendo tras él, tropezándose con un paisaje totalmente distinto al que habían dejado atrás al entrar.

- Vale, primero que si la colisión, después que si una noche eterna el día de Halloween... ¿y ahora esto?Vale Lissa, creo que deberíamos plantearnos mudarnos a otra ciudad...

- ¿Por qué? Siempre quise que mamá me llevara a Disneyland - Lissa no tenía ni idea de dónde provenía su impulso de bromear en aquel tipo de situación; de hecho, lo había dicho con la expresión de alguien que habla totalmente en serio.

Lo cierto era que... todo parecía completamente surrealista. Y, si no fuera porque estaba segura de no haberlo hecho, Lissa se hubiera preguntado si estaba, por accidente, dentro del subconsciente de otro.

Lycos empezó a ladrar de nuevo, en señal de advertencia. A los oídos de la chica llegó un intenso zumbido; varias naves surcaban el cielo sobre ellos, y otro Objeto Volador Pobremente Identificable había despegado de algún lugar para hacerles frente. Hubiera oído lo que hubiera oído en el centro comercial, Lissa estaba bastante segura de que ninguno de aquellos trastos voladores era un satélite dispuesto a sacarlas en una foto amistosa.

Sus sospechas se confirmaron cuando una de las naves estalló en el aire, y otra se precipitó contra el suelo a escasos metros de donde estaban las chicas, provocando un sordo aullido por parte de Lycos. El perro salió corriendo, aterrorizado, y Lyz no tardó en ir tras él, tratando de alcanzarlo. Lissa los siguió a ambos.

Un resplandor a su espalda la hizo volverse, a tiempo para contemplar el estallido de otra de las naves. La figura que las combatía estaba más cerca, y la chica pudo ver que se trataba de una especie de armadura voladora, roja y dorada.

- ¿Tornado Rojo...? - se preguntó, en voz alta, olvidando que debía mirar dónde ponía los pies mientras corría.

Sus botines pisaron el vacío y, con un grito de sorpresa, Lissa cayó. Haber abierto la boca resultó no ser una buena idea, porque una masa de agua acudió a su encuentro. El cuerpo de la muchacha rompió la superficie del lago artificial, hundiéndose unos pocos metros antes de volver a la superficie con un braceo frenético. A los pocos segundos, su cabeza empapada había emergido de nuevo.

- ¿¡Lyz!? - logró exclamar, cuando recuperó el aliento. Su compañera y el perro ya no estaban a la vista. Y, encima de ella, el combate aéreo continuaba.

Lissa hubiera querido dedicarle más atención, pero aquél no era su día de suerte. Tendría que decidir si apostaba por... ¿Tornado Rojo? o por la Invasión Marciana en otro momento. En aquel instante, algo ligeramente más urgente reclamaba su atención.

Un objeto enorme estaba emergiendo del estanque justo delante de ella. Algo con pinta de...

Submarino amarillo.

Le hubiera encantado hacer algún tipo de comentario ingenioso acerca de los Beatles, pero empezar a nadar rápidamente en la dirección contraria le pareció, de repente, mejor idea. Desde luego, ella no estaba tan bien equipada como el tipo volador, y nunca había luchado con un submarino antes.

De hecho, no tenía ni idea de si eso podía hacerse.

Una de las cosas que mas desprecio de ya no tener que contar con el apoyo del ejercito ni los fondos del gobierno es tener que reabastecerme solo de ropa, armas, comida, munición, etc por no mencionar el pago de impuestos que aunque nunca es muy excesivo pues no consumo demasiado si requiere de un tramite constante que me hace perder algo de tiempo. En momentos así casi extrañaba las épocas en las cuales todo lo que tenia que hacer era matar y ya, mi sustento era responsabilidad de otras personas. De haber sido así al menos hubiese podido ocupar mi tarde con algo mas productivo que hacer una larga fila en el supermercado para comprar con un carrito lleno de bebida y comida no perecedera, como estar matando pandilleros por ejemplo. Desgraciadamente mi condición humana me obligaba a pasar por alto varias horas de trabajo para cumplir con las necesidades fisiológicas básicas. Llevaba varios kilos de comida enlatada y pastas, así como 12 botellas de agua a mis pies; siempre compraba mucha comida en mis escasos viajes de compras para que me durara lo suficiente como para no tener que volver allí por un largo tiempo. Y es por eso que compro comida no perecedera, de otro modo mas de la mitad de mis compras se acabarían pudriendo por quedar fuera de la heladera o en malas condiciones.

Desde luego, como cada vez que salgo, iba armado, pero no podía llevar mi traje de combate así que me limite a un par de Jeans azules y una camisa blanca de manga corta que cubriese el chaleco de Kevlar que tenia puesto (nunca salgas de casa sin uno); todo cubierto por una gabardina marrón. Desgraciadamente no podía llevar una RPG o un rifle de asalto a la tienda, por lo cual me tuve que conformar con un cuchillo militar en su funda a la altura del tobillo, oculta por el pantalón; una navaja de muelle en el bolsillo y desde luego un par de pistolas: Una Heckler & Koch MK23 oculta en un bolsillo interno del lado derecho de mi gabardina y una SIG-Sauer P230 en la parte trasera de mi pantalón, por si las moscas. Llevaba cinco cargadores en total, tres para mi arma primaria y dos para el repuesto. Los cargadores estaban alojados en el lado derecho de mi gabardina, ocultos de la vista de todos. En el lugar donde debería estar mi cinturón táctico estaba un simple cinturón para sostener mis pantalones, sin nada especial. Ese es otro problema con salir de compras, simplemente no puedo ir en traje de combate cargando medio arsenal para comprar unas latas de comida; demasiados problemas con la policía.

A pesar de estar armado en caso de que se suscitara algún robo o tiroteo, parecía que aquel día no iba a usar mucho mis armas, pues todo parecía estar transcurriendo bien. La fila era bastante larga pero la gente avanzada, ponían sus cosas en la cinta, el empleado les cobraba y cada quien seguida con su rutina. No negare que era un poco tedioso pero al menos era mejor que cubrirme tras una estantería para dispararle a los ladrones mientras intentaba no matar a ningún civil por accidente; eso es mucho mas estresante.

Pero la calma no me podía durar mucho tiempo ¿Verdad? Siempre tiene que surgir algún imprevisto que me acabe cagando la tarde. En este caso, ese imprevisto fue Iron Man, a quien juraría que veo bastante seguido para mi descontento; no es que me cayera mal solo que no me cae bien tampoco. Siempre que el aparece en mi vida tiene la mala costumbre de traer problemas inusuales a sus espaldas, en los cuales por una u otra razón me acabo embrollando. Lo vi desde la cola cuando varias personas se hicieron a un lado para observar al colorido superheroe, retrasando la transacción y alargando mi estancia en ese lugar mas de lo que me hubiese gustado. Sin embargo lo peor fue cuando, por alguna extraña razón, el millonario grito que estaba prácticamente regalando billetes a la gente; acto seguido todos salieron corriendo del supermercado en busca de dinero fácil. En realidad hubiese sido algo fantástico para mi que la cola entera hubiese desaparecido casi de la nada, lamentablemente el sujeto que atendía la caja también se fue buscando dinero ¿Para que mierda les dan un sueldo a esas personas? Suspire pesadamente mientras me frotaba las cienes para y hacia lo posible por suprimir ese impulso que me estaba llegando de soltar mi carrito y golpear lo primero que tuviese enfrente, para luego irme sin pagar de la tienda; realmente odio comprar los víveres.

