Gotham High School

Los personajes de este fanfic pertenecen a DC comics y hago esto sin ánimo de lucro. Este fanfic está basado en una fallida serie de DC de la que solo existen imagenes. Aparte de esto, esta hioria es completamente de mi invención y las acciones de los personajes usados no se basan ni inspiran en acciones de los personajes de este foro.

En el Gotham High School solo se puede ingresar por medio de una beca o poseyendo una inconmesurable cantidad de dinero.

Aquí estudian jóvenes ilustres como Jack Naiper Jr, hijo del gran magnate que abastece de petróleo a Gotham entera, Jack Naiper Senior. También estudia en este centro la hija del afamado comisario Gordom, Barbara Gordom. Y por supuesto, el heredero de la fortuna Wayne, el joven Bruce Wayne.

Pero como ya dije antes,  también estudian aquí jóvenes que se han ganado su puesto en el GHS, como Pamela Isley, quien consiguió su beca de bioquímica botánica al crear un potente químico que acelera el crecimiento de las plantas en un 60%. También se podría destacar a Harleen Quinnzel y su beca de artes interpretativas. Y como olvidar a Selina Kyle y su beca de bellas artes conseguida por su exposición: Una ciudad,  mil problemas y un hombre en las sombras.

Hoy es el comienzo de un nuevo curso en esta afamada institución y todos los alumnos se reunen en el salón de actos esperando la llegada del director, el señor Strange.

Automáticamente, los alumnos se separaron en dos grupos: Los alumnos de padres ilustres y los becados.

En el primer grupo se encontraban los mencionados anteriormente y muchos más,  como Oswald Chesterfield, Harvey Dent, Jonathan Crane, Bill Dorrance, Waylon Jones, Talia Al-Ghul...

La conversación era muy regia y calmada, hablaban de todo un poco: Que iban a estudiar, a que universidad de prestigio iban a ir.

Pero uno de estos alumnos no encajaba muy bien en este tipo de conversación.

- ¡Brucieeeee!- Un grito salió de entre la multitud.

Bruce se giro sorprendido para ver que luego su amigo de la infancia se abalanzaba sobre el tan despreocupado como siempre.

- Tan escandaloso como siempre. ¿Qué tal Jack?-   Pregunto Bruce sonriente - ¿Cómo te ha ido por Metrópolis este verano?

- Ya sabes, lo mismo de siempre, formalidades, trajes, poco tiempo libre, esas mierdas. ¡Y las chicas son todas unas aburridas! No se les podía gastar una broma.

- Es que tus bromas no suelen ser del gusto de las chicas.

- Y hablando de chicaaas... ¿Cuántas han caido este verano, casanova? ¿Tres? ¿Cuatro?

- Callate imbecil.- Dijo sin poder aguantarse una leve sonrisa pícara.

Jack echo la vista atrás para ver al otro grupo de alumnos.

- ¿Me lo parece a mi o las chicas de ese grupo son más guapas que las de este?

- ¿Por qué siempre estás pensando en lo mismo, tío?

- Soy un tío,  soy adolescente; quiero lo que quieren todos: ¡Echar un pol-

- ¡Callate, loco!

-Solo con una condición.

- ¿Cuál?

-Vamos a echar un vistazo, anda.-Le pidió a Bruce con cara de cachorrito.

Este guardo silencio dubitativo y al final aceptó a regañadientes.  Jack pegó un salto de alegría y ambos amigos se fueron a ver al otro grupo.

Cuando llegaron se encontraron un montón de pintorescas personas. La conversación de este grupo era más amena e interesante. La gente se saludaba, se abrazaba, discutian a voces. A la mayoría de los otros alumnos esto les parecía grotesco, pero a Bruce le parecía gracioso. Y por supuesto,  Jack estaba en su salsa.

En este grupo habia nombres no muy conocidos que poco a poco empezarían a resonar por toda Gotham, como Edward Nigma, Matt Hagen, Dick Grayson, Victor Fries, Floyd Lawton....

Al llegar Bruce y Jack, se encontraron con una graciosa escena: La joven Selina Kyle estaba como de costumbre dibujando en su cuaderno cuando unas manos la sorprendieron tapandole los ojos.

-¡CUCUUUUUÚ! ¿QUIÉN SOOOY?

- Mmm... ¡ Una enferma mental!

-¡ Eeeh!

