[Evento: Fearland] Cae la Noche [Bruce Wayne]

Tud.

Flash dejó un vaso delante de mí.

Aparté la mirada de la pantalla del ordenador, intentando discernir cuánto tiempo había pasado desde que se había marchado de mi lado hasta su regreso... algo francamente difícil de calcular, teniendo en cuenta que se trataba de él. Me quité las gafas y me froté los ojos, cansada, y esbocé una débil sonrisa al reconocer el contenido de la taza. En algún lugar del Hospital debía de quedar café, y Wally había conseguido encontrarlo.

Cogí el vaso entre mis manos. El oscuro líquido estaba frío, pero mis dedos, que habían pasado toda la noche danzando sobre el teclado, aún lo estaban más. Lo comenté en voz alta, y Wally se ofreció a hacer vibrar la taza hasta que la energía calorífica se transmitiera al café, pero rechacé la oferta y tomé un sorbo.

- Sabe a agua de fregar...

Pero era lo único con lo que podía contar para mantenerme despierta. El efecto de la última dosis de sedantes aún se notaba en mi organismo, ralentizándome y nublando mi mente. Y, aún así, no podía dejar de agradecer su presencia en mi cuerpo.

Sin ellos, el dolor de la espalda regresaría.

BANG.

Mi mente debía de estar debilitada aún por los efectos del gas de Crane, porque el simple recuerdo del dolor bastó para reactivar, de inmediato, el sonido del disparo en mi mente.

- ¡Babs!

De repente, sentí la taza resbalar de mis manos, al tiempo que la náusea subía hasta mi garganta. Me incliné sobre el teclado, presa de un temblor incontrolable. Un ruido estridente, entrecortado y sordo llenó mis oídos. Cuando Wally me obligó a incorporarme y mirarlo a la cara, descubrí que era yo la que gritaba. Mi rostro estaba húmedo de lágrimas y sudor frío. Casi podía sentir la sangre caliente pegándose a mi espalda y resbalando por mi abdomen; casi podía olerla, llenando mis fosas nasales y mi boca con aquel regusto metálico a muerte.

- ¡Babs!¡Por favor, cálmate!

Wally me aferró con fuerza, y no me soltó hasta que el ataque de pánico hubo cedido. Aún había un zumbido intermitente en mis oídos (el obturador de una cámara, abriéndose y cerrándose), aún sentía el metal incandescente abriéndose paso a través de mi cuerpo.

Son alucinaciones, Babs. Es el maldito gas de Crane., me repetí, una y otra vez, como si fuera una letanía, hasta que las sensaciones se disolvieron lentamente. ¿Cuánto rato tardaron? ¿Segundos? ¿Minutos? Tras lo que me pareció una eternidad, pude volver a oír la voz de Wally, destrozada por la preocupación, pude volver a percibir el calor de otro ser vivo, que me sostenía y me mantenía junto a él, como si pudiera romperme en cualquier momento.

No... no iba a romperme más.

Ya estaba rota.

Mi respiración jadeante sonaba extraña, incluso a mis propios oídos, como si no proviniera de mí. Wally estaba diciendo algo, algo que no entendí bien del todo. Trataba de calmarme. Me centré en recobrar el aliento.

Ya estoy rota.

No pueden hacerme nada más.

- Estoy bien - susurré, al cabo de un instante, tratando de deshacerme del abrazo de Wally. No parecía muy convencido de mis palabras, pero aflojó la presión que ejercía sobre mí - Sólo es... creo que aún no he eliminado toda la toxina de mi cuerpo... - musité.

Me ayudó a incorporarme, y me mordí el labio. No se lo había pedido. No quería su ayuda. Hacía que me sintiera aún más inútil. Pero era incapaz de movilizar ni un ápice mis piernas.

¿Cuáles habían sido las palabras del doctor? Daño medular irreparable. Sentí un ardor sordo en mis ojos y mi garganta, pero ya me había rehecho lo suficiente. No era el momento de romper a llorar. No era el momento de gritar hasta quedarme sin voz. Gotham era presa del miedo. Y yo era de las pocas personas que aún podían hacer algo para ayudarla.

No tengo nada que perder. No tengo nada que temer.

- ¿... contactar a Batwoman...?