Y entonces el millonario entro al local se fue, extrañamente, hacia la jugueteria a revisar algo. De seguro era otro "plan macabro" de un villano de segunda que tenia que frustrar; dudaba mucho que alguien como Stark fuese fan de los ositos de peluche. Entonces el hombre salio del local disparado; eso no podía ser bueno. Dispuesto a comprobar mi teoría yo también salí del local, junto con un grupo de chicas y un perro. Cuando cruce esa puerta....creo que, a falta de una mejor expresión, se me quebró el cerebro. Estaba seguro de que me estaba saliendo humo de las orejas en esos momentos y casi podía escuchar el ruido de unos engranajes girando a toda velocidad en el interior de mi cráneo, intentando procesar lo que acaba de pasar. - ¿Que?..¿Como?...¿Cuando?...¿Quien?...- y un balbuceo incoherente fue todo lo que salio de mi boca. La ciudad entera de New York había quedado reducida, o convertida mejor dicho, en una suerte de parque temático futurista. Cualquier dia antes de ese, si alguien me hubiese dicho que era posible que entrara a un supermercado a comprar y al salir fuese de alguna forma me encontrara en un parque de diversiones lo hubiese golpeado por tratar de burlarse de mi inteligencia.

Lo primero que vi cuando salí fue, por supuesto, a Iron Man volando por los aires, montando todo un espectáculo mientras destruía lo que parecían ser naves. Quería que acabara rápido para que pudiera bajar y yo preguntarle un par de cosas.

La diversión al otro lado del parque había empezado, si es que unas naves asesinas podrían llamarse diversión, Tony fue el primero en lanzarse a la acción en contra de ellas, con un gran uso de movimientos aéreos como piruetas y acrobacias empezó a derribar una a una las naves, por otro lado una par de chicas nada ordinarias empezaron a contemplar el espectáculo de nuestro amigo dorado, una de ellas por un descuido callo en el lago artificial de una atracción llamada  Finding Nemo Submarine Voyage, una atracción dedicada a la exploración de la vida en el fondo del mar, la muchacha tenía que irse rápido de allí porque el submarino empezó a dirigirse hacia ella, o por lo menos pedir ayuda... mientras nuestro querido y alegre amigo John estaba mirando a nuestro héroe dorado surcar los cielos y luchar hasta terminar con todas las naves…

De repente un Holograma gigante con la forma de Árcade apareció en el cielo.

-Vaya… vaya… vaya… ¿pero que tenemos aquí? ¡¿Si es Iron Man!? Esto es el premio gordo de verdad jejeje y yo pensé que los únicos que había capturado era a los mutantes ingenuos de por allá, pero supongo que eso ocurre cuando capturas gran parte de la ciudad de Nueva York ¿no Tony? Bueno… descuida que a ti no te aburriré, ¡a ver si tienes más amigos tuyos por aquí! ¡Te tengo una sorpresa para ti más adelante! ¡Mientras divierteteeee!

Luego vuelve a aparecer…

-¡Hay lo siento! ¿Sabían que en este parque también tenemos a los Jedis? ¡Son fabulosos! ¡Bueno los dejo para que les hagan compañía y que la fuerza los acompañe!

De repente aparecen de una terraza lo que al parecer es Darth Vader, juntos con sus secuaces Sid y varios clones, luego, acto seguido desenfunda sus sables de luz y sus armas y empiezan a dirigirse a la gente para atacarla, el caos se desata por todo el lugar, ahora dependerá de nuestro nada ordinario equipo salvar el día.

Imagen de la atraccion:

La cosa mejoraba por momentos, cuando por fin acabó con las puñeteras navecitas el holograma tamaño familiar de un colgado vestido como un payaso de circo le terminó de alegrar el día, por suerte la mayoría de civiles estaban agrupados, pero había un par de chicas que se habían alejado y una de ellas cayó al lago, y un poco más allá... el jodido Jonathan Smith, bueno, Tony no creía que él tuviera algo que ver con lo que estaba pasando, así que por ahora Smith caía dentro del grupo de los aliados hasta que se demostrase lo contrario.

Si hubiera tenido disponible un buen misil o al menos un torpedo la cosa pintaría mejor, pero no tenía pinta de que ese supositorio de colores fuera a detenerse antes de que aplastara a la joven nadadora, no había tiempo para pensar así que no lo hizo, y utilizó el único arma que tenía disponible... él mismo, forzando los repulsores al máximo aceleró en el centenar de metros que lo separaban del lago, y embistió con los puños por delante el costado del submarino, allí donde según su diseño debía de ser más débil, atravesándolo, Iron Man 2, Parque de Atracciones del Terror 0, giró y sacó a la chica del agua, traten de mantenerse juntos, haré lo posible por proteger....

Quería organizarlos un poco, necesitaba hablar con Smith, pretendía tranquilizar a los civiles y ahora ¿que? El puto Darth Vader, ¿quien cojones le mandaría a Disney comprar los derechos de la puta Guerra de las Galaxias, joder, joder ¡JODER!, los soldados de asalto empezaron a disparar sobre los civiles sembrando el pánico, ¡HEY! Bastardos meteos con alguien de vuestro tamaño, gritó el superhéroe alzando de nuevo el vuelo y cubriendo como podía a la gente mientras derribaba como podía a los soldados de asalto con sus repulsores, algo le decía que dispararle rayos de energía a Vader y sus amigos con espadas láser no iba a ser una buena idea...

- ¡Lycos! ¡LYCOS! ¡VUELVE!- grité al ver que mi gigante perro de papel corría asustado por culpa de los disparos de las naves.

Ironman surcó los cielos hasta destruir por completo los ataques por parte del parque de atracciones. Nunca imaginé que iría a conocer a Tony Stark en un momento así, y de alguna manera estaba emocionada con ello... quizás después de esto yo podría pedirle un... ¡no había tiempo para pensar en eso!

Agarré a Lycos por la cabeza y le miré a los ojos.

- No te separes más de mí... ¿me oyes? ¡Tenemos que estar los tres juntos! ¡No pasará nada!

¿Los tres? Ay dios... ¿dónde se ha metido Lissa?

Cuando me di cuenta, la chica ya había sido salvada por Ironman del estanque del submarino amarillo. ¡Menos mal! ¡Menudo susto me había dado! Lycos y yo corrimos en su dirección de nuevo y abracé a la chica en cuanto llegué a su lado.