Selina soltaba una carcajada mientras su amiga Harleen se sentaba a su lado. Mantenían una amena conversación sobre su verano cuando una flamante pelirroja salto por encima de los asientos y se sento al otro lado de Selina.

- Que tal, zorritas.

- Bueno, la que faltaba.

- Que buena bienvenida, Selina.- Dijo sarcásticamente mientras revolvía los pelos de su amiga.

- ¡Pamelaaaa!- Harleen se abalanzo sobre ella.

En ese momento, Jack y Bruce decidieron incorporarse en la conversación.

- ¿Qué tal, chicas?- Pregunto Jack con un tono pícaro mientras, Bruce se mantenía callado observando la escena.

Las tres chicas reaccionaron cada una a su manera. Harleen se sonrojo y solto una risita traviesa. Selina bufo y fundio su mirada en su libreta. Pamela, respondio a la situación mas agresivamente,  como ella era.

-¿Cómo puede dormir tu padre por las noches sabiendo lo que le hace a las planta y a la tierra?

- No tomando café después de las siete y con una mantita rosa.

Bruce se puso la mano en la cara, pero Harleen se rió levemente.

-¿Te hago gracia, preciosa?- Jack se sento al lado de Harleen y comenzaron a charlar.

Pamela seguía indignada porque Harleen estuviera hablando con Jack, pero de pronto un avioncito de papel se le quedo en el pelo.

-Pero qué...

Pamela leyó la nota y se excuso un momento. Selina seguía dibujando en se bloc. Bruce se sentía intrigado, esa chica le llamaba la atención.  No era como las chicas que solía conocer, todas arregladas y artificiales.

Bruce se sento a su lado. Ella no levanto la mirada. Él ojeo se dibujo, era de la ciudad.

-Es muy bonito.

-No te dan una beca de bellas artes por hacer muñecos de palos.

Bruce soltó una risa nerviosa ante la cortante respuesta de la chica.

- Y bueno, tu...

- Ni te molestes, niño rico. Vuelve con tus amigitas polioperadas.

Bruce se quedo paralizado. Quiso responderle ante esa impertinente respuesta. Pero el no era así. Alzo su mano ante ella.

- Ha sido un verdadero placer, señorita Kyle.

Ella, sorprendida, le estrecho la mano y vio como él se levantaba y se iba a su lado del salón. No iba negar que le pareció atractivo y se preguntaba mil cosas sobre él. Pero a lo que mas vueltas le daba era a como narices habia averiguado su nombre.

Mientras tanto, en los pasillos del instituto...

Pamela andaba por los pasillos, buscando su objetivo. Subio un par de plantas y por fin lo encontro. Se paro en frente de la puerta con el letrero "baños de chicos". Respiro hondo y entró.

- Sal ya, imbecil.

De uno de los baños salio un apuesto pelirrojo con una camisa verde.

- Hola preciosa.

- ¿Qué quieres, Edward?

- No podía aguantar más sin darte un beso, pequeña.

Edward se acerco a Pamela y le dio un apasionado beso. Ella acepto con tedio, pero luego le puso más ganas. Empezaron a emocionarse.

-Edward... vamos a llegar tarde. Aquí no podemos hacer nada.- decia Pamela mientras se reía y Edward seguía besandola.

Pamela cogio su mochila y disponía a irse. Edward la seguía.

- No, tu te esperas aquí hasta que pasen cinco minutos. Podrían relacionarnos.

- Venga nena,  ¿Por qué no podemos dejar que la gente se entere?

- Porque no quiero que sepan que soy la novia del tipo raro que cuenta acertijos.- Se acerco a Edward, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Edward resoplo, se apoyo en un lavabo, saco su reloj y se encendio un cigarro.

-Mujeres...

Que gracia! Me he reído mucho con este fanfic, está muy curioso ver como has transformado a todos en adolescentes. Lo que más me sorprende es que Jack y Bruce se lleven bien xD omg, nunca me los había imaginado como buenos amigos, que genial.

Que monos Harley y Jack <3 pero sobretodo Selina y Bruce <3 a ver si se lían ya xDD

Me ha sorprendido que Pamela estuviera con Enigma! Nunca me los había imaginado juntos, xD tengo el defecto de liar a Pamela con Harvey por culpa de la serie de animación.

