|19Marzo2018| Todo se soluciona con un poco de trabajo (Dick Grayson)

Llevaba unos cuantos dias de trabajo intenso, de dias sin sueño y de demasiadas tazas de café incluso para para el mismo. ¿La razón? Lo necesitaba y mucho.

Todo era aún un poco confuso, y sinceramente decir que era un poco era quedarse corto para la situación. Estaba perdido incluso aunque llevaba toda su maldita vida viviendo en esa ciudad. Ya no estaba seguro ni de saber por donde se movía y menos seguro estaba de que las personas que pensaba conocía fueran las mismas que recordaba. En realidad no estaba seguro de nada ahora. Al menos su casa estaba en la misma localización y todo estaba ahí, el problema era que el resto no estaba donde debería estar. Y todo era demasiado extraño.

Hasta el momento había localizado a todas las personas importantes de su vida, aunque sólo las había visto a través de cámaras de seguridad al menos sabía que se encontraban bien. La cosa es que no estaba del todo seguro de querer encontrarse con ellas. Al menos no después del encontronazo con Bruce de hace unos días. Sería más correcto decir que se encontró con un Bruce, porque claramente no era el mismo que conocía… y era difícil. Lo que se encontró no fue más que a un desconocido, uno que no sabía quien era en absoluto y que por el contrario el mismo sabía demasiado de ese hombre. Era un poco duro saber que después de haberle recuperado tras su muerte ahora volvía a perderle. En este universo, tierra “nueva” o que demonios fuera todo lo que había vivido con Bruce no existía ya. Su entrenamiento, sus años viviendo en la mansión, los problemas, las heridas y en general todo no significaba nada. ¿Seguiría manteniendo el apellido Wayne? Porque si no le conocía como iba a adoptarle.

Cada vez que le daba más vueltas al asunto acababa más frustrado con todo. Estaba demasiado cansado como para seguir dándole vueltas a la situación. Quería mantenerse ocupado, cansarse al extremo y cuando pudiera dormir 24 horas seguidas sin que su cerebro siguiera funcionando intentando poner todo en orden quizás se sentara a organizar su vida y todo. En esos momentos ni siquiera tenía claro si quería encontrarse con más gente para descubrir que ni le conocían.

El trabajo siempre había sido su mejor vía de escape asi que estaba centrado en el rastreo de una banda que estaba tonteando con la prostitución. Estaba claro que no eran nuevos en el negocio aunque si en la ciudad. Su sistema de trabajo estaba demasiado bien organizado para ser novatos. Eran un grupo asiático que estaban especializados en cosas “exóticas” y que eran lo suficientemente listos para instalarse en una buena zona donde poder conseguir el monopolio del negocio con algo que no manejaba nadie más. El principal público que tenían eran personas de alta posición en la ciudad a los que ofrecían encontrar lo que les pidieran, cualquier cosa si tenias el dinero suficiente para pagarlo claro.

Los rumores le habían llevado a esa zona donde al parecer tenían el cuartel general. Era un edificio de nueva construcción, de aspecto limpio y nuevo, lo que sería el típico edificio de oficinas para cualquiera que lo viera. Un muy buen escondite ya que era una zona tranquila y principalmente de oficinas, lo que les permitía más libertad pasadas las horas de finalización de jornada. También les permitía más discreción y por lo tanto el público era más frecuente y numeroso al poder pasar desapercibidos con más facilidad. Sinceramente muy bien pensado. Por lo que había descubierto hasta el momento operaban en las últimas tres plantas donde tenían preparadas estancias especializadas y poco más conocía en realidad. No tenía claro el número de personas que se encontraban ahí, quienes manejaban los hilos y quienes estaban trabajando. Justamente para eso estaba, por el momento necesitaba saber que modificaciones habían realizado en el edificio con respecto a los planos que tenían para que la operación de infiltración fuera lo más discreta posible. Además estaba especialmente interesado en descubrir quienes contratan sus servicios.

En definitiva tenía un montón de trabajo y era lo que necesitaba.

Lo primero era siempre era hacer las cosas en orden.

Hasta el momento las entradas y salidas del edificio habían sido relativamente pocas. En la última hora el recuento subía a cinco personas y desde que estaba de vigilancia a unas doce. No era un número excesivamente alto pero no estaba mal para solo unas cuantas horas teniendo en cuenta el tipo de negocio. Por otro lado el turno de los guardias era de tres horas en tres horas, el único problema que veía era no saber exactamente que tipo de trabajo realizaban aparte de encargarse de la seguridad. ¿Atendían a los que llegaban? ¿Se encargaban de hacer de porteros solo dejando entrar a quienes fueran conocidos, tuvieran contraseña o lo que fuera que usarán como filtro? ¿Se encargaban de las cámaras que hasta el momento tenía localizadas? Si tan solo eran unos simples seguratas tenía la ventaja de aprovechar los cambios de turnos para entrar ya que obligadamente les harían bajar la guardia sin darse cuenta.