-¿Estás bien? Toma, cúbrete con esto...

Saqué mi lápiz y mi libreta e hice un esbozo de una toalla. La saqué del cuaderno y se la ofrecí a Lissa para que se secara. Con este frío podría pillar un buen resfriado.

Entonces, de la atracción de Star Wars salió Darth Vader y su séquito de Sith y robots de las guerras clon. Osea... ¿en serioooo? No quise imaginar que pasaría en cuánto temblara la atracción de Marvel...

Los robots y los Sith empezaron a atacar a los civiles con sus sables láser y sus pistolas. Saqué una tiza e hice una raya en el suelo, rodeándonos a Lissa a Lycos y a mí. Moví las manos hacia arriba y levanté un pequeño muro del suelo que nos protegería temporalmente de la ráfaga de disparos.

- Vale... concentración... - susurré para mi misma y volví a sacar la libreta y el lápiz para empezar a dibujar. - Lissa ¿Sabes The Old Republic Online? Bueno, pues hoy vamos a jugar a que somos un par de Smugglers contra el imperio...

De la libreta saqué dos pistolas láser y una se la ofrecí a Lissa. Después hice varios cuadrados en una libreta y cuando terminé la dejé descansar en el suelo. 

-¿Sabes disparar con una pistola? Yo no, pero podemos intentarlo, ¿vale? - abandoné mi postura agachada y me asomé por encima del muro. Después apunté a uno de los robots clon y empecé a disparar a saco. La pistola láser estaba un poco desestabilizada, y no controlé muy bien el retroceso por lo que me dí un par de golpes en el hombro. Después de unos cinco disparos aproximadamente di por fin en el blanco. Disparar con aquello no había sido tan fácil cómo pensaba...

Llevé la mano izquierda a la libreta que descansaba en el suelo y saqué a la realidad uno de los trazos de los cuadrados que había dibujado antes. Lancé el trazo como si de una granada se tratara y cuando estuvo a suficiente distancia, el trazo se convirtió en un bloque grande de piedra y se estampó contra tres robots clones, dejándolos inutilizables.

-¡Toma esa! ¿Lo has visto? - grité entusiasmada, y pronto volví a esconderme detrás del muro.

Hagamos un resumen de la película.

Al principio, había empezado como una de esas películas francesas en las que lo más apasionante que sucede es ir a comprar al supermercado, para luego pasar a un film de ciencia ficción, lleno de tipos que disparan láser y submarinos amarillos que intentan matarte... Y, ¡zas!, pasamos a película romántica, donde la heroína se debate en el agua y es salvada por un caballero de reluciente armadura (lo de la armadura era literal). Y, de nuevo, George Lucas toma el control, y trae al mismísimo Darth Vader para empezar un maravilloso remake de esa escena de "yo soy tu padre", pero con tiros.

Lissa aún estaba algo confusa y mareada tras el vuelo con Iron Man, pero no tuvo tiempo ni de enterarse de que era Iron Man, ni de darle las gracias. Cuando quiso darse cuenta, Lyz le había puesto una pistola en las manos, la cual no pudo menos que mirar con perplejidad.

- Lissa, ¿sabes The Old Republic Online?

Sí, claro, The Old Republic Online...

...

No, claro que no. Obviamente, no. No tenía ni la más remota idea de qué diablos era eso: Lissa y los ordenadores se habían criado en universos independientes.

- Bueno, pues hoy vamos a jugar a que somos un par de Smugglers contra el imperio...

Bueno, eso aclaraba un poco las cosas. La psicóloga no tenía ni idea de videojuegos (bueno, conocía el Tetris), pero había visto todas las películas de Star Wars, y podía intentar marcarse un Han Solo si su otro yo se lo pedía.

- Genial, siempre quise una de éstas - dijo Lissa, a nadie en particular, mientras intentaba concentrarse en lo que hacía.

Estaba claro que Lyz tenía los únicos poderes útiles en aquel momento. Lissa, como Psique, podía entrar en los subconscientes y caminar por allí a sus anchas, pero no estaba segura de que fuera posible entrar en la cabeza de Darth Vader. Que, por cierto, ¿qué aspecto tendría el interior de aquel tipo? ¿Rollo Estrella de la Muerte?

Los primeros disparos de Lissa, muy en la línea de Lyz, pasaron a un kilómetro de los Sith. La dibujante pronto pilló el tranquillo a aquellas cosas, pero Lissa no tenía muy claro que los disparos del bláster fueran a traspasar la protección que ofrecía la armadura negra.

- Verás, Lyz, creo que me sería mucho más útil un sable láser que esta... cosa. Claro que, visto así, me sería muchísimo más útil ser un Jedi que todo lo demás. - la chica suspiró mientras volvía a disparar a aquellos tipos - De hecho, si no fuera porque han salido de una atracción, y dudo que tengan subconsciente donde agarrarme, podría entrar en la cabeza de Darth Vader y obligarle a pasar a las últimas escenas del Retorno del Jedi. Ya sabes, para que nos echara una mano.

Podía intentarlo, claro, pero dudaba que funcionara y, en todo caso, estaba exponiendo su cuerpo, que se quedaría vacío de consciencia junto a Lyz. Eso implicaba que su hermana tendría que protegerla mientras ella trataba de controlar a Vader.

- Perdería el conocimiento, y tendrías que cubrirme... ¿quieres que lo intente de todos modos?

Al parecer no Stark y yo no eramos los únicos que estaban atrapados en ese parque del demonio, aunque en el momento solo había fijado mi atención en él. También había varios civiles en la zona que ocurrían el riesgo de ser aplastados por los escombros de las naves o quedar atrapados en algún fuego cruzado con el desgraciado que había orquestado todo esto. Hablando del diablo, este no tardo mucho en presentarse ante nosotros, literalmente una imagen suya en tamaño gigante se proyecto en el cielo. La verdad no me resultaba conocido de nada, pero al parecer con Stark si tenia una historia; debía preguntarle después con quien estábamos lidiando. Sin embargo por el momento me contente con revisar la información que tan amablemente nos habían dado. Al parecer ese lunático sel as había arreglado, ni idea de como, para capturar la mitad de New York; eso realmente no tenia sentido pero considerando que vivo en un Universo híbrido producto de la fusión de varios otros donde hay dioses de diversas mitologías, alienigenas, mutantes, superhumanos, magia y androides ya puedo esperarme prácticamente cualquier cosa por mas ilógica que paresa. Lo que mas me llamo la atención fue su comentario respecto de los mutantes; al parecer no eramos los únicos encerrados allí, lo cual me dio la pauta de que bien podía haber civiles y terceros inocentes capturados a lo largo de todo el parque.