Esperaré la continuación pacientemente ^^

Jajajajaja me alegro de que te gustara!

Dentro de poco subiré la continuación, espero que te guste más que el primero.

Gracias por leerlo

¡¡Oooh un fic!! ¡Sabía que Selina Kyle nunca me decepcionaría!! <3 jajajaja

¡Me ha hecho reír mucho! (mantita rosa OMG xDDDD) Me pasa lo mismo que a Dick con lo de Edward y Pamela, pero me ha hecho gracia y todo (tú te esperas aquí, que no quiero que me relacionen contigo, pardillo xD).

Shippeo totalmente la amistad Jack/Brucie, y por supuestísimo la OTP, BatCat... ¡no sabes lo feliz que me hace que Catwoman sea shipper! Sólo falta que se nos una un Batman shipper, y podré fangirlear con total libertad en vuestros temas xDDDD

¡Esperaréla continuación junto con Dick y un bol de palomitas! <3

Capitulo 2: Cambio de tornas.

Pamela se dirigía apresurada al salón de actos después de su fugaz encuentro con su novio. Entro en la sala y, para su alivio; aún no había llegado el director. Se dirigió a donde estaban sus amigas sentadas.

-Ey

-¿Dónde estabas?- Pregunto Selina sin levantar la vista.

-Pues... en el baño.- Dijo sin poder dejar escapar una sonrisita.- ¿Y Har?

-Se ha ido con el tal Jack.

- ¡AGH, NO ME LO PUEDO CREER!

- ¿Pero a ti qué te pasa? Que su padre se dedique a lo que se dedica no implica que el sea igual. A mi me da buena vibra.

Pamela estaba indignada, ¿cómo a sus amigas le podía caer bien semejante personaje?

- Que tu seas una amargada y no encuentres el amor no significa que Har no pueda encontrarlo.

De verdad que quería responder a ese comentario, pero eso implicaría que Selina supiera que estaba con Edward. Así que prefirió por contraatacar.

- Mira quien hablo, que viene a saludarte el hombre perfecto y lo ignoras.

- ¿Perfecto? Yo busco algo más en un hombre que dinero.

- Aja; y también me dirás que no te parece atractivo.

- Pues no.- Selina no pudo evitar sonrojarse levemente ante la grandiosa mentira que acababa de decir.

- Y tampoco quieres volver a hablar con él, ¿a qué no?

- Pues no.

Pamela conocía a Selina después de tantos años siendo su amiga y se daba cuenta de que descaradamente estaba mintiendo.

- Bieeen... Entonces no me dejas otra opción.- Pamela le quito de entre las manos el bloc a Selina.- Hasta que no le pidas perdón, te quedas sin cuaderno.

Selina intento quitarle el cuaderno a Pamela, pero fue imposible. Intento suplicar, peor tampoco funciono. Así que no le quedaba otra que levantarse e ir a pedirle perdón a Bruce. Pamela la seguía riendose por lo bajo. Selina se dio la vuelta y se dirigió a sus compañeros que la mirban espectantes.

- Que conste, que esto lo hago solo por una cosa: Por salvar el arte.- Dijo con un tono burlesco.

A esto, sus compañeros empezaron areirse y a vitorearla. Pamela la empujo.

- te encanta hacete la martir. Anda, sigue andando.

Al otro lado del saón...

Harleen estaba encantada con Jack y Jack con ella. Parecía que había encontrado a su alma gemela. Conversaban de una forma amena y divertida. La conversación se alternaba con chistes malos de Jack, los cuales; ella adoraba.

-¿De dónde se saca la lana virgen?

- ¿De dónde?

- ¡De las ovejas feas!

Harleen rompió a reír. Le encantaban los chicos que la hacían reír. Siguieron conversando, pero ella no podía evitar sentirse mal por Bruce. Era una chica muy compasiva.

- ¿Estás bien?

Bruce agito la cabeza despertando de sus pensamientos cuando se dió cuenta de que Harleen se dirigía a él.

- Claro, no te preocupes.- Dijo Bruce forzando una sonrisa.

- ¡Es una estúpida! ¿Sabes cuantos peces hay en el mar?

- Estás hablando de mi amiga.

- Pero se ha portado como una estúpida.

Harleen se cabreó mucho. Le gustaba mucho Jack, pero no iba a permitir que se metiera con su amiga.

- No desistas Bruce, seguro que a ella también le gustas mucho.