Hasta el momento tenía suficiente información al respecto y una buena lista de nombres conocidos que en algún momento habían cruzado esas puertas durante la tarde-noche. Estaba claro que la lista de clientela no sería fácil de encontrar en el caso de que hubiera alguna. Pero todo era cuestión de un poco de trabajo y paciencia.

Ahora lo que necesitaba era saber exactamente como entrar sin levantar demasiadas sospechas. Estaba claro que desde aquel edificio a lo lejos no iba a poder encontrar la solución, tenía que acercarse si o si para poder revisar las posibles entradas y salidas que pudieran ayudarle en la infiltración. Siempre era bueno tener unas cuantas vías de escape alternativas si la cosas se complicaba. Y las cosas siempre se complicaban con las mafias, siempre.

El plan era intentar entrar en el edificio por la azotea o por una de las cristaleras de los pisos superiores. Iba a aprovechar el cambio de guardia que tocaba dentro de unos minutos así que era hora de moverse ya. En un movimiento engancho uno de sus cables a un edificio cercano para aterrizar limpiamente en la azotea, en una de las zonas de mala visibilidad. Había una cámara que según calculaba debía tener una visión muy reducida de la zona lo cual la dejaba con demasiados puntos ciegos que aprovecho para poder utilizarla.

Ahora ya estaba todo preparado.

Estaba pensando seriamente si cargarse la cámara de seguridad o no. Podría usarlo de señuelo en caso de romperla y aprovechar para noquear al segurata al que le tocara subir a revisarla y así aprovechar para entrar en el edificio. El problema de eso es que también le dejaba con un tiempo limitado para maniobrar porque en cuanto no volviera a bajar pondría en alerta a todo el mundo y bueno… todo lo que ello conlleva, que seguramente implique un tiroteo al que, por cierto, no tenía intención de enfrentarse.

Así que la cámara se quedaba como estaba por el momento. Quedaban… unos 5 minutos para el cambio de guardia y si calculaba bien, tenía el tiempo suficiente para poder entrar en el edificio y encontrar una buena localización desde donde conseguir la información que necesitaba. Su plan iba a ser ese, hasta el momento en el que escucho a alguien más aterrizar en la azotea. No estaba lejos y no sabía que pretendía, pero no quería sorpresas esa noche. No quería más sorpresas en una buena temporada.

Aprovecho la ventaja que tenía en cuanto a posición, y evitando entrar en el campo de visión de la cámara, se lanzó a inmovilizar al visitante sorpresa. Atrapó una de sus muñecas y la retorció tras la espalda para estamparle contra una de las paredes cercanas.

-Hoy no estoy de humor para sorpresas y menos si interrumpen mi trabajo, asi que mas te vale que...- Ejerció más presión en su agarre hasta que fue consciente del traje que llevaba quien tenía con la mejilla contra la pared. Y los colores que llevaba y joder todo, lo que le faltaba ahora justamente-...mierda-

Tenía inmovilizado a Nightwing contra la pared.

Mierda, mierda, mierda y mas mierda.

Joder, ¿qué demonios era lo que le pasaba para que últimamente todo eran sorpresas innecesarias?. Porque claro, no tenía a nadie más en el mundo al que intentar romperle la cabeza contra una pared que a Dick Grayson. Se suponía que esa misión era para poder poner en orden sus ideas antes de presentarse frente a una familia que quizás no era su familia. Todo era un lío especialmente complicado y necesitaba aclarar cosas antes de nada. Pero esas cosas no siempre estaban de su lado.

-No soy exactamente Robin- No tenía del todo claro si era bueno o malo que lo hubiera reconocido, aunque solo fuera en parte. Al menos como para llamarle Robin. Hacía bastante tiempo que no llevaba ese traje puesto- Al menos no lo soy ahora-

Soltó el agarre que tenía en la muñeca de Dick apartándose un par de pasos para dejarle espacio. Y a la vez también dejando el espacio suficiente para poder reaccionar pasara, lo que pasara. La persona que tenía delante llevaba el mismo traje que el de su universo, aunque hacía bastante tiempo que Dick lo había sustituido por el de Batman. Era difícil no pensar que era la misma persona que conocía, cuando no parecía tan diferente. No como el Bruce que encontró en la mansión…

-No se si sabes mas o menos lo que ha pasado… presupongo que si- Miro atentamente cualquier movimiento o gesto que pudiera hacer Dick- Así que voy a ser directo al respecto, ¿exactamente de qué me conoces?-