No tuve mucho tiempo para pensar en eso puesto que apenas desapareció la gran imagen del cielo volvió a aparecer, solo para advertirnos que teníamos compañía. Entonces aparecieron en escena un grupo variopinto de individuos vestidos de lo mas raro, como salidos de alguna película de ciencia ficción. El que parecía ser el líder, quien iba vestido completamente de negro con un casco extraño y lo que parecía ser un tablero de control en el pecho, dio las ordenes y de pronto sus tropas comenzaron un ataque sobre los civiles inocentes. Los que llevaban armas comenzaron na dispararnos mientras otros se acercaban con...¿Linternas láser? No tenia ni idea que llevaban en las manos pero al parecer cortaba y mucho.

Rápidamente desenfunde mi arma y me dispuse a descargar un par de tiros sobre dos de esos soldados que avanzaban hacia mi. Dispare tres veces, pero mi sorpresa fue bastante al ver que las balas no les habían afectado; literalmente rebotaron en sus trajes de metal y solo sirvieron para que me establecieran de objetivo. Corrí como loco mientras esquivaba disparos láser de los hombres que había intentado matar. Su armadura era demasiado resistente como para poder penetrarla con mi arma; ya me estaba comenzando a sentir un inútil en aquella situación. Afortunadamente cuando creí que me freirían con sus armas, logre divisar a una pareja de mujeres y a un perro, una de las cuales literalmente saco una tiza y se puso a dibujar en el suelo. Justo cuando estuve a punto de gritarle que se cubriera que no era momento de dibujar, un muro se erigió solo del suelo y se levanto hasta cubrirlas a ambas, exactamente sobre la linea de tiza que había trazado en el piso. Al parecer Stark no era el único con habilidades especiales en ese parque las jóvenes no estaban tan indefensas como yo creí en un principio.

Sin tiempo para pensar en lo que acababa de presenciar, corrí con energías renovadas hacia el muro y, de un salto, caí detrás de las chicas, protegiéndome de los disparos gracias a su improvisada defensa. Desde allí pude comprobar, aunque mi presencia hubiese pasado desapercibida, como la mujer se ponía a dibujar armas extrañas en su libreta, las cuales luego se volvieron realidad y se usaron para disparar a los soldados. Incluso llego a dibujar unos improvisados proyectiles, que al final resultaron ser...pues...dicho de forma simple... "cubos expansivos"...la verdad hay cosas a las que uno nunca se acostumbra. Fuera como fuese logre escuchar el plan de la otra a sus espaldas: una de las chicas tenia un lápiz mágico y la otra podía poseer mentes...bastante inusual pero extrañamente conveniente al mismo tiempo. -Yo puedo cubrirte- dije mientras guardaba la pistola en su lugar, total me seria inútil al menos de momento. - Si puedes dibujarme una de esas pistolas, o quizás algún tipo de rifle, puedo cubrirte mientras haces lo tuyo.- No esperaba que confiaran plenamente sus vidas a un desconocido que acababan de conocer, pero si que tuviesen el suficiente sentido común como para saber que cualquier aliado en esa situación les vendría bien ya que todos estábamos en peligro.

Ahora todo se estaba tornando un poco cósmico…

Después de que nuestro guerrero dorado puso en su sitio a unas cuantas naves molestas, Arcade empezó a hacer funcionar su mundo asesino en contra de los héroes y civiles, de eso se trataba su juego, él desde su base haciendo de las suyas, viendo y disfrutando de las desgracia de los demás.

Ahora tenía en mira a nuestro curioso grupo, saco su primera carta, la Jedi Training Academy, como todo en esta realidad era malvado entonces lógicamente la banda de clones y Jedis comenzaron a atacar a todos, Iron Man un poco indignado debido a las descaradas intenciones de Disney de monopolizar todo, comenzó a disparar a los clones, estos empezaron a caer uno a uno al recibir sus disparos, pero las sospechas del guerrero dorado estaban bien fundadas, los Jedis empezaron a desviar sus ataques con su sable laser y a devolvérselos, y como este necesitaba proteger a los civiles debía estar en un nivel cercano al suelo, así que un grupo de tres Jedis se abalanzaron hacia él con una pequeña tropa de soldados atrás, dos de ellos empezaron a atacarlo con sus rayos eléctricos de energía oscura, ahora Tony comenzó a vérselas duras, si no ideaba alguna estrategia pronto las cosas se le saldrían de las manos.

Por otro lado, Jonathan y nuestras chicas también estaban haciendo de las suyas, una de ellas comenzó a materializar unas armas láser para contraatacar a los clones de asalto, a pesar de su poca y casi nada experiencia en ese campo ambas hacían lo que podían, como toda unas guerreras, pero sin ellas pensarlo se les acerco un pequeño refuerzo, Smith. Haciendo un majestuoso uso de la comunicación verbal y pacifica nuestro amigo pidió su ayuda, algo que nadie podría imaginarse, y ellas gustosas comenzaron a materializarle una, a pesar de que el sujeto tenía una cara de crimen, nuestras chicas son muchachas amables y corteses, eso no lo duden.

Dos Jedis y entre ellos Darth Vader se abalanzan hacia nuestro trió, como es de esperar en las guerras de las galaxias, disparos láser estaban por doquier, y ese típico sonido de disparos retumbaban en los oídos de todos nuestro espectadores, las cosas se estaban saliendo de control, pero ahora con Smith armado y a su nivel, todo el panorama se estaba tornando mejor. Aunque nuestros héroes se la estaban viendo difíciles, para Arcade solo era el comienzo. Si nuestro pintoresco grupo nunca se interesó en las guerras de las galaxias, ahora estarían viviendo las siete entregas completas…

Señor, estamos al 47% de energía, esto se pone chungo Jarvis, busca fuentes alternativas de... en ese momento uno de los Sith descargó sobre él su rayo y pronto un segundo Sith se le unió, y aquí tenemos nuestra fuente alternativa Jarvis, absorbe todo lo que puedas y vamos a devolvérselo generosamente, será un placer, Señor.


Tony aterrizó permitiendo que se le acercaran tanto los soldados de asalto como los Jedis, acumulando toda esa energía y preparándose para darles un caluroso recibimiento cuando llegaran hasta él, Energía al 130%, Señor, si seguimos absorbiendo corremos el riesgo de que las baterías se quemen, Señor, bien, nuestros amigos ya están listos para la foto, el primer Jedi estaba casi sobre él a punto de bajar el sable y cortarlo por la mitad, pero no se esperaba lo que ocurrió a continuación, el rayo central sobrecargado, los repulsores y láseres de la armadura se activaron todos a la vez, haciendo blanco y volatilizando en el acto a la mayoría de enemigos en apenas un instante.


Y esto amigos es lo que ocurre cuando le tocas las narices a Iron Man, dijo el héroe aún echando humo por la descarga eléctrica, después se giró para ver como le iban las cosas a los demás, solo quedaban dos Jedis, si es que papi Vader se podía considerar así, y se dirigía hacia dos chicas y un tipo a cubierto con un pequeño muro, ¿que cojones hace ahí ese muro?, se pregunto durante un instante, hasta que vio que las mujeres y el tipo disparaban blasters como los de las películas, ademas conocía a ese tío, Smith, ¿se puede saber que cojones haces tú aquí?, dijo despegando de nuevo y disparando sus repulsores solo para mantener ocupados a los enemigos y que no se concentraran en Jonathan y las chicas.

