Las cuentas, claras [Tony primero]

[20 de Junio del 2018, Mediodía]

Era un día precioso, aunque caluroso. No era para menos, pues poco a poco la primavera había dado paso al caldeado verano de la Gran Manzana. Quizás fuera por la cercanía del mar, pero pese a que las temperaturas apenas pasaban de los 26º Celsius, Joanna estaba segura de que de estar viva ahora mismo estaría teniendo verdadero calor.

A veces su condición tenía sus ventajas, no podía negarlo. Se bajó del coche oficial y se ajustó de nuevo las gafas de sol, llenando de aire sus pulmones.

Se permitió mirar su propio reflejo en las puertas de cristal del edificio, y sonrió. Vestía un sencillo traje de dos piezas compuesto por una elegante falda de tubo y una chaqueta a juego, ambos de color pardo a rallas. Una sencilla blusa con unos elegantes volantes en el cuello, unas gafas de sol Ray-ban, unas simples medias y unos zapatos pardos de suela baja complementaban su atuendo, sin ningún otro accesorio o detalle. Después de todo, Joanna siempre había sido de las que preferían la sencillez al vestir.

Su pelo, largo y negro, caía en cascada por su espalda, y se había molestado en maquillarse para parecer sólo una mujer pálida pero viva. Después de todo, la gente solía incomodarse cuando se fijaban en su color de piel o el brillo de esta.

Con una sonrisa confiada, se recolocó un mechón detrás de la oreja, cogió su eterno maletín negro, inspiró de nuevo para darse ánimos y entró en el vestíbulo con un andar seguro y directo.

Habían pasado ya unos meses desde el incidente, y aunque no estaba muy contenta con los destrozos causados por las armaduras enloquecidas del Playboy venido del otro universo, tenía que admitir que el hombre parecía gozar de una muy buena publicidad. Y con suerte, no tendría problemas en negociar con él un acuerdo que beneficiase a ambas partes durante las tareas de reconstrucción de la ciudad.

Se dirigió hacia el mostrador de la entrada y mostró su más radiante y cordial sonrisa


Bueno, ahora sólo quedaba esperar... y rezar para que el hombre fuera profesional durante el encuentro y todas esas habladurías de ser un Casanova fueran infundadas

Hoy estaba siendo un mal día, muy malo, rematadamente malo, hacía poco que Tony había decidido dejar de beber, nunca había creído que realmente tuviera un problema con el alcohol, eso solo le pasaba a otros, él lo tenia bajo control, al menos eso es lo que siempre había pensado, hasta que decidió que les demostraría a todos que realmente no era un alcohólico, entonces, justo entonces, se dio cuenta de que si que lo era.

Ayer incluso había tenido temblores, temblores que consiguió ocultarle a casi todo el mundo, pero que no pudo ocultarse a si mismo, era síndrome de abstinencia sin duda, pero ahora era peor, el cuerpo empezaba a superarlo, pero la mente no dejaba de gritarle que una copa le ayudaría a relajar los nervios, solo una copa y podría relajarse, dormir un poco, centrarse en el trabajo...

Pero Tony no cedía, había vencido a la muerte gracias a su intelecto, había derrotado a un dios alienígena, había privatizado la paz mundial, no iba a dejar que una botella le derrotara... ¿como podría volver a mirar a los ojos a Pepper si fracasaba en esto? ¿que le impediría a ella marcharse?, no, incluso sin tenerla en cuenta a ella su cuerpo no aguantaría ese castigo mucho más tiempo, Jarvis le hacía chequeos regulares, pero incluso ahora que el paladio había dejado de ser un problema su hígado estaba en las últimas, riñones destrozados, fracturas variadas en todo el cuerpo, el alcohol solo empeoraba la situación, tenia que dejarlo y punto.