Parpadeé, volviendo al presente. Sólo había alcanzado a oír el final de la pregunta de Wally, pero supe perfectamente a qué se refería. Había logrado establecer contacto con Cassandra instantes antes de que él trajera el café.

- Sí - respondí, mi atención regresando de inmediato a la pantalla del ordenador - Lo que fuera que bloqueaba las comunicaciones ya no está.

Afortunadamente, habíamos podido hacernos con un ordenador decente y con un micrófono acoplado a unos auriculares, perteneciente a alguno de los administrativos del Hospital. Con la ayuda de Wally, me había desplazado a lo que ahora era nuestro cuartel general. Inutilizar el bloqueo de seguridad que protegía el ordenador principal, en la Batcueva, me había llevado más de dos horas, pero había valido la pena. Ahora estaba conectada remotamente al equipo informático más potente de todo Gotham y, probablemente, de toda América. Tal vez no pudiera moverme, pero mis ojos estaban fijos en cada calle, mi voz podía llegar a los héroes que trataban de resistirse al terror de Crane, y tenía a Flash a mi lado.

- Cass... ¿puedes oírme? - dije, mientras me recolocaba los cascos.

Había recuperado mi voz, y traté de hacerla sonar firme, inquebrantable. Por un momento, temí que el enlace se hubiera interrumpido, porque nadie respondió. Esperé, tensa, y sentí cómo la mano de Wally se posaba sobre mi hombro, reconfortándome.

El silencio se prolongó durante casi un minuto, y entonces escuché la respuesta. No era la voz de Cassandra, sino otra, que conocía incluso mejor.

- ... Bruce... - susurré.

En la pantalla, el mapa de Nueva York empezaba a actualizarse, mostrando el punto exacto del que provenía la señal. La sucursal de Wayne Enterprises de la Gran Manzana.

- Bruce. ¿Estáis bien? Llevo toda la noche intentando contactaros. La situación en Gotham es... - hice una breve pausa - Se trata de Crane. Ha desarrollado algún tipo de... toxina del miedo mejorada. Ha inundado todo Gotham con ella. Estoy tratando de conseguir muestras. Te mantendré informado. ¿Cuál es la situación en Nueva York?

Pulsé varias teclas para realizar un nuevo análisis de la atmósfera de Gotham. El gas cambiaba continuamente de concentraciones y de localización, por lo que los datos de hacía unos minutos habían quedado obsoletos.

- Yo... estoy bien, debí de... inmunizarme parcialmente después de lo de Arkham. Pero no consigo localizar a Carrie, ni a Dick...

La situación en Nueva York es estable, había caído una suerte de noche artificial sobre la ciudad, pero Cassandra logró encargarse de ello, estabamos aislados en el edificio mientras esa noche durara...

- ¿Cass está bien? - quise saber. Bruce sonaba entero, pero no había tenido la oportunidad de hablar lo suficiente con Batwoman para asegurarme de que ella también lo estuviera.

...En cuanto a Carrie, ella esta aqui, cuidando de Cassandra, que recibio heridas internas por el combate que sostuvo...

- Heridas internas... - susurré, con pesar, masajeándome las sienes. - ¿De qué gravedad? - Cassandra era ágil y resistente, no lograba imaginar quién podía haberla dañado tanto. Necesitaba que Bruce me confirmara que su vida no corría peligro.

Al otro lado, se hizo un breve silencio. Incluso antes de que la conexión se estabilizara lo suficiente como para pasar a vídeo, incluso antes de poder verlo con claridad, yo ya tenía en la mente la expresión que vería en su rostro, la tensión que transmitiría su postura, la preocupación contenida que leería en sus rasgos.

No se que ha sido de Dick, pero todos los demás están presentes y vivos... - dijo.

No era una buena noticia. Estaba angustiada por Dick, y sólo podía suplicar mentalmente porque nada le hubiera sucedido. Al menos Carrie estaba bien...

Noté cómo Bruce se relajaba, quizá un instante demasiado tarde. Sabía que no estaba bien, pero no quería demostrarlo. Aquél era el problema de Bruce. Y también el de todos los que habíamos recibido su influencia, para bien o para mal.

Barbara, necesito toda la información que poseas sobre este fenómeno, estoy tratando de entender que es lo que esta sucediendo y...¿Mencionaste a Crane?

- Sí, lo hice. Te estoy enviando toda la información de la que dispongo. - repuse, mientras tecleaba. Podíamos estar preocupados, tensos, al límite... Pero siempre habíamos trabajado mejor bajo presión. - Ya está, deberías recibirla en breve.

Crane ha pactado con una entidad, posiblemente un demonio, para controlar la esencia misma del miedo, según palabras de Cassandra...Si fue él quien pacto, entonces detenerlo provocaría que ya no pueda difundir la sustancia con la que esta mutando a las personas y manipulándolas...

- ¿Un demonio...? Eso explicaría varias cosas... - musité, mientras Bruce acercaba algo parecido a un frasco a la pantalla.

Esto que estas viendo es un vial que contiene lo que Cassandra dice es la cura para lo que está afectando Gotham, pero no tengo medios aqui para saber si se trata de una verdadera cura o de un componente de la misma, y desperdiciarla haciendo la prueba es demasiado arriesgado...

- ¿Cómo ha sabido Cass lo de Crane...? ¿Y de dónde ha sacado eso? - pregunté, con la mirada fija en aquel líquido de composición desconocida.

... Como lo veo, necesitaremos analizar este líquido para saber si se trata de un antídoto o de una parte del mismo, requeriremos una muestra de la toxina del miedo para las pruebas, y necesitaremos localizar a Crane... Puedo encontrar a Crane, y es una certeza que alcanzare la Batcave, pero no cuento con nadie que pueda ayudar en el desarrollo y distribución de un eventual antídoto, todos mis medios de entrega son limitados y poco eficientes, y no tendré el tiempo de desarrollar yo el compuesto si fuese necesario... ¿Cuentas tú con ayuda para encargarte de eso? De ser asi podré dedicarme enteramente a encontrar a Crane y detener la dispersión de la toxina...

- Puedo hacer todo eso - afirmé - Gotham no está desprotegida, Bruce. He logrado contactar con Diana... si su información es correcta, Crane está en la isla de Arkham, el Asilo es ahora su cuartel general. Lo que no tengo es... - me interrumpí. No soportaba reconocerlo en voz alta. - ... la condición física para enfrentarme al Espantapájaros.

¿Cómo podía ser todo tan irónico? Cuando Batgirl se había encontrado con Crane en Arkham, meses atrás, había tenido todo el potencial físico de su parte, pero su mente la había fallado. Ahora era justamente al contrario. Batgirl... no, no Batgirl, Barbara Gordon estaba mentalmente preparada para enfrentarse al gas de Crane, pero sus piernas no podían sostenerla, y mucho menos patear el trasero de aquel desgraciado.

Me obligué a seguir hablando. No quería mostrarme débil delante de Bruce.

Batman no está. Robin no está. Batwoman no está. Nightwing no está. Red Robin no está. Spoiler no está. Eres el único murciélago que le queda a Gotham. Por eso no puedes rendirte.

- En cuanto al antídoto - proseguí - tengo un químico que puede encargarse de ello, y varios héroes dispuestos a distribuirlo por todo Gotham. - dirigí una mirada a Wally, que seguía a mi lado, y él me hizo una breve inclinación de asentimiento con la cabeza.

Estamos enfrentándonos a fuerzas que van mas allá de nuestra comprensión, Barbara, ten cuidado...

- Lo haré - prometí.

Me alegraba tanto contar con él... Saber que estaba al otro lado me tranquilizaba. Había hecho cuanto había podido, pero aún quedaba mucho por hacer. Aún sentía aquella impotencia hirviendo dentro de mí, la tentación de detenerme a descansar y a llorar mis pérdidas. Pero, si en algo me parecía tanto a mi padre como a mi mentor, era en la tozudez.

No iba a dejar que Gotham cayera. No en mi guardia.

Entonces, mi ordenador me envió una alerta. Uno de los puntos del mapa de Gotham estaba moviéndose en dirección a Arkham.

- Maldita sea... - dije, al ver a quién correspondía.

Intercambié una mirada de preocupación con Wally.

- Diana se ha puesto en camino hacia Arkham... sola - informé a Bruce. - Intentaré comunicarme con ella y mandarle un equipo de apoyo. Pero no estaba en su mejor estado cuando conseguí hablar con ella. - continué - Es posible que te necesite en la isla antes de lo esperado.