FDI: Disculpad la tardanza! >o<

Lissa empezó a hablarme de subconscientes, de mentes y de cosas de esas psicológicas que le gustaban tanto. No estaba muy segura de que debajo de aquella armadura imperial hubiera una consciencia humana, parecían más robots que otra cosa, pero habría que intentarlo de todos modos.
 
- Vale, Lissa, yo te cubriré, no te preocupes. - estaba siempre dispuesta a proteger a mi hermana. Bueno, ella haría lo mismo por mí ¿no?
 
- Yo puedo cubrirte.- escuché una voz grave de hombre a mis espaldas.
 
¡Hostia puta, qué susto! No me di cuenta hasta aquel instante de que un civil se había cubierto en mis muros improvisados. El tipo parecía sacado de la película Los Mercenarios, pero por sus intenciones vi que estaba de nuestro lado. A demás, no teníamos mucho tiempo que perder en desconfiar los unos de los otros.
 
- Vale, voy... - asentí al hombre e intenté dibujar como pude un rifle de asalto para el desconocido. El primer intento salió muy mal, el rifle ni siquiera llegó a disparar, pero el segundo rifle parecía más estable que el anterior. Sólo esperaba que no acabara explotando en su cara en el momento menos esperado...
 
- Ten, espero que esto te sirva... aún no soy muy buena dibujando armas... - me rasqué la cabeza algo incómoda, el rifle funcionaba pero sin saber porqué estaba teñido de un color verde chillón. ¿Porqué había pensado en el color verde mientras creaba el rifle? Entonces vi que los muros empezaban a debilitarse, llevaban bastante rato recibiendo golpes de los bláster Sith, y tenían intención de caerse de un momento a otro.
 
- Por cierto, yo soy Lyz - le dije al extraño - ¿Tu cómo te llamas?- pregunté mientras esquivaba otro disparo de los troopers.
 
- Oye, vamos a hacer una cosa. Los muros se están debilitando, voy a tener que salir ahí fuera para trazar otra línea con la tiza. Esta vez intentaré cubrir más zona, para que afecte a menos civiles. ¿Crees que podrás protegerme mientras esté ahí fuera?
 
Ahora mismo mi magia era un buen apoyo para el resto, no se me daba bien disparar con pistolas, ni blandir espadas... pero en fin, se me daba bien ayudar a los demás. En cuanto el hombre del rifle estuvo listo, salí de los muros corriendo semi-agachada mientras dibujaba una línea de tiza en el suelo. Volví a cubrir a todo el grupo, y me alejé un poco más en dirección a unos civiles que habían quedado arrinconados entre dos atracciones. Una vez terminé de dibujar el suelo, volví corriendo hacia dónde estaban mis amigos, y agradecí al mercenario que salvara la vida un par de veces ahí fuera. En cuanto recuperé el aliento, alcé las manos para volver a levantar una pared más resistente que la anterior; ésta vez no eran de Yeso, si no de metal. Me había concentrado lo suficiente para conseguir muros más resistentes, pero estaba agotada, así que me deslicé hasta quedar agachada bajo el muro y poder descansar un buen rato. El tiempo suficiente para ver descender a Ironman.
 
- ¿Tony Stark? ¡no me lo puedo creer! - dije maravillada al ver a uno de los superhéroes que más me había gustado dibujar.

Aquél debía der ser el día de suerte de la psicóloga: pedía cobertura, y conseguía no uno, sino dos ofrecimientos. El segundo venía de un hombre que acababa de aparecer de la nada, y que pronto estuvo armado con un rifle de color verde chillón de lo más moderno, cortesía de Lyz Industries, S.A.

La psicóloga suspiró aliviada al ver que aquel hombre tenía más idea de disparar que ellas.

- Gracias... - musitó. Lyz estaba haciendo todas las preguntas, así que ella esperó y asintió mientras buscaba la forma de intentar entrar en la mente de Vader.

No lo consiguió. Aquel tipo no tenía mente y, fuera quien fuera la conciencia que lo animaba (aquél tipo del cielo, suponía), su psique no era accesible para ella.

- σκατά...! - masculló, abriendo los ojos. - No puedo hacer nada... - prosiguió, mirando a sus compañeros.

Lyz había estado fortaleciendo el muro, y su caballero de la armadura acababa de... freír a unos cuantos de aquellos juguetes.

- ¿Tony Stark? ¡no me lo puedo creer! - exclamó la dibujante, mirándolo volar en su dirección, mientras disparaba a diestro y siniestro.

Lissa suplicó mentalmente que ninguna de esas cosas la alcanzara. Al parecer, el tal Stark (a la porra la identidad secreta, si es que la tenía; Lyz era como un spoiler andante a veces) conocía a su compañero de batalla, y no estaba muy entusiasmado de verlo por allí. La psicóloga no lo entendía del todo; ella se alegraba, y mucho, de que el rifle de Smith estuviera en su bando.

- ¿Conoces al tipo que ha montado todo esto? - exclamó Lissa, dirigiéndose al hombre de la armadura y esperando que la oyera por encima del ruido de los disparos. Recuperó el bláster que había descartado, aunque no lo disparó; Stark y Smith lo tenían todo cubierto, por el momento - Necesitamos una estrategia... - dijo. Según el tal Arcade, el juego no había hecho más que empezar; iban a necesitar planear algo si querían evitar que todo terminara en desastre.

Nota personal: tengo que trabajar en mis presentaciones. Pude notar por la reacción de la chica que mi repentina aparición le asusto bastante, supongo que si alguien desconocido aparece a tus espaldas de repente en una situación de peligro en la cual toda tu atención esta puesta en otra cosa, es normal sentir pánico por unos segundos. Afortunadamente no tardo mucho en calmarse, aunque creo que casi le doy un ataque al corazón; curioso que nunca pude conseguir esa reaccion en los mafiosos pro mas que lo intentara pero con un civil inocente funcione tan bien y sin querer. Entonces la chica se puso a dibujarme un rifle en su ¿Libreta magica? Que se yo. Apenas termino me lo dio y me prepare para disparar contra los robots; su diseño a decir verdad no era el que estaba acostumbrado pero podía trabajar con cualquier cosa que tuviese un gatillo para disparar. Desgraciadamente dicho rifle tenia el gatillo, pero no disparaba. Apunte a uno de ellos, me prepare, jale del gatillo y...nada; literalmente nada, el arma no disparaba. Se la devolví rápidamente y le pedí otra.-El arma no dispara, necesito otra.- Se que no podía exigirle a alguien que no estaba acostumbrada a trazar planos de armas la misma calidad que le exijo a empresas multinacionales que viven de ellos, por lo cual intente sonar lo menos fastidiado posible, pero aquel caos desquiciante estaba demasiado preocupado por mantenernos con vida.