Señor, la voz de Jarvis le arrancó de sus pensamientos, la señorita Hardins estará a punto de llegar, Señor, tiene una cita con ella en veinte minutos, oh, si, no lo recordaba, gracias Jarvis, Señor, ¿me permite sugerirle que aproveche ese tiempo con una ducha y un afeitado rápido? Creo que la señorita Potts agradecería esa cortesía por su parte, ¿tan mal estoy?, Señor, yo carezco de olfato, pero su piel esta perlada de sudor, y por su situación actual apostaría a que pocas personas encontrarían agradable su olor actual, aparte de que lleva dos días sin afeitarse, Jarvis... me falla el pulso, no creo que pueda, en ese caso puedo ayudarle, Señor, usaré uno de los robots de servicio si le parece bien.

Tony se despejo bastante con la ducha, y el afeitado de Jarvis le relajó bastante, el día empezaba a mejorar, ya casi ni siquiera pensaba en tomar una copa... Mierda, se terminó de ajustar el traje y aún le sobraban unos minutos, Señor, la señorita Hardins está a punto de entrar, se encuentra en la planta 27 en este momento y subiendo, bien, parece que llega temprano, gracias Jarvis.

Cuando el ascensor se abrió, el millonario recibió a la alcaldesa con su mejor sonrisa, Bienvenida Joanna, un placer verte de nuevo, pasa, por favor y ponte cómoda, ¿puedo ofrecerte algo de beber, pregunto dirigiéndose al minibar, tras un segundo de duda se sirvió un té helado con un par de cubitos de hielo, le entregó su vaso a la alcaldesa y se sentó frente a ella, ¿que tal van las tareas de reconstrucción? Espero que ya tengan todo prácticamente resuelto.

Y finalmente, el ascensor se abrió, dejando ver el lujoso... ¿Despacho? ¿Loft? No podría definirlo con claridad teniendo en cuenta el tamaño, las vistas e incluso el mobiliario. La alcaldesa se quedó patidifusa unos segundos, prácticamente con la boca abierta, mirando todo con curiosidad y atención. Es cierto que venía de una familia adinerada, pero eso... eso la superaba

Bienvenida Joanna, un placer verte de nuevo, pasa, por favor y ponte cómoda, ¿puedo ofrecerte algo de beber

La no-muerta parpadeó, enfocó la mirada en su anfitrión y sonrió tímidamente, casi como si fuera la típica cerebrito a la que de pronto se le acerca el quarterback del equipo y le pide ir con él al baile de fin de curso. Vamos, igualito que aquella vez. Carraspeó y echó los hombros hacia atrás, recordándose que había venido a hacer negocios y no a dejarse llevar por el placer y le dedicó una enorme y amable sonrisa al millonario

Muchas gracias, Señor... eh... Tony. Lo que usted beba me vale Si no fuera porque su nueva condición le impedía emborracharse, habría dado un lingotazo al garrafón de alcohol puro más cercano, aunque sólo fuera para calmarse los nervios. Sus mejillas pálidas parecían algo sonrosada, y su mirada al otro lado de las gafas de sol se volvió esquiva mientras buscaba un lugar donde sentarse, y preferiblemente una mesa que colocar entre ambos

¿que tal van las tareas de reconstrucción? Espero que ya tengan todo prácticamente resuelto

Ah, directo al grano. Tenía que agradecerle ese carácter, el pensar en los negocios le ayudaría a centrarse. Recogió el vaso con una sonrisa y asintió suavemente


Sonrió suavemente para sí misma, antes de encogerse de hombros


La mujer se revolvió levemente en el sitio, dejando el maletín en el suelo, antes de aspirar profundamente. Por alguna razón, ese hombre la ponía nerviosa. Casi le hacía pensar en el bueno de Benny. ¿Qué habría sido de él? Cuando se fue a la universidad ambos perdieron el contacto y... ¡Joanna! ¡Atenta, maldita sea!