Dicho esto, Harleen se levanto y se fue, ignorando los ruegos de Jack.

-¡AGH!

- No pasa nada, hay muchos peces en el mar.- Dijo Bruce con un tono completamente sarcástico.

Jack empezó a reprocharle a Bruce y a decirle que todo fue por su culpa. En este momento llegaron Selina Y Pamela. Bruce se sorprendió al verla, no sabía que tenía esa maldita chica que le gustaba tanto.

- Esto...

- ¡Vamos!

- Me obligan a, uf... A pedirte perdón por ser una booorde.- Dijo Selina con tono de niña chica.

Ante esto, Bruce no pudo aguantarse una sonrisa. Pamela le dio el bloc a Selina.

- Solo te perdonaré si me dejas invitarte algún día a cenar.

Pamela estaba encantada, esperaba con ansías ese 'si' de Selina. Pero Selina no se lo iba a poner tan fácil a Bruce. Miró a Pamela encogió los hombros y exclamó:

- No dirás que no lo he intentado.- Acto seguido, salió corriendo a su asiento.

Pamela se puso roja de rabia y Bruce quedó devastado, otra vez.

- No desistas, le gustas mucho.

- ¿Cómo lo sabes?

- La conozco desde hace mucho, confía en mi.- Y dicho esto, volvió a su sitio.

A bruce ahora se le veía más contento. Pero Jack no dejaba de lamentarse por lo sucedido.

En ese momento, entró en la sala el director de la institución, el Señor Strange. El salón entero paso de un ruido constante al más absoluto silencio. El director carraspeo un poco y se dirigió a los alumnos con total confianza y seriedad:

- Honorables alumnos del Gotham High School. Hoy damos la bienvenida a un nuevo curso. Un nuevo curso llevo de alumnos magníficos y asombrosos de los que se esperan grandes cosas. Ante todo, espero de vosotros seriedad, disciplina, buenas notas y más disciplina. Espero no tener ningún altercado con ninguno de vosotros. No defraudéis a este centro. Bienvenidos seáis.

Dicho esto, los alumnos aplaudieron el discurso de su director y se levantaron para explorar su nuevo centro.

Selina, por favor, dile que sí a la cena. ¡Es para salvar el arte, en serio!

Babs: En serio, ¿por qué no os casáis de una vez y sentáis ambos la cabeza? *vuelve a trabajar en el ordenador con un resoplido*

Probablemente, Babs sea una fangirl secreta del BatCat como yo xD

¡Seguiremos al acecho de nuevas entregas! ^^

Pamela Isley:

Todo era exageradamente grande e innecesario. Camina con pesar a un lado, separada del grupo. No me gustan los grandes grupos y menos uno de pijos consentidos.

Miraba a todos lados vagamente, deseando llegar a mi aula de una vez por todas y empezar con mi nuevo estudio. El grupo se disminuía poco a poco, haciendo paradas en las que la gente se iba quedando.

Ya quedaba poco para mi parada y, sorprendentemente, Edward se acercó a mi.

- ¿Qué quieres?- Dije tajante.

- ¿Quieres qué quedemos esta noche?- Dijo en un susurro.

No pude evitar sonreír con picardía. Dispuesta a hacerme un poco de rogar, me acordé de eso que tenía que hacer aquella noche y a lo cual, no podía faltar.

- No puedo Edward. Mañana, ¿vale?

- No me hagas suplicar.- Dijo divertido.

- No, en serio, no puedo.- Justo después de decir eso y antes de que él pudiera replicar, llegue a mi aula.-En serio, mañana.

Y sin más, me adentré en aquella aula llena de plantas, probetas y microscopios; dejando a Edward con la palabra en la boca.

Harleen Quinnzel:

¡Era todo magnífico! Era enorme y recargado, tal como a mi me gusta. Iba con todo el grupo, charlando amenamente con mis futuros compañeros. Estaba deseando ver donde se impartirían las clases y cual sería nuestro primer proyecto.

Hablábamos de que obras nos gustaría representar entre risas. De pronto, una mano que agarró mi brazo y me hizo que me retrasará respecto a mis compañeros me sorprendió.

Me giré a mirar quien era y no me sorprendió encontrarme con Jack, con una cara entre pícaro y cachorrito abandonado.