Por suerte la segunda versión del rifle que me dio tenia mejor pinta, aunque el verde chillón a decir verdad no es mi estilo ¿Quien podría ir a una misión de sigilo portando colores tan chillones?....ademas de los "Robins" de Batman claro, a esos al parecer no solo les parecía buena idea ocultarse en las sombras vestidos de rojo con accesorios verdes y amarillos o azules que resaltan en la oscuridad como un faro, sino que, sorprendentemente, les funcionaba. Al menos esta disparaba como cualquier otro rifle, lo cual me permitió eliminar a varios de ellos. No tenia una perilla para cambiar de modo automático al modo de disparo simple y no quería tentar mi suerte pidiéndole ese agregado, de modo que me conforme con la acción semiautomática; el hecho de que disparara láseres no afecto mucho mi puntería. Sorprendentemente, el rifle funcionaba sin cargadores: no tenia ningún tipo de abertura donde poner las balas-¿Oye, puedo quedarme con esto cuando todo haya acabado?- ¿Un rifle de munición ilimitada? El sueño de todo soldado estaba ahora en mis manos y a decir verdad me gustaba mucho. La ventaja que tendría en el campo de batalla contra enemigos forzados a retroceder y perder tiempo recargando podría ser crucial cuando saliera de este lugar. Por otra parte tal vez funcionase con alguna célula láser y yo me estuviese emocionando en vano, pero aun aso lo quería. Estaba probando su efectividad, dado que me permitió eliminar a varios robots; al menos cinco de ellos cayeron con mis primeros tiros de rifle.

La mujer se presento como Lyz y me pregunto por mi nombre.- Smith.- Le conteste medio distraído, estaba mas ocupado apuntando que hablando, sin embargo tuve que prestar mucha atención a sus siguientes palabras. Los muros comenzaban a debilitarse, al menos eso dijo ella, de modo que se le ocurrió dar la vuelta al campo de batalla en pleno tiroteo para hacer un muro aun mas grande y de paso cubrir a los civiles que estaban aterrados, por lo cual yo tenia que curbrirla. La mire por unos segundos, como tratando de deducir que pasaba por su cabeza. Ella no tenia ningún tipo de entrenamiento ni armas y aun así arriesgaba su vida en una misión claramente peligrosa, no solo para salvarse a ella misma sino a los civiles inocentes. -Esta bien, yo te cubro.- Le comente finalmente, optando por no hacerla perder el tiempo comentando lo mucho que le respetaba esa decisión. Esa chica tiene ovarios, hay que admitirlo, pero no podia distraerme pues tenia que mantenerla con vida.

Me prepare desde mi cobertura y, apenas ella salio corriendo hacia adelante, me levante y comencé a disparar, matando a varios de ellos; inmediatamente después me agache dado que había logrado concentrar su fuego sobre nosotros de modo que ignoraran a Lyz, pero rápidamente volví a asomar la cabeza para ver como iba. Un par de veces tuve que eliminar a algunos tiradores que notaban su presencia, pero en general salio bastante bien su idea. Cuando volvió a nuestra posición, levanto los muros una vez mas, aunque mucho mas resistentes y largos esta vez, al menos eso parecía. Desgraciadamente había quedado agotada por el esfuerzo, pero no lo suficiente para gritar emocionada por la llegada de Ironman. Supongo que hay cosas que uno nunca puede dejar de hacer, por mas cansado que este; yo soy un perfecto ejemplo: estoy cansado de encontrarme a Stark cada dos por tres pero por algún motivo el siempre aparece de nuevo. Por otra parte he de admitir que en esos momentos me alegraba un poquito verlo, en especial por que había acabado con varios de los enemigos.

Pude escuchar su pregunta, al parecer el también estaba harto de que nos encontrásemos en estas situaciones. -¿Que crees que hago Stark? Compraba los víveres hasta que apareciste- Le comente con cierto tono de molestia en mi voz. Observe como la otra mujer, quien al parecer no había tenido éxito en apoderarse de la mente del líder de los robots, le preguntaba a Stark por Árcade; dado que la pregunta era para él yo decidí no gastar tiempo en responderla y seguir disparando. Pero cuando hablo de una estrategia, ahí si que puse mi opinión.--Necesitamos acabar con estos robots cuando antes para seguir avanzando. Stark, tu armadura debe protegerte de sus disparos, vuelva por encima de los muros y elimina a cuantos puedas. Cuando el atraiga su fuego, nosotros tres salimos de la cobertura con nuestras armas y atacaremos a cuantos podamos; si Liz puede diseñar unos cuantos de esos cubos expansivos, Stark podria lanzarlos desde el cielo como si fuese un bombardeo; prioridad sobre los jefes, deben ser lo mas fuertes. Los civiles solo nos retrasarían y son blanco fácil para cualquiera de las maquinaciones de Árcade, voto por que se queden aquí escondidos una vez hayamos limpiado la zona y salgan cuando todo esto haya terminado.- Hice una pausa para tomar aire y continué. Árcade dijo que había otros en este parque, mutantes según escuche; sus poderes podrían servirnos de utilidad para descubrir como salimos de aquí, pero pueden estar en cualquier parte del parque a estas alturas y nosotros no podemos separarnos por que seria un riesgo demasiado grande, así que al menos que alguien tenga una mejor idea habrá que buscar otro camino.-Y entonces me quede callado, esperando una aceptación colectiva o una mejor idea.

Ingenio, improvisación, efectividad y hasta un poco de locura son algunas de las palabras que describen a Tony Stark. En un momento donde quizás se podía divisar una derrota, el guerrero dorado rápidamente ideó un plan para encargarse del Jedi  que le estaba descargando rayos de energía, fuego con fuego, o mejor dicho rayos con rayos, sea como sea el plan funciono y el Jedi robot quedo rostizado. Una vez que se encargo de ese problema continuó con su ataque pero no tardó en descubrir un trió un poco inusual a la distancia, las hermanas Stavridis junto con Smith estaban cooperando para encargarse de los clones que los estaban azotando con esas pistolas láser, un equipo un tanto extraño pero efectivo. Con un poco de la magia de una de las hermanas, materializaron un arma un tanto psicodélica para que Smith estuviera a la altura de los clones.