Hala, ya estaba hecho. La alcaldesa casi se atropelló a sí misma al explicarse, y al darse cuenta de que estaba evidentemente nerviosa no pudo evitar sonrojarse de nuevo, dándole un aspecto vivo a su rostro, y apartar la mirada. Empezó a beber del vaso con expresión ausente, casi como si esperase que se riesen de ella en su cara, y no era para menos... ¡Acababa de tener la típica pifia del novato de dejar todas las cartas sobre la mesa!

Menuda alcaldesa de pacotilla estaba hecha, le acercaban un playboy y ya le salía el carácter de cuando era adolescente...

Tony escuchó atentamente mientras la alcaldesa hacía su exposición, dando pequeños sorbos de su te helado, Ojalá fuese un buen escoces, pero es lo que hay chico, lo has dejado y vuelve a concentrarte en ella, La verdad Joanna, teniendo en cuenta que los daños ocasionados fueron cosa mía es lo menos que puedo hacer, en aquellos momentos la empresa pegó un bajón importante, entre afrontar los destrozos, reconstrucción de los daños en distintas sucursales, perdida de proyectos y un largo etcétera, mis recursos se vieron seriamente afectados, pero como tú soy un hombre que no se rinde con facilidad, dijo con una de sus más radiantes sonrisas.

Cogí todo lo que estaba desperdigado, reuní informes de todos los distintos universos que se habían fusionado y de los que habían desaparecido dejando solo pequeños rastros de información, me centré en lo positivo, si industrias Stark había perdido proyectos y sucursales, pero otras habían aparecido de la nada, gracias a las ideas sacadas de otros universos he perfeccionado entre otras cosas los generadores ARK, ahora se pueden construir de manera más barata, energía limpia y segura..., estoy en plena campaña para sustituir las centrales eléctricas de todo el país, de todo el mundo si me es posible, adiós a las centrales de carbón o petroleo, adiós a las nucleares.

El millonario dejo su pequeño discurso por un momento y miro a la mujer a los ojos, Lo que estoy tratando de decirte Joanna, es que si tu quieres podemos construir uno de esos generadores en tu ciudad, no solo os abastecería de energía, sino también a toda la zona circundante, bajo esta torre esta el primero que construí y abastece a toda Nueva York, mas de cuarenta millones de personas e infinidad de industria, la energía barata atraería sin duda a otros inversores, e industrias Stark por supuesto podría llevar a cabo más proyectos en la zona si lo deseas.

Si Joanna aceptaba estaría un paso más cerca de privatizar la salvación del planeta como había privatizado la paz mundial, un pequeño paso es cierto, pero ¿no consistía precisamente en eso la evolución?, en una infinidad de pequeños pasos, solo esperaba poder llegar a ver su obra terminada, había demasiadas personas reacias al cambio, demasiados que solo querían aprovecharse de los cambios en su beneficio, demasiados que venderían a su madre por un poco de poder o dinero, ese tipo de personas siempre retrasaban el avance, solo unos pocos hombres podían cambiar las cosas y él era uno de ellos, uno que lamentaba profundamente no haberse dado cuenta de ello hasta ahora.

Bien, ¿que me dices?, si aceptas tendré a los ingenieros allí mañana mismo, por supuesto los contratistas serían locales, y una vez en marcha hará falta personal para el mantenimiento.

(fdi: Perdón por la tardanza... Drama en la vida y Yadda yadda, ya me entiendes)

La enorme sonrisa de Tony provocó que Joanna se encogiese un poco, intentando ocultarse tras su largo pelo negro en un gesto tímidamente adorable. No sabía por qué, pero ese tipo de gestos provenientes de cierta gente tendía a provocarle un tipo de incomodidad, le recordaba su época de instituto, y cómo se sentía de insegura cuando uno de los deportistas se acercaba a tirarle los trastos o a reírse a su cuenta.

Sin embargo, se forzó a seguir escuchando, mirándole a los ojos de esa manera tan tímida e inocente tan poco propia de una imagen pública. Se mordió el labio inferior, pensativa, antes de volver a retomar la confianza. Estaban hablando de negocios, después de todo, y no debía permitirse dejarse llevar en temas en los que estaba tan poco ducha como los flirteos y coqueteos. Además, Stark no estaba coqueteando con ella... ¿Quién en su sano juicio lo haría?