- ¿Qué quieres?- Dije con fingido cabreo, como si me molestase que me buscará. Como si no me gustará que se tomará tantas molestias por mi...

- Pues, yo solo quería; a ver... Lo siento.- Dijo con una cara de pena que me obligo a soltar un pequeño 'awww'.

Dudé unos instantes. Se notaba que lo decía en serio. Ay, ¡es que es tan irresistible!

- Bueno... Pero que sea la última vez.

Una sonrisa de triunfo se dibujó en la cara de Jack, que me obligo a soltar una risita. Acto seguido, me rodeó con un brazo por encima de los hombros, haciendo que me ruborizará ligeramente.

- Entonces, ¿qué? ¿quedas con un servidor está noche?

No me lo puedo creer, no me lo puedo creer, ¡nomelopuedocreer! ¿Me ha pedido una cita? ¿en serio? ¿a mi? Estuve a punto de saltar de la alegría, pero supe contenerme a duras penas.

Pero entonces, Pamela pasó por mi lado y me hizo un gesto con la cabeza mientras arqueaba una ceja. ¡Mierda!

- Estooo, hoy no puedo. Pero me encantaría quedar contigo mañana, en serio.

Y sin más entre en mi aula. Salí corriendo, le di un beso en la mejilla y volví a entrar.

Selina Kyle:

Caminaba rápido y mirando al frente, deseando llegar al archiconocido estudio de la escuela Gotham. No podía hacerme una idea mental que se igualará a la grandeza de ese sitio y quería verlo con mis propios ojos.

Una figura claramente más alta que yo se puso a mi lado. No necesitaba mirar quien era, lo sabía de sobra

- ¿No te cansas de darte todo el rato con la misma pared?- Pregunté sin siquiera girarme.

- A lo mejor, es que la pared me gusta demasiado.- Dijo con un tono extraño. Un tono serio que buscaba ser divertido.

- Entonces, deberías hacértelo mirar.- Respondí divertida.

Él respondió con algo que pretendía ser una risa. Se veía a la legua que era una persona muy segura de si misma. Y eso no me gusta, porque yo también lo soy. Eso crea problemas.

Tras unos momentos de silencio, él decidió romper el silencio.

- ¿Qué he hecho para que me odies tanto?

- Mmm... ¿Nacer?

Esta vez si que se rió, con una risa sincera.

- Qué dura eres, ¿no?

- Las paredes somos duras. Acostúmbrate.

Dicho lo dicho, me fui a mi aula. Giré mi cabeza sobre mi hombro para mirarle. Seguí hacía delante y sonreí para mi misma. Bruce Wayne. Sin duda, un buen partido. Pero no para mi.


El día de la presentación fue corto y todo el mundo salió maravillado, algunos más que otros.

Pamela y Harleen salieron juntos, hablando sobre su día y la impresión de todo en general. Llegaron hasta el coche de Pamela y Harleen se monto en el flamante descapotable en el asiento del copiloto.

Selina salió un poco más tarde, con su bandolera en un solo hombro.

- ¿Te llevo?

- No, he traído la moto.

- Vale, luego nos vemos.

Selina salió corriendo hacia la parte de atrás de la institución.

Bruce y Jack observaban como la rubia y la pelirroja hablaban trivialmente en el coche. A una distancia prudente, Edward al lado de ellos, embobado mirando los egocéntricos movimientos de la pelirroja ante el espejo.

- Te gusta, ¿eh?- Se aventuró a decirle al chico a su lado, con una sonrisilla divertida.

- Eh... ¿Pero qué dices?- Se apresuró a decirle a Jack, a la defensiva.

- Perdónale, no conoce lo que es el decoró ni la discreción.- Alzó una mano entre él y el joven pelirrojo - Soy Bruce.

Este dudo un instante y luego estrechó la mano del fuerte joven que se erguía delante de él.

- Yo Edward.

- Y aquí, un servidor, Jack.- Dijo mientras sonreía con esa sonrisa tan distintiva que tenía el chico.

Edward se quedó dubitativo un momento.

- Bruce... Tu eres el que está detrás de Selina, ¿no?

Ante aquella afirmación, Bruce se sonrojó ligeramente. Pensó en alguna escusa, una mentira piadosa; pero concluyó con que eso era una tontería.

- Por así decirlo...

- Pues lo tienes crudo. La conozco desde hace mucho y es.. Es muy suya.

Bruce soltó una media sonrisa ante la obvia afirmación que dijo Edward. Pensó para si mismo "me gustan los retos".

Como si la hubieran invocado, Selina salió rápidamente con su Harley Davidson girando la curva del instituto y parándose al lado del coche de Pamela delante de los tres jóvenes expectantes.

- A las doce.

- Sep.- Respondió Harleen mientras se pintaba los labios mirándose en el espejo.

- No tardes, que nos conocemos.

- Descuida.- Dicho esto, Selina se bajó la visera del casco y se perdió al final de la calle.

Las otras dos chicas se pusieron en marcha y en cuanto las tres chicas desaparecieron, los tres chicos, embobados; despertaron de sus divagaciones y entre risas nerviosas, se despidieron.

Pamela dejó a Harleen en su casa y le recordó la hora a la que habían quedado, a lo que ella asintió y subió las escaleras divertida y juguetona. Pamela negó con la cabeza y una sonrisa en la cara.

Ella también llegó a su casa y nada más entrar, se dirigió al baño y cogió un algodón que baño en desmaquillante. Acto seguido, se lo paso por la cara, quitando el color carne de su tez y dejando ver un color verdoso sobre la misma. Sonrió maliciosamente mirándose al espejo y siguió con su tarea, descubriendo su verdosa piel por todo su cuerpo.

En otro lugar de la ciudad, Harleen, mientras bailaba y cantaba, hacía el proceso inverso al de Pamela, maquillando su piel de blanco puro y sus ojos de negro azabache. Se miró al espejo y se guiño un ojo a si misma.

Selina llego a su casa, aparcó la moto y subió a su piso. No era nada especial, lo que se podía permitir una huérfana sin herencia. Pamela corría la misma suerte, peor ella tenía otros recursos.

Selina se dirigió hacia su habitación y abrió su armario. No había nada especial en el, ropa normal y corriente. Selina separó la ropa y deslizo el fondo del armario, descubriendo un segundo armario oculto detrás del primero. Allí había un apretado traje de cuero, unas botas de tacón alto y una máscara con unas graciosas orejitas de gato. Todo a juego con un bonito látigo. Una media sonrisa algo pícara surco el rostro de la joven.


- Las doce y diez, lo sabía. Siempre tarde.

En lo alto de un edificio lujoso con unas letras grandes que ponían 'BANCO', se veían dos bonitas figuras femeninas. Una andaba de un lado a otro, impaciente. Era verde entera, con una melena roja que bailaba libre entre hojas. Nada cubría su piel aparte de unas hojas estratégicamente colocadas en sus partes pudendas.

- Tranquilízate, sabes que siempre viene.

La otra, medio recostada en la cúpula del edificio, hacía pompas con un chicle de un color exageradamente rosa. Vestía atuendos rojos y negros, un pitillo y un corsé con unas botas, una de cada color. Su pelo también era mitad y mitad, recogido en dos coletas. A su lado había un gran mazo con un montón de cosas dibujadas y pintadas.

- Tienes razón, siempre llego.

Una tercera figura apareció, sorprendiendo a las otras dos. Esta última llevaba un apretado mono de cuero con un látigo al rededor de su cintura y una máscara.

- Tarde, como siempre.

- Cállate, tenemos trabajo que hacer.

Era de noche, Gotham era silenciosa de noche. Perfecta para que Hiedra venenosa, Arlequina y Catwoman dierán su siguiente golpe.

Continuará.

PD: He decidido llamar a Harleen, La Arlequina; porque sería demasiado obvio llamarla Harley Quinn a mi parecer.

Edward Nigma escribió:

De seguro Nigma debe estar en la noche haciendo puzzles en su PC y pensando en que regalarle a Pamela para que porfin deje de tratarlo mal XDDDDD Quiero leer mas, ¡Mas! ^^

Un ficus. Siempre funciona.

Gran trabajo, Sel, espero leer más ^^

Vuelvo con un nuevo capítulo del fic que tenía muchas ganas de colgar, he tardado pero bueno xD. He corregido una cosa del anterior capítulo: En vez de en un banco están en un museo.


Se situaron en frente de la gran cúpula del museo de Gotham, las tres con los brazos en jarra. Selina fue la primera en dar un paso al frente, soltando su bolsa negra de deporte y sacando de ella una herramienta circular con una punta de diamante. Colocó la herramienta y dejó que hiciera su trabajo, creando un agujero de unos 50 cm de diámetro en el cristal blindado de la cúpula.

Cuando la máquina acabó, Selina la volvió a guardar en la bolsa. Ahora le tocaba a Pamela, que creó; a partir de un pequeño brote que salía de debajo de las losas del tejado, una liana que dejó caer por el agujero. Se deslizaron hasta llegar al suelo del museo y quedaron acorraladas espaldas contra espaldas por unos láseres que se mezclaban y cruzaban entre ellos.

Selina elevó los brazos dispuesta a empezar las acrobacias hasta los controles de la seguridad. Pero, en cambio, un gran mazo fue depositado en sus manos.

- Déjame a mí, ¡me siento inútil!

Exclamó Harleen riéndose mientras imitaba el movimiento anterior de su amiga. Selina no pudo ni replicar, la rubia ya estaba dando volteretas por los aires, evitando los láseres. Lo hacía de una forma más descuidada y temeraria de cómo lo solía hacer Selina, cosa que provoco que Pamela frunciera el ceño y Selina pusiera una sonrisa graciosa.

De cualquier forma, llegó hasta la caja de los controles sin tocar ningún láser. Hizo un pequeño baile de la victoria un tanto infantil antes de desactivar la seguridad. Se acercó hasta sus amigas y Selina le cedió su mazo con una pequeña reverencia.

- Bueno, aquí en media hora.

Dijo Pamela autoritaria. Las otras dos asintieron. La pelirroja fue a mirar los cuadros y la encuerada las joyas antiguas. Harleen simplemente se dedicaba a buscar cosas que le gustasen y fueran curiosas y coloridas, como solía hacer siempre.

Empezaron a saquear el museo y, pasada media hora, se reunieron en el sitio acordado, metieron todo lo afanado en bolsas negras y se prepararon para huir. Harleen empezó a subir para coger las bolsas desde arriba. Pero antes de que llevara más de la mitad de la liana, una voz grave y varonil las sorprendió desde las sombras.

- No vais a aprender nunca, ¿verdad?

Una figura vestida de negro completamente, de aspecto rudo e indestructible salió de a oscuridad de la habitación de enfrente.

- Batman… - Dijeron las tres al unísono.

- Dejad lo que habéis cogido y os dejaré marcharos.

Harleen hizo oídos sordos a las palabras del justiciero y se balanceó en la liana, abalanzándose sobre él. El de negro la interceptó en el aire y cayeron al suelo. Batman dio una vuelta sobre sí mismo, levantándose al momento. Forcejearon un poco hasta que Batman, cansado, golpeó a Harleen con la fuerza justa en la cabeza, dejándola inconsciente pero sin provocarle más que un dolor de cabeza al despertarse.

- ¡Arlequina! – Gritó Selina.

Poco a poco, se empezó a llenar de furia, frunciendo el ceño y enseñando los dientes.

- Cógela y lárgate.- Le dijo a la pelirroja, la cual intento rebatirla. Pero al ver la ira arder en los ojos de su amiga, decidió no hacerlo y acatar la orden.

Selina se abalanzó sobre, tirándolo bruscamente al suelo. Pamela aprovechó para coger a Harleen en brazos y dirigirse hacia la salida. De camino, cogió una de las bolsas. El enmascarado se levantó a detenerla, pero Selina lanzó su fiel látigo hacia sus piernas, enrollándolo en ellas y haciéndolo caer de bruces.

Este se puso boca arriba, pero cuando iba a levantarse, un tacón negro atrapó su cara contra el suelo.

- Para ser el Caballero de Gotham eres poco galante con las mujeres. – Dijo esto último con resquemor y asco mientras apretaba aún más el tacón contra la fría tez del enmascarado.

El joven justiciero mostraba los dientes en señal del punzante dolor que sentía y retenía las quejas que querían salir de su boca. No aguanto más y llevó una de sus manos a la pierna de la chica que no estaba en su cara para tirarla al suelo, pero antes de que ella cayera, recibió una patada en la boca.

Selina se incorporó con un ágil salto sobre su espalda y corrió hacia la liana, dejando de lado el botín. Trepo rápidamente hasta llegar al tejado. Cuando se aproximó al fin de este, se giró para encontrarse cara a cara con su depredador.

Se paró a analizar la figura masculina que tenía en frente. El enmascarado hizo lo mismo con ella. Se quedaron un par de minutos así, mirándose el uno al otro, olvidando la pelea de hace tan solo cinco minutos.

Batman alzó su mano y agarró la de ella, un agarre tosco y algo fuerte.

- Se acabó.- Dijo, pero olvidando un poco el tono autoritario y usando uno mucho más pausado, haciendo que la profunda voz retumbara en toda Gotham sin necesidad de gritar.

- ¿Cómo va a cazar a un gato un mísero murciélago?

Selina giró bruscamente, soltándose del agarre. Agarró con fuerza su látigo y saltó al tremendo vacío, confiando en que su látigo se enganchara, como había planeado, en la farola que tenía en frente.

Pero algo salió mal, un error de cálculo, dos, quizás tres centímetros como mucho y el látigo no pudo hacer agarre en la superficie. Ella había practicado mil veces esas caídas, eran gajes del oficio, pero no podía evitar estar nerviosa, cualquier cosa podría salir mal.

Para su sorpresa, o quizás no tanto, el preciado Paladín de Gotham se había precipitado tras ella para evitar esa caída. Una de sus fuertes manos la rodeó por completo, fundiendo ambos cuerpos en uno solo, de una forma pasional y temeraria.

Planearon un par de metros hasta aterrizar suavemente en la calle. Ambos estaban un poco traspuestos, todo era extraño y desconocido. Selina sacudió sus pensamientos y se giró para irse. Como todas las veces anteriores, Batman no se daba por vencido y volvió a agarrarla del brazo.

- Ya basta, ya sí que se acabó. No te resistas y todo irá mejor.

- Ey, tú antes dijiste que si dejábamos las cosas dejarías que nos fuéramos, no he cogido nada, cumple tu palabra.

- Tu amiga sí que se ha llevado una bolsa.

- ¿Yo soy mi amiga?

Era algo obvio, ¿no? Había entrado en el museo de Gotham, había intentado robarlo, era una criminal y debía llevarla a la comisaria. Todo eso siempre había estado claro en la cabeza cuadriculada del justiciero, pero ahora no era así. Pensó que se arrepentiría en un futuro por lo que estaba a punto de hacer.

- De acuerdo, tienes razón. Puedes irte. Pero la próxima vez no seré indulgente.

- No te tires flores, para una vez que lo eres.

Ahora sí, Selina se giró y Batman también, para irse cada uno en direcciones opuestas. Una sonrisa maliciosa surcó la cara de Selina y un pensamiento invadió su mente. Pensaba que explotaría si no lo hacía.

- Eh, Batman. – Dijo en un tono de voz alzado.

No estaban ni a tres metros de distancia, la cual se iba a cortando cada vez más y más por los pasos sensuales de la gata y los firmes y regios del murciélago. Él quedó demandante, sin decir ni una palabra, esperando lo que quería decirle. Ella quedó mirándolo durante un segundo, con una cara sensual y pícara.

- No te he dado las gracias.- Dijo con una inocencia que no tenía.

- No hace fal…

Pero antes de que pudiera acabar la frase, ella se abalanzó sobre sus labios, acallando esas estúpidas palabras. Él quedó estático unos segundos hasta que pudo reaccionar a medias. El beso no duró mucho, un beso corto pero intenso, de los que valen la pena.

Como si nada hubiera pasado, Selina se separó de él, manteniendo sus manos en sus dos mejillas aún. La miró durante un segundo con una mueca graciosa, como evaluándolo y, sin más, dio media vuelta y empezó a andar.

Él seguía en shock y observaba como Catwoman, no solo no era una leyenda urbana de Gotham, si no que se ceñía bastante a las historias que contaban de ella.

Decidió, por fin, girarse y coger camino, con paso pesado.

- Hasta la próxima, Batman.

Escuchó de fondo. Sin girarse respondió a la despedida.

- Hasta la próxima, Catwoman.


Espero que os haya gustado aunque haya tardado la vida en subirlo. PD: Batman se cae de BRUCES *Ba dum tsss*

Dios, iba a decirte lo de que Batman se cae de Bruces xDDD pero te me has adelantado!! Me ha gustado mucho ver la continuación!! Y el BatCat que empieza a tomar forma... mwahahahaha!!!

Espero que puedas seguirlo pronto! <3