Stark se acercó al trió y después de unas presentaciones juntos comenzaron a idear una estrategia, Smith como veterano propuso utilizar a Iron Man como ataque aéreo y al mismo tiempo distracción para que luego él junto con las chicas se encargaran del resto. Parecía un buena idea, lo que ellos no sabían era que mientras tanto los clones seguían con su ataque para intentar derribar el muro junto con los dos Jedis que quedaban, entre ellos el famoso Darth Vader. Al notar que el muro era resistente, el Señor Oscuro de los Sith utilizando su telequinesis levantó el submarino amarillo que sorprendió a una de las hermanas unos momentos antes y se los lanzó al muro que protegía a nuestro equipo. En este mundo asesino de Arcade no hay tiempo de descansar…

Mientras tanto Arcade desde su base de operaciones podía ver como su plan estaba saliendo fenomenal, aunque en un juego ganar se podía considerar lo mas importante, para él el simple hecho de maquinar todo y someter a tensión a nuestros héroes era lo mejor para él, no importaba el resultado. Sin duda todo era para él un deleite, por un lado el equipo de los X-men y Lobo se estaban acercando cada vez más a su meta, y por otro lado Tony, Smith y las Stavidris hacían todo cuanto podían para proteger a los inocentes que aún se encontraban en el edificio de atrás, si los dos equipos lograban sobrevivir, todavía les tenía una pequeña sorpresilla más a los dos...

A la primera pregunta... Si, soy Tony Stark, encantado de conocer a una fan, aunque mejor dejar el autógrafo para un momento en que las vidas de toda esta gente, y también las nuestras de paso, no corran peligro; a la segunda ni idea, pero estoy seguro de que el tipo esta como una regadera y tiene un ego casi tan grande como el mio, ahora pasemos al plan si no os importa, Tony echó un vistazo rápido alrededor, no tengo muy claros los alcances de vuestras capacidades pero por lo que deduzco al menos tu tienes la extraña habilidad de hacer realidad aquello que dibujas, el millonario no dejaba de hablar mientras evaluaba la situación y trazaba cientos de planes, descartando la mayoría de ellos sobre la marcha, si dibujas sobre un patrón ¿eso valdría? ¿que tamaño es el máximo? ¿podrías dibujar adamantium o vibranium?.

La rápida sucesión de preguntas se interrumpió cuando se dirigió a Smith, Tú te vas a encargar de cubrirlas y yo haré lo que mejor se me da, atraer la atención, intentaré que os den la espalda y así les vas volando la cabeza a tu gusto ¿te parece?, seguro que su parte del plan le parecía bien, con lo que le gustaba disparar lo extraño es que no se hubiera convertido en uno de esos psicópatas que siembran un parque público de cadáveres, en cuanto a ti no tengo muy claro que es lo que puedes hacer, pero estaría bien que alguien se encargue de que no cunda el pánico entre los civiles, como consigan derribar el muro no quiero una estampida, si puedes trata de mantenerlos tranquilos y con la cabeza agachada, creo que ya somos suficientes héroes, dijo Tony finalmente con una sonrisa mientras la máscara ocupaba de nuevo su posición.

Un último apunte, estoy en contacto con refuerzos, no vienen a por nosotros sino que van a por el payaso ese, pero si acaban con el nos quitaran muchos problemas, ahora al tajo, la armadura despegó de nuevo disparando repulsores de baja potencia hacia los jedis y láseres con todo su poder destructivo sobre los pocos clones que quedaban en pie, la idea era simple, eliminar los últimos soldados mientras obligaba a Vader y los Jedis a encararle a él y darle la espalda a Smith, quizás contra Casco Oscuro no valiera, pero el otro Jedi debería ser presa fácil para el rifle hortera que se había conseguido el Asesino, Se acabó Anakin, la altura me da ventaja, rindete y no te cortaré en cachitos como hizo tu maestro, no pudo resistirse a hacer ese chiste, simplemente fue superior a sus fuerzas.

- Genial, no te he pedido el autógrafo todavía, pero lo tendré en cuenta cuando toda esta locura acabe - sonreí divertida, y no pude evitar sentirme emocionada al ver a uno de mis héroes favoritos en primera persona.

Con su apasionada conversación, el señor Stark y el señor Smith nos dieron a entender que se conocían de antes, y no parecían llevarse muy bien la verdad. Pero todos teníamos objetivos comunes, así que no tenían intención de empezar una pelea en aquel momento.

Mientras descansaba en una de las paredes de la muralla, mis ojos iban desde Tony a Smith y después se posaron en Lissa. Todos parecían buenos a la hora de trazar planes, y que decir, teníamos entre nosotros a uno de los hombres más inteligentes del mundo, así que nada podría salir mal. ¿No? Olvidaba que yo y mi mala suerte estábamos en esa ecuación, pero ¡hey!, nunca se perdía la esperanza.

- No te garantizo que siga funcionando bien ese rifle en las próximas veinticuatro horas, pero sí, puedes quedártelo - sonreí ante la petición de Smith. Fue divertido imaginarnos a todos en el supermercado comprando antes de que la ciudad de Nueva York se convirtiera en un parque de atracciones.

Después escuché atentamente al hombre de hierro y lo que habían decidido hacer todos al final. Tendríamos que priorizar a los civiles, así que debíamos destruir a todos aquellos jedis mientras usábamos a Tony de cebo.

- Sinceramente no sé hasta qué limites puedo llegar, pero solo puedo crear cosas que conozca, así que no aseguro nada del adamantium y el vibranium... ¿qué tienes en mente? - me parecía curioso que Ironman hablara de aquellos metales inventados, pero era muy probable que después de la colisión de los mundos y de descubrir que los héroes y villanos más famosos de los cómics habían cobrado vida... bueno, no era tan descabellado pensar que también existieran esos fantásticos recursos.

-Ahora mismo no creo que pueda dibujar nada en un rato, he agotado mis fuerzas con este muro de metal. Pero no te preocupes, los proyectiles los puedo lanzar yo misma si los hago aparecer en mitad del campo, así Ironman no tiene que entretenerse con eso...- entonces vi como una sombra se proyectaba por encima de mi cabeza e iba creciendo lentamente. Miré hacia arriba a tiempo de ver caer el submarino amarillo de los cielos, con intención de aplastarnos a todos.

- ¡Corred! - dije al tratar de levantarme del suelo, a tiempo para tropezarme con mis propias zapatillas y estamparme contra el suelo. Levanté la cabeza en dirección a Lissa y a Smith para ver si alguno de ellos podría ayudarme antes de que el submarino me aplastara.

Rodé ligeramente los ojos ante las ofertas del conocido superhéroe de proporcionar un autógrafo.-¿No puedes dejar esas tonterías para cuando no estemos en peligro de muerte?-Pregunte fastidiado por la actitud del multimillonario. Esa era una de las cosas que más odiaba de él: su incapacidad de tomarse en serio ciertas cosas. Aun así no me queje cuando Stark comenzó a comentarnos su plan de acción. Era simple en realidad: él se encargaba de atraer la atención mientras ejercía el papel de fuerza aérea, (¿Por qué no me sorprende?) para que nosotros pudiésemos dispararles por la espalda; asimismo, los dibujos mágicos de una de nuestras aliadas podrían proporcionarnos la protección necesaria, así como a los civiles. Toda esa idea me sonaba bastante familiar, tal vez porque yo mismo acababa de proponerla hacia unos minutos.-Te felicito Stark, tu sí que sabes cómo repetir con otras palabras el plan que acabo de proponer.- Solo un poco de sarcasmo usual, nada fuera de lo ordinario, ninguna queja en particular. No iba a ponerme a reclamarle derechos de propiedad intelectual en medio de una balacera con láseres, eso hubiera sido muy estúpido. Por otra parte, realmente despertó mi interés su último comunicado; al parecer si había logrado comunicarse con refuerzos; no garantizaban nuestra seguridad inmediata dado que irían a por el titiritero que manejaba todo el parque, pero si lograban llegar hasta el cuarto desde el cual controlaba todo el parque ciertamente las cosas se pondrían mucho mas fáciles.

Entonces el plan se puso en marcha. Stark salió primero, desde luego, y se encargo de atraer todo el fuego posible hacia su dirección, mientras yo aprovechaba al máximo mi nuevo rifle temporal para disparar a los enemigos, pues según su creadora me había dicho, desgraciadamente dejaría de funcionar en un tiempo y no sé si tenía intenciones de mantener conmigo un arma inservible, por mas "bonito recuerdo" que fuera. Por otra parte la pauta de que no fuese capaz de dibujar metales tan conocidos en mi universo y el de Stark daba la pauta de que ella no pertenecía a nuestro mismo plano existencial, aunque francamente no me parecía algo a destacar en ese momento pues no tenía ni idea de cómo explotarlo en nuestro favor. A menos que...-Dime- le comente a Lyz mientras disparaba- ¿De casualidad hay algún metal o gema en tu universo, que tu conozcas, y sea de resistencia superior al titanio? ¿Alguno capaz de reflejar disparos o absorber la energía cinética? Cualquiera viene bien ahora.- Sin embargo me quede sin una respuesta, pues casi tan pronto como termine de hablar una sombra comenzó a cernirse sobre nosotros, una muy grande. Mire hacia arriba por un momento y contemple, con total asombro, como un submarino volaba, o mejor dicho caía, en dirección hacia nosotros. Un. Puto. Submarino. Simplemente perfecto, esto es lo único que nos faltaba.

No tuve que dar ninguna orden para que todos comenzáramos a correr lejos de esa sección del muro. Sin embargo, Lyz dio un mal paso y se cayó por el camino. Ella iba detrás de mí, por lo que apenas escuche el grito me voltee a verla y contemple, con horror, como el submarino se acercaba cada vez más. No podíamos darnos el lujo de perder a una de nuestras mejores arma...y a una chica inocente que no merecía morir, claro. La incomparable sensación de adrenalina corriendo por mi cuerpo me invadió; señal de que mi corazón estaba comenzando a correr mas rápido, mis músculos se tensaban, en otras palabras se había "activado" mi poder. Todo ocurrió en un parpadeo, o al menos así ocurrió para los ojos de Lyz; para ella y cualquier humano normal que viera lo que hacía, todo habría pasado en cuestión de un parpadeo pues dada la velocidad con la que soy capaz de mover mi cuerpo, aunque sea por unos segundos, a los ojos normales el movimiento de mis extremidades puede asemejarse al de ver una bala volando cuando mi cuerpo entra en ese estado. No estoy seguro de como percibieron los demas el rapido suceso de acciones que terminaron sacandoa la muchacha de apuros, pero para mi todo fue como una escena de camara lenta de una de esas peliculas de accion.

Sin sutilezas lance el rifle a un lado, corrí hacia la chica, la levante con ambos brazos y la saque corriendo del lugar donde estábamos, segundos después el submarino cayo, haciendo pedazos gran parte del muro y el propio suelo. Después de eso no pude avanzar mucho mas antes de soltar a Lyz y caer al suelo, sujetando con fuerza mi corazón, con una mueca en mi rostro que dejaba entrever el dolor que sentía. Es el problema con moverme tan rápido: si lo hago muy seguido o por mucho tiempo puedo terminar sufriendo un paro cardiaco, pues mi corazón no está acostumbrado a correr a un ritmo tan rápido como al que debo exponerlo cuando me muevo a toda mi velocidad. Por fortuna esta vez había sido simplemente algo equiparable a un calambre en el pecho, no lo había mantenido mucho tiendo latiendo tan rápido como para provocar mayores dolores, aunque mentiría si dijera que no lo sentí.

La psicóloga captó al vuelo el plan de Stark. El millonario, probablemente sin tener ni idea de sus habilidades, acababa de darle un trabajo del que sí podía encargarse. Elissa trató de concentrarse en los civiles que corrían y chillaban por el parque; iba a ser demasiado complicado calmarlos de uno en uno con sus poderes, pero podía hacerlo de la manera tradicional. 

- Vengo en un momento - le dijo a Lyz, antes de salir corriendo, aprovechando que Ironman distraía a los Sith. No esperó la respuesta de su otro yo (de hecho, era probable que Lyz ni siquiera la hubiera escuchado). Cuando llegó a toda prisa junto a un grupo de civiles, que trataban de buscar cobijo tras una taquilla, un gran estruendo a sus espaldas la hizo volverse, sobresaltada. 

Cuando decían en las promociones que en Disneyland tenías la diversión asegurada todo el día, recalcando la parte todo el día, no mentían en absoluto. Los ataques contra el improvisado grupo de héroes se sucedían continuamente; no tenían suficiente con los Sith, ahora llegaba El Submarino Amarillo 2, una película que Lissa no tenía la menor intención de comprarse en Blu-ray cuando saliera. 

La psicóloga chilló al ver que Lyz había estado a punto de ser aplastada por aquella cosa; por suerte, el hombre llamado Smith había llegado a tiempo para salvarla. Lissa nunca se lo agradecería lo suficiente (si lo necesitaba, le ofrecería psicoterapia gratuita). Preocupada, esperó a que Lyz se pusiera en pie para asegurarse de que estaba bien, comprobó que no habían sufrido más bajas con un rápido vistazo a Stark y a Smith, y volvió a centrar su atención en los civiles. 

Bueno, había llegado el momento de mostrarse tan calmada por fuera como aterrorizada se sentía por dentro. Por suerte, aquello se le daba muy bien.

- ¡Escuchadme! Hay que mantener la calma. Ironman tiene la situación bajo control. - si Stark era tan famoso como creía Lyz, evocar su nombre debería ayudar - Aún así, esto es territorio de combate, no es seguro para civiles. Tenéis que seguirme, os sacaré de la zona. Iremos hacia el supermercado, allí estaréis a salvo. No me perdáis de vista, y no os separéis.

Dicho esto, Elissa miró atrás, tratando de decidir la mejor ruta para retroceder al supermercado. Tanto Ironman como su hermana y Smith se habían convertido en el objetivo de los ataques, por lo que nadie prestaría atención al grupo de civiles si avanzaban por detrás de las vallas que rodeaban a la atracción del submarino. Especialmente ahora que el submarino no estaba allí.

Trataría de tomar aquel camino, entonces, para evitar que nadie más sufriera daños.