Después de todo, no podría pedir más: Energía que pudiera ser exportada a otras ciudades, aumentando la riqueza local, trabajo y posibles futuras empresas atraídas por la promesa de energía barata y limpia... era una publicidad tan buena que no podría creer que fuera real

Bueno Joanna, nada fuera de las normas básicas de seguridad en cualquier central de alta tensión, no juntar los cables y esas cosas, la energía ARK es muy estable, no genera radiación y no genera ningún residuo que sepamos, el diseño original consumía paladio y lo liberaba al ambiente, en dosis muy pequeñas y que solo afectarían a alguien que tuviera un generador instalado permanentemente en su cuerpo, como es mi caso, aunque incluso esas emisiones están superadas ya, el generador ARK 3.1 no genera nada dañino para el ser humano o el medio, energía limpia, barata y estable.

El proyecto en sí mismo si es caro de poner en marcha, pero como le debo unos cuantos millones al tío Sam por romper los contratos que tenía con Defensa, llegue un acuerdo para pagárselos financiando distintos proyectos, incluidos la instalación de estos generadores, por lo que los costes para su ciudad serán muy reducidos, el millonario terminó su copa, y durante un momento dudó si levantarse de nuevo o no, finalmente decidió quedarse en su sitio, no quería incomodar más a la alcaldesa, ¿habría hecho o dicho algo incorrecto?

Perdóname Joanna, ¿estás bien?, supongo que mi reputación me precede, pero si he hecho algo que te moleste solo tienes que decírmelo, te aseguro que no me como a nadie y se que puedo ser insufrible, Pepper no deja de recordarmelo cada día, pero no es mi intención en este momento.

Joanna escuchó con atención lo que tenía que decir el señor Stark, asintiendo suavemente ante cada una de sus palabras. Tenía sentido, y le gustaba cómo sonaba absolutamente todo lo que le estaba explicando. Era de hecho muy loable que se estuviese esforzando en ayudar a los Estados Unidos, aunque no fuera en el poderío militar. De hecho, era mucho mejor que ayudase a los civiles que a los militares a ojos de la alcaldesa. Después de todo, no era una gran amante de las guerras

Perdóname Joanna, ¿estás bien?, supongo que mi reputación me precede, pero si he hecho algo que te moleste solo tienes que decírmelo, te aseguro que no me como a nadie y se que puedo ser insufrible, Pepper no deja de recordarmelo cada día, pero no es mi intención en este momento

Joanna dio un respingo y levantó ambas manos, agitándolas ante ella

¿Eh? ¡No! No, no, en absoluto, es sólo que... bueno, soy más tímida de lo que parece a simple vista la alcaldesa carraspeó intentando recuperar la compostura. Sonrió nerviosa y empezó a juguetear con sus dedos


La alcaldesa dejó escapar una risilla nerviosa, aún jugueteando con sus manos. ¿Dónde demonios se estaba metiendo? Lo mejor sería cambiar el tema y desviar su atención

Bueno, debo decir que gran parte de esa fama es... mejor dicho, era merecida, hace tiempo que dejé de fabricar armas y trabajar para Defensa, ellos eran mis mejores clientes, pero las armas mas grandes solo hacen que los de enfrente pillen otras aún mayores, y la carrera armamentística era algo que nadie podía ganar, todos perdíamos si seguíamos así..., Tony parecía triste al hablar del tema, una expresión nada común en él, no era algo que pegase en su rostro, siempre alegre y con una sonrisa.

