¿A quién le apetece rockanrolear un poco?

Desde que abandoné a los Abyss Knights mi vida había cambiado por completo. Ahora era un X-men, un miembro de la patrulla de Xavier que luchaba por los derechos de los mutantes y contra aquellos que querían aprovecharse de su poder para esclavizar o mutilar a los humanos, tanto mutantes como entidades o lo que fuese que quisiera usar sus poderes para el mal. Naturalmente, no todo era luchar contra el crimen. También tenía mis pasatiempos y hobbies. Cuando no hacía cosas con Cels solía leer, hacer deporte, o uno de mis favoritos, tocar la guitarra. Tenía una gibson Les paul naranja, como la que usaba Jimmy Page, y me encantaba. No me gusta presumir, pero era un guitarrista buenísimo. Me sabía casi mil canciones con ella, y había compuesto varias propias. Durante mi etapa en la universidad de Múnich tenía una banda de rock n' roll con unos amigos. Nos llamábamos "Munich Basement", el sótano de Múnich, debido a que ensayábamos en la casa de uno de los miembros y solíamos tocar en garitos y bares bajo nivel. Un par de veces tocamos en las fiestas del Oktoberfest, en un despliegue musical que traía grandes renombres internacionales, pero donde más se nos solía ir a ver eran en locales más pequeños.

Nuestro estilo era rock n' roll, y hacíamos versiones de canciones conocidas. Los grupos que más nos gustaban eran Guns n' Roses, Bon Jovi, Queen, Rolling Stones, Metallica, Red Hot Chili Peppers... Algo antiguos, pero muy buenos. Modernos tocábamos cosas como The Black Keys, Blackberry Smoke, The Parlor Mob, Kings of Leon, Imagine Dragons así más suave... En general, a mí me gustaba prácticamente casi cualquier cosa, y solíamos elegir cada miembro del grupo tres o cuatro canciones para tocarlas luego. Así, todos estábamos contentos.

Con Cels de vez en cuando cantaba, pero echaba de menos subirme aun escenario a hacer que mis dedos se volviesen locos recorriendo el mástil de mi guitarra. Así que imprimí una hoja donde proponía a la gente unirse a una banda de rock n' roll. Al principio la colgué en la mansión, pero la única así que tenía más ganas de tocar un instrumento era la pequeña Dianne, pero ella tocaba el chelo, y era más de música clásica. Más de una vez le había propuesto tocar cuando quisiese clásica, tocando yo una guitarra acústica que me había comprado al irme allí a vivir. Mi compañero Eclipse era un amante de la música también, pero prefería escucharla antes que tocarla. Así que tuve que ir más allá, y colgué varios carteles con mi nombre y mi teléfono para todo aquel que quisiese darse una vuelta por la mansión para unirse a una banda. Era cuestión de tiempo que alguien acabase picando, por así decirlo. Dije que yo era el guitarrista solista, y que buscaba un solista, un bajista y un batería mínimo, pero que también estaba abierto a otros instrumentos, como un teclado o una segunda guitarra. Fuera como fuese, quería volver a lanzarme a un escenario a escuchar los primeros acordes de una canción saliendo de mi guitarra eléctrica al son de los cantos y aplausos del público.

Una mañana de sábado, mi teléfono comenzó a sonar con un número que no tenía guardado y lo cogí.

- ¡Hola! ¡Buenos días! ¿Quién eres, que no tengo tu número guardado?

Dalae paseaba tranquilamente por la calle. Pasó con los andares cautos y silenciosos que eran tan típicos de ella entre los humanos que se apresuraban a hacer cosas que no importaban lo más mínimo a nadie.

La asgardiana volvía de hacer uno de los "encargos" que le habían indicado. Sin huellas y sin testigos, como siempre. Aunque su instinto le decía que no tenía que verla ningún humano, realmente sabía que no era necesario. Cualquiera que la viera en acción y viviera para contarlo sería tomado por loco, y acabaría en Arkham, un precioso lugar en la vecina ciudad de Gotham.

De repente, algo llamó su atención. En una pared, había un cartel muy llamativo. Dalae lo leyó rápido: Un tal Planaria Glámez buscaba gente para formar un grupo de música. Su protector le había dicho que hicera lo que quisiera y que fuera discreta, y Dalae tenía ganas de tocar: Había aprendido muchas cosas en Midgard, entre ellas, a tocar el bajo. Un precioso instrumento completamente negro, con algunos detalles de color azul hielo. Así que sacó del bolsillo su fantástico móvil de Stark Industries, y llamó al número que indicaba el cartel.


-¡Hola!¡Buenos días!¿Quién eres, que no tengo tu número guardado?

-Llamaba por el anuncio del grupo. Me llamo Dalae Darkle, y me gustaría entrar como bajista.

El tal Planaria (Que nombres más raros se ponen los mortales.) la invitó a continuación a reunirse con él el día siguiente. Le contó además que él tocaría la guitarra, y que por ahora era la única interesada.

Tras esto, Dalae se dirigió a su piso, una espaciosa vivienda que había conseguido por medios... Poco legales, por decirlo de alguna manera. Estaba vacía, como de costumbre. "A saber en qué dimensión estarán estos dos ahora." Pensó, mientras se quitaba la chaqueta de cuero negra. "Y a saber qué clase de gente es Planaria. Espero que no intente descubrir lo que hago. Por que si lo hace, lo más seguro es que avise a alguien con mallas para intentar detenerme. Y ahora hay el doble de superhéroes para delatarme a Odín. "

Mi vida se comenzaba a tornar aburrida desde la colision. Es decir, habia trabajo casi todos los dias, pero los Vengadores, los X-men y todas las organizaciones nuevas que habian surgido nos estaban quitando puestos. Fuera de mi rutina de detener a los maleantes, ir a la ONU, y de vez en cuando viajar a ayudar por el mundo, no tenia muchas cosas que hacer. Decidi hasta comprarme una television para ver que era lo que habia en el mundo. Fue bastante complicado instalarla, pero gracias a que segui paso por paso las instrucciones, pude conectar mi television al satelite y ver la programacion que ven los americanos.

No paso mas que unos diez minutos cuando todo me aburrio, asi que apague el aparato y me fui volando, esperando encontrar algo que hacer. Como Washington, como siempre estaba tranquila, fui volando hacia Nueva York, donde estaban los X-men y los Vengadores. Quizas ellos tuvieran algo que necesitara mi ayuda, y si era asi, habria hecho algo realmente importante por el día de hoy.

Pasaron las horas despues de llegar a Nueva York, y por azares del destino, lo unico que me encontre fueron ladronzuelos y narcotraficantes de poca monta, ningun supervillano que necesitara ser encerrado. Estaba decidida a irme ya, probablemente en la noche llegaria ese tal Spiderman y el se encargaria de la ciudad, asi que me fui disparada a las salidas de la gran ciudad. Tras poder llegar a las zonas aledañas a la urbe, aterrice en la tierra, y ahi gire mi cuerpo sobre mi misma para cambiarme a un disfraz de ciudadana mas comodo y poder llegar a mi Jet.

En el camino, me encontre pegado a un poste un cartel. "Se busca musicos para formar una banda", y ahi ponian los numeros y la direccion de... ¡Planaria! El muchacho que habia conocido en Themyscira. Claro que lo ayudaria, y tambien las musas, las llamaria para que me ayudaran si este nuevo entretenimiento necesitase de su asistencia. Arranque el cartel y corri hacia mi Jet para volver a casa. Probablemente no tenia ningun instrumento, pero iria a comprar alguno a la tienda de musica mas cercana.

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[La madrugada al dia siguiente de la llamada de Dalae a Planaria]

Creo que los vendedores de Pianos no estaban acostumbrados a que sus clientas se llevaran cargando su mercancia. Fuera de la fotografia que habian tomado, no paso nada mas desde la noche que habia llegado hasta ahora, que por fin termine de instalar el piano y asegurarme que estaba afinado. Cuando pude probar unas cuantas teclas y ver que ya estaba listo, coloque mi silla frente al piano, y me pare satisfecha por haber hecho un buen trabajo. Despues de eso, fui al telefono de ruedas y marque al numero que estaba en la hoja que encontre en Nueva York.

Esperaba despertar a Planaria, o al menos, que no se enojara mucho por llamarlo en la madrugada para su puesto. Tras esperar un momento a que contestara, apenas escuche que abrio la llamada dije:

-¡Planaria! Soy Diana, Princesa de Themyscira. La Mujer Maravilla. ¿Me recuerdas, no? ¡Bueno! El caso es que me pienso unir a tu agrupacion musical, acabo de comprar mi piano, y espero que me recibas lo mas pronto posible.

A Salomon le gustaba la música como a todo joven de su edad, cargaba siempre consigo un Ipod con el que escuchaba música de vez en cuando, tenia un poco de pop, hip hop, pero sobre todo lo mas que escuchaba era rock, no tenia bandas favoritas ni estilo, a veces escuchaba rock suave y a veces un poco mas fuerte, dependiendo de como se sintiera, bandas un poco antiguas otras mas nuevas, le gustaba siempre experimentar nuevos grupos y estilos diferentes para así ensanchar un poco su gusto musical.

Aún recuerda cuando su madrastra le regaló una guitarra cuando era mas pequeño y lo llevaba a sus clases en la ciudad. Claro, el propósito de su madre era que el muchacho se distrajera, o se uniera a algún grupo de rock cristiano, pero por supuesto Salomon rechazó esa idea, pero decidió asistir a sus clases de practica y poco a poco se volvió un experto con la guitarra. Su ultima adquisición fue una fender stratocaster rojo y blanco. Le gustaba por el sonido que emitía y ademas sabia que era una guitarra muy usada por artistas famosos, la tocaba muy bien, pero solo la tocaba en casa "solo" de vez en cuando y cuando tenia tiempo, pero aun así la mantenía en buen estado...

Un día como cualquiera Salomon estaba caminando por las calles, estaba terminando de hacer unas compras, y en ese momento se fijo en un cartel que le llamó un poco la atención . -... oh una invitación para unirse a una banda y hay un numero impreso. Mmm...-Por un momento el joven dudó pero después se decidió y anoto el numero en su teléfono.

Al llegar a su hogar, dejó las bolsas de comida en la mesa, sacó su teléfono y empezó a dar vueltas por la sala de la casa una y otra vez, indeciso en si llamar o no, ¿se daría esa oportunidad?, Salomon no tenia pasatiempos para pasar el rato y eso era muy extraño para un chico de su edad, y tampoco tenia un grupo de amigos establecidos, aunque su meta no era relacionarse o compenetrarse con los miembros de la banda y hacer amigos, aprovecharía la oportunidad para demostrar sus destrezas con la guitarra, y pasar el rato tocando música.

Después de pensarlo varias veces decidió llamar al numero. Llamó y luego de escuchar que dejó de repicar dijo:-Eh... Hola, soy Salomon Debrou, llamo por el anuncio de la banda, quisiera entrar como segundo guitarrista, ¿donde nos encontramos?

Aquel día había vuelto a la Mansión X para seguir recaudando información para la nueva serie de cómics que estaba haciendo. En cuanto entré en el Hall, saludé a un par de alumnos y antes de subir las escaleras me fijé en que había un póster a nombre de uno de los profesores de la escuela que parecía querer formar una banda de música.

Una banda de Rock, eso si que molaría. No se me daba bien tocar ningún instrumento, de hecho era muy torpe con ellos y siempre acababa equivocándome con alguna nota. Pero podía cantar, eso si querían cantante, claro. No era la mejor cantante del mundo, y tampoco cantaba súper bien, pero mal no lo hacía. Practicaba siempre que me iba a la ducha y ninguno de mis vecinos se me ha quejado hasta la fecha (que yo sepa). Así que pensé en hacerle una visita a Planaria después de las clases, cuando estuviera libre.

Durante aquella mañana hablé con un par de alumnos más, hice unos cuantos bocetos y diseñé dos nuevos personajes inspirados en dos alumnos de tercero. Cuando sonó la campana de salida, me acerqué al aula dónde el profesor estaba dando clases.

Esperaba que me reconociera en cuanto me viera, ya había hablado con él y el profesor Xavier sobre lo de tener un permiso especial para deambular por la Mansión X.

- ¡Hola Plana! - me acerqué algo tímida al chico - Perdona que te moleste, es que acabo de ver tu cartel de la banda de rock colgado por la escuela y me preguntaba si necesitabais cantante...