Como sabrás hace unos días hice pública mi identidad como Iron Man, en contra del consejo de Pepper, de mis abogados, de Nick Furia y de todos los que ya lo sabían, y como no hice una fiesta para celebrarlo, no salió en la noticias, pero durante esa fiesta tres conocidas ladronas me robaron, curiosamente conforme hablaba iba recuperando su habitual sonrisa, mientras miraba el vaso con te helado que estaba bebiendo, yo estaba borracho, como una cuba, lo que en los últimos tiempos no era raro, el caso es que lo importante no es lo que se llevaron de mi casa... lo importante es que me hicieron ver mi vida desde otro ángulo, alguien como yo no podía desperdiciar así su vida, elegí convertirme en Iron Man para reparar el daño que habían causado mis armas, para patear a los malos y hacer del mundo un lugar más seguro, y ahí estaba un borracho incapaz de nada salvo vomitar en un rincón, dijo mirando a Joanna a la cara.

Lo que quiero decir con esto... bueno, no tengo muy claro lo que quiero decir, pero creo que es que he cambiado, he decidido cambiar, para empezar se acabó el alcohol y perseguir faldas, no pienso convertirme en un puritano ni nada así, pero debo medir el alcance de mis acciones antes de llevarlas a cabo, Tony era un tipo claro y directo, alguien que no se sentía avergonzado por sus defectos o acobardado por demostrar sus virtudes, mi único poder Joanna es que tengo la inteligencia para lograr casi cualquier cosa y la voluntad para llevarla a cabo.

Esto no lo sabe mucha gente, pero en mi primer año en el MIT, me iba fatal, tras tres meses allí no tenía prácticamente amigos, imagínate, un chaval de catorce años rodeado de universitarios, apenas me atrevía a ir a las clases y suspendía a propósito para que no me vieran como a un bicho raro, mi padre me dio la charla del futuro, la responsabilidad y lógicamente pasé de él, eso fue tres semanas antes de navidad, de nuevo miraba al vaso, sin verlo, a la semana siguiente mi padres estaba muertos, y lo último que había hecho yo era decirle que me dejara en paz, antes de final de año el peso de Stark internacional recayó sobre mí, pero me rehíce rápidamente, dos años después me licencié de dos carreras, solo para demostrarme a mi mismo que podía ser lo que mi padre me había pedido.

Pero como siempre me estoy enrollando, dijo de nuevo con una sonrisa, me has preguntado mis poderes, soy capaz de todo lo que me propongo Joanna, y ahora que no pierdo mi tiempo con las fiestas y el alcohol te aseguro que me he fijado metas muy, pero que muy altas, y ayudarte a reparar el daño que os causé es solo una pequeña parte.

Joanna escuchó con atención lo que Tony quería decirle. Reconoció que efectivamente lo que se decía era de él, y eso en parte le honraba. El hecho de que ambos coincidiesen en su manera de pensar sobre la carrera armamentística también ayudaba a que la alcaldesa sintiese una cierta afinidad con el millonario.

Sonrió suavemente cuando Tony reconoció que poca gente estaba de acuerdo de que se mostrase como un superhéroe. Ella, siendo madre adoptiva de uno, podía saber muy bien lo poco sensato que podía resultar a simple vista, pero admiraba que Tony hubiera decidido no llevar una doble vida: También era muy consciente del peligro que llevaba ocultar esa realidad a los seres queridos. Si se dedicase a ser una superheroína (Algo que dudaba que fuese a hacer, nunca había sido buena luchando), tenía bien claro que no ocultaría su identidad.

Torció levemente el gesto cuando Tony fue extremadamente gráfico sobre lo que había ocurrido durante el robo. Había sido algo gráfico para su gusto, pero pronto le dedicó una leve sonrisa, instándole a seguir.

Y pronto su rostro cambió por uno de sorpresa. ¿Había oído bien? ¿MIT con apenas catorce años? No podía imaginarse lo duro que habría sido para él, teniendo en cuenta que ella, con la edad correcta, no había tenido una buena experiencia: o la trataban como un cacho de carne, o como un bicho raro. Suspiró, recolocándose un mechón de pelo tras la oreja. Ahora el millonario le provocaba más simpatía si cabía, más al contarle lo de la muerte de sus padres. Ella también los había perdido, y sabía lo duro que era eso para nadie.

Se incorporó de su asiento, acercándose al hombre con intención de demostrarle algo de apoyo, pero él no había terminado de hablar, por lo que simplemente se quedó a un par de pasos de él, mirándole atenta. Finalmente, tras la exposición, ella sonrió dulcemente

Tony... ese es el mejor poder que jamás nadie podría tener. El poder de cambiar las cosas a mejor sonrió suavemente, apoyándose en la mesa mientras miraba hacia el infinito, incluso más allá.

Tony se había sincerado con ella, así que lo suyo era devolverle el favor, contarle también algo de su historia


La mujer mantuvo su mirada en el frente unos segundos, pensativa. Se humedeció los labios y se giró, centrando sus ojos verdes en el millonario


La alcaldesa suspiró, negando con la cabeza


Joanna sonrió suavemente, antes de cerrar los ojos


La mujer introdujo las manos en sus bolsillos, mirando a un punto indeterminado más allá del hombro de Tony Stark. Sus ojos parecían acuosos, pero ninguna lágrima escapaba de ellos

Joanna, esos son los héroes más importantes... los que nos ponemos un traje raro y salvamos el mundo solo servimos de ejemplo para ellos, pero no serviríamos de nada si no quedara alguien ahí que sacara adelante el trabajo diario, que todos los días luchara por hacer del mundo un lugar mejor, en el mundo hay más de seis mil millones de personas, y solo unos miles de ellos tienen capacidades sobrehumanas, ¿quienes tienen realmente el poder de cambiar el mundo?, le pregunto Tony poniéndose frente a ella y tomándola de los hombros por un momento y mirándola a los ojos.

Mi padre solía a menudo decir que la mejor forma de ayudar a alguien no era dándole aquello que necesitaba, sino dejándole conseguirlo por si mismo, hasta hace poco no he comprendido totalmente esa frase, creí hacerlo hace tiempo, pero ahora por fin lo he hecho, muchos dicen que yo soy mucho más listo incluso de lo que él fue, pero él era mucho más sabio, ¿no se si me explico?, dijo encogiéndose un poco de hombros.

Gracias por venir Joanna, ¿hasta cuando tienes pensado quedarte en Nueva York?, le preguntó el millonario, si quieres antes de volver a tus obligaciones podría enseñarte los lugares más típicos de por aquí, y en un par de semanas podríamos volver a reunirnos, esta vez en tu despacho y con todos los informes del proyecto sobre la mesa ¿que te parece?, la verdad es que la mujer le había caído bastante bien, la reunión había marchado mucho mejor que la última vez que se vieron, aunque dadas las circunstancias era bastante normal que hubiera sucedido así.

OFF:

Joanna se quedó unos segundos pensativa. Era cierto, los verdaderos héroes eran aquellos que vestían con camisa y corbata, iban todos los días al trabajo e iluminaban la vida de otros con una sonrisa. Y sin embargo...

... ¿Hacía del todo bien en dejar de lado sus poderes para convertirse en un icono anónimo? ¿Era eso lo que el destino le aguardaba? La alcaldesa se llevó un índice al mentón, pensativa, dejando entrever ligeramente su zozobra interior, antes de sonreír y volver a la tierra, al presente. A Tony Stark.


La mujer sonrió alegre, asintiendo con suavidad

Y ten por seguro que mi secretaria contactará contigo para concertar una cita. Si me disculpas... que tengas un gran día, Tony dicho eso, la alcaldesa se incorporó, le dio la mano al empresario y comenzó a dirigirse al ascensor.

Sin embargo, paró unos segundos, antes de introducirse en él, y le miró por encima del hombro

¿Sabes? A veces me pregunto... si debería plantearme el antifaz. ¿Qué te parece si lo discutimos mañana mientras me enseñas Manhattan? Y dicho eso, la alcaldesa, por fin, abordó el ascensor, bajando en él

Debía reconocer que el encuentro había sido muy interesante.

Spoiler: